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“Trabaja fielmente 8 horas al día; es posible que con el tiempo obtengas un ascenso y

tengas que trabajar 12 horas al día”.

(Robert Frost)

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 1


ÍNDICE

Introducción ………………………………………………………………………………………… 3

1ª parte. Finanzas personales: primeros pasos antes de empezar a crear un patrimonio

Flujos de efectivo, activos y pasivos ………………………………………………………………… 7

Patrones de flujo de efectivo según la posición económica ………………………………… 11

La importancia del ahorro …………………………………………………………………………… 15

Cuentas para el ahorro: banca online …………………………………………………………….. 15

¿Es segura la banca online? …………………………………………………………………………. 19

Las cuentas remuneradas no sirven para generar riqueza ……………………………………. 20

Priorizar ahorro e inversión ……………………………………………………………………………. 21

2ª parte. Cómo construir un patrimonio generador de rentas

Si quieres ser rentista invierte en Bolsa ………………………………………………………………. 24

Inversión directa en acciones ………………………………………………………………………... 44

Una estrategia sensata para invertir en Bolsa …………………………………………………….. 45

El dinero está en el foso ……………………………………………………………………………….. 46

EEUU: un paraíso para el rentista ……………………………………………………………………. 49

Cuánto dinero (y tiempo) es necesario invertir …………………………………………………... 53

Beneficios de la estrategia propuesta ……………………………………………………………… 59

Recursos adicionales ………………………………………………………………………………….. 61

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INTRODUCCIÓN

Muchas personas anhelan prosperar económicamente y tener una vida mejor; es algo

inherente a la acción humana. Sin embargo, en su intento por obtener resultados

distintos aplican las fórmulas de siempre: venden su tiempo por dinero esperando a

que los aumentos de sueldo lleguen, sin advertir de que su excesiva dependencia

hacia una nómina frena su potencial de crecimiento económico.

A la larga, esto crea frustración, sensación de estancamiento y refuerza la idea de que

prosperar económicamente sólo es posible mediante un golpe de suerte o el juego

sucio.

La excesiva dependencia que la mayoría de las personas tienen hacia los

llamados ingresos activos (ingresos que para ser generados requieren de tu presencia

y trabajo diario) es el origen de todo el problema. Por dos razones:

1. En el momento en que dejas de trabajar los dejas de percibir.

2. La única forma de aumentarlos es trabajando más horas o ganando más por hora

trabajada.

En el primer caso (trabajar más horas) existe un límite temporal: no puedes trabajar

más de 8 horas diarias sin perjudicar tu salud y/o vida social.

El segundo caso (ganar más por hora trabajada) es bastante complicado de

conseguir, porque los salarios no suben o lo hacen muy lentamente (no por culpa de

los empresarios, sino “gracias” a las hiperregulaciones del mercado laboral impuestas

por Papa-Estado). Por lo tanto, no puedes aspirar a prosperar económicamente si lo

único que haces es esperar aumentos de sueldo. De hecho, tendrás suerte si no sufres

una reducción de plantilla en tu empresa.

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Ahora, pensemos en la cantidad de personas que dependen de este tipo de ingresos

(ingresos activos) y sufren sus consecuencias: levantarse temprano, gastar más dinero y

tiempo en desplazamientos, lidiar con el estrés la mayor parte del día, disfrutar de muy

poco descanso y tiempo libre… y lo que es peor, repetir el mismo ciclo todos los días.

La falta de conocimientos para generar otro tipo de ingresos obliga a estas personas a

llevar una vida marcada por los problemas financieros.

Y es que en la actualidad, y por simple desconocimiento de las posibilidades que

brinda el ahorro y la inversión, las personas y las familias que dependen de los ingresos

activos se encuentran en una situación de cierta alienación. Están atadas a un trabajo

del que depende su nivel de vida y al que no pueden permitirse renunciar o reducir a

favor de otros objetivos; caminan por la vida sin un plan; trabajan como el resto o

incluso más. No tienen tiempo para pensar, no siguen un mapa o plan de ruta; se

limitan a repetir su día una y otra vez.

El caso es que si no tenemos tiempo para cuestionar lo que hacemos, veremos nuestra

vida pasar, agotarse; y cuando queramos actuar o cambiar algo, comprobaremos

con lástima que han transcurrido muchos años… quizás demasiados.

Si queremos revertir esta situación, es imprescindible adquirir conocimientos que nos

permitan obtener ingresos independientes al tiempo de trabajo, es decir, que no

necesiten de nuestra presencia y esfuerzo personal.

Estos ingresos, llamados comúnmente ingresos pasivos o rentas patrimoniales, permiten

complementar los ingresos procedentes del trabajo o alcanzar de manera razonable y

sensata la libertad financiera (ese estado en el que tus ingresos pasivos son superiores

a tus gastos).

Dichos ingresos son generados de forma automática sin que tengas que

trabajar: provienen de un trabajo que se realizó tan solo una vez y que,

posteriormente, continuará generando rentas a tu favor.

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Es importante remarcar que los ingresos pasivos deben generarse con una intervención

mínima por tu parte; si tienes que dedicar varias horas al día para generarlos lo que

tienes es un trabajo, no ingresos pasivos.

También es importante tener en cuenta que la libertad financiera no está

necesariamente relacionada con el volumen de ingresos; es decir, no

implica ganar mucho dinero, sino poseer un estado de bienestar económico que te

permita vivir cómo quieras, con el dinero necesario para hacerlo.

Por eso, riqueza y libertad financiera no van de la mano (de nada te sirve generar

7.000 € al mes si tienes que trabajar 12 horas al día); la libertad financiera está

relacionada con lo que realmente necesitas para vivir: si pudieras tener el tiempo libre

que quisieras, vivir a tu nivel de vida deseado y ser feliz con 1.000 € al mes, esa sería la

cifra de ingresos que deberías alcanzar para conseguir tu libertad financiera. Por lo

tanto, la libertad financiera no implica ser rico en dinero, sino ser rico en felicidad y

tiempo.

La libertad financiera también está muy relacionada con el concepto de jubilación

anticipada, pues en el momento en el que se alcanza este estado de independencia

económica, no hay porque seguir atado a un trabajo.

De hecho, se puede decir que la libertad financiera es otro nombre para referirse a la

jubilación, aunque con un matiz importante: para alcanzar la libertad financiera no es

imprescindible esperar hasta los 67 años (o la edad que determinen los políticos en ese

momento para jubilarse). La libertad financiera puede alcanzarse antes, por eso,

podemos entenderla como una forma de jubilación anticipada; no una jubilación

entendida con dejar de trabajar (aunque si eso es lo que queremos podemos

hacerlo), sino con ser libres para hacer o trabajar en lo que queramos y cómo

queramos.

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Todo esto aumenta nuestras opciones en la vida: al no tener ataduras laborales, nos

permite disfrutar de una total independencia económica y dedicarnos a todas

aquellas cosas que sean realmente importantes para nosotros; ya sea desarrollar una

actividad que nos guste, tener tiempo para dedicarnos a nosotros mismos o a nuestra

familia, mejorar nuestra productividad o simplemente disfrutar más de la vida.

Y es que al final, no sabemos cuánto tiempo viviremos, pero sí sabemos que cuando

nos llegue la hora, sí hemos vivido una vida más rica y sí hemos tenido más tiempo

para disfrutarla; y nos guste o no, nuestra economía determinará todo eso en nuestra

vida.

En esta guía quiero enseñarte el camino más sensato que puedes seguir para crear un

patrimonio sólido, que te permita en el futuro vivir de las rentas y dejar de depender de

tu nómina y la mediocre pensión estatal.

Espero despertar conciencias.

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1ª PARTE

FINANZAS PERSONALES: PRIMEROS PASOS ANTES DE EMPEZAR A CREAR UN


PATRIMONIO



El camino hacia la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro

(Benjamin Franklin)

Antes de adentrarnos en el mundo de la creación de patrimonios, es importante que

abordemos previamente una serie de conceptos que nos ayudarán a gestionar mejor

el dinero que pasa por nuestras manos.

Es un paso previo importante, porque si tenemos problemas en la gestión de nuestros

recursos financieros esos problemas afectarán luego a la hora de crear un patrimonio.

Además, gestionar el dinero es algo que todo el mundo tiene que hacer durante toda

su vida, y hacerlo de manera correcta, marcará la diferencia entre vivir de forma

desahogada o no llegar a fin de mes.

Por lo tanto, vamos a dedicarle un espacio a este tema para empezar con buen pie.

FLUJOS DE EFECTIVO, ACTIVOS Y PASIVOS

Existen tres elementos básicos que son cruciales para entender las bases de una

economía personal sólida. Son: el patrón de flujo de efectivo, los activos y los pasivos.

Vamos a verlos por separado.

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El patrón de flujo de efectivo indica como fluye el dinero a través de los distintos

elementos de nuestro estado financiero; es decir, como entra y cómo sale el dinero de

nuestra economía.

A su vez, un estado financiero está formado por una cuenta de resultados y un

balance:

La cuenta de resultados refleja los ingresos y gastos en los que incurrimos:

- Los ingresos es el dinero que percibimos por nuestro trabajo y nuestros activos.

- Los gastos, el dinero que empleamos para costear nuestro estilo de vida y nuestros

pasivos.

Los ingresos menos los gastos dan lugar a nuestro beneficio neto, siendo lo ideal

que este sea siempre positivo, pues eso indica que gastamos menos de lo que

ingresamos.

Por su parte, el balance refleja nuestra situación patrimonial; esto es, nuestros activos y

pasivos:

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 Activos

Son propiedades que nos aportan ingresos mediante rentas y /o plusvalías:

- Las rentas son ingresos que percibimos de forma regular: mensual, trimestral,

anual, etc.

- Las plusvalías son ganancias que resultan de vender un activo a un precio mayor

del que lo compramos.

Todos los activos pueden revalorizarse y venderse posteriormente para obtener un

beneficio por plusvalía, sin embargo, no todos producen una renta.

El patrón de flujo de efectivo de un activo:

Este patrón nos muestra como los activos producen un flujo de dinero hacia los

ingresos; es decir, como los activos nos aportan ingresos.

Existen muchos tipos de activos, pero en esta guía me centraré en los activos

financieros; concretamente en las acciones que producen rentas.

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 Pasivos

Son deudas o propiedades que nos generan gastos:

 Bienes inmuebles: viviendas, plazas de garaje, locales comerciales, etc. (son

pasivos cuando somos propietarios y hacemos uso de ellos o cuando se tienen

en régimen de alquiler y este alquiler no es suficiente para cubrir los gastos que

nos generan).

 Medios de transporte: coche, moto, yate, etc.

El patrón de flujo de efectivo de un pasivo es el siguiente:

Este patrón nos muestra como los pasivos producen un flujo de efectivo hacia los

gastos; es decir, como los pasivos nos reportan gastos.

Los activos menos los pasivos dan lugar a nuestro patrimonio neto, siendo lo ideal que

este sea siempre positivo, pues eso indica que nuestras propiedades nos generan más

ingresos que gastos.

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PATRONES DE FLUJO DE EFECTIVO SEGÚN LA POSICIÓN ECONÓMICA

A continuación, vamos a analizar el patrón de flujo de efectivo en función de la

posición económica, pues eso ayuda a comprender las diversas formas que existen de

emplear el dinero y cómo podemos nosotros gestionarlo mejor.

Analizaremos el patrón de flujo de efectivo de:

- Pobres: en esta categoría se incluyen personas que están en situación de

exclusión social, personas con muy bajo poder adquisitivo, pero también, personas

que continuamente gastan más de lo que ganan, independientemente de cuáles

sean sus ingresos.

- Clase media: personas con un nivel adquisitivo medio.

- Ricos: aquí se incluyen los ricos de verdad, es decir, los que se han hecho ricos

porque aprendieron a gestionar bien su dinero, no los “ricos” por herencia,

ganadores de Lotería, etc.

 Patrón de flujo de efectivo de los pobres:

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Los pobres obtienen un ingreso, generalmente escaso, que usan para gastos básicos:

comida, ropa y poco más. Por lo tanto, todo el dinero que obtienen se va únicamente

para cubrir gastos.

 Patrón de flujo de efectivo de la clase media:

En relación con los pobres, la clase media tiene una ventaja pero también un

problema. La ventaja es que al tener más ingresos pueden adquirir más cosas. El

problema es que suelen utilizar parte de esos ingresos para adquirir pasivos, lo cual les

genera a su vez más gastos (flecha azul).

Además, al tener mayor poder adquisitivo los bancos les prestan dinero; dinero que

usan para adquirir más pasivos y/o endeudarse aun más.

En ese sentido los pobres les llevan ventaja, pues al tener un bajo poder adquisitivo los

bancos no les prestan dinero, lo cual hace que no puedan endeudarse y adquirir

pasivos (los pobres aprender a vivir con lo que tienen, algo difícil de conseguir para la

clase media).

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 Patrón de flujo de efectivo de los ricos:

Los ricos son expertos gestionando su dinero, por esa razón son ricos.

Si observamos su flujo de efectivo podremos ver, que al igual que los pobres y la clase

media, tienen también unos ingresos que usan para sus gastos normales (flecha roja);

ingresos que no necesariamente tienen porque ser elevados pero que gestionan de

forma adecuada.

Lo que diferencia a los ricos de la clase media, es que no utilizan todos sus ingresos

para cubrir gastos y adquirir pasivos, sino que dedican una parte de esos ingresos para

adquirir activos (flecha azul).

Estos activos les generan a su vez más ingresos, y estos ingresos los destinan a su vez

para:

- Adquirir más activos (flecha verde): esto hace que se genere un círculo virtuoso

de riqueza y que los ricos se vuelvan cada vez más ricos.

- Adquirir pasivos: los ricos suelen adquirir sus pasivos con el dinero que les generan

sus activos, no con sus ingresos normales o mediante la adquisición de deuda.

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- Costear su estilo de vida: con el dinero que les generan sus activos obtienen una

renta que les permite complementar o sustituir los ingresos procedentes del trabajo.

Estos tres patrones de flujo de efectivo (pobres, clase media y ricos) nos indican dos

cosas:

1. Cuantos más activos tengamos menos tendremos que trabajar para pagar nuestro

estilo de vida (pues estaremos obteniendo ingresos independientes a nuestro tiempo

de trabajo), nuestra economía será más prospera y estable (al aumentar nuestros

ingresos y tenerlos diversificados) y dispondremos de más libertad para emplear

nuestro tiempo (al no depender solamente de los ingresos del trabajo tendremos la

opción de trabajar menos horas, de no trabajar si nuestras rentas superan nuestros

gastos para vivir o de trabajar en lo que queramos sin la presión de tener que generar

ingresos).

2. Cuantos más pasivos tengamos más tendremos que trabajar para pagar nuestro

estilo de vida, nuestra economía será más precaria y dispondremos de menos libertad

para emplear nuestro tiempo, dependeremos más de los bancos (por los préstamos

que tengamos) y de nuestro trabajo (porque dependeremos de la nómina como

única fuente de ingresos).

Si hoy en día vivimos como vivimos es porque adquirimos muchos pasivos y muy pocos

o ningún activo. Nuestra falta de libertad financiera y nuestros problemas económicos

derivan de ello; por lo tanto, la solución pasa por disminuir la adquisición de pasivos y

aumentar la de activos.

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Esto implica ahorrar, no endeudarse, limitar la compra de cosas que una vez

adquiridas nos sigan generando gastos (pasivos) y empezar a invertir para crear un

patrimonio (activos).

LA IMPORTANCIA DEL AHORRO

El ahorro, junto al control de gastos y la inversión, conforman los pilares de una

economía próspera.

A diferencia del dinero destinado a la inversión (que se usa única y exclusivamente

para adquirir activos) el dinero destinado al ahorro debe emplearse para otros fines:

hacer frente a gastos imprevistos (reparaciones urgentes, accidentes, gastos de

cualquier índole que no hayamos podido prever, etc.), comprar cosas que no

podamos o que no sea conveniente pagar con nuestro sueldo mensual (viajes, cursos,

objetos caros, etc.), pagar nuestras deudas más rápidamente (si las tenemos), etc.

El ahorro es muy importante porque los gastos imprevistos ocurren, y si no podemos

hacerles frente, tendremos que tirar de la tarjeta de crédito, pedir préstamos (esto es,

aumentar nuestros pasivos) o deshacer inversiones (reducir nuestros activos).

Por lo tanto, el dinero del ahorro nunca se invierte; es un dinero para tener en liquidez,

en una cuenta remunerada separada de la cuenta de inversión y de la cuenta de

gastos (la cuenta donde se tenga domiciliada la nómina o de donde se saque el

dinero para gastar en el día a día) y siempre listo para protegernos de imprevistos.

CUENTAS PARA EL AHORRO: BANCA ONLINE

Para gestionar los ahorros recomiendo emplear las cuentas remuneradas de la banca

online. Al hablar de banca online me refiero a la banca online 100%, no a la banca

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electrónica, que es la posibilidad de operar a través de Internet con una cuenta

tradicional de toda la vida.

A no ser que tengamos verdadera alergia a los ordenadores e Internet, es muy

recomendable dar el salto a este tipo de banca, pues operar a través de ella aporta

muchas ventajas con respecto a la banca tradicional.

Vamos a ver cuáles son:

 Ausencia de comisiones: la banca online no cobra comisiones por mantenimiento

de cuenta, tarjetas, operaciones habituales, etc.; incluso, aunque no tengamos

domiciliada la nómina (si además la domiciliamos obtendremos más ventajas).

Solamente, y en muy contadas ocasiones, podrían cobrarnos alguna comisión, pero

estas serían mucho menores que las de la banca tradicional.

Este punto de las comisiones es muy importante, porque a pesar de ser una

cantidad que a simple vista podría parecer pequeña, a lo largo de los años, supone

un ahorro de dinero importante.

En este artículo de Eroski Consumer puede verse la cantidad de dinero que puede

irse solamente en comisiones bancarias. En él se comenta, que la comisión media

que se paga por el mantenimiento de una cuenta corriente es de 21,75 euros

semestrales, esto es, 43,5 euros al año. Si a esto le añadimos otras comisiones la

cantidad acaba siendo mayor.

A simple vista puede que no parezca mucho dinero, pero cuidado, porque el

simple hecho de reducir o cortar pequeños gastos en el presente puede tener un

gran impacto en el futuro, lo que pasa es que solemos subestimar el impacto que, a

largo plazo, tienen estos pequeños gastos en nuestra economía (y por esa razón

seguimos con ellos).

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A largo plazo, estos gastos pueden suponer una gran diferencia: si estás pagando

60 euros de comisiones al año estás incurriendo en un coste de oportunidad: ese

dinero que pagas no puedes emplearlo para hacer otras cosas.

Imagínate que en vez de gastar esos 60 euros en comisiones, los inviertes durante

toda tu vida laboral (35 años). Pues bien, al cabo de todos esos años podrías estar

obteniendo unas rentas netas aproximadas de 1.300 euros anuales (¡todos los

años!); y todo esto, invirtiendo solamente el dinero que pagas en comisiones

bancarias.

Puede que no sea mucho dinero, ¿pero qué es mejor: gastarse 2.100 euros en

comisiones a lo largo de 35 años u obtener todos los años una renta neta de 1.300

euros? pues aunque parezca mentira mucha gente prefiere la primera opción, pues

ignoran los gastos que les producen a largo plazo las comisiones y lo que podrían

hacer con ese dinero si en vez de gastarlo lo invirtiesen.

 Mayor rentabilidad: la rentabilidad de las cuentas de la banca online suele ser

mayor que las de la banca tradicional. Actualmente (2016) ronda el 1-2%, mientras

que la mayoría de las cuentas tradicionales apenas dan intereses; de hecho,

algunas ni lo dan.

Este punto es importante porque la inflación no perdona: si tenemos nuestro dinero

en una cuenta que no genera intereses, estaremos perdiendo poder adquisitivo

cada día que pasa.

Podemos verlo con un ejemplo: si tenemos 30.000 euros en una cuenta sin

remunerar (que a efectos de la inflación es lo mismo que tener el dinero debajo del

colchón) y el IPC (indicador que mide la inflación) es del 2,5%, cada año que pase

estaremos perdiendo 750 euros en términos de poder adquisitivo (2,5% de 30.000 =

750).

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Esto significa, que pasado un año, a pesar de seguir teniendo 30.000 euros en la

cuenta bancaria, nuestra capacidad de compra no será de 30.000 euros, sino de

29.250 euros (30.000 – 750); es decir, teniendo el mismo dinero podremos comprar

menos cosas que hace un año.

Sin embargo, si esos 30.000 euros los tenemos en una cuenta remunerada que nos

da un 2% de rentabilidad, por ejemplo, al cabo de un año y con el mismo nivel de

inflación, habremos perdido solamente 150 euros en términos de poder adquisitivo,

que son 600 euros menos de pérdida en relación con la que habríamos

experimentado de tenerlo en una cuenta sin remunerar. Por lo tanto, nuestra

capacidad de compra sería en este caso mayor: de 29.850 euros (30.000 – 150).

Es por eso por lo que es importante tener el dinero ahorrado en una cuenta

remunerada, porque de esa forma amortiguamos el impacto que la inflación

produce en nuestro poder adquisitivo.

Esta mayor rentabilidad de la banca online, unida al ahorro en comisiones, es

posible gracias a los menores gastos en oficinas y personal; lo cual se traduce en

más beneficios, tanto para el banco como para nosotros.

 Mayor comodidad y productividad: la banca online nos permite hacer cualquier

tipo de operación desde nuestro ordenador: hacer transferencias entre cuentas,

consultar el saldo, controlar los ingresos y gastos de la cuenta, etc.; salvo

lógicamente ingresar dinero en efectivo. No tenemos que ir a la oficina bancaria y

perder el tiempo en interminables colas, por lo tanto, ganamos tiempo para hacer

cosas que sean más importantes para nosotros. Y por supuesto, seguimos teniendo

la opción de ir a la oficina siempre que queramos.

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¿ES SEGURA LA BANCA ONLINE?

Quizás, la mayor pega que pueda achacarse a la banca online, es precisamente el

hecho de ser online.

Casi todos nosotros hemos funcionado siempre con la banca tradicional, por lo tanto,

es normal que surja cierta desconfianza cuando se habla de cambiar el modelo de

gestión; y más cuando hablamos de un tema tan importante como nuestro dinero.

El problema es que ese miedo es infundado, ya que proviene del desconocimiento y

de la errónea asociación de la banca online con las estafas de Internet.

Se trata además de una situación paradójica, porque mucha gente piensa que su

dinero va a estar más seguro en su cuenta corriente de toda la vida, cuando en

realidad es justamente al contrario: el dinero se pierde precisamente por tenerlo en

estas cuentas (debido a las comisiones y a que no amortiguamos la inflación).

El caso es que la banca online no es menos segura que la banca tradicional; de

hecho está respaldada por las entidades bancarias de toda la vida; lo único que

cambia es el entorno.

Operar con la banca online a través de Internet es totalmente seguro, ya que dispone

de complejos códigos de encriptación que evitan el acceso de hackers a nuestras

cuentas.

Además, todas las operaciones que hagamos necesitan siempre nuestra confirmación,

por eso, en el hipotético caso de que alguien ajeno a nosotros intentara hacer una

operación, necesitaría de nuestra aprobación antes de que esta se ejecutase.

En resumen, si tenemos en cuenta que con la banca online: ahorramos dinero en

comisiones, obtenemos más rentabilidad, amortiguamos la inflación, ganamos en

comodidad y productividad y es igual o más segura que la banca tradicional, el

resultado final son sólo ventajas.

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LAS CUENTAS REMUNERADAS NO SIRVEN PARA GENERAR RIQUEZA

No obstante, y a pesar de que las cuentas remuneradas ofrecen mayor rentabilidad

que las cuentas corrientes, hay que entender que no dejan de ser simples productos

de ahorro; es decir, sirven para guardar los ahorros y amortiguar los efectos de la

inflación, pero en ningún caso sirven para crear riqueza.

La riqueza se crea con la inversión, y para que esa riqueza se materialice, la

rentabilidad tiene que superar la inflación; es decir, tenemos que ganar poder

adquisitivo, que es en lo que se sustenta realmente la generación de riqueza.

Es muy importante tener esto en cuenta, porque muchas personas se obsesionan

buscando las cuentas remuneradas que más rentabilidad dan, sin tener presente que

la rentabilidad que obtienen con ellas es tan baja, que eso no hará que aumente su

poder adquisitivo (solamente amortiguará su caída).

Hay que tener en cuenta que la rentabilidad que dan las cuentas remuneradas suele

rondar la inflación (el IPC), por lo tanto, no es posible generar riqueza con ellas. No

obstante, son un buen sitio para que nuestros ahorros sufran lo menos posible por ella.

Por lo tanto, debemos concebir las cuentas remuneradas como lo que son: un buen

refugio para proteger nuestros ahorros de la inflación, pero un mal sitio para crear

riqueza.

Cuentas remuneradas recomendadas:

- Cuenta NARANJA, de ING Direct

- Coinc (pertenece a Bankinter)

- Cuenta Self, de Selfbank

- Cuenta Triodos, de Triodos Bank

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PRIORIZAR AHORRO E INVERSIÓN

Por último, debemos hacer que el ahorro y la inversión sean una prioridad en nuestra

vida; y para lograrlo, debemos pagarnos primero a nosotros mismos; es decir, nada

más cobrar nuestro sueldo, separar una parte para el ahorro y otra para la inversión

(cada parte a su respectiva cuenta); y luego, con el dinero que nos quede, hacer

frente a los gastos del mes.

Si actuamos de esta forma el ahorro y la inversión se convertirán en una prioridad,

porque estaremos separando el dinero para estas categorías nada más tenerlo. No

tendremos por tanto que preocuparnos de si nos va a quedar dinero a final de mes

para ahorrar e invertir, pues ya lo habremos separado a principio de mes. Sin embargo,

si nos tendremos que preocupar de cuánto gastamos porque tendremos menos dinero

todos los meses para los gastos; y es justamente este hecho lo que nos obligará a

adquirir una mayor disciplina de gasto.

Para desarrollar este hábito, podemos concebir el dinero que destinamos a estas

categorías (ahorro e inversión) como un gasto más al que tenemos que hacer frente

todos los meses: al igual que pagamos el dinero de la hipoteca, la luz o el gas,

tenemos también estos “gastos” de ahorro e inversión; lo que pasa es que en este caso

son “gastos productivos” que nos beneficiarán enormemente en nuestra vida.

Una vez que hayamos desarrollado estos hábitos, estaremos listos para empezar a

sentar las bases de nuestro patrimonio; tarea que abordaremos a continuación.

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Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 22
2ª PARTE

CÓMO CONSTRUIR UN PATRIMONIO GENERADOR DE RENTAS



“El dinero es uno de los mayores instrumentos de libertad que jamás haya inventado el
hombre”

(Friedrich Hayek)

Las palabras de Hayek, reputado economista del siglo XX, podrían resultar chocantes

a todo aquel que nunca haya puesto en duda los paradigmas de nuestra sociedad en

relación con las formas que existen de ganar dinero. Para estas personas, el dinero

probablemente sea todo lo contrario: una forma de esclavitud, pues se verán

obligadas a trabajar toda su vida por el hasta que el Estado determine cuando han de

jubilarse.

Por el contrario, todas aquellas personas que hayan indagado y puesto en tela de

juicio estos paradigmas, entenderán muy bien las palabras de Hayek, pues el dinero es

uno de los medios más útiles, si no el que más, para alcanzar nuestra libertad.

Así, cuando se entiende que el dinero es un medio que también puede trabajar para

nosotros (al generarnos más dinero), estamos preparados para transitar el camino

hacia la libertad, pues podremos eliminar nuestra dependencia hacia las pensiones

públicas, además de complementar también nuestro sueldo, o sustituirlo, con el fin de

reducir o eliminar nuestra dependencia hacia una nómina.

Para conseguirlo, basta con ahorrar e invertir una parte de nuestro sueldo todos los

meses. Sabemos que ahorrar es algo que mucha gente hace (aunque no lo haga de

forma adecuada, y por ello, ahorre menos de lo que realmente podría); sin embargo,

muy poca gente invierte (en comparación con los que ahorran); y entre los que

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invierten, muy pocos lo hacen realmente (la mayoría especula), por lo que al final, en

vez de ganar dinero lo pierden.

Existe además otro problema: la mayoría de la gente no suele pensar en su retiro hasta

bien entrados los 40, pues han asumido que la edad de jubilación la determina el

Estado (67 para los que se jubilen a partir del 2027), cuando realmente no tiene porque

ser así.

Piensan que no existen alternativas individuales al sistema público de pensiones que les

permitan jubilarse antes de tiempo y que sólo los ricos tienen el privilegio de hacerlo;

por eso, la mayoría cree que no merece la pena ahorrar e invertir cuando se es joven

(por muy poco que sea) y lo postergan para cuando lleguen a una edad más

avanzada.

Otras personas están en una situación peor, pues ni siquiera se plantean hacer nada.

Asumen que el Estado podrá pagarlas una pensión al jubilarse, cuando lo cierto es que

esa pensión las obligará a reducir drásticamente su nivel de vida y estar a expensas de

las condiciones de jubilación que determine el gobierno de turno.

Lo cierto es que al final, muy pocos son conscientes de que cuanto antes planeen su

retiro antes podrán retirarse sin tener que ceder ante las condiciones impuestas por los

burócratas. Hoy en día existen oportunidades para todos; la libertad financiera es algo

que todo el mundo puede alcanzar, sin importar la situación económica del momento

o la condición social de la persona. Sólo hay que tener el conocimiento adecuado y

estar dispuesto a trabajar por ella.

SI QUIERES SER RENTISTA INVIERTE EN BOLSA

“Por extraño y paradójico que le parezca, la renta variable (acciones) es el activo a

largo plazo más rentable y menos arriesgado que existe.”

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 24


Esta afirmación de Francisco García Paramés, unos los gestores de fondos de inversión

más reputados del panorama español, podría sonar extraña. Y no es para menos, la

mayoría de las personas tiene un concepto erróneo de cómo es realmente la inversión

en Bolsa: el cine, la información generalista de los medios de comunicación, la masiva

afluencia de formación orientada a la especulación (y no a la inversión), etc. han

dado una imagen distorsionada del mercado de valores, que es concebido por el

gran público como una especie de casino donde unas pocas mentes privilegiadas se

juegan su dinero. Una especie de caja negra que cuesta entender y valorar, donde

miles de ingenuos intentan hacerse ricos a costa de salir escaldados una y otra vez por

sus ansias de codicia.

Aunque sea esta la imagen que ha llegado a la gente, es bueno saber que en la Bolsa

también hay personas normales que invierten su dinero y consiguen sacarle una buena

rentabilidad. Personas que huyen del juego de masas, que a lo largo de los años y de

forma casi silenciosa, van creando un patrimonio que les genera una renta importante,

que con el tiempo, llega a convertirse en un sustituto de su sueldo; su llave para la

libertad financiera.

Y es que la inversión en acciones es y ha sido la forma de invertir más segura a largo

plazo, así como uno de los mejores medios, si no el mejor, de crear un patrimonio que

nos permita vivir de las rentas.

Puesto que mi intención es demostrar este hecho (porque las acciones son el mejor

activo para vivir de las rentas), voy a someterlas, junto a otros activos de inversión, a

una serie de parámetros (recogidos en el llamado triángulo de la inversión) que deben

valorarse siempre a la hora de tomar decisiones de inversión.

Vamos a ver así cuál es el riesgo, liquidez y rentabilidad de las acciones, el alquiler de

pisos, los fondos de inversión y planes de pensiones.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 25


Riesgo

El riesgo es la probabilidad que existe de perder dinero con un activo. Cuanto más

arriesgado sea el activo (o mejor dicho, la estrategia de inversión seguida con ese

activo), más probabilidades habrá de perder el dinero invertido.

En principio, son muchas las personas que piensan que rentabilidad elevada y riesgo

elevado van de la mano (el típico “a más riesgo más rentabilidad”), pero no siempre

es así. Debemos tener en cuenta que el riesgo va de la mano del conocimiento:

cuantos más conocimientos tengamos más controlado será el riesgo al que nos

expondremos; y viceversa.

Vamos a ver por tanto cómo afecta este factor a los diversos activos de inversión.

- Riesgo en las acciones: el riesgo varía mucho en función del tipo de empresa en la

que se invierta.

Así, cuando se invierte en empresas sólidas que tienen una buena trayectoria y con

perspectivas de mantener esa buena trayectoria, se corre un riesgo controlado.

Sin embargo, cuando se invierte en empresas que, aun teniendo elevadas

expectativas de beneficios, entran frecuentemente en pérdidas, tienen muchas

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 26


deudas, operan en sectores en decadencia, etc. el riesgo pasa a ser peligro, porque

en estos casos es poco probable que la empresa dé un giro radical y se convierta en

una magnífica empresa.

Para minimizar por tanto el riesgo con las acciones, un inversor debe ser capaz

de diferenciar aquellas empresas sólidas de aquellas que sean peligrosas (veremos

cómo hacerlo más adelante). Ese conocimiento es poder; poder para minimizar el

riesgo de la inversión.

- Riesgo en los inmuebles: la proporción de gente que considera la inversión en

acciones como una opción más arriesgada que el alquiler de inmuebles es bastante

alta; probablemente, porque existe mucha más gente que ha tenido experiencias

negativas con la bolsa que con los inmuebles.

Sin embargo, la inversión en acciones no tiene porque ser más arriesgada que la

compra de un piso y su posterior alquiler; de hecho, como veremos en la parte relativa

a la rentabilidad, el riesgo puede ser notablemente más bajo, lo que pasa es que la

forma empleada para seleccionar pisos y la forma de seleccionar acciones difiere

mucho.

Para seleccionar un piso un inversor suele informarse a fondo. Sobre cómo seleccionan

las acciones muchos inversores casi mejor ni hablar: una charla con el cuñado, un

mensaje en un foro de Internet, la que más suena en los medios de comunicación, la

que sube como la espuma… son pocas las personas que invierten basándose en la

evolución del negocio de la empresa (reflejada en sus informes financieros) y no en la

parafernalia que hay en torno a los movimientos de las cotizaciones (reflejada en los

medios de comunicación).

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 27


- Riesgo en los fondos de inversión y planes de pensiones: con estos vehículos de

inversión ocurre algo muy curioso: mucha gente tiene aversión a la Bolsa, pero luego

tiene participaciones en fondos de inversión y planes de pensiones que invierten en la

propia Bolsa. La diferencia aquí es que la inversión en Bolsa se hace mediante

intermediarios (las gestoras de los fondos y planes), mientras que la inversión en

acciones a la que yo hago referencia (inversión directa en Bolsa) se lleva a cabo sin

intermediarios (somos nosotros mismos los que seleccionamos las acciones en las que

invertimos).

El problema que se plantea aquí con los planes de pensiones y fondos de inversión es

que la mayoría no reparten dividendos; y los que lo hacen no son muy fiables: la

cartera de los fondos de inversión cambia con bastante frecuencia (para un inversor

es muy complicado seguirla y hacer estimaciones de cómo podría evolucionar el

dividendo que cobre de ese fondo de inversión en el futuro) y las políticas sobre el

pago de dividendos pueden cambiar en cualquier momento, y de hecho es habitual

que se cambien (un fondo de inversión que paga dividendos hoy, podría dejar de

hacerlo dentro de un tiempo con muchísima mayor facilidad que una empresa que

paga dividendos y decida dejar de hacerlo).

Por lo tanto, no es muy prudente esperar que un fondo de inversión que pague

dividendos en la actualidad, lo vaya a seguir haciendo durante las próximas décadas.

Sin embargo, muchas empresas sólidas llevan repartiendo dividendos durante

décadas (algunas incluso durante más de un siglo) de forma ininterrumpida.

Por su parte, los planes de pensiones tampoco dan una renta, ni aunque se rescaten

en forma de renta. Rescatar un plan de pensiones en forma de renta no supone que

nos vayan a ir entregando las rentas que produzca el dinero que hemos acumulado,

sino que se va a ir reduciendo nuestro patrimonio poco a poco, según nos van

entregando el dinero todos los meses.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 28


Por lo tanto, al final, el riesgo de una persona que invierta en fondos de inversión (que

reparta dividendos) y que pretenda vivir de las rentas es muy elevado. Por su parte,

aquellos que inviertan en planes de pensiones y fondos de inversión que no repartan

dividendos (que recordemos, son la mayoría), no podrán vivir de la renta, sino de

gastar poco a poco el patrimonio acumulado.

Por último, a la hora de hablar de riesgos es muy importante conocer también la

distinción que existe entre invertir, especular y apostar.

Lo primero que hay que tener presente aquí, es que el dinero que se destina a invertir

no es un dinero para jugar; es un dinero que hay que proteger y respetar. Bajo esta

premisa actúan los inversores: personas que buscan participar de los beneficios que

obtienen las empresas de calidad, mediante la compra de sus acciones.

El inversor está interesado en obtener beneficios recurrentes y a largo plazo de las

acciones que compra. No tiene interés en venderlas a corto plazo con el fin de

obtener una ganancia puntual (algo propio de especuladores y apostadores); por esa

razón, le preocupan los aspectos económicos a largo plazo de las empresas e ignora

casi por completo si las acciones suben o bajan a corto plazo, así como toda la

parafernalia que hay montado en torno a ello.

Otra cosa muy distinta es especular y apostar, dos conceptos que difieren mucho de

la inversión real.

Los medios de comunicación llaman inversor a todo aquel que compra y vende

acciones, independientemente de cuál sea su objetivo. Sin embargo, sería bueno que

recuperaran la distinción entre invertir, especular y apostar, porque de esa forma

advertirían de los peligros que conlleva la especulación y la apuesta con acciones, así

como los beneficios de invertir en ellas.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 29


Así, cuando una persona especula, lo que hace es intentar anticipar hacia donde van

a ir, a corto plazo, los precios de las acciones, para extraer así beneficios de las

fluctuaciones de sus precios.

Al especulador, a diferencia del inversor, no le importan los aspectos económicos de

las empresas; le importa si el precio de las acciones sube o baja a corto plazo.

Todo eso es muy difícil de hacer y no está al alcance de cualquiera, pues requiere de

unos conocimientos superiores a la media y una dedicación exclusiva.

El ejemplo más claro de especulación es el trading, operativa bursátil que consiste en

hacer muchas operaciones de compra/venta de acciones, u otros activos, en base a

un análisis técnico del precio, para tratar de obtener así beneficios a corto plazo de

sus fluctuaciones.

La propia palabra, “trading” (del inglés, “comercio”), ya nos indica que la persona que

se dedica a esta operativa actúa como un comerciante de acciones (compra y

vende acciones), en contraposición al papel de propietario de empresa (accionista)

que adquiere el inversor.

El trading requiere de mucho tiempo y estudio y es una disciplina que no está al

alcance de cualquiera. Es mucho más difícil de lo que la gente se imagina; por eso

mismo, la mayoría de las personas que hace trading a un nivel no profesional acaban

perdiendo más dinero del que ganan.

Se pueden conseguir beneficios de vez en cuando, sin embargo, lo realmente difícil es

conseguirlos con la suficiente frecuencia como para justificar el tiempo que requiere

esta actividad. Muchas personas lo han intentado y la evidencia es clara: cuantas más

operaciones de trading se hacen menos dinero se conserva (Estudios de

referencia: http://bit.ly/1kfgyQw).

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 30


Los que realmente hacen dinero con esta operativa son los brókers, que venden sus

plataformas de trading al público y cobran comisiones por cada compra y venta de

acciones.

Además, debemos tener en cuenta también que los ingresos obtenidos por esta vía

son ingresos activos, no pasivos; esto es, requieren de nuestro tiempo para generarse,

por lo que es imposible vivir de las rentas haciendo trading.

Por último tenemos al apostador, que es la persona que compra y vende acciones sin

saber lo que está haciendo. Lo hace porque ha oído que tal acción va a subir o

porque alguien que no entiende mucho del tema se lo ha dicho.

Las personas que intentan rentabilizar su dinero especulando o apostando suelen

incurrir en cuantiosas pérdidas; es lo que pasó por ejemplo a finales de la década de

los 90, cuando millones de personas intentaron hacerse ricas en poco tiempo

adquiriendo acciones de empresas tecnológicas relacionadas con Internet (las

llamadas acciones punto com).

La fiebre de Internet de aquella época provocó una auténtica burbuja especulativa, y

aunque es cierto que algunos ganaron mucho dinero, cuando dicha burbuja estalló la

mayoría acabó arruinándose.

Por eso, aquí es importante tener en cuenta que lo primero que hay que hacer para

generar riqueza es no perder dinero. Tal y como dice el maestro de las inversiones

Warren Buffett: “regla nª 1: nunca pierda dinero. Regla nº 2: nunca olvide la regla nº 1”.

Si se siguen estrategias peligrosas (se especula o se apuesta), las probabilidades de

perder, y por lo tanto de generar riqueza, se reducen considerablemente. Sólo una

estrategia de inversión correctamente llevada nos proporcionará buenos rendimientos

en relación al riesgo asumido.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 31


Liquidez

La liquidez nos indica si el dinero que hemos invertido es fácilmente recuperable y

los costes asociados a esa recuperación. De esta forma:

• Cuanto más líquido es un activo menos tiempo se necesita para recuperar el dinero

y menos costes asociados tiene su recuperación.

• Cuanto menos líquido es un activo más tiempo se necesita para recuperar el dinero

y más costes asociados tiene su recuperación.

- Liquidez de las acciones: la liquidez de las acciones cotizadas es muy alta; en

cualquier momento y en unos pocos segundos podemos dar una orden de venta y

recuperar el dinero que tengamos invertido a un coste ínfimo.

- Liquidez de los pisos: vender un piso lleva su tiempo y conlleva gastos importantes;

por lo tanto, su liquidez es mucho menor que la de las acciones.

- Liquidez de los fondos de inversión y planes de pensiones: la liquidez de estos

productos también es muy alta: podemos vender nuestras participaciones en muy

poco tiempo (horas o unos pocos días) y a un coste muy bajo.

Sin embargo, si lo que queremos es vivir de las rentas vender nuestras

participaciones es un problema, porque en el mismo momento en que empecemos a

gastarnos el dinero obtenido de esa venta nuestro patrimonio empezará a consumirse

hasta que se agote el dinero. Esto, además de generar incertidumbre, impide que el

patrimonio (o al menos una parte muy importante de él) pase a la siguiente

generación.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 32


Todo esto es muy importante tenerlo en cuenta, porque existe una gran diferencia

entre invertir en algo que nos da una renta (acciones que reparten dividendos) e

invertir en algo que, antes o después, tendremos que vender (participaciones de un

fondo de inversión o plan de pensiones) para poder beneficiarnos de ello.

Por lo tanto, aunque la liquidez de estos productos sea elevada, de nada nos sirve si

nuestro propósito es vivir de las rentas.

Rentabilidad

La rentabilidad es la capacidad de un activo para generar beneficios.

- Rentabilidad de las acciones: de entre los activos de inversión más comunes, las

acciones son los que ofrecen mejor tasa de rentabilidad a largo plazo.

En la siguiente gráfica (perteneciente a un estudio publicado en el libro “A Random

Walk Down Wall Street”, de Burton G. Malkiel), puede verse como en los últimos 200

años (1802-2001), las acciones (stocks) han generado una rentabilidad muy superior a

los títulos de renta fija (bonds and bills) y el oro (gold).

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 33


De esta forma, si hubiéramos invertido un dólar en el año 1802, en el año 2001 este

dólar se habría convertido en:

 599.605 $ si hubiera sido invertido en acciones

 952 $ si hubiera sido invertido en bonos

 304 $ si hubiera sido invertido en letras

 0,98 $ si hubiera sido invertido en oro

 0,07 $ si hubiera sido conservado en efectivo (habría perdido un 93% de su

valor debido a la inflación).

Esto nos muestra el muy superior rendimiento de las acciones sobre los títulos de renta

fija (bonos y letras) y otras inversiones muy populares como el oro; algo que ha sido

confirmado en otros estudios, entre los cuales merece la pena destacar el que en 2010

publicó BME (Bolsas y Mercados Españoles, la empresa que gestiona la Bolsa

española).

Dicho estudio, refuerza la idea de que la inversión en Bolsa a largo plazo es la más

segura y rentable que existe, contradiciendo de esta forma la errónea creencia de

que la Bolsa es uno de los sitios más arriesgados para invertir.

El estudio de BME abarca un plazo de 30 años (de 1980 a 2010) y llega a una serie de

conclusiones:

Una inversión de 100 euros referenciada al Índice Total de la Bolsa de Madrid (es decir,

100 euros invertidos en todas las empresas que componen este índice de manera

proporcional a su peso en el mismo) realizada en 1980, se habría convertido en 2010

en 2.539 euros, teniendo en cuenta solamente la revalorización de las cotizaciones. Si

además de la evolución de las cotizaciones se tienen en cuenta los dividendos

pagados por las empresas, entonces los 100 euros de 1980 se habrían convertido

en 9.254 euros en 2010.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 34


Es importante fijarse en la diferencia de rentabilidad que existe entre tener en cuenta

los dividendos y no hacerlo: 9.254 euros teniendo en cuenta los dividendos, frente

a 2.539 euros sin tenerlos en cuenta. Esto es, la mayor parte de la rentabilidad a largo

plazo la dan los dividendos; por eso, todo inversor de largo plazo debería prestarles

una atención especial; más aun si pretende vivir de las rentas.

Otro dato importante que refleja como el largo plazo es un fiel aliado del inversor en

Bolsa (y como el corto plazo no lo es), es el hecho de que a partir de los 11 años, los

casos en lo que se han obtenido rentabilidades negativas han sido del 0%; o lo que es

lo mismo, a partir de los 11 años la rentabilidad ha sido positiva en un 100% de los casos

(ver tabla).

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 35


El estudio también refleja cómo el rendimiento de las acciones supera ampliamente a

otras opciones de inversión, como la renta fija y los depósitos bancarios (es curioso que

mucha gente piense que la renta fija y los depósitos son las inversiones más seguras.

Están en lo cierto, son seguras en el sentido de que la pérdida de poder adquisitivo de

tu dinero está casi asegurada).

Así, en los últimos 30 años, el rendimiento de las acciones cotizadas en Bolsa ha sido

4,53 puntos porcentuales superior al bono de Deuda Pública a 10 años (deuda l/p) y

6,97 superior al de un Depósito (deuda c/p) reinvertido mes a mes (ver tabla)

Todos estos datos a favor de la Bolsa se ven reforzados por otros factores que también

deben tenerse en cuenta:

 En el estudio solamente se han invertido 100 euros y no se ha vuelto a invertir

más dinero en 30 años (solamente los dividendos obtenidos año a año, que se

han reinvertido). Es previsible y lógico que un inversor de largo plazo invierta

una cantidad muy superior a 100 euros en 30 años, por lo tanto, la cantidad

final que obtendría sería mucho mayor que la de este estudio.

 En el estudio los gestores se han limitado a replicar un índice (el Índice General

de la Bolsa de Madrid), es decir, han invertido en todas las empresas que lo

componen. Hay que tener en cuenta que este índice (como todos los índices)

incluye empresas buenas, malas y regulares; y que entre ellas, hay algunas que

reparten dividendos y otras que no lo hacen. Por lo tanto, haciendo una

selección adecuada de empresas e invirtiendo solamente en aquellas que

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 36


sean sólidas y repartan dividendos, dará lugar a mejor resultados que los

obtenidos en este estudio.

 La inflación en España durante los 30 años en los que se desarrolla el estudio

fue mucho más alta de lo que es ahora y de lo que se estima para el futuro. A

finales de los 80 y principios de los años 90 eran normales inflaciones del 5%-8%,

mientras que en el resto de Europa las cifras de inflación eran mucho más

bajas. Una vez que España entró en el euro la inflación en nuestro país fue

similar a la del resto de países desarrollados. Desde 1996 la inflación ronda el

2%-3%, con máximos del 4%.

Todas estas razones hacen que la rentabilidad que se muestra en este estudio no sea

la que habría obtenido una persona con conocimientos de inversión, sino la que

habría obtenido alguien con muy pocos o nulos conocimientos de Bolsa que se

hubiera limitado a replicar sin más el índice de la Bolsa de Madrid; algo que puede

hacer cualquier persona invirtiendo a través de un ETF o un fondo índice (productos de

inversión que invierten en todas las empresas que componen un índice).

- Rentabilidad de los pisos: aquí, a parte de las rentas que nos pueda generar el piso,

hay que tener en cuenta también los gastos asociados, que son constantes (gastos de

comunidad, derramas, seguros, reparaciones, mejoras, etc.). Esto hace que, en

comparación, los gastos de mantenimiento de una cartera de acciones sean ínfimos.

También hay que tener en cuenta que la inmensa mayoría de los inmuebles tienen

períodos de desocupación más o menos largos cada pocos años; a veces incluso

cada pocos meses, por lo que el riesgo de dejar de percibir la renta es mucho mayor

que en el caso de las acciones, donde muchas empresas sólidas y bien gestionadas

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 37


no han dejado de pagar dividendos ni un sólo año desde hace muchas décadas,

algunas incluso desde hace más de un siglo.

Durante esos períodos de desocupación deja de cobrarse la renta pero hay que seguir

haciendo frente a gastos e impuestos; e incluso, cada vez que se vacía el inmueble

hay que contar casi siempre con hacer alguna reparación.

A esto hay que añadirle el problema de que el inquilino puede dejar de pagar el

alquiler, con todos los gastos en abogados que eso conlleva.

A pesar de que todos estos gastos se ignoran habitualmente, tienen una importancia

decisiva en las rentas que finalmente se obtienen; y por lo tanto, en la rentabilidad

finalmente obtenida con los pisos.

- Rentabilidad de los fondos de inversión y planes de pensiones: para valorar la

rentabilidad de estos vehículos de inversión, echaremos manos de un estudio realizado

por tres profesores del IESE Business School. Este estudio nos muestra la baja calidad

que tienen la mayoría de planes de pensiones y fondos de inversión en España

(Fernández, Pablo; Linares, Pablo; Fernández Acín, Pablo. Rentabilidad de los fondos

de pensiones en España. 1998-2013. IESE. Universidad de Navarra).

Empecemos con los planes de pensiones:

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 38


Como puede verse en la gráfica, durante el periodo comprendido entre 1998 y 2013 la

rentabilidad media de los planes de pensiones analizados (257 en total) fue solamente

del 1,53%. De esos 257 planes de pensiones, sólo 4 superaron la rentabilidad promedio

del IBEX 35 (que fue casi del 4% anual); solamente 3 superaron la rentabilidad de los

bonos del Estado a 10 años (que fue del 4,3% anual) y 25 de ellos tuvieron una

rentabilidad promedio negativa.

En el estudio se muestran también los resultados de un experimento bastante curioso

llevado a cabo con 248 estudiantes de primaria. A dichos estudiantes, que como es

lógico no tenían la más mínima idea de invertir en Bolsa, se les dijo que seleccionaran

acciones de forma aleatoria. Posteriormente, se invirtió en esas mismas acciones.

Al final, la rentabilidad obtenida tras invertir en dichas acciones durante los 10 años

que duró el experimento, fue mayor que la rentabilidad que obtuvieron los gestores de

los planes de pensiones (ver gráfica).

Como puede verse, la rentabilidad media acumulada obtenida con las acciones

seleccionadas por los estudiantes de primaria fue del 105%; mientras que la media de

los gestores profesionales fue del 34%.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 39


A la vista de estos resultados, resulta llamativo que muchas personas tengan plena

confianza en los planes de pensiones; aunque esto se debe, principalmente, a los

incentivos fiscales que tienen, que aparentemente hacen que sea más beneficioso

invertir en planes de pensiones que en otros medios de inversión.

Sin embargo, como comentan los autores del estudio: “el resultado global de los

planes de pensiones no justifica en absoluto la discriminación fiscal a favor de los

mismos. En varios casos los inversores en planes de pensiones perdieron la

desgravación fiscal que les regaló el Estado (vía comisiones e ineficiencias en inversión

y gestión) para inducirles a invertir en dichos fondos en menos de 5 años. El Estado

puede tener alguna responsabilidad en las pérdidas que siguen sufriendo muchos

contribuyentes pasados esos 5 años.”

Lo cierto es que la fiscalidad de los planes de pensiones suele ser positiva en el

momento de hacer las aportaciones; pero luego, en el momento de recuperar el

dinero deja mucho que desear. Esto se debe a que las ventajas fiscales no consisten

en ahorrarse una serie de impuestos, sino en un diferimiento de los mismos; es decir, en

el momento de aportar dinero al plan de pensiones no se pagan impuestos, sin

embargo, cuando llega el momento de rescatar el dinero se pagan todos juntos.

Además, al rescatar los importes éstos tributan como rentas del trabajo; y este tipo de

rentas están gravadas a un tipo impositivo superior que las plusvalías al tipo de rentas

del ahorro, que es por ejemplo cómo tributan las acciones.

Por lo tanto, las ventajas fiscales de los planes de pensiones no suelen compensar

finalmente todos sus inconvenientes.

En cuanto a los fondos de inversión, existe otro estudio muy similar llevado a cabo

por los mismos profesores del IESE. En dicho estudio se muestra también la baja calidad

de la mayoría de fondos de inversión en España (Fernández, Pablo; Linares, Pablo;

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 40


Fernández Acín, Pablo. Rentabilidad de los fondos de inversión en España. 1998-2013.

IESE. Universidad de Navarra).

Como puede verse en la gráfica, durante el periodo comprendido entre 1998 y 2013 la

rentabilidad media de los fondos de inversión analizados (614 en total) fue del 1,98%.

De esos 614 fondos, solamente 38 superaron la rentabilidad del IBEX 35 (que fue del

4%); sólo 26 superaron la rentabilidad de los bonos del Estado a 10 años (que fue del

4,3%) y 52 obtuvieron una rentabilidad promedio negativa.

También se comparó la rentabilidad que obtuvieron los estudiantes de primaria del

estudio anterior tras seleccionar empresas de forma aleatoria, con la rentabilidad que

obtuvieron los gestores de los fondos de inversión.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 41


Los resultados fueron similares: la media de rentabilidad acumulada obtenida con las

acciones seleccionadas por los estudiantes de primaria fue del 105%; mientras que la

media de los gestores profesionales fue del 71%.

Por si todo esto no fuera suficientemente estrambótico, existe otro experimento, más

llamativo aun si cabe, donde un mono (si, un mono) se batió con varias gestoras

profesionales.

Hace unas décadas, una universidad estadounidense hizo un experimento con un

mono que sabía tirar dardos. Se aprovechó su habilidad para que el mono lanzara los

dardos sobre una página de cotizaciones del periódico The Wall Street Journal. En

función de donde dieran los dardos se iban seleccionando las empresas en las que se

invertiría; de tal manera que, con todas las acciones seleccionadas por el mono

aleatoriamente, se formó la “cartera del mono”.

Dicho mono competía contra 10 gestoras profesionales, que seleccionaron sus

acciones en base a su conocimiento y experiencia.

Al final del experimento la cartera del mono superó al 85% de los fondos que

competían contra él; además de superar también a los principales índices bursátiles

del país.

En España el diario Expansión volvió a repetir el mismo experimento con un mono

llamado Merlín. En este caso el mono compitió contra 6 gestoras profesionales.

Así, el primer mes el mono empezó ganando; el segundo mes el mono sacaba una

distancia importante al gestor que iba detrás de él; y el tercero, se acabó el

experimento porque los gestores se negaron a seguir compitiendo contra él. Ver para

creer.

Por supuesto, no concluyamos de todo esto que para tener éxito en Bolsa tengamos

que buscarnos un mono (o decirle a nuestro hijo que seleccione las acciones por

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 42


nosotros). La conclusión es, que si un mono (y unos niños también) pueden superar en

rentabilidad a los gestores profesionales, es que hay vida más allá en cuanto a la

forma de seleccionar acciones que emplean la mayoría de gestores profesionales de

planes de pensiones y fondos de inversión.

Hay que tener en cuenta que, al seleccionar acciones, los gestores profesionales

tienden a guiarse en exceso por las previsiones económicas a corto plazo, se dejan

llevar por las modas y las fobias del mercado, cambian constantemente de estrategia,

etc. y todo eso tiene un impacto muy negativo sobre la rentabilidad finalmente

obtenida.

Por lo tanto, si se opta por invertir en planes de pensiones o fondos de inversión, hay

que ir con mucho cuidado y estudiar muy bien donde se mete el dinero; además de

no olvidar también el importante hándicap que comenté antes: no se puede vivir de

las rentas invirtiendo en estos vehículos de inversión.

Conclusiones

Al final, a la hora de valorar un activo de inversión el factor más importante es una

buena gestión del riesgo. De nada nos sirve obtener elevadas rentabilidades si de

golpe y plumazo lo perdemos todo.

Por su parte, la liquidez también es un factor importante. No hay que caer en trampas

de inversión ilíquidas en las que sea muy difícil recuperar el dinero. Si se da el caso,

tenemos que poder vender la inversión que hayamos hecho en cuestión de segundos.

A continuación, y sólo cuando se haya valorado el riesgo y la liquidez de un activo, se

pasa a valorar su rentabilidad.

En este sentido, la inversión directa en acciones, tal y como voy a plantearla a

continuación, reúne los 3 requisitos del triángulo de la inversión: se invierte en un activo

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 43


muy líquido, el cual tiene la rentabilidad histórica más elevada de entre los activos

financieros más comunes; y se controla el riesgo al invertir siempre en empresas sólidas

y evitar en todo momento aquellas que son peligrosas.

INVERSIÓN DIRECTA EN ACCIONES

La inversión directa en acciones consiste en construir un patrimonio seleccionando y

gestionando por nuestra cuenta (sin intermediarios) las acciones que componen dicho

patrimonio.

Para llevar a buen puerto esta tarea es esencial seguir una estrategia de inversión; esto

es, seguir un conjunto de reglas que nos indiquen, entre otras cosas, en qué tipo de

empresas invertir, cuando comprar, cuando vender, etc.

Todo esto es crucial, porque invertir sin tener una estrategia no es invertir, es apostar; y

además, es con toda probabilidad la principal razón por la que mucha gente pierde

dinero en Bolsa.

La mayoría de la gente no se ha parado a pensar en este tema porque ni siquiera

sabe que existen estrategias de inversión. En general, lo que hacen es comprar

acciones de empresas que creen que van a subir mucho en el corto plazo, con el

objetivo de venderlas luego y ganar mucho dinero en poco tiempo.

Para elegir las acciones que compran se basan en rumores, en alguna noticia que han

leído, en el consejo de un amigo, etc. El problema es que los resultados que suelen

obtenerse a largo plazo operando de esta forma son bastantes malos; de ahí que la

gente, al intentarlo, suela llegar a la conclusión de que la Bolsa es como el casino y

que es muy difícil ganar dinero en ella.

Nosotros debemos evitar hacer eso a toda costa y optar siempre por una estrategia de

inversión que funcione bien durante toda nuestra vida y que nos permita minimizar el

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 44


riesgo y alcanzar nuestros objetivos de manera razonable; algo que está al alcance de

cualquier persona y que no requiere de habilidades ni de una inteligencia especial.

UNA ESTRATEGIA SENSATA PARA INVERTIR EN BOLSA

A continuación, expondré la estrategia de inversión que yo mismo empleo para

gestionar mis inversiones y que utilizo también para asesorar a personas que quieren

invertir su dinero sin jugarse el tipo en la Bolsa.

El fundamento básico de la estrategia consiste en invertir en empresas que posean

ventajas competitivas duraderas; esto es, empresas que ganen más dinero que la

competencia, con buenas expectativas de mantener sus beneficios en el futuro y

repartan una renta estable entre sus accionistas (dividendos).

La estrategia permite obtener resultados superiores a los obtenidos por el inversor

medio (que se limita a los depósitos bancarios, la renta fija o los inmuebles) y alcanzar

alguno/os de los siguientes objetivos:

 Alcanzar la libertad financiera/jubilación anticipada: vivir exclusivamente de

las rentas generadas por el patrimonio.

 Complementar el sueldo de trabajo: diversificar y complementar la fuente

de ingresos mensuales.

 Costear situaciones concretas: vacaciones anuales, viajes, periodos

sabáticos, etc.

 Garantizar una jubilación adecuada: crear un patrimonio que permita

complementar o prescindir de la pensión pública.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 45


EL DINERO ESTÁ EN EL FOSO

La característica fundamental que hace grande a una empresa son los

llamados moats o fosos económicos. Estos fosos aportan ventajas competitivas

duraderas a las empresas, permitiéndolas ganar así más dinero que las empresas de la

competencia.

Dado que los fosos económicos son muy difíciles de replicar, estos actúan como

defensa frente a la competencia. Existe así una analogía muy ilustrativa que compara

estos moats con los fosos de un castillo: los enemigos que quieren tomar un castillo (las

empresas de la competencia) se enfrentarán a un foso difícil de atravesar. La

protección del castillo (la empresa) será tanto mayor cuanto más ancho y profundo

sea su foso (el foso económico de dicha empresa). Por esa razón, los fosos económicos

son un elemento clave en la inversión, pues las empresas que los posean serán

capaces de generar grandes beneficios durante más años que las empresas de la

competencia.

Como ya sabemos, uno de los objetivos de las empresas es atraer dinero de los

inversores y rentabilizarlo. Las empresas emplean este capital y lo invierten para

fabricar productos y ofrecer servicios, generando así más capital. Por lo

tanto, las empresas que sean capaces de hacer esto durante muchos años generarán

riqueza a sus inversores (accionistas) de forma duradera.

El problema es que las empresas que pueden hacer esto no son comunes, ya que los

negocios rentables atraen a la competencia: al ver que el potencial de rentabilidad

de un modelo de negocio es elevado, otros empresarios tratarán de replicar el modelo

para hacerse así con una parte del pastel.

Es lo normal, en una economía moderna existen infinidad de negocios y las empresas

compiten entre sí por darse cuenta de las oportunidades de ganancia, conseguir

clientes y crecer.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 46


Por ejemplo, si con un capital similar una cadena de restaurante está obteniendo

ganancias muy superiores a los demás de la zona, esas ganancias atraerán a otros

empresarios. Puede que esa cadena haya encontrado un modelo de negocio que

guste mucho a la gente y que disfrute de su éxito durante varios meses, pero con el

tiempo, esas suculentas ganancias atraerán a otros empresarios que tratarán de

copiar su modelo de negocio.

Este aumento de la competencia hará que las ganancias extraordinarias se vayan

repartiendo entre los nuevos competidores y las rentabilidades regresen poco a

poco a la normalidad.

Por eso mismo, las empresas que puedan mantener elevadas rentabilidades durante

largos periodos de tiempo sin que la competencia consiga hacerlas frente (empresas

con fuertes fosos económicos), serán auténticas máquinas de generar riqueza; por eso

mismo deben formar parte de nuestra cartera de acciones.

Clasificación de los fosos económicos

Los fosos económicos pueden agruparse en 5 grandes grupos. Vamos a ver a

continuación cuales son:

- Costes de cambio: son aquellos gastos o inconvenientes en los que incurre un cliente

al dejar de usar un producto o servicio de una empresa y empezar a usar el de otra.

Los clientes de las empresas que enfrentan altos costes de cambio no suelen cambiar

de proveedor, a menos que se les ofrezca una mejora importante, ya sea en el precio

o en el rendimiento del producto. Eso permite a estas empresas cobrar precios más

altos (y obtener mayores beneficios) sin la amenaza de perder el negocio (siempre,

lógicamente, que los precios no sean abusivos para el consumidor).

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 47


- Efecto red: se produce cuando el valor de un bien o servicio aumenta a medida que

más personas utilizan ese bien o servicio; de tal manera que cuanto más crece la red

de usuarios, más dinero gana la empresa y más difícil resulta replicar el producto o

servicio por la competencia.

- Activos intangibles: las marcas comerciales, las patentes y las regulaciones

administrativas contribuyen a fortalecer los fosos económicos de las empresas.

- Precios baratos: las empresas que pueden encontrar maneras de proporcionar

bienes o servicios a un menor coste tienen claramente una ventaja, ya que pueden

debilitar a sus rivales vía precio.

- Escala eficiente: se trata de una dinámica en la que una empresa o un pequeño

número de empresas sirve a un mercado de tamaño limitado. Las empresas que se

benefician de este fenómeno tienen un tamaño eficiente para adaptarse a un

mercado que sólo puede soportar a uno o unos pocos competidores. Eso limita la

competencia, haciendo que las empresas puedan obtener mayores márgenes de

beneficio.

Sostenibilidad de beneficios, el factor clave

El objetivo que se pretende al invertir en empresas con fuertes fosos económicos,

es crear una cartera de inversión que coseche beneficios superiores a la media de

forma sostenible.

Así pues, tan importante como una buena generación de beneficios, es

la sostenibilidad de esos beneficios. Y precisamente eso es lo que aportan los fosos

económicos, elevados beneficios a largo plazo: las empresas que poseen buenos fosos

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 48


económicos generan ganancias superiores a la media durante muchos años; mientras

que aquellas que carecen de estos fosos suelen fracasar a menudo a la hora de crear

valor para los accionistas, sobre todo en el largo plazo.

Es por eso, que tomar decisiones de inversión basadas en fosos económicos es un

enfoque inteligente a la hora de seguir un plan que nos permita alcanzar la libertad

financiera, pues nos dará una perspectiva única a la hora de invertir en

empresas sólidas, permitiendo así reducir el riesgo de la inversión y maximizar los

retornos.

EEUU: UN PARAÍSO PARA EL RENTISTA

Otro elemento importante de la estrategia planteada es la zona geográfica donde

centramos la inversión: Estados Unidos, un paraíso para todo aquel que invierta en

Bolsa y desee vivir de las rentas.

La razón es la siguiente: si queremos vivir de las rentas debemos invertir siempre en

empresas que repartan dividendos (pues son la renta que emplearemos para vivir); por

eso mismo, la política de retribución al accionista juega aquí un papel esencial.

En ese sentido, las empresas estadounidenses destacan por tener una cultura de

cuidado al accionista muy asentada: allí se pueden encontrar empresas que llevan

más de 100 años repartiendo dividendos de forma ininterrumpida e incrementándolos

durante más de 60 sin fallar (algo impensable en España); todo ello, a pesar de los

diversos acontecimientos que han tenido lugar en ese periodo de tiempo: dos guerras

mundiales, el crack del 29, otros cracks importantes como el del año 87, la actual crisis

de las subprime, etc.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 49


A esto hay que añadirle que, a largo plazo, la rentabilidad obtenida por las acciones

estadounidenses ha sido históricamente más elevada que las empresas del mercado

español.

La explicación es la siguiente: una gran parte de las empresas interesantes del

mercado español poseen una rentabilidad por dividendo inicial elevada, sin embargo,

el crecimiento de su dividendo es muy discreto.

En EEUU ocurre justo lo contrario: las empresas interesantes tienen una rentabilidad por

dividendo inicial más modesta, pero el crecimiento de su dividendo es mayor; y a

largo plazo, ese crecimiento tiene más peso en la rentabilidad finalmente obtenida,

que el hecho de que la rentabilidad por dividendo inicial sea elevada.

Se puede ver fácilmente con un ejemplo:

Vamos a imaginar que invertimos 1.000 euros en tres tipos de empresa:

La primera es una empresa con una rentabilidad por dividendo inicial (RPD) elevada,

del 6,5%, pero sin capacidad de incrementar el dividendo.

La segunda es una empresa con una RPD inicial interesante, del 5%, con una

capacidad de incremento medio anual del dividendo moderada, del 6%.

La tercera es una empresa con una RPD inicial moderada, del 3,5%, pero con una

capacidad de incremento medio anual del dividendo elevada, de un 12%.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 50


Como puede verse en la tabla, al cabo de los años no es tan importante la

rentabilidad por dividendo inicial, si se tiene capacidad de incrementar el dividendo

de forma significativa: la empresa 3 (la que menor rentabilidad por dividendo inicial

tenía) fue la más rentable a largo plazo: en el año 20 su rentabilidad por dividendo fue

del 29,8%, frente al 14,9% de la empresa 2 y el 6,5% de la empresa 1.

Por eso mismo, una buena rentabilidad por dividendo inicial (empresas españolas) no

es tan determinante como tener una buena capacidad para aumentar los dividendos

año a año (empresas estadounidenses).

Otras razones para invertir en Bolsa estadounidense

• Los balances y cuentas de resultados de las empresas estadounidenses son, en

general, más sólidos que los de las empresas españolas. Eso hace que sean más

estables y aguanten mejor los periodos de crisis.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 51


• En EEUU hay sectores muy fuertes, como el sector consumo, donde hay empresas

muy sólidas que son auténticos iconos de la cultura occidental. España carece de este

tipo de empresas.

• Los fraudes se castigan con mucha más severidad en EEUU.

• La información sobre las empresas es más exhaustiva.

• Las empresas estadounidenses están en manos de profesionales, no de políticos:

cuando la marcha de la empresa no gusta a los accionistas se suele producir una

rápida destitución de la cúpula directiva, lo cual obliga a la cúpula a superarse en la

gestión de la empresa. En España, muchos cargos directivos están ocupados por

políticos elegidos a dedo y con puestos inamovibles, lo cual aporta menos incentivos

para mejorar la gestión de la empresa.

A todo esto hay que añadir que las ventajas de invertir en empresas estadounidenses

son superiores a sus inconvenientes: el riesgo divisa (fluctuación en el tipo de cambio

euro/dólar) y las mayores comisiones que nos cobra el bróker tienen influencia en la

rentabilidad; sin embargo, a largo plazo, importará poco si pagamos más comisiones o

si el euro subió un 10% frente al dólar.

Hay que tener en cuenta, que las comisiones que se abonan por invertir en EEUU son

solamente unos euros de más y que tener una cartera en dólares es un seguro contra

la devaluación del euro; algo que, a día de hoy, es más probable que una

devaluación del dólar; más aun cuando no se puede descartar una ruptura del euro

(en finanzas nunca digas nunca jamás). Por lo tanto, si sube el dólar se gana, y si baja,

aunque se pierda se gana también, pues las empresas estadounidenses aumentarán

beneficios con sus ventas internacionales.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 52


Además, lo realmente importante a la hora de obtener buenas rentabilidades (y

seguridad en el cobro de la renta) es la capacidad de las empresas para general

valor al accionista; algo que las grandes empresas estadounidenses han demostrado

hacer mejor que ninguna.

Mi experiencia

Aunque yo mismo empecé invirtiendo en Bolsa española, al poco tiempo decidí dar el

salto y “hacer las Américas” en el mercado estadounidense.

Unos años después, cuando llegó la crisis de las subprime en el 2008, comprobé que

“cruzar el charco” fue una de las mejores decisiones de inversión que pude adoptar.

Ver como los beneficios y dividendos de las empresas españolas se paralizaban y/o

reducían, mientras que en EEUU las grandes empresas seguían (y siguen) generando

beneficios y aumentando sus dividendos año a año a pesar de la brutal crisis, fue para

mí la prueba de fuego y la razón por la que a día de hoy tengo todo mi patrimonio

invertido en los EEUU.

Te sugiero que tú hagas lo mismo; que cruces el charco, que inviertas en Bolsa

estadounidense y te conviertas en accionista de las mejores empresas que existen

para alcanzar la libertad financiera.

CUÁNTO DINERO (Y TIEMPO) ES NECESARIO INVERTIR

Una de las dudas más comunes cuando se toma la decisión de crear un patrimonio

que permita vivir de las rentas, es cuánto dinero (y tiempo) es necesario invertir. Por

supuesto, la respuesta dependerá aquí de los objetivos que tenga cada persona,

aunque una cosa es segura: cuantas más rentas se necesiten para vivir, más dinero y

tiempo deberá invertirse (aunque el tiempo también es relativo, ya que puede

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 53


invertirse una elevada cantidad de dinero y obtenerse en poco tiempo las rentas

necesarias para vivir).

Ahora, la cantidad de dinero y de tiempo invertidos no son los únicos factores a tener

en cuenta; existen también otros elementos que determinan cuánto tardaremos en

conseguir nuestros objetivos, tales como la rentabilidad por dividendo inicial, la tasa de

crecimiento de los dividendos, la inflación, la fiscalidad, etc.

Es importante tener en cuenta todas estas variables porque muchas veces se omiten

en los cálculos que se hacen para estimar rentabilidades, dando lugar de esa forma a

resultados distorsionados en las simulaciones. De ahí que sea importante disponer de

alguna herramienta que nos permita incorporar todas estas variables, para que los

resultados en los cálculos sean así lo más fieles a la realidad.

Al final de esta guía, en el apartado “Recursos adicionales”, adjunto un enlace donde

podrás descargarte un Excel (“Simulador de rentabilidades en Bolsa a largo plazo”)

con el que podrás hacer todos estos cálculos de forma fácil y precisa; pero antes,

quiero exponerte unos ejemplos elaborados con esta misma herramienta, para que

tengas una idea de cuánto dinero (y tiempo) necesitas invertir para poder vivir de las

rentas.

Es importante tener en cuenta que dichos ejemplos están desarrollados en base a

cálculos aproximados. Al ser la inversión en Bolsa renta variable, y por tanto, estar

sujeta su rentabilidad a muchos factores, es imposible determinar la rentabilidad futura

con la misma precisión que la obtenida con la renta fija (bonos, depósitos, cuentas

remuneradas, etc.), donde la rentabilidad se conoce claramente de antemano.

Para los cálculos he empleado diversas variables: dinero invertido anualmente,

rentabilidad por dividendo inicial, crecimiento anual del dividendo, impuestos sobre

dividendos e inflación (todas estas variables se introducen en el Excel).

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 54


Con el fin de que los cálculos sean lo más realistas posibles, he otorgado a

dichas variables valores propios de una situación económica “neutra”; es decir, no

he tenido en cuenta futuras crisis, pero tampoco, futuras situaciones de expansión

económica. De esa forma, se obtienen cifras intermedias y se evitan cifras pesimistas y

optimistas que podrían distorsionar el resultado final.

Las cifras resultantes son cifras netas, esto es, las rentas finales que llegarían a la cuenta

corriente de los beneficiados (ya descontados impuestos e inflación).

Casos de inversión en Bolsa a largo plazo

Caso 1

Javier y Esteban son dos hermanos de la misma edad: Javier piensa que es bueno

ahorrar e invertir; Esteban sin embargo prefiere gastar todo el dinero que ingresa.

Al cumplir 20 años, ambos empiezan a trabajar en la misma empresa ganando el

mismo sueldo (1.500 euros/mes). Javier decide ahorrar 300 euros al mes e invertirlos en

Bolsa. Por su parte, Esteban cree que su hermano está equivocado; piensa que con

300 euros no llegará muy lejos, pues según él, hace falta tener mucho dinero para

conseguir buenos resultados con las inversiones. Esteban piensa que no tiene sentido

privarse ahora de hacer cosas que le gustan sólo por guardar 300 euros todos los

meses; por lo tanto no se priva de nada (dentro de lo que le permite su modesto

sueldo).

Por su parte, Javier tampoco vive mal; solamente prescinde de algunos gastos que no

le producen satisfacción, gastando el resto de su dinero de forma inteligente.

Pasados los años, al cumplir los 60, las vidas de ambos hermanos son muy distintas:

gracias a la inversión de 300 euros que hacía todos los meses, Javier ha conseguido

acumular un patrimonio que le genera 4.731 euros netos al mes. Con esas rentas tiene

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 55


suficiente dinero para jubilarse anticipadamente y cumplir su sueño: vivir en una casa

de la Toscana Italiana y dedicarse al cultivo de viñedos.

Además, al no descapitalizarse (a diferencia de muchas otras personas que invierten,

Javier vive de las rentas que le genera su patrimonio, no a costa de ir reduciendo su

patrimonio -descapitalización-), sus rentas anuales seguirán subiendo por encima de la

inflación (Javier sabía que debía invertir en empresas sólidas cuyos dividendos

crecieran por encima de la inflación).

La situación de su hermano Esteban es sin embargo muy distinta; apenas ha ahorrado

e invertido durante su vida laboral. En los últimos años, al oír las cosas que le contaba

su hermano sobre los problemas del sistema público de pensiones empezó a ahorrar

algo, pero apenas le dio tiempo a juntar unos pocos miles de euros.

Por entonces, la edad de jubilación mínima para cobrar la pensión de la Seguridad

Social es ya de 70 años; por lo tanto, Esteban tendrá que seguir trabajando hasta esa

edad (10 años más que su hermano) y ponerse a ahorrar en serio, porque el día que se

jubile la Seguridad Social le pagará una pensión ridícula.

Es en ese momento cuando Esteban se da cuenta de algo que ya le advirtió su

hermano muchos años atrás: cómo con los mismos ingresos se pueden conseguir vidas

radicalmente distintas.

Caso 2

Alicia es una ejecutiva de una importante multinacional. Muchas veces se pregunta a

sí misma si mereció la pena haberse esforzado tanto para acabar trabajando 10 horas

diarias. Y no es que la disguste su trabajo, pero la gustaría no tener que estar hasta los

67 años lidiando con el personal.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 56


Un día, un amigo suyo asesor financiero le comenta la posibilidad de invertir en Bolsa

para adelantar la fecha de jubilación. Actualmente, Alicia tiene 38 años y la gustaría

no estar más allá de los 50 en su trabajo.

Después de varias reuniones con su amigo, Alicia decide empezar a invertir 500€ todos

los meses hasta que cumpla los 50, edad a la que piensa jubilarse.

Alicia cuenta también con una segunda vivienda que apenas usa; por lo tanto decide

venderla. Por su venta obtiene 350.000€, dinero que destinará a invertir en Bolsa.

Invirtiendo esa cantidad más los 500€ mensuales, Alicia conseguirá al cabo de 12 años

(cuando cumpla los 50), unas rentas netas de 2.973€ al mes; que sumados a la pensión

de 400€ que le dará el Estado por sus 25 años cotizados, harán un total de 3.373€/mes.

Alicia ya tiene un plan para jubilarse dentro de 12 años y lo sigue estrictamente todos

los meses. Está muy contenta porque ha visto que es posible lograr lo que hace unas

semanas ni siquiera se le pasaba por la cabeza: jubilarse a los 50 años, y no a los 67,

con una pensión mucho mayor que cualquier jubilado dependiente de la pensión

estatal.

Llegado ese día, Alicia dedicará todo su tiempo a pintar y componer música, sus dos

grandes pasiones en la vida.

Caso 3

Emilio es un chico de 21 años con un trabajo y un sueldo normal. Como mucha gente

de su edad ni ahorra ni invierte. Según él no le queda dinero para hacerlo, así que se

resigna y no hace nada. Eso sí, todos los días incurre en pequeños gastos: una

chocolatina, un dónut, un café, un refresco, chicles, tabaco, revistas… a Emilio se le

escapan alrededor de 150 euros todos los meses en este tipo de gastos; y lo que es

peor, no se da cuenta.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 57


Un día, movido por la curiosidad, decide acudir a un curso de inversiones que

imparten en el centro cultural de su barrio. Gracias a este curso, empieza a ser

consciente de todo lo que puede llegar a conseguir, si en vez de incurrir en esos

pequeños gastos invierte su dinero para mejorar su situación económica.

Emilio empieza a hacer cálculos y contabiliza cuánto dinero podrían producirle 150€, si

en vez de gastarlos los invierte. Así, si a lo largo de toda su vida laboral (46 años) deja

de gastar ese dinero en pequeñas cosas y lo invierte en acciones de empresas sólidas,

al cabo de ese tiempo obtendrá una renta mensual neta de 4.572 €, que sumado a la

pensión de 700€ que le dará el Estado cuando se jubile, harán un total de 5.272 €/mes.

El caso de Emilio es sólo un ejemplo, de cómo los pequeños gastos pueden suponer

una gran diferencia a la hora de disfrutar o no de una jubilación dorada.

Caso 4

Laura es una chica de 18 años a la que nunca le ha gustado estudiar. Su historial

académico es bastante mediocre, por eso, su mayor ambición es dejar los estudios y

empezar a trabajar.

Laura quiere empezar a ganar dinero para poner en práctica toda la teoría que ha

ido aprendiendo en los dos últimos años, a raíz de unos libros de inversiones que le

regalaron sus padres, conscientes de la vital importancia de su educación financiera.

A los pocos meses, Laura encuentra trabajo de cajera en un supermercado. Está

contenta, pues aunque el trabajo no es nada del otro mundo, gana 1.000 euros al mes

y además la queda tiempo para hacer otro tipo de cosas que la gustan.

Laura decide emplear 250 euros todos los meses para invertir; hábito que mantendrá

durante 30 años. Pasado ese tiempo, con 48 años, Laura decide jubilarse, pero como

no ha cotizado los años necesarios para recibir la pensión integra (ni la importa),

cobrará una mísera pensión mensual de 300 euros; pero la da absolutamente igual,

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porque desde que era joven sabía que no debía depender de la pensión del Estado

(por esa razón invirtió en Bolsa).

Durante los 30 años que ha estado invirtiendo, Laura ha creado un patrimonio

accionarial que la aportan 1.335 euros netos mensuales, que sumados a los 300 euros

que recibe de pensión, la aportan 1.635 euros al mes.

Puede que Laura no tenga un gran poder adquisitivo, pero ha conseguido jubilarse

con 48 años y una pensión mayor que la que da el Estado a muchos jubilados que han

cotizado 20 años más que ella. Y todo ello, a pesar de haber dejado los estudios con

18 años y carecer de educación superior (pero no de educación financiera).

Ahora que tiene libertad para emplear su tiempo en lo que más le gusta,

Laura aprovechará para viajar por todo el mundo.

BENEFICIOS DE LA ESTRATEGIA PROPUESTA

No quiero acabar esta parte sin remarcar antes, que el fin último de la estrategia

propuesta no es ganar más dinero. Esa es la consecuencia pero no el fin.

Es preciso recordarlo porque es bastante común centrarse solamente en el dinero, y

en las cosas que podríamos llegar a comprar con él, y perder de vista los beneficios

implícitos que podemos obtener gracias a él.

Así, el dinero puede comprar bienes intangibles que sean muy valiosos: puede

comprar seguridad y tranquilidad; puede comprar tiempo y allanar los obstáculos del

día a día que se interponen en nuestra felicidad. De ahí, que el beneficio más

importante que pueda aportarnos sea el aumento de nuestra independencia

financiera, la cual constituye el respaldo material de nuestra libertad individual.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 59


Y es que el hecho mismo de percibir una renta nos da más opciones en la vida; nos

permite tener muchas puertas abiertas que antes ni siquiera veíamos: al tener ingresos

que no dependen de nuestro tiempo de trabajo podemos pedir, por ejemplo, una

reducción de jornada (o dejar de trabajar si nuestras rentas superan nuestros gastos) y

pasar más tiempo haciendo lo que nos gusta: estar con la familia, dedicarse a los

hobbies, emprender ese proyecto que siempre tuvimos en mente… al final, el que

puede elegir tiene más opciones de lograr aprovechar su tiempo como desea,

depende más de sí mismo y no del entorno o las circunstancias.

La creación de un patrimonio generador de rentas mediante la estrategia

comentada, permite tener un sistema auto-sostenible de generación de ingresos que

facilita enormemente alcanzar estos objetivos

Por supuesto, llevará años conseguirlo (salvo que tengamos una elevada capacidad

de ahorro, o en su defecto, algún golpe de suerte en forma de herencias, premios

monetarios de elevada cuantía, etc.), pero es posible lograrla; y aunque no lo fuese

(porque se hubiera empezado demasiado tarde o la capacidad de ahorro fuera

mínima), se conseguiría una enorme tranquilidad, pues las rentas cubrirían siempre un

porcentaje de nuestros gastos.

Ahora, para lograr este fin es imprescindible pasar a la acción, pues el conocimiento

sin acción no sirve de nada. La libertad financiera necesita de hechos, no de deseos

que nunca llegan a materializarse.

Tómate en serio la información de esta guía y obtendrás resultados. Parafraseando a

Karen Lamb, dentro de un año desearás haber empezado hoy.

Vivir de las rentas: guía para planificar tu retiro anticipado - 60


RECURSOS ADICIONALES

Gracias por haber empleado tu tiempo en leer esta guía. Si quieres más información

sobre estos temas te invito a visitar mi página web: http://www.javiergaite.com/

En ella encontrarás:

 Acceso al programa de socios, a través del cual asesoro para poner en

práctica la estrategia expuesta en esta guía: goo.gl/v9yPym

 Artículos de interés para aumentar tu educación financiera:

http://goo.gl/Dz6n6F

 Simulador de rentabilidades en Bolsa a largo plazo: goo.gl/Zsb1rF

 Instrucciones para usar el simulador de rentabilidades: goo.gl/P4nTtA

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Por último, si hay algo que no te ha quedado claro o echas en falta algún tipo de

información que te gustaría ver ampliada, puedes mandarme un email a

contacto@javiergaite.com y te responderé en menos de 48 horas.

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