You are on page 1of 225

Derecho y manipulación genética

(calificación jurídica de la clonación)


Enrique Varsi Rospigliosi
Enrique Varsi Rospigliosi

Derecho y
manipulación genética
(calificación jurídica de la clonación)

Universidad de Lima
Fondo de Desarrollo Editorial
1997
Colección Investigaciones
Segunda edición actualizada 1997
© Enrique Varsi Rospigliosi
© De esta edición
Fondo de Desarrollo Editorial
Universidad de Lima
Av. Javier Prado Este s/n, Lima 33
Casilla postal 852, Lima 100. Perú
Teléfono 437-6767
Fax 437-8066
E-mail fondo_ed@ulima.edu.pe
Internet http://www.ulima.edu.pe

Diseño y edición Fondo de Desarrollo Editorial


Carátula Tapul

Impreso en el Perú

Prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio sin permiso
expreso del Fondo de Desarrollo Editorial.

ISBN: 9972-45-050-3
A Nicola, inocencia que obliga
Ya nadie duda de que la ingeniería
genética es una de las ramas de la
ciencia y tecnología avanzada que
más contribuirá a transformar
nuestro mundo en los próximos años.
Para bien o para mal, Prometeo ha
roto sus cadenas y el doctor
Frankenstein está becado en Harvard.

Gene Wolfe
Índice temático

Nota preliminar 17
Prólogo a la segunda edición 21
Prólogo a la primera edición 29
Introducción 33

Capítulo I: La bioética.
1. Introducción 37
2. La bioética 38
2.1 Generalidades 38
2.2 Etimología y noción 39
2.3 Denominación 39
2.4 Definición 40
3. Características 41
4. Antecedentes 42
5. Vinculación con otras ramas 43
6. Principios 44
6.1 Principio de respeto por las personas 44
6.2 Principio de beneficencia 44
6.3 Principio de justicia 44
6.4 Ámbito de aplicación 44
7. Declaración de principios bioéticos 45
8. La religión y la bioética 46
9. Casos médicos de aplicación de interés para bioética 47
10. El juramento hipocrático y la bioética 48
11. El proyeto de convenio de bioética 49
12. El Comité Internacional de Bioética ( CIB ) 50
13. Conclusión 50

[11]
12 ENRIQUE VARSI R.

Capítulo II: La investigación humana y la manipulación genética


1. La tecnología genética 53
1.1 Genética 54
1.2 Biotecnología 54
1.3 Ingeniería genética 54
1.4 Biología molecular 55
1.5 Bioética 55
2. El genoma humano 55
2.1 Nociones preliminares 55
2.2 Reseña histórica básica 56
2.3 El proyecto genoma humano 56
2.4 Implicancias jurídicas 57
2.5 Reparabilidad y sanción 58
2.6 Límites 58
2.7 Restricciones éticas 59
3. La investigación y experimentación humana 60
4. Procedimientos de la intervención genética en el ser humano 61
5. Clases de investigación genética 62
6. La manipulación genética 62
6.1 Características 63
6.2 Fines 64
6.3 Tipos 64
6.4 Efectos 65
6.5 Planteamientos a favor y en contra de la manipulación 66
7. Desarrollo, estado de la técnica genética y derecho 66

Capítulo III: Principios generales y especiales de la reproducción


1. Introducción 69
1.1 Generalidades 69
1.2 Las técnicas de reproducción humana asistida 69
1.2.1 Clases 70
1.2.2 Formas utilizadas 70
1.3 Derecho, genética y procreación asistida 72
2. Marco conceptual 72
2.1 La reproducción 72
2.1.1 Tipos de reproducción 72
2.1.1.1 La reproducción asexual 72
2.1.1.2 La reproducción sexual 73
2.2 El inicio de la vida humana y el comienzo de
la existencia de la persona física 73
2.2.1 Presentación 73
2.2.1.1 Fecundación 75
2.2.1.2 Concepción 76
ÍNDICE 13

2.2.1.3 Anidación 79
2.2.1.4 Inicio de la actividad cerebral 80
2.2.1.5 Nacimiento 81
2.2.2 Análisis conclusivo 82

Capítulo IV: La clonación


1. Introducción 85
2. Etimología y noción 86
3. Denominación 87
4. Concepto 88
5. Definición 88
6. Tipos de clonación 88
6.1 Clonación natural 88
6.1.1 Naturaleza jurídica 89
6.2 Clonación artificial 90
6.2.1 Naturaleza jurídica 90
6.2.2 Antecedentes y aspectos técnicos 91
6.2.3 Formas de clonación artificial 92
6.2.3.1 Autorreproducción 92
6.2.3.2 Reproducción gemelar 95
6.2.3.3 Partenogénesis 96
6.2.4 Variantes de la clonación artificial 98

Capítulo V: La clonación ante la realidad científica y social


1. Antecedentes generales de las técnicas de reproducción
asistida y la manipulación genética 99
2. Literatura y fuentes de la clonación 101
3. Realidad. Ingeniería genética, experimentación humana
y clonación 103
4. Criterios científicos acerca de la factibilidad biológica
de la clonación humana 106
5. Justificación y validez de las prácticas de clonación 108
6. La clonación: gen versus medio 110
7. Utilización 110
8. Posición de la Iglesia 117
9. Consecuencias sociales 120
10. El caso Illimensee 120
11. Casos recientes 121

Capítulo VI: La clonación y el derecho


1. El derecho 125
1.1 Noción elemental 125
1.2 Derechos de la persona 125
14 ENRIQUE VARSI R.

1.2.1 El derecho a la vida 127


1.2.1.1 El derecho a conocer nuestro origen biológico 128
1.2.1.2 El derecho a ser procreado y a nacer
dentro de una familia 130
1.2.2 El derecho a la individualidad biológica 131
1.2.3 El derecho a la integridad psicosomática 132
1.2.4 El derecho a la libre disposición del propio cuerpo 133
1.2.5 El derecho a la dignidad 134
1.2.6 El derecho a la identidad 135
1.2.6.1 El derecho a la identidad personal 135
1.2.6.2 El derecho a la identidad sexual 136
1.2.6.3 El derecho a la identidad genética 136
1.2.7 El derecho a la libertad 137
1.2.8 El derecho a la igualdad 138
1.2.9 El derecho a procrear 139
1.2.10 El derecho a la salud 141
1.2.11 El derecho a al intimidad 142
1.2.12 El derecho a la imagen 143
2. Documentos y legislación 119
2.1 Documentos y legislación comparada 145
2.1.1 Documentos en general 145
2.1.1.1 El Código de Nuremberg 145
2.1.1.2 La Declaración Universal de los Derechos Humanos 146
2.1.1.3 La Declaración de Helsinki 146
2.1.1.4 El proyecto de recomendación del CAHBI (1982) 146
2.1.1.5 La Carta de los Derechos de la Familia 147
2.1.1.6 El Informe Warnock 147
2.1.1.7 El Comité Consultivo Nacional de Ética para
las ciencias de la vida y la salud 148
2.1.1.8 El proyecto de recomendación del CAHBI (1986) 148
2.1.1.9 El proyecto de recomendación del CAHBI (1987) 149
2.1.1.10 El proyecto de recomendación del CAHBI (1989) 149
2.1.1.11 La propuesta de la Asociación Mundial de Amigos
de la Infancia al proyecto de Convención del Niño 149
2.1.1.12 El Parlamento Europeo 150
2.1.1.13 La Declaración Universal de los Derechos Humanos
de las generaciones futuras 151
2.1.1.14 El XXI Congreso Internacional del Notariado Latino 152
a) Argentina 152
b) Conclusiones 153
2.1.1.15 La Organización Mundial de la Salud 153
2.1.2 Anteproyectos de ley y legislación 153
2.1.2.1 Italia 153
ÍNDICE 15

a) El proyecto de ley de 1985 153


b) El Congreso del Centro Internacional de
Magistrados 154
2.1.2.2 Australia 154
a) El Consejo Australiano de Investigaciones
Médicas 154
2.1.2.3 España 154
a) El Informe Palacios 154
b) La ley 35/1988 155
c) La ley 42/1988 155
d) Modificaciones 156
e) La ley 15/1994 156
f) Proyecto de Código Penal de 1992 156
g) El Código Penal de 1995 157
2.1.2.4 Alemania 158
a) El Informe Benda 159
b) El proyecto de ley de 1987 159
c) El proyecto de ley de 1989 159
d) La ley 745-90 161
2.1.2.5 Argentina 162
a) El proyecto de Slavustky-Girón y Arriberé 162
b) Los proyectos en el período 1991-1993 162
b.1) El proyecto de ley de Alberto A. Natale-
José M. Antelo 163
b.2) El proyecto de ley de María F. Gómez Miranda 163
b.3) El proyecto de ley del Senado y Cámara
de Diputados 163
b.4) El proyecto de ley de Carlos F. Ruckauf-Alberto Iribarne 164
2.1.2.6 Suiza 165
2.1.2.7 Reino Unido 165
2.1.2.8 Francia 166
a) El proyecto de ley de 1992-1993 166
b) La ley 94-653 168
c) La ley 94-654 170
2.1.2.9 Recientes disposiciones legales 171
2.2 Documentos y legislación nacional 172
2.2.1 Documentos en general 172
2.2.1.1 Bases para una legislación sobre técnicas de
reproducción humana asistida 172
2.2.1.2 Bases de derecho genético 173
2.2.2 Anteproyectos de ley y legislación 173
2.2.2.1 La comisión de Constitución y de Reglamento del
Congreso Constituyente Democrático-1993 173
16 ENRIQUE VARSI R.

2.2.2.2 El proyecto de ley de Enmiendas del Código


Civil de 1984 174
a) Estudio y revisión del Código Civil 174
b) La comisión de reforma del Código Civil
del Congreso Constituyente Democrático 176
c) Comisión especial encargada de elaborar el
anteproyecto de ley de reforma del Código
Civil 177
2.2.2.3 Los proyectos de Código de Salud 178
2.2.2.4 El Código de los Niños y Adolescentes 178
2.2.2.5 La Ley General de Salud 179
3. Consideraciones jurídicas fundamentales 180
Conclusiones 183
Glosario 191
Bibliografía 195
Anexo 207
Bibliografía del anteproyecto 223
Nota preliminar

No ha pasado mucho tiempo desde que, en el invierno de l995, tuve el pla-


cer de prologar el primer libro escrito por Enrique Varsi Rospigliosi, joven
jurista, entusiasta colaborador durante varios años en las siempre apasionantes
aventuras de la investigación jurídica —fuente indispensable para la crítica de
la institucionalidad vigente y de propuestas tendentes a perfeccionar y actua-
lizar la legislación nacional al ritmo de las exigencias de la vida y del desa-
rrollo de la ciencia jurídica—. Hoy, en esta primavera de l996, dicho placer se
renueva, al acoger el nuevo fruto de la preocupación y el logrado esfuerzo del
autor, cuyas actividades intelectuales he seguido muy de cerca y con creciente
interés en los últimos años en los que dirigí el Centro de Investigación Jurídica
de la Universidad de Lima. En su seno, como es sabido, se congregó una
pléyade de jóvenes juristas de la generación que he dado en llamar del 84,
año de la puesta en vigencia del Código Civil que nos rige, ya que este cuer-
po legal ha sido, como lo recogerá sin duda la historia del derecho peruano,
un factor desencadenante de vocaciones por la investigación y la creatividad
jurídica. De ello da testimonio el inusitado incremento en nuestro país, en la
última década, de la bibliografía jurídica, así como el número de congresos
nacionales e internacionales dedicados al derecho civil que se han reunido en
diversas universidades y colegios de abogados de nuestro territorio.
He sido, por lo expuesto, testigo de excepción de sus inquietudes por el
derecho de las personas, tema que siempre atrajo la atención de Varsi y que,
generalmente, convoca a quienes tienen una especial concepción del mundo
y una decidida vocación humanista. El amor por el derecho, para poseer hon-
dura y consistencia, debe empezar por la valoración del ser humano en cuan-
to centro y eje de lo jurídico, en tanto se constituye en su creador, protago-

[17]
18 ENRIQUE VARSI R.

nista y destinatario. Si no se comprende que el derecho es una exigencia exis-


tencial, que responde a la estructura social de la persona, no se podrá definir
prístinamente si el hombre está al servicio de la economía o si ésta, por el con-
trario, se encuentra al servicio del ser humano, lo que podría originar peli-
grosas y graves distorsiones deshumanizantes de lo jurídico. En otras palabras,
no será posible distinguir si el derecho es una exigencia estructural del ser
humano o, contrariamente y como lo pretenden los materialismos de todo
signo y laya, es una simple superestructura de la economía. Es decir, si el valor
de la eficiencia debe suplir a la tríada axiológica conformada por la justicia, la
solidaridad y la seguridad.
Si no profundizamos en esta temática y no nos avecindamos a los misterios
e interrogantes que nos propone la vida humana, si no nos valemos de la
aleccionadora experiencia personal y si, de otro lado, no permanecemos aten-
tos a los valiosos hallazgos de la ciencia y a las reflexiones de la antropología
filosófica, no podremos construir aparatos normativos en consonancia con las
exigencias del ser humano, entendido éste como una unidad psicosomática
sustentada en la libertad. No podemos olvidar que la primordial función del
derecho es la preservación de la libertad individual en el marco del bien
común, para posibilitar de este modo que todos y cada uno de los integrantes
de la comunidad realicen, hasta donde ello es humanamente factible, sus pro-
yectos de vida conducentes a su realización personal.
El autor de este libro ha recogido y vivenciado el mensaje humanista que
hemos intentado esbozar y, por ello, fiel a su vocación, continúa refle-
xionando e investigando sobre un tema que siempre le fue caro como es el
que se refiere al derecho genético, de cuyo desarrollo la humanidad puede
obtener enormes beneficios si no se aparta de los principios éticos que deben
siempre regirlo, y que nos permitirá también conocer cada vez más el insond-
able misterio de la vida a la luz de la verdad científica. El derecho, como reg-
ulador valioso de la vida humana social, deberá contrarrestar, con eficacia y
oportunidad, cualquier intento tendente a la deshumanización de las rela-
ciones sociales. Ello para evitar que el hombre sea sometido a los designios
de la ciencia, como a menudo se intenta; así como, por otro lado, se pretende
someterlo a las reglas de la economía en un inacabado y tanático designio
propenso a doblegar su dignidad, ignorando que el ser humano, como lo de-
finió Kant, es un fin en sí mismo y no un medio o instrumento puesto al ser-
vicio de aquello de lo que, precisamente, ha de servirse.
Varsi ha comprendido también el importante rol y la gravitación de la cien-
cia en la vida humana y, por ello, se preocupa por conocer los recientes desa-
rrollos de la genética con el propósito de impedir que sus acelerados e
NOTA PRELIMINAR
19

increíbles avances sirvan para su destrucción o envilecimiento, proponién-


dose, por la ruta del derecho, enderezar sus resultados sólo y siempre en be-
neficio del ser humano.
El libro que tenemos entre manos, Derecho y manipulación genética, al
igual que la obra primigenia del autor, que tuvimos la satisfacción de prolo-
gar, constituye un valioso aporte al desarrollo de la ciencia jurídica nacional
en un tema medular, básico y de incuestionable actualidad. Aborda problemas
que no podemos ignorar y sobre los que, en su momento, habrá que legislar
a la luz de los valores ético-jurídicos, por lo que los hombres de derecho, estu-
diosos por vocación y destino, deben interesarse e informarse en esta materia
que linda con los principios y las ultimidades de la vida humana. Nada mejor,
para ello, que la atenta y provechosa lectura de las páginas del libro de
Enrique Varsi, volumen que es el resultado de una seria investigación en el
campo de la genética, por lo que se erige en un surtidor de interrogantes y de
sensatas reflexiones y planteamientos en tan novedosa y actual área del saber.
En el futuro será un tema en torno al cual los hombres de derecho de-
bemos permanecer siempre alertas a fin de que los hallazgos de la ciencia
estén siempre al servicio de la persona, impidiendo de este modo que, con-
trariando su natural destino, se constituya en un elemento proclive a la de-
gradación del ser humano. El libro de Varsi es un importante instrumento
esclarecedor de posiciones en esta confrontación ético-jurídica a la que asisti-
mos en el actual nivel de la historia, la misma que por su envergadura y
trascendencia puede afectar gravemente el futuro de la humanidad.
No podemos concluir esta breve nota preliminar sin expresar a Enrique
Varsi nuestro amical y sentido reconocimiento por el honor que nos dispensa
al permitir que unas palabras nuestras aparezcan, a su gentil y afectuoso
requerimiento, en la portada de su segundo libro, destacando su sentido,
enmarcando sus ideas y apadrinando sus desvelos de jurista comprometido
con el destino del ser humano.
Carlos Fernández Sessarego
Lima, 1996
Prólogo a la segunda edición

Con sumo gusto atiendo la invitación de mi estimado colega Enrique Varsi


Rospigliosi, para prologar la nueva edición de su obra en la que aborda cues-
tiones cruciales relacionadas con el gran reto que se presenta al ser humano
en la encrucijada del nuevo milenio: las consecuencias de las intervenciones
en el genoma humano, como técnicas factibles —futuribles, diría Mantovani—
que abren un sinnúmero de conjeturas e inquietudes que no pueden ser
dejadas sin respuesta o al menos sin reflexión. Y he aquí que el aporte del
jurista resulta imprescindible, más todavía si viene acompañado de un impor-
tante bagaje y soporte bibliográfico y documental, como es el que ofrece el
profesor Varsi al lector, junto con atinados análisis y propuestas, desde un irre-
nunciable compromiso humanista.
Una significativa novedad de esta edición es abrir la obra con un marco
de referencia hoy ineludible: la bioética, su concepto, sus relaciones, sus
contenidos y sus objetivos. Marco ineludible, porque se trata de una ciencia
que, en mi opinión, no pretende tanto “frenar a través de normas y princi-
pios el vertiginoso desarrollo de la sociedad tecnológica” cuanto establecer
algunos criterios orientativos para la valoración y encauzamiento de las lla-
madas ciencias de la vida, asegurando que “no se vuelvan” —nos recuerda
acertadamente el autor— “en contra de la humanidad, asegurando que no se
utilicen como arma de destrucción, sino como fuente de bienestar y progre-
so”. Fernández Sessarego, en la nota preliminar a la anterior edición de esta

[21]
22 ENRIQUE VARSI R.

obra, ya señalaba en aguda síntesis que el derecho deberá contrarrestar


cualquier intento tendente a la deshumanización de las relaciones sociales.
Por el interés que tiene esta materia, me permitirá el lector que aporte algu-
nas reflexiones personales al respecto, fruto de las ricas sugerencias de esta
obra.
En efecto, debe reconocerse que no ha sido infrecuente para el dere-
cho, pero con una mayor aceleración a lo largo de este siglo, encontrar-
se con la necesidad de enfrentar situaciones sociales nuevas derivadas de
los cambios en los sistemas de control y producción de bienes y servicios
y de las relaciones económicas, de los descubrimientos o avances tec-
nológicos y científicos, o de las modificaciones en las relaciones in-
terindividuales, en cuyo conjunto las ciencias biomédicas constituyen uno
de los ejemplos más representativos. Sin embargo, hasta los años 70, el
interés del derecho sobre las repercusiones de la medicina y de la bio-
logía en el ser humano apenas se extendía a las materias relativas a la
malpraxis de los profesionales de la medicina y a su consiguiente respon-
sabilidad penal o civil, así como a la despenalización del aborto volunta-
rio y a la eutanasia.
Con la obtención de nuevos descubrimientos en el campo de la medicina,
pero sobre todo en el de la biología molecular, la reflexión del jurista sobre
ellos se ha visto frecuentemente desbordada y presidida por la perplejidad.
Por tal motivo, las respuestas del derecho han consistido muchas veces en
asumir las relaciones sociales emergentes, positivizando, regulando o recono-
ciendo (judicialmente) dichas relaciones; o bien aplicando a la nueva situación
principios generales básicos ya integrados jurídicamente, como son los de
respeto a la autonomía individual y a la dignidad de la persona, categorías
informadoras y resolutorias decisivas para la configuración del ser humano en
la actualidad, sin perjuicio de los problemas que plantea determinar el alcance
de la primera y el significado más preciso de la segunda; o, por fin, adelan-
tándose a las concepciones sociales, al introducir, mediante sus propios recur-
sos de creación normativa, nuevos principios axiológicos, aunque este fenó-
meno ha sido realmente excepcional.
Por todo ello, en sentido estricto, no puede sostenerse la existencia ocasio-
nal de vacíos legales en relación con nuevos fenómenos sociales —científicos
o tecnológicos—, pues siempre es posible encontrar un principio jurídico orien-
tativo más o menos adaptado a las exigencias de la nueva realidad. No
obstante, es cierto que en ocasiones sucede que no se pueden extraer del
derecho —de un sistema jurídico dado— principios regulativos unívocos, es
PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN
23

decir, no está en condiciones de ofrecer respuestas adecuadas válidas para


esas realidades o fenómenos sociales nuevos, coherentes con las concep-
ciones ético-sociales vigentes en un momento dado en una sociedad determi-
nada, como está ocurriendo en cierta medida con la biología molecular y la
genética, puesto que ofrecen perspectivas nuevas sobre la comprensión por
parte del ser humano de nociones tan fundamentales y enraizadas como la
vida y sus inicios, la salud y la integridad personal, así como otros aspectos
nuevos relativos a la reproducción y el patrimonio genético, todas ellas
confrontadas con la capacidad de decisión del individuo.
Por su parte, la sociedad se ve forzada a tomar partido en estos cambios,
sabiendo que van a comportar sustanciales efectos para las generaciones
actuales y venideras y, en concreto, para el ejercicio de la medicina con el
aporte de la genética; no en vano aquélla se ha definido de forma muy reve-
ladora como empresa moral. En este caso, como en el anterior, el problema
jurídico (o uno de ellos) consiste en detectar los nuevos valores ético-sociales
necesarios para asimilar o hacer frente a esa también nueva realidad social, en
cómo se integran en el derecho y —lo que no es menos importante— cómo se
van perfilando o “creando” esos valores ético-sociales. Y es entonces cuando
se plantea la relación entre ética y derecho, y en qué forma puede ser aqué-
lla fuente de la interpretación jurídica —para el juez— y de reelaboración —para
el estudioso—, así como de la producción normativa —para el legislador—, de-
jando sentada la independencia de ambas y de las formas propias en que ope-
ra el derecho. Y así como la bioética ha ejercido ya su influencia en el derecho
(por ejemplo, en la admisibilidad de la donación de órganos de donante vivo,
por aplicación del principio de beneficencia), tampoco debe olvidarse la que
el derecho ha podido ejercer sobre la bioética, como sucede, por ejemplo, con
el denominado por esta última “consentimiento informado” —expresión del
principio de autonomía, pero de forma impropia para el ámbito jurídico, por
redundante—, secularmente elaborado en el terreno jurídico en torno a los
principios público de la libertad y iusprivatista de la formación y la declara-
ción de la voluntad.
Podemos coincidir en que la moral es un imperativo de conducta indi-
vidualmente asumido o aceptado, aunque no exista un coercimiento externo
en su observancia: se acepta o se cumple voluntariamente porque el individuo
lo considera en su convicción valioso o bueno; mientras que la ética consiste
en los criterios y teorías sobre el comportamiento correcto, explicado desde la
concepción axiológica de que se parta, pues aquélla tampoco es unidimen-
sional. Con el fin de plasmar su dificultad, se ha descrito (en concreto, la toma
24 ENRIQUE VARSI R.

de decisiones éticas) como el arte de extraer conclusiones suficientes de


premisas insuficientes, y que se basa en la predicción del mundo futuro que
se dará si emprendemos determinada acción y en la valoración que, en cierta
manera, hagamos de ese posible mundo futuro, lo que nos conduce a la incer-
tidumbre sobre el acierto de la decisión adoptada. La bioética pretende en-
contrar respuestas específicas a estos nuevos problemas de las ciencias bio-
médicas, incluyendo en ellas la biotecnología. En cualquier caso, la bioética
no suele ser entendida como una disciplina especial, sino especializada, den-
tro de la ética general (de la cual se nutre en buena parte de sus fundamen-
tos, y a la inversa, desarrolla aquélla), no tanto como ética teórica como cuan-
to aplicada.
De todos modos, si bien no tiene todavía completamente definidos sus
contornos, a la vista de su evolución actual puede concordarse con el pro-
fesor Varsi que la bioética es un claro ejemplo de aproximación a un obje-
to de estudio común multidisciplinar, en la que confluyen diversas ciencias,
además de la ética, con sus respectivas perspectivas y metodologías. En
este sentido amplio de su manifestación empírica, también el derecho se
integraría a ella.
De todos modos, se ha apuntado acertadamente la influencia de la ten-
dencia norteamericana a elaborar los problemas éticos como si fueran
problemas legales, conflictos de intereses y “valores subjetivos”. Todas es-
tas características, añadidas a su marco ideológico plural y transnacional
—pues es cierto que la bioética ni es un sistema moral ni pretende ser el
sustituto de un sistema moral—, propenden a que la bioética se configure
así como un poderosísimo pero todavía —en cierto grado— potencial instru-
mento intelectual de reflexión, de elaboración de criterios de orientación
y de punto de partida para la toma de decisiones oponibles a las tentacio-
nes de los excesos del Estado, de los poderes fácticos difusos de presión
(políticos, económicos, industriales) y, si fuera necesario, de los propios
investigadores.
Frente a las experiencias tan negativas de épocas pasadas es posible asumir
hoy un prudente optimismo que, como he sostenido en otro lugar, permita
conjurar la sociedad biócrata en favor del hombre bioético.
El derecho también se desenvuelve en el mundo de lo axiológico, de los
valores, igual que la ética, pero la separación entre ésta y el derecho debe
situarse, en lo que aquí nos interesa, tanto en el carácter coercitivo de éste
como en la forma de manifestarse, a través de la ley (o de las decisiones judi-
ciales en el sistema del common law), que se legitima cuando ha sido emana-
PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN
25

da en el seno de un Estado democrático y por ello pluralista.


En este sentido, el español Ramón Martín Mateo ha afirmado que dicha
separación conceptual “sólo es posible en el contexto de una Constitución
democrática que interiorice, dándoles positividad, los valores dominantes
en una sociedad determinada, y produzca con base a ellos leyes respal-
dadas por el consenso de la mayoría”. Sin embargo, es cierto que la
Constitución (cualquiera de ellas) no implica en sí misma una “ética míni-
ma” (tenemos ejemplos históricos comparados que lo acreditan), sino que
es algo que se debe demostrar en cada caso. No se quiere afirmar con ello
que sea necesaria una previa vinculación a un orden jurídico preconstitu-
ido (la ley natural), pero sí al menos a una concepción del ser humano
comúnmente aceptada como ser autónomo, del que se deriva su trato en
igualdad y autorresponsabilidad; de ellos puede deducirse el de dignidad
humana. El profesor alemán de Derecho Penal y Filosofía del Derecho
Arthur Kauffmann ha propuesto deducir unos principios para la argu-
mentación ética o filosófico-jurídica en relación con la biomedicina extraí-
dos de las experiencias de la historia de la filosofía: el principio de trato
igual, de generalización, de autonomía, de lealtad, de responsabilidad y
de tolerancia. Sólo así se puede evitar la arbitrariedad en la decisión para
abordar y resolver cada caso concreto, totalmente desvinculada de las
demás; y también sólo así se puede satisfacer la pretensión de generaliza-
ción que caracteriza al derecho. Pero, una vez más, el pluralismo impone
llegar a un acuerdo social sobre cuál es el contenido de cada uno de aque-
llos principios (u otros que se tomen como referencia), su alcance y límite
respectivo y su relación jerárquica interna. La bioética aspira, como últi-
mo objetivo, aportar al derecho (al legislador, en su caso) orientaciones
en esta tarea, pero para éste el compromiso es mayor, puesto que debe
intentar aportar un criterio nítido y en principio unívoco válido para la re-
solución de cada caso concreto. El profesor italiano Lega indica en con-
creto que la bioética solicita al legislador que establezca alguna forma de
límite que mantenga la licitud moral en las investigaciones de los biólo-
gos y sobre todo en la aplicación de los resultados de aquéllas cuando
están implicados los procesos existenciales de la vida humana desde la
concepción hasta la muerte.
Con gran acierto y premonición el profesor Varsi dedica la atención central
de su obra a la clonación. En efecto, uno de los puntos que más inquietud
está suscitando en estos momentos es la posible clonación de seres humanos,
al haberse comprobado el desarrollo que está adquiriendo esta técnica en el
26 ENRIQUE VARSI R.

mundo animal, cuyos principios técnicos serían, en principio, fácilmente


trasladables al ser humano. Por consiguiente, el debate sobre la clonación no
ha hecho más que empezar, pues si bien parece seguro que no es factible
crear seres idénticos a otros ya existentes —aparte de la similitud biológica,
pues el ARN mitocondrial no es siempre idéntico, en función de la técnica uti-
lizada—, dado que el ser humano, su personalidad, es fruto también de factores
de espacio (de carácter ambiental: culturales, familiares, sociales) y de tiempo
(la sucesión temporal-generacional de los seres vivos), son, no obstante,
muchas las posibilidades abiertas al futuro, aunque de momento sólo lo sea
especulativamente. En cualquier caso, no debe olvidarse que la aplicación de
esta técnica en el ser humano presenta un inconveniente añadido a los que
son objeto de discusión: la todavía rudimentaria técnica puede dar lugar a
muchos fracasos y al nacimiento de seres defectuosos en un alto porcentaje
que no pueden ser desconocidos. La legislación española fue la primera en
prohibirla en 1988, y desde 1995 es delito en el Código Penal español; pero
también ha sido prohibida de forma directa o indirecta en otros países, como
Alemania, Reino Unido y Brasil. En realidad no se suelen prohibir las técnicas
de clonación en sí mismas, sino la creación de seres idénticos por clonación
o, incluso, otros procedimientos dirigidos a la selección de la raza. De todos
modos, creo que se está olvidando en el debate lo grave que puede ser esta
técnica aplicada a otros seres vivos, en concreto a animales superiores, puesto
que ello pondría en peligro la diversidad biológica de esas especies si se efec-
túa de forma masiva (por ejemplo en la ganadería), diversidad que debe
preservarse, y no sólo por razones estéticas, sino para salvaguardar su propia
supervivencia como parte de la materia viva y de su equilibrio. Ante tal com-
plejidad, no pueden dejar de ser sugestivas las indicaciones que nos propone
el autor en esta parte crucial de la obra.
Poco podrá lograrse, sin embargo, si no se adoptan medidas normativas y
de otro tipo de carácter supra e internacional. Afortunadamente, se está si-
guiendo esta dirección, como lo demuestran los trabajos recientes del Consejo
de Europa y de la Unesco, aunque tal vez de forma todavía demasiado impre-
cisa, sobre los que también da cumplida noticia el autor.
La contribución de Enrique Varsi con esta obra y, en general, con su abun-
dante producción en este campo, ha de valorarse muy favorablemente en este
contexto, y como tal enriquece notablemente el debate actual con sus pro-
puestas y ofrece un sugestivo panorama al lector, al que abre las puertas de
un mundo nuevo de reflexión que puede asumir, contrastar o sobre el que
puede construir sus propios puntos de vista. En efecto, es algo que nos afec-
PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN
27

ta a todos y que de todos reclama nuestra atención.

Carlos María Romeo Casabona


Director de la Cátedra de Derecho y Genoma
Humano, Fundación BBV - Diputación Foral
de Bizkaia, Universidad de Deusto
España, Bilbao-San Sebastián, mayo de 1997
Prólogo a la primera edición

Rómulo E. Lanatta Guilhem, distinguido profesor universitario que nos convo-


có a dictar su curso hace muchos años en la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, nos decía que la enseñanza era un contrato entre alumno y pro-
fesor. Así lo dejó escrito en el prólogo con el cual nos honró para una edición
de nuestro Tratado de derecho de sucesiones, ciencia que él cultivó y que
heredamos gracias a su invitación y permanente incentivo.
Ha pasado una generación desde entonces y podemos repetir lo mismo.
Nos toca, ahora, ya no la condición pupilar de recibir los halagos del maestro
vaticinando un futuro que ojalá se haya realizado en parte, sino la tutelar del
profesor convencido de que del resultado de las enseñanzas y de la orien-
tación, en las que hemos podido contribuir, el discípulo es hoy una realidad
y, lo más importante, sigue siendo una promesa.
Para quien, como en nuestro caso, ha desplegado sus mejores esfuerzos
durante seis años dirigiendo los destinos de la Facultad de Derecho y Ciencias
Políticas de la Universidad de Lima, nada más grato que loar, y con grandes
merecimientos, a uno de sus alumnos, quien se ha erguido, con mérito pro-
pio, como uno de los más destacados exponentes de la nueva generación de
juristas enfrentada a los avances científicos más sofisticados.
Éste es el caso de Enrique Varsi Rospigliosi. Orientado en el derecho de
personas por su maestro y mentor Carlos Fernández Sessarego —quien cultivó
en él su vocación por la docencia y la investigación—, logró adentrarse, desde
que era alumno en la Universidad, en los nuevos problemas que demandaba
dicha ciencia, siendo prueba elocuente de ello su tesis universitaria “Las prue-
bas heredobiológicas en la determinación jurídica de la paternidad”. En su sus-
tentación fue aprobado unánimemente con la más alta calificación, siendo

[29]
30 ENRIQUE VARSI R.

felicitado por la exposición y recomendando el jurado su publicación. La tesis


está referida a la investigación biológica de la paternidad, siendo precursora
en el análisis jurídico de la aplicación de la prueba del perfil de ADN. Fue
elaborada con paciencia y prolijidad desde que cursaba el tercer ciclo de su
carrera, lo cual quedó plasmado desde sus primeras publicaciones referidas al
tema, como el trabajo de “Pater Semper Incertus” publicado en 1987 en El
Informativo, boletín estudiantil publicado por nuestra Facultad.
La primera vez que escuchamos una exposición académica de Enrique
Varsi Rospigliosi fue en el Colegio de Abogados de Lima, en 1993. Luego de
su disertación sobre las técnicas de reproducción humana asistida, dictamos
una conferencia en la cual dejamos planteados los problemas que las técnicas
de reproducción humana suscitan en el derecho de sucesiones.
Posteriormente, hemos compartido otras actividades académicas, sobre
todo en provincias, pues durante nuestro decanato trazamos como meta no
sólo impartir conocimientos a los alumnos de la Universidad de Lima, sino lle-
var la cultura jurídica al interior del país como muestra de retribución y soli-
daridad que toda la Universidad debe dar al país. Hemos conversado con el
autor muchas veces acerca de la necesidad de implementar la “universidad
itinerante”, entendida como el conjunto de profesores que se desplaza por
todo el territorio nacional impartiendo conocimientos.
No obstante que el hombre ha sido capaz de explorar los territorios más
inhóspitos de la tierra, incursionar en las profundidades del mar y conquistar
el espacio, podemos decir que es recientemente que está conociendo el
organismo humano en su verdadera dimensión y magnitud. En efecto, el
impactante y vertiginoso desarrollo de la tecnología genética ha significado
un avance rotundo en el conocimiento de la conformación biológica de los
organismos vivientes lo que, sin duda, ha influido conceptual y normativa-
mente en el campo jurídico.
En esta mitad del siglo XX, la biología ha progresado más que en el curso
de varios milenios. Y es que hoy el hombre empieza a preocuparse de sí y
busca comprender los mecanismos íntimos de la vida para mejorar las condi-
ciones y eliminar o tratar los males que lo afectan. Durante siglos, la medici-
na se preocupó de curar. Actualmente, busca prevenir y, para ello, es nece-
sario predecir. Esto último lo ha logrado de manera eficiente a través del estu-
dio de la información genética contenida en el núcleo celular, específicamente
en los genes.
Como hombres de derecho y preocupados por ello por todas las relaciones
personales y sociales, los temas de la genética no nos han sido ajenos. Las téc-
nicas de reproducción asistida, el proyecto genoma humano, la identificación
genética a través del ADN, la manipulación, la terapia génica y en fin la gran
variedad de aplicaciones aportada a esta ciencia biológica son, hoy en día,
PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN
31

materia de estudio y constante reflexión por los abogados. Enrique Varsi


Rospigliosi es uno de ellos. Así lo demuestra este libro que prologamos, que
corrobora sus anteriores publicaciones e investigaciones sobre la materia.
En el libro que tiene entre sus manos, se trata de manera clara y sistemática
cómo la aplicación de la genética, en una de sus vertientes —la manipulación—,
influye sobre el ser humano y cómo el derecho debe mostrarse atento frente a
su avance vertiginoso, protegiendo los bienes jurídicos amenazados y estable-
ciendo sistemas de control y técnicas de tutela.
Para comprender el complejo y técnico tema de la ingeniería genética y la
manipulación, el autor presenta un esquema general de lo que significa la
experimentación humana y cómo ésta puede derivar en un atentado contra la
vida.
La aparición de la ingeniería genética ha abierto la puerta hacia la mo-
dificación programada de la célula y por tanto del organismo al cual dicha
célula pertenece e incluso hacia la construcción de nuevas formas o especies
vivientes. Ello nos lo advierte el autor al tratar profundamente y de manera
detallada el tema de la clonación, que busca crear seres idénticos a través de
medios asistidos de manipulación genética. Nos preguntamos, ¿cómo
podemos permitir esta forma de aplicación génica si el hombre es fruto de una
larga evolución que abarca más de dos millones de años y es él quien exclu-
sivamente tomó conciencia de su ambiente, comprendiendo las leyes de la
naturaleza y aplicándolas en su beneficio?
No acusemos a la ciencia de los daños que causa al hombre sino a la uti-
lización que se ha hecho de ella. No debemos establecer límites ni restringir
la adquisición de conocimientos. Debemos permitirlos y fomentarlos con la
única reserva de que esta adquisición sea obtenida con medios que no aten-
ten contra la dignidad, identidad e integridad del ser humano.
Hemos sido conscientes de que la humanidad progresa rápidamente en el
plano material, pero se retrae en el plano intelectual y en el de la conciencia
moral. Trabajos de investigación como éste nos hacen reflexionar que si bien
es bueno y necesario fomentar el desarrollo tecnológico, es básico fijar pautas
para su control en defensa de la vida, de la variedad de las especies e inte-
gridad de la humanidad.
El libro Derecho y manipulación genética trata de un tema por demás
novedoso y de una trascendencia importante en el ámbito del derecho en
general, puesto que la aplicación de la manipulación genética trastocaría
las relaciones personales, familiares y sociales, que son fundamentos de las
normas jurídicas.
Saludamos la edición de este trabajo que fue la tesis del autor para gra-
duarse de magíster en derecho en la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos. Entonces, tuvimos el privilegio de formar parte del jurado examinador
32 ENRIQUE VARSI R.

y de escuchar la brillante exposición del autor, quien se graduó summa cum


laudae con el calificativo de sobresaliente y con recomendación de publi-
cación. Hoy, nos felicitamos de prologar este libro precursor en nuestro
medio, abogando por la adecuación del derecho a los avances de la ciencia.

Augusto Ferrero
Introducción

La conquista del espacio (la búsqueda de lugares de habitación alternativos al


suelo terrestre), la fisión nuclear (su utilización en medios destructivos o armas
bélicas), así como la genética (la determinación positiva de la paternidad, el
estudio del genoma y la procreación asistida de seres humanos o su manipu-
lación), son poderes que viene utilizando el hombre a fin de lograr progresos
científicos en su incesante afán de creación.
Y son estos avances científicos los que han establecido los momentos más
impresionantes de la humanidad, marcando el rumbo de nuestra historia.

1. Delimitación del tema


El presente trabajo se circunscribe a la estrecha relación existente entre el
derecho y la biomedicina, analizando un caso concreto de manipulación
genética: la clonación.
Como se determinará en este estudio, toda forma de manipulación genéti-
ca atenta directamente contra los derechos de la persona, influyendo en su
comportamiento y en la sociedad.
La clonación, que implica la duplicación o creación de seres con códigos
genéticos idénticos, viene siendo aplicada ventajosamente en el campo veteri-
nario (permitiendo duplicar las crías, reduciendo el costo de la carne y aumen-
tando las ganancias de los criadores) y, de trasladarse su realización a los
humanos, trastocaría la especie al crear seres cuya dotación genética no será
única, singular ni irrepetible, sino compartida con otros: sus clones.
En términos sencillos podemos entender, o hasta imaginar, que la clona-

[33]
34 ENRIQUE VARSI R.

ción es una situación en la que podemos encontrar alrededor nuestro a mu-


chos seres idénticos a nosotros, como si fuesen un reflejo, o que entremos a
un cuarto rodeado de espejos y no veamos otra cosa que nuestra imagen mul-
tiplicada muchas veces.

2. Importancia
La clonación no es un fenómeno insignificante ni mucho menos derivado
de la imaginación colectiva, es una realidad científica actual.
Los fines que se buscan con su aplicación, a priori, son de orden neta-
mente científico y no terapéutico. Es decir busca, mediante su aplicación, el
progreso de la ciencia antes que el bienestar del hombre, de ahí que su uti-
lización debe ser restringida con el objeto de cautelar los derechos y evitar que
dañe la esencia biológica del ser humano.
Las repercusiones que pueden traer las técnicas del clonaje son de orden
general, pues está de por medio la integridad de la especie humana, así como
la dignidad e individualidad de la persona.
Por tanto, el esquema de esta investigación se desarrolla en torno al ser hu-
mano, analizando las consecuencias que en ella pueda causar (genéricamente)
el avance de la ciencia genética, así como (específicamente) esta forma de
manipulación.

3. Objetivos
Este libro busca un objetivo general: poder esbozar una teoría actual, obje-
tiva y coherente acerca de la relación del derecho con la ciencia biomédica a
fin de llegar a determinar que el derecho, como estructura social, debe regu-
lar el desarrollo científico previa investigación y análisis de los orígenes de
cada descubrimiento y, con la correspondiente valoración de sus verdaderas
consecuencias, pueda crear un marco jurídico adecuado para regular las rela-
ciones interpersonales.
El objetivo específico es el estudio y planteamiento de soluciones claras y
concretas frente al avance de la ingeniería genética, poniendo especial énfasis
en las técnicas de clonación, y estableciendo, mediante el estudio comparati-
vo, en qué medida han sido estudiadas o reguladas en la doctrina y la legis-
lación.

4. Aportes
El avance vertiginoso así como la amplitud y complejidad de temas que
INTRODUCCIÓN 35

compromete la genética, han permitido a los estudiosos del derecho (y de


otras disciplinas) producir una gran cantidad de material bibliográfico. No
obstante ello, hasta donde he investigado, y según referencias directas, no
existe un trabajo integral sobre el aspecto jurídico de la clonación y su reper-
cusión en la persona humana.
Sin embargo, no pretendo agotar el tema; sólo presentar un análisis serio,
esquemático e informativo de: a) la teoría general de la manipulación genéti-
ca, b) lo que representa la clonación para la biogenética y, c) el análisis de la
clonación y sus consecuencias en el campo jurídico, especialmente en el
ámbito de la persona y de la familia.

5. Limitaciones
La escasez de bibliografía sobre el tema investigado determinó el estableci-
miento de un esquema simple, pero didáctico, sin descuidar su verdadera
esencia que es el aspecto científico.
El desarrollo de la investigación se ha centrado en el ámbito doctrinario,
legislativo y casuístico, no pudiendo haber contado con fuentes juris-
prudenciales (nacionales o extranjeras) que armonicen la realidad judicial con
la social respecto a la materia sub examine.

6. Agradecimientos
Hacer un trabajo científico no es tarea individual sino, más bien, de carác-
ter colectivo. Y es que el apasionamiento por el tema y los deseos, cada vez
mayores, de encontrar las fuentes necesarias para su desarrollo es muchas
veces contagiante.
He tenido la suerte de que en esta investigación muchos amigos y alum-
nos hayan colaborado en el acopio de información, en la estructuración y
redacción. Hubiera sido realmente difícil concluirla sin esta invalorable ayuda.
Asimismo, quiero agradecer expresamente a dos personas, una por su
apoyo académico y otra por su amor y comprensión.
La primera, mi maestro Carlos Fernández Sessarego, de quien puedo decir:
honró mi formación académica. Mi primer acercamiento a él fue en 1985,
cuando leí su tesis doctoral publicada con lauros (“La noción jurídica de per-
sona”); más adelante fui su alumno, en 1988, en el curso de derecho privado
comparado; finalmente me distinguió al designarme como su colaborador en
el Centro de Investigación Jurídica de la Facultad de Derecho y Ciencias
Políticas de la Universidad de Lima. Con certeza, las generaciones actuales
tienen en mi maestro a un primer actor de nuestro derecho peruano contem-
36 ENRIQUE VARSI R.

poráneo.
La segunda, Fiorella, compañera de mi vida desde hace 17 años y madre
de mis hijos.

Enrique Varsi Rospigliosi


Diciembre 1995

Nota a la segunda edición


Esta nueva entrega ha sido actualizada de acuerdo a las normas del dere-
cho comparado que se han venido dando, como consecuencia de las aplica-
ciones de las técnicas de clonación.
Asimismo, se presenta un análisis sobre la estrecha relación entre las téc-
nicas biológicas y su aplicación en el ser humano, respetando los principios
básicos de la bioética, tema reciente que incluimos en el primer capítulo,
aparte de datos últimos que se consignan a lo largo del texto.

Enrique Varsi Rospigliosi


Setiembre 1997
CAPÍTULO I

La bioética

La ciencia ha dado a los hombres el dominio de


la energía, la velocidad de los transportes, la
instantaneidad de las telecomunicaciones, la
erradicación de numerosas enfermedades y
probablemente el dominio de la vida.

Jean Dausset
Premio Nobel de Medicina

1. Introducción

Hasta hace poco tiempo los problemas éticos que planteaba el ejercicio
de la medicina eran fácilmente superables con la aplicación del sentido
común y de la buena fe1, y es que la complejidad de los procedimientos
y su trascendencia en los seres humanos era mínima.
En los últimos años la ciencia médica ha conseguido metas espectacula-
res permitiendo el surgimiento de nuevas ramas, como es el caso de la
ingeniería genética y la biología molecular, siendo desplazado el sentido
común y la buena fe por criterios técnicos para ordenar la conducta y la-
bor de sus profesionales. Esto se ha visto corroborado con el estableci-
miento de sanciones administrativas a fin de frenar las prácticas ocultas;

1 DEXEUS y CALDERÓN. “Legislación y técnicas de fecundación asistida. Punto de vista científico”.


En: ALTAIO, V. y A. VEIGA (compiladores). In vitro a debat. Barcelona: Generalitat de Catalunya,
1992.

[37]
38 ENRIQUE VARSI R.

es decir, aquellos descubrimientos que no han traspasado los linderos del


laboratorio, manteniéndose tanto en el anonimato como en el descono-
cimiento los efectos que producen los experimentos biológicos. Para evi-
tar mayores consecuencias es justo y necesario obligar, bajo moratorias,
la publicación de todo descubrimiento médico.
En mi tesis de maestría2 refiero —en el primer capítulo, sobre la investiga-
ción humana y la manipulación genética— que producto de los descubri-
mientos en el ámbito médico como el de la anestesia (Morton, 1844), de
la penicilina (Fleming, 1928) así como los exitosos trasplantes de órganos
(de pulmón por Hardy, de hígado por Starzl, ambos en 1963, y de cora-
zón por Barnard, 1967), hasta las recientes innovaciones en el campo de
la genética han significado e implicado un progreso decisivo en el saber
humano.
Como consecuencia de la especialización de estos tratamientos y habien-
do surgido nuevas ramas médicas, la necesidad de fijar pautas morales y
deberes básicos en el quehacer médico ha dado origen a la bioética, en-
cargada de fijar los patrones esenciales para la correcta aplicación de la
medicina y la biología en los seres vivos.

2. La bioética

2.1 Generalidades
El sustento central de la bioética es el insoslayable problema de la rela-
ción ciencia-conciencia (ciencia razonada), libertad-cautela (hacer con
previsión) y desarrollo-protección (avance con resguardo). Siguiendo es-
te criterio Marta Lamas dice que:
“La bioética expresa el dilema moderno entre la libertad individual y la
responsabilidad social. Así como la autodeterminación y el derecho a
disponer de nuestro cuerpo son principios de relevancia ética”3.

La bioética se presenta como una respuesta racional, lógica y equitativa


frente a la aplicación, poder y eficacia de la biomedicina.
Es una rama de la ética que se encarga de los problemas generados por
la aplicación y ejercicio de la biomedicina.

2 VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. Clonación: La manipulación genética frente al derecho. Lima: Uni-
versidad Nacional Mayor de San Marcos, Escuela de Post Grado, Unidad de Post Grado en De-
recho, 1996, pp. 15-19.
3 LAMAS, Marta. “La bioética. Proceso social y cambio de valores”. En: Sociológica. Año 8, Nº 22.
Azcapotzalco (México): Universidad Autónoma Metropolitana, p. 191.
LA BIOÉTICA
39

2.2 Etimología y noción


Bioética es una palabra compuesta que deriva de las voces bio (griega)
y ética (latina). El Diccionario de la Lengua Española define dichos
términos de la siguiente manera:
“bio. (Del gr. bio) elem. compos. que significa «vida»”4.
“ética. (Del lat. ethicus, y éste del griego ŁqicØ
, t. f. de c V, ético) f. Parte
de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre”5.

En este sentido ha nacido una nueva reflexión de la ética cuya, vincula-


ción está en directa relación con la vida, salud e integridad somática de
todo ser vivo, sensibilizando el desarrollo social.
2.3 Denominación
El término bioética fue propuesto en 1970 por el científico y oncólogo
estadounidense Van Rensselaer Potter6.
Su nombre indica una forma especial de ética en la que se conjuga el as-
pecto biológico y la relación con los deberes profesionales.
En este sentido, y dada la trascendencia de la misma con la vida, los de-
beres y los valores, se le ha dado en llamar bioderecho7 o derecho bio-
lógico, ya que estudia la relación normativa de la correcta aplicación de
los procedimientos biológicos en los seres vivos. Asimismo, como parte
de esta disciplina ha surgido el derecho genético8 o iusgenética9, que in-
vestiga concretamente la influencia de esta rama médica, la genética, en
la vida.

4 REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la Lengua Española. 21a. edición. Madrid, 1992, p.
293.
5 Ibídem, p. 924.
6 POTTER, V.R. Bioethics. Bridgee to the Future. Englewood Cliffs. Nueva Jersey: Prentice-Hall,
1971. (Swanson, C, C.P., ed. Biological Science Series).
7 MOCCIA, Sergio. “Bioetica o ‘Biodiritto’?”. En: Rivista italiana di Diritto e procedura penale, anno
XXXIII, Fasc. 3 Milano: Giuffrè, Luglio-Settember 1990, pp. 863-884.
8 VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. Derecho genético: principios generales. Trujillo: Servigraf S.A., 1995.
“Derecho genético: personas y familia”. En: Diez años. Código Civil peruano: balance y perspec-
tivas, 1a. edicion. Lima: Universidad de Lima, 1995. “Fundamentos básicos de derecho genético”.
En: Ponencias al II Congreso Nacional de Derecho Civil y Comercial organizado por la Facultad
de Derecho y Ciencias Políticas y el Instituto de Derecho Civil y Comercial de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. Lima, 1995, en edición.
9 MEDINA, Graciela. “Modernas cuestiones biotecnológicas y flexibilidad del Código Civil perua-
no”. En: Diez años. Código Civil peruano: balance y perspectivas. 1a. edición. Lima: Universidad
de Lima, 1995, p. 188, nota 7.
40 ENRIQUE VARSI R.

2.4 Definición
La bioética, según el Diccionario de la Lengua Española, es definida así:
“bioética. (Del bio- y ética.) f. Disciplina científica que estudia los aspectos
éticos de la medicina y la biología en general, así como de las relaciones del
hombre con los restantes seres vivos”10.

El Boletín de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) dedica-


do a la bioética la define como el “Estudio sistemático de la conducta hu-
mana en el campo de las ciencias biológicas y atención de la salud, en
la medida en que esta conducta se examine a la luz de valores y princi-
pios morales”11. La Encyclopedia of Bioethics12 tiene exponente similar.
Con argumento paralelo Roberto Llanos Zuluaga refiere que “es el estu-
dio sistemático de la conducta humana en el campo de las ciencias de la
vida y la atención de salud, a la luz de los principios y valores morales”13.
Igualmente, en otro texto, el mismo autor la define como:
“el conjunto de conocimientos científicos que estudian la transformación
tecnológica de la medicina y es además la respuesta racional a los proble-
mas morales, políticos y sociales que plantea las formas de atención a la sa-
lud humana, con la única finalidad de producir beneficio en las intervencio-
nes biomédicas”14.

Elio Sgrecia15 nos dice que la bioética:


“Es la parte de la filosofía moral que considera la licitud o ilicitud de las in-
tervenciones sobre la vida del hombre y, de modo particular, de las
intervenciones en relación con la práctica y el desarrollo de las ciencias
médicas y biológicas”.

Conforme indica Lacadena Caldero16, esta ciencia trata de unir los valores
éticos con los hechos biológicos.
En este sentido, la bioética es la ciencia que se encarga de estudiar las
relaciones de la ética con la vida, de los procedimientos y políticas vincu-
ladas con la esencia vital y los márgenes en los cuales deben desarrollar-

10 Ibídem, p. 293.
11 SCHOLLE CONNOR, Susan y Hernán FUENZALIDA-PUELMA en el documento en referencia.
12 Nueva York: Free Press, 1978.
13 LLANOS ZULUAGA, Roberto. “La bioética”. En: Documenta Año II, Nº 7. Lima: Centro de Inves-
tigación e Información del IPSS-CENDIPSS. Diciembre-febrero 1994, p. 14.
14 LLANOS ZULUAGA, Roberto. “Honorio Delgado y la bioética en el Perú”. En: Extensiones. Vol.
1, Nº 1. Mexico: Universidad Intercontinental, Tlalpan, mayo 1994, p. 36.
15 SGRECIA, Elio. Bioética. Manuale per medicine e biologi. Milán, 1986, p. 43.
16 LACADENA CALDERO, Juan Ramón. Ingeniería genética y reproducción asistida. Madrid: Edito-
rial Marino Barbero Santos, 1989, p. 19.
LA BIOÉTICA
41

se. Se sustenta en la influencia de la medicina y la biología en la evolu-


ción del hombre de manera tal que, podemos decir, busca mantener, ex-
plicar y canalizar la correcta relación entre el hombre, la naturaleza y las
técnicas biomédicas.
El interés de la bioética se centra en las consecuencias de las prácticas
de los bioprofesionales, fomentando el respeto por la vida, la integridad
de las especies y la protección de la humanidad.

3. Características

La bioética se sustenta en los principios de la ética profesional general.


Como tal, es el género dentro del cual se encuentra la ética médica pro-
piamente dicha (médico-paciente).
Entre sus principales características tenemos:
— Nace en un ambiente biocientífico para proteger la vida y su entorno.
— Es un esfuerzo interdisciplinario en el que participan médicos, soció-
logos, filósofos, teólogos, psicólogos y abogados, entre otros.
— Se apoya más en la razón y buen juicio moral, de allí que sus princi-
pios sean de carácter autónomo y universal.
— Comprende los problemas relacionados con los valores que surgen en
las profesiones de la salud en general.
— Protege al ser humano integralmente (física, mental o socialmente).
— Valora la vida como esencia propia de la naturaleza.
— No se limita al campo humano sino que abarca cuestiones relativas a
la vida de los animales (maltrato y experimentación) y de las plantas
(medio ambiente). Es decir, protege a los seres vivientes en general.
— Busca la armonía en la naturaleza.
— Determina el correcto actuar científico.
— Se aplica a las investigaciones biomédicas sean o no terapéuticas.
— Aborda cuestiones de orden social (salud pública), no se limita al
campo estrictamente individual.
— Establece límites sociales a la ciencia y tecnología.
— Evita la audacia científica en contra de la vida.
— No es una ciencia teórica sino exclusivamente práctica.
— Se sustenta en los Derechos Humanos y los derechos de la persona.
— Busca conciliar el imperativo de la libertad de la investigación con la
primacía de la protección de la persona y la salvaguarda de la huma-
nidad.
Como refiere Noëlle Lenoir, presidenta del Comité Internacional de Bio-
ética de la Unesco (infra 12):
42 ENRIQUE VARSI R.

“la bioética nos invita en este sentido a ser buenos, honrados y generosos,
cualesquiera que sean los intereses económicos y de poder de la competi-
ción científica y, por ello sólo puede ser universal, como ética de la respon-
sabilidad y la solidaridad”17.

4. Antecedentes

La trascendencia de dos siglos de la vida espiritual y el rol naturalista de


la civilización occidental es, sin duda, la base fundamental del inicio de
la bioética.
Es una disciplina nueva. Surge no hace más de 30 años, y se desarrolla
a partir del estudio y consecuencias de la triple dimensión que tiene la
medicina: científica, profesional y asistencial, ya que estos ámbitos jue-
gan un rol decisivo en el cambio tecnológico y axiológico de nuestra cul-
tura. Sin embargo, Ruiz Reátegui18 dice que la bioética es un suceso epo-
cal (se respeta lo textual) que acoge y expresa una de las características
más peculiares de nuestro tiempo, esto es, una de las realidades cultura-
les propias de la posmodernidad.
Scholle y Fuenzalida-Puelma sostienen que:
“la bioética es muy similar al cuestionamiento moral que surgió después de
la Segunda Guerra Mundial ante la perspectiva de armas nucleares capaces
de destruir a la humanidad, en cuanto a los límites que la sociedad debía
imponer a la ciencia y tecnología”19.

Asimismo, y tomando el criterio antes señalado, Jaime Lavados20 mencio-


na que la bioética, y su marcada eclosión, guarda cierta semejanza con
el cuestionamiento moral de los arsenales atómicos capaces de arrasar el
planeta. Esto da a entender que la bioética no se limita al campo de las
ciencias biológicas sino esencialmente a la protección de la vida, produc-
to de cualquier tipo de actividad del hombre.

17 Entrevista realizada por Bahgat Elnadi y Afdel Rifaat. En: El correo de la Unesco, setiembre de
1994, p. 5.
18 Cfr., RUIZ REÁTEGUI. “La ciencia y la fundamentación de la ética. I: La dignidad de la persona”.
En: Deontología biológica. Navarra: Universidad de Navarra, 1987, p. 8.
19 SCHOLLE CONNOR, Susan y Hernán L. FUENZALIDA-PUELMA. “Bioética. Presentación del nú-
mero especial”. En: Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana. Vol. 108, Nº 5-6, 1990, p. 369.
20 LAVADOS, Jaime. “Bioética y derecho en la cultura contemporánea”. En: Estudios sociales Nº 85,
trimestre 3, 1995, p. 156.
LA BIOÉTICA
43

No obstante, está claramente establecido que la bioética surge de las


ciencias biológicas, en sus diversos aspectos y formas en las que se reali-
zan las prácticas de laboratorio y de campo, ya que éstas se encargan de
estudiar básicamente la vida.
De esta manera se implanta una forma especial de ver y fijar los deberes
de los bioprofesionales a través de la deontología biológica (piedra angu-
lar de la bioética). Esta afirmación debe ser entendida en un sentido am-
plio, no restringiendo a la bioética como ética de la biología, ni deonto-
logía biológica puramente dicha.
Inicialmente la bioética, como disciplina autónoma, se impartía como cá-
tedra en las facultades de filosofía y teología, luego pasa a difundirse en
la medicina y recientemente en las modernas facultades de derecho. Ac-
tualmente constituye algo así como la filosofía de la medicina, pues plan-
tea la enseñanza de la deontología y de la epistemología médica, en tér-
minos generales, pero no limitándose exclusivamente a ellos.
Su estudio y difusión se ha intensificado a través del desarrollo del análi-
sis del proyecto genoma humano y de la tecnología del ADN recombi-
nante. Con estas técnicas el hombre tiene un poder casi absoluto sobre
la naturaleza, ya que hoy en día no es el azar de las leyes de la heren-
cia sino el hombre el que puede determinar la evolución de todos los
seres vivientes y, por tanto, de la humanidad.
Este gran desarrollo de la bioética se ve robustecido con actividades aca-
démicas, pedagógicas y un sinnúmero de publicaciones.

5. Vinculación con otras ramas

La bioética es una materia pluridisciplinaria. Los avances biológicos se


ven determinados, de manera general, por cuestiones científicas, filosófi-
cas, sociales, éticas, económicas, religiosas y jurídicas suscitando un sin-
número de interrogantes en la medida en que las intervenciones atañen
a los seres vivos, esencialmente al hombre.
Sin embargo la relación más cercana —en lo referente a su aplicación téc-
nica— la tiene con las siguientes disciplinas biológicas: genética, biotecno-
logía, ingeniería genética y biología molecular.
Con estas disciplinas biocientíficas cuyos progresos son diarios y por de-
más vertiginosos, el hombre, por vez primera, tiene el poder de trans-
formar a los seres vivos de manera programada y con fines predetermi-
nados.
44 ENRIQUE VARSI R.

6. Principios

La trinidad de la bioética, como así se les llama a los principios que inspi-
ran la protección de la vida y el fomento de los métodos de salud, se sus-
tenta en los siguientes postulados:
6.1 Principio de respeto por las personas
El hombre —por su esencia y estado natural— no puede ser objeto para la
ciencia. La libertad de las investigaciones no debe atentar contra la indi-
vidualidad del mismo, esto en base a la defensa de los derechos funda-
mentales de la persona, como son el derecho de todo ser humano a la
vida, a la integridad física, así como los derechos de la familia y del
hijo21.
Dentro de este principio se incluyen los casos de información y el con-
sentimiento que debe permitirse al paciente. De allí que también sea co-
nocido en la doctrina como el principio de autonomía, significando que
debemos tratar a las personas respetando su libertad y autodetermina-
ción.
6.2 Principio de beneficencia
Todo procedimiento médico aplicado al ser humano debe basarse en la
utilidad, beneficio y solidaridad de sus resultados. Es decir, los fines que
se busca con las intervenciones médicas son positivos y de orden tera-
péutico. Todo acto que tienda a perjudicar la vida debe ser evitado.
6.3 Principio de justicia
No debe establecerse discriminación alguna en la aplicación y ejecución
de los tratamientos médicos. Todos los seres humanos tienen igual dere-
cho a ser asistidos clínicamente y de acuerdo con las necesidades y ur-
gencia que requiera su salud. La igualdad en el tratamiento científico es
fundamental.
6.4 Ámbito de aplicación
Roberto Llanos Zuluaga22 indica que la bioética se desenvuelve en tres
niveles:
a. Macroética. Incluye lo ambiental, ecológico, biomédico y planetario.
b. Mesobioética. Regula la intervención biotécnica sobre la vida humana

21 Instrucción sobre el respeto de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación. Ciudad


del Vaticano, Lima: Editorial Salesiana, 1987.
22 Loc. cit., Extensiones.
LA BIOÉTICA
45

(concepción, nacimiento, desarrollo y muerte —aborto y eutanasia—).


c. Microbioética. Es la ética médica propiamente dicha y comprende la
relación terapéutica y la atención de la salud.
Por su parte Mancina23 manifiesta que son tres los grupos de problemas
que discute la bioética:
a. Temas relativos a la ética biomédica. Analiza la relación médico-pa-
ciente, el diagnóstico prenatal, el trato hacia los minusválidos, el aborto
y la eutanasia.
b. Temas relativos al trato con otros seres vivos y el ambiente. Se toman
en consideración los derechos de los animales, de los vegetales y del me-
dio para determinar la posibilidad de una relación armónica entre el ser
humano y la naturaleza.
c. Temas relativos a la ingeniería genética. Estudia los problemas que
derivan de la posibilidad de intervenir genéticamente sobre la vida.
Es de resaltar que la bioética no sólo se limita a estudiar la influencia y
correcta aplicación de la biomedicina y biotecnología en la vida humana,
sino también la protección de la vida en general, tales como la animal,
vegetal o microorgánica.
En otro ámbito, también se habla de ética en política de la salud y de la
asignación de recursos que son problemas típicos en esta área. Incluyen
a aquellas personas que tienen derecho a un seguro médico y también a
la sociedad que tiene derecho a exigir un comportamiento saludable de
sus integrantes. El problema ético de la política de salud es el balance de
un eficiente uso de los recursos en busca de una distribución más equita-
tiva para la salud.

7. Declaración de principios bioéticos

La gran parte de declaraciones bioéticas se sustentan esencialmente en


los siguientes postulados:
— El embrión es un ser humano y posee todos los derechos necesarios
para su protección.
— La ciencia y la técnica no se fundamentarán en procedimientos atenta-
torios contra la dignidad del ser humano.
— El matrimonio y la familia son la esencia de la transmisión y desarro-
llo de la vida.
— Se prohíbe la manipulación genética.

23 “Bioética, il campo di un conflitto”. En: Reti Nº1, set-oct., Roma, 15. Cit. LAMAS, Marta: “La bioéti-
ca. Proceso social y cambio de valores”. En: Op. cit., p. 189.
46 ENRIQUE VARSI R.

Las declaraciones en general establecen como principio básico el dese-


char el imperativo tecnológico sustentado en que “se debe hacer siem-
pre todo aquello que es técnicamente posible, de lo contrario se bloquea
la ciencia”24. Esto en virtud de que la técnica sin la ética atropella al hom-
bre, y el hombre no es una suma de componentes químicos (cuarenta ki-
los de agua, diecisiete de grasa, cuatro de fosfato de cal, uno de albúmi-
na, cinco de gelatina, carbonato de calcio, almidón, azúcar, cloruro de
calcio y sodio) sino es, también, espíritu, razón y libertad.
La vida no es un asunto de “calidad total” como un proceso productivo
o de servicios, no es asunto de “cero defectos”. La vida es lo más sagra-
do que existe y la esencia vinculante del derecho.
Ya el Estatuto y Protocolo del Centro Internacional de Ingeniería Genéti-
ca y Biotecnología25 menciona en su preámbulo la necesidad de desarro-
llar y aplicar la utilización pacífica de la ingeniería genética y la biotecno-
logía en beneficio de la humanidad.
Martínez Doral26 plantea dos proposiciones complementarias que han si-
do también reconocidas:
— Por muy deseables o convenientes que aparezcan determinadas con-
ductas, si hay imperativos éticos que las prohíben, no deben ser reali-
zadas.
— Por muy penosos o exigentes que aparezcan determinados comporta-
mientos es preciso realizarlos cuando así lo prescribe un deber ético.
En otras palabras, hay cosas que no se pueden hacer desde el punto de
vista ético, aunque se pueden hacer materialmente; y hay cosas que no
se pueden dejar de hacer honradamente, aunque sí se pueden dejar de
realizar fácticamente.

8. La religión y la bioética

La Compton’s Interactive Encyclopedia27 indica que cada grupo religioso


establece sus propios principios acerca de la ética y la biología. Así, tene-

24 “No todo lo que se puede fácticamente hacer es justo. Hay límites humanos, límites éticos, límites
impuestos por las leyes objetivas de la Naturaleza. La distinción, pues, entre lo que se puede y
lo que se debe hacer, entre los comportamientos posibles y los comportamientos justos, parece
clara y difícilmente discutible”. MARTÍNEZ DORAL, J.M. En: LÓPEZ MORATALLA, Natalia y otros.
Deontología biológica. Navarra: Universidad de Navarra, 1987, p. 4.
25 Suscrito en Madrid el 13 de setiembre de 1993 y en Viena el 4 de abril de 1994. Publicado en el
diario oficial El Peruano, el sábado 8 de abril de 1995.
26 Op. cit., p. 3.
27 Compton’s NewMedia Inc., Copyright, 1993, 1994 (traducción libre encargada a Mariana de las
Casas, 1996).
LA BIOÉTICA
47

mos que especialmente los judíos y los católicos romanos han desarrolla-
do sus propias posiciones, claras y precisas, mientras que los protestan-
tes, los ortodoxos orientales, los hindúes y budistas no tienen criterios
desarrollados.
El judaísmo talmúdico tiene una posición clara con respecto a la elimina-
ción de la vida (aborto y eutanasia).
La teología moral católica romana establece cinco principios básicos re-
feridos al tema de la bioética:
a. Principio de la administración. La vida viene de Dios siendo nosotros,
única y exclusivamente, administradores y responsables por el cuida-
do del cuerpo.
b. Inviolabilidad de la vida humana. No puede eliminarse ni variarse la
esencia de la vida humana.
c. Principio de totalidad. Cada parte del cuerpo existe como un todo, co-
mo un universo. Como un conjunto orgánico inescindible que no pue-
de ser separado ni alterado.
d. Principio del doble efecto. En casos extremos puede permitirse la reali-
zación de actos negativos en orden de alcanzar luego uno positivo.
En estos casos la acción mala sólo servirá como medio para alcanzar
la buena. Debe producirse, con este criterio, cuando menos tanto el
bien como el mal causado (aborto terapéutico).
e) Principio de sexualidad: El sexo existe por dos razones: para la pro-
creación y para la expresión máxima del amor en el vínculo matrimo-
nial.

9. Casos médicos de aplicación de interés para la bioética

Los casos más típicos de la incidencia moral en el ejercicio de la medici-


na y la correspondiente repercusión bioética son: el aborto, la eutanasia,
la distanasia, las técnicas de reanimación o resucitación, los métodos anti-
conceptivos, las técnicas de reproducción humana asistida, las investiga-
ciones genéticas, la manipulación genética, la selección del sexo en el fu-
turo embrión, los análisis pre y posnatal, la adecuación del sexo, la euge-
nesia, la esterilización, la investigación de fármacos en seres humanos, el
rechazo en hospitales de enfermos terminales, con sida o que no cance-
lan su garantía, la deshumanización e institucionalización de la atención
médica, el suicidio, los trasplantes en general, la implantación de piezas
mecánicas, electrónicas o computarizadas en el cuerpo humano (cyborgs
o bionics), la creación de nuevas especies, la utilización de órganos, teji-
dos, sustancias y productos de embriones abortados, etc. Asimismo, la
48 ENRIQUE VARSI R.

ingeniería genética en microorganismos, bacterias, plantas y animales, el


transporte de células modificadas, la tecnología genética aplicada al hom-
bre, la terapia humana por recombinación de ADN, la transferencia de
genes, la creación artificial de genes, la manipulación del patrimonio ge-
nético humano con fines eugenésicos (la creación de superhombres o de
microhombres).
Estos casos representan un atentado directo contra la dignidad, identidad
e integridad del ser humano, por lo que deben ser regulados de inmedia-
to. Estas intervenciones, experimentaciones o manipulaciones “pueden
desencadenar una perturbación irreversible en el orden del cosmos”28, de
ahí que es importante fijar las sanciones administrativas, civiles o penales,
de ser el caso, a fin de erradicar la deshumanización e imponer la institu-
cionalización de la correcta práctica médica.

10. El juramento hipocrático y la bioética

Como indica Alejandro Goic29, el juramento hipocrático establece los fun-


damentos seculares filosóficos de la ética y de la conducta médicas. Es la
carta magna de los profesionales de la salud. Como texto guía permite
destacar los valores esenciales del respeto de la vida y la dignidad del ser
humano. No es un código prohibitivo, sino la expresión de un ideal de
conducta, una aspiración del comportamiento del médico establecido en
dos postulados: nil nocere (no causar daño) y bonum facere (hacer el
bien al paciente).
En esta época llena de adelantos y avances vertiginosos el juramento hi-
pocrático sigue incólume30 en sus postulados, tales como:
“Haré uso del régimen dietético para ayuda del enfermo... ; del daño y la
injusticia lo preservaré”.

El principio aquí esbozado es el preservar al paciente de la injusticia mé-


dica, y se basa en tres elementos éticos fundamentales en la persona:
— Ayudar, socorrer, auxiliar, mejorar y aliviar.

28 LÓPEZ MORATALLA, N. y E. SANTIAGO. “Manipulación genética por transferencia de genes”. En:


Deontología biológica. Navarra: Universidad de Navarra, 1987, p. 311.
29 GOIC, Alejandro. “El juramento hipocrático: veneración ciega”. En: Documenta, Op.cit., pp. 8-13.
30 Los mismos valores en él planteados los encontramos en los siguientes documentos, que son la
base actual de la bioética: Código de Nuremberg (1947), Declaración de Helsinki (1964), Decla-
ración de Ginebra (1968), Declaración de los Médicos de Francia (1973), Declaración de Tokio
(1975), Declaración de los Médicos de Europa (1976), Declaración de los Médicos en Lisboa
(1981) y Código Internacional de Ética Médica (1983), Carta de los Derechos de la Familia (1983),
Comité Consultivo Nacional de Ética para las Ciencias de la Vida y la Salud (1984), entre otros.
LA BIOÉTICA
49

— No hacer daño.
— Proteger al paciente de los malos tratos médicos.
“No daré a nadie, aunque me lo pida, ningún fármaco letal, ni haré semejan-
te sugerencia. Igualmente, tampoco proporcionaré a mujer alguna un pesa-
rio abortivo”.

Este principio es ante todo propiciador del respeto por la vida humana.
“A cualquier casa que entrare acudiré para asistencia del enfermo fuera de
todo agravio intencionado o corrupción...”.

El principio detallado es el respeto de la dignidad humana en todas sus


formas, partiendo de lo general que es la protección de la vida humana.

11. El proyecto de convenio de bioética31

Este proyecto de convenio, relativo a la protección de los derechos hu-


manos y de la dignidad del ser humano con respecto a las aplicaciones
de la biología y de la medicina, tuvo como ponente a Marcelo Palacios a
quien, en 1991, el CDBI (antes CAHBI) del Consejo de Europa le encar-
gó la elaboración de un informe sobre la preparación de un convenio so-
bre bioética. El borrador preliminar del convenio se debatió en una se-
sión de bioética celebrada en Estrasburgo, el 7 de febrero de 1992.
El contenido biotécnico puede resumirse en los siguientes puntos:
— Proteger la vida, identidad, intimidad, integridad, salud y dignidad del
ser humano.
— Primacía del interés humano frente al científico.
— Toda intervención a la salud deberá cumplir con las normas pertinen-
tes.
— La obligación de informar y recibir el consentimiento del paciente.
— El cuerpo humano está fuera del comercio y del lucro.
— Las intervenciones en el genoma sólo se realizarán con fines de diag-
nóstico o terapéuticos y siempre que no interfieran en la línea germi-
nal.
— Prohíbe la creación de embriones humanos con fines, únicamente, in-
vestigativos.
— La investigación en embriones in vitro está permitida en caso de em-
briones con menos de catorce días.
— Las pruebas predictivas sólo serán utilizadas para tratar enfermedades

31 Cfr. PALACIOS, Marcelo. “Informe sobre el proyecto de convenio de bioética”. En: Revista de De-
recho y Genoma Humano Nº 3, 1995, pp. 301-312.
50 ENRIQUE VARSI R.

genéticas.
— Reparar el daño causado por las intervenciones genéticas.
En definitiva, el proyecto de convenio de bioética fundamenta y encua-
dra el respeto absoluto a los principios de libertad, igualdad y seguridad
de la vida.

12. El Comité Internacional de Bioética (CIB)

El CIB de la Unesco fue creado en setiembre de 1993 mediante la reso-


lución 5.15, aprobada por la Conferencia General en su 27ª reunión.
Agrupa a 50 personalidades de distintos países y variadas profesiones.
Esta característica transdisciplinaria le permite corresponder a la gran var-
iedad de interrogantes que plantean las investigaciones biomédicas.
Su función esencial es difundir los alcances de la bioética y la correcta
aplicacion de la tecnología biológica por el hombre. Entre las importantes
tareas que realiza tenemos las convocatorias mundiales en las que se ana-
lizan las implicancias sociales, políticas, culturales, éticas y jurídicas de
las investigaciones biotecnológicas.
Así, en la segunda reunión (1994) se trataron cinco temas: la detección y
las pruebas genéticas, la terapia génica, la investigación fundamental, la
genética de poblaciones y la enseñanza de la bioética. En la tercera reu-
nión (1995) los puntos fueron: el consejo genético, las neurociencias, la
genética de las poblaciones y la enseñanza de la bioética en las Améri-
cas. Asimismo, el CIB ha elaborado un importante anteproyecto de de-
claración sobre la protección del genoma humano32.

13. Conclusión

En la segunda mitad de este siglo la biociencia se ha desarrollado enor-


memente, tanto en beneficio propio como en provecho del hombre, sin
medir las consecuencias.
La bioética, que vela por la vida, identidad, integridad y salud de los
seres vivientes, trata de frenar a través de normas y principios el vertigi-
noso desarrollo de la sociedad tecnológica. Vela, otro tanto, porque los
progresos científicos y tecnológicos no se vuelvan en contra de la
humanidad, asegurando que no se utilicen como arma de destrucción,

32 Unesco. Informe del director general sobre la preparación eventual de un instrumento internacio-
nal para la protección del genoma humano. París, setiembre de 1995, 28 C.
LA BIOÉTICA
51

sino como fuente de bienestar y progreso. En definitiva, busca dar el


matiz humano a lo técnico-científico.
Es prioritario comenzar a difundir los principios conservadores de la bio-
ética, como son el respeto a las personas, la beneficencia y la justicia, con
el objeto de defender a la especie humana, sin que ello implique un
freno o límite al progreso de las ciencias biológicas. Por el contrario, es
necesario lograr un justo y coherente desarrollo en beneficio de la
humanidad. Ésta, sin ciencia, sin avances o descubrimientos científicos,
se vería limitada en la satisfacción cada vez mayor de sus necesidades vi-
tales.
Ciencia con conciencia es el ideal que, como defensores de la vida y de
la especialidad de la misma, debemos buscar. En este aspecto las profun-
das transformaciones de la sociedad tecnocientífica tienen que estar
acompañadas de un movimiento ético claro y exacto que proteja lo esen-
cial: la vida.
CAPÍTULO II

La investigación humana y la
manipulación genética

1. La tecnología genética

Hasta hace muy poco al hombre sólo se le conocía en su intimidad bási-


ca. Hoy, este conocimiento se ha profundizado en la intimidad biológica
hasta el punto de confluir con los genes.
De ahí que, desde las más grandes proezas médicas —como el descubri-
miento de la anestesia (Morton, 1844), de la penicilina (Fleming, 1928),
así como los exitosos trasplantes de órganos (de pulmón por Hardy, de
hígado por Statzl, ambos en 1963, y de corazón por Barnard, 1967)— hasta
las recientes innovaciones en el campo de la genética han significado e
implicado un progreso decisivo en el saber humano.
Sin embargo, el estudio en profundidad y la búsqueda de objetivos concre-
tos en la interioridad génica de los seres vivientes es reciente. No hace mu-
cho era, más que lejana, muy remota la idea de modificar el genoma de
un organismo1, o introducir a voluntad un gen y situarlo en un lugar del
cromosoma a fin de que se transmita fielmente a la descendencia, o con-
tar con una máquina de hacer genes que permita la síntesis automática de
fragmentos del ADN con secuencias prefijadas, dando la posibilidad de dis-
poner de genes inmediatamente, de acuerdo a las necesidades y exigen-
cias.
Actualmente, todos y cada uno de estos descubrimientos se realizan en
beneficio del hombre y, debido a la especialización de los tratamientos
y técnicas, han surgido y se han desarrollado nuevas ramas en la ciencia,

1 “El gran biólogo británico J.B.S. Haldane declaró en 1963 que la modificación genética del hom-
bre parecía hallarse aún a milenios de distancia; pero agregó: ‘recuerdo que, en 1935, conside-
raba que la energía atómica era una fuente improbable de fuerza’”. Vid. referencia y cita de
Daniel J. Kevles. La eugenesia ¿ciencia o utopía? Una polémica que dura cien años. Barcelona:
Planeta, 1985, p. 9.

[53]
54 ENRIQUE VARSI R.

como la genética, la biotecnología, la ingeniería genética, la biología mo-


lecular y la bioética.

1.1 Genética
Es la ciencia encargada de estudiar la herencia biológica, es decir, la
transmisibilidad de los caracteres morfológicos y fisiológicos de genera-
ción en generación.
Refiere Noëlle Lenoir2, integrante del Consejo Constitucional de Francia
y presidente del Comité Internacional de Bioética de la Unesco, que los
progresos de la genética están marcados por el descubrimiento del ADN,
la explicación del funcionamiento del ARN mensajero, las técnicas de re-
producción humana asistida y la reciente cartografía física y genética.
Así tenemos que la genética es una ciencia joven que ha cambiado la for-
ma de entender del mundo. Cualquier mal uso o falsa interpretación de
la misma representaría un atentado contra la persona.

1.2 Biotecnología
Es la técnica que, conjugando la ingeniería, la industria y principios cien-
tíficos con organismos vivos o agentes biológicos, busca producir varia-
ciones orgánicas. Delgado de Miguel nos dice que “la biotecnología es la
aplicación de la ciencia y la ingeniería al tratamiento de materiales por
3
agentes biológicos para la producción de bienes y servicios” .

1.3 Ingeniería genética


Es aquella ciencia que se dirige al estudio, trabajo y modificación del ma-
terial genético (ADN) en los organismos vivos. Su finalidad es mejorar las
condiciones de vida colaborando con el hombre en sus funciones bio-
genéticas.
Su interés principal es conocer y regular el mecanismo de expresión de
los genes, buscando medios para transferir la información genética de
unas células a otras.
La ingeniería genética está identificada con el término de manipulación
genética, puesto que sus procesos están dirigidos, fundamentalmente, a
modificar la dotación y expresión génica de los organismos vivientes.

2 Entrevista realizada por Bahgat Elnadi y Afdel Rifaat. En: El correo de la Unesco, setiembre de
1994, p. 5.
3 DELGADO DE MIGUEL. Derecho agrario y ambiental, propiedad y ecología. Pamplona: 1992, p.
283.
INVESTIGACIÓN Y MANIPULACIÓN GENÉTICA
55

1.4 Biología molecular


Es la parte de la biología que estudia e interpreta los hechos biológicos
a partir de las propiedades físicoquímicas de las moléculas de la célula.

1.5 Bioética
Como hemos visto en el capítulo anterior, es la intervención de la ética
en las políticas de investigación biológica. Se sustenta en la influencia de
la biología molecular en la evolución del hombre, de manera tal que, po-
demos decir, busca explicar y canalizar la correcta relación entre el hom-
bre y la naturaleza.
Su interés se centra en las consecuencias de las prácticas de los profesio-
nales de las ciencias biológicas, fomentando el respeto por la vida huma-
na y la integridad de la especie.
Los principios rectores de la bioética son:
— El hombre no puede ser objeto para la ciencia.
— La libertad de las investigaciones no debe atentar contra la indivi-
dualidad del ser humano.
— La solidaridad en la aplicación de los resultados de las pruebas cien-
tíficas.
— La igualdad en el tratamiento científico.
Con estas disciplinas biocientíficas, cuyos progresos son diarios y verti-
ginosos, el hombre por vez primera tiene el poder de transformar a los
seres vivos de manera programada y con fines predeterminados.

2. El genoma humano 4

El día que se encuentre la información contenida en


los genes veremos que la cara de Dios es la cadena
del ADN.
Santiago Grisolía
(genetista)

2.1 Nociones preliminares


El cuerpo humano está formado aproximadamente por un billón de célu-
las, cada una de las cuales (salvo los glóbulos rojos de la sangre), tiene

4 VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. “Apuntes jurídicos acerca del genoma humano”. En: diario oficial
El Peruano. Sección B, Derecho Civil. Lima, mayo 5, 1993, p. 15. Vid. la investigación completa
56 ENRIQUE VARSI R.

un núcleo que encierra 46 cromosomas. Éstos contienen filamentos en-


rollados que forman el ADN que, a su vez, cuenta con segmentos deno-
minados genes.
Cada gen tiene una posición determinada (locus) y, aparte de gobernar
el crecimiento, controlar las características físicas que heredamos y regir
la supervivencia del organismo, lleva consigo la información que marca
el paso y ritmo de nuestra vida.
A la totalidad de los genes que componen el organismo humano (cerca
de 100.000) se le conoce como genoma (dotación genética integral del
individuo).

2.2 Reseña histórica básica


A inicios de la década del 40, se avizoraba la existencia de uno de los
elementos básicos de la célula: el gen. En 1950, Watson empezó a estu-
diarlo y tres años después, junto con Crick, en Inglaterra, descubrió la
estructura del ADN. Posteriormente, en 1961, Niremberg comenzó a
descifrar, llámese leer, el código genético.
Estos cuatro avances genéticos marcaron la pauta futura para que en
1977 se comience la ejecución del más ambicioso estudio de la genética
actual: el proyecto genoma humano, oficializado en octubre de 1990.

2.3 El proyecto genoma humano

La vida está escrita en los genes.


(metáfora científica)

El proyecto genoma humano, basándose en la genética molecular5, tiene


como objetivo primario conocer la cantidad exacta de genes que tiene el
hombre, a fin de averiguar la información genética en ellos contenida.

(del autor y con similar título) en: Ponencias al I Congreso Nacional de Derecho Civil y Comercial.
Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, 1994,
pp. 121-128.
5 Como refiere Eduardo A. ZANNONI (“El daño genético por transmisión de enfermedades”. En:
Revista de Derecho Privado y Comunitario Nº 1. Santa Fe: Editorial Rubinzal-Culzoni, set.-dic.
1992, pp. 143-144): “La moderna genética molecular se basa en la posibilidad de aislar los genes
a través de la clonación o clonado. La aislación del DNA se hace a partir de cualquier tejido
disponible, mediante una metodología de purificación, y ello permite determinar la base mole-
cular de diversos desórdenes o enfermedades que se denominan enfermedades genéticas. Las
enfermedades genéticas son por eso incurables, en general. El único modo de hacerlo sería en
base a una terapia de reemplazo de genes”.
INVESTIGACIÓN Y MANIPULACIÓN GENÉTICA
57

De esta manera, identificando y hallando los genes culpables que causan


enfermedades, dolencias físicas o taras (presentes o futuras), se permitirá
el acceso a la información génica que las ocasiona, con el fin de lograr
mejores vías para su prevención, diagnóstico, tratamiento y curación.
El proyecto genoma humano propende al mejoramiento de la calidad de
la existencia humana, presentándose como un intento para definir e iden-
tificar bioquímicamente la vida a través de un mapa de la naturaleza
genética, proyectando dicha información en el tiempo.
Las pruebas genéticas que sirven actualmente para estos fines son: a) las
predictivas, que permiten descubrir un gen que provocará una enfer-
medad hereditaria, y b) las preventivas, que revelan una propensión o
probabilidad a ciertas enfermedades.

2.4 Implicancias jurídicas


El beneficio del proyecto genoma humano es indiscutible, disminuir el
sufrimiento humano combatiendo más de 4.000 enfermedades congéni-
tas hoy incurables. A pesar de ello, sus ventajas no se equiparan a las
implicancias éticas, sociales ni jurídicas, pues éstas son mucho mayores.
Y es que, de lo visto, la investigación genética es un campo muy prome-
tedor, pero presenta un lado muy oscuro en la manipulación genética.
Sobre este punto Carlos Fernández Sessarego encuadra con exactitud “el
parangón entre los posibles riesgos generados por las aplicaciones de los
resultados del proyecto genoma humano y aquéllos derivados de la
energía atómica”6.
La intervención del genoma convierte al hombre en, prácticamente, due-
ño de su propio destino, naturaleza y evolución genética. Siendo capaz
de diseñar su vida, pero perdiendo su identidad, individualidad e imper-
fección innata, convirtiéndose, más bien, en un ser programado o prepa-
rado por los intereses ajenos7.
Efectivamente, desde el punto de vista jurídico, el problema se centra en
el uso, abuso y los justos límites en la utilización de la tecnología del
ADN, así como en las consecuencias de la aplicación de exámenes gené-
ticos previos a una relación jurídica.
El caso es que, de una manera u otra, el proyecto genoma humano pue-
de atentar contra los derechos de la persona, debiendo fijarse, entonces,
nuevos patrones de regulación y protección a la vida, a la integridad, a

6 FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. “La libertad y genoma humano”. Ponencia presentada al


Congreso Internacional “El proyecto genoma humano”. Bilbao: Fundación BBV, 1993, p. 255.
7 Cfr. BANCHIO, Enrique Carlos. “El proyecto genoma humano frente a la ética y el derecho”. En:
Estudios en honor de Pedro J. Frías. Vol. III. Córdova: Editorial El Copista, 1994, p. 959.
58 ENRIQUE VARSI R.

la libertad, a la identidad, al trabajo y en el trabajo, a la información, a la


intimidad, a contratar y a tomar libremente un seguro.

2.5 Reparabilidad y sanción


Los perjuicios que puede ocasionar en la persona la aplicación del pro-
yecto genoma humano son inimaginables.
Por ello, es necesario determinar cómo se materializaría una indemniza-
ción: con un público desagravio, con una suma pecuniaria o con una
nueva intervención genética, si es que el daño es reversible.
Pero ¿qué pasaría si el daño es irreparable? por ejemplo, cuando se ha
truncado el normal desarrollo de la persona. Aquí es importante indicar
la trascendencia del daño moral, o a la persona, frente a la aplicación de
las técnicas biogenéticas.
Por otro lado, vemos que el uso inadecuado de estas investigaciones po-
dría tener consecuencias ilícitas al significar una manipulación genética
atentatoria de la persona, y si fuera un delito, implicaría una sentencia
condenatoria.

2.6 Límites
El fin del proyecto genoma humano, protegiendo la esencia del hombre,
debe ser únicamente descubrir la base genética de una enfermedad para
prevenirla y combatirla. La utilización de la información genética deberá
ser, por tanto, sólo con fines terapéuticos; esto obligaría de inmediato a
prohibir las investigaciones negativas al ser humano, o aquellas realiza-
das con fines eugenésicos.
El patrimonio genético del hombre, como la esencia fundamental de la
humanidad, debe ser protegido al máximo, no pudiendo ser materia de
ninguna manipulación.
Debe evitarse la comercialización del uso de estas técnicas y la patenta-
bilidad de la cura o tratamiento a través del retrovirus de una secuencia
genética descubierta, pues no puede ejercerse una propiedad intelectual
frente a este avance genético, ya que está de por medio la esencia hu-
mana y la grandeza invariable de la humanidad.
Como todo derecho, el de la libre investigación científica no es absolu-
to. Todo investigador, en el ejercicio de su derecho, responde al deber
genérico de respetar el interés social no violando la seguridad pública, la
libertad de cada ser humano, su vida, su intimidad ni su serenidad8.

8 FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. Op. cit., pp. 267-268.


INVESTIGACIÓN Y MANIPULACIÓN GENÉTICA
59

Por su parte, Graciela Medina de Rivera nos indica que debe prohibirse la
modificación de células germinales, la selección de sexo, caracteres físi-
cos o raciales; la utilización de datos genéticos con fines discriminatorios
en el ámbito laboral, de seguros o educación; el patentamiento de genes;
la utilización de técnicas de diagnóstico prenatal para selección de sexo;
la revelación de los exámenes genéticos con vulneración del derecho a la
intimidad9. En concreto, el proyecto genoma humano no debe afectar las
normas relativas al orden público ni a las buenas costumbres.

2.7 Restricciones éticas


Para el estudio de este proyecto se han tomado en cuenta un sinnúmero
de consecuencias éticas. Para su ejecución, las consideraciones serán mu-
cho mayores, por ello el derecho y, sobre todo, la legislación deben estar
preparados.
En este sentido, si se logra triunfar en la transferencia de genes, deberán
existir claras limitaciones; por ejemplo sobre las células sexuales, con las
que no se podrán realizar este tipo de prácticas, puesto que la manipula-
ción o terapia realizada sobre los espermatozoides u óvulos transformaría
las generaciones futuras10.
Igualmente, se deberá poner límites a la eugenesia, es decir, la práctica
médica que busca la creación y evolución de una raza superior, lo que
se logra modificando los genes (sea del crecimiento, del color de la piel
o de las dimensiones corporales, etc.).
En este sentido, comparto la opinión de Jean Michaud, quien establece
que:
“El hecho de fabricar así los embriones en el laboratorio, da ocasión de
practicar sobre ellos ciertas intervenciones. Podemos distinguir ya las dos fi-
nalidades eventuales de los trabajos: o se atiende al interés del embrión y a
la eliminación de enfermedades o minusvalías graves, o se intenta definir y
después determinar al ser que vendrá, con la intención de conseguir el mo-
delo ideal para sus padres o para las necesidades de una determinada so-
ciedad. El hombre que surge gracias al hombre pero fuera del hombre pro-
voca la tentación de la eugenesia”11.

9 MEDINA DE RIVERA, Graciela. “Modernas cuestiones biotecnológicas y flexibilidad del Código


Civil peruano”. En: Diez años. Código Civil peruano: balance y perspectivas. 1a. edición. Lima:
Universidad de Lima, 1995, pp. 208-209.
10 La resolución del Parlamento europeo, sobre problemas éticos y jurídicos de la manipulación
genética (1989), refiere que: “Deberán prohibirse categóricamente todos los intentos de recom-
poner arbitrariamente el programa genético de los seres humanos” y “Exige la penalización de
toda transferencia de genes a células germinales humanas”.
11 MICHAUD, Jean. “Ciencia ética y derecho”. En: Biotecnología y futuro del hombre: la respuesta
bioética (Conversaciones en Madrid). 1a. edición. Madrid: Eudema S.A, diciembre 1992, p. 37.
60 ENRIQUE VARSI R.

3. La investigación y experimentación humana

La investigación científica es la búsqueda de conocimientos nuevos y se


realiza a través de la observación o experimentación.
La observación es la forma de ver o apreciar determinados fenómenos
pero sin interferir, normalmente, en su proceso natural. La experimenta-
ción es todo lo contrario, no es una actitud pasiva como la de la observa-
ción, sino más bien activa y dirigida, básicamente, a manipular o interve-
nir directamente componentes u organismos.
Desde hace mucho las ciencias aplicadas, a través de la investigación
científica (género) y de la observación y experimentación (especie), se
han encargado de estudiar directamente al ser humano. Sin embargo, la
Iglesia, organismos internacionales y algunos países, sustentados en re-
glas generales y principios naturales, han determinado en contundentes
documentos las implicancias y consecuencias de las investigaciones cien-
tíficas y el avasallamiento de la ciencia sobre el ser humano. Uno de los
más importantes instrumentos es La instrucción sobre el respeto de la vida
humana naciente y la dignidad de la procreación.
Al respecto, La instrucción utiliza indistintamente los términos investiga-
ción y experimentación para referirse a la intervención y aplicación de
las ciencias biológicas en el hombre, pero precisa el correcto significado
que se le otorga a cada uno de estos términos:
“1) Por investigación se entiende cualquier procedimiento inductivo-deduc-
tivo encaminado a promover la observación sistemática de un fenómeno en
el ámbito humano, o a verificar una hipótesis formulada a raíz de prece-
dentes observaciones.
2) Por experimentación se entiende cualquier investigación en la que el ser
humano (en los diversos estadios de su existencia: embrión, feto, niño o
adulto) es el objeto mediante el cual se pretende verificar el efecto, hasta el
momento desconocido o no bien conocido, de un determinado tratamiento
(por ejemplo: farmacológico, teratógeno, quirúrgico, etc.)”12.

Con ello apreciamos que el desarrollo de la biociencia se presenta como


un inminente peligro para la integridad del hombre, por lo que es nece-
sario poner límites a la investigación biológica y sus aplicaciones. Es aquí
donde el derecho debe intervenir en salvaguarda de los valores y princi-
pios fundamentales de la persona.
En este sentido, deben reglamentarse las actividades biocientíficas fijan-
do normas para su utilización, estableciendo sanciones penales para res-

12 La instrucción sobre el respeto de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación


(Ciudad del Vaticano). Lima: Editorial Salesiana, 1987, p. 16 (ver nota aclaratoria).
INVESTIGACIÓN Y MANIPULACIÓN GENÉTICA
61

ponder a los casos de manipulación o abuso de las técnicas de repro-


ducción asistida.

4. Procedimientos de la intervención genética en el ser humano

El profesor argentino Enrique Carlos Banchio13 señala cuatro procedi-


mientos o niveles potenciales de intervención genética en el ser humano,
sea a través de la terapia génica o la manipulación:
a. La terapia génica de las células somáticas. Destinada a la corrección
de defectos genéticos en las células somáticas de una persona. Este
procedimiento es llamado también genoterapia somática, que sólo
tiene que ver con las células del cuerpo (soma) y no afecta para nada
la herencia.
b. La terapia génica de la línea germinal. Consiste en la inserción de un
gen en las células reproductoras con el fin de corregir la anomalía en
su futura descendencia. Llamada también genoterapia germinal. Su
procedimiento está dirigido a las células reproductoras masculinas y
femeninas. En estos casos toda alteración se transmite de generación
en generación, pues el patrimonio genético del reproductor fue
modificado.
c. La manipulación genética perfectiva. Similar a la anterior, pero su fin
es mejorar un determinado carácter somático de la persona (estatura,
color de ojos o de piel).
d. La manipulación eugénica. Busca mejorar las características humanas
codificadas por un gran número de genes determinantes de los ras-
gos específicos de la personalidad, inteligencia, carácter, etc.
De esto podemos apreciar que la intervención genética o experimen-
tación puede realizarse sobre las células somáticas, sobre las sexuales o
sobre los genes de la persona. Dentro de todas éstas encontramos la
experimentación sobre embriones humanos. En este caso puede realizar-
se tanto con embriones que van a ser implantados como con embriones
sobrantes.
Como refieren Rodríguez Luño y López Mondéjar14, los fines de la investi-
gación son diversos, por mencionar algunos: mejorar el conocimiento del
desarrollo del cigoto antes y después de la implantación; el desarrollo de
las técnicas de ingeniería genética que permitirían corregir en el futuro los

13 BANCHIO, Enrique Carlos. Op. cit., pp. 957-958.


14 RODRÍGUEZ LUÑO, A. y R. LÓPEZ MONDEJAR. La fecundación “in vitro”. Madrid: Editorial
Palabra, 1986, p. 49.
62 ENRIQUE VARSI R.

errores genéticos; perfeccionar el conocimiento de la fisiología embrional;


la producción de tejido embrional que, dada la ausencia de histocompati-
bilidad, podría servir para reparar tejidos adultos alterados por fenómenos
patológicos o también para remediar defectos genéticos enzimáticos; asi-
mismo, está dirigida al diagnóstico de la hipofertilidad masculina.

5. Clases de investigación genética

La investigación genética puede ser:


Positiva (simple experimentación). Es aquella realizada en beneficio di-
recto del ser humano y de la humanidad (conocer tanto el origen como
el desarrollo de la vida, las causas de la infertilidad, eliminar enfermeda-
des, los métodos anticonceptivos y la lucha contra el cáncer). Se funda-
menta en que la aplicación de esta técnica se realiza en beneficio del ser
humano.
Negativa (manipulación). Su realización está dirigida a obtener benefi-
cios directos para la ciencia (mejorar métodos de fertilización o reproduc-
ción, alterar información genómica, indagar sobre los efectos de determi-
nado procedimiento en organismos vivientes). Es de entender, entonces,
que la manipulación se da cuando el bien se obtiene para la técnica y en
perjuicio del ser humano.

6. La manipulación genética

El término manipular es definido por el Diccionario de la Lengua Espa-


ñola de la siguiente manera:
“Manipular. (Del lat. manipûlus, manojo, unidad militar, y en b. lat. el orna-
mento sagrado.) tr. Operar con las manos o con cualquier instrumento. 2.
Trabajar demasiado una cosa, sobarla, manosearla (...)”15.

Podemos dar dos definiciones de manipulación genética, una técnica y


otra ética:
Técnicamente (o específica), es aquel procedimiento que intenta modifi-
car, perjudicial y negativamente, el patrimonio genético de un ser vivien-
te16, sea en su integridad como en sus substancias o componentes. Es la

15 REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la Lengua Española. 21a. edición. Madrid, 1992, p.
1310.
16 VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. “El derecho genético (su influencia en el derecho de las personas
y en el derecho de la familia)”. En: Diez años. Código Civil peruano: balance y perspectivas. 1a.
edición.Lima: Universidad de Lima, 1995, p. 156.
INVESTIGACIÓN Y MANIPULACIÓN GENÉTICA
63

intervención o instrumentación17 directa para dirigir o alterar un organis-


mo, trayendo consecuencias dañinas y variando su esencia natural.
Éticamente (o genérica), es aquella investigación que, sin implicar una
variación en el genoma, atenta contra las leyes de la naturaleza y los
principios vitales.
Manipular es, entonces, una maniobra sobre la estructura biológica o ge-
nética del ser humano, que lesiona, desconoce y conculca sus derechos.
Cualquiera que sea su fin y utilidad, presente o futura, siempre afectará
la dignidad de nuestra especie. Ésta es una concepción ampliamente ad-
mitida en defensa de la vida y en pro de la humanidad.

6.1 Características

El hombre, una especie en peligro.


Ramón Martín Mateo (España, 1993)

La manipulación genética tiene determinadas características que la con-


vierten en un procedimiento típicamente negativo para la vida humana
en sí, la que, al tener un carácter sagrado, rechaza todo tipo de inter-
vención tendente a dirigir los principios y leyes naturales. Por ello se
infiere que las principales características de la manipulación genética son
las siguientes:
— Es un fin para la técnica en la que se utiliza al hombre como un me-
dio.
— Es una intervención no terapéutica.
— Atenta contra la identidad, integridad, individualidad y dignidad del
ser humano.
— Es un acto ilícito al ser contrario a la naturaleza.
— Atenta contra el bien de la familia.
— Lesiona el derecho del ser humano.
— Es un acto injustificado. De por sí no trae ningún beneficio para la
humanidad.
— Es una práctica infrahumana y hasta antihumana.

17 Ángel SANTOS RUIZ utiliza este sustantivo en vez del de manipulación. Su sustento es que al
derivarse “... de la palabra latina instrumentum, que supone un conjunto de piezas combinadas
adecuadamente para que sirva con determinado objetivo, también equivale a aquello de que nos
servimos para hacer una cosa. Creo que así la denominación instrumentación genética compor-
ta un significado inequívoco y consonante con el empleo que ha hecho, y hace, el hombre de
los alucinantes descubrimientos en tan específico campo” (Cfr. Instrumentación genética. Madrid:
Editorial Palabra, 1987, p. 7).
64 ENRIQUE VARSI R.

— Busca transformar, modificar y alterar la naturaleza del ser humano


(vg. crear factores hereditarios irreversibles).
— La manipulación equivale a daño.
— La intervención no debe estar dirigida necesariamente a los genes.
Basta con que sea una técnica perjudicial y selectiva para que impli-
que un atentado contra las leyes de la naturaleza (la inseminación ar-
tificial realizada con el fin de seleccionar el sexo es un típico caso de
manipulación18).

6.2 Fines
La utilización y aplicación de la manipulación genética en el ser humano
no siempre va en provecho directo e inmediato del mismo. En su género
sirve para canalizar experimentos negativos que por su esencia son con-
trarios a la naturaleza y a la dignidad del ser humano, llevando implícita
una presunción de ilegalidad.
Sin embargo, determinados procedimientos de ingeniería genética, si
bien intervienen directamente en la esencia del hombre, marcan pautas
básicas para encontrar la cura o el tratamiento de taras, dolencias o de-
fectos en el ser humano.
Sin este tipo de experimentaciones sería difícil el avance de la ciencia en
campos como el de la terapéutica, en la que se permite la manipulación,
pero dirigida a fines humanitarios y objetivos definidos en futuro prove-
cho del hombre, sin transgredir los derechos propios del ser humano en
el momento de realizar las intervenciones.

6.3 Tipos

Procrear es experimentar con el azar.


Jean Rostand
(biólogo y genetista)

Los casos de manipulación genética se pueden presentar en los siguien-


tes estadios biológicos19:
a. Antes de la fecundación. Mediante el descarte, cultivo o tratamiento
de gametos, crioconservación prolongada de células sexuales, mez-
cla de componentes genéticos (inseminación confusa, mixta o combi-
nada), alteración del genoma, como en la transgénesis.

18 Cfr. TORO DEL MARZAL, Alejandro. “La reproducción asistida. Elección de sexo”. En: Cuadernos
jurídicos Nº 22. Barcelona: Editorial Fontalba, setiembre, 1994, pp. 52-70.
19 Cfr. VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. “Biogenética vs. derecho”. En: diario oficial El Peruano. Sec-
ción B, 29 de abril de 1993, p. 14.
INVESTIGACIÓN Y MANIPULACIÓN GENÉTICA
65

b. En la fecundación20. Toda aquella experimentación de embriones


con fines distintos a la procreación: clonación o duplicación de seres
humanos; partenogénesis o estimulación del desarrollo de un óvulo
por medios térmicos, físicos o químicos, sin que sea fecundado por
un espermatozoide; destrucción de cigotos o embriones cultivados y
no anidados (embrionicidio); cultivo de embriones más allá del límite
de la anidabilidad con muerte inevitable (embriotrofia letal); fecunda-
ción interespecies; fusión o entrecruzamiento de genes que crean
quimeras o híbridos; comercio de gametos; crioconservación prolon-
gada; fecundación o inseminación no consentida, así como la post
mortem; la fecundación o inseminación realizada en mujeres solteras;
obtención de embriones por lavado uterino; comercio de embriones
con fines industriales o cosméticos; y la modificación artificial del ge-
noma humano mediante la selección de sexos, caracteres raciales, es-
tatura, o embriones de paternidad múltiple (es decir con un número
de padres superior a dos, lo normal), entre otros.
c. En la gestación. La cesión de útero, las técnicas de gestación retarda-
da o apresurada y casos extremos como la gestación interespecies
(en útero mamífero no humano); la artificial o mecánica (llamada ec-
togénesis); la gestación varonil y la realizada en cadáveres o en mu-
jeres descerebradas; así como el reimplante de embriones abortados.
d. Después del nacimiento. Tenemos los casos de análisis e intervención
del genoma con fines no terapéuticos.
e. Después de la muerte. La hibernación o criogenia con fines de futura
resurrección o conservación de órganos, tejidos o sustancias corpora-
les.
Como podemos apreciar, el ser humano puede ser manipulado antes de
su nacimiento (interviniendo las células germinales o al concebido en sí),
durante su vida (a la persona natural), y después de producida la muerte
(al cadáver).

6.4 Efectos
El problema que se avizora con la aplicación de las técnicas de manipula-
ción es que al tener el mundo un orden en sí mismo, dichas manipulacio-
nes pueden desencadenar una perturbación irreversible. Casos de hom-
bres en serie, procesos de fertilización dirigidos o gestaciones rápidas y

20 La fecundación puede ser realizada por inseminación en la vagina de la mujer o extracorpórea-


mente, esto es, en una probeta. Esta última ha sido llamada penectogénesis (Herbert Brewer,
1935) entendido como la fertilización en un tubo de ensayo o eutelegenesia (vocablo de radica-
les griegas) que significa engendramiento selecto a distancia.
66 ENRIQUE VARSI R.

repetidas, son experimentaciones que en nada beneficiarían a la huma-


nidad, y que por el contrario traerían perjuicios.
Los casos de manipulación genética se oponen a la paz social, el orden
público y las buenas costumbres, por lo que deben ser tipificados como
delitos biológicos, ya que, por el principio de la no extensión de las nor-
mas penales por analogía, no es posible asignarles una sanción penal.
Atentar contra la integridad del ser humano significa aceptar que se trata
de un objeto que puede ser utilizado como un simple medio. Si el hom-
bre es un fin en cualesquiera de sus estadios, entonces se ha de prohibir
toda clase de manipulación en base al principio de la no instrumentali-
zación del ser humano.

6.5 Planteamientos a favor y en contra de la manipulación


Dada la gran difusión y utilización científica que se ha dado a la manipu-
lación genética, existen dos sectores claramente definidos: los que de-
fienden su aprobación y los que exigen su prohibición.
Quienes alegan estas posiciones sostienen, entre otras cosas, lo siguiente:
A favor:
— Permite encontrar el tratamiento y cura de diversas dolencias.
— Es un medio necesario para lograr el avance de la ciencia médica en
beneficio del hombre.
— Con este método se tiende a desarrollar y aplicar la eugenesia.
En contra:
— Atenta contra la identidad, individualidad e integridad del ser
humano.
— Es una práctica degenerativa que transgrede los principios naturales.
— No es un medio lícito ni justificativo, es ilícito.
— Sólo responde a intereses científicos.

7. Desarrollo, estado de la técnica genética y derecho

La biología, y en especial la genética, ha ocupado ya el campo preferen-


cial que tenía la física como ciencia de vanguardia. Sin embargo, esto no
tiene que alegrarnos, necesariamente, puesto que si bien el desarrollo in-
controlado de la física representaba una amenaza contra la especie hu-
mana, un desarrollo similar de la genética perjudicaría directamente al
hombre, ya que su finalidad es la investigación del propio ser humano.
Es por ello que el derecho debe mostrarse atento a estas perspectivas tec-
nológicas, preparando leyes que regulen el desarrollo y aplicación de la
genética.
INVESTIGACIÓN Y MANIPULACIÓN GENÉTICA
67

La idea no es prohibir las experimentaciones sino establecer los límites


en base a lo que se va a realizar.
De los planteamientos a favor y en contra de la manipulación genética
se ha de estructurar una normatividad ágil y coherente, que permita el
desarrollo de la ciencia biológica en beneficio del hombre. No podemos
desconocer, como hombres de leyes, la importancia del avance de las
ciencias biomédicas, pero tampoco debemos liberalizar o abstenernos de
legislar este tipo de avances científicos.
CAPÍTULO III

Principios generales y especiales de la


reproducción

1. Introducción
1.1 Generalidades
Todo hombre por naturaleza nace, crece y convive en una familia. Este
hombre, llamémoslo Juan, es producto biológico de dos progenitores de
sexos complementarios, quienes lo han engendrado genéticamente y es-
tán casados. Éste es el ideal de la procreación biosocial.
Ahora bien, Juan debe desarrollarse dentro de una tríada común y natu-
ral: vida (relación biovivencial), sexualidad (relación generacional) y fa-
milia (relación social). Sin embargo, todos y cada uno de estos estadios
pueden ser fácilmente suplidos hoy en día por la ciencia.
Adicionalmente, los cambios sociales han influido tremendamente en el
ámbito interpersonal de Juan. Así se fomentó no la aparición pero sí la
legalización de las relaciones extramatrimoniales. Por otro lado, el avance
de la ciencia facilitó la reproducción humana con técnicas asistidas, por
lo que la premisa natural, ideal y típica de la familia de Juan reviste nue-
vos planteamientos. Asimismo, cada uno de los casos citados ha sufrido
degeneraciones, por las uniones de hecho que vienen fomentando las re-
laciones extramatrimoniales y la utilización indiscriminada de las técnicas
de reproducción, lo que afecta las relaciones sociales y jurídicas.
Estos inconvenientes se centran en el desmedido desarrollo social y cien-
tífico frente a las normas del derecho, que no pueden ponerle un límite
a dicho avance progresivo.

1.2 Las técnicas de reproducción humana asistida


Las técnicas de reproducción asistida (teras) son aquellos métodos técni-
cos que sirven para suplir la infertilidad en la persona, brindándole la po-
sibilidad de tener descendencia.

[69]
70 ENRIQUE VARSI R.

1.2.1 Clases
Como sabemos, las teras se clasifican en: inseminación artificial (IA) y fe-
cundación extracorpórea (FEC).
La primera tiene como fin esencial la procreación, pues el semen se ino-
cula, de manera directa pero asistida, en la vagina de la mujer y no hay
la posibilidad de realizar experimentación alguna (salvo en lo que res-
pecta a la selección, previa a la inseminación, de gametos masculinos).
La segunda busca la unión del espermatozoide y del óvulo, es decir la
fecundación en una probeta, y tiene entre sus objetivos, además, la inves-
tigación humana científica1.
A su vez la FEC presenta variaciones como:
— La transferencia de embriones (TE), es el método por el cual se colo-
ca el cigoto directamente en la pared uterina.
— La transferencia intratubárica de gametos (TIG), que consiste en colo-
car los gametos masculinos y el femenino en la trompa de Falopio,
es decir, en su lugar natural, a fin de que sea allí donde se realice la
concepción.
— La transferencia intratubárica de embriones (TIE), que es una combi-
nación de la TE y la TIG, en la que se practica la fecundación in vitro,
pero el embrión se transfiere directamente a la trompa de Falopio, no
al útero, permitiendo un crecimiento y una anidación natural.
— El método ICSI (inyección intracitoplasmática de espermatozoide) es
una novísima técnica (1996) que permite realizar la fecundación del
óvulo con sólo un espermatozoide, es decir, no existe un grupo de
éstos que estarían pugnando por ingresar al óvulo, dejando al desti-
no a ver quién lo logra, sino que esta técnica busca que únicamente
un espermatozoide con un óvulo (en probeta) logren la fecundación.
Esta técnica permite obtener características más concretas y específi-
cas en la futura descendencia.
1.2.2 Formas utilizadas
Tanto la IA como la FEC pueden ser interconyugal (homóloga), con ma-
terial genético (óvulos y espermatozoides) del cónyuge o conviviente; su-
praconyugal (heteróloga) con material de tercero o cedente; o mixta, rea-
lizada con la mezcla de componentes genéticos de dos o más varones.
La interconyugal no crea mayor problema, pues existe principalmente un

1 Al decir de SOTO LAMADRID, es aquélla que se realiza a través de la manipulación o la inter-


vención directa, existiendo una diferenciación en los términos manipulación genética en sentido
estricto (intervención sobre cargas genéticas) y la manipulación de gametos y embriones (basa-
da en la reproducción).
PRINCIPIOS DE LA REPRODUCCIÓN
71

vínculo matrimonial que le otorga seguridad jurídica a dicha práctica y


sus consecuencias o, como es también caso admitido, el de la unión de
hecho que le ofrece una presunción legal de paternidad al producto de
la concepción.
La segunda, la supraconyugal, crea situaciones en parte nada seguras, ya
que con el cedente se carece de una relación jurídica familiar reconoci-
da para exigirle el cumplimiento de determinadas obligaciones legales
(alimentos), derechos derivados (transmisión sucesoria) o deberes natu-
rales (reconocimiento).
Así, se dice que la reproducción asistida interconyugal es una tera acep-
table, mientras que la supraconyugal ofrece dificultades y crea conflictos.
A pesar de ello, en determinados casos es necesaria, por tanto debe dár-
sele márgenes de permisibilidad.
A efectos de la permisibilidad indicada, sobre esta tera supraconyugal,
Luigi Lombardi2 señala que debe verificarse: a) la infecundidad de la pa-
reja (no superable ni siquiera con la FEC), b) la existencia de un grave
riesgo de transmisión de tara hereditaria, c) que la pareja sea capaz de
adoptar y d) que previamente haya realizado de manera infructuosa un
procedimiento de adopción.
Sin embargo, la utilización y aplicación de las teras (especialmente la
FEC) no siempre van en provecho directo e inmediato de nuestro amigo
Juan, ya que sirven también para canalizar experimentos negativos o ma-
nipulaciones que por su esencia son contrarios a la naturaleza y a la dig-
nidad del ser humano, llevando implícita una presunción de ilegalidad,
contrariando las normas de la paz social, el orden público y las buenas
costumbres.
La técnica de reproducción mixta, también llamada confusa, combinada
o biseminal, es aquella que se realiza mezclando el esperma de Juan con
el de un tercero. La finalidad sería, al parecer, el elevar las probabilidades
de que él sea el padre, o que se establezca una duda acerca de su pater-
nidad dándole una ilusión, o quizás la esperanza de que fue su esperma
y no el del otro el que fecundó el óvulo de su mujer o conviviente.
Esta última técnica es considerada para algunas legislaciones como una
forma de manipulación genética, mientras que para un sector de la doc-
trina es una variante de la técnica heteróloga.

1.3 Derecho, genética y procreación asistida

2 LOMBARDI VALLAURI, Luigi. “Las biomanipulaciones: cuestiones éticas y jurídicas”. En: Persona
y derecho Nº 15. Navarra: Universidad de Navarra, 1986, pp. 95-96.
72 ENRIQUE VARSI R.

La regulación jurídica de las teras, en general, así como la experimenta-


ción científica sobre el hombre, merecen una protección social y una de-
terminación legal inmediata. Los problemas que plantea el desarrollo de
la tecnología al derecho son intrincados y espinosos porque afectan cues-
tiones éticas fundamentales y ponen de manifiesto y en real peligro la
verdadera naturaleza de la vida humana.
Una legislación de este tipo en nuestro medio es de suma urgencia, pues-
to que se comienza a desnaturalizar los principios esenciales de la pater-
nidad, de los derechos del concebido, de la persona y de la familia. Esto
representa actualmente un reto para el derecho nacional que deberá
tener en cuenta que la ciencia cumple la función básica: estar al servicio
del hombre y no el hombre al servicio del desarrollo científico.

2. Marco conceptual
2.1 La reproducción
La reproducción es un fenómeno natural y común de todos los seres vi-
vos, mediante el cual se engendran nuevos individuos. Su objetivo prin-
cipal es perpetuar la especie.
2.1.1 Tipos de reproducción
Existen dos tipos de reproducción:
2.1.1.1 La reproducción asexual
También llamada vegetativa, es aquella que se realiza sin gametos. Los
seres que se producen a través de ella son producto de autorreproduc-
ción. Surgen de un fragmento del cuerpo o de una célula progenitora,
compartiendo el mismo código genético.
Este proceso se da en el reino vegetal (vg. la fresa, la papa, el plátano),
en organismos unicelulares que crecen hasta alcanzar un tamaño y luego
se dividen; en estos procesos no hay embrión (vg. las amebas3), así tam-
bién en algunas especies inferiores del reino animal (vg. las estrellas de
mar, por generación, y las planarias por escisión).

3 MONTAGU, Ashley. Qué es el hombre. Buenos Aires: Paidós, 1950, pp. 32- 33. Analizando los ini-
cios de la vida social toma como ejemplo las amebas, estableciendo que: “Se originan siempre
por división o fusión de una célula. La célula madre se divide para formar dos células hijas,
menores. Sugiero aquí (y hay que confesar con ciertas vacilaciones, ante el aparente riesgo que
encierra semejante proposición) que en ese hecho, en esa etapa temprana, pueden percibirse los
fundamentos u orígenes de la vida social: La relación de las células hijas entre sí y con la célula
madre de la cual se originaron por el proceso de división, gemación o clivaje. Omnis cellula e
cellula: toda célula proviene de una célula”.
PRINCIPIOS DE LA REPRODUCCIÓN
73

Su característica es originar descendientes genéticamente iguales.


2.1.1.2 La reproducción sexual
También llamada animal, se realiza a partir de gametos o elementos pro-
piamente reproductores (espermatozoides y óvulo), es decir, es produc-
to de la fecundación del material genético de dos progenitores de sexos
complementarios, lo que da lugar a la formación de un nuevo ser con un
patrimonio genético propio, único e irrepetible.
Su característica es originar descendientes heterogéneos.

2.2 El inicio de la vida humana y el comienzo de la existencia de la persona


física

La vida tiene una historia muy larga, pero cada uno


de los individuos tiene un inicio bien determinado: el
momento de la concepción.
Jérôme Lejeune
(genetista)
2.2.1 Presentación
Una de las interrogantes básicas en el derecho es la determinación del
inicio de la vida humana.
Este problema no ha sido ajeno a otras ciencias, y ha pasado a ser un
punto técnico-científico que conjuga diversas disciplinas como la embrio-
logía, fisiología, biología y genética, habiendo incluso surgido una cien-
cia, la ontogénesis, que estudia el fenómeno de la concepción.
Al derecho, como ciencia social, le interesa sobremanera la determina-
ción del inicio de la vida, pues su función básica es la regulación norma-
tiva del sujeto de derecho en tanto exista un conflicto de intereses. Pero
no hay un criterio médico definido acerca de este fenómeno, siendo para
algunos un misterio, mientras que para otros no es problema decir que
la vida no se inicia, pues la misma simplemente se transmite.
Quienes sostienen esta última posición alegan que la vida es una conti-
nuidad del proceso de generación, de modo tal que el embrión es una
continuación de la vida presente en el óvulo y en el espermatozoide4.
En efecto, no se sabe cuándo ni en qué momento exacto se produce la
concepción, de ahí que el derecho nacional para dotar de seguridad ju-
rídica a las relaciones personales y familiares ha creado los principios y
presunciones de paternidad establecidos en los artículos 361, 363 (incisos

4 Un criterio bien definido es aquel plasmado por John HARRIS (“In Vitro Fertilization: The Ethical
Issues”. 33 Philosophical Quarterly, 1983, p. 222 y ss.) que dice: “Los gametos son portadores de
74 ENRIQUE VARSI R.

1, 2 y 3) y artículo 402 del Código Civil, de donde deducimos que “la


concepción se produce dentro de los primeros 121 días de los 300 ante-
riores al nacimiento”5.
Esta inquietud acerca del inicio de la vida humana no es reciente, ha sido
una preocupación constante, pero no sólo de las ciencias biomédicas si-
no también de otras disciplinas. Por ejemplo, citando pensadores de la
Iglesia cristiana, san Agustín sostenía que la vida humana comenzaba con
los primeros movimientos fetales intrauterinos, mientras que santo Tomás
de Aquino, por su parte, establecía que la vida humana se iniciaba a los
40 días del retraso menstrual.
Últimamente, esta mentada inquietud se ha intensificado con la aparición
y práctica de las técnicas de reproducción asistida y sobre todo con la
manipulación genética. En este sentido, y para lograr entender el princi-
pio de la vida, es necesario definir algunos lineamientos biológicos refe-
rentes al proceso vital, éstos son: fecundación, concepción, anidación,
inicio de actividad cerebral y nacimiento.
2.2.1.1 Fecundación
Con respecto a la fecundación debemos decir que ésta no se limita a un
acto, sino que es el resultado de todo un proceso biológico.
La fecundación ha sido confundida con la concepción siendo esto erró-

vida mucho antes que la concepción. El óvulo femenino y el semen del varón son ambos célu-
las vivas, células humanas. El óvulo, por ejemplo, sufre un proceso continuo e ininterrumpido
que se desarrolla de generación en generación. No es, pues, la vida la que comienza con la con-
cepción”. Por su lado Clifford GROBSTEIN (The Early Development of Human Embryos J. Med.
& Phil., 1985, p. 234 y ss.) concluye que: “La concepción da origen a una nueva generación desde
el punto de vista genético pero no al comienzo de la vida”.
Cfr. BOZA DIBÓS, Beatriz. “Los adelantos de la ciencia y la permeabilidad del derecho: Reflexio-
nes en torno a la ‘reproducción asistida’”. En: Derecho Nº 45. Lima: PUCP, 1991, p. 96.
Asimismo, el criterio seguido por ORGAZ que establece que es un error significativo confundir
vida humana con persona humana, aceptando que la vida comienza en el momento de la con-
cepción, pero la persona comienza su existencia con el nacimiento.
Cfr. ORGAZ, Alfredo. Personas individuales. 2a. edición. Buenos Aires, 1961.
Por último, indica ÁLVAREZ GARDIOL: “si de vida se trata, deberíamos pensar que vida también
hay antes de la concepción, ya que cada uno de los gametos individual y separadamente antes
de la unión que hace al momento de la concepción, están vivos y son, por tratarse de células
genéticas, portadoras cada uno de células necesarias para que en la unión reproduzcan un ser
humano desarrollado y completo”.
Cfr. ÁLVAREZ GARDIOL, Ariel y Pedro Ramón FIGUEROA CASAS. Anteproyecto de ley. Procrea-
ción humana médicamente coadyuvada. Rosario: fotocopia facilitada por el primer autor, p. 25.
5 RUBIO CORREA, Marcial. El ser humano como persona natural. Lima: PUCP, 1992, p. 19.
PRINCIPIOS DE LA REPRODUCCIÓN
75

neo, ya que son dos momentos biológicos distintos y perfectamente iden-


tificables. El segundo es consecuencia del primero. Lo que sucede, con-
forme dice Videla Escalada, es que “la rapidez de la fecundación implica
ya la concepción instantánea”6.
La reproducción de los metazoarios se realiza por la fecundación y es el
primer período de la vida prenatal. Para que se produzca es necesaria la
presencia de un promedio de 300 millones de espermatozoides en la va-
gina de la mujer, de los que sólo un pequeño número llegará al óvulo y
no todos tendrán la misma capacidad para fecundarlo.
La fecundación empieza cuando el espermatozoide hace contacto con el
óvulo. De inmediato se reconocen sus membranas celulares, determinan-
do que son de la misma especie. Luego, el espermatozoide penetra al in-
terior del óvulo valiéndose de una enzima (hialuronidasa) para perforar
la membrana ovular. Tan pronto como la cabeza del espermatozoide
(desprendido de su cola, que se desintegra) penetra, se produce en la cé-
lula fecundada un bloqueo de su cubierta (membrana de fecundación)
para que no ingrese(n) otro(s) espermatozoide(s), evitando la poliesper-
mia. Después se realiza la primera fusión celular, la de las membranas
que envolvían la cabeza del espermatozoide y del óvulo.
Sobre esta etapa biológica Jérôme Lejeune indica que:
“Si quisiéramos poner un límite al momento en que empieza el ser humano,
no veo más que uno solo, dado por la ciencia actual, y es el siguiente: si se
admite la definición genética del ser humano, decimos que un ser humano
empieza cuando está reunida toda la información necesaria y suficiente para
definir este ser humano, y sabemos que esta información está reunida en el
momento de la penetración de la cabeza del espermatozoide, que cierra la
zona pelúcida, volviéndose hermética a toda penetración de una informa-
ción genética ulterior. Éste es el único punto de partida que nos da la cien-
cia moderna, cuando se cree en la biología molecular...” 7.

La fecundación extracorpórea o in vitro demuestra que el ser humano co-


mienza con la fecundación8.
2.2.1.2 Concepción
La concepción (fertilización o impregnación), donde se van a producir

6 VIDELA ESCALADA: “Principio de la existencia de la persona”. En: Tutela de las personas. Buenos
Aires: Universidad de Buenos Aires, 1993, p. 25.
7 LEJEUNE, Jérôme. En el resumen del coloquio-debate entre los participantes en: Biotecnología y
futuro del hombre. La respuesta bioética (Conversaciones de Madrid). 1a edición. Madrid: Eude-
ma S.A, diciembre 1992, p. 122.
76 ENRIQUE VARSI R.

diversos momentos biológicos, es el resultado de todo el proceso biológi-


co anterior.
Sucede ahora que el óvulo ya no es tal. Ha sido fecundado y está sufrien-
do grandes cambios. Es una célula muy especial que da origen a otras
células, gracias a una serie de divisiones producidas rápidamente. Es una
célula única, puesto que contiene dos núcleos, el del hombre y el de la
mujer, con 23 cromosomas cada uno, con diferente información genéti-
ca. Ambos núcleos diferenciados pueden ser vistos al microscopio.
A este estado se le denomina ovocito pronucleado y dura unas cuantas
horas (de 2 a 4 aproximadamente), lapso en el que los pronúcleos tam-
bién se reconocen. Para algunos autores en este estadio se inicia la vida
al formarse el ovocito (preembrión9).
Luego viene la singamia, es decir el intercambio de información genéti-
ca y la fusión de los dos pronúcleos de las células germinales dando lu-
gar a la formación del cigoto, célula diploide con 46 cromosomas. Esta
fusión se realiza en un proceso que dura de 22 a 23 horas, contadas
desde la concepción. Gustavo Bossert, siguiendo al genetista argentino
Roberto Nicholson, alega que “...la ‘concepción’ del nuevo individuo, y
el inicio de su vida como ser humano, no sucede en el instante de la ro-
tura de la membrana que envuelve al ovocito y la penetración del esper-
matozoide, sino que se produce con la singamia”10.
Asimismo, las II Jornadas Marplatenses de Responsabilidad Civil y Segu-
ros, determinaron en su acuerdo I, despacho A, que:
“A los diversos efectos atinentes a la procreación asistida, incluidos el
congelamiento y tratamiento de embriones, es insuficiente e impreciso
aludir a la ‘concepción’ como momento del comienzo de la existencia del
ser humano. Debe considerarse que dicha existencia no comienza antes de
la ‘singamia’. Ello sin perjuicio de que resulte factible considerar que tal exis-
tencia tiene inicio posteriormente, desde la anidación definitiva del embrión
en la pared del útero” 11 (el subrayado es mío).

Entendemos claramente este criterio. El sentido está en que la clave ge-

8 La declaración oficial del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (14 de fe-
brero de 1983) y la Declaración de la Real Academia de Medicina de España (17 de mayo de
1983), señalan que la vida humana se inicia con la fecundación.
9 También llamado embrión preimplantatorio, se caracteriza por ser el primer momento biológico
del desarrollo uterino del ser humano, y se considera como tal desde la concepción hasta la ani-
dación. Esta etapa biológica corresponde a la fase de preorganogénesis, entendida como el con-
junto de células que por división y evolución progresiva se han desarrollado a partir de una célu-
la originaria.
10 BOSSERT, Gustavo. “Fecundación humana asistida”. En: Derecho civil de nuestros tiempos. Lima:
Universidad de Lima, Gaceta jurídica editores, 1995, pp. 115-116.
PRINCIPIOS DE LA REPRODUCCIÓN
77

nética del individuo (DNA fingerprint), que es el resumen o compendio


de la clave genética de sus progenitores, se origina justamente en el mo-
mento en que se intercambia dicha información, creándose —recién— un
cigoto único, original e irrepetible, con un código biogenético individua-
lizado, un genotipo perfectamente establecido y un genoma en actividad.
Un criterio doctrinario, tomado por Roberto Andorno, refiere “que no es
totalmente exacto decir que el ser humano comienza siempre su existen-
cia con la fusión de los dos gametos, ya que él puede también acceder
al ser por escisión natural (gemelación) o artificial (clonación) de un em-
brión uni o pluricelular”12. Es decir que existen procesos análogos a la
concepción (generadores alternativos de vida), como la clonación, parte-
nogénesis, fusión embrional y la contrafecundación (creación de vida
con gametos de igual especie). Teniendo en cuenta este fenómeno, el
mismo autor señala en nota final: “El congreso de la Sociedad Suiza de
Bioética (1986) proponía reemplazar la expresión ‘la vida humana co-
mienza con su concepción (ordinariamente por fecundación, y extraordi-
nariamente por un proceso equivalente)’”13.
A continuación de la singamia se genera una multiplicación celular, exis-
tiendo la posibilidad de que sea la propia célula germinada la que se di-
vida en 2 o en 3 y consiga continuar su desarrollo completo (totipoten-
cialidad) o que, existiendo esas 2 o 3, procedan a fusionarse en una so-
la14. Por estas razones algunos científicos no comparten la opinión en
cuanto a que en este estado no exista vida individualizada, autorizando
la manipulación genética15.
Sin embargo, en los casos comunes el cigoto se desarrolla según una “ley
de unidad y de totalidad”16 y, conforme va efectuando su recorrido a fin
de llegar al útero —cuyas paredes están listas para recibirlo—, se va repro-
duciendo, segmentando y aumentando celularmente de tamaño (móru-
la), haciendo contacto entre los siete a nueve días de realizada la concep-

11 El derecho privado en la Argentina. Segunda parte. Tucumán: Universidad Nacional de Tucumán,


1993, p. 71.
12 ANDORNO, Roberto. “El embrión humano ¿merece ser protegido? En: Cuadernos de Bioética Nº
15. Santiago de Compostela: 1993, p. 41.
13 Op. cit., p. 47, nota 13.
14 A este proceso biológico anormal suele denominársele quimeras o mosaicos humanos y, como
aclara Gustavo BOSSERT, esto “indica la existencia de personas cuyo origen fue la fusión de dos
cigotos o embriones distintos”. Cfr. del autor citado “Fecundación asistida”. En: Derecho Civil.
Lima: Universidad de Lima, 1989, p. 251.
15 Emanuele LAURICELLA refiriéndose a los estadios primitivos de la vida humana dice: “Ahora
bien, 8 células no son una singularidad, son sustituibilísimas, se pueden dividir, se pueden hacer
de ellas 4 individuos, se pueden hacer 8, se pueden además unir entre ellas (se dice ‘mosaicar’)
78 ENRIQUE VARSI R.

ción (blastocito).
Pero detengámonos un momento en este recorrido para analizar objeti-
vamente qué es la concepción. ¿Acaso no es un proceso biológico en el
que se da inicio y se desarrolla una vida, una vida humana; y que por su
importancia y trascendencia merece un reconocimiento y una protección
legal plena?
Efectivamente. En este sentido lo han entendido muchos autores, quienes
le han otorgado una categoría jurídica a este proceso biológico. Por citar,
Mazeaud17, Borda, Llambías, Arauz Castex y Cifuentes expresan que se
es persona después de la concepción. Santos Cifuentes, aclarando,
sostiene su plena conformidad con la teoría de la concepción, “pero de
la concepción de persona, no de la mera fecundación”18. Por su parte
Carlos Fernández Sessarego establece que como producto de la concep-
ción surge un sujeto de derecho: el concebido.
Por último, John Harris19 sostiene que varias cosas pueden comenzar con
la concepción, ésta puede dar lugar a un quiste, a un tumor, a dos indi-
viduos, o a un futuro ser.
2.2.1.3 Anidación
Al decimocuarto día de la concepción se produce la anidación (em-
brión20) en la matriz endometrial a través de una serie de enzimas y de
pequeñas prolongaciones tentaculares denominadas villi, que se insertan
en el útero. Es aquí donde juristas como Jean Carbonnier, Roberto de

y por ello se puede hacer con más de ellas un solo individuo, ¡¡con 4-8 patrimonios genéticos!!
(Lauricella, Emanuele: “Sterilità e procreazione: l’opinione di un medico”. En: Quaderni di Diritto
Comparato. “La procreazione artificiale tra etica e diritto”, a cura di Gilda Ferrando. Padova: Edi-
tora Cedam, 1989, p. 332.
16 SERRA, A. “La realtà biologica del neoconcepito”. En: La Civilità Cattolica 126/III, 1975, pp. 22-
23.
17 En la primera edición de esta obra (p. 60) consideré que, conjuntamente con otros, estos autores
sostenían que el nacimiento era el punto de partida de la vida humana, criterio que rectifico gra-
cias a la observación del profesor Roberto Andorno, quien en su atenta comunicación del 16 de
mayo de 1997 me indica: “Los hermanos Mazeaud no sostienen que la personalidad comience
con el nacimiento. Por el contrario, afirman que ‘el ser humano adquiere la personalidad desde
la concepción’ (Leçons de droit civil. Tomo IV, 2ème Vol., Sucessions. Libéralités. 4ème. ed. par
A. BRETON , Paris, Montchhretien, 1982, Nº 714). Sólo que entienden que esta personalidad es
condicional, en cuanto está sujeta a un acontecimiento futuro e incierto como es el nacimiento
con vida y viabilidad, exigido por los artículos 725 y 906 del C.C. (H.L. et J. MAZEAUD, F. CHA-
BAS, Leçons de droit civil. Tomo I, Vol. 2, Les personnes Nº 443).
18 CIFUENTES, Santos. “Principio de la existencia de la persona”. En: Tutela de las personas. Buenos
Aires: Universidad de Buenos Aires, 1993, p. 23.
19 Cit. por BOZA DIBÓS, Beatriz. Loc. cit.
PRINCIPIOS DE LA REPRODUCCIÓN
79

Ruggiero y Arturo Valencia Zea alegan que se inicia la vida, ya que el


concebido pasa a ser una porción u órgano de la madre (portio mulieris),
pero no individualizado, sino dependiente. Otros, reconociendo la exis-
tencia de un nuevo código genético en esta etapa, se suman a esta teoría
sosteniendo que durante el proceso previo a la definitiva anidación el ci-
goto puede también fisionarse “y en vez de ser 1, ser 2 o 3”21, fusionar-
se “esos 2 o 3 juntarse en 1” o puede ser expulsado, por lo que carece
de una expectativa plena y segura de vida.
Dentro de esta misma corriente Simo Sevilla22 nos ilustra estableciendo
que a aquéllos que se suman a la teoría de la anidación, no les importa
establecer si las células del cigoto son humanas y representan una nueva
vida, lo importante para ellos es más bien determinar en qué momento
aparece un nuevo individuo; añadiendo claramente Lacadena Calero: “la
individualización viene avalada por dos propiedades: la unicidad (ser
único e irrepetible) y la unidad (ser una sola cosa)”23.
Como quiera que hasta el decimocuarto día se pueden formar gemelos
monocigóticos (genéticamente idénticos, producto de la fisión de un ci-
goto) y de quimeras (individuos procedentes de dos fecundaciones dis-
tintas, por fusión de los cigotos), que contradicen los principios de unici-
dad y unidad, respectivamente, es entonces con la anidación cuando es-
tá definitivamente individualizado el ser humano24.
Hay, pues, quienes sostienen que aparte de la fusión nuclear debe exi-
girse la pérdida de totipotencia del germen (transformación en individuo)
para poder establecer la existencia de vida humana25.
En base a estos argumentos es que Zimmerman y Becker indican: “según
el estado actual de la teoría alemana del derecho y según la opinión rei-
nante, el embrión como nasciturus está provisto de capacidad jurídica li-

20 También llamado embrión postimplantatorio, se caracteriza por ser el segundo momento biológi-
co del desarrollo uterino del ser humano, y se considera como tal desde la anidación. Su duración
es de 70 a 80 días o 2 meses y medio. Esta etapa biológica corresponde a la fase de organogé-
nesis, en la que se forman los órganos humanos.
21 CIFUENTES, Santos. Op. cit., p. 22.
22 SIMO SEVILLA, Diego. “La medicina moderna de la procreación en el derecho de familia y en el
derecho sucesorio”. Ponencia presentada al XXI Congreso Internacional del Notariado Latino.
Berlín, 1995. España: Consejo General del Notariado, 1995, p. 43.
23 Diario de Sesiones del Congreso de Diputados, II legislatura, Nº 357, pp. 10.919 y ss. Cit. por
SIMO SEVILLA, Diego. Loc. cit.
24 SIMO SEVILLA, Diego. Loc. cit.
80 ENRIQUE VARSI R.

mitada en el sentido civil, recién a partir de la anidación”26.


Por último, y para rebatir las tesis reinantes de la anidación, otros añaden
que hasta el indicado decimocuarto día el preembrión puede degenerar
y formar una mola hidatiforme (estructura premaligna de células indefe-
renciadas) 27, por lo que no podemos hablar de la existencia de un indi-
viduo ni mucho menos de vida humana.
2.2.1.4 Inicio de la actividad cerebral
Por otro lado, como bien refiere Carlos Fernández Sessarego28, cierto sec-
tor médico hace depender el surgimiento de la vida humana a partir del
instante en que se inicia la actividad cerebral, esto es entre los 43 y 45
días contados desde la fecundación.
Este criterio médico podemos identificarlo en dos grandes grupos: uno,
que determina el inicio de la vida con la aparición de la cresta neural o
línea primitiva, que significa la aparición del sistema nervioso central
como estructura esencial para el despliegue espiritual y relacional29; y
otro, más radical, que sustenta que puede hablarse de vida humana
recién con la aparición del sistema nervioso central (tercera semana de
gestación) o el comienzo de la fusión del tubo neural (día 36), cuando
aparece la reacción al dolor30.
Quienes sostienen este criterio, del inicio de la actividad cerebral, lo ale-
gan en base a un argumento deductivo y lógico: si el fin de la persona se
da con el estado irreversible de las funciones cerebrales (encefalograma

25 LANZ-ZUMSTEIN: La situación jurídica del germen humano sin fecundar. Hamburgo, 1990, p.
281; COESTER-WALTJEN. “Peritaje B”, en ocasión de la 56º Convención Alemana de Juristas, p.
B 103. Cit. por ZIMMERMANN, Stefan y Michael BECKER. “La medicina reproductiva moderna y
sus efectos en el derecho familiar y hereditario”. Ponencia presentada al XXI Congreso Interna-
cional del Notariado Latino. Berlín, 1995. Berlín: Bundesnotarkammer, 1995, p. 133.
26 Op. cit., p. 135.
27 Loc. cit., nota 110.
Este autor pone como referencias bibliográficas las obras de: PALACIOS ALONSO, Marcelo:
— Biolegislación española y Consejo de Europa. Analogías. Gijón: Editorial Stella, 1989, p. 50.
— Reproducción asistida. Discurso y recurso. Gijón: Editorial Stella, 1990, pp. 93-109.
Para Vila-Coro la mola hidatiforme “es la degeneración patológica de un óvulo o placenta que se
resuelve en forma tumoral”. Aclarando que “después de una fecundación aparentemente normal
se descubre que el pronúcleo materno ha desaparecido y hay dos lotes de cromosomas pater-
nos” (vid. VILA-CORO BARRACHINA, María Dolores. Introducción a la biojurídica. Madrid: Uni-
versidad Complutense, 1995, p. 48).
28 Cfr. FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. “Tratamiento jurídico del concebido”. En: Nuevas tenden-
cias en el derecho de las personas. Lima: Universidad de Lima, 1990, p. 65, nota 3.
29 Vid. PALACIOS ALONSO, Marcelo. Biolegislación... Op. cit., p. 50. Cit. por SIMO SEVILLA, Diego.
Op. cit., p. 44.
PRINCIPIOS DE LA REPRODUCCIÓN
81

chato, lineal o plano) entonces la vida humana se inicia con la actividad


cerebral. Sin embargo, la neurobiología se ha encargado no de desmen-
tir sino de amenguar los ánimos de quienes siguen esta corriente, al po-
ner en conocimiento que en las primeras fases del desarrollo embrionario
existen células con actividad nerviosa y aún más, determinado grupo de
células son las que llevarán el mensaje para formar, a los pocos días de
la concepción, el sistema nervioso y, posteriormente, el cerebro.
Los partidarios de estas corrientes esgrimen el hecho de que el nuevo ser
(feto31) cuenta ya con una individualidad mental y una inteligencia
potencial que lo hace acreedor a considerársele un ser humano en for-
mación.
2.2.1.5 Nacimiento

Nacer no es sino como comenzar a morir.

Como parte final del proceso de evolución intrauterina32, y dando cum-


plimiento al ciclo vital, “nace un ser humano estructurado aproximada-
mente por doscientos billones de células, que se han multiplicado y
especializado a un promedio de cinco mil millones de células por sema-
na”33.
El nacimiento, como etapa biológica del parto34, determina el hecho de
la separación del feto del cuerpo de la madre.
Autores como Josserand, Messineo, Trabucchi, Barbero, Castán Tobeñas,
Albadalejo, Ripert, Boulanger y Lacruz Berdejo, siguiendo los preceptos
de la religión judía y a los antiguos griegos, sostienen que el nacimiento
es el punto de partida de la vida humana. Antes, el concebido se con-
funde biológicamente con la madre (pars viscerum matris); por tanto, se

30 Éste es un criterio ético reciente que va extendiéndose y desplazando a la dignidad humana por
el hecho de la sensibilidad vital. Ejemplificando, hay quienes contemplan insensibles y con
indiferencia la destrucción de embriones humanos y, sin embargo, se estremecen por el
apaleamiento de un perro o la lidia de un toro (Cfr. SANCHO REBULLIDA, Francisco de Asís. “Los
estudios previos y las líneas previsibles de la futura regulación española”. II Congreso Mundial
Vasco. En: La filiación a finales del siglo XX. Madrid: Trivium, 1988, pp. 99 y ss.
31 Es el tercer momento biológico del desarrollo uterino del ser humano, y se considera como tal
desde el comienzo de la novena semana o 3 meses, después de la fecundación, hasta el naci-
miento.
32 Dicho proceso, comúnmente conocido como gestación, es de 40 semanas (280 días o 10 meses
lunares), plazo que se cuenta desde la fecha del inicio de la última menstruación de la gestante.
Normalmente la ovulación se presenta 14 días después del inicio del período menstrual, fecha
aproximada en que se produce la fecundación, por ello es que algunos consideran que la
gestación dura 38 semanas.
33 ÁLVAREZ GARDIOL, Ariel y Pedro Ramón FIGUEROA CASAS. Op. cit., p. 20.
82 ENRIQUE VARSI R.

es persona desde el nacimiento.


Si bien es del todo cierto que el cigoto depende biológicamente de la
madre (inclusive post partus, cuando ya es persona), esta dependencia
es sólo extrínseca y relativa, no pudiéndose negar que el nuevo ser tiene,
desde la concepción, una autonomía genética que sí es absoluta.
Al parecer la discusión acerca del origen de la vida terminaría aquí, con
el nacimiento, pero no es así. A todo lo anteriormente indicado podemos
agregar una pregunta: ¿en qué momento se produce el nacimiento? Aquí
surgen distintas posiciones. Algunos sostienen que el nacimiento se pro-
duce con las contracciones; otros con la aparición del feto por las entra-
ñas de la madre, o cuando ha salido totalmente; algunos alegan que una
vez cortado el cordón umbilical o cuando el recién nacido lanza su pri-
mer gemido. Todos y cada uno de estos momentos fueron discutidos tan-
to por científicos como por juristas a fin de determinar el momento preci-
so del nacimiento.
A mi entender el nacimiento se produce cuando la criatura ya no se en-
cuentra unida fisiológicamente a su madre, esto es, en el momento exac-
to en que se realiza el corte del cordón umbilical.
En nuestra legislación nacional, el nacimiento determina una categoría ju-
rídica fundamental. A través del nacimiento el sujeto de derecho, deno-
minado concebido, pasa a ser persona, específicamente, persona natural.
Finalmente, existe una corriente estricta y exigente en cuanto al atributo
de vida que requiere la posibilidad de desenvolvimiento vital fuera del
útero.

2.2.2 Análisis conclusivo


Todas y cada una de las etapas vitales anteriormente citadas —que quizá
por su carácter científico escapa a nuestros conocimientos— son hechos
biológicos y a la vez jurídicos. Es en este sentido que el derecho le pres-
ta especial importancia a dos de los momentos biológicos indicados: a la
concepción y al nacimiento, habiendo creado hipótesis legales y supues-
tos de hecho para su protección y seguridad.
El primero, la concepción, otorga una calidad, ser sujeto de derecho es-
pecial; y el segundo, el nacimiento, condiciona la existencia de una rela-
ción jurídica patrimonial con el concebido (el que, para su atribución, de-
be nacer con vida).

34 El proceso biológico del parto se compone de las siguientes etapas: contracciones musculares,
dilatación de la cérvix, expulsión, nacimiento y, finalmente, extracción de la placenta.
PRINCIPIOS DE LA REPRODUCCIÓN
83

De todo lo expuesto, debemos estar completamente seguros de algo, y


es que lo que suceda luego de la fecundación es simplemente un proce-
so único e irreversible, sustentado en la evolución y continuidad de un
desarrollo vital que termina exclusivamente con la muerte de la persona,
y es a ésta, como protagonista y animadora principal del derecho, a la
que debemos reconocer y proteger desde su inicio y formación.
CAPÍTULO IV

La clonación

1. Introducción
Como veremos, la clonación está vinculada con el proceso biológico de
la gemelación. Esto es, el clon no es otra cosa que un gemelo y sobre és-
te mucho se ha hablado, supersticiosa o tergiversadamente, a lo largo de
la historia, vinculándolo con hechos o acontecimientos sobrenaturales.
De manera precisa las doctoras Mandelbaum y Plachot, al estudiar el
tema de la duplicación del embrión o la gemelaridad provocada, nos ilus-
tran con una narrativa pulcra y detalles exquisitos, que preferimos repro-
ducir excepcionalmente de manera fiel, cómo han sido tratados los ge-
melos en la mitología y en los pueblos primitivos.
En efecto, las citadas investigadoras señalan lo siguiente:
“Como ha mostrado J. de Grouchy en su libro Jumeaux. Mosaïques, Chimè-
res [gemelos, mosaicos, quimeras], crecer, vivir con su doble perfecto ha si-
do, según las épocas, obra de los dioses o del azar.
Los gemelos ocupan un lugar escogido en la mitología. Desde los tiempos
más antiguos se han visto rodeados por un aura sagrada.
En el antiguo Egipto, se veneraba la placenta real como gemelo del faraón.
Los dioses gemelos eran venerados por los babilonios y los asirios, que los
situaron en las constelaciones astrales.
En el mundo grecorromano, los ejemplos de dioses y de héroes gemelos son
innumerables: Cástor y Pólux, Apolo y Diana, Rómulo y Remo, etc.
Desde siempre, los gemelos han inspirado un sentimiento de temor, y han
evocado la magia, buena o mala. Encontramos esta actitud ambigua en las
civilizaciones antiguas del Oriente Medio, de la cuenca mediterránea y de
otros lugares.
Los nacimientos de gemelos se atribuyen a fuerzas sobrenaturales, y susci-
tan reacciones muy diversas, que van del terror a la alegría, pasando por la
repugnancia, la sospecha, la perplejidad. Por otra parte, la práctica de matar
a uno de los gemelos estaba extendida entre los esquimales, los aborígenes
de Australia, algunas tribus de África y los indios de América.

[85]
86 ENRIQUE VARSI R.

En las islas del Pacífico y en el sur de la India, la hostilidad se dirigía sobre


todo a los gemelos de sexos opuestos. Se los acusaba de haber violado, en
el seno de su madre, el sacrosanto tabú del incesto. En Bali, donde los dio-
ses y los presagios regulan aún hoy la vida cotidiana, el nacimiento de ge-
melos de sexos opuestos se consideraba, hasta hace cincuenta años, como
un presagio muy malo que exigía laboradas purificaciones, que podían lle-
gar hasta lavar las estatuas de los dioses mediante un baño ritual en el mar.
Otro motivo de la repugnancia respecto a los gemelos es que su madre se
asemejaba a las hembras de los animales que tienen varias crías por parto.
Pero, sin duda, la hostilidad respecto a un parto múltiple proviene de la
creencia, profundamente enraizada, en la superfetación o doble paterni-
dad. Muchas poblaciones piensan que uno de los niños, el que nació pri-
mero, fue engendrado por el padre legítimo, y el segundo por un demo-
nio, un hechicero, un animal, un dios, o más sencillamente, por adulterio.
Pero, afortunadamente, no todos los gemelos son rechazados. También pue-
den ser acogidos con alegría, o simplemente respetados como entre los in-
dios mohave o en Níger. Podríamos multiplicar, de esta guisa, los ejemplos
de ritos que asocian la gemelaridad con la fecundidad. Los gemelos son los
emisarios del dios todopoderoso que, por su virilidad inextinguible, es ca-
paz de fertilizar dos veces, no sólo a las mujeres, sino también la tierra y los
animales” 1.

Este interesante esbozo cuasi histórico determina cómo la clonación, co-


mo proceso biológico natural generador de gemelos, ha marcado pautas
importantes en la humanidad en general estableciendo criterios, pensa-
mientos y formas de actuar en aquellas personas vinculadas a este fenó-
meno.

2. Etimología y noción

El Diccionario de la Lengua Española define al clon del siguiente modo:


“clon. (Del griego ξλδυ, retoño) M. Estirpe celular o serie de individuos plu-
ricelulares nacidos de ésta, absolutamente homogéneos desde el punto de
vista de su estructura genética; equivale a estirpe o raza pura” 2.

La investigadora Elena García de Guinea3 indica que el término clon vie-


ne del griego brote y es utilizado para calificar cualquier organismo des-
cendiente engendrado asexualmente (sin fecundación) y cuya informa-
ción genética procede de un solo progenitor, no de la combinación de

1 MANDELBAUM, J y M. PLACHOT . La generación probeta. Barcelona: Urano, 1993, pp. 254-256.


2 Op. cit., p. 491.
3 Revista Muy Interesante. Año 2, Nº 2, p. 37. A su vez, puede consultarse el Reporte del Consejo
para la ciencia y la sociedad, citado por Rodolfo RAMOS. Fecundación asistida y derecho. Buenos
Aires: Editorial Juris, 1992, p. 22.
CLONACIÓN
87

los genes del padre y de la madre, por lo que viene a ser una copia exac-
ta de su original biológico.
Esta noción concuerda con la de Pierre Gaspar 4, quien refiere que el clon
es una población de células genéticamente idénticas a un antepasado co-
mún.
Fernando Monge dice que clonación “deriva de la palabra inglesa clone
(grupo de individuos generados asexualmente a partir de otro individuo
generado a su vez sexualmente...)” 5; por su parte José Luis Reissig esta-
blece que:
“Un clon (anglicismo, derivado de ‘clone’ e incorporado ya en algunos dic-
cionarios hispanos) es una colección de organismos todos iguales obtenidos
por reproducción asexual de un reciente antepasado común (...). En inglés
ha sido necesario inventar un verbo ‘to clone’ (que aquí traducimos clon-
ear) para referirse a la operación de producir clones” 6.

En sentido estricto, el clon es el conjunto de células que surgen de una


célula precursora (progenitora o madre) por división de ésta. También es
el grupo de organismos de idéntica constitución genética que procede de
un individuo mediante multiplicación asexual.
Etimológicamente debemos entender por clónicos a los “individuos ge-
néticamente iguales”7 siendo el clon, por ende, el doble perfecto de un
ser, toda vez que posee el mismo código genético de su progenitor.

3. Denominación

En el campo técnico la clonación ha recibido diversas acepciones, tales


como la llamada autorreproducción, reproducción en serie, partenogé-
nesis, gemelaridad provocada, clonización, clonismo, fisión gemelar o es-
tandarización humana. En el campo científico se prefiere el término “clo-
namiento”8, mientras que en el campo periodístico (ut vulgum dicitur) se
le ha hecho conocer como aquel proceso tendente a crear seres réplicas,

4 GASPAR, Pierre. Medicina y Salud. Tomo VI. Buenos Aires: Hispanoamérica Editores S. A., 1981,
p. 173.
5 MONGE, Fernando. Op. cit., p. 159. Este autor recomienda la cfr. con The Oxford Ilustrated
Dictionary.
6 REISSIG, José Luis. La genética y la revolución en las ciencias biológicas. 5a. edición. Washington
DC: OEA, 1983, pp. 50-51.
7 SANTOS RUIZ, Ángel. Instrumentación genética. Madrid: Editorial Palabra S. A., 1987, p. 113.
8 MESA REDONDA: “Clonamiento: Estado del avance científico y sus implicancias biológicas”, or-
ganizado el 8 de abril de 1997 por el Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Ciencia y Tec-
nología, Facultad de Ciencias y Filosofía de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
88 ENRIQUE VARSI R.

hombres duplicados, hombres pares, clonificación o aislamiento de em-


briones, sosias genéticos y hasta se ha humorizado su denominación con
lo de “fetocopias” 9.

4. Concepto

Es una forma de reproducción biológica, al igual que la fecundación,


producida por la enucleación y transferencia, la fisión o la activación nu-
clear (natural o asistida) de un embrión.

5. Definición

Si bien la palabra clonación ha sido reconocida por la Real Academia Es-


pañola como la “acción y efecto de clonar”10, es didáctica y clara la de-
finición de Elio Sgrecia cuando refiere que “la clonación consiste en la
‘reproducción’ de dos o más individuos genéticamente idénticos”11.

6. Tipos de clonación
6.1 Clonación natural
Es aquella producida por la propia naturaleza. Se da cuando una célula
se divide, por el proceso de fisión, proporcionando a la nueva célula los
elementos metabólicos y fisiológicos necesarios para permitirle su indi-
vidualidad e independencia.
El caso típico en la reproducción de los seres humanos es aquél de los
gemelos univitelinos. Éstos, que por estadística nacen en un porcentaje
mínimo12, son clonados por la naturaleza, puesto que se forman cuando

9 Revista Cambio 16 Nº 1147, del 15 de noviembre de 1993, p. 10.


10 Ibídem.
11 SGRECIA, Elio. Manuale di bioetica. Milano: Editoriale Vita e Pensiero, 1989, p. 326.
12 Sobre este punto es necesario absolver las siguientes preguntas:
1. ¿Qué porcentajes de gemelos nacen anualmente en el mundo?
Según Williams: 0,4%
Según Schawares: 0,8%
Según Cifuentes: 0,9 a 0,3%
2. ¿Cuántos de ellos nacen siameses?
Uno de 60.000 embarazos (0,0016 %).
Uno de cada 240 gemelos (0,41 %).
CLONACIÓN
89

el cigoto, en vez de seguir su desarrollo, se divide13 y da lugar a otro ci-


goto (en este caso a un gemelo) con el mismo genotipo14. Sin embargo,
como dice el director del Centro de Bioética de la Universidad de Minne-
sota doctor Arthur Caplan, son resultados de accidentes15.
6.1.1 Naturaleza jurídica
Es un hecho jurídico involuntario y lícito realizado de manera natural en
la etapa biológica de la fecundación.

6.2 Clonación artificial

Nota: Las consultas fueron realizadas por Federico CASAS MACHADO a los siguientes autores:
Williams, Schawares y Cifuentes: Estadísticas ginecológicas, y las referencias fueron obtenidas del
Centro Médico Naval del Perú.
13 La división del cigoto en un embarazo gemelar, en casos realmente excepcionales, se ve altera-
da por razones aún desconocidas, de manera tal que uno de los embriones se desarrolla más
rápidamente que el otro, terminando por incorporarlo a su cavidad abdominal. Es decir, el feto
nace con su gemelo dentro de sí. Este caso es conocido científicamente con el nombre de fetus
in fetu, que no es otra cosa que una clonación frustrada.
Un hecho como el descrito sucedió en Lima el 28 de marzo de 1995 y fue atendido en el Hospital
Rebagliati. El médico encargado de este caso, doctor Agustín Broncano, refirió: “En un embara-
zo gemelar, el óvulo fecundado por el espermatozoide se separa hasta convertirse en dos en un
proceso gradual de dicotomización que da como resultado a dos bebés con iguales características
físicas e igual sexo. En este caso no se llegaron a separar y mientras una de las bebés se desa-
rrollaba muy lentamente, la otra lo hacía a una mayor velocidad. A tal punto que, finalmente, ter-
minó incorporando en su cavidad abdominal al feto de la que hubiera sido su hermana gemela
(...) el feto siguió viviendo dentro del cuerpo de la hermana, pues conectado a través de sus arte-
rias al tronco celiaco y la aorta, lograba alimentarse” (Vid. “¿Qué sucedió en el vientre?”. En: El
Comercio. Sección A. Lima, 31 de marzo de 1995, p. 8).
El feto que no terminó su desarrollo pesaba cerca de 800 gramos, distribuidos en 17 centímetros
de largo, 15 de ancho y 10 de espesor, y estaba destinado a morir pues tenía graves alteraciones
congénitas: “era una masa amorfa que al extraérsele de la membrana mostraba un esbozo de bra-
zos con unos deditos en los extremos (...). Los médicos lograban distinguir en esta masa que
tenía por cuerpo, la columna, los riñones y parte del aparato digestivo. Tenía órganos cerebrales,
pero no contaba con una cavidad encefálica para cubrirlos. Su corazón latía, a pesar de tener dos
cavidades en lugar de cuatro y estar separado del cuerpo donde se había desarrollado (...).
Fueron 15 minutos los que continuó latiendo solo con ritmo de vida gracias al llamado ‘automa-
tismo cardíaco’, que permite a este órgano seguir funcionando sin recibir orden alguna del cere-
bro”. Vid. PINILLA CISNEROS, Jimena. “Operación duró tres horas y media”. En: Loc. cit.
Asimismo, Cfr. “En el Hospital Rebagliati nace una bebé con un feto en su vientre”. En: Op. cit.,
p. 1. PINILLA CISNEROS, Jimena. “Dentro de diez días podrá dejar el hospital niña que nació con
un feto en el vientre”. En: Op. cit. Sección A. Lima: 2 de abril de 1995, p. 18.
14 Este proceso, conocido también como fisión embrional, es una forma de reproducción biológi-
ca, al igual que la fecundación, que debe distinguirse de la fusión embrional, esto es cuando dos
embriones se unen o funden dando lugar a un solo embrión (Cfr. MONGE, Fernando. Op. cit.,
pp. 142-150 y 176-177, figuras 6 y 7, respectivamente).
15 Revista Cambio 16 Nº 1147, del 15 de noviembre de 1993, p. 11
90 ENRIQUE VARSI R.

Es aquella producto de la voluntad del hombre a través de la manipula-


ción del material genético.
En este caso, la fecundación se realiza asistidamente de manera extra-
corpórea y atípica, logrando engendrar un ser asexualmente, cuya prin-
cipal característica es tener un código genético compartido con su geni-
tor.
6.2.1 Naturaleza jurídica
Es un hecho jurídico voluntario e ilícito realizado a través de una mani-
pulación genética16 en la etapa biológica de la fecundación.
No es un acto jurídico, pues su fin es ilícito al dañar los derechos del ser
humano, lo que le limita esta categoría.
Para algunos científicos y estudiosos de la clonación ésta no es una ma-
nipulación genética propiamente dicha, ya que no existe alteración del
ADN ni de los genes. No hay desconfiguración del genoma y esto, como
hemos visto, es del todo cierto.
De esta manera se pronuncia Romeo Casabona indicando que:
“La clonación en cuanto tal, como procedimiento de soporte de las técnicas
de reproducción asistida (por ejemplo para la obtención de más embriones
preimplantatorios cuando es difícil de obtener óvulos de la paciente; o si se
separan una o varias células del cigoto —totipotente— para efectuar un diag-
nóstico genético) no es en sí misma rechazable, puesto que no implica nece-
sariamente manipulaciones genéticas, sí lo sería, por el contrario, si se ma-
nipula el ADN con fines selectivos para dar lugar a continuación a seres
idénticos, y también si se reservan embriones in vitro congelados para im-
plantarlos después del nacimiento del primer individuo surgido de ese con-
junto de clones, haya fallecido o no”17.

16 Ernst-L. WINNACKER refiere que la clonificación, como él la llama, no es una técnica que se
derive de la ingeniería genética sino una forma de manipulación genética, conforme intuimos del
siguiente texto: “Tampoco el aislamiento de embriones humanos tiene algo que ver con la inge-
niería genética, ya que genéticamente no se modifica en ningún momento a esos embriones, y
sus sustancias hereditarias ni siquiera han sido tocadas. Si muchos científicos se han opuesto
decididamente a esos experimentos de clonificación, ha sido porque con ellos se ha traspasado
un tabú, se ha revocado inadmisiblemente un consenso general. Por cierto, esos experimentos
han servido sólo para mejorar los métodos de fecundación in vitro, y son admisibles éticamente;
pero al mismo tiempo, esa técnica de tratamiento de embriones humanos es en principio el
primer paso para la así llamada ‘terapia genética’, es decir, la intervención directa en el material
hereditario de espermatozoides u óvulos humanos. Debido a las incertidumbres que conlleva esa
tecnología para nuestros descendientes —no solamente debido al estado actual de las ciencias—,
soy de la opinión de que una tecnología semejante es absolutamente inaceptable, y de hecho, la
clonificación está absolutamente prohibida en Alemania” (vid. “La ingeniería genética. ¿Una
nueva fórmula mágica de la medicina moderna, o bien un riesgo incalculable?”. En: Deutschland
Nº 1. Alemania: Frankfurtern Societäts-Druckerei GmbH, febrero, 1995, p. 44).
CLONACIÓN
91

Pero si lo analizamos desde otro punto de vista, menos técnico pero más
realista, veremos que la clonación transgrede de manera directa las leyes
de la naturaleza y la dignidad del hombre, pues realiza de manera cien-
tífica lo que la naturaleza humana no hace (autorreproducción o parteno-
génesis) o que realizándola ésta es excepcional (fisión gemelar) presen-
tándose, de esta manera, como una experimentación negativa o perjudi-
cial, lo que la calificaría como una manipulación.
En todo caso, podríamos decir que no hay manipulación interna pero sí
externa. Y esta pregunta aclarará el problema: ¿acaso no se está traba-
jando, y en exceso, con la enucleación y transferencia nuclear o fisión
embrional? Indiscutiblemente, sí.
Por ello asumimos que la clonación es una forma de manipulación del
genoma que no altera su contenido pero sí su determinación, estructura
y fines propios. En todo caso es una discusión que ataca la terminología
pero en nada afecta su concepto, el daño directo que la misma causa.
En nuestro sistema jurídico no es un delito, al no estar tipificado, a pesar
de ser una conducta (un hacer, comisión) ilícita (dolosa) que causa un
daño en la esencia del hombre al violar, lesionar o hacer peligrar bienes
jurídicos básicos tanto del ser humano como de la humanidad.
Puede ser catalogable como un daño sui géneris18 enmarcado dentro de
la teoría del daño genético.

6.2.2 Antecedentes y aspectos técnicos


Ya en el año 1890, el médico francés Emilio Roux (discípulo de Pasteur)
empezó sus investigaciones acerca de la clonación, las que no tuvieron
mayor resonancia.
En 1935, el zoólogo alemán Hans Spemann recibió el premio Nobel al
conseguir el nacimiento de una salamandra mediante un óvulo manipula-
do. Las teorías de embriología de Spemann determinaron los fundamen-
tos de la clonación, estableciendo que cada célula, en el instante previo
a su división, saca una copia exacta de su dotación cromosómica para
que las células hijas posean un juego completo de cromosomas. Esto im-
plica que las células hijas compartan entre sí y con la célula progenitora

17 ROMEO CASABONA, Carlos María. Bogotá: Universidad Externado de Colombia, Centro de


Estudios sobre Genética y Derecho, 1996, p. 302.
18 Para una visión clara y actual de la clasificación de los daños vid. FERNÁNDEZ SESSAREGO,
Carlos: “Hacia una nueva sistematización del daño a la persona”. En: Cuadernos de Derecho Nº
3. Lima: Centro de Investigación de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad
de Lima, pp. 28-37.
92 ENRIQUE VARSI R.

una identidad genética total y plena.


En otras palabras, Spemann determinó en el campo teórico y práctico
que a partir de cada célula puede formarse un organismo completo19.
6.2.3 Formas de clonación artificial
Actualmente la clonación puede realizarse de tres formas:
6.2.3.1 Autorreproducción
Es conocida también como clonación por transferencia de núcleos20 o
clonación de origen somaclonal21.
El futurólogo Alvin Toffler, refiriéndose al progreso de la biología mole-
cular y la genética, alude que:
“Una de las posibilidades más fantásticas es que el hombre podrá hacer
copias exactas de sí mismo. A través de un procedimiento de cloning será
posible obtener, del núcleo de una célula adulta, un nuevo organismo que
tenga las características genéticas de la persona que suministra aquel núcleo
celular. La ‘copia’ humana resultante iniciará la vida con un caudal genético
idéntico al del donante, aunque las diferencias culturales alteren después la
personalidad o desarrollo físico del clone” 22.

En un principio, en el ámbito jurídico, se entendió por clonación aquel

19 “El trabajo de Spemann consistió en descubrir que las células de un embrión, antes de espe-
cializarse para llegar a ser una parte concreta del ser vivo en formación, se dividen. A causa de
esa división, las células duplican su dotación de cromosomas, como si realizaran una especie de
‘back up’ que será traspasado a las células hijas para que también ellas puedan portar la infor-
mación genética de su especie, exactamente igual a la de la célula progenitora.
El experimento no se detuvo allí. Spemann se propuso lograr que esas células duplicadas se ais-
laran y se desarrollaran aparte, de esta manera el organismo que naciera de ellas sería idéntico
a aquel del que surgieron. Sin embargo, aun cuando logró aislarlas, la muerte de todas ellas fue
inevitable. ¿Qué ocurrió? La causa de dicho fracaso estaba ubicada en el citoplasma, la sustancia
nutritiva en la que navega el núcleo celular y que permite que la célula continúe su vertiginosa
división (o mitosis) hasta formar un nuevo organismo.
Spemann encontró la clave: tras un determinado período de tiempo, el citoplasma sufría tal trans-
formación que era incapaz de permitir esa mitosis en su seno. La solución que el zoólogo encon-
tró marcó un hito decisivo en la historia de la manipulación genética: extrajo los núcleos de los
óvulos fecundados recientemente e introdujo en su lugar núcleos de otras células en estado de
división más avanzado. Así, la mitosis se activó nuevamente y el sueño de Spemann de crear un
ser vivo con idénticas características a otro se hizo realidad”.
(Cfr. FARFÁN S., Guillermo. “Clonación: tecnología vs. ética”. En: PC World Perú Nº 91, revista de
El Comercio. Lima, 7 de junio de 1995, pp. 63-64).
20 LÓPEZ MORATALLA, Natalia y otros. Deontología biológica. Navarra: Universidad de Navarra,
1987, p. 364.
21 HIGUERA GUIMERÁ, Juan Felipe. “Consideraciones jurídico-penales sobre conductas de clona-
ción en los embriones humanos (II)”. En: Revista de Derecho y Genoma Humano Nº 2, 1995, p.
94.
CLONACIÓN
93

procedimiento técnico tendente a autorreproducir a un ser humano. Es


decir, con las células somáticas —no el esperma ni óvulos— de un indi-
viduo lograr una fecundación in vitro y luego de implantado el cigoto en
un vientre para su gestación, se obtendría el nacimiento de un ser idén-
tico a quien cedió la célula.
Aquella idea primigenia de la clonación es mencionada por María
Dolores Vila-Coro cuando nos dice: “La posibilidad de sustituir en un
embrión su propio núcleo por el de otra persona, con el fin de repro-
ducir un ser idéntico al donante, resulta una actitud caprichosa”23.
Asimismo, Luigi Lombardi Vallauri, considerando la clonación o fecun-
dación asexuada como la “hipótesis más impresionante”24 de la fecun-
dación, nos dice que es aquella mediante la cual con un núcleo completo
de una célula somática masculina o femenina se obtendría un calco
biológico del donante. En este mismo sentido, Miguel Ángel Soto Lama-
drid indica que la clonación como “...manipulación químico celular nos
permite obtener individuos idénticos a partir de un solo sujeto”25. En
nuestro medio, Carlos Cárdenas Quirós establece que la clonación:
“Consiste en extraer del óvulo fecundado el núcleo que es donde se en-
cuentra el código genético y sustituirlo por el de cualquier otra célula del
cuerpo que tenga una dotación cromosómica completa, de tal modo que el
nuevo ser engendrado será idéntico al donante de la célula que sustituye el
núcleo del óvulo fecundado”26.

Al respecto, analicemos dos casos de este proceso de fecundación atípi-


ca:
— En el caso de realizarse el clonaje de células masculinas se requerirá
de un útero que anide al nuevo ser y que permita su gestación. En
este caso la mujer que ceda su vientre adquirirá la situación sólo de

22. TOFFLER, Alvin. El “shock” del futuro. 4a. edición. Barcelona: Plaza & Janés Editores S. A., 1988,
pp. 244-245. Asimismo, vid. del mismo autor La tercera ola. 7a. edición. Barcelona: Plaza & Janés
Editores S. A., 1981, específicamente en sus pp. 152, 153 y 216.
23 “Aspectos jurídicos de la fertilización in vitro”. En: Boletín del Ilustre Colegio de Abogados de
Madrid. Revista Jurídica General Nº 1. Madrid: Gráfica Aragón S.A., enero-febrero, 1985, p. 75.
24 “Las biomanipulaciones: cuestiones éticas y jurídicas”. En: Persona y Derecho Nº 15. Navarra:
Universidad de Navarra, 1986, p. 87. En igual sentido cfr. el punto 3. Las principales manipulacio-
nes genéticas. Sus repercusiones psicológicas y culturales. La clonación, en su artículo “Manipula-
zione genetica e diritto”. En: Rivista di Diritto Civile. Padova: Cedam, enero-febrero, 1985 (traduc-
ción realizada por María del Pilar Espejo Barthelmes).
25 Biogenética, filiación y delito. Buenos Aires: Astrea, 1990, p. 244.
26 CÁRDENAS QUIRÓS, Carlos. “Algunas reflexiones acerca de la inseminación artificial y la fecun-
dación extrauterina”. En: La familia en el derecho peruano. Lima: PUCP, 1990, p. 192, nota 58.
94 ENRIQUE VARSI R.

madre biológica, ya que no intervino genéticamente (aportando su


óvulo) en el proceso de fecundación. Desde el punto de vista legal
esta maternidad no será subrogada ni sustituta, puesto que no existe
una segunda mujer que intervenga en este proceso biológico. Sólo
existirá una cesión de útero.
— Por el contrario, si se clonan células somáticas femeninas, aparte de
concebirse sólo mujeres (puesto que la conformación cromosómica
de éstas es XX), puede darse el caso de la maternidad sustituta o sub-
rogada, ya que la madre genética puede tener dificultades para per-
mitir la anidación o la gestación del clon.
Como vemos, en este tipo de clonación participa un solo progenitor —sea
hombre o mujer— y, aparte de no existir los sexos complementarios para
la reproducción natural, no se va a producir la recombinación, crossing
over o intercambio de la información génica que determine la confor-
mación biológica de un ser singular e irrepetible en cuanto a la estruc-
tura de su patrimonio genético, puesto que no existe dualidad de proge-
nitores que transmitan cada quien sus rasgos típicos al nuevo ser, sino
que, simplemente, se va a crear un cigoto con el patrimonio genético de
su progenitor, procediéndose únicamente a duplicar su información
biológica.
El procedimiento técnico sería el siguiente:
1. Extraer una célula.
2. Extirpar el núcleo de dicha célula, induciéndosele para que en la
etapa de profase realice la mitosis.
3. Se trasplanta dicho núcleo a una célula receptora, la que deberá ser
un óvulo fecundado sin núcleo, puesto que el citoplasma del mismo
está sincronizado y preparado (con sus proteínas y grasas) para per-
mitir el desarrollo del núcleo, que lleva la información genética que
determinará al clon.
4. Dicho óvulo fecundado se implanta en un útero para su gestación,
ya que el clon requerirá, para su desarrollo embrional, de un alber-
gue uterino a fin de continuar su proceso natural de crecimiento27.
Según Higuera Guimerá28 existen tres formas de clonación:
— Trasplante de núcleo de célula somática a un cigoto o huevo
fecundado al que previamente se ha privado de núcleo.
— Trasplante de núcleo de célula somática a un óvulo al que previa-
mente se ha privado de núcleo.
CLONACIÓN
95

— Se toman dos óvulos que se seccionan en dos partes de las que


una de ellas conserva su núcleo y la otra parte, lógicamente, no
contiene el núcleo. Las mitades que contienen el núcleo se enú-
clean y son utilizadas en la clonación, para lo cual se fusionan
cada una de ellas con una sola célula blastomérica de un embrión
normal de 8 a 16 células. Las células fusionadas comienzan a
dividirse como si se tratara de un huevo fecundado ordinaria-
mente.
En síntesis: este proceso consiste en la enucleación de un embrión y
sustitución del núcleo extraído por el de otro embrión o de alguna otra
célula. Luego se implanta en un útero para su gestación.
En otras palabras, es obtener una célula e inducirla técnicamente a que
se reproduzca.
6.2.3.2. Reproducción gemelar
Conocida también como clonación por inducción de gemelaridad múlti-
ple29, fisión de gemelos30 o separación de blastómeros31.
En este caso no se pretende autorreproducir a un ser ya existente, sino
engendrar individuos genéticamente iguales entre sí. Es decir, en este
tipo de clonación se busca la creación técnica o en laboratorio de geme-
los univitelinos32.
En este proceso sí existen dos progenitores —hombre y mujer—, hay sexos
complementarios, por lo que la recombinación o intercambio de infor-
mación genética se va a producir. El nuevo ser fecundado contará con
un patrimonio genético distinto al de sus progenitores, pero compartido
con sus demás hermanos clónicos.
El procedimiento técnico sería el siguiente:
1. Lograr una fecundación in vitro.

27 Incluso existen estudios e investigaciones muy avanzados que intentan realizar la llamada
gestación in vitro o en vientre mecánico, conocida en el campo técnico como ectogénesis, y es
entendida como aquel proceso por el que se suple la cavidad materna (útero) para realizar un
proceso de gestación artificial.
28 HIGUERA GUIMERÁ, Juan-Felipe. Op. cit., Nº2, pp. 95-96.
29 LÓPEZ MORATALLA, Natalia y otros. Op. cit., p. 364.
30 SGRECIA, Elio. Loc. cit.
31 ÚNGER, Tomás. “Un experimento controversial”. En: El Comercio. Sección C. Lima, 7 de mayo
de 1994, p. 1.
32 Al respecto es oportuno responder a la siguiente pregunta: ¿Qué se entiende por partos múlti-
ples? Generalmente todas las concepciones terminan en partos únicos y, excepcionalmente, por
factores como la herencia, edad de la madre y la raza, en partos múltiples.
96 ENRIQUE VARSI R.

2. Una vez producida la primera división de la mórula se paraliza su


proceso de desarrollo.
3. Se secciona el embrión, obteniéndose copias genéticamente iguales.
4. Se reactiva el proceso de desarrollo celular de cada nueva célula
embrionaria.
5. Se implantan en el útero para su gestación.
Este procedimiento de vivisección del embrión es ampliamente utilizado,
con bastante éxito, en mamíferos de laboratorio y de granja.
En síntesis: Este método consiste en fisionar el ovocito producido in vitro
mediante la aplicación de técnicas de corte y reactivación celular (micro-
cirugía), con el fin de crear otras células iguales al gameto seccionado.
6.2.3.3 Partenogénesis
La partenogénesis es definida por el Diccionario de la Lengua Española
de la siguiente manera:
“Partenogénesis. (Del griego παgθευος virgen, y ρεϖεδις generación.) f.
Biol. Modo de reproducción de algunos animales y plantas, que consiste en
la formación de un nuevo ser por división reiterada de células sexuales
femeninas que no se han unido previamente con gametos masculinos, artifi-
cial o experimental. Zool. Desarrollo de animales a partir de óvulos que no
han sido fecundados por espermatozoides, provocado por la acción de cier-
tos factores químicos o físicos” 33.

En el medio técnico se le conoce como aquel proceso reproductivo se-


xual que se realiza mediante la estimulación del desarrollo de un óvulo
por medios térmicos, físicos, químicos, mecánicos o tratamientos enzi-

Los partos gemelares ocurren en la proporción de 1 en 80 partos; los tripletos, de 1 en cada


6.400; y los cuadrúpletos, de 1 en 512.000.
Los gemelos idénticos (también llamados uniovulares, univitelinos u homólogos) provienen de
un solo óvulo fertilizado, el que primero se divide y luego se separa, continuando cada parte su
proceso de división celular en forma independiente. Consecuentemente, los gemelos idénticos
poseen juegos idénticos de cromosomas, por lo tanto tienen el mismo material genético y son
del mismo sexo siempre. Tienen una sola placenta y corion, pero cada producto gemelar se halla
contenido en su propio saco amniótico y se nutre mediante su propio cordón umbilical.
Los gemelos fraternales (también llamados biovulares, bimultivitelinos, heterólogos o mellizos)
se desarrollan provenientes de óvulos separados; ambos son fertilizados al mismo tiempo, no
comparten el mismo juego de cromosomas por lo que no tienen similar material genético, pu-
diendo ser de igual o diferente sexo. Tienen cordones umbilicales separados, coriones y pla-
centas diferentes. No se parecen más que en lo indispensable como para ser hermanos. Se han
registrado nacimientos de gemelos fraternales de raza diferente, con grupos sanguíneos diferen-
tes, por tanto de distinto padre. (Vid. McCARY, James y Stephen. Sexualidad humana. 4a. edi-
ción., México DF: Editorial El Manual Moderno S. A., 1986, pp. 95-97).
CLONACIÓN
97

máticos sin que sea fecundado por un espermatozoide, es decir no hay


fecundación.
Ésta es una forma de realizar la concepción contando sólo con una célu-
la sexual, el gameto femenino: óvulo (de ahí que sea considerada una
forma de reproducción sexual) cuyo núcleo será activado a través de pro-
cedimientos técnicos con el fin de que se autorreproduzca.
El resultado es el desarrollo de un ser que cuenta con la misma dotación
genética de la hembra que aportó el óvulo, pues se trata de una autorre-
producción con la intervención de medios especiales.
Eduardo A. Zannoni, uno de los primeros estudiosos en el tema jurídico
de las técnicas de reproducción asistida en América del Sur, basándose
en los experimentos científicos realizados en 1960 por el biólogo J.B.
Gurdon en Oxford, establece una ajustada similitud entre partenogénesis
y clonación por transferencia de núcleos. Al respecto nos dice: “Hoy se
habla de partenogénesis, también conocida como cloning o reproducción
asexuada dentro de las ciencias biológicas. La partenogénesis se obtiene
a partir de la fecundación mediante una célula cualquiera —no el esper-
ma— que, según se ha demostrado, contiene todos los componentes ge-
néticos del organismo a que pertenece y absolutamente toda la informa-
ción para crear un nuevo ser idéntico a aquél. Esa célula se introduce en
el núcleo del huevo sustituyendo el embrioblasto, es decir, el embrión
formado por las células genéticas originales” 34.
Esta semejanza indicada por el jurista argentino Zannoni, como hemos
analizado en este capítulo, no es técnicamente correcta, sin embargo es
comprensible y valiosa para la época en la que se hace referencia a esta
forma de intervención en los gametos humanos a fin de reproducir, me-
diante manipulación, a un ser.

33 Op. cit., p. 1537.


34 ZANNONI, Eduardo A. Inseminación y fecundación extrauterina. Buenos Aires: Editorial Astrea,
1978, pp. 24-25.
98 ENRIQUE VARSI R.

En lo que se refiere a su modo natural, la partenogénesis se realiza en


algunas plantas y animales invertebrados (abejas, avispas, hormigas, pul-
gones y otros artrópodos así como en la dafnia o pulga de agua).
En síntesis: este método consiste en lograr el desarrollo del ovocito me-
diante técnicas de estimulación nuclear especiales, sin la presencia de
espermatozoides.

6.2.4 Variantes de la clonación artificial


Diego Simo Sevilla35 indica, entre las tantas formas de manipulación ge-
nética existentes y sancionadas por la ley española, un caso especial re-
ferido a la reproducción no heterosexual que consiste en la introducción
en el óvulo de dotación genética procedente de sólo varones o sólo mu-
jeres; pudiendo presentarse como casos de una partenogénesis, de una
reproducción unisexual variante de la clonación36, o más bien homose-
xual.
Como se aprecia de estos casos, si bien los podemos identificar como
técnicas propias de la clonación, su utilización conjunta (es decir, conju-
gando la autorreproducción, la reproducción gemelar y la partenogéne-
sis), se presentaría como situaciones realmente aberrantes y por demás
contrarias a todo criterio común benefactor de la esencia humana.

35 SIMO SEVILLA, Diego. Op. cit., p. 24.


36 El mismo autor (op. cit., p. 25) aclara este punto en su nota 52 de la siguiente manera: “El Dr.
Barberá Guillem alude a la posibilidad de fusionar el óvulo con el corpúsculo polar que se sepa-
ra de él (...). Por su parte, VEGA GUTIÉRREZ/MARTÍNEZ BAZA (...) mencionan una “‘partenogé-
nesis masculina’ consistente en introducir en el óvulo el núcleo de una espermatogonia”.
Asimismo, MESSINA DE ESTRELLA GUTIÉRREZ, analizando los futuros daños que puede ocasio-
nar la aplicación de la biotecnología, presenta el caso de “la fecundación del óvulo por el óvulo
(con exclusión del espermatozoide), o sea la autorreproducción femenina”, lo que generará indis-
cutiblemente una responsabilidad civil derivada de la aplicación de las técnicas biogenéticas (Cfr.
MESSINA DE ESTRELLA GUTIÉRREZ, Graciela Nora. La responsabilidad civil en la era tecnológi-
ca. Buenos Aires: Abeledo Perrot, 1989, p. 141).
CAPÍTULO V

La clonación ante la realidad científica


y social

1. Antecedentes generales de las técnicas de reproducción asistida y


la manipulación genética

La reproducción asistida tiene una larga historia por ser el método más
antiguo para combatir la esterilidad.
Los pueblos babilónicos y arábigos hallaron en los vegetales el método
de reproducción sin cópula, ya que lograron polinizar artificialmente pal-
meras para conseguir mayor producción de dátiles1. En la Antigua Grecia
y en el Imperio romano se realizó esta técnica con animales.
En el siglo VI los árabes utilizaban rudimentariamente, pero casi de ma-
nera constante, la inseminación artificial en animales.
En el siglo XII (edad media) un médico árabe practicaba en sus pacien-
tes, con problemas de fertilidad, el baño en una tina que contenía agua
con esperma.
Posteriormente, y con fechas más exactas, tenemos que en 1322 un jeque
árabe, utilizando una esponja, fecundó a su yegua con semen extraído
de un caballo; alrededor de los años 1454 y 1474 el médico Arnaud de
Villaneuve inseminó artificialmente a doña Juana de Portugal, segunda
esposa de Enrique IV de Castilla (el Impotente); en 1776 se estudiaron
las consecuencias de la congelación de espermatozoides; en 1780 se
inseminó a una hembra de la especie canina; en 1799 se reportó el

1 RAMOS R., Veciana de. La eutelegenesia ante el derecho canónico. Barcelona: Editorial Bosch,
1957.

[99]
100 ENRIQUE VARSI R.

primer embarazo por inseminación artificial; en 1890 se logró la primera


fecundación in vitro del ovocito de una coneja y la correspondiente
transferencia del embrión; en 1930 se logró la activación artificial del óvu-
lo de una coneja y el primer parto de un conejo vivo sin padre.
En 1937 el editorial anónimo de una prestigiosa revista2 sugirió la posibi-
lidad de fecundar extracorpóreamente material genético humano; en
1944 se fecundó un óvulo humano en probeta, pero inmediamente mu-
rió; en 1949 descubrieron que la glicerina puede ser usada para conge-
lar el esperma; en 1951 se transfirió exitosamente el embrión de una vaca
a otra; en 1952 nació el primer becerro producto de semen congelado,
en ese mismo año se clonaron células de renacuajo3; en 1953 se usó se-
men congelado en inseminación humana, así también se logró que un
embrión fecundado in vitro sobreviviera hasta el estado de mórula; en
1959 vivió el primer conejo fruto de la fertilización in vitro.
En 1970 embriones de ratones fueron clonados; en 1961 se mantuvo vivo
un embrión humano durante 60 días en un tubo de ensayo, lo que fue
condenado por la Iglesia; en 1972 sobrevivieron crías de ratones de em-
briones congelados; en 1973 nació el primer becerro de embrión conge-
lado; en 1975 se logró la multiplicación por clones en conejos; en 1977
se constituyó la primera empresa de ingeniería genética en el mundo lla-
mada Genentech que, pioneramente, clonó dentro de bacterias una pro-
teína humana (plasmina); en 1978 nació la primera bebé probeta, Louise
Brown en Gran Bretaña; en 1979 fueron clonados embriones de oveja
(Genentech); en 1980 fue clonado el embrión de una res; en 1981 nació
la segunda bebé probeta, Amandine, en Australia; y a finales de año se
logró obtener ratones transgénicos (que llevaban en el ovocito fecunda-
do un gen introducido artificialmente) como transnucleados (derivados
de ovocito con núcleo sustituido); en 1983 nació la primera bebé pro-
ducto del esperma del esposo y del óvulo de la donante; en 1984 nació
el primer bebé de un embrión congelado, Zoe, en Australia; en 1985

2 “Conception in a Watch Glass”. En: The New England Journal Medicine Nº 217. Inglaterra, 1937,
p. 678.
3 El diario USA Today (Sección D. Miami, 2 de noviembre de 1993, p. 7), refiere en un artículo inti-
tulado “From Tadpoles, a Theory is Born”, que esta intervención fue realizada por los doctores
Robert Briggs y Thomas King del Instituto de Investigación de Cáncer de Filadelfia, por la que se
crearon docenas de renacuajos genéticamente iguales. “La idea”, detalla el artículo, “fue origi-
nariamente propuesta a finales de los treinta por el premio Nóbel Hans Apermann. Pero aún
entonces los científicos se hallaban ya ocupados trabajando con el antecedente de la clonación,
conocida como partogénesis (la habilidad para inducir la reproducción asexual en criaturas se-
xualmente comunes)”. Concluye el artículo que las células clonadas fueron extraídas del estó-
mago del renacuajo (La traducción ha sido realizada por María del Pilar Espejo Barthelmes).
LA CLONACIÓN ANTE LA REALIDAD CIENTÍFICA Y SOCIAL 101

nacieron los primeros cuádruples producto de las técnicas de reproduc-


ción; en 1986 madre subrogada se negó a entregar al hijo que gestó; en
1993 clonaron embriones humanos4; en 1995 se desarrolla la ingeniería
de tejido y el implante de órganos artificiales; en este mismo año se
desarrolla el método ICSI de fundación asistida; en 1996 se discute
mundialmente la destrucción de embriones congelados; en 1997 se clona
(autorreproduce) una oveja, “Dolly”.
En el caso específico de la clonación podemos decir que primero se reali-
zó en la agricultura, siendo aplicada luego en animales menores, en el
ámbito ganadero. Los experimentos en mamíferos y vertebrados avanza-
ron positivamente, a tal punto que el hombre ya es
materia de estudio en este tipo de manipulación genética.

2. Literatura y fuentes de la clonación

Aunque nos parezca extraño, nuestra vida gira en torno a la clonación.


A quién no le sucede que antes de tomar una decisión o cuando se
encuentra pensando profundamente se hace preguntas a sí mismo,
imaginándose a otro doble, a otro yo, quien le responde o aconseja.
¿Acaso, nos preguntamos, no sería éste un caso de clonación intelectual?
Y es esta última la que ha servido para producir un gran material liter-
ario y de consulta, dado lo extraño del punto.
Ya el Génesis de las Sagradas Escrituras nos hace reflexionar (respetuo-
samente) sobre si aquel acto divino por el cual Dios crea al hombre no
es un caso de clonación espiritual o intelectual5; así como también la
creación de Eva, uno de clonación biológica (autorreproducción6); o la

4 Para una relación esquemática y mucho más simple de la evolución histórica de la fecundación
asistida puede verse la investigación de ELMER-DEWITT, Philip. “Where Do We Draw the Line”.
En: Time International Nº 45, noviembre 8, 1993, pp. 32-33.
5 La Santa Biblia. Reina-Valera. Sociedades Bíblicas Unidas, 1960. “Entonces dijo Dios: Hagamos al
hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”, Gn. 1:26. “Y creó Dios al hombre a
su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”, Gn. 1:27. “Porque el varón no
debe cubrirse la cabeza pues él es imagen y gloria de Dios”, I Cor. 11:7.
6 “Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para
Adán no se halló ayuda idónea para él”, Gn. 2:20. “Entonces Jehová Dios hizo caer sueño pro-
fundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su
lugar”, Gn. 2:21. “Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo
al hombre”, Gn. 2:22. “Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi
carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada”, Gn. 2:23.
102 ENRIQUE VARSI R.

concepción de Jesucristo por la virgen María, una forma de reproducción


partenogenésica7.
La literatura con respecto al tema en análisis es bastante amplia. Por citar
algunas obras tenemos que en 1914, Carlos Mendizábal (ingeniero e in-
ventor aragonés) escribe Pygmalión y Galatea; en 1946, Aldous Huxley
publicó un libro que hasta la fecha es fuente de consulta y recreación in-
telectual: Un mundo feliz; años después, George Orwell publica 1984. En
1973, Nancy Freedma escribió Joshua, hijo de nadie. Ben Bova nos ofrece
su obra Hombre múltiple, en 1976. En 1977, John Varley editó el libro Y
mañana serán clones. David Rorvik publicó, en 1978, un libro titulado A
su imagen. En 1976, es el turno de Ira Levin con Los niños del Brasil. En
los 80 se da la oportunidad a Fay Weldon quien nos relata una interesan-
te historia en La clonación de Joanna May, la que ha sido recientemente
llevada a la televisión.
Casos singulares de historias más sofisticadas las tenemos en World
Without Men de Eric Maine y Virgin Planet de Paul Anderson. Última-
mente, la serie de televisión Star Trek, The Next Generation trata el tema
de un planeta poblado por seres idénticos; el episodio de Expediente X,
titulado Eve, incluye clones sicópatas; y Marvel Comics publica una rara
historia de clonación de Spider-Man, en la que se cree que nuestro héroe
es un clon, resultando ser sólo un superhéroe.
El séptimo arte no se ha quedado atrás y nos ha ofrecido películas como
La semilla del diablo, del director Roman Polanski; Los niños del Brasil,
dirigida por F. J. Schaffner; Creator, un filme reciente con la actuación de
Peter O’Toole y Mariel Hemingway; Jurassic Park, novela de Michael
Crichton llevada al cine por Steven Spielberg; Mis otros Yo, de Harold Ra-
mis; y El juez, dirigida y protagonizada por Sylvester Stallone.
También se han compuesto canciones en torno a este tema como Dupli-
cates de Alice Cooper y I think I’m clone now de Wierd Al Yankovick.
Un suceso netamente familiar sucedió cuando mi sobrino me alcanzó una
historieta en una pequeña tarjeta (Pepsi Cards Nº 63, La Canción de los
Verdugos) en la que se refiere a la lucha de clones, indicándome que esto
podría servirme para mi investigación. Cosa de chicos.

7 “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se
juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo”, Mt. 1:18. “José su marido, como era
justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente”, Mt. 1:19. “Y pensando él en esto, he
aquí que un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir
a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”, Mt. 1:20. “He aquí,
una virgen concebirá y dará a luz un hijo...”, Mt. 1:23.
LA CLONACIÓN ANTE LA REALIDAD CIENTÍFICA Y SOCIAL 103

3. Realidad. Ingeniería genética, experimentación humana y


clonación

Como bien nos dice Daniel Mermelstein: “Cada cierto tiempo aparecen
en los medios de comunicación de todo el mundo noticias explosivas so-
bre avances científicos que amenazan con revolucionar el elemento bási-
co de la existencia humana: la procreación” 8.
Y esto es del todo cierto. Desde Baby M, pasando por todos los demás
avances en el campo de la procreación asistida, no siempre se ha bus-
cado al hombre en su proyección de vida, es decir tener descendencia.
El afán por descubrir ha llevado al científico, muchas veces, a trastocar
los principios de la naturaleza a través de experimentos subrepticios. La
clonación es un típico caso que ha estado siendo realizado de manera
secreta en muchos países.
De acuerdo a la difusión de las investigaciones realizadas en este campo,
sabemos que los países más avanzados en la aplicación y utilización de
las técnicas de clonaje son Inglaterra (Universidad de Leicester) y
Australia (Universidad de Monash y de Melbourne), habiéndose sumado,
recientemente, los Estados Unidos (Universidad de George Washington,
Washington).
Pero remontémonos un poco en el tiempo:
En 1976 se realizó el primer caso conocido de clonación humana. Al
respecto, Ángel Santos Ruiz nos informa que “Shettles consiguió ‘clonar’
en un tubo de ensayo una célula humana, que se multiplicó hasta pro-
ducir un embrión. El experimento consistió en tomar de un varón el
núcleo de una célula, a su vez eliminado también de un óvulo humano.
Una vez realizada la microcirugía se insertó el núcleo de la célula mas-
culina en la femenina. Ulteriormente fue comprobado que este óvulo
manipulado se comportaba como uno fecundado por un espermatozoide
(...) pasado cierto tiempo el óvulo fecundado (...) se dividió sucesiva-
mente”9. Esta investigación, de haber continuado, hubiera dado lugar a
la formación de un ser humano exactamente igual al cedente del núcleo
implantado en el óvulo, pero el embrión tuvo que ser destruido “por

8 MERMELSTEIN, Daniel. “Niños a la carta”. En: revista Cambio 16 Nº 1157, del 24 de enero de
1994, p. 11. Véase también: “Para mejorar razas animales se acepta uso de células humanas” (El
Comercio. Lima, 31 de mayo de 1987). “Viuda reclama embriones de su marido que murió” (La
Industria. Trujillo, 15 de junio de 1993). “Dentro de pocos años se haría transplante de óvulos”
(El Comercio. Lima, 21 de julio de 1993). “Un matrimonio futurista, el silicio y el ADN” (El
Comercio. Lima, 26 de octubre de 1994).
9 SANTOS RUIZ, Ángel. Op. cit., pp. 113-114.
104 ENRIQUE VARSI R.

miedo al resultado final en caso de que hubiera completado su desarro-


llo embrionario una vez implantado en [un] útero”10.
Una noticia en 1978 causó revuelo en todo el mundo. Fue la exitosa
clonación por autorreproducción de un hombre multimillonario, quien se
encargó de costear las investigaciones y trabajos para el éxito de la
misma11.
En Inglaterra, mayo de 1993, el doctor Patrick Dixon, experto en estudios
sobre el sida y autor del libro La revolución genética, aseguró que un
científico británico había creado clones humanos reservándose la identi-
dad del investigador, ya que su trabajo era secreto, puesto que el Acta de
fertilización humana y embriología12 sanciona con 10 años de prisión a
todo aquel que investiga en este campo. Esta noticia pasó casi inadverti-
da por la opinión bioética internacional13.
Posteriormente han ocurrido importantes hechos en el campo de la
investigación biológica y la experimentación del hombre, tales como los
avances en el estudio del virus HIV, el desarrollo de las técnicas para des-
cifrar el genoma humano, etc.
Frente a estos hechos Estados Unidos ha logrado grandes avances.
La política de liberalización que impuso el presidente Bill Clinton frente
a la política restrictiva de sus antecesores, Ronald Reagan y George Bush,
en el otorgamiento de subvenciones para las investigaciones biogenéti-
cas y el financiamiento cada vez mayor de capitales privados, ha permi-
tido nuevamente iniciar a sus investigadores, con mayor ímpetu, la carre-
ra por el descubrimiento del gen-ser.
Así, en octubre de 1993, en el Laboratorio de Fertilización in vitro del
Centro Médico de la Universidad de George Washington, los científicos
Jerry Hall y Robert Stillman lograron separar las células de un embrión
humano creando otro; es decir, un embrión duplicado.
Sobre este experimento genético surgieron un sinnúmero de preguntas
acerca de su factibilidad, licitud e implicancia. Pero la pregunta que ha
quedado latente para muchos científicos y profanos en el área de la inge-
niería genética es ¿cómo lo lograron?
Según versiones fue de la siguiente manera:

10 Haciendo referencia al mismo caso, que lo identifica como un tipo de clonación por partenogé-
nesis, Cfr. LÓPEZ MORATALLA, Natalia y otros. Op. cit., p. 366.
11 QUIJADA, Osvaldo A. Diccionario integrado de sexología. 1a. edición. España: Alhambra, 1993,
p. 70.
12 Human Fertilization and Embriology Act. Inglaterra, 28 de noviembre de 1990.
13 “Aseguran que se logró crear copias idénticas de embriones humanos”. En: El Comercio. Sección
A-1. Lima, 3 de mayo de 1993.
LA CLONACIÓN ANTE LA REALIDAD CIENTÍFICA Y SOCIAL 105

1) Extrajeron el óvulo de una mujer.


2) Lo colocaron en un recipiente con sustancias nutrientes.
3) Le añadieron esperma de un varón.
4) El recipiente que contenía los materiales genéticos fue introducido en
una incubadora a 37º grados.
5) El óvulo fue fecundado por varios espermatozoides, lo que implica-
ba que el embrión era inviable14.
6) Comienza la experimentación a efectos de clonarlo.
7) Dejaron el óvulo fecundado en la incubadora para que continúe su
proceso de desarrollo.
8) Alrededor de las 12 y 18 horas se había producido la primera división
celular del embrión.
9) Con un micromanipulador y un aspirador especial se sujetó al em-
brión de dos células y se le quitó la zona pelúcida (capa protectora).
10) Se procedió a separarlo en dos (hemiembrión) y a cada una de estas
células se le revistió de una nueva zona pelúcida artificial (obtenida
de algas).
11) Cada célula fue colocada en un platillo distinto y se introdujo en la
incubadora.
12) Al día siguiente, en cada platillo no había una célula sino dos.
13) A los seis días cada célula se había multiplicado 32 veces.
14) Finalizó el experimento.
Los científicos sostuvieron que esta técnica ayudaría a las personas esté-
riles a tener hijos, ofreciendo más posibilidades de gestación que la
fecundación in vitro.
El hecho está en que según palabras de Hall: “No implantamos ninguno
de esos embriones en mujer alguna, ni siquiera intentamos implantarlos
y, por consiguiente, no ha habido ningún nacimiento a consecuencia de
nuestro procedimiento de experimentación en laboratorio”15.
El experimento empezó con 17 embriones humanos anormales y uno de
ellos llegó a vivir 6 días. Los científicos establecen que sus investiga-

14 La inviabilidad es aquella dificultad que tienen algunos embriones, que presentan graves defectos
genéticos, y que en condiciones naturales son objeto de un aborto espontáneo.
Es importante, en este sentido, ampliar el concepto citando el apartado 25 del Anexo de la
Recomendación 1.100 del Consejo de Europa, que establece:
“A los efectos de la presente Recomendación, se entiende por viables a los embriones que no pre-
sentan características biológicas susceptibles de impedir su desarrollo; por otra parte, la no viabili-
dad de los embriones y de los fetos humanos deberá ser determinada exclusivamente por crite-
rios biológicos objetivos, fundados en alteraciones intrínsecas del embrión” (el subrayado es mío).
15 Científico nombrado por reacción a experimento de embriones. Washington: Agencia EFE, 26 de
octubre de 1995.
106 ENRIQUE VARSI R.

ciones estuvieron aprobadas por un comité ad hoc, pero que debido a la


gran polémica originada, procedieron a detener sus experimentos ale-
gando que “si la sociedad no desea que los científicos sigamos adelante
es mejor iniciar ya el debate ético antes que alguien logre lo auténtico”16.
Por otro lado, Stillman precisó que lo alcanzado por ellos “no es aún rea-
lidad” en la clonación de seres humanos y que hasta el momento se está
muy lejos de hacer réplicas de seres humanos. A su vez, Norman Fost,
profesor de ética de la Universidad de Wisconsin, dijo que “es peligroso”
y con este procedimiento “se podrían conseguir un centenar de Jimmy
Carter (ex presidente de los Estados Unidos), pero también disponer de
cien embriones de (Adolf) Hitler”17.
Como se ha señalado, el experimento fue inmediatamente paralizado por
el intenso debate internacional que desató. La encuesta conjunta realiza-
da por la revista Time y la cadena televisiva CNN determinaron que tres
cuartas partes de la población estadounidense se opone a la utilización
de las técnicas de clonación humana, considerándolas inmorales y con-
trarias a la voluntad de Dios. El 3% de los encuestados dijo que las técni-
cas del clonaje deberían ser “completamente legales”, mientras dos gru-
pos que conforman el 46% cada uno sostienen que debería ser “ilegal” o
“legal, pero reglamentado”18.

4. Criterios científicos acerca de la factibilidad biológica de la


clonación humana

Cuando tienes muchas cosas por hacer y


poco tiempo para hacerlas, la única solución
es... multiplicarte.
Texto promocional de Mis otros Yo,
Columbia Pictures, 1996.

¿Está muy cerca el cloning? Ésta es una pregunta formulada por Alvin
Toffler (aproximadamente en el año 1976) al científico y premio Nobel
de Medicina Joshua Lederberg, quien contestó: “Se ha realizado ya con
anfibios, y tal vez alguien lo está haciendo ahora con mamíferos. No me
sorprendería enterarme de ello el día menos pensado. En cuanto al
momento en que alguien tendrá el valor de probarlo con el hombre, no

16 Gran polémica tras el logro de copias idénticas de embriones humanos. Washington: Agencia
EFE, 26 de octubre de 1993.
17 Ibídem.
18 “Oposición a crear clones humanos”. En: El Comercio. Sección B-3. Lima, 31 de octubre de 1993.
LA CLONACIÓN ANTE LA REALIDAD CIENTÍFICA Y SOCIAL 107

tengo la menor idea. Pero me atrevería a situarlo en una escala temporal


de cero a quince años, a contar desde ahora. Dentro de quince años”19.
La investigadora Carla Caplán afirma: “La clonación de embriones no es
una novedad científica ni un descubrimiento excepcional; es una prácti-
ca habitual para los estudiantes universitarios de biología”20. Es decir, la
fisión embrional no es algo nuevo para las ciencias médicas, el proble-
ma se presenta cuando este tipo de manipulación se realiza con materia-
les genéticos de seres humanos, que aparte de traer consecuencias éti-
cas, sociales y jurídicas (que al parecer son las más discutidas, como ve-
remos luego), acarrea un sinnúmero de implicancias biológicas, puesto
que el cuerpo humano, como el organismo más complejo del reino vi-
viente y por su propia situación de humano, no puede ser manipulado,
ya que corremos el riesgo de variar su esencia y sustancia biogenético-
corporal.
Refiriéndose al experimento de Hall y Stillman, Tomás Únger aclara deci-
didamente que “la información fue divulgada más rápido de lo que fue
entendida, creando reacciones muy diversas, desde el asombro hasta la
indignación”21, lo que trajo como consecuencia innumerables criterios
científicos acerca de su factibilidad.
De ello apreciamos que no todos, desde el punto de vista técnico-
biológico, comparten la posibilidad de efectivizar y obtener resultados
positivos en la clonación humana. Científicamente todo hace indicar,
estando en redacción la presente investigación, que su práctica en seres
humanos es más compleja.
Jerry Hall22 estableció que el objetivo del experimento era saber si las
células individuales separadas de un embrión conseguían dividirse nor-
malmente en un gel artificial. La investigación demostró que dichas célu-
las podían vivir y desarrollarse pero sólo por el lapso de 6 días, trans-
currido el cual morían, puesto que los embriones utilizados eran cro-
mosómicamente anómalos23 y que jamás hubieran podido ser implanta-
dos con éxito en el vientre de una mujer. De este modo, fue tajante al
decir “no fue altamente eficiente, pero sí conseguimos nuestra meta”.

19 TOFFLER, Alvin. Op. cit., p. 246.


20 “Clones, replicantes, duplicados...” En: revista Cambio 16 Nº 1157, del 24 de enero de 1994, p. 15.
21 Únger, Tomás. Loc. cit.
22 “Seeking improved in vitro odds”. En: USA today. Sección D. Miami, 2 de noviembre de 1993, p.
7 (la traducción ha sido realizada por María del Pilar Espejo Barthelmes).
23 La revista Time Nº 45, del 8 de noviembre de 1993, refiere que las clonas son células anormales,
pues son fecundadas por más de un espermatozoide, esto con el objeto de lograr su división
exacta.
108 ENRIQUE VARSI R.

La pregunta que queda latente y que fue planteada por el mismo Hall es
si las células fueran normales, ¿podrían ser implantadas?
Jérôme Lejeune24 ha dicho que la clonación de embriones humanos es téc-
nicamente irrealizable, además de estar prohibida por las leyes naturales
en las especies evolucionadas. Así, refiriéndose a los experimentos rea-
lizados recientemente sobre clonación, manifestó que “han fracasado mi-
serablemente”, explicando que la vivisección de un embrión con ocho cé-
lulas ya formadas se ha traducido en la creación de dos embriones con só-
lo cuatro células y, cuando la vivisección ha sido aplicada sobre embrio-
nes con sólo dos células, los nuevos embriones no han sobrevivido; por
lo que la manipulación genética a través de la clonación no es realizable.
A propósito, y producto del desconocimiento público, Lejeune explicó la
diferencia existente entre clonación y parto gemelar. En este último “la
naturaleza transmite a la primera célula una orden muy particular: haz
todo dos (o más) veces. No sabemos aún exactamente cómo el mensaje
genético inscrito en la primera célula contenga ya en sí el número de per-
sonas que deberá nacer”25.
Asimismo, Gonzalo Herranz, director del Departamento de Bioética de la
Universidad de Navarra, ha dicho: “de momento sólo se puede hablar de
una separación con éxito del embrión humano, que hay que tomar con
cautela científica. Pero son embriones muy frágiles y muchos de ellos, en
las pruebas realizadas con monos, no se desarrollan o lo hacen de-
fectuosamente (...)”26. Por otro lado, Ramón Cacabelos27, jefe del Depar-
tamento de Fisiología Humana de la Universidad Complutense de Ma-
drid, manifiesta con optimismo, pero dejando entrever las pocas probabi-
lidades de éxito, que sólo un 15 ó 20% de esos embriones humanos po-
drían llegar a convertirse en personas.

5. Justificación y validez de las prácticas de clonación

La experiencia científica de Hall y Stillman es justificada por Higuera Gui-


merá28, quien alega su licitud y buena fe por tres consideraciones básicas:
a) Que la práctica se realizó con embriones no viables.
b) Que no llegaron a ser implantados.

24 Ponencia denominada “Las fronteras de la genética”, presentada en noviembre de 1993 en la VIII


Conferencia Internacional organizada por la Santa Sede sobre “La infancia y el futuro del mundo”,
celebrada en el aula Pablo VI, El Vaticano, Roma (Cfr. “Clonación es un fracaso y está prohibida
por las leyes de la naturaleza”. Ciudad del Vaticano: Agencia EFE, 19 de noviembre de 1993).
25 Op. cit.
26 Cambio 16 Nº 1147 del 15 de noviembre de 1993, p. 11.
27 Cambio 16. Ibídem.
28 HIGUERA GUIMERÁ, Juan Felipe. Op. cit. Nº 2, pp. 97-98.
LA CLONACIÓN ANTE LA REALIDAD CIENTÍFICA Y SOCIAL 109

c) Que fue publicitado y conocido por la opinión pública.


No comparto la opinión anterior. Analizando cada una de sus justifica-
ciones diría que:
a) La práctica de crear intencionalmente embriones inviables es de por
sí reprochable, pues se está buscando una finalidad distinta a la fun-
ción de los gametos humanos.
b) La no conclusión del experimento nos lleva a pensar que:
i) Se crearon seres sin ninguna capacidad para generarse, lo que de
por sí es grave y perjudicial al fomentar la inviabilidad.
ii) Se eliminaron a fin de evitar su consecución biológica, lo que
representaría la supresión de vidas humanas.
c) El hecho de resguardarse en la publicidad o divulgación de un acto
reprochable no le otorga legalidad ni mucho menos la categoría de
lícito.
Quizá lo que más importe sea el desarrollo de la ciencia y progreso tec-
nológico frente al hombre como tal, pero no es así pues ello es opuesto
a los postulados humanistas que deben inspirar toda técnica genética.
Asimismo, Higuera Guimerá29 presenta dos casos en los que en última
instancia, de manera excepcional y justificadamente, podría realizarse la
clonación de embriones:
a) Con la finalidad de mejorar los procedimientos de fertilización asisti-
da o permitir mejor aplicación en los mismos.
b) Para la detección de anomalías o defectos genéticos de embriones
obtenidos técnicamente. Sería una “clonación regulada jurídicamente,
altamente formalizada, protocolizada y condicionada con estrictos
controles ex ante y ex post nacionales y supranacionales”30.
Tratándose del ser humano considero que la clonación deberá estar pro-
hibida en todo sentido, ya que:
a) No podemos complicar más las consecuencias de las técnicas de fe-
cundación asistida con métodos de manipulación.
b) El análisis preimplantatorio representa un gravísimo hecho científico
mediante el que se decide la aptitud biológica del embrión a implan-
tarse, en este caso crearemos especialmente clones para que, anali-
zando uno, veamos si implantamos el otro, siempre que el primero
pase el control de calidad. Por más formalización o protocolización
que se le dé, nadie podrá negar que su razón de ser es la legitimación
de actos inhumanos.

29 Op. cit., pp. 100, y ss.


30 Op. cit., p. 104.
110 ENRIQUE VARSI R.

Ni la necesidad del hombre ni el impulso del desarrollo tecnológico jus-


tifican los medios a utilizarse. Tener descendencia es un mandato divino
y hasta un derecho, pero su ejercicio no puede contravenir el origen
común de la vida, más aún si la ciencia está al servicio del hombre y no
al contrario.

6. La clonación: gen versus medio

En caso de que se logre la duplicación biogenética de seres humanos,


debemos tener presente que esto no va a implicar que los clones actúen,
piensen y se comporten de manera uniforme. La técnica de clonación
sólo puede estar dirigida a obtener seres genómicamente iguales, pero
diferentes en su modo de vida, en sus actitudes y en su forma de ser.
Lo que determina la personalidad del sujeto es la sociedad, con su cul-
tura, educación y medio ambiente.
Por más que existan seres que compartan un mismo patrimonio genéti-
co, no van a ser totalmente iguales entre sí, pues el medio en el cual se
desarrollen influirá en cada uno de ellos de manera distinta.
Se compartirá, entonces, la pauta genética mas no la pauta social, y como
bien dice Rubén Lisker, refiriéndose a la factibilidad total de la clonación:
“Creemos que los resultados serán imposibles de predecir debido a la in-
fluencia del medio ambiente (lo cual no es reproducible) en el desarrollo
físico, intelectual o de la personalidad”31.

Es decir, de la clonación resultará una paridad en el soma mas no en la


psique.

7. Utilización

Desde ya vemos que la clonación no representa un medio adecuado para


superar la imposibilidad de tener descendencia o para suplir la esterili-
dad de una pareja cuando otras formas terapéuticas han resultado inefi-
caces. En su esencia, la clonación implica una manipulación del material
humano y que, por lo demás, transgrede las leyes de la naturaleza y las

31 LISKER Y., Rubén. “Therapeutic Applications Stemming from Genetic Engineering”. En:
International Bioethics Committee. Vol. II, p. 60. Acts 1995 Proceedings, Unesco, 1995 (traducido
por Fiorella Lari Rincón).
LA CLONACIÓN ANTE LA REALIDAD CIENTÍFICA Y SOCIAL 111

relaciones sociales al crear seres genéticamente iguales.


Los casos típicos pensados para su utilización han sido los siguientes:
1. Con fines de investigación no reproductivos:
— El llamado cultivo de embriones, entendido como un procedi-
miento por el cual se crea vida, pero con fines experimentales,
para ser explotados como material biológico; es decir, no son uti-
lizados con fines de reproducción.
— Estudio y conocimiento de la célula.
— Avances en la investigación terapéutica (cáncer, sida, ebola, etc.).
En este campo la clonación se utiliza para crear anticuerpos mo-
noclonales (hibridomas) mediante la fusión de células que son ca-
paces de reconocer y ubicar otras células. Por ello, los anticuerpos
monoclonales pueden servir para la investigación, diagnóstico,
prevención y tratamiento de enfermedades32.
2. Con fines reproductivos para suplir la infertilidad:
— Para ayudar a las personas con problemas de infertilidad.
— La creación técnica de gemelos. Conforme menciona Marcel
Blanch, “Joshua Lederberg (...) ha sido uno de los primeros en de-
fender el clonaje humano como medio de reproducción, sin ries-
go de deterioro del material genético de los ‘individuos superio-
res’ y piensa que los hombres clónicos serían especialmente aptos
para realizar trabajos que requieran una estrecha colaboración,
como pueden ser una operación quirúrgica o una misión espa-
cial”33. Sin embargo, el mismo Lederberg34 cree que las personas
más inclinadas o propensas a hacer copias de sí mismas serían los
narcisistas, y que los clones que producirían serían también nar-
cisistas.
— Además, se plantea el caso extremo de crioconservación de ovoci-
tos clonados para crear gemelos separados por varias generacio-
nes con fines experimentales.

32 Vid. SANTOS RUIZ, Ángel. Op. cit., pp. 114-119.


33 BLANCH, M. “Clonaje des mammiferes le ‘meilleur des mondes’ est il pour demain?”. En: La
Recherche. París: Societé d’Editions Scientifiques 121, 482-483, 191. Cit. por LÓPEZ MORATALLA,
Natalia y otros. Op. cit., p. 365.
34 Cit. por Alvin TOFFLER. Op. cit., p. 245.
112 ENRIQUE VARSI R.

— Para permitir a las parejas homosexuales estables, masculinas35 o


femeninas36, tener descendencia, dejando de lado el privilegio
que la naturaleza ha concedido sólo a las parejas heterosexuales.
3. Sin embargo, se ha llegado a manifestar que la clonación, indepen-
dientemente de poder presentarse como un medio técnico para
suplir la infertilidad, puede ser utilizada con otros fines también de
reproducción, pero que su objetivo primordial no sería satisfacer el
deseo innato del hombre por tener descendencia sino que existirían
otras posibilidades en su utilización, tales como:
— Estudio y conocimiento del desarrollo directo del embrión.
— Obtener el material genético de un genio37 para explotar sus vir-
tudes intelectuales posteriormente, engendrando un embrión.
— Crear un banco de órganos clónicos para trasplantes donde existi-
rían copias exactas de cada parte del cuerpo, cuya estructura ge-

35 A diferencia del óvulo, el espermatozoide no tiene las reservas nutritivas para permitir el desarro-
llo del cigoto, por lo que es imprescindible contar con un óvulo enucleado que albergue a los
dos núcleos de los espermatozoides.
La técnica de fecundación con gametos masculinos se realizaría con los siguientes pasos:
1. Se toma un óvulo y se le somete a un proceso de enucleación.
2. Se introducen los dos espermatozoides (uno de cada miembro de la pareja) por microinyección.
3. El óvulo, que contiene los dos núcleos masculinos, empieza el proceso de división.
4. Se transfiere a un útero para su completo desarrollo.
Hasta el momento esta técnica es fisiológicamente imposible.
36 A diferencia del espermatozoide el óvulo es una célula sexual más completa. Cuenta con un núcleo
que contiene la información genética y con un citoplasma que le permitirá al nuevo ser alimentar-
se y desarrollarse. Dado que una pareja homosexual femenina no dispone de espermatozoides, y
a fin de permitir la procreación entre ambas, procederemos a fecundar un óvulo con otro.
La técnica de fecundación con gametos femeninos se realizaría con los siguientes pasos:
1. A los óvulos obtenidos se les retiran las zonas pelúcidas protectoras.
2. Se ponen en contacto los núcleos.
3. Se les coloca en una zona pelúcida vacía.
4. Se transfiere a un útero para su completo desarrollo.
Hasta el momento esta técnica es fisiológicamente imposible.
37 La revista Cambio 16 Nº 1147 del 15 de noviembre de 1993, p. 13, en un interesante artículo de
Julia PÉREZ/C.E.B. titulado “Y el hombre quiso ser Dios”, analiza esta posibilidad, llegándose a
establecer que quizás la ciencia llegue a clonar a un hombre pero que nunca podrá copiar al
genio del mismo, pues éste es genético pero no se transmite. Al respecto, manifiesta que “Aunque
se copiara el cerebro y el cuerpo de un genio, jamás se podrán crear las condiciones que lo
hicieron surgir. Condiciones que van desde la casualidad, por ejemplo un examen o una simple
conversación, que puede cambiar toda una biografía, hasta la influencia de la persona elegida
como pareja. La diversidad, afirman, está asegurada”.
Asimismo, el genetista Antonio García-Bellido “...rechaza que existan genes responsables de la
genialidad”. Pero intuye que el genio es el resultado de una combinación especial de muchos
LA CLONACIÓN ANTE LA REALIDAD CIENTÍFICA Y SOCIAL 113

nética, al ser igual a la persona que cedió las células iniciales, no


crearía ningún problema inmunológico.
Al respecto, la genetista María Isabel Quiroga de Michelena, del Instituto
de Genética de la Universidad Cayetano Heredia (Lima-Perú), refiriéndo-
se a estos experimentos manifiesta que los mismos podrían ser utilizados
(aclarando que hoy esto es terreno de la ciencia ficción) “para que el pro-
pio organismo cree sus órganos de repuesto en caso de trasplantes, en
lugar de recurrir a los de otra persona que frecuentemente produce un
rechazo”38. Asimismo, Miguel Vicente nos dice: “cuando se conozcan las
rutas de la diferencia celular y de la formación de órganos, se podría fa-
bricar en probeta, por ejemplo, un riñón, sin necesidad de hacer otro ser,
extirpar el riñón y tirar el resto”39. Se ha establecido también que la clo-
nación permitiría lograr células capaces de desarrollarse en músculos que
pudieran sustituir fibras atrofiadas.
Sobre este punto Jérôme Lejeune manifiesta que el interés de los promo-
tores sobre esta manipulación sería el siguiente: “Frente a los efectos de
la edad, cuando se padezca una enfermedad degenerativa, sería muy útil
recuperar al “doble” para hacerlo desarrollarse en alguna matriz de alqui-
ler o en un útero animal. Se retirarían a continuación las piezas sueltas
(líneas celulares, órganos en ciernes, etc...) perfectamente compatibles,
con el objeto de remendar el modelo envejecido. Este canibalismo con
el más joven en beneficio del senescente ya se ha experimentado en re-
lación con la enfermedad de Parkinson o parálisis progresiva” 40.
Puntualizando aun más la idea, pero haciendo la salvedad de que este
método no es por el momento técnicamente realizable, Mandelbaum y
Plachot indican la posibilidad de crear un banco de tejidos de recambio
con órganos clónicos. Para tal efecto, nos dicen que “... se ha de cultivar
durante tres semanas, como mínimo, un hemiembrión obtenido por du-
plicación artificial. Los esbozos de órganos que se hubiesen formado en

miles de alelos (la variedad de formas que tiene un mismo gen). Sería una combinación de ele-
mentos mediocres que dan lugar a un ser muy dotado e inteligente. En la formación del ser se
rompen los cromosomas de los padres y es el destino el que baraja los fragmentos para crear a
los hijos. El azar decide cómo se colocan. Por tanto, no se debe a un gen el que los Bach die-
ran músicos durante siete generaciones; el ambiente familiar los formó. En esa lotería de ele-
mentos, el genio le tocó a Johann Sebastian, y luego la combinación desapareció”.
38 Vid. “¿Genios o monstruos? La clonación: de la realidad a la ciencia ficción”. En: Magazine Cable
Mágico Nº 4. Lima, 20 de diciembre 1993, p. 8.
39 “Los inquietantes clones (Las experiencias de clonización despiertan polémica)”. En: Visión. Vol.
82, Nº 4, México DF: Casa Visión, Mariano Grondona editores, febrero de 1994, p. 5.
40 LEJEUNE, Jérôme. “Variaciones procreativas”. En: Biotecnología y futuro del hombre: La respues-
ta bioética (Conversaciones de Madrid), 1a. edición. Madrid: Eudema S.A., diciembre 1992, p. 107.
114 ENRIQUE VARSI R.

ese momento serían disecados cuidadosamente antes de ser congela-


dos... La persona que hubiese nacido de la transferencia del otro hemi-
embrión gemelo dispondría entonces de un banco personal de tejidos de
recambio para paliar posibles fallos de sus órganos esenciales, sin temor
al rechazo del injerto por cuanto se trataría de sus propios tejidos”41.
El hecho de la imposibilidad técnica está en que habría que cultivar el
embrión humano más allá del estadio en que se implanta habitualmente
en el útero (día 14), cosa que es a la fecha imposible.
Crear vida para salvar otra vida. En este caso el problema se presenta por
las justificaciones que pretende dar Jerry Hall en el sentido que servirían
para ser “...congelados, almacenados e implantados más tarde en una
mujer para servir de donadores potenciales de órganos para un niño
nacido de un embrión idéntico”42. De presentarse esto estaríamos gene-
rando vida, paralizando su desarrollo, con la expectativa de que ésta pue-
da servir para salvar otra vida cuya clave genética sea similar.
Sobre este punto, la pregunta: ¿acaso el gemelo no tiene un derecho
sobre su propio cuerpo, sobre la disposición del mismo, sobre su inte-
gridad psicosomática?, ¿acaso no es él quien tiene decidido si cede o no
sus órganos? Estas preguntas tienen una respuesta, y es afirmativa.
Por otro lado, ¿tenemos el derecho a partir en dos un embrión humano
para obtener embriones rigurosamente iguales, uno de los cuales será es-
tudiado química y cromosómicamente —y después destruido— con el fin
de controlar que el que se implantará no tenga malformaciones? La res-
puesta la da Edwards R.G.: “partirlo en dos y utilizar una mitad para estu-
diar la otra no me crea ningún problema. Estoy dispuestísimo a estudiar
un embrión, uno con el fin de garantizar el nacimiento de otro. Así como
estoy dispuesto a utilizar un embrión de reserva, si esto me permite des-
cubrir los signos que indican el peligro de dar vida a un cáncer o a otras
desgracias...”43.
La clonación con fines eugenésicos a efectos de mejorar las razas. En este
caso estoy de acuerdo con Javier Gafo, catedrático de bioética de la Uni-
versidad de Comillas, quien manifiesta: “multiplicar seres idénticos aca-
rrea determinar quién decide qué cualidades potenciar y por qué”. Sin
duda, esto implicaría un desbarajuste en la especie humana comparado
con los ensayos realizados por los nazis al intentar crear una raza supe-

41 MANDELBAUM y PLACHOT. Op. cit., pp. 260 y 261.


42 “Vaticano contra duplicación de los embriones humanos. Clonación fue llevada a cabo en los
Estados Unidos”. En: Expreso. Sección A. Lima, 26 de octubre de 1993, p. 20.
43 Cfr. GIRARDON, J. “Manipolare embrioni umani”. En: Nuova Scienza Nº 10, 1983, pp. 80-85.
LA CLONACIÓN ANTE LA REALIDAD CIENTÍFICA Y SOCIAL 115

rior, conforme han afirmado políticos alemanes44. Así, Joseph Fletver, de


la Universidad de Virginia, nos refiere: “la sociedad podría tener la nece-
sidad de hombres clónicos especializados, para cumplir funciones espe-
cíficas, como por ejemplo, individuos especialmente resistentes a las ra-
diaciones, de pequeña talla para vuelos de altura o viajes espaciales”45
(microhombres), o, como aluden Gotwald y Holtz, “de armadas constitui-
das de clonos humanos idénticos que se especialicen en el valor, fuerza
y brutalidad”46 (superhombres).
El caso anteriormente señalado nos lleva a pensar si este tipo de manipu-
lación genética puede ser utilizado para consolidar y proyectar la produc-
ción y productividad de una sociedad de consumo. Es decir, la creación
de clones con características específicas para cumplir los trabajos y tareas
que determinada comunidad requiera47.

44 Todo indica que los nazis experimentaron con clones humanos; sin embargo, esta experimenta-
ción no pasó de un mero intento, pues en los años cuarenta se carecía de una capacidad tecno-
lógica y científica como para lograr esta manipulación genética. Al terminar la Segunda Guerra
Mundial los soviéticos confiscaron muchos secretos de las tropas alemanas, llegándose a decir
que se obtuvieron documentos que prueban que los médicos alemanes lograron avances en la
clonación humana. Como es sabido, Hitler quería crear una superraza, ¿cómo lo lograría? median-
te la manipulación genética, de allí que se encomendó a dos prestigiosos médicos alemanes, Karl
Clauberg y Alfred Pokorny, la misión de esterilizar a los judíos y crear clones de los arios (vid.
“Las clonas permiten crear seres humanos en serie”. En: Hombre de mundo. Vol. 14, Nº 5. México
DF.: Editorial América S.A., 1989, pp. 92-93). Asimismo, cuando Europa Occidental fue ocupada
por los nazis, se encargó a Joseph Mengele (el Ángel de la Muerte) que utilizara métodos euge-
nésicos con el fin de crear una raza superior. Esta política la realizó en los campos de Auschwitz
y su prototipo de hombre era de un metro con ochenta centímetros (1.80) de estatura, ojos azules
y pigmentación blanca y, a efectos de aumentar la población de estos seres diseñados en base a
las características antes señaladas, creaba mellizos.
45 LÓPEZ MORATALLA, Natalia y otros. Op. cit., p. 365.
46 GOTWALD, William H. Jr. y Gale HOLTZ GOLDEN. Sexualidad, la experiencia humana. México
DF.: Editorial El Manual Moderno, 1983, p. 116.
47 Sobre este punto Boris YUDIN nos dice: “El cuadro de una sociedad compuesta por generaciones
de individuos genéticamente idénticos, en la cual la divulgación de los diferentes genotipos es
determinada por la popularidad de que gozaran antes los ídolos de las tablas y las estrellas del
deporte que brillaron diez, veinte o treinta años atrás, y con cuyas genocopias está poblada esa
sociedad, no sólo es el cuadro que representa la proyección en el futuro de las investigaciones
actuales para la reproducción clonal. Es, al mismo tiempo —y quizás en primer término—, la
proyección de las relaciones sociales de la ‘sociedad consuntiva’, que forma en el individuo los
standards de consumo y un horizonte espiritual standard”. Cfr. “Límites de la genética y la ética”.
En: Ciencias sociales Nº 4 (26). Academia de ciencias de la URSS. Bogotá: Editorial CEIS, 1976, p.
203.
116 ENRIQUE VARSI R.

La clonación puede, inclusive, derivar en la reactivación del ADN, que es


motivar a la vida a una célula muerta que, clonada, puede ser autorrepro-
ducida y dar vida incluso a una momia china48.
Un caso muy especial es la utilización de la clonación con fines transge-
nésicos, es decir autorreproducir genes que han sido creados en el labo-
ratorio49.
Todos estos casos citados, que no pretenden agotar la utilización de esta
forma de manipulación, pueden presentarse y generarían un irreversible
desfase generacional, biológico y social, aparte de representar un atenta-
do directo contra la persona.
De suceder, de aplicarse y difundirse la clonación, será inimaginable la
fisonomía del hombre en el año 3000; fisonomía ésta que está confor-
mada por la estructura biocorporal del ser humano.
Nuestra especie, que es la esencia y línea común de caracteres que nos
identifican como un mismo género, el humano, estaría en grave peligro.
Más grave aún es el hecho de la cada vez mayor utilización de las técni-
cas de clonación en los campos de la agricultura y el veterinario, presen-
tándose como aplicaciones preliminares en los seres humanos. Asimismo,
el uso reiterado y continuo de estas técnicas obligan a los expertos a su
perfeccionamiento50 y aplicación a efectos de lograr los fines deseados,
lo que merece su inmediata regulación legal a fin de proteger a la huma-
nidad.

48 Cfr. SOTO LAMADRID, Miguel Ángel. Op. cit., p. 244.


49 Vid. POLLACK, Robert. “Beyond Cloning”. En: New York Times. Sección A. New York, 17 de
noviembre de 1993, p. 15 (traducido por María del Pilar Espejo Barthelmes).
50 El diario El Comercio. Sección G. (Lima, 15 de enero de 1995, p. 6), en un interesante reportaje
de la agencia EFE titulado “Las profesiones del 2094”, nos indica que las tareas relacionadas con
la informática, la electrónica, las comunicaciones, la biotecnología y la energía se desarrollarán
cada vez más y que algunas actividades del futuro ya se están esbozando, otras no se han crea-
do y muchas ni se pueden imaginar, de manera tal que los expertos prevén que entre las profesio-
nes del siglo próximo figurarán, entre otras y con sus probables denominaciones, los “CLONA-
DORES. Estos expertos en ingeniería genética crearán réplicas de animales, vegetales y alimen-
tos para el consumo o la investigación mediante la biotecnología. La reproducción de seres
humanos o de órganos para transplantes sería técnicamente posible, pero es una cuestión polémi-
ca con muchos reparos éticos”. Conjuntamente con esta profesión, que interesa para el tema de
la investigación, se mencionan otras como: los ociólogos (ingenieros del ocio, que ofrecerán
opciones para el tiempo libre), los telecomunicólogos (aplicación desarrollada de la telemática),
los holografistas (expertos en técnicas de utilización de láser que creen objetos e imágenes tridi-
mensionales), los ingenieros moleculares (encargados de diseñar y crear nuevos materiales), los
reciclantes (quienes convertirán los residuos tóxicos en materia prima) y los mantenedores robóti-
cos (expertos en reparación de robots de alta tecnología).
LA CLONACIÓN ANTE LA REALIDAD CIENTÍFICA Y SOCIAL 117

8. Posición de la Iglesia

La Iglesia ha mostrado siempre una actitud de cautela frente a los avances


tecnológicos, más aun tratándose de investigaciones y trabajos científicos
que inciden en la acción directa sobre la procreación del ser humano y
de su experimentación. Sin embargo, y como se refiere, “las tomas de
posturas de la Iglesia católica en relación con la problemática de la ma-
nipulación genética son poco numerosas, a diferencia de lo que acontece
en relación con la temática de la procreación asistida”51.
En este sentido, los documentos religiosos de mayor relevancia que han
tratado sobre el tema de la manipulación genética son: El discurso de
Juan Pablo II ante la Academia Pontificia de Ciencias (23 de octubre de
1982) y la alocución de Juan Pablo II a la Asociación Médica Mundial (30
de octubre de 1983).
Pero el que sentó las bases y posición de la Iglesia en este ámbito fue La
instrucción sobre el respeto de la vida humana naciente y la dignidad de
la procreación, que nos indica, en concordancia con el tema materia de
este trabajo, que:
“...los intentos de obtener un ser humano sin conexión alguna con la sexua-
lidad mediante fisión gemelar, clonación o partenogénesis, deben ser consi-
derados contrarios a la moral en cuanto están en contraste con la dignidad
tanto de la procreación humana como de la unión conyugal” 52 (el subraya-
do es mío).
En razón de ello, vemos que la Iglesia no sólo ha ido estrechando el ca-
mino a efectos de permitir aquellos experimentos, sino que los prohíbe
explícitamente al ser contrarios a la moral y dignidad humanas. Así, las
recientes investigaciones de clonación generaron un gran revuelo en la
actividad religiosa, dejando claramente sentada su posición con respecto
a que la protección al ser humano viviente debe darse no sólo desde el
momento mismo de la concepción, sino que debe mostrarse especial in-
terés en las formas como se realiza la misma. Queda patente en un co-
mentario en primera plana titulado “Una elección perversa”, con el que
el diario oficial de El Vaticano L’Osservatore Romano53 tacha al experi-
mento de clonación realizado por Hall y Stillman en la Universidad de
George Washington como “intrínsecamente perverso”.
Asimismo, el 31 de noviembre de 1993 en la plaza de San Pedro, el papa

51 WAGNER GRAU, Patrick. “La Iglesia ante la manipulación genética”. En: El Comercio. Sección E.
Lima, 5 de junio de 1994, p. 6.
52 Op. cit., p. 19.
53 Cfr. “Critican experimentos con embriones humanos”. En: El Comercio. Sección B. Lima, 26 de
octubre de 1993, p. 4. Asimismo, “Científico asombrado por reacción a experimento de embrio-
nes”. Washington: Agencia EFE, 26 de octubre de 1993.
118 ENRIQUE VARSI R.

Juan Pablo II criticó los experimentos científicos que están orientados a


manipular la vida humana, mostrándose profundamente preocupado por
las investigaciones ilícitas e inquietantes que violan las normas éticas y
menosprecian la dignidad humana, alegando que “muchas cosas cambian
en el hombre y su entorno, pero su naturaleza no puede ser alterada”54.
No obstante ello, el Papa ha exhortado a los científicos a que protejan al
embrión humano de los experimentos genéticos o de lo contrario corre-
rán el riesgo de “poner a la humanidad en peligro”, instando a los go-
biernos para que se pongan en guardia frente al incremento del conoci-
miento de la información genética55.
Igualmente, el 2 de febrero de 1994, el papa Juan Pablo II dio en Roma
la denominada Carta a las familias56, de la que podemos tomar dos prin-
cipios referidos al tema en estudio:
— El origen del hombre no se debe sólo a las leyes de la biología, sino
directamente a la voluntad creadora de Dios.
— Cuando el cuerpo humano, considerado independientemente del es-
píritu y del pensamiento, es utilizado como material al igual que el
de los animales se encamina inevitablemente hacia una terrible de-
rrota ética. Esto sucede en el caso de las manipulaciones genéticas.
Asimismo, el 30 de marzo de 1995, el Papa presentó la encíclica Evan-
gelio de la vida, que, como bien refieren, es más que un documento pon-
tificio pues expresa la voluntad y el pensamiento de la Iglesia universal.
Esta nueva encíclica tiene un capítulo introductorio, cuya idea primaria
es el valor incomparable de la persona humana, donde se reconoce la
importancia de la vida desde su inicio hasta su fin. Se hace referencia a
que los atentados más comunes contra el concebido no nacido y contra
la dignidad del hombre son las manipulaciones genéticas.
L’Osservatore Romano57, diario del Vaticano, ha pedido que los estados
adopten de manera inmediata una ley que prohíba la clonación de seres
humanos, tomando como base la resolución del Parlamento Europeo
adoptada el 16 de marzo de 1989.
El cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctri-
na de la Fe, ha criticado duramente los experimentos sobre la clonación

54 “El Papa critica duplicación de los embriones humanos”. En: El Comercio. Lima, 1 de noviembre
de 1993.
55 “Experimentos genéticos serían amenaza para el hombre dice el Papa”. En: El Comercio. Lima, 21
de noviembre de 1993, p. 2.
56 JUAN PABLO II. Carta a las familias. Lima: Ediciones Salesianas, 1994.
57 Cfr. “Reclama el Vaticano una ley que prohíba la clonación humana”, diario Las Américas, Sección
A, Miami, Florida 27 de febrero de 1997, p. 1.
LA CLONACIÓN ANTE LA REALIDAD CIENTÍFICA Y SOCIAL 119

de animales y advirtió que las fronteras entre la manipulación genética


de animales y de seres humanos son muy difusas. De la clonación de
animales a la de seres humanos hay un pequeño paso y este peligro es
algo que no debe ser tomado a la ligera58.
El cardenal Augusto Vargas Alzamora, arzobispo de Lima y primado del
Perú, ha fijado su posición en torno a la clonación instando a que los
hombres no modifiquen lo que Dios ha hecho. Aludió a que “no tene-
mos por qué manipular la vida como ocurre con la clonación, descubri-
miento que si bien puede ser empleado en el mundo científico vegetal,
no puede ser aplicado para los seres humanos. Esta manipulación signi-
fica una burla al poder de Dios. No toquemos lo que Dios ha querido
que tenga una forma, a imagen y semejanza suya”59.
Distintas religiones han fijado su posición:
El gran rabino de Israel, Meir Lay, afirmó que la clonación humana con-
tradice la ley religiosa judía al ser “manipulaciones genéticas cuyo objeti-
vo no es curar”. En Bucarest, la iglesia ortodoxa de Rumania, mayoritaria
en el país, fue aún más lejos, y afirmó que la clonación “está en contra-
dicción con el principio de la creación divina”, en palabras del portavoz
del patriarcado, padre Costel Stoica60.
Por otro lado, pronunciamientos individuales de académicos afines a
otras comunidades religiosas han sentado su posición.
Así, como los tribunales islámicos no se han pronunciado, el musulmán
académico en medicina Abdulaziz Sachedina ha mostrado su preocupa-
ción por las implicaciones a largo plazo de la separación de la reproduc-
ción con las relaciones humanas. El protestante Allen Verhey, especialista
en ética, dice que la clonación programa a los padres a pensar en sus hi-
jos como productos. Finalmente, el académico budista Donald López pre-
vé importantes problemas para la teoría del karma: ¿heredará la réplica
el karma de la persona original?, ¿qué hizo el ser en su vida pasada que
le permitió ser duplicado en éste?61.

58 Cfr. “Vaticano critica experimentos sobre clonación”. En: El Comercio, Sección B, Lima, 06 de
marzo de 1997, p. 6.
59 Cfr. “Preservar al hombre de la clonación”. En: El Comercio, Sección A, Lima, 30 de marzo de
1997, p. 15.
60 Cfr. “Se amplía el debate ético contra la clonación humana”. París: Agencia AFP, 5 de marzo de
1997.
61 Vid. “Hoy son ovejas...”. En: Newsweek (en español), 12 de marzo de 1997, p. 44.
120 ENRIQUE VARSI R.

9. Consecuencias sociales

Tim Friend, en un interesante ensayo publicado en el diario USA Today,


nos refiere: “La aristocracia británica dice que para asegurar que la rique-
za y el status sean llevados de manera adecuada uno debe tener un ‘he-
redero y un repuesto’. Ahora, imagine el potencial con la clonación hu-
mana. Un clono en el trono y otro en el freezer” 62. Según mi criterio, am-
bas afirmaciones, aunque la primera insospechada, nos llevan a pensar
si en realidad pudieran en algún momento complementarse a fin de ase-
gurar un determinado estado económico-social. ¿Acaso no sería una si-
tuación extrema recurrir a las técnicas de reproducción con fines distin-
tos a la reproducción natural? Sin duda que sí.
Debemos empezar a valorar en su verdadera magnitud aquellos princi-
pios referidos a que la humanidad y la naturaleza están conformadas por
seres únicos y diferenciables entre sí en su esencia biológica, y que exis-
te, por otro lado, una inmensa variedad de especies vivientes, cada una
de ellas pertenecientes a un grupo natural.
La clonación vulnera el principio de selección biológica por el cual el ser
humano es único, singular e irrepetible (principio de heterogeneidad)
desde el momento de la singamia. Este tipo de manipulación genética
ocasionaría una transfiguración de la antropología, ya que además puede
ser utilizada para crear razas superiores o mejoradas, “disminuyendo el
pool genético, con su consecuente uniformidad y empobrecimiento por
pérdida de variedad en la especie humana”63, originando una monotonía
génica.
Esta forma de manipulación genética allanaría directamente la sana con-
vivencia social, presentándose como un problema más ético que técnico
o legal. Como bien alude Elio Sgrecia: “El hecho de que prosigan even-
tualmente sólo con fines experimentales, sin un futuro vital para los em-
briones donados, no cambia el juicio ético, más aún, lo agrava”64.

10. El caso Illimensee

Kral Illimensee, profesor de embriología de la Facultad de Ciencias de Gi-


nebra, experto en micromanipulaciones con embriones de ratón y cono-
cido científicamente como “el manipulador de los dedos de oro”, realizó

62 “How Scientists Came to Take Step Toward Cloning Humans”. En: USA Today. Miami, 2 de no-
viembre de 1993, p. 71 (la traducción ha sido realizada por María del Pilar Espejo Barthelmes).
63 RUIZ SANTOS, Ángel. Op. cit., p. 119.
64 Op. cit., p. 327.
LA CLONACIÓN ANTE LA REALIDAD CIENTÍFICA Y SOCIAL 121

a principios de 1980 la clonación (fisión gemelar) de un ratón, publican-


do sus resultados en una de las revistas más prestigiosas del ámbito, la
revista Cell.
En enero de 1983 Kurt Bürki, uno de sus colaboradores más cercanos, lo
acusó de fraude “por no haber llevado a cabo los experimentos que pre-
sentó”. Como consecuencia de ello, en mayo del mismo año el rector de
la universidad, a propuesta del Consejo Científico de la Facultad de Cien-
cias, nombró una comisión compuesta por tres biólogos, dos científicos
y un abogado. En el transcurso de la investigación, Illimensee fue
sustituido en la dirección del laboratorio y como docente.
Luego de un pormenorizado estudio, la comisión manifestó, el 15 de fe-
brero de 1984: “no se ha descubierto ninguna prueba que demuestre fal-
sificación de datos”, reintegrándosele en la totalidad de sus funciones
académicas y docentes.
Sin duda este problema se presentó por haber realizado Illimensee sus
investigaciones solo, de manera individual, de allí que, como es fácil en-
tender, no se pudo probar a ciencia cierta sus resultados, puesto que re-
producir o volver a realizar una manipulación obteniendo los mismos re-
sultados es prácticamente imposible65.

11. Casos recientes

Ian Wilmut, del Instituto Roslin, y la firma PPL Therapeutics, de Edimbur-


go, Escocia, llegaron a autorreproducir a una oveja adulta: tomaron una
célula somática de la ubre, cuyo núcleo fue trasplantado a un óvulo enu-
cleado, concibiéndose y naciendo un clon (Dolly) de un animal ya exis-
tente. Ésta es la primera experiencia de la clonación de animales mayo-
res.
Los pasos científicos fueron los siguientes66:
1. Extracción de una célula diferenciada de la ubre de una oveja
adulta y viva.
2. Extracción de óvulo sin fertilizar de otra oveja.
3. Célula de glándula mamaria es cultivada en el laboratorio.
4. Se enúclea un óvulo sin fertilizar.
5. Se traslada el ADN de la célula mamaria al óvulo.

65 Vid. BARRERE, Martine. “El caso Illimensee: ¿Fraude o no fraude?”. En: Mundo Científico. Vol. IV,
Nº 39. Barcelona: Editorial Fontalba S. A., pp. 832-834.
66 ZORRILLA, Virginia. “Rebelión en la granja”. En: Cambio 16, Nº 1319 del 10 de marzo de 1997,
p. 63. Específicamente Vid. el diagrama de Yolanda Martín: “Proceso de creación de Dolly”.
122 ENRIQUE VARSI R.

6. Se aplica una descarga eléctrica al óvulo con el ADN transferido.


7. La descarga eléctrica origina la reproducción de las células hasta
originar un embrión.
8. El embrión es transferido a una tercera oveja para que lo geste.
9. A los cinco meses nació Dolly, con un ADN igual al de la primera
oveja.
Este experimento es de gran trascendencia. Su aplicación es revolucio-
naria al eludir los principios y reglas de la reproducción natural.
Es por ello que ha ocasionado discusiones de orden ético y moral que
difícilmente podremos asimilar por algún tiempo, pues puede ser perfec-
tamente aplicado en el hombre67. Es más, es necesario tener en cuenta
que existe un hecho que no es fácil soslayar y es que los descubrimientos
científicos son irreversibles. Como bien apunta la revista británica New
Scientist (01 de marzo de 1997): “Dolly se salió de la botella y no va a
regresar a su interior”68.
Otro experimento, muy cercano en el tiempo al anterior, nos indica que
científicos norteamericanos en Oregon clonaron embriones de dos mo-
nos. Don Wolf, jefe de la unidad de investigación en clonación de prima-
tes, ha asegurado que el único objetivo es comprobar la posibilidad de
crear monos genéticamente idénticos para investigaciones científicas69.
Por su parte, el ayuntamiento de Barcelona y la dirección del zoológico
de la ciudad han descartado por ahora la clonación del popular gorila
blanco Copito de nieve, que a sus 32 años ha tenido 21 hijos, aunque
ninguno de ellos es albino. Como se aprecia, sin embargo, no han nega-

67 La CNN y la revista Time realizaron una encuesta para medir el grado de aceptación de las téc-
nicas de clonación realizadas por los escoceses.
Las preguntas fueron:
a. ¿Es moralmente inaceptable la clonación...
de animales? 66% contestaron que sí.
de humanos? 89% contestaron que sí.
b. ¿Estaría dispuesto a comer productos clonados?
¿Frutos o vegetales? El 49% dijo sí y el 40%, no
¿Jamón de animal? El 33% dijo sí y el 56%, no
c. ¿Es la clonación contraria a los principios de Dios?
El 74% contestaron que sí y el 19% que no.
Vid., Poll: “Most Americans Say Cloning is Wrong”.
En: http//www.cnn.com/TECH/9703/01/clone.poll/index.html
68 KERDEL VEGAS, Francisco (médico venezolano, embajador en la Unesco y Francia): “Dolly y la
irreversibilidad de los descubrimientos científicos”. En: El Comercio, Sección A, Lima, 05 de marzo
de 1997, p. 2.
69 “Científicos de EE UU clonan dos monos”. En: Expreso, Sección A, Lima, 03 de marzo de 1997,
p. 20.
LA CLONACIÓN ANTE LA REALIDAD CIENTÍFICA Y SOCIAL 123

do la posibilidad (o necesidad) futura de realizarla. Ésta sería una forma


efectiva para autorreproducir a otro gorila con las mismas características70
del simio albino en cautiverio.
Si bien con el experimento de Dolly se abrió la polémica a nivel mun-
dial acerca de su aplicación en el hombre, con este último caso las
discusiones fueron mayores, pues como dice Fernando de Trazegnies:
“El caso de la oveja ya dio lugar a gran preocupación, pero el caso del mono
ha movido el piso de muchos porque se considera que es una especie muy
cercana al hombre. ¡Ah, las vicisitudes de las creencias humanas! Mientras
que ayer solamente se negaba la evolución con argumentos fundamentalis-
tas, hoy el mono resulta ser un respetado miembro de nuestra familia y al-
gunos han escrito (literalmente) que es el colmo que se haya procedido a
la “clonización” de nuestros primos hermanos. ¡Que hagan “clones” con las
plantas o con los animales inferiores, pero que no nos insulten “clonizan-
do” a nuestros parientes cercanos...!”71.

Éstos son algunos hechos de clonación divulgados periodísticamente. No


podemos demostrar que sean los últimos o únicos pues perfectamente
pueden haberse realizado otros de manera oculta y quien sabe con qué
tipo de elementos (acaso humanos).
Es intención común entre quienes compartimos los postulados del hu-
manismo que el desarrollo y finalidad de la ciencia sean aplicados en el
hombre de manera definida, canalizando ideales en defensa y beneficio
de la vida en general.
El derecho debe encargarse de establecer los límites y, en su caso, las
pautas de aplicación.

70 “Todavía no piensan repetir gorila blanco". En: El Comercio, Sección B, Lima, 10 de marzo de
1997, p. 17.
71 DE TRAZEGNIES GRANDA, Fernando: “Miedo a vivir”. En: El Comercio, Sección A, Lima, 07 de
marzo de 1997. p. 2.
CAPÍTULO VI

La clonación y el derecho

1. El derecho

1.1 Noción elemental


El derecho es la propia vida humana y su objetivo es buscar el orden a
través de la sana convivencia, el bien común y la realización de la justi-
cia mediante normas que fijan una conducta o un comportamiento obli-
gatorio. Su fin es la utilidad y la paz social1.
Existe un derecho objetivo, que es el conjunto de las normas jurídicas
que regulan la vida en relación; y un derecho subjetivo, que es la facul-
tad concedida por la norma jurídica a una persona para obrar en satisfac-
ción de sus propios intereses y de acuerdo a ley. Este derecho subjetivo
puede ser absoluto o relativo, patrimonial o extrapatrimonial.

1.2 Derechos de la persona


El ser humano, por su naturaleza de ser libre, tiene valores inherentes y
derechos que le permiten su desenvolvimiento integral; es decir, la con-
secución o ejecución de ideales, iniciativas y proyectos. Estos derechos
de la persona se sustentan en la exigencia moral de cautelar y respetar
la dignidad del ser humano, brindándole una protección en su desarro-
llo bio-psico-social.

1 Accediendo gentilmente a un pedido personal, Enrique Carlos Banchio, en comunicación cursa-


da el 16 mayo de 1995 desde Córdoba (Argentina), me formuló invalorables sugerencias al primer
plan de trabajo realizado para esta investigación. Sobre este punto refirió que “frente a la con-
cepción ‘utilitarista’ del Derecho, se ha enarbolado la concepción ética del Derecho, al identifi-
carse su fin con la ‘paz social’. El Derecho concebido como instrumento de convivencia humana”,
aclaración ésta que suscribo y la tomo de plena conformidad.

[125]
126 ENRIQUE VARSI R.

Los derechos de la persona, como aclara Norberto Bobbio:


“...no nacen todos en un momento. Nacen cuando deben o pueden nacer.
Nacen cuando el aumento del poder del hombre sobre el hombre, que
acompaña inevitablemente al progreso técnico, es decir, al progreso de la
capacidad del hombre de dominar la naturaleza y a los demás, crea nuevas
amenazas a la libertad del individuo o bien descubre nuevos remedios a su
indigencia: amenazas que se desactivan con exigencias de límites al poder;
remedios que se facilitan con la exigencia de intervenciones protectoras del
mismo poder...”2.

Así, el avance científico ha determinado que la vida humana experimen-


te cada vez mayores y radicales cambios, por lo que el derecho, al no ser
un “producto inmóvil, estático, perenne”3 sino dinámico, fluido, cam-
biante, ya que “se nutre de la vida humana social en cuanto cultura”4, ha
ido adecuando sus instituciones y su normatividad en defensa de la per-
sona, ofreciendo “la respuesta más idónea para solucionar lo que sucede
y sucederá igual, con regulación o sin ella”5, tomando como sustento
principios generales y de esencia natural. Sobre este punto Mariano
Grondona6 nos refiere que hay un principio, que podríamos llamar de
orden universal, que es “el carácter sagrado de la vida humana”, del cual
se desprende que la esterilización, los métodos contraceptivos, el abor-
to y la manipulación genética afectan directamente la unidad y la proyec-
ción vital de la persona al ser contrarios a su naturaleza y esencia, por lo
que estas prácticas deben ser drásticamente sancionadas en defensa del
ser humano.
Antonio Enrique Pérez Luño reflexiona que:
“La revolución tecnológica ha redimensionado las relaciones del hombre
con los demás hombres, las relaciones entre el hombre y la naturaleza, así
como las relaciones del ser humano con su contexto o marco de conviven-

2 Introducción a la obra El tiempo de los derechos. Madrid: Sistema, 1991, traducción de Rafael de
Asís, p. 18. Cit. por Jesús P. RODRÍGUEZ en su artículo “El proceso de constitucionalización de
una exigencia ética fundamental: El derecho a la intimidad”. En: Derechos y libertades. Año II, Nº
3. Madrid: Universidad Carlos III de Madrid, mayo-diciembre 1994, p. 368.
3 PERLINGIERI, Pietro. Il Diritto Civile nella legalitá coztitucionale. Nápoles: Edizioni Schentifiche
Italiane, 1984, p. 25 y 55.
4 FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. Derecho y persona. Lima: Ediciones Inesla, 1990, pp. 23-24.
5 ROCA TRÍAS, Encarnada. “La incidencia de la inseminación y fecundación artificial en los dere-
chos fundamentales y su protección jurisdiccional”. En: La filiación a finales del siglo XX. Madrid:
Trivium, 1988, p. 19.
6 “Intransigencias y desvíos” (La Iglesia católica y el sexo). En: Visión. Vol. 81, Nº 9. México DF:
Casa Visión, Mariano Grondona editores, noviembre 1993, p. 16.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
127

cia. Estas mutaciones no han dejado de incidir en la esfera de los derechos


humanos” 7.

De esta manera, existiendo la llamada generación de derechos humanos:


de primera (civiles y políticos), de segunda (los derechos económicos,
sociales y culturales) y los de tercera generación (los derechos de soli-
daridad), la defensa del ser humano frente a la manipulación genética
debe encontrarse resguardada dentro de alguna de estas fases.
Es así que Pérez Luño8 encuadra conjuntamente con el derecho a la paz,
a la calidad de vida y a la libertad informática, como derechos representa-
tivos de la tercera generación, el derecho a morir con dignidad, el dere-
cho al cambio de sexo, el aborto libre y gratuito y las garantías frente a
la manipulación genética.
Pero, analizando la clonación y las consecuencias de su aplicación en hu-
manos, es necesario determinar en qué medida influiría su utilización so-
bre los derechos de la persona. Para ello es necesario estudiar, mediante
un análisis comparativo, cada derecho de la persona y su relación con
esta forma de manipulación genética. Veamos.
1.2.1 El derecho a la vida
Es un derecho substancial, básico y primario, que no sólo se discute por
ser la condición de posibilidad, única y esencial, de cualquier otro dere-
cho, sino porque es un derecho excelso y fundamental del ser humano,
del que es titular por la sencilla razón de ser subjectum iuris.
Casos tradicionales y legalmente permitidos como la pena de muerte, la
eutanasia, el aborto, el suicidio y la legítima defensa atentan contra el de-
recho a la vida, pero últimamente el avance de las ciencias biológicas ha
determinado nuevas formas de vulneración: (a) directa, como el desecho
o descarte de embriones y la crioconservación prolongada; y (b) indirec-
ta, la manipulación genética dentro de la cual tenemos la clonación, que
transgrede las leyes naturales al crear vidas paralelas en su composición
genética.
Podríamos conjugar los casos antes citados (a y b). Por ejemplo, si la ma-
yoría de legislaciones que protegen al ser humano del desarrollo de la
tecnología presentan con especial énfasis la regulación de los denomina-
dos embriones sobrantes, nos preguntamos ¿qué pasa con los clones so-
brantes? A esta interrogante responderíamos sin dudar mucho: ¡son em-
briones!, pero debemos agregar algo, son por demás singulares y mere-

7 PÉREZ LUÑO, Antonio Enrique. “Las generaciones de derechos humanos”. En: Revista del Centro
de Estudios Constitucionales Nº 10. Madrid, 1981, p. 206.
8 Op. cit., pp. 209-210.
128 ENRIQUE VARSI R.

cen una situación más que especial en lo referente a limitar su práctica.


En este sentido, la violación del derecho a la vida no se traduce exclusi-
va y necesariamente con la eliminación del estado de actividad orgánica
sino también con la transgresión de las leyes naturales que informan y
determinan este derecho fundamental.
La manipulación genética a través de la clonación implica un atentado y
vulneración al acto biológico de generación de la vida humana, pues de
las técnicas recurridas se establece claramente:
— La creación de vida por medios artificiales.
— Una paralización del proceso vital para conseguir la fisión nuclear.
— Lograr la activación nuclear para su autodesarrollo.
Estas técnicas se oponen a la pauta vital del proceso de procreación natu-
ral, por lo que deben ser expresamente prohibidas.
1.2.1.1 El derecho a conocer nuestro origen biológico
María Corona Quesada González nos indica que a finales de los años 40
un sector de la doctrina alemana empezó a defender la existencia de un
derecho fundamental de la persona: “el derecho a conocer el propio ori-
gen o ascendencia biológica del que toda persona es titular”9.
Y es que el tema de la investigación biológica de la paternidad y el dere-
cho que aquí esbozamos, son de por sí sugestivos y de gran interés ac-
tual por su trascendencia social, humana y jurídica, a lo que debemos su-
marle el gran revuelo que han tomado las ciencias biológicas sobre el
hombre (piénsese en las modernas técnicas de reproducción asistida10 y
en la determinación positiva de la paternidad11).
Es decir, existe un desarrollo doctrinal respecto al derecho a conocer el
propio origen biológico, ya que todo hombre anhela saber quién es su

9 QUESADA GONZÁLEZ, María Corona. “El derecho (¿constitucional?) a conocer el propio origen
biológico”. En: Anuario de Derecho Civil. Tomo XLVII, fascículo II. Madrid: Ministerio de Justicia
e Interior, abril-junio 1994, p. 238.
10 “Según Giesen, tras una etapa de relativa tranquilidad, las controversias sobre el derecho a cono-
cer la filiación genética han recibido un nuevo impulso en la década de los años ochenta, por
los progresos conseguidos en materia de técnicas de reproducción asistida” (Genestiche
Abstammung und Recht, Juristenzeitung, 1989, pp. 365 y 366, cit. por QUESADA GONZÁLEZ, Ma.
Corona. Loc. cit., nota 4).
11 VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. “Las pruebas heredo-biológicas en la determinación jurídica de la
paternidad”. Tesis para optar el grado académico de bachiller en derecho y ciencias políticas de
la Universidad de Lima, junio 1990, p. 186; “Pater est quem sanguis demostrant”. En: Advocatus.
Lima: Universidad de Lima, 1991, pp. 30-37; “Acreditación biológica de la paternidad”. En: Cua-
dernos de Derecho Nº 1. Lima: Universidad de Lima, 1992, pp. 56-57; “Una experticia infalible: El
ADN y el derecho”. En: El Peruano. Sección B, Economía & Derecho: Informe, jueves 5 de agos-
to de 1993, p. 13; Derecho genético: principios generales. Trujillo: Servigraf S.A., 1995, pp. 51-60.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
129

padre (cuestión que atañe muy de cerca a la persona) por ser la esencia
y naturaleza del vínculo biofilial del ser humano.
Y es que, como sabemos, el vínculo filial determina la relación del hijo
con respecto al padre y la paternidad aquella relación inversa, es decir el
vínculo que une al padre con el hijo. Por ello, el derecho al conocimien-
to de la filiación biológica encuentra analogía con el derecho al nombre,
por ser ambos distintivos e individualizadores del sujeto de derecho.
Analizando la técnica de clonación, hemos visto que ésta genera indivi-
duos que comparten un mismo código genético. Ahora, estudiemos las
clases de clonación artificial y su influencia sobre el derecho que tiene la
persona a conocer el origen biológico.
En la autorreproducción la indagación del origen biológico es bastante
compleja, pues la información genética proviene de un solo sujeto (sea
hombre o mujer) que cedió el núcleo de una de sus células para que sea
implantado en un óvulo fecundado desnucleado. En este caso, la paterni-
dad o maternidad genética será únicamente de quien aporta el núcleo.
Sin embargo, cabe la posibilidad de hablar de una doble maternidad:
una, la que cede su óvulo (genética) y otra, la que se presta para realizar
la gestación (biológica).
En el caso de la reproducción gemelar la investigación parental no traería
mayores problemas, pues el cigoto surge de la unión de dos gametos,
formándose una célula con un código genético propio, la que posterior-
mente será seccionada para obtener el clon. Aquí los padres genéticos
serán quienes aporten el material reproductivo.
En la partenogénesis, cuya peculiaridad es la autorreproducción especial
de un gameto femenino, la maternidad genética será fácilmente estableci-
da, pues el óvulo inducido a su autodesarrollo lleva la información gené-
tica de la aportante. La controversia se presentaría en cuanto a la materni-
dad biológica, pues si la aportante del gameto no puede gestar debe, en-
tonces, gestarse aquel cigoto en otra mujer, que sería la madre biológica.
De acuerdo a lo anteriormente expresado —y sin pretender justificar estos
métodos, sino sólo con fines académicos— apreciamos que los casos de
clonación por autorreproducción así como la partenogénesis, traen ma-
yores problemas que la clonación por reproducción gemelar. En esta últi-
ma los vínculos parentales y filiales estarán claramente definidos (padres
e hijos, siendo estos últimos los clonados), mientras que en la autorre-
producción y en la partenogénesis estos vínculos se confunden en uno
(existe un solo progenitor, que es padre o madre de su propio clon, de
su otro yo biológico).
1.2.1.2 El derecho a ser procreado y a nacer dentro de una familia
130 ENRIQUE VARSI R.

Conforme refiere Levi-Strauss12 la familia es una formación psicológica,


sociológica o antropológica universal. Existen dos formas de constituir fa-
milia. Una legal, a través del matrimonio o de la adopción, y otra de he-
cho, a través de las uniones de hecho. En términos comunes es produc-
to del matrimonio que surge la familia, y ésta se realiza a través de la pro-
creación13, cuando los padres son biológicamente aptos para engendrar
a su descendencia.
La familia tiene una doble función: biológica y espiritual, a efectos de lo-
grar, de acuerdo a la primera, la procreación de los hijos, y por la segun-
da, su educación, asistencia moral y fidelidad en el seno del hogar.
La procreación en sentido estricto es fruto del matrimonio; de una duali-
dad bendita y formalizada por la ley. “La procreación de una nueva per-
sona, en la que el varón y la mujer colaboran con el poder del Creador,
deberá ser fruto y el signo de la mutua donación personal de los esposos,
de su amor y fidelidad”14. “Los padres hallan en el hijo la confirmación
y el completamiento de su donación recíproca: el hijo es la imagen viva
de su amor, el signo permanente de su unión conyugal, la síntesis viva e
indisoluble de su dimensión paterna y materna”15. Es así que cada ser hu-
mano será generado en una relación de amor que surja de dos personas
unidas matrimonialmente; de lo contrario se estará alterando el significa-
do y razón de la paternidad y maternidad, amenazándose las bases mis-
mas del ser humano y de las relaciones hombre-mujer en vista de la pro-
creación de los hijos16.
Las técnicas de manipulación, y especialmente, la clonación, violan la
unidad de la familia y la individualidad de la filiación al traer al mundo
seres creados a voluntad con códigos genéticos compartidos o predefini-
dos y si bien, dado el caso, son procreados o nacen dentro de un matri-

12 LEVI-STRAUSS, C. “The Family”, traducción castellana. En: Polémica sobre el origen y la univer-
salidad de la familia. Barcelona: Anagrama, 1974.
13 Sobre este punto los autores opinan de la siguiente manera: “El ideal jurídico y ético es y ha sido
ordinariamente la organización de la familia sobre la base del matrimonio, es decir, la familia legí-
tima o matrimonial. Pero ello no implica que la unión de hecho y la procreación fuera del ma-
trimonio no den lugar a la existencia de vínculos que determinen también la existencia de una
familia ilegítima o extramatrimonial...” (BELLUSCIO, Augusto César. Nociones de derecho de fami-
lia. Tomo I. Buenos Aires: Bibliográfica Omeba, 1967, p. 14). La familia “puede ser considerada
un régimen de relaciones sociales que se determinan mediante pautas institucionalizadas relati-
vas a la unión intersexual, la procreación y el parentesco” (ZANNONI, Eduardo. Derecho de fa-
milia. Tomo I. Buenos Aires: Astrea, 1989, p. 3).
14 Cfr. Const. past. Gaudium et Spes, 50. Cit. La instrucción sobre el respeto de la vida humana na-
ciente y la dignidad de la procreación. Op. cit., p. 23.
15 Cfr. Juan Pablo II. Exhortación apostólica Familiaris Consortio, 14: AAS 74 (1982) 96. Loc. cit., p.
23.
16 Vid. FIORE, Carlos. La fecundación artificial. Quito: Ediciones Paulinas, s/f, p. 26.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
131

monio y tienen su paternidad determinada por ley, no existe una equiva-


lencia entre el aspecto social y el biológico.
En las relaciones de familias procreativas si bien prima la voluntad de los
padres éstos no son nadie para definir una estructura homogénea de su
futuro hijo. Autorización y consentimiento para estos efectos carecen de
valor.
Entre los actos contrarios a este derecho podemos mencionar los siguien-
tes:
— La clonación implica la generación de un ser humano, no su procrea-
ción.
— Vulnera la familia y los lazos de parentesco.
— Crea hijos unipaternales, es decir con una filiación biológica indivi-
dual y no conjunta.
1.2.2 El derecho a la individualidad biológica.
Todos los hombres somos, en apariencia física y conformación biológi-
ca, iguales por nuestro patrimonio cromosómico, pero nos diferenciamos
genéticamente. Expliquemos. Con la fecundación se crea siempre un ser
con una configuración o patrimonio genético inédito y jamás repetible.
Es decir, el azar de la naturaleza crea la combinación propia y especial
del nuevo ser, que es obtenida de las células parentales.
En el plano jurídico es oportuno, en este estado de la ciencia, decir que
toda persona tiene derecho a heredar un patrimonio genético natural y
puro, no manipulado. Partiendo de esta premisa, que como derecho
esencial le corresponde a toda persona, el clon sería un ser carente de
individualidad genética, ya que tendría una herencia cromosómica total
y absolutamente compartida con otro(s) ser(es).
Así, la clonación es justamente lo que, como hipótesis teórica, aducen al-
gunos contra la individualidad del embrión, pues éste puede ser perfecta-
mente fisionado, dividido o partido.
La clonación implicaría la existencia de una generación multicompartida,
es más, estandarizada, contraviniendo el principio natural de la evolución
132 ENRIQUE VARSI R.

y variabilidad de las especies17 y como consecuencia el derecho al equi-


librio y a la diversidad natural de la especie humana18.
1.2.3 El derecho a la integridad
El ser humano existencialmente está dotado de voluntad y libertad y des-
de el punto de vista biológico cuenta con una unidad corpórea que le
permite presentarse física y materialmente ante la sociedad.
La integridad del ser humano es en sí la característica propia, el contex-
to corporal y funcional que como sujeto de derecho le corresponde a la
persona y al concebido.
Es una virtud natural que tiene todo ser humano, que le permite man-
tener su cuerpo sano.
Como derecho, la integridad se determina en la protección de la estructu-
ra corporal (integridad física), psicológica (integridad psíquica), genómi-
ca (integridad genética) y social (integridad moral) de la persona huma-
na. De allí que no debemos limitar conceptualmente este derecho al as-
pecto corporal (derecho a la corporeidad o al propio cuerpo, como se le
ha conocido), sino que su acepción y significancia es mucho mayor, res-
guardando al ser humano in toto.
La ley, al consagrar este derecho individual, protege la integridad de la
especie humana (derecho del que es titular la Humanidad) de cualquier
acto contrario o perjudicial.
Dentro de ello podríamos considerar, como caso especial, la clonación,
puesto que su aplicación violaría la individualidad biogenética de la per-
sona, vulnerando la diversidad del género humano.
La práctica del clonaje determina una influencia perjudicial contra este
derecho, puesto que:

17 CURTIS, Helena. Biología. 4a edición. México DF: Editorial Médica Panamericana, 1985, p. 992.
Establece que: “(...) el método más importante por el cual los organismos eucarióticos promueven
la variación en su progenie es la reproducción sexual. La reproducción sexual, en efecto, origi-
na combinaciones genéticas nuevas de tres maneras: 1) distribución independiente en el momen-
to de la meiosis (...) 2) crossing over con recombinación genética, y 3) combinación de dos dife-
rentes genomas de los progenitores. Mediante la recombinación sexual, los alelos se distribuyen
en combinaciones nuevas en cada generación. En cambio, considérense por un momento los
organismos que sólo se reproducen asexualmente, en que cada célula reproductiva da origen a
un nuevo organismo completo. Salvo si se ha producido una mutación en el proceso de dupli-
cación, el nuevo organismo será idéntico a su único progenitor. Con el curso del tiempo pueden
formarse diversos clones, cada uno de ellos portador de una o más mutaciones, pero si no ocu-
rren las mismas mutaciones en los mismos clones, nunca podrán acumularse en un solo genotipo
combinaciones potencialmente favorables”.
18 VILA-CORO, María Dolores: “Introducción...”, op. cit., p. 239.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
133

— Altera las estructuras biológicas del gameto o del embrión a fin de


lograr la fisión nuclear.
— Trastoca la composición bioquímica del embrión.
— Es un típico caso de manipulación microorgánica.
1.2.4 El derecho a la libre disposición del propio cuerpo
Este derecho es sustrato del derecho a la integridad. Mediante los actos
de libre disposición corporal una persona tiene la facultad de realizar
(disponer: dar o hacerse) lo que le parece con su cuerpo o por él (ciru-
gía, esterilización, cesión de órganos, adecuación de sexo, entre otros).
Es decir, es el ejercicio máximo de la libertad sobre la estructura somáti-
ca que tiene una persona dentro de los límites que establece la ley.
Si es la propia persona la que quisiera clonarse (autorreproducirse), ha-
ciendo uso de este derecho19, diríamos que este acto libre de disposición
corporal es ilícito por ser contrario al orden público al vulnerar los princi-
pios generales de la identidad, singularidad e irrepetibilidad en los que
se sustenta también el derecho a la integridad.
No habría justificación para determinar la legalidad de esta técnica. Care-
ce de significado humano. Es un procedimiento científico que cosifica
(estandarizando) al hombre.
En definitiva, no se encuadraría como un acto válido de disposición del
cuerpo, pues no corresponde a las características de este derecho que,
en el común entender, son: la esencia humanitaria, la solidaridad sin ries-
go para la salud, fines terapéuticos, búsqueda del interés personal y el
bien común, satisfacer un estado de necesidad de orden médico o quirúr-
gico y su inspiración en motivos humanitarios.
Asimismo, la técnica de clonación no encuadra en la clasificación de es-
tos tipos de actos que se sustentan en el beneficio personal, aplicación
de tratamientos de salud o la celebración de contratos en los que está de
por medio el cuerpo humano, siempre que se tomen las medidas de se-
guridad correspondientes.
Querer y poder hacer sobre nuestra unidad corpórea una acción implica
un análisis de los resultados para con los demás, un respeto a la comuni-
dad. No podemos transgredir pautas naturales con decisiones personales

19 Cfr. BARROS CONTI, César. “Clonación: enfoque jurídico”. En: El Dominical del diario El
Comercio. Lima, 27 de abril de 1997, p. 9.
134 ENRIQUE VARSI R.

en los que esté de por medio el cuerpo. Por eso, la clonación está pro-
hibida por la ratio de este derecho.
1.2.5 El derecho a la dignidad
La persona es el único ser que posee dignidad. De ahí: “El concepto dig-
nidad se refiere a la propiedad de un ser que no es sólo ‘fin en sí mismo
para sí’, sino ‘fin en sí mismo por antonomasia’”20.
Es valor entendido por todos que experimentar con el proceso biológico
de la fecundación y utilizar al embrión como puro objeto de análisis es
un ataque frontal a la dignidad de la persona y a la humanidad. Posicio-
nes concretas como las del sacerdote Domingo M. Basso21 nos refieren
que algunos intentos de intervenir el patrimonio cromosómico y genéti-
co no son terapéuticos, sino que su objetivo es la producción de seres
humanos seleccionados y hasta en serie. Estas manipulaciones, por tanto,
son contrarias a la dignidad, a la integridad y a la identidad del ser hu-
mano. Asimismo, se manifiesta que:
“la consecuencia es que el cuerpo humano posee una dignidad tal, que ja-
más puede ser tratado como un objeto o una cosa que se tiene (...), de ahí
que respetar la dignidad del cuerpo comporte siempre salvaguardar esa
identidad del hombre [puesto que] éste nunca pueda ser considerado como
un mero instrumento para la consecución de un fin” 22.

El hecho se plantea por la sencilla razón de que la persona no puede ser


instrumentalizada, ya que, reafirmando el postulado kantiano, la persona
es un fin, no un medio. Por tanto, el ser humano debe ser protegido
desde su inicio (concepción) hasta después de su muerte (cadáver).
En este orden de ideas debe prohibirse expresamente “la fecundación de
óvulos humanos con fines distintos a la procreación o contrarios a la dig-
nidad del ser humano”23, como es el caso especial de la clonación.

20 SAPAEMANN, R. Lo natural y lo racional. Ensayos de antropología. Madrid: Rialp, 1989, p. 100.


Cfr. también Caffarra. Trascendencia y finitud en Dios y en el hombre. Cit., pp. 164-165.
21 “Iglesia, vida y sexualidad”. En: Visión. Vol. 81, Nº 9. México DF: Casa Visión, Mariano Grondona
editor, noviembre, 1993, p. 20.
22 SARMIENTO, Augusto. “Las manipulaciones del cuerpo humano (bases antropológicas para la va-
loración ética de las nuevas tecnologías de la reproducción humana)”. Ponencia presentada al VII
Congreso Mundial de Derecho de Familia, San Salvador, 1992.
23 Éste es un principio general que en esencia está contemplado en la mayoría de legislaciones que
regulan las técnicas de reproducción humana asistida en protección del embrión.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
135

1.2.6 El derecho a la identidad


El hombre es un “todo” en el que convergen valores, actitudes y elemen-
tos biológicos; en fin, todo lo que permite la vida y la socialización. Es
el ente animado, racional y libre que creó el derecho para su vida en re-
lación.
Ahora bien, sabemos que una persona es un ser absolutamente único,
singular e irrepetible con una perfecta unidad de alma24 y de cuerpo. Di-
cho cuerpo y su conformación biogenética lo diferencia de sus semejan-
tes con quienes comparte una misma naturaleza, la humana. Así, el cuer-
po y su configuración son intangibles por ser constitutivos de la persona
misma y de su identidad. Identidad personal que, como bien nos dice
Carlos Fernández Sessarego25, es la “manera de ser” como la persona se
realiza en sociedad, con sus atributos y defectos, con sus características
y aspiraciones, con su bagaje cultural e ideológico y, como derecho, es
aquel que tiene todo sujeto a “ser él mismo”, mostrándose como un dere-
cho fundamental de la persona.
El derecho a la identidad podríamos clasificarlo de la siguiente manera:

1.2.6.1 El derecho a la identidad personal


Se refiere a los atributos de la personalidad como el nombre, edad, sexo,
estado civil, profesión, religión, domicilio, capacidad y nacionalidad, de-
terminando la individualidad propia de cada persona en sociedad y fren-
te al derecho.
Pero, no necesariamente debemos limitar el derecho a la identidad perso-
nal a un conjunto de situaciones o categorías jurídicas, sino que debe-
mos entenderlo de una manera amplia y heterogénea, producto de las
vivencias y de la bioquímica del ser humano; como nos ilustra Vila-Coro:
“la identidad personal es un haz de fuerzas resultante de la fuerza expansi-
va del código genético que es el principio intrínseco de actividad, modifica-
do por los impulsos procedentes del hábitat y, ambos a su vez, atempera-

24 Roberto ANDORNO, analizando el carácter de individuo de la especie humana del embrión, nos
indica, con especial énfasis: “es verdad que el alma no puede dividirse, pero nada se opone a
que el nuevo embrión sea animado desde que se separa de su hermano. En cambio, parece con-
trario admitir la existencia de dos almas en un embrión, no sólo porque ello sería contrario a la
unidad de la persona, sino también porque la división puede ser provocada artificialmente por
el hombre (clonación) y, en tal caso, ella no estaba de ningún modo prevista por anticipado”.
Cfr. Op. cit., p. 47, nota 12.
25 Cfr. FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. “El cambio de sexo y su incidencia en las relaciones fami-
liares”. En: La familia en el derecho peruano. Lima: PUCP, 1990, p. 197.
136 ENRIQUE VARSI R.

dos o dirigidos por el ejercicio efectivo de la libertad”26.

1.2.6.2 El derecho a la identidad sexual


Protege la integridad psicosomática de la persona relacionada con su se-
xo; es decir, representa la identificación del sexo que tiene físicamente
una persona con el que psíquicamente siente.
A saber son cinco los sexos que tiene una persona:
SEXO HOMBRE MUJER CARACTERÍSTICA

Cromosómico XY XX Inmodificable
Gonádico Testículos Ovarios Modificable
Anatómico Pene Vagina Modificable
Psíquico El que siente Inmodificable
Registral El que consta en documentos Modificable

Cuando alguno de estos cinco sexos no coincide con el otro surge la lla-
mada alteración sexual o conducta sexual disfuncional (homosexualidad,
travestismo, transexualismo, hermafroditismo, etc.), permitiéndose, en
determinados casos, la correspondiente adecuación.
1.2.6.3 El derecho a la identidad genética
Referido a la huella genética que tiene todo individuo por el simple he-
cho de ser un ente viviente, dentro de lo cual podemos encontrar el patri-
monio genético de la persona así como a su llamado genoma humano.
Este tipo de identidad “debe ser entendida en un doble sentido: identi-
dad genotípica (herencia genética) e identidad ‘hábitat’ (paratipo-ambien-
te que permite desarrollar unos genes u otros)”27.
Actualmente, el hombre cuenta con todos los elementos y conocimien-
tos biogenéticos para controlar tanto su evolución, herencia y desarrollo,
atentando contra su propia identidad de ser humano. Como se ha afir-
mado, “lo que está en juego (...) es la identidad de la persona humana,
cimentada en la diferencia de sexos, en el orden de las generaciones, y
en la sacralidad del cuerpo humano”28.

26 VILA-CORO, María Dolores. “Los límites de la bioética”. En: Biotecnología y futuro del hombre: La
respuesta bioética (Conversaciones de Madrid). 1a. edición. Madrid: Eudema S.A, diciembre 1992,
p. 76.
27 II Jornadas Marplatenses de responsabilidad civil y seguros. Mar del Plata: Comisión 1, diciem-
bre de 1992. “El impacto de la biotecnología en el derecho”. En: El derecho privado en la
Argentina. Segunda parte. Tucumán: Universidad Nacional de Tucumán, 1993, p. 72.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
137

Sobre el punto de la clonación y su afectación a este derecho añadire-


mos que esta forma de manipulación genética modifica radicalmente la
trayectoria vital del individuo, privándolo de ser la consecuencia de su
propia indeterminación biogenética, incidiendo, además, sobre su inde-
pendencia como expresión máxima de la libertad al insertarle en un me-
dio familiar que no le es natural (caso de la autorreproducción o parte-
nogénesis) o de una relación fraternal creada asistidamente (reproduc-
ción gemelar).
En estos términos Carcaba Fernández alega: “con la clonación la iden-
tidad humana se modifica y con ello se falsea”29.
El clon, si bien tendría una identidad ontogenética (propia e individual),
estaría privado de una verdadera identidad filogenética (relaciones pa-
rentales), pues sus vínculos de parentesco estarían afectados o habrían
sido variados por la mano del hombre.
A pesar de que la clonación pudiera servir para obtener sujetos idénticos
genéticamente, éstos serían diferentes y tendrían una individualidad pro-
pia, jurídicamente hablando.
1.2.7 El derecho a la libertad
La libertad es aquella “facultad natural que tiene el hombre de obrar de
una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus
actos”30.
Desde el punto de vista jurídico, y de manera concreta, el derecho a la
libertad se vincula con el derecho a la autodeterminación y con el dere-
cho de decidir libremente.
El hombre es un ser libre. Puede intervenir en su propia historia y en su
cuerpo, siendo capaz de decidir cuándo, cómo y con quién desea pro-
crear. Pero, ¿hasta qué punto puede esta libertad personal ser permisi-
ble?, ¿tiene el hombre un dominio pleno y absoluto sobre su corporali-
dad? Indiscutiblemente no.
Al respecto, Augusto Sarmiento nos dice que:

28 BANCHIO, Enrique Carlos. “El proyecto genoma humano...” Op. cit., pp. 965-966. Además aclara
con interesante referencia (en nota 38), citando a Jean-Marc Varaut, quien advierte que “el clona-
je es el horizonte de la idolatría de la técnica descripta por Heidegger. El clon es el órgano copia-
do conforme, inmunológicamente idéntico. (...) Y lo reproducido ya no será parecido, será lo
mismo. Se sabe que la reducción de lo otro a lo mismo es el horizonte de todos los totalitaris-
mos espirituales, políticos o científicos. La técnica que priva al niño del derecho de nacer como
ser único es altruicida”.
29 CARCABA FERNÁNDEZ,María. Los problemas jurídicos planteados por las nuevas técnicas de pro-
creación humana. Barcelona: Bosch, 1995, p. 30.
30 REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Op. cit., p. 1252.
138 ENRIQUE VARSI R.

“el problema de la libertad y del dominio reviste una complejidad especial


cuando las actividades llevadas a cabo afectan a otras personas. Esa comple-
jidad se da concretamente cuando el dominio —intervenciones, modificacio-
nes, etc.— se ejerce sobre la corporalidad humana, sobre todo ante el moder-
no desarrollo científico” 31.

Asimismo, Bernard Edelman indica que sin duda:


“podemos gozar de nuestra libertad, pero no podemos disponer de ella (...)
el derecho nos enseña que el ser de el hombre escapa a su propia volun-
tad, y que estamos obligados, en defensa de nuestro cuerpo, a respetarnos
como hombres” 32.

De allí que las investigaciones sobre y en el hombre serán aceptadas so-


cialmente y permitidas legalmente, siempre que se respete su esencia na-
tural de ser libre.
Por su parte Enrique Carlos Banchio, al abordar el tema de la manipula-
ción genómica hace una interesante cita de Javier Gafo, quien refiere que
“un hijo ‘clónico’ sería un ser al que se le ha asfixiado la autenticidad de
ser él mismo... Se lesiona un derecho fundamental, que pertenece inevi-
tablemente a la libertad existencial”33.
Más allá de los conceptos, debemos entender que la libertad como dere-
cho supremo y como situación innata del ser humano no debe ser limita-
da ni restringida en beneficio de la tecnología. Lo contrario conllevaría a
la absoluta desvaloración del sujeto de derecho.
1.2.8 El derecho a la igualdad
Este derecho está relacionado con la libertad y contrapuesto con la dis-
criminación. Su fundamento se circunscribe a la prohibición que el dere-
cho impone frente a las diferencias entre las personas y las discriminacio-
nes que pueden surgir hacia ellas.
En relación a este punto, el papa Juan Pablo II ha aludido a la “posible
discriminación que surgiría contra las personas en que se hallaran defec-
tos genéticos, o a la formación intencional de parejas para que traten de
producir descendientes genéticamente superiores”34. Asimismo, Vila-Co-
ro nos dice que “el clónico sería un ser discriminado, al tener en su he-
rencia genética dotación correspondiente a un solo progenitor”35, a lo

31 Op. cit.
32 EDELMAN, Bernard. “Experimentación en el hombre: una ley sacrifical”. En: Mundo científico.
Vol. 12, Nº 130. Barcelona: Editorial Fontalba S. A., 1981, p. 1042.
33 Op. cit., p. 960, nota 16, citando a Javier GAFO. “El nuevo homo habilis”. En: Ingeniería genéti-
ca y reproducción asistida. Madrid: Edición de Barbero de los Santos, 1989, pp. 165 y 168.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
139

que agregaríamos todas las demás personas que comparten, por la técni-
ca y experimentación, un mismo código genético (refiriéndonos al caso
de la creación de gemelos en laboratorio).
Sin duda, y habiendo detallado estos casos, vemos que la clonación sería
una investigación que propendería a la discriminación genética, de ahí
que se deba prohibir, ad literam, cualquier tipo de discriminación que se
practique sobre el embrión en su patrimonio genético, en la forma de su
concepción, gestación o nacimiento.

1.2.9 El derecho a procrear


También conocido como el “derecho a la reproducción humana”, “dere-
cho a utilizar las fuerzas genéticas” o —más genéricamente— el “derecho
de la pareja a tener descendencia”.
Es un derecho subjetivo derivado principalmente del derecho a la vida,
a la integridad y a la libertad; y confluyente con derechos como el honor,
intimidad y la propia imagen.
También se le suele asociar, y hasta oponer, con el derecho a la salud.
Como tal, podemos entenderlo como el derecho a tener hijos y a emplear
cualquier método conducente a lograr descendencia.
Su vinculación con el derecho a la dignidad de la persona está dado,
pues se presenta como una expresión máxima y continuidad de los de-
más derechos del sujeto en su descendencia, permitiendo el desarrollo li-
bre y pleno de la personalidad, la que trasciende en el tiempo.
Como los demás derechos, no es absoluto pues tiene límites: los hom-
bres o mujeres solas que quieran recurrir a las teras, que es el caso de la
reproducción unisexual íntimamente relacionada con la clonación. Esto
nos lleva a señalar que el derecho a la procreación no es un derecho de
titularidad individual, su ejercicio exige la concurrencia de otro sujeto. Es
decir, su ejercicio es mancomunado y heterosexual.
Su utilización, podemos aventurarnos a decirlo, puede ser lícita cuando
existe matrimonio o unión de hecho estable, pero se torna ilícita cuando
es producto de uniones sexuales furtivas o es resultado de la aplicación
de técnicas de reproducción asistida contrarias a la naturaleza del hom-
bre. Asimismo, una procreación puede ser tanto beneficiosa como perju-
dicial, centrándose estas últimas en las consecuencias de la manipulación
genética —creación de clones, híbridos y quimeras— y la transmisión de
enfermedades.
La procreación es “una función innata y un don de la vida animal por la

34 En: El Comercio. Sección B. Lima, 21 de noviembre de 1993, p. 2.


35 VILA-CORO, María Dolores. “Aspectos jurídicos...” Op. cit., p. 75.
140 ENRIQUE VARSI R.

que se transfieren las características biofísicas de los progenitores a sus


descendientes”36.
En la clonación, podríamos estar hablando de un solo genitor, tanto bio-
lógico como genético (clonación por transferencia de núcleos o autorre-
producción), lo que aparte de ser contrario al orden público37 no encua-
draría dentro del término procreación, sino autogeneración. Además, de
esto se derivaría una nueva clasificación de hijos: los hijos uniparentales,
producto de un solo progenitor, quedando por determinar cómo queda-
ría su paternidad legal.
Sobre este punto, Augusto Sarmiento plantea una interesante reflexión,
que aclara mi opinión, cuando dice que:
“en la transmisión de la vida los padres participan del poder creador de
Dios: un acto que, por eso, se llama procreación, y no generación. Si fuera
generación —como en el resto de los animales—, a cada ser humano se le po-
dría considerar como a un simple miembro, o, incluso un momento de la
especie. Generación orienta a la pluralidad, igualdad, etc.; creación destaca
el valor individual, de cada persona. Cuando se prescinde de la creación por
parte de Dios, se prescinde también de la trascendencia hacia Dios y queda
sólo la trascendencia hacia los demás”38.

En sentido similar, Ashley Montagu sostiene que “el hecho universal de la


reproducción constituye el cimiento de la relación social que caracteriza
a todos los organismos vivientes, y, en verdad, que el acto cooperativo
primario es el de la reproducción” 39.
He referido que las técnicas de reproducción asistida son un remedio
contra la infertilidad y se aplican cuando otros métodos han fracasado.
La clonación, como manipulación genética derivada de las técnicas de re-
producción extracorpóreas, debe ser rechazada, puesto que busca crear
a un nuevo ser, vulnerando los principios naturales de la procreación. Es
indispensable tener presente que, en base al principio de familia, el nas-
citurus y el concepturus tienen un derecho subjetivo de ser reconocidos
por sus padres así como de contar con progenitores de sexo complemen-
tario.

36 VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. “El inicio de la vida humana”. En: El Peruano. Sección B, Economía
& Derecho. Lima, 18 de enero de 1993, p. 14.
37 Fulvio MASTROPAOLO nos dice: “...también la clonación puede ser contraria al orden público,
tendiendo a excluir programáticamente una de las dos figuras parentales en el momento procrea-
tivo...” Cfr. “Aspetti guiridici delle manipolazioni biologiche”. En: Quadrimestre Nº 2, Rivista di
Diritto Privato. Milan: Giuffre Ed., 1989, p. 289 (traducción de María del Pilar Espejo Barthelmes).
38 Op. cit.
39 MONTAGU, Ashley. Op. cit., p. 34.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
141

Sin embargo, hay algo más profundo a todo lo expuesto: el ser humano
tiene el máximo derecho de nacer en una familia, en la que el amor con-
yugal, la responsabilidad y la autoridad sean la base para su desarrollo
en una sociedad libre. Por estas consideraciones y por su esencia inhe-
rente de ser humano, no puede ser producido en un laboratorio sino pro-
creado, dejando al azar de la herencia su futura conformación. Por otro
lado, resultaría por demás contrario a la moral familiar que una pareja es-
cogiera tener 2 o 3 hijos iguales, es decir clonados en laboratorio.
“Es por esto que la clonación embrionaria es inmoral”40 y contraria al de-
recho a procrear.
1.2.10 El derecho a la salud
Es el derecho de sentirse bien física y mentalmente. Es un bienestar gene-
ral que integra lo psicológico, biológico y social. Dentro de esta concep-
ción, el derecho a la salud integral comprende los aspectos corporal, fi-
siológico y emocional, que, como todos, deben tener una perfecta corre-
lación para el desarrollo de la persona humana.
Es en estos términos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) de-
fine a la salud, otorgándole al Estado, como función básica, la promoción
de este derecho.
En esta dirección el preámbulo de la Constitución de la OMS sienta entre
sus principios lo siguiente:
“La salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no
solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.

Igualmente, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos señala:


“Artículo 7: ... nadie será sometido sin su libre consentimiento a experi-
mentos médicos o científicos” 41.

40 BUTTIGLIONE, Rocco. “Inmoral Clones: A Vatican View”. En: New Perspectives Quarterly (NPQ).
Vol. 11, Nº 1. Winter 1994 (la traducción ha sido realizada por María del Pilar Espejo Barthelmes).
41 Puede ampliarse la lectura sobre los principios que inspiran este derecho en el ensayo denomi-
nado “La salud como derecho humano en el derecho internacional”. En: Bioética. Temas y pers-
pectivas Nº 527. Washington: OMS, 1990, pp. 241-244.
142 ENRIQUE VARSI R.

Así tenemos que el derecho a la salud puede conceptualizarse de modo


estricto como “la falta de enfermedad”, como el “estado en que el orga-
nismo ejerce normalmente todas sus funciones”. Por su parte, el Estado
brinda la protección de este derecho a través de la correspondiente aten-
ción sanitaria.
El derecho a la salud tiene una relación muy estrecha con las teras, pues
éstas tienen una finalidad terapéutica.
Siguiendo con el análisis de la clonación y su influencia sobre los dere-
chos de la persona, supongamos el siguiente caso: Se crea un clon por
autorreproducción, el que, como sabemos, tendrá todas las caracteríticas
biofísicas de su genitor celular, compartiendo sus defectos y enfermeda-
des, por ser el mismo genoma humano duplicado. El clon podrá, perfec-
tamente, saber qué enfermedades ha tenido su doble, atenerse a ellas y
prevenirlas. Esto, sin duda, va mucho más allá de lo que comúnmente se
entiende por derecho a la salud.
1.2.11 El derecho a la intimidad
El ser humano cuenta con una parte de su vida que es interna y reserva-
da. En ella se reúnen aspectos como el personal, familiar y laboral (entre
otros) que, dado su contenido, pertenecen sólo y exclusivamente a su ti-
tular. De allí que nadie tenga la facultad de conocerlos ni divulgarlos, por
lo reservado de los mismos. Esta facultad es conocida como el derecho
a la intimidad.
Éste es el derecho que permite la reserva, el secreto. Es la vigilia a la vida
privada del ser humano, el estar libre de intromisiones a fin de que se
nos deje vivir tranquilos y en paz, sin mortificaciones, con nuestras virtu-
des y defectos. Es el control y disposición de nuestra información que en
pensamientos, datos, experiencias y estructura biológica poseemos (au-
todeterminación informativa).
Ahora bien, como parte de la vida interna o del conocimiento individual,
el derecho a la intimidad tiene ámbitos de aplicación como la vida inter-
na (pensamientos, creencias, ideas), la relación (su familia, compañías,
círculos frecuentados), la comunicación (su correspondencia, memorias)
y la representación (imagen y voz).
Pero, actualmente, ese mundo interno del hombre merece una cautela y
seguridad especiales con respecto a la información contenida en sus ge-
nes, ya que, por ejemplo: a) la forma como ha sido procreado, b) los re-
sultados que se obtengan de los análisis realizados o c) las prácticas mé-
dicas a las que se ha sometido, no pueden ser revelados. Y es que, justa-
mente, el derecho a la intimidad protege consideraciones que a nadie
más que a un solo sujeto le interesan.
De la interioridad del ser ¿qué más íntimo que su estructura biogenética
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
143

en cuanto a factor endógeno existente? En este sentido, podemos hablar


de un derecho a la intimidad especial como sería la intimidad genética.
Como derecho, la privacidad genética es la facultad con la que cuenta el
sujeto de derecho a fin de mantener su (bio) autonomía interna libre de
intromisiones, restringiendo el acceso a este tipo de información (princi-
pio de opacidad).
De esta manera la clonación y sus pruebas, exámenes, experimentacio-
nes y manipulaciones genéticas preliminares y posteriores a esta técnica,
son una amenaza contra la intimidad.
Este derecho se verá afectado con la técnica del clonado: cuando se di-
funda a terceros cómo fue generada una persona (confidencialidad del
origen de la estructura génica) o cuando se informe al propio sujeto su
origen genético (derecho a no saber). Estos casos son conocidos como
la confidencialidad genética derivada y la propia, respectivamente.
Deben fijarse, entonces, nuevos alcances, límites y grados en lo referente
a la disposición de la información en el ámbito de estos tipos de
intervenciones genéticas.
Frente a esto ¿que deberá primar?: La transparencia (divulgación) o la re-
serva (opacidad); la privacidad (lo propio) o la difusión (público). Sólo
el beneficio y bienestar del sujeto puede determinarlo.

1.2.12 El derecho a la imagen


La imagen es el aspecto y figura de la persona, el rasgo fisonómico reco-
nocible. Mediante este derecho se protege su representación y reproduc-
ción gráfica de la figura o forma del cuerpo.
La técnica de la clonación vulnera el derecho a la propia imagen genéti-
ca del sujeto (ya no será unicum sino pluritum) al crearse un doble, otro
igual que en definitiva es (con la fisión gemelar) o será (con la transferen-
cia de núcleo o partenogénesis) una proyección de su imagen (una escul-
tura con vida) que como singular y típica ha de pertenecerle sólo a él.
Debe entenderse, en este orden de ideas, que ninguna ciencia o método
puede, técnica y mucho menos biológicamente, hacerle compartir el as-
pecto biofísico a un ser humano programando sus caracteres en serie.

2. Documentos y legislación

Los primeros países que regularon jurídicamente las técnicas de repro-


ducción humana asistida fueron Estados Unidos, en el estado de Georgia
en 1964, y Suecia mediante ley 1140/84 (vigente desde marzo de 1985).
Sin embargo, como bien indica Goldschmidt, las vastas posibilidades ge-
144 ENRIQUE VARSI R.

neradas por las investigaciones en genética humana determinan una gran


carencia de normas, por la novedad científico-técnica42.
Como referí en una publicación43, hoy en día la legislación comparada
que regula el derecho genético, si bien no es muy abundante, es varia-
da y diversa en la forma de tratar este avance de la ciencia biomédica y
su influencia sobre el ser humano.
Países europeos como Alemania, Austria, España, Francia, Gran Bretaña,
Noruega, Suecia y Suiza cuentan con leyes de avanzada que regulan esta
materia, cuya orientación no es para nada uniforme; muy por el contra-
rio, están definidas por directrices dispares, de las que se puede apreciar
dos tendencias legislativas claramente marcadas:
Corriente impulsora del avance tecnológico. Esta corriente legislativa fo-
menta el avance de la tecnología sobre el interés de la persona. Se
adhieren a esta corriente: España, Gran Bretaña y Francia.
Se sustenta en los siguientes postulados:
— El inicio de la vida embrionaria es retardado cierto tiempo (por lo ge-
neral, catorce días) luego de la fecundación.
— Amplia libertad en materia de manipulación y creación de embriones
en exceso, con congelamiento, donación o destrucción de los so-
brantes.
Corriente de protección a la persona. La orientación de esta tendencia le-
gislativa se caracteriza por proteger al ser humano desde el momento de
la concepción, y, especialmente, a los niños nacidos de las técnicas de
procreación artificial. Dentro de esta corriente jurídica destacan, princi-
palmente, Alemania, Suecia y Suiza.
Formula los siguientes principios básicos:
— Evitar la artificialización de la familia.
— Lograr la coincidencia entre el vínculo biológico de paternidad y ma-
ternidad y el vínculo social.
— Fomentar y resguardar la salud psíquica del niño.
— Reconocer al niño el derecho a indagar su identidad genética.
Con respecto a la técnica de la clonación, España, Alemania, Australia
(estado de Victoria, 1986), así como Canadá, prohíben expresamente esta

42 GOLDSCHMIDT, Werner. Introducción filosófica al derecho. 6a. ed. Buenos Aires: Depalma,
1987, pp. 288 y ss. Cit. por PONCE DE FAUSTINELLI, Marcia Isabel. “La medicina reproductiva
moderna y sus efectos en el derecho familiar y hereditario”. Córdova: El Copista, 1995, p. 11. Po-
nencia presentada al XXI Congreso Internacional del Notariado Latino, Berlín, 1995.
43 VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. “El derecho genético y las interrelaciones humanas”. En: El Perua-
no. Sección B, Economía & Derecho. Lima, 25 de enero de 1995, p. 9.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
145

forma de experimentación negativa en seres humanos, contando con le-


yes muy severas que limitan la manipulación genética.

2.1 Documentos y legislación comparada


Entre los antecedentes de regulación social que actualmente sirven de ba-
se para impedir moral y éticamente44 la aplicación de las técnicas del clo-
naje tenemos:
2.1.1 Documentos en general

2.1.1.1 El Código de Nuremberg (1947)


Este código nace como consecuencia del juicio que en Nuremberg dio a
conocer los horrendos crímenes médicos cometidos por la SS nazi en la
Segunda Guerra Mundial, con prisioneros de campos de concentración
(principalmente judíos, polacos, gitanos y rusos), entre los que tenemos:
— Efectos de la ingestión de veneno.
— Efectos de la inyección intravenosa de gasolina o de virus como el
de la hepatitis y el tifus.
— La inmersión en agua helada.
— La observación directa de la muerte del corazón.
— El estudio de la adaptación a grandes alturas.
— La vivisección humana.
El código en mención, como instrumento precursor que regula la investi-
gación biomédica en los seres humanos, señala que “el riesgo tomado no
debe exceder nunca el determinado por la importancia humanitaria del
problema que ha de resolver el experimento”45, y “el experimento debe
realizarse con la finalidad de obtener resultados precisos y no debe ser
un experimento escogido al azar”46.
2.1.1.2 La Declaración Universal de los Derechos Humanos

44 Sobre el punto de la ética es oportuno indicar lo que dice Gina KOLATA. “... en suma, los éticos
se cuestionan si nos arriesgamos a degradar a los humanos ‘copiándolos’. Más aún, ¿deberíamos
sancionar negocios de transacción para la compra de embriones y servicios de clonación? Otros
éticos dicen que la clonación por sí sola no viola ningún principio ético. Crea, más bien, ‘una
oportunidad para una travesura’” (Cfr. “Cloning Human Embryos: Debate Erupts Over Ethics”. En:
New York Times. Sección A. New York, 26 de octubre de 1993, p. 1 (traducción realizada por Ma-
ría del Pilar Espejo Barthelmes).
45 Texto tomado de: Trials of War Criminals before the Nüremberg Military Tribunals under Control
Council Law. Vol. 2, Nº 10. Washington, DC: US Government Printing Office, 1949, pp. 181-182.
Cit. por SERRANO LAVERTU, Diana y Ana María LINARES. “Principios éticos de la investigación
biomédica en seres humanos: aplicación y limitaciones en América Latina y el Caribe”. En:
Bioética. Temas y perspectivas. Op. cit., p. 111.
46 Texto tomado de LÓPEZ MORATALLA, Natalia y otros. Op. cit., p. 284.
146 ENRIQUE VARSI R.

Tanto la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) así co-


mo los dos Pactos Internacionales de Derechos Humanos (1966) demues-
tran que de determinados principios aceptados internacionalmente se
pueden inferir aquellos que se aplican a la genética humana, tales como:
— El respeto a la dignidad y el valor de la persona humana.
— El derecho a la igualdad ante la ley.
— La protección de los derechos de los individuos vulnerables.
— El derecho a no ser objeto de experimentaciones médicas o científi-
cas sin libre consentimiento.
— El derecho a los máximos niveles posibles de salud física y mental.
— El derecho a la protección contra las injerencias arbitrarias en la vida
privada o la familia.
— El derecho a disfrutar de los beneficios de los adelantos científicos y
su aplicación.
— El derecho a la libertad de la investigación científica.
2.1.1.3 La Declaración de Helsinki
La Asociación Médica Mundial redactó en Nuremberg unos protocolos
para la investigación en seres humanos. Éstos fueron revisados en Hel-
sinki y en Tokio, siendo promulgados en 1964 bajo la denominación se-
ñalada en este punto. Posteriormente, esta Declaración fue modificada en
1975 (Tokio) y en 1983 (Roma).
En su texto, con respecto a la investigación biomédica con seres huma-
nos, declara que:
“los intentos de la ciencia y de la sociedad no pueden anteponerse al bien-
estar de los individuos” 47.

2.1.1.4 El proyecto de recomendación del CAHBI 48 (1982)


Presenta la recomendación Nº 934, reclamando a la Convención Europea
de los Derechos del Hombre la proclamación del derecho de toda per-
sona:
“... a heredar características genéticas que no hayan sufrido manipulacio-
nes” 49.

47 Texto tomado de: “World Medical Assembly. The Declaration of Helsinki: Recomendations guid-
ing Medical Doctors in Biomedical Research Insolving Human Subjects”. Adopted by The 18th
World Medical Assembly, Helsinki, Finland, 1964 and as revised by the 29th World Medical
Assembly, Tokio, Japan, 1975. Cit. Ibídem. SERRANO LAVERTU, Diana y otro.
48 Se conoce con esta sigla al Comité de Bioética del Consejo de Europa o Comité “ad hoc” para el
progreso de las ciencias biomédicas.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
147

2.1.1.5 La Carta de los Derechos de la Familia 50 (1983)


Indica en su artículo 4 que:

“La vida humana debe ser protegida absolutamente desde el momento de la


concepción”.

Estableciendo en su inciso b:

“El respeto por la dignidad del ser humano excluye toda manipulación ex-
perimental o explotación del embrión humano”.

Asimismo, en su inciso c:

“Todas las intervenciones sobre el patrimonio genético de la persona huma-


na que no estén orientadas a corregir anomalías, constituyen una violación
del derecho a la integridad física y están en contraste con el bien de la fami-
lia”.

2.1.1.6 El Informe Warnock 51 (1984)


No obstante ser Gran Bretaña uno de los países tecnológicamente más
avanzados en la utilización de las técnicas de reproducción humana asis-
tida, no tiene una legislación uniforme sobre la materia; sin embargo,
cuenta con el estudio interdisciplinario más serio y sesudo producido en
el área y que ha servido de antecedente normativo en todo el mundo,
me refiero al Informe Warnock.
Este documento, si bien no contempla la clonación directa ni taxativa-
mente como implicancia moral y científica de la fecundación extrauteri-
na, sí se encarga de fijar los límites penales a la investigación genética y
a la explotación de embriones y fetos disponiendo, lato sensu, en sus
recomendaciones:

49 TRABUCCI, Alberto. “Procreazione artificiale e genetica umana nella prospettiva del giurista”. En:
Rivista di Diritto Civile Nº 5. Padova: Cedam, 1986, p. 508.
50 La Carta de los Derechos de la Familia —conforme refiere en su introducción— responde a un voto
formulado por el Sínodo de Obispos reunidos en Roma, en 1980, para estudiar “el papel de la
familia cristiana en el mundo contemporáneo”. Fue presentada por la Santa Sede el 22 de octubre
de 1983, a todas las personas, instituciones y autoridades interesadas en la misión de la familia.
Su edición estuvo a cargo de la Comisión Episcopal de la Familia.
51 Es el nombre con el que se conoce el Report of the Committee of Inquiry Into Human Fertilization
and Embriology (Gran Bretaña: Imprenta de su Majestad la Reina, 18 de julio de 1984). Es una
publicación del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y estuvo presidida por lady
Warnock (del Departamento de Filosofía de la Universidad de Cambridge). Fue redactado entre
1982-1984 por 16 expertos entre médicos, teólogos y abogados.
Ha sido publicado, traducido al castellano. En: Moralia. Vol. IX, Nº 35 y 36. Revista de ciencias
morales, julio-diciembre, 1987, pp. 3-4.
148 ENRIQUE VARSI R.

“11. La investigación realizada sobre embriones humanos in vitro y el mani-


pularlos deben ser permitidos sólo bajo licencia. (...)

42. El embrión humano debe recibir algún tipo de protección legal. (...)

43. Cualquier uso no autorizado de un embrión in vitro, constituirá en sí un


delito. (...)

46. Ningún embrión utilizado como objeto de investigación puede ser


trasladado al organismo de una mujer”.

2.1.1.7 El Comité Consultivo Nacional de Ética para las ciencias de la vida y la


salud
Emitió una opinión52 el 22 de mayo de 1984 respecto de la extracción de
tejido embrionario o de fetos humanos muertos con fines terapéuticos,
de diagnóstico o científicos, en la cual establece dentro de sus directivas,
lo siguiente:
“I) El embrión o el feto debe ser reconocido como una persona humana en
potencia que está o estuvo vivo y cuyo respeto impone a todos”.

Asimismo, resuelve que:


“1. El embrión o el feto vivo no puede ser en ningún caso objeto de experi-
mentación in útero. Sólo son legítimas las acciones terapéuticas destinadas
a favorecer el desarrollo y nacimiento del niño. El mantenimiento artificial
de la vida del embrión o del feto en vista de una investigación o de una ex-
tracción con fines terapéuticos está terminantemente prohibido”.

2.1.1.8 El proyecto de recomendación del CAHBI (1986)


El 24 de setiembre de 1986 la asamblea parlamentaria del Consejo de Eu-
ropa acordó, en la resolución Nº 1046, que por vez primera se fijaran re-
glas referentes a la protección de los embriones humanos. En este senti-
do, propone a los estados miembros establecer prohibiciones a:
“La producción de un ser humano en laboratorio; la creación de niños con
padres del mismo sexo; la experimentación con embriones vivos; la
creación de seres vivos idénticos, con fines de selección de raza u otro tipo;
la implantación de seres humanos en el útero de seres de otras especies, o
la operación inversa; la creación de embriones con espermas de individuos
diferentes; la elección de sexo a través de manipulaciones genéticas con fi-
nes terapéuticos” (el subrayado es mío).

52 Vid. Revista de problemas políticos y sociales Nº 520. París, 4 de octubre de 1985, pp. 28-29.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
149

2.1.1.9 El proyecto de recomendación del CAHBI (1987)


Prohíbe las manipulaciones genéticas (principio 1.2), salvo que tengan
una finalidad preventiva, terapéutica o destinada a diagnosticar enferme-
dades graves, esto dentro de determinadas condiciones, entre ellas, que
el embrión no sea utilizado después de catorce días a partir de la fecun-
dación.
2.1.1.10 El proyecto de recomendación del CAHBI (1989)
Es relativo a la “utilización de embriones y fetos humanos en la investi-
gación científica” y es aprobado mediante la recomendación Nº 1100. Se
preocupa por legalizar de manera uniforme los avances científicos en ba-
se a una “verdad aproximada” con el fin de evitar actos prohibidos con-
tra el hombre.
2.1.1.11 La propuesta de la Asociación Mundial de Amigos de la Infancia al
proyecto de Convención del Niño
Como bien refiere Jorge Valencia Corominas53, en el marco de las suge-
rencias y recomendaciones presentadas al proyecto de Convención del
Niño, en 1989 la Asociación Mundial de Amigos de la Infancia hizo lle-
gar un informe a la Comisión de Derechos Humanos mostrando su preo-
cupación por el silencio que guardaba el proyecto de la convención res-
pecto de la situación del concebido.
La asociación propuso que el proyecto ampare en sus disposiciones la
protección del concebido, puesto que los adelantos científicos referidos
a la genética vienen contrariando la dignidad del ser humano.
En este sentido, la propuesta se sustentaba en añadir al artículo 1 del pro-
yecto un segundo párrafo a fin de considerar la protección directa al con-
cebido y su resguardo frente a los avances biogenéticos.
El artículo 1 del proyecto de la convención y la propuesta de la asocia-
ción quedaría de la siguiente manera:
Artículo del proyecto:
“Para los efectos de la presente Convención, se entiende por niño todo ser
humano hasta los 18 años de edad, salvo que en virtud de la ley de su
Estado, haya alcanzado antes la mayoría de edad”.
Párrafo propuesto por la asociación:
“La presente Convención garantiza igualmente la protección del niño con-

53 VALENCIA COROMINAS, Jorge. Derechos humanos del niño. Lima: Instituto de Derechos
Humanos, 1990, pp. 114-115.
150 ENRIQUE VARSI R.

cebido y todavía no nacido frente a experimentos o manipulaciones genéti-


cas contrarios a su integridad física, moral o mental o a su salud”.

Como aclara Valencia Corominas, de acuerdo con esta propuesta, los es-
tados partes de la convención adoptarían las medidas necesarias para
prohibir:

“Toda creación de seres humanos idénticos mediante clonado u otros méto-


dos, sea o no con fines de selección de raza (...)”.

“La creación de gemelos idénticos”54.

2.1.1.12 El Parlamento Europeo


Desde la aparición práctica de las técnicas de reproducción asistida, el
Parlamento Europeo incluyó como prohibiciones —que son meras suge-
rencias, pues no tienen valor legal— la combinación de gametos humanos
con los de animales, la crioconservación prolongada y la clonación.
Es así que, mediante resolución del 16 de marzo de 1989 sobre proble-
mas éticos y jurídicos de la manipulación genética, señala:
“Punto 41.- En relación con la clonación. Considera que la prohibición bajo
sanción es la única reacción viable a la posibilidad de producir seres huma-
nos mediante clonación, así como respecto a todos los experimentos que
tengan como fin la clonación de los seres humanos.”

Pero es el 28 de octubre de 1993 cuando con una resolución de urgen-


cia califica la práctica de la clonación como “reprochable desde el punto
de vista moral e inaceptable desde el punto de vista ético” en razón de
que la duplicación de embriones humanos, sea cual fuere su finalidad,
supone ‘una grave violación’ a los derechos humanos fundamentales y
un acto contrario al respeto que merece toda persona.
Por ello, se solicitó a la Comisión Europea y a los estados miembros que
preparen una decisión para prohibir los experimentos científicos con em-
briones humanos que permiten reproducir genéticamente un ser humano
y crear un clon.
Asimismo, los eurodiputados, preocupados por el hecho de que este tipo
de experimentos pueda estar realizándose, también, en la Comunidad
Europea “han hecho un llamamiento a todos los científicos e investi-

54 Op. cit., p. 115.


LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
151

gadores, tanto si trabajan en el sector público como en el privado, para


que renuncien voluntariamente a estas prácticas sin esperar la entrada en
vigor de la prohibición comunitaria”55.
2.1.1.13. La Declaración Universal de los Derechos Humanos de las generaciones
futuras 56
La declaración formula de modo pormenorizado, en 14 artículos, los de-
rechos de las generaciones futuras, desde el derecho a una Tierra preser-
vada hasta el derecho a la vida y a la perpetuación de la especie humana.
En lo que a nuestra investigación respecta establece lo siguiente:
“Artículo 2
Derecho a la libertad de opción de las generaciones futuras
Cada generación que recibe como herencia momentánea la tierra, tiene sola-
mente el mandato de administrarla, con el compromiso ante las genera-
ciones futuras de impedir todo atentado irreversible a la vida de la tierra y
de respetar la libertad de opción que debe permanecer total en cuanto a su
sistema económico, social y político”.
Asimismo, el:
“Artículo 3
Derecho a la vida y a la preservación de la especie humana
Las personas pertenecientes a las generaciones futuras tienen derecho a la
vida y al mantenimiento y perpetuación de la Humanidad, en las diversas
expresiones de su identidad. Por consiguiente, está prohibido causar daño
de cualquier manera que sea la forma humana de la vida, en particular con
actos que comprometan de modo irreversible y definitivo la preservación de
la especie humana, así como el genoma y la herencia genética de la huma-
nidad, o tiendan a destruir, en todo o en parte, un grupo nacional, étnico o
religioso”.

Este dispositivo protege de manera integral a la humanidad y la seguri-


dad de la especie humana futura, frente a los actos de manipulación que
atenten contra las leyes naturales y tergiversen la estructura biogenética
de las personas.
Por otro lado, el:

55 Cfr. “Prohibir la clonación de embriones humanos”. En: Tribuna del Parlamento Europeo (Boletín
informativo del Parlamento de la Comunidad Europea). Año VI, Nº 9. Madrid, octubre-noviem-
bre 1993, p. 13. Asimismo, vid.: “Parlamento Europeo exige prohibición de la clonación de seres
humanos”. Estrasburgo (Francia): Agencia EFE, 28 de octubre de 1993.
56 Con el fin de contribuir a un planteamiento y reflexión global sobre los derechos de las genera-
ciones futuras, la Unesco, en cooperación con el equipo Cousteau, patrocinó una reunión de
expertos celebrada por el Instituto Tricontinental de la Democracia Parlamentaria y los Derechos
Humanos en la Universidad de La Laguna (Tenerife, España) los días 25 y 26 de febrero de 1994.
152 ENRIQUE VARSI R.

“Artículo 4
Derecho a conocer sus orígenes y su identidad
Las personas pertenecientes a las generaciones futuras tienen derecho a
conocer sus orígenes, su identidad y su historia, tanto personales como
colectivos, conforme a la ley y en la medida que sea compatible con el dere-
cho a la intimidad, y de recibir información sobre los diferentes sistemas de
valores para permitir la libre formación de sus voluntades”.

Con esta disposición se cautela el derecho a conocer el origen propio de


la persona (tanto biológico como social) de manera tal que aquel sujeto
procreado a través de una técnica asistida o que fuera producto de algún
tipo de manipulación tiene el derecho a conocer la procedencia y origen
del cual ha sido creado o modificado.
2.1.1.14 El XXI Congreso Internacional del Notariado Latino57
a) Argentina
La ponencia presentada por el notariado de la República de Argentina
puso en consideración 17 premisas y principios básicos de reproducción
humana que deben considerarse al momento de legislar.
Entre los principios vinculados a los aspectos de protección de la vida y
restricciones a la manipulación genética tenemos:
“I. Que sea protegida la vida humana desde su comienzo.
Que sea asegurada la protección y respeto de la vida humana, a la integri-
dad física y a la dignidad de la persona desde la concepción”. (...)
“XV. Que sea prohibida la discriminación o experimentación con embrio-
nes o material humano genético (ej. clonación, mezcla de gametos, trans-
génesis) que vulnere derechos esenciales del hombre”58 (el subrayado es
mío).

b) Conclusiones
Las conclusiones finales a las que se llegó en este XXI Congreso Interna-
cional del Notariado Latino referidas al tema III “La medicina moderna de
la procreación y su influencia en el derecho de familia y sucesiones”, que

Los expertos, que venían de todas las regiones del mundo, adoptaron por consenso una
declaración sobre los derechos de las generaciones futuras. Si bien la Declaración de La Laguna
fue adoptada por un grupo de expertos no gubernamentales, no puede considerarse como un
instrumento normativo ya que sólo las declaraciones adoptadas por órganos gubernamentales
pueden tener dicho carácter. En todo caso puede verse en ella el inicio o la pauta básica para la
elaboración y adopción de un instrumento normativo sobre los derechos de las generaciones
futuras. (Vid. “Cuestión relativa a la preparación de una Declaración sobre los Derechos de las
generaciones futuras”. En: Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura. París: Consejo Ejecutivo, 145ª reunión, 145 EX/41, 22 de setiembre de 1994).
57 Celebrado en Berlín, Alemania, del 28 de mayo al 3 de junio de 1995.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
153

interesan para el presente trabajo son:


“CONSIDERACIONES GENERALES:
Las nuevas técnicas de procreación, también llamadas procreaciones médi-
camente asistidas (PMA), conducen a los juristas a preguntarse sobre la vida
y la persona humana, y ponen en tela de juicio los valores tradicionales de
la familia, de la paternidad y de la maternidad y del parentesco, y los dere-
chos del hijo concebido antes y después de su nacimiento. (...)
X. Protección del niño nacido de una PMA prohibida
Considerando que ciertas técnicas de PMA son ilegales, y que pueden perju-
dicar los intereses del niño,
EL CONGRESO DE LA UNIL DESEA:
1. Que el recurso de la PMA prohibida no puede perjudicar los intereses
superiores del niño.
2. Que los estados tomen todas las medidas judiciales (convenios interna-
cionales, legislaciones nacionales, doctrina y jurisprudencia) para realizar es-
te objetivo”.
2.1.1.15 La Organización Mundial de la Salud.
La OMS ha referido en el pleno del 11 de marzo de 1997 que cualquier
técnica de clonación cuyo fin sea la creación de seres humanos idénticos
es inaceptable y sugirieron que estos experimentos sean prohibidos. Sin
embargo, se pronunció que la prohibición no debe estar orientada a la
técnica de clonación en general pues limitaría las investigaciones en la
lucha de graves enfermedades (como el cáncer)59.
2.1.2 Anteproyectos de ley y legislación

2.1.2.1 Italia
a) El proyecto de ley de 1985
Prohíbe toda experimentación sobre el huevo segmentado o sobre el em-
brión, excepto la congelación destinada a conseguir el embarazo de la
misma mujer para lo cual se inició la experimentación clínica.
b) El Congreso del Centro Internacional de Magistrados
Realizado en Perugia, setiembre de 1987, concluyó que debe dictarse en
cada país un “Estatuto del concebido”, para impedir el uso de embriones
en laboratorio destinado a su supresión con propósitos de investigación
científica.
2.1.2.2 Australia
a) El Consejo Australiano de Investigaciones Médicas

58 PONCE DE FAUSTINELLI, Marcia Isabel. Op. cit., pp. 30-31.


59 “UN agency says human cloning unethical”. En:
http://www.cnn.com/WORLD/9703/11/briefs/cloning.reut.html
154 ENRIQUE VARSI R.

Dado en octubre de 1982. Parte del principio esencial de que la ética no


es una ciencia exacta sino una disciplina de estudio. Este documento sus-
tenta que la experimentación incontrolada de gametos, ovocitos, embrio-
nes y tejido embrional humano es éticamente inaceptable.
Dentro de sus directrices para la fertilización in vitro considera el cloning
como inaceptable60, pronunciándose “enérgicamente contra toda experi-
mentación vinculada a la ‘clonación’ entendida como la producción de
descendencia vital o potencialmente vital y genéticamente idéntica”61.
2.1.2.3 España
a) El Informe Palacios 62 (1986)
En su recomendación 89 detalla que:
“Se prohibirá la unión de gametos humanos con los de otras especies, y las
denominadas ‘desviaciones no deseables’ de estas técnicas de reproducción
humana asistida que serán consideradas delitos.”

Según Martín Mateo 63 su parecer es que el Informe Palacios considera


como “desviaciones” de carácter delictivo, entre otras, la clonación u ob-
tención de individuos idénticos a partir de un solo sujeto, lo que ya se
ha conseguido en plantas y en animales.
Asimismo, y más recientemente, Simo Sevilla manifiesta que las desvia-
ciones no deseables (jerga médica) o manipulaciones son:
“aplicaciones técnicas que presentan graves reparos éticos, y también algu-
nas dificultades técnicas y teóricas más o menos importantes; razón por la
cual puede sospecharse que cuando estas últimas hayan sido soslayadas me-
diante la experimentación en animales, no faltarán científicos audaces sin
escrúpulos morales que pretendan realizarlas con embriones humanos: así
ha ocurrido recientemente con la clonación” 64.

b) La ley 35/1988
Sobre “ Técnicas de reproducción asistida” refiere:

60 The Australian Medical Research Council. Vid. VILA-CORO. Op. cit., pp. 67-68.
61 ÁLVAREZ GARDIOL, Ariel y Pedro Ramón FIGUEROA CASAS. Op. cit., p. 58.
62 El Congreso de Diputados de España, el 2 de noviembre de 1984, creó una comisión especial
encargada del estudio de la fecundación extracorpórea, presidida por el diputado oficialista
Marcelo Palacios, quien conjuntamente con 35 expertos (entre biólogos, ginecólogos, abogados
y filósofos moralistas) prepararon 155 recomendaciones, conocidas como el Informe Palacios,
que quedaron aprobadas por el pleno del Congreso de Diputados el 10 de abril de 1986. Como
refiere Pedro Federico HOOFT (“Procreación artificial y manipulación genética”. En: La Ley. Año
LV, Nº 1. Buenos Aires, 2 de enero de 1991, p. 1), “su particular importancia reside en su carácter
de fuente inmediata de la reciente Ley 35/1988 sobre ‘Técnicas de reproducciónasistida’”.
63 Bioética y derecho. Barcelona: Ariel, 1987, p. 123. Cit. por Miguel Ángel SOTO LA MADRID. Op.
cit., p. 256.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
155

“ Artículo 3: Se prohíbe la fecundación de óvulos humanos, con cualquier


fin distinto a la procreación humana. (...)
Artículo 20, inciso 2, parágrafo B:
Son infracciones muy graves: (...)
k) Crear seres humanos idénticos, por clonación u otros
procedimientos dirigidos a la selección de la raza.
l) La creación de seres humanos por clonación en cual-
quiera de las variantes o cualquier otro procedimiento
capaz de originar varios seres humanos idénticos”.
m) La partenogénesis o estimulación al desarrollo de un
óvulo, por medios térmicos, físicos o químicos sin que
sea fecundado por un espermatozoide, lo cual dará lu-
gar solamente a descendencia femenina”.

La Ley de Sanidad española se encarga de regular las sanciones adminis-


trativas por las infracciones antes indicadas.
Del análisis de esta ley vemos que entre las finalidades no admitidas es-
taría, sin duda alguna, la creación de embriones con fines investigativos.
No obstante, la realidad española ha determinado en los últimos años un
interés muy grande (no confesado directamente) en obtener material pa-
ra investigación, aprovechando la ley en estudio.
c) La ley 42/1988
Sobre “Donación y utilización de embriones y fetos humanos o de sus
células, tejidos u órganos” indica:
“Artículo 8: La aplicación de la tecnología genética se podrá autorizar para
la consecución de los fines y en los supuestos que a continuación se expre-
san: (...)
b) Con fines industriales de carácter preventivo, diagnósti-
co o terapéutico, como es la fabricación, por clonación
molecular o de genes, de sustancias o productos de uso
sanitario o clínico en cantidades suficientes y sin riesgo
biológico, cuando no sea conveniente por otros me-
dios, como hormonas, proteínas de sangre, controlado-
res de la respuesta inmunitaria, antivíricos, antibacteria-
nos, anticancerígenos o vacunas sin riesgos humanita-
rios infecciosos”.

d) Modificaciones
En 1994 se modificó la ley sobre “Técnicas de reproducción asistida”, es-
tableciendo condenas de uno (1) a cinco (5) años si se realiza la fecunda-
ción de óvulos con fines distintos a la procreación humana o la creación

64 Op. cit., p. 23.


156 ENRIQUE VARSI R.

de seres humanos idénticos por clonación u otros procedimientos dirigi-


dos a la selección de la raza, casos estos que no admiten excepción ni
salvedad para fines de investigación65.
e) La ley 15/199466.
Mediante esta ley se determina el “Régimen jurídico de la utilización con-
finada, liberación voluntaria y comercialización de organismos modifica-
dos genéticamente, a fin de prevenir los riesgos para la salud humana y
medio ambiente”, estableciendo, con respecto a esta forma de manipula-
ción genética, que:
“Artículo 4: Concepto y delimitación
2. Quedan excluidas de las obligaciones establecidas en este capítulo las
modificaciones genéticas obtenidas por técnicas de formación y utilización
de células somáticas de hibridoma animal, así como la autoclonación de or-
ganismos no patógenos que se producen de manera natural, siempre que
los organismos receptores sean de bajo riesgo”.

Por este dispositivo se aplica una excepción a los requisitos y deberes


que deben cumplirse para la realización de las actividades reguladas,
siempre que se encuadren en las detalladas en el artículo transcrito.
f) Proyecto de Código Penal de 1992
“Título V
De manipulación genética, de embriones y fetos humanos y de la insemi-
nación artificial no consentida
Artículo 167:
1. Los que, con finalidad distinta a la eliminación o disminución o mejora
de taras o enfermedades graves, manipulen genes humanos de manera que
se altere el genotipo, serán castigados con la pena de prisión de dos a seis
años e inhabilitación especial para empleo o cargo público, profesión u ofi-
cio, de siete a diez años.
2. Cualquiera otra manipulación de genes, realizada con infracción de lo
establecido en la leyes, será castigada con pena de prisión de seis meses a
dos años e inhabilitación especial para empleo o cargo público, profesión u
oficio de uno a cuatro años.
3. El que realice manipulaciones en genes humanos que, por imprudencia
grave, causen daño en el genotipo, será castigado con multa de seis a quin-
ce meses e inhabilitación especial para la profesión u oficio de siete meses
a tres años, o suspensión de empleo o cargo público de uno a tres meses”.

Como vemos, y así lo sustenta Higuera Guimerá67, este proyecto no con-


templa expresamente como delito la clonación de embriones humanos.
Es un tipo penal que sanciona las manipulaciones genéticas destinadas a

65 Vid. “Prisión para manipuladores”. En: El País. Madrid, 25 de mayo de 1994.


66 Este dispositivo legal fue revisado mediante http://www.softlex.es/ler/lgen/lgen.htm.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
157

fines distintos a los terapéuticos, es decir aquellos orientados a variar el


genotipo humano. Sin embargo, es de analizar la trascendencia del pen-
samiento penal en prohibir otros tipos de conductas genéticas.
g) El Código Penal de 1995
Éste es un novísimo Código Penal en materia de manipulación genética,
pues presenta un título V, libro II “Delitos relativos a la manipulación ge-
nética” (artículos 159 al 162), en el que se agrupan diversas conductas
vinculadas al aspecto genético.
Así tenemos:
“Artículo 161:
1) Serán castigados con pena de prisión de uno a cinco años e inhabilitación
especial para el empleo o cargo público, profesión u oficio de seis a diez
años quienes fecunden óvulos humanos con cualquier fin distinto a la pro-
creación humana.
2) Con la misma pena se castigarán la creación de seres humanos idénticos
por clonación u otros procedimientos dirigidos a la selección de raza”.

El tipo penal que nos interesa, esto es el 2, tiene una redacción confusa,
pues integra dos figuras completamente distintas, como son: a) la crea-
ción de seres humanos idénticos, y b) otros procedimientos dirigidos a
la selección de raza.
Analizando esto podemos decir que la clonación no implica un procedi-
miento dirigido a la selección de raza, mientras que en esta última, una
vez obtenida, puede utilizarse la clonación para la consecución progra-
mada de la raza obtenida. Demás está decir que este criterio trae como
consecuencia una confusión en cuanto a la identificación del núcleo de
la acción.
Con fina perspicacia Romeo Casabona se ciñe a la existencia de dos figu-
ras diferenciadas tomando en consideración que: a) el verbo utilizado se
castigarán (plural) cataloga de manera distinta estas dos figuras, y b) la
preposición por aplicable a la clonación y el término otros procedimien-
tos le otorgan unidad e independencia a la otra conducta de manipula-
ción.
Siguiendo con el análisis de este dispositivo Romeo Casabona68 dice:
“El primer tipo abarca no las prácticas de clonación en sí mismas, que de rea-
lizarse en el cigoto podrían dar lugar al tipo de manipulación genética, sino
la creación de seres idénticos por clonación, es decir, que nazcan seres hu-
manos fruto de esa técnica, portadores de una identidad que ha de ser gené-
tica” 69.

La estructura de este tipo penal es:

67 HIGUERA GUIMERÁ, Juan Felipe. Op. cit., pp. 110-111.


158 ENRIQUE VARSI R.

• Bien jurídico. En esencia la identidad del ser humano, a pesar que


se afecten directamente el derecho a la vida, integridad, intimidad,
dignidad, igualdad, a conocer la identidad del progenitor, salud, entre
otros.
• Sujeto activo. Profesionales en medicina, paramédicos.
• Sujeto pasivo. Según el tipo de clonación el embrión (fisión embrio-
nal o partenogénesis) y cualquier persona (autorreproducción).
• Elementos constitutivos:
a. Preexistencia de una vida humana.
b. Realización de una técnica genética dañosa a la identidad, inte-
gridad o salud.
c. Dolo.
La tentativa no ofrecería dificultades tratándose de un delito por comisión
de resultado dañoso. No es dable la clonación culposa o por omisión.
Por último, debe indicarse que la Disposición Final Tercera de este Có-
digo Penal deroga, entre otras, las infracciones administrativas y las
relacionadas con el caso examinado, en especial las establecidas en las
letras “k” y “l” del artículo 20, B, 2 (supra 2.1.2.3, b).
2.1.2.4 Alemania
Como indican Zimmermann y Becker70, en el año 1984 se procrearon en
la República Democrática de Alemania los primeros niños mediante ferti-
lización in vitro . Desde ese momento el tema de las investigaciones ge-
néticas fue materia de preocupación jurídica, dándose las bases de la Co-
misión Benda (1985), las del Congreso Médico (1985) y la 56º Conven-
ción Alemana de Juristas trató por vez primera estos temas en su sección
de Derecho Civil (Berlín, 1986).
Asimismo, la Comisión Central de Seguridad Biológica, adjunta a la Ofi-
cina Federal de Salud, se encargó de dictar las pautas de regulación para
proteger a la persona frente al avance de la ciencia. Sin embargo, una
sentencia de 1989 del Tribunal Supremo Administrativo del Estado Fede-
rado de Hesse declaró insuficiente este mecanismo de control.
Es así que el Estado alemán se vio en la necesidad extrema de dictar nor-
mas reguladoras sobre esta materia. A pesar de ello, debe indicarse que
la República Federal de Alemania no cuenta con un marco legislativo uni-

68 ROMEO CASABONA, Carlos María. “Genética y derecho penal: los delitos de lesiones al feto y
relativos a las manipulaciones genéticas”. En: Derecho y salud. Vol.4, Nº 2, jul-dic.1996, p. 175.
69 ROMEO CASABONA, Carlos María. Del gen al derecho. Op. cit., p. 468.
70 Op. cit., p. 151.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
159

ficado que regule estos métodos médicos de reproducción.


Partiendo del análisis del caso estudiado, los antecedentes y la base legal
actual se reseñan a continuación:
a) El Informe Benda (1984)71
El informe alemán es un detallado análisis de las consecuencias de la uti-
lización de la genética en el ser humano.
De manera especial dedica un capítulo para estudiar de manera detalla-
da la clonación, refiriéndose tanto a la fisión como a la transferencia nu-
clear. Concluye que este tipo de técnicas son totalmente inadmisibles pa-
ra el género humano, constituyendo un atentado contra la dignidad, por
lo que debe prohibirse su aplicación y penar sus prácticas.
Estos postulados fueron tomados por la ley que analizaremos en el apar-
tado d.
b) El proyecto de ley de 1987
Este proyecto de ley está referido a la protección de los embriones y fue
dado en Bonn el 19 de marzo de 1987 por el ministro de justicia Hans
Engelhard, quien tomó como fundamento que “no todo lo técnicamente
realizable merece protección jurídica”.
Este proyecto establecía prohibiciones expresas y sanciones contra:
“Las lesiones a los embriones, modificaciones genéticas, utilización de célu-
las modificadas, la clonación y la creación de híbridos”.

c) El proyecto de ley de 1989


El Parlamento Federal, en su 11ª Legislatura Drucksake 11/5460 del 25 de
octubre de 1989, aprobó un proyecto de ley gubernamental, sobre la tu-
tela de los embriones (Embryonenschutzgesetz — ESchG), el cual estable-
cía72:
“B. Instalación
Puntos importantes del proyecto que prevén prohibiciones: (...)
— La reproducción de embriones con fines de investigación.
— Emplear embriones humanos con fines que no sean de conservación.
— La clonación, así como la reproducción destinada a la creación de qui-
meras e híbridos de hombre o animal”.

El art. 6 del citado proyecto refería:


“Clones

71 Fue creada en mayo de 1984 por los ministros federales de Investigación y Tecnología y de Jus-
ticia, como: “Grupo de trabajo para la fecundación asistida, análisis genómico y terapias genéti-
cas”. Esta comisión concluiría su trabajo emitiendo un informe en octubre de 1985, publicado con
el título In Vitro Fertilisation, Genomanalyse und Genotherapie. Bericht der gemeinsamen
Arbitsgruppe des Bundeministers für Forschung und Technologie und des Bundesmister der Justiz.
Lleva el nombre de Ernst Benda, presidente de la Corte Constitucional Federal.
160 ENRIQUE VARSI R.

1) Quien provoca artificialmente el nacimiento de un embrión humano con


la misma información genética de otro embrión, de un feto, o de una
persona difunta, será castigado con pena privativa de libertad hasta 5
años o con pena pecuniaria.
2) Igualmente será castigado quien transplante en una mujer un embrión
como el definido en el inciso 1.
3) La tentativa es punible. (...)
A. Preliminares (...)
(III)
El proyecto de ley prevé, entre otros, la prohibición:
— De la producción de clones, o de la producción intencional de seres hu-
manos idénticos.
B. La norma en particular
Sobre clones:
El derecho a la dignidad se vería gravemente lesionado si a un ser hu-
mano se le impone intencionalmente un código genético.
El 6 prohíbe la producción artificial de embriones que tengan el mismo
código genético de otros embriones o fetos, de otras personas vivas o
muertas.
Considerando que según el 8, inciso 1, también las células totipotencia-
les, las cuales en determinados casos se pueden subdividir y desarrollar
individualmente, son igualadas a los embriones, será aplicable la prohi-
bición del 1 (3 años de pena privativa de la libertad o pena pecuniaria)
así también a la fisión de células totipotenciales con fines científicos o
de diagnóstico.
Independientemente del hecho de que de células totipotenciales pueda
desarrollarse vida humana, la fisión de células de embriones en una pri-
mera fase podría resultar problemática, dado que no se puede excluir
con seguridad la posibilidad que la fisión cree daños al embrión que de-
be ser trasplantado.
No se puede responsabilizar la fisión de células singulares del embrión
sin estar seguros que esto no signifique daño al hijo que se desarrollará
del embrión.
Por el momento no existe ningún motivo para aceptar una excepción a
la prohibición penal, ni siquiera por una preimplantación.
El 6 inciso 2 prohíbe la implantación de embriones clonados en una mu-
jer por más que haya dado su consentimiento”.

d) La ley 745-90
La ley alemana 745/9073 de “Protección del embrión”, que regula parcial-
mente la procreación asistida, fue promulgada el 13 de diciembre de

72 Vid. MANNA, Adelmo. “Tutela degli embrioni e diritto penale: a proposito di un progetto di legge
tedesco”. En: Politica del Diritto Nº 4. Bologna: Il Mulino, diciembre 1990, pp. 693-715 (la refe-
rencia a este artículo se realiza gracias a la traducción de María del Pilar Espejo Barthelmes).
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
161

1990, siendo sancionada por el Bundestag el 1 de enero de 1991, fecha


en la que entró en vigencia. Ésta es una ley complementaria a las dispo-
siciones penales vigentes.
Conforme nos informa Gustavo Bossert, esta ley se caracteriza por no de-
tenerse “a prever con detalles los procedimientos médicos y los límites o
características que deben asumir, sino que, principalmente establece san-
ciones penales (de reclusión o de multa) para prácticas que considera
inadmisibles”74.
La ley de protección de embriones limita la fecundación artificial por me-
dio de inseminación, fertilización in vitro o transferencia tubular de ga-
metos (no en el caso de cónyuges) y aquellas prácticas consideradas co-
mo condenables, prohibiendo las técnicas desmedidas de procreación y
el empleo abusivo de embriones (maternidad suplente, elección de sexo,
autofecundación, transferencia de embriones, fecundación post mortem,
cambio de células germinativas así como la creación de híbridos y qui-
meras).
Así tenemos que referente al tema en análisis, esta ley indica lo siguiente:
“Artículo 6.- Clonación
1. Será sancionado con una pena privativa de la libertad de hasta cinco
años o una multa quien hubiere provocado artificialmente la formación
de un embrión humano portador de la misma información genética que
otro embrión, feto, ser humano vivo o muerto.

73 Consultada del anexo de la investigación de ANDORNO, Roberto. “Procreación asistida: Posicio-


nes contrapuestas en el derecho europeo y en los proyectos de ley argentinos”. En: Jurispruden-
cia argentina, 7 setiembre 1994, pp. 14-16. El autor refiere que realizó la traducción a partir del
texto en francés publicado en la revista Ethique. La vie en question Nº1. París, 1991.
74 BOSSERT, Gustavo. “Fecundación humana asistida”. En: Op. cit., p. 92.
162 ENRIQUE VARSI R.

2. Será sancionado con las mismas penas quien hubiere transferido a una
mujer el embrión mencionado en el parágrafo 1.
3. La simple tentativa es pasible de sanciones penales. (...)
Artículo 8.- Definiciones
1. En el espíritu de la presente ley, hay “embrión” desde que hay fecunda-
ción y susceptibilidad de desarrollo del óvulo fecundado, a partir de la
fusión de los núcleos celulares. El mismo término se aplica a toda célu-
la totipotente extraída de un embrión, susceptible de dividirse si se re-
úne las otras condiciones necesarias, y desarrollarse hasta formar un in-
dividuo”.
2.1.2.5 Argentina
Cuenta con innumerables proyectos de ley referentes al tema de la repro-
ducción asistida.
Entre otros tenemos:
a) El proyecto de Slavustky-Girón y Arriberé
Con fecha 29 de mayo de 1990 la doctora Irina Slavustky, Gerardo Girón
y Roberto Arriberé75 prepararon un proyecto compuesto por 54 artículos.
Los referidos a la manipulación en general y a la clónica en especial, son
los siguientes:
“Artículo 31.- La investigación básica o experimental podrá ser realizada
a partir de gametos individuales, siempre que esté orientada a perfec-
cionar las formas de obtención y maduración de ovocitos, así como la
crioconservación de óvulos humanos. (...)
Artículo 38.- Sólo podrá realizarse investigación o experimentación en
preembriones in vitro, con otros fines que los precedentemente expues-
tos, siempre que:
a) Se trate de preembriones no viables o muertos. (...)
Artículo 52.- Se consideran infracciones muy graves: (...)
k) Utilizar la clonación, o cualquier tipo de procedimiento, dirigido a la
obtención de seres humanos idénticos o para la selección de sexo o
raza;
l) La partenogénesis o estimulación del desarrollo de un óvulo por me-
dios térmicos, físicos o químicos sin que sean fecundados por un es-
permatozoide humano”.

b) Los proyectos en el período 1991-1993


Entre el período 1991-1993 se discutió en Argentina, sobre la base de va-
rios proyectos de ley, lo referente a las técnicas de reproducción humana
asistida. En los tres primeros textos a revisarse (b.1., b.2. y b.3.), no se
hace ninguna mención expresa al tema de la clonación, en especial, refi-

75 Vid. de la autoría de este último. “Aspectos esenciales a considerarse en una futura legislación
regulatoria de las técnicas de fecundación asistida y la genética”. En: El Derecho. Año XXXI, Nº
8160. Buenos Aires: Universidad Católica Argentina, 21 de enero de 1993, pp. 1-4.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
163

riéndose a la manipulación genética de manera muy genérica. Veamos:


b.1) El proyecto de ley de Alberto A. Natale-José M. Antelo76
“Artículo 1.- ... La fecundación de óvulos humanos no puede tener otro
fin que la procreación humana (...).
Artículo 9.- Toda intervención de gametos o embriones no podrá tener
otra finalidad que el diagnóstico de enfermedades hereditarias o genéti-
cas, a fin de tratarlas en la medida de su posibilidad o de desaconsejar
su implantación y se hará siempre teniendo en cuenta que se está
operando con seres vivos, con el principal objeto de alcanzar el bienes-
tar del nasciturus en el logro de su pleno desarrollo. En todos estos
supuestos, los progenitores deberán ser asesorados en la forma prevista
en el artículo 2”.

b.2) El proyecto de ley de María F. Gómez Miranda77


Si bien en su articulado no dice nada respecto al tema investigado, en el
texto de sus fundamentos refiere:
“Es cierto que debemos encontrar respuestas urgentes a la manipulación
genética, para evitar enfrentarnos a hechos consumados que luego den
como consecuencia mutaciones biológicas como clara expresión de un mal-
trato a la humanidad”.

b.3) El proyecto de ley del Senado y Cámara de Diputados78


Con fecha 20 de noviembre de 1991 señala en su articulado lo siguiente:
“Artículo 1.- Las técnicas de reproducción humana asistida tendrán apli-
cación en casos de esterilidad o infertilidad (...).
Artículo 8.- Sólo se permite la fertilización de óvulos humanos para los
fines indicados en el artículo 1 de esta ley (...).
Artículo 9.- La intervención en óvulos fecundados sólo podrá realizarse
con finalidad terapéutica”.
Asimismo, en sus fundamentos indica:
“Experiencias posibles, como son hoy quimeras y clonajes entre otras, nos
llevan a afirmar que no toda actividad científica debe ser protegida por el
derecho (...).
La fecundación in vitro abre la posibilidad de una “concepción” fuera del
cuerpo de la madre, lo que no significa que el óvulo fecundado quede sin
protección jurídica. Por ello, se le otorga idéntico tratamiento al por nacer,
cualquiera haya sido la forma en que fue procreado. Es en la seguridad de

76 La revisión de este proyecto se hizo gracias a la cortesía del doctor Gustavo BOSSERT (ministro
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Argentina), quien gentilmente la puso a disposi-
ción del Centro de Investigación de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad
de Lima, mediante carta del 16 de mayo de 1994.
Puede revisarse en: VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. “Derecho Civil I”. En: Material de lectura, sepa-
rata Nº 252. Lima: Universidad de Lima, Facultad de Derecho y Ciencias Políticas.
77 Ibídem.
78 Ibídem.
164 ENRIQUE VARSI R.

que el respeto por la vida humana debe presidir cualquier encuadre legal,
que no se admiten investigaciones ni manipulaciones sobre embriones, sal-
vo las de tipo terapéutico. Tampoco se autorizan las fertilizaciones de óvu-
los con una finalidad distinta a la de engendrar un hijo”.

b.4) El proyecto de ley de Carlos F. Ruckauf-Alberto Iribarne79


Este proyecto de ley se refiere a la “Regulación de la aplicación de las
nuevas técnicas de diagnóstico, terapéuticas, industriales y de investiga-
ción de la evolución biológica de la especie humana y de su medio am-
biente”, y fue presentada el 23 de agosto de 1993. Respecto al tema en
estudio refiere:
“Título I
Disposiciones generales
Capítulo I
Ámbito de aplicación
Artículo 1.- La presente ley tendrá por objeto regular, en todo el territo-
rio de la República Argentina: (...)
5. La investigación científica sobre estructuras biológicas y personas.
9. La manipulación de microorganismos. (...)
Título III
De la aplicación de métodos de reproducción humana asistida
Capítulo I
De la reproducción humana asistida
Artículo 20.- A los efectos de esta ley, se entenderá por reproducción
humana asistida la realizada con asistencia médica, prescindiendo del
acto coital de la ‘pareja beneficiaria’ para procrear un ser humano, que
será reputado hijo biológico de dicha pareja.
Estos métodos involucran la inseminación artificial de la mujer con se-
men del marido (IA), la transferencia de gametas a las trompas de Falo-
pio de la mujer (TIG o GIFT) y la fertilización de óvulos femeninos hu-
manos in vitro o en probeta (FIV), y la transferencia intratubaria de ovo-
citos pronucleados (PROST) o de embriones (TET).
Se prohíbe aplicar cualquier otro método de procreación artificial de se-
res humanos que prescinda de la relación coital de la pareja beneficia-
ria, y que no esté previsto por esta ley. (...)
Capítulo V
Del empleo de gametas para la concepción de un embrión
Artículo 41.- En la concepción de seres humanos, únicamente podrán
emplearse gametas humanas, provenientes del hombre y de la mujer
que componen la pareja beneficiaria.
Queda prohibido concebir embriones obviando el aporte de gametas de
alguno de los cónyuges.
Queda prohibido efectuar partenogénesis o estimulación del desarrollo
de un óvulo por medios térmicos, físicos o químicos, sin que sea fecun-

79 Proporcionado por el doctor Enrique Carlos BANCHIO mediante carta del 16 de mayo de 1995
(Córdoba, Argentina).
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
165

dado por un espermatozoide humano, lo cual daría solamente descen-


dencia femenina.(...)
Título VI
De la investigación científica sobre estructuras biológicas y personas
Capítulo VIII
De la reproducción de seres por clonación
Artículo 130.- Todas las especies existentes sobre la Tierra, tienen el de-
recho de mantener su individualidad biológica y genética.
Artículo 131.- Queda prohibido reproducir seres humanos y animales,
mediante la aplicación de técnicas de clonación, o por cualquier otro
procedimiento artificial capaz de originar varios seres idénticos”.

En sus fundamentos aclara que:


“La investigación científica con fines terapéuticos y humanitarios debe pro-
moverse pero jamás a expensas de la vida humana.
La garantía de la preservación de las especies y del medio ambiente es una
exigencia de nivel universal, y toda actuación que la viole, configuraría un
delito de ‘lesa humanidad’. (...)
De la lectura del articulado propuesto, podrá inferirse que hay un solo obje-
tivo: cuidar la vida”.
2.1.2.6 Suiza
El 17 de mayo de 1992, con el voto favorable del 73,8% de la población,
novies
Suiza introdujo en su Constitución un nuevo artículo (24 ) que pro-
tege al hombre y a su hábitat:
“contra los abusos en materia de técnicas de procreación y manipulación
genética”.

Asimismo, consagra los siguientes principios generales:


“Las intervenciones en el patrimonio genético de gametos y embriones
humanos no son admisibles.
No pueden desarrollarse fuera del cuerpo de la mujer hasta el estadio de
embrión un número de óvulos humanos superior al que pueden ser inme-
diatamente implantados.
La donación de embriones y toda forma de maternidad de sustitución están
prohibidas.
Se garantiza el acceso de una persona a los datos relativos a su ascendencia”.

2.1.2.7 Reino Unido


Aquí está vigente la Ley de Fertilización Humana y Embriología (1 de no-
viembre de 1990).
En esta ley no existe una posición determinada acerca de la investigación
con embriones, es más, no existe una prohibición absoluta al respecto.
En caso de procederse a una investigación embrional debe solicitarse la
autorización a un comité establecido por el Consejo de Fertilización Hu-
166 ENRIQUE VARSI R.

mana y Embriología.
Es de mencionar que se permite la investigación de embriones hasta an-
tes de los 14 días de realizada la fecundación (aparición de la línea primi-
tiva), sin embargo de manera expresa establece la prohibición de “susti-
tuir el núcleo de una célula de un embrión por el núcleo de una persona,
de un embrión o del desarrollo del subsiguiente embrión (artículo 3.3)”.
Sin embargo, esta ley no se pronuncia respecto a la manipulación sobre
células de una persona adulta y, como dice Sheila McLean80, profesora
de derecho y ética en medicina de Glasgow, la legislación es restrictiva
al prohibir la clonación de embriones, pero las nuevas técnicas de clona-
ción se realizan también sobre células de adultos, derivándose aquí el va-
cío sobre las nuevas formas de clonación. Esta afirmación es corrobora-
da recientemente por Mary Warnock, quien refiere que “la legislación pu-
do sólo incluir las investigaciones que se habían realizado hasta la época.
No sabíamos nada sobre la posibilidad de clonar células adultas, y el acta
ahora probablemente necesite ser corregida para impedir la clonación de
seres humanos”81.
2.1.2.8 Francia
Francia ha desplegado un gran esfuerzo de reflexión técnica y científica
con la finalidad de crear una biolegislación o legislación bioética.
Durante varios años, distintos organismos han trabajado sobre este asun-
to. Por citar, tenemos a la Comisión Braibant, surgida del Consejo de
Estado, a la Misión Lenoir y comisiones parlamentarias que, con pro-
puestas de ley emanadas de diputados y senadores, han contribuido
poderosamente en el campo del derecho genético. Así tenemos:
a) El proyecto de ley de 1992-1993
En el período de 1992-1993 se formuló en Francia un proyecto de ley re-
lativo al cuerpo humano82. Y se preocupa de regular tres puntos impor-
tantes en relación al derecho genético y la persona humana: Del respeto
al cuerpo humano, De la identificación de las personas y de sus caracte-
rísticas para el examen genético y De la filiación y de la procreación mé-

80 MASOOD, Ehsan. “Cloning technique ‘reveals legal loophole’”. En: Nature. Vol. 385, 27 de febrero
de 1997, p. 757. La consulta de este artículo se realizó gracias a la traducción de Jessica Marcos
Arteaga (21 de abril de 1997).
81 MASOOD, Ehsan. Ibídem.
82 Este proyecto de ley francés Nº 66 del Senado fue presentado en la primera sesión ordinaria de
l992-1993. Ha sido publicado por VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. “Derecho Civil I”. En: Material
de lectura. Op. cit. numeral 4.4.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
167

dica asistida.
Este proyecto, si bien no señala expresamente la prohibición de la expe-
rimentación clónica, consagra:
“Artículo 17.- Todo ser humano tiene derecho al respeto de su cuerpo.
La ley garantiza la dignidad del cuerpo humano. Asegura la inviolabili-
dad y la indisponibilidad del cuerpo humano. Protege la integridad de
la especie humana”.

Asimismo, en:
“Artículo 20.- Nadie puede atentar contra la integridad de la especie
humana. Toda práctica eugenésica tendente a la selección de genes, de
sexo o de caracteres físicos o raciales de seres humanos está prohibida.
Ninguna modificación puede producirse al genoma o a las células hu-
manas de una persona con la finalidad de alterar la descendencia”.

Estos dos preceptos normativos son fundamentales en la tutela de la per-


sona, evitando todo tipo de experimentación y manipulación sobre el
cuerpo de la misma que atente o vulnere la dignidad e integridad del
hombre.
El debate con respecto a este proyecto se realizó en enero de 1994 entre
los senadores franceses, siendo adoptado por la Asamblea Nacional en
primera lectura.
En su debate y estudio introdujeron ciertas modificaciones propias y al-
gunas enmiendas derivadas del informe presentado por el diputado y
médico Jean François Mattéi remitido al primer ministro en noviembre de
1993.
El texto, que pasó a diputados, constaba de tres proyectos que regulaban
la fecundación in vitro, el derecho de los estériles a tener hijos, la investi-
gación con embriones y la elección para procrear descendencia sana.
La principal o más discutida modificación planteada por los senadores
franceses al segundo proyecto de ley relativo “Al respeto del cuerpo hu-
mano”, prohíbe “todo acto conducente a prácticas eugenésicas”, sin ma-
yor sustento ni explicación. Luego, bajo una subenmienda precisaron:
“Están autorizadas las investigaciones orientadas a la erradicación de en-
fermedades genéticas”. En lo concerniente a la experimentación sobre
embriones humanos, los legisladores franceses se opusieron, pero la au-
torizan de modo excepcional y a condición de que exista “una finalidad
médica” y no “conlleve a un atentado contra la integridad del embrión”.
En esta parte, el texto legislativo materia de análisis merece mayor preci-
sión puesto que “autoriza lo que prohíbe”, pudiéndose dar la posibilidad
de legalizar las técnicas de manipulación de materiales genéticos o de
embriones, así como está legalizada la eliminación de fetos (aborto) des-
168 ENRIQUE VARSI R.

de 197583.
Los mismos legisladores vieron la contradicción en que caerían si pro-
tegían al embrión mientras dejaban indefenso al feto84.
Es por esta razón que el ministro de Enseñanza Superior y de la Investi-
gación, François Fillon, que estuvo a favor del proyecto, propuso una
nueva revisión a la sesión parlamentaria del 2 de abril de 1994, lo que
prolongó la discusión sobre ética biomédica en Francia85.
Según el informe de Raúl Zamora, el entonces primer ministro de Francia,
François Mitterrand respondió de la siguiente manera a los periodistas
que le pidieron una opinión sobre los proyectos aquí mencionados:
“¿Pueden gobernarse las costumbres mediante la ley en un momento en
que las ciencias, y sobre todo la biología, van tan rápidamente? Creo que
no tengo derecho de dictar a una mujer lo que debe hacer si desea tener
un hijo, creo que no tengo ni la autoridad ni el coraje. Cada destino indi-
vidual debe ser asumido por quien debe decir sí o no a las decisiones
capitales de su existencia”86.
b) La ley 94-653
El 29 de julio de 1994 entró en vigencia la ley 94-65387, relativa al respeto
del cuerpo humano.
Esta novísima ley está compuesta por 3 títulos: título I, Del respeto del
cuerpo humano; título II, Del estudio genético de las características de
una persona y de la identificación de una persona por sus huellas genéti-

83 La ley 75-17 (17 de enero de 1975) relativa a la interrupción del embarazo refiere:
“Artículo 1.- La ley garantiza el respeto de todo ser humano desde el inicio de la vida. No se aten-
tará contra este principio más que en casos de necesidad y según las condiciones definidas por
la presente ley”.
Asimismo, el Código de Salud Pública (reestructurado por la ley anterior) indica:
“Artículo 162-1.- La mujer embarazada cuya gravidez la pone en situación de stress puede soli-
citar a un médico la interrupción del embarazo. Esta interrupción no puede ser practicada antes
de la décima semana de embarazo”.
La consulta de estas leyes se realizó gracias a la traducción de Natalia Sandoval Peña (2 de octu-
bre de 1994).
84 Para mayor referencia vid. ZAMORA, Raúl. “La procreación da dolores de cabeza (los franceses
y la ingeniería genética)”. En: Visión. Vol. 82, Nº 6. México DF: Casa Visión, Mariano Grondona
editor, 16 al 31 de marzo de 1994, p. 5.
85 Para mayor referencia vid. “Las contradicciones de los senadores”. En: La Recherche, Nº 263.
Paris: Societé d’Editions Scientifiques, marzo 1994, pp. 246-247 (la consulta de este artículo se
realizó gracias a la traducción de Natalia Sandoval Peña).
86 Visión. Vol. 82, Nº 6. México DF: Casa Visión, Mariano Grondona editor, 1994, p. 4.
87 Ley Nº 94-653. París, 29 de julio de 1994, relativa al respeto del cuerpo humano (traducida por
Natalia Sandoval Peña, 28 de octubre de 1994).
Puede revisarse en: VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. “Derecho Civil I”. En: Material de lectura, sepa-
rata Nº 252. Lima: Universidad de Lima, Facultad de Derecho y Ciencias Políticas.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
169

cas y, título III, De la filiación en caso de fecundación médica asistida.


Con respecto a la materia en estudio indica indirectamente que:

Título I
Del respeto del cuerpo humano
Artículo 1.- I.- El título I del libro I del Código Civil tendrá la siguiente
redacción:
Título I
De los derechos civiles
II.- El título del capítulo II del libro I del mismo Código tendrá el si-
guiente texto:
Capítulo II
Del respeto del cuerpo humano
Artículo 2.- El artículo 16 del Código Civil es incluido nuevamente con
la siguiente redacción al inicio del capítulo II del título I del libro I del
Código Civil:
Artículo 16.- La ley asegura la primacía de la persona, impide todo aten-
tado contra la dignidad de ésta y garantiza el respeto del ser humano
desde el inicio de su vida.
Artículo 3.- Luego del artículo 16 del Código Civil se insertarán los artí-
culos 16-1 al 16-9 con la siguiente redacción: (...)
Artículo 16-4.- Nadie puede atentar contra la integridad de la especie hu-
mana.
Toda práctica eugenésica tendente a la organización de la selección de
personas está prohibida.
Sin perjuicio de las investigaciones orientadas a la prevención y al
tratamiento de las enfermedades genéticas, ninguna transformación pue-
de orientarse a los caracteres genéticos con la finalidad de modificar la
descendencia de la persona. (...)
Artículo 16-9.- Las disposiciones del presente capítulo son de orden pú-
blico. (...)
Artículo 9.- Se insertará en el libro V del Código Penal un título I deno-
minado: “De las infracciones en materia de salud pública”. Se creará en
el título I un capítulo I titulado: “De las infracciones en materia de ética
biomédica”, que comprenderá las siguientes cuatro secciones: (...)
SECCION 3
De la protección del embrión humano
Artículo 511-18.- El hecho de procederse a la fecundación in vitro de
embriones humanos con fines de investigación o de experimentación
será sancionado con pena privativa de la libertad de siete años y con
700.000 F de multa.
SECCION 4
Otras disposiciones y sanciones complementarias aplicables a las personas
físicas y la responsabilidad de las personas morales.
Artículo 511-27.- Las personas físicas culpables de infracciones previstas
en el presente capítulo incurren igualmente en la pena complementaria
de interdicción por un período de 10 o más años, de ejercer actividad
profesional o social en el ejercicio de ésta o en ocasión en la que la
170 ENRIQUE VARSI R.

infracción fue cometida”.

c) La ley Nº 94-654
El 30 de julio de 1994 entró en vigencia la ley 94-65488, relativa a la
donación y utilización de elementos y productos del cuerpo humano, de
asistencia médica para la procreación y el diagnóstico prenatal.
Esta ley cuenta con 24 artículos que modifican el Código de la Salud Pú-
blica en lo referido a la materia.
En su contenido se determinan los principios generales de la procreación
médicamente asistida, pero no refiere casos especiales de manipulación
genética, sólo principios generales.
Entre estos principios tenemos:
“Artículo 8.- Se insertará, luego del capítulo II del título I del libro II del
Código de salud pública un capítulo II bis con el siguiente tenor:
Capítulo II bis
Asistencia médica asistida para la procreación
Artículo L.152.1.- La asistencia médica para la procreación se extiende a
las prácticas clínicas y biológicas que permitan la concepción in vitro,
la transferencia de embriones y la inseminación artificial así como toda
técnica de efecto equivalente que permita la procreación fuera del pro-
ceso natural.
Artículo L.152.2.- La asistencia médica para la procreación está destina-
da a responder al deseo de procrear de una pareja.
Tiene por objeto remediar la infertilidad cuyo carácter patológico haya
sido médicamente diagnosticado. (...)
Artículo L.152.3.- Un embrión sólo puede ser concebido in vitro de
acuerdo a las finalidades de la asistencia médica para la procreación, tal
como está definida en el artículo L.152.2. No podrá ser concebido por
gametos que no provengan de por lo menos uno de los miembros de
la pareja”. (...)
Artículo L.152.8.- La concepción in vitro de embriones humanos con fi-
nes de estudio, investigación o experimentación está prohibida.
Toda experimentación sobre el embrión está prohibida”.

88 Ley Nº 94-654, París, 30 de julio de 1994, relativa a la donación y utilización de elementos y pro-
ductos del cuerpo humano, de asistencia médica para la procreación y el diagnóstico prenatal
(traducida por Natalia Sandoval Peña, 2 de noviembre de 1994).
Puede revisarse en: VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. “Derecho Civil I”. En: Material de lectura, se-
parata Nº 252. Lima: Universidad de Lima, Facultad de Derecho y Ciencias Políticas.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
171

2.1.2.9 Recientes disposiciones legales


El Parlamento de Italia acaba de prohibir la clonación animal y humana
y la ministra de Sanidad italiana Rosy Bindi emitió el 05 de marzo de 1997
un decreto que prohíbe toda forma de comercialización de embriones y
experimentos sobre la clonación animal y humana. Señaló que para la
clonación humana la prohibición debe ser absoluta y total y que el go-
bierno presentará una legislación sobre la materia. El procedimiento mi-
nisterial urgente, que dura tres meses, prohíbe “cualquier forma de expe-
rimento o de intervención practicada, incluso indirectamente, destinada
a la clonación humana o animal”89. Asimismo, la funcionaria ha comuni-
cado a la Cámara de Diputados la prohibición de anuncios publicitarios
sobre las actividades y procedimientos de fecundación asistida.
En Bolivia, la Cámara de Diputados aprobó a su vez un proyecto de ley
que, además de imponer pena de cárcel a aquellos que promuevan la
manipulación de genes humanos, recomienda “la inhabilitación de
quienes con finalidad distinta a la terapéutica manipulen dichos genes”90.
En Polonia varios diputados de la Dieta (Cámara Baja) pidieron un pro-
yecto de ley que prohíba formalmente la clonación. Asimismo, el repre-
sentante republicano del Estado de Michigan, Estados Unidos, Ven Eh-
lers, presentó a la Cámara de Representantes dos proyectos de ley con-
tra la aplicación de esta técnica en seres humanos. Uno de los proyectos
pretende tipificar la clonación humana como crimen federal y el segun-
do trata de impedir definitivamente el uso de fondos federales para la in-
vestigación del tema91. En Florida, se ha presentado un proyecto de ley
que convierte la clonación en un crimen en primer grado sancionable
con 30 años de cárcel. La iniciativa partió del representante del contado
de Dade, Alex Villalobos, y fue sustentada en la capital del Estado de la
Florida, Tallahassee, donde deberá ser aprobada o rechazada92.
Por otra parte, el presidente argentino Carlos Menem prohibió por decre-
to los experimentos de clonación relacionados con seres humanos, indi-
cando que en un plazo no mayor de 60 días el Gobierno elaborará un
proyecto de ley respectivo que será girado inmediatamente al Congreso

89 Cfr. “Italia prohíbe venta de embriones y experimentos”, Roma, Agencia EFE, 05 de marzo de
l997.
90 Cfr. “Se amplía el debate ético contra la clonación humana”. París: Agencia AFP, 05 de marzo de
l997.
91 Cfr. “Anuncian nuevas proezas”. En: El Comercio. Sección B, Lima, 07 de marzo de l997, p. 4.
92 Cfr. “Clonación humana sería delito en Florida”. En: El Comercio. Sección B, Lima, 09 de marzo
de l997, p. 2.
172 ENRIQUE VARSI R.

de la Nación. En los últimos días, varios legisladores argentinos presenta-


ron proyectos de ley que prohibían la experimentación con la clonación
en seres humanos93. En este mismo sentido, la diputada oficialista Darci
Prieto presentó al Parlamento un proyecto de ley que prevé severas pe-
nas de prisión para quienes trabajen en métodos cuyo resultado pueda
ser la realización de clones humanos94.
Brasil también perfila su legislación95.

2.2 Documentos y legislación nacional

2.2.1 Documentos en general


Como veremos a continuación, no contamos en nuestro medio con una
legislación uniforme que regule las técnicas de reproducción asistida y
mucho menos, de manera especial, la manipulación genética. La doctri-
na local y la investigación han servido para fijar algunas pautas legales,
pero es en el área de la elaboración de leyes donde debemos incidir.
2.2.1.1 Bases para una legislación sobre técnicas de reproducción humana
asistida
En setiembre de 1991, el Centro de Investigación Jurídica de la Facultad
de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Lima, bajo la direc-
ción del maestro Carlos Fernández Sessarego, y con la colaboración de
los profesores argentinos Gustavo Bossert, Santos Cifuentes y Eduardo
Zannoni, elaboró las “Bases para una legislación sobre técnicas de repro-
ducción humana asistida”96, las mismas que señalan en lo referente a la
técnica de clonación que:
“XIV.- Deben prohibirse, con previsión de sanciones, las prácticas contrarias
a la naturaleza y dignidad del ser humano, tales como el clonaje, o la forma-
ción en el laboratorio de quimeras o híbridos y el comercio de gametos o
embriones crioconservados” 97 (el subrayado es mío).
2.2.1.2 Bases de derecho genético
Es de suma importancia resaltar el trabajo que realizó el Centro de Inves-

93 Cfr. “Menem prohibió por decreto duplicación de seres humanos”. En: El Comercio. Sección B,
Lima, 08 de marzo de l997, p. 3.
94 Cfr. “Se amplía el debate ético contra la clonación humana”. Ibídem.
95 Cfr. “Clones: ¿hacia dónde va la humanidad?”. En: El Comercio. Sección B, Lima, 10 de marzo de
l997, p. 2.
96 Vid. Cuadernos de Derecho Nº 1. Lima: Universidad de Lima, 1992, p. 60.
97 Es de señalar que este artículo fue tomado a su vez de las “Propuestas de bases sobre técnicas
de reproducción humana asistida” presentadas por Gustavo Bossert (Argentina) a la mesa de
debate. Cfr. VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique cit. “Derecho Civil I”. En: Material de lectura..., Op. cit.,
punto 4.5.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
173

tigación de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad


de Lima con el fin de revisar el Código Civil de 1984 98. En lo referente a
las enmiendas al libro de Derechos de las Personas y al tema materia de
análisis cabe referir que, el 2 de diciembre de 1993, el autor de la presen-
te investigación puso a disposición de la comisión 16 bases de derecho
genético 99 a ser consideradas en la revisión del Código Civil, para su in-
corporación legal.
Las citadas bases referentes al tema de la manipulación son las siguientes:
“DE LA INTEGRIDAD SOMÁTICA
EL CUERPO HUMANO
2. Toda investigación genética debe ser beneficiosa y respetará el derecho
a la salud del ser humano. Se prohíbe la manipulación de gametos o
preembriones y en sí cualquier experimento que atente contra la digni-
dad e integridad del sujeto de derecho. (...)
PROCREACIÓN ASISTIDA
12. Se prohíbe la fecundación de óvulos humanos con fines distintos a la
procreación o contrarios a la dignidad del ser humano”.

2.2.2 Anteproyectos de ley y legislación

2.2.2.1 La comisión de Constitución y de Reglamento del Congreso


Constituyente Democrático-1993
Como he adelantado, en el caso exclusivo de la manipulación genética
en nuestro país no existe normatividad alguna que la prevenga o sancio-
ne de manera especial, debiéndose señalar que la comisión de Constitu-
ción y de Reglamento del Congreso Constituyente Democrático aprobó
un artículo según el cual se protegía a la persona de la influencia de la
genética aplicada, estableciendo:

98 Vid. infra, capítulo V, Nº 2.2.2.2.


99 VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. “Bases del derecho genético”. En: El Peruano. Sección B, Derecho
Civil. Lima, 11 de agosto de 1994, p. 2. Asimismo, del mismo autor: “Bases de derecho genético
a considerarse en el Código Civil”. En: “Derecho de las personas”. En: Material de lectura, sepa-
rata Nº 249, módulo I. Lima: Universidad de Lima, Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, 1994,
numeral 6.
174 ENRIQUE VARSI R.

“Artículo 7.- El Estado garantiza la vida del concebido. Lo protege de


todo experimento o manipulación genética contrario a su integridad o
desarrollo”100.

Este texto no fue considerado en los proyectos ni en la Constitución


aprobada por referéndum del 31 de octubre de 1993, perdiéndose una
oportunidad de legislar acerca del novedoso e intrincado tema de la ge-
nética y su repercusión en las relaciones sociales.
2.2.2.2 El proyecto de ley de enmiendas del Código Civil de 1984
a) Estudio y revisión del Código Civil
Dentro de un amplio y ambicioso programa académico, el Centro de In-
vestigación de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Univer-
sidad de Lima, desde 1991, ha venido trabajando incesantemente a través
de ocho comisiones, en un proyecto destinado a la revisión del Código
Civil, con el propósito de concordar un anteproyecto de ley de enmien-
das que contenga las principales modificaciones a fin de poder corregir
visibles errores o llenar los vacíos apreciados durante los diez años de vi-
gencia de este cuerpo legal.
El trabajo final fue presentado como un Proyecto de Ley de Enmiendas
del Código Civil de 1984 al Congreso Constituyente Democrático (CCD),
con fecha 4 de enero de 1995, y publicado en el diario oficial El Peruano
el 7 de enero de 1995.
La comisión de Derecho de las Personas, con respecto a este tema, consi-
deró pertinente incorporar como normas legales los principios que inspi-
ran al derecho genético, procediéndose a reformular el artículo 5 del
Código Civil101 de la siguiente manera:
“Artículo 5.- Nadie debe atentar contra la integridad de la especie huma-
na.
Se prohíben las prácticas eugenésicas tendentes a la selección de genes,
sexo o de caracteres físicos o raciales de seres humanos.
Ninguna modificación puede producirse al genoma o a las células hu-
manas de una persona con la finalidad de alterar su genotipo, salvo en
el comprobado caso de eliminar o disminuir taras o enfermedades gra-
ves.
Igualmente, están prohibidas la cesión, manipulación o destrucción de

100 Diario oficial El Peruano. Sección D. Lima, 7 de marzo de 1993, p. 2. Asimismo, pueden revisarse
los comentarios: “Estado garantiza vida de la persona desde el momento de su concepción” (El
Comercio. Sección A. Lima, 2 de marzo de 1993, p. 1). “Prohíben experimentación y manipulación
genética” (Expreso. Sección A. Lima, 2 de marzo de 1993, p. 5). “Proponen un debate más amplio
sobre protección del concebido” (El Peruano. Sección B. Lima, 12 de marzo de 1993, p. 10).
101 Cfr. Cuadernos de Derecho Nº 4. Lima: Universidad de Lima, 1994, pp. 96-100.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
175

embriones y fetos humanos, o de sus células, tejidos y órganos”.

Resumen de la exposición de motivos: La comisión consideró pertinente


que el Código Civil debía contener, por especificidad de la materia y la
importancia de su aplicación y consecuencias, normas generales que pro-
tejan al ser humano del uso de las prácticas eugenésicas (selección de
genes, elección del sexo, de carácteres físicos o raciales), ya que signifi-
can un atentado contra la integridad de la especie humana, la dignidad
de la persona y una alteración de las leyes de la naturaleza.
El principio que se plantea es el rechazo de todo tipo de manipulación
o experimentación que sea perjudicial a la esencia e individualidad del
ser humano.
Asimismo, el genoma humano debe ser protegido jurídicamente, puesto
que constituye la base en la que descansa el patrimonio genético del ser
humano. En tal sentido, es inmodificable e inviolable, salvo por razones
de orden estrictamente patológico y con fines terapéuticos, como son la
eliminación o disminución de taras o enfermedades graves.
El último párrafo se destina a vetar la cesión, manipulación y destrucción
de embriones y fetos humanos, o de sus células, tejidos u órganos.
“Artículo 5 bis.- El cuerpo humano, los órganos, tejidos, células y pro-
ductos del mismo no pueden ser objeto de derechos patrimoniales.
Los órganos, tejidos, células, genomas y productos del cuerpo humano
no pueden ser, en cuanto tales, objeto de patente”.

Resumen de la exposición de motivos: Esta norma se sustenta en el viejo


aforismo romano corpore humano res extra comercii mancipi; es decir
que por la realidad ontológica del cuerpo humano (sus órganos, tejidos,
células y productos del mismo) no puede ser objeto de derechos patri-
moniales, se impide el lucro y comercialización.
“Artículo 5 ter.- Está prohibida la fecundación de óvulos humanos con
fines distintos a la procreación o contrarios a la dignidad del ser huma-
no.
Los acuerdos de procreación o de gestación por cuenta de otro son nu-
los.
Las técnicas de reproducción humana asistida son reguladas por la ley
de la materia”.

Resumen de la exposición de motivos: Las técnicas de reproducción hu-


mana asistida son ya una realidad en nuestro medio. En tal sentido se
prevé una norma que prohíba la fecundación de óvulos con fines distin-
tos a la procreación (casos específicos de manipulaciones), pudiendo ser
sólo utilizadas como un medio para suplir la infertilidad.
Con este artículo se prohíbe la utilización de técnicas de reproducción
contrarias a la dignidad humana102.
176 ENRIQUE VARSI R.

El segundo párrafo sanciona con nulidad los acuerdos de procreación o


de gestación por cuenta de otro, inspirándose en la regla natural de que
el parto determina la maternidad.
Por último, y por tratarse de un tema que merece un tratamiento amplio,
en el tercer párrafo se remite, en lo que atañe a la aplicación de las técni-
cas de reproducción humana asistida, a la ley que habrá de regular esta
materia.
Como vemos, tanto el artículo 5 como el 5 ter protegen la esencia y digni-
dad del ser humano, considerando atentatorio a su individualidad e inte-
gridad cualquiera sea la manipulación genética a la que pueda ser obje-
to, dentro de lo cual encontramos indiscutiblemente la clonación.
b) La comisión de reforma del Código Civil del Congreso Constituyente De-
mocrático
El proyecto de ley de enmiendas del Código Civil presentado por el Cen-
tro de Investigación fue revisado por una comisión nombrada especial-
mente para ello103, la que acordó en la sesión del 22 de febrero de 1995
la reestructuración de la propuesta de enmiendas referente al artículo 5,
quedando su redacción de la siguiente manera:
“Artículo 5a.- Nadie debe atentar contra la integridad de la especie hu-
mana. Los caracteres genéticos del ser humano no deben ser alterados
ni modificados el genoma humano o las células de una persona, salvo
el caso científicamente comprobado que tenga por finalidad eliminar o
disminuir taras o enfermedades graves. Igualmente, no podrán ser cedi-
dos, manipulados o destruidos los embriones o fetos humanos, sus célu-
las, tejidos u órganos.
La fecundación de óvulos humanos sólo debe destinarse a la pro-
creación.
No son exigibles los acuerdos de procreación o de gestación por cuen-
ta de otro. El parto determina la maternidad.
Los principios contenidos en este artículo serán desarrollados por una
ley especial”.

Asimismo el artículo 6, que quedó con la siguiente redacción:

“Artículo 6.- El cuerpo humano, los órganos, tejidos, células y los pro-
ductos del mismo, así como el genoma humano, no son objeto de dere-
chos patrimoniales ni son patentables (...)”.

102 Vid. supra, capítulo I, Nº 6.3.


103 Esta comisión estuvo conformada por Carlos Torres y Torres Lara (presidente), Carlos Fernández
Sessarego (asesor científico), César Fernández Arce, Roger Cáceres Velásquez, Ricardo Marcenaro
Fers, Fernando Vidal Ramírez, Guillermo Lohmann Luca de Tena y Alonso Morales Acosta (se-
cretario).
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
177

La intención que inspiró esta modificación fue sintetizar en un solo artí-


culo las pautas generales del derecho genético, tomando en considera-
ción que el Código Civil debe regular los avances científicos de manera
genérica, dejando a una ley especial la regulación detallada de los mis-
mos.
Debe considerarse que el artículo 5 detalla clara y específicamente la pro-
tección integral del ser humano, amparando y defendiendo la protección
natural de sus caracteres genéticos así como de su genoma.
c) Comisión especial encargada de elaborar el anteproyecto de ley de refor-
ma del Código Civil
Posteriormente, con fecha 3 de febrero de 1997104, se reestructura la co-
misión encargada de elaborar un anteproyecto de Código Civil, acordán-
dose en sesión del 7 de abril de 1997 la modificación y actualización del
artículo 5, quedando de la siguiente manera:
"Artículo 5.- Nadie debe atentar contra la integridad de la especie huma-
na. Están prohibidas las manipulaciones genéticas, incluyendo la clona-
ción, la selección de sexo o de los caracteres físicos o raciales de los se-
res humanos.
Los caracteres genéticos, el genoma humano y las células de un ser
humano pueden ser alterados o modificados sólo en casos científica-
mente comprobados que tengan por finalidad eliminar o disminuir
enfermedades graves.
Los embriones o fetos humanos, sus células, tejidos, órganos no podrán
ser cedidos, manipulados o destruidos.
No son exigibles los acuerdos de procreación o gestación por cuenta de
otro. El parto determina la paternidad.
Los principios contenidos en este artículo serán desarrollados por una
ley especial".
La principal diferencia con el texto anterior es que, como consecuencia
de las recientes experimentaciones genéticas de clonación, se discutió la
posibilidad de dictar una ley especial105 que regule la prohibición de es-
tas técnicas y, dado que en el Código se estaba contemplando un dispo-
sitivo general, se consideró adecuado referir expresamente la prohibición
de la clonación con el fin de llenar el vacío legal existente sobre esta for-
ma tan aberrante de manipulación genética. El artículo 6 mantuvo su
redacción.

104 Diario oficial El Peruano. Sección A, 3 de febrero de 1997, p. 10.


105 La Comisión de Justicia del Congreso de la República solicitó a la Dirección Universitaria de In-
vestigación Científica de la Universidad de Lima la colaboración de profesores especialistas en la
materia, siendo propuestos (el 26 de marzo de 1997) el autor y el profesor Lizardo Taboada Cór-
dova para realizar el aporte personal y profesional en el proyecto de ley sobre clonación.
178 ENRIQUE VARSI R.

2.2.2.3 Los proyectos de Código de Salud


a) Proyecto Nº 1640/96-CR (18 de marzo de 1996). Proyecto de Código
de Salud
Presentado por el Colegio Médico, menciona en su sección II: De la salud
de las personas y el bienestar social, título primero: De la salud de las
personas, capítulo IV: De la reproducción asistida, lo siguiente:
“Artículo 19.- Toda persona tiene derecho, si lo solicitara y aceptara
expresamente, a recuperar su función reproductiva mediante técnicas de
reproducción asistida, las cuales sólo pueden practicarse cuando hay
evidencia médica de su necesidad y de acuerdo a la Norma de Salud.
Las técnicas utilizadas para recuperar esta función deben ser conocidas
previamente por las personas”.

Como se aprecia, esta regulación está orientada a las técnicas de repro-


ducción, no se refiere para nada a la manipulación genética; sin embar-
go, encontrando la ratio esendi de la norma se toma como postulado que
las técnicas servirán para recuperar la función reproductiva, tener descen-
dencia. En este caso la clonación es un método ajeno o derivado para su-
plir la infertilidad.
b) Proyecto Nº 2263/96-CR (21 de noviembre de 1996). Proyecto de Ley
General de Salud.
Establece en su título I: De los derechos, deberes y responsabilidades
concernientes a la salud individual, un dispositivo que regula ab initio
las técnicas de reproducción humana asistida, estableciendo, como refe-
rencia a una forma de manipulación genética, lo siguiente:
“Artículo 7.- Toda persona tiene derecho a recurrir al tratamiento de su
infertilidad, así como procrear mediante uso de técnicas de reproduc-
ción asistida, siempre que la condición de madre genética y de madre
gestante recaiga sobre la misma persona. Para la aplicación de técnicas
de reproducción asistida se requiere del consentimiento previo y por es-
crito de los padres biológicos.
Está prohibida la fecundación de óvulos humanos con fines distintos a
la procreación”.

2.2.2.4 El Código de los Niños y Adolescentes (D.L. 26102)


En su normatividad establece:
“Artículo 1.- A la vida y a la integridad.- Todo niño y adolescente tiene
derecho a la vida desde el momento de la concepción.
El presente código garantiza la vida del concebido, protegiéndolo de
experimentos o manipulaciones genéticas contrarias a su integridad y
desarrollo físico o mental”.

Esta norma es el único dispositivo legal en nuestro medio que protege


LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
179

directamente al concebido de los avances de la genética. Su inspiración


la tenemos en la Propuesta de la Asociación Mundial de Amigos de la In-
fancia al proyecto de Convención del Niño106.
Del análisis de este artículo apreciamos que es estricto en lo referente a
la protección del concebido frente a las experimentaciones contrarias a
la integridad y desarrollo físico o mental del ser humano, no establecien-
do límite alguno a la práctica de aquellas intervenciones técnicas cuyos
fines sean terapéuticos.
El límite está en la realización de aquellos procedimientos genéticos que,
en vez de ser aplicados en beneficio del ser humano, sirven fundamental-
mente para definir o fomentar el desarrollo de las técnicas biomédicas sin
considerar la violación y atentado contra la unidad psicosomática cometi-
da contra el sujeto de derecho.
2.2.2.5 La Ley General de Salud (ley 26842)
Con un artículo innovador en materia de derecho genético, en su texto
detalla someramente las bases genéricas que regulan la reproducción
asistida en nuestro medio.
De esta manera consagra el derecho a la procreación, la relación directa
de la maternidad y el consentimiento de las partes. Esta tríada elemental
se desarrolla dentro de lo que se considera un uso adecuado y supleto-
rio de los métodos de reproducción asistida.
En párrafo final, y tomando en consideración lo discutido en la comisión
especial encargada de elaborar el anteproyecto de ley de reforma del
Código Civil (supra 2.2.2.2 c), afirma el principio esencial de que la fe-
cundación de óvulos humanos puede ser realizada con fines de procrea-
ción, prohibiendo todo acto en contrario, así como la técnica de clona-
ción.
De esta manera menciona:
Artículo 7.- Toda persona tiene el derecho a recurrir al tratamiento de
su infertilidad, así como a procrear mediante el uso de técnicas de re-
producción asistida, siempre que la condición de madre genética recai-
ga sobre la misma persona. Para la aplicación de técnicas de reproduc-
ción asistida se requiere el consentimiento previo y por escrito de los
padres biológicos.
Está prohibida la fecundación de óvulos humanos con fines distintos a
la procreación, así como la clonación de seres humanos.

El hecho es que lo expuesto queda en una mera declaración. Esta ley no


establece sanciones específicas contra quienes realicen actos que vulne-

106 Vid. supra, capítulo V, Nº 2.1.1.10.


180 ENRIQUE VARSI R.

ran específicamente este dispositivo. Las infracciones y sanciones están


orientadas al aspecto administrativo y los actos contrarios al contenido
general de la ley se penalizan con amonestación, multa, cierre temporal,
clausura o suspensión de la cancelación del registro sanitario .

3. Consideraciones jurídicas fundamentales

De manera unánime, los instrumentos, recomendaciones y legislaciones


se alinean en contra de la clonación humana, propugnan su prohibición
y destierran las justificaciones para su aplicación.
Ningún beneficio directo hemos podido obtener ni comprender de la
misma. Por el contrario, es una quebrantamiento directo contra los dere-
chos de la persona así como un perjuicio a la dignidad, individualidad,
unidad y unicidad del ser humano, características éstas que de por sí le
son propias e inherentes.
El hombre no puede ser utilizado como objeto de observación o experi-
mentación; es decir, no es una cobaya ni conejillo de indias en investiga-
ciones que, más que implicar un beneficio directo, gravan y alteran las
leyes naturales. El ser humano no es una vía para obtener un probable
resultado en pro de la ciencia y la técnica que luego sea aplicado, sin cal-
cular éxitos, a otros. Esto no es nuevo pues ya lo decía Boecio: “la perso-
na es un individuo de naturaleza racional” (naturalis ac rationalis subs-
tantia) que merece por dicha calidad una máxima protección.
En este sentido, todo debe girar en torno al hombre. Él es el actor princi-
pal de la sociedad, especie suprema del Universo y razón de ser del dere-
cho. Su evolución social y conocimientos científicos rotarán alrededor de
él sin implicar una fuerza ajena o negativa en contra, todo lo demás se
trasladará con él, permitiendo su plena realización.
Si bien es cierto que “se debe ser muy cauto, con el fin de que no se
impidan acciones en el futuro que puedan ser beneficiosas para el ser
humano y hoy no se percibe todavía su posibilidad”107, demás está decir
que la clonación total (genérica) no busca un fin humanista en verdad.
Quizá, y sin justificarlo, la clonación parcial (duplicar órganos, cadenas
del ADN o genes) puede ser permitida (previa reglamentación) teniendo
en cuenta la utilidad y provecho terapéutico o sanitario de la humanidad.
Distinto de lo que sucede en el campo agrícola y ganadero (más y me-
jores productos) o preservacionistas (evitar la extinción de especies).

107 Así opina el profesor Carlos María Romeo Casabona en su comunicación mediante la que comen-
ta el articulado del Código Civil referente a la genética.
LA CLONACIÓN Y EL DERECHO
181

La clonación debe ser tipificada como un delito (de lesa humanidad), no


como una simple sanción administrativa o la aplicación de moratorias
que restrinjan fondos públicos o privados a las investigaciones científicas.
Su realización afecta directamente bienes jurídicos esenciales, como son
los derechos del la persona y los principios naturales sobre los que des-
cansa y se desarrolla la humanidad que, al ser indispensables para la vida
en sociedad, merecen una protección penal, tipificando como delito estas
conductas génicas de clonación. Romeo Casabona108 refiere que como
consecuencia de las acciones que pueden realizarse sobre el genoma po-
demos hablar de la existencia de bienes colectivos nuevos dignos de pro-
tección por el derecho y por ello merecedores de penas a las correspon-
dientes conductas que atenten gravemente contra ellos. Los bienes que
se afectarían en el caso de la clonación serían la identidad e irrepetibili-
dad del ser humano y, con la partenogénesis y sus variantes, la privación
de la doble dotación genética, implicando en este último caso, además,
un riesgo para la salud genética del procreado.
El mismo autor, refiriéndose a las intervenciones genéticas objeto de con-
minación penal, indica que una vez delimitado el campo de incursión del
derecho penal en este ámbito e identificados los bienes jurídicos indivi-
duales y supraindividuales implicados “hay que reflexionar a continua-
ción sobre la tipificación penal de conductas que atenten en forma grave
contra aquellos bienes jurídicos”109 (identidad e integridad genética),
siendo el caso, entre otros citados, de la clonación y partenogénesis, que
perfectamente podrían configurar nuevos delitos.
Las sanciones deben ser graves. Esto se deriva del hecho de que la clo-
nación es inmoral, éticamente inaceptable y jurídicamente un ilícito, mere-
ciendo, por todas las consideraciones expuestas, normas de control ético,
moral y deontológico110, y su represión debe darse a través de sanciones
penales tanto en su comisión como en la tentativa.
Como dice Higuera Guimerá: “Las técnicas de clonación, por su misma
naturaleza, son conductas que consisten en acciones, no se puede pen-
sar en una omisión de clonación, y además son acciones dolosas. No es
posible pensar tampoco en una clonación culposa o imprudente”111.
Este criterio es perfectamente utilizable a fin de tipificar penalmente las

108 ROMEO CASABONA, Carlos María: "Límites penales de la manipulación genética". En: El derecho
ante el Proyecto de genoma. Madrid, Fundación BBV, vol.III, 1994, pp.204 a 206.
109 ROMEO CASABONA, Carlos María. “Genética y derecho penal: los delitos de lesiones al feto y
relativos a las manipulaciones genéticas”. En: Derecho y Salud. Vol. 4, Nº 2, jul-dic. 1996, p. 167.
110 “Humanismo, derechos humanos y clonación”. En: “Encuentro familiar”, programa semanal. Perú:
Radio Televisión Peruana (RTP) Canal 7, sábado 22 de marzo de 1997, 8 pm.
182 ENRIQUE VARSI R.

técnicas del clonaje.


La secuencia de protección legal contra la manipulación genética y espe-
cíficamente contra la clonación estaría dada siguiendo el criterio de
Esser112, es decir: a) autocontrol deontológico de la comunidad investi-
gadora, b) garantías administrativas de carácter procedimental, c) intro-
ducción de tipos civiles de protección y d) prohibiciones penales con su
correspondiente sanción.
De esta manera es necesario reflexionar legalmente en los límites y san-
ciones que merece esta forma de manipulación, tomando en cuenta los
siguientes principios:
— Los derechos de la persona requieren de una protección especial
dado que es estado de ciencia.
— Toda técnica requiere una evaluación y conformidad de beneficio
para el hombre.
— Se prohíbe todo tipo de manipulación genética.
— El genoma humano es inviolable.

111 HIGUERA GUIMERÁ, Juan Felipe. Op.cit. (II), p. 98.


112 ESSER, Albin. “Genética humana desde la perspectiva del derecho alemán”, (traducción de Carlos
María Romeo Casabona). En: Anuario de derecho penal y ciencias penales, 1985, pp.363 y ss. Cit.
ROMEO CASABONA, Carlos María. “Límites penales...”, op.cit., p. 177.
Conclusiones

1. El derecho es un fenómeno ordenador que se encarga de regular


conductas, vivencias y relaciones humanas a fin de lograr la paz social.
En su esencia el derecho es variable y dinámico puesto que debe ade-
cuarse a los cambios que influyen sobre la vida del hombre.
2. El derecho no regula de manera inmediata una situación social. Su carác-
ter previsional así lo exige a efectos de medir las consecuencias que ge-
nere. El derecho es paciente y cumple un rol conservador mientras que
las ciencias son audaces y tienen una tendencia liberal.
Es por ello que el derecho no ha caminado a la par con el ritmo vertigi-
noso impuesto por la tecnología.
3. Una de las ciencias que ha influido básicamente en el derecho es la me-
dicina. Así, la biología ha determinado: el inicio de la vida humana, el
momento del nacimiento, la muerte de la persona y la investigación ne-
gativa de la paternidad. La cirugía: los trasplantes de órganos y la adecua-
ción de sexo. La ingeniería genética: las técnicas de reproducción asisti-
da y la investigación del genoma humano. Por otro lado, la genética ha
aportado la determinación biológica de la paternidad.
4. Existe un claro y marcado nexo entre el derecho y la genética. Ambos es-
tudian al hombre. El primero, su vida de relación social; la segunda, sus
mecanismos de vida.
5. La investigación científica es la búsqueda de conocimientos nuevos y se
realiza a través de la observación (forma de apreciar los fenómenos natu-
rales sin interferir en su proceso) o experimentación (intervención activa
dirigida a modificar componentes).
6. Como todo desarrollo, el de la biociencia presenta ventajas y desventa-
jas, beneficios y perjuicios. Por ello es necesario poner límites a la investi-
gación biológica y sus aplicaciones, en salvaguarda del inminente peligro
a que está sometido el hombre. Es aquí donde el derecho debe intervenir

[183]
184 ENRIQUE VARSI R.

cautelando los valores y principios fundamentales del ser humano.


7. La bioética, que vela por la vida, identidad, integridad y salud de los
seres vivientes, trata de frenar a través de normas y principios el vertigi-
noso desarrollo de la sociedad tecnológica. Resguarda, igualmente, el
que los progresos científicos y tecnológicos no se vuelvan en contra de
la humanidad, asegurándose que no sean utilizados como armas de
destrucción, sino como fuente de bienestar y progreso.
En definitiva, la bioética busca dar el matiz humano a lo técnico-científico.
8. Es prioritario comenzar a difundir los principios conservadores de la bio-
ética como son el respeto a las personas, la beneficencia y la justicia con
el objeto de defender a la especie humana, sin perjuicio que ello impli-
que un freno o límite al progreso de las ciencias biológicas. Por el contra-
rio, es necesario lograr un justo y coherente desarrollo en beneficio de la
humanidad. Ésta, sin ciencia, sin avances o descubrimientos científicos,
se vería limitada en la satisfacción cada vez mayor de sus necesidades vi-
tales.
9. La investigación genética puede ser positiva (aquella realizada en bene-
ficio del hombre) o negativa (dirigida a obtener ventajas para la ciencia
sin considerar los probables perjuicios hacia la humanidad).
10. Las técnicas de reproducción humana asistida han entrado en el peligro-
so mundo de la manipulación genética violando normas éticas, morales,
principios religiosos y acarreando consecuencias jurídicas; de ahí su ur-
gente necesidad de reglamentar este tipo de actividades biocientíficas fi-
jando normas para su utilización, estableciendo sanciones penales para
responder a los abusos que pudieran cometerse.
11. La manipulación genética es el procedimiento biocientífico tendente a
modificar o alterar negativamente el patrimonio génico de un ser vivien-
te, variando su esencia natural. Como tal, importa una lesión genética
que conculca directamente los derechos de la persona.
12. Las principales características de la manipulación genética son: es un fin
para la técnica en la que se utiliza al hombre como un medio; es una in-
tervención no terapéutica; atenta contra los derechos del ser humano; es
un acto ilícito por ser contrario a la naturaleza. En concreto, la manipu-
lación equivale a daño.
13. El ser humano puede ser manipulado en los diversos estadios de la vida:
Antes de la fecundación (intervención de las células germinales), en la
fecundación (clonación), en la gestación (cesión de útero), durante su vi-
da (intervención del genoma) y después de producida la muerte (al ca-
dáver, reactivación del ADN).
CONCLUSIONES
185

Tenemos, entonces, que la manipulación de la vida humana puede darse


desde antes de la fecundación hasta después de la muerte de la persona.
14. El derecho debe estar atento a toda perspectiva biotecnológica preparan-
do leyes especiales que regulen el desarrollo y aplicación de la genética.
15. Al derecho le interesa sobremanera la determinación del inicio de la vida,
pues su función es la regulación normativa del sujeto de derecho en tan-
to exista un conflicto de intereses. Sin embargo, no hay un criterio cientí-
fico definido acerca de este fenómeno, siendo para algunos aún un mis-
terio.
16. Es necesario estar seguros de que lo que sucede luego de la fecundación,
que es simplemente un proceso único e irreversible sustentado en la evo-
lución y continuidad de un desarrollo vital que termina exclusivamente
con la muerte de la persona, y es a ésta, como protagonista y animado-
ra principal del derecho, a la que debemos reconocer y proteger desde
su inicio y formación.
17. Sea cual fuere la etapa de la vida o la denominación que se le dé al pro-
ducto de la concepción, es innegable que estamos ante un nuevo ser,
una nueva vida, un ser humano en potencia que merece la mayor pro-
tección del derecho.
18. La reproducción es un fenómeno natural y común de todos los seres vi-
vos por el que se engendran nuevos individuos. Su objetivo principal es
conservar y perpetuar las especies. Frente a este fenómeno natural ha
surgido un derecho: el derecho a la procreación.
19. Existen dos tipos de reproducción:
a) La asexual o vegetativa. Se realiza sin gametos. Los seres se autorre-
producen, pues su descendencia surge de una célula o fragmento del
cuerpo. Su característica radica en originar descendientes homogé-
neos, genéticamente iguales.
b) La sexual o animal. Se realiza a partir de gametos. Los seres son pro-
ducto de la fecundación del material genético de progenitores de se-
xos complementarios. Su característica radica en originar descendien-
tes heterogéneos.
20. La clonación es una forma de reproducción asexual mediante la cual se
crean individuos idénticos tanto biológica como genéticamente, es decir
que comparten el mismo genoma.
21. Los tipos de clonación son:
a) La natural. Es producida por el propio organismo viviente. Se da
cuando una célula se divide formando dos o más embriones. Es el
caso de los gemelos univitelinos.
b) La artificial. Es producto de la voluntad del hombre. En este caso la
fecundación se realiza de manera asistida, extracorpórea y atípica-
186 ENRIQUE VARSI R.

mente, logrando engendrar de forma asexual un ser cuya característi-


ca es tener un código genético compartido con su genitor.
A su vez la clonación artificial se presenta como:
i. La autorreproducción, que tiende a reproducir a un ser humano ya
existente.
Este proceso consiste en la enucleación de un embrión y sustitución
de su núcleo por el de otro embrión o de alguna otra célula.
ii. La reproducción gemelar, que busca engendrar individuos genética-
mente idénticos entre sí.
Este método se basa en seccionar el ovocito fecundado in vitro a fin
de obtener embriones iguales.
iii. La partenogénesis, este método permite el desarrollo del ovocito me-
diante técnicas de estimulación nuclear, sin la presencia de esperma-
tozoides.
En este proceso no hay fecundación.
22. La clonación no representa un medio adecuado para superar la esterili-
dad cuando otras formas terapéuticas resultaron ineficaces. Su fin es la
creación y selección uniforme de seres carentes de individualidad física,
por lo que debe ser prohibida legalmente.
23. No existe justificación para la clonación. Tratándose del ser humano con-
sidero que la clonación deberá estar prohibida en todo sentido ya que:
a) no podemos complicar más las consecuencias de las técnicas de fecun-
dación asistida con métodos de manipulación y, b) el análisis preimplan-
tatorio representa un gravísimo hecho científico mediante el cual se de-
cide la aptitud biológica del embrión a implantarse. En este caso creare-
mos especialmente clones para que, analizando uno, veamos si implanta-
mos el otro, siempre que el primero pase el control de calidad. Por más
formalización o protocolización que se le dé, nadie podrá negar que su
razón de ser es la legitimación de actos inhumanos.
24. Casos en los que se ha utilizado o se ha pensado aplicar la clonación:
a. Con fines de investigación no reproductivos: cultivo de embriones
idénticos, estudio y conocimiento de la célula y avances en la investi-
gación terapéutica.
b. Con fines reproductivos: para suplir la infertilidad, creación técnica de
gemelos y crioconservación de ovocitos clonados, para permitir a las
parejas homosexuales tener descendencia.
c. Con otros fines no reproductivos: estudio del desarrollo embrionario,
creación de un banco de órganos clónicos para trasplantes, crear vida
para salvar otra vida y con fines eugenésicos para mejorar las razas.
CONCLUSIONES
187

Estos casos pueden presentarse y generarían un irreversible desfase bio-


lógico y social, aparte de representar un atentado directo contra la perso-
na y la humanidad.
25. La clonación es una experimentación sobre el material humano que
transgrede las leyes de la naturaleza y las relaciones sociales, pues su fin
es crear seres genéticamente iguales.
Técnicamente, la clonación es considerada una manipulación genética
realizada en la etapa biológica de la fecundación.
26. Jurídicamente, la clonación es un hecho jurídico voluntario e ilícito reali-
zado a través de una manipulación genética en la etapa biológica de la
fecundación. No es un acto jurídico pues su fin es ilícito al dañar los de-
rechos del ser humano, lo que le limita esta categoría. Para algunos cien-
tíficos y estudiosos de la clonación, ésta no es una manipulación genéti-
ca propiamente dicha, ya que no existe alteración del ADN ni de los ge-
nes. No hay desconfiguración del genoma y, como hemos visto, es del
todo cierto.
27. Según los tipos de clonación que pueden realizarse, la manipulación es-
taría dada en el caso de:
a. La autorreproducción, en la enucleación del embrión y transferencia
o sustitución del referido núcleo.
b. En la reproducción gemelar, en la vivisección del embrión.
c. En la partenogénesis, en la activación y desarrollo del óvulo por me-
dios técnicos.
Asimismo, la mayoría de estos casos son acompañados por transferencias
de los embriones clonados para su gestación en mujeres portadoras, sur-
giendo otra forma de manipulación genética en la etapa de la gestación
(la cesión de útero).
28. De aplicarse y difundirse la clonación será inimaginable la fisonomía del
hombre en el año 3000. Fisonomía ésta que está conformada por la es-
tructura biocorporal del ser humano, que es un derecho de la humani-
dad. Nuestra especie, que es la base y línea común de caracteres que nos
identifican como un mismo género, el humano, estaría en grave peligro.
29. Deben valorarse los principios referidos a que la humanidad y la natura-
leza están conformadas por seres únicos y diferenciables entre sí en su
sustancia biológica y que existe, por otro lado, una inmensa variedad de
especies vivientes, cada una de ellas pertenecientes a un grupo natural.
30. La realización de la clonación afecta directamente bienes jurídicos esen-
ciales como son los derechos de la persona y los principios naturales so-
bre los que descansa y se desarrolla la humanidad que, al ser indispensa-
bles para la vida en sociedad, merecen una protección penal tipificando
como delito estas conductas génicas de clonación.
188 ENRIQUE VARSI R.

31. La clonación vulnera el principio de selección biológica y de heteroge-


neidad por el cual el ser humano se presenta como único, singular e irre-
petible desde el momento de la singamia. La clonación ocasionaría una
transfiguración de la antropología, trayendo como consecuencia unifor-
midad y empobrecimiento genético por pérdida de variedad en la
especie humana, originando una monotonía génica.
32. Como método de reproducción se opone a las normas morales, éticas y
naturales, al orden público, las buenas costumbres y la paz social. Es un
ilícito que puede ser considerado como delito biológico al atentar direc-
tamente contra la individualidad y unidad del ser humano.
33. La clonación debe ser tipificada como un delito (de lesa humanidad), no
como una simple sanción administrativa o la aplicación de moratorias que
restrinjan fondos públicos o privados a las investigaciones científicas. Esto
se deriva del hecho de que la clonación es inmoral, éticamente inacepta-
ble y jurídicamente un ilícito; mereciendo, por todas las consideraciones
expuestas, normas de control ético, moral y deontológico y su represión
a través de sanciones penales tanto en su comisión como en la tentativa.
34. El avance científico ha determinado que la vida humana experimente ca-
da vez mayores y radicales cambios, por lo que el derecho ha ido ade-
cuando sus instituciones y su normatividad en defensa de la persona.
35. La tecnología ha redimensionado las relaciones del hombre con el hom-
bre, con la naturaleza, así como con su contexto o marco de conviven-
cia. Estas mutaciones no han dejado de incidir en la esfera de los dere-
chos de la persona.
36. Debe prohibirse expresamente la fecundación de óvulos humanos con fi-
nes distintos a la procreación o contrarios a la dignidad del ser humano,
como es el caso especial de la clonación.
37. La combinación de los tres principios fundamentales como son la digni-
dad del ser humano, la libertad en la investigación técnico-científica y la
solidaridad entre los seres humanos, permite concebir una estructura
equilibrada para la protección del genoma humano.
38. Actualmente, la legislación comparada que regula el derecho genético es
variada y diversa en la forma de tratar este avance de la ciencia biomé-
dica y su influencia sobre el ser humano.
Las tendencias marcadas que tiene el derecho genético son las siguientes:
a. Corriente tecnicista.- Fomenta el avance de la tecnología sobre el in-
terés de la persona. Se sustenta en los siguientes postulados: el ini-
cio de la vida embrionaria es retardado cierto tiempo luego de la fe-
cundación; amplia libertad en materia de manipulación y creación de
embriones en exceso, así como el congelamiento, donación o des-
trucción de los sobrantes.
CONCLUSIONES
189

b. Corriente personalista.- Protege integralmente al ser humano. Formu-


la los siguientes principios básicos: evita la artificialización de la fa-
milia, busca la coincidencia entre el vínculo biopaternal y el social,
resguarda la salud psíquica y reconoce al niño el derecho a indagar
sobre su identidad genética.
39. El patrimonio genético del hombre es la esencia fundamental de la hu-
manidad, por lo que debe ser ampliamente protegido, no pudiendo ser
materia de ningún tipo de manipulación génica.
40. Así como existe un principio universal por el que se protege la vida hu-
mana desde la concepción, debe protegerse a la especie humana a fin de
resguardar las características, unidad y conformación biológica del ser
humano.
Glosario

ADN Ácido desoxirribonucleico. Elemento químico


del que están compuestos los genes. Contiene
mensajes cifrados e influye en el desarrollo.
ARN Ácido ribonucleico. La mayor parte se halla en el
citoplasma, donde se sintetizan las proteínas.
Blastocito Célula embrionaria indiferenciada.
Blastómeros Cualquiera de las células formadas durante las
primeras segmentaciones del huevo fecundado
en la embriología animal.
Cariocinesis f. Biol. División del núcleo de la célula.
Célula Unidad estructural y funcional de todos los orga-
nismos vivientes. Está rodeada por una membra-
na y consiste en el citoplasma y núcleo.
Cigoto Célula producida por la unión de dos células se-
xuales maduras (gametos) en el proceso de re-
producción. También es utilizado en genética
para designar al individuo que se desarrolla a
partir de este tipo de célula.
Citoplasma Parte fundamental de la célula que rodea al nú-
cleo.
Criogenia Ciencia que trata de la producción y manteni-
miento de vida animal a temperaturas muy bajas.

[191]
192 ENRIQUE VARSI R.

Cromosomas Cuerpos nucleoproteicos observables por mi-


croscopio. Durante la división celular, adquieren
una coloración oscura al ser expuestos a tincio-
nes básicas. Transportan a los genes que se en-
cuentran dispuestos en una forma lineal. Cada
especie posee un número cromosómico que le
es característico.
Ectogénesis Proceso por el que se busca obtener la gestación
completa, desde la concepción hasta el parto, en
el laboratorio, es decir fuera del útero de la mu-
jer. Conocido también como embarazo in vitro.
Eucarióticos Dícese de los organismos que poseen una mem-
brana celular bien definida, cromosomas, y ex-
perimentan división por mitosis.
Eugenesia Ciencia del mejoramiento de las cualidades de la
especie humana. Se encarga de la apreciación de
los principios de la genética.
Fisiológico Fisiología. Estudio de la función de las células,
órganos u organismos enteros en los procesos
de la vida.
Gametos Células especializadas en cumplir un papel en el
proceso de reproducción. Son las células repro-
ductoras. El gameto masculino se llama esperma-
tozoide y el femenino óvulo.
Gen Unidad básica de la herencia; está en el cromo-
soma.
Genoma Juego completo de cromosomas con sus respec-
tivos genes. Es el código genético particular dis-
tinto e individualizado que cada ser humano le-
ga a sus descendientes.
Hemiembrión El prefijo hemi es equivalente a medio y, en tér-
minos biológicos, significa un lado del cuerpo.
El hemiembrión es aquel material biológico ob-
tenido de la división o seccionamiento de un
embrión a fin de obtener otro embrión con el
GLOSARIO
193

mismo código genético.


Híbrido 1) Descendiente de progenitores que difieren en
uno o más rasgos heredables. 2) Descendiente
de dos variedades o especies distintas. Vástago
de progenitores totalmente distintos. Un caso co-
mún es el de la mula (cruce de yegua con bu-
rro). Es el intercambio genético o recombinado
con el fin de producir seres transgénicos.
Material genético Se encuentra constituido por el ADN que posee
todo organismo viviente.
Mitosis División celular en que ocurre la duplicación de
los cromosomas seguida por una migración de
éstos y la división del citoplasma. De esta mane-
ra cada uno de los núcleos hijos lleva un com-
plemento cromosómico idéntico al núcleo de los
padres.
Morfológico Morfología. Estudio de la forma de un organis-
mo. Historia del desarrollo de estructuras visibles
y de su relación comparativa en diferentes orga-
nismos.
Mórula Masa de células formadas por segmentaciones
repetidas en la embriología normal.
Núcleo Parte de la célula que contiene genes y que es
rodeada por el citoplasma.
Poliespermia Es un caso excepcional de la naturaleza y se da
cuando varios espermatozoides ingresan al óvu-
lo. Como consecuencia de ello pueden surgir los
mellizos, constituyendo una patología de la pro-
creación, o puede darse el caso de que se pro-
duzca un desarrollo posteriormente anormal,
con el correspondiente aborto espontáneo.
Profase Etapa temprana de la división celular que inclu-
ye desde la aparición de los cromosomas.
Quimeras Producto biológico obtenido de la mezcla de
194 ENRIQUE VARSI R.

materiales genéticos (espermatozoides) o de la


fusión de embriones.
Terapia génica Conjunto de procesos destinados a la introduc-
ción, in vivo (dentro del cuerpo) o in vitro (fuera
del cuerpo), de un gen normal las células en las
que el mismo gen, anormal, provoca una defi-
ciencia funcional, origen de una enfermedad, o
a la de un gen codificador de una proteína con
una acción antitumoral en las células cancerosas,
o antivírica en las células infectadas por un virus
patógeno.
Así es el procedimiento por el cual se introduce
en las células del enfermo una copia sana del
gen defectuoso para que desempeñe la función
del ausente.
Teratógeno Teratología. Estudio de las anomalías o mons-
truosidades de los organismos animales o vege-
tales.
Totipotencialidad Dícese de la capacidad de las células del em-
brión en la primera fase, cuando no están dife-
renciadas, de separarse y formar un nuevo indi-
viduo completo (fenómeno de los gemelos).
Transgénesis Es el conjunto de procesos que permiten la
transferencia de un gen (que se convierte en
transgen) a un organismo receptor (llamado
transgénico) que, generalmente, puede trasmitir-
lo a su descendencia. Este proceso, de traslado
del gen extraño a las células reproductoras de
otro ser, determina que se transmitan ciertas ca-
racterísticas y propiedades a su descendencia.
Bibliografía

————. La Santa Biblia: Reina-Valera. Sociedades Bíblicas


Unidas, 1960.
ANDORNO, Roberto “El embrión humano ¿merece ser protegido?”. En:
Cuadernos de Bioética Nº 15. Santiago de Compos-
tela, 1993.
————. “El derecho europeo ante las nuevas técnicas de re-
producción humana: ¿primacía de la técnica o pri-
macía de la persona?. En: Persona y Derecho Nº 3.
Navarra: Universidad de Navarra. Suplemento Hu-
mana Iura de Derechos Humanos, 1993.
————. “Procreación asistida: posiciones contrapuestas en
el derecho europeo y en los proyectos de ley ar-
gentinos”. En: Jurisprudencia argentina, 7 de se-
tiembre de 1994.
ARRIBERE, Roberto “Aspectos esenciales a considerarse en una futura
legislación regulatoria de las técnicas de fecunda-
ción asistida y la genética”. En: El Derecho Nº 8160.
Buenos Aires: Universidad Católica Argentina.
BANCHIO, Enrique Carlos “El proyecto genoma humano frente a la ética y el
derecho”. En: Estudios en honor de Pedro J. Frías.
Vol.III. Córdova: Editorial El Copista, 1994, p. 959.
BARRERE, Martine “El caso Illimensee: ¿Fraude o no fraude?”. En:
Mundo Científico Nº 39. Barcelona: Editorial Fon-
talba S.A.
BELLUSCIO, Augusto César Nociones de derecho de familia. Buenos Aires: Bi-
bliográfica Omeba, 1967.
BOSSERT, Gustavo “Fecundación asistida”. En: Derecho Civil. Lima:
Universidad de Lima, 1989.
————. “Fecundación humana asistida”. En: Derecho civil
de nuestros tiempos. Lima: Universidad de Lima,
Gaceta jurídica editores, 1995.

[195]
196 ENRIQUE VARSI R.

BOZA DIBÓS, Beatriz “Los adelantos de la ciencia y la permeabilidad del


derecho: reflexiones en torno a la ‘reproducción
asistida’”. En: Derecho Nº 45. Lima: PUCP, 1991.
BUTTIGLIONE, Rocco “Inmoral Clones: A Vatican View”. En: New Perspec-
tives Quarterly (NPQ). Vol. XI, Nº 1, 1995.
CAFFARRA Trascendencia y finitud en Dios y en el hombre.
CÁRDENAS QUIRÓS, Carlos “Algunas reflexiones acerca de la inseminación arti-
ficial y la fecundación extrauterina”. En: La familia
en el derecho peruano. Libro homenaje al doctor
Héctor Cornejo Chávez. Lima: PUCP, 1990.
CIFUENTES, Santos “Principio de la existencia de la persona”. En: Tute-
la de las personas. Buenos Aires: Universidad de
Buenos Aires, 1993.
CURTIS, Helena Biología. 4a. edición. México DF.: Editorial Médica
Panamericana, 1985.
DELGADO DE MIGUEL Derecho agrario y ambiental, propiedad y ecología.
Pamplona, 1992.
DEXEUS y CALDERÓN “Legislación y técnicas de fecundación asistida.
Punto de vista científico”. En: ALTAIO, V y A. VEI-
GA (compiladores). In vitro a debat. Barcelona: Ge-
neralitat de Catalunya, 1992.
EDELMAN, Bernard “Experimentación en el hombre: una ley sacrifical”.
En: Mundo Científico Nº 130. Barcelona: Editorial
Fontalba S.A., 1981.
FARFÁN S., Guillermo “Clonación: tecnología versus ética”. En: PC World
Perú Nº 91. Lima: revista de El Comercio, junio
1995.
FERNÁNDEZ SESSAREGO,
Carlos “El cambio de sexo y su incidencia en las relaciones
familiares”. En: La familia en el derecho peruano.
Libro homenaje al doctor Héctor Cornejo Chávez.
Lima: PUCP, 1990.
————. “Tratamiento jurídico del concebido”. En: Nuevas
tendencias en el derecho de las personas. Lima: Uni-
versidad de Lima, 1990.
————. Derecho y persona. Lima: Ediciones Inesla, 1990.
FIORE, Carlos La fecundación artificial. Quito: Ediciones Pauli-
nas, s/f.
GIRARDON, J. “Manipolare embrioni humani”. En: Nuova Scienza
Nº 10, 1983.
BIBLIOGRAFÍA
197

GOIC, Alejandro “El juramento hipocrático: veneración ciega”. En


Documenta. Año II, Nº 7. Lima: Centro de Investi-
gación e Información del IPSS-CENDIPPS, diciem-
bre-febrero 1994.
GOTWALD, William H. Jr.
[y] Gale HOLTZ GOLDEN Sexualidad, la experiencia humana. México DF: El
Manual Moderno, 1983.
HOOFT, Pedro Federico “Procreación artificial y manipulación genética”. En:
La Ley Nº 1. Buenos Aires, 2 de enero de 1991.
KEVLES, Daniel J. La eugenesia ¿ciencia o utopía? Una polémica que
dura cien años. Barcelona: Planeta, 1985.
KOLATA, Gina “Cloning Human Embryos: Debate Erupts Over E-
thics”. En: diario New York Times. New York, 26 de
octubre de 1993.
LACADENA CALDERO,
Juan R. Ingeniería genética y reproducción asistida. Ma-
drid: Editorial Marino Barbero Santos, 1989.
LAMAS, MARTA “La bioética. Proceso social y cambio de valores”.
En: Sociológica. Año 8, Nº 22. Azcapotzalco (Méxi-
co): Universidad Autónoma Metropolitana.
LAURICELLA, Emanuele “Sterilità e procreazione: l’opinione di un medico”.
En: Quaderni di Diritto Comparato. “La procreazio-
ne artificiale tra etica e diritto”, a cura di Gilda Fe-
rrando. Padova: Cedam, 1989.
LAVADOS, Jaime “Bioética y derecho en la cultura contemporánea”.
En: Estudios sociales Nº 85, trimestre 3, 1995.
LEVI-STRAUSS, Claude “The Family”. Traducción castellana. En: Polémica
sobre el origen y la universalidad de la familia. Bar-
celona: Editorial Anagrama, 1974.
LISKER Y., Rubén “Therapeutic Applications Stemming from Genetic
Engineering”. En: International Bioethics Commit-
tee. Vol. II. Acts 1995 Proceedings. Unesco, 1995.
LOMBARDI VALLAURI, Luigi “Manipulazione genetica e diritto”. En: Rivista di
Diritto Civile. Padova: Cedam, enero-febrero, 1985
————. “Las biomanipulaciones: cuestiones éticas y jurídi-
cas”. En: Persona y Derecho Nº 15. Navarra: Univer-
sidad de Navarra, 1986.
LÓPEZ MORATALLA, Natalia
[y] otros Deontología biológica. Navarra: Universidad de Na-
varra, 1987.
198 ENRIQUE VARSI R.

LLANOS ZULUAGA, Roberto. “La bioética”. En: Documenta. Año II, Nº 7. Lima:
Centro de Investigación e Información del IPSS-
CENDIPPS, diciembre-febrero 1994.
————. “Honorio Delgado y la bioética en el Perú”. En: Ex-
tensiones. Vol. 1, Nº 1. México: Universidad Inter-
continental, Tlalpan, mayo 1994.
McCARY, James [y]
Stephen McCARY Medicina y salud. Buenos Aires: Hispanoamérica
Editores, 1981.
————. Sexualidad humana. 4a. edición. México DF.: Edi-
torial El Manual Moderno S.A., 1986.
MANDELBAUM, J [y]
M. PLACHOT La generación probeta. Barcelona: Urano, 1993.
MANNA, Adelmo “Tutela degli embrioni e diritto penale: a proposi-
to di un progetto di legge tedesco”. En: Politica del
Diritto Nº 4. Bologna: Societa Editoriale Il Mulino,
diciembre, 1990.
MASTROPAOLO, Fulvio “Aspetti guiridici delle manipolazioni biologiche”.
En: Quadrimestre Nº 2. Rivista di Diritto Privato.
Milan: Giuffre Ed., 1989.
MEDINA, Graciela “Modernas cuestiones biotecnológicas y flexibilidad
del Código Civil peruano”. En: Diez años. Código
Civil peruano: balance y perspectivas. 1a. edición.
Lima: Universidad de Lima, 1995.
MERMELSTEIN, Daniel “Niños a la carta”. En: Cambio 16 Nº 1157. Madrid,
24 de enero de 1994.
MESSINA DE ESTRELLA
GUTIÉRREZ, Graciela Nora La responsabilidad civil en la era tecnológica. Bue-
nos Aires: Abeledo Perrot, 1989.
MICHAUD, Jean “Ciencia ética y derecho”. En: Biotecnología y futu-
ro del hombre: la respuesta bioética (Conversacio-
nes en Madrid). 1a. edición. Madrid: Eudema S.A.,
diciembre 1992.
MOCCIA, Sergio “Bioética o ‘Biodiritto’?”. En: Rivista italiana de Di-
ritto e procedura penale, anno XXXIII, Fasc. 3. Mila-
no: Giuffrè, Luglio-Settembre 1990.
MONGE, Fernando Persona humana y procreación artificial. Madrid:
Libros MC, 1988.
MONTAGU, Ashley Qué es el hombre. Buenos Aires: Paidós, 1950.
BIBLIOGRAFÍA
199

OMS “La salud como derecho humano en el derecho in-


ternacional”. En: Bioética. Temas y perspectivas Nº
527. Washington: publicación científica, 1990.
ORGAZ, Alfredo Personas individuales. 2a. edición. Buenos Aires,
1961.
PALACIOS, Marcelo “Informe sobre el proyecto de convenio de bioéti-
ca”. En: Revista de Derecho y Genoma Humano Nº
3, 1995.
PARLAMENTO DE LA
COMUNIDAD EUROPEA En: Boletín informativo Tribuna del Parlamento Eu-
ropeo Nº 9. Madrid, octubre-noviembre, 1993.
PÉREZ, Julia [y]
C.E.B. “Y el hombre quiso ser Dios”. En: Cambio 16 Nº
1147. Madrid, 15 de noviembre de 1993.
PÉREZ LUÑO, Antonio
Enrique “Las generaciones de Derechos Humanos”. En: Re-
vista del Centro de Estudios Constitucionales Nº 10.
Madrid: Centro de Estudios Constitucionales, 1981.
PERLINGIERI, Pietro Il Diritto Civile nella legalitá costitucionale. Nápo-
les: Edizioni Schentifiche Italiane, 1984.
POLLACK, Robert “Beyond Cloning”. En: diario New York Times. Sec-
ción A. New York, 17 de noviembre de 1993.
POTTER, V.R. Bioethics. Bridge to the Future. Englewood Cliffs.
New Jersey: Prentice-Hall, 1971. (Swanson, C., C.P.,
ed. Biological Science Series).
QUESADA GONZÁLEZ,
María Corona “El derecho (¿constitucional?) a conocer el propio
origen biológico”. En: Anuario de Derecho Civil.
Madrid: Ministerio de Justicia e Interior, abril-junio,
1994.
QUIJADA, Osvaldo A. Diccionario integrado de sexología. 1a. edición. Es-
paña: Alhambra, 1993.
RAMOS R., Veciana de La eutelegenesia ante el derecho canónico. Barcelo-
na: Bosch, 1957.
RAMOS, Rodolfo Fecundación asistida y derecho. Buenos Aires: Edi-
torial Juris, 1992.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Diccionario de la Lengua Española. 21a. edición.
Madrid, 1992.
REISSIG, José Luis La genética y la revolución en las ciencias biológi-
cas. 5a. edición. Washington DC.: OEA, 1983.
200 ENRIQUE VARSI R.

RODRÍGUEZ, Jesús P. “El proceso de constitucionalización de una exigen-


cia ética fundamental: el derecho a la intimidad”.
En: Derechos y libertades Nº 3. Madrid: Universidad
Carlos II, mayo-diciembre, 1994.
RODRÍGUEZ LUÑO, A [y]
R. LÓPEZ MONDEJAR La fecundación “in vitro”. Madrid: Palabra, 1986.
RUBIO CORREA, Marcial El ser humano como persona natural. Lima: PUCP,
1992.
RUIZ REÁTEGUI “La ciencia y la fundamentación de la ética. I: La
dignidad de la persona”. En: Deontología biológica.
Navarra: Universidad de Navarra, 1987.
SANTOS RUIZ, Ángel Instrumentación genética. Madrid: Palabra, 1987.
SAPAEMANN, R. Lo natural y lo racional. Ensayos de antropología.
Madrid: Rialp, 1989.
SERRA, A. “La realtà biologica del neoconcepito”. En: La Civi-
lità Cattolica, 126/III, 1975.
SERRANO LAVERTU, Diana
[y] Ana María LINARES “Principios éticos de la investigación biomédica en
seres humanos: aplicación y limitaciones en Amé-
rica Latina y el Caribe”. En: Bioética. Temas y pers-
pectivas Nº 527. Washington: OMS, 1990.
SCHOLLE C., Susan [y]
Hernán FUENZALIDA En el documento en referencia.
————. “Bioética. Presentación del número especial”. En:
Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana. Vol.
108, Nº 5-6, 1990.
SGRECIA, Elio Manuale di bioética. Milano: Vita e Pensiero, 1989.
SOTO LAMADRID, Miguel A. Biogenética, filiación y delito. Buenos Aires: Astrea,
1990.
TOFFLER, Alvin La tercera ola. 7a. edición. Barcelona: Plaza & Janés
Editores S.A., 1981.
————. El “shock” del futuro. 4a. edición. Barcelona. Plaza
& Janés Editores S.A., 1988.
TORO DEL MARZAL,
Alejandro “La reproducción asistida. Elección de sexo”. En:
Cuadernos jurídicos Nº 22. Barcelona: Editorial
Fontalba, setiembre, 1994.
TRABUCCI, Alberto “Procreazione artificiale e genetica umana nella
prospettiva del giurista”. En: Rivista di Diritto Civile
Nº 5. Padova: Cedam, 1986.
UNESCO Informe del director general sobre la preparación
BIBLIOGRAFÍA
201

eventual de un instrumento internacional para la


protección del genoma humano. París, setiembre
1995.
UNIVERSIDAD NACIONAL
DE TUCUMÁN El impacto de la biotecnología en el derecho. Di-
ciembre de 1992.
————. El derecho privado en la Argentina. Parte II, 1993.
II Jornadas Marplatenses de Responsabilidad Civil y
Seguros. Mar del Plata: Comisión 1.
ÚNGER, Tomás “Un experimento controversial”. En: El Comercio.
Sección C. Lima, 7 de mayo de 1994, p. 1.
VALENCIA COROMINAS,
Jorge Derechos Humanos del niño. Lima: Instituto de De-
rechos Humanos, 1990.
VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique Las pruebas heredobiológicas en la determinación
jurídica de la paternidad. Tesis de bachiller en de-
recho y ciencias políticas. Lima: Universidad de Li-
ma, 1990.
————. “Pater est quem sanguis demostrant”. En: Advoca-
tus. Tercera entrega. Lima: Universidad de Lima, Fa-
cultad de Derecho y Ciencias Políticas, 1991.
————. “El inicio de la vida humana”. En: diario oficial El
Peruano. Sección B. Lima, 18 de enero de 1993, p.
14.
————. “Biogenética vs. derecho”. En: diario oficial El Pe-
ruano. Sección B. Lima, 29 de abril de 1993, p. 14.
————. “Apuntes jurídicos acerca del genoma humano”.
En: diario oficial El Peruano. Sección B. Lima, 5 de
mayo de 1993, p. 15.
————. “Una experticia infalible: El ADN y el derecho”. En:
diario oficial El Peruano. Sección B. Lima, 5 de
agosto de 1993, p. 13.
————. “Bases del derecho genético”. En: diario oficial El Pe-
ruano. Sección B. Lima, 11 de agosto de 1994, p. 2.
————. “El derecho genético y las interrelaciones huma-
nas”. En: diario oficial El Peruano. Sección B. Li-
ma, 25 de enero de l995, p. 9.
————. “El derecho genético (su influencia en el derecho
de las personas y en el derecho de la familia)”. En:
Diez años. Código Civil peruano: balance y perspec-
tivas. 1a. edición, tomo I. Lima: Universidad de Li-
202 ENRIQUE VARSI R.

ma, 1995.
————. Derecho genético: principios generales. Trujillo: Ser-
vigraf S.A., 1995.
————. Clonación: La manipulación genética frente al de-
recho. Lima: Universidad Nacional Mayor de San
Marcos, Escuela de Post Grado, Unidad de Post
Grado en Derecho, 1996, pp. 15-19.
VIDELA ESCALADA “Principio de la existencia de la persona”. En: Tute-
la de las personas. Buenos Aires: Universidad de
Buenos Aires, 1993.
VILA-CORO, María Dolores “Aspectos jurídicos de la fertilización in vitro”. En:
Boletín del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid,
Revista Jurídica General Nº 1. Madrid: Gráfica Ara-
gón S.A., enero-febrero, 1985.
WAGNER GRAU, Patrick “La Iglesia ante la manipulación genética”. En: El
Comercio. Sección E. Lima, 5 de junio de 1994, p. 6.
WINNACKER, Ernst-L. “La ingenieria genética. ¿Una nueva fórmula mági-
ca de la medicina moderna, o bien un riesgo incal-
culable?”. En: Deutschland Nº 1. Alemania: Frank-
furter Societäts-Drukerei GmbH, febrero 1995.
YUDIN, Boris “Límites de la genética y la ética”. En: Ciencias so-
ciales Nº 4 (26). Academia de ciencias de la URSS.
Bogotá: Editorial CEIS, 1976.
ZAMORA, Raúl “La procreación da dolores de cabeza (los franceses
y la ingeniería genética)”. En: Visión. Vol. 82, Nº 6.
México DF.: Casa Visión, Mariano Grondona edi-
tores, del 16 al 31 de marzo de 1994.
ZANNONI, Eduardo A. Inseminación y fecundación extrauterina. Buenos
Aires: Editorial Astrea, 1978.
————. Derecho de familia. Buenos Aires: Editorial Astrea,
1989.
————. “El daño genético por transmisión de enfermeda-
des”. En: Revista de Derecho Privado y Comunitario
Nº 1. Santa Fe: Rubinzal-Culzoni, setiembre-diciem-
bre, 1992.
BIBLIOGRAFÍA
203

Revistas consultadas
— Cambio 16, Madrid.
— Cuadernos de Derecho. Lima: Universidad de Lima.
— El Correo de la Unesco.
— Magazine Cable Mágico. Nº 4. Lima, 20 de diciem-
bre de 1993.
— Moralia. Vol. IX, Nº 35 y 36. Roma: Revista de cien-
cias morales, julio-diciembre de 1987.
— Muy Interesante. Madrid.
— Revista de Derecho y genoma humano. Bilbao:
Universidad de Deusto.
— Revista Nature
— Revista de problemas políticos y sociales Nº 520.
París, 4 de octubre de 1985.

Artículos en revistas de divulgación


— “Clones, replicantes, duplicados...”. En: Cambio 16
Nº 1157. Madrid, 24 de enero de 1994.
— “Iglesia, vida y sexualidad”. En: Visión. Vol. 81, Nº
9. México DF.: Casa Visión, Mariano Grondona edi-
tores, noviembre de 1993.
— “Intransigencias y desvíos” (la Iglesia católica y el
sexo). En: Visión. Vol. 81, Nº 9. México DF.: Casa
Visión, Mariano Grondona editores, noviembre de
1993.
— “Las clonas permiten crear seres humanos en serie”.
En: Hombre de mundo. Vol. 14, Nº 5. México DF.:
Editorial América S.A., 1989.
— “Las contradicciones de los senadores”. En: La Re-
cherche Nº 263. París: Societé d’Editions Scientifi-
ques, marzo de 1994.
— “Los inquietantes clones (las experiencias de cloni-
zación despiertan polémica)”. En: Visión. Vol. 82,
Nº 4. México DF.: Casa Visión, Mariano Grondona
editores, febrero de 1994.

Ponencias
204 ENRIQUE VARSI R.

— Biotecnología y futuro del hombre: la respuesta bio-


ética (Conversaciones de Madrid). 1a. edición. Ma-
drid: Eudema S.A, diciembre de 1992.
— El derecho privado en la Argentina. 2a. parte. Tu-
cumán: Universidad Nacional de Tucumán, Facul-
tad de Derecho y Ciencias Sociales, 1993.
FERNÁNDEZ SESSAREGO,
Carlos “La libertad y genoma humano”. Ponencia presen-
tada en el Congreso Internacional “El proyecto ge-
noma humano”. Bilbao: Fundación BBV, 1993.
LEJEUNE, Jérôme “Las fronteras de la genética”, presentada en la VIII
Conferencia Internacional “La infancia y el futuro
del mundo”, organizada por la Santa Sede y cele-
brada en el aula Pablo VI. El Vaticano: Roma, no-
viembre de 1993.
MEDINA DE RIVERA,
Graciela “Modernas cuestiones biotecnológicas y flexibilidad
del Código civil peruano”. En: Diez años. Código
Civil peruano: balance y perspectivas. 1a. edición.
Lima: Universidad de Lima, 1995.
PONCE DE FAUSTINELLI,
Marcia Isabel “La medicina reproductiva moderna y sus efectos
en el derecho familiar y hereditario”. Ponencia pre-
sentada en el XXI Congreso Internacional del Nota-
riado Latino. Berlín, 1995. Córdova: Editorial El Co-
pista, 1995.
ROCA TRÍAS, Encarnada “La incidencia de la inseminación y fecundación ar-
tificial en los derechos fundamentales y su protec-
ción jurisdiccional”. II Congreso Mundial Vasco. En:
La filiación a finales del siglo XX. Madrid: Trivium,
1988.
SANCHO REBULLIDA,
Francisco de Asís “Los estudios previos y las líneas previsibles de la
futura regulación española”. II Congreso Mundial
Vasco. En: La filiación a finales del siglo XX. Ma-
drid: Trivium, 1988.
SARMIENTO, Augusto Las manipulaciones del cuerpo humano (bases an-
tropológicas para la valoración ética de las nuevas
tecnologías de la reproducción humana). Ponencia
presentada en el VII Congreso Mundial de Dere-
cho de Familia. San Salvador, 1992.
BIBLIOGRAFÍA
205

SIMO SEVILLA, Diego “La medicina moderna de la procreación en el de-


recho de familia y en el derecho sucesorio”. Ponen-
cia presentada en el XXI Congreso Internacional
del Notariado Latino. Berlín, 1995. España: Consejo
General del Notariado, 1995.
VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique “Apuntes jurídicos acerca del genoma humano”.
En: Ponencias al I Congreso Nacional de Derecho
Civil y Comercial. Lima: Universidad Nacional Ma-
yor de San Marcos, Facultad de Derecho y Ciencias
Políticas, 1994.
————. “Derecho genético: personas y familia”. En: Diez
años. Código Civil peruano: balance y perspecti-
vas”. 1a. edición. Lima: Universidad de Lima, 1995.
————. “Fundamentos del derecho genético”. En: Ponen-
cias al II Congreso Nacional de Derecho Civil y
Comercial. Lima: Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, Facultad de Derecho y Ciencias Políti-
cas, 1995.
ZIMMERMANN, Stefan [y]
Michael BECKER “La medicina reproductiva moderna y sus efectos
en el derecho familiar y hereditario”. Ponencia pre-
sentada al XXI Congreso Internacional del Notaria-
do Latino. Berlín: Bundesnotarkammer, 1995.

Separatas y materiales de enseñanza


ÁLVAREZ GARDIOL, Ariel [ y]
Pedro Ramón FIGUEROA
CASAS “Anteproyecto de ley. Procreación humana médica-
mente coadyuvada”. Rosario, fotocopia facilitada
por el primer autor.
VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique “Derecho de las personas”. En: Material de lectura,
separata Nº 249. Lima: Universidad de Lima, Facul-
tad de Derecho y Ciencias Políticas, 1994.
————. “Metodología de la Investigación I”. En: Material de
lectura, separata Nº 2. Lima: Universidad de Lima,
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. Maestría
en Derecho Empresarial, 1994.
————. “Derecho Civil I”. En: Material de lectura, separata
Nº 252. Lima: Universidad de Lima, Facultad de De-
recho y Ciencias Políticas.
206 ENRIQUE VARSI R.

No se incluyen en la bibliografía los códigos, leyes, proyectos legislativos,


recomendaciones y documentos consultados.
ANEXO
Texto del anteproyecto de ley
sobre técnicas de reproducción
humana asistida*
TÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES
Capítulo I
Ámbito de aplicación

Artículo 1.- La presente ley regula los derechos del concebido y la aplicación de
las técnicas de reproducción humana asistida en los casos de infertilidad
humana.
Artículo 2.- Estas técnicas podrán utilizarse para prevenir o tratar enfermedades,
siempre que su utilización haya sido médicamente prescrita por los cen-
tros y servicios autorizados.
Artículo 3.- Con las limitaciones que prescribe esta ley, podrá autorizarse la in-
vestigación y experimentación con gametos partiendo del principio de
que la fecundación tiene como único fin la procreación humana.

TÍTULO II
DE LOS DERECHOS DEL CONCEBIDO
Capítulo I
Del inicio de la vida humana

Artículo 4.- La vida humana comienza con la concepción (ordinariamente por fe-
cundación, y extraordinariamente por un proceso equivalente) dentro o
fuera del útero materno.

* Dada la necesidad de dictar normas especiales que regulen el avance de la genética en nuestro
medio, pero siendo conscientes de que la influencia de esta joven ciencia sobre las relaciones
personales es muy variada y amplia, el Centro de Investigación de la Facultad de Derecho y Cien-
cias Políticas de la Universidad de Lima nos encargó la elaboración de un anteproyecto de ley
sobre fecundación asistida, investigación que se llevó a cabo durante el período académico 1995-
1996 y que fue aprobada por el Centro de Investigación de la Facultad de Derecho y Ciencias
Políticas y por la Dirección Universitaria de Investigación Científica de la Universidad de Lima.

[207]
208 ENRIQUE VARSI R.

Artículo 5.- Hay fecundación desde el momento en que el espermatozoide ingre-


sa al óvulo y éste cierra sus membranas a fin de evitar el ingreso de otros.
El momento de la concepción se produce cuando ya no es posible la po-
liespermia, estando los núcleos de los gametos reconociéndose para la
correspondiente fusión o singamia.
Artículo 6.- Se entiende por procesos equivalentes a la fecundación casos como
la gemelación, clonación y partenogénesis.
Artículo 7.- Independientemente de la denominación que se le dé al producto
de la concepción o a las etapas de desarrollo embriológico de la vida hu-
mana en formación, ésta merecerá la más amplia protección pues en su
esencia es un sujeto de derecho especial.
Capítulo II
De los derechos del concebido

Artículo 8.- El concebido goza de los siguientes derechos esenciales:


1. A la vida.
2. A conocer su origen biológico.
3. A ser procreado y a nacer dentro de una familia.
4 A la individualidad biológica.
5. A la integridad psicosomática.
7. A una familia.
8. A la identidad.
9. A un medio ambiente humano natural.
10. A la igualdad.
11. A la dignidad.
12. A la intimidad.
Estos derechos también le son comunes a las personas naturales.
Artículo 9.- La enumeración precedente es enunciativa y no implica la negación
de otros derechos y garantías considerados o no en otros cuerpos legales.

Capítulo III
Del derecho a la vida y a nacer

Artículo 10.- El derecho a la vida le es consustancial al concebido y lo protege


de todo tipo de atentado directo o indirecto. En tal sentido la manipula-
ción genética está prohibida.
Una vez transferido, y mientras esté vivo, el embrión no podrá ser aspira-
do, extraído, ni abortado salvo que se trate de un embarazo ectópico pro-
ANTEPROYECTO DE LEY
209

ducto de una deficiencia técnica debidamente comprobada y siempre


que esté en peligro la vida o integridad de la gestante.
El concebido tiene derecho a nacer. No puede realizarse una concepción
sin que su fin sea un nacimiento viable, ni retardar o apresurar el creci-
miento de un embrión.

Capítulo IV
Del derecho a la igualdad

Artículo 11.- El concebido goza de derecho a la igualdad. Se prohíbe cualquier


tipo de discriminación sobre su patrimonio genético, la forma de su con-
cepción, gestación o nacimiento.

Capítulo V
Del derecho a la dignidad

Artículo 12.- El concebido merece un trato digno.


Como sujeto de derecho especial no se puede realizar con él ningún tipo
de contratación ni relación comercial. Queda prohibida su venta, dona-
ción o permuta.
Las técnicas de crioconservación se realizarán tomando en consideración
que implican la paralización de una vida, la que desde ya no puede ser
por un tiempo indefinido ni quedar al arbitrio de terceros.

Capítulo VI
De la proscripción de la eugenesia

Artículo 13.- Queda prohibido realizar cualquier práctica eugenésica sobre em-
briones humanos vivos. No se permite seleccionar embriones antes ni
después de ser transferidos al útero gestante.

TÍTULO III
DE LA APLICACIÓN DE MÉTODOS DE REPRODUCCIÓN HUMANA ASISTIDA
Capítulo I
De la reproducción humana asistida

Artículo 14.- Para esta ley se entenderá por técnicas de reproducción humana
asistida (teras) aquellas realizadas con asistencia técnica cuyo fin es la
procreación prescindiendo del acto coital de la pareja beneficiaria.
210 ENRIQUE VARSI R.

Estos métodos se clasifican en la inseminación artificial (IA) y fecunda-


ción extracorpórea (FEC). Esta última, a su vez, presenta variantes como
la transferencia intratubárica de gametos a las trompas de Falopio (TIG),
la transferencia de embriones (TE) y la transferencia intratubárica de em-
briones (TIE).
Se prohíbe aplicar cualquier otro método de procreación asistida en seres
humanos que prescinda de la relación coital de la pareja beneficiaria y
que no esté previsto por esta ley.
Artículo 15.- Las teras tienen como finalidad la intervención técnica para coad-
yuvar a la procreación de aquella pareja beneficiaria que padece esterili-
dad, patologías o disfunciones que le impiden realizar la procreación en
forma natural. Como tal, las teras tienen como fin suplir la esterilidad y
se aplican cuando otras terapias se han descartado por inadecuadas o
ineficaces.

Capítulo II
De la pareja beneficiaria

Artículo 16.- Se entenderá por pareja beneficiaria al matrimonio o unión de he-


cho que padeciendo esterilidad médicamente comprobada o ante la exis-
tencia de patologías o disfunciones impiden procrear un hijo en forma
natural.
Artículo 17.- Las parejas beneficiarias deberán ser capaces, gozar de buena salud
psicofísica y la mujer no haber iniciado la etapa menopáusica, al momen-
to de acceder a las teras.
Artículo 18.- Las teras sólo se aplicarán cuando haya posibilidades razonables de
éxito y no supongan riesgo grave para la salud de la mujer o la posible
descendencia.
Artículo 19.- La mujer receptora de estas técnicas podrá interrumpir la evolución
de las mismas, siempre que no se haya producido la concepción del em-
brión.

Capítulo III
Del consentimiento de la pareja beneficiaria
para acceder a las teras
Artículo 20.- Cuando se solicite el acceso a las teras será obligación de los cen-
tros y profesionales intervinientes brindar todos los elementos necesarios
ANTEPROYECTO DE LEY
211

para que la pareja beneficiaria pueda elaborar un consentimiento infor-


mado, de acuerdo con su grado de instrucción y de comprensión.
Artículo 21.- El consentimiento informado deberá surgir de la comprensión por
parte de la pareja beneficiaria de los siguientes puntos:
1. Contenido y alcances de la presente ley.
2. Carácter de la irrevocabilidad del consentimiento otorgado una vez
concebido el embrión.
3. Prohibición para la mujer de retirarse del centro en que se le aplicó
la técnica, hasta la transferencia del embrión concebido.
4. Prohibición de desechar el embrión mientras esté vivo para efectuar
la transferencia, interrumpir su gestación, salvo que se trate de un
embarazo ectópico.
5. Prohibición de disponer del embrión concebido para otro destino di-
ferente de la transferencia en la madre biológica.
6. Sobre las modalidades de la técnica recomendada.
7. Sobre los posibles riesgos físicos y psíquicos en el matrimonio y en
el hijo.
8. Sobre los costos económicos.
9. Sobre los derechos que asisten al embrión concebido.
10. Que serán los representantes legales y responsables de los intereses
de ese embrión concebido.
11. Existencia de la alternativa de la adopción como institución legal al-
ternativa.
Artículo 22.- El consentimiento de la pareja beneficiaria deberá ser otorgado de
manera libre, consciente, expresa y por instrumento público notarial.
El centro sanitario que aplicará la tera solicitará copia certificada de di-
cho documento a fin de que integre la historia clínica correspondiente.
Artículo 23.- El consentimiento otorgado por el matrimonio no exime de respon-
sabilidad a los centros y profesionales intervinientes en la aplicación de
la tera.

Capítulo IV
De la historia clínica de las parejas beneficiarias

Artículo 24.- El centro sanitario deberá mantener la historia clínica de cada pare-
ja beneficiaria que solicite el acceso a las teras, debiendo contener:
1. La constancia médica fehaciente de la imposibilidad de concebir un
hijo por medios naturales.
212 ENRIQUE VARSI R.

2. El estado civil.
3. La relación de todas las técnicas y métodos de fertilización practica-
dos con anterioridad y los resultados obtenidos.
4. El consentimiento.
Artículo 25.- La historia clínica será tratada con total y absoluta reserva, con es-
tricto secreto de la identidad de los cedentes, de la esterilidad de los
usuarios y de las circunstancias que concurran en el origen de los hijos
engendrados con su utilización.

Capítulo V
De la inseminación artificial y la
fecundación extracorpórea

Artículo 26.- La inseminación artificial es una técnica mediante la cual se provo-


ca técnicamente el encuentro del óvulo de una mujer con el esperma de
un hombre.
Artículo 27.- La fecundación extracorpórea es una técnica mediante la cual se
produce la fertilización de un óvulo femenino, fuera del cuerpo de la mu-
jer, con el esperma de un hombre.
Artículo 28.- La inseminación artificial y la fecundación extracorpórea podrán
aplicarse en forma homóloga o heteróloga, según el requerimiento de la
pareja beneficiaria.
Artículo 29.- La inseminación y la fecundación extracorpórea homólogas son
aquellas que se realizan entre los cónyuges o una pareja estable que
prueba fehacientemente su estado familiar de hecho.
Artículo 30.- La inseminación y fecundación extracorpórea heterólogas son aque-
llas que se realizan mediante la intervención de un tercero cedente, en
favor de los cónyuges o concubinos.

Capítulo VI
De los bancos y cedentes

Artículo 31.- Se autoriza la creación de bancos de material genético humano que


funcionarán en los establecimientos asistenciales.
Artículo 32.- Los bancos recibirán el material genético a título de cesión. En nin-
gún caso podrá ser onerosa, ni tener carácter lucrativo ni comercial.
Artículo 33.- La cesión se formalizará por escrito, con carácter formal y secreto
entre el establecimiento asistencial y el cedente quien previamente será
ANTEPROYECTO DE LEY
213

informado de los fines, consecuencias y características del acto y de la


práctica médica de las teras.
Artículo 34.- El cedente deberá ser mayor de edad, encontrarse en pleno goce
de su capacidad de ejercicio y someterse en forma previa a un examen
psicofísico de carácter general que acredite que se encuentra libre de en-
fermedades infecciosas, hereditarias y/o genéticas transmisibles, así como
sus características fenotípicas.
Si el cedente fuere casado o concubino se requerirá del consentimiento
por escrito de su pareja.
Artículo 35.- La identidad del cedente sólo podrá ser revelada por orden judicial
en casos de comprobado peligro para la vida del hijo o del embrión o
para esclarecer un delito.
Artículo 36.- En los supuestos del artículo anterior, la revelación quedará restrin-
gida al ámbito médico terapéutico y/o judicial, no admitiéndose la publi-
cidad de la identidad del cedente.
Artículo 37.- Cuando fuere necesaria la revelación de la identidad del cedente
ello no implicará la determinación legal de filiación.
Artículo 38.- El cedente no podrá conocer el destino del material genético por él
aportado y sólo podrá revocar su cesión en los casos en que, por com-
probada esterilidad sobrevenida, precisase para sí los gametos cedidos.
La revocación tendrá efectos siempre que el material genético esté dispo-
nible.
A la revocación no procederá la devolución por el cedente de los gastos
originados al establecimiento receptor.
Artículo 39.- La elección del cedente es responsabilidad del equipo médico que
aplica la tera. Se deberá garantizar que el cedente tiene la misma simili-
tud fenotípica e inmunológica y las máximas posibilidades de compatibi-
lidad con la mujer receptora y su entorno familiar.
Artículo 40.- Los centros autorizados y la autoridad de aplicación de la presente
ley adoptarán las medidas oportunas para evitar que nazcan más de tres
hijos de un mismo cedente.
Artículo 41.- El material genético sobrante de los cónyuges o concubinos que re-
currieron a las teras puede ser aplicado en beneficio de otras parejas. Pa-
ra este efecto se aplicarán las disposiciones precedentes siempre que se
formalice la cesión de los gametos sobrantes en los términos previamente
expuestos.
Artículo 42.- De no formalizarse tal cesión, dicho material genético deberá ser
inutilizado por el propio servicio del centro autorizado en el más breve
214 ENRIQUE VARSI R.

término, para asegurar la imposibilidad de su uso en otros fines que los


previstos en esta ley.

Capítulo VII
De la filiación

Artículo 43.- La filiación de los nacidos con las teras se regulará por las leyes vi-
gentes, a salvo de las especialidades contenidas en este capítulo.
Artículo 44.- En ningún caso la inscripción en el Registro Civil reflejará datos de
los que puedan inferirse el carácter de la reproducción.
Artículo 45.- Ni el marido ni la mujer, cuando hayan prestado su consentimien-
to previa y expresamente a determinada tera con contribución de ceden-
tes, podrá impugnar la filiación matrimonial del hijo nacido de dicha téc-
nica de fecundación.
Artículo 46.- Aunque la tera haya sido practicada sin el asentimiento del marido
se presumirá su paternidad, quedando abierta la acción contestatoria.
Artículo 47.- Podrá determinarse legalmente la filiación con el marido fallecido
cuando el material reproductor de éste se halle en el útero de la mujer
en la fecha de su muerte, o cuando el óvulo esté fertilizado en la pro-
beta para luego ser transferido al útero materno, o cuando haya declara-
do su autorización y reconocimiento mediante escritura pública.

Capítulo VIII
De la maternidad subrogada
Artículo 48.- Son nulos los acuerdos por los que se convenga la maternidad
subrogada. Para estos casos la filiación será determinada por el parto.
Queda a salvo la posible acción de reclamación de la paternidad respec-
to del padre biológico, conforme a las reglas generales.

Capítulo IX
De la crioconservación
Artículo 49.- El semen puede crioconservarse en bancos de gametos autorizados
durante un tiempo máximo de cinco años.
Al vencimiento de dicho plazo, o antes si uno o ambos cónyuges o con-
cubinos mueren, los gametos serán desechados, dejándose constancia de
ello.
ANTEPROYECTO DE LEY
215

Artículo 50.- No se autorizará la crioconservación de óvulos con fines de teras,


en tanto no haya suficientes garantías sobre la viabilidad de los óvulos
después de su descongelación.
Artículo 51- Queda prohibida la formación y/o mantenimiento de bancos de pre-
embriones o embriones humanos.
Artículo 52.- Sólo se admitirá la crioconservación de preembriones humanos en
los casos de ausencia o fallecimiento del padre y de la madre.
Artículo 53.- En los supuestos previstos en el artículo anterior se designará judi-
cialmente un curador del preembrión crioconservado, con arreglo a las
disposiciones del Código Civil.
Artículo 54.- La disposición de los preembriones humanos crioconservados se
realizará únicamente para un nuevo tratamiento de la mujer estéril a
quien pertenecen o para ser adoptados de conformidad con las disposi-
ciones legales aplicables en la materia.
Artículo 55.- En ningún caso los preembriones crioconservados serán transmisi-
bles por acto entre vivos, ni mortis causa, ni por herencia, siendo nulos
los actos que contravengan esta disposición.

Capítulo X
Del diagnóstico y tratamiento

Artículo 56.- Toda intervención sobre el preembrión tendrá fines de diagnósticos


terapéuticos o preventivos.
Artículo 57.- Toda intervención será autorizada si se cumplen los siguientes re-
quisitos:
a. Que la pareja beneficiaria haya sido informada sobre los procedi-
mientos, investigaciones, diagnósticos, posibilidades y riesgos de la
terapéutica propuesta y la hayan aceptado previamente.
b. Que se trate de enfermedades con un diagnóstico muy preciso de
pronóstico grave o muy grave, y cuando ofrezcan garantías de la me-
joría o solución del problema.
c. Si se dispone de una lista de enfermedades en las que la terapéutica
es posible con criterios estrictamente científicos.
d. Si no se influye sobre los caracteres hereditarios ni se actúe con fines
eugenésicos.
e. Si se realiza en centros sanitarios autorizados y por equipos califica-
dos y dotados de los medios necesarios.
216 ENRIQUE VARSI R.

Capítulo XI
De la investigación y experimentación

Artículo 58.- La investigación básica o experimental podrá ser realizada a partir


de gametos individuales, siempre que esté orientada a perfeccionar las
formas de obtención y maduración de ovocitos, así como la crioconserva-
ción de óvulos humanos.
Artículo 59.- Para poder evaluar la capacidad de fertilización de los espermato-
zoides humanos se autoriza el test del hámster hasta la fase de división
en dos células del óvulo del hámster fecundado, momento en que el mis-
mo debe ser destruido.
Se prohíben otras fecundaciones entre gametos humanos y animales, sal-
vo que sean expresamente autorizadas por la autoridad de aplicación de
esta ley, en base a un proyecto debidamente presentado y autorizado por
la misma y bajo su estricto control.
Artículo 60.- Los gametos utilizados en investigación o experimentación no po-
drán ser utilizados para la obtención de preembriones con fines de pro-
creación.
Artículo 61.- La investigación y experimentación sobre el preembrión sólo se rea-
lizará con fines de diagnósticos terapéuticos o preventivos.
Artículo 62.- En los casos de los artículos que anteceden, deberá cumplirse con
lo siguiente:
a. Informar a la pareja beneficiaria sobre los procedimientos, investiga-
ciones e intervenciones a realizar y sus posibles riesgos e implican-
cias.
b. Que la investigación, experimentación y/o intervención se realice en
el más breve lapso posible, y antes de los 14 días contados desde la
fecundación del óvulo.
c. Que se trate de enfermedades de diagnóstico muy preciso y que la
terapéutica a aplicar ofrezca razonables garantías de mejoría o solu-
ción de aquéllas.
d. Que no se modifique el patrimonio genético ni se busque la selec-
ción de raza o de individuos.
e. Que se haya agotado la investigación o experimentación en el mode-
lo animal.
f. Que se realice en establecimientos y por equipos de profesionales
debidamente autorizados.
ANTEPROYECTO DE LEY
217

Artículo 63.- No podrá realizarse investigación y/o experimentación en embrio-


nes humanos con otros fines que los precedentemente expuestos, aun-
que se trate de embriones no viables.

Capítulo XII
De los centros sanitarios y equipos biomédicos

Artículo 64.- Se considera centros o servicios sanitarios los establecimientos ha-


bilitados para la realización de las teras o sus derivaciones, así como los
bancos de recepción, conservación y distribución de material genético
humano. En todos los casos estarán sometidos a las leyes especiales de
Salud Pública y sometidos al control del Ministerio de Salud.
Artículo 65.- Los equipos biomédicos que trabajen en los centros o servicios sani-
tarios, a que se refiere al artículo anterior, estarán calificados para realizar
las técnicas de reproducción humana asistida, su aplicación complementa-
ria y asistencia y contarán para ello con el equipamiento y medios necesa-
rios.
Artículo 66.- Los centros sanitarios y los equipos biomédicos que apliquen las
técnicas reguladas en la presente ley, serán solidariamente responsables
por los daños que pudieren ocasionar en la salud física y psíquica de los
sujetos que accedan a las mismas, y en particular, en la del concebido.
Artículo 67.- Los equipos biomédicos y la dirección de los centros sanitarios in-
currirán en las responsabilidades que legalmente correspondan si violan
el secreto de la identidad de los cedentes, si realizan mala práctica con
las teras o los materiales biológicos correspondientes, o si por omitir la
información o los estudios protocolizados se lesionaran los intereses de
cedentes o usuarios o se transmitieran a los descendientes enfermedades
congénitas o hereditarias, evitables con aquella información y estudios
previos.
Artículo 68.- Los equipos biomédicos están obligados a llevar una historia clíni-
ca con todas las referencias exigibles sobre los cedentes y usuarios de es-
tas técnicas, así como los consentimientos firmados para la realización de
las mismas y/o para la cesión del material genético.

Capítulo XIII
De la autoridad de aplicación

Artículo 69.- Se crea la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida y


Genética, de carácter permanente, cuya finalidad será:
218 ENRIQUE VARSI R.

a. Controlar el adecuado cumplimiento de las disposiciones de esta ley.


b. Colaborar en el intercambio, recopilación y/o actualización de cono-
cimientos científicos y técnicos, tanto en el orden nacional como in-
ternacional.
c. Elaborar criterios de funcionamiento de los centros o servicios donde
se realizan las técnicas de reproducción asistida, a fin de facilitar su
mejor utilización.
d. Considerar y autorizar nuevos proyectos científicos, diagnósticos, te-
rapéuticos, de investigación y/o experimentación en los términos de
la presente ley.
e. Asesorar a la autoridad sanitaria nacional sobre los requisitos técni-
cos y funcionales de los establecimientos donde se practiquen activi-
dades regladas por la presente ley, así como las condiciones de iden-
tidad y calidad científica de los equipos interdisciplinarios que las
realicen.
f. Colaborar en lo relacionado a los recaudos que deberán contener los
legajos, protocolos, historias clínicas de los cedentes, usuarios, así co-
mo en la formulación de pautas de control del transporte y utilización
de los gametos crioconservados.
Artículo 70.- La comisión estará constituida por: representantes del gobierno y
de la administración de salud, representantes de las distintas sociedades
relacionadas con la fertilidad humana y con estas técnicas, y por un con-
sejo de amplio espectro social.
Artículo 71.- Una vez fijadas por el gobierno las competencias y funciones de la
comisión, ésta elaborará su propio reglamento, que deberá ser aprobado
por aquél.

Capítulo XIV
Del comité de ética

Artículo 72.- Se crea el Comité Nacional de Ética para la reproducción humana


asistida y la genética, que se encargará de brindar asesoramiento a los es-
tablecimientos asistenciales y centros o servicios donde se practiquen ac-
tividades comprendidas en la presente ley.
Estará integrado por un representante del Ministerio de Salud, un repre-
sentante del Colegio de Médicos, un representante del Colegio de Abo-
gados, un representante de la Iglesia católica y un representante de las
sociedades científicas vinculadas con tales actividades.
ANTEPROYECTO DE LEY
219

Artículo 73.- El Comité Nacional de Ética podrá funcionar administrativamente


en forma descentralizada a través de las delegaciones regionales.
Artículo 74.- Será función del comité velar a través del asesoramiento por la me-
jor práctica en la aplicación y realización de tales actividades, así como
para que las mismas se adecúen a las debidas pautas legales, éticas y mo-
rales.
Su dictamen será necesario para la consideración, por la autoridad de
aplicación de esta ley, de nuevos proyectos científicos a realizarse en los
establecimientos, centros o servicios donde se lleven a cabo actividades
comprendidas.

Capítulo XV
De las infracciones y sanciones

Artículo 75.- Sin perjuicio de las infracciones que se cometan según la legislación
actual, la violación de esta ley dará lugar a infracciones especiales.
Artículo 76.- Se consideran infracciones graves:
a. El incumplimiento de las disposiciones de esta ley y su reglamento.
b. La omisión de datos, consentimientos y referencias exigidas por la
presente ley, así como la falta de realización de una historia clínica.
Artículo 77.- La comisión de las infracciones expuestas en el artículo anterior da-
rá lugar al retiro de la autorización conferida al establecimiento asisten-
cial o de servicio, así como al personal del mismo, para la realización de
las actividades contempladas en esta ley.
Ello, sin perjuicio de las sanciones penales que puedan aplicarse en caso
de incurrirse en delitos previstos por la legislación penal.
Artículo 78.- Se consideran infracciones muy graves:
a. La violación de las disposiciones contenidas en los artículos 42, 43,
y 52 de esta ley.
b. Fecundar óvulos humanos con fines distintos a la procreación huma-
na.
c. Obtener preembriones humanos por lavado uterino, cualquiera sea
el fin perseguido con ello.
d. Mantener in vitro los óvulos fecundados y vivos, más allá del deci-
mocuarto día siguiente al que fueron fecundados,
e. Mantener vivos los preembriones, con objeto de obtener de ellos
muestras utilizables.
220 ENRIQUE VARSI R.

f. Comerciar, bajo cualquier forma que sea,con preembriones o con sus


células, así como su importación o exportación.
g. Utilizar industrialmente preembriones o sus células.
h. Utilizar preembriones, o sus células, con fines cosméticos o similares.
i. Mezclar gametos de distintos usuarios o cedentes para la realización
de las técnicas de reproducción humana asistida.
j. Omitir los estudios necesarios para obtener las garantías biológicas y
de viabilidad de los preembriones o gametos, antes de su implanta-
ción o utilización.
k. Revelar la identidad de los cedentes fuera de los casos excepcional-
mente previstos por la presente ley.
l. Utilizar la clonación en cualquiera de las variantes, o cualquier otro
tipo de procedimiento, dirigido a la obtención de seres humanos
idénticos o para la selección del sexo o la raza.
m. La partenogénesis o estimulación del desarrollo de un óvulo por me-
dios térmicos, físicos o químicos, sin que sea fecundado por un es-
permatozoide humano, lo cual dará lugar solamente a descendencia
femenina.
n. La manipulación genética con fines no terapéuticos, o terapéuticos
no autorizados.
o. La creación de preembriones de personas del mismo sexo, con fines
reproductores u otros.
p. La fusión de preembriones entre sí o cualquier otro procedimiento
dirigido a producir quimeras.
q. Los procedimientos de intercambio genético humano, o la recombi-
nación con otras especies para la obtención de híbridos.
r. La investigación y/o experimentación con gametos o preembriones,
embriones o fetos humanos, salvo en los casos de expresa autoriza-
ción en los términos de la presente ley.
s. La transferencia de gametos o preembriones humanos en el útero de
otra especie animal, o viceversa.
t. La ectogénesis o creación de un ser humano determinado en el laborato-
rio.
u. La creación de preembriones con esperma de individuos diferentes
para su transferencia al útero.
v. La transferencia al útero, en un mismo momento, de preembriones
originados con óvulos de diferentes mujeres.
w. La utilización de la ingeniería genética y otros procedimientos, con
fines militares o de otra índole, para producir armas biológicas o
ANTEPROYECTO DE LEY
221

exterminadoras de la especie humana, del tipo que fueren.


x. La utilización de la ingeniería genética y/o de todo otro tipo de pro-
cedimiento, con cualquier fin que sea, que de alguna forma ponga
en peligro la normal subsistencia de la especie humana.
y. Todas las actividades de investigación que no se ajusten a los térmi-
nos de esta ley, su reglamento y las pautas que fije la autoridad de
aplicación de la misma.
Artículo 79.- La comisión de las infracciones expuestas en el artículo precedente
ocasiona además la imposición más severa de pena privativa de libertad,
contemplada en el artículo 29 del Código Penal, así como los demás ar-
tículos que le sean de aplicación según el caso.
Artículo 80.- Tales sanciones serán aplicadas a todos aquellos que, como autores,
cómplices, partícipes necesarios o no, o encubridores, hubieren tenido
conocimiento de la comisión de las infracciones sin manifestar expresa
disconformidad con ellas, ni formular la respectiva denuncia al Comité
de Ética o autoridad de aplicación de esta ley.

DISPOSICIONES FINALES

PRIMERA.- El Gobierno, en el plazo de seis meses, contados a partir de la


promulgación de la presente ley, establecerá:
a. Los requisitos técnicos y funcionales precisos para la autorización y
homologación de los centros y servicios sanitarios, así como de los
equipos biomédicos relacionados con las teras y los bancos de game-
tos.
b. Los protocolos de información de los cedentes y de los usuarios rela-
cionados con estas técnicas, a presentar por los equipos biomédicos
de los centros y servicios sanitarios correspondientes.
c. Los protocolos obligatorios de estudio de los cedentes y los usuarios
relacionados con estas técnicas, a complementar por los equipos bio-
médicos.
d. La lista de enfermedades genéticas o hereditarias que puedan ser de-
tectadas con el diagnóstico prenatal, a efectos de prevención o tera-
péutica, y susceptible de ser modificada a medida que los conoci-
mientos científicos así lo exijan.
e. Los requisitos para autorizar con carácter excepcional la experimen-
tación con gametos, preembriones o fetos humanos y aquellas autori-
zaciones que al respecto puedan delegarse en la Comisión Nacional
222 ENRIQUE VARSI R.

de Reproducción Asistida.
SEGUNDA.- El Gobierno, en el plazo de seis meses, a partir de la promulgación
de la presente ley establecerá las normas de transporte de gametos, pre-
embriones o sus células si se cumpliera la excepción, entre el centro y
servicios autorizados y relacionados con estas técnicas o sus derivaciones.
TERCERA.- El Gobierno, en el plazo de un año, contado a partir de la fecha de
promulgación de esta ley, regulará la creación y organización de un Re-
gistro Nacional informatizado de cedentes de gametos con fines de repro-
ducción humana, con las garantías precisas de secreto y en forma de cla-
ve. Este registro se regirá por las siguientes pautas:
a. El Registro Nacional consignará los hijos nacidos de distintos ceden-
tes, la identidad de las parejas receptoras, y su localización territori-
al en cada momento, siempre que sea posible.
b. Si en el Registro Nacional o en los centros o servicios en los que se
realizarán las técnicas de reproducción humana asistida se tuviere co-
nocimiento de que han fallecido los correspondientes cedentes, la
muestra donada pasará a disposición de los bancos, que la utilizarán
en los términos acordados con aquéllos y en base a esta ley.
CUARTA.- El Gobierno, en el plazo de seis meses, a partir de la promulgación de
esta ley regulará los requisitos de constitución, composición, funciones y
atribuciones de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida y Gené-
tica y del Comité de Ética.
Bibliografía del anteproyecto

Documentos en general
— Proyectos de recomendación del CAHBI
Informe Warnock. Gran Bretaña: Imprenta de su
Majestad la Reina, 18 de julio de 1984.
— Declaración Universal de los Derechos Humanos
de las generaciones futuras. 145ª reunión. París:
Organización de la Naciones Unidas para la Edu-
cación, la Ciencia y la Cultura, Consejo Ejecutivo,
145 EX/41, 22 de setiembre de 1994.
— XXI Congreso Internacional del Notariado Latino.
Berlín, Alemania, del 28 de mayo al 3 de junio de
1995.

Legislación
Alemania
Proyecto de ley de 1987
Proyecto de ley de 1989
Ley Nº 745-90
Argentina
Proyecto de Slavustky-Girón y Arriberé
Proyectos en el período 1991-1993
Proyecto de ley de Alberto A. Natale-José M. Antelo
Proyecto de ley de María F. Gómez Miranda
Proyecto de ley del Senado y Cámara de Diputados
Proyecto de ley de Carlos F. Ruckauf-Alberto Iribar-

[223]
224 ENRIQUE VARSI R.

ne
España
Informe Palacios (1986)
Ley 35/1988
Ley 42/1988
Francia
Proyecto de ley de 1992-1993
Ley 94-653
Ley 94-654
Perú
“Bases para una legislación sobre técnicas de repro-
ducción humana asistida”. En: Cuadernos de Dere-
cho Nº 1. Lima: Universidad de Lima, 1992, p. 60.
Proyecto de Ley de Enmiendas del Código Civil de
1984. En: diario oficial El Peruano, 7 de enero de
1995.

Investigaciones

RODRÍGUEZ-CADILLA PONCE,
María del Rosario Técnicas de reproducción humana asistida: su tras-
cendencia jurídica en el Perú. Tesis de bachiller. Li-
ma: Universidad de Lima, 1996.
VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique
“Bases del derecho genético”. En: diario oficial El
Peruano. Sección B. Lima, 11 de agosto de 1994.
————. ”El derecho genético y las interrelaciones huma-
nas”. En: diario oficial El Peruano. Sección B. Lima,
25 de enero de 1995, p. 9.
————. Derecho genético. Trujillo: Editorial Normas Lega-
les, 1995.
Este libro se terminó de imprimir en setiembre de 1997
en el Departamento de Impresiones
de la Universidad de Lima

You might also like