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CAPITULO UNICO
TEMA 2. PRUEBAS…………………………………………………………………..11
2.2.1 LA CONFESIONAL
TEMA 5 ALEGATOS Y
SENTENCIA……………………………………………………………………..……26
TEMA 6 SENTENCIA…………………………………………………………..……27
BIBLIOGRAFIA………………………………………………………………..…….28
1) fijación de la litis
2) periodo de prueba
3) alegatos
4) sentencia.
“Al producirse la tramitación de un juicio mercantil ejecutivo y tornarse
litigioso, quedaran en el mismo las fases del ordinario, con sus excepciones
y variando únicamente a los términos que la ley concede tanto a los
ordinarios como a los ejecutivos; además, las disposiciones del ordinario se
aplican a los procedimientos especiales en todo lo que la reglamentación sea
omisa y no contradictoria con las normas de lo ordinario”[4].
Entrando al estudio del caso que nos ocupa, encontramos la base legal para
la tramitación del juicio ordinario mercantil” remitiéndonos directamente al
Titulo Segundo del Código de Comercio, el cual establece la forma en la cual
se deben tramitar los juicios ahora en estudio señala:
“Todas las contiendas entre partes que no tengan señaladas en este código
tramitación especial, se ventilan en juicio ordinario”[5].
1.2.1FIJACION DE LA LITIS
Esta es la primera etapa del juicio ordinario mercantil que comienza con la
intervención de la parte actora y la parte demandada; siendo la actora, la
persona demandante, la que ejercita la acción ante el órgano jurisdiccional
formulando su pretensión por medio de la demanda, entendiéndose por
demanda como el acto procesal con el cual se inicia la constitución de la
relación jurídica procesal, misma que debe ser por escrito debiendo reunir
ciertos requisitos y que más adelante detallaremos en forma breve; y la parte
demandada, o también llamado reo dentro del proceso, es aquella a la cual
el actor reclama sus pretensiones, y quien tendrá derecho de defenderse en
juicio a través de la contestación a la demanda.
Por otro lado, como lo vimos antes, el demandado, una vez que es emplazado
tiene el término de nueve días para producir su contestación de demanda,
momento procesal oportuno para defenderse en juicio; independientemente
de allanarse a la demanda, reconocer los hechos, lo más importante para
nosotros es que también podrá hacer valer sus excepciones que tenga contra
el demandado, ofrecerá sus pruebas en los términos establecidos, y si tienen
alguna acción en contra del actor, podrá ejercerla por medio de la
reconvención; encontrando el fundamento para hacerlo en el Código de
Comercio, que señala lo siguiente:
EXPE.No.________
P R E S E N T E.
P R U E B A S.
DERECHO.
Son aplicables en cuanto al fondo los artículos 78, 85, 86, y demás relativos
del Código de Comercio.
El procedimiento se rige por lo dispuesto en los artículos 1049, 1050, 1061,
1090, 1378 y 1382 del Código de Comercio.
PROTESTO LO NECESARIO.
CONTESTACION DE DEMANDA.
EXPE. 578/999.
PRESENTE.
H E C H O S.
EXCEPCIONES.
OBJECIÓN DE PRUEBAS.
Se objetan todas y cada una de las probanzas que ofrece la actora, en cuanto
al alcance y valor probatorio pretende darle; aún más, mi representada
cumplió oportunamente, consecuentemente el contrato celebrado ha
quedado sin efecto al haberse cumplido con su objetivo.
PROTESTO LO NECESARIO.
TEMA 2 PRUEBAS
Esta figura jurídica, no es otra cosa sino la necesidad jurídica de las partes
de probar sus hechos, si quieren obtener un fallo favorable a sus intereses;
a grandes rasgos, tenemos que para las partes probar no es una obligación
jurídica, sino una carga procesal.
En nuestra ley esta se encuentra regulada por el Código de Comercio a través
de los artículos 1194 al 1196 que dicen lo siguiente:
“El objeto de la prueba consiste en todo aquello que debe probarse, a lo que
será materia de prueba. En tal sentido, puede ser objeto de la prueba el
derecho o los hechos…”[9], aunque nos dice Arellano García que, no todos
los hechos ni todo el derecho son materia de prueba.
VII. Presunciones.
Del precepto anterior se entiende que si alguna de las partes omite al ofrecer
esta probanza, hacer mención que el desahogo deberá ser en forma personal
por parte de la contraria, la parte a cuyo cargo esta la prueba, sea persona
física o moral, podrá mandar representante legal con facultades para el
desahogo de dicha prueba.
Por otro lado, el capítulo respectivo a esta prueba, señala que las personas
morales que deban absolver posiciones, lo harán siempre por apoderado o
representante legal, con facultades para ello. De igual forma señala que para
el desahogo de la prueba, el que deba absolver posiciones se encuentre fuera
del lugar del juicio, se librará el correspondiente exhorto, al cual se anexará
el pliego de posiciones cerrado y sellado, previa calificación por el juez del
conocimiento, quien guardará una copia del pliego en el secreto del juzgado,
y cuyo desahogo se practicará en la forma establecida.
Así también, el artículo 1232 indica que, “El que deba absolver posiciones
será declarado confeso:
I Cuando sin justa causa no comparezca a absolver posiciones cuando
fue citado para hacerlo, y apercibido de ser declarado confeso;
Por último, por lo que se refiere a las autoridades, las corporaciones oficiales
y los establecimientos que formen parte de la administración pública, estas
no podrán absolver posiciones en la forma establecida para los particulares,
excepto en casos los caso del artículo 1217, sino que lo harán por vía de
informe, desde luego se les girará oficio que contenga las posiciones y se les
apercibirá en términos de ley.
Existen dos clases de documentos, públicos y privados; los primeros son los
que proceden o son expedidos por funcionarios públicos que representan a
los órganos de autoridad estatal, y los fedatarios públicos a los que se les ha
otorgado por el poder público, a través de la ley del acto administrativo
correspondiente, la fe pública para autentificar actos y documentos, como un
Corredor público o un Notario Público; y los segundos, son aquellos que son
expedidos o proceden de las personas particulares, sean físicas o morales.
Esta prueba, es una de las que requiere de mayor atención por el oferente,
toda vez que con las reformas sufridas en el capitulo respectivo a la misma,
se establecen ciertas formalidades para su ofrecimiento y
desahogo, encontrando su fundamentación en los preceptos 1252 al del
Código de Comercio, los cuales entre otras cosas señalan que, los peritos
deben ser personas con título en la ciencia, arte, técnica, oficio o industria,
tratándose de corredor público, deberán acreditar ser habilitados para tal
efecto; detallar claramente los puntos sujetos a dictamen, proporcionar el
nombre, apellidos y domicilio del perito nombrado, relacionando la prueba
con los hechos que se pretende demostrar, reuniendo los requisitos
anteriores, el juez la admitirá; asimismo se dejara a vista de la contraria para
que manifieste lo que a sus intereses convenga, desahogada o no la vista, el
perito de la oferente aceptará el cargo por medio de escrito, situación
innovadora, ya que anteriormente se hacia la notificación en forma personal
al perito; desde luego también se requiere a la contraria para que designe
perito de su parte.
Por otro lado la prueba pericial, se toma como prueba colegiada, ya que se
establece que si alguna de las partes no designa perito de su parte aun a
pesar de habérsele requerido legalmente, es apercibido de que en caso de
no hacerlo o haciéndolo, el perito no acepte el cargo como se prevé, o
aceptando el cargo debidamente no rinda el peritaje dentro del termino
concedido para ello, se le tendrá por conforme con el dictamen rendido por
el perito de la contraria, caso contrario, si los peritajes fueron dictados en
forma contradictoria, se nombrará perito tercero en discordia; también se
establece que las partes podrán recusar al perito nombrado por el juez,
expresando sus motivos, resolviendo el juez sobre ello.
Para esta prueba la doctrina ha mencionado que solo se podrá usar en caso
que sea necesaria o indispensable para la demostración del hecho que se
ventila, pues en realidad es muy rara la utilización de esta prueba en materia
mercantil, y por ello muchos tratadistas de la materia no la mencionan o lo
hacen de una forma muy especial, pero se encuentra perfectamente
establecida en nuestra Ley mercantil general. Que a saber dice:
“Las partes tendrán obligación de presentar sus propios testigos para cuyo
efecto se l4es entregarán las cédulas de notificación. Sin embargo, cuando
realmente estuvieren imposibilitados para hacerlo, lo manifestarán así bajo
protesta de decir verdad y pedirán que se les cite. El juez ordenará la citación
con apercibimiento de arresto hasta por treinta horas o multa equivalente
hasta por quince días de salario mínimo general diario vigente en el Distrito
Federal, que aplicará al testigo que no comparezca sin causa justificada, o
que se niegue a declarar.”
Asimismo, el artículo 1263 fue reformado para quedar como sigue: “ Para el
examen de los testigos no se presentarán interrogatorios escritos. Las
preguntas serán formuladas verbal y directamente por las partes, tendrán
relación directa con los puntos controvertidos y no serán contrarias al
derecho o a la moral. Deberán estar concebidas en términos claros y
precisos, procurando que en una sola no se comprenda más de un hecho. El
juez debe cuidar de que se cumplan estas condiciones impidiendo preguntas
que las contraríen. Contra la desestimación de preguntas sólo cabe la
apelación en el efecto devolutivo.”
Se observa que no se exige que el interrogatorio sea por escrito, por lo que
la contraria, al momento de hacer sus respectivas repreguntas tampoco tiene
la obligación de presentar el pliego por escrito.
Del concepto anterior, se observa que dicha probanza requiere del testimonio
de personas, pero en sí la presente probanza, al ofrecerse se debe
singularizar, en el sentido de perfeccionarla con dichos testimonios y sea
una sola prueba; en la práctica no es muy usual su ofrecimiento, esto por la
delicadeza de la misma, así como los requisitos, los cuales son demasiado
estrictos y cuidadoso, aunque eso no implica que las partes no estén en
facultad de ofrecerlas; encontrando su fundamentación en los preceptos
siguientes:
Artículo 1274.- Para que la fama pública sea admitida como prueba, debe
tener las condiciones siguientes:
Artículo 1275.- la fama pública debe probarse con tres o más testigos que no
sólo sean mayores de toda excepción, sino que por su edad, por su
inteligencia y por la independencia de su posición social merezcan
verdaderamente el nombre de fidedignos.
Artículo 1280.- El que tiene a su favor una presunción legal sólo está obligado
a probar el hecho en que se funda la presunción.
La cualidad que debe tener la prueba, es que debe ser grave, por grave
entendemos lo grande, de mucha importancia, estableciendo la ley que por
grave se entiende que debe ser digna de ser aceptada por personas de buen
criterio. Es decir, se deja un margen de discrecionalidad en el juzgador
puesto que este debe hacer el razonamiento correspondiente para derivar
del dato conocido al hecho conocido.Otra de las cualidades de la prueba, es
que debe ser precisa, es decir, exacta, cierta. Esto significa que deberá haber
una relación entre el hecho probado y el que se quiere probar.
De lo anterior, observamos que se establece que los diez primeros días serán
para el ofrecimiento de las pruebas; y por otro lado, al señalar dicho precepto
que el término a prueba no puede exceder de cuarenta días, esto faculta al
juzgador para que, de acuerdo al tipo de material probatorio ofrecido, pueda
fijar un término menor del ya referido, sin dejar de tomar en cuenta la
proporción que se indica; por ejemplo, tenemos que si las partes han ofrecido
probanzas que no necesitan tramitación especial para su desahogo y que se
pueden recibir sin citación de parte, dada su naturaleza, el juez esta facultado
para fijar un término hasta de veinte días, de los cuales cinco serán para el
ofrecimiento y el resto para la recepción..
Una vez que fueron admitidas las pruebas durante el término establecido
para tal efecto, el tribunal deberá recibir todas y cada una de las pruebas
que conforme a derecho fueron ofrecidas por las partes, y por ende
admitidas por el juzgador, por lo que para fijar el término de recepción de
pruebas dentro del juicio ordinario mercantil, observaremos lo siguiente:
Dicho precepto nos indica que el término para el desahogo de las pruebas
ofrecidas por las partes será el de treinta días posteriores a los diez para el
ofrecimiento, es decir, los últimos treinta días del periodo probatorio, si el
juez determina cuarenta, por lo que nos encontramos en la situación que ya
expusimos anteriormente en cuanto al termino de ofrecimiento, es decir, que
si el juez con las facultades que le concede dicho precepto, fija un término
probatorio de veinte días, los últimos quince días serán para la recepción y
los primeros cinco para el ofrecimiento.
Se considera que el término ordinario, es aquel dentro del cual las pruebas
ofrecidas por las partes se desahogan dentro del estado en el cual se esta
tramitando el juicio, es decir, las que se desahogan ya sea dentro de la
jurisdicción del tribunal que conoce del juicio o en alguna otra ciudad que
pertenezca a la entidad; lo anterior se encuentra previsto por el artículo 1206
del Código de Comercio que a la letra dice:
Observándose que dicho precepto no establece los días que dura dicho
termino ordinario, ni tampoco cuantos son para ofrecimiento y cuantos para
la recepción o desahogo, por lo que se tienen que recurrir forzosamente a
los artículos que fijan dichos términos, los cuales ya analizamos
anteriormente.
De igual forma, se establece que el termino ordinario se puede prorrogar,
esto a consideración del juzgador, dependiendo del tipo de pruebas que
ofrezcan las partes y a solicitud de las mismas, tal y como lo prevé el artículo
1207 que en su parte conducente respecto de la prorroga dice: “ El término
ordinario que procede, conforme al artículo 1199, es susceptible de prórroga
cuando se solicite dentro del término de ofrecimiento de pruebas y la
contraria manifieste su conformidad, o se abstenga de oponerse a dicha
prórroga dentro del término de tres días. Dicho término únicamente podrá
prorrogarse en los juicios ordinarios hasta por veinte días y en los juicios
ejecutivos o especiales hasta por diez días….”
El juez decretará por cada prueba, una cantidad que el oferente deberá
depositar en calidad de fianza, para que en caso de no rendirse el desahogo
de dichas pruebas, cantidad que no será menor de sesenta días de salario
mínimo general vigente en el Distrito Federal, pudiendo el juez aumentar el
importe de acuerdo a la suerte principal del negocio y demás circunstancias
según el caso; exhibiendo la oferente tales cantidades mediante billetes de
deposito dentro del término de tres días, en caso de no desahogarse alguna
prueba, la cantidad depositada será aplicada al colitigante, el término
decretado, empezará a contar a partir de la fecha en que surta efectos la
notificación hecha a las partes; por último, las pruebas se desahogaran vía
exhorto que gire el tribunal que conozca del asunto al juez que en derecho
corresponda a la entidad donde tenga que desahogarse al prueba.
Esto significa que una vez que haya concluido el término probatorio sea
ordinario o extraordinario, las partes debido al interés jurídico que tengan
podrán solicitar la publicación de probanzas, es decir, que tal disposición no
establece si el juez lo tanga que hacer o no de oficio, pero las partes lo hacen
a efecto de impulsar el procedimiento; a dicha solicitud, el juez dicta un auto
firmado por él y por el Secretario, en el cual se ordena hacer la publicación
de probanzas, a lo que el Secretario del juzgado, procede a hacer una
revisión minuciosa de todo lo actuado en el expediente para asentar en el
mismo la publicación de probanzas que es un enunciado de todas las pruebas
ofrecidas, admitidas y desahogadas por las partes; posteriormente en un
nuevo auto, firmado por el juez y Secretario, se decreta que se haga saber
a las partes la publicación de probanzas hecha por la Secretaría.
Navarrete Teodosio
Vs.
Compañía Química. S. A.
Ordinario Mercantil
Expediente 1736/83
Segunda Secretaría.
Por lo expuesto.
Protesto lo necesario.
ALEGATOS.
Los alegatos, nos dice Arellano García, “son los argumentos lógicos,
jurídicos orales o escritos, hechos valer por una de las partes, ante el
juzgador, en virtud de los cuales se trata de demostrar que los hechos
aducidos por la parte han quedado acreditados en los medios de prueba
aportados en el juicio y que las normas jurídicas invocadas son aplicables en
sentido favorable a la parte que alega, con impugnación de la posición
procesal que corresponde a la contraria a lo que hace a hechos, prueba y
derecho.[19]
TEMA 6 SENTENCIA.
Por Sentencia debemos entender que, “…es un acto jurisdiccional por medio
del cual el juez decide la cuestión principal ventilada en el juicio algunas de
carácter material que hayan surgido durante la tramitación del juicio.
Las sentencias, nos dicen el artículo 1321 del Código de Comercio; son
definitivas o interlocutorias; sentencia definitiva es la que decide el negocio
principal; y, sentencia interlocutoria es la que decide un incidente, un artículo
sobre excepciones dilatorias o una competencia; lo anterior se establece en
los artículos 1322 y 1323 respectivamente.
Por otra parte, tenemos que las sentencias deben estar fundamentadas, esto
quiere decir que el juzgador al momento de dictar su sentencia, deberá
ajustarse a lo que establezca literalmente la ley, o deberá estar a lo que se
desprenda de la interpretación de esa disposición legal; a falta de norma
jurídica expresa, se sujetará a los principios generales del derecho. En ese
sentido, el juez deberá citar los preceptos que le sirvieron de base para dictar
su sentencia.
Por último, se establece que las sentencias deben ser claras, ya sea
absolviendo al demandado o condenándolo; asimismo, se ocupara de las
acciones deducidas por el actor y de las excepciones opuestas por el
demandado; es decir que cuando haya sido varios los puntos litigiosos se
hará la debida separación la declaración correspondiente a cada uno de ellos.
BIBLIOGRAFIA