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MAGMATISMO ULTRABASICO-BASICO ALCALINO SIN-EXTENSIONAL


ARENIGIANO EN EL FLANCO SUDOCCIDENTAL DE LA SIERRA DE AGUILAR,
PROV. DE JUJUY

Conference Paper · January 2002

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B. Coira
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          [Artículo]

MAGMATISMO ULTRABASICO-BASICO ALCALINO SIN-EXTENSIONAL


ARENIGIANO EN EL FLANCO SUDOCCIDENTAL DE LA SIERRA DE AGUILAR,
PROV. DE JUJUY

Beatriz L. L. Coira1 y Jones Darren2


1
CONICET - Inst. Geología y Minería. Universidad Nacional de Jujuy. C. Correo258, (4600)
S. S. de Jujuy. bcoira@idgym.unju.edu.ar
2
Minera Teck Cominco. Apoquindo 3200, Piso 4, Las Condes, Santiago, Chile.
darren.jones@teckcominco.cl

Keywords: Ultrabasic-basic alkaline magmatism, lamprophyre, Arenig, Sierra de Aguilar,


syn-extensional

INTRODUCCION
La existencia de registros magmáticos, asignables al Paleozoico inferior en la región de
Mina Aguilar (Prov. de Jujuy) ha sido un interrogante siempre presente en los planes
exploratorios desarrollados, los que buscaban ajustar el modelo genético y así contar con el
máximo de guías a aplicar ya sea en la búsqueda de mayores recursos para el Distrito
minero o en el hallazgo de un nuevo yacimiento con características similares, en otros
sectores de la región.
Han sido descriptos para el área de Mina Aguilar diques melanocráticos, lamprofíricos,
asociados a fallas ubicadas en zonas de borde del granito, intruyendo a éste y a las
secuencias eopaleozoicas encajantes, los que han sido clasificados por Lanfranco (1972) y
Brodtkorb et al. (1978) como odinitas, kersantitas y espesartitas. Martín (1989) ha destacado
el control tectónico de dichos cuerpos, emplazados según sistemas de fracturación de
rumbo NE (38º-66º) e inclinación 64°-86° SE y EO inclinando 40°- 90° S y N, los que ha
vinculado a una etapa de fracturación asociada al enfriamiento y colapso del Granito de
Aguilar (Cretácico inferior). Hasta el momento no se cuenta con dataciones radimétricas
para los mismos que corroboren dicha postulación.
En el presente trabajo se estudiaron cuerpos melanocráticos, tabulares, intercalados en
forma concordante en una secuencia clástica asignable al Paleozoico inferior, aflorantes en
el faldeo sudoccidental de la Sierra de Aguilar (23º20´48´´S-65º45´19´´O), a lo largo de la
quebrada de rumbo aproximado E-O que se localiza a 7 km al SSE del pueblo de
Quebraleña y dista 4.5 km de la ruta nacional 40, desde la que se accede a través de la
huella de una línea sísmica. Dicho estudio ha estado dirigido a determinar el origen y la
asignación temporal de los cuerpos de referencia, así como a alcanzar la caracterización
petrográfica de los mismos. A tal efecto se contempló el análisis de la secuencia
sedimentaria alojante, a fin de lograr su asignación estratigráfica y por otra parte, a través
del levantamiento detallado de dichos cuerpos y de sus contactos con las sedimentitas
alojantes, determinar su posible origen, precisar los mecanismos de emplazamiento, así
como establecer sus relaciones temporo-espaciales. Dichas observaciones fueron apoyadas
por estudios petrográficos de numerosas secciones delgadas, orientados a la
caracterización de este grupo de rocas y particularmente a comprender la naturaleza de los
procesos actuantes, en especial al momento de su emplazamiento.

MARCO GEOLOGICO
La secuencia clástica que aloja a los cuerpos melanocráticos consiste en una sucesión
de lutitas micáceas y lutitas arcillosas grisáceas verdosas a negruzcas, con intercalaciones
de cuarcitas subordinadas, con laminación cruzada. Suele presentar el conjunto,

          [Artículo]

particularmente las facies pelíticas, decoloración debida a meteorización de ubicua pirita


fina diseminada (3%), con frecuente tinción limonítica según planos de estratificación. Son
características las estructuras internas representadas por laminaciones cruzadas tipo domo
y cuenca (“hummocky”) y de bajo ángulo desarrolladas en los pares limolitas y lutitas pardo
amarillentas-negras.
En niveles de la secuencia aflorante, que infrayacen al cuerpo inferior, se hallaron
graptolitos identificados como Tetragraptus quadribrachiatus y Tetragraptus reclinatus cf.
reclinatus (López, 2001), característicos de la Zona de Baltograptus deflexus,
correlacionable con la Zona de Didymograptus deflexus, reconocida para la Sierra de Aguilar
por Martín et al. (1987) y Toro (1997), lo que permite asignar a la secuencia al Arenigiano
temprano y asimilarla a la base de la Formación Acoite.

CARACTERISTICAS MORFOLOGICAS Y PETROGRAFICAS DE LOS CUERPOS


MELANOCRATICOS
Los cuerpos melanocráticos son tabulares, de 0.40-1.10 m de espesor y se presentan
intercalados concordantemente en la secuencia clástica con rumbo general N5°E e
inclinación 30° al este. Se disponen aislados o en grupos de 3 o más, separados por 0,10-2
m de sedimentitas y estos conjuntos interpuestos a distancias de hasta 100 m de espesor.
Están constituidos por rocas generalmente macizas, afaníticas a finamente porfíricas,
negro-grisáceas, pardo-negruzcas, a pardo-verdoso-amarillentas, en sectores muy
meteorizadas, mientras que en superficies frescas son negras a gris oscuras. Suelen
presentar carácter brechoso, difícil de reconocer en el campo, pero si evidente, en
superficies cortadas a sierra. La facies más común y dominante, aún a manera de clastos
de brecha, presenta al microscopio textura microgranosa panidiomorfa a pobremente
porfírica, con fenocristales de olivina (3% del total) de 6-4 mm de diámetro, alterados casi
totalmente a agregados serpentínicos y de carbonato. Dichos fenocristales se distribuyen
en una pasta microgranosa en la que cristales subhedrales de olivina (20% del total), de 2-
0.5 mm de diámetro, intensamente alterados, se disponen junto a abundantes cristales
prismáticos (40 % del total) de augita, de 3-0.2 mm de diámetro, con disposición afieltrada y
a cristales subhedrales de kersutita (15%del total) pardo-rojizos, de 0.5-0.1 mm de diámetro,
a los que se asocian minerales opacos subhedrales a euhedrales (10%) y exiguas laminillas
de biotita fuertemente pleocroica. Agregados de feldespato alcalino y estilbita con
disposición ligeramente radiada, junto a carbonatos, se distribuyen en sectores de la pasta
(3-5%), así como forman amigadalas subovales (5-7% del total), de 2 mm de diámetro.
Hacia los bordes muestran texturas más finas con fenocristales (25%) de olivina,
idiomorfa (1-3 mm de diámetro), parcialmente reemplazada por agregados serpentínicos y
carbonáticos y prismas de augita (1mm-0.2mm de diámetro) con extinción en reloj de arena
(10%). Estos últimos, más frecuentes en la pasta, se distribuyen con textura afieltrada junto
a gránulos de mineral opaco y pequeños cristales subidiomorfos de 0.2-0.1mm, de kersutita
constituyendo en conjunto el 40% del total. Intersticialmente se disponen agregados
clorítico-serpentínicos (10%), probables vidrios desnaturalizados y agregados de feldespato
alcalino y estilbita (2-4%) de distribución irregular.Se reconocen vesículas (5-10% del total),
rellenas con feldespato alcalino y estilbita, de 0.2-0.1mm.
Algunos de los cuerpos de los niveles estratigráficos más altos presentan un mayor
contenido en augita, de hasta 50% del total, la que se encuentra acompañada de prismas de
kersutita (20%), escasos cristales de olivina (3-5 %), casi totalmente reemplazados por
agregados serpentínicos y minerales opacos (10%). Intersticialmente se distribuyen
agregados de thompsonita y exiguo feldespato alcalino (7-10%), junto a calcita y agregados
fibrosos radiados clorítico-serpentínicos.
Los clastos de las facies brechosas, subangulosos (de 1 a 30cm de diámetro, en los
cuerpos más espesos) muestran cierto ordenamiento fluidal así como ligeras rotaciones y se
encuentran unidos por una facies afanítica muy indurada la que constituye el 5 al 35% del
total de la roca (Fig. 1 Ag4). Esta última al microscopio muestra textura microgranosa fina
(0.5-1.5mm de diámetro) en la que participan kersutita (35%), minerales opacos (15%) y

          [Artículo]

biotita (10%), incluidos en una abundante base de feldespatos alcalinos (35-60% del
total), con cristales aciculares de apatita y frecuente reemplazo carbonático. Es posible
reconocer en estos casos varios pulsos de reinyección magmática y fragmentación, en los
que participan estos componentes más leucocráticos tardíos, los que se evidencian a través
de ligeras variaciones granulométricas y suelen estar remarcados en su bordes por una
mayor concentración de sus minerales fémicos, reflejando procesos de segregación
magmática.

Referencias
Peperitas

Sill lamprofírico de intrusión múltiple

Sección pelítica

Ag6
1 cm

0,80 m 1,10 m

10 cm

1 cm
1 cm

En los contactos de las rocas melanocráticas, con las secuencias cláticas alojantes, es
común observar un tipo de roca mixta, ígnea y sedimentaria, de 5 a 10cm de espesor, en la
que se reconocen fragmentos globulares a subredondeados, de 0.5mm a 4cm de diámetro,
de una roca porfírica fina, dispersos en la roca sedimentaria (Fig.1, Ag’1 y Ag2), la que se
encuentra indurada y muestra pérdida parcial a total de su estructura primaria laminada en
cercanía a los mismos. También se identifican especies de apófisis irregulares a lobuladas
del sedimento penetrando a la roca magmática, a lo largo de diaclasas usualmente
perpendiculares a los contactos, las que se resuelven en microdiaclasas irregulares hacia el

          [Artículo]

cuerpo, pudiéndose identificar en el sedimento que las rellena evidencias de fluidización


(Fig.1, Ag3´), así como reemplazo por agregados silíceos y de feldespato alcalino junto a
carbonatos y escasa sericita. A ellos se asocian minerales opacos (pirita y menor pirrotina)
conformando agregados de hasta 3mm, los que llegan a constituir el 3-4% del total. La roca
magmática, hacia el contacto con la caja sedimentaria que penetra en ella a lo largo de una
diaclasa, presenta un borde enfriado, discontinuo, de 1-0.2 mm, en el que se observa
disminución en la granulometría.
Las rocas mixtas muestran un pasaje gradual hacia los márgenes magmáticos de los
cuerpos, mientras que las sedimentitas recobran su estructura laminar alejándose de ellos.
En algunos casos se reconocen en los bordes de los cuerpos tabiques de sedimentitas
de 2-10 cm de espesor (Fig.1), en parte discontinuos, con penetración magmática según los
planos de estratificación y con reducido desarrollo en sus bordes de una roca mixta,
magmática-sedimentaria, con fragmentos subgulosos y elongados de 2-4mm, de una roca
finamente porfírica, en una matriz limolítica (10 al 35%), silicificada.

DISCUSION DE LOS RESULTADOS Y CONCLUSIONES


Los estudios petrográficos han permitido encuadrar a las rocas en consideración, en
base a su composición mineralógica modal, así como de sus características texturales
panidiomorfas, con alteración selectiva de sus fémicos, en el clan de los lamprófiros. Sus
índices de color entre 70 y escasamente superiores a 90, permiten incluirlas dentro de las
rocas melanocráticas y por sus contenidos en sílice y álcalis en los campos ultrabásico-
básico alcalino (Fig.2). Su particular mineralogía en la que participan olivina, augita,
kersutita, abundante opacos y biotita, en una escasa mesostasis vítrea desnaturalizada o
zeolitas y feldespato alcalino interticiales los que conforman <5% a cercanos al 10% del
total, permite siguiendo los criterios de Streckeisen (1978) clasificarlas ya sea como
monchiquitas o con los mayores contenidos de feldespato alcalino como sanaitas. Ligeras
diferencias composicionales, si bien dentro del mismo tipo de lamprófiros, han sido
determinadas para los cuerpos de las secciones superiores, más diferenciados, en los que
dominan la augita y la kersutita, mientras que la olivina tiene carácter accesorio. Por otra
parte las fases tardías más leucocráticas, con IC= 60, que participan en los procesos de
reinyección observados en las facies brechosas, se encuadran dentro de una variedad
sódica de vogesita (Willams et al., 1954). Siguiendo el criterio mineralógico y químico de

Figura 2. Diagrama discriminante de


LL los tipos de lamprófiros CAL
Tefro-
fonolita
(calcoalcalinos), AL (alcalinos), UML
Traquita (ultramáficos), LL (lamproitas), según
Rock (1987), junto al diagrama TAS (Le
tic o
lin
ta

Fono- Bas et al., 1986).


o
idi

ca

Traqui-
tefrita
Al
Fo

andesita
leí
To

Tefrita
basanita Basalto
traqui-
andesita

Traqui-
basalto
CAL

Dacita
UML Andesita
AL Basalto

Basalto- Basalto-
Picrítico andesita

Ultrabásico Básico Intermedio Acido



          [Artículo]

Rock (1987) el conjunto de las rocas analizadas se encuadran en la rama de los lamprófiros
alcalinos, si bien con ciertas tendencias hacia el campo de los lamprófiros calco-alcalinos
(Fig.2).
En todos los cuerpos considerados se ha podido establecer, tanto en sus contactos de
base como de techo, fenómenos claros de interacción con la caja sedimentaria no
consolidada y húmeda al momento de su emplazamiento, lo que junto a sus reducidos
espesores mínimos, nos hacen descartar la posibilidad de que los mismos correspondan a
finos mantos lávicos submarinos. Evidencias de dicha interacción son por ejemplo las rocas
mixtas magmatico-sedimentarias en las que clastos bulbosos o globulares de la roca
magmática se disponen en la sedimentita (Fig.1 Ag1-Ag2), la que suele evidenciar procesos
de fluidificación y a las que se clasifican en forma genérica como peperitas, aplicando este
término “para la roca formada in situ por desagregación de magma al intruirse y mezclarse
con sedimentos no consolidados, húmedos” siguiendo el criterio de White et al. (2000). Las
mismas evidencian que el proceso dominante en su formación ha sido el de fluidización a lo
largo de la zona de contacto, pudiéndoselas incluir específicamente dentro de las peperitas
del tipo fluidal o globular (Busby Spera and White, 1987). En estos casos, al momento de
inyectarse el magma en el sedimento húmedo, la baja viscosidad del mismo, atestiguada por
su bajo contenido en SiO2 y elevado en álcalis, habría facilitado la fluidización con
desplazamiento del sedimento húmedo, poco consolidado como resultado de la vaporización
del agua poral. Las apófisis o glóbulos de magma por otra parte habrían sido aislados del
contacto directo con el sedimento húmedo por un film de vapor, evitando su fragmentación
por enfriamiento o por explosiones de vapor (Kokelaar, 1982). El desprendimiento de los
glóbulos de magmatitas hacia el sedimento, como los aquí descriptos, han sido inferidos
(Wohletz, 1986) como resultantes de la oscilación del film de vapor a lo largo de la interfase
magma/sedimento. Por otra parte las diaclasas reconocidas en la base del cuerpo, las que
han sido ocupadas por el sedimento encajonante, muestran indicios de fluidización a lo largo
de las mismas y hacia el cuerpo (Ag3´, Fig.1) proceso que habría estado controlado por el
decrecimiento de la presión dentro de la fractura, durante su apertura al enfriarse el cuerpo
en contacto con dicho sedimento, como ha sido descripto por Hanson y Wilson (1993) o
como lo observado por Goto y McPhie (1996) en intrusiones pulsatorias similares a las
estudiadas, en las que dichas diaclasas resultan del esfuerzo impuesto a partes del dique
que habían empezado a enfriarse durante el proceso reinyección, causando su ruptura.
El frecuente brechamiento y reinyección observado en los cuerpos reflejan el carácter
pulsatorio de las intrusiones, con participación en sus etapas tardías de facies más
diferenciadas. Este tipo de estructuras internas de flujo diferencial, que indican intrusiones
múltiples han sido frecuentemente descripto para este tipo de rocas (Curie y Ferguson,
1970; Delaney and Polland, 1981).
Todas las consideraciones estructurales y composicionales previas, junto a los registros
paleontológicos observados en las secuencias clásticas encajonantes, nos permiten
establecer que los cuerpos melanocráticos estudiados son resultado de la inyección de un
magmatismo lamprofírico alcalino, a manera de un sistema de filones capa, en un
encajonante húmedo, no litificado, de edad arenigiana inferior, constituyendo ésta la primera
mención de un magmatismo de dichas características para la Sierra de Aguilar. El mismo
podría ser correlacionado con el evento magmático producido bajo un régimen tectónico de
transtensión-transpresión, señalado por Coira et al. (1999) para la Faja Eruptiva Oriental de
la Puna, inmediatamente al oeste de la serranía de Aguilar.
Procesos extensionales previos, iniciados durante la fase distensiva Irúyica, han sido
postulados para la región (Sureda y Martín, 1990; Omarini y Sureda, 1994), relacionando a
ellos la formación del yacimiento de tipo sedex: Mina Aguilar.

AGRADECIMIENTOS
Este trabajo forma parte de investigaciones que se realizaron dentro del marco de los
proyectos PIP 5017 CONICET y PICT 07-00135, 02303-ANPCYT. Los autores agradecen a
la empresa Minera Teck Cominco por permitir la difusión de los resultados obtenidos durante

          [Artículo]

parte de campañas de exploración. Se agradece asimismo la colaboración brindada por la


Prof. Silvia Rosas en las tareas de dibujo y diagramación.

REFERENCIAS
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