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Ante el conocimiento de un nuevo caso de violencia racista, dado a conocer por los medios
de prensa el pasado fin de semana, desde Mizangas Mujeres Afrodescendientes,
repudiamos la perpetuación de los delitos de agresión, odio racial y la impunidad ante
la resolución de la justicia.
¿Una vez más no hay pruebas y elementos suficientes para condenar el racismo?
Nos preocupa enormemente no llamar las cosas por su nombre, ya que estamos hablando
de una situación de tortura racista.
Este no es un caso aislado, pero es un caso que rompe los ojos, por tratarse de una
persona afrodescendiente y con discapacidad que fue privada de su libertad y
torturada en su espacio laboral.
El morbo y la perversidad están a la orden del día, vemos con mucho dolor como la redes
sociales se usan como herramienta de incitación al odio y desprecio, simulando las plazas
públicas de la época de la esclavitud.
¿Cuánto más tenemos que soportar este tipo de atentados racistas hacia nuestra
integridad humana?
El acumulado normativo, las denuncias, los casos impunes: de Jorginho Gularte, Tommy
Daria, Luciana Sampaio, Tania Ramírez, Nicolás de la Cruz, y las innumerables
violencias racistas que tenemos que resistir diariamente, demuestran que se hace
urgente que se aplique debidamente el art. 149 BIS y TER del Código Penal, y las leyes
nacionales, ante casos de odio racial hacia las personas afrodescendientes.