MI CONFIRMACIÓN

Colegio Reina Isabel

Celebrada por

Mons. Salvador Cisneros Gudiño

Parroquia Santa Teresa de Ávila

Tijuana, B.C., a 21 de mayo del 2016.

CATEQUISTA:
Hoy es un día especial porque el Espíritu Santo renacerá Que el Hijo unigénito de Dios, que prometió a su Iglesia la
en el corazón de nuestros jóvenes. La Confirmación es presencia continua del Espíritu de verdad, los bendiga y los
uno de los tres sacramentos de la iniciación cristiana. confirme en la confesión de la fe verdadera.
Renovemos nuestra fe en la presencia del espíritu del
Señor y dispongámonos a recibir, tanto los que van a Todos: Amén.
confirmarse como los que ya lo estamos, una nueva
efusión de sus dones. Que el Espíritu Santo, que encendió en el corazón de los
Nos ponemos de pie para recibir a Mons. Salvador discípulos el fuego del amor, los bendiga y, congregándolos
Cisneros Gudiño. en la unidad, los conduzca, a través de las pruebas de la
vida, a los gozos del Reino eterno.
ANTÍFONA DE ENTRADA:
Esto dice el Señor: derramaré sobre ustedes agua pura; les Todos: Amén.
daré un corazón nuevo y les infundiré un nuevo espíritu.
Y que a todos ustedes, aquí presentes los bendiga Dios Todo
ORACIÓN COLECTA poderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Envía Señor, sobre nosotros a tu Espíritu Santo para que
caminemos todos en la unidad de la fe y sostenidos por la Todos: Amén.
fuerza de su amor, podamos llegar a la madurez de la vida
en Cristo. Monseñor: Podemos irnos en la paz de Cristo resucitado, a
dar testimonio con nuestra vida de que hemos confirmado
PRIMERA LECTURA nuestra fe, recibiendo los dones del Espíritu Santo.
Lectura del profeta Jeremías, 1, 4-8
Todos: Demos gracias a Dios.
Entonces Dios me dirigió su palabra: Antes de formarte en
el seno de tu madre, ya te conocía; antes de que tu
nacieras, yo consagré y te destiné a ser profeta de las
naciones.
Yo exclamé: “¡Ah, Señor!, ¡Cómo podría hablar yo, que soy
un muchacho!, y me contestó Dios: “No me digas que eres
un muchacho. Irás a dondequiera que te envíe y
proclamarás todo lo que yo te mande. No les tengas miedo,
porque estaré contigo para protegerte”.

Palabra de Dios.

Todos: Te alabamos Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, la ofrenda de tu pueblo y haz que tus hijos,
que acaban de recibir el don del Espíritu Santo, sepan
conservar fielmente y lleguen a obtener los premios eternos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
CONSAGRACIÓN
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Alégrense en el Señor todos ustedes, los que han sido
iluminados, los que han gustado del don celestial, los que
han sido partícipes del Espíritu Santo.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre Santo, infunde en nuestros corazones tu Espíritu de
amor, para que todos aquellos que hemos sido alimentados
con el cuerpo de tu Hijo, podamos vivir como hermanos.
Por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
BENDICIÓN
Que Dios Padre todo poderoso, que los ha adoptado como
hijos, haciéndolos renacer del agua y del Espíritu Santo, los
bendiga y los haga siempre dignos de su amor paternal.
Todos: Amén.
SALMO RESPONSORIAL
Del Salmo 103
R. Envía Señor tu Espíritu a renovar el aspecto de la tierra.
Bendice al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu
grandeza.
Qué numerosas son tu obras, Señor, y todas las hiciste con
maestría.
La tierra está llena de tus criaturas.
R. Envía Señor tu Espíritu a renovar el aspecto de la tierra.
Todos los vivientes aguardan que les des de comer a su
tiempo; les das el alimento y lo recogen, abres tu mano y se
sacian de bienes.
R. Envía Señor tu Espíritu a renovar el aspecto de la tierra.
Mientras viva el Señor he de cantarle, mientras yo exista
alabaré a mi Dios. Ojalá que le agraden mis palabras y yo
me alegraré en el Señor.
R. Envía Señor tu Espíritu a renovar el aspecto de la tierra.
SEGUNDA LECTURA
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles, 8,1.4.14-17
El mismo día de la muerte de Esteban, se desató una violenta
persecución contra la comunidad cristiana de Jerusalén, y
todos menos los apóstoles, se dispersaron por Judea y por
Samaria. Los que se habían dispersado, al pasar de un lugar
a otro, iban difundiendo la buena nueva.
Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron
de que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron
allá a Pedro y a Juan.

Estos, al llegar oraron por los que se habían convertido, para
que recibieran al Espíritu Santo, porque aún no lo habían
recibido y solamente habían sido bautizados en el Señor
Jesús. Entonces Pedro y Juan impusieron las manos sobre
ellos y ellos recibieron al Espíritu Santo.
Palabra de Dios
Todos: Te alabamos Señor
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Todos: Aleluya, aleluya.
El Espíritu de verdad dará testimonio de mi, dice el Señor, y
también ustedes serán mis testigos.
Todos: Aleluya, aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según San Juan: 14, 23-26
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
“El que me ama cumplirá mi palabra, y mi Padre lo amará y
haremos en él nuestra morada. El que no me ama, no
cumplirá mis palabras. La palabra que están oyendo no es
mía, sino del Padre, que me envió. Les he hablado de esto
ahora que estoy con ustedes; pero el Consolador, el Espíritu
Santo que mi padre les enviará en mi nombre, les enseñará
todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho”.
Palabra de Dios
Todos: Gloria a ti Señor Jesús.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Monseñor: Queridos hermanos oremos a Dios Padre todo
poderoso, unidos en la misma fe, en la misma esperanza, en
la misma caridad, que proceden del Espíritu Santo.
Por nosotros, los que acabamos de ser confirmados, para
que el don del Espíritu Santo que nos ha hecho miembros
más del pueblo de Dios, nos arraigue en la fe y nos haga cre-
cer en el amor, y así demos testimonio de Jesucristo.
Todos: Te rogamos Señor.
Por nuestros padres y padrinos, para que, con su palabra y
ejemplo, nos ayuden a seguir a Cristo y a ser fieles a la fe.
Todos: Te rogamos Señor.
Por la Santa Iglesia de Dios congregada por el Espíritu Santo
en la unidad de la fe y de la caridad, para que en comunión
con nuestro Santo Padre el Papa Francisco, con nuestro
Obispo Rafael, y con todos los obispos del mundo, crezca y
se difunda entre todos los pueblos, roguemos al Señor.
Todos: Te rogamos Señor.
Por el mundo entero, para que el Espíritu Santo mueva los
corazones de tantos hombres que no le conocen, y para que
se reconozcan como hermanos y podamos vivir en paz.
Todos: Te rogamos Señor
Monseñor: Señor, que enviaste el Espíritu Santo a tus
Apóstoles y estableciste que, por medio de ellos y sus
sucesores, ese mismo espíritu se transmitiera a todos los
fieles, escucha benévolo nuestra oración y concede a estos
hijos tuyos, que han sido confirmados, participar también
ahora de los dones que tu misericordia dispensará al iniciarse
la predicación del Evangelio.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.
MONICIÓN
Hemos llegado al momento culminante de la celebración.
Monseñor les impondrá la mano; los marcará con la cruz
gloriosa de Cristo para significar que son propiedad del
Señor y los ungirá con óleo perfumado. Ser crismado es lo
mismo que ser Cristo, ser Mesías, ser Ungido. Y ser Mesías y
Cristo comporta la misma misión que el Señor: dar testimonio
de la verdad y ser, por el buen olor de las buenas obras
fermento de santidad en el mundo.
INDICACIONES PARA LA CRISMACIÓN
Los padrinos pondrán su mano derecha sobre el hombro
de su ahijado(a). Esto es signo de que se comprometen a
acompañar en el crecimiento de su fe y dar testimonio a estos
jóvenes a través de un estilo de vida de generosidad y amor
al prójimo.
CRISMACIÓN
Recibe por esta señal + el don del Espíritu Santo
Confirmado: Amén
Monseñor: La paz sea contigo.
Confirmado: Y con tu Espíritu
PRESENTACIÓN DE LOS CONFIRMADOS:
(Se ponen de pie los jóvenes al escuchar su nombre)
Estos jóvenes fueron bautizados con la promesa de que
serían “educados en la fe” y de que “un día recibirían por la
Confirmación la plenitud del Espíritu Santo”. Este fue el
compromiso que sus papás y padrinos adquirieron en el
Bautismo, y tengo la satisfacción de poder decir a toda la
comunidad aquí presente que estos jóvenes han recibido la
catequesis conveniente a su edad.
Todos: Demos gracias a Dios
HOMILIA
LITURGIA DEL SACRAMENTO
RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS DEL BAUTISMO
Monseñor: ¿Renuncian ustedes a Satanás y a todas sus
obras y seducciones, en concreto:
a vivir como si Dios no existiera;
a creerse los mejores y a despreciar a los demás;
a pensar que no necesitan de nada ni de nadie;
a suponer que ya lo saben todo?
Confirmandos: Sí, renunciamos.
Monseñor: ¿Renuncian ustedes a Satanás y a todas sus
obras y seducciones, en concreto:
a engañar a los demás;
a decir mentiras;
a ser hipócritas?
Confirmandos: Sí, renunciamos
Monseñor: ¿Renuncian ustedes a Satanás y a todas sus
obras y seducciones, en concreto:
a preocuparse sólo de ustedes;
a no ayudar a los demás;
a no compartir lo que tienes con los otros?
Confirmandos: Sí, renunciamos
Monseñor: La fe que recibieron ustedes en el Bautismo y que
vienen ahora a ratificar, exige que se comprometan:
a vivir de acuerdo con el Evangelio,
a acudir a Dios por medio de la oración,
a celebrar el día del Señor y la Eucaristía,
a ser apóstol, mediante el testimonio de una vida verdadera-
mente cristiana,
a trabajar por mejorar las condiciones de la vida humana.
¿Se comprometen a todo esto?
Confirmandos: Sí, nos comprometemos.
ASENTIMIENTO DE LA COMUNIDAD
Y ustedes, padres, padrinos y fieles de esta comunidad:
¿Están ustedes de acuerdo junto con estos confirmados en
reconocer que esta es nuestra fe?
Todos: Si, ésta es nuestra fe.
¿Reconocen ustedes que ésta es la fe de la Iglesia Católica?
Todos: Si, ésta es la fe de la Iglesia Católica.
¿Se glorían ustedes de profesar esta fe en Cristo Jesús, nuestro?
Todos: Si, nos gloriamos de profesar esta fe en Cristo
Jesús, Señor nuestro.
IMPOSICIÓN DE LAS MANOS
MONICIÓN
El día de Pentecostés, los apóstoles recibieron una presencia
muy especial del Espíritu Santo. Los obispos, sus
continuadores, transmiten desde entonces el Espíritu Santo
como un don personal por medio del sacramento de la
Confirmación, que ahora va a comenzar con la imposición
de manos del Obispo. La imposición de manos es uno de
los gestos que aparecen habitualmente en la historia de la
salvación y en la liturgia para indicar la transmisión de un
poder o de una fu- erza o de unos derechos.
ORACIÓN
Oremos hermanos, a Dios todo poderoso por estos hijos
suyos, que renacieron ya a la vida eterna en el Bautismo, para
que envíe abundantemente sobre ellos al Espíritu Santo, a fin
de que este mismo Espíritu los fortalezca con la abundancia
de sus dones, los consagre con su unción espiritual y haga de
ellos imagen fiel de Jesucristo.
Dios todo poderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que
has hecho nacer de nuevo a estos hijos tuyos por medio del
agua y del Espíritu Santo, librándolos del pecado, escucha
nuestra oración y envía sobre ellos al Espíritu Santo
consolador: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de
consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia, de piedad y de
tu santo temor.
Por Jesucristo nuestro Señor,
Todos: Amén.