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IDENTIDAD
El nombre es un término técnico jurídico que responde a una noción legal y que sirve
para designar a las personas, para individualizarlas frente a todos y para identificarlas
por el Estado. Se compone de elementos fijos y de elementos contingentes. Los primeros
son el nombre de pila, que es opcional y los apellidos determinados por la filiación. Los
segundos son el seudónimos y, en su caso, los títulos o calificativos de nobleza.1
Etimológicamente nombre se deriva del Latín nominatus, as, que significa designación.2
La voz nombre puede tener dos acepciones. En sentido restringido se refiere únicamente
al nombre propio y en un sentido amplio, se refiere al conjunto de vocablos formado por
el nombre o nombres de pila y los apellidos.
1 Domínguez Martínez, Jorge Alfredo: Derecho Civil - Parte General, Personas, Cosas, Negocio Jurídico e Invalidez,
Editorial Porrúa, S.A., México. 2000, Pág. 254.
2 Blanco García, Vicente. Diccionario Latino-Español / Español-Latino. p. 321
1
La normatividad no es un conteste en la en la acepción que se le da a la expresión
“nombre” y la emplea en ambos sentidos.
Toda persona física debe tener un nombre y a cada uno le corresponde en forma
exclusiva, tanto el derecho como la obligación de llevar el suyo y solamente el suyo.
No siempre se ha formulado el nombre con los elementos nombre de pila, designado así
porque se da a la criatura al bautizarla, y apellidos, como ahora. En los pueblos arcaicos,
la propia comunidad se percató de la necesidad de agregar al vocativo personal el
nombre del padre en genitivo, para facilitar la individualización por la señal de la
filiación directa.3
El nombre en Grecia era único e individual, cada persona llevaba un nombre que no se
transmitía a sus descendientes.
Los romanos organizaron los nombres con un sistema congruente y lógico que ha
trascendido hasta nuestros días.
3 Mazeaud, Henri et al: Lecciones de Derecho Civil, Primera Parte. Volumen II, Los Sujetos de Derecho. Las
Personas, Ediciones Jurídicas Europa-América, Buenos Aires. 1959p. 122, 123.
2
El nombre romano se compañía del nomen o gentilicio que llevaban todos los
integrantes de la familia o gens, que equivale a nuestro actual apellido paterno; el
pronomen o nombre propio de cada persona, y, a veces, el cognomen, que habiendo
empezado a elegirse libremente, después sirvió para designar a las diversas ramas de una
gens.4
La naturaleza jurídica del nombre ha sido estudiada por muchos autores y se han emitido
varias teorías. Las más definidas son las que ven al nombre como: un derecho de
propiedad; como un derecho subjetivo o interés jurídicamente protegido; como un
derecho de la personalidad y como institución de policía.
“Desde el punto de vista teórico, es incompatible con la noción misma del derecho de
propiedad ... El propietario de una cosa puede retirar de ella toda la utilidad jurídica
que contiene, con exclusión de cualquier otra persona. La misma cosa en su totalidad
no puede tener dos propietarios diferentes, porque se limitarían uno a otro. Este
carácter exclusivo no se encuentra en el derecho que se tiene sobre el nombre. Varias
personas no parientes, pueden llevar y de hecho llevan el mismo nombre, pudiendo cada
una de ellas prevalerse de todas las ventajas inherentes a esto ”.5
4 Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Baéz, Rosalía: Derecho Civil - Introducción y Personas, Colección Textos
Jurídicos Universitarios HARLA, México, 1995, p. 168
5 Bonnecase, Julien: Tratado Elemental de Derecho Civil, Colección Textos Jurídicos Universitarios, Editorial
3
“Se dice que una propiedad ordinaria es alienable y prescriptible, mientras que el
nombre no lo es; la propiedad es de orden patrimonial y admite una evaluación
pecuniaria, lo que no es verdadero respecto al nombre; una propiedad es naturalmente,
si no esencialmente, exclusiva; los nombres pueden ser llevados por varias personas”,
según Josserand.6
Rojina Villegas, siguiendo a Ihering, sostiene que: “... el nombre... no sólo cumple las
finalidades personalísimas del sujeto y se le protege en función de sus intereses
individuales, sino también representa intereses generales que es necesario proteger. Las
medidas de seguridad y de orden íntimamente ligados con la determinación de las
personas, sobrepasan los intereses personales del sujeto”.9
6 Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Baéz, Rosalía: Derecho Civil - Introducción y Personas, Colección Textos
Jurídicos Universitarios HARLA, México, 1995, p. 172.
7 Coviello, Nicolás: Doctrina General del Derecho Civil, Unión Tipográfica Editorial Hispano Americana, México.
1938., p. 185.
8 Bonnecase, Julien: Tratado Elemental de Derecho Civil, Colección Textos Jurídicos Universitarios, Editorial
4
“Francisco Ferrara y Roberto Ruggiero sostienen el carácter personalísimo del
nombre, pues el derecho al nombre constituye un derecho privado en cuanto a la
persona, tiene a su disposición la tutela de la Ley para garantizar su goce contra
ataques o usurpaciones de terceros”.10
Marcel Planiol sostiene que el nombre se atribuye por el legislador a las personas con la
finalidad de la adecuada administración. Es de buena policía que cada individuo tenga
un nombre, para que la administración pueda hacerle cumplir sus deberes fiscales y
militares, así como cualquier otra obligación relacionada con el Estado o con sus
conciudadanos.
Así, el nombre no sería más que un número de matrícula dado con el nacimiento:
10 Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Baéz, Rosalía: Derecho Civil - Introducción y Personas, Colección Textos
Jurídicos Universitarios HARLA, México, 1995. p. 171
11 Ibidem. p. 142-143.
5
El anterior razonamiento ha sido actualmente superado. No obstante lo anterior, y en el
caso de personas que llevan nombre propio compuesto de dos, tres o hasta más nombres,
o apellidos muy largos o extranjeros, suelen emplear cotidianamente uno solo de sus
nombres de pila y uno solo de sus apellidos y de esta forma son públicamente conocidos.
Puede suceder que una persona tome como seudónimo el nombre de otra persona, sin
saberlo.
La ley argentina del Nombre de las Personas Naturales establece en el artículo 24 que
“cuando el seudónimo hubiere adquirido notoriedad, goza de la tutela del nombre.”
En ese mismo sentido se le tutela por el Código Civil paraguayo en el numeral 47.
En México, el Código Civil del estado de Jalisco define, en el artículo 67, al seudónimo,
pero no establece si tiene protección como el nombre. El Estado de Coahuila establece
en el numeral 70, del Código Civil que “el derecho a usar nombre o seudónimo es
imprescriptible” y en el diverso 66 determina que “toda persona tiene derecho al uso...
del seudónimo, cuando éste desempeñe realmente la función del nombre”.
12Albaladejo, Manuel: Derecho Civil; Introducción y Parte General, Volumen Segundo, José María Bosch Editor,
S.A., Barcelona. 1996 p. 173.
6
El apodo, sobrenombre o alias, es también una forma de identificación de las personas.
Generalmente no es el propio interesado quien lo elige, sino, atendiendo a ciertas
características personales, los integrantes de su grupo social lo llaman así.13
No existe derecho sobre el apodo, ni está protegido legalmente para su uso, solamente
cuando se usa como seudónimo. Es un medio de identificación para asuntos de carácter
policiaco.
La mayoría de los autores, entre los que se pueden citar Edgar Baqueiro Rojas y Rosalía
Buenrostro Baéz, así como Henri Mazeaud, coinciden en que los caracteres del nombre
son: inalienable, imprescriptible e inmutable. Otros, como Guillermo Cabanellas,
incluyen también la obligatoriedad.
El nombre propio o nombre de pila se adquiere, por lo general por voluntad de los
progenitores del menor al inscribirlo en el Registro Civil.
13Baqueiro Rojas, Edgard y Buenrostro Baéz, Rosalía: Derecho Civil - Introducción y Personas, Colección Textos
Jurídicos Universitarios HARLA, México, 1995. p. 171. p. 262.
7
La adopción del apellido materno o segundo apellido es prácticamente exclusiva de los
Derechos derivados del español, ya que en otros países, por ejemplo en los anglosajones,
solamente se acostumbra el uso de un apellido.
Toda esto partió en Noviembre del 2007, cuando Fernando Durán se tomaba unas copas
en un bar de Suecia. Ahí fue donde conoció a Evelyn Salman, una mujer separada hace
un par de años y con dos hijos. Luego de ese encuentro comenzaron un romance a
escondidas, ya que Fernando estaba casado hace 18 años. A los 3 meses de ese
encuentro en el Pub, el hombre se atrevió y dejó a su señora para irse a vivir con su
amante, Evelyn. Pero su valentía no le duró mucho, ya que al mes se arrepintió y volvió
con su señora, eso sí siguiendo con su relación a escondidas, pensando que Evelyn lo iba
a aceptar. No fue así.
Evelyn comenzó a amenazarlo en que le iba a decir a su señora sobre esta relación
paralela. A cambio de su silencio, ella le pedía ropa, accesorios y hasta un Notebook, el
cual usó más tarde para delatarlo: Se conectó a Facebook usando su identidad y le envió
un mensaje a su esposa acusándolo del engaño, el mismo día del cumpleaños de su
mujer.14 Véase el Grafico 1.1.
8
Hoy, el hombre la acusa de usurpación de identidad y le pide una indemnización, por el
daño familiar que le provocó, de 5 millones de pesos. El caso que llegó a tribunales, no
tendrá juicio ya que se optó a una salida alternativa: Ella aceptó pedir disculpas y
devolvió parte de las pertenencias que obtuvo al amenazarlo. Mientras tanto ella tiene
prohibido acercarse al hombre. Si esto se cumple por un año, el caso se archivará y no
pasará a mayores.15
15 Ibídem.
9
CAPITULO II
2. NOMBRE, PERSONA, PERSONALIDAD,
NOMBRE E IDENTIDAD
2.1. PERSONA
En la antigüedad la persona no tuvo gran valor, porque el mismo sólo le venía otorgado
por su adscripción al grupo (gens, polís, fratría, oikós). Fue el estoicismo quien difundió
el concepto de persona como un valor, que, con la extensión de la ciudadanía romana a
16PETIT, Eugène, Tratado Elemental De Derecho Romano, Buenos Aires, Argentina: Universidad, 3ª, 2006, pagina
89; ARGÜELLO, Luís Rodolfo, Manual de Derecho Romano, Buenos Aires, Argentina: Astrea, 7ª, 2000, p. 139
todos los habitantes del Imperio, sería recogido por el cristianismo, concibiendo a la
persona como ‘rationalis naturae individua substantia’.
Persona es aquel ser que tiene aptitud para intervenir en una relación jurídica como actor
o pretensor o como sujeto obligado (escuela francesa).
Persona es aquel ser o ente, a quien el ordenamiento jurídico le reconoce voluntad para
ser titular de derechos subjetivos y de deberes (escuela alemana). Persona es todo ser o
ente de derechos y deberes.
Persona es aquel ser o ente con voluntad que tiene derechos y deberes fruto de sus
relación con sus semejantes. Personalidad es la aptitud legal de una persona para ser
titular de esos derechos y deberes. La personalidad es una cualidad jurídica, es una
condición para ser titular de esos derechos y deberes. La personalidad es esa cualidad, es
esa aptitud que le otorga el ordenamiento jurídico a la persona.
Esa capacidad puede ser absoluta, si permite actuar en toda clase de actos jurídicos y
políticos, o relativa, cuando consciente realizar alguno de ellos y otros no. Así se puede
tener capacidad para testar, para contrajere matrimonio, para trabajar, para ser elector o
diputado y no tenerla para disponer de los bienes, para ser senador. La personalidad es el
todo, la capacidad parte de ese todo. Por eso un ente tiene o no personalidad, no existen
grados como en la capacidad, ej., capacidad plena, capacidad relativa, capacidad parcial,
etc.
Sujeto de derecho. Cuando nos referimos a un derecho concreto, por ejemplo si es dueño
de una cosa, su derecho es concreto, entonces se lo debe llamar sujeto de derecho. En
cambio se denomina persona cuando nos referimos a una aptitud abstracta de ser titular
de un derecho, por ejemplo realizar una compra o un matrimonio en un futuro mas o
menos cercano; el derecho todavía no está de-terminado, sino sólo está en forma
abstracta.
Con esto nos referimos: quienes son personas, o sea quienes tienen voluntad para
relacionarse con sus semejantes y provocar obligaciones.
Para el derecho romano personas eran solo quienes tenían el estatus libertatis (no estar
sometido a poder alguno), civitatis (estado de ciudadanía) y el estatus familiae (conjunto
de derechos de padre de familia).
En la actualidad los animales no pueden ser sancionados por que no tienen voluntad
reconocida por el ordenamiento jurídico. Sólo puede tener voluntad en derecho aquel
ente que razona y sólo ellos son personas. Existen personas privadas de esa voluntad
propia, la voluntad es ejercida por un tercero, por ejemplo en los locos, los fatuos (tonto,
necio, falto de entendimiento), en los débiles mentales.
2.1.4. Clasificación de la personas
A las personas jurídicas los crea el ser humano para satisfacer sus necesidades que no
puede ser satisfecha en forma individual. El origen está en la época medieval de los
gremios y corporaciones y se desarrolla junto al comercio.
El primer código que introduce esta clase de personas el Código Civil chileno. El que lo
estructura y reconoce personalidad a las personas jurídicas es el Código Civil alemán.
Significa que todos los seres humanos gozan de las mismas potestades y prerrogativas.
Esto viene del liberalismo francés.
Aún no está superada la discriminación ante la ley por razón de raza y procedencia
étnica.
2.2. LOS DERECHOS DE LA PERSONALIDAD
2.2.1. Definición
En un principio la palabra "persona" se identificaba con "ser humano", como un ente que
se diferenciaba de todos los demás seres de la naturaleza. Se refería a una realidad
biológica que no había sido creada por el Derecho, sino por el contrario, el Derecho ha
sido creado por los seres humanos.
Sin embargo, el lenguaje jurídico tiende a ser impreciso, por lo que algunas palabras
tienen un significado plurívoco, como sucede con el vocablo "personalidad", el cual
Tiene varias acepciones en la Ciencia del Derecho.19
"los bienes constituidos por determinadas proyecciones, fricas y psíquicas del ser
humano, relativas a su integridad física y mental, que las atribuye para si o para
algunos sujetos de derecho, y que son individualizadas por el ordenamiento jurídico".20
18 Ibídem. P. 307.
19 LAGUNES PEREZ, Iván Voz: "Derechos de la Personalidad", Diccionario Jurídico Mexicana. D-H Décima
Primera Edición Porrúa, UNAM, México 1998. P. 1056
20 GUTIERREZ Y GONZALES, Ernesto: El Patrimonio El Pecuniario y el Moral o derechos de la personalidad,
Diversas teorías se han elaborado para determinar la naturaleza jurídica de los derechos
de la personalidad, las cuales podemos agrupar en cuatro grandes corrientes:
21 ROMERO GONZALES, Enrique: "Los Derechos de la Personalidad", en MEDINA RIESTRA, Alfredo Teoría del
Derecho Civil Segunda Edición Universidad de Guadalajara / Porrúa, México l999. p 250
22 CASTÁN TOBEÑAS, José' Derechos de la Personalidad Reos, Madrid, España 1952, p 17
23 GUITRÓN FUENTEVILLA, Julián ¿Qué es el Derecho familiar" Vol. II Promociones Jurídicas y Culturales,
Esta teoría se basa en el principio de ius in se ipsum elaborado por Gómez Amescúa y
Stryck en el siglo XVII. Según esta teoría, los derechos de la personalidad consisten en
la potestad que el ser humano tiene sobre sí mismo, que le permite disponer libremente
de sus manifestaciones internas y externas. Así, Ferrara define a los derechos de la
personalidad como aquellos "que garantizan el goce de nosotros mismos, aseguran al
individuo el señorío de su persona, la actuación de sus propias fuerzas físicas y
espirituales".24
La principal objeción que se le ha hecho a esta teoría es que al considerar que el objeto
de los derechos de la personalidad es la persona, se confunde el sujeto con el objeto.25
Esta teoría, también conocida como teoría monista, es propugnada por Otto von Gicrke y
tiene su fundamento en la imposibilidad de enlistar en el texto legal todos cada uno de
los derechos de la personalidad, lo que lleva a la idea de consagrar un único derecho de
la personalidad, de carácter genérico. Dicha ideología fue la preponderante en los
trabajos de elaboración del Código Civil Alemán (BGB): sin embargo, hubo cambios de
último momento y en la redacción final del artículo 823 se hizo referencia a derechos
24
GALINDO GARFIAS, Ignacio Derecho Civil Décima Guana Edición Porrua. México 1995. P. 325.
25
FLORES, Elvia: "Naturaleza Jurídica de los Derechos de la Personalidad", Revista de la Facultad de Derecha de
México Facultad de Derecho de la UNAM Tomo XLVIII. Núms 221-222. Septiembre-Diciembre 1998 México, p 40
específicos tales como la intimidad, la imagen, confidencialidad de los escritos
personales, etcétera.26
Esta teoría es criticable ya que cae en el mismo error que busca evitar. En efecto, el
hacer un listado tajante de los derechos de la personalidad implica el riesgo de dejar
fuera del listado algún derecho de la personalidad, y por lo tanto, dejar sin protección
legal una parte de la personalidad de un individuo. Sin embargo, al hablar de un único
derecho de la personalidad, se deja al arbitrio del juzgador si determinada proyección
física o psíquica de! ser humano es o no un derecho de la personalidad, por lo que
también hay un riesgo considerable de dejar sin protección legal alguna parte de la
personalidad de un individuo.
El Dr. Trinidad García define a los derechos subjetivos como "las facultades que el
Derecho reconoce al miembro de la sociedad v que deben ser respetadas en su ejercicio
por los demás hombres".27 En este sentido, se ha afirmado que los derechos de la
personalidad son derechos subjetivos, pues consisten en una permisión que la norma
jurídica otorga a su titular y que debe ser respetada por los demás.
Esta teoría ha sido objeto de diversas críticas. Por ejemplo, para los iusnaturalistas es
inadmisible que los derechos de la personalidad sean derechos subjetivos, pues la noción
de derechos subjetivo requiere que estén expresamente consagrados por el ordenamiento
legal28, por lo que los autores que sostienen esta crítica les niegan a los derechos de la
26 LÓPEZ JACOISTE, .lose Javier: "Una Aproximación Tópica a los Derechos de la Personalidad', Anuario de
Derecho Civil Tomo XXXIX. Fascículo IV. Octubre-Diciembre 1986, Madrid. España, p 1076
27 GARCÍA. Trinidad: Introducción al Estudio del Derecho Vigésima Novena Edición Porrúa. México 1991. P. 15.
28 "De lo anterior se sigue que el derecho subjetivo presupone, siempre, una fuente que lo establece Sobre el particular
permítaseme señalar lo siguiente un derecho (subjetivo) existe si. y solo si, hay una fuente que determine su contenido
y su existencia Por 'fuente' (del derecho) entiendo aquellos actos por virtud de los cuales una disposición jurídica (i. e.
norma jurídica) es válida \ su contenido identificado Como podría ser uno o mas actos legislamos, conjuntamente con
otros actos, tales como la celebración de un contrato la confección de un testamento, etcétera" TAMAYO Y
personalidad el carácter de derechos subjetivos, pues de no ser así implicaría la
exclusión de otros "derechos" que no estén consagrados en el ordenamiento jurídico29,
para ellos se trata de derechos de tipo supra estatal. Sin embargo, esta crítica resulta
infundada desde el punto de vista del iuspositivismo.
La crítica más sólida a esta teoría consiste en afirmar que no son derechos subjetivos.
pues su titular no tiene en realidad una permisión de ejercitarlos o no, sino que el
derecho subjetivo surge después de la violación ocasionada por otra persona, sólo
entonces el sujeto tiene la opción de ejercitar o no el derecho ante el órgano
competente.33
Esta teoría considera que los derechos de la personalidad son bienes que pertenecen a su
titular. Hay quienes como Castán Tobeñas los consideran como bienes extra
SALMORAN Rolando Elementos para una Teoría General del Derecho (Introducción al Estudio de la ciencia
Jurídica) Themis, México 1992. p 69
29 SALDAÑA, Javier "Criticas en torno al Derecho Subjetivo como concepto de los Derechos Humanos". Boletín
En este sentido, Mazeaud indican que "hay que afirmar que el patrimonio es el
continente de todos los derechos pecuniarios o no pecuniarios, que van a fundirse en
él",36 por lo que los derechos de la personalidad, como "todos los derechos, forman parte
del patrimonio; pero componen más especialmente el patrimonio moral".37
Pensamos que el fundamento primero de todos los derechos esenciales de las personas
naturales, estén consagrados en Tratados Internacionales, en Constituciones Políticas o
en Códigos Penales o Civiles, es su dignidad.38 De esa dignidad de la persona derivan
los conceptos de igualdad jurídica, de no discriminación y de libertad. El derecho a la
integridad moral y al honor, el derecho a la privacidad, a la intimidad y a la imagen, la
inviolabilidad del hogar y de la correspondencia, tienden todos a resguardar la dignidad
de cada individuo de la especie humana.
34 Ibídem, p. 23
35 BORJA SORIANO, Manuel Teoría General de las Obligaciones, Decima Cuarta Edición Porrúa, México 1995, p.
371 y ss.
36 MAZEAUD, Henrri: Lecciones de Derecho Civil Primera Parte Vol. II Trad. Luis Alcalá-Zamora y Castillo
Social N°5, del año 1987, Imprenta EDEVAL, Valparaíso, Chile, 1988, págs. 119
a) Son patrimoniales, pero no pecuniarios.39
b) Son oponibles erga omnes.40
c) Su titular generalmente es una persona física, pero hay algunos de ellos que
pueden pertenecer a personas morales.41
d) Son intransmisibles.42
e) Son personalísimos, ya que por lo general nacen y se extinguen con la persona y
sólo pueden ser ejercitados por su titular.43
f) Varían de época en época y de sociedad en sociedad.44
g) Son irrenunciables.45
h) Son inembargables.46
i) Son imprescriptibles.47
j) Son derechos subjetivos.48
Los autores clásicos han caracterizado los derechos esenciales de las personas naturales
con los siguientes atributos, que quisiéramos analizar muy brevemente aquí:
Esta característica fue sostenida a partir del Siglo XVIII por el Iusnaturalismo o Escuela
de Derecho Natural. Según ella, el hombre posee, por esencia, ciertos derechos
al nombre, el derecho al secreto, derecho a la reputación, y hasta ahí, pero en otros casos, una persona muy especial,
crea su propio 'patrimonio moral', con elementos propios, y en cierta forma únicos; me refiero al Estado”. En
GUTIÉRREZ Y GONZÁLEZ, Ernesto, p 781.
42 CASTÁN TOBEÑAS, José, p 23; LÓPEZ JACOISTE, José Javier, p. 1070; MAZEAUD, Henri, p. 280.
43 LAGUNES PÉREZ, Iván, p. 1056; LÓPEZ JACOISTE, José Javier, p. 1070. Sin embargo, hay casos de derechos
de la personalidad que no se extinguen por la muerte de su titular y pueden ejercitarlos otras personas, como sucede
con los derechos morales de los autores.
44 GUTIÉRREZ Y GONZÁLEZ. Ernesto, p 756; LAGUNES PÉREZ, Iván, p 1056
45 GALINDO GARFIAS. Ignacio, p. 326; LÓPEZ JACOISTE, José Javier, p 1070; LAGUNES PÉREZ, Iván, p 1056;
Nosotros discrepamos de tal explicación.49 Creemos, en cambio, que los derechos de las
personas o derechos humanos tienen un fundamento suprajurídico: se generan en la
colectividad humana como exigencias éticas en torno al concepto de dignidad del
hombre. No preexisten en una especie de limbo metafísico prejurídico. Tampoco nacen
de una concesión graciosa de la ley positiva. La colectividad humana es portadora de
valores, los cuales varían históricamente conforme a los intereses de las épocas y dan
contenido a las culturas. Esos valores se expresan en normas éticas y jurídicas, las cuales
presuponen la existencia de tales valores. El fundamento de los derechos humanos es, en
consecuencia, un fundamento ético-axiológico (o valorativo). Es el valor que asignamos
al hombre como tal y la concepción que tenemos de su dignidad intrínseca, los que
fundamentan estos derechos humanos.50 En consecuencia, creemos perfectamente
posible fundamentar el respeto por los derechos humanos en una conciencia jurídica
colectiva reconocida en diversos instrumentos internacionales, el más importante de los
cuales es la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, promulgada por las
Naciones Unidas en 1948.
49 FIGUEROA Y AÑEZ, Gonzalo, Teoría del Estado Subsidiario, en Occidente, Revista de Información, Cultura y
Ciencia, N° 291, mayo-junio de 1981, Santiago, Chile, págs. 14
50 FERNÁNDEZ, Eusebio, El problema del fundamento de los derechos humanos, en Anuario de Derechos Humanos
1981, Facultad de Derecho de la Universidad Complutense, Madrid, enero de 1982, págs. 85 y siguientes, y el de
SANTIAGO NINO, Carlos, La fundamentación liberal de los derechos individuales básicos, en Introducción al
análisis del Derecho, Editorial Astrea, Buenos Aires, Argentina, 1980, págs. 417 y siguientes.
2.2.3.4. Son absolutos
Esto es, su respeto puede imponerse y exigirse de cualquier individuo, pueden oponerse
a todos sin distinción, son erga omnes, tienen un sujeto pasivo universal. En efecto,
todos los hombres, sin exclusión, deben respetar el derecho a la vida, a la integridad
física y moral, al honor, etc., de los demás. Lo dicho no significa que los titulares de
estos derechos esenciales tengan en su ejercicio un poder arbitrario e irresponsable.
Todo derecho se ejerce dentro de un contexto social y reconoce los límites de los
intereses colectivos, de la ley, la moral y el orden público y no puede ser ejercido con
abuso o lesión de los derechos de terceros.51
Esto es, no son susceptibles de apreciación pecuniaria. Ello no obsta para que su
violación pueda dar origen a ilícitos penales y civiles y en consecuencia, generar efectos
pecuniarios por la vía de la reparación de los daños materiales y morales que se hayan
causado.
No están sujetos a disposición por parte de sus titulares y se encuentran fuera del
comercio y del mercado. Como consecuencia, son inalienables, intransferibles,
intrasmisibles, inembargables e imprescriptibles.
51 JOSSERAND, Louis, Derecho Civil, Bosch Editores, Buenos Aires, Argentina, 1952, Tomo I, Volumen I, págs.
153 a 156
52 MESSINEO, Francesco, Manual de Derecho Civil y Comercial, Editoriales Jurídicas Europa - América, Buenos
Solamente a partir de mediados del Siglo XX, y en especial por influencia del Código
Civil italiano de 1942, la civilística agregó a los “atributos” tradicionales los llamados
“derechos de la personalidad”, denominados también por algunos “jus in se ipsum”:
derecho a la vida, derecho a la integridad física y psíquica, derecho al honor, derecho a
la libertad, derecho a la actividad vital y al trabajo, derecho a la privacidad o intimidad,
derecho a la identidad personal, derecho a disponer de partes separadas del cuerpo, etc. 53
Estas características corresponden en general, dentro del ámbito del Derecho Civil, a las
que ya había encontrado el Derecho Público para definir a las personas dentro de su
especialidad. Los derechos de la personalidad “no son más que el resultado de la
privatización de los derechos públicos subjetivos,54 que la mayoría de las Constituciones
Políticas acogieron primeramente bajo el nombre de “garantías constitucionales” y que
se conocen hoy con la denominación de “derechos humanos”.
En la actual evolución jurídica, una persona natural se encuentra resguardada por los
derechos humanos que contemplan las Constituciones Políticas y los Tratados
Internacionales en vigencia en el país de que se trate, por los derechos protegidos por el
ordenamiento penal, así como por los derechos y atributos de la personalidad
contemplados en la legislación civil. En el fondo, se trata del mismo objeto de
protección, según las diversas perspectivas jurídicas involucradas. Algunos juristas
contemporáneos encaminan hoy sus esfuerzos a la unificación de estas perspectivas
distintas en un tratamiento uniforme, que puede estar contenido en un nuevo Libro I del
53 FUEYO LANERI, Fernando, La persona y los bienes y derechos de la personalidad, apuntes para
clases, Universidad Diego Portales, 1988, págs. 19 y siguientes.
54 MERINO SCHEIHING, Francisco, Consideraciones en torno a los derechos de la personalidad, apuntes para clases,
Debido a los objetos que protegen jurídicamente, se suele identificar los derechos de la
personalidad, por un lado, con las garantías individuales y los derechos humanos, por el
otro. Henri, León y Jean Mazeaud afirman:
Dentro de nuestro orden jurídico, a los derechos esenciales de los cuales gozan los
ciudadanos se les llama garantías individuales. Consagrados en la Constitución Política
del Estado Plurinacional.57
55 FUEYO LANERI, Fernando, Derecho de la persona: evolución, institucionalización y polarización, preparado para
el curso de Derecho Civil Profundizado que ofreciera en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile el año
1969, y La persona y los bienes y derechos de la personalidad, ob. cit. Esta tendencia se comprueba también en
algunos Códigos Civiles de este Siglo, como el Código Civil suizo de 1907, cuyo Libro I se denomina “Derecho de las
Personas” y el Código Civil italiano de 1942, que incorporó a la civilística los derechos de la personalidad. Agréguese
el proyecto de Código Civil brasilero de 1963, del profesor Orlando Gómez, cuyo Libro I se denomina “De las
Personas”
56 MAZEAUD, Henrri, p. 268
57 Gaceta Oficial de Bolivia, Estado Plurinacional de Bolivia, Constitución Política del Estado Plurinacional de
Al igual que los derechos de la personalidad, los derechos humanos y las garantías
individuales tienen su más importante antecedente en la teoría de los derechos innatos,
elaborada por la Escuela del Derecho Natural.
Sin embargo, las garantías individuales y los derechos humanos (en ese tiempo,
derechos del hombre) tomaron un cause político. La teoría de los derechos innatos
elaborada por el iusnaturalismo racionalista sería tomada como bandera y justificación
de las aspiraciones de la clase burguesa. Esto se da como reacción al Estado Absolutista,
como una necesidad de limitar ese enorme poder de la clase gobernante y una
posibilidad de la burguesía para acceder al poder, de ahí surge la concepción básica de
los derechos humanos y las garantías individuales: derechos de los gobernados que
limitan al Estado.
La teoría de los derechos innatos es modificada para cumplir con los ideales políticos de
la clase comerciante, se emprenden las grandes revoluciones liberales del siglo XVIII,
destacándose la Revolución Francesa. De ahí que uno de los frutos de dicha insurrección
fuera la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en la cual podemos
encontrar consagrada la ideología política de sus autores, como se puede apreciar en su
artículo II, el cual reza: "El objeto de toda sociedad política es la conservación de los
derechos naturales e imprescriptibles del hombre. Éstos son: la libertad, la propiedad,
la seguridad y la resistencia a la opresión".
Tales ideas liberales fueron las que prevalecieron durante el siglo XIX, teniendo una
notable influencia en el ordenamiento moderno, de tal manera que a nuestras
constituciones se les incorporó una parte dogmática, la cual tomó un matiz social en la
que además de contener garantías individuales, se consagraron garantías sociales.
En cuanto a su definición, Burgoa Orihuela señala que las garantías individuales son las
relaciones jurídicas de supra a subordinación que se establecen entre el gobernado, por
un lado, y cualquier autoridad y el Estado, por el otro; relación de la que surge un
derecho subjetivo a favor del gobernado y un deber para el Estado y sus autoridades
consistente en respetar ese derecho del gobernado; teniendo como fuente la Constitución
Política.58
Por lo que se refiere al sujeto pasivo, este es el Estado y sus autoridades, incluidos los
organismos paraestatales, siempre y cuando haya una relación de supra a
subordinación.60 El hecho de que el sujeto pasivo de las garantías individuales sea el
Estado, tiene su causa en la ya referida politización de la teoría de los derechos innatos.
en Manual del Juicio de Amparo Décima Tercera Reimpresión de la Segunda Edición Suprema Corte de Justicia de la
Nación / Themis, México 1999, p 142
En materia de Derecho Internacional no se habla de garantías individuales, ya que tanto
la doctrina como los diversos instrumentos internacionales se refieren a derechos
humanos. Además, al tratarse de derechos humanos, tienen un ámbito protector menor
que el de las garantías individuales, es decir, los derechos humanos se refieren sólo a las
personas físicas, mientras que las garantías individuales hacen referencia también a las
personas morales. Lo anterior deriva en que el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos sólo protege a los seres humanos.
El Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos65, no es tan claro, pues habla
tanto de individuos como de personas; sin embargo, una correcta interpretación de su
artículo 3° nos permite concluir que su ámbito de aplicación se refiere a las limitaciones
del Estado frente a las personas físicas o seres humanos.66
63 Aprobada y proclamada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de
1948.
64 Adoptada en San José, Costa Rica el 22 de noviembre de 1969 (de ahí que se llame Pacto de San .losé) y entrada en
Resolución de la Asamhlea General de Naciones Unidas 2 200 A (XXI), 21 UN GAOR Supp (no 16) p 52. ONUDoc.
A/6316 (1966), 999 U.N.T.S. 171
66 "Los Estados Parles en el presente Pacto se comprometen a garantizar a los hombres y mujeres la igualdad en el
En cuanto a la fuente de los derechos humanos son básicamente las fuentes del Derecho
Internacional.67 En el caso de Bolivia la fuente principal serían los tratados (como la
Convención Americana sobre Derechos Humanos), sin perjuicio de poder aplicar a
manera de costumbre internacional las disposiciones de la Declaración Universal de
Derechos Humanos.68
Al igual que las garantías individuales, los derechos humanos tienen como finalidad la
protección de la dignidad humana para el pleno desarrollo de la personalidad de las
personas físicas.
67 Según el artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, son fuentes del Derecho Internacional (a) los
tratados, (b) la costumbre internacional, (c) los principios generales de! Derecho reconocidos por las naciones
"civilizadas"', (d) las decisiones judiciales, y (e) la doctrina de los "publicistas" de mayor competencia de las distintas
naciones.
68 BECERRA RAMÍREZ, Manuel: "I.as Decisiones Judiciales como fuente del Derecho Internacional! de los
Derechos Humanos", en Líber Amicorum Hedor Fix-Zamudio Secretaria de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos. San José, Costa Rica 1998, p. 434
69 El 16 de diciembre de 1998, Rosario Green, en su carácter de representante internacional de tos Estados Unidos
Todo lo anterior nos permite ver que tanto los derechos de la personalidad, como las
garantías individuales y los derechos humanos, son instituciones diversas entre sí. Señala
Álvarez Ledesma:
De todo lo expuesto previamente, se puede advertir las similitudes y diferencias entre los
derechos de la personalidad, por un lado, y las garantías individuales y los derechos
humanos, por el otro.
Una primera distinción que encontramos entre los derechos humanos y los derechos de
la personalidad, consiste en que el sujeto activo en los primeros es la persona física,
mientras que el sujeto activo de los segundos puede ser una persona física o una moral.72
Así, los derechos de la personalidad y las garantías individuales coinciden en la
posibilidad de que su sujeto activo sea una persona física o moral; sin embargo, difieren
en el hecho de que el sujeto activo en las garantías individuales debe tener la calidad de
gobernado, la cual deriva de una relación de supra a subordinación, mientras que en los
Por lo que hace al sujeto pasivo, tanto en las garantías individuales como en los derechos
humanos, será necesariamente el Estado; mientras que en los derechos de la
personalidad puede ser cualquier persona, tanto física como moral, incluido el Estado.76
Otra distinción la encontramos en su fuente. Las garantías individuales se consagran en
la Constitución; los derechos humanos principalmente en los tratados, así como en la
costumbre internacional; los derechos de la personalidad están previstos (de manera
incipiente) en el Código Civil, así como en algunas otras leyes.
73 Ernesto Gutiérrez y González afirma que el Estado, además de tener un patrimonio pecuniario, tiene un patrimonio
moral, el cual está integrado por monumentos arqueológicos, artísticos, históricos, así como el escudo, la bandera y el
himno nacionales, entre otros bienes…" GUTIÉRREZ Y GONZÁLEZ. Ernesto, p 1018
74 GÓMEZ-ROBLEDO VERDUZCO. Alonso Temas Selectos de Derecho Internacional Segunda Edición UNAM.
International l.aw Quinta Edición Oxford University Press. Nueva York. Estados Unidos de América 1998. p. 462 a
467
76 GUTIÉRREZ Y GONZÁLEZ, Ernesto, p 737
un agravio a los afectos y sentimientos de los nacionales de todo un Estado, es decir, un
daño moral internacional. Todo lo anterior lo podemos resumir diciendo que las
garantías individuales se regulan por el Derecho Constitucional, los derechos humanos
por el Derecho Internacional, y los derechos de la personalidad por el Derecho Civil, y
excepcionalmente por el Derecho Administrativo y el Derecho Internacional.
Un rasgo en común, y de ahí el origen de las confusiones, es que tanto las garantías
individuales, como los derechos humanos y los derechos de la personalidad, tienen como
finalidad la protección de la dignidad humana para el pleno desarrollo de la personalidad
de las personas físicas.
Es el que colocan los padres cuando van a registrar al hijo en la oficina del Registro
civil, sirviendo para distinguirlo jurídicamente de los restantes hijos de los mismos
padres (individualización). Se le denominó como nombre de pila ya que antiguamente
era el nombre que se atribuía en el momento de realizar el sacramento católico del
bautismo, en la pila bautismal.
2.3.4. Garantías
El nombre civil presume-se constituido para toda a vida del individuo y, apósela, como
registro de su existencia. Por su importancia primordial, es objeto de varias garantías,
como:80
Inmutabilidad,
imprescriptibilidad,
inalienabilidad,
inestimabilidad,
irrenunciabilidad y,
finalmente, a intransmisibilidad.
2.3.5. Características
2.3.5.1. Inmutabilidad
El nombre civil, por norma, es inmutable: o sea, una vez consignado en el registro civil
no puede ser alterado. Esta regla sufre algunas excepciones, más o menos rígidas
conforme a legislación nacional. Las excepciones clásicas son el uso del sobrenombre
del marido por parte de la esposa y la corrección de grafía, prevista en Brasil por la Ley
de Registro Civil de 1973. Los nombres no respetan reglas ortográficas.
2.3.5.2. Imprescriptibilidad
El nombre no puede ser objeto de negocio; nadie puede disponer de su nombre para
transferirlo o retirarlo, mediante pago. El nombre de alguien no se vende.
Por otro lado, el valor del nombre civil es inestimable - o sea - es imposible atribuirle un
valor, al contrario de lo que ocurre con las marcas.
Tanto en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos como en la doctrina escrita sobre el
tema, todavía no existe una visión unitaria o generalizada sobre la definición del derecho a la
identidad.83/ Si bien en algunos casos y en algunas constituciones se le considera como un
derecho autónomo, generalmente se le identifica como interdependiente o inmanente de otros
como el derecho a ser registrado, el derecho al nombre, el derecho a la nacionalidad y el derecho
a la personalidad jurídica. Por tal motivo, la Corte interpreta que, el derecho a la identidad, “ha
81 “La identidad incluye aspectos socioculturales y cognitivos que influyen en la vida del hombre y en la construcción
de su identidad personal. Es parte esencial de la personalidad, marca las diferencias personales y se constituye en un
aprendizaje continuo y de interrelación”. Acosta, Mariclaire y Burstein, John, ¿Qué puede haber dentro de un
nombre? Estudios de caso sobre registro y derecho a la identidad en América Latina y el Caribe, BID, 2006, Pág. 5.
(Documento preliminar).
82 Ibídem. Pág. 6.
83 Ibidem. Pág. 141.
sido reconocido por la jurisprudencia y por la doctrina tanto como un derecho autónomo, así
como expresión de otros derechos o como un elemento constitutivo de éstos”.84/ (El subrayado es
nuestro).
84 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso de las Hermanas Serrano Cruz Vs. El Salvador, Sentencia del 23
de noviembre de 2004.
85 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso de las Hermanas Serrano Cruz Vs. El Salvador, Sentencia del 23
de noviembre de 2004.
Y, en el campo de la creación puramente jurídica y específicamente jurisdiccional,
porque lo que se discutía era una guarda y una cuestión de competencia, se mencionó la
palabra "identidad", y los jueces de la Corte, comenzaron ya a hablar de identidad. Y se
establecieron dos o tres principios jurídicos elementales. El primero de ellos es que el
niño era un sujeto del derecho y no un objeto86, cuestión que parece de una obviedad
elemental, pero que aún hoy no terminamos de comprender en su profundidad y en su
integridad. Seguimos diciendo "menores" o "chicos", y si uno pone menores, quiere
decir que hay mayores, y si pone chicos quiere decir que hay grandes. Entonces, si se
ponen calificaciones, esto supone descalificaciones, es decir, si algo es mayor, en
realidad lo otro es menor. Y seguimos utilizando "el menor de autos", "el incapaz de
referencia". Digamos niños, que es la acepción técnica y que refiere una situación
transitoria y de desarrollo, y que no lo descalifica como persona.
Más allá de esta reflexión, el fallo suponía reconocer esta calidad de sujeto del derecho.
Y, por otro lado, dos arribaba a dos conclusiones: en primer lugar, que la supresión de
esa identidad era un hecho dañoso, y que la restitución, en términos jurídicos, era un
hecho reparatorio. Cuestiones que para los abogados son muy elementales: a un daño
que se genera, corresponde una reparación. Los que, en términos psicológicos,
obviamente tiene que ver con el valor traumático de la supresión de la identidad, o del
ocultamiento, y con el valor terapéutico, aunque no fácil, de la restitución de la
identidad.
86Elvio Zannotti: Derecho a la identidad, IV Seminario Interdisciplinario sobre Derecho a la Identidad y Derechos
Humanos, Gral. Roca - 21 y 22 de mayo de 2004.
2.4.3. El artículo 8 de la Convención sobre los Derechos del
Niño
Pero esta Convención, -que como ya bien se ha dicho es operativa - no sólo le impone al
Estado el deber, sino que le indica el modo: rápidamente. El concepto de identidad, se
asocia, con algunas ideas centrales: la primera de ellas, la Memoria, porque el proceso
de reconstrucción de la identidad requiere la reconstrucción de esta memoria individual,
de lo que los filósofos y los antropólogos, llaman el aspecto ontogenético, es decir, ir
reconstruyendo su propia historia. Y, por otro lado, lo que podríamos denominar la
memoria social o filogenética, es decir, la relación con el género específico, en relación
a sus ascendientes. Porque el concepto de identidad, y aunque lo trasciende, tiene un
soporte biológico, en función de cual tenemos los ojos de un color, el pelo, determinadas
propensiones, alturas, etc., por una conformación ya pre determinado genéticamente.
Esto tiene que ver con dos cuestiones: una, esa determinación genética que durante años
de sociologismo hemos olvidado, y que no se trata obviamente de reemplazar por una
determinismo genético, sino de comprender la importancia de esta cuestión genética; y
de otra cuestión, que tiene que ver con la filiación, vale aquí jugar de nuevo con las
palabras, filiación viene de filo, amor. Es decir que es un acto de creación amoroso que
ha sido apropiado, usurpado, ese deseo primigenio de los padres. Esta primera noción,
asociada a la identidad, es la de Memoria.
Por otro lado, esta conceptualización del derecho a la identidad, ligada necesariamente a
la memoria, a la verdad y a la libertad, se asocia finalmente a otra noción básica que es
la de justicia. No solamente en tanto tercero imparcial que puede predicar, en términos
de Ulpiano, "dando a cada uno lo suyo", porque si necesitamos dar a cada uno lo suyo,
lo elemental de cada uno es su propia identidad. No sólo en este sentido, sino en cuanto
la justicia como instrumento de vehiculización para el restablecimiento del orden
violado: la sanción de los culpables y la reparación a las víctimas.
2.4.4. La expansión del derecho
Una pareja de militantes, en el año '77, le deja su hijo a otra pareja para que se
lo cuidaran, esta pareja inicial, es decir, los padres biológicos del niño,
desaparece. La pareja a la que le habían dejado la criatura, por cuestiones de
seguridad, se traslada a otra ciudad, pero resulta que tenía dos niños de la
misma edad, entonces era verdaderamente un problema. Regresan a la ciudad de
origen, y se lo dejan a otra pareja de amigos y compañeros. La segunda pareja
también desaparece, entonces, aquellos que tenían el niño, se vieron de pronto
en una situación extraordinaria, porque los únicos datos que tenían del niño, era
su nombre de pila y que su padre biológico sería de origen español. Estos
compañeros estuvieron buscando durante años, por todos los medios posibles de
otros organismos de DDHH, de la CONADI -que fue otra creación importante
dentro de esta estructura de protección de la identidad-. Fue como buscar una
aguja en un pajar.88
Ahí fue cuando se abrieron los caminos, y las dos puntas pudieron juntarse. El
joven viajó a su país de origen, se reencontró con su familia materna, que por
miedo no hizo la denuncia en su momento. La familia paterna, por
desconocimiento, tampoco hizo la denuncia. Finalmente, se pudo identificar a
este joven, como hijo de un matrimonio desaparecido en el año '77. En función
de eso, se pusieron en contacto ambas familias, y se hicieron, en el Banco
Nacional de Datos Genéticos, los análisis de ADN. Estos análisis indicaron que,
efectivamente, él era hijo biológico de este matrimonio.
Verlo en un caso que no era "de los nuestros", era la confirmación de que ésta
construcción del derecho a la identidad tocaba muy hondo, a toda la sociedad.
Decir que todo objeto es igual a sí mismo (principio ontológico de identidad) constituye
una simpleza tal, que nadie, en su sano juicio, consideraría digno siquiera de enunciar.
Empero, esta identidad del objeto (concepto) consigo mismo, no la garantiza en cuanto a
su certidumbre u objetividad, sino la identidad del proceso cognoscitivo que lo
determina como tal. De consiguiente, siendo el conocimiento un proceso que se
desarrolla interminablemente, la identidad del objeto (concepto) no es absoluta ni, por
ende, tautológica, sino funcional y explicativa del avance infinito del propio
conocimiento, que merced a la identificación sucesiva del objeto (concepto) con el punto
de mira de la predicación, se va generalizando de manera progresiva. Así ocurre, por
ejemplo, en la siguiente determinación científica del objeto (concepto) Sol: a) el Sol es
un cuerpo, b) el Sol es un cuerpo celeste, c) el Sol es un cuerpo celeste con luz propia, d)
el Sol es un cuerpo celeste con luz propia que ocupa el centro de un sistema planetario,
etc., etc. Esto es, que lo que interesa al conocimiento no es la identidad del objeto como
tal, porque para ello habría que aceptar el dogma de que los objetos existen en sí mismos
e independientemente de su determinación objetiva, sino la identidad del proceso
seguido para alcanzar esta determinación objetiva. La afirmación de que el Sol existe en
sí, es tan dogmática como la de que las almas transmigran de unos a otros organismos
biológicos, al dejar de existir éstos como tales (metempsicosis), porque cuando así se
habla cabe preguntar a qué Sol se está refiriendo el juicio, ¿al que vemos como un disco
brillante de pequeñas dimensiones?, ¿al que precisa ¡a astronomía ptolomeica de los
epiciclos, como girando en un sistema geocéntrico?, ¿al cuerpo celeste que determina la
teoría heliocéntrica copernicana?, o ¿al que tesis diversas puedan caracterizar de otro
modo en el futuro? Y si, como no puede ser de otra manera, responde que el juicio no se
refiere a ninguna de estas distintas determinaciones del objeto Sol, sino al Sol, en sí,
entonces no sabremos siquiera ni de qué se habla. Y al conocimiento no puede interesar
aquello que para él no existe por no poderse reducir a conceptos. Es decir, que para el
conocimiento sólo existe el objeto en cuanto concepto y, por ende, no hay más teoría del
objeto u ontología que la teoría del conocimiento o lógica. Así, los principios lógicos
supremos son a la vez principios ontológicos, por cuanto condicionan la posibilidad de
los objetos (conceptos) como tales.
Decir que A es A, que el Sol es el Sol, que 1 es 1, es casi una tontería y, lo que resulta
más grave, no sirve para nada, es algo completamente estéril. Y como la esterilidad no
puede ser misión de la ciencia, el principio de identidad absoluta no es un principio
científico.
89 Gf. mi estudio El Principio de Contradicción, revista Filosófica y Letras, Méjico, número 55-56, p. 63.
a) lo que está jurídicamente prohibido, está jurídicamente prohibido,
b) lo que está jurídicamente permitido, está jurídicamente permitido, etc., así como,
en la lógica jurídica, a estos otros:
a. la norma que prohíbe lo que está jurídicamente prohibido, es
necesariamente válida,
b. la norma que permite lo que está jurídicamente permitido, es
necesariamente válida, etc.
El Servicio Nacional de Registro Civil en Bolivia fue creado en 1898, pero recién
comenzó a funcionar desde 1940. Está encargado de registrar los actos jurídicos
relativos al estado civil de las personas y los hechos vitales. Administra por tanto tres
clases de registros: nacimientos, matrimonios y defunciones. Antes de su creación los
nacimientos y defunciones eran registrados por las parroquias de la iglesia católica y los
matrimonios eran celebrados por los Notarias de Fe Pública. Desde su creación hasta
1992, el Servicio Nacional de Registro Civil fue administrado por el Poder Ejecutivo,
esta dependencia determinó que el Servicio esté sujeto a los vaivenes de la vida política
del país.
El trabajo iniciado hubiera estado incompleto sin plantearse una política pública
destinada a resolver este mismo problema con los mayores de 18 años. Para ellos se
desarrollan campañas locales de registro y certificación gratuita, en las que
temporalmente se ofrece la gratuidad del registro y primer certificado de nacimiento, así
como el saneamiento de sus partidas de nacimiento. Los principales beneficiarios de las
campañas son miembros de comunidades indígenas de todo el país, se comenzó el 2003
en los departamentos de Oruro y Potosí, registrando y certificando de forma gratuita a
los miembros de las comunidades quechuas: Laimes, Jucumanis, Cacachacas, Nortes
Condos, Cruce Cultas y Pocoatas. Durante el 2004 y 2005 similar trabajo se efectuó en
los Departamentos de Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija, campañas en las que se logró
beneficiar a miembros de comunidades Quechuas, Guaraníes, Ayoreas, Chiquitanas,
Paiconecas, Guarayas y Wenayeks. El 2006 En el departamento de La Paz, Oruro, Potosí
y Cochabamba, se benefició a comunidades aymaras, quechuas, mojeñas, chimanes,
trinitarias, etcétera. Desde el inicio de las campañas, más de 200.000 mayores de 18
años fueron beneficiarios de aquel trabajo.
En el ámbito mercantil, también están protegidos los nombres comerciales, que deben
registrarse, y esto les confiere un derecho por diez años, renovable, a su uso exclusivo en
el ramo específico de su actividad.