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“El estado de equilibrio en que se mantiene el ambiente corporal interno y que se debe a
la incesante interacción entre todos los procesos reguladores del cuerpo.”
Se considera cerrado, cuando la entrada genera una salida o respuesta que a su vez afecta
la entrada, ya sea aumentando la entrada o disminuyéndola. En este sistema la variable
controlada puede ser modificada automáticamente. Por ejemplo:
1. ESTIMULO – RESPUESTA: un estímulo condicionado puede causar una respuesta
fisiológica dada. Es un sistema abierto, la salida no afecta la entrada .Por ejemplo: Reflejos
condicionados de Paulov, respuestas a estímulos nocivos (golpes). El estímulo
condicionado, Hambre, genera una respuesta fisiológica: Salivar.
El parto: donde las contracciones uterinas producen el descenso del bebé, haciendo que
la cabeza de este contacte con el cerviz, el cual es estirado y produce una señal que
causa más contracciones, esto sucede consecutivamente hasta lograr la expulsión del
bebé ,proceso que detiene las contracciones.
Proceso de coagulación: la activación de los factores de coagulación genera una
reacción en cadena donde cada vez más factores son activados hasta producir el coágulo
que detendrá la hemorragia. Esto es contrabalanceado con una retroalimentación
negativa que detendrá el proceso para evitar que toda la sangre se coagule.
Generación de Señales nerviosas: Cuando la membrana nerviosa es estimulada se
produce una señal que produce apertura de los canales de sodio, la entrada de este ión
hace que más canales abran facilitando la entra de más iones sodio hasta generar el
potencial de acción.
5. Control adaptativo: Es cualquier control que cambia al ponerse en contacto con las
necesidades del medio. Todos los sistemas reguladores satisfacen esta necesidad.
CONSTANTES FISIOLÓGICAS
Durante el proceso de formación del enfermero/ra, así como también en su práctica
profesional, enfrenta cada día una serie de problemas clínicos que le son planteados en
términos cuanti-cualitativos (signos y síntomas) para los cuales No existen valores
universales de normalidad. Por el contrario, existen un sin número de factores, como la
edad, sexo, peso, clima, alimentación que pueden modificar en alguna medida estas cifras.
El enfermero/ra debe ser capaz de analizar todos estos factores y obtener un valor promedio
esperable en un paciente determinado y luego compararlo con datos reales y de esta forma
determinar el grado de salud o enfermedad del individuo en cuestión. Los valores
mencionados se utilizan como punto de referencia para diagnosticar el grado de normalidad
o anormalidad de un individuo y han sido denominados Constantes Biológicas, las cuales
han sido divididas en Constantes bioquímicas, anatómicas, fisiológicas, etc. Las constantes
fisiológicas representan los mecanismos fisiológicos del organismo para mantener el
equilibrio del medio interno.
Las constantes fisiológicas sufren variaciones acordes las diferentes etapas de la vida y con
las características externas con las que el hombre se encuentra en contacto; el hombre no es
un ser aislado, vive dentro de un universo donde se establecen relaciones complejas entre
ellos. Así el hombre puede modificar el medio ambiente atendiendo sus necesidades, pero
también el medio ambiente puede influir en sus procesos biológicos.
Las constantes fisiológicas son parámetros sujetas a variaciones multifactoriales que
reflejan mecanismos homeostáticos.
Algunas constantes fisiológicas vistas por órganos y sistemas son:
1. Sistema Nervioso: Temperatura, sueño, vigilia, reflejos, peso.
2. Aparto Respiratorio: Frecuencia Respiratoria.
3. Aparto cardiovascular: Tensión Arterial, Frecuencia Cardiaca, pulso, gasto cardíaco.
4. Aparato digestivo: Excreción de heces, peristalsis.
5. Aparato Urinario: Diuresis.
6. Sistema hematológico: Concentración de hemoglobina, hematócrito.
7. Sistema músculo esquelético: tono muscular.
Algunos factores ambientales asociados a cambios en las constantes fisiológicas:
_ Presión arterial: Estrés.
_ Frecuencia Cardiaca: Temperatura, contaminación ambiental, altitud, actividad física.
_ Frecuencia respiratoria: el clima, actividad física.
_ Diuresis: temperatura del ambiente, disponibilidad de agua.
_ Temperatura: hacinamiento, temperatura del medio ambiente.
_ Peso: vida sedentaria, ambiente de trabajo.
_ Sueño y vigilia: vivienda, altitud.
_ Hemoglobina: alimentación, altitud.
TEMPERATURA:
Un grupo de seres vivos, al que también pertenece el hombre, logra mantener una
temperatura corporal constante a consecuencia de una intensa termogénesis
(taquimetabolismo) y a mecanismos adicionales de regulación muy por encima de la
temperatura ambiental. Estos son los denominados Animales Homeotermos. Por otra parte,
existen animales donde la termogénesis es mucho menor (Bradimetabolismo), por lo que la
temperatura está muy poco por encima de la temperatura ambiental y está sujeta a las
oscilaciones de la misma. Estos son los llamados animales Poiquilotermos, en donde los
peces y reptiles forman parte.
Los seres vivos homeotermos pueden mantener una temperatura corporal uniforme y una
actividad independiente de la temperatura exterior. Estos poseen múltiples ventajas frente a
los poiquilotermos, pero estos últimos pueden tener ventajas cuando oscila la disponibilidad
de la alimentación con las estaciones del año, por ejemplo las ranas pueden durar meses en
carencia de alimentos.
Otra diferencia importante es que los Poiquilotermos regulan su temperatura de forma
conductual; ejemplo, los peces buscan aguas templadas, las lagartijas los baños de sol. En
cambio los homeotermos tienen una regulación autónoma de la temperatura.
La temperatura de la mayoría de los mamíferos homeotermos varía entre 36 – 39 grados
centígrados. Para el mantenimiento de la temperatura corporal la termogénesis o
producción de calor debe estar balanceada con la pérdida del calor.
Termogénesis:
La producción de calor es producida principalmente por los diferentes productos
metabólicos. Diversos factores pueden determinar la producción de calor. El más
importante es la tasa metabólica de las células; otros: la actividad muscular que puede ser
involuntaria o también llamados temblor por frío o tiritamiento, el efecto de hormonas
como la tiroxina, hormonas de crecimiento, testosterona, el efecto de la adrenalina,
noradrenalina y estimulación simpática.
Pérdida de calor:
La mayoría del calor del cuerpo es generado por órganos internos, como el hígado, cerebro,
corazón, músculo esquelético en ejercicio, que luego será transferido a la piel donde se
perderá hacia el aire o los alrededores.
La piel, el tejido celular subcutáneo (especialmente la grasa) son los principales aislantes
térmicos del cuerpo que mantiene en condiciones normales la temperatura central corporal,
sin importar que la temperatura de la piel o periférica esté muy cercana a la del medio
ambiente. Debido a que la velocidad del flujo sanguíneo de los plexos venosos de la piel
pueden variar muy eficazmente, la piel sirve como un mecanismo de transferencia de calor
desde el centro del cuerpo. Por ejemplo, si ocurre un aumento de flujo sanguíneo hacia los
plexos venosos de la piel, el calor será conducido más rápido; en cambio una disminución
del flujo produce disminución de la conducción del calor. Este proceso está regulado por el
Sistema Nervioso Simpático (parte del sistema nervioso autónomo), que modula el grado
de Vasoconstricción de las arteriolas y las anastomosis arteriovenosas del plexo de la piel.
Un cuerpo pierde calor desde la piel a los alrededores por Irradiación, conducción,
convección, Evaporación.
_ Irradiación: Es un fenómeno electromagnético, donde un objeto caliente irradia calor en
ondas electromagnéticas, tipo rayos infrarrojos, a otro cuerpo de temperatura más baja.
Todos los objetos que no están a cero grados irradian este tipo de ondas. El 60% del calor
se pierde de esta forma.
_ Conducción: La pérdida de calor ocurre cuando hay contacto entre los dos cuerpos u
objetos. Ocurre por la energía cinética de las moléculas de la piel que es transferida a otro
objeto. Siempre y cuando haya un aumento de la energía cinética, esa transferencia de calor
se detendrá cuando ambos cuerpos hayan alcanzado una misma temperatura. Un 15% de
calor se pierde de esta forma.
_ Convección: El calor del cuerpo se pierde a causa de del movimiento de agua o de aire
sobre la superficie del cuerpo. El calor primero debe ser conducido hacia el aire, para luego
ser arrastrado por la corriente de convección. Poca cantidad de calor se pierde por este
medio, solo un 3% del calor total.
_ Evaporación: cuando el agua se evapora, absorbe calor. Por cada gramo de agua
evaporada se pierde 0.58 kilocalorías de calor. Constantemente el agua está siendo
evaporada a través de la piel aún en ausencia de calor, esto se conoce como Pérdida
insensible, que ocurre a través de la piel y de la superficie de los pulmones. Este tipo de
pérdida de calor no puede ser utilizada para la regulación de la temperatura. En cambio,
cuando la temperatura aumenta se produce la Transpiración y la pérdida de calor se hace
por la evaporación de agua. Mientras el animal suda el calor se continua perdiendo por la
evaporación del agua, permitiendo que sea capaz de soportar altas temperaturas, pero a
estas altas temperaturas puede producirse una deshidratación severa que produciría
disminución en la transpiración y por consiguiente la temperatura podría elevarse hasta
niveles que resultarían fatales. Lo que determina realmente la pérdida de calor es la tasa de
evaporación, no la transpiración. Por este es que un individuo se encuentra más cómodo en
un ambiente caluroso con bajos niveles de humedad, ya que esto hace más rápida la
evaporación y así la pérdida de calor.
Conservación de calor:
Los animales homeostermos protegen el interior del organismo reduciendo al mínimo la
pérdida de calor por la superficie del cuerpo. La sangre fluye hacia los órganos
manteniendo constante la temperatura de éstos. Para cumplir con esta demanda, el riego
sanguíneo sigue un principio de contracorriente, donde la sangre arterial desciende a través
de las extremidades y lleva una temperatura próxima a los 37 grados celsius. Mientras que
la sangre venosa asciende paralelamente a la arterial y se produce un intercambio de calor
por mecanismo de contracorriente, donde la sangre más caliente (arterial) se transmite a la
más fría (venosa) por irradiación. Esto permite que la sangre enfriada en las extremidades
sea calentada hasta la temperatura corporal antes de llegar al corazón. Otros mecanismos
por los que se conserva calor son:
1. Piloerección: proceso que en el ser humano no juega papel importante en la conservación
de calor, en cambio en los animales inferiores funciona como un tipo de aislante térmico.
2. Vasoconstricción: cuando el cuerpo se somete a temperaturas frías se produce una
reducción del flujo a través de los vasos cutáneos reduciendo el flujo sanguíneo a través de
la piel, previniendo así la pérdida del calor.
3. Tiritamiento.
4. Secreción de adrenalina por glándulas suprarrenales.
5. Aumento del apetito.
6. Aumento de las hormonas tiroideas.
PRESIÓN SANGUÍNEA:
Presión es cualquier fuerza que actúa contra una fuerza opuesta. Es un empuje, tensión o
esfuerzo entre dos masa opuestas uniformemente distribuidas sobre la superficie de
contacto.
El corazón proporciona la fuerza impulsora para que la sangre circule a través de los vasos
sanguíneos, los cuales representan la fuerza opuesta para que esta circule. Esa fuerza se
distribuye por igual en la superficie de los vasos sanguíneos.
La circulación sanguínea se produce a través de dos circuitos: una Circulación pulmonar o
menor y una Circulación sistémica o mayor. Esta última es la que se determina con el
Esfigmomanómetro (aparato de presión).
La presión sanguínea puede ser definida como la fuerza por unidad de superficie que ejerce
la sangre sobre las paredes vasculares. Esta es expresada usualmente en mmHg.
El flujo de la sangre depende del corazón, y es la cantidad de sangre que pasa por un
segmento del vaso en un tiempo determinado, se expresa en ml / seg. o L/ min.
La viscosidad, la cual es una característica física de la sangre dada por los elementos
formes de la misma y que limita su paso por los vasos sanguíneos (“fricción interna”). Se
relaciona de forma directa con la resistencia, a mayor viscosidad mayor resistencia; El
principal determinante de esta variable es el hematocrito. En condiciones fisiológicas esta
se mantiene, por lo general, sin cambios. En patologías, como la anemia y Policitemia
(muchos glóbulos rojos), disminuye y aumenta, respectivamente.
La longitud de los vasos sanguíneos también es constante, y se relaciona también
directamente con la resistencia, a mayor longitud, mayor resistencia. Por lo que el factor
más determinante para la modificación de la presión es el diámetro de los vasos, así pues, el
radio del mismo. La contracción de un vaso sanguíneo produce gran variación en su
resistencia. Por lo que la disminución del diámetro de un vaso a la mitad, aumenta unas
dieciséis veces la resistencia; y si el radio se duplica, la resistencia disminuye 1/16 del valor
original.
Con la finalidad de mantener constante la presión sanguínea, el corazón debe ser
“informado” de los cambios que ocurren en ella. En el sistema circulatorio existen
mecanismos sensitivos que responden a los cambios de presión sanguínea, denominados
presoreceptores o Baroreceptores. Los Baroreceptores están localizados en las paredes de
las arterias sistémicas grandes. Son terminaciones nerviosas libres que descansan en las
paredes de las arterias y son estimulados por el estiramiento de los mismos. Ejemplo,
cuando ocurre un aumento en la PA, las arterias son estiradas, y se inicia la transmisión de
señales al Sistema Nervioso, de donde se produce una respuesta a través del Sistema
Nervioso Autónomo que tenderá a llevar la presión a niveles normales. Los Baroreceptores
son extremadamente abundantes a nivel de la pared interna de la Arteria Carótida interna, a
nivel del seno carotídeo, situado ligeramente por encima de su bifurcación; También se
localizan a nivel del Arco Aórtico.
El sistema Nervioso controla el sistema circulatorio a través del Sistema Nervioso
Autónomo, que a su vez se divide en Sistema Nervioso Simpático y Parasimpático; y afecta
principalmente las funciones globales como: la redistribución del volumen de la sangre a
los diferentes áreas del cuerpo, modificación de la actividad del corazón y el control a corto
plazo de la presión Arterial.
El sistema Nervioso Simpático (SNS) inerva tanto el corazón como los vasos sanguíneos,
su estimulación produce aumento de la actividad cardíaca, aumentando la cantidad de
sangre que sale del corazón en cada latido y la frecuencia cardíaca. Además produce una
vasoconstricción que modifica la distribución del volumen sanguíneo hacia las arterias. De
esta forma produce aumento de la PA. Por su parte, el sistema Nervioso Parasimpático
(SNP) inerva al corazón a través del nervio Vago (IX par) y actúa como desacelerador de la
actividad cardiaca.
Existe un Centro Vasomotor, localizado en el 1/3 inferior del puente cerebral, este integra
tanto las señales del SNP y SNS. En condiciones normales este centro modula la
constricción vascular, produciendo descargas intermitentes del SNS, manteniendo así el
tono de los vasos sanguíneos.
Cuadro de los volúmenes de los compartimientos líquidos del organismo (porcentaje del
peso corporal)
LIC 45 38 33
Total 75 % 57 % 47 %
Equilibrio hídrico:
Es sinónimo de homeostasia de los líquidos. Afirmar que el cuerpo está en estado de
equilibrio hídrico, equivale a decir que el volumen global de agua del cuerpo es normal y
permanece relativamente constante. Pero equilibrio hídrico significa algo más: es la
constancia relativa de la distribución de agua en los tres compartimientos del cuerpo En
consecuencia, desequilibrio hídrico significa aumento o disminución en relación con los
límites normales del volumen global de agua en el cuerpo y de la cantidad en uno o más de
los compartimientos líquidos.
El cuerpo se mantiene en equilibrio hídrico o de líquidos; esto significa que tiene las
cantidades requeridas de agua y solutos y que estas se hallan en proporción correcta en los
diversos compartimientos. Hay un continuo intercambio de agua y solutos entre los
compartimientos de líquidos, el cual se realiza por filtración, reabsorción, difusión y
ósmosis; sin embargo, el volumen del líquido en cada compartimiento permanece bastante
estable (equilibrio dinámico).
La mayoría de los solutos que se encuentran en los líquidos corporales son electrolitos, o
sea, compuestos inorgánicos que se disocian en iones.
Electrolito es un compuesto iónico (es decir aquello que están unidos por enlace iónico en
el que un elemento pierde electrones y otro los recibe) que se disocia en iones positivos y
negativos al disolverse en agua; se los llama electrolitos porque sus soluciones conducen la
corriente eléctrica.
La medicina actual le da gran importancia al equilibrio hídrico y de electrolitos, ya que en
la actualidad muchos pacientes hospitalizados reciben alguna clase de tratamiento con
líquidos y electrolitos (sueros: suero fisiológico. Solución glucosaza, etc.).
Equilibrio hidroelectrolítico:
La expresión equilibrio hidroelectrolítico implica la homeostasis o constancia de los
líquidos corporales y de los niveles de electrolitos. Quiere decir que tanto la cantidad como
la distribución de los líquidos corporales y de los electrolitos son normales y se mantienen
constantes. Para que se mantenga la homeostasia, el aporte de agua y electrolitos al
organismo debe estar equilibrado con la salida de los mismos. Si entran en el organismo
más agua y electrolitos de los requeridos, deben ser eliminados de forma selectiva, y si
hubiese una pérdida excesiva, deberían reponerse rápidamente. El volumen de líquidos y
los niveles electrolíticos de las células, espacio intersticiales y vasos sanguíneos
permanecen relativamente constantes si existe homeostasis.
Por lo tanto, el desequilibrio hidroelectrolítico significa que el volumen total de agua o el
nivel de electrolitos del organismo o las cantidades que existen en uno o más de sus
compartimientos líquidos han aumentado o disminuido por encima de los límites normales.
Se conocen como electrolitos a los compuestos que permiten la rotura o disociación de su
molécula en partículas separadas denominadas iones y que tienen carga eléctrica. Por
ejemplo. El NaCl se disocia en Na + y Cl-, el tipo de unión se denomina iónica. La glucosa,
que es una sustancia orgánica, tiene otro tipo de enlace que impide que el compuesto se
rompa o se disocie en una solución. Estos compuestos se conocen como no electrolitos y su
unión es de tipo covalente. Muchos electrolitos y sus iones disociados tienen gran
importancia en el equilibrio hídrico. Este último y el electrolito son tan dependientes entre
sí que si uno se desvía de los normal, también lo hace el otro. Así pues, el hecho de explicar
uno de ellos significa comentar también el otro.
El volumen de agua que eliminas diariamente por tus riñones depende del estado de
hidratación de tu organismo. Por lo tanto, la participación de los riñones en la estabilidad de
los líquidos corporales debe estar fuertemente regulada en el organismo.
Esta regulación es llevada a cabo por varias hormonas, entre las cuales se encuentran (Fig.
3):
Aunque los cambios en el volumen de líquido eliminado a través de la piel, los pulmones y
el intestino también afectan la proporción ingesta-eliminación de líquido, estos volúmenes
no se ajustan automáticamente a la ingesta líquida, como sucede con el volumen urinario.
Las pérdidas de agua y solutos a través de la sudación y exhalación aumentan durante el
ejercicio; sin embargo, los excesos de agua y solutos corporales se eliminan principalmente
por la orina.
Bajo ciertas circunstancias, algunos otros factores, influyen en la pérdida urinaria de agua.
Cualquier gran disminución en el volumen de la sangre se detecta en los barorreceptores
(receptores de la presión) de la aurícula izquierda y de vasos sanguíneos, lo que también
estimula la liberación de hormona antiduirética. En casos de deshidratación intensa, la
velocidad de filtración glomerular disminuye a causa de la caída en la presión arterial, con
lo que se reducen las pérdidas de líquidos en la orina. Al contrario, con el consumo de
demasiada agua aumenta la presión arterial, se eleva la velocidad de filtración glomerular y
las pérdidas hídricas en la orina son mayores. Con la hiperventilación aumentan las
pérdidas de líquido mediante la exhalación de más vapor de agua. También el vómito y la
diarrea ocasionan pérdidas de agua del conducto gastrointestinal. Por último, con la fiebre,
el sudor intenso y la destrucción de extensas áreas de piel por quemaduras se produce
eliminación excesiva de agua a través de la piel.
Factores que alteran la pérdida de líquidos en condiciones anormales:
La frecuencia respiratoria y la cantidad de sudor pueden afectar en gran medida la
eliminación de líquidos si existen determinadas situaciones anómalas. Por ejemplo, un
paciente que está hiperventilando durante mucho tiempo pierde gran cantidad de agua a
través del aire que espira. Si, como sucede con frecuencia, el paciente ingiere además poca
agua por vía oral, la eliminación de líquido excede la ingesta y se produce un desequilibrio
líquido denominado deshidratación (es decir, un descenso en la cantidad de agua corporal
total). En otras situaciones anormales, también se produce una excesiva eliminación de
líquidos y electrolitos, que excede a la ingesta, con lo que se llega al desequilibrio
hidroelectrolítico.
Regulación de la ingesta o ganancia de líquidos:
Los fisiólogos no coinciden sobre los detalles del mecanismo que controla la ingesta de
líquidos y que hace que esta aumente cuando aumenta la eliminación y disminuye cuando
lo hace esta última.
La ganancia de agua se regula principalmente mediante ajustes del volumen de agua
ingerida. El hipotálamo tiene un área conocida como centro de la sed, que regula la
necesidad de beber.
Cuando la pérdida de agua es mayor que la ganancia, la deshidratación (una disminución
del volumen y un aumento en la osmolaridad de los líquidos corporales) estimula la sed. Se
dice que la deshidratación es leve cuando la masa corporal disminuye en 2 % a causa de
pérdida de líquidos.
La reducción del volumen de sangre ocasiona que baje la presión arterial. Este cambio
estimula a los riñones que liberan renina, lo cual promueve la formación de angiotensina II,
la que estimula el centro de la sed en el hipotálamo. Otras señales que la provocan son las
que se originan en las neuronas de la boca, las cuales detectan sequedad debido al menor
flujo de saliva y las señales que generan los barorreceptores debido a la presión reducida en
el corazón y vasos sanguíneos. Con todo esto aumenta la sensación de sed, lo que
normalmente promueve mayor consumo de líquidos, con lo que se restaura su volumen
normal. Hay veces que la sensación de sed no se produce con la suficiente rapidez o el
acceso al agua está restringido, con lo cual ocurre una deshidratación importante. Este
problema se observa con mayor frecuencia en ancianos, lactantes y quienes sufren
alteraciones mentales. Cuando hay pérdida de líquidos por sudación intensa, diarrea o
vómito, es conveniente iniciar el reemplazo de líquidos corporales mediante consumo de
agua, aún antes de que se sienta sed.
Si una persona no ingiere nada durante días, no es posible mantener el equilibrio hídrico, a
pesar de todos lo esfuerzos de los mecanismos homeostáticos para compensar la ingesta
nula. En esta situación, la única solución para mantener el equilibrio sería que la
eliminación también disminuyese hasta cero, pero esto no es posible, debe haber
necesariamente algo de eliminación. ¿Por qué? Porque mientras que continúe la
respiración, siempre se elimina algo de agua a través del aire espirado, al igual que,
mientras que haya vida, se elimina una mínima e irreductible cantidad de agua a través de
la piel.
Normalmente, los LIC e intersticial tienen la misma osmolaridad, de modo que las células
no se encogen ni se hinchan, pero una variación en su osmolaridad puede causar
desequilibrio de líquidos entre estos compartimentos. La elevación de la osmolaridad del
líquido intersticial ocasiona que el agua salga de las células, que se encogen ligeramente; en
cambio, cuando disminuye, las células se hinchan. Casi siempre, las modificaciones en la
osmolaridad se deben cambios en la concentración de Na+. Por lo regular, su descenso en el
líquido intersticial inhibe la secreción de hormona antidiurética. Entonces, si funcionan
normalmente, los riñones excretan los excesos de agua en la orina, lo cual incrementa la
presión osmótica de los líquidos corporales hasta su nivel normal. Por tanto, las células del
cuerpo sólo se hinchan ligeramente y sólo por un tiempo breve. Pero, cuando una persona
persiste en consumir agua con una rapidez mayor a la que sus riñones pueden excretarla (la
velocidad máxima de flujo urinario es de aproximadamente 15 ml/min) o cuando su
función renal es deficiente, podrá padecer intoxicación por agua, un estado en el que el
agua corporal excesiva ocasiona que las células se vuelvan hipotónicas y se hinchen de
manera peligrosa. Cuando hay pérdida de agua corporal y Na+ por hemorragia, sudor
excesivo, vómito o diarrea y se reemplaza la perdida con agua pura, los líquidos corporales
se diluyen más. Esto puede ocasionar que la concentración de sodio plasmática, y por lo
tanto, del líquido intersticial, disminuyan por debajo de los límites normales
(hiponatremia). Al reducirse el nivel de este ión en el líquido interticial también desciende
la osmolaridad de este, lo que ocasionará desplazamiento osmótico de agua hacia el líquido
intracelular.
Cuando el agua entra a las células las vuelve hipotónicas y hace que se hinchen, con lo que
ocasiona convulsiones, coma y a veces la muerte.
Páncreas
Recordemos que se trata de una glándula anficrina: es exocrina en su función digestiva,
secretando desde sus acinos numerosas enzimas al contenido duodenal. Paralelamente y a
partir de sus Islotes de Langerhans, el páncreas endocrino sintetiza y secreta hormonas de
origen proteico. Los Islotes de Langerhans están formados por cuatro tipos de células:
Células A o (alfa): Constituyen el 25% de la glándula y secretan la hormona glucagón.
Células B o (beta): Son el 60% de la glándula y secretan la hormona insulina.
Células D o (delta): Representan sólo el 10% del total y secretan somatostatina.
Células PP o F: Secretan el polipéptido pancreático, que tendría efectos sobre la absorción
intestinal.
De estas hormonas secretadas, las tres primeras poseen función homeostática respecto a los
niveles de glucosa.
Insulina
Es un péptido formado por 51 aminoácidos. Una vez secretada, la insulina posee una vida
útil de sólo 10 a 15 minutos, ya que sobre ésta actúa la enzima insulinasa a nivel hepático y
renal. La función de la insulina puede resumirse como sigue:
Aumenta la permeabilidad de la membrana plasmática de las células blanco en forma
específica a la glucosa. Para ello se une a un receptor glucoproteico de membrana. Esta
unión determina la formación de canales específicos que favorecen el transporte de glucosa
hacia el interior de la célula.
Facilita la glucogénesis mediante la activación de la enzima glucógeno sintetasa.
Estimula la conversión de glucosa en ácidos grasos y en glicerol cuando la cantidad de
glucosa hepática es superior a la que el hígado puede almacenar como glucógeno. Los
ácidos grasos y el glicerol son transportados por la circulación hasta los adipocitos, donde
son almacenados como grasas neutras.
Induce el transporte activo de varios aminoácidos al interior de las células (valina, leucina,
isoleucina, tirosina, fenilalanina, entre otros). Esto promueve la síntesis de proteínas,
colaborando con otras hormonas como la TSH, T3 y T4. Considera que las últimas dos
acciones incrementan el consumo celular de glucosa en cuanto los combustibles
alternativos (grasas y aminoácidos) dejan de estar disponibles. En base a estos efectos, la
insulina es considerada una hormona hipoglicemiante. En coherencia con lo anterior, la
secreción de insulina se ve estimulada por:
Excesos de glucosa y aminoácidos como la arginina y lisina en la sangre.
Secreción de hormonas gastrointestinales como la secretina, gastrina, colecistocinina y
péptido gástrico inhibidor. La cadena de eventos es fácil de intuir: presencia de alimentos
en el tubo digestivo liberación de hormonas gastrointestinales secreción de insulina
como respuesta adelantada al incremento de glucosa vía absorción intestinal.
Somatostatina
Es una hormona lineal de 14 aminoácidos. También es secretada por el hipotálamo donde se
le estudia en cuanto a su función inhibidora de la hormona del crecimiento. De hecho, actúa
como factor inhibidor de varias hormonas: tiroxina, prolactina, insulina y glucagón,
especialmente. Se comprende la utilidad de un mecanismo que inhiba la insulina y
glucagón, dos hormonas que para autorregularse requieren aumentar progresivamente sus
niveles, antes de alcanzar el nivel normal de glicemia.
La somatostatina disminuye la motilidad del estómago, vesícula biliar, duodeno y, a nivel
intestinal, aumenta la secreción de enzimas y la absorción de nutrientes. La consecuencia
de todo esto es aumentar el tiempo durante el cual los nutrientes son susceptibles de ser
asimilados en la sangre. Su regulación se produce a través de las mismas vías que la
insulina, vale decir, los niveles elevados de glucosa, aminoácidos y glucagón.
Glucagón
Es un péptido de 29 aminoácidos. En síntesis, sus acciones son:
Estimula la glucogenólisis mediante la activación de la enzima fosforilasa, que rompe los
enlaces glucosídicos.
Estimula la gluconeogénesis mediante la activación de enzimas como la lipasa, que
convierte las grasas de los adipocitos en ácidos grasos aprovechables en las vías anabólicas
de la respiración celular.
Ambas acciones contribuyen a aumentar la glucosa plasmática, observándose un efecto
antagónico respecto a la insulina, vale decir, se trata de una hormona hiperglicemiante. La
secreción de glucagón es estimulada por factores como la disminución de la glicemia y de
los ácidos grasos, por elevadas concentraciones de aminoácidos, por el ayuno y el ejercicio
físico.
Tanto la insulina como el glucagón actúan en forma conjunta para la regulación de la
glicemia. Esto es realizado mediante retroalimentación negativa a nivel pancreático, sin
intervención del eje hipotálamo-hipófisis, regulador por excelencia de la mayor parte de las
hormonas endocrinas. Ambas hormonas son liberadas al sistema porta hepático. Esto es
importante de considerar, pues la vena porta se forma a partir de la circulación del intestino
delgado, la que llega posteriormente al páncreas y luego al hígado.
Debido a esto, al realizarse la absorción intestinal, la glucemia en el sistema porta se eleva.
Al llegar por sobre un 10% del valor normal se estimula la secreción de insulina,
aumentando su nivel en la sangre venosa pancreática, la que al llegar al hígado se une con
sus receptores específicos, estimulando por una parte el ingreso de glucosa por canales
especiales y por otra estimula el sistema 2º mensajero para estimular la síntesis de la
enzima glucógeno sintetasa. Debido a esto, en la vena hepática que se comunica con la
cava, se produce una hipoglicemia leve, produciéndose el letargo característico tras una
comida abundante.
Basta una disminución de la glicemia del 10% (por ejemplo de 100 a 90 mg/dl) para que se
active la retroalimentación negativa: la secreción de insulina es inhibida, estimulándose la
de glucagón y sus efectos ya descritos. Las secreciones de ambas hormonas están tan
finamente coordinadas que la glicemia se mantiene muy cerca de su nivel óptimo.
La estimulación simpática es un mecanismo externo de regulación. Las células A y B
poseen receptores -adrenérgicos, vale decir, pueden ser afectadas por la hormona
adrenalina (secretada por control nervioso desde la médula suprarrenal), inhibiéndose la
secreción de glucagón y estimulando la se insulina.
Glándulas suprarrenales:
Las dos porciones funcionales que poseen estas glándulas, corteza y médula, secretan
hormonas relacionadas con el control de la glicemia. En la zona fascicular de la corteza se
producen los glucocorticoides y en la médula, de la adrenalina.
Glucocorticoides
Corresponden a un grupo de hormonas esteroidales conformadas por cortisol y
corticosterona, de las cuáles la más importante es la primera, por representar el 95% del
total de glucocorticoides secretados. Si bien aquí estudiamos su efecto sobre la glucosa,
cabe recordar que estas hormonas poseen otras funciones.
Su acción sobre la glicemia consiste en estimular la gluconeogénesis. Esto adquiere
importancia durante períodos prolongados de ayuno, donde las reservas de glucógeno se
han agotado. Para lograr la gluconeogénesis, los glucocorticoides tienen un efecto
catabólico sobre las proteínas, provocando la desaminación de estas y movilizan glicerol y
ácidos grasos de los depósitos de lípidos.
La secreción de glucocorticoides es regulada por el sistema hipotálamo-hipófisis, a través
de la adrenocorticotrofina (ACTH), mediante retroalimentación negativa de la
[corticosterona] sobre el hipotálamo. Al estar sometido a estrés, el hipotálamo es
estimulado por vía nerviosa debido a la acción de la corteza cerebral.
Adrenalina
Representa el 80% de la secreción de la médula adrenal y se origina por adición de un
grupo metilo a la noradrenalina (que representa el otro 20% de la secreción). Esta
transformación se ve favorecida por una alta concentración de glucocorticoides.
De la misma forma que el glucagón, la adrenalina ocasiona glucogenólisis, permitiendo una
vía rápida de obtención de glucosa tras romper los enlaces glucosídicos vía fosforilasas.
Tiene, por tanto, efecto hiperglicemiante.
Si bien los niveles de adrenalina se regulan mediante retroalimentación negativa, ante
situaciones de estrés, hipoxia (falta de oxígeno disuelto en la sangre) o hipoglicemia, es
activado el control nervioso simpático: el hipotálamo estimula por vía nerviosa a la médula
suprarrenal a través de fibras simpáticas para que produzca adrenalina, la cual actúa a nivel
hepático y muscular, desdoblando el glucógeno en glucosa. Junto al aumento en la
glicemia, la adrenalina genera un aumento de la presión arterial y del flujo de sangre a los
músculos, aumento del metabolismo celular, de la fuerza muscular y de la velocidad de
coagulación sanguínea.