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Consecuencias de una mal nutrición en etapa escolar

Psicopedagogía
Docente tutor: Marco Azócar Vidal
Carlos Sebastián Gallardo Morales
Javiera Alexiss Martinez Alvarado

Sede Valdivia, chile 2018


ÍNDICE
INTRODUCCIÓN

Desde que nacemos hasta la primera infancia, podemos decir que esta etapa
quizás es una de las más importante, ya que es el momento en que nos
comenzamos a desarrollar en todo ámbito ya sea , cognitivo, físico, psicosocial,
cultura, entre otros, y un factor fundamental es la alimentación como tal.

Lo que está presente investigación busca es poder esclarecer que es una mala
alimentación, que no necesariamente debe ser no alimentarse, debido a que una
mala alimentación se genera por no consumir alimentos necesarios, no obstante
también se nos hace necesario conocer si esta mala nutrición nos presenta en un
algún momento de nuestra vida consecuencias significativas, como por ejemplo en
la etapa escolar.
JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

Al generar respuestas de esta problemática buscamos orientar al entorno


involucrado en el cuidado de los niños tanto en etapa escolar y los que no están
insertos en el sistema escolar.

Los niños mal nutridos de los alimentos necesarios, pueden generar bastantes
secuelas a lo largo del tiempo y su crecimiento, que pueden generar serios
problemas tanto físicos como mentales.

Los efectos de la desnutrición en la primera infancia (0 a 8 años) pueden ser


devastadores y duraderos como se mencionaba anteriormente. Pueden impedir el
desarrollo conductual y cognitivo, el rendimiento escolar y la salud reproductiva,
debilitando así la futura productividad. Este retraso en el crecimiento ocurre casi
exclusivamente durante el comienzo del periodo intrauterino y en los dos primeros
años de vida.

Si el niño o niña no está bien alimentado o se encuentra mal nutrido durante


este tiempo, puede tener un efecto profundo en su salud, así como en su habilidad
para poder aprender, comunicarse con el entorno, pensar analíticamente, socializar
efectivamente con los pares y poder adaptarse a nuevos ambientes con
diferentes personas. Una buena nutrición es la primera línea de defensa contra las
posibles y numerosas enfermedades infantiles que pueden dejar huellas en los
niños y niñas, de por vida.

Durante la infancia se produce el mayor desarrollo y crecimiento de la vida de


una persona. Por eso es muy importante que los niños tengan una buena
alimentación, ya que de lo contrario se puede caer en distintos grados de
desnutrición y malnutrición. Para ello, es necesario que conozcas qué es la
desnutrición. La desnutrición infantil es consecuencia de la poca ingesta de
alimentos con las vitaminas y mineral necesarios absolutamente en la infancia.
Durante la niñez es la etapa en la que más se necesitan de nutrientes para poder
desarrollarse en forma adecuada. Esta poca ingesta de alimentos puede deberse a
la falta de alimento en lugares muy pobres del planeta, en los cuales no pueden
acceder a una canasta básica de alimentos. Los que más sufren esta falta de
alimentos son los niños, esta situación se ve agravada por infecciones oportunistas
que pueden producir entre otras cosas: diarrea y deshidratación
Objetivo general

Analizar si la mal nutrición en primera infancia y niñez constituye a un factor de


riego para la escolaridad.

Identificar que genera una mala alimentación.


Objetivos específicos

Identificar que es una desnutrición

Mencionar que genera una mal nutrición


Marco teórico

Muchos estudiantes de escuelas y colegios tienen problemas educativos por una


mala nutrición.

La niñez es la etapa en la que más se necesitan los nutrientes, para poder


desarrollarse en forma adecuada. Para eso hay que enseñar a los niños a comer
bien como: frutas y verduras, jugo de fruta natural, etc.

Un aspecto clave que incide en los resultados educativos de los estudiantes es


el acceso o no a una apropiada nutrición. En la edad escolar, en particular, es
fundamental una adecuada alimentación para mantener el ritmo de crecimiento y
para el mejor desarrollo de las capacidades cognitiva.

Nutrición

Según la organización mundial de la salud (OMS) la nutrición es la ingesta de


alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo. Una buena
nutrición (una dieta suficiente y equilibrada combinada con el ejercicio físico regular)
es un elemento fundamental de la buena salud a la cual debemos optar.

Una mala nutrición puede reducir la inmunidad, aumentar la vulnerabilidad a las


enfermedades, alterar el desarrollo físico y mental, y reducir la productividad.

Mal nutrición

El término malnutrición abarca dos grupos amplios de afecciones entre ellos


podemos encontrar la desnutrición que comprende el retraso en el crecimiento
(estatura inferior a la que corresponde a la edad), la emaciación (peso inferior al que
corresponde a la estatura), la insuficiencia ponderal (peso inferior al que
corresponde a la edad) y las carencias o insuficiencias de micronutrientes (falta de
vitaminas y minerales importantes). El otro es el del sobrepeso, la obesidad y las
enfermedades no transmisibles relacionadas con el régimen alimentario que pueda
enfrentar los niños. (Cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, diabetes y
cánceres).

Desnutrición

Existen cuatro tipos principales de desnutrición: emaciación, retraso del


crecimiento, insuficiencia ponderal, y carencias de vitaminas y minerales. Por causa
de la desnutrición, los niños, en particular, son mucho más vulnerables ante la
enfermedad y la muerte. La insuficiencia de peso respecto de la talla se denomina
emaciación. Suele indicar una pérdida de peso reciente y grave, debida a que la
persona no ha comido lo suficiente y/o a que tiene una enfermedad infecciosa, como
la diarrea, que le ha provocado la pérdida de peso. Un niño pequeño que presente
una emaciación moderada o grave tiene un riesgo más alto de morir, pero es posible
proporcionarle tratamiento.

La talla insuficiente respecto de la edad se denomina retraso del crecimiento. Es


consecuencia de una desnutrición crónica o recurrente, por regla general asociada
a unas condiciones socioeconómicas deficientes, una nutrición y una salud de la
madre deficientes, a la recurrencia de enfermedades y/o a una alimentación o unos
cuidados no apropiados para el lactante y el niño pequeño. El retraso del
crecimiento impide que los niños desarrollen plenamente su potencial físico y
cognitivo. Los niños que pesan menos de lo que corresponde a su edad sufren
insuficiencia ponderal. Un niño con insuficiencia ponderal puede presentar a la vez
retraso del crecimiento, emaciación o intelectual.
Malnutrición relacionada con los micronutrientes

Las ingestas inadecuadas de vitaminas y minerales (los denominados


micronutrientes) se pueden reunir en un mismo grupo. El organismo necesita
micronutrientes para producir enzimas, hormonas y otras sustancias esenciales
para un crecimiento y desarrollo adecuado.

El yodo, la vitamina A y el hierro son los más importantes en lo que se refiere a


la salud pública a escala mundial; sus carencias suponen una importante amenaza
para la salud y el desarrollo de las poblaciones de todo el mundo, en particular para
los niños y las embarazadas de los países de ingresos bajos

Sobrepeso y obesidad

Una persona tiene sobrepeso o es obesa cuando pesa más de lo que


corresponde a su altura. Una acumulación anormal o excesiva de grasa puede
afectar a la salud.

El índice de masa corporal (IMC) es una relación entre el peso y la altura que se
utiliza habitualmente para determinar el sobrepeso y la obesidad en adultos. Se
define como el peso de una persona en kilogramos divididos por el cuadrado de la
altura en metros (kg/m²). En los adultos, el sobrepeso se define por un IMC igual o
superior a 25, y la obesidad por un IMC igual o superior a 30.

El sobrepeso y la obesidad van de la mano y pueden ser consecuencia de un


desequilibrio en la alimentación de las personas que pueden ser entre las calorías
consumidas (demasiadas) y las calorías gastadas (insuficientes). A escala mundial,
las personas cada vez consumen alimentos y bebidas más calóricos (con alto
contenido en azúcares y grasas), y tienen una actividad física más reducida, son
más propensos a portar esta enfermedad.
La nutrición como determinante de la escolaridad

Los factores económicos y sociales que inciden en la escolaridad han sido objeto
de numerosos estudios; en cambio, se dispone de muy poca información sobre los
efectos que tienen la nutrición y la salud sobre la matrícula y los resultados
escolares. Es posible que esta falta de información haya contribuido a que, en sus
políticas educativas, la mayoría de los países haya prestado poca atención al estado
nutricional y de salud de los alumnos.

En los países desarrollados se pueden observar en general porcentajes bajos de


malnutrición debido a muchos factores como carencias nutricionales específicas y
de condiciones patológicas que perturban el progreso escolar y amenazaron
seriamente la salud pública. En los países en desarrollo (en especial en los sectores
de bajos ingresos), las infecciones y la desnutrición tienen muchas veces un
carácter endémico. Se observan con suma frecuencia malnutrición por insuficiencia
proteína-calórica (CPC) y carencia de oligoelementos (entre ellos, vitaminas y
minerales). Se producen con suma frecuencia, infecciones gastrointestinales y del
tracto respiratorio superior, lo que acrecienta el riesgo de malnutrición y mortalidad
.Por eso en estos países, la malnutrición debería ser considerada como un factor
que amenaza el futuro educativo de los niños de todas las edades y que debería
preocupar a las autoridades de salud pública, nutrición y educación.

El gran elevado porcentaje de malnutrición entre los niños tanto pequeños como
los no tanto tiene graves repercusiones en su desarrollo, pues esos primeros años
de la vida de los más pequeños son fundamentales a la hora de hablar de su
crecimiento y desarrollo. Las aptitudes y actitudes básicas se crean o se desarrollan
en la primera infancia; además, en ese periodo del desarrollo hay una gran demanda
que utilizamos de energía para satisfacer las necesidades biológicas y sociales de
crecimiento y maduración. Asimismo, el contexto socioeconómico de malnutrición
adquiere toda su importancia a la luz de lo que se conoce sobre los determinantes
ambientales del desarrollo psicobiológico. Los niños que sufren de malnutrición por
lo general pertenecen a las familias con niveles más bajos de ingresos y de
educación dentro de la comunidad. Este contexto ambiental puede acentuar los
efectos perjudiciales de las carencias nutricionales y viceversa.

Como todo organismo vivo, el niño en su maduración biológica tiende a un ritmo


normal de desarrollo. En otras palabras, los traumatismos precoces pueden de
cierta manera corregirse o modificarse si es que el niño es ubicado en un ambiente
social con beneficios es decir con una mejor situación económica, pero las
condiciones ambientales en que viven por lo general los niños desnutridos pueden
impedir este proceso de reorientación en algunas ocaciones. En esos casos, las
condiciones socioeconómicas de la familia y el medio ambiente biofísico están lejos
de ser benéficos. Además, por lo general es raro que este ambiente adverso mejore
substancialmente durante el crecimiento del niño. Esta continuidad hace que el
desarrollo de los niños que han sufrido de malnutrición no se reoriente hacia la
normalidad.

CONSECUENCIAS DE LA MALNUTRICION EN LA PRIMERA INFANCIA Y EN


EL PERIODO PREESCOLAR PARA EL RENDIMIENTO ESCOLAR

LOS DETERMINANTES DE LA ESCOLARIDAD

La escuela, es decir, el sistema de educación formal, es uno de los agentes de


socialización más poderosos a que están expuestas las personas. Ejerce una
influencia benéfica sobre el desarrollo psicosocial, la adquisición y utilización del
conocimiento y el progreso económico y social de los individuos y de la sociedad,
tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo.

En relación con la índole y la magnitud de las consecuencias de la malnutrición


precoz por malnutrición proteína-calórica, algunos importantes problemas del
desarrollo dependen del momento en que se inició la malnutrición, su tipo y su
gravedad.

Siguiendo con la estrecha correlación entre ambos factores como los son
alimentación, educación, así como la incidencia de la desigualdad y pobreza sobre
esto, la búsqueda de una solución de largo plazo a la desnutrición infantil la
constituye el combate frontal a esta.

Esto no quiere decir que un incremento en la producción de alimentos no sea


necesario en la lucha contra la desnutrición de hecho es esencial, pero previene del
supuesto erróneo de creer que elevar la producción de alimentos será suficiente
para combatir el problema de la desnutrición infantil.

La desnutrición en sus diversas formas es la más clásica o común de las


enfermedades, no porque los niños tengan padres despreocupados, talvez exista
una mal información sobre los nutrientes necesarios que deben consumir sus hijos
o hijas. Sus causas se deben en general a deficientes recursos económicos o a
enfermedades que comprometen el buen estado nutricional. hoy en día la
desnutrición es aceptada como un factor común en la práctica clínica que tiene
como consecuencias un aumento en el tiempo de estancia hospitalaria, morbilidad
y mortalidad en los pacientes hospitalizados, debido al alto riesgo de complicaciones
como infecciones, flebitis embolismo pulmonar, falla respiratoria, baja cicatrización
de heridas y fistula que estos sufren.

Desnutrición puede definirse como un desbalance entre los aportes y


requerimientos de uno o varios nutrientes, a la que el organismo responde con un
proceso de adaptación, en la medida que ésta situación se prolongue en el tiempo.
Un déficit de nutrientes de corta duración sólo compromete las reservas del
organismo, sin alteraciones funcionales importantes; en cambio una desnutrición de
larga duración puede llegar a comprometer funciones vitales.
El deterioro nutricional, aparte del consumo de las reservas musculares y grasas,
y de la detención del crecimiento, compromete en forma importante y precoz la
inmunidad del individuo, especialmente la inmunidad celular, produciéndose así una
estrecha interrelación entre desnutrición e infección, con subsecuente agravamiento
del problema, especialmente frente a condiciones ambientales adversas.

La desnutrición se asocia en las personas a un frenado de la curva ponderal


inicialmente, y luego del crecimiento en talla, siendo la repercusión en esta última
recuperable sin gran dificultad, si se logra una recuperación nutricional oportuna, no
así cuando ha existido un trastorno nutricional de larga data, en que la recuperación
de la talla será lenta y en ocasiones, sólo parcial.

Hay tres grados de la desnutrición:

Leve Moderado Grave


La deficiencia en Si el daño no es suficiente La deficiencia pone en
incipiente y sin riesgo de para comprometer la peligro la vida.
secuelas importantes vida, por el riesgo de
secuelas permanentes es
alto.

Nutrición en el embarazo

La nutrición óptima en las primeras edades de la vida, tanto en el útero como en


los primeros 2 años de la vida influye significativamente en la salud y la nutrición en
las edades posteriores de la infancia y en la edad adulta. Hoy en día se dispone de
métodos epidemiológicos y biológicos que permiten identificar en edades tempranas
a aquellos individuos que, por predisposición genética y/o ambiental, son
vulnerables a las enfermedades relacionadas con la dieta. Estos conocimientos
sugieren la posibilidad de una intervención temprana, que parte ya en el período
fetal y que puede tener consecuencias a los 50 años o más tarde en término de
resistencia a la acción de la insulina y prevalencia de diabetes. Entre los efectos a
corto plazo podemos distinguir aquellos sobre el desarrollo cerebral, sobre el
crecimiento corporal en general, de la masa muscular y composición corporal y
sobre la programación metabólica de la glucosa, lípidos, proteínas, hormonas,
receptores y genes. Estos efectos, además de alterar algunas funciones desde las
primeras etapas de la vida, pueden dejar potencialmente secuelas no recuperables
con intervenciones nutricionales posteriores. Entre los efectos a largo plazo se
pueden destacar los relacionados con la capacidad cognitiva y con el rendimiento
escolar, con las capacidades inmunológicas y la capacidad de trabajo físico, y con
la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles: diabetes, obesidad,
enfermedad coronaria, hipertensión arterial, cáncer, accidentes vasculares y
envejecimiento.

Efectos generales en el desarrollo cognitivo, resultando en un bajo coeficiente


intelectual inferior en 15 puntos o más en los severamente desnutridos; un grado
mayor de problemas conductuales y habilidades sociales deficientes en edad
escolar; atención disminuida, aprendizaje deficiente y logros educacionales más
bajos. “La formación del sistema nervioso central, está determinada en los primeros
2 años de vida. Si durante este lapso el niño/a no recibe la alimentación y
estimulación necesarias, se detendrá el crecimiento cerebral y el mismo no se
desarrollará normalmente, afectando su coeficiente intelectual y capacidad de
aprendizaje, corriendo el riesgo de convertirse en un débil mental.
La prevención

Prevenir la desnutrición es cuidar a los niños, brindarles un propicio ambiente de


amor, afecto, cuidado y lo que nos convoca es decir los alimentos apropiados.
Hacerlo desde el momento mismo de su concepción, cuidando a la mujer
embarazada, promoviendo el crecimiento de las niñas para que cuando en su edad
fértil sean madres, puedan criar a sus niños en un ambiente nutricional y
afectivamente adecuado.

Cuando faltan alimentos, hay hambre y se requieren soluciones urgentes. Pero


resolver el hambre no necesariamente implica combatir la desnutrición. La Nutrición
es trascendente, porque sus consecuencias se proyectan en nuestra esperanza y
calidad de vida de los menores.

Es importante comprender que la inversión en salud y nutrición solamente es


efectiva cuando acompaña y comprende la dinámica del ciclo de vida. El resultado
de intervenciones adecuadas durante el periodo pre-concepcional, el embarazo y
los primeros años de vida, es mucho mayor que acciones aisladas en cada período.
Porque cuando un niño nace como producto de un embarazo muy bien cuidado,
de una madre que progresa adecuadamente de peso, que brinda una lactancia
exclusiva durante los primeros seis meses de vida y alcanza sostenerla hasta los
dos años, que introduce alimentos apropiados en el período de la alimentación
complementaria y que es capaz de educar hábitos saludables, logra un niño cuya
oportunidad de terminar la escolaridad, formar una familia y recrear hábitos
virtuosos, es mayor.
Marco metodológico

Nuestro presente trabajo de investigación tiene la presencia de metodología de


enfoque cualitativa de alcance explicativo donde buscamos dar respuestas, de tipo
no experimental de tipo longitudinal.

El diseño de la investigación es propio de corte narrativo, bibliográfico.

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