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MECANOSA

La actividad de la empresa comenzó hace veinte años, cuando varios familiares con una
amplia experiencia en fabricación de piezas mecanizadas decidieron poner en marcha
una pequeña empresa.

En los cinco primeros años experimentó un importante crecimiento llegando a los 40


empleados, lo que hizo necesario recurrir a la incorporación de socios capitalistas para
hacer frente a las inversiones en adquisición de maquinaria y una nueva nave.

La empresa consiguió unos excelentes resultados en los siguientes ocho años, pero a
partir de ahí las cosas comenzaron a cambiar. Al principio sus socios creyeron que se
trataba de unos malos años que ya pasarían.

En su zona de influencia se habían instalado algunas empresas que realizaban el mismo


tipo de actividad y habían comenzado a introducirse en sus clientes habituales.

D. Antonio, el Gerente de MECANOSA, había reaccionado visitando a sus clientes para


conocer lo que estaba pasando, al final había conseguido mantener parte de los pedidos
reduciendo los precios de venta, a pesar de que las materias primas y los costes
salariales seguían aumentando.

Por otra parte se contrató a un comercial para que vendiese fuera de la región,
consiguiéndose algunos pedidos importantes. Los nuevos clientes eran más exigentes en
las especificaciones de diseños y cambiaban con frecuencia los planos de fabricación.

D. Antonio está convencido de que no se trata de una situación pasajera, los problemas
con los clientes aumentan de día en día y la facturación viene bajando desde hace tres
años, hasta el punto de que en el último ejercicio económico ya se cerró casi sin
beneficios.

Los otros socios de la empresa en el último Consejo de Administración le han preguntado


qué medidas se pueden tomar, ya que la facturación ha descendido un 30%.

Para D. Antonio, el comportamiento de los clientes tampoco está siendo el mejor, después
de tantos años de trabajar para ellos se plantean dejarle abandonado. Los pequeños
problemas que han tenido siempre se han solucionado con buena voluntad.

El desencadenante de las conversaciones que se transcriben, comienza cuando se recibe


una factura con un cargo de $58.236 de Construcciones Reunidas, S.A. - CONRESA, uno
de los clientes más importantes, en concepto de recuperación de piezas defectuosas.

La facturación mensual de MECANOSA a CONRESA es aproximadamente de $83.200


/mes.

CONRESA adjuntó con la factura una carta a D. Antonio informándole de las paradas que
les ocasiona en su línea de producción las continuas entregas de material defectuoso y,
que de seguir así, tendrán que cambiar de proveedor.

En este mes ya se ha recibido otro comunicado similar de otro de los clientes más
importantes en términos parecidos.
Antonio (Gerente): ¿Ya se ha enterado del cargo que nos pasa CONRESA por el último
envío de piezas? $58.236. Iban todas a falta de un taladro roscado, el 35% estaban altas
de medida en el diámetro 72 y hay que reponerles 1.650 que han tenido que separar
porque iban con otra clase de material. ¿Qué me dice de todo esto?

Rodríguez (Control de Calidad): Ya le dije a Quique que me parecía raro que se tuviese
que mandar sin taladro, porque las partidas anteriores lo llevaban. La verdad es que en el
plano no venía dibujado.

Antonio (Gerente) (cortándole): Si es así lo del plano me libro de pagar una buena parte,
pero ¿lo del material y el error de medida?

Rodríguez (Control de Calidad): Me acuerdo que medí bastantes piezas de esa partida...

Antonio (Gerente): ¿Cuántas?

Rodríguez (Control de Calidad): No sé, creo que unas 1.500 y estaban todas bien. Ya
sabe que si yo veo algo que está mal, aviso enseguida. De lo del material, francamente, ni
idea; es más, no tenemos medios para analizarlos ni distinguir más que el hierro del latón.

Antonio (Gerente): Pues midiendo 1.500 piezas tenía que haber visto algo. ¿Seguro que
fueron 1.500 y no 150? Últimamente están viniendo bastantes reclamaciones y me parece
que está Ud. perdiendo forma. No sé lo que hace. Le veo más tiempo metido en su garita
que dando vueltas por el taller a controlar lo que hacen las máquinas.

Rodríguez (Control de Calidad): Es que me dijo Quique que no tenía que andar por el
taller, que tenía que medir más.

Antonio (Gerente): Llamen a Quique.

Antonio (Gerente): Quique, ¿te has enterado del cargo de CONRESA? Estoy tratando de
ver las causas con Rodríguez, pero no llego a ninguna conclusión.

Quique (Producción): Sí, ya me lo ha comentado Elena. No comprendo qué ha podido


pasar. Precisamente le puse a Rodríguez a medirlas con mucho cuidado y le dije que,
hasta que no completase por lo menos 1.500, no volviese al taller...

Rodríguez (Control de Calidad): Mentira, me dijiste que no me querías ver por el taller,
que no hacía más que estorbar...

Antonio (Gerente): ¡Bueno, bueno,... es suficiente! Vamos por partes y sin alterarse: ¿por
qué iban todas sin taladro roscado?; ¿por qué han encontrado 1.650 con material
distinto?, ¿por qué el 30% ó 35% iban altas de medida en el diámetro 72?

Quique (Producción): en el plano que mandó Hilario no venía dibujado ningún taladro
roscado. El material lo pedí justo: 220 barras de diámetro 80; habrán mandado mezclado;
ya le voy a decir al proveedor. No sé cómo podían ir altas de medida; yo mismo hice un
comprobador porque, a última hora, tuve que poner a otro operario en la máquina nueva y
no había más que uno.
Rodríguez (Control de Calidad): Ya te dije que ese comprobador era una porquería, que
no valía para nada, y fue cuando me dijiste que no me querías ver por el taller...

Antonio (Gerente) (claramente a favor de Quique, que entre otras cosas, aparte de ser
socio, es el tío de Antonio): Bueno Rodríguez, me estoy hartando ya de tonterías. Vaya a
buscar a Hilario y, de paso, mire en el almacén a ver si hay más material del que se
empleó para el pedido.

Quique (Producción): No va a encontrar, porque pedí lo justo...

Antonio (Gerente): ¡Vaya, Rodríguez, que no tengo todo el día!

Hilario (Oficina Técnica): Me ha contado "Rodri" lo del cargo. He traído los planos que me
dejó Fernando. Yo no veo ningún taladro dibujado donde dicen. Me acuerdo que me
comentó Fernando algo de que era para consulta y que mandarían otro plano después,
que había hecho una modificación y que no valía el plano anterior. Yo no tengo más que
esto. Como vino Fernando metiendo prisas porque el cliente estaba ya reclamando una
parte del pedido, yo le di el plano a Quique para que fuese pidiendo material y empezando
a fabricar.

Antonio (Gerente): Elena, que venga Fernando... ¿Está enfermo?... Ponme con su
casa...

Fernando (Comercial): ¿Qué hay, chiquillo? (siempre le llama así porque casi lo ha visto
nacer, era muy amigo del difunto padre de Antonio y, además socio.) Ya me ha contado
Elena lo de CONRESA, ¡vaya lío!... Ya le dejé a Hilario el plano modificado... que haga
memoria, que se lo dejé en la bandeja roja que tiene encima de la mesa... cómo que esa
es la de los planos viejos... me lo podía haber advertido... y ahora, ¿qué hacemos?...
mañana me doy una vuelta, que estoy un poco resfriado...

Rodríguez (Control de Calidad) (con Javier el almacenero): No hemos encontrado nada


del material de 80, pero hay 40 barras de 85 que no sé para qué son.

Quique (Producción) (acordándose de un pequeño detalle): ¿No te dije que esas 40


barras eran para el mismo pedido, que no tenían en existencia de 80 y me las mandaban
así?

Javier (Almacén): No me acuerdo de nada de eso. Yo las metí todas juntas y, cuando las
iba sacando al taller, ya me di cuenta de que aparecían estas 40 distintas.

Quique (Producción): Pero, Javier, ya sabes que el material de 80 de fondo está para
devolver...

Javier (Almacén): Yo no sé nada. Llevo dos años en el almacén y ese material ya estaba
ahí antes de entrar yo. Pensaba que valía.

Antonio (Gerente): Ya está todo aclarado. Les voy a descontar del sueldo, a todos, los
58.236$. Así no vamos a ninguna parte...

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