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El perdón

El perdón es una liberación del resentimiento con algún ofensor. En suma, es la renuncia a los
resentimientos e indignación que ha causado una ofensa. El perdón surge de la libertad y la
caridad. No obstante, la presencia del perdón no impide la aplicación de la justicia ante el ofensor.

¿El perdón es subjetivo?

El perdón nace en el sujeto que recibió la ofensa, pues sólo en esta calidad puede liberarse de los
posibles resentimientos que tenga contra el agresor. Debemos de saber que el perdón, como
liberación, es fruto de la voluntad de cada individuo. No se puede obligar a perdonar porque esta
acción recae en la voluntad, que aún con castigos, no hace lo que otros decidan sino lo que ella
misma delibera hacer. Incluso se puede decir que esta obligación violenta la naturaleza del
perdón. Pues, si el perdón intenta reconstruir y liberar de un resentimiento, no se puede llevar a
cabo en plenitud si no es por medio de la libertad.

El ofensor no puede perdonar, porque la ofensa no recayó en él, sino que de él se originó. Por
tanto, el perdón depende de quien recibe la ofensa y es un acto de la libertad y de la caridad.

Cuando perdonamos ejercemos la caridad en un grado mayor, pues, si la caridad es amor, y el


amor es el deseo del bien del otro, le hacemos un bien a nuestro ofensor cuando lo liberamos de
nuestro resentimiento y posible violencia. Esto no significa que haya que renunciar a la justicia o al
castigo merecido, sino que, con el perdón mostramos nuestra disposición a hacer el bien.

¿El perdón es una decisión de abandonar el resentimiento?

Se puede hablar del perdón como una liberación. De hecho, la palabra “perdón” viene de las
palabras latinas “per donare”, que significan “dejar ir”, “dar por” o “dar para”. Cuando ejercemos
el perdón “soltamos” a quien nos ha ofendido o nos ha hecho un mal. En griego esta etimología se
entiende mejor, pues, “afesis”, palabra para perdón, significa liberación.

El cristiano cree en el perdón de los pecados. Y como consecuencia, espera ser aceptado de nuevo
en el seno del Padre a través de la justificación del Hijo, quien ha planificado la naturaleza humana
y hecho posible que seamos de nuevo hijos de Dios en plenitud. Es así que estamos llamados a ser
“hijos en el Hijo”. El perdón de los pecados es una creencia fundamental del cristianismo, que ha
sido expresada en el credo y en el Padrenuestro. Decimos: “creo en el perdón de los pecados” y
“perdona nuestras ofensas”, respectivamente. Este perdón lo esperamos según la bondad y gracia
de Dios y según nuestra naturaleza, que después de haberse apartado voluntariamente de Dios, es
capaz del bien, y en plenitud lo es por la acción de gracia salvadora de Cristo.
¿El perdón implica dejar de hacer justicia?

El dar el perdón no significa que dejemos de reclamar justicia sobre el que nos ha ofendido. Nos
hemos liberado de la ira y del resentimiento, pero no de la justicia. Abandonar ésta sería un gran
mal para el ofensor, pues la justicia acerca al ofensor a una corrección y busca su
perfeccionamiento.

Hemos planteado que el perdón es un resultado de la misericordia, que es expresión de la caridad.


La caridad, que es amor, es el deseo del bien del otro. Es así que si somos caritativos con el
ofensor, desearemos su bien, y esto es su optimación. Si permitimos que el ofensor permanezca
en tal estado, ya sea como delincuente o criminal, lo apartamos de su optimación en la virtud. Y si
permitimos que continúe con una vida apartada de la virtud, que es expresión del bien, y llena de
conductas antisociales, permitimos que persevere en el mal, ya que estas acciones terminan
destruyendo al individuo. Por tanto, si no hacemos justicia a nuestro ofensor le hacemos un mal,
ya que no lo conducimos hacia su perfeccionamiento en la virtud.

Acercar a la justicia al ofensor le causa un bien, pues reconoce que ha violado la dignidad de otra
persona, y además lo insta a llevar una vida virtuosa, aunque tenga que purgar una justa condena.
Al final la justicia y el perdón no se contradicen porque buscan el mismo fin que es el bien del
ofensor. Este bien se puede mostrar como magnanimidad humana, sin embargo, el cristiano
entiende que toda compasión y perdón participa de la bondad divina y a ella se encamina.

Qué es el Perdón:

Perdón es la acción y el resultado de perdonar. Se puede perdonar, entre otras cosas, una ofensa
(por ejemplo, un insulto), una pena (cadena perpetua, arresto domiciliario...), una deuda (por
ejemplo, económica). También es la indulgencia o la remisión de los pecados. La palabra 'perdón'
también tiene otros significados y se utiliza en varios contextos para expresar disculpa en general
('Perdón, no me había dado cuenta'), por ejemplo cuando se interrumpe un discurso ('Perdón,
¿sabéis qué hora es?'). También se emplea a modo de disculpa para excusarse en una
conversación ante algo que se dice de forma inapropiada ('He visto por la calle al tío ese, perdón, a
tu novio'). En algunos casos se utiliza la fórmula 'con perdón'.

Algunos sinónimos son: indulto, amnistía, condonación, absolución, gracia y clemencia. En


ocasiones también se utiliza en plural de esta forma: 'mil perdones', para expresar disculpa.
También, en plural, se llama 'perdones' a los obsequios que se traen de una romería. En el
lenguaje coloquial, 'perdón' también es una gota de aceite o cera que cae ardiendo.

El valor del perdón


El perdón se suele considerar un valor humano. El perdón puede servir por un lado, al ofensor
para liberarse de la culpa y por otro lado, para que el ofendido se libere de posibles sentimientos
de rencor. El perdón no siempre implica que el ofensor no tenga que compensar de algún otro
modo su error. Se suele valorar el hecho de saber perdonar, aunque también el saber pedir
perdón, porque implica de algún modo, reconocer la culpa y el daño cometido a la otra persona.
En Psicología, ambas acciones se consideran capacidades del ser humano, que también suelen
tener efectos terapéuticos positivos.

Muchas religiones tratan en su doctrina elementos como el perdón, el arrepentimiento y el


sacrificio. Se habla del perdón en los libros sagrados, oraciones y plegarias. El perdón se suele
representar a través de distintos rituales. En el Cristianismo, por ejemplo, el Sacramento de la
Reconciliación o Penitencia también se conoce como el Sacramento del Perdón. En el Judaísmo, el
Yom Kipur es el Día del Arrepentimiento o el día del Perdón.

Pedir perdón

Pedir perdón es equivalente a disculparse. Es un concepto genérico ya que se puede aplicar a


diferentes contextos. Se puede pedir perdón a una persona, a un grupo o institución o a una
divinidad. Pedir perdón se suele asociar a la humildad por reconocer que se ha cometido un error
y también suele mostrar que la persona muestra intención de rectificar o compensar, de algún
modo ese error. Algunas expresiones sencillas utilizadas para pedir perdón son: 'lo siento',
'disculpa', 'te pido perdón', 'perdona', 'perdóname' o simplemente, 'perdón'.

http://www.significados.info/perdon/

Tipos de perdón

Perdón pleno/parcial: En el perdón pleno, el perdonante "perdona y olvida", es decir, no sólo


decide no odiar al perdonado, sino que recupera la relación de confianza o amor con el
perdonado, como si la ofensa no hubiera tenido lugar. En el perdón parcial, el perdonante decide
no odiar al perdonado por la ofensa recibida, pero no se recomponen totalmente las relaciones
preexistentes.

Perdón condicional/incondicional: En el perdón condicional, el perdonante subordina algunos o


todos los efectos del perdón al seguimiento por parte del perdonado de ciertas reglas de conducta
o al cumplimiento de cualquier otro tipo de condición.

Perdón expresado/tácito/no expresado: El perdonante puede optar por comunicar expresamente


al perdonado la concesión del perdón, o bien por hacérselo ver por hechos más o menos
concluyentes, o bien optar por no comunicarle de modo alguno la concesión del perdón.

Perdón espontáneo/solicitado: El perdón solicitado es el que se produce tras la petición de


disculpas del ofensor, el espontáneo tiene lugar sin tal petición.
Perdón humano/divino: Según quién sea quien perdona, Dios o el ofendido, el perdón será divino
o humano.

La visualización es un recurso clave para practicar ciertas técnicas de la PNL y lograr


resultados reales y concretos para la mejora personal o profesional…

Visualizar no es algo racional…Lo racional viene dado por el hemisferio izquierdo de nuestro
cerebro…es la parte lógica.

La parte creativa, holística, o las imágenes, es decir la visualización se genera a partir del
hemisferio derecho. La Programación Neurolingüística se vale muchas veces del concepto de
Estado Deseado…ese estado-meta al que hay que llegar desde el estado actual o presente o
estado problemático que se quiere modificar. Y muchas veces visualizar de ciertas maneras es el
vehículo que permite un cambio de estados. En PNL al estar visualizando, utilizamos nuestros
sistemas de representación de tal manera que podamos crearnos las imágenes internamente con
el grado de detalle que queramos, modificando las su modalidades…y experimentar un evento
determinado… incluso, antes de que suceda en la realidad. Aplicando la PNL podemos
convertirnos en escritores o directores de una película, creando nuestra propia manera de viajar a
través del tiempo y el espacio…con el poder de visualizar y de comenzar a modificar algo a partir
de nuestra mente. La visualización como recurso en la PNL, en general, puede ser utilizada para
volver un objetivo más atractivo. Esto supone, como decíamos, sintonizar con las diversas su
modalidades o características del resultado imaginado, como puede ser el brillo de la imagen, el
volumen del sonido, las sensaciones corporales, los olores percibidos. La interiorización de la meta
de esta manera, pone en marcha el sistema de búsqueda del blanco o target. Es un mecanismo
cibernético…que luego funciona como si estuviera en piloto automático…corrigiendo el curso…y
guiándonos hacia la meta visualizada. La visualización debe lo más nítida y detallada posible…eso
asegura que este mecanismo cibernético, se ponga en marcha… Si quieres que sea efectiva tu
meta, y que no te genere conflictos, esta debe estar en sintonía con tus valores, con tus creencias
o convicciones y que no dañe a terceros, ni a tu propia salud!…en definitiva deberá ser ecológica,
como la PNL propone …¿Si pudieras llegar a lograr esa meta, a tener ahora mismo eso que
quieres…lo tomarías para ti? Además, una meta claramente visualizada es más fácil de comunicar
a ti mismo primero…y luego a la gente, sobre todo si se trata de objetivos grupales, en una
organización o empresa.

 La visualización es una potente herramienta para la manifestación de aquello que


queremos atraer o repeler en nuestra vida. Si usted tiene metas específicas, use la
visualización para crear el imán energético que le abrirá las puertas y removerá obstáculos
del camino hacia su realización personal, espiritual y profesional.
 Hay investigaciones que han demostrado que la visualización mental de uno mismo
realizando una actividad, puede suponer para el cerebro lo mismo que la práctica real de
dicha actividad. Esto se debe a que la práctica mental de una situación activa las mismas
estructuras cerebrales que la práctica física. Para hacernos una idea de la importancia de
esta práctica, actualmente la utilizan pilotos de caza, F1 y gimnastas dentro de su plan de
entrenamiento habitual. Lo más interesante de este método es que nos permite
entrenarnos en cualquier circunstancia y lugar sin ningún coste ni riesgo. Solo necesitamos
una buena dosis de imaginación y concentración. Si lo piensas bien, seguro que en algún
momento te has sorprendido imaginando algo que te ha hecho sudar, emocionarte o
cabrearte. En ese momento, el cerebro está experimentando lo mismo que si esas
situaciones te estuviesen pasando en realidad. Como podéis ver, el potencial de este
descubrimiento es enorme. Para visualizar una situación debemos estar preferiblemente
en un lugar tranquilo con poca luz y donde no nos vayan a molestar. Cerrando los ojos,
podemos imaginar un paisaje o una habitación en la que nos encontremos a gusto.
Cuantos más detalles seamos capaces de visualizar, más convencido estará el cerebro de
que lo que está ocurriendo es real y por lo tanto, mejor será nuestro entrenamiento.
Intentemos usar los distintos sentidos: imaginemos sonidos, olores y el tacto de las cosas.
Una vez que nos hemos situado en nuestro escenario imaginario, podemos pasar a realizar
la actividad que queremos entrenar. El emprendedor podría situarse en una entrevista con
un inversor o en una conferencia delante de cientos de personas. Debería visualizarse a sí
mismo hablando con calma y respondiendo a las difíciles cuestiones que le plantean. La
visualización mental es como cualquier práctica, realizarla una vez está bien, pero para
tener resultados habrá que repetirla (cuantas más veces mejor) para que nuestro cerebro
memorice nuestras acciones. Por sorprendente que parezca, a la hora de llevarlas a cabo,
nuestro subconsciente tendrá hechos los deberes y la probabilidad de actuar
correctamente se multiplicará.
Otro fin para el que nos puede ser útil la técnica de la visualización es la de fijar nuestros
objetivos e incrementar las posibilidades de alcanzarlos. Para ello, debemos visualizarnos
consiguiendo nuestras metas. La imagen vívida de nuestro éxito enfocará a nuestro
cerebro al 100% para llegar a él. Como he dicho, no hay ninguna magia en todo esto. Lo
que ocurre es similar al efecto que tiene el escribir y compartir nuestros objetivos por
escrito. De alguna manera, nuestro subconsciente se compromete con ellos y a partir de
ese momento actúa en consecuencia.

No hace falta que os diga que una visualización negativa de las situaciones futuras puede
facilitar nuestro fracaso en todo lo que intentemos. Si nos torturamos durante horas
imaginando cómo vamos a hacer las cosas mal, hay muchas probabilidades para que se
repita ese fracaso en el momento de la verdad.

 Visualización es la generación de una imagen mental o una imagen real de algo abstracto o
invisible. Hay varias formas de visualización: La visualización científica se dedica a la
transformación de datos científicos pero abstractos en imágenes. Ejemplos son el dibujo
de diagramas para visualizar funciones matemáticas o gráficos 3D para visualizar el
interior de un hombre. La visualización creativa es una técnica psicológica para alcanzar
una condición emocional deseada a través de imaginar una imagen concreta. Por ejemplo,
algunos deportistas se estimulan imaginando la ejecución perfecta de sus movimientos, y
empleados estresados se relajan imaginando una escena tranquilizadora.

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