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Maestría en Comunicación Digital Audiovisual.

Nuevas pantallas. Profesor: Norberto Murolo.

Las series Web en la encrucijada


Autor: David Bressan

Las series web se presentan como uno de los formatos con más potencialidades para explotar las
nuevas formas de consumo audiovisual, generadas sobre todo a partir de la difusión de la Internet de
banda ancha (en primer lugar) y de la presencia mayoritaria de smartphones con conexión 4G (en
una segunda etapa). Como caraterizara Roberto Igarza en su libro "Burbujas de ocio", la distribución
ocio/trabajo (trabajo formal, doméstico, estudio, etc) ha estallado. Ya no encontramos bloques
continuos y homogéneos de 8 horas. Las nuevas tecnologías y los cambios en las organizaciones
produjeron que llevemos nuestras ocupaciones encima todo el tiempo. Asi también, los momentos de
ocio pueblan nuestros días, incluso en el trabajo. Son momentos de 3, 5 10 minutos, en los que se
suele acceder a internet, a consumir diferentes formas de entretenimiento. Las redes sociales hacen
de estas burbujas algo más compacto y omipresente aún.
No sólo en el trabajo es donde convertimos los tiempos muertos en refugios de ocio. Esperar el
colectivo, el mismo viaje en transporte público, en el baño, antes de dormir, tendremos el
smartphone a mano para que "llene" esos momentos vacíos, lentos, de espera (algunos agregarán: y
de reflexión).
En este contexto, las series web pueden llevar a esta expresión mínima los relatos
audiovisuales. Y a ellos, sumarle las características de la ficción seriada: la ritualidad, el
reconocimiento, la articulación de narrativas complejas en segmentos reducidos. Sin embargo, resta
todavía confirmar si el formato "serie web" ha llegado para instalarse como un género nuevo y
específico. Para ello, quizás sea interesante analizar algunos aspectos que pueden arrojar alguna luz
sobre las series web y los contenidos de internet en general, las prácticas de consumo, y algunas
cuestiones relacionadas a la sustentabilidad económica de los proyectos. Por supuesto, todo trabajo
(y éste en particular) resulta una selección de objetos de análisis y comparación posibles. Al mismo
tiempo, en este trabajo vamos a ir y volver de lo local a lo global, en parte por no contar con un
número muy grande de casos, y en parte porque esa es una de las tendencias que la tecnología de
Internet ha fomentado en nuestras prácticas culturales.

En primer término, es necesario recortar el espectro de lo que denominaremos serie web. Las
series web son producciones audiovisuales realizadas específicamente para ser alojadas en la red (en
su gran mayoría, en Youtube, aunque también en páginas propias, o en portales específicos si las
series fueron realizadas para alguna empresa o canal de TV). En su gran mayoría son de ficción,
aunque no hay anda en el formato que impida relatos no ficcionales. En las series web hay una
continuidad y una progresión en los personajes, lo que las diferencia de, por ejemplo, los canales de
Youtube de sketches. Su duración tiende a ser de breve a muy breve: si bien hay capítulos de 15
minutos, por lo general oscilan entre los 2 y los 7 minutos por capítulo. Al ser pensadas para
pantallas portátiles, por lo general pequeñas, suelen tener características estéticas comunes,
analizadas por Norberto Murolo en su trabajo sobre nuevas pantallas:
En YouTube, como en Google Videos, Yahoo Video o Vimeo, el lenguaje audiovisual se
reconfiguró en comparación con las dinámicas narrativas del cine, la televisión y el
video. Dada la proliferación de pantallas portátiles, pequeñas, domésticas, personales
y omnipresentes, el lenguaje intrínsecamente atiende a su propia necesidad de
especificidad, en parte impuesta por los hardware . De este modo, las pantallas de
mínimas dimensiones proponen una escala de planos que tiende a priorizar los planos
cortos, la minimización en el uso de videograph y la explotación en escena de colores
claros y fuertes (pag 7)

. El sonido también suele apuntar a un diseño simple, claro, para asegurar la comunicabilidad del
relato: los dispositivos y las situaciones de consumo son tan variados como desiguales.
El público objetivo habitual de las series web suele ser el de hombres y mujeres de clase
media urbana, entre los 20 y los 40 años. Por supuesto, esta no es una afirmación de carácter
científico, pero esta intuición tiene bastante asidero, si analizamos el tipo de personajes, sus hábitos,
los espacios donde se desarrollan las historias, el tipo de conflictos que se plantean, la estética visual
y hasta la música que se utiliza.
Por supuesto, las series web no son el único tipo de consumo de ficciones en internet (y
específicamente en Youtube). Los canales de youtube de sketches u otro tipo de producciones
humorísticas, tienen una masividad bastante mayor a las series. Si bien las listas de reproducción de
estos canales muestran algunas invariantes que nos permiten establecer una identidad en el canal, no
encontramos la continuidad de personajes y argumental que caracteriza a las series. Un ejemplo, es el
canal de College Humor, con 12 millones de suscriptores y un promedio que oscila entre las 300 mil
y los 2 millones de visitas por cada video. Desde el título, podemos prever que es humor
universitario, pero ha trascendido las fronteras y está subtitulado en varios idiomas. Otro canal muy
famoso es el de Epic Rap Battles of History (ERBH), un canal con 14 millones de suscriptores y
varias decenas de millones de visitas por cada video. En este canal, se realizan videoclips de
enfrentamientos raperos entre personajes de la historia o la cultura popular. Tanto College humor
como ERBH, sostienen la característica de la corta duración, y el predominio de los planos cortos y
medios, aunque se evidencia que la realización audiovisual está realizada con equipos profesionales.
Otro ejemplo, que me parece muy interesante es el de los canales destinados al público infantil. Este
es un subgrupo invisibilizado, pero de muy alta presencia en Youtube. Por supuesto hay una enorme
variedad, pero los que considero más sorprendentes, son aquellos videos en los que sólo vemos las
manos de alguna persona jugando con algunos juguetes, y narrando alguna historia simple mientras
lo hace. Es interesante remarcar que los videos no tienen ningún tipo de pretensión estética (están
realizados por lo general con cámara en mano, sin mayor preocupación en la composición de la
imagen que lograr que los juguetes se vean) ni narrativas (suelen ser personas que imitan la voz
infantil, e intentan reproducir aquello que los niños dirían en su juego). Muchos de los videos tienen
cientos de miles de visitas y hasta millones, en el caso de los producidos en Asia o Norteamérica
(probablemente la barrera idiomática es más fuerte en los contenidos infantiles).
Estos son sólo algunos ejemplos de otras formas de ficción específicamente creadas para la
web. El énfasis en la cantidad de suscriptores, y en la cantidad de visitas a los videos tiene que ver
con el interés por la sustentabilidad de los proyectos de producción de ficción. De todas maneras la
cantidad de visitas no es el único parámetro para la monetización de los videos en Youtube, sino
sobre todo, quiénes decidan publicitar en los videos, y lo que suceda con esas publicidades.
Es entonces claro que la producción de ficciones para internet (y sobre todo para Youtube) no es en
sí sustentable. Por lo general, las series web, si son sustentables antes de llegar a las redes, es porque
están asociadas a alguna empresa comercial (como promoción de la imagen de la marca), si son parte
de la estrategia de comunicación de algún canal tradicional o incluso una forma de incursionar en lo
transmediático por parte de producciones audiovisuales tradicionales1, si fueron financiadas por
concursos, etc. La otra mitad de las series web directamente no sustentables, o bien funcionan como
teasers de lo que podría lograrse en la pantalla grande (TV o cine), y de esta manera sus realizadores
apuntan a generar aceptación masiva y un ulterior financiamiento de la serie en formato televisivo o
cinematográfico. O bien son realizados por amateurs, prosumers, o incluso profesionales, que
encuentran en la red una forma de difusión y expresión, sin compromisos comerciales, legales ni
económicos. Es importante, sin embargo, plantear la cuestión de la sustentabilidad, porque es la
condición de la continuidad en el tiempo de cualquier proyecto. Y la cuestión de si el éxito de una
serie web es trascender internet y pasar a ser producida para los medios de comunicación
tradicionales, plantea algunas dudas sobre la continuidad en el tiempo de la serie web como producto
específico. Otra posible forma de financiamiento, sería la oferta de contenidos pagos para celular por
parte de las empresas de telefonía, como analiza Luis Morales Morante, en particular a partir del
caso de la serie web Supervillanos, en España. Sin embargo, no parece demasiado probable, y menos
en nuestro país, que alguien elija pagar por algo que podría obtener gratis. Por otra parte, otros
1
Es muy interesante el trabajo de Sergio Romero Chamorro sobre la banda 1seg del espectro de la Televisión Digital
Abierta en Argentina. En esta franja poco conocida, en cada canal se puede desarrollar una emisión directa para
dispositivos móviles, con una definición más que aceptable para estos dispositivos, de unas 320 x 240 líneas. Este
espacio podría ofrecer la posibilidad de experimentar con nuevos formatos para nuevas pantallas (entre los que su
ubicaría las series web, por ejemplo) u ofrecer versiones sintetizadas de las programaciones habituales de estos
canales. Por ahora, es más esperable la segunda versión.
factores que analiza el autor como pueden ser la privacidad que puede otorgar el teléfono móvil, y el
uso intensivo por parte de las generaciones más jóvenes, no parecen desembocar naturalmente en el
consumo de contenidos audiovisuales de pago. Tenemos entonces dos cuestiones que sitúan al
género en una encrucijada: la sustentabilidad, y la permanencia en el medio. Hay sin embargo una
tercera cuestión, y puede ser más definitiva que las otras dos. En estos días, se debatió en la
Comisión Federal de comunicaciones, y se revocó en Estados Unidos la llamada Net Neutrality. En
la página nic.ar, dependiente de la Secretaría Legal y Técnica de la Nación, encontramos la siguiente
definición:
Se conoce como neutralidad de la red (Net Neutrality) al principio que
promueve que todo el tráfico de Internet debe ser tratado igualitariamente, sin
cobrar al usuario de manera diferente según el contenido, sitio web,
plataforma, aplicación, tipo de equipamiento utilizado para el acceso o modo
de comunicación. Es decir, el usuario puede acceder a este tipo de contenido
sin restricciones, entendiendo que posee el derecho de elegir libremente entre
los recursos que ofrece Internet.
Las disputas implican una discusión que incluye desde intereses empresariales, al combate de la
piratería, cuestiones de seguridad interior, libertades civiles como la de expresión e información, etc.
Si bien al igual que en varios países de Sudamérica y Europa en Argentina la neutralidad de la red
está garantizada por la Ley Argentina Digital de 2014, el hecho de que en uno de los países que
mayor cantidad de contenidos y que mayor cantidad de tráfico por internet produce en el mundo, este
principio se haya dado de baja, no deja de ser preocupante, porque como ejemplo es muy imponente.
Los riesgos son mayores en el ámbito audiovisual: los contenidos audiovisuales son de los que más
tráfico insumen, y por ello Youtube, Netflix, Spotify, y por supuesto, las páginas ilegales para acceder
a contenidos audiovisuales, son las más amenazadas. El gobierno actual de nuestro país, por otro
lado, ha dado sobradas muestras de apoyarse (y apoyar) los conglomerados comunicacionales. El ya
monopólico grupo Clarín, multimedios que además provee internet a través de su empresa Fiberte, ha
adquirido la empresa de telefonía móvil Nextel, y se apresta a incorporar la oligopólica compañia
telefónica Telecom. No es muy aventurado suponer que este gran conglomerado se vería beneficiado
por la cancelación de la neutralidad de la red, por razones económicas pero también políticas. En este
sentido, las series web y muchos otros contenidos producidos por fuera de las cadenas corporativas,
podrían verse muy afectadas, no solamente en el ya difícil esquema de sustentabilidad, sino en su
objetivo esencial: la llegada al público.
A modo de conclusión¿Qué sucederá con las series web en este contexto?
Intentar hipotetizar un panorama a futuro está muy lejos del alcance y las posibilidades de este
trabajo y su autor. En principio, el panorama parece bastante desalentador, y por varios motivos: los
contenidos en internet parecen adquirir relevancia por cuestiones que exceden largamente lo que
podríamos denominar "calidad", o cierto estandar de calidad técnica, profundidad e interés
narrativos, etc. No se ha podido desarrollar un esquema de sustentabilidad que exceda el patrocinio
comercial directo, o los vaivenes de apoyo estatal a la producción audiovisual. El consumo de
contenidos en internet, que podríamos denominar irrestricto si se accede a una conexión doméstica
de banda ancha, podría comenzar a ser clasificado, parcializado, recargado económicamente.
Sin embargo, si nos enfocamos en el núcleo de aquello que podemos encontrar en las series web más
relevantes, podemos encontrar algunos elementos que nos pueden hacer pensar en su continuidad en
el tiempo. El espíritu low fi, amateur, de experimentación, que contienen incluso algunas series
producidas profesionalmente como la española "Malviviendo", o ""Tiempo Libre", por citar un
ejemplo nacional, es un ejemplo de aquello que suelen tener en común la mayoría de las series web.
Como un espacio de libertad frente a las presiones comerciales, incluso libertad con respecto a
cuestiones de derechos de autor (en las más amateur), conecta con la energía creativa y las ganas de
mostrar lo que quieren contar las generaciones más jóvenes, y no tan jóvenes. Lo que hace apenas 20
años era extremadamente complejo para los interesados en el arte audiovisual, encuentra hoy un
espacio para su difusión. Por supuesto, esta difusión puede ser nula, o escasa, pero sabemos que la
obra termina su ciclo de significación en contacto con el público, y en la red, cientos de series web
están alojadas, a disposición de quien quiera verlas.
Quizás lo que faltaría establecer es si el formato serie, es el más adecuado para tener una versión
específica para la red. Algunos datos parecerían hacernos creer que sí: el auge de las ficciones
seriadas en Internet pero también en TV y en el propio cine (con las sagas como protagonistas de los
últimos 15 años), el desarrollo de dispositivos móviles con prestaciones audiovisuales cada vez más
sofisticadas en cuanto a tamaño y definición de la pantalla, calidad y potencia del sonido,
conectividad, etc. Quizás, a diferencia de los formatos seriados de los medios tradicionales, las series
web no disponen de un dispositivo publicitario que refuerce el vínculo entre la serie y su espectador.
Pero al mismo tiempo, la idea de los públicos masivos,es propia de otro momento de los medios, y
cada serie puede encontrar su público específico, como parte del ejercicio de la libertad creativa que
las buenas series web saben explorar de la mejor manera.

Bibliografía

Igarza, Roberto. Burbujas de ocio. Nuevas formas de consumo cultural. Editorial La


crujía/Inclusiones. Buenos Aires, 2009.
Morales Morante, Luis. La producción de ficción para telefonía móvil. Revista TELOS (Cuadernos
de comunicación e Innovación). www.telos.es
Murolo, Norberto. Nuevas pantallas, un desarrollo conceptual. Revista Razón y palabra. Accesible en
http://www.razonypalabra.org.mx/N/N80/V80/24_Murolo_V80.pdf
Romero Chamorro, Sergio. Contenidos audiovisuales para distribución por el canal 1seg de la nueva
TV digital.
Secretaría Legal y Técnica de la Nación. ¿Qué es la neutralidad de la red? En
https://nic.ar/es/enterate/novedades/que-es-neutralidad-de-la-red

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