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Globalización

Globalización

Factores que impulsan su


desarrollo:

 Apertura de mercados
nacionales: Libre comercio.

 Fusiones entre
empresas: Multinacionales.

 Eliminación de empresas
públicas: Privatizaciones.

 Desregulación financiera
internacional a favor del libre
comercio: los Tratados de
libre comercio.1

Beneficios potenciales:

 Mayor eficiencia del mercado


que aumenta
su competencia disminuyendo
el mismo.
 Mejoras en la comunicación y
cooperación internacional que
puede llevar a un mejor
aprovechamiento y
explotación de los recursos.

 Impulso desarrollo científico-


técnico al ser lucrativo.

 Mayor capacidad de maniobra


frente a las fluctuaciones de
las economías nacionales.

 Eliminación de las barreras de


entrada del mercado laboral,
financiero y de bienes y
servicios.

Riesgos:

 Irresponsabilidad de empresas
y multinacionales.

 Aumento de desequilibrios
económicos, sociales y
territoriales.

 Descuido sobre los índices de


desarrollo humano: aumento
de la pobreza.

 Pérdida de factores que no se


adapten a la competencia.

La globalización es un proceso económico, tecnológico, político, social, empresarial


y cultural a escala mundial que consiste en la
creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo uniendo sus
mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales,
económicas y políticas que les dan un carácter global. La globalización es a menudo
identificada como un proceso dinámico producido principalmente por la sociedad, y que han
abierto sus puertas a la revolución informática, llegando a un nivel considerable
de liberalización y democratización en su cultura política, en su ordenamiento jurídico y
económico nacional, y en sus relaciones nacionales e internacionales.
Este proceso originado en la Civilización occidental y que se ha expandido alrededor del
mundo en las últimas décadas de la Edad Contemporánea (segunda mitad del siglo XX) recibe
su mayor impulso con el fin de la Guerra Fría, y continúa en el siglo XXI. Se caracteriza en la
economía por la integración de las economías locales a una economía de mercado mundial
donde los modos de producción y los movimientos de capital se configuran a escala planetaria
(«nueva economía») cobrando mayor importancia el rol de las empresas multinacionales y
la libre circulación de capitales junto con la implantación definitiva de la sociedad de consumo.
El ordenamiento jurídico también siente los efectos de la globalización y se ve en la necesidad
de uniformizar y simplificar procedimientos y regulaciones nacionales e internacionales con el
fin de mejorar las condiciones de competitividad y seguridad jurídica, además de universalizar
el reconocimiento de los derechos fundamentales de ciudadanía. En la cultura se caracteriza
por un proceso que interrelaciona las sociedades y culturas locales en una cultura global
(aldea global), al respecto existe divergencia de criterios sobre si se trata de un fenómeno
de asimilación occidental o de fusión multicultural. En lo tecnológico la globalización depende
de los avances en la conectividad humana (transporte y telecomunicaciones) facilitando
la libre circulación de personas y la masificación de las TIC y el Internet. En el plano ideológico
los credos y valores colectivistas y tradicionalistas causan desinterés generalizado y van
perdiendo terreno ante el individualismo y el cosmopolitismo de la sociedad abierta. Los
medios de comunicación clásicos, en especial la prensa escrita, pierden su influencia social
(cuarto poder) frente a la producción colaborativa de información de la Web 2.0 (quinto poder).
Mientras tanto en la política los gobiernos van perdiendo atribuciones en algunos ámbitos que
son tomados por la sociedad civil en un fenómeno que se ha denominado sociedad red, el
activismo cada vez más gira en torno a movimientos sociales y las redes sociales mientras los
partidos políticos pierden su popularidad de antaño, se ha extendido la transición a
la democracia contra los regímenes despóticos, y en políticas públicas destacan los esfuerzos
para la transición al capitalismo en algunas de las antiguas economías dirigidas y la transición
del feudalismo al capitalismo en economías subdesarrolladas de algunos países aunque con
distintos grados de éxito. Geopolíticamente el mundo se debate entre la unipolaridad de
la superpotencia estadounidense y el surgimiento de nuevas potencias regionales, y en
relaciones internacionales el multilateralismo y el poder blando se vuelven los mecanismos
más aceptados por la comunidad internacional. La sociedad civil también toma protagonismo
en el debate internacional a través de ONG internacionales de derechos humanos que
monitorean la actividad interna o externa de los Estados. En el ámbito militar surgen conflictos
entre organizaciones armadas no-estatales (y transnacionales en muchos casos) y los
ejércitos estatales (guerra contra el terrorismo, guerra contra el narcotráfico, etc), mientras las
potencias que realizan intervenciones militares a otros países (usualmente a los considerados
como Estado fallido) procuran ganarse a la opinión pública interna y mundial al formar
coaliciones multinacionales y alegando el combate a alguna amenaza de seguridad no sin
amplios debates sobre la legitimidad de los conceptos de guerra preventiva e intervención
humanitaria frente al principio de no intervención y de oposición a las guerras.
La valoración positiva o negativa de este fenómeno, o la inclusión de definiciones alternas o
características adicionales para resaltar la inclusión de algún juicio de valor, pueden variar
según la ideología del interlocutor. Esto porque el fenómeno globalizador ha despertado gran
entusiasmo en algunos sectores, mientras en otros ha despertado un profundo rechazo
(antiglobalización), habiendo también posturas eclécticas y moderadas.
Historia[editar]

Barco británico cargado de mercancías cruza del mar Caribe al océano Pacífico a través del canal de
Panamá. La intensificación del comercio mundial ha llevado al gobierno panameño a lanzar proyectos
de ampliación del Canal.

Entorno político-económico previo[editar]


Aldo Ferrer señala que el actual proceso de globalización es parte de un proceso mayor
iniciado en 1492 con la conquista y colonización de gran parte del mundo por parte de
Europa.9 Marshall McLuhan sostenía ya en 1961 que los medios de comunicación electrónicos
estaban creando una aldea global.10 Rüdiger Safranski destaca que a partir de la explosión de
la bomba atómica en Hiroshima en 1945 nació una comunidad global unida en el terror a un
holocausto mundial. También se ha asociado el inicio de la globalización a la invención
del chip (12 de septiembre de 1958), la llegada del hombre a la Luna, que coincide con la
primera transmisión mundial vía satélite (20 de julio de 1969), o la creación de Internet (1 de
septiembre de 1969). Pero en general se ubica el comienzo de la globalización con el fin de
la Guerra Fría, cuando desaparece la Unión Soviética y el bloque comunista que encabezaba,
cuyo experimento fallido de colectivismo representaba el ocaso de los proyectos de
sociedades cerradas y economías protegidas. Si bien la autodisolución de la Unión Soviética
se produjo el 25 de diciembre de 1991, se ha generalizado simbolizarla con la caída del Muro
de Berlín el 9 de noviembre de 1989.
El proceso de globalización también hace entrar en crisis al proteccionismo y el Estado de
Bienestar había ganado popularidad en período de entreguerras, cuando en las naciones
capitalistas se difunde la noción de que el Estado tiene una doble función fundamental en el
buen funcionamiento de la economía: uno en asegurar la prosperidad de la población y el otro
en evitar los ciclos de crecimiento y recesión. Se crean así las bases para la aparición
del keynesianismo y el Trato Nuevo. En las siguientes décadas posteriores a la Segunda
Guerra Mundial se vio la emergencia a la preeminencia de las "corporaciones" o empresas
multinacionales, que desplazan la importancia de las empresas del capitalismo clásico que
tanto Adam Smith como Karl Marx conocieron cuando formularon sus teorías.11 Se vio en
Alemania un precedente del éxito de la liberalización que tomarían otros países: el
resurgimiento de su nación en el denominado Milagro alemán.
Sin embargo, una nueva crisis que se inició a mediados de la década del
sesenta (ver estanflación), agudizada por la crisis del petróleo de 1973 provocó una
reorganización radical de la economía, fundada en la intensa promoción de la innovación
tecnológica (TIC), la reforma de las políticas de desarrollo (ver Consenso de Washington) y
tentativas de desmantelar del Estado de Bienestar, que llegó a ser visto como —en las
palabras de Margaret Thatcher— un "estado niñera", sofocador de las libertades y restringidor
de la capacidad de escoger de los individuos. Ya desde las décadas de 1970 y 1980 varios
analistas y políticos encontraron necesario o conveniente efectuar una fuerte crítica, sea
desde un punto de vista pragmático o desde un punto de vista liberal a formas socio-político y
económicas anteriores, que ellos consideraban estatizantes y en consecuencia restrictoras
tanto de las libertades individuales como del desarrollo económico y social, proponiendo
nuevas formas a fin de crear un terreno favorable para la revitalización de las economías.
En el gobierno de Pinochet en Chile (en lo que se llamó "experimento",12 ver Milagro de Chile),
seguido por el de Thatcher (1979-1990) en Gran Bretaña) y el de Reagan (1981-1989) en EE.
UU., etc. Implementaron parcialmente las políticas económicas de economistas
como Friedrich Hayek y Milton Friedman respectivamente,13 lo que de hecho redundó en la
generación de nuevas interrelaciones entre los factores económicos y mercados de todo el
mundo (consumidores, trabajo, recursos naturales, inversiones financieras, etc.); sin embargo
ambos gobiernos fueron en otras áreas fuertemente intervencionistas. A partir de entonces
otros gobiernos aplicarían medidas combinando algún nivel de liberalismo económico junto
con la tecnocracia estatal, muchas veces para poder contentar con algún grado de
intervencionismo a sectores sociales y grupos de presión que rechazan el desmantelamiento
del Estado de Bienestar. Todo este fenómeno en políticas públicas sería conocido,
especialmente por sus críticos provenientes del socialismo post-Guerra Fría, bajo el confuso
término de "neoliberalismo".
El 9 de noviembre de 1989, se produjo la caída del Muro de Berlín, abriendo camino a la
implosión de la Unión Soviética en 1991 y la desaparición del bloque comunista. A partir de
ese momento comenzó una nueva etapa histórica: la globalización. Ante los hechos en julio-
septiembre de 1989 el economista político estadounidense Francis Fukuyama publicó un
artículo titulado El fin de la Historia, llegó a decir que «lo que podríamos estar viendo no es
solo el fin de la Guerra Fría, o de un particular período de post-guerra, sino el fin de la historia
como tal: esto es, el punto final de la evolución histórica de la humanidad y la universalización
de la democracia liberal occidental como la forma final de gobierno humano». Posteriormente
se retractaría de tal afirmación.[cita requerida]
Durante este periodo destaca el rol de los organismos
internacionales como OMC, OCDE, FMI y BM que en las últimas décadas han sido retratados
como impulsores de la globalización, sin embargo, la globalización siendo un proceso civil y de
mercado más bien tiende a ser vista como un orden espontáneo independiente de los
organismos políticos, siendo discutido si las acciones de los organismos supraestatales
dificultan en vez de facilitar la globalización.14 Una organización privada que anualmente se
reúne para dar su respaldo al proceso globalizador es el Foro Económico Mundial.

La nueva relación económica[editar]

Cibercafé en Seúl.

La globalización en sí misma es un proceso continuo y dinámico, que desafía las leyes de los
países en su forma de regular el funcionamiento de empresas y el comportamiento económico
de los individuos a nivel internacional que, si bien pueden dar trabajo a la mano de obra
desocupada o ser los contratados, también pueden beneficiarse de irregularidades y
debilidades subsistentes en un determinado país. Es fácil para estas empresas simplemente
trasladar sus centros de producción a lugares en los cuales se les dé el máximo de facilidad.
Es también un desafío a los proyectos de desarrollo de los países, especialmente para
aquellos que están en vías de desarrollo, pues no solo considera cualquier intervención estatal
como inimica a los intereses de esas empresas (en la medida que tales planes implican
regulaciones y demandan impuestos y otros recursos) sino que además asevera que la idea
misma del desarrollo social como meta y objetivo gubernamental o estatal precluye la libertad
individual y distorsiona tanto la sociedad como el mercado.(ver por ejemplo posición paretiana
en: [5]}
Estas fueron las pautas de un primer momento en esta nueva relación socio-económica. Se
puede observar, como ejemplo, que los altos costes de producción en los países
desarrollados, que confluyendo con una apertura de los países del este oriental,
especialmente China e India, a los mercados de capitales y su inclusión como miembros de
la Organización Mundial de Comercio (OMC), resultó en el traslado masivo de la producción
industrial desde Europa y EE. UU. a esos u otros países que ofrecían condiciones más
favorables al incremento de las ganancias de esas empresas internacionales.
A nivel cultural, el incremento de la intercomunicación física y virtual, han incrementado y
facilitado este proceso. La interconexión física se basa en la masificación del transporte. La
interconexión virtual se basa exclusivamente en la tecnología, por ejemplo, Internet. Esto ha
llevado a dos resultados contradictorios: por un lado la centralización del control administrativo
y político a niveles gubernamentales y corporativos se ha visto facilitada enormemente. Por
otro, se ha facilitado de manera igualmente enorme la diseminación de ideas críticas y la
comunicación a nivel de ciudadanos comunes y corrientes, que anteriormente estaban para su
información a merced de los medios establecidos o no podían responder rápida y
efectivamente a decisiones que los afectaban.

En la cultura[editar]

Detalle de una de las exposiciones de los Guerreros de terracota, en Estados Unidos.

La globalización en la cultura se manifiesta en la integración y el contacto de prácticas


culturales: marcas, consumo de medios, valores, iconos, personajes, imaginario colectivo,
costumbres, relaciones, etc. En un sentido restrictivo del concepto de cultura, se entiende
sobre todo lo relacionado con la difusión y consumo de los productos culturales al alcance
mundial, fundamentalmente cine, televisión, literatura y música, en los que el factor
tecnológico multiplica su capacidad de difusión a gran escala.
A esto se suma la existencia de focos de atracción para un intenso turismo cultural,
manifestados en los principales destinos turísticos y en los grandes eventos expositivos
(grandes museos, ferias y convenciones) que aspiran a hacer accesible una cultura de
alcance mundial, en estrecha relación con la ampliación de las redes de transporte
internacionales, especialmente el aéreo.
El mercado mundial para las industria del entretenimiento, de las que el cine estadounidense
ha sido el mayor exponente a lo largo de todo el siglo XX, depende de dos factores técnicos:
medios de comunicación e idioma. La barrera del idioma sigue dependiendo de la realización
de doblajes y traducciones, en las industrias de contenidos narrativos, creándose mercados
sectoriales para las grandes lenguas multinacionales como el español o el francés, además de
la posición dominante del inglés.
Con la progresiva y rápida digitalización de todos los soportes de comunicación, se reducen
las barreras a la difusión mundial, reservada durante buena parte de la segunda mitad del
siglo XX a las firmas de radiodifusión, los circuitos de exhibición y los acontecimientos de
cobertura internacional (especialmente los deportivos). La cultura global es por lo tanto
audiovisual, y de masas. Los argumentos universales narrativos y simbólicos tienden a
fundirse en los nuevos iconos audiovisuales, renovados en su estética (estilo, actores, efectos
especiales, ambientación, etc.)15

Importancia de las ciudades[editar]


Las nuevas condiciones socio-económicas terminan difuminando el poder y las atribuciones
de los estados-nación. Ante este panorama surgen con fuerza las ciudades, grandes urbes,
que compiten entre ellas para atraer capital, talento y turismo. Han dejado de formar parte de
un orden jerárquico que establecía su preeminencia en factores poblacionales, de
conectividad, o culturales. En la globalización las ciudades son una puerta, un modo de
acceso a la economía global, y las ciudades dejan de ser hitos, y pasan a conformar redes.
Una mejor inserción en estas redes supone mayor competitividad y atracción.
Simultáneamente, la globalización es la impulsora del acelerado proceso de urbanización y
metropolización de la humanidad. En los procesos migratorios, además de las causas
económicas, ambientales o bélicas para abandonar un territorio está la perspectiva de acceder
a la economía global, de la mejora en las condiciones de vida que supone en muchos casos
llegar a la ciudad. Y unas tienen mucho más que ofrecer que otras.16

Puntos en el periodo de globalización[editar]


A continuación algunos puntos de la creciente interdependencia entre los países del mundo.
No es una lista que refleje todo lo que la globalización es, pero estos eventos pueden
identificarse en el contexto de la misma.

 En noviembre de 1989 el economista estadounidense John Williamson incluyó en un


documento de trabajo una lista de diez políticas que consideraba más o menos aceptadas
por los grupos económicos con sede en Washington y lo tituló el Consenso de
Washington. para algunas personas representan los puntos claves de la globalización, sin
embargo ambas cosas no son lo mismo.

 La creación en 1995 de la Organización Mundial de Comercio (OMC) es uno de los


momentos decisivos de la globalización. Por estar integrada por la mayoría de los países
de la población mundial: propiedad intelectual, regulación de empresas y capitales,
subsidios, tratados de libre comercio y de integración económica, régimen de servicios
comerciales (especialmente educación y salud), etc.

 Crisis económicas: La velocidad y libertad alcanzada por los capitales para entrar y salir
de países y empresas está asociada a una serie de crisis eco-financieras locales de
impacto global. La primera de la serie se produjo en México en 1994/1995 y su impacto
global se conoció como efecto Tequila. Con posterioridad se produjeron la crisis asiática
en 1995/1997 (efecto Dragón), la crisis rusa en 1998 (efecto Vodka), la crisis brasileña en
1998/1999 (efecto Samba) y la crisis argentina en 2001/2002 (efecto Tango). Las
reiteradas crisis económicas ha generado una amplia discusión sobre el papel
desempeñado por el Fondo Monetario Internacional.

 Detención de Pinochet y creación de la Corte Penal Internacional: En octubre de 1998 el


ex-dictador de Chile, Augusto Pinochet, fue detenido en Londres acusado en España por
tortura y terrorismo. El 24 de marzo de 1999 el Tribunal de los Lores del Reino
Unido resolvió que Pinochet podía ser extraditado, aunque finalmente la extradición no fue
completada debido a la supuesta demencia del comandante. El hecho es destacado como
un punto de inflexión en la globalización de los derechos humanos.

 Simultáneamente en 1998 se firmó el Estatuto de Roma creando la Corte Penal


Internacional, que entró en vigor el 1 de julio de 2002 luego de alcanzar la cantidad de
ratificaciones necesarias. En 2003 la Corte penal Internacional quedó constituida. El
principal problema para el funcionamiento de la misma es la posición de los Estados
Unidos, opuesto a su jurisdicción.

 Ingreso de China en la OMC: En 2001 (Ronda de Doha) y después de 15 años de duras


negociaciones, China ingresó en la OMC. De este modo el país más poblado del mundo
(22 % de la humanidad), quinta economía mundial y la de mayor crecimiento en los
últimos 30 años, se incorporó plenamente al mercado mundial. Los enormes
desplazamientos de capital y trabajo que está causando la economía china, así como las
consecuencias para el sistema mundial que tendrá la vinculación de una gigantesca y
pujante economía de "mercado socialista" (ver también socialismo de mercado) con el
sistema capitalista mundial, son discutidas apasionadamente por los estudiosos de todo el
mundo. Existe sin embargo un amplio consenso de que China, y su creciente liderazgo
económico en Asia, está impulsando un proceso histórico que será determinante en el
curso del siglo XXI y la orientación de la globalización mundial.

 Los atentados del 11 de septiembre de 2001, contra el Centro Mundial de Comercio


(World Trade Center) de Nueva York y el Pentágono, transmitidos en vivo y en directo por
las cadenas globales de televisión a toda la Humanidad, adquirieron una significación
mundial. A partir de ese momento, la lucha contra el terrorismo internacional y la defensa
de la seguridad nacional de los Estados Unidos, adquirirá una jerarquía prioritaria en la
agenda global, propondrá la necesidad de restringir los derechos humanos para garantizar
la seguridad, y reinstalará el valor del Estado.

 En los disturbios de Francia de 2005, en noviembre, miles de jóvenes franceses, hijos de


inmigrantes provenientes del norte de África, protagonizaron durante dos semanas una
revuelta que tuvo su sello en la quema de miles de automóviles en París. En la región de
París, más de la mitad de la población menor de 15 años, es originaria de África, lo que ha
dado un vuelco a la cultura de la zona en menos de una generación. El acontecimiento
sorprendió al mundo y puso sobre el tapete la cuestión de las migraciones
internacionales y las desigualdades sociales y territoriales en la globalización.
Características 3 Seguidamente, citamos tres aspectos importantes de la globalización que nos
ayudan a entender su surgimiento y sus principales características: - La mundialización de los flujos
financieros: Los principales tratos económicos del mundo se suelen dar entre las grandes naciones,
y éstas no suelen operar con dinero real, sino que en realidad los flujos financieros y el dinero
convertido en “datos numéricos”, de tarjetas de crédito o de cheques, es verdaderamente el
dinero con el que se suelen realizar las principales transacciones comerciales y económicas del
mundo. - La rapidez de la información a nivel mundial, o lo que es lo mismo, la
internacionalización de la información: Actualmente estamos asistiendo a una autentica
revolución de los medios de comunicación, así como de las nuevas tecnologías de la información y
la comunicación. - Por último, la extensión geográfica de este proceso de globalización, que el
Capitalismo ha conseguido llevar incluso hasta Vietnam o China, que son países de arraigada
tradición Comunista

Impacto de la globalizacion en las sociedades


latinoamericanas: ¿que hacer frente a ello?

Jacques Chonchol
VIVIMOS EN UN MUNDO que está cambiando muy rápidamente y de una manera tan
compleja que es difícil discernir cuales son los cambios más significativos y los que
tendrán mayor influencia en la sociedad del mañana. Aunque existan evidentemente
ciertas coincidencias en los análisis del presente y sobre sus perspectivas para el
futuro, hay frente a la importancia de los diferentes factores apreciaciones divergentes.
Conviene sin embargo no olvidar, a este respecto, que los caminos de la historia
pueden ser muy diversos y casi imposibles de preveer. ¿Quién predecía, por ejemplo, a
comienzos de los años 80 el desmoronamiento interno del bloque socialista que se
produjo como consecuencia de ese proceso de reestructuración y de reorganización
llamado Perestroika que inició Gorbachov en 1985? ¿Y quién podría predecir todas la
consecuencias que ello acarreó no sólo para los ex-países socialistas sino también para
el resto del mundo?

Si seguimos a Paul Kennedy y sus excelentes reflexiones sobre las perspectivas del
siglo XXI (1), las grandes tendencias de la sociedad contemporánea que se destacan
más son las siguientes:

 la explosión demográfica aún en expansión, el 95% de la cual se concentra en


los países en desarrollo, y el aumento rápido de una población que no podrá ser
sustentada según los modos y niveles actuales de consumo de los recursos
naturales;

 la revolución de las finanzas y de las comunicaciones que ha llevado a una


rápida internacionalización de las economías y al rol dominante de las
sociedades multinacionales en el contexto de esta nueva economía;

 la disminución de las tierras agrícolas como consecuencia de la extensión de


tierras arables ocupadas por ciudades, caminos e infraestructuras, así como por
los procesos de erosión, degradación y desertificación de muchas de las tierras
que se usaban anteriormente. Este hecho se observa simultáneamente con la
necesidad de aumentar la productividad de las tierras aún disponibles para
evitar que la malnutrición y el hambre aumenten. Al mismo tiempo,
observamos las posibilidades que ofrece la revolución bio-tecnológica para esta
finalidad de aumentar la productividad de las tierras utilizadas;

 la nueva revolución industrial, que significa la robótica, la automatización y las


consecuencias de este fenómeno en la situación y condiciones del empleo de la
fuerza de trabajo;

 las amenazas contra el medio natural que significan las nuevas formas de vida
y de producción, particularmente en los países desarrollados y sus efectos de
imitación en los países en desarrollo;

 la erosión del poder de los Estados nacionales sin haberse aún encontrado un
sistema político de sustitución apropiado para enfrentar los grandes desafíos del
futuro.

Si seguirmos por otra parte, al conjunto de grandes especialistas de la ciencia, de la


geopolítica y de la cultura reunidos por el proyecto Leonardo (2), podemos destacar,
entre otras, las tendencias: los fuertes impulsos hacia el fundamentalismo religioso, la
mestización masiva de la humanidad en lo étnico y en lo cultural; la apertura hacia el
espacio que rodea el planeta tierra, el que constituye ya la nueva frontera, en lo
científico, lo industrial y lo económico; la urbanización hacia las grandes metrópolis; el
impacto de la producción en el medio ambiente; la desmaterialización creciente de la
economía; la existencia de largos períodos de desequilibrio que están conduciendo a
movimientos masivos de población; el proceso de integración y de enriquecimiento
global junto con una distribución extraordinariamente desigual de la riqueza y de los
ingresos; la internacionalización creciente de las ciencias, de las tecnologías y de los
sistemas productivos con sus aspectos positivos y negativos; la relocalización y nueva
distribución de los centros de poder y de decisión.

En relación con todos estos cambios que estamos viviendo día a día, con diferentes
grados de intensidad y de conciencia, se ha hecho usual hablar del proceso de
globalización a que estamos sometidos. Si bien esto es evidente en muchos aspectos
de nuestras sociedades, particularmente en lo que se refiere a la rapidez de difusión de
las informaciones y de ciertas tecnologías así como en la internacionalización de las
finanzas y de los sistemas de comunicación y de transportes, lo es mucho menos en
otros aspectos como la difusión de la cultura, de los niveles de conocimiento y de la
igualdad de oportunidades.

A fin de aclarar las formas de esta globalización y sus efectos sociales, examinaremos
las principales tendencias en las transformaciones institucionales, siguiendo para ellos
en gran parte las reflexiones de la UNRISD (3), pero también de otros especialistas.
Entre estas tendencias:

 la expansión de la democracia liberal;

 el dominio que ejercen las fuerzas de mercado;

 la terciarización de la economía;

 la integración de la economía global;

 la transformación de los sistemas de producción y de los mercados de trabajo.

 la velocidad del cambio tecnológico;

 la revolución en los medios de comunicación de masas y el consumismo.

En apariencia estas transformaciones son neutras y en parte independientes las unas


de las otras, pero en la realidad cada una tiene sus ramificiones sociales complejas que
benefician a algunos grupos y a otros les imponen privaciones y dificultades.

La expansión de la democracia liberal

El comunismo se ha derrumbado completamente en la Europa Oriental, en la antigua


Unión Soviética y en muchos otros países los sistemas multipartidistas han
reemplazado a los regímenes autoritarios de partido único o dominados por los
militares.

La búsqueda de la libertad y el pluralismo no se reducem sólo a lo político, mas


también se expresam en lo económico. Pero esta libertad económica llevada a un
extremo y sin instituciones que resguarden el interés colectivo de la sociedad y el bien
común, lleva a profundas desigualdades, ya que mientras unos acumulan poder y
riquezas, otros no tienen con que satisfacer sus necesidades esenciales. Por otro lado,
un libertad económica sin resguardo abre paso a todo tipo de corrupciones y al tráfico
de productos como drogas y armas, lo que atenta contra las necesidades de la
sociedad.

La expansión de la democracia en la medida en que no es sólo formal da paso a una


participación mayor de los distintos grupos sociales en la resolución de sus problemas
y posibilita la existencia de una sociedad civil más poderosa por el peso de la opinión
pública internacional. Las organizaciones de la sociedad civil pueden ampliar y
profundizar los lazos de solidaridad de la ciudadanía mundial, pero también pueden
convertirse en focos de rivalidades tradicionales y crear nuevos antagonismos étnicos o
divisiones territoriales.

El dominio de las fuerzas de mercado

Los giros hacia la democracia y la libertad han estado acompañados o precedidos de


cambios económicos significativos, debiendo mencionarse entre ellos, particularmente,
la importancia que han adquirido a nivel mundial las fuerzas del mercado y de la
empresa privada. Este resurgimiento del liberalismo económico tuvo su origen en los
países industrializados, particularmente en el Reino Unido y en los Estados Unidos, que
se embarcaron en los años 80 en una serie de reformas radicales tendientes a reducir
la intervención del Estado en la economía, privatizar las empresas públicas, liberalizar
los precios, eliminar los reglamentos en torno a los servicios básicos, controlar la
inflación y abrir sus economías.

Este proceso de cambio que se ha denominado ajuste estructural se inició, como


dijimos, en los países industrializados, pero desde entonces se ha extendido por todo
el mundo. A nivel internacional el auge de las fuerzas de mercado ha fortalecido
considerablemente el poder de los inversionistas internacionales y de los países
acreedores, así como el de las dos instituciones financieras más importantes: el Fondo
Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Al mismo tiempo, y
consecuentemente, se ha debilitado la posición de los países que dependen
fundamentalmente del capital extranjero o de la ayuda externa. También se han
producido cambios profundos al interior de los países: los propietarios del capital junto
con algunos grupos de administradores y ejecutivos profesionales han adquirido mayor
poder, en tanto que la clase trabajadora organizada lo ha perdido.

Otro efecto de la liberalización económica ha sido el desencadenamiento de una


competencia feroz tanto al interior de las naciones como entre ellas mismas. Esta
situación ha aumentado a menudo la eficiencia de la producción, pero también ha
abatido los salarios y ha hecho que aumenten el desempleo y la pobreza.

Por otra parte la gente más pobre ha visto sus problemas agravarense por la retirada
sistemática del Estado de la economía, el cual ha ido reduciendo constantemente los
subsidios concedidos anteriormente a bienes básicos, como los alimentos y el
transporte, a la vez que ha recortado los servicios de bienestar social.

La terciarización de la economía
En la actualidad presenciamos una transformación que abarca todos los ámbitos de la
vida, lo que algunos llaman el tránsito de la sociedad industrial moderna a la sociedad
post-moderna, suministradora de servicios. Este proceso puede describirse como
terciarización, como la desvinculación de la economía de su sustancia material, lo que
se denomina la desmaterialización (4).

Este proceso tiene consecuencias tanto para los países industriales como para los
países en desarrollo. En los países industriales el aporte de la producción primaria de la
agricultura y la minería se ubicaba al comienzo de la Revolución Industrial en cerca del
80%. Con el avance de la industrialización se ubicó entre 1850 y 1900 por debajo del
nivel del 40% y hoy se mueve en alrededor del 2%, a pesar de que naturalmente la
producción agrícola ha aumentado en forma considerable en términos absolutos.
Paralelamente el sector secundario, el de transformación de los productos primarios en
mercancías elaboradas y semi elaboradas aumentó de cerca de 10% (artesanía e
industria casera tradicional) a cerca de 50% entre fines del siglo XIX y comienzos del
XX. Desde entonces esta proporción se ha venido reduciendo hasta un 15% a 30%,
pese a la creciente producción industrial. Al mismo tiempo el sector terciario, el de los
servicios, ha incrementado su importancia y no solamente crece en términos absolutos
sino relativos, alcanzando hoy un volumen de 60 a 70%.

En este sector terciario los componentes principales son:

 comercio mayorista y minorista, rama hotelera y gastronómica;

 transporte, almacenamiento y comunicaciones;

 sistema financiero, seguros, sector inmobiliario y servicios profesionales;

 servicios personales y sociales;

 servicios públicos.

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