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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

(Universidad del Perú, DECANA DE AMÉRICA)

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS


E.A.P ECONOMÍA PÚBLICA

“PERÚ PAÍS MINERO O AGRARIO”

CURSO: REALIDAD NACIONAL

PROFESOR: ABAD PACHECO, MARCIAL

ALUMNO: CAMACUARI CORTEZ, JOHN DAVID

CÓDIGO: 16120150

LIMA – PERÚ
AÑO 2016
INTRODUCCIÓN

Existe un dilema muy apasionante donde varios especialistas, no sólo economistas de


profesión sino también sociólogos, antropólogos, historiadores, sociólogos etc enfrentan
una disyuntiva que parecería enteramente económico: si nuestro país es minero o agrario,
cada uno desde diferentes perspectivas pues toman en cuenta diferentes factores que
engloban esta cuestión.
Basándonos en cifras y tomando en cuenta datos proporcionados del Estado sobre el
aporte al PBI de ambas actividades podríamos dar un veredicto diciendo que el Perú es un
País minero, pues el aporte comparado con otras actividades es sumamente grande
especialmente con el aporte del cobre pues somos el tercer productor en el mundo, pero
tomar una posición así significaría desestimar otros factores tales como: tradición y legado
cultural, o cómo la improcedencia de comparar una actividad productiva renovable y
potencialmente infinita como la agricultura con una actividad extractiva e
irremediablemente perecedera como muchos califican a la minería, incluso otros factores
tomarían relevancia en este dilema como serían el peso trascendente de cada uno de ellos
en el empleo, los ingresos y el aporte al desarrollo sostenible del País.
En este pequeño trabajo no se intenta dar una respuesta absoluta a este tema sino sólo un
aporte informativo de lo que encierra esta disyuntiva y dar a conocer las diferentes
opiniones de varios expertos.
OPINIONES DESTACADAS
Dr. José Matos Mar, eminente antropólogo nacional
“SOMOS AMBAS COSAS”
Somos las dos cosas, ambas en su escala, en su tiempo y en armonía con los avances
del progreso humano.
Durante 115 siglos fuimos un espacio eminentemente agrario, una civilización agraria en
escala mundial, como otras asiáticas y europeas.
La minería también fue desarrollada, pero con otros fines y en una escala acorde con el
avance de la tecnología de entonces; estaba mayormente destinada al arte, a las ofrendas,
al culto.
Los minerales fueron conocidos y explotados intensamente, sobre todo el oro y la plata,
pero la minería no tuvo el extraordinario desarrollo del agro, con sus andenerías para
el aprovechamiento vertical de los pisos ecológicos y el uso intensivo y racional del agua;
una sociedad de bienestar generalizado, con más de un centenar de plantas alimentarias
domesticadas y unas 100 medicinales, que cubrían plenamente las necesidades de toda
la población; aparte de los sistemas hidráulicos costeños y los logros sobresalientes en
otras áreas como en la meseta del Collao.
Tras la conquista española y la conversión del Antiguo Perú en una colonia, el
sistema preexistente cambió totalmente y el nuevo se oriento casi exclusivamente a la
explotación del oro, la plata y otros minerales que requería España para repotenciar
sus relaciones capitalistas con otros países europeos. La agricultura y la ganadería
pasaron a tener un papel secundario. El propósito ya no era alimentar adecuadamente a
la población, esto pasó a un segundo plano. Lógicamente, frente al poder económico que
la minería ofrecía y ofrece hasta ahora, no hay comparación valedera con el agro. Son dos
sistemas, cada uno con sus propios fines.
La república ha mantenido el sistema capitalista colonial
Esto que debió ser recreada para lograr una sociedad moderna, no lo fue, y la riqueza
lograda por la minería, en lugar de ser la base económica del desarrollo nacional, ha servido
y sirve más para enriquecer a pequeños grupos, mayormente trasnacionales.
Si hubiésemos tenido buenos gobiernos, con ideas y planes de Perú, pudimos y debimos
ser agrarios y mineros a la vez, cada uno en su escala, su ritmo y su uso, aunque
retroalimentándose.
Ahora que conformamos un país con cerca de 30 millones de peruanos debemos acometer
ese cambio necesario.

Dr. Pablo Macera Dall´Orso, eminente historiador nacional

“EL PERÚ NO PUEDE PRESCINDIR DE NINGUNA DE ESTAS ACTIVIDADES”


Sería un error plantear una relación excluyente entre agro y minería. El Perú actual no
puede prescindir de ninguna de estas actividades.
Esta primera conclusión no debe ignorar que en términos históricos el Perú, durante varios
milenios anteriores a la conquista europea, fue un país agrario. Como tampoco conviene
ignorar lo que significa hoy la minería, como primer renglón exportador del Perú.
Sin embargo, hay que considerar que pueden haber situaciones de conflicto entre agro y
minería. En tal caso y en principio la preferencia correspondería al agro.

Eco. Ph.D. Francisco Sagasti Hochhausler, ex Director de “Agenda: Perú” y hoy Director
Fundador del Foro Nacional / Internacional
lantear que el Perú es sólo un país minero, agrario, pesquero, forestal, industrial o turístico o
que su futuro está únicamente vinculado a una u otra actividad económica, es un grave error
que siempre debemos evitar.

Pues la riqueza del Perú está basada en una diversidad de diversidades —ecológica,
cultural, biológica, energética y gastronómica, entre otras—, lo que nos permite tener un sistema
productivo muy diversificado, capaz de resistir y capaz de adaptarse a todo tipo de cambios en
el entorno nacional e internacional.
Sin embargo, aún no hemos tomado plena conciencia de esta enorme ventaja que tenemos, ni
desarrollado los hábitos de pensamiento, las instituciones y las políticas que nos permitan hacer
un uso efectivo de esta extraordinaria diversidad de condiciones productivas con que cuenta
nuestra patria. Entre otras cosas, debemos tener un manejo adecuado del territorio, evitar
conflictos entre el agro y la minería por el uso de la tierra y el agua, y ordenar los espacios
productivos en función de las potencialidades de los ecosistemas, las necesidades y
expectativas de las poblaciones asentadas en estos espacios, y las prioridades de desarrollo
nacional.
Para lograr esto, las instituciones y prácticas democráticas, incluyendo las consultas a las
poblaciones involucradas o potencialmente afectadas por las actividades productivas, son un
requisito esencial. Sólo aprendiendo a manejar bien nuestra diversidad productiva, podremos
enfrentar al futuro con confianza y eficiencia.

Eco. Ph. D. Efraín Gonzales de Olarte, Profesor Principal del Departamento de


Economía de la Pontificia Universidad Católica del Perú
“SOMOS UN PAÍS CON APTITUD NATURAL PARA LA MINERÍA Y AGRARIO POR
NECESIDAD”
El Perú es un país con aptitud natural para la minería y agrario por necesidad.
La peculiar configuración geológica de los Andes lo define como un país minero
Por ello, ocupa primeros lugares en la producción de oro, plata, cobre, zinc y otros
minerales.
En cambio, desde épocas precolombinas, el agro se desarrolló en las pocas tierras fértiles
con posibilidades de riego y se extendió a las tierras de secano irrigadas por lluvias,
además de aprovechar los pastos naturales de altura para la ganadería.
Era una necesidad alimentar a la población en una economía cerrada, como lo fue en las
épocas preinca e inca.
Hoy en día, en una economía abierta al comercio internacional, la agricultura moderna se
da en las áreas de costa y sierra que cuentan con ríos permanentes o irrigaciones
recientes, para ser competitiva. De lo contrario la producción nacional es reemplazada por
importaciones, que además cuentan con subsidios externos y un tipo de cambio
monetario que las favorecen, en contra de la producción nacional.
Sin embargo, las economías campesinas de subsistencia seguirán en las tierras de menor
calidad y productividad.
Es este dualismo lo que más preocupa. Pues en el campo coexisten riqueza y pobreza,
sin trasmisión tecnológica de una agricultura a otra.
Desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, estoy convencido de que la mejor
forma de tenerla es que la mayor parte de la población esté bien empleada y obtenga
buenos ingresos, a lo cual deberían contribuir los recursos generados por la minería.
Seguridad alimentaria es un problema de capacidad de compra, no de oferta agraria, salvo
en casos de catástrofe de guerra.

CONCLUSIÓN
Somos un país minero y agrario. Agrario por la tradición pues fuimos uno de los centros
agrícolas del mundo, tenemos una gran cantidad de la PEA que se dedica a la agricultura,
Ahora si tomamos en cuenta el PBI alrededor del 7 u 8 % no es un valor muy alto de aporte
y el porcentaje de tierras cultivables de nuestro país no es tan alta pero la diversidad
biológica y ecológica es muy alta el agro produce más de dos terceras partes de los
alimentos que consumimos todos peruanos. y con la tecnificación no dependeríamos sólo
de una actividad.
El Perú tiene por su naturaleza condiciones para desarrollarse indistintamente con el agro
y/o la minería. Son las circunstancias históricas las que determinan la viabilidad de una
actividad u otra.

Como conclusión final cito las palabras del Dr. Valdemar Espinoza Soriano profesor de San
Marcos: “El agro y la minería son dos puntuales en la economía del Perú, aunque con la
salvedad de que el agro es una actividad siempre renovable, mientras que la minería está
condenada a agotarse conforme avanza la explotación de los yacimientos.

BIBLIOGRAFÍA

Portal del Instituto peruano de Economía Ipe.org.pe


Revista Agraria del Perú www.agronoticiasperu.com
INEI https://www.inei.gob.pe/

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