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El concepto de bienes

comunes en la obra
de Elinor Ostrom
Álvaro Ramis Olivos*

La ceguera conceptual ante los ría economía convencional, tales como los costes
bienes comunes. de transacción, el estudio de las reglas del juego,
los mecanismos de control y mantenimiento de
El creciente interés social por el concepto de «bie- los acuerdos sociales. A partir de este enfoque Os-
nes comunes» se debe en buena parte al trabajo trom logró conciliar desde una perspectiva econó-
de más de treinta años de la politóloga estadouni- mica los conceptos de eficiencia y sostenibilidad,
dense Elinor Ostrom (1933-2012) y su «Taller de destacando el rol de las instituciones, la necesidad
Teoría Política y Análisis de Política Pública» de la de atender a la la variable temporal, los incentivos
Universidad de Indiana (Bloomington). Ostrom al cambio institucional y los costes de transac-
fue la primera mujer que recibió el Premio del ción, desde un modelo de racionalidad limitada.
Banco de Suecia en Ciencias Económicas en me- Superó así una dicotomía tradicional que asigna
moria de Alfred Nobel, el que compartió en 2009 a los bienes privados al ámbito del mercado, de
con Oliver E. Williamson. En esa ocasión la Real acuerdo a los parámetros del orden espontáneo de
Academia de Ciencias de Suecia destacó su obra Adam Smith, y por otra parte radica los bienes co-
por su análisis de la gobernanza económica, espe- lectivos al monopolio del «Leviatán» Hobbesiano
cialmente de los recursos compartidos. Su focali- que entiende que el orden social descansa sobre
zación en este punto corresponde a un programa la fuerza y no sobre la interacción entre sujetos.
de investigación más amplio que buscó analizar La tesis fundamental de su obra se puede sinte-
las instituciones, sean de carácter político o de ca- tizar en que no existe nadie mejor para gestionar
rácter informal y sus posibles imbricaciones, con sosteniblemente un «recurso de uso común» que
el fin de aportar a las teorías del desarrollo eco- los propios implicados (1995: 40). Pero para ello
nómico. Esta preocupación estuvo fuertemente existen condiciones de posibilidad: disponer de
influida por la tradición tocquevilliana, en tanto los medios e incentivos para hacerlo, la existencia
que valoró la provisión de los servicios públicos de mecanismos de comunicación necesarios para
por parte de los propios ciudadanos, y demandó su implicación, y un criterio de justicia basado
al Estado las condiciones necesarias para que la en el reparto equitativo de los costos y beneficios.
ciudadanía pueda realizar dichos esfuerzos. Para comprender la conceptualización propuesta
La obra de Elinor Ostrom se insertó en el mar- por Ostrom es necesario reseñar los aportes de la
co conceptual de la «Nueva Economía Institu- teoría de los bienes públicos desarrollada por Paul
cional», que a partir del análsis microeconómico Samuelson (1954) que los define como aquellos
puso su foco en aspectos desatendidos por la teo- bienes que no es viable ni deseable racionar su uso
y cuyo uso o consumo individual no impide el uso
* Universitat de València (alrao@alumni.uv.es) o consumo de otros. Como ejemplifica Stiglitz:

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van más allá de la simple descripción del régimen
de propiedad jurídica en que se encuentren ac-
tualmente. La intención de Buchanan fue salvar
lo que denominó «la increíble distancia estable-
cida por Samuelson entre el bien puramente pri-
vado y el bien puramente público». (Buchanan,
1964: 1-14) A partir de Buchanan se comenzó a
hablar de bienes públicos «impuros» como una
categoría intermedia entre los bienes privados y
los bienes públicos puros. Pero este esquema solo
identificó un tipo de bien impuro: los «bienes de
club» o «de peaje».
Los bienes comunes y los bienes de club se
Elinor Ostrom (Fuente: http://blogs.worldbank. parecen en la medida en que se utilizan o con-

Referentes del pensamiento ambiental


org/category/tags/elinor-ostrom)
sumen de modo colectivo. Pero se diferencian
La defensa nacional es uno de los pocos bienes porque los bienes de club incluyen una cuota o
públicos puros que satisface ambas condiciones: peaje de acceso que les hace excluibles de acuer-
no es posible ni deseable impedir que se utilicen. do a criterios de mercado. Por eso los bienes de
[...] si el gobierno crea una instalación militar club también se llaman «bienes artificialmente
que nos protege de los ataques, nos protege a escasos» y se definen como aquellos que satis-
todos. Los costes de la defensa nacional apenas facen las necesidades a los usuarios gratuita y
son afectados cuando nace otro niño o una nue- libremente en el momento de uso, pero impli-
va persona emigra a otro lugar. Otro ejemplo son cando costos compartidos de entrada. La imagen
los faros. Por un lado es difícil (pero no imposi- es la de un socio de un club que accede a sus
ble) impedir que disfruten de sus beneficios los servicios ilimitadamente si ha pagado la cuota
barcos que no contribuyen a financiarlos [...] Es de pertenencia. Existen situaciones en las que la
importante distinguir entre el coste adicional de exclusión es viable, pero no deseable.
suministrar un bien del coste marginal que resul- El modelo de Buchanan complejizó el esque-
ta del hecho de que una persona adicional disfru- ma binario de Samuelson pero al plantear el con-
te de ese bien. Cuesta más instalar más faros pero cepto de «bienes de club» solo logró visibilizar los
no cuesta más permitir que un barco adicional bienes excluibles pero no rivales, pero no atendió
se guíe por un determinado faro cuando navega al caso contrario, a los bienes rivales pero no ex-
cerca de él. (Stiglitz, 1998: 125) cluibles. Elinor Ostrom piensa que estos enfoques
Musgrave (1959) complementó esta clasifica- reflejaban una aporía teórica ya que seccionan la
ción introduciendo la variable de excluibilidad y realidad económica de una forma maniquea entre
el concepto de bienes «de mérito». La excluibili- lo estatal y lo privado, pero a la vez reducen a
dad es importante porque describe la posibilidad la ciudadanía a una serie acotada de roles, ya sea
de apartar del uso o consumo de un bien a quien como consumidores o como votantes:
no paga por acceder a ellos. Un bien es «no ex- En su clásico ensayo definicional, Paul
cluible» cuando técnicamente, o por razones de Samuelson (1954) divide los bienes en dos tipos.
costo, no se puede impedir que quienes no con- Los bienes privados puros son tanto excluibles
tribuyan dejen de acceder a él. Esta clasificación (individuo A puede ser excluido de consumo de
no indica necesariamente propiedad estatal o bienes privados a menos que pague) y rivales (lo
privada ya ambos casos los puede proveer el sec- que el individuo A consume, nadie más lo puede
tor estatal o un actor privado. Buchanan (1965) consumir). Los bienes públicos son excluyentes
va a matizar la separación tajante entre bienes (no se puede mantener a los que no han pagado
públicos y privados que estableció Samuelson a por un bien que consuman) y no competitivo (lo
partir de la idea de bienes puros e impuros, que que consume un individuo no limita el consu-

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Tipología de los bienes
seres humanos, ya sea privados puros o públicos
Rivalidad baja Rivalidad alta puros. Samuelson y otros, incluyendo a Musgrave
(1959), pusieron todo el énfasis en la exclusión.
Exclusión Bienes públicos Bienes públicos
Los bienes de los que otros individuos pueden
difícil puros impuros o bienes
comunes
ser excluidos fueron considerados bienes privados.
Cuando los economistas se referían a estos temas,
Puestas de sol Bibliotecas se centraron sobre la imposibilidad de exclusión,
Conocimientos Sistemas de pero más tarde se trasladó hacia una clasificación
acumulados regadío basado en el alto costo de exclusión. Los bienes se
Exclusión Bienes privados Bienes privados trataron como si hubiera una sola dimensión. No
fácil impuros, puros fue sino hasta los estudiosos desarrollaron una do-
de club o de peaje ble clasificación de las mercancías que un segundo
atributo de los bienes fue reconocido plenamente.
Televisión por Ordenadores (Hess - Ostrom, 2006: 6)
cable personales
La rivalidad se refiere a aquellos bienes que
Guarderías infan- Ropa y alimen-
tiles tación
solo pueden ser consumidos por un número
acotado de personas al mismo tiempo. La utili-
zación por parte de una persona o actor econó-
Fuente: Adaptado de E. Ostrom 2006
mico resta los bienes disponibles para los demás
debido a que todos los bienes tienen un «número
mo de otros). Esta división básica era consisten- óptimo» de usuarios que pueden compartirlos.
te con una dicotomía del mundo institucional Se puede debatir respecto al punto en que un
entre los intercambios de propiedades privadas bien se puede considerar «no rival», consideran-
en un entorno de mercado y la propiedad estatal do como criterio que el costo marginal de masi-
organizada por una jerarquía pública. La gente ficación sea nulo o muy bajo. Ostrom propuso
del mundo fue vista principalmente como con- un esquema que vincula la «rivalidad» como un
sumidores o votantes. (Ostrom, 2009: 410) determinante de igual importancia que la «ex-
Para superar la dicotomía que asigna a los bie- cluibilidad» en la naturaleza de un bien. Esto
nes privados al ámbito del mercado, de acuerdo llevó a una clasificación bidimensional basada
a los parámetros del orden espontáneo, y los simultáneamente en dos ejes. De esa forma se
bienes colectivos al monopolio del «Leviatán» obtiene un cuadro de cuatro tipos de bienes,
Ostrom ha desarrollado un enfoque que busca que permite visibilizar específicamente a los
poner en escena los bienes comunes mediante el bienes comunes, lo que era imposible tanto en
examen de la naturaleza y las formas en las que el esquema de bienes de Samuelson como el de
se dan directamente en la realidad. El trabajo Buchanan:
de Ostrom se caracteriza por analizar sistemá- La novedad radica en evidenciar que existe
ticamente una variedad de mecanismos insti- una forma colectiva de uso y explotación susten-
tucionales orientados a administrar y gestionar table de los campos de pastoreo (y los bienes co-
recursos de uso común. munales en general) que no está sujeto a la lógica
de la tragedia de los comunes. Proteger el pastizal
Bienes rivales y no excluibles de Hardin, reconociéndole como bien rival, no
implica necesariamente recurrir a los derechos
La definición de Ostrom atiende a una clasificación de propiedad individual o a otros mecanismos
general de los bienes de acuerdo a dos característi- de excluibilidad que proporciona el mercado.
cas simultáneas: «excluibilidad» y «rivalidad»: Ostrom muestra que las formas de explotación
En el tratamiento clásico de los bienes públi- ejidal o comunal pueden proporcionar mecanis-
cos, Paul A. Samuelson (1954, 387-389) clasifica mos de autogobierno que garantizan equidad en
todos los bienes que podrían ser utilizados por los el acceso, un control radicalmente democrático,

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a la vez que proporcionan protección, y vitali- tiempo. La mayoría de los medios ambientes es-
dad al recurso compartido. Por lo tanto, ante la tudiados son complejos e inciertos e interdepen-
posibilidad de la sobreexplotación la opción de dientes, en donde los individuos continuamente
Ostrom es «incrementar las capacidades de los afrontaban incentivos substanciales para actuar
participantes para cambiar las reglas coercitivas en forma oportunista. El problema que abordé
del juego a fin de alcanzar resultados distintos a en mi libro Governing the Commons (1990), fue
las despiadadas tragedias» (Ostrom, 2011: 44). cómo los individuos que utilizan estos sistemas,
En esa búsqueda tiene importancia identificar logran sostenerlos durante períodos tan largos de
prácticas concretas que muestren los «principios tiempo. (Ostrom, 1999)
de diseño» que han permitido a muchas comu- La ausencia de propiedad individual no im-
nidades en todo el mundo alcanzar un alto nivel plica libre acceso ni falta de regulación ya que
de autonomía para gestionar eficientemente sus los bienes comunes pueden ser administrados de
bienes comunes a través de largos períodos de forma efectiva cuando no son considerados terra
tiempo: nullius y se cuenta con un campo de interesados

Referentes del pensamiento ambiental


El hemisferio occidental está ricamente provisto que interactúan para mantener la rentabilidad
de una diversidad de sistemas de recursos natu- sostenible a largo plazo de esos bienes. Ostrom
rales que son gestionados por complejos arreglos muestra cómo diversas sociedades han desarro-
institucionales locales y nacionales. Sin embargo, llado mecanismos institucionales, formales o
hasta hace poco no se había logrado una cabal informales, legales o arraigados en las costum-
comprensión de estos arreglos. En México, por bres, que gestionan eficientemente los bienes co-
ejemplo, cerca de 30,000 ejidos y comunidades munes y evitan su colapso. La clave explicativa
que sirven a alrededor de tres millones de fami- radica en la ausencia de exclusión. Lo hace al
lias, gestionan el 59 por ciento de la tierra en plantear el concepto de «Recurso de uso común»
México y dos tercios de las unidades de produc- (RUC) que entiende de la siguiente forma: «El
ción rural. (Ostrom, 2011: 44) término recurso de uso común alude a un sistema
de recursos naturales o creados por el hombre, lo
Bienes comunes como instituciones suficientemente grande como para volver costo-
y recursos de fondo común so (aunque no imposible) excluir a beneficiarios
potenciales.» (Ostrom, 2011: 77). Es necesario
Al respecto Schlager y Ostrom (1992) han lle- entender «grande» en el marco de la escala en la
gado a denominar y distinguir cinco formas de que esté situado el recurso.
ejercicio del derecho de propiedad en el ámbito Un bien común puede ser pequeño y servir a
de los bienes comunes materiales: acceso, ex- un grupo reducido o puede tener escala comuni-
tracción, manejo, exclusión y alienación. Esta taria o se pueden extender a nivel internacional.
diversidad da cuenta de las múltiples posibilida- Pueden también estar muy acotados y delimita-
des a las que pueden acudir la gestión de bienes dos, pueden ser transfronterizos o sencillamente
comunes. Sin embargo, autoorganización en la no límites claros (Hess-Ostrom, 2006: 4-5). Esta
exige una fuerte capacidad de acción colectiva descripción se complementa al introducir la di-
y autogestión así como un alto grado de capital ferencia entre «sistemas de recursos» y «unidades
social en el parte de los interesados: de recursos». Ostrom recalca continuamente esta
Muchas de estas organizaciones pueden ser distinción: «Para la comprensión de los procesos
consideradas sólidas o “robustas” en el sentido de organización y gobierno de los recursos de
de que las reglas que regulan sus operaciones co- uso compartido es esencial distinguir entre el
tidianas, han sido diseñadas y modificadas con el «sistema de recursos» y el flujo de «unidades de
tiempo, de acuerdo con un conjunto de reglas de recurso» producidas por el sistema, mientras se
opciones colectivas y opciones constitucionales reconoce su interdependencia» (Ostrom, 2011:
(Shepsle, 1989). En otras palabras, estos siste- 77). Estas categorías establecen la diferencia en-
mas han sido sostenibles por largos períodos de tre un área de pesca (sistema de recursos) y las

ecologíaPolítica 119
toneladas de pescado que se capturan (unidades dad» en el cual está situado de forma contingente
de recurso) o entre un canal de riego (sistema ese sistema. Esto es necesario de establecer ya
de recursos) y los metros cúbicos de agua por que los sistemas de recursos compartidos cons-
segundo que se utilizan para el regadío (unidades tituyen un tipo de bien económico reconocible
de recurso). independientemente de sistema de derechos de
De esta forma quedan muy claramente diferen- propiedad en que se encuentren. Por ejemplo,
ciados los «propietarios» del sistema de recursos existen comunidades indígenas que mantienen
de los «apropiadores» de las unidades de recursos, sus tierras en régimen ejidal aunque el marco
Por ejemplo los irrigadores que extraen unidades legal en los años setenta les obligó a inscribir
de recursos de un cauce fluvial o los pastores que sus tierras de manera individual, por lo cual el
utilizan un ejido de pastoreo pueden ser legítimos sistema de recursos sigue siendo en los hechos
apropiadores de unidades de recurso sin ser pro- un bien común. Los derechos de propiedad en el
pietarios del sistema. De esta forma se muestra ámbito de los recursos de uso común se pueden
que las unidades de recursos pueden ser rivales ejercer de manera diferente y graduada. Se pue-
(el agua que utilizo al regar no la puede usar otro den identifican al menos cinco formas distintas
irrigador), pero el sistema de recursos se puede de derechos de propiedad en este ámbito: acceso,
utilizar de forma conjunta por muchos apropia- extracción, manejo, exclusión y alienación. Es-
dores. En el caso de los recursos renovables, esta tos derechos, si están bien definidos, se pueden
distinción se establece también bajo las categorías ejercer en su totalidad o de forma parcial. Es po-
«acervo», equivalente a «sistema de recursos», y sible obtener algunos y renunciar a otros, lo que
«flujo» o «unidades de recursos». permite una modulación y combinación de ellos
La mayoría de recursos de acervo común son con el fin de garantizar algún objetivo colectivo.
lo suficientemente grandes para que varios acto- (Schlager y Ostrom 1992)
res puedan usar simultáneamente el sistema de Junto con analizar los casos de administración
recursos y los esfuerzos para excluir beneficiarios exitosa de un bien comunal Ostrom también se
potenciales sean costosos. Ejemplos de recursos va a detener en las experiencias deficientes o cla-
de acervo común incluyen tanto sistemas natu- ramente fracasadas. Es el análisis completo del
rales como sistemas hechos por el hombre, los fenómeno el que le ha permitido determinar una
cuales abarcan: cuencas de aguas subterráneas, serie de ocho “principios de diseño” institucio-
sistemas de riego, bosques, pastizales, computa- nal caracterizados por su carácter resistente, y
doras servidores, fondos gubernamentales y cor- capaz de sostener la administración a largo plazo
porativos y la Internet. Ejemplos de unidades del de sistemas de recursos comunes (Ostrom, 2011:
recurso que se derivan de los recursos de acervo 166-185). Estos principios de Ostrom explican
común incluyen agua, madera, pastos, unidades que un número considerable de dilemas de ac-
de procesamiento por computadora, bits de in- ción colectiva se resuelven con éxito o no lo ha-
formación y asignaciones de presupuesto. (Os- gan. (Ostrom, 2000: 154) Se pueden leer por lo
trom, 2002: 2) tanto como variables contextuales que tienden
Ostrom distingue además entre los «produc- mejorar los niveles de cooperación, mientras su
tores» de un RUC de los «proveedores». Por ausencia la desalienta. En definitiva las aporta-
ejemplo, un gobierno actuando como construc- ciones de Ostrom y su escuela superan los análi-
tor de una obra pública de regadío puede actuar sis convencionales que se mueven bajo categorías
como el proveedor para luego entregar en usu- binarias que transitan entre lo propio y lo ajeno,
fructo ese canal a los irrigadores quienes actuarán lo estatal y lo privado, lo de todos y lo de nadie.
como productores del mismo, encargándose de Por lo mismo demuestra que la comprensión de
su administración al mismo tiempo que extraen los bienes comunes está en estrecha relación con
unidades de recurso. Por ello es necesario dife- los conceptos que se manejen de Estado, y mer-
renciar claramente entre el «sistema de recursos» cado y de las relaciones de poder y posesión en
y el «régimen jurídico de derechos de propie- las que se participe.

120 ecologíaPolítica
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