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“Año oficial de Buen Servicio al Ciudadano”

ASIGNATURA:

Derecho Constitucional

DOCENTE:

Abog. María del Pilar Quezada Castro

TEMA:

Poder Constituyente

INTEGRANTES:

Denegri Arizapana Deivys

Saldaña Vilchez Martin

PIURA - PERU
INDICE
Finalidad .............................................................................................................................................. 3
Objetivos ............................................................................................................................................. 3
CONCEPTO:.......................................................................................................................................... 4
TEORIAS: .............................................................................................................................................. 5
PODER CONSTITUYENTE.................................................................................................................... 11
1. CONCEPTO, CARACTERES Y NATURALEZA CONSTITUYENTE:.................................................... 11
a. Concepto ................................................................................................................................... 11
b. Caracteres ................................................................................................................................. 11
c. Naturaleza ................................................................................................................................. 13
2. ACTO, PROCESO Y PRODUCTO CONSTITUYENTE ...................................................................... 14
a. Acto Constituyente:................................................................................................................... 14
b. Proceso Constituyente: ............................................................................................................. 14
c. Producto Constituyente: ........................................................................................................... 15
3. TITULARES ORIGINARIOS Y DE EJERCICIO DEL PODER CONSTITUYENTE .................................. 15
4. FORMAS DEL PODER CONSTITUYENTE...................................................................................... 17
a. El Poder Constituyente Originario............................................................................................. 17
b. El Poder Constituyente Derivado. ............................................................................................. 17
5. PODER CONSTITUYENTE Y PODERES CONSTITUIDOS ............................................................... 18
6. LIMITES DEL PODER CONSTITUYENTE ....................................................................................... 19
a. Límites del Poder Constituyente Originario: ............................................................................. 20
b. Límites del Poder Constituyente Derivado: .............................................................................. 21
7. CAMBIO Y REFORMA DE LA CONSTITUCION ............................................................................. 22
8. PODER CONSTITUYENTE Y SOBERANIA ..................................................................................... 23
Conclusiones......................................................................................................................................... 24
Problema ........................................................................................................................................... 25
Hipótesis ............................................................................................................................................ 25
Recomendaciones ............................................................................................................................. 25

2
Finalidad
En este punto buscamos obtener una mayor ilustración sobre, “El Poder
Constituyente”, su importancia para nuestra formación como estudiantes e interés
social; puesto que la creación de la ley de leyes compete al más letrado como al
más sencillo de la sociedad por ser útil para su defensa; sin dejar de lado su
envergadura histórica que influye notoriamente en su creación.

Sus objetivos son los son los siguientes:

Objetivos

General:
Definir las clases de poder constituyente y sus aplicaciones.

Específico:

Definir la naturaleza del poder constituyente.

3
CONCEPTO:
Hablar del poder constituyente es hablar de democracia. En la edad moderna los
dos conceptos han sido a menudo co-extensivos y en todo caso se han visto
insertos en un proceso histórico que, aproximándose al siglo XX, los ha solapado
cada vez más. Lo que significa que el poder constituyente no sólo ha sido
considerado la fuente omnipotente y expansiva que produce las normas
constitucionales de todo ordenamiento jurídico, sino también el sujeto de esa
producción, una actividad igualmente omnipotente y expansiva. Desde este punto
de vista, el poder constituyente tiende a identificarse con el concepto mismo de
política, en la forma en la que ésta última se entiende en una sociedad democrática.
Así, pues, caracterizar constitucionalmente, jurídicamente el poder constituyente,
no será sin más producir normas constitucionales, estructurar poderes constituidos,
sino sobre todo ordenar el poder constituyente en tanto que sujeto, regular la política
democrática. Salvo que la cosa no es sencilla. En realidad, el poder constituyente
se resiste a la constitucionalización: «El estudio del poder constituyente presenta
desde el punto de vista jurídico una dificultad excepcional que atañe a la naturaleza
híbrida de ese poder. La potencia que el poder constituyente oculta se muestra
rebelde a una integración total en un sistema jerarquizado de normas y
competencias

el poder constituyente permanece siempre ajeno al derecho»1. La cosa se torna


mucho más difícil toda vez que también la democracia se resiste a la
constitucionalización: en efecto, la democracia es de hecho una teoría del gobierno
absoluto, mientras que el constitucionalismo es una teoría del gobierno limitado y,
por lo tanto, limitando la práctica de la democracia2. Así, pues, nuestro problema

1
Georges Burdeau, Traité de sciences politiques, vol. IV, París, 1983, p. 171. Véanse además las voces
«Costituzionalismo e parlamentarismo» y «Costituzione e costituzioni» en Antonio Negri (ed.), Scienze
politiche 1 (Stato e politica), Enciclopedia Feltrinelli-Fischer, Milán, 1970. Sobre el carácter «terrible» del
«poder constituyente», Donoso Cortés, Lecciones de derecho político [1836], ahora en Obras completas, I,
Madrid, BAC, 1970, pp. 390 y ss.
2
Sobre la democracia como «gobierno absoluto», véase A. Negri, L’anomalia selvaggia. Saggio su potere e
potenza in Baruch Spinoza, Milán, 1981 [ed. cast.: La anomalía salvaje. Ensayo sobre poder y potencia en
Baruch Spinoza, Barcelona, Anthropos, 1993]. Sobre el constitucionalismo como «democracia limitada» en la
tradición de la ciencia política anglosajona, véase Nicola Matteucci, «La Costituzione americana e il moderno
costituzionalismo», Il Mulino, vol. 36, núm. 314, 1987, pp. 882-901.

4
consistirá en alcanzar una definición del poder constituyente dentro de la crisis que
le caracteriza. Intentaremos comprender el concepto de poder constituyente en la
radicalidad de su fundamento y en la extensión de sus efectos, entre democracia y
soberanía, entre política y Estado, entre potencia y poder. En definitiva, el concepto
de poder constituyente precisamente en tanto que concepto de una crisis.

Poder constituyente o Poder constitucional es la denominación del poder que tiene


la atribución de establecer la norma fundamental de un ordenamiento jurídico,
dando origen a un Estado y su sistema político y, posteriormente, de modificarla o
enmendarla.

TEORIAS:
Determinar lo qué es el poder constituyente no es una tarea fácil, es aún un
problema no resuelto en el Derecho Constitucional. No hay explicaciones
homogéneas sobre lo qué es y existe una gran diversidad de teorías que lo explican
debido a modelos históricos dispares de poder constituyente. El poder constituyente
es en principio, aunque no sólo, un poder político existencial y fáctico, que brota de
la comunidad, la que decide darse una Constitución, constituir un Estado o que
asume transformar o sustituir el status quo imperante.

Tal como lo señala Vanossi, todo poder constituyente cumple cualquiera de las dos
siguientes funciones: ya sea expresando un poder fundacional (creando el Estado)
o a través del poder de revolución (el cambio de formas del Estado)3.Los autores
clásicos sobre el poder constituyente dicen que su validez jurídica no deriva del
ordenamiento previo, constituye una “ruptura” ideológico e institucional con las
normas previas si es que éstas existen. No es en sus inicios un acontecimiento
jurídico sino político –ahora se señala, por algunos, que en él hay una conciencia
ética orientadora y legitimadora- que termina expresándose jurídicamente. La teoría
del poder constituyente ha tendido muy distintas explicaciones. Una de las primeras
de carácter moderno fue la contractual.

3
VANOSSI, Jorge Reinaldo, Estudios de teoría constitucional, México, UNAM, 2002, p. 241.

5
El origen del Estado y del Derecho es un pacto: la comunidad decide organizarse
institucional y jurídicamente desde la libertad, sin vínculos sacramentales o
derivados del poder de un sólo hombre. En los Estados Unidos, el poder
constituyente fue el resultado de acuerdos y negociaciones para distribuir el poder
al interior de la comunidad4.

John Wise explicó que en todo proceso constituyente han de distinguirse tres
etapas: el momento de la libertad, el del pacto social y el acto constitucional5. En el
momento de la libertad se determina la “libertad civil” que corresponde a los
ciudadanos, es decir, aquella parte de la libertad natural que permanece en poder
de los individuos una vez que éstos han abandonado el estado de naturaleza para
entrar en la sociedad civil; se refiere obviamente a lo que hoy conocemos como los
derechos fundamentales. En la segunda etapa, los distintos individuos de la
comunidad, ceden su soberanía o parte de ella.

La distinción con el poder constituyente revolucionario, a una entidad superior a


cada uno de ellos y englobadora de todos ellos, se constituye lo que llamamos
pueblo o nación; este pueblo o nación queda así afirmado como el único sujeto
titular de la soberanía en el Estado. En este contexto surge el concepto de Poder
Constituyente cuya naturaleza inicial es de res facti, non iuris, es decir, un poder
político, como ya lo hemos descrito, existencial y fáctico que surge de la comunidad
que decide darse la Constitución, cuya actuación no está constreñida por los límites
del Derecho previo, lo que no significa necesariamente la derogación total o
absoluta de ese Derecho, sino solo de aquellas partes que se oponen materialmente
al mismo.

En la tercera etapa, una vez creada o refundada la comunidad, habiendo surgido el


soberano, da comienzo la última fase del proceso constituyente: el momento
constitucional. La finalidad de la Constitución es evidente: reconocer los derechos

4
ELSTER, Jon, Ulises desatado. Estudios sobre racionalidad, precompromiso y restricciones, Barcelona,
Gedisa, 2002.
5
WISE, John, A Vindication for the Government of the New England Churches. A Drawn from Antiquity; the
Light of Nature; Holy Scripture; its Noble Nature; and from the Dignity divine Providence has put upon it,
Boston, 1717.

6
fundamentales, establecer la organización política del Estado, pero como un
sistema de garantía de la libertad frente al poder político. Una segunda explicación
dominante sobre el poder constituyente, es la francesa surgida a partir de 1789, de
carácter revolucionario, en donde las ideas relevantes no son las del pacto o
contrato sino las de creación del Estado por un acto revolucionario y de la ruptura
con el poder establecido, además de insistir en el carácter ilimitado y absoluto del
poder de transformación.

El titular de la soberanía y por consiguiente del poder constituyente es el pueblo, el


que tiene derecho inalienable de modificar y alterar la estructura del Estado, puede
hacerlo “…como quiera, sin restricciones, libre de todo respeto a organizaciones
pretéritas, con una amplia y discrecional potestad para elegir el régimen político a
implantar...”6. El poder del constituyente surge de una fuerza revolucionaria que se
impone a un poder establecido, esa fuerza es absoluta e ilimitada, “…el poder
constituyente todo lo puede…no se encuentra de antemano sometido a ninguna
Constitución… y para ejercer su función ha de verse libre de toda forma y de control,
salvo los que el mismo le pluguiera adoptar”7.

El poder constituyente es “absolutización de los valores políticos, es un puro deber


ser, es empezar de nuevo, es elisión del pasado y reducción de un futuro al
presente, es inicialmente aceleración histórica imprevista y sucesivamente
retención del movimiento, es expresión de un solo sujeto político, individualizado e
incondicionado y por esto soberano”8.

Sin embargo, a diferencia de los Estados Unidos en donde los ciudadanos y quienes
ocupasen el poder político estaban obligados a la observación y al cumplimiento de
lo ordenado por el Pouvoir Constituant a través del principio de supremacía
constitucional, en Francia, como lo atestigua la Historia, los monarcas de la

6
VANOSSI, Jorge Reinaldo, Estudios de teoría constitucional, México, UNAM, 2002, p. 243.
7
SIEYÉS, Emmanuel, ¿Qué es el Tercer Estado?, Madrid, Alianza Editorial, 1994.
8
ZAGREBELSKY, Gustavo, “Storia e Constituzione”, en Il Futuro della Constituzione, Torino, Einaudi, 1996, p.
42.

7
restauración se resistieron a abandonar el status quo, lo que explicará la
confrontación entre el principio democrático y el principio monárquico9.

La realidad que conoció la vida política europea en el siglo XIX fue la negación de
la teoría democrática del poder constituyente, así sucedió desde el periodo
revolucionario, pues al hacer del Parlamento el soberano mismo, éste absolutizó
prerrogativas y facultades, en demérito de los derechos de los ciudadanos. En la
etapa de la restauración, las Constituciones se entienden como cartas otorgadas
cuya aprobación se debe a la graciosa aprobación del monarca, que es un ente
previo y superior a la Constitución, y a través de él se crean todos los órganos del
Estado, que se presentan como poderes sometidos.

Además, el liberalismo doctrinario europeo del siglo XIX elaboró la teoría de la


soberanía compartida, gracias a la cual, el rey junto con los representantes de la
burguesía en el Parlamento se convierten en los únicos depositarios de la soberanía
del Estado, lo que significó la casi inexistencia de una teoría democrática del
constituyente y la sustitución de la idea de soberanía democrática por la soberanía
del monarca o la afirmación de que no existe poder constituyente sino solo poderes
constituidos y en donde el protector supremo de la Constitución era el rey.

El poder constituyente revolucionario quedó diluido y subordinado al monarca y a


las fuerzas conservadoras de las sociedades europeas del siglo XIX. No será sino
hasta después de la segunda guerra mundial que en Europa la Constitución volvió
a ser entendida como la expresión de la voluntad de un Pouvoir Constituant
democrático, entre otras razones teóricas, gracias a la distinción entre Poder
Constituyente y poderes constituidos, diferenciación que introduce el principio de
rigidez en la Constitución, los mecanismos de control constitucional, el carácter de
norma jurídica suprema de la Constitución y la recuperación del sentido democrático
del poder constituyente.

La lógica de la democracia que es la de ser un régimen sin enemigos, permite a los


distintos individuos y sectores de la sociedad modificar o sustituir democráticamente

9
VEGA, Pedro de, La reforma constitucional y la problemática del poder constituyente, Madrid, Tecnos,
1985, pp. 99 y 100.

8
la Constitución sin que soberanos, estamentos o poderes fácticos impongan
exclusivamente su visión o pensamiento único.

Una tercera explicación sobre el poder constituyente lo entiende, no sólo como el


pacto o el contrato o, exclusivamente, como el acto revolucionario de
transformación, sino como un proceso de legitimación democrática10. Teorías
contemporáneas alemanas como la de Häberle o Ernest Wolfgang Böckenförde así
lo comprenden11. Las Constituciones no derivan del mero factum de su nacimiento,
sino de una magnitud que la precede y que aparece como un poder o autoridad
especial que no es otra cosa que el poder constituyente.

El poder constituyente rebasa el ámbito del Derecho y tiene que ver sobre todo con
la fundamentación y la legitimación de su poder, aunque para ellos es obvio que el
fundamento del Derecho pertenece también al Derecho. El Derecho está vinculado
a datos pre jurídicos que lo fundamentan y lo legitiman. Dice Böckenförde que
“…como cuestión límite del Derecho constitucional, la pregunta por el poder
constituyente puede plantearse desde distintas perspectivas. Si se atiende a un
punto de vista genético, la cuestión gira en torno al origen histórico-político de la
Constitución, a su aparición y a las fuerzas que participaron en ella.

Desde el punto de vista de la teoría del derecho lo que se plantea es la pregunta


por el fundamento normativo de la validez de la Constitución, del que deriva la
pretensión de tal validez. Si esta pregunta va más allá del terreno formal, entonces
se pasa a una perspectiva propia de la filosofía del derecho, la cual se interesa por
el fundamento de la validez normativa de la Constitución. Y si la Constitución se
entiende, como ocurre hoy en día, como el orden jurídico fundamental de la
comunidad, la pregunta se amplía hasta cuestionar el fundamento jurídico (material)
del derecho en general”.

10
GOMES CANOTILHO, J. J, Direito constitucional e teoria da Constituicao, Coimbra, Almedina, 1998, pp. 71
y 72.
11
HÄBERLE, Peter, El Estado Constitucional, México, UNAM, 2001, pp. 129-139; BÖCKENFÖRDE, Ernst
Wolfgang, Estudios sobre el Estado de Derecho y la democracia, Madrid, Trotta, 2000, pp. 159-180. ESTÉVEZ
ARAUJO, José Antonio, La Constitución como proceso y la desobediencia civil, Madrid, Trotta, 1994, pp. 41-
89.

9
A partir de la última perspectiva, el poder constituyente está referido a la
legitimación, a la justificación de la validez normativa de la Constitución. No basta
apelar al normativismo kelseniano que formula la pregunta por la legitimación y la
deja sin respuesta.

Tampoco es suficiente ver en el poder constituyente un fundamento normativo ideal


de carácter iusnaturalista, pues deja a un lado la conexión entre lo fáctico y la
legitimación normativa. Es preciso aceptar que la fuerza que hace surgir y que
legitima a la Constitución tiene que representarse como una magnitud política, es
decir, las ideas de justicia y de lo recto, cobran fuerza legitimadora para la vida en
común de los hombres cuando son mantenidas por hombres o grupos de hombres
como una convicción viva, y se integran en una fuerza o en una magnitud política
que las sostiene.

Por eso, el poder constituyente no puede ser definido como una norma fundamental
hipotética o como una norma ideal de Derecho natural. Tiene que verse como una
magnitud política real que fundamenta la validez normativa de la Constitución. De
esta suerte el poder constituyente es aquella fuerza y autoridad política capaz de
crear, de sustentar y de cancelar la Constitución en su pretensión normativa de
validez, no es igual al poder establecido del Estado, sino que lo precede, pero
cuando se manifiesta, influye sobre él y opera dentro de él según la forma que le
corresponda.

Si además entendemos la teoría de la Constitución como una ciencia de la cultura


en donde las perspectivas evolutivas de tiempo y espacio son fundamentales para
comprender lo qué es el Derecho Constitucional de nuestros días y, además
asumimos que existe para la interpretación de la Constitución, una suerte de
“sociedad abierta de los intérpretes de la Constitución”, el poder constituyente no
puede por nuestro nivel de desarrollo humano más que ser un concepto democrático
y revolucionario, en donde el pueblo es el sujeto titular del poder constituyente. Debe
advertirse que el concepto pueblo no se agota en la representación política, en la
que sólo algunos toman decisiones por otros; tampoco se identifica el pueblo con
su sentido natural o étnico; sino que la idea de pueblo, tiene un sentido político, es

10
decir, un grupo de hombres que es consciente del mismo como magnitud política y
que entra en la Historia actuando como tal sin importar si pertenecen o no a la misma
etnia.

PODER CONSTITUYENTE

1. CONCEPTO, CARACTERES Y NATURALEZA CONSTITUYENTE:

a. Concepto
Ninguna manifestación de la cultura puede prescindir de un creador. La
sola presencia de la Constitución Política, configuradora del Estado y del
Derecho, nos hace presumir la existencia de una fuerza capaz de haberla
estructurado. A esa maravillosa potencia generadora de la Carta
Fundamental, la denominamos Poder Constituyente. Se trata pues de esa
capacidad extraordinaria que tiene el pueblo, para darse una Constitución
y, con ella, instaurar el Estado, las leyes, las autoridades y el gobierno
que convenga a sus intereses. Hablamos de capacidad extraordinaria, en
directa alusión a la carencia de limitaciones de la sociedad paraestatal,
para decidir, por sí sola, y sin injerencia extraña, el destino presente y
futuro de sus habitantes, de sus recursos y de sus potencialidades de
desarrollo.

b. Caracteres
El Poder Constituyente tiene los siguientes caracteres: Es originario,
permanente, uno e indivisible, eficaz, intransferible, inalienable e
imprescriptible.

 Es originario, porque se fundamenta directamente en la


voluntad popular. No deriva de ninguna norma constitucional,
legal ni reglamentaria, y es, en cambio, el formador de todo el
sistema normativo del ordenamiento jurídico del Estado.
 Es permanente, porque no se agota con la puesta en vigencia
de la Constitución Política. A partir de ese momento cesan las

11
actividades de los encargados de ejercer el Poder
Constituyente, pero este poder no desaparece, sino retorna al
pueblo, donde permanece en estado latente, a la espera de que
nuevas circunstancias sociopolíticas le obliguen a activarse
nuevamente.
 Es uno e indivisible, porque una es la voluntad del pueblo,
una la decisión de designar representantes y una la
Constitución que éstos deberán producir. Cierto es que un
organismo colegiado ejerce el Poder Constituyente, pero esa
pluralidad de individuos, está reunida con un solo fin, y por muy
diversas que sean las posiciones de cada uno de ellos,
finalmente tendrán que llegar a consensos o a tomar acuerdos
por mayorías. No olvidemos que ellos integran una unidad
orgánica; si se dividieran, desnaturalizarían su función y
perderían las facultades para las que fueron elegidos.
 Es eficaz, porque las normas que produce tienen la virtud de
ser obligatorias, incluso compulsivamente con el apoyo de la
fuerza pública, tanto para los gobernantes como para los
gobernados. Cada uno de ellos ve en la Constitución, una
efectiva garantía de orden y seguridad social.
 Es intransferible, puesto que pertenece únicamente al pueblo,
y nadie, sin su expresa autorización, puede ejercerlo
válidamente. Dejamos en claro que los legisladores
constituyentes elegidos por el pueblo, solo son encargados
temporales del ejercicio del Poder Constituyente. La
circunstancia de haber sido ungidos con la representación no
los convierte en titulares vitalicios de este poder creador.
Terminada su función, vuelven a ser ciudadanos individuales,
es decir personas naturales sin ninguna prerrogativa especial.
 Es inalienable, toda vez que no es imposible enajenarlo. En
efecto, el Poder Constituyente, por su propia naturaleza

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extramatrimonial, no puede ser objeto de transferencia
temporal o perpetua. En el mismo momento que se intentase
darle otro dueño, se anularía la independencia, la
autodeterminación, y con ello desaparecería el mismo Estado
y, con él, también se esfumaría el Derecho.
 Es imprescriptible, ya que no se extingue a causa de su
inactividad en el transcurso del tiempo. El Poder Constituyente,
puede permanecer sin ser ejercido por décadas y hasta por
siglos, pero allí está a la espera de que las necesidades del
pueblo, determinen su activación.

c. Naturaleza
Cuando tratamos de averiguar cuál es la naturaleza del Poder
Constituyente, tenemos que preguntarnos, si éste se halla ubicado dentro
de la esfera normativa, o si, por el contrario, debemos buscarlo en el
campo extra normativo. Si decimos que el poder creador de la
Constitución se localiza en el área normativa, estaremos afirmando que
éste tiene una indiscutible naturaleza jurídica y, por lo tanto, debe ser
estudiado por la Ciencias del Derecho. Si, en cambio, sostenemos que el
Poder Constituyente está situado en un espacio extra normativo,
tendremos que admitir que éste es un fenómeno socio político y, claro
está, deberá ser objeto de estudio de las ciencias sociales y políticas. Hoy
en día la gran mayoría de estudiosos han llegado a la conclusión de que
el Poder Constituyente tiene una existencia anterior y superior al
ordenamiento jurídico estatal. Es por lo tanto un fenómeno extra jurídico,
de naturaleza fundamentalmente política. Entra en los predios del
Derecho Constitucional, por el carácter dual de nuestra disciplina. No nos
olvidemos que ésta tiene dos facetas, una jurídica normativa y el otro
político factual. Es así que al Derecho Constitucional llega a interesarse
por el Poder Constituyente.

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2. ACTO, PROCESO Y PRODUCTO CONSTITUYENTE

a. Acto Constituyente:
Todo acto es una manifestación de voluntad que crea, modifica o extingue derechos
y obligaciones. El acto constituyente es la más trascendente expresión de la
voluntad de los miembros de una sociedad pre estatal, quienes deciden, a partir de
ese momento, articularse en una unidad política y jurídica. Antes del acto
constituyente, había solamente hombres aislados, multitudes espontáneas, hordas
salvajes unidas por despiadadas jefaturas, reinos sojuzgados por la omnipotente
voluntad de reyes tiranos, imperios sometidos por la fuerza de las armas, en fin,
sociedades gobernadas por la arbitrariedad, la injusticia, la desigualdad y el
despotismo. Después del acto constituyente, empezó el cambio. Los hombres
interconectaron sus intereses particulares, los agrupamientos humanos organizaron
los servicios comunes, la igualdad, la libertad, el bienestar general y la justicia se
convirtieron en valores anhelados por la colectividad. Dentro de un ambiente de
autodeterminación e independencia, el orden dejó de depender la voluntad del más
fuerte. Se dividió el poder político. Los gobernantes en general, empezaron a ser
elegidos y controlados por los ciudadanos, teniendo como referentes fiscalizadores
la Constitución y las leyes.

b. Proceso Constituyente:
Con este epígrafe aludimos al conjunto de etapas o pasos secuenciados, a través
de los que se ejerce el poder constituyente. Comienza por la convocatoria a
elecciones para designar a los representantes del pueblo, quienes tendrán el
encargo de redactar el proyecto de Constitución Política. Estos representantes, se
reúnen y forman el cuerpo legislativo extraordinario, llamado asamblea
constituyente, Este cuerpo constituyente se da su propio reglamento y empieza sus
trabajos legislativos. Luego de organizarse para cumplir esta magna función, se
dedican a elaborar el proyecto de Constitución que el pueblo les ha encargado.
Terminado este trabajo, el proyecto es sometido a consulta popular. Si la mayoría
de los ciudadanos lo aprueba en referéndum, entonces puede decirse que ya nació
la Constitución. Lo demás es simple trámite administrativo. La máxima autoridad

14
existente en la sociedad preconstitucional, la promulga y manda publicarla, luego
entra en vigencia.

c. Producto Constituyente:
Con este nombre estamos refiriéndonos a la Constitución Política del Estado, es
decir al conjunto de normas supremas que, en adelante, regirán el comportamiento
de la unidad política que surgió en el mismo momento en que se produjo el acto
constituyente. Como todo, la Constitución es el producto de un largo y complejo
proceso en el que se compatibilizan los intereses económicos, las posiciones
políticas, las concepciones sociales, religiosas, culturales, etc.

3. TITULARES ORIGINARIOS Y DE EJERCICIO DEL PODER


CONSTITUYENTE
¿De dónde viene esa suprema energía? ¿Dónde se deposita? ¿Quién la detenta?
¿Cómo se manifiesta? ¿Cuáles son sus efectos? No hay respuestas unánimes para
estas interrogantes. En la actualidad nadie duda, que el Poder Constituyente viene
del pueblo y radica en él.

Quienes lo ejercen, actúan a título de representación temporal y específica. Ellos


deben solo y únicamente redactar el proyecto de Constitución y nada más.

Sin embargo, no siempre se pensó así. Los partidarios de las corrientes teológicas,
por ejemplo, afirmaban que el Poder Constituyente proviene de Dios, autor y
consumador de todas las cosas y, desde luego, también de este poder soberano.

El célebre pensador francés Joseph Bénigne Bosuet (1627 – 1704) llegó a decir que
ni las hojas de los árboles se mueven, sin la permisión de la Divina ‘Providencia; el
Poder Constituyente, según esta corriente teológica, no puede tener otro origen que
las inconmensurables potestades celestiales.

Los defensores de los regímenes monárquico absolutos, sostuvieron que el Poder


Constituyente, se halla en la voluntad del Rey, como persona, y/o en la Corona,
como institución.

15
El filósofo inglés Thomas Hobbes (1588 - 1679) decía que, para salir del Estado de
Naturaleza, los hombres se desprenden de sus libertades y capacidades de decisión
individuales, y los confían al Príncipe, de una vez y para siempre. A partir de este
momento, el citado Príncipe actúa en representación de todos los integrantes de la
comunidad que le cedió la suma de sus poderes personales.

Los mentores de gobiernos aristocráticos, atribuyen a la Nobleza la calidad de


depositaria del Poder Constituyente. Recordemos al sabio griego Platón (428 – 347
a. C.), quien estaba plenamente convencido que los filósofos eran los llamados a
gobernar, teoría que fue acogida en Roma, para justificar el régimen de los patricios.
Los revolucionarios franceses, de finales del siglo XVIII, Enmanuel Joseph Sieyès
(1748 - 1836) entre ellos, enfatizó que el Poder Constituyente se encuentra en la
nación.

Consecuentemente habría que ir a ella para consultarla, antes de tomar decisiones


fundamentales que comprometan el futuro de sus habitantes. Sieyès perfecciona
las ideas de su compatriota Jean-Yacques Rousseau I1724 – 1778) sobre la
representación democrática, afirmando categóricamente que el Parlamento
representa a la nación. Quienes aspiramos a un gobierno democrático, creemos
que el Poder Constituyente radica en el pueblo, o sea en el conjunto de ciudadanos
del Estado.

La Carta peruana de 1993, en su Art. 46, recoge esta postura, cuando señala que
el poder político procede del pueblo y se ejerce conforme a la Constitución y las
leyes. De lo hasta aquí dicho se deduce, en forma transparente, que el titular
originario del Poder Constituyente es el pueblo, o sea el conjunto de ciudadanos
electores. El titular de ejercicio de este mismo poder es el órgano al que se le
encomienda redactar el proyecto de la Constitución Política.

Esta entidad puede tener diferentes nombres, tales como: Asamblea Constituyente,
Convención Constituyente, Cortes Constituyentes, Congreso Constituyente, etc.
Sea cual fuere su denominación, se trata del órgano que, a título de representación,
es el titular de ejercicio del Poder Constituyente.

16
4. FORMAS DEL PODER CONSTITUYENTE
El Poder Constituyente. es uno solo. A fin de estudiarlo con mayor facilidad, se ha
convenido en distinguir dos formas, a través de las cuales se manifiesta esta fuerza
creadora del ordenamiento constitucional. Ellas son:

a. El Poder Constituyente Originario.


El poder constituyente originario tiene como función, crear la Constitución
Política. Se activa cuando es necesario darse una primera Constitución, o
cuando la que está vigente ha devenido en obsoleta y se requiere cambiarla.
En el primer caso, se estará frente al poder constituyente fundacional; en el
segundo, frente al poder constituyente transformador.

El primer Congreso Constituyente del Perú se instaló en 1822. Elaboró la


Constitución peruana de 1823. Este Congreso tuvo potestades
constituyentes originarias fundacionales. Los demás congresos, asambleas
y convenciones constituyentes que se han sucedido, también han ejercido
facultades constituyentes originarias, pero solamente transformadores.

Son también organismos constituyentes originarios fundacionales:

 La Convención Constituyente de los EE. UU. de Norteamérica de l787.


 La Asamblea Constituyente francesa de l789.
 Las Cortes Constituyentes españoles de l810.

b. El Poder Constituyente Derivado.


Llamado también poder de reforma, el poder constituyente derivado tiene la
misión de modificar parcialmente la Constitución Política, en tanto lo exijan
las circunstancias sociales, económicas, políticas y culturales, que se han
suscitado, con posterioridad a la puesta en vigencia del texto constitucional
vigente.

En la doctrina se discute sobre la existencia o inexistencia del poder


constituyente derivado. Un sector de la doctrina lo niega, puesto que al estar
encargado su ejercicio a un congreso ordinario, no sería poder constituyente
sino constituido, más aún, si ese ejercicio está limitado a un procedimiento
17
fijado por la propia Constitución, que le señala rigurosamente sus alcances.
De otro lado están los que sostienen que el poder constituyente derivado si
existe y es real, puesto que ningún poder constituido puede modificar la
Constitución Política del Estado. Esa labor solo la pude desempeñar el poder
constituyente. El hecho que se encargue su ejercicio a un congreso ordinario,
no quiere decir que deje de ser constituyente la fuerza modificatoria de la
Constitución. Lo es por dos razones fundamentales:

 La primera, porque el propio legislador constituyente delegó este


poder supremo en el congreso común.
 La segunda, porque este congreso común, al modificar la
Constitución, está trabajando con materia constitucional, y quien
trabaja con materia constitucional ejerce funciones constituyentes, en
forma real y efectiva. De lo contrario su labor carecería de validez.
Dicho, en resumen, la reforma constitucional que efectúa el congreso
ordinario sería nula, si éste no tuviera potestades constituyentes.

5. PODER CONSTITUYENTE Y PODERES CONSTITUIDOS


Como lo tenemos expuesto en las líneas precedentes, entre poder constituyente y
poderes constituidos, hay una relación de causa a efecto. El poder constituyente es
una fuerza creadora del Estado y del Derecho. Los poderes constituidos, son
también fuerzas, pero creadas por el poder constituyente y su misión es
implementar la estructura del Estado, teniendo como base el diseño contenido en la
Constitución Política. Dicho de otro modo, los poderes constituidos son instituciones
creadas por el poder constituyente. Concretamente hablando, al poder
constituyente lo hallamos materializado en su producto, la Constitución Política; a
los poderes constituidos, en las leyes comunes y en los organismos estatales
ordinarios. Los poderes constituidos tienen dos características fundamentales:

b. Es un conjunto de instituciones gubernamentales, a través de las


cuales se va a expresar orgánica y formalmente el poder político del
Estado, en un periodo de continuidad y permanencia, posterior a su
establecimiento por el poder constituyente.

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c. La subordinación jurídico normativa de los poderes constituidos
respecto del poder constituyente. Éste, modela el Estado y todas las
instituciones políticas existentes, con expreso señalamiento de sus
competencias, a través de las normas contenidas en la Constitución
Política, producto de una Asamblea Constituyente. Aquellos, ajustan
su accionar a las normas legales ordinarias dictadas por un órgano
legislativo común.

La segunda característica conlleva una diferenciación más. El poder constituyente


puede reformar la Constitución, y con ello, modificar sustancialmente la composición
y competencias de los poderes constituidos, pudiendo si fuera el caso, hasta
eliminar alguno de ellos. En cambio, la reforma constitucional llevada a cabo por los
poderes constituidos, debe hacerse dentro del marco normativo de la Constitución,
sin variar absolutamente nada el procedimiento preestablecido, por lo tanto, sin
afectar en lo más mínimo la voluntad rectora del poder constituyente. Podemos decir
sin temor a equivocarnos que el poder constituyente es una energía creadora del
Estado y del Derecho. La voluntad del Poder Constituyente se materializa en la
Constitución Política. Los encargados de ejecutar la voluntad del poder
constituyente son los poderes constituidos.

En 1653 los ingleses con su Instrument of Government, buscaban crear (poder


constituyente) una Suprema Norma (Constitución Política) que estuviera fuera del
alcance modificatorio tanto de la Corona como del Parlamento (poderes
constituidos). Por ello muchos estudiosos opinan que el Instrument Of Government
es la primera Constitución Política del mundo. Claro que es discutible esta
afirmación, pero en ella aparece ya nítida la diferenciación entre normas
constitucionales y normas legales ordinarias, así como entre poder constituyente,
Constitución y poderes constituidos.

6. LIMITES DEL PODER CONSTITUYENTE


El poder constituyente se ubica más allá de la esfera jurídica. Su existencia es
anterior y superior al Estado y al Derecho, de los que es su creador y diseñador.

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¿Cuáles son sus límites? Esa es la inquietud que trataremos de dilucidar a
continuación.

a. Límites del Poder Constituyente Originario:


 Límites Formales.

Las actividades del poder constituyente no pueden estar gobernadas por 8 órganos
o procedimientos de naturaleza jurídica. Éstos nacerán recién al final del proceso
constituyente, precisamente como producto de esas labores creadoras. Dicho en
otras palabras, el poder constituyente originario, no tiene límites formales ni
restricciones legales. Del mismo modo que no existe ley común que se ubique por
encima de la Constitución Política, no hay poder alguna que posea más jerarquía
que el poder constituyente originario. Si se admitiera lo contrario, desaparecería el
constitucionalismo, la constitucionalidad y el sistema democrático no tendría
sustento.

 Límites Materiales.

El poder constituyente originario tiene límites materiales, que será conveniente


conocer, para lograr un mejor dominio de este tema. Estos límites pueden ser
agrupados en:

 Facticos.
 Ideológicos.
 Axiológicos.

Se conoce como límites fácticos al conjunto de factores sociales, políticos,


económicos, religiosos, etc. que forman el entorno real de los sujetos que ejercen
el poder constituyente originario. Son ejemplos de este tipo, entre otros, la estructura
económica de la sociedad, el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, la
interacción de las clases sociales, la presión de los grupos de poder, la influencia
de los medios masivos de comunicación, las expectativas de los líderes, etc. Estos
factores crean las necesidades sociales y estas necesidades exigen determinada
forma de instituciones político-jurídicas apropiadas para su satisfacción. El texto
constitucional deberá contener tales instituciones y no otras, si en verdad quiere ser

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la carta fundamental del país. De lo contrario, será, como lo dijera hace muchos
años, el jurista alemán Fernando Lassalle, un simple conjunto de papeles mojados
en tinta.

De otro lado, son límites ideológicos, los conceptos, teorías. opiniones y creencias
que integran determinada concepción filosófica acerca de la naturaleza, la sociedad
y el pensamiento. Ésta sirve para orientar el accionar de las personas, las
colectividades y las instituciones. Por ejemplo, todos o, cuando menos. la mayor
parte de los habitantes de un país, aspira alcanzar el progreso social gradualmente,
sobre la base de su esforzado trabajo futurista. Todos sabemos que la sociedad
avanza de lo simple a lo complejo, del inferior al superior. Por eso mismo sería
absurdo 9 aprobar una Constitución que reinstaure el imperio de los incas, o
reimplante el colonialismo español. El pueblo no lo permitiría. Finalmente, son
límites axiológicos, el conjunto de acciones, reacciones, conductas y actitudes
éticas, consideradas como valiosas para la sociedad. Se les conoce como valores
y están orientados al logro de fines y objetivos concretamente determinados. Sus
opuestos son los antivalores, que por su contenido contrario a los nobles fines
sociales que se anhela, son repugnados por la comunidad. Nadie aprobaría, por
ejemplo, una Constitución que legalizara el aborto, el tráfico de sangre, la trata de
blancas, el comercio ilícito de estupefacientes, etc.

b. Límites del Poder Constituyente Derivado:


A diferencia del poder constituyente originario, el derivado si tiene límites formales.
En efecto, su competencia alcanza sólo y únicamente a la reforma constitucional, y
esta reforma se halla prevista en el mismo texto de la Constitución que ha de ser
reformada, para cuyo efecto se tendrá que seguir rigurosamente el procedimiento
establecido por la misma Constitución, bajo sanción de nulidad. Un ejemplo de estos
límites es el Art. 206 de la Constitución peruana de 1993, que establece que el
órgano competente para reformarla es el Congreso ordinario, mediante el
procedimiento igualmente establecido por este mismo artículo.

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Puede decirse en resumen que el poder constituyente derivado tiene como límites
formales, los dispositivos establecidos por la misma Constitución, a los que habrá
que añadir todos los límites materiales que afectan al poder constituyente originario.

7. CAMBIO Y REFORMA DE LA CONSTITUCION


Aparentemente el cambio y la reforma constitucional aluden a un mismo problema.
Realmente no es así. La reforma es la modificación parcial de la Constitución; el
cambio, la sustitución de un viejo texto constitucional por otro nuevo. La reforma
está prevista por la propia Constitución; el cambio, no. Toda Constitución tiene
vocación de perpetuidad y aspira a perdurar indefinidamente, por eso mismo,
generalmente no dice nada sobre la forma en que debe ser sustituida.

El cambio de la Constitución lo lleva adelante el poder constituyente originario, a


través de una asamblea, congreso, convención o corte constituyente; la reforma
constitucional, lo realiza el congreso constituido, siguiendo el procedimiento
establecido por la propia Constitución. El cambio se realiza mediante
procedimientos extra constitucionales, pues como lo repetimos, todo texto
constitucional pretende regir perpetuamente la vida del Estado de allí que se
abstenga de prever su reemplazo por otro texto fundamental. ¿Puede el poder
constituyente originario reformar la Constitución? Naturalmente que sí. Y, es más,
puede reformarle mediante acuerdos aprobados por mayoría simple, pues ya lo
dijimos, no tiene límites legales o formales para la realización de sus actividades
legislativas extraordinarias.

Los límites establecidos por la Constitución no le alcanzan. Puede, incluso, reformar


esos mismos límites constitucionales sin ninguna dificultad. Si un congreso
constituyente, luego de elaborar la Carta Política siguiera legislando, no podríamos
tener estabilidad constitucional. Habría constante peligro del abuso del poder de
reforma. La absoluta mayoría de constitucionalistas del mundo, recomiendan
disolver el órgano constituyente, una vez en los sujetos que lo integran, hayan
terminado de redactar el texto constitucional. La necesidad de tener una
constitucionalidad estable así lo requiere.

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8. PODER CONSTITUYENTE Y SOBERANIA
La soberanía es el poder supremo del Estado, en virtud del cual esta formación
social, jurídica y política, no se somete ni reconoce otro poder superior a su propia
capacidad de ser y actuar por sí mismo y en forma autónoma. La soberanía se
expresa en dos facetas. La primera, está dada por la autodeterminación, es decir
por la capacidad que tiene el Estado para adoptar la organización, las leyes y las
autoridades que le convengan. La segunda faceta corresponde al aspecto externo
del Estado. Se expresa a través de la independencia con que actúa para auto
determinarse, sin pedir consentimiento a ninguna potencia extraña. Lo repetimos
una vez más, la soberanía pertenece al Estado. El poder constituyente es anterior
al Estado, por lo tanto, no ejerce soberanía alguna, puesto que antes del nacimiento
del Estado, aún no hay soberanía. El poder constituyente ejerce el mandato directo
del pueblo, que se halla por encima de la soberanía estatal.

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Conclusiones

General:

Existen dos clases, el Poder Constituyente Originario y Poder Constituyente


Derivado; Poder Constituyente Originario se aplica cuando una nación u pueblo no
tiene las reglas que le permitan vivir en sociedad el cual llevara como nombre
constitución política; y el Poder Constituyente Derivado, en cambio el derivado es la
modificación parcial de la constitución por circunstancias políticas sociales
económicas sociales y culturales.

Específico:

Para atribuirle una naturaleza al poder constituyente tendríamos que analizar


dos ramas que han contribuido para su creación las cuales son la esfera normativa
y el campo extra normativo: el primero sostiene que con la evolución del derecho
necesitó garantía de tener un aparato normativo fijo que regulara las relaciones
sociales; el segundo se sostiene en la voluntad del pueblo de tener un marco
normativo que resguarde los derechos de los ciudadanos ante los que ostentan el
poder económico - social.

Por lo tanto, reconocemos como fuente del poder constituyente al campo


extra normativo de naturaleza fundamentalmente política.

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Problema
La constitución por ser una institución casi inmodificable por las necesidades
de la sociedad y al mismo tiempo manipuladas por sus representantes políticos que
regulan sus intereses momentáneos; no se adecúa a los requerimientos sociales
que cambian constantemente; resulta contra producente la impermeabilidad que
tiene a los cambios un problema social puesto que las legislaciones que atendieron
los problemas de ese entonces, no son útiles ni aplicables para los tiempos
modernos.

Hipótesis
Todos tenemos el concepto difuso de la creación de la constitución, como
personal natural se cree que es la aglomeración de reglas que rigen la vida en
sociedad y como estudiantes entendemos a la revolución francesa como evento
desencadenante para la creación de los derechos humanos; guiados bajo esta
hipótesis, tomamos la iniciativa de ilustrar más sobre este tema.

Recomendaciones
Se recomienda usar el poder constituyente derivado, que tiene como misión
modificar parcialmente la constitución política, por consiguiente, habría una reacción
rápida a los problemas sociales y una gestión eficaz.

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