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Humberto Decarli
En los próximos párrafos vamos a analizar las múltiples diferencias entre los
diversos aspectos enfocados de manera distinta entre ambas posiciones
ideológicas,
EL AMBIENTE
Ante una situación tan grave padecida por el planeta consecuencia de una
forma errónea de desarrollismo, tanto el marxismo como el anarquismo
difieren radicalmente.
Para nada importa el espacio físico implicado en una actividad muy rentable
porque lo perseguido es la obtención de mayores beneficios sin asumir los
daños causados a la Tierra. Es una conducta propia de la epistemología
decimonónica cuando el auge de la ciencia eclipsó otras consideraciones
necesarias para dirigirnos al progreso. Nada tiene que ver con la postura
contemporánea manifestada en la ruptura de la causalidad, la apreciación
de la entropía y la neguentropìa, la incertidumbre, la fractalidad y la
hipótesis Gaia.
LA POLÌTICA Y EL PARTIDO
La actividad marxista en la acción busca la toma del poder para desde allí y
a través del Estado, aplicar el programa revolucionario. Pero implica la
asunción total del poder sin permitir otra participación que no fuera la de una
vanguardia organizada del proletariado.
Para obtener tal fin es menester una organización política vertical, donde los
organismos inferiores se someten a los superiores como lo asevera la tesis
del centralismo democrático. Carece del mínimo democratismo porque la
lógica es la decisión arriba y la ejecución abajo, idéntica a la disciplina
castrense. Aparte, se valora al aparato como una entidad donde se reúne
una vanguardia de la clase obrera iluminada apta para alcanzar el poder y
ejercerlo absolutamente.
LA CLASE OBRERA
En general, las posturas ácratas son críticas y no creen en una clase como
fundamento de un cambio. Ya desde la Escuela de Frankfurt se cuestionaba
la naturaleza transformadora de los obreros porque lo consideraban como
parte del sistema capitalista.
La dinámica del pos capitalismo es limitadora de los puestos de trabajo. No
era el ejército de reserva descrito por Marx, rotativo entre el establecimiento
industrial. Ahora esas personas no pierden su lugar de labor, simplemente
son expulsadas del aparato económico y solo les queda incorporarse a la
economía informal. El texto de Jeremy Rifkin, El fin del Trabajo, es
denotativo al respecto y las cifras dadas por la automatización indican que
en un futuro próximo la reducción de los trabajadores será un hecho.
Ante ese aciago panorama muchos sindicatos han tenido que conciliar con
el capital para no perderlo todo y reducir el paro. Para ese logro aceptan
reducir conquistas sociales alcanzadas desde el Welfare State en la post
guerra. De esa manera apreciamos cómo la clase obrera está imbuida en el
capitalismo.
Boris Pasternak fue censurado en la nación imperial del este porque su obra
El doctor Zhivago era asombrosamente pornográfica y Alexander
Solzhenitsyn fue desterrado a un gulag por su postura crítica al igual que el
físico Andrèi Sajàrov. En Cuba se conoció el affaire del poeta Heriberto
Padilla así como el de Reynaldo Arenas, por iconoclasta y homosexual,
respectivamente, y a Carlos Franqui, intelectual de izquierda. Todos fueron
lanzados al ostracismo.
El poeta venezolano Alì Lameda fue encarcelado, sin juicio, por más de
siete años en Corea del Norte debido a una opinión. Paradójicamente, el
establecimiento de relaciones diplomáticas con Pyongyang fue la única
forma de lograr su libertad. Egresó de la prisión en condiciones de salud
precarias por desnutrición y una gran depresión.
Se especula que la muerte del premio Nobel de Literatura Albert Camus fue
producto de un atentado de la KGB, lo cual no es descabellado por sus
denuncias contra el arrollamiento a Hungría y su actitud de enfrentamiento
al estalinismo.
Mención especial tienen los teóricos del consejismo en Europa. Este sector
marxista entendió el fraude bolchevique. Los soviets fueron preteridos
cuando se concentró el poder en el partido comunista y ello fue estimado
por ciertos pensadores quienes pusieron el énfasis en los consejos de
obreros como ejes de la sociedad y no en el aparato, el ejército y el líder
como lo demostraron los comunistas. Dentro de esta corriente encontramos
al connotado astrónomo holandés Anton Pannekoek, a los alemanes Otto
Rulhe y Karl Korch y al americano Paul Mattick.
LA TECNOLOGÌA
EL MATERIALISMO DIALÈCTICO
El anarquismo lucha por todas las utopías, especialmente las directas. Las
inmediatas se centran en la llegada en el presente y aunque pudieran no ser
victoriosas siempre dejarán una huella indeleble en la sociedad. El
dadaísmo fue una escuela estética surgida después del desastre de la
primera guerra donde se probó que el progreso de la modernidad no fue tal
porque la pulsión tanàtica lo despedazó. Terminó su ciclo y dio paso a otra
idea, el surrealismo fundado en la libre asociación de ideas. Los socialismos
soñadores de los siglos dieciocho y diecinueve, Fourier, Owens, Saint
Simon, fueron catalogados peyorativamente como socialistas utópicos
porque no llegaban a ser científicos producto del positivismo reinante que
arropó al marxismo.
Asimismo, intentar un salto cualitativo social por intermedio de artificios
autoritarios llega a los actos de ingeniería social y el milenarismo. Hablar del
hombre nuevo, idea creada por Franz Fanon y publicitada por el Che
Guevara, se basa en actitudes vanguardistas con la orientación de dirigir
desde arriba la dinámica de la sociedad.
LA EDUCACIÒN
LA RELIGIÒN
El maoísmo se formó con las obras de Mao y las iniciativas desde el Estado
chino como las disparatadas Un salto hacia adelante, una industrialización
compulsiva terminada en quiebra; y la revolución cultural o proletaria, una
inmensa purga contra la tendencia del defenestrado presidente Liu Shao
Shi, el organizador del aparato Den Ziao Ping, el vicepresidente Chu Te y el
alcalde de Pekìn, Pen Cheng.
Quien primero empleó este neologismo fue el poeta americano Hakim Bey
pero se ha utilizado para designar los modelos teóricos de Saul Newman,
Todd May y Tomás Ibàñez. Es la condensación del pensamiento y práctica
ácrata en el siglo veintiuno diferendiàndose tajantemente del marxismo-
leninismo y el resto de la izquierda.
CONCLUSIONES