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Andrés Rodríguez-Pose *
George Petrakos **
Given the lack of theoretical consensus about the spatial effects of economic integration processes, this paper studies
the impact of European economic integration on regional disparities from an empirical perspective. The analysis
highlights that different stages of integration are associated with conv ergence among European states in inflation
and unemployment rates and in economic cycles, as well as with convergence in GDP per capita. However, when
the analysis is performed taking into account the distortions linked to the state effect, conv ergence gives way, in
numerous cases, to divergence. From this point of view, European integration is fostering the economic dynamism
of core areas, whereas many peripheral regions are encountering increasing difficulties to compete in integrated
markets.
Resumen
Ante la falta de acuerdo de las teorías económicas sobre los efectos territoriales de los procesos de integración
económica, este artículo analiza desde una base empírica el impacto de la integración económica europea
sobre los desequilibrios regionales. El estudio pone de manifiesto que, a medida que se avanza en el proceso
de integración, se produce una convergencia entre estados en los ámbitos de inflación, desempleo y ciclo
económico, así como en el PIB per cápita. Sin embargo, cuando el análisis se realiza teniendo en cuenta las
distorsiones provocadas por el efecto Estado, la convergencia desaparece y da paso, en numerosos casos, a
divergencia. Desde este punto de vista, la integración eur opea está favoreciendo el dinamismo económico de
los espacios centrales, mientras que numerosas regiones periféricas tienen cada vez mayores dificultades para
competir en un mercado cada vez más integrado.
Revista eure ( Vol. XXIX, Nº 89), pp. 63-80, S antiago de Chile, mayo 2004
[63]
Andrés Rodrígue z-Pose y George Petrakos
E
n las dos últimas décadas se han pro- tadios de integración.
ducido importantes progresos en el pro-
ceso de integración europea. Mientras que Este es el objetivo principal de este estudio: in-
entre los años ‘50 y los ‘80 los países de Europea tentar aportar cierta luz sobre el impacto que el pro-
Occidental habían limitado sus ansias integradoras ceso de integración económica, y en especial el
en el ámbito económico a la existencia de una Mercado Único y la Unión Monetaria, está tenien-
unión aduanera, los ‘90 se han caracterizado por do sobre los desequilibrios económicos a nivel na-
una marcada aceleración del proceso integrador: cional y regional en la UE. Para alcanzar este obje-
la formación del Mercado Único el 1 de enero de tivo el estudio se estructura en cinco apartados. Los
1993, seguida por la puesta en marcha del la Unión dos primeros repasan brevemente los diferentes es-
Económica y Monetaria el 1 de enero de 1999 tadios del proceso de integración europea y las dis-
(Rodríguez-Pose, 2001). tintas teorías sobre convergencia y divergencia eco-
nómica. El tercero estudia el impacto de la integra-
Este proceso de integración acelerada está te- ción sobre las economías europeas, prestando espe-
niendo un profundo efecto sobre la economía de cial atención a la relación entre ciclos económicos
todos y cada uno de los estados miembros de la nacionales y ciclo económico europeo. En la cuarta
Unión Europea (UE). El resultado fundamental parte se analiza la evolución de las disparidades re-
está siendo una convergencia de las pautas y ciclos gionales en el interior de los países miembros de la
económicos de la práctica totalidad de los estados UE en los distintos estadios de integración econó-
que forman parte de la Unión Monetaria. Desde mica. Finalmente, en la quinta y última parte se
un punto de vista territorial, en cambio, las con- presentan las conclusiones y el posible alcance po-
secuencias son todavía inciertas (Barry, 2003; lítico de los resultados.
Begg, 2003). ¿Se están beneficiando todos los paí-
ses y regiones europeas por igual del proceso de 2. La aceleración del proceso de
integración económica? ¿O, por el contrario, la integración económico
integración económica está favoreciendo a ciertos
espacios por encima de otros? En el caso de que la
En los 30 años que siguieron a la firma del
respuesta a esta última pregunta sea afirmativa, se
Tratado de Roma en 1957, las Comunidades Eu-
abren nuevos interrogantes. ¿Cuáles son los espa-
ropeas (CCEE), a pesar de ser popularmente co-
cios que están siendo favorecidos por el proceso?
nocidas bajo el nombre de Mercado Común, dis-
¿Y el resultado de este proceso es una mayor con-
taban mucho de ser un verdadero mercado común.
vergencia o divergencia territorial? No existe una La libre circulación de los factores económicos
teoría dominante que dé una respuesta única a estas estaba seriamente restringida. No existía la libre
cuestiones. Más bien al contrario, las teorías eco- movilidad de personas ni de servicios y, aunque se
nómicas defienden posturas diversas, cuando no habían realizado grandes progresos en la circula-
abiertamente enfrentadas (Puga, 2002; Magrini, ción de capitales, esto había sido más consecuen-
2003). Por ello, la respuesta a estas cuestiones debe cia del inicio del proceso de globalización que del
venir fundamentalmente del estudio de la evolu- proceso de integración político-económica. De
hecho, la integración económica durante este pe-
*
Profesor de Geografía Humana, London School of riodo se había ceñido a permitir desde finales de
Economics. E-mail: A.Rodriguez-Pose@lse.ac.uk los años ‘60 –y de manera harto imperfecta- la
**
P rofesor de Análisis E conómico Espacial, Universidad libre circulación de bienes entre los Estados Miem-
de Tesalia. E-mail: petrakos@uth.gr bros, y a adoptar una serie de tarifas y barreras
*** Versión reformada y ampliada de un trabajo presenta- arancelarias comunes. En definitiva, las CCEE,
do a la XXVII R eunión de Estudios Regionales. Los autores hasta mediados de los años ’80, no constituían
agradecen los comentarios de los árbitros y la financiación más que una forma imperfecta de unión aduanera
del R oyal-S ociety Wolfson Research Merit Award y de Philip
Leverhulme Prize. (Cecchini, 1988).
64 eure
Integración económica y desequilibrios territoriales en la Unión Europea
La mayoría de los Estados Miembros se en- rante la mayor parte de su existencia como una
contraban cómodos en esta situación. La libre cir- Unión Aduanera, decida –en un periodo de tiem-
culación de bienes favorecía el comercio en el in- po relativamente corto– embarcarse en un proce-
terior de Europa, y este nivel de integración prác- so de integración económica mucho más profun-
ticamente no alteraba la capacidad de maniobra do? Las razones detrás del rápido progreso en el
económica de todos y cada uno de los gobiernos proceso de integración económica son múltiples y
nacionales. Las principales armas de política eco- de diversa índole. Los motivos de carácter econó-
nómica (la política fiscal y la política monetaria) mico se solapan con los de índole política e inclu-
se encontraban firmemente en manos de los mi- so social. Pero quizás la causa principal de la ace-
nistros de economía nacionales, y la facultad de leración en el proceso de integración económica
las CCEE para intervenir en estos asuntos era su- ha sido la necesidad europea de responder al reto
mamente limitada, cuando no inexistente. de la globalización económica y conseguir mante-
ner sus niveles de competitividad (Cappelen et al.,
Durante gran parte de las tres décadas que si- 2003). La percepción de que una Europa dividida
guieron a la formación de las CCEE las perspecti- en mercados nacionales era menos competitiva que
vas de cambio en el statu quo eran remotas. Los Estados Unidos y Japón, en un mundo cada vez
Estados Miembros veían con recelo una mayor in- más integrado, pesó en gran medida en la acelera-
tegración económica, y la evidencia histórica iba en ción del proceso integrador (Cecchini, 1988). La
contra de cualquier avance en esta dirección. Nin- percepción dominante era que la creación del
gún experimento de integración llevado a cabo en Mercado Único y la Unión Monetaria no sólo trae-
la era moderna había conseguido sobrepasar hasta rían mayores posibilidades de obtener economías
entonces, utilizando métodos pacíficos, el estadio de escala y economías de aglomeración, sino que
de Unión Aduanera (Puga, 2002; Tondl, 2002). impulsarían los avances tecnológicos y la innova-
Sin embargo, el statu quo se ha transformado ción y fomentarían la reestructuración de sectores
de manera radical en los últimos años. En apenas poco competitivos (Barry, 2003). La integración
una década y media, Europa ha quemado etapas de de los mercados europeos traería también ahorro
integración económica a mucha mayor velocidad y mayor eficacia al acabar con las políticas de cam-
que en el pasado, y con mayor rapidez que en cual- peones nacionales, que a menudo habían resulta-
quier otro proceso histórico de integración por vías do en una menor competitividad de las empresas
pacíficas (Rodríguez-Pose, 2001). Primero se pasó europeas en sectores clave en los mercados inter-
de la Unión Aduanera al Mercado Único. En 1986, nacionales (Cecchini, 1988).
con la firma del Acta Única, los miembros de las Si los argumentos a favor de la integración de
CCEE decidieron la entrada en vigor del Mercado los mercados europeos en un mundo en
Único el 1 de enero de 1993, en el que se permite globalización eran poderosos y se generó un con-
no sólo la libre circulación de bienes, sino también senso en torno a ellos que llevó a la acción políti-
de personas, capitales y servicios. Al mismo tiempo ca, las opiniones sobre el posible impacto territo-
que se ultimaban los preparativos del Mercado Úni- rial del proceso de integración económica no eran
co, los países miembros ya estaban preparándose –ni son- tan unánimes (Cuadrado-Roura, 2001;
para la siguiente etapa de integración. El Tratado Begg, 2003). Las teorías económicas al respecto
de Maastricht estableció las bases para la Unión no proporcionan una única respuesta. En el si-
Monetaria, que culminaría con la adopción del Euro guiente apartado se repasan de manera breve las
en once Estados miembros1 de la Unión Europea el diferentes teorías que analizan el impacto territo-
1 de enero de 1999. rial de la integración económica y sus posibles
¿Cuáles son los factores que hacen que una implicaciones políticas.
agrupación de estados soberanos, constituida du-
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Andrés Rodrígue z-Pose y George Petrakos
La teoría neoclásica es aun más radical en este Los procesos de divergencia previstos por la
aspecto que las teorías de corte neo-Ricardiano teoría del crecimiento endógeno se ven aumenta-
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Integración económica y desequilibrios territoriales en la Unión Europea
eure 67
Andrés Rodrígue z-Pose y George Petrakos
nivel nacional, mientras que en el siguiente apar- Portugal alrededor del 13%, mientras que en Ale-
tado analizaremos los cambios en las pautas de mania o los Países Bajos apenas superaba el 2%
crecimiento regional en el interior de cada uno de (Gráfico 1). Desde la firma del Tratado de
los estados miembros de la UE para los que se Maastricht se ha producido una convergencia
dispone de series completas de datos. constante en las tasas de inflación, que llegó a su
cúspide en 1998 (Gráfico 1). Aunque desde la
4.1. Integración económica y distintas adopción de la moneda única se ha producido una
convergencias ligera divergencia en las tasas de inflación entre
algunos países con relativamente alta y baja infla-
La aceleración del proceso de integración eco- ción (Irlanda, Países Bajos y España, y Francia y
nómica en Europa ha traído como consecuencia Suecia, respectivamente), las diferencias son del
una convergencia entre las distintas economías orden de 1 a 3, frente al 1 a 10 de principios de los
nacionales en diversos aspectos. El primer área de ‘90. Desde la firma del Tratado de Maastricht se
convergencia ha sido la convergencia nominal ha producido también una reducción importante
(Cuadrado Roura, 1996; De la Dehesa, 1998). de las disparidades entre estados en términos de
Las reformas ligadas al Mercado Único y el cum- déficit público, y en menor medida, en términos
plimiento de las condiciones establecidas en el de deuda pública.
Tratado de Maastricht para formar parte de la
Unión Monetaria ha hecho que las economías eu- Otro resultado ligado en parte al proceso de
ropeas tengan hoy comportamientos mucho más integración ha sido la fuerte convergencia entre
semejantes que hace un par de décadas. países en niveles de desempleo (Demertzis &
Hughes Hallet, 1996; Martin, 1997; Overman &
La convergencia nominal se ha producido en Puga, 2003). Hasta más allá de mediados de los
diversos ámbitos. Quizás la medida más impor- años ‘90 en la UE convivían estados con tasas de
tante ha sido la adopción del Euro como moneda desempleo superiores o cercanas a niveles del 20%
única. La desaparición de las distintas monedas de la población activa (España e Irlanda y Finlan-
nacionales a favor de una moneda común no sólo dia, respectivamente), con países como Luxembur-
representa una importante cesión de soberanía go o los Países Bajos, donde la tasa de desempleo se
económica por parte de los estados miembros y situaba por debajo del 5%. El proceso de integra-
un gesto político de gran trascendencia, sino que ción europea y la aplicación de medidas destinadas
también se antoja como un paso fundamental para a reformar y flexibilizar el mercado laboral han he-
la total unión económica. El establecimiento del cho que esas diferencias se reduzcan en los últimos
Banco Central Europeo (BCE) ha contribuido a años. Si bien el nivel de convergencia en tasas de
que los estados cedan también su soberanía en desempleo ha sido mucho menos espectacular que
materia de política monetaria. Así, frente a las gran- en los niveles de inflación, en 2002 el nivel de des-
des diferencias en los tipos de interés que se apre- empleo en el país con la tasa más alta (España) ape-
ciaban hace tan sólo una década entre los estados nas supera a la media de la zona Euro en un 50%,
de la UE, hoy en día en la zona Euro existe un cuando en 1995 se acercaba al 250%.
solo tipo de interés fijado por el BCE.
Pero quizás el ámbito en el que el proceso de
El cumplimiento de los criterios fijados en el integración económica europea se haya dejado sen-
Tratado de Maastricht para entrar en la moneda tir más es en el de la convergencia en los ciclos
única ha llevado a una cada vez mayor convergen- económicos (Hess & Shin, 1997). Cada estadio
cia en otros campos (Begg, 2003). Quizás el cam- del proceso de integración europea ha traído con-
po donde se ha producido un acercamiento ma- sigo un acercamiento del ciclo económico de la
yor ha sido en el de la inflación. Hasta principios mayoría de los países de la UE al ciclo europeo
de la década de los ‘90 las diferencias de inflación (Petrakos, Rodríguez-Pose y Rovolis, 2003). Las
entre países que ahora son miembros de la Unión etapas de integración han tendido pues a homo-
Monetaria eran notables. En 1990 la tasa de in- geneizar el comportamiento de las pautas de cre-
flación en Grecia se situaba en torno al 20%, y en cimiento y de la economía entre países.
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Integración económica y desequilibrios territoriales en la Unión Europea
Gráfico 1. Conv ergencia nacional en las tasas de inflación en los países de la zona Euro.
A UT
25
BEL
20 F IN
F RA
15
DEU
10 GR C
5 IR L
IT A
0 LUX
-5 NLD
P RT
1985
1987
1989
1991
1993
1995
1997
ESP
En el Gráfico 2 se representa en el eje vertical Pero no son sólo los países del núcleo duro los
izquierdo la evolución de las tasas de crecimiento en que adecuan sus pautas de crecimiento económi-
trece estados miembros de la UE, en relación a la co a las pautas de crecimiento de la UE. Una con-
tasa de crecimiento de la UE para el periodo 1977- vergencia en crecimiento más acusada –si cabe- se
2000. Las divisiones verticales representan los dis- observa en países que se han incorporado a las
tintos estadios de integración económica en la UE. CCEE durante el período de análisis. Este es el
El periodo entre 1977 y 1986 marca el apogeo de la caso de España o Portugal, que pasan de tener ci-
fase de Unión Aduanera. Las barras situadas entre clos económicos relativamente distintos a los del
1986, el año de la firma del Acta Única Europea, y resto de los países miembros de la UE, con ante-
1993, el año de entrada en vigor del Mercado Úni- rioridad a su incorporación a las CCEE, a tasas de
co, delimitan la fase de transición hasta el Mercado crecimiento que se acercan con rapidez a las de los
Único. El periodo entre 1993 y el año 2000 cubre la restantes países miembros (Barrios & De Lucio,
fase de libre circulación de los factores económicos 2002). Evoluciones similares se aprecian en los tres
en el interior del Mercado Único. países que se incorporaron a la UE en 1995. Mien-
tras que a finales de los años ‘70 y principios de
En la mayoría de los casos se observa un pro- los ‘80 las tasas de crecimiento en Austria, Finlan-
gresivo solapamiento entre las tasas de crecimien- dia y Suecia seguían cánones muy distintos a los
to nacionales y las tasas de crecimiento de la UE de los otros miembros de la UE, desde mediados
(Aghion & Saint-Paul, 1998). Este solapamiento de los años ‘80 –y en particular desde su incorpo-
es particularmente evidente en la mayoría de aque- ración a la UE- sus tasas de crecimiento se acercan
llos países que tradicionalmente han formado el cada vez más a las europeas. El caso más especta-
núcleo duro de la economía de la UE: Alemania, cular es el de Austria, cuyos niveles de crecimien-
Francia, Bélgica e Italia. La única excepción en
este sentido está representada por los Países Bajos,
que crecen por encima de la media de la UE a 2 En el caso alemán el pr oceso de reunificación económi-
partir de la puesta en marcha del Mercado Único2 ca y la asimilación de la antigua República Democrática Ale-
(Gráfico 2). mana supuso un paréntesis en el proceso de adecuación del
ciclo económico alemán al eur opeo durante los años que si-
guieron a la reunificación. A partir de 1995, la adecuación de
ambos ciclos ha vuelto a ser prácticamente total.
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Andrés Rodrígue z-Pose y George Petrakos
to desde 1995 son casi los mismos que la media bido un acercamiento, el ciclo económico danés
de la Unión. sigue siendo sustancialmente diferente al del resto
de la UE (Gráfico 2).
Las únicas excepciones a la regla las constitu-
yen dos de los tres países que menos se han El acercamiento de los ciclos nacionales al eu-
involucrado en el proceso de integración econó- ropeo es refrendado cuando se analizan las corre-
mica. El Reino Unido y Dinamarca no sólo han laciones entre las tasas de crecimiento nacional y
decidido no participar en la moneda única, sino las tasas de crecimiento europeo en los diferentes
que también son los países que mayores reticen- estadios de integración (Cuadro 1). En la mayoría
cias han mostrado durante todo el proceso de in- de los casos, los coeficientes de correlación son
tegración. No es de extrañar que una de las posi- altamente positivos y significativos, y por regla
bles consecuencias de estas reticencias sea la in- general, el grado de correlación aumenta a medi-
adecuación de sus ciclos económicos nacionales a da que se avanza el proceso de integración.
los ciclos económicos de la UE. Esta inadecua-
ción es más marcada en el caso del Reino Unido Las únicas excepciones son las anteriormente
que en el de Dinamarca. El ciclo económico del mencionadas del Reino Unido, Dinamarca y
Reino Unido, muy ligado al de Estados Unidos, Luxemburgo. Irlanda, a pesar de tener un ciclo
parece ir ligeramente por delante del europeo, ya económico todavía relativamente alejado de la UE
que tanto sus fases expansivas como las recesivas y cercano al del Reino Unido, tiene una evolución
se suelen producir un par de años antes que en el contraria a este último. Mientras que las tasas de
resto de Europa (Barrios et al., 2002). También crecimiento del Reino Unido –que no ha adopta-
los dientes de sierra de la evolución del crecimien- do el Euro- tienden a alejarse de las tasas de creci-
to son más acusados en el Reino Unido que en el miento de la UE desde 1993, las tasas de creci-
resto de la UE. En el caso de Dinamarca el mayor miento de Irlanda, que sí es miembro de la zona
desajuste se produjo en la fase de transición al Euro, se acercan cada vez más a las del resto de la
Mercado Único. Y aunque recientemente ha ha- UE (Cuadro 1).
Gráfico 2. Evolución de las tasas de crecimiento nacional con respecto a la Europea (eje izquierdo) y evolución de
la convergencia sigma en el interior de cada Estado (eje derecho).
Alem an ia A ustr ia
8 0.3 8 0.5
Ta sa de crec imie nt o de l PIB (%)
Tasa de cr eci mi en to d el PI B ( %)
6 6
4 4 0.4 PIB EU
Co nv e rge n cia
Co nv er gen ci a
PI B EU
PIB A
2 0.2 PI B D 2
A Nuts 2
0 U K N u ts 2 0 0.3 A Nuts 3
-2 -2
-4 0.1 -4 0.2
1 98 5
19 77
19 79
19 81
19 83
19 87
19 89
19 91
19 93
19 95
19 97
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19 8 5
19 77
19 79
19 81
19 83
19 87
19 89
19 91
19 93
19 95
19 97
19 99
8 0.4 8 0 .4
T asa de c re cimi en to de l PIB (%)
Ta sa d e c re cimi en to d el PIB (% )
6 6
4 0.3 PIB EU 4 0 .3
Co n ve rg en ci a
C on v erg en cia
PIB EU
PIB B
2 2 PIB Dk
B Nuts 2
0 0.2 0 0 .2 D K N u ts 3
B Nuts 3
-2 -2
-4 0.1 -4 0 .1
19 8 3
19 77
19 79
19 81
19 85
19 87
19 89
19 91
19 93
19 95
19 97
19 99
19 7 7
19 7 9
19 8 1
19 8 3
19 85
19 8 7
19 8 9
19 9 1
19 9 3
19 9 5
19 9 7
19 9 9
70 eure
Tasa de crec imie nt o del PIB (%) T asa d e c re cimi en to de l PIB (%) Ta sa d e c rec imi ent o de l PI B ( %) Ta sa de cr ec imie nt o del PI B (% )
-4
0
2
4
8
-4
-2
0
2
4
6
8
-4
-2
0
2
4
6
8
-2
6
-4
-2
0
2
4
6
8
19 77 19 77 19 77 19 77
19 79 19 79 19 79 19 79
19 81 19 81 19 81 19 81
19 83 19 8 3 19 8 3 19 8 3
1 98 5 19 85 19 85 19 85
19 87 19 87 19 87 19 87
19 89 19 89 19 89 19 89
19 91 19 91 19 91 19 91
19 93 19 93 19 93 19 93
Ita lia
19 95 19 95 19 95 19 95
Es p añ a
Fra ncia
Portuga l
19 97 19 97 19 97 19 97
Tasa de crecimi en to d el PIB (%)
19 99 19 99 19 99
-4
-2
0
2
4
6
8
19 99
19 77
0.2
0.3
0.4
0.5
0.6
0.2
0.3
0.4
0 .1
0 .2
0 .3
0 .2
0 .3
0 .4
0 .5
19 79 Co nv erge nci a C on ve rg en cia Co nv e rge n cia Co nv er ge nci a
19 81
19 83
19 85
19 87
PIB F
PIB I
PIB P
PI B E
PIB EU
PI B EU
PIB EU
19 89
PIB EU
F N u ts 3
F N u ts 2
I Nu t s 2
EN u t s 3
EN u t s 2
PN u t s 2
19 91
19 93
Sue cia
19 97 T asa d e c re cimi en to de l PIB (%) Tasa de c re cimi en to de l P I B ( %) Ta sa d e c rec imi ent o de l PI B ( %) T asa de c re cimi en to d el PIB (% )
-4
-2
0
2
4
6
8
-4
-2
0
2
4
6
8
-4
-2
0
2
4
6
8
-4
-2
0
2
4
6
8
19 99
19 77 19 77 19 77 19 77
0.0
0.1
0.2
19 79 19 79 19 79 19 79
Co nv ergen ci a
19 81 19 81 19 81 19 81
19 8 3 19 83 19 8 3 19 8 3
19 85 19 8 5 19 85 19 85
19 87 19 87 19 87 19 87
PIB S
19 89 19 89 19 89 19 89
PIB EU
SN u t s 3
SN u t s 2
19 91 19 91 19 91 19 91
19 93 19 93 19 93 19 93
19 95 19 95 19 95 19 95
G r ec ia
Finlandia
19 97 19 97 19 97 19 97
R e in o Un id o
P aíse s B ajos
19 99 19 99 19 99 19 99
0 .2
0 .3
0 .4
0 .1
0 .2
0 .3
0 .4
0. 1
0. 2
0. 3
0. 4
0. 5
0 .1
0 .2
0 .3
C on ve rg en cia Con v erg en cia Co nv e rge n cia Con v ergen ci a
PIB UK
PIB EU
PIB SF
PI B N l
PIB EU
PIB G r
PI B EU
PIB EU
U K N u ts 2
N l Nu t s 3
N l Nu t s 2
G rN u t s 3
G rN u t s 2
SF Nu t s 3
eure
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Integración económica y desequilibrios territoriales en la Unión Europea
Andrés Rodrígue z-Pose y George Petrakos
La convergencia en los ciclos de crecimiento los esfuerzos de la UE por reducir las disparidades
de los estados europeos contrasta fuertemente con regionales y alcanzar una mayor cohesión
la evolución de las pautas de crecimiento en otras socioeconómica y la reducción de las disparidades
áreas del mundo. El proceso de globalización eco- entre el centro y la periferia.
nómica actual no ha sido suficiente para producir
un acercamiento en los ciclos económicos entre La tendencia a la convergencia entre regiones
los tres principales centros económicos mundia- queda refrendada si se analizan las tasas de creci-
les. El coeficiente de correlación entre Estados miento regional con respecto al PIB inicial de cada
Unidos y la UE ha permanecido relativamente espacio. Esto es lo que se hace en el Gráfico 4, en
estable en los tres estadios del periodo. Se trata de el que se presentan las tasas de crecimiento regio-
una relación positiva, pero no especialmente fuer- nal para cada una de las regiones europeas (en el
te ni significativa. eje de ordenadas) y el PIB inicial (en el eje de
abscisas). Cada uno de los subgráficos representa
El caso de Japón es incluso más revelador, ya un estadio en el proceso de integración europea,
que a pesar de partir de un ciclo económico relati- de acuerdo con la división temporal establecida
vamente similar al europeo durante gran parte de en el apartado anterior.
los años ‘80, la crisis económica japonesa ha he-
cho que durante los ‘90 los ciclos de ambos espa- Los resultados de este tipo de análisis se ase-
cios hayan divergido claramente (Cuadro 1). mejan bastante a los de los economistas neoclásicos
(Barro & Sala-i-Martín, 1991; Barro, 1991; Sala-
i-Martín, 1996). En todos los gráficos se aprecia
5. Integración económica y polarización una ligera convergencia regional independiente-
regional mente del estadio de integración económica en el
que nos encontremos. A la vista de estos resulta-
Sin embargo, la convergencia económica que dos, el impacto de la integración económica lleva-
parece presidir el proceso de integración europea da a cabo en las dos últimas décadas sobre los
en casi todos los ámbitos no es universal. En el cam- desequilibrios regionales se podría considerar irre-
po de los desequilibrios territoriales el proceso de levante, ya que no alteraría la tendencia general a
integración económica no está siendo acompaña- la convergencia. Las distintas fases del proceso de
do de convergencia (López-Bazo et al., 1999; integración dejan la función de regresión prácti-
Magrini, 1999; Cheshire & Magrini, 2000; Boldrin camente inalterada. Se da convergencia regional
& Canova, 2001; Gil Canaleta et al. 2002). en todos los periodos, aunque el nivel de conver-
gencia regional es bajo.
A primera vista la ausencia de convergencia es
difícil de apreciar. El rápido crecimiento, en los Además, las tasas de convergencia de este aná-
últimos años, de algunos de los estados europeos lisis son similares a las obtenidas por la mayoría
que tenían niveles de PIB per cápita claramente de los estudios sobre convergencia (Armstrong,
por debajo de la media europea es la base de los 1995; Marcet & Canova, 1995; De la Fuente,
postulados neoclásicos y neo-ricardianos de la exis- 1997; López-Bazo et al., 1999; Cuadrado et al.,
tencia de un proceso de convergencia territorial 1999). Se trata de tasas de convergencia que osci-
(Barro & Sala-i-Martín, 1991; Sala-i-Martín, lan entre el 0,5 y el 2% anual defendido por las
1996). El hecho de que la reducción de las teorías neoclásicas.
disparidades entre estados se haya producido a
partir de la firma del Acta Única (que coincide No obstante, numerosos estudios (Quah, 1996;
con la entrada de España y Portugal), y en el caso Magrini, 1999; Rodríguez-Pose, 1999) han demos-
de Irlanda, a partir de principios de los años ‘90 trado que los resultados de este tipo de análisis es-
(Gráfico 3), ha llevado incluso a algunos (por ejem- tán afectados por un serio problema de
plo, Comisión de las Comunidades Europeas autocorrelación espacial, que unido al problema de
[1995] o Leonardi [1995]) a establecer –de ma- la falacia de Galton o regresión hacia la media des-
nera algo simplista, desde nuestro punto de vista- crito por Quah, tienden a aumentar los coeficien-
vínculos directos entre el proceso de integración, tes de convergencia de aquellas áreas cuyas econo-
72 eure
Integración económica y desequilibrios territoriales en la Unión Europea
Cuadr o 1. Correlaciones entre las tasas de crecimiento nacional y europea en los distintos estadios de integración
económica.
mías están íntimamente ligadas. Por eso, resulta con- (Petrakos, 2001). Una primera indicación de este
veniente llevar a cabo un análisis de la evolución de cambio surge del análisis de convergencia sigma
las disparidades regionales en el interior de cada para la regiones NUTS 2 y 3, incluido en el eje
país para observar si la tendencia a la convergencia vertical derecho del Gráfico 2. Mientras que en
que se aprecia en el Gráfico 4 queda refrendada. muchos países se observa estabilidad o una ligera
convergencia hasta principios de los años ‘90, des-
Los resultados de este tipo de análisis, sin em- de la puesta en marcha del Mercado Único la ten-
bargo, presentan un panorama radicalmente dife- dencia se invierte. Este es el caso de Bélgica, Gre-
rente; en lugar de predominar la tendencia a la cia, España, los Países Bajos, Dinamarca, Italia, el
convergencia regional a medida que avanza el pro- Reino Unido, Alemania y Finlandia, en el que las
ceso de integración europea, la convergencia re- disparidades regionales se acentúan a medida que
gional va dando paso a un proceso de divergencia se profundiza en el proceso de integración econó-
en numerosos países europeos, tanto en Europea mica europea. Las excepciones a la regla son Aus-
Occidental (Gil Canaleta et al., 2002; Puga, 2002) tria, Portugal, Suecia y Francia. En el caso de Fran-
como en los países de Europa Central y Oriental cia la evidencia es confusa, ya que, además de ex-
eure 73
Andrés Rodrígue z-Pose y George Petrakos
Gráfico 3. Evolución del PIB per cápita (medido en PPS) con respecto a la media europea de los cuatr o países
beneficiarios de los fondos de cohesión entre 1977 y 2000.
1 10
1 00 E U R 15
EUR15=100
90 G re ec e
S pa in
80 Ire la nd
70 P ort uga l
60
Fuente: elaboración propia a par tir de datos EUROSTAT.
50
1977
1980
1983
1986
1989
1992
1995
1998
perimentar ya un proceso de divergencia en las integración económica (Gráfico 5). Esto ocurre
fases anteriores del proceso de integración, desde en la gran mayoría de los países para los que se
la puesta en marcha del Mercado Único se obser- tienen series completas de datos. La pendiente de
va una estabilidad a nivel NUTS 3, y una ligera la línea de regresión pasa de ser negativa, en la
convergencia a nivel NUTS 2. fase de Unión Aduanera, a convertirse en una pen-
diente positiva ya en el Mercado Único. En aque-
Este proceso de mayor divergencia nacional a llos países como Grecia, en los que la pendiente
medida que se profundiza en la integración euro- de la recta de regresión sigue siendo negativa, se
pea, se refrenda cuando se lleva a cabo el mismo observa una fuerte desaceleración del proceso de
análisis del Gráfico 4 a nivel nacional en aquellos convergencia (Gráfico 5). La excepción a la regla
países para los que se poseen series completas de es Francia, cuya convergencia es debida al escaso
datos (Gráfico 5). dinamismo de la región parisina durante el perio-
do del Mercado Único.
Los resultados del análisis de convergencia
presentados en el Gráfico 5 difieren en la mayoría La tendencia a la divergencia a medida que se
de los casos de la convergencia presentada en el avanza en el proceso de integración económica
Gráfico 4. Se observa, en primer lugar, una trans- europea corrobora la hipótesis de convergencia a
formación importante en las pautas de crecimien- nivel europeo, pero divergencia a nivel nacional
to a medida que se avanza en las fases de integra- (Rodríguez-Pose, 1998; López-Bazo et al., 1999;
ción económica. A mayor nivel de integración, Puga, 2002). Por consiguiente, se podría afirmar
mayor dinamismo de las áreas centrales de los es- que la evolución de las disparidades territoriales
tados. Las regiones que más se benefician del pro- durante el proceso de integración europea estaría
ceso de integración son aquellas que están más más cercana a los postulados de las teorías de cre-
integradas en los circuitos económicos europeo y cimiento endógeno o a la nueva geografía econó-
globales, mientras que aquellas de carácter mica que a las teorías neoclásicas. Frente a la con-
semiperiférico o con peores condiciones iniciales vergencia que se da en muchos otros apartados, la
crecen menos. Se va pasando pues de un proceso integración económica parece que a mediano y
de convergencia regional a nivel nacional a uno largo plazo está beneficiando –y seguramente va a
de divergencia, a medida que se queman etapas de beneficiar- a aquellos espacios que gozan ya de
74 eure
Integración económica y desequilibrios territoriales en la Unión Europea
Gráfico 4. Relación entre el PIB per cápita regional inicial (medido en pps) y el crecimiento del mismo en cada
uno de los estadios de integración económica eur opea.
C recimiento m edio an ual entre
2 00
1977 y 1 986
1 00
0
0 100 20 0
y = -0 . 1 4 x + 1 1 0 .6 1
P IB p er cáp i ta en 19 7 7
R 2 = 0 .0 2 5 1
Crecim iento medio anu al entre
2 00
1 993 y 19 98
1 00
0
0 1 00 2 00
y = -0 .0 8 2 2 x + 1 0 5 . 0 7
PI B p er c áp i ta e n 1 9 9 3
2
R = 0.00 75
C recimiento m edio an ual entre
2 00
1986 y 1 993
1 00
0
0 100 20 0
y = -0 . 2 0 2 x + 1 1 9 .8 8
P IB p er cáp i ta en 19 8 6
R 2 = 0.051 8
eure 75
76
eure
Gráfico 5. Relación entre el PIB per cápita regional inicial (medido en pps) y el crecimiento del mismo en Estados miembros de la UE.
Andrés Rodrígue z-Pose y George Petrakos
Integración económica y desequilibrios territoriales en la Unión Europea
eure 77
Andrés Rodrígue z-Pose y George Petrakos
ventajas comparativas y de economías de aglome- miento en los países de la periferia, pero no nece-
ración, mientras que los espacios más atrasados, a sariamente en las regiones más pobres de dichos
pesar del esfuerzo de las políticas europeas, están países, sino en sus espacios más dinámicos.
en peores condiciones para recopilar los benefi-
cios del proceso de integración. Finalmente, este efecto se vería a su vez refor-
zado por la propia estructura de los fondos de de-
Los factores detrás de los procesos paralelos de sarrollo europeos. Aproximadamente el 50% de
convergencia a nivel europeo y divergencia en el los fondos europeos destinados al desarrollo de las
seno de la gran mayoría de los estados merecen áreas más atrasadas de la Unión se dedican a la
mayor atención de la que, por motivos de espacio, construcción de infraestructuras. La mayoría se
se puede dedicar en este artículo. Ello no obstan- utiliza para la construcción de infraestructuras de
te, nos gustaría esbozar tres argumentos que pue- transporte, estructuradas en la mayoría de los ca-
den servir de base para una investigación del por- sos en redes suprarregionales e incluso
qué de estos contrastes en la evolución de las transeuropeas. Esta situación, más que favorecer
disparidades entre estados y en el interior de cada el desarrollo de las áreas más periféricas, puede
Estado. En primer lugar, cabría destacar el toda- estar contribuyendo al desarrollo de aquellos prin-
vía imperfecto grado de integración a nivel cipales nodos de transporte (como por ejemplo,
supranacional. A pesar de que con la implanta- Madrid, Lisboa, Roma, Atenas o Dublín), donde
ción del Mercado Único el 1 de enero de 1993 se se asientan las empresas más competitivas y la
abrieron las fronteras a la libre circulación de bie- mano de obra más cualificada, promoviendo de
nes, servicios, capital y mano de obra, y con la nuevo el crecimiento nacional, pero no especial-
entrada en vigor del Euro se ha eliminado otra mente el de las áreas más pobres del país
barrera para la integración, la movilidad de los (Rodríguez-Pose & Fratesi, 2004).
factores productivos entre países –en especial en
lo referente a la mano de obra y los servicios– es 6. Conclusiones
todavía relativamente limitada (Baldwin &
Wyplosz, 2003). Las diferencias persistentes en los La integración económica europea parece es-
sistemas institucionales y jurídicos y las tar cada vez más asociada a un proceso de diver-
disparidades políticas y culturales siguen represen- gencia económica entre regiones. Si bien es cierto
tando importantes barreras para la movilidad de que las economías europeas se asemejan cada vez
los factores. Estas barreras son, en cambio, mu- más, y que los mismos factores condicionan su
cho menos importantes en el interior de cada Es- funcionamiento, desde un punto de vista territo-
tado, por lo que una mayor movilidad intraestatal rial las disparidades económicas en el interior de
puede estar favoreciendo el desarrollo de las eco- cada país están aumentando a medida que se que-
nomías de aglomeración. man etapas de integración. Frente a un proceso
Un segundo factor que puede estar detrás de de convergencia entre estados, y a unos espacios
la dicotomía convergencia-divergencia encontra- centrales cada vez más incorporados a la econo-
da está ligado al tipo de políticas enfrentadas de- mía europea y mundial, se alzan muchos espacios
sarrolladas a nivel europeo y nivel nacional. Mien- periféricos cuya capacidad para competir en una
tras que el objetivo de las políticas de desarrollo economía más integrada y globalizada es escasa.
europeo –fondos estructurales y fondos de cohe- Es todavía relativamente pronto para tener una
sión– es el promover el desarrollo en aquellos paí- visión definitiva de cuál ha sido el impacto del
ses y áreas más atrasadas de la UE (Boldrin & proceso de integración económica, pero los pri-
Canova, 2001), muchas de las políticas estatales meros resultados ponen de manifiesto los proble-
tienen como objetivo fundamental promover el mas que muchas regiones europeas van a tener para
crecimiento nacional, sin prestar atención a los competir con las áreas centrales. Además, es pro-
problemas de cohesión en el interior de cada Es- bable que si se mantienen las tendencias actuales,
tado (Midelfart-Knarvik & Overman, 2002). Di- la convergencia que todavía se observa entre paí-
cha combinación puede, pues, favorecer el creci- ses disminuya y se convierta, al igual que ocurre
en el seno de la mayoría de los estados europeos,
78 eure
Integración económica y desequilibrios territoriales en la Unión Europea
en divergencia. Bajo estas condiciones, se antoja Verspagen (2003). “The impact of EU regio-
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