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DEDICATORIA

En primer lugar agradecer a dios, por brindarme la dicha de


la salud, bienestar físico y espiritual. A mis padres, como
agradecimiento a su esfuerzo, amor y apoyo incondicional,
durante mi formación tanto personal como profesional. A mi
docente, por brindarme su guía y sabiduría en el desarrollo
de este trabajo.
Contenido
DEDICATORIA ................................................................................................... 1

Introducción ........................................................................................................ 3

Depresión ........................................................................................................... 4

Sintomas ............................................................................................................ 5

Consecuencias ................................................................................................... 7

La depresión en las Mujeres .............................................................................. 8

La depresión en los Varones .............................................................................. 9

La depresión en la Vejez .................................................................................. 10

La depresión en la Niñez .................................................................................. 11

Tratamiento ...................................................................................................... 12

Conclusión........................................................................................................ 15

Bibliografía ....................................................................................................... 19
Introducción
Esta monografía basada en la depresión, el cual es un tema muy amplio, e
importante de conocer por que hoy día vemos muchos casos de depresión que
lamentablemente llegan al suicidio. Aquí vamos a encontrar información desde
que es la depresión sus síntomas, consecuencias, tratamientos incluso hasta
cómo podemos evitarla o auto ayudarnos.
La depresión es un problema frecuente que afecta a hombres y mujeres de todas
las Edades, también a niños y adolescentes. Todos nos sentimos tristes y
malhumorados a ratos, dependiendo de los acontecimientos de la vida, pero la
depresión es más que eso. Puede ser desde un problema leve hasta una
enfermedad grave que pone la vida en peligro.
En muchas ocasiones las personas no se pueden controlar por esta enfermedad
y toman la decisión errónea del suicidio así también afectándoles a sus familiares
más cercano, por eso es importante que la persona que tenga estos síntomas
de sentimientos de tristeza profunda, desinterés, poco o ningún placer sexual,
etc., es importante que recurra a buscar ayuda profesional que por fortuna, hay
tratamientos eficaces para la mayoría de las personas que sufren de depresión.
Depresión
La depresión es un trastorno emocional que se presenta como un estado de
abatimiento e infelicidad que puede ser transitorio o permanente. El término
médico hace referencia a un síndrome o conjunto de síntomas que afectan
principalmente a la esfera afectiva: la tristeza patológica, el decaimiento, la
irritabilidad o un trastorno del humor que puede disminuir el rendimiento en el
trabajo o limitar la actividad vital habitual, en la mayor parte de los casos, el
diagnóstico es clínico, aunque debe diferenciarse de cuadros de expresión
parecida, como los trastornos de ansiedad.

La persona aquejada de depresión puede no vivenciar tristeza, sino pérdida de


interés e incapacidad para disfrutar las actividades lúdicas habituales, así como
una vivencia poco motivadora y más lenta del transcurso del tiempo. Su origen
es multifactorial, aunque hay que destacar factores desencadenantes tales como
el estrés y sentimientos (derivados de una decepción sentimental, la
contemplación o vivencia de un accidente, asesinato o tragedia, el trastorno por
malas noticias, pena, y el haber atravesado una experiencia cercana a la
muerte). También hay otros orígenes, como una elaboración inadecuada del
duelo (por la muerte de un ser querido) o incluso el consumo de determinadas
sustancias (abuso de alcohol o de otras sustancias tóxicas) y factores de
predisposición como la genética o un condicionamiento paterno educativo. La
depresión puede tener importantes consecuencias sociales y personales, desde
la incapacidad laboral hasta el suicidio.

La depresión es una enfermedad que afecta el organismo (cerebro), el ánimo, y


la manera de pensar. Afecta la forma en que una persona come y duerme. Afecta
cómo uno se valora a sí mismo (autoestima) y la forma en que uno piensa. La
depresión no es lo mismo que un estado pasajero de tristeza. No es una
condición de la cual uno puede liberarse a voluntad, la mayoría de las personas
que padecen de depresión puede mejorar con un tratamiento adecuado.
Sintomas
Los síntomas principales que la definen son:

Tristeza patológica: Se diferencia de la tristeza, que puede ser un estado de


ánimo normal como la alegría, cuando alcanza un nivel tal que interfiere
negativamente en la vida cotidiana, tanto en lo social como en lo familiar y lo
sexual. Parece sin motivos o tras un acontecimiento significativo. Es una
sensación muy profunda y abrasadora. Tanto, que el paciente se siente "en
baja", tal como si hubiera perdido el sabor, el placer de vivir.
Se considera incapaz de brindar amor o afecto, lo cual aumenta sus sentimientos
de culpa. Un dato tremendo: el 15 % de los deprimidos terminan suicidándose.

Desgano y anhedonia: El sujeto se torna apático, no tiene ganas de nada, ni si


quiera de vivir y nada le procura placer.

Ansiedad: Es la acompañante habitual del deprimido, que experimenta una


extraña desazón, como un trasfondo constante. Cuando la ansiedad prima en el
cuadro clínico, estamos frente a una depresión ansiosa. Por lo contrario, cuando
predomina la inhibición, se trata de una depresión inhibida; quienes la padecen
son personas malhumoradas, irritables, agresivas.

Insomnio: Al paciente le cuesta conciliar el sueño y, además, se despierta


temprano y de mal humor. En algunos casos, que constituyen minoría, puede
presentarse la hipersomnia (exceso de horas de sueño).

Alteraciones del pensamiento: Imagina tener enfermedades de todo tipo; surgen


ideas derrotistas, fuertes sentimientos de culpa, obsesiones. El pensamiento
sigue un curso lento y monocorde, la memoria se debilita y la distracción se torna
frecuente.

Alteraciones somáticas: Por lo común surgen dolores crónicos o erráticos así


como constipación y sudoración nocturna. Se experimenta una persistente
sensación de fatiga y cansancio.
Alteraciones del comportamiento: El paciente tiene la sensación de vivir
arrinconado, rumiando sus sinsabores. Puede estar quieto, de manos cruzadas,
o explotar en violentas crisis de angustia o en ataques de llanto por motivos
insignificantes. Le resulta difícil tomar decisiones y disminuye su rendimiento en
el Trabajo.

Modificaciones del apetito y del peso: La mayoría de los pacientes pierde el


apetito y en consecuencia provoca la disminución de peso.

Pérdida del placer: En lo sexual, se llega a la impotencia en el hombre o a la


frigidez en la mujer; también disminuye y tiende a desaparecer el contento en el
trabajo, en el deporte y en los juegos y otras actividades que anteriormente le
eran gratificantes.

Culpa excesiva: siente con exceso la carga de una culpa inexistente, lo cual
puede desembocar el delirio.

Pensamiento suicida: los pacientes presentan una preocupación exagerada por


la muerte y alimentan sentimientos autodestructivos.

Disminución de la energía: Se produce un cansancio injustificado, a veces con


variaciones durante el día, muy a menudo más acentuado por la mañana. Las
personas afectadas suelen sentirse más fatigadas por la mañana que por la
tarde.
Consecuencias
Las consecuencias que el trastorno depresivo trae son importantes y de toda
índole, tanto personales, como familiares y sociales. En lo personal, la
experiencia de una depresión marca profundamente, aún en los casos en los
que se logre superar y no haya recaídas.
Las consecuencias sociales son las más estudiadas e incluyen cifras enormes
de absentismo laboral y de gastos sanitarios, detrás de la depresión hay
pérdidas, rupturas, incomprensión, sufrimiento y miles de suicidios.
La depresión en las Mujeres
La depresión se da en la mujer con una frecuencia que es casi el doble de la del
varón. Factores hormonales podrían contribuir a la tasa más alta de depresión
en la mujer. En particular, en relación con los cambios del ciclo menopausia. Las
hormonas sexuales femeninas (estrógenos y progesterona), debido a una
existencia de menores niveles de estrógenos, parecen desempeñar por tanto un
cierto papel en la etiopatogenia de la depresión.
Un estudio reciente del Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos
demostró que las mujeres que presentaban predisposición a padecer síndrome
premenstrual grave se alivian de sus síntomas físicos y anímicos (por ejemplo,
de la depresión) cuando se les suprimen sus hormonas sexuales a través de un
tratamiento farmacológico. Si ese tratamiento se interrumpe, las hormonas se
reactivan y, al poco tiempo, los síntomas vuelven., la supresión temporal de las
hormonas no les producen ningún efecto.
La depresión posparto es un trastorno depresivo que puede afectar a las mujeres
después del nacimiento de un hijo.
La depresión en los Varones
Aunque la prevalecía global es inferior entre los varones, la tasa de suicidio
consumado en ellos es cuatro veces más alta que en las mujeres.

Sin embargo, los intentos de suicidio son más comunes en la mujer que en el
hombre. A partir de los 70 años de edad, la tasa de suicidio en el hombre
aumenta, alcanzando el nivel máximo después de los 85 años. La depresión
también puede afectar la salud física del hombre, aunque en una forma diferente
a la de la mujer.

Algunos estudios indican que la depresión se asocia con un riesgo elevado de


enfermedad coronaria en ambos sexos. Sin embargo, sólo en el varón se eleva
la tasa de mortalidad debida a una enfermedad coronaria que se da junto con un
trastorno depresivo.
La depresión en la Vejez
El inicio clínico de la depresión en el anciano puede cursar con una pobre
alteración del estado de ánimo. Incluso puede aparecer enmascarada con otros
síntomas principales, tales como la pérdida de Apetito, alteraciones de la
memoria, insomnio, síntomas somáticos, ansiedad o irascibilidad.

Puede simular un cuadro de demencia senil, hablándose entonces de pseudo


demencia depresiva. Cuando un anciano se deprime, a veces su depresión se
considera erróneamente un aspecto natural de esa etapa de la vida.
La depresión en los ancianos, si no se diagnostica ni se trata, provoca un
sufrimiento innecesario para el anciano y para su familia. Cuando la persona de
edad avanzada acude con el médico, puede describir únicamente síntomas
físicos. Esto ocurre porque el anciano puede mostrarse reacio a hablar de su
desesperanza y tristeza.

La persona anciana puede no querer hablar de su falta de interés en las


actividades normalmente placenteras, o de su pena después de la muerte de un
ser querido, incluso cuando el duelo se prolonga por mucho tiempo. También los
profesionales detectan mejor los síntomas depresivos que se deben a efectos
secundarios de medicamentos que el anciano está tomando, o debido a una
enfermedad física concomitante. Si se elabora el diagnóstico de depresión, el
tratamiento con medicamentos o psicoterapia ayuda a que la persona deprimida
recupere su capacidad para tener una vida feliz y satisfactoria. La depresión en
la infancia,
La depresión en la Niñez
Se empezó a reconocer sólo hace tres décadas. El diagnóstico se acoge a los
mismos criterios que en el caso de los adultos, aunque la sintomatología puede
ser algo más confusa. Su prevalencia en la infancia es del 1-2 por ciento y, en la
adolescencia, del 4-5 por ciento.
El niño deprimido puede simular estar enfermo, rehusar a ir a la escuela, juega
menos o deja de hacerlo, expresa el deseo de no querer separarse de los padres
o tiene miedo de que uno de los padres se muera.
En la primera infancia pueden desarrollar síntomas atípicos como
somatizaciones difusas, trastornos alimenticios, enuresis, etc. El adolescente
puede expresar mal humor, disminuir el rendimiento escolar, presentar
conductas desafiantes 6 O presentar brotes de irritabilidad.
En ocasiones expresa el trastorno anímico con el Desarrollo de conductas de
riesgo (consumo de sustancias psicotrópicas, comportamientos para suicidas,
etc.). Dado que los comportamientos normales varían de una etapa de la niñez
a la otra, es a veces difícil establecer si un niño está simplemente pasando por
una fase de su desarrollo o si está verdaderamente padeciendo de depresión. A
veces, el niño tiene un cambio de comportamiento notorio que preocupa a los
padres, o el maestro menciona que el "niño no parece ser el mismo".
En esos casos puede sospecharse un trastorno depresivo. La evaluación
diagnóstica, el diagnóstico de la depresión es clínico. Deben descartarse, en
primer lugar, causas orgánicas, medicamentosas o tóxicas compatibles con un
cuadro similar al de un trastorno depresivo, pero es en último término la
entrevista clínica la que ofrece los datos necesarios para el diagnóstico, cuando
se cumplen los criterios establecidos más arriba. Una buena evaluación
diagnóstica debe incluir una historia médica completa. ¿Cuándo comenzaron los
síntomas, cuánto han durado, qué tan serios son? Si el paciente los ha tenido
antes, el médico debe averiguar si los síntomas fueron tratados y qué tratamiento
se dio. El médico también debe preguntar acerca del uso de alcohol y drogas, y
si el paciente tiene pensamientos de muerte o suicidio. Además, la entrevista
debe incluir preguntas sobre otros miembros de la familia. ¿Algún pariente ha
tenido depresión y, si fue tratado, qué tratamientos recibió y qué tratamientos
fueron efectivos.
Tratamiento
Existen también varios cuestionarios estandarizados que pueden ayudar a
discriminar si existe o no un trastorno depresivo: como la Escala de Ye Savage,
la Escala de depresión de zung, el inventario de depresión de Beck, el test de
depresión de Goldberg o el test de depresión de Hamilton. Algún estudio ha
evaluado incluso la eficacia de dos simples preguntas para un diagnóstico rápido
de elevada fiabilidad.

El primer paso en el tratamiento de la depresión debe ser un examen físico


completo para asegurarse que no existe ninguna condición física que cause los
síntomas depresivos. Ciertos medicamentos tienen efectos secundarios que son
iguales a los síntomas de la depresión, por lo que se debe informar al médico
sobre cualquier medicamento que el paciente esté tomando.
Si no se descubre causa física alguna de la depresión, entonces el médico debe
conducir una evaluación psicológica o remitir el paciente a un profesional de la
salud mental.

Los tratamientos más comúnmente usados para la depresión son los


antidepresivos, la psicoterapia, o una combinación de ambos. La naturaleza y
severidad de la depresión, y hasta cierto punto la preferencia individual,
determinarán cuál de estas opciones de tratamiento es la apropiada.

Para la depresión leve o moderada, uno o ambos de estos tratamientos pueden


ser beneficiosos.
Mientras que para la depresión grave o discapacitante se recomienda como
primer paso el uso de medicamentos.

En el tratamiento combinado, los medicamentos pueden aliviar los síntomas


rápidamente, mientras que la psicoterapia le enseña a la persona maneras más
eficaces de enfrentar los problemas.
Existen varios tipos de antidepresivos que se usan en el tratamiento de los
trastornos depresivos. Entre estos se encuentran medicamentos nuevos,
principalmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS),
los antidepresivos tricíclicos y los inhibidores de la monoamina oxidasa. Los
ISRS y demás medicamentos nuevos que afectan los neurotransmisores, como
la dopamina o noradrenalina, generalmente tienen menos efectos secundarios
que los antidepresivos tricíclicos.
Cada uno toma distintas rutas químicas al cerebro que están relacionadas con
los estados de ánimo.

Aunque algunas personas se sienten mejor en las primeras semanas del


tratamiento, los antidepresivos tienen que tomarse con regularidad por al menos
4 semanas, en algunos casos por 8, antes de que su efecto terapéutico sea
completo. Para ser eficaces y prevenir una recaída, los medicamentos tienen
que tomarse durante 6 a 12 meses, siguiendo cuidadosamente las instrucciones
del médico. La administración de medicamentos debe vigilarse de cerca para
asegurar que el paciente esté tomando la dosis más eficaz y para minimizar los
efectos secundarios.
En el caso de las personas que han tenido ya varios episodios de depresión, la
manera más eficaz de prevenirlos es mediante tratamiento con antidepresivos a
largo plazo. En los últimos años, ha surgido un gran interés en el uso de hierbas
para el tratamiento de la depresión y la ansiedad. La hierba de San Juan, o
Corazoncillo, es una hierba que se usa mucho como tratamiento para la
depresión leve o moderada en Europa y que recientemente ha llamado la
atención del público estadounidense. Sin embargo, los estudios científicos que
se han realizado sobre su uso han sido a corto plazo y se han basado en un
número de dosis diferentes.

La psicoterapia es otra opción disponible de tratamiento en los casos de


depresión leve a moderada. Las terapias a corto plazo (de 10 a 20 semanas) han
sido muy eficaces para tratar varios tipos de depresión. Las terapias de
conversación ayudan a los pacientes a entender y aprender a resolver sus
problemas mediante una charla con el terapeuta. Las terapias de conducta
enseñan a los pacientes nuevos comportamientos para llevar una vida mejor y
les ayudan a desaprender patrones de conducta dañinas 9 La investigación ha
mostrado que dos psicoterapias a corto plazo, la interpersonal y la cognitiva-
conductual, son útiles para la terapia interpersonal se enfoca en cambiar las
relaciones interpersonales que causan o intensifican la depresión. La terapia
cognitiva-conductual se concentra en cambiar los patrones negativos de
pensamiento y la reacción o comportamiento que pueden contribuir a la
depresión.

Terapia electroconvulsivante es útil para las personas cuya depresión es severa


o ha llegado a un punto en que su vida peligra, o para aquellas personas que no
pueden tomar antidepresivos. Esto se aplica en particular para las personas
clasificadas como suicidas, con agitación severa, pensamientos psicóticos,
pérdida excesiva de peso o físicamente débiles como resultado de una condición
física, que se administra bajo anestesia de corta duración, el paciente recibe una
dosis de relajante muscular. Se colocan electrodos en puntos específicos de la
cabeza y éstos emiten impulsos eléctricos. Este estímulo causa un episodio
convulsivo breve (aproximadamente 30 segundos) en el cerebro. La depresión
puede regresar, aunque el tratamiento haya sido exitoso. Los estudios indican
que cuando esto ocurre, hay ciertas estrategias muy útiles. A menudo se puede
evitar un nuevo episodio depresivo cuando se continúa el antidepresivo en la
misma dosis que detuvo con éxito el episodio anterior. Para aquellos pacientes
que no toman medicamento, la psicoterapia interpersonal una vez al mes puede
alargar los periodos entre episodios depresivos.

Existe en la actualidad muchos factores que ponen en riesgo nuestra salud


mental, dentro de los cuales se considera de alto riesgo la pérdida de un ser
querido, amigo, status, etc. O algo de valor. Especialmente los casos de
depresión están frecuentemente ligados a este factor. En fechas recientes se ha
logrado avances importantes que nos permiten controlar estas variables, por
medio de diversas sustancias químicas entre las que se encuentran el
neurotransmisor llamado serotonina.
Dentro de los estudios realizados de esta sustancia, se ha logrado encontrar
fuentes dentro de nuestro sistema endocrino que lleva a cabo la producción de
esta sustancia. La producción de serotonina en el organismo es posible por
estudios recientes que veinte minutos de ejercicio físico cada tercer día son
suficientes para diversos padecimientos entre los que se encuentra la obesidad
entre otros.
La Autoescala de Depresion de Zung

La autoescala de Depresión, de Zung, tiene como objetivo la evaluación de los


niveles cuantitativos de depresión.

El Cuestionario consta de 20 ítems, formulados tanto positiva como


negativamente, que se valoran en una escala de 1 a 4, en función de la
frecuencia con que la conducta se presenta en el sujeto:

- Muy poco tiempo, muy pocas veces, raramente

- Algún tiempo, algunas veces, de vez en cuando

- Gran parte del tiempo, muchas veces, frecuentemente

- Casi siempre, siempre, casi todo el tiempo

Estas son las 20 cuestiones de la Escala:

1-Me siento triste y deprimido/a.

2- Por las mañanas me siento peor que por las tardes.

3- Frecuentemente tengo ganas de llorar y a veces lloro.

4- Me cuesta mucho dormir o duermo mal por la noche.

5- Ahora tengo tanto apetito que antes.

6- Todavía me siento atraído/a por el sexo opuesto.

7- Creo que estoy adelgazando.

8- Estoy estreñido/a (constipado/a).

9- Tengo palpitaciones.

10- Me canso por cualquier cosa.

11- Mi cabeza esta tan despejada como antes.

12- Hago las cosas con la misma facilidad que antes.

13- Me siento agitado/a e intranquilo/a y no puedo estar quieto/a.

14- Tengo esperanza y confianza en el futuro.


15- Me siento más irritable que habitualmente.

16- Encuentro fácil toma de decisiones.

17- Me creo útil y necesario para la gente.

18- Encuentro agradable vivir, mi vida es plena.

19- Creo que sería mejor para los demás que me muriera.

20- Me gustan las mismas cosas que habitualmente me agradaban.

La autoescala valora estos aspectos:

-Tristeza

-Desesperanza

-Lloros

-Pérdida de Peso

-Pérdida de Apetito

-Estreñimiento

-Autovejación

-Insatisfacción

-Rumiación Suicida

-Irritabilidad

-Indecisión

-Sueño

-Fatiga Física

-Taquicardia

-Ralentización

-Agitación

-Variación Diurna

-Sexo
Corrección:

La puntuación de cada ítem depende de si la pregunta se refiere a un síntoma


de depresión en cuyo caso la puntuación iría de 1 a 4, o en el caso contrario en
el que la puntuación iría de 4 a 1.

Valoración:

20-35: No Depresión

36-51: Depresión Ligera

52-67: Depresión Media

68-100: Depresión Grave


Conclusión
Para concluir el tema de la depresión. Aprendiendo a su vez muchas cosas
interesantes sobre este trastorno, aunque un poco triste esta enfermedad, ya
que este trastorno está relacionado con un conjunto de factores de estrés como
tristeza, baja autoestima, etc. Esta afecta el cerebro así causándole problemas
para pensar, dormir, comer, etc. En este trabajo pudimos llegar a la conclusión
que muchos de estos factores que nos afectan, tienen que ver en la manera que
las personas los enfrentan.
Las personas interpretan esas interacciones así como su pasado y su futuro, ya
sea por recuerdos constantes que limiten sus actividades de su diario vivir.
Pudimos aprender que este trastorno debe ser objeto de un diagnóstico
adecuado, establecido con precisión.
La evaluación requiere a su vez, una atención especial y un análisis complejo de
diferentes variables que interactúen entre sí para favorecer la aparición de esta
enfermedad, una de las cosas que más nos llamó la atención de este trabajo es
que para que esta evaluación sea fiable y pueda basarse en ella la intervención,
“la empatía con el paciente” se presenta como necesaria para que el terapeuta
pueda recoger el estudio real del paciente y pueda crearse una buena alianza
terapéutica. De manera que nosotros como futuros trabajadores sociales en
nuestros diferentes casos tenemos que mostrar la misma relación de empatía
con nuestros clientes, para así poder tener mejores resultados de cambios en
ellos.
Bibliografía
 Calle, R. A. (2000). Superar la depresión: España: Ediciones Martínez
Roca.
 De la Garza Gutiérrez, F (2004). Depresión, angustia y bipolaridad guía
para pacientes y familiares: México: Editorial Trillas. Hornsteis, L. (2006).
 Las depresiones, efectos y humores del vivir: Buenos Aires: Paidós.
Kramer, Peter D. (2006).
 La Depresión. Barcelona: [www.google.com] Morris, Charles G. & Maisto,
Albert A. (2005). Psicología. (12ª.ed.). México: Pearson.

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