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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ

FACULTAD CIENCIAS DE LA SALÚD


ESCUELA DE ENFERMERÍA

ENFERMERIA EN LA NIÑEZ Y LA
ADOLESCENCIA
INSTRUCCIÒN CLINICA

TEMA:
 DIABETES MELLITUS TIPO 1 Y2
 CETOACIDOSIS DIABETICA
 JARABE DE ARCE
 PLAN FARMACOLOGICO
 PAE
DOCENTE:
LCDA. MG.RITA BARRETO
INTEGRANTES :
ROLDAN CAICEDO KEYLA BRIGGITTE
TORRES GUERRERO KARLA AZUCENA.

NIVEL:
7MO

PERIODO:
ABRIL-AGOSTO 2018
TEMA:  DIABETES MELLITUS TIPO 1 Y2
 CETOACIDOSIS DIABETICA
 JARABE DE ARCE
 PLAN FARMACOLOGICO
 PAE
RESPONSABLES:
ROLDAN CAICEDO KEYLA BRIGGITTE
TORRES GUERRERO KARLA AZUCENA

FECHA:
21/06/2018

HORA
16H30

TIEMPO
30 MINUTOS

LUGAR
UNIVERSIDAD TECNICA DE MANABI

AYUDA AUDIVISUAL
USO DE PROYECTOR Y DIAPOSITIVAS

GRUPO 3
INTRODUCCIÒN
La Diabetes Mellitus es una enfermedad metabólica crónica, encuadrada dentro de las

enfermedades crónicas no transmisibles que son las responsables de la pérdida de la

mayor cantidad de años potenciales de vida. Es una de las patologías que genera mayor

discapacidad y mortalidad ocupando gran parte de los recursos sanitarios de todos los

países.

La diabetes mellitus es una enfermedad que afecta a un gran número de personas a nivel

mundial y entre estos se incluye a los niños y adolescentes siendo un motivo de ponerla

como tema principal dentro de lo que corresponde a enfermedades metabólicas.

Además tenemos complicaciones que se derivan de la diabetes principalmente de la

diabetes tipo 1 como es la cetoacidosis diabética que también está presente en los niños

además enfermedades metabólicas conocidas como enfermedades raras que debemos

saber diferenciar al momento de hacer las diferentes intervenciones y cuidados.

En el presente trabajo hablaremos de las diferentes características de cada una de ellas,

especificando cuales son los cuidados más importantes que debemos tener en cuenta,

además el tratamiento y plan farmacológico que se utiliza para evitar que la enfermedad

progrese.
MOTIVACIÒN

Como futuros profesionales de enfermería, al realizar este trabajo nos motivó las ganas

de ampliar nuestros conocimientos para de esta manera poder transmitirla a la comunidad,

ya que como todos sabemos en la actualidad la Diabetes es una enfermedad que ha ido

creciendo con el pasar de los año, por medio de la educación a la población se puede hacer

conciencia sobre esta problemática y tratar de hacer cambios positivos en la cultura de

nuestra gente por que como la mayoría de las personas relacionadas al área de salud

sabemos que la Diabetes es una enfermedad que se puede evitar con cambios en la vida

diaria, además nos motiva conocer sobre este tema porque de este modo le brindaremos

educación oportuna y de calidad a nuestros futuros pacientes.


OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

Brindar información adecuada a los estudiantes de séptimo nivel de la carrera de

enfermería para ampliar nuestros conocimientos y ponerlos en práctica en nuestro futuro

profesional.

OBJETIVOS ESPECIFICOS.

 Conocer los signos y síntomas de cada enfermedad

 Indagar sobre las complicaciones que puede traer estas enfermedades

 Explicar el tratamiento farmacológico y no farmacológico de las enfermedades

 Realizar el proceso de atención de enfermeria para estas enfermedades.


CONTENIDO CIENTIFICO

DIABETES TIPO 1

La diabetes tipo 1 (DM1), de origen autoinmune, es la forma más frecuente de diabetes

en la infancia.

Para el diagnóstico seguimos los criterios ADA-ISPAD (2014): glucosa en ayunas > 126

mg/dl, 2 horas posobrecarga oral de glucosa ≥ 200 mg/dl en dos ocasiones y/o síntomas

de diabetes con glucemia ≥ 200 mg/dl. La HbA1c ≥ 6,5% es un criterio discutido para su

diagnóstico en la edad pediátrica.

La diabetes mellitus tipo 1 es una enfermedad sistémica, crónica, caracterizada

principalmente por hiperglicemia.

La diabetes tipo 1 es una condición en la cual el páncreas no produce insulina una

hormona que el cuerpo necesita para mantener los niveles adecuados de azúcar en la

sangre. Después que se come aliementos que contienen hidratos de carbono los productos

químicos en el intestino delgado los descomponen en azúcar simple llamada glucosa

luego las células que recubren el intestino delgado absorben la glucosa la cual pasa al

torrente sanguíneo

Cuando la sangre llega al páncreas las células beta detectan el incremento de los niveles

de glucosa, las células beta liberan insulina en el torrente sanguíneo para reducir los

niveles de glucosa y para mantener la glucosa sanguínea en un nivel saludable


La mayoría de las células del cuerpo tienen en sus cuerpos receptores que se unen la

insulina circulante la insulina actúa como la llave de una cerradura para abrir la célula de

tal manera que la glucosa circulante pueda ingresar a dichas células ahora las células

utilizan la glucosa para producir la energía que necesitan para funcionar

En la diabetes tipo 1 las células beta del páncreas pierden su capacidad de producir

insulina dando como resultado altos niveles de glucosa en la sangre y otras

complicaciones

En la diabetes tipo 1 el sistema inmunológico especialmente los glóbulos blancos

considera a las células beta pancreáticas como si fueran cuerpo extraños en una respuesta

autoinmune los globulos blancos segregan anticuerpos que destruyen a las propias células

beta como resultado el páncreas produce poca o nula insulina sin la insulina la glucosa no

puede entrar a las células dichas células están desnutridas debido a la falta de las calorías

que deberían recibir de la glucosa además el nivel de glucosa se acumula en el torrente

sanguíneo dando lugar a la hiperglucemia

Al no haber energía el cuerpo descompone las reservas de grasa y proteína como fuente

alternativa de energía y los cuerpos cetónicos se acumulan en la sangra dando lugar a la

cetosis cuando estos se elevan considerablemte se produce una cetoacidosis diabetica

MANIFESTACIONES CLINICAS

La presentación clínica depende de la etapa metabólica en la cual se encuentre la persona

al momento de la consulta:

• Fase inicial: la población de células beta aún está por encima del 20 a 30% de la

cantidad total, razón por la cual aún existe una producción aceptable de insulina. Se
evidencia solo una intolerancia a la glucosa expresada por aumento en los niveles de

glicemia pre o posprandiales. Clínicamente puede encontrarse una leve perdida de peso,

secreciones e infecciones vaginales por monilias, infecciones cutáneas o urinarias.

También cursa ocasionalmente con enuresis.

• Fase establecida: la disminución de la insulina circulante es significativa por lo que ya

la hiperglicemia es manifiesta con cifras diagnosticas:

– Preprandiales: iguales o mayores a 126 mg%.

– Posprandiales: iguales o mayores a 200 mg%.

Se encuentra al paciente ansioso, con polidipsia muy marcada acompañada de poliuria

y deshidratación. Debe tenerse presente que en individuos con deshidratación y poliuria

siempre debe descartarse diabetes tipo 1. Hay presencia de cuerpos cetónicos en orina y

sangre, lo que genera hiperventilación. Esta etapa se conoce como cetoacidosis y es la

fase en la cual el 20 al 40% de los pacientes son diagnosticados. Si el diagnóstico no se

realiza en este momento la acidosis metabólica progresa y tendremos a un paciente en la

Fase severa.

• Fase severa: con gran dificultad respiratoria, angustiado, confuso y posteriormente

entra en coma diabético con gran riesgo de muerte.

DIAGNOSTICO

La meta para el personal de salud es establecer el diagnóstico en su fase temprana antes

de que el paciente desarrolle cetoacidosis o al menos antes de que esta llegue a ser severa.

La aplicación temprana de la insulina y la iniciación rápida del soporte educativo al niño


o joven y a su familia ofrece mejores oportunidades al individuo, toda vez que evita las

complicaciones agudas y le ubica en el camino de prevenir las crónicas.

El diagnóstico se basa en:

 Medición de la glicemia

 Medición de cetonemia y cetonuria.

 Medición de hemoglobina glicosilada o HbA1c

COMPLICACIONES

Las complicaciones de la diabetes pueden resumirse en agudas y crónicas. Ambas están

relacionadas con el insuficiente control metabólico y pueden ser prevenidas, y en parte,

revertidas si el manejo es el adecuado.

 Las complicaciones agudas: son principalmente la cetoacidosis y la

hipoglicemia, y son formas bastante fáciles de evaluar el grado de control

metabólico y de manejo del paciente. Son las de más frecuente presentación en

los niños y los jóvenes con diabetes.

 Las complicaciones crónicas: se presentan raramente en niños, ya que necesitan

años para ser establecidas

Un buen manejo de la diabetes en los primeros años dará como resultado un adulto con

calidad y esperanza de vida semejantes a las de la población general.

Estas complicaciones pueden dividirse en dos grupos: las microvasculares como la

retinopatía y la neuropatía, y las macrovasculares relacionadas con las coronarias y los

grandes vasos. En los niños es de vital importancia la consideración del crecimiento y el

desarrollo puberal, ambos retrasados en este tipo de pacientes, especialmente en aquellos


con pobre control metabólico. Un buen control se evidencia por una velocidad de

crecimiento adecuada para la edad.

Hay otro tipo de complicaciones que se presentan tempranamente en los niños y jóvenes

como son las contracturas en las articulaciones interfalángicas de los dedos de las

manos especialmente, aunque pueden presentarse en las grandes articulaciones. Ellas se

deben a la glicosilación de las proteínas de las capsulas articulares y aunque son indoloras

producen limitación de la movilidad.

TRATAMIENTO INICIAL

 Fase Aguda: depende de la etapa en la cual se realiza el diagnóstico. La

hidratación es la medida más urgente ya que es necesario reponer los líquidos

perdidos y hacer un barrido de los cuerpos cetónicos mediante la eliminación

urinaria de los mismos, ya que ellos son responsables de la acidosis metabólica en

el paciente. Esta hidratación inicial siempre debe hacerse con solución salina.

Iniciar la insulina inmediatamente se tenga seguro el diagnóstico. En la fase aguda

la aplicación debe hacerse con bomba de infusión continua, teniendo en cuenta el

suspenderla oportunamente antes de llevar al paciente a una hipoglicemia.

Recordar que no son las altas dosis de insulina las que estabilizan al paciente, sino

una hidratación oportuna junto con las dosis de insulina ajustadas, según las

mediciones cada hora de las glicemias. Aunque la cetoacidosis es un cuadro

dramático, las dosis de insulina deben ser aplicadas en forma lenta, especialmente

en aquellos que debutan pues en ellos la sensibilidad a la insulina es alta.


Con la insulina y la hidratación el potasio regresa al espacio intracelular, por lo

que los líquidos endovenosos deben contener potasio posteriormente y nunca al

ingreso ya que, inicialmente,hay una hiperpotasemia relativa.

Una vez el paciente se ha estabilizado debe iniciarse el apoyo educativo y

psicológico al núcleo familiar, y es aquí donde es fundamental contar con un

equipo interdisciplinario.

Debe tenerse claro que no puede darse salida al paciente hasta que cuente con el

glucómetro para el automonitoreo y haya adquirido las destrezas siguientes: forma

correcta de toma de la glicemia, frecuencia y utilidad del auto monitoreo, uso

adecuado de la insulina, su medición y manera de aplicarla, situaciones de riesgo

y cómo prevenirlas, etc.

Cada profesional del área de la salud, es un educador y primordialmente en la

atención al paciente con diabetes debe poner especial cuidado en transmitir a este

y a su familia todos los conocimientos y las destrezas de manejo para que conozca

su problema de salud.

TRATAMIENTO AMBULATORIO

Teniendo en mente que la normoglicemia previene o retrasa la aparición de

complicaciones, se hace necesario un control óptimo, utilizando otros elementos además

de la insulina.

El autocontrol glicémico es un elemento indispensable en la terapia, en cuanto a que el

paciente mismo toma conciencia de las variaciones de su glicemia. Es indispensable que

el automonitoreo se realice mínimo tres veces al día tratando de realizar mediciones


preprandiales y dos horas posprandiales, estas últimas están más relacionadas con la

hemoglobina A1c.

 Alimentación saludable: la alimentación saludable ha vuelto a ser mirada como

un factor clave en el control del paciente diabético en edad pediátrica ya que

además de contribuir a la normoglicemia puede asegurarle al paciente en edad

pediátrica un desarrollo adecuado. Idealmente el nutricionista debe elaborar un

plan individual, dependiendo de las necesidades del niño o joven teniendo en

cuenta: edad, sexo, actividad física, horarios de colegio y gustos. Los porcentajes

de macronutrientes recomendados actualmente son: carbohidratos 55% tratando

de tener un buen porcentaje del tipo complejo cuyo índice glicémico es más bajo;

grasas 30% distribuidas en 10% saturadas, 10% monoinsaturadas y 10%

poliinsaturadas; 20% proteínas recordando que pueden considerarse también las

de origen vegetal.

 Actividad física: considerada siempre como elemento importante para el

mantenimiento de la normoglicemia de la persona con diabetes, además de

indispensable, como en todo niño, para lograr un óptimo crecimiento y desarrollo.

La actividad física junto con la insulina y la alimentación saludable forman la

tríada terapéutica generalmente aceptada. La sensibilidad a la insulina es

marcadamente aumentada por la actividad física, efecto que puede extenderse

hasta las 24 horas siguientes. Debido a esto, la persona con diabetes tipo 1 durante

los períodos de incrementada actividad física, puede bajar la dosis de insulina sin

perder el control de la diabetes.

 Apoyo psicosocial: el estado psicológico del niño y adolescente diabético ha

despertado mucho interés en el mundo y son muchos los trabajos publicados que
dan luz acerca de las alteraciones que produce el diagnóstico en el desarrollo de

la personalidad de estos, dependiendo de la condición en que se encuentre al

momento de dicho dictamen. En el paciente en edad pediátrica con pobre control

metabólico se disminuye la autoestima, hay sentimientos de depresión y se

desarrollan interacciones patológicas con su familia. Se ha observado que el curso

de la enfermedad, en la mayoría de los pacientes, está correlacionado con medidas

de estrés de vida.

 Control con el pediatra o endocrinólogo pediatra: en las consultas médicas

regulares se toman el peso y la talla, se calcula la velocidad de crecimiento , y se

buscan cuidadosamente la aparición de complicaciones tales como el compromiso

articular o cambios en la presión arterial o en el fondo de ojo. Se revisan los datos

de glicemia, las dosis de insulina aplicadas según glicemias y la ingesta de

carbohidratos. Se insiste en el automonitoreo y la autoaplicación de la insulina

aun en los niños más pequeños. Uno de los objetivos importantes es evitar

hospitalizaciones, para esto se les enseñan los síntomas y signos de alarma por los

cuales deben consultar rápidamente antes de que su progresión exija

hospitalización. Se revisa la hemoglobina glicosilada cada 2-3 meses.

 Control con el nutricionista: se realizan consultas frecuentes con informaciones

claras que lleven a la elaboración de un plan nutricional individual y adecuado.

En la selección de alimentos además de lo antes descrito, se tiene en cuenta que

se ajuste en lo posible a los hábitos alimentarios y al nivel socioeconómico de la

familia. En las visitas a la nutricionista se les enseña que el objetivo de la

alimentación elaborada especialmente para cada paciente, es lograr un estado

nutricional adecuado que le permita al niño y al adolescente un óptimo


crecimiento y lograr la normoglicemia que es el resultado de la tríada terapéutica

adecuada.

 Control con el educadorfísico: se elabora un plan de actividad física adecuado

al estado del niño, nivel de control glicémico, existencia o no de complicaciones;

se revisan tipos y clases de ejercicios, motricidad en el niño, principios

pedagógicos y métodos que se van a utilizar. Se discute en reunión conjunta

periódica del grupo multidisciplinario las condiciones de cada niño, grado de

control, dosis y horario de la insulina, nivel de la hemoglobina glicosilada, estado

nutricional del niño y condición física del mismo.

TRATAMIENTO FARMACOLOGICO

Insulina: actualmente disponemos de insulinas y de análogos de insulina, los cuales, con

su reciente aparición en el mercado, han mejorado la calidad de vida de los pacientes tipo

De acción rápida, es decir su efecto se inicia en 5 a 15 minutos y dura máximo 4 horas,

lo que permite al paciente recibir el alimento inmediatamente; se aplica la insulina y en

niños pequeños puede darse el alimento antes y con base en la cantidad ingerida se aplica

la dosis adecuada, lo que disminuye el riesgo de hipoglicemias. En este grupo se

encuentran:

 Lispro (humalog)

 Insulina aspart

 Glulisina (apidra)

Análogos de acción prolongada: se consideran basales porque tratan de mantener los

niveles basales de insulina durante las 24 horas simulando la producción continua de

insulina por las células beta del páncreas


 Glargina (lantus)

 Detemir

DIABETES MELLITUS TIPO 2

La diabetes tipo 2, enfermedad heterogénea caracterizada por hiperglucemia,

históricamente fue considerada una enfermedad poco frecuente en la población

infantojuvenil. Hoy se presenta en edades tempranas ligada al aumento de la obesidad, la

cual se está convirtiendo en una enfermedad pediátrica epidémica.

En términos clínicos, puede definirse como sobrepeso a un índice de masa corporal (IMC)

mayor al percentilo 85 y menor del 95 y como obesidad a un IMC mayor al percentilo 95.

ETIOPATOGENIA

La diabetes tipo 2 es una enfermedad de etiología heterogénea, en la cual los factores

ambientales desenmascaran la susceptibilidad genética, la que genera una interacción

entre los dos factores etiológicos más importantes de la diabetes tipo 2: la

insulinorresistencia y la disminución de la secreción de la célula beta pancreática. Las

características clínicas de los niños diabéticos tipo 2 sugieren que el defecto primario es

la insulinorresistencia, la cual, en la evolución, determina el fallo de la célula beta

La insulinorresistencia está determinada genéticamente, aunque también puede ponerse

de manifiesto por factores ambientales (obesidad, sedentarismo). Como consecuencia de

la misma se produce una disminución de la actividad de la insulina, en especial en los

tejidos periféricos (hígado y músculo). Este déficit de acción debe ser compensado con

un aumento de la producción pancreática de insulina; por ello, gran número de pacientes

que durante este período son intolerantes a la glucosa, presentan hiperinsulinemia. En la


evolución se produce un déficit de la secreción compensatoria de insulina, apareciendo la

hiperglucemia en ayunas, momento en el que el diagnóstico se establece.

La pubertad juega un rol importante en el desarrollo de diabetes tipo 2. Durante este

período se produce una insulinorresistencia fisiológica con la resultante hiperinsulinemia.

La hormona de crecimiento (HNA GH) sería la responsable, debido a su incremento en

este período y explicaría el pico de aparición de diabetes tipo 2 en la pubertad en

individuos genéticamente predispuestos, expuestos en esta etapa a un ambiente favorable.

La obesidad determina un impacto adverso en el metabolismo de la glucosa. Los niños

obesos presentan hiperinsulinemia; en ellos, el metabolismo de la glucosa estimulado por

la insulina es un 40% menor que en los no obesos

Diferencias raciales en la sensibilidad a la insulina en niños y adolescentes han sido

informadas en varios trabajos. Existe relación entre el desarrollo de diabetes tipo 2 y

adolescentes con ovarios poliquísticos, al igual que con el bajo peso al nacer. La hipótesis

del “thrifty genotype” establece que la mala nutrición fetal y en la primera infancia

determinarían un menor desarrollo de las células beta con el consecuente detrimento de

su función. En la población Pima se observó que tanto la macrosomía (> 4,5kg) como el

bajo peso al nacer (< 2,5kg) se asocian a un incremento en el riesgo de padecer diabetes

tipo 2.

PACIENTES DE ALTO RIESGO

• Historia de diabetes tipo 2 en familiares de primer o segundo grado.

• Raza (aborígenes, asiáticos, afroamericanos, etc).

• Signos o condiciones asociadas con insulinorresistencia:


 acantosis nígricans;

 hipertensión;

 dislipidemia;

 síndrome de ovario poliquístico

MANIFESTACIONES CLINICAS

La alta prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes hace que cada vez

sea más complicado establecer diferencias entre diabetes mellitus tipo 1 y diabetes

mellitus tipo 2 La mayoría de los niños y adolescentes se encuentran asintomáticos al

momento del diagnóstico; sin embargo, algunos niños con diabetes mellitus tipo 1 y

diabetes mellitus tipo 2 tienen síntomas típicos (poliuria, polidipsia, polifagia y fatiga).

Los niños con diabetes mellitus tipo 2, por lo general, no tienen cetonuria, en comparación

con quienes tienen diabetes mellitus tipo 1.

Es característico que las concentraciones de péptido C e insulina estén elevadas al

momento del diagnóstico de diabetes mellitus tipo 2; sin embargo, es factible que las

concentraciones desciendan como resultado de la glucotoxicidad aguda que impide la

secreción de insulina. Por tanto, las concentraciones de péptido C e insulina al momento

de la presentación no pueden constituir elementos diferenciadores entre ambos tipos de

diabetes. En vista de lo anterior, la acantosis nigricans es un marcador cutáneo de

resistencia a la insulina que se encuentra en 60 a 90% de los jóvenes con diabetes mellitus

tipo 2.

DIAGNOSTICO CLINICO

Habitualmente se consulta a especialistas y subespecialistas (endocrinólogo pediatra,

internista, etc.) cuando se observa hiperglucemia en niños, sin que necesariamente se


hayan observado manifestaciones clínicas, antecedentes familiares o rasgos físicos, en

cuyo caso deberán solicitarse estudios complementario. como marcadores

autoinmunitarios (anticuerpos contra los islotes, anticuerpos contra descarboxilasa de

ácido glutámico), pruebas nutricionales con alto contenido calórico, ensayos de insulina

o péptido C, concentraciones de insulina en ayuno, etc

También habrá de considerarse el consumo de drogas, tabaco y alcohol en niños y

adolescentes recientemente diagnosticados con diabetes mellitus tipo 2, al menos en cada

consulta médica. Se recomienda de manera especial que se vigile y controle el peso, el

IMC, la presión arterial, los cambios en la piel, la hiperpigmentación (parte trasera del

cuello, antebrazos, etc.), así como un examen del fondo de ojo durante la valoración física.

La vaginitis o balanitis también es frecuente en niños y adolescentes con diabetes mellitus

tipo 2. Los análisis de laboratorio recomendados (al momento del diagnóstico) son:

glucosa plasmática en ayuno y glucosa posprandial de dos horas, así como hemoglobina

glucosilada cada cuatro meses, para el tratamiento de seguimiento, sin que se requiera

para establecer un diagnóstico, la cual deberá ser < 7.0%. También resulta importante

determinar la presencia o ausencia de proteinuria, así como microalbuminuria en caso de

que no se observe proteinuria. Además, se solicitará creatinina en suero y perfil de lípidos

el cual deberá incluir LDL, HDL y triglicéridos, así como PFH, especialmente antes de

comenzar el tratamiento con agentes hipoglucemiantes

TRATAMIENTO

El control clínico constituye uno de los aspectos fundamentales en el tratamiento del

paciente diabético tipo 2. Siendo en alto porcentaje los pacientes obesos y sedentarios, el
plan alimentario y el incremento de la actividad física son los pilares fundamentales del

tratamiento, al igual que la educación del niño

y su familia.

Se considera exitoso el tratamiento con dieta y ejercicio cuando se produce un cese de la

excesiva ganancia de peso con un desarrollo normal, valores de glucemia en ayunas <126

mg/dl y hemoglobina Alc <7.14

Asi tenemos:

 Actividad física: Los datos de los estudios controlados y con asignación al azar

han demostrado que la actividad física mejora la sensibilidad a la insulina en los

jóvenes obesos

 Dieta La intervención nutricia persiste como el fundamento para el tratamiento de

la diabetes mellitus tipo 2, y en este grupo en particular, la obesidad y los

requerimientos nutricionales en la etapa de desarrollo y crecimiento la convierten

en un elemento decisivo para alcanzar los objetivos terapéuticos. El propósito

consiste en alcanzar el control metabólico, el manejo de la obesidad y la reducción

del riesgo cardiovascular, fomentando de esta manera un modo de vida sano

Ya sea por falta de adaptación a un cambio de estilo de vida o simplemente por

agotamiento gradual de la célula beta, en algunos pacientes es necesario instituir un

tratamiento farmacológico para compensar la glucemia.

TRATAMIENTO FARMACOLOGICO

Se considera como droga de primera elección, de requerir el paciente tratamiento

farmacológico, la metformina, que al actuar fundamentalmente sobre la


insulinorresistencia, presenta menor riesgo de hipoglucemias que las sulfonilureas,

disminuye los niveles de LDL y TG, normaliza la alteraciones ovulatorias en las

adolescentes con síndrome de poliquistosis ovárica y en los pacientes en tratamiento con

esta droga el peso no se modifica o bien desciende.

De no obtener los resultados deseados luego de un tiempo prudencial de 3-6 meses, debe

considerarse la adición de una sulfonilurea, secretagogos de insulina (metiglinida),

inhibidores de las alfa glucosidasas o bien, insulina. Es necesario detectar y tratar las

comorbilidades, como la hipertensión arterial y la dislipidemia (alta frecuencia en los

diabéticos tipo 2 de descenso de las HDL, aumento de los triglicéridos y alteraciones

cualitativas [densas y pequeñas] de las LDL). Los inhibidores de la enzima convertidora

de angiotensina (IECA) son las drogas de elección en niños diabéticos hipertensos.

Resulta también de gran valor la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento de las

complicaciones. Son recomendables la determinación anual de microalbuminuria (valor

normal hasta 30 mg/día), la evaluación oftalmológica y de la neuropatía diabética.

CETOACIDOSIS DIABETICA

La cetoacidosis diabética es una descompensación de la diabetes mellitus tipo 1 que cursa

con hiperglicemia, cuerpos cetónicos en sangre y orina, conllevan a vómito, poliuria,

deshidratación, respiración de Kussmaul, aliento cetónico, dolor abdominal, rigidez.

Finalmente, el paciente puede entrar en coma diabético sin tratamiento oportuno. La

cetoacidosis diabética se puede identificar entre el 35-40% de los niños y adolescentes al

momento del diagnóstico de la diabetes.

CUADRO CLINICO
la clínica se caracteriza por la presencia de náuseas, vómito, dolor abdominal, disnea,

mialgias, anorexia, cefalea, polidipsia, polifagia, poliuria, hipotermia, respiración de

Kussmaul (hiperpnea), aliento cetótico, hiporreflexia, hipotonía muscular, signos clínicos

de deshidratación, presencia de movimientos oculares descordinados, los signos de

abdomen agudo se pueden confundir hallándose hiperestesia, síntomas de rebote positivo,

disminución de los sonidos intestinales, estupor, y dilatación de pupila en los casos

severos. Esta sintomatología es más clásica de encontrar en el diabético tipo 1 y ser más

larvada en el tipo 2 o hallarse poco severa.

COMPLICACIONES

La principal complicación es el edema cerebral, alteraciones electrolíticas

(hipopotasemia, hipofosfatemia), la hipoglucemia, otras alteraciones intracerebrales

(fundamentalmente trombosis o hemorragias), trombosis venosa periférica,

mucormicosis, rabdomiólisis, sepsis, fallo renal, pancreatitis y complicaciones

pulmonares

TRATAMIENTO

Para su tratamiento se debe comenzar con fluidoterapia con salino al 0,9% o Ringer con

bolos de volumen a 10-20 ml/kg en 1-2 h si se precisan, rehidratando posteriormente tras

un cálculo cuidadoso del grado de deshidratación para reponer el volumen en 48 h con

soluciones de salino > 0,45%.

La insulina se iniciará a dosis de 0,1 U/kg/h tras 1-2 h del comienzo de la hidratación y

se mantendrá hasta corregir la acidosis y, si disminuye la glucemia por debajo de 250

mg/dl, se añadirán aportes de glucosa al suero.


Existe un déficit de potasio, por lo que tras la rehidratación se comenzarán aportes de

potasio en el suero y antes en pacientes hipocaliémicos. El bicarbonato no está indicado,

salvo acidosis grave con pH < 6,9.

JARABE DE ARCE

La enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce es un trastorno por el cual el cuerpo

no puede descomponer ciertas partes de proteínas. La orina de las personas con esta

enfermedad puede oler a jarabe de arce.

CAUSAS

La enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce es hereditaria, lo que significa que se

transmite de padres a hijos. Es causada por un defecto en 1 de 3 genes. Las personas con

esta afección no pueden metabolizar los aminoácidos leucina, isoleucina y valina. Esto

lleva a una acumulación de estos químicos en la sangre.

En su forma más grave, esta enfermedad puede dañar el cerebro durante momentos de

estrés físico (como infección, fiebre o no consumir alimentos por un tiempo prolongado).

Algunos tipos de esta enfermedad son leves o aparecen y desaparecen. Aun en su forma

más leve, los períodos repetitivos de estrés físico pueden provocar discapacidad mental y

una acumulación de altos niveles de leucina.

SÍNTOMAS

Los síntomas de este trastorno incluyen:

 Coma

 Dificultades alimentarias
 Letargo

 Convulsiones

 Orina con olor similar al jarabe de arce

 Vómitos

PRUEBAS Y EXÁMENES

Se pueden realizar las siguientes pruebas para detectar este trastorno:

 Examen de aminoácidos en plasma

 Examen de ácidos orgánicos en orina

 Pruebas genéticas

Habrá signos de cetosis (acumulación de cetonas, un subproducto del quemado de grasa)

y exceso de ácido en la sangre (acidosis).

TRATAMIENTO

Cuando se diagnostica la afección y durante los episodios, el tratamiento implica

consumir una dieta libre de proteína. Se administran líquidos, azúcares y en ocasiones

grasas por vía intravenosa (IV). Se puede realizer diálisis a través del vientre o en una

vena para reducir el nivel de sustancias anormales en su sangre.

El tratamiento a largo plazo requiere una dieta especial. Para los bebés, la dieta incluye

leche en polvo con bajos niveles de los aminoácidos leucina, isoleucina y valina. Las

personas con esta afección tienen que seguir una dieta baja en estos aminoácidos por el

resto de sus vidas.

Es muy importante seguir siempre esta dieta para prevenir un daño al sistema nervioso

(neurológico). Esto requiere exámenes de sangre frecuentes y una supervisión minuciosa


por parte de un dietista certificado y un médico, al igual que la cooperación de los padres

de niños con este padecimiento.

POSIBLES COMPLICACIONES

Pueden presentarse las siguientes complicaciones:

 Daño neurológico

 Coma

 Muerte

 Discapacidad mental

PREVENCIÓN

Se recomienda la asesoría genética para las personas que deseen tener hijos y tengan

antecedentes familiares de la enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce.

Actualmente, muchos estados realizan pruebas de detección a través de análisis de sangre

a todos los recién nacidos para buscar esta enfermedad.

BIBLIOGRAFIA

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