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Los animales que no comen carne, como el elefante, el caballo, la mula y el
buey, se destacan por su gran fuerza y resistencia. Al tener más energía, los
vegetarianos tienden a exhibir una mayor eficiencia y concentración en su
trabajo tanto físico como intelectual.
Hay una expresión que dice: “Uno es lo que come”. En los países del
Oriente donde el vegetarianismo ha sido la dieta por miles de años, la
gente reconoce que lo que consumen forma parte de su cuerpo y también
influye en sus pensamientos. Ellos creen que si comen la carne de un ani-
mal, las vibraciones mentales y emocionales o las características del animal
serán una parte de su propia naturaleza. Hoy en día, la ciencia investiga el
efecto que nuestras propias hormonas del estrés tienen sobre el cuerpo y el
daño que a largo plazo el estrés ocasiona en nuestros órganos. Imagínense
comer animales cuyos últimos días o minutos de vida en la tierra estuvo
saturada con las hormonas liberadas por el estado de miedo en que estaban
cuando esperaban ser sacrificados. Los que comen carne no sólo con-
sumen la carne, sino todas las hormonas del estrés que se liberan debido al
miedo de los animales. Muchas personas que han crecido en las tradiciones
de Oriente prefieren consumir vegetales los cuales son más propicios para
tener un equilibrio mental.
Muchos seres iluminados, santos, místicos y Maestros espirituales tradi-
cionalmente han abogado por una dieta vegetariana por razones espiritu-
ales y morales. Para los que quieren seguir un camino espiritual, una dieta
vegetariana es fundamental por varias razones. En primer lugar, los Maes-
tros espirituales nos han enseñado que somos algo más que el cuerpo y la
mente, que somos alma. También le han enseñado a la gente el proceso de
la meditación para redescubrir su verdadera naturaleza como almas. Para
obtener el dominio de las prácticas espirituales el vegetarianismo es un
factor de gran ayuda. Para poder concentrarnos en la meditación debemos
estar tranquilos y serenos. Si comemos carne de animales nuestra propia
conciencia se verá afectada.
El vegetarianismo en Oriente ha sido considerado esencial para el de-
sarrollo espiritual. Los Maestros espirituales promueven una vida de no
violencia. Los factores que ayudan al crecimiento espiritual incluyen el
desarrollo de las virtudes éticas: la no violencia, la veracidad, la pureza, la
humildad y el servicio desinteresado. La dieta vegetariana es un subproduc-
to natural de la no violencia, en la cual no hacemos daño a ninguna criatura
viviente. Es por eso que los santos de todas las épocas han recomendado
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una dieta vegetariana, evitar las carnes, el pescado, las aves y los huevos.
El vegetarianismo también mejora la salud del planeta. Los ecologistas
y ambientalistas están preocupados por la protección de los seres vivos en
la tierra. Los ecologistas han señalado que una solución al problema de la
escasez de alimentos consiste en utilizar mejor nuestros recursos. Por ejem-
plo, la cantidad de grano que se necesita para alimentar una vaca y sum-
inistrarle carne a una persona podría alimentar a muchísimas veces más el
mismo número de personas. Los ecologistas también han demostrado que
la cría de ganado y el procesamiento de carne requieren mucho más com-
bustible, agua y energía del que se utiliza para producir granos y vegetales.
El vegetarianismo es un medio eficaz para la conservación de nuestros
recursos vitales.
La gente en el mundo cada vez está mejor informada y se interesan por
tener una mejor calidad de vida. Quieren resolver los misterios del universo
y están dispuestos a buscar la realización personal y la felicidad duradera.
A la vez estamos interesados por el bienestar de la comunidad global y la
preservación de nuestro planeta.
Mantener la salud de nuestro cuerpo, mente, alma, y la del planeta es
una elección que cada uno de nosotros debe hacer. Una dieta vegetariana
equilibrada dará lugar a una mejor salud y condición física, a un mejor
equilibrio mental y más alta realización espiritual. Seguir una dieta veg-
etariana nos va a ayudar a lograr la salud y la pureza de nuestro cuerpo,
mente, alma, y la del planeta. No sólo estaremos contribuyendo a la paz de
nosotros mismos y de toda la creación sino que también contribuiremos a
hacer que el planeta Tierra sea un paraíso de alegría y de paz.
Ser vegetarianos nos va a ayudar a tener un cuerpo, mente, alma y plan-
eta más sanos. Además de esto, podemos aumentar nuestro bienestar a
través de la meditación. El vegetarianismo prepara el terreno para la salud
del cuerpo, mente y alma. La meditación se puede sumar a nuestra salud
en general al reducir el estrés del cuerpo y la mente y nos puede poner en
contacto con el alma. Si meditamos daremos pasos hacia un estado más
rozagante de bienestar.