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"El Ateneo" quiere dejar constancia del desinteresado

asesoramiento y apoyo para la realización de esta obra,


prestados en todo momento por el ingeniero Enrique D.
Fliess ( t 1984), prestigioso y antiguo colaborador
de nuestra casa.

El traductor desea destacar nuevamente la


desinteresada colaboración del ingeniero
civil Horaclo R. Abaroa, ex profesor titular de
" Estructuras " y actual j efe del Labofé1torio de Ensayo
de Materiales en la Facultad de Arqui tectura y
Urban ismo (U. B.A.), quien, después de fallecer el amigo
común, Enrique Fliess, no solo leyó
la traducción de este tomo V, perfeccionándola
y mejorándola, sino también revisó las pruebas de imprenta.

\\1\0 de l a obra original: " Vortesungen uber Mass1vbau"


~ ,~ ~ por Springer · Verlag, Berlln/Heldelberg
Toct: '>S los derechos reservados,
Este libro no puede reproducirse, total o parcialment e.
IJOr mngún método gráfico, electrónico o mecánico,
Incluyendo los sistemas da fotocopia. registro magnetofónico
., do alimentación de datos. sin expreso consentimiento del editor.

!:..,eda hecho el depósllo que establece la ley N° 11.723.


1986, 1988, " EL ATENEO" Pedro Garcla S.A.
rerla, Editorial e Inmobiliaria. Florrda 340, Buenos Aires.
1ada en 1912 por don Pedro Garcla

N. 950·02-5242·2 edición completa


950-02-5260·0 tomo '+
'540-10070-9 Sprfrí'ger-Verlag, Berlín,
1clón original.
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'l&lna.
'e 1988.

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Prólogo

Sin duda es un honor prologar una obra del Dr. fng. Leonhardt y especialmente ésta
que tiene tanta Importancia en los más recientes progresos en la Técn ica de las Construc·
clones de Hormigón Armado y PretensadQ.
En efecto, en los albores de esta técnica las bases racionales con sustento experlmen·
tal fueron establecidas por el lamoso Ingeniero E. M6rsch en numerosos trabajos y en su cono-
cida obra en seis tomos, cuya traducción a nuestro idioma ha tenido amplfa difusión (Teorla y
practica del hormigón armado).
La obra de Morsch data de la década del 30 y desde entonces se ha progresado mucho
en la teorla y tm las aplfcac/ones del hormigón armado. Varios nombres pueden asociarse a es·
tos progresos, tales como Sal/ger, Dischinger, Pucher, etcétera, pero, sin duda, la Influencia ...
más notable es la de Leonhardt, que ha realizado profundos estudios teóricos. además de nu·
merosas experiencias en la Universidad de Stuttgart.
Conv1ene tener presente que los reglamentos en uso en la época de Mórsch, tales como
la DIN 1045 en su edición de 1932, que fue adaptada en nuestro Reglamento Técnico de la
Ciudad de Buenos Aires de 1935, constltulan prácticamente un " manual" en el que unas pocas
reglas prácticas permltlan proyectar todos los el ementos constitutivos de una estructura de
hormigón (en aquella época solamente en bases. columnas, vigas y losas). Eran tan s imples las
reglas que aun un Ingeniero sin conocimientos profundos de la Técn ico de las Construcciones,
ni del Análisis Estructural, podla realizar un proyecto sin dificultad.
De aquellos reglamentos-manual se ha pasado ahora a lo que podrlamos llamar los
reglamentos-tratado. En estos últimos, por ejemplo la Norma DIN 1045 de 1978, además de
reglas constructivas y de proyecto, se plantean una serie de problemas cuya resolución queda
a cargo de quien realiza el proyecto en cada caso particular.
El proyectista en nuestros dlas debe ser, para poder actuar con éxito. un profundo cono-
cedor de la Mecánica de las Estructuras.
La Influencia de Leonhardt en la Norma DIN 1045 delallo 1978 es, sin duda, lmportant/sl·
ma y se ha ejercido a través de la Comisión Alemana para el Horm igón Armado y también del
Comité Euro-Internacional del Hormigón.
En nuestro pals acaban de ser aprobados, en el ámbi to nacional, los Reglamentos CIR·
SOC (Centro de Investigación de los Reglamentos Nacionales de Seguridad para las Obras Cl·
viles) que en lo concerniente al Cálculo de los Elementos de Horm1gón Armado y Pretensado
son fundamentalmente una adaptación de la norma alemana citada en último término.
La Importancia de la obra de Leonhardt, que a partlf de ahora estará al alcance de los
estudiosos Ingenieros de habla hispana, as/ como de quienes tengan un Interés profesional en
el horm1gón armado, resulta de que él mismo no solo ha Influido en las nuevas normas. sino
que además es un critico de algunos aspectos de ellas, con los que no esta de acuerdo Sus de-
sacuerdos en la gran mayor/a de l os casos tienen también sustento experimental y los resulta·
dos de sus experiencias están cuidadosamente expuestos en este magistral tratado.
Considero que es ta obra es Indispensable para cualquier Ingeniero que deba tratar en
alguna forma los temas del hormigón armado y pretensado, puesto que en ella encontrarán no
solo el porqué de muchas disposiciones reglamentarias que ahora. por lo que se dijo, son co-
munes a la Norma DIN y a los Reglamentos CIRSOC, sino también la descripción de su funda-
mento experimental y además su critica muy correctamente sustentada.
La versión en nuestro Idioma fue realizada por el lngemero Curt R. Lesser, egresado en
1936 de la Univers idad de Buenos Aires con Dip loma de Honor, habiendo tenido durante su ex-
tensa carrera profesronal un Intimo contacto con las estructuras de hormigón. En esta Impor-
tante y dificil tarea contó con la desinteresada colaboración y gula de/Ingeniero Enrique D. A.
Fliess ( t 1984), Profesor Emérito de la Universidad de Buenos Aires, cuya versacrón en los te-
mas relacionados con el hormigón armado quedó evidenciada a lo largo de una serie de traba-
jos de la especialidad bien conocidos en nuestro medio y en el extranjero.
En los tiempos que vivimos, la vida útil de los textos y los tratados es, en general, muy
breve. Puedo afirmar que en este caso la regla general no se cumplirá pues los experimentos y
la profundidad de la teorla son ta les que perdurarán por muchos a" os. Es por ello que esta obra
servirá para la formación de alumnos, futuros Ingenieros, que luego la seguirán consultando a
lo largo de su vida profesional.
Esto justifica p lenamente el esfuerzo realizado por ellng. Flfess, el lng. Les ser y la Edl·
torlal "El Ateneo" .

Arturo Juan Blgnoll


Ingeniero civil.
Profesor en las Universidades de Buenos Aires
y Católica Argentina. Miembro titular
de las Academias Nacionales de Ingeniada
y de Ciencias Exactas, Flsicas y Naturales y Académico
Correspondiente de la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba.

Buenos Aires, diciembre de 1984


Prefacio

El Tomo V de Estructuras de hormigón armado versa sobre el hormlgon pretensado,


en cuyo desarrollo el autor participó en forma decis1va en los últimos treinta a"os. Pese a
que existran reimpresiones de épocas pasadas, el texto fue renovado en su casi totalidad,
porque, por un lado debido a ensayos y por el otro a causa de experiencias prácticas sobre
el comportamiento de las estructuras de hormigón pretensado, se adqUirieron nuevos cono·
cimientos, que aqul debieron ser incorporados. Asl se comprendlo, ante todo, que para un
comportamiento favorable de las estructuras el pretensado total con armaduras muy débiles
de acero para hormigón. en general. no es la solución más favorable, sino que un preten·
sado parcial con una armadura de acero para hormigon reforzada hace las estructuras más
resistentes a solicitaciones extraordinarias.
La dlvis1ón del hormigón pretensado en clases segun el grado de pretensado -pre·
tensado total y pretensado restringido con tensores de pretensado limitado- fue abando-
nada, tal como sucedió también en el Modelo de prescripciones 1978, del Comité Euro-
Internacional del Hormigón (CEB/FIP). Alll se deflnen las clases de exigencias para la capa-
cidad de uso y para la durabilidad, que también contienen exigencias referidas a la ausencia
de lisuras o a la limitación del ancho de las mismas. El Ingeniero, luego, esté en libertad de
decidir si quiere cumplir ras exigencias con un elevado grado~e pretensado con una
armadura de acero para hormigón reducida o con menos pretensado y mas armadura de
acero para hormigón Con ello se abre lodo el ámbito entre el protensado total y el hormigón
armado normal
Esta lncorporaclon del grado de pretensado, ya reconocida en el campo lnternacio·
nal, lamentablemente hasta ahora no fue incluida en la actuallzacíón de la DIN 4227 (1979):
sin embargo se puede esperar que también las prescripciones alemanas no tardarán en
seguir por este camino, sin duda correcto.
Primero se comentan para el estudiante las Ideas básicas del pretensado y los
conceptos que definen al hormigón armado. Luego siguen los datos complementarios sobre
los materiales y los elementos constructivos que se emplean para el pretensado. Con
respecto a la adherencia, pudieron comunicarse nuevos y valiosos resultados de ensayos
sobre el comportamiento de los elementos tensores usuales, Inyectados con mortero de
cemento, en relación a aquélla
El comportamiento portante hasta la rotura de vigas de hormigón preténsado fue
descrito detalladamente en base a ensayos caracterlsUcos porque es de gran Importancia

VIl
para los diferente s tipos de solicitación en el dimensionamiento correspondiente y para las
directivas constructivas.
En cuanto a la elección del grado de pretensado adecuado, pudieron darse indica-
ciones simples y prácticas. Las diferentes posibilidades de efectuar anclajes y empalmes de
aceros para pretensado de alta resistencia fueron descritas detalladamente porque, en
cierto modo, son técn1camente Interesantes y también su conocimiento puede ser ütll tuera
del hormigón pretensado. Para el procedimiento de tesado, la lnformacaón pudo reducirse a
unas pocas Indicaciones. Los procesos del pretensado fueron descntos en la medida en
que los deben conocer los ingenieros en la práctica.
En el tratamiento de los cálculos de verificación necesarios, el auto• se limitó esen-
cial mente a todo aquello que se aparta de las verificaciones en el caso de las estructuras de
hormigón armado no pretensado. El desarrollo de los esfuerzos caracterlsllcos debidos al
pretensado fue tratado especialmente con todo detalle en casos de estructuras hlperestá·
tlcas, porque de ellos resultan Importantes conocimientos para el trazado de los ele mentos
tensores. Para las Influencias de la contracción y de la fluoncia lenta, en el Cap. 17 solo se
indicaron las fórmula s de utilización acostumbradas. Las bases teóricas para ello fueron
tratadas detalladamente en el Cap. 23 por el Profesor Dr. lng. habll. D. Sohsde. porque
sobre este tema existe en la práctica, frecuentemente. falta de claridad . Los valores de
contracción y lluencla lenta y los correspondientes factores de Influencia fueron Incluidos
nuevamente en dicho Cap. 23 porque en la nueva DIN 4227 (1 979) difieren de la Informa-
ción dada en el Tomo 1 de esta obra (0].
los conocimientos más recientes sobre la armadura mlnlma y la limitación del ancho
de las fisuras se repiten aqul en forma muy escueta. pese a haber sido tratados en detalle en
el Tomo IV. Para la armadura mlnama solo se muestra un dimensionamiento sencillo para
la práctica.
En este tomo. el capitulo sobre Detalles Constructivos ha sido redactado brevemen-
te, porque en el Tomo VI de la obra, Puentes mono/ftlcos. ya se dice todo lo necesario sobre
el trazado de elementos tensores. Las observaciones sobre la ejecución y la supervisión de
los traba¡os en obra merecen la consideración de todos aquellos que están familiarizados
con la dirección de obras.
Como último capitulo (Cap. 24) se agregó una colaboración del Profesor Dr. lng,
René Wslther. de Lausana. sobre verificaciones limites con la Teorfa de la Plasticidad
(método de las cargas portantes). quien. en nuestro Instituto de Stuttgart, la enseM durante
muchos años como docente, en el marco de la cátedra de hormigón pretensado. En Suiza
y en algunos otros paises estos métodos de las cargas portantes ya se han difundido
ampliamente. Es de ec:rerar que, también entre nosotros, en el futuro suceda lo mismo y, en
consecuencia, se les preste más atención en los estudios.
Este tomo fue escrito conscientemente para quien quiera profundizar los estudios de
las construcciones monolltlcas y para el ingeniero en la práctica y comunica muchos cono-
cimientos que tuvieron su origen en la experiencia.
El autor espera que este penúltimo tomo haya contribuido, una vez más, al desarrollo
y al empleo del procedimiento constructivo con hormigón pretensado y servido a todos los
ingenieros que a él se dedacan

Stuttgart, febrero de 1980 Frltz leonhardt

12
llldice

Notación especial en los construcciones pretensadas , XII I


1. BIBLIOGRAFIA Y REGLAMENTOS, 1
1.1. Sobre los comienzos del hormigón pretensado. 1
1.2. Blbllogralfa más moderna, 1
1.3. Reglamentos, 2

2. IDEAS FUNDAMENTALES Y CONCEPTOS, 3


2.1. Las Ideas fundamentales del pretensado, 3
2.2. Ventajas particulares del hormigón pretensado. 6
2.3. Conceptos correspondientes al hormigón pretensado. 1
2.3.1. Medios para aplicar la tensión previa. 7
2.3.2. Tipos de pretensado. 7
2.3.3. Tipos de anclaje de los elementos tensores. 8
2.3.4. Grado de pretensado, 8
2.3.5. Grado de reslllencla del pretensado, 8
2 3.6. Conceptos dependientes de la deformación, 9
2.3.7. Esfuerzos exteriores eJercidos por los elementos tensores sobre el hormigón, 9

3. ANTECEDENTES HISTORiCOS, 10
4. MATERIALES Y ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS, 13
4.1. Hormigón, 13
4.2. Aceros para pretensado, 15
4.2.1 . Exigencias que deben cumplir tos aceros para pretensado, 15
4.2.2. Ensayos exigidos para tos aceros para pretansado, 15
4.2.3. Tipos de acero para prelensado, 16
4.2.3, 1. Barras de acero de dureza natural, 16
4.2.3.2. Alambres de acero para pretensado, 17
4.2.4. Corrosión de los aceros para pretensado, 20
4.2 5. Fluencla lenta y relaJamiento de los aceros para pretensado, 21
4.2.6. Influencia de temperat uras altas y bajas sobre los aceros para prelensado, 24
4.2.7. lnlluencla de le presión trasversal sobre la resistencia de tos aceros para pretensados. 26
4.2.8. Tensiones de llexlón en elementos tensores, 27
4.2.9. Resistencia a la fatiga de los aceros para pretensado. 28
4.3. Vainas, 30
4.4 Mortero de Inyección, 32

5. ADHERENCIA, 33
5 1 Resistencia a la adherencia, 33
5.2. Tensiones de adherencia, 39

6. COMPORTAMIENTO RESISTENTE DE LAS VIGAS DE HORMIGON PRETENSADO. 40


6. 1 Comportamiento resistente en el caso de solicitación por llexlón, 40
6 2 Comportamiento resistente para esluerzo trasversal. Sollcllaclón al corta o resbalamiento. 50
6.3 Influencia de los elementos tensores curvos sobre la capacidad portante al corte, 55
6.4. Comportamiento portante a la torsión, 57
6.5. Comportamtento portante para tracción axil. 58

7 ELECCION DEL GRADO DE PRETENSADO. 61


7 1 Definición del grado de pretensado, 61
7 2 Comentarios sobre el grado de pretensado. 62
7 3 Crrlerlos para evaluar el grado de pretensado. 63
7 3 1 Influencia del grado de pretensado sobre las tensiones en el acero, 63
7.3 2. Influencia del grado de pretensado sobre el ancho de las lisuras y las flechas, 65
7.4 Elección del grado de pretensado, 69
7.5. Sobre el estado actual de las prescrlpcrones, 70

8. DURABILIDAD DE LAS ESTRUCTURAS DE HORMIGON PRETENSADO EN RELACION A LA CORRO·


SION 71
8.1 Experiencias, 71
8.2. Grado de protensado y peligro de corrosión. 72
8.3. Reglas para asegurar la durabilidad frente a la corrosión, 72

9. RESISTENCIA A LA FATIGA Y RESISTENCIA A LAS CONDICIONES DE SERVICIO DE LAS ESTRUCTU·


RAS DE HORMIGON PRETENSADO, 74

10. ANCLAJES Y EMPALMES DE LOS ACEROS PARA PRETENSADO Y DE LOS ELEMENTOS TENSORES,
17
10.1 Anclaje por adherencia, 17
10.1.1 Tensiones en alambres Individuales nervurados, 17
10.1.2 Anclaje de manojos de alambres, 80
10.1 3. Anclajes en abanico. 81
10.2. Anclajes en alambres tensores lisos directamente en el hormigón, mediante curvatura y lrlcclón,
82
10.3 Anclajes en lazo, 84
10.4 Anclajes en roscas y tuercas. 86
10.5. Anclajes con cunas. 88
10.6 Anclaje con manguitos traillados y manguitos de presión, 93
10 7 Anclajes mediante cabecitas recalcadas, 94
10 8 Empalmes y acoplamientos de elementos tensores, 95
10.8.1 Manguitos roscados y manguitos de presión, 95
10.8 .2 Empalme mediante unión en cuna, 97
10.8.3. Empalmes a rosca, 98
10 8 4 Sobre te resistencia a la la liga de los anclajes y acoplamientos, 99
10.9. Disposición de los anclajes de los elementos tensores, 100
10.9.1. Anclajes lljos, 100
10.9.2. Anclajes activos, 100

11 PROCEDIMIENTOS DE PRETENSADO Y SU ELECCION, 105


12. FORMAS Y DISPOSITIVOS PARA PRETENSAR, 108
12.1. Tesado mediante gatos hidráulicos, 108
12. 1.1. Generalidades, 108
12.1.2. Ejemplos de prensas hidráulicas, 110
12.2 Sistemas especiales de pre tensado, 114
12.2.1. Junta tensora, 114
12 2.2. Tesado t rasversal a la dirección del pretensado, 11 5
12.2.3 Zunchado bajo tensión previa. 116

13. ELEMENTOS TENSORES EN VAINAS, FRICCION Y MONTAJE, 117


13. 1. Causas de la fricción, 111
13.2. El coeficiente de fricción, 119
13.3. Medidas para reducir la fricción, 121
13 4 Cálculo de las pérdidas de esfuerzos de pretensado debidas a la trlcc16n, 123
13.5. Variación del esluerzo tensor debtdo a la fricción, 125
13.6. Montaje de los elementos tensores, 127

14. EL PRETENSADO, CALCULO DEL ALARGAMIENTO, REALIZACION DE LA ADHERENCIA POSTERIOR,


130
14.1 Pretensado con adherencia Inmediata. 130
14 2 Pretensado con adherencia posterior, 130
14.2 1 Preparación, 130
14 2.2 Trascurso del tiempo de pretensado. 131
14 2.3 Secuenc1as en la ejecución del pretensado, 131
14 J Procedimiento de tesado, 132
14 3 .1 Mediciones a ejecutar durante el tesado. 132
14.3.2 Irregularidades del alargamiento por tesado. 134
14 4 Cálculo del alargamiento de tesado. 135
14 5 Realización de la adherencia posterior med1ante mortero de InyeCCión. 136

15. ENUMERACION DE LAS VERIFICACIONES NECESARIAS 138


15 1 Vertflcactones necesarias, 138
15 2 Indicaciones para las hipótesis de calculo, 140

16 ESFUERZOS CARACTERISTICOS EN LA SECCION Y TENSIONES DEBIDOS AL PRETENSADO E INDI-


CACIONES PARA EL TRAZADO DE LOS ELEMENTOS TENSORES. 141
16.1. Electos del pretensado sobre el hormigón, 141
16.2. Esfuerzos caraoterlstlcos en la sección y tensiones en la viga lsostétlca, 143
16.2.1. Esfuerzos caracterlsticos en la sección sobre el hormigón, 143
16.2.2. Determinación de las tensiones debidas a cargas do servicio. 146
16,2.3. Determinación de las tensiones longitudinales "• en prelensado en banco, 148
16.2.4. Tensiones debidas a cargas de servicio en el Estado 11. 150
16,3. Esfuerzos caraclerls tlcos en las secciones de estructuras prelonsadas, apoyadas hlperestállca-
mente y conclusiones para el trazado de los elementos tensores, 151
16.3. 1. Principios básicos sobre sus efectos. 151
16.3.2. Método de cálculo para la determinación de esfuerzos caracterlstlcos de la sección por
coacción debidos al pretensado. 153
16.3.3 Conocimientos básicos relativos a vigas de dos tramos con elemento tensor parabólico,
154
16 3 .3. 1 Cálculo en el esfuerzo caracterlstfco M como Incógnita, 154
16.3.3 2. Cálculo sobre la base de fuerzas de desvlo. 160
16.3 3.3 El elemento tensor se aplica en el extremo de la viga. tuera del eJe de gravedad
(elemento tensor parabólico), 162
16.3.3 4 Caso part icular elementos tensores rectos en cada tramo, 165
16 3 4 VIgas con más de dos !ramos y casos generales. 166
16.3 .5 La v1ga empotrada como base de métodos de compensacu~n de momentos 170
16.3.5.1 VIga doblemente empotrada, 170
16.3.5.2 VIga empotrada de un solo lado. 171
18.3 8 Apllcactón de los métodos de compensación de momentos. 174

l7 DETERMINACION DE LOS ESFUERZOS DE PRETENSADO, 177


17.1 Esfuerzos de pretensado necesarios en vigas isostállcas, 177
17 2. Esfuerzo de pretensado necesario para vigas hlperestátlcas, 180
17.3. Tensión admisible en el acero para pretensado, al prelensar, = o 1 vo adm, 181
114, Pérdidas de pretensado debidas a contracción y fluencla lenta FOrmular. para la práctica, 181
17 4 1 Observación prellmlnar. 181
17.4.2. Fórmulas prácticas para determinar las pérdidas en el osluorzo do pretenaado, 181
17.4 .3. lnlluenola de las armaduras de acero para hormigón sobro las pórdldas del esfuerzo de
prol ensado, 183
14.4.4. Seoolones trasversales determinantes para el cálculo de las pérdidas del esfuerzo de
protensado, 183

18. DIMENSIONAMIENTO DE LA CAPACIDAD PORTANTE. 185


18 1 Flexión sin momentos por coacción. 185
18.2 FloxiOn con momentos por coacción, 188
18.2. 1 Estado actual del conocimiento, 188
18.2.2. Crllerlos actuales de verificación, 189
18 3 Flexión sin adherencia. 190
18 4 Esfuerzo de corte. Resbalamiento, 190
18 4 1 Losas sin armadura para resbalamiento, 191
18 4 2 VIga con armadura para resbalamiento, 192
18 4,2 1 La analogla del relicutado ampliada, 192
18 4 2.2 Dlmenslonpdo de la armadura al resbalamiento con valores de reducclc"r 0 0 ,
193
18 4 2 3 Electos de los esfuerzos de corte sobre el cordón lracclonado, 196
18 4 2.4 Ventlcactón de las diagonales comprimidas ¡seguridad contra la rolura de
brelas compnmrdas en vigas continuas). 198
18 5 TorstOn. 200
19 DIMENSIONADO PARA LA CAPACIDAD DE SERVICIO. 202
19.1 Limitación de las deformaciones, 202
19 2 Limitación del ancho de las fisuras. 203
19.2 1 Exigencias, 203
19 2 2 Armaduras mlnimas. 203
19 2 3 Ltmttaclón del ancho de las fisuras, cuando es necesaria armadura para la capacidad
portante, 208

20. DEFORMACIONES Y REDISTRIBUCION DE ESFUERZOS CARACTERISTICOS, 209


20 1 Deformaciones. 209
20.2. Redistribución de esfuerzos característicos. 210

21 . DETALLES CONSTRUCTIVOS, 212


22. OBSERVACIONES PARA LA EJECUCION Y LA SUPERVISION DE LA OBRA, 215
' 23. FUNDAMENTOS PARA LAS INFLUENCIAS DE LA CONTRACCION Y LA FLUENCIA LENTA, 218
23.1 Determinación de los valores de la contracción y de la fluencla lenta de acuerdo con lo DIN 4227,
Edlc. 1979, 218 .
23.2. Deformaciones del hormigón bajo tensiones variables en el mismo, 224
23.2.1 . Notación, 224
23.2.2. Planteo general, 224
23.2,3. Procedimiento con el valor caracterlstlco de relaj ación (coettolenlo c;te onvo]eolmlento) se·
gun Trost, Zerna, Ba~ant, 225
23.2.4 Ecuación de Dlschlnger ampliada, según ROsch, Jungwlrth, Kupter, 227
23.3 Cálculo de la pérdida de tensión en elementos tensores con adherencia, 229
23.3.1 Procedimiento con el coeliclente caracteristlco de relajación, 229
23.3.2. Procedimiento de la ecuación de Dlschinger ampliada, 231
23.4. Sistema hlpereslátlco de primer grado de hormigón y acero, 231
23.4 1 Procedimiento en el coeficiente de relajación, 231
23 4 2 Procedimiento en la ecuación dé Dischlnger ampliada, 233
23 4 3 Tres ejemplos para la aplicación de los valores de C0 , C,. y Cs. 235
23 4 .3.1 Estructura hlperestálica homogénea, de hormigón, 235
23 4.3.2. Prisma de hormigón armado, con compresión centrada, 236
23.4.3.3. Pérdida de tensión en un elemento tensor 237
23.5 Procedimiento con el módulo de elasticidad eficiente, 239
23.51 Método de las fuerzas, 239
23 52 Método do las deformaciones, 240
23 5 3 Unión de dos vigas prefabricadas, etapas de obra 241
23.6 Secciones compuestas con secciones de acero, rigldas a la deformaotón y a la flexión, 246
23.6 .1 Diferentes secciones compuestas, 246
23.8 2 Valores tdeales de la sección trasversal, coefictentes de distribución segun el método de
las deformaciones. 247
23 6 .3 Magnlludes de redistribución debida a lluencla lenta y contracción del hormigón, para
estructuras de barras, lsostátlcas, 249
23.6 4, Método de ros fibras de fluencia de Busemann, 252
23.8.4, 1 Sección trasversal homogénea, corno sección concentrada on dos puntos, 252
23.6.4.2. Sección lrasversal compuesta corno sección trasversal concentrada en dos
puntos, 254
23.8.5. Método de las tuerzas para magnitudes de redlstrlbuoi6n, 256

24. VEAIFICACION DEL ESTADO LIMITE DE LA CAPACIDAD PORTANTE CON EL METODO DE LASCAR·
GAS, 258
24.1. Observación previa, 258
24.2. Suposlolones e hipótesis, 258
24.2.1. Generalidades, 258
24.2.2. Fundamentos teóricos del método de las cargas portantes, 259
24.2 3, Capacidad de rotación, 261
24.2 4. Deformaciones y limitación de fisuras, 263
24.2 5 Esfuerzos caracterlstlcos por coacción, 263
24.3 Aplicación del método de las cargas portantes a estructuras de hormigón pretensado, 263
24.3 1 Estructuras formadas por barras (estructuras lineales), 263
24.3.2 Comparación de la verificación de seguridad como hasta ahora y según ol método de la
carga portante, 266
24 .3.3 Estructuras de super11cle (placas), 267

Blbllografla , 289
Notación especial en
las construcciones pretensadas

Para la notación, por regla general, es válida la norma DI N 1080, edición de junio
de 1976, en la que, lamentablemente, no ha sido incorporada en forma completa la notación
elaborada por el CEB. Para tener una representación clara, se necesitan signos adicionales:

Sublndlces:
Designando la causa: V pretensado
S +k = contracción y fluencla lenta
Desi gnando el lugar. z acero para pretensado o elemento tensor
Designando el instante: o mstante t = O, es decir, antes de s y k
CIO instante t = ~. es decir, después de s y k

Indicas superiores:
(o) referido al banco de tesado
o correspondiente al sistema isostátlco fundamental

Esfuerzos:
V esfuerzo de pretensado, esfuerzo de anclaje actuando
sobre el hormigón; negativo cuando es de compresión
v<o> = esfuerzo de pretensado en el banco de tesado
Zv esfuerzo de pretensado, como esfuerzo de tracción en
el acero para pretensado
U, U esfuerzo de desvlo en un elemento tensor
r, A esfuerzos de rozamiento sobre el elemento tensor
o esfuerzo de compresión (sjempre negativo)
z esfuerzo de tracción (siempre positivo)
Zs +k pérdida de tensión debida a contracción y fluencla
lenta (como es una disminución del esfuerzo
caracterfstico Zv en el acero para pretensado
es negativa)
Mo momento de descompresión que, en la zona
de tracción precompri mlda, provoca que en el borde
la tensión resulte ub - O
XIII ,;d

momento de fi suración que, en el cordón de tracción,
origina la primera fisura
M', a· esfuerzos caracterfsticos debidos a deformación
Impedida en el sistema hlr>erestátlco = esfuerzos
caracterfsticos de coacción
M2 momento caracterfstico referido al eje barlcéntrico de
la armadura de acero para pretensado - Db · z =
M - N·e

Deformaciones:
fll variación de longitud originada por tensiones
E(~) deformación especlflca del acero para pretensado en
el banco de pretensado
Tensiones: cr(o) tensión en el banco de pretensado
CTb, V tensión en el hormigón debida al pretensado
CTz, V tensión en el acero para pretensado debida
a la tensión previa
CTs, V as tensión en el acero para hormigón, debida

al pretensado
Angulas: ()( ángulo de desvlo previsto en el elemento tensor
{3 ondulación = ángulo de desvlo Involuntario
del elemento tensor, por unidad de longitud
'Y = ~ (a + f3l 2 ) = suma de los ángulos de desvlo
del elemento tensor sobre toda su longitud l z

Coeficientes:
Mo
K grado de pretensado ~__..;;;-
M g -+ p

XIV
1
Bibliografía y reglamentos

1.1. Sobre loa comienzos del hormigón pretenaado

Freyssinet, E.: Une Révolution daos 1' art de b&tir. Les constructions
prl!contraintes.
Travaux 25 (1941). Nov., S. 335 - 359

Gyon, Y.: Béton précontraint. Etude théorique et cxpérimentale.


Paria, Editions Eyrolles, Bd. 1, Généralités, 3. Aun . ,
1958. Bd. 2, Constructions hyperstatiques, 1, Aun., 1958

M6rsch, E.: Spannbetontriiger.


Stuttgart, Wittwer, 1943

Mo.gnel, G . : Le béton précontraint.


Genl, Editions Fecheyr, 1948

Loonhardt, F . : Spannbeton für die Praxis.


l. Aun., Berlin, W. Ernst u . Sohn, 1955

Aboles, P. W.: The principies and practice of prestressod concl•ete.


London, Corsby Lockwood & Son L td . . 1949

1. 2. Blbllograffa más moderna

Leonhardt, F . : Spannbeton für die Praxis .


3. Aun., Berlin, W. Ernst u. Sohn, 1973

Guyon, Y. : Constructions en béton précontraint, Classes-Etats limites.


Paria, Editions Eyrolles, 1968

Abeles, P . W.; Barclban -Roy, B.K . ; Tumer, F .H. :


Prestressed concrete designer' s handbook .
2nd Ed., Viewpoint Publication, Wexham Springs,
Cement and Concrete Association, 1976

Hampe, E.: Spannbelon. Lehrbuch


Berlin, VEB Verlag für Bauwesen, 1978

Lm, T. Y. : Design oí prestressed concrete structures.


2nd Ed., New York, London, J. Wlley and Sons lnc. , 1966

Rüsch, H. : Stahlbeton-Spannbeton Bd. 1, Werkstoffelgenschaften


und Bemessungsverfahren.
Werner-Verlag, Düsseldorf, 1972

Rusch, H.; Kupfer, H.: Bemessung von Spannbetonbautellen. lm Belon -


Kalender verschiedener Jahrgange

1.3. Reglamentos

DlN 4227 Spannbeton


TeU l. Bauteile aus Normalbeton mit beschrlinkter und
voller Vorspannung (Ausg. Dez. 1979)

CEB/FIP MuslervorschrUt für Tragwerke aus Stahlbeton und


Spannbeton.
lnternationale CEB/FIP RichUinien, 3. Ausgabe 1978

SIA 162 Schwe izer Norm rnr die Berechnung und Ausführung von
Bauwerken aus Beton, Stahlbeton und Spnnnbeton


2
Ideas fundamentales y conceptos

2.1. Las Ideas fundamentales del pretensado

La reducida resistencia a la tracción del hormigón condujo, desde época temprana.


a la Idea de someter a compresión, mediante una tensión previa. las zonas traccionadas de
las estructuras de hormigón. en forma tal que los esfuerzos de tracción que actúan en la
estructura, primeramente deben anular esas tensiones de compresión, antes de que pue-
dan aparecer tensiones de tracción en el hormigón.
En Fig. 2. 1 se aclara cómo se materializa, en principio, en la viga de un tramo, esta
tensión previa de compresión. Supongamos que introducimos en el cordón traccionado de la
viga una barra de acero capaz de deslizarse. provista en ambos extremos de placas de
anclaje, rosca y tuerca. Si esta barra se somete a tensión apretando las tuercas. el esfuerzo
de tracción asr originado en la barra de acero se transmitirá al hormigón. excéntricamente.
como esfuerzo de pretensado V a través de las placas de anclaje. La viga, supuesta sin
peso, se curva hacia arriba debido al esfuerzo longitudinal de compresión V y al momento de
pretensado Mv = V · e, originando en el hormigón, en la zona traoclonada, grandes ten-
siones de compresión y, en el bord¿ superior de la zona de compresión, tensiones de
tracción reducidas, cuando la excentricidad de la barra de acero sea e > ~ (radio
nuclear).
SI ahora hacemos actuar el peso propio g y una sobrecarga p, las tensiones por
flexión "g .. p que asl se originan se superponen a las tensiones f1'v debidas a la tensión
previa.
El grado de pretensado se puede elegir en forma tal que, para la carga de servicio
total, se anule la tensión crb en el borde inferior de la " zona de tracción precomprlmida".
En este caso se habla de pretensado totaL
Para un comportamiento lnobjetable de las estructuras, sin embargo, no es necesario
impedir que se produzcan tensiones de tracción por flexión hasta llegar a la carga de servicio
total , teniendo en cuenta, además, que en general las barras de acero para pretensado se
hormlgonan juntamente con barras de acero para hormigón sin tensión previa, con lo que las
eventuales fisuras se mantienen capílares, de modo que también pueden admitirse, para el
total de las cargas de servicio, tensiones de tracción en el hormigón de la zona tracclonada.
Se habla, entonces, de pretensad o /Imitado cuando estas tensiones de tracción por flexión
no sobrepasan un lfmite establecido en las normas, o de pretensado parcial cuando la

3
pretensado solo. sin tensiones en el hormigón,
considerar el peso propio de la viga en f/2, debidas a

~--- =t='~IJ
t-- - - f ~., acero para
pretensado
viga pretensada cargada V

,
Mg• p V• M
peso propio g
sobrecarga p pretensado total

·~ + I =
pretonsado limitado

~ ·~+I
mayor carga
.[b adm.

para pretensado parcial ..¡ ub > <Tb adm.

Flg. 2. 1. Mediante el esfuerzo de pretensado V se generan tensiones rrb, 11 que, el ser superpuestas
a las tensiones u b. 0 . p originadas por los momentos de las cargas M0 . 11, anulan o reducen mucho
las tensiones de tracciOn en al hormigón.

tensión de tracción en el hormigón no está limitada y la armadura de la zona tracclonada


se dimensiona para un ancho admisible de fisuras.
SI se aumenta la carga de la viga pretensada por sobre la carga de servicio, siempre
se fisurará la zona tracclonada precomprimida (Ag. 2.2). Para la venflcación de la capacidad
de carga, es decir, para la carga portante requerida, el acero para pretensado, junta-
mente con el acero para hormigón, debe absorber el esfuerzo de tracción en el cordón
traccionado, en la sección fisurada; la capacidad de carga de la zona compnmida por flexión
debe ser, tal como sucede en el caso de una viga de hormigón armado no pretensada. sufi-
ciente capacidad para absorber el esfuerzo de compresión en el cordón. De ello se deduce
que la verificación de la capacidad de carga de vigas de hormigón armado y vigas de
hormigón pretensado, en principio, es la misma. La diferencia solamente consiste en que, en
el caso del hormigón pretensado, una parte del alargamiento que en el hormigón armado
sufrirla el acero bajo carga, es tomada anticipadamente por el llamado "prealargamlento"
Ev sin que el hormigón de la zona tracclonada tenga que acompanarlo y flsurarse por este
motivo. Este prealargamlento del acero para pretensado posibilita el empleo de aceros de
alta resistencia, los cuales, sin este pretensado, no podrfan aprovecharse porque se des-
truirla la adherencia y aparecerlan, por este motivo, fisuras demasiado abiertas.
El acero para pretensado se alarga por causa de la tensión, del valor
o
/!. J, _ Z, V J,
z - - E-- z
z
Debido a las tensiones de compresión generadas simultáneamente en el hormigón,
se produce un acortamiento del mismo de

4
esfuerzos: V • Mv • MQ

total limitado
deformaciones Estado 1 Estado 11

tensiones

1
~ G5 (compresión) ñ G5 (tracción)

Fig. 2.2. Desarrollo de las deformaciones y tensiones en la viga pretensada al aumentar las cargas
hasta alcanzar la carga portante con el correspondíente Mu. El esfuerzo de pretensado V permanece
constante

donde CTb, v es la tensión en la fibra del hormigón al nivel del elemento tensor (Fig. 2.3).
Al pretensar contra el hormigón endurecido, se origina asl una variación de longitud por
tensiones 11 ( z t .1 f b·
Debido a la contracción y la fluencia lenta (S + K) del hormigón se produce, después
del pretensado, un acortamiento posterior en función del tiempo. de las libras de hormigón
a lo largo de los elementos tensores. De esta forma se pierde una parte de la deformación
previa del acero pretensado. Por este motivo se originan pérdidas de esfuerzos de tesado
debidas a la contracción y la fluencla lenta. Estas pérdidas son tanto mayores cuanto mayor
sea la deformación del l'lormigón - Eb, vo debida a la precompreslón y cuanto más reducida
haya sido la deformación del acero para pretensado Ez, vo• en el Instante 1 .. O al aplicar
la tensión previa.
El acortamiento del hormigón por contracción y fluencla lenta fácilmente puede llegar
a ser del 0,4 al 1,O 0 /oo, lo que equivale a una tensión en el acero de 80 a 200 N/mm2.
Por ello se deduce que deben adoptarse tensiones elevadas en el acero y, en correspon-
dencia, aceros de alta res1stencia, si se quiere alcanzar un efecto suficientemente duradero
de la tensión previa. En los aceros para pretensado de alta resistencia, usuales actualmente,
las pérdidas de los esfuerzos de tesado debidas a S + K significan, por lo menos, entre 5
y 20 o/o, por lo que deben ser tenidas en cuenta.
De acuerdo con esto, cuando se realícen verificaciones de tensiones, debemos dis-
tinguir entre el Instante t 0 en que se aplica la tensión previa y el Instante t:xo al finalizar los
acortamientos por contracción y fluencia lenta.
Mientras que para t 0 se onglnan en el cordón de tracción las tensiones de compresión
mayores y en el cordón de compresión las tensiones de compresión menores y, eventual-
mente, hasta tensiones de tracción, aparecen en el instante t'>l; en el cordón de compresión
las mayores tensiones de compresión y en el cordón de tracción las tensiones de compresión

5
r antes del :.:.~ sin tensión

1
¡~ tL
1,
L fb ,
1 1 1
1 1 después del pretensado, l
1 : esfuerzo Z en la barra 1
: 1 1 tensiOn del acero

'':-mj: V f< V:~


Gzv • V: Az

lLCalargamlento
1 de le barra
1
1 Gzv D
l 6f2 = - - 'Z
1 Ez
1 1
1 1 tensión en el hormigón
l esfuerzos V en el hormigón 1 G bv = V Ab

~3 •• §~ ~
jJ._ acortamiento del hormigón

Gbv r
Mb=E¡;- b

Flg. 2.3 Modificación de la longitud del acero para pretensado y del hormigón, debido a la tensión
previa, puesta de manifiesto en la libra de horm1gón, con pretensado axll,

menores, o bien las tensiones de tracción mayores. Por ello Identificamos las tensiones
Iniciales con el sublndlce vo y las tensiones que quedan, con el sublndlce vao.

2.2. Ventajas particulares del hormigón pretensado


1. El hormigón pretensado permite. por el aprovechamiento de materiales de altas resisten-
cias (aceros y hormigones), adoptar mayores luces y estructuras más esbeltas, con un
peso propio menor que el del hormigón armado.
2. El pretensado mejora la capacidad de servicio, debido a que se reduce considerable-
mente la llsuraclón del hormigón o a que. por lo menos, pueda limitarse con seguridad el
ancho de las lisuras a un valor Innocuo. Esto aumenta la durabilidad.
3. Las deformaciones se mantienen muy reducidas porque las estructuras, sometidas a las
cargas de servicio, prácticamente permanecen en el Estado 1, aun para un pretensado
parcial
4. Las estructuras de hormigón pretensado llenen una elevada resistencia a la fatiga, porque
las amplitudes de oscilación de las tensiones en el acero se mantienen reducidas, aun
para un pretensado parcial, manteniéndose por ello muy por debajo de la resistencia a
la fatiga
5. Las estructuras de hormigón pretensado pueden soportar excesos de carga considera-
bles sin sufrir daflos permanentes. Las fisuras que se producen por excesos de carga

6
vuelven a cerrarse completamente siempre que las tensiones en el acero se mantengan
por debajo del limite 0,01 %.

2.3. Conceptos correspondientes al hormigón pretensado


2.3.1. Medios para aplicar la tensión previa
En ocasión de preparar la primera versión de la DIN 4227 para hormigón pretensado
( 1949·1953) se adoptó, para el acero para pretensado dispuesto en forma de permitir su libre
deslizamiento en el hormigón incluidos sus anclajes, la expresión global de " elemento ten·
sor" (Spanng/led), para hacer un claro distingo entre el " acero para pretensado" (Spannstahf)
y la armadura constituida por el " acero para hormigón" (Betonstahl). Lamentablemente, en la
práctica, algunos ingenieros no se atuvieron a estas formas de expresión y han hablado de
" armadura tensada" (Spannbewehrung). Esto provocó la creación del concepto de " armadu·
ra laxa o floja" (Schlaffe Bewehrung) para diferenciarla de la armadura con tensión previa,
con lo que, en el lenguaje corriente de obra, se originó el concepto, carente de todo sentido,
de " acero laxo o flojo" (Schlaffstahl.) 1. En esta obra se emplearán los conceptos normaliza·
dos de elemento tensor, aoero para pretensado y acero para hormigón ; en Inglés, tendon,
prestressing steel, y reinforoing steel o rebars.

2.3.2. Tipos de pretensado


El pretensado en banco (pretensionlng) o pretensado con adherencia Inmediata se
produce por !!SJ!dO del acero para pret~ns_ac!.o....ant~s qel end~reclm iento del hormigón. Los
alambres de acero 59"tesan entre dos bloques de anclaje fijos, y se hormlgonan en este
estado (Fig. 2.4). En esta forma se origina una adherencia directa entre el acero para
pretensado y el hormigón. Después de un endurecimiento suficiente del hormigón, se sueltan
los extremos de los alambres de los bloques de anclaje, de modo que el esfuerzo de jasado
se ~mlte al hormigón, por !2_herencla o a través de elementos de anclaje. -
Tesado después de endurecido el hormigón (posttenslonlng) o pretensado con
adherencia posterior (Fig. 2.1). El acero para pretensado se coloca suelto en canales de
deslizamiento o de tesado, en general en vainas (ducts), durante el hormlgonado, y es tesado
y anclado en los extremos después de endurecido el hormigón. La adherencia se establece,
después del pretensado, Inyectando en las vainas mortero de cemento (grout, lnjectlon
mortar) que también sirve como protección contra la corrosión. Para otros medios de adhe-
rencia, ver Cap. 6.
Hormigón pretensado con adherencia (prestressed concrete = p.c ., wlth bondad
tendons) ; constituye el caso general.
Hormigón pretensado sin adherencia (p.c., w(th unbondad tendons). El acero para
pretensado puede deslizarse dentro de las vainas. Este estado se presenta, entre otros

sección longitudinal sección trasversal

---------------- ,
---------------- ...1-- viga
1

zlol
V

bloque de anclaje banco de tesado alambres para bloque de anclaje


pretensado

Flg. 2.4.
1
Esta distinción sólo llene cierto sentido en Alemania (N. del T.).

7
casos. durante el tiempo que transcurre entre el pretensado y la efectividad de la adherencia
posterior. Se puede prescindir de esta adherencia cuando la armadura de acero para hormi-
gón se dlmensrona con amplitud para asegurar la capacidad portante y la capacidad de
servicio En este caso el acero para pretensado debe ser protegido contra la corrosión dentro
de la vaina. los elementos tensores sin adherencia facilitan su reemplazo en caso necesano.

2.3.3. Tipos de ancla/e de los elemenros tensores (types of anchorlng the tendons)
Anclaje de los extremos por adherencia con el hormigón: anclaje por adherencia.
Anclaje de los extremos mediante cuerpos de anclaje, en general chapas de acero, a
los cuales se f1jan los tensores medlan1e tuercas. cutlas. cabezas recalcadas o medios
Similares.
Anclaje de los extremos mediante lazos, ganchos o formas similares, embutidos en el
hormigón.

2.3.4. Grado de pretensado (degree of prestressing)


Existe pretensado total (fu// prestressing) cuando para la carga de servicio total no
existen en el hormigón tensiones de tracción por flexión según la dirección portante principal.
Sin embargo hay que admitir la existencia de tensiones de tracción debidas a la introducción
del esfuerzo de pretensado en la zona de los anclajes de los elementos tensores, tensiones
principales de tracción oblicuas por corte y torsión. asr como tensiones de tracción transver-
sales por adherencia o tensiones de traccrón por gradientes térmicos, etc. Por ello es un error
creer que con el pretensado total no aparecen esfuerzos de tracción en el hormigón, o que
no es posible que se produzcan fisuras.
Existe pretensado /Imitado (limlted prestresslng) cuando, para la carga de servicio
total, las tensiones de tracción en el hormigón. en la dirección portante prrncipal. no sobre-
pasan un valor considerado admisrble.
Existe pratensado parcial (partía/ prestressmg) cuando para la carga de serv1cro total
las tensiones de tracción que aparecen en la dirección penante principal (por ejemplo en la
zona de tracción por flexión) no están restringrdas. la reducclon de fisuras se asegura me·
diante una armadura de acero para hormigón.
Existe pretensado moderado o pretensado constructivo cuando. para estructuras que
no poseen tramos libres, el pretensado se emplea para evitar juntas de dilatación, prevenir
flsuras de separación o por otras causas -por ejemplo en obras hidráulicas voluminosas-
o cuando se colocan elementos tensores solamente para la reducción de la flsuraclón o de
las deformaciones. sin ser tenidas en cuenta en el cálculo de la capacidad portante.
Respecto a definiciones del grado de pretensado, ver Cap. 7.

2.3.5. Grado de reslllenola del pretensado


Esta diferenciación no figura en las prescripciones, sin embargo el ingeniero proyec-
tista debe tener conciencia de la misma.
Un pretensado as fuertemente resiliente cuando se emplea acero para pretensado de
muy alta reslstencra con una gran deformación ( = deformación eléstlca). manteniéndose con
ello reducidas las pérdidas de esfuerzos de tesado debidas a S + K.
Un pretensado es debllmente res/lienta cuando se usan aceros para pretensado de
resistencia mediana. Es posible, en este caso. que se produzcan grandes pérdidas en los
esfuerzos de tesado.
Un pretensado es no resllfente cuando la estructura de hormigón se pretensa entre
apoyos rfgldos. por eJemplo roca. mediante gatos hidráulicos chatos. en forma tal que sólo
aparecen como deformaciones elásticas el acortamiento elástico del hormigón y el del
apoyo rocoso. Este pretensado se pierde casi totalmente debido a S + K o por descenso de
temperatura. Por ello debe preverse la posibnidad de un tensado posterior.

8
2.3.6. Conceptos dependientes de la deformación
Pretensado que mantiene/a forma: se elige la posición de los elementos tensores en
forma tal que el eje de la estructura no flexione bajo el peso propio + pretensado.
Pretensado libre de coacción o concordante es el que resulta en estructuras apoya-
das en forma estéticamente indeterminada, cuando la tensión previa, por si sola. no origina
cambios en Jas reacciones de vinculo.

2.3. 7. Esfuerzos exteriores ejercidos por los elementos tensores sobre el hormigón
Esfuerzo de pretensado V, en general, es el esfuerzo de tracción Z del elemento
tensor, provocado por gatos hidráulicos de tesado, que se transmite al hormigón, a través de
los anclajes, como esfuerzo de compresión V (prestresslng force) .
Hay que distinguir aqul entre el esfuerzo de tesado Inicial (lnltial) V0 para el Instante
t = O, al pretensor, y el esfuerzo de tesado v~ remanente (permanent, final) después de
haber deducido las pérdidas de esfuerzos de tesado, debidas a S + K del hormigón y,
eventualmente, por relajamiento del acero, para el instante t = oo.
Esfuerzos de desvlo u y U, que el elemento tensor transmite al hormigón en cada
cambio de dirección (Fig. 2.5) (forces due to changa of dlrectlon) .

Fig 2.5. Esfuerzos de desvto debidos al cambio de


dirección de los elementos tensores.

Esfuerzos de rozamiento: el movimiento de los aceros para tensado dentro de las


vainas de deslizamiento origina resistencias de rozamiento en todos los puntos de desvlo,
que actúan sobre el hormigón en la dirección del tesado. Se designan por r y R y su efecto
sobre la estructura. en general, se desprecia. Sin embargo, las resistencias de rozamiento
provocan disminuciones del esfuerzo de tesado, denominadas pérdidas por rozamiento
(/oss due to frlctlon), que deben tenerse en cuenta.

9
3
Antecedentes históricos

En el capitulo 20 del libro Spannbeton IDr die Praxis (Hormigón pretensado para
la práctica) de F. Leonhardt figura una descripción detallada de la historia del hormigón
pretensado hasta aproximadamente 1954, con Indicación de las fuentes L1J. El estado actual
de adelanto del hormigón pretensado se basa en las Ideas, los trabaJos y la experiencia de
muchos Ingenieros y clenllflcos, desarrollados en los últimos 90 al'los.
La Idea del pretensado es antiqulsima. sólo basta recordar los zunchos de los toneles
y las llantas metálicas de fas ruedas de madera. la primera propuesta de pretensar el
hormigón fue hecha en 1886 por P. H. Jackson de San Francisco. En 1888 W. OOrung, de
Berlln, solicitó una patente referida al pretensado en banco de tesado. En 1906 M. Ko9nen,
de Berlfn, realizó los primeros ensayos con una armadura , colocada y hormigonada con
tens1ones previas. Hubo presentaciones y ensayos ulteriores que no tuvieron éxito, porque el
pretensado se perdla y no se conoclan todavfa los efectos de la contracción y de la fluencia
lenta. En 1919 K. Wettsteln, de Bohem1a, fabricó tablas delgadas de hormigón, llamadas
Weltsteln-Bretter (Tablas-Weltstein), usando cuerdas para plano fuertemonte tesadas. Fue
el primero en utilizar acero de alta resistencia con tensiones elevadas sin darse cuenta de
que éstas constituyen las premisas determinantes para el éxito del hormigón pretensado.
Probablemente, R. H. 0111, de Alexandra, Nebraska, USA. en 1923, haya sido el primero en
darse cuenta de que deblan emplearse alambres de alta resistencia con tensiones elevadas.
Sin embargo las premisas requeridas para asegurar el éxito del hormigón pretensado
recién fueron fundamentadas en forma lnobjetable por el francés Euglme Freysslnet quien,
en 1928. hizo patentar a su nombre el pretensado con tensiones en el acero de más de
400 N/mm2. El mérito principal de Freysslnet es el de haber Investigado la esencia de la
fluencla lenta y de la contracción del hormigón, extrayendo de la misma fas conclusiones
correctas para el hormigón pretensado. Freysslnet también construyó las primeras estruc-
turas de horm1gón pretensado. En 1941 proyectó el puente en pórtico de dos articulaciones,
sumamente audaz y muy rebajado. sobre el rfo Marne cerca de lucancy que, sin embargo,
reclá./1 pudo ser terminado después de fa guerra. luego se construyeron otros cinco puentes
de iguales caracterfstlcas. sobre ef mismo rfo.
Después se sucedieron rápidamente nuevos Inventos y contribuciones, especial-
mente por parte de Ingenieros alemanes, como los de F. Olschlnger, de Berlfn, quien patentó
a su nombre elementos tensores similares a los de las vigas atirantadas, situados fuera de la
sección de hormigón. En 1938 se construyeron los primeros puentes de hormigón preten-
sado alemanes, para los cruces sobre las autopistas. Se desarrollaron fos primeros proce-

10
dlmlentos de pretensado. Al pnncipio se utilizó el procedimiento de Freysslnet con haces de
alambres de 5 mm, para el cual la firma Wayss & Freytag A.G. habla adquirido la licencia
alemana, y el procedimiento de Dyckerhoff y Widmann (Dywldag) con barras 0 25 de acero
St 600/900. Después siguieron los procedimientos leoba de Leonhardt y Baur, con an-
clajes especiales, de haces de alambres o con los asl llamados elementos tensores con-
centrados, para grandes esfuerzos de tesado.
Entre 1940 y 1942, Gustave Magnel, de Bélgica, desarrolló un procedimiento propio,
con el que construyó ( 1948) el primer puente con vigas continuas sobre el Mosa, cerca de
3clayn, de 2 x 62 m de luz (hormigón pretensado sin adherencia) G. Magneltambién escri-
tió el prl mer libro sobre hormigón pretensado ( 1948).
También debe mencionarse el procedimiento desarrollado por E. Hoyer, Hamburgo,
llamt.do "hormigón con cuerdas de acero" (vigas fabricadas en banco de pretensado con
cuerd~s delgadas para piano de 0 0,5 hasta 2 mm, resistencia 1600 hasta 2800 N/mm2).
Sin emDargo, se comprobó que, aun para alambres tan finos, la adherencia sola es Insufi-
ciente y falla con el tiempo.
A partir de aproximadamente 1949 se precipitó el desarrollo del hormigón pretensado
en muchas aplicaciones para la construcción de puentes y edificios. La competencia entre los
Ingenieros y entre las empresas constructoras condujo a numerosos procedimientos nuevos
para el pretensado. Son de destacar los procedimientos, todavla en uso, de los Ingenieros
suizos Blrkenmaler, Brandestlnl , Ro~ y Vogt, quienes han desarrollado el procedimiento
BBAV con cabecitas de anclaje recalcadas. Los procedimientos Dywldag y Leoba siguen en
desarrollo. Los nuevos tipos de acero para pretensado favorecen la evolución. La l']layorla de
las grandes empresas constructoras alemanas tienen procedimientos propios que, sin em-
bargo, vuelven a desaparecer en parte, después del vencimiento do las patentes, abriendo el
camino a procedimientos más ventajosos desde los puntos de vista técnico y económ1co.
En t 949 y 1950 F. Leonhardt y W. Baur construyeron las primeras grandes vigas
continuas de verlos tramos, alemanas, con elementos tensores constituidos por cables con-
centrados (puente sobre el canal del rlo Neckar en " Obere Badstrasse" en Heilbronn, con
una luz principal de 96 m, y el primer puente ferroviario sobre el canal del rfo Neckar en
Hellbronn (losa hueca de planta oblicua, de cinco tramos). En 1950, U Ftnsterwalder cons-
truyó el primer puente con vigas pretensadas (puente sobre el rro Lahn en Baldwinsteln),
construidas con avance en voladizo, procedimiento que se extendió rápidamente a todo el
mundo, consllluyendo un record alemán en el caso del puente sobre el rlo Rln en Bendorf, y en
Japón un record mundial. con 240 m de luz para el puente Hamana. En Alemania Occidental
comenzaron a desaparecer en primer lugar los elementos tensores constituidos por trenzas,
preferidos en el procedimiento de Leonhardt y Baur, porque las trenzas resultaron ser de-
masiado caras. En el resto del mundo, sin embargo. se Impusieron las trenzas, de modo que
alll estos elementos tensores tuvieron una rápida difusión, como por ejemplo, el procedi-
miento suizo VSL. También el grupo Freyssinet utiliza actualmente, en vasta escala, las
trenzas.
Habrla que mencionar, además, un gran número de Tngenleros que han aportado
numerosas contribuciones, ante todo al sucesor de Freysslnet en Franela, Yves Guyon, cuyo
libro Béton Précontralnt, aparecido en 1951, ha contribuido esencialmente a la difusión del
hormigón pretensado: además está el italiano R. Morandl y en Londres. P. W. Abeles pro-
veniente de la escuela vienesa (Empergar). En Alemania se ha destacado H. Rüsch, de
Munlch, especialmente por sus meritorios trabajos de investigación y como presidente de la
Comisión de TrabaJo " Hormigón Pretensado", la que presidió desde 1943 y que, en 1953,
publicó la DIN 4227.
En 1950 se realizaron las primeras jornadas Internacionales del hormigón pretensado,
en Parls. donde se fundó la Fédératlon lnternationale de la Précontrainte - FIP-, que
celebra un congreso cada cuatro años.
En 1954, F leonhardt publicó el primer libro extenso Spannbeton fDr die Praxis
(Hormigón pretensado para la práctica) que fue traducido a varios Idiomas, primeramente al
ruso, y del que también existe una versión en Inglés con el titulo de Prestressed Concrete,
Deslgn and Constructlon.
En los al"'os posteriores a 1956 el desarrollo se caracterizó prlnctpalmente por el
aumento de la capacidad de los elementos tensores hasta aproximadamente 1500 kN y por
la racionalización de los procedimientos constructivos, espectalmente en la construcción de
puentes. La Investigación y la experiencia pusieron de manifiesto que el pretensado parcial
es en muchos casos preferible, en cuanto a la capacidad de servtcio, con respecto al
pretensado total

12
4
Materiales y elementos constructivos

4.1. Hormigón
En el Tomo 1 de esta obra se han mencionado los aspectos más importantes del
hormigón como material de construcción. Para el hormigón pretensado deberfan utilizarse.
en general, hormigones de alta res•stencia de las calidades B 25 hasta B 55 (en el caso de
pretensado en banco, por lo menos B 35), para que los acortamientos por contracción y
fluencia lenta, que originan pérdidas del esfuerzo de pretensado, queden limitados a valores
reducidos. En las estructuras de hormigón pretensado, adamas, puede aprovecharse la alta
resistencia a compresión de estas calidades de hormigón, mejor que en las estructuras de
hormigón armado. las altas calidades de hormigón proporci onan también una mayor res1s-.
tencía a la corrosión El agua de amasado, en lo posible, no debe contener cloruros (conte-
nido Cl < 600 mg/lltro). Los adilivos requieren un permiso espec1al para el hormi gón
pretensado.
Las calidades de hormigón liviano LB 25 hasta LB 45 también se prestan para la eje-
cución de estructuras pretensadas. Sin embargo, se debe prestar atención a las disposicio-
nes constructivas porque, particularmente, las resistencias a tracción por hendedura del
hormigón liviano son menores que las del hormigón normal. Las lisuras de ese origen atra-
viesan fácilmente, de un extremo al otro, los agregados livianos. El efecto de hendedura debe
ser contrarrestado por medio de una armadura trasversal constituida por barras de pequeño
diámetro (ver Tomo 11, Cap. 7).
La contracción y la 1/uencla lenta del hormigón juegan, en el hormigón pretensado,
un papel importante debido a las pérdidas en los esfuerzos de pretensado; en lo que respecta
a las bases del cálculo, ver [O], Tomo l. Sec. 2.9.3.7.
En cuanto a las consecuencias de la contracción y de la lluencla lenta, cabe todavla
comprobar una diferencia entre el hormigón armado y el hormigón pretensado. Considere-
mos en primer lugar la contracción (para la que se adopta el sublndice S, de Schwlnden =
contracción, apartándose de la norma, para diferenciarlo del s que Indica al acero para
hormigón armado).
En el hormigón armado el acortamiento Esf resulta Impedido por la armadura; el
hormigón efectúa con ello un trabajo, produciendo, debido a la adherencia, una compresión
en el acero y, en consecuencia, tracción en el hormigón, la que puede provocar fisuras de
contracción. Debido a la armadura, el acortamiento se reduce en el valor 6 Esf (Fig. 4. 1)

13
n~ts
Por consiguiente, 6 ES depende de ~ts = As/Ab y n = E5 /Eb. siendo fl ES = ES·
1 + n~ts
En el hormigón pretensado, inversamente. el acero para pretensado es el que efectúa
un traba¡o mientras cede al horm1gón una parte de la energla almacenada en el tesado previo
durante el acortamiento ES, favoreciendo con ello el acortamiento por contracción. Con esto
no se afecta a la adherencia. Debido a la pérdida del esfuerzo de pretensado V S· provocada
por la contracción, disminuyen la tensión de compresión ub. YO produclda por el esfuerzo V 0
de pretensado inicial y el correspondiente acortamiento Eb. Yo del hormigón en fl Eb· el
que, después de transformar V s para 'P = o conduce a una expresión similar a la anterior,

es decir fl Eb = n~tz ES, si se desprecia la fluencla lenta (1/1 ... O). Con ello,
1 + n/o'z
en realidad, generalmente se tendrá /o'z << lo's· Sin embargo, el hormigón permaneceré
comprimido y el acero traccionado mientras actúe el pretensado. Lo mismo es válido para
el efecto de fluencla lenta.

CONCLUSIONES.

En estructuras de hormigón pretensado. los acortamientos por contracción y fluen cla


lenta, determinados sobre piezas de hormigón sin armadura, deben ser considerados con

Hormigón armado

----f-t
- *
1" f Ab

1.....------;,.s--As~
. .
lls =

r--s-in__ A_s----------,1
t Jtst1

.. nlls tsr
~u Es(= 1• n lls

,,-,-.-11-.-2-.-.-~-~-:-:-:e-,s-~-;-~-:-:-;1:
" ... acem, "acclóo eo el ho•mlgoo

tensiones
reducidas
C1b y C72 Vs "llz
ÓEb"' AbEb = 1·nlls ts. cuando '{J • o

Flg. 4.1 Electos distintos de la contracción en el horm•gon armado y en el hormigón pretensado.

14
sus valores totales. Sólo se admite una reducción, cuando la zona considerada lleva una
fuerte armadura de acero para hormigón.

4.2. Aceros para pretenaado

4.2.1. Exigencias que deben cumplir los aceros para pretenssdo

1. Resistencias elevadas. para mantener reducidas las pérdidas del esfuerzo de pretensado
debidas a contracción y fluenc•a lenta del hormigón o por relajamiento del acero. El limite
de alargamiento 0,01 % (limite elástico) debe ser alto para que el relajamiento del acero
tesado sea pequer'lo (ver Sec. 4.2.6). El limite 0.2 % también debe ser alto, para que el
acero pueda comportarse elásticamente en caso de ellcesos de carga y que sea posible
aprovecharlo al máximo para la carga portante requerida.
2 . Buena tenacidad, para que los aceros para pretensado no sufran una rotura frágil por
defectos mecánicos (entalladuras) , por deformación en lrlo junto a los anclajes, o por
otras causas.
3. Sensibilidad reducida a la corrosión, especialmente a la corrosión por tensión.
4. Tolerancias pequer'las de las caracterlsticas de la sección, para facilitar el control del
pretensado obtenido; teniendo en cuenta que se miden los alargamientos de los elemen·
tos tensores, los que se comparan con los valores calculados previamente sobre la base
de las caracterlstlcas de las secciones transversales.
5. Grandes longitudes de fabricación para evitar empalmes y pérdidas de material en los
casos de elementos pretensados de gran longitud.
6. Para el pretensado en banco y para los anclajes por adherencia deben darse las condl·
clones para la obtención de una elevada resistencia de adherenc•a.

4.2.2. Ensayos exigidos para los aceros para pretensado

Los aceros para pretensado hasta el presente no están normalizados en Alemania y


requieren, por lo tanto, una autorización especial de la Pollcla de Construcciones (con la
colaboración de organismos alemanes fue elaborada y adoptada la norma EUAO·Norm 138
para aceros para pretensado). Las condiciones básicas para la aprobación de aceros para
pretensado y de las prescripciones para los ensayos, están reglamentadas en las Normas
provisor/as para los ensayos de aprobación, fabricación y suministro de aceros para hor-
migón pretensado según DIN 4227 publicadas en hoJa ministerial NW, edición A, del
9·8-1966. Como complemento de estas prescripciones el " Instituto para la Técnica de la
Construcción" elabora corrientemente modificaciones y ampliaciones de las mismas, para
atender las necesidades de la "Comisión de peritos en aceros para pretensado".
De acuerdo con el presente estado de actualización, para la obtención de la aproba·
clón es necesario efectuar ensayos en probetas de por lo menos tres coladas, que se refieran
a los valores caracterlsticos siguientes:
1) Caraoterlslicas geométricas
Diámetro, sección transversal, conformación superficial, Incluidas las discrepancias.
2) Propiedades mecánicas
2 .1. Comportamiento en el ensayo de tracción (según la DIN 50145): limite elástico. limite
de escurrimiento (limite 0,2 % de alargamiento). resistencia a tracción, módulo de
elasticidad, alargamiento de rotura, astricción de rotura y alargamiento uniforme.
Aparte de ello, debe determinarse la resistencia a la rotura después de un doblado y
un desdoblado de la probeta y el módulo de trabajo, asl como un ensayo a la tracción
con entalladura, en probetas con muesca tangencial.
2.2. Caracterfstlcas tecnológicas
Ensayo de doblado y desdoblado según la DIN 5121 1 (para alambres de hasta

15
12,2 mm de diámetro inclusive). Ensayo de plegado según la DIN 50 11 1 (para
alambres > 12,2 mm de diámetro y para barras).
2 3. Propiedades a largo plazo
la resistencia oscilante a la fatiga se determina para dos tensiones superiores
correspondientes al 55 'Yo de la resistencia a tracción y al 90 'Yo del limite de escurri-
miento, de acuerdo con el procedimiento de Wohler. la relajación se determina, para
las tres tensiones Iniciales del 60, 70 y 80 'Yo de la resistencia a tracción, a tempe-
ratura ambiente Interior. El comportamiento a la corrosión se determina empleando
diferentes disolventes de prueba.
2.4. Comportamiento a la adherencia
En tanto que los aceros para pretensado hayan sido previstos también para su
empleo en bancos de tesado, o bien para anclaje extremo. sea éste por adherencia.
o por fijación y rozamiento. se determina. además. su comportamiento a la adheren-
cia.

Ensayos :
El flujo de la producción es controlado en profundidad por un procedimiento que com-
prende una supervisión propia y otra externa. Para esta última, el Instituto para la Técnica
de la Construcción ha seleccionado laboratorios especiales. Una vez concedida la aproba-
ción, el fabricante debe firmar, con uno de los laboratorios seleccionado, un contrato de
supervisión de su producción. El comienzo de la producción está supeditado a la aceptación
del contrato por el Instituto citado.

Garantla:
El cumplimiento de tos valores garantidos segun el certificado de aprobación, es
supervisado sobre la base de ensayos de control mediante métodos estadlstlcos aplicados
a la producción total Es determinante el percentll del 5 o/o del total de cada tipo de ensayo
realizado.
Para determinadas propiedades deben cumplirse los siguientes valores mlnlmos· el
alargamiento de rotura 6 1 o (longitud de medición = 1 O veces el diámetro) debe ser por lo
menos del 4 al 6 o/o, y la deformacron uniforme (deformación regular fuera de la zona de
estrlccion) por lo menos del 2 o/o. la disminución de la resistencia a la tracción debida a un
únrco doblado y desdoblado no debe sobrepasar el 5 o/o. Los alambres y las trenzas enro-
llados sobre anillos o carretes para su transporte, deberfan quedar rectos después de haber
sido desenrollados. Esto presupone que los diámetros de los anillos o carretes se eligen en
forma tal que las tensiones de borde por flexión, debidas a la curvatura, no sobrepasen el
limite de elasticidad.

4.2.3. Tipos da acero para p retansado

4.2.3.1. Barras da acero de dureza natural (hot rollad stee/ bars)

La elevada resistencia exigida para los aceros de dureza natural se obtiene mediante
aleacrones con manganeso. silicio y vanadio, con un contenido srmultáneo de carbono
relativamente elevado. Asf resulta que el acero tipo SI 835/1030 contiene aproximadamente
O. 7 o/o c. 1,5 o/o Mn y o,7 o/o Si, mientras que el St 1080/ 1230, con los mismos porcentaJes
anteriores contiene, además, 0,3 o/o de vanadio. Ambos tipos de acero presentan textura
perlltica y se fabrican en barras con superficie lisa o con nervaduras hellcoldafes. laminadas
en caliente. Después del laminado en caliente estas barras de acero además se estiran y se
revienen a aproximadamente 300° c. para elevar el limite de escurrimiento y el limite de
elasticidad con respecto a los que correspondlan al estado luego del laminado. los dlémetros
más usuales varlan entre 26 y 36 mm.

16
4.2.3.2. Alambres de acero para pretensado
Los alambres de acero para pretensado se producen según dos métodos distintos
de fabricación · la beneficiación de alambres aleados {heat treated steel) y el trefilado en frfo
de alambres no aleados, laminados en caliente (cold drawn wlres)
En la beneficiación se lleva un alambre ligeramente aleado con aproximadamente
0,5 o/o e, 1,6 % Si, 0,6 % Mn y 0,4 % Cr, laminado en caliente, a las condiciones deseadas,
mediante un tratamiento térmico de vañas etapas. Para ello los alambres se llevan, en pro-
ceso continuo, a la temperatura de temple (aprox. 900° C) y, después de enfriados brusca-
mente en un baflo de aceite, se revienen en un baño de plomo (aprox 450° C) para obtener,
con una buena tenacidad, limites de escurrimiento mlnimos de hasta 1420 N/mm 2 y resis-
tencias mlnlmas a la tracción de hasta 1570 N/mm 2. Las temperaturas de tratamiento deben
adaptarse, en cad a caso, a la aleación existente. Durante el proceso de benetlciac•ón se
producen considerables transformaciones en la textura Interna, la que, en el estado final,
presenta un grano muy fino (Fig. 4.2).
Con un proceso de trefllación múltiple que reduce la sección de un alambre laminado
con aprox. 0,8 % C, 0,2 % SI y O, 7 % Mn, en casi un 90 %, se puede obtener para los
alambres trefila dos en lrto , las cualidades de resistencia deseadas. Para el proceso de
trefilado es necesario que el ala mbre a trefilar posea una estructura sorbftlca especial,por
calentamiento a 900·1000° C, enfriado en baño de plomo o salino de 450·560° Coque la
disminución de sección del alambre durante el trefilado y enfriamiento se efectúe en forma tal
de obtener una estructura Interna que corresponda al proceso citado.
Por el trefilado resulta para los alambres un limite de elasticidad demasiado reducido.
razón por la cual se reviene el alambre trefilado a unos 400° C. con el objeto de elevar los
limites de elasticidad y de escurrimiento hasta los valores deseados En comparación con la
beneficiación de los alambres, queda un relajamiento mayor. Este relajamiento puede ser
mejorado mediante una estabilización adicional. Para ello el proceso de revenido se efectúa
bajo tensión de tracción.
En el caso de alambres trefilados con superficie perfilada (/ndented wlres) al proceso
de trefilado se agrega el de perfilado superficial. durante el cual el alambre pasa a través de
rodillos adecuados que le transmiten una elevada compresion transversal En la fabricación
de trenzas, alambres lisos trefilados de 4 a 5 mm de diámetro se retuercen en las as! llama-
das máquinas tranzadoras formando trenzas helicoidales de siete hilos con un paso deter-

astado dospuos do lommodo templad o rovon1do

F1g 4 2 Transformaciones de la textura del acero S1gma. produc:fdas por banoticiaclón

17
......
())
U milo Limite de f'tasisJencl~
Alarg¡¡¡- Módulo
Acero para Caracteristlcas de la sección Diámetro, resp., sección de escurrí- ala miento de de
pretensado elastlclcJad miento tracción rotura elasticidad ·
JI o
01 ~o. 2 fJz 6
10 Es
2 2 2 2
Tipo Calidad Forma mm res p. mm N / mm N/mm N/mm : o/o N/mm

redondo, líso 26 - 32 - 36
St 835/1030 735 835 1030 7
redondo con
Laminado en
caliente
nervadura helicoidaJ 26,5 - 32 - 36

le!!tlrado, revenido
St 1080/1230
redondo, liso 26 - 32 - 36
9 50 1080 1230
redondo con
nervadura hellcoidal 26, 5 - 32 - 36
redondo con
benell ciado St 1325/1470 nervadura hellcoi dal 16 1 175 1325 1470 1

redondo, liso 6 - 7-8- 10 - 12, 2 - 14

beneficiado St 1420 / 1_570 redondo, nervurado 6,2 - 7, 2 - 8,0-10-12- 14 1 220 1420 1570 6
1

4, 5 X 10 , 0 Q 40 !

plano, nervurado
5,4 x ll , O Q 50 1

7, 9 X 15, 5 .Q 11 4

trefilado en lrfo 1st 1375 1 1570 redondo, Uso 8- 9 - 10 - 12,2 1130 1375 1570 2. o5 · uf
1

redondo , liso 6 - 6, 5 - 7 - 7. 5 1225


St 1470 / 1670 1470 1670
trefilado en redondo, perfilado 5,5 - 6 - 6 , 5-7-7,5 1200
lrlo y reveni do
redondo, liso 5 - 5,5 1325
St 1570 / 1770 1570 1770
redondo, perfilado 5 1300

9 , 3- 11 -12, 5 - 12 ,9 - 15,3 1150


trenzas
trefiladas en Sll570 / 1770 . 7 alambres trenzados J 570 1770 6 1, 95·ld
18, 3 1350
trio y revenidas

Tabla 4.1. lista de los aceros para pretensado más importantes aprobados en Aleman1a.
minado (1 O a 14 veces el diámetro de un alambre). Las uniones soldadas de cada alambre
se disponen desplazadas, de modo que es posible obtener grandes longitudes sin que la
resistencia resulte mayormente afectada. En general las trenzas se someten nuevamente
a un revenido (stress relleved) , con el objeto de alcanzar el elevado limite de escurrimiento
requerido.
En las trenzas, la carga de rotura es inferior a la suma de las cargas de rotura de cada
alambre, por lo que la resistencia a la tracción debe referirse a la trenza terminada.
Al tesar las trenzas se produce en primer lugar un alargamiento anelástico, denomi-
nado estiramiento o acomodamiento de la trenza. por lo cual la medición de las deformacio-
nes no debe efectuarse a partir de un estado libre de tensiones. sino de un punto inicial con
una tensión de aproximadamente 0,2 uvo·
Los aceros para pretensado más importantes admitidos en Alemania se han tncluido
en la Tabla 4.1. La nómina completa de los aceros para pretensado admitidos está registrada
en el Instituto para la Técnica de la Construcción, Berlln.
En la Fig. 4.3 se han representado los diagramas tensión-deformación de los distintos
aceros para pretensado, comparados con el acero para hormigón 8 St 420/500.
La deformación en frro reduce sensiblemente los limites de escurrimiento y de elasti-
cidad de todos los aceros para pretensado. En la Fig. 4.4 se muestra. a titulo de eJemplo, la
Influencia de una deformación en frfo por doblado y desdoblado, sobre el diagrama tensión-
deformación de un acero beneficiado.

1800
V
/ -
....... vSt 1570/1770

1600

11.00
-- ""
r--..
v-st 11.1011670
vSt 11.20 /15 O

v-st 1080/1230

'
~
1200 /
N
E v-st ¿35/1030
~
~ 1000
[.....--
eQ) /
e 800
•O
·¡¡;
eQ) ¡...- B St 1.20/500 RK
600 /
f-
V r--.. t\.
1.00

200
L0 : 10 • d0
1 1

2 l. 6 8 10 12 11. 16
Deformación especifica E en 'Yo

Flg 4.3 01agramas tenslón·delormación de los tipos usuales de acero para pretenaado, comparados
con el correspondiente al acero para hormigón 8 SI 420/500

19
1-1'---"~--l-+1-7"-l l no solicitado
l previamente
~doblado y
e: 1 desdoblado
Cl)

e:
.. 'O
¡¡;
e:
:'l

20
Ftg. 4.4. Modificación del diagrama tensión-
4 e ,o deformación de un acero beneficiado SI 1430/
2 6 12
1570 luego de la deformación en frlo (doblado
Deformación en °/oo y desdoblado).

4.2.4. Corrosión de los aceros para pretensado (corroslon of prestresslng steel)


La corrosión desgastante es un proceso electroqulmico. Se origina cuando se mani-
fiesta un potencial eléctrico debido a humedad y agentes qulmlcos (por ejemplo ácidos)
u oxigeno. La corrosión se acelera cuando actúa una tenslon de origen qulmico. Las depre-
siones superficiales originadas por la corrosion actuan como entalladuras, de modo que en
los aceros pretensados se originan peligrosos picos de tensión. En el caso de alambres de
acero para pretensado con secctones reducidas, un Cierto grado de corrosión puede llegar a
ser crlt1co, mientras que el mismo grado puede resultar Innocuo en el caso de armaduras
constituidas por barras de mayor diámetro de acero dúctil para hormigón. A titulo de ejemplo
mencionamos que en un puente, los cables tensores constltutdos por alambres de 5 mm
de diámetro trefilados en lrfo, colocados dentro de vainas de chapa, sin protección contra la
corrosión, rompieron entre los 6 y 7 meses después de tesados. Los aceros. previamente a
su tesado, hablan estado expuestos a la corrosión unos 3 a 4 meses.
Más peligrosas que la corrosión desgastante son las denominadas corrosión por
ten sión lntercristallna (stress corrosfon) y la acción del hidrógeno que lo torna quebradizo,
denominada también corrosión catódica por tensión. Este tipo de corrosión puede originarse
por la presencia simultánea de humedad, tensiones de tracción y ciertos productos qulmicos
(por ejemplo cloruros, nitratos, sulfitos, sulfatos y determinados acídos). Este tipo de corro-
sión no reconoclli>le exteriormente, origina fisuras Iniciales microscópicas y puede conducir
luegode algún tiempo a una rotura frágil. Este tipo de corrosión hasta ahora ocurrió sólo en
pocos casos. pero condujo generalmente al colapso de todos los elementos tensores (2].
La práctica ha mostrado que, con las condiciones de uso prescritas por la DIN 4227
para la totalidad de los aceros para pretensado admitidos, existe una seguridad suficiente-
mente grande contra las fisuras de corrosión por tensión.

Prorecclón necesaria contra la corrosión


Debido a la sensibilidad a la corros1ón de los aceros para pretensado, éstos deben
protegerse contra aquélla, en fábrica, durante el transporte y en el obrador Deben estibarse
y colocarse ba¡o techo, en lugares calientes, secos y aireados, de modo que no se produzca
humedad de condensaclon. Debe evitarse todo contacto con el suelo (láCido húmico!), o
con los productos qulmlcos antes mencionados. Al colocar los elementos tensores dentro de
las vainas, éstas deben hacerse perfectamente estancas.

20
El tiempo total entre la ejecución de los elementos tensores y la Inyección del mortero
de cemento debe hmitarse al máximo. Los periodos de tiempo admisibles bajo circunstancias
favorables figuran en la DIN 4227. SI dichos periodos de tiempo se sobrepasan o si existen
condiciones desfavorables, deberán adoptarse medidas adecuadas que aseguren que los
aceros para pretensado se mantienen secos dentro de las valhas.
En la estructura terminada no existe ningún peligro de corrosión (contra la opinión
de algunos lnveshgadores). cuando la Inyección del mortero de cemento se etectua cuida·
dosamente de acuerdo con las normas y si se observan las reglas Indicadas en el Cap. 8

4.2.5 . Fluencla lenta y relajamiento de los aceros para pretensedo


(creep and relaxatlon ol prestresslng steel)
Existe fluencle lente en un acero cuando, aun para tensión constante, el alargamiento no
se detiene, sino que aumenta con el tiempo. Al alargamiento elástico Inicial Eel se agrega. en
consecuencia. un alargamiento plástico por fluencia lenta Ek· Se habla de relajamiento cuan-
do la longitud deformada de una barra de acero se mantiene constante y la tensión Inicial en
el acero disminuye, es decir, cuando se produce una descarga de tensión crk. La causa,
común a ambos fenómenos, son los movimientos por modificaciones en la estructura crlsta·
llna, que ocurren cuando el acero se encuentra solicitado en forma permanente. En ello
Influyen el procedimiento de fabricación y la calidad del acero. Cuanto más elevado sea el
limite 0,01 % con respecto a la tensión aplicada, tanto menos fluirá el acero los alambres
trefilados fluyen. por ello, más que los beneficiados o los revenidos Además de la tensión .
la temperatura llene también una influencia considerable sobre la magnitud y la varrac1ón con
el tiempo de la fluencia lenta (Figs. 4 .5, 4 .6).
Para el horm•gón pretensado, la deformación por fluencla lenta (creep stram) bajo
tensión constante no es determinante, por cuanto en la estructura pretensada no es la
tensión en el acero la que se mantiene aproximadamente constante. sino que lo es la lon-
gitud deformada alcanzada luego de pretensar. Esta. en realidad. disminuye en forma In·
significante debido a la contraccron y lluencia lenta del hormigón

13J.--+-1- Tensrón en
t21--+--t- %de {!J,
ni
(j
11 11
e: revenido
Q)
- revenido
g
....
g_.,
oe: 'O
g ":" 7
E ~
o 10 6
~e
QCI

Flg 4 5 a Oelormaclón por lluencla lenta


de un acero para pretensado, revenido
St 1400/1700 con distintos valores de ten·
s1on cr ... n 'lie de f3 ,. en lunclón del tiem-
po de carga Como comparación se ha re·
presentado la curva de cr 0,96 13z para Q050,1 ~ 1 5 10 ~ 100 500 1000
un acero sin revenido Duración de la carga on horas

21
... 9 1
'o 1
Tensión Temperatura
1 de
·' ensayo
... 8 f-
en °C
... 0,52 ~
/ /
;
e:
7 2081" L,
~ 6 / 205-

~ 5
/L
/ /
¿
CD
t.
- - sin revenido
V/ V
o
~ 3 - revenido // V /.87
Flg. 4.5 b Influencia de la
·' -;/'
e
:g 2
/ temperatura sobre la deforma·
clón por lluencla lenta con una
-~ ...- ~
111 /

--
61) 1t.S
...o
E
......~ tOO
100 tensión u • 0,52 fJz para St
~ .l...-. 1240/ 1670, en función del
~
o tiempo de carga (segün A.
0001
~ 0,1 0.5 1 S 10 f 1 50 100 PIOtzenreuter, Elsen und stahl.
Duración de la carga en horas 20 3920 1960, pág. 1321).

tenslón·lnlclal u 0 temperatura
en % de f3z de ensayo
b
111
.,.
't)

e
111
o
2
t.
0::::::: ..........
......... -
......... .......
......
~
o. ~ llz-

"""
0,7 t
--... - J:).>oc ti-
.... ~ / 2poC
-,...
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-¡; o.8~~ ......: ....
1
~ 8 .... .... t.boc H
~ 10 'J.
111
'"";:....
't) 12
¡;¡¡. ~~ Flg. 4.5 c. Relajación de un
o 10 20 50100 mo 10<XX) '00000 alambre revenido en función
Duración de 1a 1ensIón en hor as / de la tensión lnlclal y de la
10 100 años temperatura.

Las deformaciones del acero para pretensado dependientes del tiempo, anteriormente
se determinaban casi exclusivamente mediante ensayos de lluencia lenta, porque dichos
ensayos son menos costosos que los de relajamiento. Luego se determinaba la relajación
por cálculo partiendo de los valores de lluencla lenta obtenidos. Confo resultado de los
ensayos de fluencla lenta con distintas tensiones y periodos de tiempo se definió el " limite
técnico de fluencla lenta'' como la tensión para la cual el acero para pretensado, en el
periodo de tiempo comprendido entre los 6 minutos posteriores a la aplicación de la carga
hasta la milésima hora, experimenta una deformación diferida del 3 o/o de la que corresponde
a la deformación que se alcanza por la carga continuada. Cuando se trata de tensiones que
alcanzan el limite técnico de fluencia lenta, en general no se tienen en cuenta las pérdidas de
tensión del acero para pretensado, en función del tiempo.
Hoy dla es corriente determinar la relajación de los aceros para pretensado mediante
ensayos directos. A este respecto los certificados de aprobación de los aceros para preten·
sado Incluyen directamente los valores de cálculo de la relajación para distintas tensiones
lnic1ales y periodos de !lempo.
La Flg. 4.5 a muestra las deformaciones por fluencia lenta de un acero para preten-
sado para distintas tensiones y la Fig. 4.5 b enseña la influencia de la temperatura en el caso
de tensiones reducidas. La Fig. 4.5 e corresponde a las curvas de relajamiento de un alambre
SIGMA beneficiado para distintas tensiones iniciales y temperaturas. obtenidas de ensayos
de hasta 10.000 h de duración, extrapoladas hasta 100 al\os.

22
Los ensayos de fluencia lenta y de relajación se efectúan, en general, solamente hasta
1000 h. aunque las deformaciones dependientes del tiempo o. respectivamente, las pérdidas
de tensión, no hayan finalizado. Para tensiones más elevadas y duraciones mayores, tanto
los alargamientos como las pérdidas de tensión, utilizando para los tiempos una escala loga·
rltmica, aparecen representados el'l forma aproximadamente lineal, respondiendo a la
relación
(k , k = constantes)
1 2

De ahl que resulte posible extrapolar los resultados para periodos de tiempo largos.
En la Fig. 4.6 se han representado las pérdidas de tensión luego de transcurridas

tipo de acero
ID
'O

* 20 - SI 1470/1670
,~ f-trelllado
(rolajaclón normal)
,.~

S I 157011770
L - , V trenza
/ /... s t 1o8o/1230
./ ~L estirado y revenido
/ L 1' L ~SI 1'3 75 / 1570
V / V/ k trefilad o y revenido
~/
/ 'i , (relajaclón muy reducida)
/ V " S t 14 20 / 1570
....~
¡........
....~ t/ V [/ beneflclado

_.,
Fig. 4.6. Relajación da .....
los aceros usuales para
pretensado luego de 50 60 10 80 G %11 1
1000 horas Tensión Inicial en % de fjz

Periodo de tiempo después del pretansado,


Tipo o en horas
o 6
1 10 1000 5000 500 000 10
alambres mejorados o, 55 ~
z
< 1 < 1 < 1 <1 1' o 1, 2
y trefilados con
muy baja relajación
o, 65 ~
z
<1 < 1 1, 3 2,0 4,5 5,0
o, 75 ~
z
<1 1' 2 3,0 4, 5 9,0 10, o

alambres trefilados o, 55 ~z <1 < 1 2,5 3, 4 7,3 8, 0


con relajación
normal
o, 65 flz < 1 2,0 5, 8 7, 4 13,0 13, 5
o. 75 1:1z 1, 6 3,2 9,0 11, 5 19,0 21,0

.o. 55~ z < 1 < 1 <1 1, 5 2,8 3,2


acero en barras o, 65 ~z <1 1, 1 2,0 3, 1 4 ,8 5, o
O, 75 ~ <.1 2,0 5,0 5, 5 7,0 7,5
z

Tabla 4.11. Valores de célculo de las pérdidas de tensión ~u,, 1 en % de la tensión Inicial de los aceros
para pretensado usuales según los certificados de aprobación,

23
1000 h, para distintas tensiones Iniciales, de los aceros usuales para pretensado. En la
Tabla 4.11 figuran los valores esenciales de cálculo de la relajación de los principales tipos de
acero contenidos en los certificados de aprobación. De ambas representaciones (Fig. 4.6
y Tabla 4 .11) surge la existencia de diferencias considerables de la relajaetón en función del
tipo de acero. Segun la OIN 4227, Parte 1, edición de diciembre de 1979, deben tenerse en
cuenta dichos valores de la relajación para el cálculo de las estructuras.

4. 2.6. Influencia de temperaturas altas y bajas sobre los aceros para pretensado
Los aceros de dureza natural y los deformados en lrfo se comportan en forma
muy diferente durante y luego del calentamiento. En la Flg. 4. 7 se ha representado la relación
entre el limite de escurnmlento durante o después del ensayo y el limite de escurrimiento
al entregar el material, en función de la temperatura del ensayo.
El conocimiento de las propiedades de los aceros para pretensado sometidos a tem-
peraturas elevadas, no solamente tiene importancia en la protección contra incendios sino
también, por ejemplo, en la técnica de la construcción de usinas termonucleares. Lo expre-
sado también es válido para estructuras destinadas al almacenamiento y transporte de gases
licuados, en lo que respecta a bajas temperaturas.
En el caso de temperaturas elevadas, la resistencia a la tracción, según el tipo de
acero, se mantiene sin modificación hasta unos 250° C; sin embargo, las pérdidas de tensión
en fun ción del tiempo (relajación) aumentan considerablemente.
SI las temperaturas elevadas actúan sólo temporariamente, la Influencia sobre las
propiedades, en general, es de poca Importancia hasta aproximadamente 3ooo C. Por ejem-
plo en el caso de un lncend1o, en que el acero para pretensado haya estado sometido a
temperaturas elevadas en lorma transitoria, es pos1ble estimar, mediante las Figs. 4. 7 y 4 8 a,
las propiedades existentes en aquél, luego del enfriamiento. De dichas figuras es posible
deducir, entre otras cosas, que las variac1ones del limite de escurnmlento y de la resistencia
a la tracción dependen, en medida considerable. del tipo de acero y que son mlnlmas para
barras de acero de dureza natural

l%1 después de enlriado


de T a 20o e
100
90
111 80
co

e: 70
CD
.~ 60
...K! 50
Q)
"t)
l. O
e:
•o
ü 30
co
Q) 20
a:
10
o
o 100 200 300 1.00 500 600°C
Temperatura T

Flg. 4 7 Limite 0,2 % del acero (/Jo 2 ) para temperatura elevada (2 1/2 a 3 112 h de calentamiento y 1 de
incandescencia) y luego dol enlriam1ento a partir de la temperatura alta on cada caso refendos al
valor original a - 20° e (condlclon de sumlmstro)
( 1) acero en barras St 600/ 900, 0 26 mm, de dureza natural y laminado en caliente.
(2) alambre de acero para pretensado beneficiado SI 1450/ 1650, 0 5.2 mm
(3) alambro de acero para pretensado, trefilado y revenido, aprox St t 500/1700, 0 5,0 mm.

24
temperatura de Incandescencia en °C

Flg. 4.8 a. Influencia de 1 h de Incandescencia con distintas temperaturas, sobre el limite de escu-
rrimien to y la resistencia a la tracción de aceros para pretensado aceptados, luego de enfriados.

l temperatura de ;;;;;yo en oc
rr·t-t·-· -1¡6 ---.
-·-· ·- -78 1
";.---.-· , _ ·20

o
Cii e
r 1
> limite de escurrimiento '()

resistencia a la tracción ¡¡¡


--¡-- _!800

LOO

l. O
0o~~2--~
, --~6~~8--~1~
0-
-200 -100 O 100 200 300 l.OO
temperatura de ensayo alargamlento en %
en °C
Ftg. 4.8 b. Modificación de las propiedades Flg. 4.8 c. Influencia de las baJas tempera-
mecánicas de un alambre beneficiado para turas sobre los diagramas tensión-deforma-
temperaturas comprendidas entre - 200 y ción de un alambre benellclado.
-i 4QQO e,

La dependencia de las propiedades resistentes de un alambre beneliclado. de la


temperatura de ensayo, comprendida entre - 200 y + 400° C, surge de la Fig. 4.8 b. En
Fig. 4.8 e se han representado los diagramas tensión-deformación de este tipo de acero para
pretensado, a temperatura ambiente y para bajas temperaturas. De los resultados surge que,
para temperaturas de utilización inferiores a la temperatura ambiente, aumentan el limite de
escurrimiento, la resistencia a la tracción y el alargamiento de rotura del acero analizado.
Resultados análogos surgen de ensayos realizado s en Alemania y en otros paises con
alambres traillados. De ahf que, para el dimensionado, pueda contarse. por lo menos, con los
valores correspondientes a la temperatura amb1ente. Para aceros beneficiados los ensayos
mencionados indtcaron que la astricción de rotura, en contraposición con los resultados

25
obtenidos con alambres trefilados, no disminuye. Estos aceros también se han comportado
en forma satisfactoria en la práctlca para la construcción de tanques y depósitos similares.
Deben evitarse las cargas de Impacto, las cargas puntuales elevadas y las dobladuras
en ángulo agudo [20].
En lo que respecta al comportamiento de los aceros para pretensado en estructuras
pretensadas de hormigón bajo la acción del fuego, se recomienda el trabajo de la FIP-CEB-
Report on methods and assessments of the tire resistance of conctete structura1 members,
1978 (Informe sobre métodos y valuación de la resistencia al fuego de partes estructurales
de hormigón, 1978).

4. 2. 7. Influencia de/a presión trasversal sobre la resistencia de los aceros para pretensado
(lnfluence of lateral pressure on the tenslle strength of prestressfng steel)
Toda presión trasversal de importancia reduce la resistencia a la tracción de una
barra.
Resultados experimentales: La presión trasversal ejercida en forma de tenazas, por
cuchillas endurecidas de bordes redondeados, sobre alambre beneficiado de 0 5,2 mm,
St 1600, condujo a las siguientes reducciones de resistencia (Fig. 4.9) :

Presión trasversal en kN
Disposición según o 1 2 3 4 5 6
Reducción de la resistencia en %
Flg. 4.9 a) (recta) 2, 4 2 , 4 5,9 8, 9 10 7 13,7
Frg. 4.9 b) (desvro de 60) 2, 4 5,4 7, 7 9, 5 13, 7 16, 1 19 , 1

Fig. 4.9, Disposición de ensayo para determinar la


reducción de la resistencia por presión trasversal O
en alambres redondos beneficiados de 0 5,2 mm.

En el caso de una presión trasversal aplicada a través de una superficie curvada la


reducción de la resistencia para una presión trasversal de 5 kN fue de solo 0,6 o/o. En conse·
cuencla, los alambres no son particularmente sensibles a la presión trasversal, cuando se
utiliza un apoyo de superficie de acero más blando.
Las trenzas apoyan sobre superficies planas sólo en forma puntual, por eso, en este
caso, la presión trasversal puede alcanzar valores elevados. Las trenzas de siete alambres
de 2,5 mm y St 1800 que se cruzan en forma inclinada, tensadas sobre una polea de 1,26 m
de diámetro, no presentan disminuciones comprobables de la resistencia a la rotura.
Consecuencia: Los aceros para pretensado no son particularmente sensibles a las
presiones trasversales sobre superficies. Para aJambres de 5 mm, la presión trasversal no

26
deberla sobrepasar aproxi madamente 300 N por mm de longitud de alambre. En trenzas la
presión transversal deberé mantenerse por debajo de 120 N/mm. Los cantos de las super-
fieles de apoyo deben redondearse. Las superficies de apoyo deben ser de un acero más
blando que el de los alambres tensores.

4.2.8. Tensiones de flexión en elementos tensores {bending stresses In tendons)


Los elementos tensores suelen proyectarse con curvatura, de modo que las barras o
los alambres tensores deben curvarse. La máxima tensión de flexión de un alambre circular
de diámetro d y con una elástica de radio r, es u = ~. Para r - 5 m la tensión
2 r
de flexión ya es u = 105 N/ mm 2 en un alambre de 0 5 mm, y en una barra de 0 25 mm
alcanza aún hasta u • 525 N/ mm2.
De acuerdo con la Flg. 4.1 o. en el caso de una tensión de tracción debida a Z cre-
ciente, la tensión de flexión desaparece por plastificaclón debido al escurrimiento del acero,
de modo q ue al sobrepasarse el limite 0,2 o/o, se origina una tensión cada vez más uniforme.
De ahl que la tensión de flexión no reduce la resistencia a la tracción de un alambre o barra
tesada sobre un apoyo curvo. En consecuencia, en los elementos tensores no es necesario
tener en c uenta las tensiones de flexión. Sin embargo, una barra tesada sobre una super-
ficie curva experimenta un alargamiento algo mayor que el de las barras rectas, cuando la
suma de las tensiones de tracción y de flexión sobrepasan el trmlte de elasticidad tJo,01· lo
cual no puede sin más despreciarse, especialmente para barras más bien gruesas, al cal-
cular el alargamiento del elemento tensor.
Los radios de curvatura de los elementos tensores están limitados por las normas, Jo
cual, desde un punto de vista técnico, no se justifica. en tanto que la presión trasversal sobre
el hormigón no resulte muy elevada.
Las barras tensoras gruesas que deben curvarse, en general se doblan previamente
en frlo . En este caso, cuando se trata de aceros revenldQs debe tenerse presente la modifi-
cación del diagrama tensión-deformación debida a dicha deformación en lrfo (aumento del
alargamiento debido a la tensión previa), de acuerdo con la Flg. 4.4.
En anclajes pueden presentarse fuertes curvaturas con deformaciones permanentes,
por ejemplo, en anclajes por gancho o por lazo.
En estos casos, al comienzo de la curvatura, debe esperarse una pequena reduc-
ción de la resistencia a la tracción. El grado de reducción depende esencialmente de las
herramientas utilizadas para el doblado (¡entalladuras!). Los alambres y barras de alta re-
sistencia deben curvarse sobre rodillos de libre rodamiento, de superficies lisas y no muy
duras. La reducción de la resistencia a la tracción, en este caso, se mantiene por debajo del
3 % para radios de curvatura de hasta más o menos r = 4 d.

flexión flexión con tracción esfuerzo de tracción allll


pura M ull M + z Z creciente

Fig. 4. 10. Eliminación de las tensiones de flexión, por deformación pi..Uca al aumentar el esfuerzo
axll en una 'barra curvada. Prácticamente. la resistencia a la tracción no dlamlnuye por causa de las
tensiones de llelllón.

27
En ala mbres de 5 mm de St 1500, doblados sobre un mandril fijo de r = 4 d mediante
una palanca de doblado deslízable, la reducción de la carga de rotura, en el caso de acero
trefilado en frfo, resultó ser del orden del 6 al 8 o/o y, para acero beneficiado, del 1 al 2 % ( 1 ],
Sec. 2.1.6.
En tranzas y cables las tensiones de flexión se compensan con pequeños desliza·
mientas longitudinales de los alambres, los que en parte están ubicados en el lado trae·
cionado, y en parte, a una distancia de medio paso, en el lado compnm1do. De acuerdo con
el estado actual de las experiencias, en las trenzas de 7 alambres para lazos de anclaje, los
radios de curvatura mayores que unos 50 d son innocuos (d a diámetro exterior de la trenza
o cable), siempre que la trenza esté " blandamente" extendida en el hormigón.

4.2.9. Resistencia a la fatiga de los aceros para pretensado (fatigue strength


of prastresslng staal)

El comportamiento de los aceros para pretensado bajo cargas estéticas permanentes


no tiene Importancia especial, por cuanto está determinada la seguridad de no llegar al limite
de escurrimiento. Para este tipo de carga el limite de escurrimiento varia en forma lnslgnifi·
cante, hacia valores menores que los determinados para cargas de corta duración en los
ensayos corrientes de tracción. Estas diferencias pueden despreciarse.
El comportamiento de los aceros para pretensado ante cargas dinámicas frecuente·
mente repetidas se encuentra normalizado en la DIN 50 100 dentro del concepto de resis-
tencia a la fatiga. Dicha resistencia se define como la máxima variación de la tensión ~ u A
alrededor de un valor dado de tensión media que una probeta es capaz de soportar para
un numero Infinito de reiteraciones de carga, sin que se produzca la rotura o aparezcan
deformaciones lnadmrslbles En aceros para pretensado. asl como en aceros para la cons-
truccrón, es usual y suficiente adoptar como resistencia a la lattga la correspondiente a
2 x 1 o6 rerteraclones de carga.
SI, como muestra la F1g 4 . 11 a referimos a la tensión media las tens1ones varrables

• alambre beneficiado SI 1420/ 1570. redondo, líso


e limite de escurnmlento
'() alambre beneficiado SI 1420/1570, redondo,
o
u
nervurado
~ • acero en barras St 1080/1230, roscado
N

ronslon
z
E
E
..... 0,9
r
# s oteollva
e:
Q)
....
o
c:
zona de rnterés para
~10C<l
pretensado ::J
111
>.

·¡:
o u u p, oj, rr1 • v
Q)

~
tracción ( •)
111 1
numero de ciclos N "211108
Q)
e:
o -l..- __j
u;
e: 500 1000 1500
~
tensión media en Nlmm•'

Flg 4 11 Otagroma de lallga segun Smlth Fig 4 11 b Otagrama parcial dfl lc1 resistencia
para la zona de tensiones oscilantes, y pulsantes a la fatiga segun Smtth do aceros para pretensa
de tracción do con superficies diferentes

28
{o dinámicas) de la resistencia a la fatiga determinadas en la forma Indicada, para un deter-
minado acero, obtenemos el denominado diagrama de fatiga de Smlth, del cual en el caso
mostrado sólo aparecen las zonas correspondientes a cargas pulsantes de tracción y parte
de las oscilantes.
Mientras que en las estructuras de hormigón armado. en casos aislados, la resisten-
cia a la fatiga para cargas oscilantes puede tener Importancia, para el análisis de las estruc-
turas pretensadas como consecuencia de la tensión previa únicamente interesa la reQJón de
las cargas pulsantes de tracción ubicada por encima de la tensión Inferior u u originada por el
pretensado. Al aumentar la tensión inferior, disminuye un poco la amplitud tolerable de esa
pulsación. La máxima tensión superior resulta restringida por el limite de escurrimiento.
Para los aceros para pretensado se ha generalizado la costu mbre de determinar la
amplitud de la oscilación de la resistencia a la fatiga para dos horizontes, uno, inferior,
correspondiente a la tensión nominal del pretensado y el otro, supenor. al 90 'Yo del llm1te de
escurrimiento. Entre estos dos valores limite el desarrollo del diagrama de Smlth, con buena
aproximación, es lineal. La Fig. 4 . 11 b reproduce los diagramas de Smlth correspondientes
a dloha zona, de algunos tipos esenciales de aceros para pretensado. De la figura, entre
otras cosas, resulta que prácticamente la resistencia a la fatiga por tensión pulsante de
tracción queda determinada casi exclusivamente por la superficie de los aceros y no por sus
resistencias.
Las amplitudes de oscilación de la resistencia a la fatiga, determinadas en los ensayos
de aprobación efectuados en aceros para pretensado, para las condiciones de ensayo Indi-
cadas, figuran como pautas en los certificados de empleo. Como valores garantizados para
los aceros para pretensado usuales, pueden considerarse los valores aproximados que
aparecen en la tabla siguiente.

Amplitud de oscilación de la resistencia a la fatiga


da aceros para pretensado usuales
Tensiones superiores de 0.9 f3s raspee 0,8 ~

Tipo de acero para pretensado Amplitud de oscilaCión de la


roslstoncJa a la fatiga 2 "'-

')
alambre
Usos 240 N/ m m "
barra de acero

alambre - nervura do
2
alambre - perfilado 200 N/mm
trenzas

alambre roscado 2
190 N/ mm
barra roscada

La amplitud de oscilación d•sponible debe compararse con la máxima alternancia de


tensiones que ocurre en el acero del hormigón pretensado: para pretensado total el aumento
de la tensión en el acero bajo la carga total de servicio alcanza a lo sumo a:

Ao
Z
=n (o
b. VO
adm-ob
1 8
+k)

SI se Introduce el valor admisible para 8 45. de rrb . vo adm - 18 N/ mm2, y se llene

29
en cuenta una pérdida de tensión por contracción y fluencia lenta de 4 N/ mm 2, con n ,.. 6
se obtiene
2
ll a máx
z
= 6 (18-4) = 84 N/ mm .

Esto quiere decir que para pretensado total existe, por lo menos, una seguridad doble
contra la rotura por fatiga del acero para pretensado. Este valor es muy superior al de la
seguridad a la fatiga de las estructuras de acero o de estructuras normales de hormigón
armado.
En el Cap. 7 se mostraré que también en el caso de pretensado parcial, para grados
de pretensado ~< > 0,3, el aumento en las tensiones del acero para pretensado, aun en el
caso de sobrecarga móvil total, se mantiene por debajo de Ji Uz = 150 N/ mm2. la resisten-
cia a la fatiga del acero para pretensado es suficiente, también para pretensado parcial,
cuando el grado de pretensado adoptado es mayor que K = 0,3.
La influencia de presiones trasversales o similares. en zonas de anclaJe o de empal-
me, sobre la resistencia a la fatiga del acero para pretensado, se trataré juntamente con los
anclajes. Este problema debe ser considerado cuidadosamente en las zonas de acople
de elementos tensores.

4.3. Vainas
Para el pretensado con adherencia posterior, los aceros para pretensado deben co-
locarse de forma que puedan deslizar, dentro de tubos (ducts) denominados vainas. Actual·
mente se las fabrica, en general, utilizando flejes de chapa de acero laminado en frlo, de 0,2
a 0,35 mm de espesor. Su superficie es corrugada, en forma hellcoidal (Fig. 4.12) para que.
en las uniones, puedan colocarse manguitos roscados.
Las ondas trasversales confieren rigidez a la vaina y mejoran la adherencia del hor-
migón y del mortero de Inyección, debido a las ondulaciones. Permiten, además, curvaturas
por flexión con radios relativamente reducidos, de modo tal que los elementos tensores de
gran longitud pueden ser arrollados sobre carretes para su trasporte (Fig. 4.13).

Flg. 4 12. Vamas de uso corriente.

30
Flg. 4. 13. Elemento tensor longitudinal, con
su vaina, arrollado para su transporte.

EXIGENCIAS PARA LAS VAINAS

La DI N 18553 para vainas se encuentra en preparación (proyecto de norma de julio


de 1978).
Buena rigidez a pesar de su flexibilidad, no deben abollarse al ser pisadas (carga
1000 N).
Estanqueidad de las costuras (preferentemente costura longitudinal soldada) y de las
uniones, para evitar penetración de lechada de cemento.
Grandes longitudes de fabricación, a fin de reducir el número de uniones.
Las cuplas de llenado a presión, o para ventilación, de la vaina deben estar fijadas
firmemente a la misma. Los tubos de conexión correspondientes actualmente son, en su
mayorfa, de material sintético (polietileno) corrugado (Fig. 4. 14).
Para el hormigón pretensado sm adherencia se emplean también vainas lisas de ma-
tenales sintéticos.
El diámetro de las vainas debe ser muy poco mayor que el de la barra tensora, o el del
conjunto de alambres agrupados, o de las trenzas o cables.
Cuando el elemento tensor es introducido posteriormente en vainas previamente em-
butidas en el hormigón, el diámetro deberla elegirse con mayor holgura.
Para grandes elementos tensores concentrados (procedimiento Baur-Leonhardt) los
canales de desliza miento se ejecutan en forma de conductos de sección rectangular de
chapa, ver [ 1), Sec. 7 .13.

F1g 4 14 Cupla y tubo de lnyec·


ción en una vaina (lotogralla de HY·
ORA)

31
4.4. Mortero de Inyección

El mortero de Inyección sirve para establecer la adherencia posterior del acero para
pretensado con el hormigón, y como protección contra la corroslon. Es un componente de
Importancia en todas las estructuras pretensadas con adherencia posterior Luego de mu-
chos a"os de mvesllgaciones y ensayos se originaron las Directivas para la Inyección de
mortero de cemento en las vainas de pretensado, última edición de 1979 como Parte 5 de la
DIN 4227.

EXIGENCIAS RELATIVAS AL MORTERO DE CEMENTO PARA INYECCION

1 . En lo posible, asentamiento reducido del mortero como consecuencia de la sedimenta-


Ción y retracción; la disminución de volumen debe ser como máximo del 2 % .
2. Fluidez satisfactoria, que debe mantenerse hasta finalizar la Inyección.
3 . Resistencia olllndrica a la compresión (0 10 cm. 12 cm de altura) a los 7 dlas 20 N/mm2,
a los 28 dfas 30 N/mm2.
4. Resistencia a las heladas : no debe haber aumento alguno de volumen para un único
enfriamiento ha sta - 20° C, en probetas de 3 dlas de edad y almacenadas a 4 5° C.
Estas condiciones se cumplen en general con cementos Portland Z 25 o Z 35 de
finura mediana de molienda (se prohibe el uso de cementos de arcillas fundidas), Se reco·
mienda el uso de aditivos fluldlficantes y expansores, por ejemplo, polvo de aluminio, pero
deben ser especialmente aprobados para su empleo en morteros de Inyección.
En lo que respecta a la corrosión por tensión, ni los cementos, ni los adlt1vos deben
contener cloruros. También es necesario precaverse contra otros aditivos qulmlcos, en tanto
no hayan sido expresamente ensayados.
El contenido de agua. lo más reducido posible, debe establecerse para obtener la
fluidez mlnima necesaria. más o menos 35 a 44 kg de agua por cada 1oo kg de cemento,
lo que corresponde a una relación ~ = 0,35-0.44.
e
Los agregados en forma de polvo de piedra, en general no significan ninguna ventaja
y no deben superar el 20 'odel peso del cemento.
La arena, con granos de hasta 1 mm, se permite en el caso de elementos tensores
con grandes vacfos. Las grandes oquedades en las vainas de deslizamiento. por ejemplo en
los embudos de los anclaJes en abanico, se rellenan con grava saca de 3 a 7 mm o de 7 a
15 mm y luego se Inyectan.
El mortero se mezcla por lo menos durante 4 minutos en mezcladoras de tambor
especiales, de giro rápido ("Mixopress" o "Colorete" ).
Se exigen ensayos de aptitud y de calidad, los que están establecidos en las dlrecti-
vas.

MATERIALES SINTETICOS PARA INYECCION

Cuando an el Invierno, las bajas temperaturas prohiben al empleo de mortero de


cemento, con frecuencia la Inyección se efectúa utilizando resinas sintéticas (sobre este tema
ver las Instrucciones en 117 )) Este procedimiento resulta unas 1 O veces más caro que utili-
zando mortero de cemento y exige que su aplicación sea realizada por empresas especiali-
zadas

32
5
Adherencia

5.1. Resistencia a la adherencia

Hacemos referencia al Cap. 4 del Tomo 1 de la presente obra, en espec1al a 4 2 3.


Alll se demuestra en qué medida la resistencia a la adherenc1n dependo de la conlormaclon
superficial de las barras de acero para hormigón. de su ub1cac1on dur 1nte Ell horm1gonado y
de la resistencia del horm•gón Para aceros normales nervurndos alemanes y B 35. las resis-
tencias a la adherencia en la zona favorable B son Iguales a
2
T lR ,. O. 15 ~ w ... 5 N /mm para .l "" 0.1 mm (~ • desplazamiento)
'}
~ • O 23 Q ... 8 N/mll1· para .l - 0 ,4 mm
t'y 1 • '"w
En este caso se trata de adherenc1a por corte
Para pretenssdo en bancos de tesado su requiere una adherencia por corte seme-
Jante (El Instituto para la Técnica de la Construcclon utiliza erróneamt. nte, en los certificados
de aptitud, el término " Haftverbund", que traducido al espar.ol sorla "adherencia por ndhosion
o pegadura" , la cual nuncn alcanza para el anclaje; ver expunencla<J do Hoyor sobrr hormi-
gón pretensado con cuerdas de acero para plano.) Por estn ra1ón lo~ aceros utilizados para
pretensado son nervurados. Las trenzas constlluldas por alambres redondos, dabldo a su
"perfilado" prop~>rcionan también adherencia por corte mediante el asl llamado "electo da
sacacorchos" Para ello el paso de la hélice no debe ser demasiado grande M. Blrkenmalar
da en [ 4) para trenzas de alambres redondos una fórmula on la que In roslstoncla al corte de
las trenzas llene fa misma expresión que la superficie nervurada " relativa" 1R• concepto
Introducido por Rohm De acuerdo con ello se hene para tronzas (Fig 5.1)

F1g S 1. SecetOn lransvorsal


de una lram~a de siete alam·
bres

33
FA está representada por la superficie rayada comprendida entre la circunferencia
envolvente y los alambres, d es el diámetro de dicha circunferencia y v el paso de la hélice de
los alambres exteriores. gen,ralmente igual a 12 0 de la trenza.
La longitud necesaria de anclaje, requerida por el esfuerzo de pretensado Inicial,
figura en los respectivos certificados de aprobación de los aceros para pretensado.
Para pretensado oon adherencia posterior la resistencia por adherencia de los ele-
mentos tensores depende en cada caso de las propiedades del mortero de Inyección. En el
caso de aceros lisos para pretensado, por ejemplo, varios alambres lisos, es determinante la
resistencia por adhesión. que puede llegar a ser muy reducida (puede descender hasta
0,5 N/m m2).
En el caso de barras o alambres nervurados y también en trenzas se origina, tanto en
el acero para pretensado como en las vainas corrugadas. adherencia por corte. Pero esta
adherencia por corte del mortero de cemento endurecido, que no posee granos gruesos. ni
siquiera granos de arena. es Inferior a la correspondiente al hormigón normal. En 1960
R. Walther Investigó en el Instituto Otto-Graf de Stuttgart, la Influencia del contenido de finos
en hormigones normales, sobre la resistencia por adherencia [3] v determinó que ésta dls-
minula considerablemente al aumentar el contenido de finos. Esto es fácil de explicar,
porque en el hormigón la resistencia al corte de los pequeños dientes de hormigón depende
considerablemente de la trabazón de los agregados. En el mortero de Inyección sólo existen
materiales finos.
Por ello es necesario reconocer que /a resistencia por adherencia de los elementos
tensores Inyectados puede resultar mucho menor que la de los aceros nervurados horml-
gonados.
Ensayos efectuados por Leonhardt con elementos tensores Inyectados, constituidos
por barras lisas de 0 26 mm y St 600/900, pese a la elevada resistencia del mortero utilizado,
del orden de Pmo = 40 N/ mm 2 y a pesar de que la Inyección se efectuó en posición vertical
(¡posición favorable!) condujeron a los resultados siguientes:

2
para ubicación centrada de la barra ~,. 0,9 N/mm
1
para ubicación asimétrica de la barra ~ ,. O, 5 N/mm 2
1

(ver Informe N° B 23869 del Instituto Otto-Graf de 1952).

En ensayos de arrancamiento en un cable formado por trenzas colocado en un con-


ducto con nervaduras trasversales, utilizando mortero de inyección de f3mo • 42 N/mm 2,
para un corrimiento de unos 0,5 mm, se alcanzó un valor
2
~Tl = 2,9 N/mm

Para la calidad corriente de los morteros de inyección de f3mo = 30 deberla. en con-


secuencia, calcularse con
2
~Tl: 2,0 N / mm

Ultlmamente H. Trost, Cordas, Hagan y Thormahlen realizaron en Aqulsgrén extensos


y notables ensayos sobre el comportamiento a la adherencia de elementos tensores inyec-
tados colocados en vainas corrugadas, sobre los que se Informa en el Cuaderno 310 de la
OAfStb. En los mismos se ensayaron, entre otros. los tipos de elementos tensores Indicados
en la Tabla 5.1, en ensayos de arrancamiento de acuerdo con la Flg. 5.2.
El acero para pretensado en parte estaba centrado en la vaina y en parte, apoyaba
contra ella. El mortero de Inyección tenia resistencias a 28 dlas comprendidas enlre Pmo =

34
mortero ----1~""""..~~
vaina - -f7'?"n''il

acero para pretensado

Fig. 5.2. Probeta para los ensayos de


arrancamiento efectuados por H. Trost y
otros.
,:J
NO Grado de Esfuerzo de te·
Acero para pretensado Resistencia Vaina
llenado 'Yo sado admisible
01nt mm 0 eat V 0 en kN

CD 0 26,5 nervurado (acero Gewl) St 835/.1050 39 43 49 315

® 0 26,5 nervurado (barra Gewi) St 835 /1050 60 66 20 315

® 0 26 liso St 835/1050 30 35 75 300

® 3 trenzas de 7 0 S St 1570/1770 40 45 33 405

® 8 alambres planos nervurados 40 St 1420/1570 40 45 25 278

® 7 alambres redondos 0 7 lisos St 1470/ 1670 35 42 28 246

G) 61 alambres redondos 0 7 lisos St 1470/1670 80 88 48 2196


24 alambres planos
® 114 nervurados St 1420/1570 90 98 43 2408

® 19 trenzas de 7 0 5 St 1570/1770 90 98 42 2633

Tabla 5.1. Resumen de los ensayos de H. Trost y otros.

49 y 57 N/ mm 2 , y fa Inyección se efectuó con fas vainas dispuestas horizontalmente. El


mortero endureció bajo una presión de 0,25 N/mm2, que es más favorable que las condicio-
nes que se presentan en la práctica, donde en la mayorfa de los casos los elementos tenso-
res están casi horizontales y la presión durante el endurecimiento se mantiene Interior a
0,1 N/mm 2.
Para los elementos tensores pequeños (!) a @ se obtuvieron los diagramas "es-
tuerzo-desplazamiento" de la Flg. 5.3 que muestran claramente que en el caso de barras o
alambres lisos, sólo actúan adherencias por adhesión y fricción, siendo en este caso la
adherencia por fricción originada por la reducida presión trasversal radial aparecida en las
p lkNI
560
p lkNI
160 t.90

1(0

120

100

80

70

o 0,2 0,3 O,L O,SL.Imml O 0,1 0,2 0,3 o.¿ •


0,5/llmml
tL b

Flg. 5.3. Diagramas esluorzo-despiRzamlento. valores pro mediados do numerosos ensayos (segun
Trost y otros)
a) para tos elomen1os tensores Q) a @ segun Tabla 5 .1;
bl par3 elementos tensores formados por trenzas con Va adm 2630 kN según @ do Tabla 5 l.

Ftg 5 4 F•suras en ol mortero de


Inyección. arriba. on barros lisas. fi-
suras perpondlouloros por trae
olón pl.lr o. RbaJo. en barrus nervura·
das. fisuras oblloua' bielas com•
prlm1das do lo odhoronolo por corte.

probetas de ensayo En barras nervuradas se ong10a adherencta por cona al formarse en el


mortero do tnyecclón. entre ltsuras Inclinadas b1elas comprimidas entro las nervaduras de
las barras y las ondulaciones do la vaina (Fig 54) La superficie nervurada relallvo que fue
1A 0,07 para las barras GEWI y 1A = 0.02 para alambres planos norvurados, lleno aproxt·
madamente la mtsma 1nlluencia que para el caso de barras nervuradas hormtgonadas di-
rectamente Las trenzas de 7 alambres se comportaron de modo similar al dft los alambres
planos nervurados. pero condu¡eron, en los grandes elementos tensores. a ltsuras longltu-
dtnales por hendedura. quo destruyeron la adherencia, ya para desptazamtontos de .l ( ..,
0,2 mm
La hsuracion en el mortero de lnyecctón se visualizó medtanto el método de Goto. En

36
barras lisas las fisuras no mostraron inclinación alguna, por cuanto no se produjo adherencia
por corte.
La posición del elemento tensor, centrado en la vaina o adyacente a su costado, no
tuvo ninguna influencia esencial sobre la resistencia por adherencia, solamente para las
trenzas, la posición lateral condujo a una disminución.
Un grado de llenado elevado Az : Avaina es más favorable que uno reducido. es decir,
una capa delgada de mortero entre el elemento tensor y la vaina aumenta la adherencia por
corte, porque las bielas comprimidas son menos inclinadas.
La Fig. 5.5 muestra. además. el comportamiento a la adherencia en función de la
tensión de adherencia T 1 referida a f3mo• calculada con el " perlmetro activo U¡z" , que se
indica en la Sec. 5.2. Los grandes elementos tensores con esfuerzos admisibles de hasta
V 0 = 2630 kN condujeron a valores semejantes de la tensión de adherencia.
La calidad del hormigón usado en los ensayos, B 25, era conscientemente baja; sin
embargo, la adherencia falló, en todos los casos, en el mortero de Inyección, pese a su mayor
resistencia, del orden de los 50 N/mm2.
Trost recomienda distinguir entre la tensión de adherencia que corresponde a un
desplazamiento ll = 0, 1 mm para verificar la limitación de fisuras, y un valor limite de la
resistencia a la adherencia para ll = 0,5 mm. Para la adherencia por adhesión y fricción ,
dichos valores dependen de ~. para adherencia por corte, de {3 mo·
Dado que las condiciones de ensayo en la zona de inyección del mortero fueron más
favorables que las que es posible alcanzar en la práctica, donde el endurecimiento del
mortero no se produce bajo presiones tan elevadas y permanentes, pueden, naturalmente,
presentarse en la práctica valores mucho mas bajos. Esto es válido sobre todo para los
grandes elementos tensores con vainas de hasta 130 mm de diámetro, utilizados actual-
mente con frecuencia. En los grandes elementos tensores la relación entre su sección y su
perfmetro y con ella la del esfuerzo de adherencia que puede absorberse. con respecto al
esfuerzo en el elemento tensor, es más desfavorable que en los elementos pequeños.

_ l _t_
/Jmo lt N/mm2
0.28 11.,0
~
0.21. 12.0
/~
/
o. 20 10.0 1 -· /
0 ,16 B.O 1 /
--- --·-" ----
®
.,., .....,.. ...... .
/ ¡.....··-··
Q)
........ - :..=
¡....--- ·- (b)- ·
't l
0.12 6.0 1 f'/""........
,
-·-·
....., .

V/3m o
0.56 0.08 l. ,O 71
0.28 00 1. 2.0
7'.
1
......... ............... . ··-·-··· .............. (i)

o o
Ir- @

o 0.1 0,2 0,3 O.L 0,5 /llmm )

Fig. s.s. Ola~amas tensión de adherencla·desplazamTento correspondientes a Jos ensayos de Trost y


otros. Nros. (¿) a @) (ver Tabla S.l).

37
Para las condiciones usuales en la práctica, puede calcularse con los siguientes
val ores de la adherencia, en el caso de f1mo = 30 N/ mm 2•

Limite Inferior de los valores de las tensiones de adherencia para IJmo • 30 N/mm2

Superficie Carga de servicio Carga portante Coeficiente de reduo.


Tipos de acero nervurada t:. = O, l m'2' limite ción para t:. = O, 1
para pretensado relativa T [ N /mm ] t:. = O, 5 mm 'f¡ z
fR
1
~T1[N /mm2] ~ =-·-
Tl 8

barras y manojos
de alambres. lisos o l, o 1, o 0,2

al ambres planos 0 , 02 a
nervurados y trenzas 0 , 025
2, o 2,7 0,4

barras GEWI 0, 065 3,0 4, 5 0,6

Tabla 5.11.

Estos valores corresponden aproximadamente a los valores menores de los ensayos


de Trost y otros (Fig. 5.6).
Para el tratamiento analltico de los problemas de adherencia en la limitación de la
fisuraclón se decl diólnclulr en la DIN 4227 coeficientes de reducción f que corre sponden a la
relación
'T,. z tensión de adherencia en el elemento tensor , ara ll .., O,l mm.
Tt , S ldem en el acero nervurado para hormigón armado P

Ellas figuran en la columna de la derecha de la Tabla 5.11 y coinciden con los resulta-
dos de los ensayos de Trost.
Las tensiones de adherencia, en parte relativamente bajas, Influyen en la carga por·
tanta que puede alcanzarse (carga limite o carga de rotura) y en la contribución de los

~
fJ rno para t:. :: O.1 mm
0.25

o
D
0.20
1
0.15 _,.


~
.,. •
W'
0 10
D
a. r•
0.05
• 1· Flg. 5.6. Tensiones de adherencia

o
t 1"" relativas T 1 para 11 - o, 1 mm según
los ensayos de Trost, en función de
la superficie nervurada relativa 1R•
calculadas para el " perlmetro activo
o 0,02 0.06 0.08 IR de adherencia u11 " según Sec. 5.2.

38
elementos tensores a la limitación de fisuras en las vigas de hormigón pretensado. Este tema
será tratado en los Caps. 6 y 19 .

5.2. Tensiones de adherencia


En lo que respecta a las tensiones de adherencia, vale fundamentalmente lo expuesto
en (O], Tomo 1, Cap. 4, y Tomo IV, Cap. 2. Existe una diferencia, en cuanto a que los acorta·
mlentos del hormigón por contracción y fluencia lenta, sin tensiones de adherencia, son
acompar'lados por los de los elementos tensores, mientras el hormigón Junto al elemento
tensor esté sometido a un esfuerzo longitudinal de compresión.
En el Estado 1 las tensiones de adherencia son tan reducidas que pueden ser so·
portadas aun en los casos de adherencia posterior, pese a las reducidas resistencias por
adherencia. En este caso no es necesario efectuar verificaciones.
En el Estado 11, en correspondencia con las fisuras se producen picos en las tensiones
de adherencia que por lo general alcanzan el valor {:J..,1 • de modo que para valores reducidos
de 131'1 la adherencia se pierde sobre una longitud mayor que en el caso de armadura de
acero para hormigón. La deficiente adherencia de los elementos tensores debe, por ello.
ser compensada mediante armadura de acero para hormigón, cuando se desee asegurar
un ancho reducido de las fi suras (ver Cap. 19).

PERIMETRO ACTIVO
Mientras que para aceros para hormigón y para pretensado hormlgonados directa·
mente la tensión de adherencia -r 1 se calcula con el perfmetro real u .. wd = "" · 1,13 VA;.
en el caso de elementos tensores Inyectados constituidos por haces de alambres o trenzas
se adopta un valor mayor [Cuaderno 310]

uiz=n · 1, 6VAz

el que, no obstante, en general es menor que el perlmetro Interior de la vaina corrugada. Al


evaluar los ensayos de Trost, T 1 y {:JT'1 fueron calculados con este valor.
Las verificaciones anallllcas de las tensiones de adherencia de elementos tensores en
el Estado 11 son dudosas. conduciendo en la mayorla de los casos a resultados erróneos.
No obstante, son Indicadas en los casos en que grandes esfuerzos de corte. con momentos
crecientes, originan un gran aumento ll z4 1del esfuerzo de tracción en el acero tesado sobre
t.lha longitud ll l' entre dos secciones. Sí en este caso la tensión de adherencia en los
perfmetros u 2 o u12

sobrepasa el valor de la resistencia por adherencia 13.., 1 correspondiente al tipo de elemento


tensor adoptado, entonces se Impone, obligadamente, una armadura adicional para pe-
queños anchos de lisuras. SI T 1 resulta mucho mayor que /31'1, en ese oaso es Indicado. al
verlflcar la carga limite, considerar en el cálculo solamente el aumento de Zz posible de
alcanzar con /3T1 Estas verificaciones conviene realizarlas, de acuerdo con lo Indicado por la
CEB-FIP, utilizando coeficientes de seguridad parciales. es decir con factores de mayo-
ración de cargas de, por ejemplo, 'YI = 1,4 .
En el caso de pretensado en bancos de tesado, utilizando aceros para pretensado
capaces de desarrollar una buena adherencia por corte, las tensiones de adherencia pueden
ser tratadas, por ejemplo, para determinar las longitudes de anclaje o de transferencia de los
esfuerzos de tesado, como se indica en [0], Tomo 1. Cap. 4. También para las verificaciones
de la seguridad, puede calcularse de Igual forma que para el hormigón armado.

39
6
Comportamiento resistente de las vigas
de hormigón pretensado

El comportamiento resistente de este tipo de vigas, cuyas armaduras de acero poseen


distintas calidades de adherencia. sólo puede conocerse e Investigarse mediante el ensayo
de vigas suficientemente grandes. Por ello. ya en los comienzos del hormigón pretensado,
se efectuaron numerosos ensayos. Utilizaremos aqul algunos de ellos. con el objeto de
explicar el comportamiento resistente.

6.1. Comportami ento resistente en el caso d e solicitació n p or fl exión

INFLUENCIA DE LA ADHERENCIA

En el caso de vigas, fabricadas en bancos de tesado con adherencia Inicial entre el


acero para pretensado perfilado y el hormigón, el comportamiento resistente a la flexión es
casi Igual que el correspondiente a vigas similares de hormlgon armado, es decir, que la
calidad de la adherencia alcanza para mantener el concepto de la conservación de las
secciones planas, hasta la carga limite, de modo que la verificación de la carga portante
puede efectuarse sobre la base de un diagrama lineal de doformaclones.
Cuando se trata de vigas con adherencia posterior, en especial cuando se utilizan
los hoy usuales grandes elementos tensores, la debilidad de la adherencia descrita en el
Cap. 5 debe Influir perjudicialmente sobre el comportamiento resistente. Esta circunstancia
era conocida desde hace tiempo y por ello se aprovechó la construcción del primer puente
ferroviario de hormigón pretensado en Heilbronn en 1950, para realizar ensayos en gran
escala en vlgas·oajón, sobre los que se informó en el Cuaderno 115 de la DA!Stb. Para
destacar la Influencia de la adherencia, se ensayaron una viga A con adherencia y una
segunda B, Idéntica, pero sin adherencra. La Flg. 6 1 muestra las vigas de ensayo con la
disposición de las cargas. La tensión previa se obtuvo mediante dos elementos tensores,
cada uno con un esfuerzo admisible de pretensado de 2350 kN, constituidos por trenzas
de 0 25 mm de St 1350/1800 (sin revenir) dentro de vainas rectangulares de 70 x 70 mm
de sección
En la viga B, estos cables de trenzas estaban ubicados en ranuras abiertas ub1cadas
en las caras laterales de la viga-cajón, con un trazado poligonal y con chapas de deslizamiento
dispuestas en los puntos de cambio de dirección. El dla de la carga el hormigón tenia una
edad de 58 dlas y una resistencia cúbica promedio de 65 N/ mm 2 , la edad del mortero de
inyección era de 27 dlas y su resistencia promedio de 40 N/ mm2

40
p p

l.•. .- 6.0 --ti

v1ga A con adherencia B sin adherencia


t 1,8

+----~
1.0

~~~~~=~0,15
70/70mm A,ll t 1
/
V0 : 2300kN ( ?3.::> t'~

L Flg. 6.1. VIgas de ensayo Kornwesthelm ( Re p. Fed. de Alemania) para el pn mer puente lerrov•arlo
de hormigón pretensado, construido en 1950.

La Fig. 6.2 muestra la gran diferencia entre las configuraciones de fisuras al alcan-
zarse la carga limite En la viga A. con adherencia. aparecieron entre las cargas 16 risuras
con una separación media de 370 mm En la B. sin adherencra, se origmaron sólo unas
pocas fisuras. con una separación del orden de 1.2 a 1,6 veces la altura de la vrga
Las fisuras de la vrga 8 , ni bien se formaron, se abrreron ampliamente y se bifurcaron
en la zona supenor La armadura de acero para hormlgon ubicada en el cordón traccionado.
constituida por 5 barras de 0 t O mm, no estuvo en condiciones de evitar la abertura Inme-
diata de las fisuras, por cuanto dicha armadura, debido al Incremento brusco de tensión al
formarse las fisuras, ya estaba solicitada por encima del llmlte de escurrimiento.

v1ga A con adherencia

~
t_ para P 760 kN
60m {

v1 ~ 11 J
viga B s1n adherencia
J ~f 1r r r rr ¡J
~ 6.0 ~

r
1
r por¡¡ P • 650 I< N

..,....
r 1

l
1
1
1- L l J 1
~

Flg. 6 2 Configuración de fisuras de las v1gas en la zona comprendtdn entre las cargas, al alcanzarse
la carga limitO

41
La elástica de deformación -dependiente de la carga- (Fig. 6.3) muestra la sensible
diferencia en el comportamiento resistente. que se origina en el Estado 11.
La viga A, con adherencia, se curvó menos y alcanzó una carga de rotura de 900 kN,
mientras que la B, sin adherencia, ya para 600 kN falló en la zona comprimida. De ahl que la
falta de adherencia condujo a una reducción de la capacidad de carga del orden del 30 %. En
la viga A, sin embargo, la carga de rotura recién se alcanzó para una flecha extremadamente
grande, la que, para adherencia total hubiera sido menor.
Debido a la deficiente adherencia por adhesión, las frsuras se abren más que para
adherencia total, el eje neutro se desplaza, en correspondencia, hacia arriba, las deforma-
crones del hormigón en la zona comprimida por flexión crecen més rápidamente, mientras
que los alargamientos del acero pretensado en la zona tracclonada quedan rezagados. El
correspondiente diagrama de deformaciones (Fig. 6.4) muestra un acodamiento nltldo a nivel
del eje neutro. Las tensiones en el acero para pretensado se rezagan y éste, generalmente,
no puede ser aprovechado totalmente, por cuanto la zona comprimida por flexión falla antes.
Las vigas de ensayo aqul analizadas, debido a la elevada calidad del hormigón, B 65,
poselan una Inusual capacidad portante de la ancha zona comprimida, lo que explica las
grandes flechas alcanzadas antes de la rotura.
Además, es Interesante el hecho de que, aun para el doble de la carga de flsuraclón y
pese a la muy débil armadura de acero para hormigón, luego de la descarga las fi suras se
cerraron totalmente y también prácticamente no se produjo ninguna deformación permanen-
te. Esto muestra que las vigas de hormigón pretensado, que por cargas extraordinarias
resulten solicitadas una vez por encima de la carga de servicio, se recuperan siempre que la
abertura de las fisuras se haya mantenido reducida.
Los Ferrocarriles Federales realizaron en ese entonces ( 1950), simultáneamente,
más ensayos con otros elementos tensores; asl por ejemplo la viga experimental C. con

kN

900
1 1 1 ,.--
; ====t
1
l rotura
800 a<::::::::::i L ! a los
• 900kN
t 1
1
'
1
700 .

------------
600 viga A, con~
...-
~;,;alos
600kN
500
~
1.00
A V "'"" viga B, sfn adherencia

300
j 7f!
i l'1
100
f ¡ ;descarga

o
11 25 50 75 100 125 150 175 200 225 2SO mm
flechas f en f/2

Flg. 6.3. Diagramas carga-flecha de las vigas A y B.

42
d= t,Om
diagramas de f en l/2

L ~~
para P .. 500 kN
longitud de medida 500 mm

Fig. RA. Diagrama de deformaciones a lo alto de la viga en l/2. para aproximadamente 1,<4 veces la
carg . de servicio.

+-- - - - - taocm - - - -....rr-


~7mm estrlbos ~ ?mm o : 30cm

eje neutro
o
Flg. 6.5. Sección de la v1ga
!2
o= 30cm
experimental C. el resto Igual
a la de Ag. 6. 1. pretensada
con 16 0 26 mm. SI 600/900.
elementos tensores sistema
Dywldag. .¡_ 40 -J..pretensado: 16 0 26 mm. St 600/900

¡
;p P máx. • 580 kN
6.0 m 1P
_

Flg. 6.6. Configuración de lisuras de la viga C para la carga limite.

sección de viga-placa que muestra la Flg. 6.5, pretensada con 16 0 26 mm de St 600/900


(elementos tensores Dywldag) dispuestos muy juntos en el cordón traccíonado. la viga fue
dimensionada para una carga de servicio menor que la de las vigas A y 8 , de modo que la
carga de rotura sólo fue de 580 kN. En dicha viga aparecieron 23 fisuras entre los puntos de
aplicación de las cargas. lo que corresponde a una separación media de 260 mm (Fig. 6.6).
El diagrama de deformaciones, en este caso, se mantuvo casi lineal hasta la rotura (Fig. 6. 7).
Según ello, la adherencia fue suficiente para forzar la colaboración del acero para preten-
sado, pese a que la resistencia a la adherencia de los elementos tensores empleados, de
acuerdo con los valores experimentales indicados en el Cap. 5, también resulta muy Inferior
a la de los aceros nervurados para hormigón. El comportamiento favorable surge del hecho
de que las 16 barras. referidas a su carga de rotura Zu ""' 7600 kN, poseen un perlmetro
total en la capa de mortero entre las barras de acero y las vainas, de Iu = 16 '" · 28 mm ..,
1400 mm. De ahl que el perlmetro relativo resulte ser ;:~~ • 0,18 mm/kN. mien-
tras que para la viga A dicho valor es de solo 0,059, es decfr, del orden de un tercio.

43

....
F1g. 6 7 D1agrama de defor-
alargamientos acortamientos mac•ones de la v1ga experi-
mental C, para aproximada-
variaciones de longitud en OJoo mente 0,8 de la carga limite.

t-1.6 m -f-
VIga 1 VIga 111

~'l't= L8 N1mm2 mortero de Inyección


f)
Cl1
= L2 N/mm2

F1g 6.8 SecCiones transversales de las vigas experimentales de H Trost

\' 1.6 m - - - - - - - .f-


! VIga !

1r r J l
VIga 111

Flg. 6.9. Configuración de U·


sures de las vigas e)Cperlmen·
tales de H. Trost

La repartición del esfuerzo de pretensado requerido entre muchos elementos tensores más
peque"os mejora en consecuencia el comportamiento resistente, porque las tensiones de
adherencta se reparten sobre el perlmetro disponible de las superficies en que se desarrolla
la adherencia y con ello resultan menores. Este efecto aparece solamente cuando una zona
tracc1onada puede cubrirse en forma relativamente compacta mediante olementos tensores.

44
H. Trost realizó en 1975 en Aqulsgrán ensayos con vigas más pequel'\as. pretensadas
con un único elemento tensor de 0 26 mm, St 600/900 y con una armadura adicional de
sólo 2 0 6, correspondiente a la armadura mlnima prevtsta en aquel momento por la
DIN 4227 (Fig. 6.8): ver también [22], vigas 1 y 111.
En la viga 111, al originarse la primera fisura de flexion, se observó de inmediato un
ancho de hsura de 0 ,8 mm. De las deformaciones medidas en el acero y de este ancho
de fisura, pudo calcularse que la adherencia por corte del elemento tensor. al originarse la
fisura, ya se habla destruido sobre una longitud de aproximadamente 1,O m y que la muy
débil armadura mlnima, al producirse la primera fisura ya estaba solicitada por encima del
limite de escurrimiento. Las configuraciones de fisuración (Fig. 6 .9) confirman, por la gran
separación de las fisuras y su bifurcación superior, la deficiencia de la adherencia y la gran
debilidad de la " armadura mfnima".
Según esto, la deficiente calidad de adherencia de los elementos tensores Inyectados,
aun para las pequeñas unidades, conduce a un comportamiento a la flsuración inservible y,
naturalmente también, a una reducción de la capacldad portante. En 1974, A. Brenneisen
realizó en Lleja una serie numerosa de ensayos con vigas de secclón en I (ver Flg. 6 .1 0),
di mensionadas para la mis ma capacidad portante. La viga 1 posefa un único elemento
tensor, constituido por 20 0 7 mm St 1400/ 1600, mientras que la viga 5 estaba armada
solamente con barras de acero para hormigón . constituida por 2 0 22 ~ 4 0 25 mm
SI 420/500. Las vigas 2 a 4 tenlan elementos tensores de 17 0 7, 14 0 7 y 11 0 7 y una
armadura de acero para hormigón complementaria de 6 0 8, 6 0 12 y 6 0 16 mm.
l La Fig. 6 .11 muestra los valores medidos de los máximos anchos de las fisuras,
promedios de 6 vigas. en parte cargadas estáticamente y en parte dinámicamente, en fun-
ción de los momentos flexores. También aqul es posible observar claramente que el elemen-
to tensor por si solo, pese a la adherencia, no se encuentra en condiciones de limttar el ancho
de las fisuras, y que más bien es necesario disponer de una considerable cantidad de
armadura de acero para hormigon para alcanzar dicho objetivo y con ello un comportamiento
resistente sufictentemente tenaz de la viga de hormigón pretensado. La viga 2, con 6 0 8
en el cordon tracclonado, tenia una cuantla de armadura. referida a la zona de tracción del
hormigón, de ll bZ • 1,2 %. Al nivel de carga correspondtente a la carga admisible de servi-
cio. la viga 2, con un grado de pretensado de más o menos 0 ,7, mostró los mrnlmos anchos
de fisuras.

1
r 2 .0
1
1
j
~ 5.0

vigas 2- 4

As Para las armaduras ver F1g 6 11

Ag 6 1u St•ll• • do onsayos de A Brennetsen, efectuados on I.Jeja, con grados de tensión previa


vartado·. IM'•' 11111:11 capacidad portante Secciones trasversales

45
M (kNml

220

vigas Az As
o 20~7
ü
-~
111 2 171>7 6 ~ 8
"'
Gl
"1:1 ) 14~7 6 "12
ni
...
Ql
al
l. 11~7 6~ 16
u
S l. cns
. 2. 22

w mth. (ancho máxi mo


0.1 0.2 0.3 0.1. 0.5 de fisuras) [mm]

Flg. 6 . 11 . Anchos de lisuras mhlmos para M crecientes para dlslintos grados de tensrón previa.
expresada por 1-'zll-'e· valores medios de 6 vigas luego de actuar cargas estáticas y dinámicas (Ensayos
d~ Brenne1sen).

Conclusiones

De los comportamientos resistentes observados en_los ensayos debe concluirse que


la deficiente calidad de la adherencia de los elementos tensores inyectados debe compen-
sarse mediante el agregado de una cantidad suficiente de armadura de acero para hormigón,
cuando para el caso de cargas extraordinarias o de coacolóh no tenidas en cuenta, se desee
que, pese a la existencia de pretensado total , las fisuras originadas resulten lo suficiente-
mente finas para que no sean perjudiciales. La necesidad de recurrir a una armadura de
acero para hormigón complementaria resulta naturalmente más justificada en los casos de
pretensados limitado o parcial. Pero también, e Independientemente del grado de pretensa-
do, es necesaria para mantener reducida la pérdida de capacidad portante, asegurando asl
la capacidad de carga total, usualmente calculada para adherencia total y, con ello, garanti-
zar el grado de seguridad sobre el que se basó el cálculo.
En la edición 1979 de la DIN 4227, estos conceptos relativos a la armadura mlnima
requerida aun no han sido contemplados. En los Caps. 18 y 19 de la presente obra se
Indican los criterios a seguir en este caso.

TENSIONES EN El ACERO EN EL CORDON TRACCIONADO POR FLEXION


Para comprender los estados de tensión en las vigas de hormigón pretensado es
importante tener un panorama claro de la distribución de tensiones en el acero, debida a la
solicitación por flexión. En la Fig. 6.12 se ha representado la distribución de las tensiones
crz en el elemento tensor con carga creclente. Inicialmente, la tensión previa origina la tensión

46
~z +---------------------------------~~~-7------~.-
de rotura por
agotamiento de resis-
tencia del acero
carga de rotura por agotamiento
de resistencia del hormigón

zona de d1sperslón en función de la


calidad de la adherencia

¡¡
>111
o. N
e o
,...co.
'()
'üj
e
~ c:i el acero para hormigón fluye
o - Psz - - - -------- - --==-
-- --
10
ni

"'111
:e
'ii
E
111
q;
- P. ------------ ...... -
...
"'o>
o
Q,

1.75(G•PI Carga O ~G · P
carga port. nec. •
carga rot. de célculo

Flg. 6 . 12. Diagrama de tensiones en el acero para pretensado y en el acero para hormigón, en
vigas con pretenaado total, para Incrementos de carga hasta alcanzar las cargas limite y de rotura
debidas a flexlon.

trz. vo· Por contracción y fluencla lenta del hormigón esa tensión se reduce del valor u 8 + k·
Al pretensar, la estructura generalmente se eleva sobre su apoyo (encofrado o banco de
tesado), de modo que ya al aplicar la tensión previa, actúa el peso propio y no origina en el
elemento tensor tensión adicional alguna. Esta elevación (curvatura negativa o contraflecha)
depende, por cierto, del grado de pretensado y, en especial, de la recuperación elástica del
encofrado.
SI la estructura pretensada se carga, las tensiones en el acero del cordón tracclonado
aumentan en forma completamente insignificante, en un valor A trz • n · ub. En esta expre·
slón, Ub es la tensión de flexión en el hormigón al nivel del elemento tensor, que reduce
la tensión de compresión en el hormigón, originada por la tensión previa en el cordón
traccionado. Generalmente su valor queda comprendido entre 2 y 15 N/ mm 2. En conse-
cuencia, el aumento de la tensión en el acero puede llegar a ser del orden de 6 x 15 =
90 Nl mm 2, es decir, sensiblemente menor que la tensión de 240 Nl mm2 habitual en el acero
para hormigón bajo carga de servicio.
En los casos de pretensado total y limitado, el aumento de la tensión en el acero del
elemento tensor se mantiene reducido hasta alcanzarse la totalidad de la carga de servicio
(G + P) El posterior aumento de carga conduce a que se sobrepase la resistencia a la
tracción del hormigón y al producirse la primera fisura el esfuerzo de tracción en el hormigón
del cordón debe transferirse instantáneamente al acero del cordón tracoionado. La tensión

47

.....
en el acero aumenta bruscamente, tanto más, cuanto mayor sea la resistencia a la tracción
por flexión del hormigón y cuanto más débil sea la armadura de acero para hormigón. Un
posterior aumento de carga origina, entonces, un crecim•ento rápido de las tensiones en el
acero, con lo cual la inclinación del diagrama Q-u depende de la cuantra de la armadura
del cordón traccionado (#Lz + #Ls· acero para pretensado + acero para hormigón) y de la
calidad de la adherencia. Cuanto menor sea la calidad de la adherencia tanto más se sustrae
el acero para pretensado de absorber el incremento de tensión, es decir que el diagrama de
tensiones seré más aplanado. Esta disminución de tensiones hace que las secciones ya
no se mantengan planas, es decir que el diagrama de deformaciones deJa de ser lineal (ver
Fig. 6.4). La calidad de la adherencia puede mejorarse mediante la cuantla y la distribución
de la armadura de acero para hormigón que se coloque. La colaboración de esta armadura
Impide entonces una elevación demasiado rápida del eje neutro. La rotura puede producirse
por falla de la zona comprimida por flexión, antes de que el acero pretensado alcance la
res1stencla a la rotura.
En la Flg. 6. 12 se ha representado también la correspondiente variación de las
tensiones u 5 en el acero para hormigón. El pretensado origina en este caso, en primer
término, tensiones de compresión. El acero para hormigón se mantiene comprimido hasta
que. en las correspondientes fibras de hormigón, se produzca tracción. Cuando el hormigón
se fisura, el salto de tensión es aproximadamente igual al valor 6 cTz El posterior aumento de
u·s ocurre sin embargo con una pendiente algo mayor, deb1do a la mejor adherencia. Cuando
se ha colocado suficiente acero para hormigón, es posible aprovechar ambos tipos de acero
hasta el limite de escurrimiento, suponiendo que el valor limite del esfuerzo de compresión en
la 2ona comprimida por flexión sea mayor que el valor lfmlte del esfuerzo en el cordón
traccionado A 2 /3z. 0.2 + As /3ss·

Observación Importante
En las estructuras de hormigón pretensado. en el caso de llexlon. las tensiones en el
acero de los elementos tensores no varían proporcionalmente a las cargas. Por ello, la
tensión admisible del acero al ser pretensado rr 2 vo no da ninguna •dea respecto de la
seguridad; antes bien, en el caso de tlexíon puede' contarse conscientemente con un valor
mayor que el correspondiente a elementos tensores de acero. para los cuales, para la carga
de servicio vale rradm - Pss . cuando se adopta un coeficiente de seguridad glo-
1,7
bal de 1 , 75. Las tensiones admisibles en el acero para pretensado son sensiblemente su-
perfores a dicho valor. En cuanto a la seguridad de las estructuras pretensadas con respecto
a la falla del acero, es determinante, única y exclusivamente, que la carga llmlte, al alcan-
zarse rrz = 130,2· sea por lo menos Igual a la carga de servicio empleada para el cálculo,
multiplicada por el coeficiente de seguridad global. Simultáneamente, la armadura de acero
para hormigón puede estar aprovechada con u 5 = f3s .
La variación no lineal de las tensiones rrz en el acero conduce a ventajas en el
cálculo, cuando el concepto de seguridad se utiliza sobre la base de factores parciales. de
acuerdo con las prescripciones modelo del CEB-FIP de 1978, en las cuales para la carga
portante necesana, se cons1dera un factor de mayoraclón de cargas de sólo -y 1 - 1 ,4 a
1,5 y. para el limite de la capacidad portante, el valor /3o.2 de la resistencia de cálculo del
material (acero) se adopta con un coeficiente de mlnorac1on de tensiones de sólo 1,15.

TENSIONES DE COMPRESION EN EL CORDON COMPRIMIDO POR FLEXION

Las tensiones de compresión en el hormigón tampoco son proporcionales a las


cargas Por esta razón, el mantener en el hormigón pretensado las tensiones adm•slbles
para la carga de servicio no constituye ninguna medida de la seguridad de la estructura. Por
ello es Imprescindible, en el caso del hormigón pretensado. realizar verificaciones de la

48
capac1dad portante limite y de la seguridad a la rotura según la DIN 4227. Puede prescln-
dirse de la verificación de tensiones para la carga de servicio, en la forma ex1gida por la DIN
4227, cuando se respetan los limites admisibles de deformación y de llm•taclón de fisuras.

DIAGRAMA MOMENTOS-CURVATURA
Para apreciar el comportamiento portante de las vigas de hormigón pretensado, fl.
nalmente, resulta instructivo analizar los diagramas momentos-curvatura (Fig. 6. 13 a).
Al pretensar, se origina en primer término una curvatura negativa, que hace que se
haga presente el efecto del peso propio, de modo que se superponen los momentos negati-
vos Mv con los positivos M 9. En el caso de pretensado total, queda como remanente un mo-
mento Mv + g negativo y, en consecuencia, una contraflecha. Al actuar la sobrecarga P
la contraflecha se translorma en una flechª con curvatura positiva, el diagrama M ·~~: es
empinado y lineal, porque la rigidez a la flexión K~ en el Estado 1 es elevada y constante.
La transición al Estado 11 debida a la fisuraclón está ubicada en el hormigón pretensado
por encima de la correspondiente al hormigón armado, por el efecto del esfuerzo normal de la
tensión previa y no es brusca sino gradual. El desarrollo posterior depende de la rigidez al
alargamiento del cordón tracclonado. Es menos Inclinado que en el caso de una viga de
hormigón armado sin pretensar, en cuyo cordón tracclonado existe sensiblemente más
armadura que en una viga pretensada, en la cual una parte del cordón tracclonado está

rotura

M -SL. momento limite. SI


e. •llo.z

rotura

--lLG', • Po,?
momento limite V

protonaado carga
IOIBI
Mv·o·P- r-- de llsuraclón V

carga do llsuraolón SI
Mp

..
-~ /'
t'M.h

curvatura relativa
~has
curvatura posi1iva

lAg 1 --._ ~ción SI acero para hormigón


V acero para prelensado

t/
unlcamonto M..
-M curvatura negaliva

F1g. 6 13 a. Diagramas momentos-curvatura de vigas de hormigón pretonsodo y do hormigón armado


con una capacidad portante Mu aproximadamente igual.

49
cargas

mclinaclón - 1 (EA) del cordón


tracclonado A-,< • s

pretensado - -
total

hormigón armado V .. O (pretensado nulo)

-l(.h curvatura relativa •l(. h


~
curvatura negativa debida a V
para una viga Ingrávida curvatura positiva

Flg. 6. 13 b. La diferencia de comportamiento en lo que respecta a la curvatura por fle xión entre el hor-
migón pretensado y el hormigón armado, resulta más evidente cuando se repre sentan los diagramas
cargas-curvatura.

constituida por el acero para pretensado, de alta resistencia. La rigidez al alargamiento del
cordón tracclonado en las vigas de hormigón pretensado resulta, además, Influida por la cali-
dad de la adherencia.
Lo que acontece con la curvatura resulta más claro cuando ésta se representa en
función de las cargas y no de los momentos (Fig. 6.13 b). En este caso la diferencia entre
ef hormigón pretensado y el hormigón armado resulta muy clara. Mientras que la curvatura
para la carga de servicio se reduce considerablemente por el pretensado, las vigas de hormi-
gón pretensado muestran, para la capacidad portante Jrmlte, aproximadamente la misma cur-
vatura y con ello casi la misma flecha que las vigas de hormigón armado. La viga de hor-
migón pretensado, sin embargo, tiene la ventaja de que, luego de sufrir una sobrecarga y
pese a flsurarse, vuelve a comportarse como en el Estado 1, siempre que el acero pretensado
no haya sido solicitado por encima del lfmlte de elasticidad.

6.2. Comportamiento resistente para esfuerzo transversal. Solicitación


al corte o reabalamlento
El pretensado longitudinal de las vigas reduce las tensiones principales Inclinadas
de tracción mediante la componente crx. v y aumenta su Inclinación con respecto al eje de
la viga, de modo que las lisuras de corte en las vigas de hormigón pretensado llenen una
inclinación menor que en las vigas de hormigón armado. Análogamente las Inclinaciones
de las bielas Ideales comprimidas, de sólo 25 a 35°, son mucho menores que las de 45°

50
..

.... .
#
correspondientes a la analogfa clásica del reliculado. Unicamente en las zonas de cargas
concentradas o sobre apoyos intermedios de vigas continuas, también en las vigas de hor-
migón pretensado aparecen configuraciones de fisuras en abanico. de modo que resultan
cnevitables las fisuras a 45° y con ello bielas ideales inclinadas a 45° (Flg 6. 14). Por esta
razón algunos Ingenieros llegaron a la conclusión de que las vigas de hormigón pretensado,
desde el punto de vista del cone no mostraban un componamlento más favorable que las de
hormigón armado.
Ensayos de cone realizados en Stuttgart, Zurlch, Oelft, Gotemburgo y en otros lu-
gares indicaron, sin embargo, en forma clara que el pretensado reduce cada vez más los
esfuerzos de tracción en el alma de la viga, a medida que aumenta el grado de pretensado.
de modo que se necesita una menor armadura de corte en las vigas pretensadas que en
las vigas de hormigón armado.
Como demostración, comentaremos brevemente los ensayos de Stuttgart [5] y de
Zurích f61. Tres vigas I según Flg. 6 .15 fueron ensayadas, con la misma armadura e Iguales
dos elementos tensores constituidos por 12 alambres de 0 12,2 mm de St 1250/1400 cada
uno. Los elementos tensores fueron tesados con esfuerzos distintos, del 100 °/a, 50 % y
1 O % del esfuerzo admisible de pretensado. La Fig. 6.16 muestra la configuración de fisuras
para la carga limite. Las fisuras en torma de abanico debajo de la carga concentrada son casi
Iguales: sin embargo, tuera de la zona en abanico, las fisuras, para 100 % V se desarrollan
sensiblemente más aplanadas; en las zonas cercanas a los apoyos aparecieron lisuras de
corte que no parten de las de flexión, sino que se forman sólo en el alma y son de corta
extensión.
La armadura de corte estaba constituida por estribos a una distancia de 140 mm.
calculados, en la mitad Izquierda de la viga con 0 16 mm para la cobenura total del cone
y en la mitad derecha con 0 12 mm para una cobertura 17 • 52 % del corte.
Las tensiones medidas en los estribos mostraron claramente la fuerte Influencia del
grado de pretensado (Fig. 6. 17). Para solo un 1 O % de tens1ón previa, los estribos dimen-
sionados para 17 • 0,52 alcanzaron el limite de escurrimiento. El dtagrama de las tens1ones

Zonas de distintos comportamientos portantes

,. m
ux,u • 0,25 Ow 1~ lmmlJ
Zona
Zonas de 0 - b Q •

lntroduoolón \ m Introducción
6¡, 11 • O, IL flw 1~ lmm11

Flg. 6. 14. Oonflguraclón de fisuras de corte en una VIga de hormigón preaensado con una carga
concentrada, poco antes de alcanzarse la carga llmile Zonificación de los tipos do lisuras.

1" " 1J .••, p


)1 • -
• ~(1 ,

:n: ~~
~
•¡ •
estr bosf'v ,, .. 6.50
estribos•11
'1!.' J'l .r) , l1''- '
~;

7.00 lOS

Fig 6 1S VIga ensoyada al corte en Stuttgart para determinar le Influencia del grado do pretensado

51
100%

Fig. 6 16 Comporac•on de las conltguroc•ones de lisuras de corte de las v1ga s con V t OO .. y


V = 1O 0 o del esfuerzo admiSible de pretensado. para la carga hmlle.

LJOt - - - -

Fig 6. 17 Tensiones méxlmes en los ostnbos en le


mitad de la v1ga armada con "' 0.52. para los tres
grados de pretensado

medidas en los estnbos tiene mayor pendiente que el correspondiente al reticulado clásico,
lo cual, en este caso, es una consecuencia de la menor ngidez al alargamiento del cordón
tracclonado, constituido por acero de alta resistencia, el que no seria admisible de nlngun
modo para el caso de no e><lstir tensión previa. Su cuantla de armadura Mz a 0,39 %
queda muy por debajo de la necesaria cuando no existe tensión previa, que es IJ.s • 0,94 %.
los ensayos de Zurich de B. Thürllmann mostraron también la considerable Influencia
del grado de pretensado sobre los esfuerzos de tracción en el alma (Fig. 6 .18) En este caso
se ensayaron vigas con grados de pretensado comprendidos entre O % y 100 % , en los
cuales, en el cordón lracclonado. se combinaron las armaduras para hormigón y para preten-
sado, de modo tal de oblener la m1sma capacidad portante del esfuerzo de tracclon Z al
alcanzarse el limite de escummlenlo. Es decir. que en este caso la rigidez al alargamle.lto
del cordón tracctonado vanaba en función del grado de pretensado También se hizo vanar
aqur la cuantla de armadura de corte entre 1-'s = 0 ,9 % para pretensado • O hasta
J.Ls = 0 ,38 % para pretensado total (correspondiente a un grado de cobertura al corte de
l7 = 0,6) El diagrama de los esfuerzos de tracción en los esrribos en luncton del esfuerzo
de corte O (Ftg 6 .18) muestra en forma clara que aquéllos disminuyen considerablemente
al aumentar el grado de pretensado,y a pesar de la fuerte reducción de la cobertura al corte
para un elevado grado de pretensado las tensiones en los estribos permanecen, hasta
alcanzar la carga de rotura, muy por debajo del limite de escurnmlento.
--
52
Este efecto favorable del pretensado sobre los esfuerzos de tracción en el alma se
explica por el hecho de que las bielas ideales comprimidas en la zona de momentos flexores
reducidos son poco Inclinadas y que en la zona de los grandes momentos flexores, por
ejemplo en los apoyos Intermedios de las vigas continuas, una parte del esfuerzo de corte
creciente con el esfuerzo de pretensado, se mantiene ubicada en la zona comprimida pQr
flex1ón y de esta forma el esfuerzo de corte en el alma, pese a que en dicha zona la
1nclinac1on de las bielas comprimidas es de 45°, queda ubicado muy por deba¡o de los
valores de la analogla clásica del reticulado .
..
E -
~ ~~~~~~~~~--~--~ Viga Ao A, A2 Al A,
z grado .de pretel)
""e: sado (%] o 25 so 75 100
Q)

~tOO 1--1--J.---1-
11Ls ["lo 1 0,86 0,64 o,u 0,22 OP2
N 11Lz 1"lo 1 o o.os 0,08 o." 0.20
<ll
o
.J:J
~ :J]O 1---t-
lllls• z \ ['lo ) 0,86 0,69 0,51 0,36 0,22
GJ
<ll
P.s arm. de corte 0,90 0,75 0,62 0,46 0,38
,g

a 45°

F1g. 6. 18. Aeducclon de los esfuerzos de tracción en


tos estribos en vigas con grados crecientes de preten·
sado. La tabla da las cuantlas de armadura correspon.
dientes a los c11shntos grados de preten sado (Ensayos
de Zunch [BJ.,

HL L. HQ2
E 2 l%o ( 3 2 1 %o l
1 1

2 <t> 16

Ftg. 6 .19 Diagramas de deformaciones en la sección en correspondencia con un apoyo IntermediO


de vigas continuas, poco antes de alcanzarse la carga llm1te. Desarrollo acodado dobldo a a en la zona
de grandes M.

53
P at,8MN

1! aliN/mm'
prefensado. 100'1.

200
LOO Flg. 6.20. En la zona a, las tensiones en los es-
IY, eo en Ntmm1 tribos son visiblemente menores que en la zona
·tensión en los estribos en la mitad b ; corresponde a la viga de Flg. 6 1S, pretensada
de la altura del alma (valores medios) con 100% V.
cerca de la carga de rotura
La parte del esfuerzo de corte absorbida en la zona comprimida por flexión origina una
Inclinación pequef\a del esfuerzo de compresión resultante en el cordón. por lo que se acerca
más al borde de la viga que en el caso de flexión pura y, con ello, aumentan también las
tensiones de flexión en el borde.
Esto vale también para las secclones compuestas muy perfiladas en las zonas de las
alas comprimidas muy cercanas al alma. Una confirmación de lo anterior también resulta del
desarrollo del diagrama de deformaciones (Fig. 6. 19), el cual, para M + Q , a nivel del e¡e
neutro muestra un codo aún más pronunciado que en el caso de fleiCión pura Este desarrollo
acodado del diagrama de E aparece también en las vigas de hormigón armado con buena
adherencia de los elementos traccíonados. y tiene su origen, principalmente, en el esfuerzo
de corte.
Al dimensionar la armadura de corte. puede por ello tomarse en cuenta la Influencia
fayorable del pretensado, que disminuye los esfuerzos de tracción en el alma, como ocurre
en el proyecto de norma del CEB-FIP para el método estándar, pero que, lamentablemente.
no se contempla en la DIN 4227, edición de 1979.
Los ensayos también mostraron que en vigas pretensadas de sección compuesta
(perfiles I o vigas-cajón) puede diferenciarse una zona de fisuras de corte a en la que las
fisuras de corte no arrancan de las de flexión, sino que comienzan en el alma (Flg. 6.14). En
dicha zona existe una reducción adicional de los esfuerzos de tracolón, porque tanto el
cordón comprimido. como el de tracción con compresión previa. gracias a sus grandes
rigideces en el Estado 1 absorben sin fisurarse una gran parte del esfuerzo de corte. Los
resultados de mediciones correspondientes a tensiones en los estribos para JJ.s constante,
representados en la Flg. 6.20. muestran cuánto menores son allf los esfuerzos de tracción
en el alma.
En dicha zona a puede, por ello, reducirse aün más la armadura de corte. La zona a
comtenza donde la tensión de tracción uu en el hormigón, calculada para el Estado 1 en el
borde inferior y debida a la carga limite necesaria, alcanza el valor u u • 0,25 {3~1 3 [N/mm2].

EXPERIENCIAS OBTENIDAS EN LA PRACTICA

El autor, en sus casi treinta años de práctica con vigas de hormigón pretensado
-también con v1gas de grandes luces para puentes- no ha observado nunca, para cargas
de servicio, fisuras de corte en las almas que fueran visibles a simple vista, ni siquiera cuan-
do las tenstones principales de tracción para la totalidad del esfuerzo de corte, calculadas en

54
la forma usual para el Estado 1, sobrepasaban considerablemente los valores de u¡ adm.
de la DIN 4227. Los resultados de ensayos aclaran esta observación y muestran, además,
que cuando aparecen fisuras, las mismas deben permanecer capilares, porque las tensiones
en los estribos, para la carga de servicio, se mantienen muy reducidas, también para pro-
tensado parcial (Fíg. 6.18). Un pretensado de las almas con elementos tensores especiales
(denominados también agujas de corte), en general no es necesario por la razón expuesta,
pudiendo, además, llegar a ser perjudicial en las zonas de anclaJe por cuanto por pertur-
bactones localizadas, afectan el flujo de las tensiones. Los elementos tensores del alma sin
embargo ltenen sentido cuando existen cargas aplicadas en el cordón inferior. En lo que
respecta a los esfuerzos lnollnados de compresión en las almas, las tensiones de compre-
sión que originan, naturalmente resultan aumentadas por el pretensado longitudinal. Los
ensayos Indicaron que los esfuerzos en las bielas Ideales comprimidas pueden determinarse
en forma satisfactoria mediante la analogla del reticulado, para lo cual, en las zonas de
grandes momentos flexores, se asigna al alma únicamente la parte del esfuerzo de corte que
queda luego de deducir la que corresponde a la zona de compresión por llexión.
La capacidad portante del alma para compresión Inclinada. resulta Influida por los
elementos tensores ubicados en ella. Sin embargo, para lograr una rotura por compresión, en
los ensayos fue necesario adoptar almas eJClremadamente delgadas. por cuanto el colapso
de las bielas recién se produce cuando prácticamente se ha alcanzado la resistencia pris-
mática a la compresión. Por elfo, en general, en las vigas de hormigón pretensado, las
tensiones de compresión en las bielas Ideales comprimidas no son determinantes para el
dimensionado.

6.3. Influencia de los elementos tensores curvos sobre la capacidad


portante al corte
Al principio se opinaba que, en la viga simple, la mejor solución consislfa en disponer
los elementos tensores en forma parabólica, por cuanto los esfuerzos verticales de desvfo del
elemento tensor curvo dlsmlnuran el esfuerzo de corte que actuaba sobre el hormrgón.
Tambtén en este caso fue necesario aclarar previamente, medlanle ensayos, que al pasar
a la carga limite. este efecto disminura. No se habla tenido en cuenta que también en este
caso. las relaciones de rigideces juegan un importante papel. Cuando el cordón traccionado
Inferior es muy débil, las bielas Ideales comprimidas que se dirigen hacia el apoyo, ya no se
apoyan abajo sino contra el anclaje del elemento tensor. más rlgldo y ubicado més arriba
(Fig. 6.2 1 ).
En consecuencia, la biela comprimida es menos Inclinada y la parte del esfuerzo de
corte absorbida en la zona comprimida por flexión, menor. Por ello los ensayos mostraron ,
1
para las vigas con elementos tensores ihclinados, esfuerzos en los estribos mayores que en
las vigas en que los elementos tensores, rectos, estaban ubicados en el cordón traoclonado
(Fig. 6.22).

influencia de la Inclinación del elemento tensor

~ 1
!~
elementos tensores ~
o , o '

11 b zonas n b
Frg. 6.21 Influencia de la Inclina·
clón del elemento tensor sobre la In·
cllnaclón posible de la resullante de
comprestón y sobre el limite entre
las zonas a y b segl)n Flg. 6. 14

55
500

coo

lOO 20~ementoo
~8 kJ ~~nsores
•lO·
200

100
Flg. 6,22. En el caso de una armadura débil en el
borde del cordón, los esfuerzos en los estribos de la
viga con elementos tensores Inclinados son mayores
900
que cuando éstos son rectos.

'P estribo
soo
1-:JJ

Flg. 6.23. Para armadura de borde del cordón retor·


zada, las tensiones en los estribos en vigas con ele·
mantos tensores Inclinados se mantlonon menores
que en el caso de los elementos tensoro s recto s.

En los ensayos efectuados con elementos tensores Inclinados, en el cordón traoclo-


nado se habla colocado una armadura muy débil de acero para hormigón. constituida por
2 0 8 mm y continuada hasta el apoyo. Mediante ulteriores ensayos pudo mostrarse que
ya un pequeño aumento de esta armadura de acero para hormigón (en este caso 6 0 8) fue
suficaente para llegar, con Jos elementos tensores levantados. a tener esfuerzos en los estri-
bos menores que los que resultan para los elementos tensores llevados rectos en la parte
inferior (Fag 6.23).
De ello es posible deducir que, en los lugares en que los elementos tensores curvos se
alejan de la zona externa de los cordo11es debe colocarse una armadura de acero para hormi-
gón lo suficientemente fuerte a tos efectos de, aún alli. mantener finas a las eventuales fisuras
que puedan presentarse Bachmann. de Zurich. analizó a fondo este problema (7] Llegó asi
al resultado que. en el caso de elementos tensores inclinados en los apoyos extremos. debe
colocarse en el cordón una armadura continua, que debe dimensionarse por lo menos para
el esfuerzo de tracción 'ZA- QA· También en el caso de vigas continuas. en aquellos Jugares

56
en que los elementos tensores están alejados de los bordes del cordón que pueden recibrr
esfuerzos de tracción , es necesario colocar una armadura de acero para hormigón, la que
tambrén debe drmensionarse sobre la base del esfuerzo de corte existente (ver Sec 18.2)
Finalmente se obtiene un efecto más favorable, sr una parte de los elementos tensores
se conllnüa en el borde del cordón traccionado en forma recta, en cuyo caso, en vrgas
continuas. los elementos tensores de ambos cordones, en las zonas de los puntos de
momento nulo. deben superponerse en una longitud calculada con holgura..
Los ensayos de Stuttgart tambrén mostraron que las tensiones en el acero preten-
sado, en los elementos tensores Inclinados. al aumentar la carga hasta alcanzar la rotura,
sólo crecfan poco. Por lo tanto, aun para la carga llrmte, sólo puede considerarse, del elemento
tensor, la componente vertical calculada para el esfuerzo de pretensado V0 , como parte del
esfuerzo de corte. Por ello V 0 debe incluir aproximadamente el aumento del esfuerzo de
tracción al Incrementarse la carga más allá de V,..

6.4. Comportamiento portante a la torsión

Los ensayos de torsión en vigas de hormigón prelensado se realizaron por primera


vez en Stuttgart en 1963 en grandes vigas-cajón que simultáneamente fueron solicitadas por
flexión y corte (ver Cuaderno 202 de la DAtStb}. Porterlormente. ThOrllmann y LOchlnger
realizaron, en Zurlch, ensayos sistemáticos de torsrOn [8]. El comportamiento portante ob-
servado ya fue brevemente descrito en el Tomo IV, Sec. 7 7, desde el punto de vista de las
deformaciones y en parte se repetirá aqui.
El pretensado longitudinal reduce las tensrones principales Inclinadas de tracclon y
modrfíca su dirección por efecto de la componente de compresrón "•· El pretensado eleva
la carga de nsuracrón tambrén para las trsuras Inclinadas debidas a la torsrón En conse-
cuencia. aun para torsión, la estructura permanece en el Estado 1 hasta un grado de carga
mayor que aquel en que no existe pretensado. La Fig. 6.24 muestra la comparación entre la
torsión de una viga-cajón con armadura de acero para hormigón y otra, pretensada, ambas
d1mensronadas para una solicrtaCJon srmuttánea por llexton, en forma tal que los elementos
tensores longitudinales estaban ubicados solamente en el cordon tracctonado por flexión.
Puede observarse como, para un fuerte pretensado, el Estado 1 se mantiene, aun para
torsrón, hasta un 60 % la carga limite,

MT(kNm)
120 • comíenzodel
escurrimiento _i.
de la n.
100 armadura

80

60

LO

Flg. 6 24 Comparaclon de la I'Otaclón por tor- 20


sión do una vrga·ca¡ón pretensada con la corres-
pondrenta a una viga de norm1g0n armado de
igual soccrOn y el mismo esfuerzo de e.scurn·
miento de tes armaduras longitudinales. Az {3 0 2
· As f3s (Ensayos do Zurlch.) d~ 1 d )(

57
sección transversal corte tong ttudlnat
e:

J~L
•O
'lñ f /2
2
Cll
'O
as
Cl
:V
u

armadura 11 fisuras por lloxlon


a 0° - goo
fisuras por torsión

Fig. 6.25. Fisuras que se cruzan en la losa Inferior de una viga-caJón de hormigón pretensado, soli-
ci tada primero a flexión y luego a flexión con torslon. (Ensayos de Stuttgart, Cuaderno 202.)

De acuerdo con ThOrllmann y LOchinger es posible, en cierto modo, reemplazar la


armadura longitudinal necesaria para la torsión por una armadura pretensada, dispuesta
longitudinalmente. En este caso la ubicación en la sección de fa armadura pretensada carece
de Influencia. la armadura de acero para pretensado instalada en la zona tracclonada por
flexión, previamente compnmrda, recibe adicionalmente, en el caso de torsión, las tensiones
longrtudinales originadas por esta ultima. hecho éste que, naturalmente, deberá ser tenido
en cuenta al dimensionar.
Ademés, resulta Interesante el hecho de que, al pasar a le carga tlmile, las fisuras debi-
das a torsión se superponen con las fisuras anteriores originadas por flexión (Flg. 6.25). Las
primeras cruzan a las segundas, como si estas últimas no hubieran exrstldo. Esto presupone,
por lo tanto, que el ancho de las fisuras puede mantenerse reducido mediante una armadura
adecuada, de modo de mantener la trabazón de los granos en la superficie de las fisuras.
Cuando el sentido del momento torsor es alternado, lo que ocurre en las vigas-cajón de
puentes, puede aparecer una tercera dirección de lisuración, de modo que, por ejemplo, el
hormigón de la losa Inferior de la viga-cajón se fragmenta en pequeños trozos, que única-
mente pueden mantenerse unidos mediante armadura. Este comportamiento a la nsuración
debe tenerse presente cuando se proyectan vigas-cajón sujetas a elevados momentos tor-
sores alternados. En este caso, sin duda alguna. corresponde recomendar el uso de un
grado de pretensado, que evite este tipo de fisuraolón debido e cargas de servicio que
ocurren con frecuencia. Por otra parte, los ensayos han mostrado que la capacidad por-
tante de las bielas Inclinadas comprimidas se mantiene, pese al entrecruzamiento de las
fisuras.

6.5. Comportamiento portante para tracción axll

Las barras de hormlgon pretensado solicitadas a tracción pura solo llenen sentido
si es necesario mantener muy reducida su deformación, o respectivamente su venación de
longllud. Al dimensionar estas barras tracCionadas debe, sin embargo, tenerse presente,
que al sobrepasarse la resistencia a la tracción del hormigón, se fisura la totalidad de la
sección (hsura de separación) y que, entonces, el esfuerzo de tracción solo puede ser ab-
sorbido por la armadura El diagrama cargas-tens•ones de una barra tracclonada, pretensada

58
con acero para pretensado exclusivamente, tiene un desarrollo esencialmente distinto al
correspondiente a una viga flexionada {Fig. 6.26). Al alcanzarse la carga de fisuración se

produce un salto de tensión 11u = A~bZ , que depende de la sección de t'lormigón


z
y de la resistencia a la tracción del mismo, el que puede llegar a ser muy grande.
El aumento posterior de las tensiones en el acero es entonces proporcional al es-
fuerzo de tracción, es decir, diferente del caso de las vigas flexionadas. la carga limite ne-
cesaria no se alcanza cuando, al dimensionar, se ha aprovechado en el acero para preten-
sado la tensión admisible para construcciones de hormigón pretensado. Por ello, en este
caso. existe para el Ingeniero el peligro de utilizar, para el dimensionado, simplemente dict'1as
tensiones en el acero, sin pensar en la veriticación de la capacidad portante. SI la barra
traccionada se quiere proyectar únicamente con acero pretensado, entonces es necesario en
el cálculo, que el máximo esfuerzo de tracción de servicio multiplicado por el coeficiente de
seguridad, 1,75 Fg + P• pueda ser absorbido por Az · 13o,2· Por ello, no existe problema en
pretensar la barra de hormigón, aprovechando sin embargo uzv adm, con el objeto de que la
barra, para solicitaciones superiores a la carga de servicio, permanezca comprimida.
Cuando se ha pretensado esencialmente con acero para pretensado y adherencia
posterior, el alargamiento de la barra traccionada, al pasar al Estado 11, naturalmente
aumenta en forma brusca, porque el salto de tensión destruye la adherencia y aparecen solo
pocas fisuras (Fig. 6.27).

pl.O 2'1---------------~~- - /'1

pretensado
r carga ilmlte
demasiado reducida

posible con - carga limite necesana


Fg • P para C>t • 130
2

-- pretensado
- carga de posible con
fisuraclón Az·,'rQ·
e
0,2
/
,/

//
¿
~l Vo
utilizable carga total
de serVICIO
G"b :0

1.7SFg•p F • tracción axtl

Flg. 6.26. En barrea tracclonadas de hormigón pretensado, Az para pretensado total (V..., nec.
F • p) no debe dlmenaionarse con a- 2 , vo adm, porque entonces no se alcanza la carga limite necesaria.
9
1,75 F 0 • p
El cálculo correcto es Az • o bien = (Az ~ As).
Po,2

59
Estado 1 carga de hsuraclón
~
1.01 - - - - - , - -------------~......, hormigón pretensado

08 -~LOIO
Az = 121.0 mm 7
0,6 SI 1400/ 1600

0.4 hormigón /
armado

0,2 8 ~26
B SI 4201 500 - - - - -- - ---\,....._, ...lZ--
0,14 l!s : 2.6%
J.-o,LO ~A s= 1.200 mm 2 1 0.05
•' _ s t _ l!z =0.78%
1

o 0.2 o l. 0.6 0.8 1,0 12 11. 1,6 1,8


IMNJ
Flg 6.27 Comparación del desarrollo de la rigidez al alargamiento K, para sohcllaclón axll creciente,
entre una barra tracc1onada de hormlgon pretensado y otra de hormigón armado, para un esfuerzo de
tracción de 1000 k N. La gran pérdida brusca en la rigidez al alargam•ento cuando A z es preponderante,
puede hacer peligrar la segundad de la estructura (ver Tomo IV, F1g 4.4)

Cuando dicho alargamiento llene efectos nocivos sobre el resto de la estructura por-
tante, entonces es necesario, para el caso de carga limite, reducir la deformación agregando
una armadura de acero para hormigón. En todos los casos es conveniente armar las barras
traccionadas pretensadas con una armadura de acero para hormigón adicional y colocar
estribos eh cantidad suficiente, de modo de atenuar el pasaje del Estado 1 al Estado 11 y
para que la adherencia de ·los elementos tensores no resulte sobresollcltada enseguida.

60
7
Elección del grado de pretensado

7.1. Definición del grado de pretensado


El grado de pretensado K conviene defjnlrlo de forma tal que. en vigas flexionadas,
para pretensado total resulte igual a 1,0. Pretensado total significa que para la totalidad de
la carga de serv1clo en el estado que resulta después de considerar las pérdidas del esfuerzo
de pretensado debidas a contracción y fluencia lenta, la tensión en el hormigón resulte, en las
libras extremas tracclonadas por flexión, O"b = O. El momento llexor debido a carga úlllltotal
o parcial, que juntamente con V,., conduce a una tensión de borde ub = O, se define
como momento de descompresión M 0 . De acuerdo con lo expresado resulta

momento de descompresión debido a g + .lp + V~


grado de pretensado K =
momento total de servicio
Mo
=
Mg + p máx.

B. ThOr/lmann, de Suiza, Introdujo otra definición, que a veces resulta útil. Elige la
relación entre la sección de acero pretensado que existe en el cordón tracclonado por flexión
y la suma del acero pretensado + acero para hormigón. multiplicadas cada una de ellas
por la correspondiente resistencia. De ahl resulta

AZ ~ Z , 0, 2
grado de pretensado X=
A 13 +A ~
z z , 0, 2 s a, S

Este grado de pretensado X puede utilizarse también para barras tracclonadas. De-
pende de las resistencias de los tipos de acero empleados y, para vigas flexionadas, mforma,
Indirectamente, hasta qué grado de carga se evitan tensiones de tracción en el hormigon.
Ninguna de estas delimciones del grado de pretensado es utilizable en el caso de
pretensado moderado en estructuras masivas. En estos casos se acostumbra Indicar el
grado de pretensado, tomando como escala la tensión media de compresión en el hormigón,
originada por la tensión previa.

61
7.2. Comentarlos sobre el grado de pretensado

Es un error creer que el pretensado total conduce a mejores estructuras que el pre·
tensado limitado o el parcial; puede ocurrir lo contrario. Si por ejemplo. la relac1ón entre la
sobrecarga p y el peso prop1o g es grande, es necesario. en el caso de una viga-placa,
para pretensado total. adoptar en el cordón ttacc1onado precompnm1do una tenslon de com·
pres1ón muy elevada en el horm1gon {F1g 7.1).
Las normas permiten alll tensiones de compresión Inusual mente elevadas, porque las
mismas se reducen al actuar la sobrecarga. La consecuencia de dichas elevadas tensiones
de compres1on en el cordón tracc1onado es una deflexión negativa de considerable valor.
que en el transcurso del tiempo aumenta como consecuencia de la retracción y la lluencla
lenta.

..,.........._ elementos
tensores

a-e --
---:s\------ --\ 15. tr Gbadm
linea elástica p. ej. 19 N /mm2 para Bl.S •

Flg. 7 1 Sección en al tramo Para grandes p g, la tenslon de compresión aben el cordón trae·
clonado, para pretensado total, puede elegirse de un valor muy elevado y onglna fuertes dellexlones
negativas, sobre todo por lluencl a lenta.

peso propio parcial, 6 g • v0


fisuras

en la lisura
Fig. 7.2 Un elevado grado de pretensado puede, en el caso de peso propio parcial 4g, conduCir a
Usuras en la zona comprimida', que se abren por la lluencla lenta y posteriormente, al actuar la carga,
ya no se cierran més totalmente Consecuencía: altura utll d disminuida

62
l
Repelidas veces la capacidad de uso de estructuras totalmente prelensadas ha sido
afectada fuertemente por ello. Existe también el peligro que para g + V0 aparezca tracción
en el cordón comprimido. sobre todo cuando al pretensar. todavla el peso propio g no actúa
en su totalidad (p. ej .• cuando falta la carpeta del pavimento); en ese caso aparecen
fisuras en la parte superior y las flechas negativas aumentan considerablemente (Fíg. 7 .2).
En v1gas continuas, para pretensado total, no pueden aprovecharse los máximos
brazos elásticos geométricamente posibles de los elementos tensores En la zona de los
momentos en los apoyos. se requ1eren elementos tensores adicionales. que a menudo son
diffciles de colocar y requieren anclajes molestos. Estos elementos tensores adicionales
pueden no ser necesarios en el caso de pretensado parcial.
El pretensado total conduce también a colocar muy poca armadura de acero para
hormigón, lo que es permitido por las normas, en detrimento de las estructuras. Cuando en
ese caso se producen fisuras por causa de esfuerzos de coacción debidos, por ejemplo, a
diferencias de temperatura o asentamientos desiguales de los apoyos, entonces aquéllas
alcanzan anchos Inadmisibles, porque la insuficiente resistencia a la adherencia de los
grandes elementos tensores no alcanza para asegurar anchos y separaciones reducidos de
las fisuras.
Los conocimientos adquiridos a través de dai'los en estructuras de hormigón pre-
tensado y ensayos realizados en los últimos veinte anos. ponen de manifiesto sin lugar a
dudas que. en las estructuras corrientes para la construcción de edificios y puentes, e/
pretensado limitado o el pretensado parcial conducen a un comportamiento más favorable
de las estructuras que el pretensado total. En ello se presupone que el pretensado más
débil se compensa con una armadura de acero para hormigón mayor, que debe dimensionar-
se de acuerdo con las reglas requeridas para limitar las lisuras. Las deformaciones por
fluencia lenta resultan menores; para las deformaciones debfdas a la carga de servicio, el
Estado 1 se mantiene por más tiempo. y cuando aparecen fisuras. éstas permanecen capi-
lares y disminuyen poco la rigidez, porque la tens1ón previa mantiene muy reducido el salto
de tensiones en el acero para hormigón y, con ello, se conserva la colaboración del hormigón
a la tracción entre las fisuras producidas. En conjunto. la estructura es més tenaz y resisten-
te Por ello, en cuanto a la capacidad de uso. a menudo el pretensado parcial resulta más
favorable que el pretensado total. Lo mismo vale también para la seguridad de la capacidad
portante, porque la armadura adicional de acero para hormigón. al pasar a la carga lfmite,
compensa la poca adherencia de los elementos tensores Inyectados y, con ello. ayuda a que
también el acero pretensado se aproveche con toda su resistencia.
El pretensado total solo es necesario cuando sea Imprescindible evitar las fisuras de
separación. por ejemplo, en barras traccionadas o en paredes de depósitos para liquidas.
Teniendo en cuenta que, aun en dichas estructuras, pueden originarse solicitaciones por
coacción, hasta es recomendable elegir para ellas un grado de pretensado K > 1,0 y, a
pesar de ello, agregar una armadura de acero para hormigón, para limitar la fisuración por
causa de solloilaclones extraordinarias.

7.3. Criterios para evaluar el grado de pretensado

7.3.1. Influencie del grado de pretensado sobre las tensiones en el aoero

H. Bachmann. del E T.H. de Zurich, en su trabajo (9] ha expuesto la Influencia del


grado de pretensado sobre diferentes magnitudes esenciales, mediante ejemplos sencillos:
para una losa maciza de 0,30 rn de espesor y 1.0 m de ancho. el cordón traccionado.
constitUido por acero pretensado de sección Az y acero para hormigón de sección A 5 ,
dimensionada para los distinto~ grados de pretensado K en forma tal de alcanzar siempre la
m1sma carga limite • 1,8 (g + p) (según la norma suiza SIA 162 el factor global de seguridad
es v = 1,8. es decir, muy poco mayor que el establecido por la OIN, v • 1, 75}. Para el acero

63
N 11)
"( "(
cv ...cv
111
(ij
a.
f
N
N
,..
a.

1'
N
o o
--f- l

20 armadura mlnima
de acero para hormigón

10

Flg. 7.3. Sección necesaria de


acero del cordón traoclonado A 5+
0,8 l.O At en función del grado de preten·
grado de pretensado K sado /(,

:0.
3,0
'O
cv
'O
e:
5, 2.0 1---~...;'·.;..
8 _ _ _ _...,
Cll
Cl)

Cll
'O 1.0
o
'O
...11101
0 ~--~---------+----+---~--·
o 0,2 0,1. 0.6 0.8 1.0
grado de pretensado 1<

F
Fig. 7.4. Grado de seguridad ., • -=-
F---=u~d=--' en función del grado do pretensado.
0 P a m

pretensado se adoptó uv~ adm • 1030 N/mm 2 (calidad del acero 13-z., o.2 = 1500, u vo adm
= 0,75 f3z. 0,2), y para el acero para hormigón fJs, s = 460 N/mm 2.
La sección necesaria de acero del cordón tracclonado se ha representado en la
Fig. 7.3 en función del grado de pretensado. La cantidad mlnlma resulta para K • 0 ,6.
Teniendo en cuenta los mayores costos del acero para pretensado, el costo mlnimo queda
ubicado más o menos para 1< ... 0.5.
La condición ub ... O para carga de servicio total conduce a que deba colocarse una
cantidad mayor de armadura pretensada que la necesaria para asegurar la capac1dad por·
tanta, por Jo que para K > 0 ,6 existe un excedente de seguridad (Flg. 7.4). Este exceso
resulta aún mayor, para el valor Innecesariamente reducido de u vo adm - 0 ,55 fJ z. u fijado
por la DIN 4227, que el de la norma suiza.
Es especialmente importante tener presente que, para el estado de servicio, el aumen·
to de las tensiones en el acero al aplicar la sobrecarga, queda fuertemente reducido por el

64
N/mm2

0,2 0,1. 0,6 O.S 1.0 1(

grado de pretensado K

Flg. 7.5. Tensiones u 1 en el acero y aumento A u7. de la tensión en ol acero para pretensado, para
carga de servicio total, en funci ón del grado de pretensado.

Nlmm2
00 p 9
250 Ejemplo·
¡ para K = 0,3 y
200 p : g = 0,67 resulta
ll cr 5 , p ... 138 N/m m 2
Q. 150
vi
~
<J 100

50 1
• 1
0
o (solog) 1
o 0.2 0,4 0.6 0.8 1.0 /(
grado de pretensado /(

Flg. 7.6. Máximo aumento de tensión en el acero para hormigón A u •• P debido a la totalidad de la
sobrecarga para distintos p . g, en función del grado de pretensado.
1
pretensado, hasta descender éste hasta solo 1< = 0,4, quedando muy por debajo de la ampli·
tud de oscilación correspondiente a la resistencia a la fatiga (Fig. 7.5).
El aumento de la tensión en el acero para hormigón, debido únicamente a la carga útil,
es decir, flcrs, p por encima de la tensión crs, g + v• depende, naturalmente, también de la
relación p : g. Los cambios de tensiones posibles debidos a la carga útil (Fig. 7.6), para
pretensado parcial y grados de pretensado de hasta aproximadamente /( < 0,6 y debido a la
menor sección del cordón traccionado, son mayores que para vigas sin pretensar pero, a
pesar de ello son tan reducidos que hasta aproximadamente p < 0,67 g, las máximas
oscilaciones de tensiones posibles se mantienen con suficiente seguridad por debajo de la
resistencia a la fatiga.

7.3. 2. Influencia del grado de pretensado sobre el ancho de las fisuras y las flechas
A. Walther, del E.T. H. de Lausana [ 1O] realizó ensayos en losas de dos tramos con
distintos grados de pretensado ). (ver Sec. 7. 1) y distintas hipótesis con respecto a los mo·

65
mantos flexores. es decir, con una redistribución planificada de momentos (ver [O]. Tomo IV,
Sec. 8.5) Las hipótesis relativas a los momentos llexores aparecen en la Flg. 7.7; en las
losas A se supuso el momento en el apoyo igual a 0,7 Mel· El grado de pretensado >..varió
entre 0,9. 0,6 y 0,3, para lo cual, en el caso de >.. = 0,9, se utilizaron tres elementos tensores
constitutdos, cada uno de ellos, por una trenza de 0 12 mm de St 1680/ 1910 con V 0 =
124 kN, y para A = 0,3 se utllízó un solo elemento tensor. La armadura de acero para
hormigón se dimensionó de forma tal que Az + As en cada caso correspondiera al valor del
momento limite previsto {Fig. 7.8).

Serie A Serie B
M con redistribución MI
et
planificada para EJ constante

:a:
l ! ·¡ l 1 ! l l l :a:

apoyo
MA Mst ~ 1 MB F = tramo
F · F l'l
Flg 7.7. Ensayos de R. Walther, distribución de momentos para el dimensionamiento, serie A con
redistribución de momentos M planlllcada. Diagramas de momentos.
centro

ejemplos: corte A·A corte B·B (apoyo)


1)10 06 06
A1
1)6 ~6 ~6 06

l1-1s = 0. 11"/o , !lz = 0,28%,). :0,9 1

~10 ~ 10
A3

Flg. 7 8 Ensayos de A. Wallher· armadura y ubicación de los elementos tensores. Ejemplos de


secciones de la sene A.

66
Los correspondientes valores medidos de las cargas de rotura resultaron ubicados
casi a un mismo nivel y eran, sin excepción, aproximadamente un 30 % mayores que las
cargas portantes limite calculadas sobre la base de la deformación limite t méx (ver Ta-
bla 7 .1). Las resistencias del hormigón variaron entre f3w 28 = 32,6 y 49,4 N/ mm 2
Corresponde observar especialmente. en los resultados de los ensayos. que el com-
portamiento a la flsuraclón hasta llegar a la totalidad de la carga de servlc1o admisible resulta
• Influido en forma muy favorable, ya para el muy reducido grado de pretensado de ~ '"' 0 ,3
y que, en ese caso. los máximos anchos de las fisuras resultaron ser sólo la mitad que para el
caso de no existir pretensado (Fig. 7.9, Vigas A4. 84). Para el grado de pretensado >. 0,6, =
las fisuras. para la totalidad de la carga de servicio, fueron de un ancho máximo de •
0 ,05 mm. apenas verificable. El dimensionado con una redistribución de momentos planifi-
cada condujo. en lo que respecta a la suma de los anchos de lisuras. a un resultado más
favorable que el dimensionado para M al·
De lo anterior puede deducirse que aun grados reducidos de pretensado entre
>.. = 0,3 y >.. = 0,6 son suficientes para que los anchos de fisura en el estado de carga de
servicio y también para el caso de cargas repetidas, se mantengan dentro dellfmlle Innocuo
de w máx < 0,2 mm, aun cuando la sobrecarga p, en oomparaolón oon el peso propio g
resulte muy elevada: en el caso aqul considerado: IP : g = 91
El mismo resultado favorable se observa en las deflexlones (Fig. 7.10). Ya es sufi-
ciente el grado de pretensado )... = 0,3 para reducir la flecha máxima en el tramo en aprox.
40 'Yo. Para A - 0.6 las flechas para carga total de servicio solo son Insignificantemente
mayores que en el caso de pretensado total. La redistribución de momentos prevista no
produjo prácticamente diferencia alguna en las flechas.
En este caso puede declrse también que grados reducidos de pretensado entre
~ = 0,3 y 0,6 son suficientes para disminuir considerablemente las fle chas hasta llegar a la
carga total de servicio, con respecto a las correspondientes a vigas sin pretensar.
La carga portante limite necesaria puede asegurarse mdependlentemente del grado
de pretensado.
Resultados Igualmente favorables fueron obtenidos por B. ThOrltmann y R. Walther
en otros ensayos [ 11 , 12].

Carga
Losa Cobertura Grado de Carga de rotura
pretensado limite
de momentos Pu Pu
). P llm cal e. medida Pu, mod
apoyo Ira m o kN kN kN Pum
1
l
A1 0.9 11.0 163 186 1,33
1-
A2 0.6 \39 161. 178 1,28
1-- 0,7 1 1,18
A3 0.3 137 176 181. 1 JI.
1--
Al. - 137 \80 182 1,33

82 0,3 5 0,76 11. 16 17 1,26

83 1,00 1.00 0. 20 0.38 13 17 18 1,38

81. - - 13 17 18 1,3&

Tabla 7 1 ResultadOs de tu aat1es ele ensayos de A. Walther según Flg, 7 8 Incluyendo laa cargas
de rotura medidas

67
Wmox (mml

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1 • O.S 1.0 Pu. cale.
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o 0.2 O,t. : 0.6 0,8 1.0 Pu. cale.
1
T.8

Flg. 7.9. Méxl mos anchos de fisuras sobre el apoyo Intermedio y en el tramo, al aumentar el grado de
carga, para las losas de Flg. 7.8 y Tabla 7.1. luego de 10 repeUclones de carga, sometidas a carga total
de servtclo.

68
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o 0.2 O.t. 1/1.81 0.6 0,8 Pu. cale.

Flg 7. 10 Flechas méxlmas en el tramo, para grados crecientes de oarga

7.4. Elección del grado de pretensado

Las exigencias relahvas a la capacidad de servicio son determinantes para una ade·
cuada eleccion del grado de pretensado. En estructuras de edificios puede exigirse. por
ejemplo, entrepisos de gran luz, que sean y se mantengan rigurosamente planos baJO la
accion del peso propio o del peso propio más las sobrecargas permanentes. es decir,
que las flechas posteriores debidas a contracción y fluencia lenta resulten lo més pequer"'as
posibles.
En ese caso, el grado de pretensado se elige de forma tal que el ontreplso, para el
mencionado estado de carga, no muestre ninguna flecha significativa. Para ello bastan, en
general, grados de pretensado comprendidos entre 0,4 y 0,6.
[ En puentes y en muchas otras estructuras, las sobrecargas móviles totales a tener
en cuenta para la capacidad portante, prácticamente no se presen\an nunca. Las sobre·
cargas móviles que ocurren a menudo Importan generalmente del 20 al 40 % del valor de la
sobrecarga móvil total. Por ello, y en lo que respecta a la capacidad de servicio, es suficiente
evitar que dicha proporción de la sobrecarga móvil orlg!:'~l.l2ne.§..Q§ tracción _EPr flexión
eA..Bl hormigón para lo cual se establecen coñdiclones reJJ¡t\Y§l~ al ancho_¡u:l,ffiislble de fisuras
para el CaSO de SObreC!!9.!.!!'0VJi lotaf. ancfiO'que puede logra-;;e COn seguridad, medi,!.!lle
la correspondiente ar5tiíhuc16n de la armadura ad1ci<S'rnlt1:te 1'fC'eró' para ño'rmlgón.
También para puentes ferroviarios y puentes carreteros Intensamente transitados,
donde tanto las solicitaciones dinámicas como la resistencia a la fatiga juegan su papel, es
suficiente, generalmente, un pretensado parcial sin ninguna venfioación expresa a la fahga.
En consecuencia se recomienda, como regla general, elegir el grado de pretensado
de forma tal que para cargas muy frecuentes o de muy larga duración, no aparezcan en el
borde de la viga, o lo hagan en una medtda muy reducida, tensiones de tracción por flexión
En casos especiales, pueden ser determinantes del grado de pretensado los limites
de las deformaciones admisibles correspondientes a las cargas de serv1cio

69
En elementos traccionados. también en flexión con tracción axil, puede resultar
necesario o conveniente adoptar un grado de pretensado 1< > 1,0, cuando las fisuras de
separación pueden afectar la capacidad de serviciO (ver final de Sec. 7 .2).
En las estructuras estáticamente indeterminadas. las tensiones propias o de coacción,
especialmente por diferencias de temperatura c1 T. pueden resultar determmantes para esta-
blecer las zonas donde debe dimensionarse la armadura para la llmltacion del ancho de
las fisuras.

7.5. Sobre el estado actual de las prescripciones

El Código modelo CEB-FIP 1978 ha eliminado la división prevista en la edición ante·


rior de 1970 de las estructuras de hormigón pretensado en clases según su grado de
pretensado, e introducido en su lugar clases o niveles de exigencias desde el punto de vista
de la ausencia de fisuración o de la limitación del ancho de las fi suras.
El Código modelo citado deja al ingeniero en libertad para elegir el grado de preten-
sado necesario para llenar las condiciones que se le exiJan.
Para la República Federal Alemana. en la nueva norma OIN 4227, edición 1979, se
mantiene la división entre pretensado total y limitado, con los correspondientes limites para
las tensiones admisibles. El pretensado parcial sólo es encarado con vacilación y estarfa
por publicarse una hoja complementaria. Frecuentemente, para las obras públicas. se es-
tablece el grado de pretensado requerido.
La norma suiza SIA N° 162, desde hace unos ocho anos da libertad para elegir el
grado de pretensado y recomienda el pretensado parcial, cuyas ventajas han sido confir·
madas en la práctica. (Ver Conferencia de Bachmann en el ora del Hormigón Alemán 1979.
Berlln [9].

70
8
Durabilidad de las estructuras
de hormigón pretensado en relación
a la corrosión

8.1. Experiencias

la corrosión constituye un peligro en lo que respecta a la durabilidad de todas las


estructuras. El acero para pretensado es en general más sensible a los distintos agentes
que onglnan la corrosión que el acero normal estructural o para hormigón. El acero para
pretensado tiende, sobre todo cuando estoi tensado, a una rotura frágil por corrosión debida
a tensión o a fragilidad por hidrogenación [2]. Con el transcurso del tiempo fue posible esta·
blecer causas de origen metalürglco de dicha sensibilidad a la corrosión. y descartar aquellos
aceros para pretensado especialmente propensos a la corrosión. Sin embargo, se mantiene
aun en los aceros para pretensado actualmente aceptados una elevada sensibilidad a la
corrosión. que ha conducido a adoptar las medidas de protección relativas al transporte.
el almacenaje y la construcción descritas en la Sec. 4.2.
los siguientes agentes se consideran como los factores més activos que fomentan
la corrosión: los nitratos favorecen la corrosión en fisuras por tensión; los sulfatos, la fragi-
lidad por hldrogenaclón; los cloruros conducen a corrosión localizada y con ello a un efecto
de entalladura y favorecen la fragilidad por hidrogenación. Por ello, los cloruros son espe-
cialmente dañinos, porque también carcomen al hormigón, lo que ha quedado demostrado
por los Innumerables daños producidos en el hormigón por el uso de sales anticongelantes.
los agentes mencionados deben evitarse estrictamente.
G. Rehm, en [ 131, Incluye un resumen de los daños ocasionados por la corrosión en
estructuras, conocidos hasta ese entonces. De acuerdo con dicho Informe, hasta febrero
de 1978 se conocfan en la República Federal Alemana roturas del acero pretensado en 27
estructuras En todos los casos, sin excepción, los aceros no estaban recubiertos por mortero
de cemento. En la mayor parte de los casos, concurrieron varias causas que estaban fuera
de las normas reglamentarias para la eJecución de las obras. Estos 27 casos en que se
observaron daños en la construcción de puentes de hormigon pretensado, son los únicos
sobre un total de aproximadamente 20.000 construidos en la República Federal Alemana,
en los cuales los aceros pretensados se comportaron lnob¡etablemente. Por ello, no exista
motivo alguno para dudar de la durabilidad da las estructuras da hormigón pratensado
ante la corrosión, siempre que en su proyecto y ejecución se observen las reglas apro-
badas para el hormigón pretensado.

71
8.2. Grado de pretensado y peligro de corrosión

El peligro de corrosión depende en gran medida de las características del medio


amb1ente en que se encuentra la estructura, en el que por e¡emplo, por causa de la polución,
el aire puede contener ácidos y, según sean la temperatura y el lugar, diferentes contenidos
de humedad.
Especialmente nocivo es el aire caluroso de mar, que para porcentaJeS elevados de
humedad, contiene cloruros. las medidas de proteccion contra la corrosión deben, por ello,
hacerse depender del grado de agresividad del ambiente A este respecto, durante mucho
tiempo se op~naba que para ambientes agresivos debla exigirse pretensado total, con el
objeto de evitar las fisuras Decen1os de investigación demostraron, sin embargo, que fisuras
de 0,3 y aun hasta 0,4 mm de ancho. no tenran prácticamente ninguna Influencia sobre la
corrosión siempre que el hormigón fuese compacto y el recubrimiento de hormigón suficien·
te mente grande como para evitar la penetración de la carbonataclón hasta el acero [14 j.
Luégo, no hay nada QUe se oponga. aun en ambientes agresivos, a utilizar pretensado
limitado, sobre todo sl el grado de pretensado se elige de forma tal que, para carga perma·
nente -es deolr carga de larga duración-, las eventuales fisuras debidas a la sobrecarga
móvil se cierren nuevamente. Los ensayos de corrosión en vtges parcialmente pretensadas
realizados recién en 1977 por F. S. Aostasy de la Universidad Técnica de Brunsw1ck (aún no
publicados) concluyeron, nuevamente, que no pudo establecerse, para anchos de lisuras
< 0,2 mm, que fueran debidos a ta corrosión daños posibles de ser medidos en los aceros
para pretensado, originados por cualquier agente agresivo. excluyendo cloruros. Para ello en
los ensayos, las vigas también fueron sometidas a 50 000 alternancias de cargas, vanando
de P 0 hasta 1.2 (G + P) adm y sujetas a agentes agresivos concentrados, aplicados repeti-
damente. Los cloruros, en las concentraciones que se presentan en las sales usadas como
anticongelantes, son noc1vos aun en hormigones sln ftsuras, es decir. Independientemente
del grado de pretensado, porque en el transcurso de pocos años pueden desintegrar el
hormigón y corroer las armaduras. Por ello, es necesano tmpedlr su contacto con el hormt·
gón. mediante recubrimientos protectores.
En el informe de sus ensayos, Aostásy manifiesta. Las mediciones confirman que
precisamente las vigas con pretensado limitado son las que mejor se comportan desde el
punto de vista del ancho de las fisuras, porque. tanto la ventaja que significa la tensión previa
al retardar el comienzo de la lísuraclón, como la ventaja de una buena adherencia de la
armadura de acero para hormigón (por la cual las lisuras se reparten uniformemente y su
ancho queda reducido), se aprovechan totalmente."
De acuerdo con lo expuesto, en el caso de pretensado limitado la,durabilldad de las
estructuras de hormigón pretensado queda asegurada contra la corrosión, siempre que se
mantengan los anchos admisibles de las fisuras y se cumplan las reglas restantes.

8.3. Reglas para asegurar la durabilidad frente a la corrosión

En primer término deben observarse rigurosamente las prescripciones oficiales para


el transporte, el almacenaje, el manipuleo y la colocación, asl como también el tratamiento
entre el tesado y el hormigonado o la inyección del mortero de cemento (DIN 4227. Sec. 6.5).
Los agregados, el cemento, el agua y los eventuales aditivos al hormigón o al mortero
de inyección no deben contener ningún componente que pueda originar corrosión En espe·
cial deben respetarse los limites admisibles para los sulfatos y cloruros; estos últimos. de
acuerdo con la amplia experiencia actual, deberian exclutrse totalmente.
La compos1clon del horm1gón y su elaborac1ón deben elegirse de manera tal de
obtener una textura compacta y la porosidad requerida contra la congelación que no sobre-
pase, en lo posible, los lfmltes exigidos.
Desde el punto de vista constructivo, deben respetarse los valores mlnlmos prescritos
del recubrimiento de la armadura de acero para hormigón o, mejor aun, aumentarlos entre

72
5 y 10 mm. El recubrimiento de hormtgón de la armadura pretensada debe, básicamente, ser
entre 10 y 20 mm mayor que los valores mlnimos presentas para los aceros para hormigón
Para elementos tensores ubicados dentro de vainas, el recubrimtento de hormigón deberla
ser, por lo menos, igual al diámetro de la vaina. y preferiblemente algo mayor. De acuerdo
con ello los elementos tensores deben, básicamente, quedar ubicados dentro de la red de
la armadura de acero para hormigón. Con ello se asegura que fisuras eventuales, que
pueden llegar hasta el elemento tensor, en correspondencia con el mismo, tengan menor
ancho que el estimado como admisible en la superficie del hormigón.
La inyección de las vainas debe realizarse no solamente con un cuidado especial, sino
que debe controlarse y registrarse en forma confiable. Si la inyecctón de una vaina no se
efectúa en forma satisfactoria (por ejemplo, por obstrucción) deben adoptarse de lnmedlado
las medidas adecuadas para eliminar el defecto.

73
9
Resistencia a la fatiga y resistencia
a las condiciones de servicio de las
estructuras de hormigón pretensado

Supongamos conocer la resistencia a la fatiga del acero y del hormigon para oscila-
ciones uniformes de tensión, luego de dos millones de ciclos de carga, por ejemplo bajo la
forma de diagramas de Smith. En estructuras de hormigón pretensado el peligro de fatiga
sólo aparece cuando millones de ciclos de carga conducen, en un punto cualquiera de la
estructura, a oscilaciones de tensión que corresponden a la resistencia a la fatiga de uno de
los materiales en conslderaclon. Como regla. se adopta un factor de seguridad de 1,2 a
1,3 para la amplitud de oscilación de las tensiones en la estrtJctura con respecto a la amplitud
de oscilación correspondiente a la fatiga del material aisladamente, porque en la estructura
existen Influencias perturbadoras. Como tales, aparecen en el acero presiones transversales.
fricción y variaciones localizadas de tensiones. En el hormigón, tanto la heterogeneidad de
la textura cuanto los elementos tensores o las barras de armadura, pueden alterar el flujo
uniforme de tensiones.
Como resistencia a la fatiga de la estructura (mejor dicho, como capacidad portante
a la fatiga) entenderemos aqui la carga limite superior, que al_aumentar la carga por sobre
el peso propio será soportada dos millones de veces, sin que las tensiones en los materiales
sobrepasen las amplitudes de oscilación a la fatiga de los mls mo~t. disminuidas por el factor
de reducción mencionado (Fig. 9.1).
La resistencia a /as condiciones de servicio se rallare a secuencias irregulares de
cargas, denominadas " trenes de carga", donde puede existir un número reducido de cargas,
que sobrepasen la capacidad portante a la fatiga (Fig. 9.2).
La carga portante limite a la fatiga debe confrontarse con las cargas efectivas de
servicio que pueden repetirse dos millones de veces o más. En casi todas las estructuras
estas cargas determinantes de la fatiga quedan muy por debajo de la carga total de servicio
= peso propio + sobrecarga móvil total. Aun para puentes ferroviarios, la sobrecarga móvil
total a tener en cuenta en el cálculo. prácticamente no se alcanza nunca durante la vida útil
del puente. Los Ferrocarriles Federales Alemanes parten actualmente, en lo que se refiere a
consideraciones sobre fatiga, de la resistenCia de servicio y para verificación prescriben
" trenes de carga". En las Leccíones sobre construcciones metllllcas de K-H. Aolk, editadas
por Wllhelm Ernst & Sohn, Berlln, 1977, pág. 77, se describe una verificación de este tipo.
Por ello, para las estructuras de hormigón pretensado existen, en lo que respecta
a la resistencia a la fatiga, condiciones particularmente tavor11bles que hacen que las alter-
nancias de tenstones, especialmente en el acero, se mantengan relativamente reducidas

74
carga, tensión

2 u 8 deb1da a .iP
también llu • amplitud
de oscilación

carga
permanente Gg •v
Fig. 9. 1. Las oscilaciones perlódl·
cas le la amplllud do carga y, en
conseuuoncia. de las tensiones, sir- Tiempo y número de ciclos de carga
ven de base para establecer la re-
sistencia a la latlga. hasta n = 2 x 106

carga G + llP
tensión u

JI _E~~ _!~al de servicio


secuencias de carga
alternancta de
tens1ones A up

F1g 9.2 Secuenc•a de cargas y carga


permanente Gg •v
tensiones Irregulares - en lo posible
coreanas a la realidad- que sirven
de base para la resistencia en condl·
clones de serv1c1o. llempo

siempre que la estructura permanezca en el Estado 1: obsérvese a este respecto la Flg. 6. 12,
Mientras no aparezcan fisuras, también las tensiones de adherencia entre el acero preten-
sado y el acero para hormigón y el hormigón se mantienen tan reducidas que tampoco
en lo que respecta a la adherencia se presentan fenómenos de fatiga. Por ello, la resistencia
a la fatiga de tales estructuras queda, en el caso de pretensado total. garantizada hasta
llegar a la totalidad de la sobrecarga móvil.
Eso mismo vale para la resistencia de servicio. cuando, para casos excepcionales de
carga, se sobrepasa sólo un poco la sobrecarga móvil total. Pero si, a pesar de ello, es
necesario considerar casos extraordinarios de carga. que puedan originar fisuras en el
cordón tracclonado de la estructura de hormigón pretensado, entonces, la estructura de
hormigón pretensado solo se comporta en forma inobjetable cuando se respetan las normas
descritas en el Cap. 19, relativas a armadura minlma, es decir. para limitación del ancho de
fisuras, mediante el agregado de una armadura de acero para hormlgon.
Anteriormente se suponla que para el caso de solicitaciones dinámicas deblan adop-
tarse estructuras totalmente pretensadas. El desarrollo posterior, sin embargo. aclaró que
también para pretensado limitado, gracias al efecto favorable del esfuerzo axll, las alternan-
cias de tensiones en el acero para pretensado y en el acero para hormigón se manllenen tan
bajas que. también en este caso, generalmente no existe ningún peligro de latlga hasta
alcanzar la totalidad de la carga de servicto (ver Fig. 7.5). También aqul es necesano. cierta-
mente, suponer que para pretensado posterior con elementos tensores Inyectados existan
las armaduras minimas establecidas en el Cap. 19. que son necesarias para no afectar la
adherencia de los elementos tensores.

75
Ensayos con cargas oscilantes se realizaron en gran numero. especialmente en los
comienzos del hormigón pretensado. Una parte de estos ensayos se describen en [1], Cap.
14 Pudo demostrarse que los aceros para pretensado de dlshntos tipos, con resistenctas
del orden de St 1400/ 1600 N/mm 2• soportaban amplitudes de oscilación 2 cr A de por lo
menos 280 hasta unos 320 N/mm 2 por encima de la tenston lnfenor debida al pretensado.
supuesta del orden de los 800 N/mm 2. Esta amplitud de oscilación es mayor que la corres-
pondiente al acero para hormigón BSt 420/ 500, usual que esté en el orden aproximadamente
de unos 180 N/ mm 2 cuando está hormlgonado En las sollcttactonos por fatiga resulta por
ello, en general. que la armadura de acero para hormlgon peligra más que el acero para
pretensado, a no ser que se ongmen tenstones en la zona de empalmes o juntas de acopla-
mtento del acero para pretensado, donde. segun sea el tipo de empalme (ver Cap. 11 ), sólo
pueden ser soportadas amplitudes de oscilación relativamente reducidas.

Comprobación
Tanto los ensayos como también la determinación de tensiones por cálculo Indican
que las estructuras de hormigón pretensado correctamente calculadas y, en especial, res-
petando las reglas relativas a las armaduras mlnlmas según Cap. 19 poseen muy elevadas
•• resistencias a la fatiga y a las condiciones de servicio, que son más favorables que las de
cualquier otro tipo de estructuras corrientes en la construcción. Esta comprobación es válida,
no sólo para pretensado total. sino también para pretensado parcial hasta grados de pre-
tensado muy ba¡os, para los cuales la alternancia de tensiones en el acero para las cargas
que se presentan con fre cuencia se mantiene por debalo de u 5 = 120 N/ mm 2. o respec-
tivamente 6-uz = 150 N/mm2.
Para las resistencias en las condiciones de servicio algunos casos especiales de
carga se mantienen sin consecuencias desfavorables, en tanto que las tensiones en el acero
para pretensado y én el acero para hormigón queden por debajo del limite de elasticidad
f3o.o 1, de modo que las fisuras que eventualmente aparezcan se cierren luego de la des-
carga. por efecto del esfuerzo de pretensado total Dado que dichas tens1ones en el acero.
normalmente se presentan reclen para 1.3 a 1,4 veces la carga de servicio, las vigas de
hormlgon pretensado son relativamente Insensibles a dichas sobrecargas poco comunes.

Determinación de la carga de fatiga


La carga efectiva de fatiga, que puede ser soportada dos millones de veces, queda
generalmente muy por encima de la carga total de servicio y puede determinarse en forma
bastante exacta mediante un procedimiento desarrollado por Birkenmaler, cuando se cono-
cen los diagramas tensión-deformación de los materiales. Este procedimiento está descrfto
en rn.

76
10
Anclajes y empalmes de los aceros
para pretensado y de los elementos
tensores

1 0.1. Anclaje por adherencia

1 0.1.1. Tensiones en alambres Individuales nervura dos


El anclaje por adherencia (bond anchorage) se utiliza, en general, en el caso de
pretensado en bancos de tesado. El esfuerzo que debe anclarse en este caso es de tres
a cuatro veces mayor que el requerido pára el anclaje de aceros nervurados para hormigón
de igual secc1ón Para estos elevados esfuerzos, los anclajes por adherenc•a resultan segu-
ros sólo cuando se alcanza una adherenci¡¡ por corte. es decir, cuando los aceros para
pretensado son nervurados o perfilados de una forma adecuada, de modo que se ongíne una
trabazón por corte entre el acero para pretensado y el hormigón Para trenzas de siete
alambres el deslizamiento resulta Impedido por el denominado efecto de sacacorchos.
En realidad el anclaje por adherencia actúa en el acero para pretensado en la misma
forma descrita en el Tomo 1, Sec. 4.2, o en el Tomo 111, Seo. 4.3. La Flg. 1O. 1 muestra
nuevamente los procesos; la tensión en el acero CTzvo originada por la tensión previa debe
absorberse y reducirse a cero en el extremo del alambre. Para ello, el alambre se apoya
contra el hormigón mediante sus nervaduras.
El esfuerzo de pretensado se trasmite al hormigón siguiendo trayectorias de compre·
slón que comienzan con una determinada Inclinación y luego se desarrollan en curva. La
curvatura de las trayectorias de compresión origina una tracción trasversal espacial, es
decir que, en todas las direcciones radiales alrededor del acero para pretensado, aparecen
tensiones de tracción en el hormigón. El anclaje sólo se mantiene si estos esfuerzos tras-
versales de tracción (denominados también esfuerzos de hendedura) no fracturan al hormi-
gón. Para cargas localizadas relativamente elevadas, en general se requiere una armadura
trasversal para absorber los esfuerzos u asversales de tracción, preferiblemente en forma de
una armadura hellco1dal envolvente de la zona de anclaje.
Para reducir a cero la tens1on del acero para pretensado en el extremo del alambre, es
necesaria una longitud de transferencia t 0, que depende de la resistencia a la adherencia
y por ello también de la conformación superficial de los alambres. La longitud de trasferencia
se fija en 1 o k 1 d z· El coeficiente de adherencia k 1 se indica en el certificado de
aceptación del respectivo acero para pretensado, dz es el diámetro del alambre de acero
para pretensado (en el caso de secciones no circulares es el diámetro del alambre de sección
circular de área equlvaiente).

77
El esfuerzo de pretensado se expande en la sección de hormigón y requiere una
determinada longitud de penetración hasta alcanzar una distribución lineal de las tensiones
CTb, v en el hormigón. Para determinar dicha longitud de penetración se supone que el bari-
centro de las fuerzas a trasferir queda ubicado aproximadamente en el tercio extenor de la
longitud de trasferencia t 0. La DIN 4227 establece asl para dicha longitud la siguiente
fórmula:

donde s depende de las dimensiones en ancho y altura de la sección de hormlgon y que


puede suponerse aproximadamente como s = b,o respectivamente, s - h (ver (O], Tomo 11.
Cap. 3, donde s corresponde al valor de f 8 • alll indicado).

~~~~$mm$~~~~mmD~ Zv
-- alambre para pretensado,
nervurado

alabeo de la sección trasversal forma cuando no existen tensiones

trasversal radial
compresión trasversal

t-~
~L~J.,. 1 media
tensión de adherencia
en el acero para pretensado
.J.. - f u---i = longitud de trasferencia

segú~·.~~·p:~lllllll!#,~;;:lllllllllllllllllll
,
tensión en el acero

~«:11111111111111~;~;:~
tensión en el horm1gón
cerca del eje de
s. la barra

+---
1e • longitud de penetración - 1/3 1 o ¡. h

F•g 10. 1 Distribución de tensiones, longitud de trasferencia y longitud de' penetración en un anclaje
por adherencia de un alambre nervurado pretensado. en el caso de pretensado en banco de tesado.

78
En general, los anclajes por adherencia de las vigas fabricadas en los bancos de
tesado están ubicados cerca del cordón Inferior. de modo tal que la regla de la OIN antes
indicada para (e no es del todo exacta. En este caso es más correcto adoptar como longitud
de penetración el valor desarrollado por J . Plahn y K. KrOII

l. 2
te • h ( 1 + o. 15 ( hu ) ) (ver [O], Tomo 11. Sec. 3.3.8)

De acuerdo con la Flg. 10.2, en este caso, además de los esfuerzos de hendedura
por tracción, deben también considerarse alrededor de la zona de anclaje del acero para
pretensado. esfuerzos de borde de tracción ZRy,Y otros arriba y en dirección longitudinal
ZRx·
La intensidad de los esfuerzos de hendedura por tracción se obtiene en forma lógica
mediante lo Indicado en [0), Tomo 11. Sec. 3.3; como valor grosero aproximado, en su lugar
puede adoptarse siempre

Cuando varios alambres se yuxtaponen y superponen (Fig. 1o 3), los esfuerzos de


hendedura de los alambres Interiores, en parte se equilibran entre si, en cuyo caso la
armadura trasversal se dimensiona para el esfuerzo de hendedura de un alambre Individual
con un Incremento de 1,5 a 2 veces su valor.
Además del esfuerzo de hendedura en la zona de anclaje, es necesario, naturalmente,
y

tracción

Flg. 10.2. Trayec-


torias de tensiones
en el extremo de una
viga pretensada en
banco con anclaJe
por adherencia en el compresión
cordón Interior, es-
luerzos de hendedu-
ra por tracción y trae-
clones de bordo en
la zona de penetra-
ción. fe _ _ _ __..,.l

Flg. 10.3 Para el anclaje do numerosos alambres


para pretensados poco separados, como es usual en
los bancos do tesado, los esfuerzos de hendedura de
los alambres Interiores se equilibran entre si.

79
r-----~~~~~~~zu~z¿~__.

L-----~~~~~~~~~~~~~r=== Zv
Fig. 10 4 El " efeclo Hoyer" en el ex-
lremo de un alambre, anclado por ad-
herencia

tener en cuenta también los esfuerzos trasversales de tracción en la zona de penetración,


originados por la desviación de las trayectorias de compresión. También a este respecto,
hacemos referencia a (O], Tomo 11, Cap. 3, donde se trata en detalle la determinación de
dichos esfuerzos Internos.

Observación histórica:
Los Inventores del pretensado en bancos de tesado (Wettsteln y Hoyer) utilizaron
primeramente alambres lisos muy delgados, de sólo 1 a 2 mm de diámetro y, con ello, por
• cierto, alcanzaban resultados limitados en el tiempo. Hoyer explicó el electo de anclaje por
la circunstancia de que el alambre, en su extremo, al disminuir la tensión se expandfa
lateralmente, con lo que el extremo ensanchado se acuflaba en el hormigón (electo Hoyer),
(Ftg 104)
Al hormigón pretensado fabricado por este procedimiento se lo denominaba " Stahl-
saitenbeton'' {hormigón con cuerdas finas de acero). Sin embargo, pudo observarse que,
transcurrido un tiempo determmado, a veces luego de transcurridos sólo dos a tres años,
este anclaJe por adherencia, basado exclusivamente en le adhesión no se mantenla y los
alambres deslizaban cada vez más, de modo que se perdla la tensión prevta. En Suecia se
continuó utilizando por mucho tiempo alambres lisos para pretensado en bancos de tesado,
baflados previamente en ácido para hacer rugosa su superficie. Sin embargo, un anclaje
satisfactorio por adherencia sólo puede obtenerse mediante adherencia mecánica por corte.

10.1.2. Anclaje de manojos de alambres


Los extremos de los manojos de alambres para pretensado con adherencia posterior,
se abren en abanico fuera de las vainas de modo que quede entre los alambres una distancia
relativa de 30 a 40 mm (Ffg. 10.5).
Sobre los alambres, dispuestos en forma anular, se coloca una armadura helicoidal
que actúa como zuncho del hormigón en la zona de anclaje, La hélice también debe abarcar
la zona de desvlo de los alambres que penetran en la vaina debiendo absorber los corres-
pondientes esfuerzos. El diámetro de la hélice se elige de un valor tal que la tensión de
compresión del hormigón ab debida a V 0 , supuesta uniformemente distribuida, no sobrepa-
se. en el núcleo zunchado AK =- ! '7T dw, el valor 1,5 f3w· El esfuerzo de anclaje se
propaga rápidamente a lo largo del zuncho a zonas exteriores al mismo, de modo que dicha
elevada tensión sólo puede ser considerada como un recurso de célculo.
El zunchado origina compresión trasversal dentro de la hélice, lo que mejora el efecto
de adherencia. Por ello, se reduce la longitud de transferencia 1 0 Los ensayos realizados
han mostrado que, por eJemplo, para un elemento tensor constituido por 12 alambres ova-
lados nervurados trasversalmente, de una secctón de 30 mm 2 cada uno, es suficiente una
longitud de anclaJe, fuera de la vaina, de 350 mm cuando se adopta un zuncho de 0 1O
con dw = 120 mm (Fig 10.5) .

80
hélice 0 1o. 8 vueltas St 240/370
CORTE A-A
ventilación, retirar la manguera
luego de endurecido el hormigón rellenar tos espacios
con masilla
A

manguera de goma
con masilla 50 mm
-~ por ejemplo 300 ,~ "' cara externa del hormigón

Flg. 10.5. AnclaJe de los manoJos de alambres por adherencia dentro de la hélice quo envuelve la
zona de anclaJe: la hélloe absorbe también los esfu erzos de desvlo al comienzo del abanico.

1 0.1 .3. Anclajes en abanico


Para grandes elementos tensores constituidos por alambres perfilados o por trenzas,
se desarrollaron los denominados anclajes en abanico (Fig 1 0.6)
En este caso, el canal de deslizamiento, a partir de un punto se ensancha en forma de
trompeta y el manojo de alambres (también denominado cable) se abre, disponiéndose los
alambres ordenadamente en capas hasta un lugar en que su separación relativa resulte de
20 a 30 mm, de modo que quede suficiente hormigón entre capas con el objeto de que
pueda desarrollarse la adherencia. En dicho lugar la trompeta se c1erra mediante una chapa
perforada por donde pasan los alambres y de esta forma se mant1enen separados la longitud
de la zona adic•onal de anclaJe se corresponde con la longitud de trasferencia to de los

VISTA

zona de
anclaje trompeta ensanche canal de tesado
1· ·¡· rr
cable

chapa perforada

Ag. 10 6 Anclafe en abanl·


co de grandes cables de
alambres, por adherencia en
zona de anola¡e con armadura
transversal
-
81
Fig. 1O. 7 Vista superior de la armadura de un anclaje en abanico. La armadura tra sversal esta
soldada, para su anclaje, a las barras longitudinales de borde.

alambres para pretensado adoptados. La -zona de anclaje se arma fuertemente en forma


trasversal en ambas direcciones. En la parte posterior de la zona de anclaje se originan. al
pretensor, arcos de compresión que colaboran en el efecto de adherencia. las armaduras
trasversales constituyen los tensores de dichos arcos de compresión, y deben por ello
anclarse perfectamente en los bordes. preferentemente mediante barras soldadas, que al
mismo ttempo aseguran la posición de tales armaduras trasversales
Estos anclajes en abanico han sido ejecutados para cables de hasta 18 MN; estos
últimos y las armaduras deben disponerse en forma tal que dejen espacio suflctente para que
el hormigón pueda ser colado y vibrado perfectamente (Fig 1O 7)
En lo que respecta al dtmenstonado de este tipo de anclaje en abanico. ver F. leon-
hardt y W. Andrü en Beton und Stahlbetonbau , 1958, Cuaderno 5 o en [ t ), pág. 86 a 95.

10.2. Anclaje de alambres tensores lisos directamente en el hormigón,


mediante curvatura y fricción

Dado que la mayorla de los alambres tensores no son perfilados, se desarrollaron


anclajes basados en curvatura y fricción (curvatura and lrlotlon). En la parte curva hormigo-
nada, al tesar se originan esfuerzos de desvlo que comprimen el alambre contra el hormigón

con una presión Pu· En consecuencia el esfu erzo tensor disminuye por fricción a lo largo
de la curva, aun cuando se sobrepase la adhesión al hormigón Es posible Ir aumentando
e
la curvatura del alambre de forma tal que la presión de desvlo se mantenga constante. En
este caso el radio es

Se llega asl a una espiral logarftmica que, naturalmente, llene Inconvenientes en su


ejecuctón. El ángulo de curvatura ¡p necesario para el anclaje de alambres 0 5 de St 1600
depende del coeficiente de fricctón. Para p. = 0 ,3 es suficiente <P • 360°. para p. = 0,6, 1
ID = 180°. Para mayor seguridad se ejecuta en el extremo un pequeno gancho. los coefl- )
ctentes de frlccion mencionados constituyen valores Umltes supenor e Inferior de la fricción
entre las superficies de los alambres lisos trefilados o rugosos laminados y el hormtgón.

82
Flg, 10.8. La esptral Jogaritmlca ongma una presíon de
desvlo constante, siempre que se prescinda de la adhe·
slón.
r 0 • ra dio al comienzo de la curvatura,
¡¿ • coeficiente de fricción del acero sobre el hormigón:
'(Jx • ángulo de curvatura entre O y x. z

La curvatura Inicial r 0 y la separación entre alambres dependen de la presión de


desvlo admisible. Ver al respecto [O], Tomo 111, Sec. 3.3.
Para la práctica se han desarrollado soluciones más simples, consistentes en ondular
los alambres en máquinas especiales (crimped wlres) o mediante ganchos y contraganchos
del tipo que muestra la Flg. 1 0 .9 . Mediante ensayos ([1 J, Sec. 3.1.1) se constató que en
hormigón de calidades 2:: B 30 y alambres laminados con superficie rugosa, la suma de los
ángulos de desvlo de dichas ondulaciones debe ser por lo menos de 270°, y para alambres
trefilados de 360°. a los efectos de anclar los alambres correctamente por fricción hasta la
tensión limite CTz = /30,2· Naturalmente, el hormigón debe ser compacto y resistente y en lo
posible zunchado para que soporte las elevadas presiones de desvlo sin agrietarse.
En la Flg. 10 .9 se muestran los tipos de anclaje basados en curvatura y fricción más
utilizados.
Para ondular los extremos de los alambres. existen máquinas especiales. mediante
las cuales es posible ondular alambres de St 1600 hasta de 0 12 .2 mm. Estos se anclan
formando manojos en el interior de una hélice, como se muestra, para alambres nervurados,
en la Fig. 10 .5 . La Flg. 10.1 O muestra el anclaje de 8 0 8 mm (procedimiento Leoba).
Para los ganchos zunchados (Fig. 10.11 ). se demostró mediante ensayos que. por
ejemplo, 12 alambres 0 5.2 mm St 1800 con ganchos. parar - 20 mm. pueden ser ancla·
dos dentro de un zuncho de 0 125 mm. para lo cual en el caso de alambres laminados y
beneficiados, es suficiente un gancho simple, mientras que para alambres trefilados es

r 1P = 1.50 ° r '9 = 360° r '9 = 21oo


profundidad de la onda profundidad de la onda
1/ 2 ti 1,4 ~

r :.1,6 ti r a 6 ti r=4 tl

,"'e
fl)

o
.
~
...
..,
\D

t')
,l

,"'e
fl)

o
Fig 10.9. Ondulado sufl· a)
clente para el anclaje de
alambres tensores en hor·
mlgón (por lo menos B 30),
zunchado.

83
Flg. 10. 1O. Anclaje de 8 alambros do (¿) 8 mm de extremos ondulados, con uno hélice (zuncho)

CORTE A-A CORTE TRASVERSAL


1.0 hélice 0 10 hélice

vaina
.........

lll
N

pieza anular de 20 mm
de largo 0 15 mm mln. 180mm - 10 125

Flg. 10.11. AnclaJe de 12 olambres traillados de 0 5,2 St 1800, con ganchos simples, en hormigón
zunchado. Para olambres laminados y beneficiados puede eliminarse el poqueflo gancho extremo.

necesario disponer en el extremo de los mismos un pequeño contraganoho. Estos anclajes


pueden ser ej ecutados mediante medios simples como los utilizados en paises en vlas de
desarrollo.

1 0.3. Anclajes en lazo

Los alambres o trenzas de acero para pretensado pueden ser también anclados
medrante un lazo {loop) (Fig. 10.12} El lazo puede estar hormlgonado, o envolviendo blo·
ques prefabricados de hormigón El radto de curvatura del lazo, en el comienzo del anclaJe
depende, como en Sec. 10 2. de la prestón de desvfo admisible de los alambres contra el
hormigón. Estos anclajes en lazo fueron eX1ensamente utilizados en el procedtmlento Baur·
Leonhardt para elementos tensores concentrados con esfuerzos de tesado de hasta 50 MN
(ver [ 1], Sec 3 1 2)
Los anclajes en lazo también pueden ser ejecutados con pequer'\os radios de curva-
tura, cuando, por ejemplo, el hormigón está protegido mediante una chapa metálica.

84
la Flg. 10.13 muestra un anclaje de este tipo de un elemento tensor constituido por
una trenza, procedimiento VSL.
Para los elementos tensores sistema leoba, repetidamente utilizados en los comien-
zos del hormigón pretensado, se utilizaron 12 alambres 0 5,2 mm u 8 alambres 0 8 mm,
con lazos de sólo 45 mm de diámet.ro interior enganchados en una p1eza de anclaJe forjada
que permite tracclonar el elemento tensor (Fig. 1 0 . 14). la pequeña pieza de anclaJe apoya

~~----- ¡
1
1
1- -
1

1
lazos para tesar canal para tesar lazo en
hormigonados torno de un bloque
tensor prefabricado
ANCLAJE FIJO ANCLAJE TESABLE

Fig. 1O. 12. Anclaje en tazo entre 2 canales de tesado, hormlgonado o colocado alrededor de un
bloque tensor prefabricado. Los alambres se abren en abanico hacta la parto curva.

Flg. 10 . 13. Anclaje en lazo para


tre nzas, con coraza do chapa
(procedimiento VSL).

Flg 10 14 Ancln¡o on lazos de pequeno rad1o de curvalura enganchados en lorno o una p1eza de
ancla¡e tortada (anllguo procadlmtenlo Leoba).

85
sobre mortero inyectado endurecido, capaz de absorber la elevada presión, ya después
de un dfa de endurecimiento, gracias a un fuerte zunchado. Como consecuencia del pe-
queño radio de curvatura se pierde en el anclaje del 2 al 7 % de la resistencia a la rotura
en el caso de una única carga continua, en cambio para carga oscilante el lazo se comporta
favorablemente. El conocimiento de este tipo de anclaje puede ser de interés en casos
especiales.

10.4. AnclaJes con roscas y tuercas

El anclaje mediante roscas y tuercas (anchorage wlth threads and nuts) se utiliza
en el caso de barras redondas ; sin embargo, para aceros de alta resistencia la rosca normal
torneada conduce a una reducción demasiado elevada de la carga de rotura. Esto se evita
mediante el laminado en frlo de la rosca, porque en este caso se origina un endurecimiento
del acero en la zona de la rosca y una menor pérdida de sección en la sección del núcleo
(Fig. 10.16 a).
El laminado en trio de las roscas también es posible para alambres o barras. benefl·
ciados o trefilados y revenidos, con resistencias de hasta aprox. St 1600 y hasta un mlnlmo
de 0 5 mm.
Tampoco son apropiadas las tuercas normales porque, debido a su forma usual,
los primeros filetes de la rosca ubicados detrás de la placa de anclaje resultan sobresollcita-
dos ( Fig. 10.15 a). Para mejorar la resistencia a la fatiga, en un principio se desarrolló una
tuerca de anclaje con un cuello debajo del apoyo de la tuerca, que descarga los primeros
filetes de la rosca (Fig. 10. 15 b). Después siguieron como meJoras posteriores tuercas en
cuña en las cuales un cuello cónico encaja en la placa de anclaje que posee cuatro ranuras
para que la tuerca, debido al apoyo en cuna. compnma la rosca en dirección radial (Fig.
1O 15 e). Entre las roscas de la barra y de la tuerca debe existir muy poco juego, para que los
filetes de la rosca resulten solicitados en toda su altura. Por ello es necesario observar
tolerancias rigurosas En el nuevo procedimiento leoba con barras, esos espacios se ralle-

a) b) e)
1LO 11LO t--130/130

-~""'
tuerca de anclaje SI 50.11
ranura para '~'
tuerca
inyección \
\. J
1

cónica con

. ¡ -~ 60,

r
e
o 26 51600/900 '
e
h
Ftg 1O 15. Ancta¡e de barras tensoras de 0 26 con tuercas de ancla¡ e de distinto tipo, con roscas
L laminadas, para barras 0 26 mm, St 835/1030.
(\ a) tuerca normal M 27 sobre placa de acero, Insuficiente.
b) tuerca de anclaje con cuello debajo del apoyo de la tuerca
h.: e) tuerca con~ca sobre campana de anclaje de chapa de acero
(tipos b) y e) desarrollados por Dywidag).
84
86
. . ..
······•h...- ............ ,., ..

Flg t O. 16. Campana de anclaje Dyw•dag para barra tensora con tuerca cónica
a) rosca laminada en frlo sobre barras redondas lisas.
b) nervaduras laminadas en relieve, en forma de rosca .. barra " Gowl"

o
anclaje en disco

lb 26

80 .,

hélice ., t30
S rtJ 2 St 370

b placa de anclaje

~ 26

120 / 130

armadura trasversal 1/J 10

Flg 1O t7 Anclajes fijos para elementos tensores de barras.


Arriba: mediante tuerca de anclaje en forma de disco dentro de un zuncho.
Abajo med•ante placa de anclaje atornillada directamente. de dimensiones tales quo sólo sean nece·
sanos pocos estribos y barras rectas como armadura da penetración

nan con una resina sintética de elevada dureza, lo que eleva aun mlls la res1stencia a la
fatiga
Postenormente Oyw1dag, en colaboración con talleres metalurglcos. desarrolló las
aslllamadas barras roscadas " Gewi' (Rg. 1 0.16 b),las cuales poseen nervaduras laminadas
continuas en forma de rosca y que alcanzan resistencias St 108011230 por trefilado y

87
revenido. Para las roscas relativamente bastas las tuercas cónicas ranuradas deben ser más
largas que en el caso de roscas laminadas. Para barras 0 16 mm también e)usten roscas
la minadas para calidades S1135011500.
Para anclates fijos es suficiente una tuerca reforzada en forma de disco biconvexo
ubicada dentro de un fuerte zuncho que permite dimensionar el dlémetro del disco para una
presion p ,. 2 f3 w debida a V 0 (Fig. 10. 17 arriba). Dywidag prefiere para anclajes fijos placas
de anclaje rectangulares atornilladas directamente a la barra y cuyas dimensiones se deter-
minan partiendo de las presiones admisibles normales para áreas con carga parcial, de modo
que es posible prescindir del zuncho y bastan algunos estnbos y barras rectas transversales
como armadura de penetrac1ón (Fig. 10.17 abaJo).

Advertencia
Todos los anclajes a rosca son sensibles a solicitaciones adicionales a la flexión.
Por ello se debe tener la precaución de que las barras en las zonas roscadas resulten
solicitadas con exactitud según su eje. Las placas de anclaJe deben fijarse en forma ade·
cuada, de modo que queden exactamente perpendiculares al eje de la barra y, al tesar,
el gato tensor debe disponerse con su eje exactamente coincidente con el eJe de la barra.

10.5. Anclajes con cunas


El anclaje med1ante cuñas (wedge anchorage) es muy antiguo, pero en el caso de
los aceros para pretensado de alta res1stencia, que en parte llenen superficies muy lisas y
duras. no fue lácll de realizar en forma confiable Fueron necesarios numerosos ensayos
para poder obtener la aprobación exigida para la resistencia a la fatiga para solicitaciones
oscilantes
Se comprobo que era necesano un endentado entre el acero y la cuña, el que, dada
la dureza del acero para pretensado. solo puede obtenerse mediante un proceso cuidadoso
y controlado del endurecimiento de la cuña. Durante mucho tiempo fallaron los traba¡os
básicos de investigación como los que fueran finalmente realizados por G. Rehm, U. Nürn-
berger y M. Patzak en el Instituto Otto Gral de Stuttgarl ( 16] Estos ensayos Indicaron que
el endentado debe ser fuerte justo al comienzo del anclaje a cuna. con el objeto de que en
dicho lugar no exista posibilidad de los " movimientos Fltschel" que conducen a la asf llamada
corrosión por rozamiento y, con ello, a una disminución de la amplitud de oscilación de la
resistencia a la fatiga. El endentado exige una elevada preslon transversal, que sólo puede
alcanzarse sf la Inclinación de la cuña es relativamente reducida y se adopta un valor de sólo
5 a 7° y si el rozamiento de la cuña en las superficies cónicas de apoyo del cu~rpo de anclaje
se mantiene lo más reducido posible (24].
Se observa que para eJecutar anclaJes a cuña se requieren conocimientos especiales
y que la oonfiabllldad de este tipo de anclaje sólo se alcanza mediante un estricto control de
la observancia de las exigencias establecidas en base a ensayos. Esto debe ser conocido
y tenido en cuenta por el lngemero especializado en horm1gón pretensado. No podemos
entrar aqul en mayores detalles.
Otstinguíremos dos tipos de cuñas:
1 CUÑA DESLIZANTE
En la cuna deslizante (ver Fig. 1o 18) el acero. al ser tesado, se mueve entre las
cuñas que aún están floJas, las cuñas son levemente Introducidas a mano o con un martillo
con una fuerza AP, con el objeto. ante todo, de hacer posible que antes de aflojar el esfuerzo
tensor se origine una presión trasversal. Al afloJar el esfuerzo tensor y, con ello, producirse
el ·correspondiente movimiento de retroceso del acero tensado, las cul'ías, debido a los
esfuerzos de rozamiento originados por la presión trasversal, se Introducen en sus asientos.
Para ello debe desarrollarse una presión trasversal de una magnitud tal que se origine el

88
CUÑ A DE ENCLAVADO

CUÑA DESLIZANTE

enclavamiento
de la cuña

en la cuña esfuerzos en la cuña

KN2
-- --{2~ . P
2 K

placa de trasferencia del


esfuerzo tensor

estado final, esfuerzos en la cuña


esfuerzos en la cuña

g~nl

Flg. 10.18. Forma de actuar de los anclajes a cuila. A la Izquierda cuila deslizante, a la derecha cuila de enclavatlo. ~ P= reacción deapo·
yo en el gato tensor, P = presión al enclavar, K= =
esfuerzo de apretadura, J<inl en el estado flnal, KN componente normal de K perpendicu·
lar a la superlicle de deslizamiento. R= esfuerzo de lficclón, p= ángulo de Inclinación del esfuerzo de apretadura respecto a la normal. al
d.esllzar= ángulo de fricción. luego del endentado p lnles menor que el ángulo de fricción. Al producirse el endentado, puede resultar p
CD
máx. = 45°. El cociente P máx. mide la seguridad al desll1.amlento. Los esfuerzos se han representado fuera de escala, p. eJ., A Pes sen·
co p (n)
1
slblemente menor que V
endentado. El desplazamiento de la cuña (llamado Schlupl = deslizamiento) depende de la
Inclinación de la cuna y de la profundidad del endentado. Deb1do al deslizamiento se reduce
el esfuerzo tensor. El " deslizamiento" es, en general, de varios mlllmetros (hasta 10 mm).
Para elementos tensores cortos. con correlativos desplazamientos por tesado, el " desliza-
miento" juega un rol que, en vtsta de la pérdida del esfuerzo tensor, debe ser tenido en
cuenta.

2 CUNA DE ENCLAVADO

Las cunas, luego de alcanzado el alargamiento correspondiente al esfuerzo de


tesado se enclavan hidráulicamente. Al aflojar el gato solo ocurre un pequeno deslizamiento
que depende de la relación entre el esfuerzo de enclavamiento y el esfuerzo tensor. Las
curias de enclavado se utilizan también para anclajes fijos, los que se hormigonan directa-
mente y por ello no son tesables. En ese caso las cuñas deben ser presionadas tan
fuertemente en el cuerpo de anclaje mediante un gato hidráulico como para producir un
endentado en toda la profundidad. Para eso, el esruerzo que hace el gato debe ser roayor
que el posterior esfuerzo de pretensado (1,2 a 1,4 veces). El coeficiente de fricción en las
superficies cónicas del apoyo de la cuña no debe ser en este caso demasiado reducido, ni
tampoco la inclinación de la cuna demasiado grande, de modo que posteriormente la cuna
no se afloje nuevamente por si sola.
Los esfuerzos que actúan en los anclajes a cuña dependen principalmente de la
inclinación de la misma y del coeficiente de fricción en la superficie de apoyo de la cuña.
Existen numerosos anclajes a cuna, pero sólo podemos describir aqullas caracterls-
tlcas de algunos pocos.
La cuña de anillo circular o cuña anular envuelve totalmente el alambre redondo
o la trenza y llene tres o cuatro juntas radiales, de modo que pueda desarrollarse la presión
radial necesana para el endentado (Rg. 1 0 .19). Generalmente llene una lncllnaclon de 7°
Las cuñas anulares en el caso de elementos tensores de muchos alambres o trenzas.
se disponen poco espaciadas unas junto a las otras La F1g. 1 O 20 muestra. a titulo de
ejemplo. el anclaje del procedimiento su1zo VSL para un elemento tensor de 1010 kN
Cuñas en forma de sector circular pueden utilizarse para el anclaje de un haz com-
pleto de alambres, siempre que los alambres interiores se lijen a los exteriores mediante
espaciadores endentados. De esta forma fue posible el anclaJe de 12 alambres 0 14 mm
para un esfu erzo tensor de 1630 k N mediante anclajes Leoba-AK 163 (Fig. 10.2 1). Mediante
estas oul'las también es posible anclar manojos de alambres sin necesidad de abrirlos en
abanico, lo que significa una gran ventaja.
Desde el punto de vista histórico resulta Interesante el primer anclaje a cuña des-
arrollado por Freyssmet para manojos de alambres, el que mediante cuerpos de anclaJe
de hormigón zunchado constituye, desde muchos puntos de vista, una solución genial. La

Fig. 10. l9. Cur'ta anular para el


anclaJe do alambres o tranzas
Individuales

90
ESTADO DURANTE EL MONTAJE
encofrado
11)
co 12 cul'las anulares

exceso de longitud de las


t~ •1 1~ 280
trenzas para el proceso de tesado

Flg. 10.20. Cuft as anulares dlspuesras muy poco espac•adas enrre si, para un elemenlo tensor VSL
de 12 trenzas de 7 0 4.

Flg. 10.21. Cuatro cuftas en


sector circular anclan con un
Leoba AK 163, 12 alambres
de 0 14 mm Los alambres
Interiores se mantienen fijos
mediante barras separadoras
dentadas y endurecidas.

r
misma aparece representada en 1 ]. Fig. 3.57; sin embargo. casi no es utilizada en la
actualidad.
Las cuflss planas de sección rectangular de acero " blando" son apropiadas para

91
cuila. encaJada

corte a través
del manojo de alambres

16 alambres
nervurados N40,
nervaduras duras.
cuila 'blanda

F1g. 10.22. Cuñas planas de acero blando anclan alambres tensores nervurados duros (procedl·
miento Ed. ZOblin).

Estado de montaje

anclaje
separador

Tesado
placa de anclaje

tuerca do
anclaJe
.,
-?
corte de
separaclon
alambres tensores dispuestos en an111o

Flg. 10 23. Antes de tesar, el manguito cónico de anclaje as colocado a presión sobre el perno con1oo,
apretando los alambres tensores narvurados (¡so anclan hasta 60 Sigma Oval 40 en 2 capas!). (Proce-
dimiento PZ.)

92
f1jar alambres planos nervurados dispuestos en capas. a cuerpos de anclaje especiales para
este objeto. Las nervaduras de los alambres tensores se enclavan en la cuña. El ancla¡e
del procedimiento de Ed. ZOblin ancla 16 alambres Neptun N 40 colocados en 4 capas
dispuestas en el Interior de la vaina (Fig. 1 0.22).

Manguitos anulares cónicos


En el procedimiento de Polensky y Zollner, los alambres nervurados planos o de
secc1ón c1rcular se anclan sobre un perno de anclaje de forma cónica hacia afuera mediante
un manguito anular. El manguito se aprieta, mediante un gato, sobre los alambres. El ele-
mento tensor se tesa como si fuera una barra tensora, mediante el perno de anclaje (Fig.
10.23).

1 0.6. Anclaje con manguitos trefilados y manguitos de presión

Las trenzas, los cables de hasta 19 alambres o los alambres redondos pueden anclarse
mediante un manguito trefilado (tru/ock) de acuerdo con Fig. 1 0.24. Sobre el extremo de la
trenza se estira en frlo un caño a través de una boquilla de menor diámetro y con ello se lo
comprime transversalmente sobre la trenza. El manguito llene en su extremo una rosca y se

Flg. 10.24. Manguito trefilado en lrio


sobre un cable.

anillo de trefilado
ANTES DEL TREFILADO

úcleo nervurado transversalmente


y endurecido
__.
dirección de la tracción

LUEGO DEL TREFILADO

A alambres

manojo de alambres
A n• corte A-A

Fig. 10.25 MangUito traillado para un manojo de alambres dispuestos en torno de un nucleo clllndrlco
que posee nervios trasversales endurecidos en la zona del manguito

93
lo ancla, al igual que las barras tensoras, mediante una tuerca, para lo cual es suficiente que
ésta sea normal, porque en este caso el diámetro de la rosca es relativamente grande.
Los manguitos de anclaje también pueden colocarse comprimiéndolos hidráulica-
mente. En este caso para el endentado, se coloca entre el manguito y el elemento tensor
espiras de alambre triangular endurecido (Procedimiento VSL).
La Flg. 10.25 muestra cómo se ejecuta un manguito trefilado para anclar 32 alambres
redondos

10.7. Anclajes mediante cabecitas recalcadas

En el procedimiento suizo BBRV se recalcan en frf o, mediante una máquina hrdréulíca,


cabecitas en forma de botón (button heads) en alambres para pretensado de hasta 8 mm
de diámetro o en trenzas de hasta 7 0 5 mm (Fig. 1 0.26).
Las cabecitas se colocan en agujeros, adosadas a una pieza de anclaJe de acero más
F "blando" (Fig. 1 0.27) . Para los anclajes fijos la pieza mencionada puede hormlgonarse
directamente. Para los anclajes tensores dicha pieza generalmente es anular con una rosca

Flg 10.26. Cabecitas de anclaJe recalcadas


en frfo del procedrmlento BBRV

Fig. 10.27. Trayectorias de las tensiones principales en las


ltracc•ón ,/compresión cabecitas de anclaje BBRV.
1

Flg. 10.28. AnclaJe BBRV para un


manojo de alambres, con tuerca de
apoyo

94
Flg. 10.29. Ancla¡e BBRV para
163 alambres de 0 7 mm, V 0
adm .. 6000 kN.

Fig 10.30. Cabecita recalcada en tren-


zas, asegurada mediante una cufla anu·
lar

Interior para la barra tensora y una rosca exterior para la tuerca de apoyo (Fig. 10.28). Los
mayores elementos tensores con anclaje BBRV están constitUidos por 163 alambres de
0 7 mm con un esfuerzo de tracción llmile de 10 MN (Fig 10 29). La p1eza de ancla¡e
posee únicamente una rosca exterior para el tesado y se fija med1ante arandelas contra la
placa de anclaje. En el caso de trenzas, la cabecita de anclaje recalcada se refuerza.
aaemás, mediante una cuna anular constituida por tres partes (Fig. 10.30)

1 0.8. Empalmes y acoplamientos de elementos tensores

Las barras tensoras se suministran en longitudes de 15 a 30 metros y, por ello, para


elementos tensores de mayor longitud deben empalmarse. En alambres y trenzas las longi-
tudes de sumini stro generalmente son suficientes.
El acoplamiento de elementos tensores es necesario en aquellos lugares donde
existe una junta de construcción de la estructura y donde un elemento tensor ya tesado e
inyectado, debe ser prolongado con otro elemento tensor similar. Para ello se requieren
anclajes de acoplamiento (coup/lng anchorages) .

10.8.1. Manguitos roscados y manguitos de presión

La forma más sencilla de empalmar barras tensoras es mediante manguitos tubulares


que poseen una rosca Interior que se atornilla sobre la rosca efectuada en los extremos de
las barras a unir (Fig. 10.3 1). La rosca interior puede tener el mismo sentido sobre toda la
longitud o, por mitades, sentido contrario, de modo que el manguito pueda atornlllarse sin
necesidad de girar las barras largas. Los extremos del manguito son cónicos de modo tal que
los primeros filete s de la rosca resulten descargados por el alargamiento del cuello del
manguito A pesar de ello. la resistencia a la fatiga de estas uniones por manguitos es más

95
Flg. 10.31 . Manguito roscado
para el empalme de barras ten-
soras, en este cas:> con una val·
na para cubrir el manguito.

ANCLAJE POR ACOPLAMIENTO PARA


a 860 kN
tesado y anclado

vaina

anclaje oon rosoa exterior


manguito tubular con rosca

ANCLAJE POR ACOPLAMIENTO KL


DE 1152 kN
ventilación

núcleo de acoplamiento M 62

Flg. 1 0.32. a) empalme por manguito de una Junta de acoplamiento BBRV.


b) empalme con núoleo do una junta de acoplamiento BBRV.

reducida que la correspondiente a los anclajes de los extremos mediante tueroas en cuna.
Las uniones roscadas constituyen, por ello, puntos débiles en los elementos tensores.
Es Importante que las barras tensoras se atornillen en el manguito en la longitud
necesaria. Generalmente existe en el centro un agujero desde el cual es posible controlar
la posición de los extremos de las barras. Lamentablemente. ocurrió varias veces que las
barras tensoras no se atornillaron lo suficiente. y al tesar se soltaron. desprendiéndose en
forma explosiva.
La vaina debe ensancharse en la zona del manguito de unión. La longitud del ensan-
che resulta del alargamiento en correspondencia con el manguito; se recomienda. por razo-
nes de segurtdad, una prolongación mayor que la necesaria.
En lugar de manguitos roscados es posible también utilizar manguitos a presión.
los cuales, sin embargo, no se utilizan corrientemente en empalmes de aceros para preten-
sado.

96
Los mangu1tos roscados también son utilizados para anclajes por acoplamiento. La
Fig. 10.32 a, muestra un ejemplo, donde un manguito tubular es utilizado para unir elementos
de anclaje BBRV.
En elementos de anclaJe anulares que poseen una rosca lntenor para tesar, es natu-
ral utilizar para el acoplamiento un núcleo roscado -preferiblemente con dos mitades de
roscas de sentido contrano- que se atornilla en la pteza de anclaje (Fig. 10 32 b).

1 0.8.2. Empalme mediante unión en cuña


Para el empalme de alambres de acero para pretensado, puede uttlizarse el empalme
por manguitos en cul'la (torpedo spllce) utilizado en USA para cables de puentes colgantes
según muestra la Flg. 10.33. En el Interior del manguito se colocan cuMs constituidas por
tres sectores entre las cuales existe un resorte que se acorta al introducirse tos extremos de
los alambres y que posteriormente comprime las cunas. La presión trasversal requerida se
desarrolla al tesar, y se origina, naturalmente, un deslizamiento do las cunas.
El enclavado de las cul'\as mediante un resorte úlllmamento se utiliza también para
ejecutar anclajes por acoplamiento. Los extremos de los elementos tensores a anclar por
acoplamiento se colocan desde afuera entre las culias que retroceden por acción de tos
resortes (Fig. 1 0.34).

sección

resorte manguito 1 cuñas


corte longitudinal alambre

Flg 10.33. Empalme norteamericano constituido por cul'las y resortes on el Interior do un manguito
esbelto.

de resorte

Flg 10.34 Ancl o¡ e por ouflos con resorte para acoplar al anclaJe loa elementos tensores

97
10.8.3. Empalmes a rosca
En distintos procedimientos de tesado se fabrican anclajes de acoplamiento simple-
mente uniendo los elementos de anclaje de acero con pernos de alta resisteneta. Como
ejemplo, en la Fig. 10.35 se muestra el acoplamiento de elementos tensores leoba AK 120.
los pernos de alta resistencia pueden dimensionarse con un exceso de seguridad.

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Flg. 10.35. Acoplamiento de elementos tensores Leoba AK 120.

98
1 0.8.4 . Sobre la resistencia a fa fatiga de los anclajes y acoplamientos
Las resistencias a la fatiga de los anclaJeS de los elementos tensores y de los aco-
plamientos son, casl sin excepción, más reducidas que la del acero para pretensado. Las
causas de ello son los efectos de entalladura en las roscas y endentados, la corrosión por
lncción en cunas, manguitos trefilados y anclajes en lazo, o la flexlon y enderezado de los
aceros para pretensar que se originan en la zona de desvlo al tesar. Para la aprobación de
los procedimientos de pretensado, los anclajes y acoplamientos deben ensayarse a la fatiga
por carga oscilante a pesar de que las estructuras de hormigón pretensado generalmente no
experimentan casi ninguna oscilación de tensiones en los lugares de anclaje. Para ello, la
amplitud de oscilación cr 0 - a-u = a-2A por encima de la tensión Inferior a-u ... Uzv adm
soportada por un anclaje en el estado no Inyectado, para 2 x 1o6 variaciones de carga,
debe ser por lo menos de 80 N/ mm 2. Este severo ensayo a la fatiga permite, sin embargo,
detectar lugares débiles también para solicitación estática y ha conducido con ello a estable-
cer que los anclajes de los elementos tensores resultaron ser muy confiables.
En el resumen siguiente se indican algunos resultados de ensayos sobre amplitudes
de oscilación en anclajes.

AMPLITUDES DE OSCILACION EN ANCLAJES DE ELEMENTOS TENSORES

Tipo de IIOCiaje u0 CTzv adm


N/mm 2

Barras 0 26 mm, St 5901885 hasta St 8851980


roses, métrica, tuerca normal - 65
roses . tuerca especial Oywldag, en cun a hasta 140
acople, por manguito con rosca laminada 109
rosca . IJncla)e de barra Gewl 78 a 90

Alambres de 0 5 a 8 mm, Sr 137511570 hasta Sr 157011770


aullas. normales. segun su forma 110 a 140
cuflss. cuando se Impide la corrosión por fricción 160
manguitos trefilados. normales 120
manguitos trefilados. con forro de aluminio - 290
lazos , elementos terosores Leoba 180
lazos, trenzas de 7 alambres, en el hormigón 250
oabocltas de ene/aje, BBRV 180
nueva lorma especial BBRV - Dyna 260
ano/ajes por adherenci a 200

La disminuida resistencia a la fatiga en los lugares de anclaje, en gener~l . carece


de Importancia. Los empalmes con manguitos y los acoplamientos quedan a menudo ubi-
cados dentro de la luz libre de la estructura. No deberlan ubicarse Justamente en la zona
de máximos momentos. Sin embargo, el peligro de rotura por ratiga no existe tampoco para
empalmes y anclajes de acoplamiento cuando se toma la precaución, mediante un grado
de pretensado suficiente, de que en las zonas de empalme, aun para pretensado parcial,
la amplitud de oscilación de las tensiones originadas por las cargas que ocurren más a
menudo quede ubtcada con suficiente segundad por debalo de la amplitud de oscilación
lfmite del empalme. SI se admite que en los lugares de empalme o acoplamiento para las
cargas de servicio se alcance el Estado 11. entonces debe procurarse que en dichos lugares
el ancho de las fisuras se mantenga por debajo de 0,2 mm, disponiendo una abundante y
bien distribuida armadura de acero para hormigón, con lo cual se asegura, generalmente,
que las zonas de acoplamiento algo aleJadas del borde de la viga no resulten sobresolicita-
das. aun en el Estado 11.
En una de las primeras autopistas elevadas de hormigón pretensado ocurrió que,
unos veinte a"os después de su construcción, rompieron anclajes por acoplamiento de las

99
barras, pese a que aquéllos estaban ubicados en la zona de los puntos de momento nulo de
la viga continua. Las causas esenciales fueron esfuerzos de coacción no previstos. Las
roturas no se hubieran producido si entonces ya se hubiera conocido la cantidad de arma-
dura de acero para hormigón que es necesario disponer en las juntas, para evitar en forma
segura la abertura de las juntas en los acoplamientos. para cargas extraordinarias

10.9. Dlapoalclón de loa anclajes de los elementos tensores

1 0.9.1. Ancla/es fiJos


Los anclajes Ojos se horm1gonan directamente y debieran. como norma, distar de la
superficie extrema de la estructura tanto como lo requieran el recubrimiento de hormigón
prescrito y la " malla" de armadura. SI el anclaje consiste en elementos aplanados, en este
caso el hormigón ubicado por detrás del elemento de anclaje debe, a su vez, ser anclado
en o cerca de este último, con el objeto de que el cuerpo de anclaje, debido a la deforma-
ción onglnada al tesar. en la dirección de tesado, no pueda separarse de dicho recubrimiento
del hormigón (Fig. 1 0.36).
SI existen varios anclajes fijo s yuxtapuestos, deben entonces tenerse en cuenta las
separaciones mlnlmas que figuran en los certificados de aprobación. Como norma para las
separaciones puede, también, tenerse en cuenta que las tensiones de compresión en el
hormigón en la dirección del tesado a una distancia que corresponde aproximadamente a
la longitud de trasferencia (por ejemplo longitud del zuncho de anclaJe), debidas a tos esfuer-
zos tensores V 0 , no deben ser mayores que 0,35 f3w o 0,5 11 A·
Si los anclaJes fijos quedan ubicados en el Interior de elementos estructurales. por
ejemplo. en una losa o una chapa, entonces las armaduras de penetración deben dlmen-
sionarse no sólo para los esfuerzos trasversales de tracción, sino también para los esfuerzos
longitudinales de tracción que aparecen por detrás del anclaJe en la dirección de tesado.
Estos esfuerzos exigen una armadura de suspensión bien dlstnbUida que debe dlmensio-
narse de acuerdo con [O], Tomo 11, Sec. 3.3. 7,

Ag. 10.36 t.os anclaJes fijos de-


ben ubicarse cerco de lo cara extre·
ma de la estructura respetando sin
embargo el recubrimiento mlnlmo
de hormigón.

1 0. 9.2. Anclsfes activos


Anclajes montados en la superficie
Los anclajes activos (tesabtes) pueden colocarse, en la forma más simple, directa-
mente en las caras extremas de la estructurg (Fig. 1 O 37). Para ello es posible aplicar sobre
las superficies planas de hormigón, placas de anclaje simples (a) con interposlcion de una

100
delgada capa de mortero, de modo que, en principio, sólo es necesario fijar en el enco-
frado la vaina o un ensanche en forma de trompeta en los casos en que. por ejemplo, los
alambres tensores se mtroducen dentro de la vaina luego del hormlgonado. Para elementos
tensores de mayor tamal'\o, en general se fija al extremo de la vaina una placa de madera
perfectamente plana. que se atornilla al encofrado y que se qu1ta al desencofrar (b). En
general los elementos tensores llegan al extremo de la viga en capas de distinta Inclinación.
La superficie extrema de la viga, en este caso, debe encofrarse en forma poligonal, porque
las placas de anclaje deben ser rigurosamente perpendiculares al eje del respectivo elemen-
to tensor (Ag. 10.37 e).
Es común, sin embargo, que las placas no presenten una superficie plana perpendi-
cular al elemento tensor sino que ellas sean inclinadas o curvas por razones de economla
de acero. Estas placas de anclaje se fijan al encofrado y se hormlgonan en seguida (por
ejemplo. campanas de anclaje Oywldag).
Generalmente. luego de efectuado el tesado, los aceros para pretensado sobresalen
por fuera de la placa de anclaje, aun cuando después de aplicada la tensión se corten las
longitudes que ya no son necesarias para su fijación al gato tensor.
Estos extremos del acero tensor y las placas de anclaje, luego de aplicada la tensión
deben, naturalmente, protegerse contra la corrosión, lo que normalmente se efectúa me-
diante un recubrimiento de hormigón, que debe tener suficiente espesor (por ejemplo,
2: 100 mm) y estar bien armado. El recubrimiento de hormigón deberla ser anclado, en la

a e

superficie poligonal do anclaje

Fig 10.37. Placas de anclaje para anclajes activos, aplicadas exteriormente en tos extremos de ta
viga.

101
dirección del tesado, al extremo de la viga, en forma resistente a la tracclon, de modo que
debrdo a los movimientos de contracción por fraguado de las placas de anclaje no se separe
de ellas. Antes de hormigonar dicho recubrimiento debe escarlficarse el hormlgon viejo
alrededor de las placas de anclaje y humedecerse por lo menos durante un dla, de modo que
el hormigón del recubrimiento adhiera perfectamente al hormigón vrejo.
El montaje de Jos anclajes en las superfrcaes de los elementos estructurales se adopta,
generalmente, cuando es necesario ubicar muchos ancla¡es de los elementos tensores yux-
tapuestos sobre la cara extrema de la estructura. las separaciones mlnlmas de las placas de
anclaje hguran en los certificados de aprobación del sistema de pretensado elegido. También
en este caso es válido el criterio de que luego de una longatud de trasferencia adecuada,
por ejemplo en el extremo de un zuncho de anclaje, las tensiones de compresión del hormi-
gón, supuestas repartidas, no debieran ser mayores que 0,35 fJw o 0,5 fJR en la dirección
de los esfuerzos tensores.

Antes de hormigonar
-.tmanguilo de vaina ~20.7 m~

oncorrado
de mm
tubo 150 centrado
lb 20mm
t ~
3 tornillos para

-1 - -l

pieza de encofrado zuncho lb 6.0mm


para cavidad

Antes de tesar
gato tensor

,f . -
Luego de la Inyección

rellenar con hormigón

Flg. 10.38 Anclaje activo embutido para un elemento tensor pequeno con V 0 • 100 k N. Alambres
o trenzas Individuales.

102
Anclajes embutidos

SI los elementos tensores tienen una separación mayor, en este caso es preferible
embutir los anclajes, colocando entre la placa de anclaje y el encofrado piezas especiales
que pueden ser de espuma rfglda, material sintético, chapas de acero o de madera. El tamaño,
de estas piezas especiales debe dlmenslonarse de modo tal que el gato de tesado pueda
ser ubicado con juego suficiente en el correspondiente nicho o cavidad que ellas forman.
Las Figs. 10.38 y 10.39 muestran distintos eJemplos.
La profundidad del nicho debe dimensionarse de forma tal que todas las partes de
acero luego del tesado tengan el recubrimiento de hormigón prescrito como protección con-
Ira la corrosión, cuando el nicho, luego del tesado. se rellene con hormigón. También en este
caso el tapón de hormigón deberla fijarse al cuerpo de anclaje en forma resistente a la
tracción mediante piezas de acero adecuadas.
Los anclajes activos Intermedios presentan siempre inconvenientes cuando el destino
de la estructura e~lge que el anclaje no deba sobresalir de la cara exterior plana de dicha

ANTES DE HORMIGONAR

~------~200 ------------~
zuncho
de 5 espiras
010mm

de acero

4 alambres 0 12.2 mm J.
LUEGO DE LA INYECCION
campana de Inyección
liJada a la pieza
de anclaje

rellenar con

Flg. 1O 39 Anclaje activo embutido para grandes elementos tensores

103
a) Abertura pasante
para el gato

-- ---- , 1

r'----=1 =----=--~~ =~~==4


- - j_
b) Nicho para tesar

e) Resalto para tesar

Flg 10.40 Los anclajes intermedios


requteren aberturas pasantes en losas
delgadas (a) y nichos lne!!mados en lo·
cuenta U., sas gruesas (b). En vigas-cajón es po-
sible emplear resaltos o nervaduras (e).

estructura. En este caso es necesano disponer nichos de tesado. que en losas delgadas es
preferible que abarquen todo su espesor (Fig. 10.40 a). En losas gruesas o en el alma de las
vigas, el elemento tensor, para su anclaje, debe en lo posible ourvarse tan fuertemente que
el gato, al tesar, no resulte afectado por el nicho {Fig. 10.40 b). Cuando se establecen las
dimensiones de tales nichos deben conocerse: el tamano del elemento tensor, el procedl·
miento de tesado y las dimensiones del correspondiente gato, para poder establecer los
requisitos de alargamiento del elemento tensor, debidos al tesado previsto.
El lhconvenlente que existe es que en estos nichos para tesar debe Interrumpirse
la armadura normal, se altera el flujo de esfuerzos en el hormigón, y se originan esfuerzos
de desvlo, que normalmente exigen una armadura adicional. Luego del tesado es necesario
rellenar los nichos con hormigón, para cuya seguridad debe preverse una armadura de
vinculación. Las superficies de los nichos deben ser escarificadas. Es dudoso que las juntas
entre el hormigón viejo y el tapón de hormigón resulten estancas. Debido a estos lncon·
venlentes en lo posible deberfan evitarse tales nichos.
En las vtgas-cajón es posible sobresalir de la losa o del alma con el anclaje, dispo-
niendo resaltos para tesar (Flg. 10.40 e).

104
--- --~~--~------------------~------~

11
Procedimientos de pretensado y
su elección

En los comie11zos del hormigón pretensado existían solamente el procedimiento


francés de E. Freyssinet y el procedimiento Dywidag, en barras lísas de acero St 600/900.
En 1949 F. Leonhardt y W. Baur desarrollaron el procedimiento Leoba y el procedimiento
Baur y Leonhardt con elementos tensores concentrados. En el mismo año el procedimiento
suizo BBRV llegó a la madurez para su utilización. Sólo con ello se hizo posible una com-
petencia. Muy pronto se desarrollaron otros procedimientos. En Alemania casi todas las
grandes firmas creyeron que deblan tener su procedimiento propio. Se llegó asl a que,
luego de pocos años, se aprobaran más de veinte procedimientos de pretensado que esta-
ban protegidos por numerosas patentes. Con el transcurso del tiempo la mayorla de las
patentes caducó y algunos procedimientos técnica y económicamente desfavorables des-
aparecieron. Los procedimientos técnica y económicamente más ventajosos se Imponen.
El ingeniero proyectista puede elegir entre los procedimientos aprobados; deberla,
sin embargo, fijar normalmente tan sólo el tamaño del elemento tensor sobre la base del
esfuerzo tensor admisible y dejar la elección final del procedimiento a las empresas cons-
tructoras lioitantes para que la competencia entre los distintos procedimientos mantenga
la regulación de los costos. Existen. sin embargo, puntos de vista técnicos que limitan la
elección del procedimiento:
1 . Para elementos tensores cortos, con longitudes de hasta 1O m, los procedimientos con
anclaje a cuña. que presentan un deslizamiento relativamente grande, son menos ade·
cuados que, por ejemplo, los procedimientos con anclajes roscados, en los cuales el
esfuerzo tensor y el alargamiento correspondiente pueden regularse con seguridad.
2. Para elementos tensores muy largos con curvaturas planificadas se adecuan mejor los
procedimientos con alambres tensores lisos o trenzas que aquellos con aceros para pre-
tensado narvurados porque, en estos últimos, las pérdidas de esfuerzo tensor por roza-
miento pueden llegar a ser desfavorablemente grandes.
3. Cuando las pérdidas del esfuerzo tensor por rozamiento, en el caso de grandes longitu-
des de elementos tensores y gran suma de los ángulos de desvlo resulten desfavorables,
deberlan elegirse procedimientos que permitan sobretesar y relajar varias veces (ver
Sec. 13,5), lo cual resulta dificil para anclajes directos a cuña.
4. Para elementos tensores que deben disponerse verticalmente. o muy Inclinados, se
adecuan mefor las barras tensores gruesas que los manojos constituidos por trenzas o

105
alambres, porque las barras tensoras gruesas se mantienen firmes sin soportes adicio-
nales.
5. La elección del tamaño del elemento tensor, calculado sobre la base del esfuerzo tensor
admisible, en el caso de pretensado de losas. deberla efectuarse de modo tal que la
separactón entre los elementos tensores no resulte demasiado grande. El tamaño del
elemento tensor depende también del diámetro de la vaina, que nunca deberla ser mayor
que 1/ 4 del espesor de la losa o del alma. Cuando se crucen elementos tensores (en
losas sin vigas), la suma de los espesores de ambas capas de elementos tensores no
deberla sobrepasar 1/ 4 h.
6. Otra limitación para la elección del tamaño del elemento tensor resulta del hecho de
que debe evitarse que en una viga exista un único elemento tensor. para que el colapso
de éste no conduzca en seguida a la rotura de la viga. Sin embargo puede adoptarse un
único elemento tensor por viga. cuando la armadura de acero para hormigón sea suficien-
te para evitar la rotura; en general, sin embargo, deberlan adoptarse de dos a tres
Fl elementos tensores por viga para, con ello, repartir mejor la Introducción del esfuerzo
tensor en los extremos de la viga.
Otros puntos de vista para la elección de los elementos tensores y de los procedl·
mlentos de pretensado resultan. especialmente en el extranjero. de las diferentes posibili-
dades de suministro de los aceros para pretensado, de las vainas, de los elementos de
anclaje, etc., asl como también de las condiciones para el trasporte y la puesta en obra.
Las aprobaciones de los procedimientos de pretensado Incluyen exigencias que
deben ser tenidas en cuenta tanto en el proyecto constructivo de las estructuras de hormigón
pretensado, como en la ejecución en obra.
La Tabla 11 .1 muestra una selección de los procedimientos de pretensado actual-
mente más utilizados en la República Federal de Alemania. Los procedimientos de Freyssl·
net, Oywldag. BBRV y VSL se han difundido ampliamente también en otros paises.

106
11 Anclaje Vaina
Esfuerzo Ooellclento OndulaciO Deshta ·
Compo· ller Tipo Separación
Procodlmoento liCero para pretenndo Ion sor do fricción mlanto Observaciones
slclón Seo 13. 1 (para B 45) ancho seporacf6n
adm ¡J Ledo de lado Clt en cada
rasado anclaje Borde EJe e&tremo
lobre lobte
mm ltN o¡m c:m cm mm mm mm

SBRV 1 318 10,5 l7 35 30


St t-170/1670
SWJpa n 169 11
- 77 565 0,21 0,3 lOICI pitea 13 22 1, o 45 40
trefilado en ltlo
IU a• p 1 848 15 26 55 so
IV liJO 16,5 29 65 50
1

12 - 7
camp•n•
nywtdac 1~15 SI 885/10110 uwado 105 O. H 0,5 8 12 campana2 , segun 26
1 11 26,& y Jt2 0,3 rosca 9 32 blllfU roscada.
con c•mpana 16 OIN
St 835/10~0 teventdo 455 0,50 0.3 11 21 38
1 - 32
577 0.2
o placa pla.c a 1, O 18. 553
1 - 111 14,5 25 42

llochUd 1 RT 13 St 1375/ 1570 130 o'.'l4 o~"i4 7 10 5,0 JO 30 ( l) para St 1'&75/1570


rn liT' 83 83 '~ 812,2 to~f•lado 808 o cu~a cu~a
liT 93 9 ~ 12, 2 o 909 o, 15 0.26 16 28 8,0 65 55 (2) para St 1420/1fo70
UT 103 JO - 12, 2 Sl ¡q20/ 1570ben~litiado !DIO - 70

L.H 2 x 0, 6" 2 Sl 1570/1770 273 0,24 0.!1 10, & 17 35 35


PhU.
W1 'lx 0,6 11 4 545 0,24 0,3 13,5 23 45 40 daros para vainas
UoJx- CU~II abanico
mann LHG,.O.&" G lrenus tr~tnzas de 7 lllambraa 818 0,20 o 14,5 25 - 3 55 45 pera B 45
LH !Ox O, G" 10 0 - 15,3 1363 0,20 o.~ 18 31,5 70 55
eulle o
Leoba AK 10 1 ~ 12,2 Sl 1420/1570 bonellcl•do 101 o, 26 o. o. 22 O, 7
eu~•
anct.ondul 6, S 9 2 19 26
AK 41 ~ 9 12, ~ Sl 1375/1570
403 o. 30 6 0,& placero 10 16 4 35 35
AK 124 12 9 2 n. rrololado on frlo 1211 0,25 o. a benel. 16 28 7 raspecl 9 60 50
VSL 5-1 1 St 1570/1770 91 o. 15 0,5 6, 5 9,0 25 25 d11os para u . IJ, vainas
5-4
; trenu• 362 o. 18 olnra lb8rllco. 11, S 19 50 40 pare coloeacrón dol
5-7 012.5 lteruas de 7 al.,..bt.,. 634 o. 18 o In o 13 22 6 60 40 ac ero per• orarensado
5-12 12 1086 o. 19 16,S 29 70 50 luego dal hormlgol'ado
1-IG IG 1449 0,20 19 34 75 60
Polm~ky A 40 12 oval 40 414,0 0, 5 11, 5 19 1,0 40 40
& ZI!Uner A 80 24 0\'111 40 Sigma SI 142011570 829 . 0 0,27 O, S rosca obanlco 15 26 3,0 55 ~5
A 100 33 oval 40 oval1do natvurado 17
1140.0 0,4 3D 3,0 60 50

ZObUn 2 N 120 Neplun CH 120) 19-l 8 13 2


30 3(1
~N 120 SI 1325/1470 369 cullll o 10.5 17,5 40 40
6 N 120 bel'tliclatto. rectangulllr 583
0,3 o, 4 culla abaNeO 13 22 45 40
12 N 120 con nerYiduras 1165 16 28 3 65 so

Tabla 11 1.
12
Formas y dispositivos para pretensar

12.1. Tesado mediante gatos hidráulicos

12.1.1 . Generalidades
Los elementos tensores deben ser pretensados hasta alcanzar una elevada tenslon
en el acero. Para ello. aun para secciones de acero reductdas. se requieren grandes es-
fuerzos que es posible obtener de la mejor y más simple manera mediante gatos hidráulicos.
ya que extsten bombas de alta presión que pueden elevar la presíon de un fluido a SO N/mm2
y aún más. Es tmportante tener una idea de la magnitud de tales presiones. SO N/ mm2
significan, sencillamente. la presión correspondiente a una columna de agua de 5.000 metros
de altura. El ingeniero especializado en hormigón pretensado debe tambtén saber cómo
actúan los gatos hidráulicos
Los gatos hidráulicos (hydraullc facks) consisten en un cilindro a (cyllnder) y un pistón
mactzo o anular b (plston) El reducido espacio entre el pistón y el cilindro se sella mediante
una empaquetadura o (seallng), que generalmente está constituida por una goma especial
y que posee un labio, que cuando no existe presión se comprime mecánicamente contra la
pared del cilindro (Fig. 12. 1).
Para alcanzar el esfuerzo en el gato, se Inyecta en la base del cilindro un fluido pre-
surizado mediante una bomba de alta presión (hlgh pressure pump). Como fluido se utilizan
ya sea agua con aceite (emulsión) o un aceite liviano.
la presión hidráulica p que actúa sobre la superficie AK del pistón origina el esfuerzo
de pretensado

RK es la resistencia al rozamiento de la empaquetadura , que es dol orden del2 al4%


y que se determina mediante el contraste del gato.
Debtdo al esfuerzo del gato, el elemento tensor, unido al mismo, se alarga y se origina
asl el alargamtento de pretensado al desplazar al piston hacia afuera del ctllndro, mediante
la presión htdráullca. El alargamiento de pretensado que es posible alcanzar mediante una
carrera g del plston, depende de la longttud del cilindro. Al final de la carrera admtslble del
ptstón, se encuentra ubicada una válvula de segundad f que Impide que el pistón se salga
del cilindro

108
Corte A-A Corte A-A

Ag. 12.1. Corte esquemático a través de un galo hidráulico simple, con pistones macizo y anular.
a cilindro 1 válvula de seguridad
b pistón g alargamiento posible de alcanzar el pretensado =
e empaquetadura = carrera adm
d espacio para al lluldo de presión h abertura para la barra tensora
e conexión para tubería de ella presión

La presión hidráulica se lee en un manómetro (pressure gsuge) La maxlma preslon


admisible depende del esfuerzo anular de tracción Z = r · p que puede ser absorbido por la
pared del cilindro. y del rendtmlento de la bomba. los gatos para pretensor generalmente se
dimensionan para una presion entre 20 y 50 N/mm2. La escala del manometro no deberla,
en lo posible. sobrepasar el valor de la máxima presión prevista para el gato, con el objeto de
que la sensibilidad de lectura resulte satisfactoria también en la zona lnfonor de las presio-
nes. Los manómetros son aparatos delicados y deben ser controlados con frecuencia. Lo
mejor es hacer contrastar el manómetro Juntamente con el gato en un laboratorio de en-
sayos de materiales. El esfuerzo tensor puede medirse también mediante ca¡as de taraJe
(dinamómetros) ubicadas entre el gato y la placa de anclaje.
Las bombas de alta presión son, en su mayorla, bombas a pistón, accionadas por
motor.
Las bombas accionadas a mano rinden, para 20 N/mm2, unos 45 litros por hora. las
eléctricas unos 350 litros por hora y para 40 N/ mm 2, unos 100 litros por hora. Del rendimiento
de la bomba es posible calcular el tiempo necesario para alcanzar el alargamiento. previa-
mente calculado para el tesado de un elemento tensor.
Para la conexión entre bomba y gato se utilizan, en general, mangueras flexibles para
alta presión (Fíg 12.2). Para gatos grandes se utilizan conductos de alta presión constituidos
por caños sin costura de acero o de cobre (diámetro Interior de sólo 4 a 6 mm) con conexio-
nes y también válvulas para alta presión

Precauciones
la falta de estanqueidad en los conductos de alta presión puedo conductr a lesiones
peligrosas .as mangueras deben encontrarse en buen estado y los conductos ft¡o s deben
cubrirse Todos los equipos de alta presión constituyen elementos sensibles que deben
mantenerse extremadamente limpios para que puedan funcionar con seguridad.

109
Fig. 12 2 Prensa en operación, Mangueras
de alta presión vinculan la bomba con el gato.
(Prensa Leoba para AK 120 y cuftas encla·
vadas.)

1 2. 1.2. Ejemplos de prensas hldraulfcas


Para el pretensado en banco se desarrollaron prensas hidráulicas para el tesado de
alambres individuales con grandes alargamientos (Fig. 12.3).
Para elementos tensores ubicados dentro de vainas. generalmente se utilizan gatos
con p1stón anular. a través de cuyo aguJero central se introduce una barra tensora, que se
une a la p1eza de anclaJe del elemento tensor. El pistón anular se apoya sobre la placa de
anclaje o directamente sobre el hormigón endurecido (Fig. 12 .4). Hoy dla, generalmente se
prevé entre el cilindro y el pistón una cámara estanca con fluido, mediante la cual el pistón
luego del tesado vuelve hidráulicamente. En los SIStemas de pretensado en los cuales el
alargamiento de pretensado requerido se fija con una tuerca. ésta se aprieta mediante un
trinquete fijado al gato. El alargamiento alcanzado puede medlrso, generalmente, sobre una
escala mllimétrlca fijada al gato.
Para su manipuleo en obra, es importante que los gatos sean livianos. de modo que
puedan ser colocados a mano. El gato Leoba que se muestra en la F19 12.4 pesa, para
500 k N de esfuerzo tensor y 120 mm de alargamiento, sólo 31 kg y para 1000 k N de esfuerzo
tensor y 180 mm de alargamiento sólo 56 kg, s1endo la presión de servicio 40 N/mm 2•
Para elementos tensores con esfuerzos tensores mayores de 1000 k N los gatos
resultan, en general. muy pesados para ser movidos a mano. En ese caso se requiere un
carrito con un brazo giratorio, de fácil movimiento, del cual se cuelga el gato.
Para anclajes a cuña existen prensas hidráulicas a las que se adosa un gato para

Flg. 12.3. Prensa para tesar alambres


Individuales con grandes alargamientos
(principalmente para pretensado en ban-
cos de tesado)

110
trinquete y
t--- - manivela para
apretar la tuerca
tensora ~

tubo tensor

aceite sin presión;


presión al retroceder el p1stón

Flg. 12 4 Gato con pistón anular, barra tensora en agu¡ero centrado (Prensa Leoba para 500 kN.
de solo 31 kg de peso)

Flg. 12.5. Gatos gemelos con cabe·


zal trasversal en el que se anclan los
alambres a tesar.

acuñar, mediante el cual se encajan las cuñas luego de haber tesado los alambres (Fig.
12.2).
En el caso de las prensas para manojos, de Freysslnet (Fig. 12.6) los alambres ten-
sores o las trenzas se abren alrededor del elemento de anclaje de modo c¡ue, para ser
tesados, puedan asegurarse mediante cuñas en ranuras ubicadas en el borde cónico del
cilindro del gato. También en este tipo de prensa existe además, en el pistón del gato tensor,
otro pequeflo pistón con una cabeza que. después del tesado, presiona e mtroduce la cuña
mterna de anclaje de Freyssinet entre los alambres ya tesados.
En lugar de gatos anulares pueden utilizarse también gatos gemelos en los cuales
la barra tensora pasa entre ambos gatos y es accionada por los gatos mediante un cabezal
trasversal (Fig. 12.5).

111
MONTAJE

TESADO

AFLOJAMIENTO

cortar los alambres

Ftg 12.6 Gato para manojos, de Freysslnet , formas de actuar durante el tesado '1 el acuñado.

Para el procedimiento Baur·Leonhardt (elementos tensores concentrados) se des·


arrollaron grandes trenzas hldréullcss para esfuerzos de hasta 5000 kN y más, mediante las
cuales se anclan grandes cables en forma de lazo en torno a bloques tensores, los que son
desplazados mediante gatos ubicados en nichos especiales Teniendo en cuenta que dichos
gatos se utilizan mucho en construcciones. daremos a continuación una somera descripción
de ellos
La Flg. 12 7 muestra un gato de 5000 k N, de construcción muy simple, que se hace

112
Flg. 12 7 Gato alrnple para 5000 kN, oon pistón capaz de experimentar pequel'loa giros (¡el pistón
como arllculaol6nl), 240 mm de carrera.

LSO ~

3 resortes de retroceso
longllud de gula anrllo de bronce.
para una carrera lm:3~~ de gula
máxima
de 140 mm
o
11'1
11'1

- - t.JQ!Jl ~ _.__._
1

1
bronce 1
o mpaquetadura
de goma

Fig. 12.8 Gato con anillo de retenc1on a¡ustable para 5000 kN y 250 mm de carrera, con articulación
esférica supenor

actuar directamente sobre la superficie de hormigón Intercalando una chapa de madera


blanda o de libra de madera Luego de un pequeño desplazamiento. el pistón adquiere un
poco de juego con respecto a la pared del cilindro, y puede asl girar en forma de anrculaclón
con el objeto de compensar eventuales pequeños ángulos entre las superficies de apoyo
del gato. Esto es necesario por cuanto en la práctica es Imposible eJeCutar en forma absolu·

113
corte

costura Circular
soldada vista eupenor

F1g. 12.9. Gatos planos de Freys·


slnet. de chapa estampada.

lamente paralela estas superficies de apoyo. Si la posibilidad de giro no existiese, el pistón


rozarla en el cilindro. Ocurrió repetidas veces que el pistón de los gatos hldréullcos comunes
se atascara en la pared del cilindro, y que en ese caso la presión hidráulica Indicada por el
manómetro práctica mente no pudo actuar.
En este gato se confla en la eficiencia de la empaquetadura desde el tesado hasta
la fijación final del alargamiento obtenido.
El fondo del cilindro y la cabeza del pistón estén vinculados entre si mediante fuertes
resortes que hacen retroceder al pistón luego del tesado.
SI no se quiere confiar en la estanqueidad de la empaquetadura entonces es nace·
sarlo utilizar gatos con anillos de retención ajustable como muestra la Flg. 12 8.
El pistón está provisto de una rosca sobre la que se enrosca un anillo de retencion
el que al desplazarse el pistón hacia afuera, se va roscando manteniéndolo ajustado contra el
Cilindro, con lo que el alargamiento alcanzado qu~da en todo momento asegurado. Con el
objeto de compensar diferencias angulares de las superficies de apoyo, y con ello, evitar
excentricidades en el esfuerzo del gato se coloca sobre la cabeza del pistón una articulación
esférica, como se ve en la figura. Actualmente el centrado se efectúa mejor y más económl·
camente colocando sobre el p1stón una empaquetadura de goma, tal como se descrtbe en
lO], Tomo VI, Sec 16.2 4. El pistón se gura mediante anillos de bronce con el objeto de que la
rosca no resulte daflada; por otra parte, el pistón no debe hacerse sobresalir demasiado,
a los efectos de mantener una gula suficiente.
Cuando son suficientes pequeños alargamientos o carreras del pistón y son necesa·
ríos grandes esfuerzos, en ese caso se adecuan los gatos planos de Freyssfnet (Fig. 12.9),
constitUidos por dos chapas delgadas de acero, circulares, cuyos bordes estampados en
sección semlolrcular, están soldados entre sí. La carrera admisible resulta de la altura del
borde tubular. Este tipo de gato puede ser también ejecutado en forma de una banda
alargada con extremos semicirculares. La tuberla de presión se conecta al borde citado.
Estos gatos planos, generalmente. se pueden utilizar una sola vez

12.2. Sistemas especiales de pretensado

12.2.1. Grandes elementos estructurales pueden ser pretensados unos contra otros me·
d1ante gatos hidráulicos ub1cados en una junta tensora . siempre que los cables tensores se
anclen en los correspondientes elementos estructurales. Como ejemplo mencionamos (Ag.
12.1 0) el procedimiento de bloques tensores de Baur-Leonhardt, en el cual los cables ten·
seres se anclan en forma de lazo o de abanico en grandes bloques de hormlgon. los llama·
dos bloques tensores Los gatos hidráulicos se colocan en nichos especiales. En la ¡unta
de tesado debe existir una suficiente superficie libre. de modo de poder fijar el alargamiento

114
Plantas
anclaje
anclaje en abanico
enlazo

Flg. 12 1o. Pretensado me-


diante desplazamiento de
elementos estructurales com-
pletos mediante gatos en una
junta tensora: en este caso,
desplazamiento de bloques
junta tensora

nichos para
-
tensores en los cuales se han
los gatos
anclado grandes cables ten-
sores. (Procedimiento Baur-
Leonhardl.) cables ~ cables

alcanzado ya sea mediante hormigón de endurecimiento répldo o bloques de hormigón pre-


fabricados. Para mayores detalles al respecto ver Leonhardt: Vorspannung mlt konzentrler-
ten Spanng/ledern (Pretensado mediante elementos tensores concentrados), W. Ernst u.
Sohn. Berlln, 1956.

12.2. 2. Tesado trasversal a la dirección del pretensado


SI los elementos tensores anclados en ambos extremos quedan libres en la zona
central de una estructura. puede, en ese caso. efectuarse el pretensado aumentando la
flecha de la catenaria, o tensando conjuntamente dos cables tensores paralelos ( Flg. 12.11 ).
En elementos estructurales circulares este procedimiento ya ha sido aplicado repeti-
das veces. desplazando radlalmente mediante gatos hidráulicos el cable que envuelve al
elemento circular (Fig. 12.12). El desplazamiento ór debe, en este caso, mantenerse en

antes de tesar

tensores
Fig. 12.11. Protensado mediante 4 a rosca
desplazamiento de los cables, an-
clado en sus extremos, en dirección
trasversal al ele del cable.
•--=-:-::=-=-=-=-~==~~.J
=-:~;?="="-
-:~~-:;'"-'=
:.

Flg 12.12 Tesado de un ca-


ble anular mediante gatos ra-
diales. dispuestos on torno del
perimetro dol circulo.

115
forma adecuada. Ejemplo: pretensado de la fundación anular de la torre de trasmisión con
antena dirigida ubicada sobre el monte Frauenkopf en Stuttgart (J. Schlaich: "Der neue
Richlfunkturm a uf de m Frauenkopf in Stuttgart", Beton und Stshlbetonbau , 4/ 1971 ).

12.2.3. Zunchado bajo tensión previa


En numerosas ocasiones se han pretensado recipientes clllndrlcos, envolviendo alam·
bres tensores bajo tensión, mediante una máquina devanadora (procedimiento BBRV; para
una mayor Información dirigirse a Proceq, S.A., Zurich; procedimiento Taylor-Woodrow).
También para la fabricación de caños pretensados se desarrollaron máquinas deva·
nadoras especiales cuyo principio aparece en la Fig. 12.13 . En la U.R.S.S. se utiliza el
mismo principio para pretensados en bancos de tesado. La máquina devanadora arrolla el
alambre tesado sobre un banco de tesado rotativo, sobre el cual se fijan los alambres
mediante clavijas de anclaje (Fig. 12 .14).
Para otras formas de tesar y procedimientos de tesado ver L1] .

caño de
hormigón
pretensado

¿li
~ J _peso para aplicar
la tensión G = ~
Fig. 12. 13. Zunchado de cal\os de
hormigón pretensado. El alambre se
tesa mediante un peso (segun ZO·
bhn)

accionamiento
bobina de
alambre

~-
accionamiento

rh
cr peso
tensor

Flg. 12. 14. Esquema de una máquina devanadora soviética para el pretensado de vigas en bancos
de tesado.

116
13
Elementos tensores en vainas,
fricción y montaje

13.1 . Causas de la fricción


Al pretensar luego del endurecimiento del hormigón. el acero debe ubicarse en canales
hormigonados. generalmente vainas, para que al tesar pueda desplazarse longitudinal-
mente y experimentar alargamientos. Las vainas se apoyan a distancias especificadas y
también se fijan lateralmente con el objeto de que al hormlgonar mantengan, en lo posible.
la ubicación prevista. Sin embargo, las vainas, al procederse al hormlgonado, ll'lxionan
entre sus apoyos en mayor o menor medida. Debido a las inevitables Inexactitudes propias
de las obras, los .apoyos tampoco están ubicados exactamente en los puntos prefijados. El
eje real de la vaina resulta, por ello, una lfnea más o menos ondulada que difiere, tanto
vertical como horizontalmente, de la ubicación teórica prevista. Se habla, en este caso, de
una ondulación involuntaria, o de ángulos de desvlo Involuntarios, los que, releridos a la
unidad de longitud, se designan con /3 (Fig. 13.1 ).
El valor del éngulo de desvfo involuntario a tener en cuenta en el cálculo figura en
la documentación de aprobación del sistema de pretensado. Dicho valor depende no sólo
de la prolijidad en la ejecución en obra sino también de la rigidez a la flexión de los aceros
tensores ubicados dentro de la vaina y de la separación de los apoyos de esta última. En
los elementos tensores constituidos por alambres de 5 mm puede llegar a ser hasta de
{3 = 4° por metro. En los certificados de aprobación los valores de la ondulación /3 oscilan
entre 0,3 y 1 ,0 grado por metro.
Por otra parte los elementos tensores pueden tener una curvatura prevista que Inclu-
ya el ángulo de desvlo ax desde ellugar'de aplicación de la tensión x = O hasta el punto x
considerado. Aun en las zonas de curvatura prestablecida aparece una ondulación lnvolun·
tarta que, generalmente, es menor que para elementos tensores rectos.
SI un alambre se tesa libremente a una tensión elevada, resulta entonces exacta-
mente recto. siempre que se prescinda de la flecha debida al peso propio del alambre entre
apoyos. Pero si el alambre tensor está ubicado en una vaina que no es recta, debe apoyarse
entonces en la zona curva, contra la vaina, dando origen a un esfuerzo de desvlo U, o
respectivamente u por un1dad de longitud, que dependen del esfuerzo tensor y del ángulo
de desvlo o, respectivamente, del radio de curvatura en la zona en que apoyen contra la
. V
vama : u - -, (Flg. 13.2).
r
Al tesar, el acero debe desplazarse longitudinalmente con respecto a la vaina, con

117
Elevación

Planta

-- ¡
~oslclón teórica

Flg. 13. 1. Ondulación lnvo·


luntarla (3°/m de los elemen·
tos tensores rootos, y ángulo
de desvlo u previsto.

r : IJ. u

v0
...._
' J"'~/.,~
/.. .....-v,
~~~ U = 21 ( v0 .v1) are Cl

R 1 IJ.U 'b -R:: V1

Fig. 13 2 Esfuerzos de desvfo para curvatura constante y en lugares de quiebre de tramos rectos.
Los esfuerzos do fricción se muestran tal como actoan sobre el acero para pretensado.

lo que se originan resistencias por fricción R y r, que reducen el esfuerzo de tesado a lo


largo del elemento tensor en función de los esfuerzos de desvlo y del coeficiente de fricción
1-L (Fig . 13.2) .
En el caso de manojos de alambres ubicados en canales de deslizamiento circulares
o rectangulares, en los lugares de desvfo se originan esfuerzos adicionales que presionan
los alambres contra el canal; los alambres ubicados interiormente apoyan diagonal mente
contra los alambres directamente apoyados sobre el canal (Fig. 13.3). Estos esfuerzos
laterales de apoyo se denominan esfuerzos de apretadura y su magnitud depende del
número de alambres circulares que existen en el canal. Los esfuerzos de apretadura actúan
principalmente en las zonas previstas para la curvatura de los elementos tensores, y para
tenerlos en cuenta serra lo mejor utilizar un factor k aplicado al ángulo de desvlo o. Ellos
pueden llegar a valer del 30 al 40 o/o de los esfuerzos de desvro previstos. En los certificados
de aprobación, sin embargo, se los tiene en cuenta mediante un aumento del coeflctente de
fricción sobre la longitud total del elemento tensor, lo que conduce a resultados erróneos.
Cuando los alambres, por ejemplo alambres aplanados. se ubtcan cuidadosamente
en varias capas superpuestas y no se aprietan lateralmente, en ese caso la presión de
desvlo de los alambres en el canal resulta ser un múltiplo de la presión de un alambre
único, lo que, especialmente para alambres nervurados. conduce a un aumento del coefi-
ciente de fricción JL (Fig. 13.4).

118
20 >u

Flg 13.3 Origen de los esfuerzos de apre-


tadura Kl por apoyo oblicuo de los alambres
Interiores.

Flg 13 4 Los alambres super·


puestos multiplican la presión de
desvlo de los alambres en el canal
de deslizamiento, lo que aumenta
el coeficiente de fricción canal de deslizamiento

13.2. El coeficiente de fricción

El coelíctente de lricclon Jl. (coefficient of frlctfon) correspondiente al deslizamiento


del acero para pretensado en canales de deslizamiento depende de la dureza y de la
conformación superficial de ambas partes, de la presión de contacto y del deslizamiento.
Una visión ilustrallva del proceso de fricción nos la da la comparación entre una
sección aumentada 1.200 veces a través de dos chapas de acero Usas (Fig. 13.5 Izquierda)
y un corte a través de los Alpes de Suiza y de Austria (Fig. 13.5 derecha). Solamente hay
contacto en las cimas de las montaflas. Según sean la presión y las diferencias de dureza de
ambos metales, los vértices de los "ploos" se comprimen y penetran en distinta medida en la
zona de base. Esto aclara por qué el coeficiente de fricción es tanto mayor cuanto más
elevada sea la presión de contacto. Durante el movimiento originado por el tesado, se
seccionan los " picos" y quedan como residuos en los valles. es decir, las superficies se
pulen. Esto aclara por qué el coerlclente de fricción disminuye al aumentar el alargamiento.
Esta " abrasión" resulta favorecida por el hecho de que el acero de los canales de chapa es
considerablemente más blando que el acero para pretensado El acero para pretensado con
rugosidad superficial conduce a una fricción mayor que la del canal con rugosidad superficial.
La herrumbre aumenta sensiblemente la fricción porque las partlculas de óxido desprendidas
actúan como arenilla.
Los coeficientes de fricción de los elementos tensores sólo pueden determinarse
mediante ensayos. En el trascurso delliempo se han efectuado numerosos ensayos que, en
parte, condujeron a valores considerablemente distintos (Pare blbllogratra ver [1] y [ 15) )
El més reciente traba¡o sobre este tema se debe a H. Trost, Escuela Superior Técnica
de Aquisgrán, donde se efectuaron numerosos nuevos ensayos con técnicas de medición
mejoradas. Los resultados aparecen en la tesis doctoral de Kart SchOtt ( 1978)
Los resultados condujeron, para elementos tensores constituidos por 16 alambres

119
,.---,
carga

L 0,040 ma ,L ..L •I4S k!!


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Fig. 13.5. Secciones de chapas de acero lisas superpuestas (laminadas en trio). comparadas con
cortes por los Alpes

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0,20

o 20 1.0 60 80 100
deslizamiento 6 f (mm)

Flg 13.6. Reducción del coehdente de fricción ¡.t en función del deslizamiento 6 (. para distintos
radios de curvatura para manojos de 16 alambres aplanados nervurados, A1 • 40 mm 2 (según SchOII
[15]).

nervurados de perfil aplanado de 40 mm 2• de St 142011570, a coeficientes de fricción


hasta de JJ. = 0,6, los que al aumentar el alargamiento se redujeron hasta aprox. JJ. "" 0,4
(Fig. 13.6). Para el alambre individual se midió JJ. = 0 ,35. La diferencia se origina en el efecto
que se muestra en la Flg. 13.4. En la práctica se han verificado, para manojos de alambres
nervurados, coeficientes de fricción hasta de JJ. = 0,8. Lo que suoqde es que. para elevadas
presiones de contacto, en las superficies onduladas de las vainas se producen, en cierto
modo, ''cortes de viruta".
Para los alambres redondos Usos 0 12 ,2 mm, SI 142011570 -beneficiado-, el coe-
ficiente de fricción al comienzo del movimiento, para un radio de curvatura A = 24 m,
alcanzó un máximo de 0,31, y para A = 4 m, de 0,26, es decir, al contrario de lo esperado.
Luego de un alargamiento de 40 mm el coeficiente de fricción, en forma prácticamente
independiente de la presión de contacto, ya se redujo a aprox. JJ. • 0,22 (Fig. 13,7). Para
cables de 6 alambres redondos 0 12.2 mm la diferencia entre cable y alambre Individual
fue muy reducida.
La Flg. 13.8 muestra, en forma esquemática, la dependencia de los coeficientes de
fricción, del esfuerzo de desvlo u y del deslizamiento ~ t, a la Izquierda para el manojo
formado por 16 barras nervuradas aplanadas. y a la derecha para manojos de 6 alambres
redondos 0 12,2 mm.
Los resultados de los ensayos confirmaron, en general, los coeficientes de fricción
que llguran en los certificados de aprobación, con excepción de los elementos tensores
constituidos por aceros nervurados, para los cuales los coeficientes de fricción para peque·
ños deslizamientos son considerablemente mayores que los valores que figuran en los
certificados de aprobación. Esto también fue observado numerosas veces en la práctica.

120
0.60
:i.
e
-o 0.50
a
:E
Cl)
0.40
"'O pa ra A ~ 24
Cl)
0.30 p. máx ... 0,31
e
Ag. 13.7. Aeducclon del coeli·
Cl)
:§ ~ -...... ····· para A= 4
clente de fricción p. en función del ~ 0.20 p. máx... 0,26
deslizamiento A l, en un ele· o
u
mento tensor de 6 alambres re- o
dondos, 0 12,2 mm, beneficia· 20 l.O 60 80 100 120
dos. deslizamiento A f (mm)

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::1. ::1.
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"'O "O
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Q)

:º~ :Q
~
o o
u u

deslizamiento .l. { deslizamiento Ai


Flg. 13.8. Representación trlaxlal de la dependencia del coeficiente de lrlcclón p. con respecto al
esfuerzo de desvfo u y al deslizamiento .1 t; a la Izquierda manojos de alambres nervurados aplanados;
a la derecha manojos de alambres redondos de acero beneficiado 0 12,2 mm (segLin SchOII}.

El hecho de que los coeficientes de fricción disminuyen al aumentar el deslizamiento,


puede ser de utilidad en la práctica. Cuando al tesar se observa una resistencia a la fricción
mayor que la esperada de acuerdo a lo establecido en los certificados de aprobación, en-
tonces es posible aflojar el elemento tensor y repetir la tensión previa, quizá dos a tres
veces, con el objeto de alisar las superficies de deslizamiento. Esta medida generalmente
tiene éxito. Sin embargo, en el caso de anclajes a cufla, el aflojamiento puede ser Imposible
cuando las cunas ya no se pueden aflojar.

13.3. Medidas para reducir la fricción

Los procedimientos corrientes en la construcción de máquinas, para reducir la fricción


mediante el empleo de aceites o grasas, no son aplicables en el caso de tos elementos
tensores. El medio lubricante resultarfa desplazado lateralmente ya para pequel\os desli-
zamientos. Además la protección contra la corrosión suministrada por la acción alcalina del
cemento de lnyecctón podrfa resultar dañada, aun en el caso que se tratara de remover el
lubricante por lavado.
Las medidas para reducir la fricción se justifican únicamente en el caso de grandes
cables tensores con una gran suma de los ángulos de desvlo previstos, en estructuras muy
largas. Estos cables han sido utilizados numerosas veces en el procedimiento Baur-Leon-

121
;-.- - - - tapa de la caja - 5 mm - - -
chapa de deslizamiento de acero 0,2 mm
- - - teflón - - - - --
c hapa de desliza miento de acero 0,2 mm
chapa de distrib. de presiones - 4 mm

alarga miento ~~_ _ ]

caja de chapa en el lugar


de desvlo n capas de alambres o
trenzas con separadores

CORTE LONGITUDINAL SECCION TRASVERSAL

Fl g. 13.9. Trazado poligonal de grandes elementos tensores con chapas do deslizamiento en las
zonas cortas de desvlo, para disminuir la fricción.

hardt para grandes puentes ([1], Sec. 7.5). Los cables colocados en canales rectangulares
de chapa se disponen, en este caso, en forma poligonal (Fig. 13.9) .
Entre largos tramos rectos se disponen zonas de desvlo cortas y curvadas. En dichas
zonas se asegura la correcta ubicación de los alambres o trenzas dentro de una caja de
chapa, angosta y robusta. En las superficies curvas de deslizamiento se colocan dos delgadas
chapas de deslizamiento de superficie muy lisa y una capa delgada Intermedia de teflón.
Una chapa más gruesa, ubicada bajo las chapas de deslizamiento, se encarga de la distri-
bución de los esfu erzos de desvlo de cada uno de los alambres. El coeficiente de fricción
puede ser reducido a valores comprendidos entre p. = 0,03 y 0,05. El ángulo de ondula-
ctón f3 alcanza, para una colocac•ón cuidadosa de las cajas de chapa, valores entre 0,01 y
0,02 grados por metro.
Mediante estas disposiciones ya ha sido posible pretensar con éxito puentes de vigas
continuas de nueve tramos con una adicional curvatura en planta de 160°, con bloques
tensores en ambos extremos del puente, utilizando un cable continuo en cada alma. Esta
disposición es conveniente. especialmente cuando los grandes cables, en vigas-ca¡ón, se
ubican apoyados contra el alma (ver [O], Tomo VI. Cap. 14, Flg. 17)
Para reducir la fricción es posible aplicar al acero, durante el tesado, vibraciones

122
longltudlns/es . Sin embargo, esas vibraciones se amortiguan por fricción de modo que
actúan únicamente sobre una longitud limitada la que, entre otras cosas, depende de
~ (a + {U) . En el certificado de aprobación del procedimiento de pretensado Oywldag el
valor normal ll correspondiente a barras roscadas, cuando se utilicen vibraciones longitudi-
nales. puede reducirse a
a + {U
IL red. = IL < IL
60°

Sin embargo, curiosamente, no se dice nada sobre la duración. frecuencia y ampli-


tudes de las vibraciones longitudinales.

13.4. Cálculo de las pérdidas de esfuerzos de pretensado


debidas a la fricción

En 1762 Euler ya habla obtenido la solución correcta de la ecuación diferencial co-


rrespondiente a la reducción del esfuerzo de tracción de una cuerda traoclonada sobre una
garganta curva (Fig. 13. 10), siendo su expresión
Z = Z e - 1-10.
X O

Esta ecuación se utiliza para calcular las pérdidas de esfuerzos en los elementos
tensores debidas a la fricción. En lugar del ángulo a se Introduce la suma de:
ax ángulo de desvfo entre el lugar de aplicación de la tensión previa y el punto x consl·
dorado:
y
f3, en grados por metro. a lo largo de la longitud
{U x · ángulos de la ondulación Involuntaria
de elemento tensor hasta el punto x. en metros.
El esfuerzo de pretensado. que en la prácttca se expresa como el esfuerzo de ancla-
je V que actúa sobre el hormigón, vale V0 en el lugar de aplicación del esfuerzo tensor y
disminuye luego hasta el punto x, donde alcanza el valor:
- •• (o. +a:~ t ) - uy
V =V e,.. x"'x=Ve ( 13. 1)
X o o
Si los elementos tensores son también de planta curva, en ese caso los ángulos av
(componente vertical) y ah (componente en planta, horizontal) deben sumarse vectorial-
mente, obteniéndose con ello

df r.dc

7
/
Zo
" Zo - dR

dR : ~d U

u:~
r

Flg. 13.1 O. Eafuerzoa que actúan sobre


un trozo de cuerda, de longitud dJferenclaJ
di , Iraccionada sobre una garganta curva.

123
lugar de aplicación ~
de la tensión previa .......... __ a11
v;-.. ------

lugar de aplicación
de la tensión previa

Fig. 13.11. Angulas de desvlo a


previstos, entre el lugar de aplica-
Q2 ción de la tensión previa y el punto x.
v,. = Vo·e -¡.~ (a, . cxrP· rl() Elemento tensor colocado en el hor-
migón endurecido.

En este caso la suma de los ángulos debe expresarse en medida do arco, es decir,
con ;O (a + {3t) = y, donde 'Y se utiliza como abreviatura. La función e - JJ.'Y aparece
1
hoy en dla en la mayorla de las calculadoras cientlficas de bolsillo y, para una estimación
rápida, se la ha reproducido en el diagrama de Fig. 13.12.
El valor del coeficiente de fricción J.4 se adopta como valor medio constante sobre
toda la longitud del elemento tensor, a pesar de que el mismo varia en función del alarga-
miento debido a la tensión previa. Los esfuerzos de apretadura que aparecen en los manojos
de alambres (ver Sec. 13.1) se tienen en cuenta mediante un aumento del coeficiente de
fricción del certificado de aprobación. La pérdida del esfuerzo tensor debida a la fricción
resulta, en consecuencia:

La pérdida del esfuerzo tensor como consecuencia del deslizamiento de las cuñas en
los anclajes o debidas al efecto de trasferencia del esfuerzo del gato al anclaje, se desarro-
llará en la Sec. 14.4.

0.1 0,2 OJ 0,, 0.5 0,6 0,7 0.8 09 1~ 1L y Flg. 13.12. Función e wr.
124
l
13.5. Variación del esfuerzo tensor debido a la fricción

En los elementos tensores de vigas de un tramo, rectos o de curvatura uniforme,


pretensados por un extremo y anclados firmemente por el otro. el esfuerzo de pretensado
se reduce en forma aproximadamente lineal siempre que la pérdida se calcule según
Sec. 13.4 (Fig. t3. t3).
A fln de poder alcanzar en ~ el valor nominal V 0 adm. puede sobresolicltarse
en forma provlsorla en el lugar de la aplicación del pretensado, con uz > u 1 adm., en tal caso
deberla mantenerse u 2 por debajo de tJo,Ot· La sobretenslón admisible depende de u 2 adm.
y debe tomarse de las prescripciones correspondientes. El exceso de un 5 % sobre u 2 adm.
puede admitirse en el lugar de aplicación de la tensión previa porque las tensiones, de todos
modos, disminuyen por el efecto de trasferencia y. posteriormente, por contracción de
fraguado y fluencla lenta.
El hecho de que el esfuerzo de pretensado en el anclaje lijo en el otro extremo de la
viga se mantiene por debajo de V 0 adm. carece de Importancia y puede aceptarse, aun
cuando la diferencia sea del orden del 20 %.
SI para alcanzar en ; el valor V0 adm. es necesario aplicar una sobretensión
superior al 5 %. entonces es preciso aflojar la tensión previa. Con ello se originan resis-
tencias a la fricción de dirección opuesta que nuevamente deben calcularse mediante la
fórmula 13.1. La medida del aflojamiento puede establecerse de forma tal que en ningún
lugar del elemento tensor se sobrepase el 5% admisible
Cuando se trata de varios elementos tensores (Fig. t 3.14), la mitad de los mismos
puede pretensarse desde la Izquierda y la otra mitad desde la derecha, de modo que al
sumar se obtenga un esfuerzo de pretensado constante sobre toda la longitud de la viga.
En un elemento tensor con ángulos de desvlo preestablecidos a distancias cortas
entre tramos rectos (Fig. t 3 15), la reducción del esfuerzo tensor por fricción en los tramos
rectos debe calcularse únicamente para el ángulo de ondulación f3° t x y, en los desvlos
cortos preestablecidos, solamente para el ángulo de desvlo prefijado. La distribución del

1
lado do tesado
elemento ten sor
recto o parabólico

~k-
-.._'. , _: ....: !_-;._:;::.~
1,¿a~-;::-=-·=ft:'=====~-
--J'-.... anclaje lijo
=-----i
V 1
>Of
<1 .L .

1 .l V0 nocesaflO
- V0 ( 1 e ,.,.)
1
, 1 donde y • rr + P · 2t
y -- ~ -
o ... ángulo do
1 desvlo, entre
O V 0,6 l
1
o 0.5

F1g 13.13. Vanaci On del esfuerzo tensor en vigas de un solo tramo, para una sobretenslón temporana
de .l V0 , necesaria para alea nzar Va ad m. en ~ .

125
1~
, '
~
~ -- 1 '2
2 ~~"
=¿;ontos
1

1 tensores
1 t
lado de tesado

tesado desde
1 la izquierda,
V
~ tesado desde la

~~~~~;;~a--t-alé~~~~~~ V
( 0 adm.derecha

Flg. 13.14 . Distribución de


los esfu erzos de pretensado
en una viga de un solo tramo.
en el caso de elementos ten-
sores con pretensado desde
o Q,S 1,0 extremos opuestos.

rsJ b?f¡
V 1
1

Fig 13 15. Distribución del es-


fuerzo tensor en elementos ten-
sores poligonales; por eJemplo
para vigas con cargas concentra-
o 1.0 das elevadas

extremo de

1
l V nec. -

1°' sobretesado desde , or sobretesado desde


V la derecha
la izquierda

tesado solamente
2do afloJamiento
desde la Izquierda

o 0,5 1,0 1,5 3,0 l


Fig. 13. 16. En vigas de varios tramos, V0 adm. puede conseguirse en limites extensos, mediante
sobretesados y aflojamientos repetidos en ambos extremos.
esfuerzo tensor presenta Inclinaciones diferentes. En tramos de fuerte curvatura la ondula-
ción es prácticamente nula.
En el caso de vigas continuas de varios tramos con elementos tensores colocados
como Indica la Flg. 13.16, es posible aplicar una tensión previa prácticamente uniforme a lo
largo de grandes tramos de los elementos tensores, mediante operaciones repetidas de
sobretesado y aflojamiento posterior, cuando todos los elementos tensores se tesan de
ambos lados.

13.6. Montaje de los elementos tensores


En lo que sigue, entenderemos como montaje la ubicación de los aceros para preten·
sado en la vaina. Dicha ubicación debe efectuarse de modo tal que exista una buena
capactdad de deslizamiento, ondulación reducida y esfuerzos de apretadura lo más pe-
queños posible, con el objeto de que las pérdidas del esfuerzo de pretensado por fricción se
mantengan reducidas. Por otra parte debe existir entre el acero para pretensado y la vaina,
suficiente espacio, de modo que permita la afluencia del mortero de Inyección sin mayor
resistencia.
Cuando existe una única barra en la vaina. la solución solamente depende de la
correcta elección del diámetro Interior libre de la vaina corrugada con relación al de la barra
(Flg. 13.17).
Anteriormente se erala que era posible adoptar un espacio libre muy pequeflo y se
utilizaban vainas de 0 30 mm para barras tensoras de 0 26 mm. Sin embargo la experiencia
indicó que para la Inyección es más favorable un espac•o libre mayor. La aprobación para
barras de 0 26 mm exige hoy dla vainas de 0 32 mm (en ambos casos dlémetros libres).

12 0 8 mm
) hélice
de alambre
vaina
ondulación

Flg. 13. 19. Alambres dispuestos anu-


larmenle en torno a una hélice Interna.
Flg. 13. 17. Barra única dentro de la vaina. (Procedimiento primitivo de Fre yssl·
net.)

-
q

Flg. 13 18. Alambres dispuestos en 2


capas mediante separadores en forma
de peine. (Elementos tensores Leoba Fig. 13.20 Disposición BBRV de 44 0 7
del comienzo de su desarrollo 1950- St 1500/ 1700, con hélices 0 1,5 y 0 1,o, pa·
1960) ra obtener un ordenamiento anular.

127
Pero hasta ahora no se ha establecido nada para mantener la separación promedio libre de
3 mm todo alrededor de la barra, lo que seria posible mediante una hélice de alambre (paso
aproximadamente igual a dos veces el diámetro). De ahl que las vainas q1•eden en contacto,
en los apoyos con la parte Inferior de la barra, y entre los tramos, dehldo a su deformabllldad,
lo hagan con la parte superior. Gracias a la ondulación usual de las vainas el mortero de
inyección recubre casi la totalidad de la superficie de la barra.
Los manojos de alambres //sos, en un principio, se construlan disponiendo los alam·
bres en capas con separadores (Fig. 13.18) o ubicándolos alrededor de un alambre Interior,
en forma de hélice (Fig. 13. 19) . Posteriormente esta forma de montaje cayé en desuso
por cuanto los separadores no estaban previstos en las prescripciones y, en consecuencia,
debido a la competencia resultaba muy cara con respecto a otros procedimientos. Las
hélices Interiores para gula de tos manojos de 12 0 5 mm ó 12 0 8 mm, ho resultaron
satisfactorias, por cuanto en las zonas de desvfo resultaban comprim•das por los esfuerzos
respectivos, de modo que en dichos lugares se perdla el ordenamiento de los alambres.
En el procedimiento BBAV, sin embargo, se continúan utilizando, en elementos ten·
sores con más de 16 alambres, hélices interiores de alambre con el objeto de obtener una
disposición anular ordenada, donde la espiral interna en las zonas de desvlo reduce el paso
y es tan fuerte como para resistir los esfuerzos de desvlo en grandes elementos tensores con
grandes radios de curvatura. BBAV elige en estos casos vainas relativamente grandes de
modo de alcanzar un grado de llenado de sólo 37 al 40 % (sección del acero para pretensar
dividida por la sección de la vaina) (Fig. 13.20).
Para alambres de gran diámetro - 0 12 a 16 mm- el número de alambres, aun
para grandes esfuerzos en los elementos tensores, es reducido. Entonces se prescinde de
separadores y se colocan tos alambres yuxtapuestos y muy juntos (Fig. 13.21. Elemento
tensor Leoba AK 124 ). En este caso se adopta generalmente de 4 a 5 mm como separación
media entre el manojo de alambres y la vaina.
Naturalmente es necesario tener en cuen1a que los alambres lisos, especialmente
en la zona de desvlo, se amontonan en la parte Interna de la curvatura (Fig. 13 .22), y en
consecuencia el mortero de Inyección encuentra dificultad para penetrar entre los alambres
A pesar de ello alll no existe ningún peligro de corrosión porque el revestimiento exterior
con mortero de cemento y la vaina conslituyen una protección suficiente, y en los espacios
intermedios se mantiene una atmósfera básica.
En los manoJos de alambres nervurados, desde hace mucho tiempo, se ha prescln·
dido de un ordenamiento especial porque, gracias a la existencia de nervaduras, se manila·

Leoba 12 alambres 0 12,2

na

A z : ILOO mm2

;tJ 65 o 0 75 mm (dlém lnt.)


Fig. 13.22 Manojo de olambres en la zona
Flg. 13 21 12 alambres 0 12.2 yu~ta· de curvatura. El barlcenlro de A, so desplaza
puestos (elemento tensor leoba AK 124). con respecto al centro de la vaina.

128
Planta
anclaje en abanico
de acero colado ........

S trenzas 2 trenzas Corte


de 7 0 4 o 7 0 5 mm

Fig. 13.23. Trenzas en vainas chatas para protensar losas sin vigas.

nen sie mpre entre los alambres espacios intermedios, de modo que el mortero de Inyección
puede penetrar por todas partes.
También en el caso de trenzas existen espacios Intermedios cuya longitud es siempre
la mitad del paso de la trenza y que en el centro llenen un ancho Igual al diámetro del
alambre, de modo que aun para trenzas dispuestas muy )untas existe, a distancias regulares.
una sección suficiente para escurrimiento del mortero de inyección. Por esta razón las
trenzas pueden colocarse muy )untas. formando grandes mano¡fls.
Al pretensar estructuras de losas relatívamente delgadas es Importante que los ele-
mentos tensores sean. en lo posible, achatados. BBAV ha desarrollado a estos efectos
ele mentos tensores para trenzas en los cuales las mtsmas, de 12 o 15 mm de dlámet1 o están
ubicadas en vainas de sólo 19 mm de altura (Fig. 13.23). iamblén los correspondientes
anclajes son aplanados y tienen una altura de sólo 75 mm.
Para cables muy grandes se han utilizado a menudo alambres o trenzas dispuestos
en muchas capas superpuestas, con sus correspondientes separadores. ub1cadas en ca-
nal9s rectangulares de chapa. Sobre el tema nos remitimos a la blbllografla correspondiente:
[1], Sec. 7.5.

129
14
El pretensado, cálculo
del alargamiento, realización de
la adherencia posterior

14.1. Pretenaado con adherencia Inmediata

Los alambres o las trenzas para pretensado se anclan llrmemente en uno de los
bloques de anclaje del banco de pretensado y se tesan hasta llegar al esfuerzo tensor
prevtsto, desde atrás del otro bloque. En general los bancos de pretensado son largos, de
modo que los alargamientos también lo serán. Los alambres tesados deben fijarse, en la
posición prevista a lo largo del banco de pretensado, mediante separadores y elementos
de fijación dispuestos en forma tal que no puedan desplazarse al hormlgonar.
Después de un endurecimiento suficiente del hormigón, se aflojan los alambres si-
tuados Inmediatamente delante de los bloques de anclaje, por calentamiento lento u otro
medio adecuado, para evitar la transferencia brusca del esfuerzo tensor al hormigón de tos
elementos constructivos. La resistencia mlnima del hormigón para la transferencia del es-
fuerzo tensor se Indica en la Tabla 14.1, columna (3).

14.2. Pretenaado con adherencia posterior


14.2.1. Preparaofón
La capacidad de servicio y la durabilidad de las estructuras de hormigón pretensado
dependen sustancialmente de la correcta ejecución del pretensado. Por ello, la DIN 4227
exige que el profesional especializado en obras de hormigón pretensado y a cargo de las
mismas esté perm anentemente presente durante el pretensado.
Antes del pretensado, el profesional debe cerciorarse de que los acortamientos por
compresión del hormigón y otros desplazamientos o deformaciones de la estructura no
estén, en ninguna parte. impedidos seriamente. Debe exisllr un programa de pretensado
verificado, que fije según lugar y tiempo el desarrollo del pretensado e Indique para cada
elemento tensor la tenslon necesaria y el alargamiento que se quiere obtener, incluyendo
eventuales medtdas para compensar la fricción. los deslizamientos de cuñas, etc. En las
correspondientes planillas de tesado deben anotarse los valores previstos para cada ele-
mento tensor.
Además, debe tenerse la certeza que el hormigón, especialmente en la zoNl de los
anclajes. ha alcanzado la resistenci a mlnlma prescrita, segun Tabla 14.1. La resistencia real
deberá demostrarse mediante un ensayo de endurecimiento segun la DIN 1045, edición

130
1978, Sec. 7.4.4. En ese caso, especialmente en invierno, deberá comprobarse si en la
estructura se pudieran haber producido temperaturas menores que la de los cubos del
ensayo de endurecimiento.
los aparatos tensores deben estar en perfectas condiciones: las prensas para tesar y
los manómetros deben ser examinados y calibrados oficialmente. la validez del certificado
de aptitud no puede ser mayor que medio año. Las piezas de anclaje deben limpiarse y
las superficies de apoyo de las cuñas deben ser lisas y, sl ello ha stdo previsto, engrasarse.

14.2.2. Trascurso del tiempo de pretensado

Es deseable un pretensado escalonado:


1. Pretensado temprano moderado, para prevenir fisuras por temperatura y contracción
en el hormigón joven. Adicionalmente pueden tesarse algunos elementos tensores al 30
a 50 % de su esfuerzo tensor definitivo si, en la zona de anclaje, el hormigón ha endu·
recldo lo suficiente.
2. Pretensado total lo más tarde posible, para que el hormigón haya alcanzado un grado
de endurecimiento elevado antes de ser sometido a las cargas y conseguir, en esta forma,
que se reduzcan las pérdidas de tesado y las deformaciones, debidas a la fluencla lenta
y a la contracción.
Este enfoque Ideal para el trascurso del tiempo de pretensado, a menudo no puede
alcanzarse por razones técnicas de los trabajos, por lo que la estructura deberá protegerse
contra enfriamientos y desecaciones prematuros mediante cubiertas que reducen las pérdl·
das de calor y de humedad. El pretensado total deberla adoptarse, lo más tarde posible,
siempre que la zona tracclonada precomprimida esté solicitada por elevadas tensiones de
compresión.
las tensiones mfnlmas de la resistencia necesaria a la compresión, para el preten·
sado según la DIN 4227, se detallan en la Tabla 14.1.

Calidad del hormigón oxlgtda en el para pretensado parcial para pretensado hasta
cerUIIcado de aprobación del proce· hasta 0,5 V 0 • (V 0 ~ 6 V) adm
dlmlento de pretensado IJw f N/mm 2 ] . fJw I N/ mm 2}.
( 1) (2) (3 )

B 25 12 24
B 35 16 32
B 45 20 40
B 55 24 48

Tabla 14.1. Valores mfnl mos necesarios de la resistencia a la compresión del hormigón fJw, al realizar
el pretensado - según el procedimiento de tesado- de acuerdo con ta OIN 4227, edición 1979.

En estructuras que se construyeron sobre andamiajes o vigas para el apoyo de los


encofrados, debió haberse verificado en los cálculos estálicos, si al pretensar, la recupera·
ción elástica de estos andamiaJes o vigas defa actuar lo bastante el electo del peso propio
de la estructura. SI este no es el caso, deberá hacerse descender los encofrados después
de haber alcanzado un grado de pretensado suficiente para la carga por peso propio. Des·
pués de ello, puede completarse el pretensado.

14.2.3. Secuencias en la ejecución del pretensado


En el caso de vanos elementos tensores Individuales, éstos deben tesarse sucesiva-
mente contra un elemento constructivo en forma tal que el pretensado aumente lo más

131
unilormemente posible sobre toda la sección. Se comienza con elementos tensores anclados
en la zona central de la sección trasversal.
Cuando se tesa en forma longitudinal y trasversal, en general se debe comenzar por
tesar los elementos tensores trasversales a la dirección princlpal, por eJemplo, elementos
tensores del tablero de puentes. Cuando en vigas trasversales. losas huecas o VIgas-cajón,
hay elementos tensores trasversales tanto arriba como abajo, deberén tesarse alternativa-
mente y en forma sucesiva, los elementos tensores superiores e lnfenores. Se puede co-
menzar con el pretensado longitudinal cuando 30 a 50 % del pretensado trasversal ha sido
aplicado, repartido sobre la longitud de la estructura.
Los elementos tensores que no se extienden de un extremo al olfo de la estructura
con anclajes intermedios, recién pueden tesarse cuando la zona del anclaje Intermedio ya
se encuentra comprimida debido al esfuerzo tensor de elementos tensores continuos. De
esto uno puede apartarse, colocando una suficiente armadura de acero para hormigón que
asegure que la estructura quede Ubre de las fisuras inadmisibles que pudieran producirse
en la zona de anclaje Intermedia.

14.3. Procadl miento de tesado


El acero para pretensado se ancla, directamente o por dispositivos auxiliares, en el
gato (prensa) de tesado, el que se apoya, para el tesado, en el hormigón endurecido.
Después se genera el esfuerzo de tesado mediante la bomba de alta presión; el alargamiento
se produce por el desplazamiento del pistón del gato con respecto al cilindro y se mide en
una escala sobre el gato.

14.3.1. Mediciones a efectuar durante el tesado


El esfuerzo de tesado y el alargamiento por tensión deben medirse cuidadosamente
y anotarse en la planilla do tesado, que contiene. para su comparación, los valores previstos
Más adelante se Incluye un eJemplo de una planilla de tesado
Si no se alcanzan los valores previstos y la diferencia es mayor que aproximadamente
4 %, deben examtnarse las causas. S1la desviación en un elemento tensor aislado es mayor
que 15 % o el promedio de todos los elementos tensores Situados en una sección es mayor
que 5 %, según la DIN 4227 deberá ser Informada la supervisión de la obra.
Pare el control del esfuerzo de pretensado la presión manométrica debe llegar al
valor previsto, anotado en la planilla de tesado. SI la deformación por tesado obtenida
corresponde al valor previsto, puede fijarse el anclaje. Si la deformación prevista aún no ha
sido alcanzada, se puede aumentar el esfuerzo de tesado hasta un méxlmo de 5 o/o sobre el
valor previsto, o bien reducir la fricción, disminuyendo y aumentando repetidamente el te-
sado para, todavfa, alcanzar el alargamiento previsto.
El alargamiento corresponde al desplazamiento del pistón del gato oon respecto al
cilindro y, en general, se lee sobre una escala fijada al pistón. Cuando las roscas están
li mpias y llenen un paso estrictamente uniforme, también puede medirse Al con ayuda de
un cuentavueltas que Indique el número de vueltas dadas a la tuerca del anclaje.
La exactitud de la medición del alargamiento por tesado depende de la longitud del
elemento tensor. Esta exactitud deberla ser de ± 2 %. Para elementos tensores de hasta 5 m
de 1ong1tud es conveniente emplear un tornillo micrométrico o un extensómetro del tipo reloJ
con una exactitud de lectura de 0,2 mm. Para todos los elem~ntos tensores más largos
es suficiente la lectura sobre una escala milimétrica.
Al medir el alargamiento por tesado debe tenerse en cuenta que el punto cero no
puede establecerse con exactitud. El acero para pretensado puede estar bajo tensión, por
ejemplo, deb1do al ajuste de tuercas de anclaje, disminución de temperatura u otras causas,
antes de comenzar el tesado. El acero. al principio tlo)o en los extremos. puede acusar un
alargamiento antes de llegar a estar bajo tensión, al comenzar a recostarse los alambres

132
Sistema Empresa constructora Planilla NO 1

de pretensado
Planilla de tesado
Obra Tipo AK
Valores previsto!!
. .. .. ® Valores medidos
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19
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Reapecro a{!) npoAK ro, so cm> ¡SliP !51 Tfpo AK 124:354 cm> ISKP 1451
Superficie nera·del ptslOII F n
_¿ Sobrerenslón aarrusiDie ha.s~a bar Tipo AK ~ 1 128 em> ¡SI<!' SOJ npo AK 183,354 em> (SKJ> 250)
(.,) --------
(.,)
SST-2.~,$ 17•1"91 t
1
1

v2 •""- :
1 valores
Y medidos

v, --- V
........-:! !,
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;•-t prolongación hasta V
1 1
=o Fig. 14 1 Determinaci ón del punto cero
(origen) para el alargamiento. Cuando se ehge
V, - O, 1 V 0 y V 3 V 0 , se tiene con una apro-
l. 6t 62
punto cero determinado para A t
63 M
ximación suficiente:
1
~ fvo • """0,9 (63 41)
alargamiento 6 t -

sobre la vaina, debido al tesado. Por ello el alargamiento recién se mide a partir de un grado
de tesado que, adecuadamente, se eligió igual a 11 1O del esfuerzo tensor total ( Flg. 14.1).
Por este motivo se ajusta el gato en 1/1 o del esfuerzo tensor previsto y se mide a partir de
este valor el alargamiento hasta el esfuerzo total de tesado V 0 , o bien respectivamente, al
valor aumentado (V 0 + 6 V) para compensar los esfuerzos de fricción, de acuerdo con la
planilla de tesado.
De la planilla de tesado debe surgir claramente si, al calcular el desplazamiento
previsto, han sido considerados el deslizamiento de las cul"'as, que depende del procedi·
miento del pretensado, o la deformación de los anclajes al trasferlrse el esfuerzo tensor a los
dispositivos que los constituyen. Si éste no es el caso, debe sobretesarse con un valor
equivalente.
Cuando, al pretensar, debido a los momentos negativos Mv y a los esfuerzos de
desvlo de los elementos tensores, se manifiesta, parcial o totalmente, el peso propio de la
viga, se origina un esfuerzo de tracción adicional, en especial en la zona central de la luz
que provoca un alargamiento adicional del acero para pretensado y, en consecuencia, un
aumento del alargamiento por tesado. Este aspecto, en general , se menosprecia.
En el caso de varios elementos tensores Individuales en una pieza estructural , las
longitudes de alargamiento deben ser diferentes. El primer elemento tensor debe ser alar·
gado en un valor Igual al acortamiento elástico total por compresión Ebv · ( b • más allá del
alargamiento Ezv · 1 2 del acero, mientras que, para el último elemento tensor, solamente
hay que agregar ~ · Ebv f b al alargamiento del acero, dado que el acortamiento del
hormigón ya fue alcanzado en gran medida al tesar los elementos tensores anteriores. Para
los elementos tensores Intermedios los alargamientos por tesado deben escalonarse ade·
cuadamente.

14.3.2. Irregularidades del alargamiento por tasado


SI se produce un alargamiento por tesado demasiado grande en comparación con
el esfuerzo tensor, en primer lugar se deben verificar los manómetros Otras causas pueden
ser.
1) Coeficiente de fricción p. y ondulación f3 reales menores que los supuestos,
2) el anclaJe cede,
3) tolerancias en menos de la sección del acero o del módulo de elasticidad (pero que
deberfan haber sido consideradas previamente. al efectuar el cálculo del alargamtento
por pretensado),
4) rotura de un alambre, que en general se oye como una detonación y que se manifiesta
en el manómetro por una brusca cafda de la presión.

134
SI el alargamiento por tesado resulta demasiado reducido , ello puede deberse a
las causas siguientes:
1) Fricción aumentada. por ejemplo por herrumbre o Impedimento del deslizamiento, por
haberse filtrado mortero de cemento en la vaina. Ambas situaciones pueden corregirse
aflojando y tesando nuevamente varias veces al elemento tensor SI hubiera manguitos
en el elemento tensor un acodamíento del daagrama M·V (Fig. 14 1) Indica que falta
libertad de movimiento del manguito dentro de la vaina ensanchada. De ninguna manera
la tens1ón sobrepasara 0,90 130 .2 o fJo.o1
2) Tolerancia en más de la seccion del acero. o respecto del modulo de elashcldad. Espe-
cialmente. cuando se trata de alambres laminados beneficiados se permiten tolerancias
en mas de la secc1ón de acero. de hasta 8 % las que. como es natural, reducen esen·
clalmente el alargamiento obtenido para el esfuerzo de tesado previsto. Por ello deberla
controlarse la sección al recibir el acero, para que estas tolerancias puedan tomarse en
cuenta en el cálculo del alargamiento de tesado.

14.4. Cálculo del alargamiento de tesado


El alargamiento de tesado (extension) se compone de :

l. t. t :. e J. alargamiento unitario del acero para pretensado multiplicado por


z z z la longitud del acero tesado entre los anclajes

2, A L "' t t = acortamiento unitario del hormigón, multiplicado por la longitud de la


b b b pieza de hormigón entre los anclajes {pese a ser fb negativo, debe
sumarse)

3. ó Sp .. variación de longitud de los elementos tensores entre el extremo de


1 z y el anclaje en el gato.

4. ó FA : eventual deslizamiento o deformación en anclajes fijos FA.

La componente 3, ~ Sp, depende del tipo de la instalación de tesado y puede ser


adicionado, en obra, por el Ingeniero a cargo del pretensado.
La componente 4 , ó FA, en general se desprecia.
Segun lo dicho, sólo queda para calcular

At = e z t z. + eb t
b
= At
z.
+ 6 t
b
(14. 1)

no es constante cuando el esfuerzo de tesado Z - f (V 0 ) se reduce por fricción


z (ver Sec. 13.4). Según ello debe tenerse en cuenta una distribución del es·
E: z " A"íil
z z fuerzo de pretensado, por ejemplo según Flg. 14.2.

o depende de la tensión de compresión en el hormigón, en la fibra de hormigón


t: " b,vo, g a lo largo del elemento tensor, tensión que no sólo depende de V = 1 (V 0 )
b E sino también de Mv y M 9 , en la medida que el peso propio g se manifiesta
b
al pretensar
Dado que la componente ~~ b es pequeña en comparaclon con ill 2 , en general, es
suficiente estimar un "b promedio.
El alargamiento del acero para pretensado depende de la variación de f (V 0 ) y puede
expresarse por
t
l.
1 1
fl t
z
::
A E 1 V d
X X
=A E
· area del esfuerzo de tesado ( 14. 2)
z z o z z.

135
aflojamiento

>• extren-o
de anclaje
tesado liJo

L ~,~ longl'"d dol olemoolo len•o•

Flg. 14.2. Areas dol esfuerzo de tesado y de aflojamiento para la determinación de las longltudos de
tesado y de aflojamiento.

El área del esfuerzo de tesado está rayada en la Fig. 14.2.


Un aflojamiento del esfuerzo tensor de 11 V 0 se manifiesta, en función de la resisten·
cla a la fricción, sobre la longitud t A vo· Si se adopta la misma fricción que la del pretensado,
se conoce entonces la inclinación del diagrama de f (V). y, con ello, también la longitud
fA vo y el área de aflojamiento (ver Fig. 14.2). En base al área citada se calcula, desprecian·
do la componente debida a AEb, la longitud de aflojamiento

!2 llvo · t Avo
J. - ( 14. 3)
l1 A YO - A E
z z
Un desffzamlento de cu,a o deformaciones de partes de los anpajes en dirección de
V 0 , al transferir V 0 del gato al hormigón (efecto de transferencia), repercute en forma similar
a la del aflojamiento, con la diferencia de que en este caso solamente sé conoce ~f 1 ra nsl
y se buscan 11 V1ransl. y l'il v• es decir, dos incógnitas. La mejor forma de resolver el proble·
ma es la de proceder por tanteos suponiendo un valor para l.). v y variándolo hasta cumplir
con la ecuación
2 A E
z '.G
AV
transt.
= AL transl. l.
( 14.. 4)
Av

14.5. Realización de la adherencia posterior mediante mortero de Inyección

Después de terminado el tesado se deberá realizar cuanto antes la protección contra


la corrosión Inyectando, bajo presión, mortero de cemento (lnfectlon ol cement grout), para
rellenar todos los Intersticios dentro de la valna. Las exigencias que debe cumplir el mortero
como material fueron tratadas en la Sec. 4.4. Para la ejecución de la Inyección debe tenerse
en cuenta la Sec. 5 de la DIN 4227.
La ejecución de acuerdo con los reglamentos, del mortero, es tan Importante para la
durabilidad de las estructuras pretensadas como lo es el pretensado reglamentario. Por ello,
también para esta etapa de la construcción debe estar presente el Ingeniero especialista y
llevar un registro. Se han prcducido numerosos daños porque los elementos tensores no
hablan sido Inyectados reglamentariamente.
Inmediatamente antes de la Inyección del mortero los elementos tensores deben
enjuagarse con agua, para comprobar la continuidad de las vainas, y para humectar la

136
exténsa superficie de alambres y vainas para que el frente de avance del mortero de
cemento no se seque, obstruyendo el flujo.
La temperatura en los elementos tensores no debe ser menor que + 5° C en lugar
alguno. Después de perrodos prolongados de heladas, en lo posible, deberán enjuagarse
con agua caliente en toda su longitud, las vainas y elementos tensores.
El mortero de inyección se introduce lentamente y en la medida da lo posible con baja
presión (de 2 a 3 bar) por medio de bombas probadas, desde un extremo de ancla¡e y a
través de acoplamientos estancos. La inyección debe ser, necesariamente, lenta para que el
mortero espeso tenga tiempo de llenar los intersticios estrechos de los huecos más grandes,
cosa que no sucede cuando fluye rápidamente a través de los mismos. Deben evitarse
presiones elevadas, porque provocan fracturas en el hormigón. Se debe tener siempre
presente que ya una sobrepresión de 5 bar en una vaina de 80 mm de diámetro produce
un esfuerzo de fractura de 40 kN/m. En repetidas ocasiones se han desprendido trozos de
hormigón debido a dichas presiones.
Si en la bomba se desarrolla una presión elevada, debe suspenderse inmediatamente
la Inyección porque entonces, presumiblemente, se ha producido un taponamiento. Lo mejor
es la remoción, Inmediata, por enjuague, del mortero ya inyectado y la eliminación de las
causas que han provocado la obstrucción.
La mejor forma de eliminar el aire que queda dentro de las vainas consiste en Inyectar
el mortero desde el lugar más bajo del elemento tensor hacia una ventllaclon ubicada más
arriba .
En el caso de grandes elementos tensores se recomienda disponer en las vainas
acoplamientos para Inyectar en los puntos lnfenores y ventilaciones en los superiores. Los
acoplamientos Inferiores sirven al mismo tiempo para el drenaje del agua empleada para el
agua para enjuague.
Después que el mortero llega a las ventilaciones superiores o al otro extremo del
elemento tensor, se debe seguir Inyectando hasta que el mortero. al salir. esté libre de
burbujas y tenga consistencia normal.
Después de terminada la inyeccsón, los acoplamientos respectivos deben obturarse
en forma tal que el mortero, de ninguna manera, pueda refluir
Una muy detallada descripción de la técnica de Inyección y de las expenenclas de los
últimos 30 años ha sido dada a conocer por G. Benz en [ 17). Alll también se encuentran
Indicaciones sobre la Inyección de morteros de resinas sintéticas, las cuales se emplean
ocasionalmente en el invierno, para que los elementos tensores no queden expuestos a la
corrosión. en el estado previo a la Inyección.

137
15
Enumeración de las verificaciones
necesarias

Observación previa: La contracción y la fluencia lenta del hormigón ocasionan pér-


didas de esfuerzos de pretensado en los elementos tensores y, en estructuras hiper·
estáticamente apoyadas. una alteración de las solicitaciones Por ello siempre debe dife·
renciarse, en las venflcaclones. entre el estado Inicial, para el instante t • o. es decir antes
de la contracción y de la fluencla lenta (S + K) con el esfuerzo de pretensado V 0 y el estado
final para el mstante t = ~ después de la contraccion y de la fluencia lenta, con el esfuerzo
de pretensado V x. o bien un estado Intermedio para el Instante t1con el esluerzo V¡. En lo que
sigue esto se expresara, respectivamente, por V 0 y V,.

15.1 . Verificaciones necesarias

1. Verificación para la capacidad de servicio


Todas las verificaciones para el estado de servicio se calculan con la teorfa de la
elasticidad (relaciones tensión-deformación lineales). calculándose con los esfuerzos carac-
terlsticos en el Estado l.
En el estado de servicio, las tensiones de compresión en la zona traccfonada preten-
sad a. debidas al peso propio y V 0 , no deben sobrepasar los valores admisibles; en la zona
comprimida , no deben aparecer tensiones de tracción dignas de mención, debido a V 0 .
Curvaturas por fl exión (flect)as) especialmente las negativas y sus Incrementos debido
a la contracción sólo deberén verificarse cuando pueden afectar la capacidad de servicio.
Las verificaciones de /as tensiones por tracción en el hormigón bajo la carga de
servicio. en el futuro deberlan reemplazarse. sin excepción. por verificaciones de la /Imita-
ción de los anchos de ffsuras para todos los ámbitos en los cuales pueden aparecer tensio-
nes de tracctón en el hormigón que sobrepasen los valores mlnlmos de la resistencia a la
tracción del hormigón. Este puede ser el caso debido a cargas en zonas de cordones
tracctonados, con pretensado limitado o parcial o por esfuerzos de coacción en estructuras
hiperestélicamente sustentadas. En esto, por regla general, son determinantes V oo y la carga
de servicio total: para esfuerzos de coacción lo son la diferencia máxima de temperatura
o los asentamientos desiguales máximos.
Para estados de obra se necesitan verificaciones cuando el peso propio total no llega
a actuar enseguida. En este caso corren peligro la zona tracclonada precomprlmlda por

138
compresión excesiva y la zona comprimida por una posible tracción. El remedio consiste
en un pretensado escalonado.

2. Verificaciones de le capacidad portante


Para asegurar la capacidad portante las accrones, por ejemplo la~ cargas, deben
aumentarse con un factor de carga (coeficiente de mayoraclon), y los esfuerzos resrstentes
de los materiales, disminuirse con un factor de materiales (coeficiente de minoración).
En general se reúnen ambos factores de seguridad en un lactor global. La DIN 4227
prevé factores de seguridad como los del hormigón armado. La capacidad portante se juzga
~" base a los estados limites de las deformaciones de los materiales en la sección más
des·avorable de la estructura. De ello resulta que estas verificaciones deben calcularse
parñ valores caracterfstlcos de la sección en el Estado 11. Las verificaciones de la capacidad
portarte con redistribución de momentos (mecanismos) o desplazamientos planificados de
momentos, son posibles en estructuras hiperestáticas; para pretensado parcial, en parte
hasta pueden ser favorables (ver [O], Tomo IV, Sec. 8.5).
La capacidad portante limite necesaria para flexión, en general debe verificarse para
V fA con las cargas de servicio multiplicadas por 1,75.
Para esfuerzos de resbalamiento debidos al esfuerzo de corte y a la torsión, los
elementos tracclonados deben dimenslon~:~rse se!Jun la analogla generalizada del reliculado,
en forma tal que se cumplan simultáneamente las condiciones para la reducción del ancho
de las fisuras y para las armaduras mlntmas. Deben respetarse los limites de los esfuerzos
de compresión en las diagonales comprimidas.

3. Pérdidas de tensiones por fricción as/ como por contJacc/on y fluencla lenta
del hormigón

Cuando se efectuen venficaclones de la fricción. se debe determinar SI, o en qué


medida, es posible Influir sobre la trayectoria de los esfuerzos de tesado al efectuarse el
pretensado, por sobretesado temporario seguido por aflojamiento y un eventual segundo
tesado. Este proceso da ongen a registros en el protocolo de pretensado.

4 . CSiculo de las longitudes de los elementos ten sores individuales para su registro
en el protocolo de pretensado

5. Fuerzas de desvlo y fuerzas de divergencia


En lugares de desvlo de los elementos tensores deberán verificarse la presión de
desvlo sobre el hormigón y las armaduras transversales que eventualmente fueran necesa-
rias contra esfu erzos de fractura.
Es necesario exami nar si los esfuerzos de desvlo de los elementos tensores generan
esfuerzos de tracción en el hormigón que hacen necesaria la colocación de armaduras de
suspensión ancladas hacla atrás. Cuando existen desvlos del eje de gravedad de la estructu·
ra deben tenerse en consideración los esfuerzos de desvlo y sus consecuencias. debidos
al desvlo de las tensiones de compresión en el hormigón.
En lugares de divergencia de elementos tensores, o entre elementos tensores, deben
considerarse los esfuerzos de divergencia.

6. Introducción de los esfuerzos de pretensado


La lntroduccion de esfuerzos de pretensado concentrados origina esfuerzos de frac·
tura y esfuerzos de tracción en los bordes. en la zona de la introducc1on, los cuales deben ser
tratados segün [OJ, Tomo 11, Cap. 3.

139
7. Acortamientos de las estructuras
El acortamiento de estructuras pretensadas debe ser determinado, tanto para el lns·
tanta t = O como también para t = at, es decir, después de la contracción y de la fluencla
lenta, debiendo Incluirse también las máxtmas variaciones de temperatura. Los efectos de
estos acortamluntos sobre los apoyos, columnas. juntas de dilatación, transiciones de carri·
les de tráfico, etc., deben ser examinados.

8. Curvatura por flexión y peralte


En todos los casos en los cuales las curvaturas por flexión (negat•vas o positivas)
perjudican a la capacidad de servicio, deben calcularse las flexiones para V0 y V x · El
peralte (contraflecha) que debe preverse al construir la estructura, en general se dlmensio·
nará para la curvatura por fl exión promedio entre t = O y 1 = :». Para un grado de pretensado
elevado puede ser necesario que en lugar de una contranecha se prevea una pequena flecha
para el estado de hormigonado.

15.2. Indicaciones para las hipótesis de cálculo

El sistema estático debe ser supuesto, en lo posible, fiel a la realidad y debe mante·
nerse igual para todos los casos de cargas. No deben menospreciarse grados de ampo·
tramiento perceptibles , dado que, además, el pretensado origina momentos de empotra·
miento cuya transmisión debe continuarse.
Los momentos de Inercia variables deben ser considerados, en el hormigón preten·
sado, mas que lo que es usual en estructuras de hormigón armado, porque Influyen nota·
blemcnte sobre las magnitudes hiperestáticas.
En los valores que caracterizan la sección no debe menospreciarse ninguna parte
de la sección: esto vale ante todo para el ancho colaborante de la losa de vigas-placa o de
vigas-cajon. También debe considerarse invariable los niveles de las partes de la secclon.
En estructuras de hormigón pretensado, los espacios vados en la sección trans\'ersal
causados por las vainas pueden influir esencialmente en las tensiones debidas a V 0 + g
antes de la realización de la adherencia, ante todo en cordones tracclonados pretensados.
Por ello, en las verificaciones correspondientes de las tensiones, deberán emplearse las
áreas de las secciones trasversales netas, después de deducir las partes vaclas dejadas
por las vainas. Inversamente, después de la realización de la adherencia pueden Influir
favorablemente sobre la colaboración de la armadura de acero para hormigón con los aceros
para pretensado con adherencia. en forma tal que, para ouantlas elevadas de armadura, as
re munerativo calcular. en este caso. con las secciones tras versales Idea/es Ab .¡. (n - 1)
(A 2 + A 5 ). debiendo tomarse para los valores de n = E2 /Eb, aproximadamente n • 5 a 8.
Distingui mos entonces:
Ab = área trasversal del hormigón, sin descontar vainas y áreas de las armad uras.
An = área neta del hormigón Ab - Avainas·
A¡ área ideal = Ab 1 (n 1) (Az + A 5 ).
También para elementos tensores con vainas amplias, para A¡ se calcula sólo el valor
(n - 1) Az; se supone que el mortero de Inyección endurecido es equiparable al hormigón.
A estas secciones corresponden:

Momentos de Inercia Jb. J 0 y J¡.


Módulos resistentes Wb, W 0 y W¡.

140
16
Esfuerzos caracteñsticos en la sección y
tensiones debidos al pretensado e indicaciones
para el trazado de los elementos tensores

16.1. Efectos del pretensado sobre el hormigón


Para determinar los esfuerzos característicos en la sección en el hormigón, debidos
al pretensado, deben aplícarse al mismo fuerzas de pretensado V como esfuerzos externos
en los lugares de anclaje, de acuerdo con su magnitud y dirección. En los trechos curvos
de los elementos tensores se agregan las fuerzas de desv/o U debidas a la curvatura y las
fuerzas de fricción A que alll actúan ( Flg. 16.1 a).
las fuerzas de frloclón A actúan sobre las armaduras en la dirección contraria a las
del tesado y en el hormigón, en la misma dirección (Fig. 16. 1a). En general sólo se consi-
deran mediante una reducción del esfuerzo de pretensado; se desprecian los esfuerzos
tangenciales R o r que actúan sobre el hormigón.
l as fuerzas de anclaje V deben aplicarse con la respectiva dirección del elemento
tensor, en el punto de anclaje. Con la definición convencional usual para tracción + y para
compresión , resulta que V como esfuerzo de compresión sobre el hormigón siempre es

R2

~~~
lugar ~u,
polfgono de fuerzas en equilibrio

Flg. 16.1 a. Erectos de las fuerzas de pretensado, de desvro y de fricción sobre el hormigón.

eje de gravedad

e_
Flg. 16.1 b. Esluer-
¡+x
+y
zos en la sección y
su notación en el
punto de anclaje

141
negativo. SI se considera la fuerza de tracción V originada en el acero para pretensado se
emplea. para evitar confusiones, la notacíón Zv (positiva).
Para el cálculo de los esfuerzos característicos en la v1ga, se descompone conve-
nientemente el efecto del esfuerzo de anclaje V en el sentido de los esfuerzos caracterlsticos
N, O, V (F1g. 16. 1 b):
Vx = V · cos Componente longitudinal, actuando según el eJe de la v1ga.
1/J •
Vy == V sen Componente vertical, en sentido de un esfuerzo de corte.
lfJ ""'
Mv = Yz V · cos lfJ = Momento flexor referido al eje de gravedad de la viga.

En el caso de estructuras esbeltas la mayoria de los ángulos de Inclinación son


reducidos, de manera que se puede considerar aproximadamente cos lfJ = 1, obteniendo
entonces
V = V
X
V = V • sen cp
y
...
M
V Yz · V
Los esfuerzos de desvlo actúan según la blseclrsz del ángulo de doblado o, para
curvatura constante, normalmente al eje del elemento tensor.
El esfuerzo de desvlo U es, en el lugar de doblado

U ,.. Z · are o. [fuerzaj (1 G. 1)


V

Aprovechamos la aproximación con are c:r (Fig. 16.2), en vista de que. en la mayorfa
de los casos, se trata de ángulos pequeños y que. además. tamblen se utilizan unidades
en radianes para la determmación de los esfuerzos por rriccion
En caso de curvatura Clfcular con rad1o r, el correspondiente esfuerzo de desvro
radial tiene el valor

u = -Zv [fuerza por unidad de longitud ] (16.2)


r

En estructuras esbeltas las componentes horizontales de los esfuerzos de desvlo


pueden ser depreciadas (Fig. 16.2). En caso de curvaturas circulares, calculamos entonces
en forma aproximada con esfuerzo de desvlo vertical uniforme (vertical • dirección y)
z z
u ~ u = _:!..._ resp. u .... .....::L..~,K (1G.2a)
Y r y 1'

t'K = longitud del arco de circulo para ángulos pequeños

r ~
2
u lk:os~
2

U son a

Ag 16.2 Esfuerzos de desvlo y sus componentes en lugares de doblado y de curvaturas circulares

142
Esta aproximación se emplea casi siempre para elementos tensores de forma para-
bólica, Fig. 16 3. Para ello escnbimos

8fZ
u .. U:. --::--V.:.. con Z en L/2. ( 16. 3)
y t2 V

Flg . 1 6. 3. La aproximación
usual desprecia las componen-
tes horizontales de los esfuerzos
de desvlo para elementos tenso·
res de forma parabólica en es-
tructuras esbeltas y la variabili·
dad de Zv• en tanto que se lntro·
duce Z como constante en (12.

Con ello la reduccion del esfuerzo tensor debida a la fricción entre el extremo de
tesado y el dispositivo de anclaje es tenida en cuenta por el hecho de que se utiliza el valor
de Zv existente en 112, siempre que la diferencia no exceda del 1O 0 o de V 0 .

16.2. Esfuerzos caracterfstlcos en la sección y tensiones en la viga lsoatétlca

16.2.1. Esfuerzos caracterlstloos en la sección sobre el hormigón

Los esfuerzos de pretensado externos que actúan sobre el hormlgon (esfuerzos de


anclaje, esfuerzos de desvlo, esfuerzos por fricción) se mantienen en equilibrio entre si y
por ello, en la estructura lsostátlca, no modifican las reacciones de apoyo. Estos esfuerzos
conducen a un estado propio de tensio nes. Ello significa que en cada sección las tensiones
en el ho: mlgón se equilibran con los esfuerzos en los elementos tensores. Por ello, en vigas
isostáticas -en la hipótesis de que las secciones trasversales se mantienen planas- se
puede determinar directamente la distribución de las tensiones en el hormigón, en la sección
correspondiente, en base a la magnitud, la posición y la dirección del esfuerzo en el olemento
tensor.
En una sección actúan, entonces. los siguientes esfuerzos caracterlstlcos sobre el
hormigón, ver Flg. 16.4

Nv esfuerzo longitudinal = componente del esfuerzo de pretensado V, actuando según


el e¡e de la viga
Mv = momento flexor por pretensado, debido a la excentricidad del elemento tensor en la
sección analizada (ver Fig 16.4).
Ov = esfuerzo de corte • componente vertical del esfuerzo V, que surge de la inclinación
del elemento tensor en la sección.

143
N
V
= v. cos cp V
X
M
V "' yz ·V· coscp = yz .vX ( 16. 4)

Qv
: V • sen cp V
y

Fig. 16.4. Esfuerzos caracterlstlcos y su notaciÓn.

En el caso de un elemento tensor poco inclinado o de vigas esbeltas con elementos


tensores curvados en forma parabólica (f <
1~ t) podemos hacer Vx .. V, y obtener:

N V
V
M ·V (16. 4a)
V yz
Q ::
sen cp • V
V

En ello distinguimos tos dos "casos de carga":

Esfuerzo tensor antes de la contracctón y de la fluencla lenta. V


Esfuerzo tensor después de la contracción y de la fluencla lenta: yO
CD

Esfuerzo de desvlo antes de la contracción y de la fluencta lenta: U,u


o o
Esfuerzo de desvlo después de la contracción y de la fluencla lenta: ur.o , u
C"'

Las Flgs. 16.5 hasta 16.6 muestran los diagramas de los esfuerzos oaracterlstlcos en
vigas simplemente apoyadas con algunos tlpos especiales de trazado de los elementos
tensores (¡se desprecia la frioclónl) .
En una estructura de barras se originan momentos llexores trasversales Mz, v cuando
el centro de gravedad de los esfuerzos en el acero pretensado no está situado sobre una
vertical que pasa por el centro de gravedad de la sección
Se originan esfuerzos caracterfsticos de torsión cuando el esfuerzo de desvlo resul·
tante no pasa por el centro de corte de la sección.
En las zonas de Introducción de los esfuerzos de tesado en una longitud t e - h, los
esfuerzos de pretensado y también los esfuerzos caracterlsticos, aún no se distribuyen
uniformemente sobre toda la altura de la sección y por ello, en esa zona, no es aplicable la
teorla de la flexión.

144
i eje de gravedad .- •·,-/ .·

vi A
·- --~-t-··=-::=... ._. ___ ~ Ts B

Nv: V j llllllllllllllllllllllllllllllllllllllllliffilllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllt

Mv J)lllllllllllllllllllmllllllllllllllllllllll:ffi:llllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllt V·vz
Fig. 16.5. Viga simplemente
apoyada, elemento lensor 0 : O - - - - - - - - -""""'
recto. v

.
Flg 16 6. Viga simple·
mente apoyado, elemento
tensor de lorme parabóll·
ca.

V -fFu V

~-::i_ -;~L-··1·~ - --r


A : 1 B
i 1m exactamente V•

N, Jmmmmm~mlruii i :Y,:IIIIIIIlmmmlmoommrnm¡
1 1
1 1
1 1

Mv ~11m:m~::r.~:t~l l 'lll~
1
1 1
1
V sen IP¡ 1
Ov Jmm
llllrmm
llllllnnrn;,
;mrmmiiiii ®Jli!Dr'" . :
Fig 16.7 \liga simple·
mente apoyada, elemento :::::::111111111111111111*]11111111111111111&
tensor poligonal. Vy =-\i sen 19 2

145
Nv
Wlllllllllll~lllllllt::~:mllllllmWn-i
1 1
1
+
1 1
1~
~
~~1~+-..! fXYv
·
+ 1 1
1 1

Vy
t ~ :
Flg 16.8. VIga simplemente
apoyada, elemento tensor de for·
me parabólica anclado en puntos
zona de lntroduccion Intermedios.

16. 2.2. Determinación de las tensiones debidas a cargas de servicio


Si se conocen todos los esfuerzos caracterfsticos. se determinan, como de costumbre,
las tensiones longitudinales. Fíg. 16.9, para lo cual debe considerarse el esfuerzo longitudinal
Nv debido al esfuerzo de pretensado: las fuerzas y cargas existentes al pretensar actúan
sobre la s ección neta. las cargas adicionales que aparecen después de establecida la sdhe·
rene/a, por ejemplo, Ag y p, P, actúan sobre las secciones Ideales:

M +M M
V V g ___E
o "'
o i\
n
wno wio
( 16. 5)
M +M M
C1 :. ::!.._+ V g + ___..1L
u A
n
wJlU W lu

El momento M 11 = V · Yz debido al pretensado. debe considerarse con el signo que


surge de V (negallvo) y de la distancia Yz entre el centro de gravedad y el elemento tensor
(desde el centro de gravedad hacia abajo = positivo).

Fig. 16.9 Tonslonos longitudanales u-·


146
-
Para cálculos aproximad~ es suficiente utilizar los valores caracterfsticos del hormi-
gón sin deducciones por An, o agregados por A¡.

V \M +M +M )
0 e .......2._~ V g p ( 16. 6)
o,u A W
-0 o,u

Para obtener los valores máximos se debe verificar. en cada caso, si el estado de
cargas más desfavorable es determinante antes o después de la contracción y de la fluencla
lenta.
Tensiones principales debidas al esfuerzo de corte O o de torsión MT:
El cálculo de las tensiones principales a-1 (tracción principal) y u u (compresión princi-
pal). en realidad, no es necesario en el estado de carga de servicio, porque en las estructuras
de hormigón armado casi no existe el peligro de fisuración bajo (g + p), porque el dimensio-
namiento basado en las cargas limites, juntamente con las reglas para la limitación de
fisuras, también aseguran la capacidad de servicio.
Pero la DIN 4227 todavla exige verificaciones de u¡ bajo la carga de servicio. Para ello
deben considerarse. Indefectiblemente, las tensiones normales ux, V<JC y, para el pretensado
del alma, uy, V<JC• porque reducen considerablemente las tensiones principales de tracción
o las superan totalmente. Sin embargo debe cuidarse de que u 1 no sobrepase los valores
admisibles.
Las tensiones principales se deducen de la Fig. 16. 1 O.

2
o +o
X y+ + ,.2
2 ( 16. 7)
o +o .,/ o -o 2
O ll " X 2 y - re X 2 y ) + T2

El ángulo 'P entre u1 y el eje de las x

tg cp ::
,. ,.
l o -o
l y

f-- -
; GD·-~
-

Fig. 16. \0. Componentes de


las tensiones en un cubo ele·
* 1
1
IP

Gt

mental, que or'igtnan las ten·


slones principales a-1 y a- 11•

147
La dirección de la tensión principal de compresión respecto del eje x es -b = 90° - V'·
Cuando las almas no han sido pretensadas, puede ponerse uy • O. Con ello
., = J ~Sb y ux. resultan variables a lo alto de la sección. En general no es suficiente cal-
cular las CTI a nivel del barlcentro de la sección.

16.2.3. Determinación de las tensiones longitudinales ux en pretensado en banco


En el banco de tesado se tesan los alambres para pretensado con la tuerza z (o)
hasta la tensión admisible aumentada u<~>v. por ejemplo según la DIN 4227 • 0,8 f3o, 2 y,
con ello, hasta la deformación t(~) 11 ; esta tensión es mantenida hasta el endurecimiento del
hormigón colocado posteriormente.
Al soltar los alambres de pretensado de su anclaje en el banco de tesado ( :z trans-
ferencia), el esfuerzo aslllberado como v(o), gracias al anclaJe por adherencia actúa sobre
el hormigón endurecido, el cual, en consecuencia, se acorta. El alargamiento del acero
E(~! 11 generado en el banco de tesado. con ello se reduce hasta el valor Ezv (positivo), con
lo cual la disminución de la deformación del acero debe tener el mismo valor que el acorta-
miento del hormigón Ebz. v (negativo) al nivel del elemento tensor.

E
Z, V
= E(o)
Z, V
+ E
bz, V
(16 . 8)

A estas deformaciones corresponden las tensiones

o = o(o) + n • a ( 16. 9)
Z,V Z, V bz, V

la ecuación ( 16.9) se aplica en la forma

1 a( o) -a
- -n· o (16.10)
z,v z,v bz , v

en el Cap. 18, para la determinación de las tensiones del acero en el banco de tesado
(capacidad portante limite).
La tensión ITbz. v del hormigón al nivel del acero para pretensado puede expresarse
mediante el esfuerzo sobre el elemento tensor v(o) que, al comenzar el proceso de trasfe-
rencia, actúa sobre la sección Ideal A¡ = An + n Az, o bien por el esfuerzo de pretensado
V 0 existente en la sección neta una vez terminado el proceso de trasferencia (ver Flg. 16. 11 ).
La demostración de lo dicho puede confirmarse Imaginando un elemento prismático.
sometido a compresión axll, cortado de la viga a la altura del elemento tensor. Se tendrá

" - V o . o(o) = - y(o) V


o a =~ , A = A + n · Az ;
z.v A ' z,v A bz, v A 1 n
z z n

De la Ec. (16. 1O) resulta

- V V v <o)
__ o_n--2_ ,..
Az An --¡:- con
z

148
y, con ello, para Ubz. v
v v<o)
o - o -
bz,v- A- A:-
D le

ylol

" tirante" de hormigón pretensado

Fig. 16. 11 . Esfuerzos de


pretensado ylol en el banco
de tesado y V0 en la viga.

Análogamente, para el caso general de elementos tensores dispuestos excénlrlca-


mente, es válida para la tensión del hormigón a la altura del eje de gravedad del elemento
tensor:

o
bz, v
2
= V( o ) ( . + Yiz
J.
+)=< V
o A
1
y
+ ~)
J
2

1
( ..!_
( 16. 11)
o n
En esta expresión Ynz y J 0 corresponden a la sección neta An, e Ylz y J¡ corresponden
a la sección Ideal A¡ • An + nA 2 • Para abreviar, escribiremos

A A
J.Jn • A
7.
y ~
A,
.. ~n
l+n ~
n 1 n

Con las tensiones en el acero

- v<o) -V
o (o) '& y o o
-A--
Z,V A Z,V
?. z

y las expresiones para la tensión en el hormigón según Ec. ( 16. 11 ), la Ec. (16.9) proporciona
las siguientes relaciones entre el esfuerzo en el banco de tesado y(o) y el esfuerzo de
pretensado efectivo V 0 :

-V (o)
o .. - V + v<o) (_!.
Az A
z " A
i

V
o
= V(o) [ 1- o·~. - nAzy~z J
1 Ji
(16. 12)

149
respectivamente
2
-V
o _ vCo) y
-¡¡:- = A
+nV
o
( -
A
-+~
J
)
1

z z n n

V = v<o> 1
2 (16.13)
o
nA y
1+ 0 · ¡.1 + z nz
n J
n

La tensión en el acero para pretensado CTz, vo· efectiva después de la trasferencia,


se superpone con las tensiones de servicio CTz, 9 y cr 2 , p· Según la DIN 42,.27 la suma de
tensiones no debe sobrepasar las tensiones admisibles cr ad¡n. • 0,55 (Jz, rcf&pectlvamente
= O, 75 130,2· Sin embargo, esta condición es Innecesaria.
En el caso de vigas que se pretensan excéntricamente en el banco de tesado, seglln
Fig. 16.9, desde el Instante de liberar el anclaje en el banco de tesado. actúa el momento
V · yz, con lo c ual se curva la viga, se levanta del banco de tesado y se manifiesta el peso
propio como reacción. Las tensiones (16.9) y (16.11 ) aparecen, asl. en realidad, siempre con
una superposición de tensiones de flexión debidas al peso propio.

RESULTADO.
Tensiones de borde por pretenssdo en banco de tesado

M(o)+ M +M V M M +M
v <o> g o V g p
~=
o
o :r l\- V

wio
¡;--
n
w--
no w,o
( 16.14)
M(o)+ M +M V M M +M
v< o) g g
V P: ~+ ~ + ~
o " --+ A W
u Al wiu n JIU wiu

16.2.4. Tensiones debidas a cargas de servicio en el Estado ti


Para pretensado parcial con un grado de pretensado reducido, aproximadamente
K < 0,5, puede suceder que se quiera conocer las tenstones debidas a cargas de servicio,
por ejemplo para determinaciones exactas de flechas o de anchos de fisuras. Cuando, para
la carga determinante uJz, en el cordón traccionado se obtiene un valor calculado mayor
que el valor promedio de fJbZ· entonces debe consid~rarse que la zona tracclonada está
fisurada y tiene que calcularse, como para el hormigón armado, en el Estado 11. Las tenslo·
nes sólo pueden obtenerse por Iteración, por ejemplo, por el método de Colonettl [ 18)
o según el procedimiento semlgráfico de MOrsch. ver [O], Tomo l, Sec. 7.3.4.3
Para ello se supone un diagrama de deformaciones (Fig. 16. 12) y se determinan los
correspondientes esfuerzos en los cordones Db y z·· ; las tensiones de compresión ub
resultan del diagrama cr·E, según Ag. 18.3. Como esfuerzo de tracción en el acero para
pretensado se emplea una predeformación E(~ voc (ver también Sec. 18.1), que resulta del
esfuerzo en el elemento tensor que corresponde al momento de descompresión Mo. para
el cual la tensión en el hormigón al nivel del elemento tensor es ub • O. Para ello, en general,
se parte de V "~>·

150
tensiones

diagramas E
supuestos

As
Zz • Zs
M32 = Ez 6Ez
Es G's =Es Es

Fig. 16.12. Hlpótosls Iterativas de diagramas de f. y determinación de los Db y Z .. correspondientes.

Entonces será
(o) o
e (o) = ~ = _1_ ( Z +~ E A )
z E E veo Eb z z
z z

De ~(~) + .lltz resulta CTz y de l1E 5 , se obtiene u 8 • para lo cual para Mo se adopta
u 5 = O. Con ello se tendrá

Z7* S A o
Z Z
+ A o
S S
Db

Entonces debe ser Mq = z 'k1> z = Db z

Como el valor de z·· puede estimarse fácilmente con el valor conocido Zvoo y un
pequeflo valor adicional para .l1Z debido a Mq - Mo. se puede obtener también, de Inme-
diato, una buena apro)(imaclón para la ublcación del eje neutro en base a z "" z~•.
de modo que serán suficientes dos o tres Iteraciones.

16.3. Esfuerzos caracterfstlcos en las secciones de estructuras pretensadaa,


apoyadas hl pereatátlcamente y conclusi ones para el trazedo
de loa element os tensores

16.3.1. PrlnGiplos básicos sobre sus efectos


los esfuerzos de pretensado producen deformaciones longitudinales y de flexión.
Cuando las condiciones de apoyo son lsostáticas, estas deformaciones puedt>n ocurrir libre-
mente, es decir, que no son Impedidas por los apoyos y por ello no modifican ni las reacclo·
nes de apoyo. ni los esfuerzos caracterfsticos en las secciones debido al pretensado.
En el caso de condiCiones de apoyo hiperestátlcas en cambio. la estructura, defor-
mada por el pretensado, Imaginada ingrávida. generalmente ya no se ajusta a sus apoyos.
Si se obliga a la estructura a volver a sus apoyos, entonces se producen esfuerzos de
coacción. Aclaramos esto en una viga continua de dos tramos: si se pretensa la viga
mediante un elemento tensor recto ubicado en la parte Inferior, la viga se curva hacia arriba

151
i:
a }-=-- -. -__::- -
A.
-¡ -.-.
i~mento
eje neutro

~-=-t-=t Yz
tensor e
f f --------~

~ reacciones de apoyo +Bv


de coacción

M.= Me•M: loonnmnnm..... ~ _.undid

¡mll llllllllllllllllllllm:llllllimllllllllllllllllll
Ov t Jlllllllllllllllllllllll:~lllllllllllllllllllllllllllllll
Flg. 16.13. Se muestra el origen de reacciones de apoyo hlperestétloas • esfuerzos de coacción.
para la viga de dos tramos, simétrica, con elemento tensor recto (este tipo de trazado no sirve
en la práctica).

y se separa de su apoyo Intermedio (Fig. 16.13). Para mantener la viga sobre sus apoyos,
en el apoyo central deberé actuar una reacción de apoyo negativa Bv en forma de anclaje,
cuyo valor sea el necesario para anular la flexión (contraflecha) va. negativa. En corres·
pondencla se originan reacciones de apoyo positivas en A y C.
Por consiguiente, un pretensado que produce momentos flexores en la estructura,
para condiciones de sustentación hiperestátlcas, en general, modlllca todas las reacciones
de apoyo, originando reacciones de apoyo hiperestétlcas debidas a pretensado, que lla·
maremos Av. Bv. Cv ...
Designaremos en el sistema básico apoyado isostétlcsmente , en este caso la viga AC
de la Fig. 16.13, los momentos debidos al pretensado por M$; ellos son

(V = negativo; iYz debajo del eje


de gravedad es positivo!)

El momento de pretenssdo hlperestátlco, llamado brevemente momento de coacción


M'v. da, juntamente con el momento de pretensado isostátlco M ~. el momento definitivo Mv
debido al pretensado.

152
M
V
= M 0V +M'
V

En consecuencia, es válido para los esfuerzos de corte

Q = Qo + Q'
V V V

pero, para reacciones de apoyo con A~ = O (viga sin peso)

A =+A'
V V

las reacciones de apoyo hlperestáticas = fuerzas de coacción = A' Y• B' Y• •• • debidas


a pretensado deban equilibrarse entra sf, porque las mismas fuerzas da pretensado deben
estar en equilibrio y por ello no puede existir ninguna resultante externa.
La magnitud da los esfuerzos de coacción puede ser Influida por el trazado de los
elementos tensores. Estos esfuerzos llegan a ser especialmente elevados, cuando el ele-
mento tensor queda da un solo lado del eje de gravedad con una gran y.,., es decir, cuando
losMe son grandes y no cambian de signo. Los momentos pueden llegar a anularse cuando
se adopta un trazado que no produce deformaciones de coacción en los apoyos.
Se habla entonces de pretensado " libre de coacción" o "concordante". El pretensado
libre de coacción no ofrece ventajas especiales (ver pág. 158) y, en general, hasta Impide
e~en aprovechamiento de los materiales.
Además, cabe hacer notar que las solicitaciones por coacción debidas al pretensado
se comportan en forma diferente que. por ejemplo, los momentos de coacción debidos a
asentamientos de apoyos o a diferencias de temperatura. Mientras estos últimos son direc-
tamente proporcionales a la rigidez EJ de una viga y también se reducen considerablemente,
por ejemplo por fluencla lenta del hormigón, los momentos de coacción M' v debidos al
pretensado, son independientes de aumentos o disminuciones uniformes de la rigidez EJ
y sólo decrecen por fluencla lenta en la medida en que se reduce el esfuerzo de pretensado.

16.3.2. Método de cálculo para la determinación de esfuerzos caracterlstlcos


de la sección por coacción debidos al pretensado
Para el cálculo de los esfuerzos de coacción por pretensado, se dispone básicamente
de los mismos procedimientos que los usados corrientemente para determinar esfuerzos
hlperestáticos de otros casos de carga (como cargas permanentes o accidentales).

1. METOOO DE LAS FUERZAS

1 a) Reacciones de apoyo como Incógnitas


Por ejemplo, en la viga de dos tramos se introduce Bv como Incógnita y se Igualan,
en la viga AC, la flecha ve debida a V y la debida a Bv (Fig. 16.13).
1El criterio usual y generalizado de menospreciar las Influencias debidas a N, no es
admisible en pórticos y en estructuras slmllar&sl

1 b) Esfuerzos caracterlstlcos, en general momt~ntos, como Incógnitas

Por ejemplo, para la viga de dos tramos se elige. como sistema básico lsostétlco,
dos vigas simplemente apoyadas. La Incógnita es el momento en el apoyo, M'gy que debe
determinarse en forma tal que las rotaciones (ángulos de lss tangentes a la elsstlcs en sus
extremos). originadas por V en el apoyo B de las vigas Individuales se anulen, restableciendo
el paralelismo y la coincidencia de las caras frontales en B (Flg. 16.14).
Como las superficies de los diagramas de momentos M ~ y los M'v debidos a M'a., 1

153
Flg. 16.1 4. Mediante un corte en 8 , dos vigas simplemente apoyadas forman un sistema bAsico 1808·
tático.

son conocidas, aplicando el teorema de Mohr, pueden expresarse en forma par11cularmente


si mple, las rotaciones extremas en B como reacciones de apoyo en B de la viga AB o de la
viga BC, supuestas cargadas con la superficie ~J .
En los cortes de separación efectuados en el sistema hlperestállco, también se cor-
tan los elementos tensores, dejando actuar a las fuerzas de pretensado V. en ambas caras
y en correspondencia con el eje del elemento tensor, como fuerzas de compresión.

2.. METODOS DE LAS DEFORMACIONES


Entre ellos se destacan los mátodos de compensación de momentos de Cross,
Kan/ u otros. En este caso se determinan los M' v para cada viga. empotrada simple o
doblemente, por separado para cada tramo y se compensan los momentos de empotra·
miento total, según las rigideces de los tramos. Este método es aconsejable para tramos
desiguales, muchos tramos o, en general, para sistemas de alto grado de Indeterminación
estática.

3. METODO DE LAS LI NEAS DE INFLUENCIA

Las lineas de Influencia del sistema hlperestátlco ya Incluyen la Influencia de la


sustentación hlperestátlca. SI se calculan las lineas de Influencia para las fuerzas de desvlo ,
se obtienen directamente los esfuerzos característicos globales, por eJemplo Mv. SI, de
todos modos, para las cargas accidentales, se necesitan lineas de Influencia, este camino
es especial mente sencillo. En este caso debe cuidarse la correcta determinación de los
momentos en los extremos (por ejemplo, elemento tensor en los extremos de la viga no
ubicado en el eje de gravedad).
Con este método pueden resolverse también las losas pretensadas, si para ello se
dispone de superficies de Influencia basadas en tablas o mediciones sobre modelos.
Este método fue empleado por el autor, ya desde 1952: mucho más tarde fue lntro·
ducido en USA por T. Y. U n como ''load balancing method".

16.3.3. Conocimientos básicos relativos a vigas de dos tramos con elemento tensor
parabólico
16.3 3. 1. Célculo con el esfuerzo caracterlstlco M como Incógnita
El esfuerzo de tesado actua, en el extremo de la viga, en el eje de gravedad. Para
simplificar, se supone J - const. y Vx =V= const. La flecha f del elemento tensor parabólico
o poligonal se considera positiva cuando el esfuerzo de desvlo está dirigido hacia arriba .

154
Para simplificar aún más la determinación de los esfuerzos caracterlslicos por pre-
tensado concentraremos los esfuerzos de desvfo dirigidos hacia abajo en la corta zona de
redondeo del elemento tensor sobre el apoyo B. en una única fuerza que actúa en el eje del
apoyo B, en forma tal que no se produzcan M ni a (Fig. 16.15) El error comeUdo queda,
para las longitudes usuales de redondeado, por debajo del 1 °A..
Imaginamos asilas parábolas cuadráticas del elemento tensor prolongadas hasta el
eje del apoyo contral. donde alcanzan la ordenada e (negativa). Las flechas 11 y 12 Introdu-
cidas en el cálculo son válidas para estas parábolas prolongadas, por lo cual deben medirse
desde la cuerda que pasa por e. Pero, para la determinación de los valores caracteristlcos de
la sección y de los componentes de los esfuerzos caracterlsticos lsostátlcos. deberá consi-
derarse el elemento tensor, en la zona curvada, con su excentricidad real Yz·
Para la determinación de los M'v· calculamos en ambas vigas simplemente apoyadas
AB y BC (sistema básico lsostático) los ángulos de rotación de las tangentes extremas a la
elástica. -r, en el corte B debidos al esfuerzo de pretensado V y al M' v • 1. En la viga
continua, la elástica debe ser continua en B. en decir, que el momento do coacción M' ev. el
cual actúa en sentido opuesto en ambas caras del corte, debe ser de magnitud tal que se
cumpla con la condición de continuidad. Esto ocurre cuando l:"Te • o.
Los ángulos de rotación de las tangentes extremas 'T~ se determinan según el teo-
rema de Mohr como las reacciones de apoyo en B de las vigas simplemente apoyadas AB
Mo
y BC cargadas con las áreas de los diagramas E; . Los momentos Me son los mo-
mentos ocasionados en el sistema básico por V, y para Vx - V resultan simplemente
o
M =V. y .
V Z

Estos momentos son proporcionales, negativamente, al área de la superficie rayada


en la Flg. 16. 16 a). Para poder plantear su cálculo en forma general, esta superficie se
compone de las superficies parciales b) y e), correspondientes a los M0 •
Para mantener los signos usuales de los momentos M0 se ha as1gnado Yz positivo
hacia abajo, ya que V, como esfuerzo que genera compresión. es negativa (e • negativa,
f = positiva).

t ~de gravedad
¡. do la viga

r1 - - - --..,¡-- - 'z - - ~

Ag. 16 15. VIga de dos tramos con elemento tensor de forma parabólica. Hipótesis para el c61culo
r:.
simplificado V ángulos de rotación de las tangentes extremas

155
a)~tl-)f:~Sltr
A B 1~q J - Bc~er C
f, --l ...
1 t2 - -

b) .Adldii;:~:~:111111Wu~ ~ parte debida


a Me
parte debida
e)
'"'""'"' !IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIImlllllllllllllllllll ev

d) M'., •
l!l!!ll'll!l!illllllllllllillllllllllE: Incógnita

Flg. 16. 16. Diagramas de momentos para la determinación de los ángulos de las tangentes extremas
para la viga de Flg. 16. 15.

Los ángulos de las tangentes extremas en B, debidos a M$. serán entonces

V. t
2
EJ TB der. • =- -(e+ r~ .
3

El momento de coacción M' ev produce en el sistema básico. diagramas de momentos


M' v• triangulares según Flg. 16.16 d). los ángulos de las tangentes extremas debidas a M' Bv
serán entonces
t t
EJ T. B Izq. = + ~3 . _1
2
M'
Bv
= + _ 1_
3
M'_
~ Bv'

EJ .,· B der. =

La continuidad de la elástica requiere que la suma de los ángulos de las tangentes


extremas se anule. Entonces deberá tenerse

·o
I:T=T
B Izq.
+T
0
B der.
+L.t::S izq. +TBr der. =O

Con ello se obtiene la Incógnita M' Bv

156
,_--
1

V. t (e+f )+V. t (e+r )


M' 1 1 2 2
Bv l.l + 1.2

~V (16. 20)

para luces iguales t 1 = l2 y para f 1 = f2 = f se obtiene una expresión sencilla

IM1Bv = - V (f+e) 1


Como para los momentos definitivos Mv. debidos al pretensado, es válido

M = M 0 +M1
V V V

el momento sobre el apoyo en B será ( Fig. 16.17)

o bien con ~ e • e - Yz, e


(1~e siempre (16.21)
es negativo!)

Para f 1 • t2 y f1 = f2 = f será Mev = Yz. e · V - V (f + e), o sea

1 ~V = - V (f+tle) 1 (16. 22)

Con M'ev también se fija el resto del diagrama de momentos. En el corte situado a
la distancia x del apoyo A se tendrá:

X
M (x) =V • y (x) + -¡;- . M'B (16.23)
V Z l V

También en el caso de t y r desiguales, desaparece el valor de e.

Flg. 16 17 Momentos
Mv definitivos debidos
al pretenaado.

157
CONCLUSION
En vigas continuas con elementos tensores de forma parabólica, los momentos de
pretensado Mv definitivos, fuera de la zona de redondeado, son Independientes de la ex·
centricidad e del elemento tensor sobre los apoyos Intermedios y solamente son influidos
por la magnitud f de la flecha. En la zona de redondeado los momentos Mv dependen, en
cambio, de los valores f y 6e. Esta demostración también puede efectuarse para estructuras
hiperestáticas.
Tamb1én puede demostrarse que los elementos tensores con otras forma s pueden
desplazarse a voluntad en cuanto a su nivel, entre sus puntos extremos, situados a nivel
del eje de gravedad, siempre que, en correspondencia con la flecha f de la parábola y la 6e
de la curva de redondeado, los ángulos de desvío, y con ello las fuerzas de desvro, se man-
tengan invariables. Es decir que, por lo ta nto~ los Mv y Ov sólo dependen de la magnitud
de los esfuerzos de des v/o entre los apoyos •xtremos. En cambio, se modifican los esfuer-
zos de coacción M' v y las reacciones de apoyo, pero tamb"n varia la capacidad portante
lfmlte (Flg. 16. 18).

A B e

Flg. 16. 18. Estos diferentes nivelo& de los elementos tensores producen momttntos M, Iguales, pero
distintos esfuerzos de coacción y capacidades portantes limites.

De la Ec. 16.20 se puede deducir la condición para la oual M' v • O (pretenaado libre
de coacción), o sea cuando

o, cuando t 1 - t 2 - t y f 1 • f 2 • f, cuando e + 1 =O; entonces as TB laq • - TB der ·

Esta condición sólo puede cumplirse para pequet\as flechas de las parábolas del
elemento tenaor, lo cual, en general es perjud1clal para el electo deseado con el pretensado.
De ello se deduce que el pretensado libre de coacción no vale la pena, porque, para obtener
una capacidad portantelfml te elevada, siempre se tratará de colocar el elemento lo más bajo
posible en el tramo y tan alto como se pueda sobre el apoyo Intermedio.
Una vez determinados los momentos de coacción M' v• también pueden obtenerse
los esfuerzoa de corte hlperestéticos.

158
Para la viga de dos tramos de la Fig. 16.15 se tendrá

M' M'
Q' • A' = Bv Q' = _ e' = Bv
Av v .1.1 Cv V - ~

M' M'
Q' • Bv Bv
B lzq.v -~.- a·B der.v= -~
( 16. 24)
1

B' v =Q' - Q'


B der.v -a lzq v

los esfuerzos de corte en el sistema básico (para a pequeflo) son, en general,

Q0 = V · sen o. ... V· tg a ( 16. 25)


V

Para la parébola de la Flg. 16. 15 es

tga ... ~ =~-8 fx + ¡


e
dx • 7
Con ello, para el esfuerzo de corte isostático debido al pretensado, con elemento
tensor de forma parabólica, fu era de la zona de redondeado, es válido

Qo(x) = v (4!+e - 8 rx ) (16.26)


V .1. J, 2

Para el esfuerzo de corte definitivo tendremos

Q (x)
V
= Q 0V (x) + Q' (x)
V

En la zona de redondeado es a~ = V · tg a' , siendo a' el éngulo de Inclinación de la


curva de r.e dondeado. Sobre el apoyo inte.rmedio es válido para a' • O:

M'
B
= O+Q'v, B
V,
QvB
, = J,

Para el caso particular, Flg. 16.19, con f 1 ... f2 se obtiene, fuera de la zona de
redondeado :

Con ello, por ejemplo, se tendrá en A, para x = O:

3!
QvA =V-¡- ·

Por lo tanto tos av definitivos, fuera de la zona de redondeado en B, lo mismo que los
Mv. son Independientes de e. Pero las reacciones de apoyo deflnillvas Av. Bv . . debido

159
.......... - ·- ..
"'-··- ··_,....

---------.~~------ t --------~

2S
~
• __ VI f·~ l B~ = - 2 ~= 2VIf·~l
Av- e r r
Fig. 16.19. Momentos, esfuerzo de corte y reacciones de apoyo de una viga de dos tramos slmétrl·
cos, debidos a pretensado con elemento ten sor en forma de parábola.

a que Ae • O: ae= O,son Iguales a las reacciones de apoyo por coacción, hlperestátlcas,
¡y por ello dependen de el

16.3.3.2. Cálculo sobre la base de fuerzas de desvlo

Ahora examinaremos las mismas vigas mediante el procedl mi~nto basado sobre fas
fuerzas de desv/o y las lineas de Influencia. Como fuerzas de desvlo u. sólo se considerarán,
con suficiente aproximación, sus componentes verticales. Para elementos tensores de forma
parabólica, será válido, para la tuerza de desvlo uniforme u:

- 8 IV
u =- --
r .t 2

(f se refiere nuevamente a la ordenada imaginaria y = e del elemento tensor, sobre el apoyo B)

Por consiguiente será válido, en la zona de redondeado del apoyo B (ver Fig. 16.20 a)
8! V
u = a
a (2 a)2

160
- 1

Á
Uf ---¡2
_•8 V f
. . .,. . . .,. . , ,. . . , ,. . . , . . .,,.-,.-,..-.-,
T"""fT"""
1
f ., . -
u _ •8f0 V
a- (2a)2

A B
f. f-a - - ---t a
+8f V
!' t t t t f t f f f ' ' ' '! u1 -=-
f -2-

~ r

Flg. 16.20. Determinación


de los momentos Mv con ayu-
da de las componenres verti- t5.
cales de las fuerzas de des-
vio.

Si se imagina la fuerza de desvlo u 1 = u1, dirigida hacia arriba, prolongada hasta el


eje del apoyo Intermedio, se obtiene el diagrama de carga mostrado en la Flg. 16.20 con
las fuerzas que actúan hacia abajo en la zona de redondeado

Pé!_ra el caso particular de la viga de dos tramos, simétrica (l' 1 - t2. f1 a f2) , puede
obtenerse Inmediatamente la expresión de los momentos Mv debidos a las cargas Indicadas
en la Flg. 16.20.

(16.22a)

Como a << t, se obtiene entonces el mismo valor que el de la Ec. (16.22)

M
V
=- V (C+ óe)

Para obtener con este procedimiento el momento de pretensado por coacción M' v·
debe plantearse
0
M'Bv = M__
- -Bv - M Bv

161
¡-tu¡

1 81V

on1~n:r.~~II I Q
.•
-t
U.y
fu ,H u21-l
~--~:~J~--~~~~
lC 1
ual·l t t
1
1
linea de lnrtuencla para M. 1

MlCv = U1 "'lt • U21'12 • UF

M~v : MlCv - M~v : MlCv -V· Yz..IC

Flg 16.21 . Determi nación de los Mv utilizando las lineas de Influencia de las componentes ver11calel
de las fuerzas de desvro.

Entonces se obtiene el mismo valor que el de la Ec. (16.20)

M'B v • - V (C+tle) - V· y = - V (r+ e)


z, B

Además, la Fig. 16.21 muestra la aplicación de las fuerzas de desvlo a una linea de
influencia correspondiente a un punto situado a la distancia x del apoyo A, en el caso de un
elemento tensor cuyo trazado no es parabólico. En el tramo derecho se muestra cómo se
aplican las fuerzas de desvlo sobre un elemento tensor que solo es curvo en una longitud f p.

16.3.3.3. El esfuerzo tensor se aplica en al extremo de fa viga, fuera del eje de gravedad
(elemento tensor parabólico)
Cuando el elemento tensor actúa con una excentricidad eA (Fig. 16.22) sobre el apoyo
extremo A, se adiciona a los momentos ya considerados en la Sec. 1 6 .3 .3 .1, el triángulo de
momentos con
0
M = V · e ... V· e
Av x A A

que es negativo cuando eA es positivo, es decir. medido del e)e de gravedad hacia abajo.
Este tru1ngulo de M ~ (Fig. 16.22 d) produce una rotación adicional de la tangente
extrema
V . e · L
A 1 6To " o
6 Bder.

162
esfuerzo de corte a.,, sin momentos en los
a extremos, para f 1 = t2; f 1 = f2
(corresp. a e)

b
h
~
e
~
a., debido, solamente, ar momento en el extremo,
para e 1 "" (2; ,1 ... f2
~
1
(corresp. a f) - 1
~ll!ii!illlll~iil!~illlilli!ll!lilllllw 1 ·V·T"A>
1 -,v .r ' 1

e
a., totales, para t1 ... f"2, 1 1
y r1 = t2 ~ ¡
f k
i
Mv

para (1=(2} V lt+ e Al


11 :12 1,

..... Fig. 16.22. Para la determinación de Mv y av en el caso de aplicación del esfuerzo tensor an forma unilateral y excéntrica; elementos tensores de forma
~ parabólica.

~J
Los ángulos de rotación de las tangentes extremas debidos al momento t::. M'ev adi-
cional originado son, como antes

t::. M' •L t::. M' •t


A 1':' = _-.B=-:..v_.....:l:.... 6,. ' Bv 2
=- --=-'----
B izq. 3 B der. 3

La condición de continuidad de la elástica, o sea, l:T = O, conduce a

En consecuencia,
3 ·e
A · t1
t::.M'
Bv
= -V (16.27)

y, para el caso especial t'1 = t2 y f1 = f2

(16.28)

En la Fig. 16.22 f está representado el diagrama de los t::. M V• correspondiente al


momento t::. M ~. debido a la excentricidad eA. La intersección de este diagrama con el eje de
gravedad de la viga debe corresponder al punto fijo. Los momentos definitivos Mv se obtie-
nen sumando los diagramas de las Figs. 16.22 f y 16.22 e, según se indica en la Fig. 16.22 g.
Se comprueba que una excentricidad positiva en el apoyo extremo A, para un valor f cons-
tante, aumenta favorablemente los momentos; el momento negativo en el tramo y el mo-
mento positivo Mv en el apoyo, aumentan y, por ello, adicionalmente actúan en sentido
opuesto a los Mg y Mp. cuyos signos son, precisamente. los contrarios.
Si todavla consideramos los esfuerzos de corte originados por un momento extremo
Miv· los cuales, para diagramas rectillneos. deben ser constantes en cada tramo:

eA eA. t 1
Se tendrá t::. QAB = -V·-¡;- -V. 2t1 (ll+l2)
1

3L +2t
1 2
-V· e ·
A 2tl(tl+t2)

M' t
Bv 1
t::.QBC = -~ V· e
A 2 12 ( tl + t 2)

Para t 1 :::: t 2 y f1 = f2 será (Fig. 16.22 i)

Los esfuerzos de corte definitivos se determinan sumando a estos t::. O los ya conoci-
dos Ov de la Sec. 16.3.3.1 (Fig. 16.22 h), con lo que se obtienen los valores Indicados en la
Fig. 16.22 k.
En base al caso de Flg. 16.22 pueden obtenerse inmediatamente los valores de los
momentos en los extremos, de ambos lados. Para t 1 = f2 y f1 = f2, pero con eA ec. +
164
Fig. 16.23. Para la determinación de los momentos en el caso de elementos tensores parabólicos
anclados excéntricamente en ambos lados. Se han dibujado los momentos adicionales originados.
para Iguales f, por la excentricidad (l 1 • t 2 ; 11 :a 12 ; eA:#: ec).

los diferentes diagramas correspondientes a los momentos en tos extremos están repre·
sentados en la Fig. 16.23 a, y la suma de ambos, en la Fig. 16.23 b. El momento positivo en
el apoyo debido al tensado previo sigue aumentando, siempre que la flecha r de las parábo·
las no se modifique.

16.3.3.4. Caso particular: elementos tensores rectos en cada tramo

Los elementos tensores rectos en el tramo y desviados sobre el apoyo central son
poco eficientes e Inadecuados como se mostrará aquf en el ejemplo de la Flg. 16.24.
La superficie del diagrama de momentos Me
será triangular;
0
M
Bv = V· eB.

Con r = o. a ella se enfrenta una superficie de igual 11rea M' v de sentido opuesto

1
M
V
=- V· e
B'

Con ello se obtiene para una sección cualquiera

Asf. una viga de este tipo está pretensada en forma centrada, pese a que los elemen·
tos tensores tengan un recorrido excéntrico. Los momentos son nulos: sin embargo, se
originan reacciones de apoyo.

165
1= o 1 :o

Ov =O
li 2S h

li A Q
~ t 2·V·es
V· e e
11:y · - -
, - B'y=• - -
f y•
'
C' -- V·es
(

Ag. 16.24. Elementoa tensores rectos, dispuestos sin excentricidad en loe extremos de la viga no
dan origen a momentos de pretensado M•• ni a esfuerzos de corte 0 11, pero el a M'"' O'" y reacciones
de apoyo.

18.1.4. VIgas con mlit de dos tramos y casos generales

En general, se determinarán los momentos hlperestátlcos M' v en los apoyos Interme-


dios con ayuda de los ángulos de las tangentes en los extremos o los momentos finales por
pretensado Mv directamente mediante lfneas de Influencia, especialmente cuando las lineas
de Influencia de la estructura hlperestática deben ser calculadas de todos modos.
Cuando la subdivisión de toda la estructura en vigas de un solo trall}o perlectamente
empotradas en ambos extremos, cuyos esfuerzos característicos son conocidos a través de
tablas, etc., puede obtenerse con facilidad, también puede emplearse con ventaja algún
método de compensación de momentos (ver Sec. 16.3.6).
En la práctica, a menudo habrá que adoptar elementos tensores cuyas curvas se
apartan de la forma parabólica y que, en general, no pueden expresarse matemáticamente.
En ese caso se determina M' y por Integración numérica (Regla de Slmpson, o similares).
En general puede decirse que la excentricidad e de un elemento tensor sobre un
apoyo Intermedio de una viga continua o en extremos de vigas perfectamente empotradas,
fuera de/as zonas de redondeado, no tienen Influencia sobra Mv y Ov. mientras/a forma da
la curva del elemento tensor y con ello las fuerzas de des v/o, no sea modificada. En c ambio,
/as partas hlperestlitlcas M' v y Q' v. y con e//o las reacciones da apoyo, dependen de /a
excentricidad o, lo que juega un papel en la verificación de la capacidad de servicio.
En resumen, los Mv y Ov fuera de las zonas de redondeado solo son determinados
por la ubicación y la magnitud de las fuerzas de desvfo as/ como por las excentricidades
de lo~ elementos tensores en extremos de vigas de libre rotación o parcialmente empotra-
das, pero no dependen de la Inclinación Inicial del elemento tensor con respecto al eje de
gravedad en el extremo libre o al lado de apoyos Intermedios. Sin embargo, en fa zona de
redondeado los e~fuerzos caracterlsticos Mv y Ov dependen adicionalmente de /a forma de
la curva de redondeado elegida.
Estas comprobaciones no solo son ciertas para elementos tensores de forma para-
bólica, sino también para todo otro tipo de curva del elemento tensor. Sin embargo no son

166
válidas para las vigas apoyadas lsostátlcamente porque en ellas faltan los esfuerzos de
coacción M' v y O' v que dan origen a la compensación de los esfuerzos caracter1stlcos.
Es sabido que alturas de vigas variables, y con ello, momentos de Inercia variables ,
ejercen una influencia considerable sobre la distribución de los momentos en estructuras
hiperestátlcas por lo cual, para pretensado, no deben menospreciarse. Cuando M~ • V · Yz.,
el valor de Yz debe considerarse como la distancia entre el eje del elemento tensor y el eje de
gravedad curvado o discontinuo. Es conveniente referir el eje del elemento tensor al 8/8
de gravedad de la sección, supuesto rect/1/neo.
Si, en realidad. se llene una curva continua para el elemento tensor, entonces el eje
del elemento tensor asl trazado presentará igualmente puntos de acodamlento donde los
tiene el eje de gravedad. Estos puntos de acodamiento se asimilan a " fuerzas de desvlo"
ideales y los momentos originados por las mismas deben superponerse a los correspon·
dientes al eje de gravedad recto (ver [ 19)). Es conveniente ejecutar los correspondientes
puntos de acodamlento en el elemento tensor como 1ales, para que en ellos, las fuerzas de
desvlo del elemento tensor contrarresten la fuerza de trasferencia de la resultante de com-
presión en el hormigón.
El efecto de una variación de altura de la viga se comentaré en base al ejemplo
siguiente.
Supongamos que la viga continua de dos tramos, con cartelas rectas de la Flg. 16.25
haya sido pretensada mediante un elemento tensor, cuyo efecto serta equivalente al de uno
de forma parabólica. Según ello, el eje del elemento tensor, referido al eje de gravedad,
supuesto rectlllneo (Fig. 16.25 b), está constituido por parábolas con flechas r En el elemenlo
tensor real se tendrá, entonces. en el comienzo de la cartela, un acodamlento que corres-
ponde al plegado del eje baricéntrico.
La flecha de la parábola en !t es r = le:l + em, valor que supera en Ae/2
la flecha de una viga sin cartelas. dado que, debido a las cartelas en el apoyo B, el eje
de gravedad se desplaza A e hacia abajo.
Para seguir con el cálculo se supondri una longitud de la cartela de ). • l - 0,3 t y
con de = 3vs ·
d • 1,71 d, una relación entre los momentos de Inercia

Jtramo
n = "' o, 2
JB

o
t~~}~:~--·$.=-~]-
A
1
m "!·
ue e m C

0,3f-.¡ ~ .f/2--l
t , ~

b
1
1
~··-
1
~
..r, ·=<::::
,..L.
.....-·· ~~.....
ea(~-~-·- ··1
:f?lf
1
1

/ em parábolas "m
Eje del elemento tensor referido al eje baricéntrico rectillneo

Fig. 16.25. la v1ga de doe tramos con cartelas muestra at comienzo de las mismas un acodamlento
del eje del elemento tonsor, cuando se quiere que el elemento tensor actúe como si fuera parabólico

167
Las rotaciones de las tangentes extremas para la determinación de los momentos
hiperestátlcos en los apoyos M' Bv pueden obtenerse nuevamente como reacciones de apoyo
del sistema fundamental isostático (cortado en B) cargado con las áreas de los diagramas
M . M'
EJ , o bten EJ .
Para el caso de cartelas rectas o parabólicas, pueden obtenerse los ángulos de ro-
tación en los extremos, de tablas como, por ejemplo, las de Guldan: Rahmentragwerke und
DurchlauftriJger (Estructuras aporticadas y vigas continuas), Sprlnger, Viena, 1959, o Hirs-
chfeld : Baustatlk (Estáttca de las construcciones), Springer, Berlln, 1959, etcétera.
Dado que el eje del elemento tensor, referido al eje baricéntrico, rectillneo, de la viga
es una parábola con flecha 1, el pretensado en el sistema fundamental produce aproxima-
damente el mismo efecto que la carga uniforme negativa u •
a vf . f . Además, ac·
2
túa en el corte de separación B, el momento V · es en el extremo.
Como aqul, debido a la slmetrla de los ángulos de las tangentes extremas, debe ser
'TB • O, la ecuación de condición para el empotramiento hlperestátlco en B se expresa, con
las designaciones de la Flg. 16.26, simplemente como sigue

1
+ eB • V •a + M 1Bv • a " + u · cp
11
= 1' B lzq"' O •

Por consiguiente, será


11
- u cp - e • V ·o.'
B
M' =
Bv a"
o bien
M' = - u cp" -~.V •
Bv a

.,__ _ _ ·f _ _ _ _.,..

ángulo de rotación de la tangente extrema angulo de rotación de la tangente extrema


debido al momento M 9 • 1 en el extremo debido a fuerzas de desvlo uniformemente
repart1das u

Flg. 16 26 Designación de los ángulos de rotación de las tangentes extremas para el célculo de la
viga de Flg 16 25.

168
Los valores IP" y a" se obtienen de las tablas (por ejemplo, Tabla 32 a de Hfrschfeld)
para >. = 0,3 y n = 0,2, son

,._ u.J. 3 o, 0351 = 8 · v · r· t


u·<P - - - 0,0351
E·J E.J
r r

J,
a"= -
E·-
J O• 2066 .
r

Con ello se obtiene el momento hiperestático en el apoyo

M' -8·V·f0,0351_ V
Bv O, 2066 eB

Con ello, el momento total en el apoyo será

MBv =- 1, 36 IV .

Para J = const. a lo largo de la luz de la viga, serfa Mav = - VI' , en la cual. debido
a r = f - ~ 6 ea. la flecha es menor.

De ello se deduce que, por la presencia de una carteta, e/ momento de apoyo


causado por el pretensado crece más que el originado por las cargas externas, dado que
e/ momento V · e B aparece con un e 8 incrementado, porque no sólo actúa la cartela sino
también una flecha f mayor.
Para las demás condiciones iguales, se tiene para la viga pretensada con las relacio-
nes aqul supuestas y para em = le'al = 0,4 d

MBv con cartela


MBv sin cartela

mientras que. bajo solamente la carga g, se obtiene

MB g con cartela
1,36
MB g sin cartela

A causa del aprovechamiento total de las posibles flechas, debido a las cartelas, en
general, con el pretensado se obtienen momentos positivos en los apoyos demasiado gran-
des y momentos negativos en los tramos. demasiado reducidos, comparados con los corres-
pondientes momentos debidos a (g + p).

CONCLUSION

En v1gas continuas de hormigón pretensado, cuando los elementos tensores son de


sección constante, las cartelas no son tan favorables como en las vigas de hormigón armado.
Por ello, en vigas acarteladas es conveniente escalonar los esfuerzos de pretensado.

169
16.3.5. La viga empotrada como base de métodos de compensación de momentos
Se supone un extremo perfectamente empotrado (Impedido de girar y desplazarse)
y el otro Impedido de girar, pero apoyado con movimiento longitudinal (Fig. 16.27). Para el
hormigón pretensado, el desplazamiento longitudinal debe estar asegurado debido al acor-
tamiento del hormigón producido por V.
Los esfuerzos caracterfsticos de algunos casos especiales que proporcionan una
valiosa Información, serán mencionados aquf, sin las respectivas deducciones. Para otros
ejemplos, ver [ 1), Sec. 11 .44.
Para hacer una exposición más concisa, también aqul consideraremos únicamente
elementos tensores de forme parabólica. sin redondeo en Jos puntos de anclaje. En el caso
de elementos tensores redondeados, los esfuerzos característicos hlperestétlcos M' V y a· V
prácticamente no varfan (ver Sec. 16.3.3.2), mientras que para las partes lsostáucas de los
esfuerzos caracterfstlcos, asl como para los esfuerzos caracterlstlcos definitivos Mv y Ov, en
la zona de redondeo deben aplicarse las fuerzas de desvfo, tal como se Indicó ejempllfloa-
damente en la Sec. 16.3.3.1.

16.3.5. 1. VIga doble mente empotrada

Se considera un elemento tensor con alturas desiguales en los puntos de anclaje


(Fig. 16.27) . Los ángulos de rotación de las tangentes en los extremos de la viga deben ser
iguales a cero. Suponiendo que Vx ... V, se obtiene para los momentos de coacción hiper-
estáticos

(16,29)

M~v - V • (~ C+ ~)

Como M~v • V · eA, se obtienen los momentos de empotramiento total, definitivos


debidos al pretensado·

(16.30)
M - M o +M, =V · e -V ( -r+e
2 ) .. - -
2 fV
Dv Bv Bv l3 3 B 3

En el centro del tramo es

(16.31)

t• conclusión
Los momentos M v de las vigas pretensedas y empotradas perfectamente en ambos
extremos, son Independientes de las excentricidades del elemento tensor en los extremos
de la viga y sólo dependen del valor de /a flecha f de la parábola, o bien, de/os esfuerzos de
desvfo

170
V

OA(-)t' ..._,,
- -...,... - -
......... ~·
~.·-
f - -~~
~Jr-tV a
...--.-.·,..,.,..
-
o (.)

fuera de escala

Flg. 16.27. VIga doblemente empotrada con diferentes excentricidades en tos puntos de anclaje y
elemento tensor de forma parabólica.

los momentos de empotramiento de coacción debidos al pretensado, M'v. que sólo


deben ser compensados en los nudos, son influidos, en cambio, por las excentricldadea
eA y ea. Los M'v se anulan cuando se eligen

En este caso se tiene nuevamente un pretensado libre de coacción, de modo que


en los nudos no queda nada por compensar.

2 1 conclusión
SI el elemento tensor se hace recto, es decir f • O, no se producen momentos de
pretensado M v. aunque estd Inclinado (e A 4= es), sino solamente los momentos de empo-
tramiento de coacción M'v. dependientes de eA- o bien de e 8 (Fig. 16.28).
Entonces, estas vigas están pretensadas en forma centrada y no muestran curvatura
alguna (pretensado fiel a la forma) . Ciertamente sólo se obtiene un pretensado libre de
coacción cuando también eA -= ea = O.

16.3.5.2. VIga empotrada de un solo lado


Para la viga empotrada de un solo lado con elemento tensor de forma parabólica y
cualquier excentricidad en los extremos da la viga es (Fig. 16.29):

171
(16. 32)

El momento en el tramo es. entonces, justamente la mitad del momento en el apoyo,


con signo contrario.
Para eA = O en el extremo de la V19:1 apoyado con libre rotación, seré

M
Bv = - I· V ( 16. 33)

1
M
0,5t, v
= + -rv
2

Para un elemento tensor recto con r = o. también en este caso se anulan todos los
M 11• quedando solamente el momento de empotramiento hiperestátlco en B

M Bv
I V
= - eB · ·

La Rg. 16.30 muestra el caso de un elemento tensor acodado formado por dos tramos
rectos en una viga empotrada en un solo lado.

M11 • O
M~ • Ve

M11 : O

Flg. 16.28. Los elementos tensores reclilfneos, para vigas perfectamente empotradas en ambos ex-
tremos, Independientemente de su ubicación, siempre dan M11 • O. Sin embargo, el afecto sobre M' •
en el empotramiento es diferente según el caso.

172
1

1
1

1
1~ - ' l MHv -f. V
' para "" r

F1g. 16.29. VIga empotrada en un solo lado. con elemento tensor de lorma parabólica y d1lerentes
excentricidades en los extremos de la viga.

_.. ~

--··
- .....--~--

..

Fig. 16.30. VIga empotrada en un solo lado con un elemento tensor acodado, de dos tramos reciOS.

Con el método de las rotaciones de las tangentes extremas, se obUene para el mo-
mento de empolramlento hlperestátlco

( 16 . 34 )

173
para el momento final en la viga, en el punto de empotramiento

1 MBv = - ~ V . f (1 + ¡; )1 (16 . 35)

y en el punto de dobladura (x .. t · l)

M xv =-V · e[~¡; (1 + S) - l J1 (16.36)

Para ~ = 21 será M
Bv = - -34 rv: Ml./2,v -
- 5
+ 8 rv.

CONCLUSION
A Igualdad de fle chas 1, el elemento tensor poligonal produce Mav menores y Mo.s t. v
mayores, que el de forma parabólica. Esta comprobación también es cierta para las vigas
continuas y las vigas perfectamente empotradas en ambos extremos y puede ser utilizada
para Influir sobre la distribución de los Mv en tales estructuras.

16.3.6. Aplicación de Jos m6todos de compensación de momentos


Para el cálculo de estructuras de múltiple indeterminación estática se han general!·
zado los métodos de compensación de momentos (aproximaciones sucesivas de Cross,
Kan! y otros. Su aplicación es facilitada por el empleo de numerosas tablas auxiliares. Estos
métodos también merecen ser considerados para estructuras pretensadas.
En estos métodos. en primer lugar, se supone que todos los nudos están impedidos
de girar en absoluto y se determinan los momentos de empotramiento perfecto de cada una
de las barras. La diferencia de momentos de las barras que concurren a un nudo (o sea, la
suma algebraica de estos momentos aplicando la convención de signos introducida por
Cross) determina el momento de giro en el nudo.
Si se considera el pretensado como caso de carga, debe tenerse en cuenta que el
nudo solo es solicitado por los momentos de coacción hlperestátlcos M'v· Para ello se
supone que V, y también M$, actúan solamente sobre la barra y no sobre el nudo lnmo·
vlllzado.
Para la viga de tres tramos de la Fig. 16.31 con un elemento tensor continuo de forma
parabólica y con extremos empotrados, por ejemplo, queremos compensar el momento de
giro del nudo 2 y para ello obtenemos, con ayuda de la Ec. (16.29):

( 16 , 37)

Este valor del momento se reparte en función de las rigideces K de las barras que
concurren al nudo. mediante los coeficientes de repartición v • l:~ • en las fracclo·
nes de momentos v · ~M ' 2 , las cuales son trasferidas a los nudos vecinos afectados con los
correspondrentes coeficientes de trasmisión.
La ecuación para aM' 2 v arriba mencionada corresponde a ~Mv en el nudo 2 según Ec.

174
en la barra

A g. 16.3 1. Vtga de tres tramos con elementos tensores parabólicos y con tos correspondientes mo-
mentos de rotación en los nudos.

( 16.30), porque las e)(centrlcldades e2 de ambas paré bolas, en el nudo 2, son Iguales.
En el caso de elementos tensores, continuos en los apoyos. se pueden considerar
directamente los Mv como momentos de rotación en los nudos.
Pero si e2 Izq. del elemento tensor en el tramo 1 no fuera igual al e 2 der. del elemento
tensor en el tramo 2. no se eliminarla e on la Ec. (16.37).
Este caso se presenta en pórticos pretensados donde, además, en los nudos B y C
(Fig. 16.32), no sólo la excentricidad sino también la magnitud de la fuerza de pretensado, en
ambas direcciones (dintel A y pilar St), en general, son diferentes.
La diferencia de momentos debida al pretensado, aplicado al nudo B. supuesto Im-
pedido de girar, seré entonces:

(16.38)

Se llega al mismo resultado, cuando se considera el nudo B solo (Fig. 16.32). En el


nudo B actúan, como fuerzas externas, ambas fu erzas de pretensado, V A y V St· Como
fuerzas Intern as actúan desde el pilar al nudo, Ms1 y Ns1 y, respectivamente, desde dintel
al nudo, M A y NA.
Sin embargo, según las deducciones anteriores. el momento en el pilar perfectamente
empotrado en B. y con un elemento tensor de eíe rectillneo, es Ms 1 • O. El momento llexor
del dintel empotrado rfgldamente en B y e es. en cambio,

175
-~ ----.-, -- ~~·
.. --1:.- .. --
e 1=

1f

j
ejes de elementos tensores

--------- j=
.j
\i

Fig. 16.32. Pórtico pretensado con elementos tensores del dintel y del pilar que se cruzan en los
nudos.

Como la suma de todos los momentos que actúan en el nudo B debe ser igual a cero.
se obtiene, teniendo en cuenta la convención de signos ( + = en el sentido de las agujas del
reloj).

o bien
2 _,
- V R • eB, R + VSl. eB,St - 3 VR' f+ O+AM_sv = O·

De ello se deduce el momento de giro del nudo como anteriormente en Ec. (16.38)

Dado que solamente las partes hiperestátlcas M'v se compensan con un empotra-
miento rlgldo. se obtiene finalmente un diagrama de momentos M' v que debe superponerse
con los momentos lsostátlcos M$.

176
17
Detenninación de los esfuerzos
de pretensado

17.1. Esfuerzos de pretensado necesarios en vigas iaostátlcaa

Consideremos una viga simplemente apoyada con momentos positivos debidos a


cargas y elegida la sección de hormigón para el predimenslonado. Para la determinación del
esfuerzo de pretensado V 0 nec. deben estar definidas las condiciones, o bien establecerse
las correspondientes hipótesis siguientes:
Mo
1. Grado de pretensado K =
Mg + p má.x .
,
es decir, que debe conocerse para qué
fracción de (g + p) o de p, la tensión en el borde del cordón tracclonado alcanza el valor
uu = O. El momento de descompresión Mo es, asl, determinante para Vnec en lodos
los grados de pretensado. En ello V,., es decisivo.
2. El nivel Yz del esfuerzo de pretensado en la sección trasversal debe elegirse en forma
tal que los elementos tensores puedan colocarse correctamente (Fig. 17.1).
3. Las condiciones de tensión para carga de servicio se Indican en Fig. 17.2. Deben cu m·
plirse las tensiones u adm, según Flg. 17.2.

COMPAESION

3. 1 u u (en el borde Inferior) para Mg mln. o para M 6g (peso propio activo debido al pre·
tensado).

3.2 u 0 (en el borde superior) para M(g + p) máx. y V=; la carga limite es decisiva.

Eje de gravedad del hormigón Ab

l z
Efe de gravedad de los elementos tensores A 1

Fig. 17.1. Al elegir y,. debe renerse presente el lugar que ocuparán los elementos tensores
177
TRACCION

3.3 uu O para Mo • K Mg + p máx. y Voo.

3.4 uu :s ubz adm para pretensado limitado, según las OIN, debido a Mg + P y V 00•

3.5 u u > O no limitado para pretensado parcial.

3.6 u 0 = O o por excepción < u 0 z adm, para M 9 mln. o bren para Mg o M 69 y V 0 (sin
tracción en el cordón comprimido}.

4. Las condiciones para la capacidad portante limite no Influyen en la determinación de


V0 nec.

Dada la multiplicidad de condiciones no es posible contar con una solución cerrada


para el valor de V0 nec.
Para el dimensionamiento, en general, es orftlca la condición 3.3. Esta se cumple
cuando
V'Mu vt.
o = O : -- +( ~ + lXI Yz \
u,M +o W A W J
0 U, VIX) U b U

De ello se deduce para Vco nec.

V* nec. = - w (17 . 1)
ce u
- +y
Ab z.

arri ba o

para Mg•p >M o, x < 1


Mo -= Mg•p = pretensado total

abaJo u

para Mg mln, u 0 1 adm.. por poco tiempo


condición 3 6

-?'~)

s u ,.o adm.

Ag. 17.2. Condicione• P•• lu tenllones debtdas a la carga de servlcfo.


178
Para el pretensado total debe hacerse Mo = Mg + p máx.
Además, V! = - Zvot> + 9 + Pes igual al esfuerzo en el elemento tensor bajo acción
-
simultánea de g + p. Este esfuerzo supera en V 9 + p = u z. 9 + p • A2 , el valor de Vao debido
al estado de carga de pretensado sin g + p.
Para pretensado limitado, con uu, z adm en el borde inferior (de tracción) se obtiene
en forma análoga:

Mg + p máx. - uu, z nec • W


* nec.=
ver> -
w ( 17. 2)
~+
Ab Yz.

Con las ecuaciones de la Sec. 17.4 (Pérdidas de pretensado debidas a contracción


y fluencia lenta), a continuación se determina, a partir de V oo. el esfuerzo de pretensado Inicial
V 0 , con el cual debe verificarse el cumplimiento de las condiciones 3.1 y 3.o. Eventualmente
habrá que rectificar el nivel del elemento tensor (Yz), la magnitUd del esfuerzo de pretensado
(V 0 ) o las dimensiones de la sección transversal del hormigón (W u• A), y luego repetir los
cálculos con los valores rectificados.
Con frecuencia, el Ingeniero experimentado, después de determinar Vrr.. calcUlará
el esfuerzo de pretensado Inicial V0 con un valor estimado para la relación w = Vcs/V 0 y
recién seguirá calculando con mayor exactitud, cuando con el valor asr estimado, se cumplan
las condiciones 3.1 y 3.6. la relación w estará ubicada, segun la calidad del acero para
pretensado, la magnitud de las tensiones de compresión debidas a g y v, y segun los valores
Es (contracción) y rp (fluencl~ lenta), aproximadamente entre 0,8 y 0,9. La Ec. 17.10 pro-
porciona una buena aproximación para w.
La sección de acero para pretensado necesaria, en rigor, resulta ahora de

V
o
'l, v 0
+ a z, g+p ~ o z adm y con V = d:l
\U
0

A
z
nec. =a_.,._adm-
;,-l___;V ;o. .o1;,___ (17 . 3)
z z, g+ p

en la cual, el valor u 2 , p + g de las tensiones de tracción en el acero para pretensado debidas


a las cargas de servicio g + p es relativamente reducido, y en general se desprecia, sin que
por ello quede afectada la seguridad. De todos modos, cuando, con el pretensado, comienza
a actuar una parte del peso propio, uz. g + p se reduce en la misma medida y el incremento
de la tensión en el acero para pretensado debido a las cargas aplicadas posteriormente, en
general, es menor que las pérdidas por contracción y fluencla lenta que aparecen mientras
tanto.
El dimensionamiento de la armadura adicional de acero para hormigón , en el cordón,
resulta de la verificación de la seguridad, de acuerdo con el ~ap . 8 y de las e)(igencias para
limitar la flsuración, segun el Cap. 19.
Voo
En el caso de pretensado en banco, después de la determinación de V0 = - -,
w
todavra deberá verificarse que no se supera la tensión admisible en el banco de pretensado,
CT(~)v adm. De las Ecs. (16.9) y (16.10) resulta

179
2
.- V
_2.._(t+n•l-l +
A
z
D
nA
J
z n )
n
y

V
o
-A ---__;;;.----::~- ~ u<~) adm.
: .
z nA y.
2 (17. 4 )
z lZ
1-n·l-l . - Jt .
1

En [1 ]. Sec. 11 .63, se encuentran tablas para el dimensionamiento, tanto para seccio-


nes rectangulares como para secciones en T. I y en cajón, las cuales prestan buenos
servicios para el caso de cálculos aproximados.
Una vez comprobada, a través de las fórmulas aproximativas de la presente sección,
la admisibilidad de las hipótesis elegidas, o efectuadas eventualmente algunas rectificacio-
nes, se procederá a determinar con mayor exactitud el esfuerzo tensor para el peso propio
definitivo, descontento las pérdidas por fricción y contracción y por fluencla lenta, y realizar
con ello las verificaciones de las tensiones definitivas para todos los casos de carga.

17.2. Esfuerzo de pretenaado necesario para vigas hlpereatátlcaa

Para la determinación del esfuerzo de pretensado son válidas, en estructuras apoya-


das en forma hlperestátlca, las condiciones Indicadas en 17. 1. Sin embargo, deberá tenerse
en cuenta que ahora, con Mv = M~+ M' v· las tensi ones en el hormigon debidas a V estarán
dadas por:

V . y + M'
V Z V
-+
A - w
b

Para la verificación de las tensiones y para la determinación de V ~ nec., es conve-


niente descomponer el momento de pretensado hiperestático M' v (asl como Me) en una
M' V
fuerza V y un brazo de palanca Ideal y, z = -v·
oon 1o que se obtiene:

• • t -
M " V· y + V· y = V (y +y ) = V· y
v z z ·z z z
y· z puede, entonces, considerarse como la medida de un desplazamiento del eje de grave·
dad, correspondiente a la Influencia del momento de coacción. Con la ordenada Vz • Yz + y' z
del elemento tensor (en lugar de Yz) referida al eje de gravedad desplazado de - y' z· también
pueden usarse las Ecs. ( 17. 1) y ( 17 .2) para la determinación de V ~ nec.• para secciones
transversales de estructuras hiperestáticas:

V co nec. = ( 17. 5)
wu -
- +y
~ z

180
17.3. Tensión admisible en el acero para pretenaado, al pretenaar,= CTz, vo adm

De acuerdo con lo que hemos explicado al comentar la Flg. 6.12, la tensión admisible
por flexión en el acero para pretensado, con cargas de servicio, podr1a ser sustancialmente
mayor que Po.2/v = Po.2/l , 75, dado que las tensiones en el acero de vigas pretensadas
no varfan linealmente con las cargas. Sin embargo, el " cuánto más" fue Internacionalmente
motivo de continuas controversias, a través de los últimos treinta aflos.
En Franela se permitfa cr2 • vo = 0,8 fJz, sin considerar 13o,1 ,. • de manera que debe
perderse una parte de la tensión generada por relajación del acero para pretensado. En
Alemania Federal sólo se permltra crz. vo = o. 75 130,2 % o bien 0,55 fJz , quedando, con ello,
sumamente baja. lamentablemente estos valores reducidos siguen conservándose en la
DIN 4227, 1979.
En el CEB se llegó a un compromiso con

cr 2 , vo nec. = 0,85 13o, 1 % s o.75 fJz (CEB)

para Alemania se ha previs to, para más adelante

cr 2 • vo nec. = 0,80 fJo.2 % s 0,70 fJz

donde debe ser fJo,ot 2: 0,85 13o,2 para asegurar la resistencia a la fluencia lenta. Estos
valores también proporcionan una seguridad suficiente contra la rotura durante el preten-
sado.
las prescripciones permiten exceder. durante corto !lempo, los valores arriba cttados
en un pequeno porcentaje para el pretensado en banco, para superar esfuerzos de lricctón
y en casos para los cuales no es de esperar más adelante, durante la utilización de las
estructuras, aumento alguno de la tensión a 2 •

17.4. Pérdidas de pretenaado debidas a contracción y fluencla lenta.


Fórmulas para la práctica

17.4.1. Observación preliminar


Los valores básicos de las deformaciones por contracción y fluencla lenta del hormi-
gón de la DIN 4227, edición 1979, han sido modificados nuevamente con respecto a 1972,
de modo que las Indicaciones dadas en [O], Tomo 1, Sec. 2.9.3.7, ya no son del todo válidas.
Co mo, ade más, la contracción y la fluencla lenta llenen un significado especial, ante todo
para cálculos de deformaciones de algu nos estados constructivos, por eJemplo, en casos
de voladizos libres de grandes puente:>. estas Influencias serán expuestas fundamental -
mente en el Cap. 23. Además. también se tratarán co mparativamente los diferentes planteos
teóricos. Por ello aqul podemos limitarnos a las fórmulas para la práctica, al calcular las
pérdidas de pretensado.

17.4.2. Fórmulas pr,ctlcas para determinar las pérdidas 9fl el esfuerzo de pretensado
La pérdida de pretensado es el resultado de los acortamientos en función del tiempo,
de las fibras de hormigón que rodean el elemento tensor y, por lo tanto, en el caso de vigas
sometidas a flexión, se producen a la distancia Yz del eje de la viga. Son determinantes
los acortamientos en el estado permanente, es decir, en general, en el estado de las tensio·
nes debtdas al peso propio y a eventuales partes permanentes de las sobrecargas, o sea.
a consecuencia de g + wo · p, simplificado aqur con la notación g. Estos acortamientos Eb·
disminuyen los alargamientos en el acero Ez y con ello, las tensiones cr 2 , con lo cual se
reduce el esfuerzo de tracción Zz en el elemento tensor en el valor Z 8 ~ k de la pérdida que

181
experimenta el esfuerzo tensor. La fuerza de pretensado V que actua sobre el hormigón,
se reduce en
V s+ k--
- Z s+ k'

SI, en el cálculo de la pérdtda del esfuerzo de pretensado, partimos del estado Inicia./
V0 en el Instante t = O y referimos las tensiones en la estructura a V 0 , entonces, con la
aproximación usual de que un valor medio entre V0 y (V0 - Vs + k), actúa en forma perma·
nante, la pérdida V s + k puede calcularse con suficiente aproxtmaclón, según la expresión

e E +nq¡( o +o)
v s _ z = _v s z b,vo
b,g ( 17. 6)
s +k s+k o nob (l +p<P)-o
,vo z,vo

Todas las magnitudes deben tomarse con su signo : compresión, negativa, tracción,
positiva. Además serán

O"b. 9 = tensión en el hormigón debida a carga permanente g ó } a nivel


(g + .Po p). del elemento
O"b, vo
Uz , vo
- tensión en el hormigón debida a V0 solamente.
tensión en el acero para pretensado en el Instante t • O.
tensor

Es = Es, t • Es, 0 (k s, tw - ks, aw) = magnitud de la contracción hasta el instante t del


estado considerado, para verificación de la capactdad portante limite en el Ins-
tante t =
oo (ver Se c. 23.1 ).

• 'PI = 'Po (kt, tw - kt, aw) + 0 ,4 · kv, tw - aw = valor de la fluencla lenta hasta
el instante t . . ver Sec. 23. 1.

n e:
E
en el instante t = o.
p = coeficiente de relajación, según Trost.
p • O, 7 para carga permanente Invariable.
p • 0,8 cuando se producen tensiones debidas a deformaciones de rápido trans-
curso, Impuestas por coacciones, por ejemplo, asentamientos de apoyos.

SI partimos del estado final V(10 en el instante t = oo el cual, en general, se calcula prl·
mero, se obtiene, utilizando la misma hipótesis de aproximación, un valor absoluto práctica-
mente igual al de la Ec. 17.6 para la pérdida V 5 + k· pero de signo opuesto.

e: E + n q¡(o +O )
- V =+ z : -V S z b.g b,VCJ:) (1 7 . 7)
s+k s+ k CJ:)oOb {1-pq¡) -o
,VCJ:) z ,va:J

El significado de la notactón es el mismo de (17.6).


Para el dimensionamiento de los elementos tensores buscamos

V O = Va:J +V S + k

182
Obtenemos una cómoda ayuda para el dimensionamiento, si en la Ec. (17.7) despre·
ciamos el primer m1embro del denominador, el cual es pequeño comparado con CTz, VfiO•
especialmente cuando PIP está cerca de 1 . La variación u 2 de la tensión en el acero para
pretensado deb1do a contracción y fluencia lenta puede expresarse por

- o z , s + k = e: s E z +n ~(a b,g +a b,v co ) ( 17. 8)

Con ello sera

a =o +a 1
y que debe ser s o adm.
z,vo z, va:> z, s+ k z, vo

Para el dimensionamiento de los elementos tensores obtenemos como buena aproxi·


m ación

A nec. = ---~__.:..lv...::::co::.~l_______ (17 . 0)


z o adm- na CT
Z , VO b, g+p Z, S ¡. k

La relación V OJ : V 0 también puede expresarse asf

t E +uq>(a~-. ... +ob; co)


w• = 1+ S Z ~ 'Y ( 17 . 10)
o adm- na
Z, VO b g+ p

El segundo sumando será negativo. dado que t 5 y CTb. vz. deben tomarse negativos
y tr z adm y trb, 9 + p• poaítlvos.
Se advierte nuevamente que n ub, 9 + p puede ser despreciado.

17.4.3. Influencia de las armaduras de acero para hormigón sobre las pérdidas
del esfuerzo de pretensado
Para pretensado parcial, la cantidad de A5 en el cordón tracclonado puede ser
considerable, entonces la armadura dificulta los acortamientos del hormigón, debidos a
la contracción y a la fluencla lenta y se reduca la pérdida en el pretensado. En el caso de
vigas hlperestátlcas, en algunas zonas, tanto en al cordón superior, como lamblén en el
Inferior, pueden existir armaduras de acero para pretensado Az y de acero para hormigón
A 5 Cuando los momentos de Inercia de estas secciones de armaduras, referidas a su centro
de gravedad. son grandes en relaclón con el momento de Inercia J de la viga (por ejemplo,
J 5 ~ z > 0,05 Jrr) , las variaciones de las tensiones debidas a la contracción y a la fluencia
lenta. quedan Influidas, en forma perceptible.
En [ 1 ], Sec. 12.2, se Indican procedimientos para tomar en cuenta estas Influencias.

17 .4.4. Socclones trasversales determinantes para el cálculo de las perdidas


del esfuerzo de pretensado
Las mayores pérdidas del esfuerzo de pretensado se producen dondo (ub, g +
trb, vo) = ug + vo• es decir. donde las tensiones de compresión en el hormigón , a lo largo del
elemento tensor, alcancen su valor máximo. El valor u 9 + vo máx., con frecuencia no
coincide con la ubicación del Mg ¡. vo máx. como, por eJemplo, en los casos de una viga
si mplemente apoyada con un elemento tensor de trazo ree1111neo o de pequeña curvatura,

183
en el cordón tracclonado. Sin embargo, la sección que corresponde a M máx. llega a ser
determinante para obtener el valor de V 5 + k• dado que alll aparecerán las primeras fisuras
debidas al aumento de cargas y porque esta sección será decisiva para el momento de des-
compresión M o y también para la capacidad portante limite. Si en secciones próximas entre
si el valor de V 5 + k aumenta, la pequeña diferencia de tensiones es fácilmente absorbida
por la adherencia.
Para el caso de vigas hiperestáticas, las V s + k se determinarán, por de pronto,
también para los cortes de los MF máx. (en el tramo) y Ms1 máx. (en los apoyos), determi-
nantes para el dimensionado. Las V 5 + k tendrán valores diferentes.
En el entorno de los puntos de momento nulo, en general, sólo se necesitan las
verificaciones de limitación de fisuras para las que Mo o, respectivamente, el momento de
fisuración MR, deben tomarse en consideración. Cuando alll se superponen los elementos
tensores en los cordones superior e inferior, deberán calcularse las V s 1. k para ambos
cordones, cuyos valores serán diferentes, para obtener correctamente los M o y M A para los
cordones superior e inferior.
En general, se puede decir que, para el cálculo de las V s 1• k no se deberla pretender
o exigir una gran exactitud, porque los valores causantes de Es y V'• de todos modos,
presentan una gran dispersión. En muchos casos es suficiente estimar las V 8 + k sobre la
base de la experiencia y efectuar el dimensionamiento de la armadura de pretensado con
esos valores estimados, máxime que las pérdidas del esfuerzo de pretensado no Intervienen
en el cálculo propiamente dicho de la capacidad portante limite.

184
18
Dimensionamiento para la capacidad
portante

18.1. Flexión aln momentos por coacción

La capacidad portante para momentos flexores está garantizada cuando

M !!<\I ( M +M ) (18.1)
u g p

Mu es el momento llexor que, en la sección considerada de la viga, origina las


deformaciones definidas como valores limites del acero Es = 5 °/oo y/o e 2 , q • 5 Ofoo (para
CES 1O 0/oo) y/ o la deformación lrmite del hormigón Eb = 3,5 otoo. Por consipulente corres-
ponde a un estado limite de las deformaciones fijadas en las prescripciones y da por resulta·
do la capacidad portante limite total efectiva para llexión. Aquf la llamaremos .. momento
limite.. (en [O], Tomo 1, todavla se designaba como .. M crítico..). El momento de rotura es,
en general, sensiblemente mayor.
" (Mg + Mp) es la capacidad portante limite para flexión, necesaria y es el momento
de la carga portante multiplicada por el coeficiente de seguridad global " · De acuerdo con la
DIN, '' = 1,75, cuando el acero llega primero al limite E y" = 2,1 , cuando el hormigón falla
antes que el acero. En las construcciones pretensadas se calcula uniformemente con ,.. =
1, 75, la mayor seguridad a la falla del hormigón se obtiene por la reducción de la resistencia
1 75
a la compresión del hormigón en la relación • , en forma tal que el valor de cálculo
2, 1
de la resistencia a la compresión del hormigón resulta IJR = 0,6 fJw N· Según la DIN,
" (g + p) es llamada " carga de rotura de cálculo.. , aunque seria mejor usar " carga limite
necesaria", porque la carga de rotura. de ningún modo está en consideración.
En las recomendaciones del CEB-FIP se utilizan coeficientes de seguridad parciales,
lo cual es más correcto cuando, como para el pretensado, no existe una relación lineal entre
las cargas y las tensiones. Sin embargo. en la práctica, el coeficiente de seguridad global
es más sencillo.
En la verificación de la capacidad portante no aparece el momento Mv debido a V.
dado que el pretensado sólo se manifiesta en los esfuerzos en los cordones.
El momento limite Mu resulta de la Fig. 18.1

M = Z · z o bien D · z, ( 18. 2)
u u u
para lo cual debe ser Z - D.

185
deformaciones esfuerzos en los cordones

€ 11
,.
Hm. = 3,5 °/oo el acero f&lla
Gb
el hormigón falla
0 b = ~R

Es 11m. "" 5 O/oo

Fig. 18. 1. Capacidad ponante Hmite para lle>.lól'l, d1agramas de e, esfuerzos on los cordones y hrazos
de palanca segun el llpo de rotura.

La cuestión de que sean determinantes Zu o D 0 , dependeré de que, con el aumento


de la <:arga la deformación limite se alcance primero en el acero o en el hormigón. z es el
brazo de palanca Interno entre las resultantes de los esfuerzos longitudinales, o esfuerzos
en los cordones, Z y D.
Se supone un diagrama de deformaciones rectillneo y adherencia total (las secciones
permanecgn planas), a pesar de que ello no se cumple en el pretensado, especialmente
an las zonas de grandes a.
Determinación de Zu = esfuerzo de tracctón limite en el cordón traccionado, cons-
tituido por las secciones correspondientes al acero para pretensado A1 y ni acero para
hormigón A 8 . Al alcanzarse €qu = 5 °/oo debido a qu = " (g + p) puede suponerse que
ambos tipos de acero han alcanzado la tensión correspondiente al limite de deformación
0,2 %, es decir, u~ = {3 1 , 0 .2 y u 5 = f3s. porque en el acero para prl\tensado se agrega
la deformación ((~J, v• producida por el pretensado (Ag. 18.2). Para ello se toma la defor-
mactón existente en el acero para pretensado sometido a un momento M que, al nivel del
elemento tensor, onglna una tensión crb = O. Esta deformación anticipada, llamada también
deformación en e/ banco de tesado , en las verificaciones de la capacidad portante se refiere
al estado final de contraoolón y fluenoia lenta, es decir, a t = oo, siendo entonces

c(o) "t(o) +_!_(o -no \ (18.3)


z,VC'X) z,v
0
E z, s + k b,s+k)
z
Para la préotlca es suficiente la aproximación siguiente, porque pequeflas variaciones
de la deformación Ez, u cerca del limite del 5 °/oo casi ya no llenen lnfluoncia sobre la tensión
Uz, u·

(o ) ... Uz. vo adm. ( 18. 4)


€ 7., veD E
z

La tensión en el acero pretensado es, por consiguiente, Ezu • E(~~ vx t fqu• Y si


con ello se alcanza el lfmite 0,2 %, será
( 18. 5)

186
G N/mm2 511600/1800
1
1 trefilado, reven IdO
1800

1600
:1600y
~0.2 , ,
1

G N/mm2 St800/1050 1400 1


1200 1200 1
1000
1
lCXD
1o1
0 voo V
/~~.2~so~ /
800 800

600

1.00
--/ ~~~
r3s
acero para hormtgon 600
511.20/500
1.00 1
1
acero para hormigón

200 1 1 -- SI 21.0/370
200 1 1
v~s
oV oV V
E E
máx. • 5 °/oo
lo)
·/

Ezvoo ::=2,goAio
E'q

_J
/
Ezvoo'l:;.l.,7o-'o _J
Ec¡ méx. • 5 OJoo

1---tz.u 1 - - tz,u-

Flg. 18.2. La deformaci ón anllc•pnda E'!~) y la delormaciór> debida a la carga tqu dan por resultado
las tensiones en Jos aceros para la carga limite.

Si el hormigón del cordón compnmido falla antes quo el acero, entonces es Eq < 5 °/oo
y las tensiones en el acero correspondientes a Ez = E<~! v + Eq deben tomarse del diagrama
u-E (¡para el acero para pretensado en el certificado de aprobación!). Con ello será

z U .. A o
Z z ,u
+A o
S S,U
debido a M
U
nec. ( 18. 6)

La determlnsclón de Du se basa sobre el diagrama parábola-rectángulo (diagrama


CTb - 0,6 {jwN según la Fig. 18.3. Ello corresponde a las DIN 1045 y 4227
Eb). con {jR -
y al CEB·1978.
Con ello, la determinación de Du es Igual para el hormigón pretensado que para el
hormigón armado y ha sido tratada detalladamente en [O], Tomo l. Seo. 7.1.4, pégs. 104 a
112.

parábola cuadrállca
blllneal

paro ullllzar con:


coeficiente de
unlrormldad ~r • 0,81
centro de gravedad
k. - 0,.. 16
ver (OJ, Tomo 1, Flg 7 12
Fig. 18.3 Diagrama
tensiones • delo• macto·
nes del horm1gón. de
acuerdo con OIN para la
determinación de Du. 1.35 2 3,5 E -_,,,

187
Para Du el pretensado sólo se manifiesta en que el eje neutro queda un poco més
abajo que para el hormigón armado, y en que con el esfuerzo de p1 etensado resul ta, por
razones de equilibrio, con Zu = 0 0 , un esfuerzo en el cordón comprimido mayor que para
cargas solamente.
la determinación del momento limite absorbible Mu

ha sido presentada detalladamente y según distintos procedimientos en [O]. Tomo 1, Sec. 7.3.
Para cortes trasversales de hormigón pretensado, el brazo de palanca z debe referirse,
conceptualmente, a la poelción de la resultante Zu de los esfuerzos en el elemento tensor y
en la armadura.
Para cdlculos aproximados, en especial en secciones trasversales en T o l el brazo
de palanca puede ser estimado fácilmente. lo que permite calcular con Mu =
Zu · z.

Dimensionamiento del cordón fraccionado


Para grados de pretensado elevados(~< a: 0,6), en general, para la capacidad portante
necesaria = M u nec., es suficiente la armadura pretensada determinada según Cap. 17, con
la Ec . ( 17.3), juntamente con la armadura mfnima de acero para hormigón.
En caso de pretensado parcial con K < 0,6. debe agregarse el acero para hormigón
As para la capacidad portante. El A 5 nec. se puede estimar con ayuda de la Flg. 7.3 . Con el
brazo de palanca z, estimado, se debe verificar si Zu · z > Mu nec. "" 1,75 (Mg + Mp)·

18.2. Flexión con momentos por coacci ón

18.2.1. Estado actual del conocimiento


En el Cap. 16 hemos visto que en estructuras hlperestátlcas. en función del trazado
del elemento tensor. aparecen esfuerzos caracterfsticos por coacción, M' v y O' v·
considerables y que pueden llegar a tener valores tan elevados como Mg. los momentos de
coacción son necesarios para mantener crb adm en el estado de servicio. SI, para la verifi-
cación a la capacidad portante los tratáramos como si fueran momentos debidos a cargas.
es decir exigimos que sea

M exist.
U
~ v (M g + p + M'V )

se obtendrá una seguridad demasiado grande. cuando M' v llene el mismo signo que Mg + P•
y una seguridad demasiado reducida. cuando M' v llene signo contrario.
Por ello, los momentos de coacción deben ser tratados de otra manera que los
momentos debidos a las cargas. Esto se debe también al comportamiento de la estructura en
la transición hacia la carga lfmite o la carga de rotura. Nuestras consideraciones sobre la
seguridad, por cierto, parten del supuesto de que las cargas se aumentan de (g + p) a
v (g + p) pero el esfuerzo de pretensado se mantiene invariable. Por el aumento de las
cargas. sin embargo, se Incrementan las tensiones en el acero de los elementos tensores,
especialmente en el Estado 11, que es lo que se adopta para determinar M u exist. la cuestión
que surge ahora es que si con el aumento de los esfuerzos de tracción en el elemento
tensor, también lo hacen los momentos de coacción debidos al pretensado, es dec1r, que
los M' v aumentan, o si se modifican en otra forma.
Curiosamente esta cuestión no ha sfdo aclarada satisfactoriamente hasta el presente.
los momentos de coacción se originan por impedimento de la libre curvatura por
flexión debido a las condiciones de apoyo de la viga, es decir. que dependen de la rigidez a
Ka
la flexión Ka ... E J y, por cierto. grectas al pretensado, en primer lugar, de en el Estado l.

188
Al pasar a la carga limite, sin embargo, también en vigas pretensadas totalmente, se produ-
cen fisuras. es decir, que pasan al Estado 11 y por ello, la rigidez a la flexión se reduce consi-
derablemente en la zona flsurada hasta K~'· porque los cordones traccionados de acero
para pretensado con EAz son menos rfgidos que para hormlgon armado con EAs > EA 1
(ver Flg. 6. 13). Esto tiene que conducir a una modificación, en general una dísm~nución de los
M' v. aun cuando aumentan los esfuerzos de tracción Z 1 en los cordones.
En parte, los M' v provienen de los esfuerzos de desvio de los elementos tensores, los
cuales, ante un incremento de los esfuerzos, también tienen que Incrementarse. Este aumen-
to de los esfuerzos de desvfo queda escasamente ínflu1do por el pasaje al Estado 11, pero aun
asf, la rigidez a la flexión. que disminuye en zonas parciales, modifica la coacción
Si se considera que, al pasar a la carga lfmite el Estado 11. al pri ncipio. sólo aparece en
zonas parciales de la longitud de la viga y que. por ello, la trayectoria de los momentos se
modifica considerablemente, queda en claro que. en realidad. no es correcto verificar la
capacidad portante de vigas hipereslátlcas por la determinación de los momentos limites en
cortes Individuales y para un trazado de momentos predeterminado con EJ constante, tal
como se establece en DIN 4227. Es verdad que, con ello. se está del lado seguro. Sin
embargo, ser/a más correcto aplicar el método de las cargas portantes teniendo en cuenta
la redistribución de momentos originada aproximadamente según [O], Tomo IV, Sec. 8.5 ,
o la teorfa de la plasticidad según B. Thurllmann, que está esbozada en esle Tomo V,
Cap. 24, por R. Walther.

18. 2.2. Criterios actuales de verificación


Para vigas apoyadas hiperestáticamente se considera cumplida la verificación de una
capacidad portante suficiente, cuando en las secciones de los momentos nexores máx1mos,
positivos o negativos (diagrama de momentos calculado para EJI), debido a g + p + v, se
ha cumplido la condición siguiente

IM u ~ v(M g +M p )+v'M'voo ( 18 . 7)

Según la DIN 4227, es " = 1,75 y v' = 1,0.

En opinión del autor, deberla variar v' según causas y signos del momento por coac-
ción M' v · Cuando el efecto de M' v es favorable (signo contrario al de Mg ., p) deberla tomarse
v' :o 0,8 hasta 0,9, el valor mayor cuando M' v proviene principalmente de esfuerzos de
desvfo. Si el efecto de M' 11 es desfavorable (signos Iguales) deberla tomarse v' = 1,0.
Para momentos por coacción debidos a otras causas, como variaciones de tempera-
tura 6 T o asientos desiguales de los apoyos, como regla puede tomarse v' ... O cuando la
estructura da prueba de suficiente tenacidad en los puntos más solicitados, es decir, tiene
suficiente capacidad de rotación (ver Sec. 24.2.3 y [O], Tomo IV, Sec. 8.4, asr como Tomo VI .
Flg. 11 .5).
Para momentos en los apoyos de vigas continuas todavla debe observarse que el
diagrama de deformaciones no permanece recto cuando M y a simultáneamente son gran-
des y la zona de compresión por flexión es angosta como en el caso de vigas-placa (ver
Fig. 6 .19). Esto tiene como consecuencia que la altura de la zona compnmida por tracción
xs es esencialmente menor (hasta 0,6) que el x 8 calculado solamente para llexlón. Con ello.
en realidad, Dbu resulta ser menor que el valor de cálculo usual y en consecuencia se debe
proceder con cautela.
Lamentablemente no existen. hasta ahora, procedimientos sencillos para determinar
correctamente el valor de xg. Remitimos al lector a la tesis doctoral de W. lippoth, Stuttgart,
1972: Theoretische Untersuchung des Spannungs und Verlormungszustands von Stahl-
betontrligern /m Bfegeschubrlssbereich (" Investigación teórica del estado ~ tensiones y

189
deformaciones de vigas de hormigón armado en la zona de fisuras por corte debido a
flex1ón").
.
18.3. Flexión sin adherencia

Si los elementos tensores no llenen adherencia, el acero para pretensado puede


de~lizarse a lo largo de la vaina y compensar la vanacíón de longitud necesaria para adap-
tarse a una curvatura localizada por flexión. con una pequeña delormac1ón de los trechos
menos curvados (proximidad de apoyos). Esto significa que el aumento de las tensiones en
el acero para pretensado queda muy rezagado con respecto a la tenslon por flexión O'z, q ·
Un cálculo del aumento de las tensiones para la carga limite necesaria no sólo es complica-
do, sino también dudoso a ralz de la vaguedad de las hipótesis necesarias. Por ello, se ha
recomendado en la OIN 4227, sobre la base de ensayos realizados hasta ahora, calcular
para la carga limite, la Zu para Mu nec. , con:
2
Para vigas de un solo tramo:
a = o(o) + 110 N/mm
2.U Z,V

Para vigas en voladizo, cuando el elemento tensor es fijado en el lugar de empotra-


miento·

a zu (18 . 8 )

Para vigas continuas


a = a(o)
ZU Z,V

El valor de u<~~ v puede equipararse al de la deformación en el banco de tesado según


Ec. (18 .4).
En el hormigón pretensado sin adherencia, por regia general , la capacidad portante
limite sólo puede alcanzarse con una canlidad considerable de armadura de acero para
hormigón.

18.4. Esfuerzo de corte - Resbalamiento


La capacidad portante para los esfuerzos de corte -la capacidad portante al resba-
lamiento- está garantizada cuando el esfuerzo de corte absorbible Ou exlst. es :!: Ou nec.,
donde
0
Q neo. • 1,75 (Q + Q) +\1 Q +\I'Q' (18.9)
u g p q Va:J Va:;,

Aqul, el esfuerzo de corte O$ debido a la inclinación del elemento tensor que. en


general , actúa descargando, aparece en el miembro derecho de la expresión. Este O$. para
un aumento de la carga de 11 = 1, 75 veces. en general aumenta poco. porque los elementos
tensores, en la zona de los esfuerzos de corte, donde astan Inclinados con respecto al eJe
de la viga, se encuentran fuera de la zona de las fisuras por tracción y porque su tensión sólo
aumenta poco debido a la transtción al Estado 11. En las proximidades de los apoyos, las
vigas de hormigón pretensa do permanecen, aun para 1, 75 veces la carga, en el Estado 1,
de modo que Ov casi no crece por encima del valor válido para la carga de servicio. Por ello
se recom1enda adoptar el coeficiente

v : 1 , O hasta 1 , 2
q

190
.,

El valor menor se aplica cuando el elemento tensor en la zona determinante para el


resbalamiento se encuentra cerca del eje de la vrga y el valor mayor se aplica cuando el
elemento tensor se encuentra cerca del cordón traccionado por flexión fisurado.
Para el esfuerzo de corte por coacción a ·veo y para v', es válido lo mismo que para
los momentos por coacción.
En forma aproximada valdrá

( 18. 9a)
Q
U
nec. = 1, 75 (Q g + Q p ) + v q Q Va:;,

18.4.1. Losas sin armadura para resbalamiento


En losas puede cumplirse la condición de la Ec. (18.9) sin armadura, de corte siempre
que los esfuerzos au sean absorbidos totalmente por la zona comprimida por flexión (efecto
de arco). Los limites de ello, lamentablemente. hasta ahora han sido poco Investigados.
Los limites establecidos para hormigón armado en la DIN 1045. con '~'o < '~'o11 para carga
de servicio pueden ser superados con seguridad. porque el pretensado retarda la formación
de fisuras al aumentar la carga, con lo cual los elementos tensores que quedan cerca del
cordón tracclonado son más favorables que los curvados fuertemente hacia arriba (ver

Fig. 6.21 ). La DIN 4227 da los limites en forma de valores de los r 0 ,..
ab~ (z •
brazo de palanca para Mu méx.), que sólo estén v veces sobre los valores r 011 de la
DIN 1045. Esto, sin duda. es demasiado cauteloso.
Tal vez serfa más correcto partir de la tensión de tracción por flexión en la zona con
peligro de lisuras por resbalamiento, cercana a los apoyos. con x .., 3 h. Sí alllla tensión ub
debida a 1. 75 (g + p) y V.... se mantíene Igual a

2/3 2)
obZu < O, 2fiW [ N /mm

no existe peligro de rotura por resbalamiento. Esta condición Incluye la Influencia de la


ubicación en altura del elemento tensor.
Puede establecerse otra condición limitando la tensrón principal de tracción Inclinada
u 1 para la carga limite y V« en el eje de gravedad, en las secciones trasversales x • h
o x = f 8 • con
2/3 2
o 1 u< 0 , 11 ~W (N/mm 1

Los valores-limite son:

Calidad del 2
hormigón B 25 B 35 B 45 B 55 N / mtn
2
0 < 1, 7 2, 1 2,5 2,9 N/mm
bZu
2
0
Iu < 1, o 1, 2 1, 4 1, 6 N/mm

Tabla 18.1.

Además, para losas pretensadas no se necesita armadura para el resbalamiento,


cuando:
1. en x .. h o en x =
t 9 , la cuantfa de la armadura longitudinal debida a (Az + As) es
~ot l s 0,7% y el espesor de la tosa es < 500 mm. Grado de pretensado K > 0 ,4.

191
2. cuando, para carga uniforme, la esbeltez es l/h < 8.
3. cuando la esbeltez es f/h > 16 y JLL < 1 % } grado de pretensado
o la esbeltez es t/h > 24 y JLL < 2 % K > 0,4
(Los valores Intermedios deben interpolarse
linealmente.)
Los ILL supuestos han sido estimados, con cautela, sobre la base de ensayos de losas
de hormigón armado sin pretensado y todavfa necesitan conlirmaclon experimental.

18.4 .2. Viga con armadura para resbalamiento

18.4. 2. 1. La analogla del retlculado ampliada


Los esfuerzos Internos que aparecen en vigas de hormigón pretensado solicitadas
por resbalamiento se explican con la ampliación de la analogla del retlculado, tal como la
deducida en LO), Tomo 1, Sec. 8.4.3, sobre la base de resultados de ensayos, y representada
en las Flgs. 18.4 y 18 .5. Dependiendo d~ª- fQIIT!.a de la sección trasversal de la viga,
caracterizada por b/b 0 , una parte del esfuerzo de corte es absorbida por la zona comprimida
por fle)(lón (incllnaclón del cordón comprimido en el retlcÜiado), parte que es
tanto mayor
cuanto menor es b/b 0 y que, debido al pretensado, resulta ser mayor con respecto al
hormigón armado. Esta parte 0 11 disminuye la parte de O, que debe ser soportada por el alma
y origina en ella esfuerzos de tracción que deben ser absorbidos por las barras traccionadas
(verticales o Inclinadas) del retlculado.
Los esfuerzos de tracción en el alma disminuyen cuando la Inclinación de las fisuras
por resbalami~::~nto y, con ello, la inclinación iJ de las diagonales comprimidas es menor que
45o. Las diagonales comprimidas son tanto menos inclinadas cuanto menor es b/ b 0 y cuanto
mayor es el pretensado. Una excepción la constituyen las zonas con flsuraclón en abanico
sobre apoyos Intermedios de las vigas continuas (Rg. 18.5) o baJo cargas concentradas
elevadas (Fig. 6. 15); alll son inevitables las fisuras por resbalamiento y con ello diagonales
comprimidas con Inclinaciones de 45° o mayores. En estas zonas actúan grandes momentos
y, por consiguiente, grandes esfuerzos de compresión en el cordón, los cuales, ya para una
pequeña Inclinación del esfuerzo en el cordón. originan un gran 0 11 , el cual, alll descarga
las almas.

tF t r-bl

6 zs _jboL

..2... ~3
bo ~ Z lz • s 1
~ a. =:l) - 38°
a.,mo ~z
o.

~
Db
~~6 ~
Ftg, 18 4

192
- Z lz •sl
Modelo de rellculado ampliado para vigas de un solo tramo.
Oa~,.
.. da z
-h
cordón traccíonado, fisuras - --t

Fig. 1 8.5. Modelo de rellculado ampliado para vigas continuas

En las zonas adyacentes a los puntos de momentos nulos en las vigas continuas, se
tendrá , tanto en el cordón superior, como también en el cordón Interior del retloulado, tracción
para la carga lfmlte (¡los desplazamientos del diagrama debidos al efecto de retlculado se
superponen!). En consecuencia, en aquellas zonas no puede originarse parte alguna de 0 11
en el cordón comprimido. En cambio, se presentan allllncllnaclones tJ de las bielas compri-
midas menores que las de la zona normal, con lo cual, alll también los esfuerzos de tracción
en el alma resultan menores que en el reticulado clásiCO ((O], Tomo 1, Sec. 8.3.2.2).
Finalmente queda cerca de los apoyos de libre rotación en los extremos una zona a
libre de fisuras por flexión. Para almas delgadas (gran b/b 0 ) a pesar de todo, aparecen
fisuras por resbalamiento en las almás. Una gran parte de O queda, sin embargo, en los
cordones, más rlgldos al resbalamiento, por cuyo mohvo sólo podrán absorberse esfuerzos
de tracción muy pequei'los en el alma (ver Flgs. 6.14 y 6 20).
Debido a las barras que se cruzan en el alma. a la rigidez a la flexión de los cordones
y a la unión rfg1da a la llexlón entre las diagonales comprimidas y los cordones, los relicu-
lados son de múltiple Indeterminación estática interna. Si se quisieran calcular los rellculados
para determinar los esfuerzos de tracción en el alma buscados, ante todo, deberfan tenerse
en cuenta los valores, muy diferentes entre si, de las rigideces de las barras. En las tesis
doctorales leidas en Stuttgart, Rajagopalan (1973) y Uppoth (1973) se han realizado cálculos
similares aplicando el principio de la energla mfnima de deformación, con resultados útiles,
coincidentes con los obtenidos en ensayos. Para la práctica tales cálculos son demasiado
trabajosos y también son escasamente viables para programas EDV de computación, debido
a la Inseguridad de los numerosos datos de entrada.
Por este motivo aqul se utilizará la metodologla desarrollada en [O), Tomo 1, Sec.
8.5.3, ampliada para el pretensado. Este camino fue Introducido como "método patrón" en
las Recomendaciones CEB/FIP de 1978.

78.4.2.2. Dimensionado de la armadura al resbalamiento con valores de re ducción Q 0


los efectos siguientes reducen los esfuerzos de tracción en las almas:
1. el cordón comprimido absorbe una parte de Ou.
2. las diagonales comprimidas se Inclinan a menos de 45°.
Estos efectos varlan a lo largo de la longitud de la viga. Sin embargo, a pesar de ello,
se pueden considerar mediante un primer valor global de reducción

QD = T oD · bo · z (lB . lOa)

donde ToO debe tomarse de la Tabla 18.11.

193
Se obtiene un segundo valor de reducción a partir del grado de pretensado, con los
efectos representados en las Figs. 6.16 y 6.18. Lo llamaremos O ov De acuerdo con la
propuesta de A. Losberg, de Gotemburgo, que fue elegida para el CEB. este Oov puede ser
planteado en forma muy sencilla:

Q = 11.u • Q ( 18 . lOb)
Dv D

siendo M o el momento de descompresión.


Mu • 1, 75 (Mg + Mp)· Este K u toma en cuenta, entonces, ol grado de pretensado K.

Para pretensado total será Ku ... 1/ 1,75 = 0,57.


Por consiguiente sólo queda para los esfuerzos de tracción en el alma

Q a Q - Q -Q = Q -(l+X. )Q (18.11)
afma u D Dv u u D
Qu según Ec.(18.9a.)

Para el dimensionado de la armadura de las almas utilizamos los valores de cálculo


de la tensión de resbalamiento usuales en el Estado 11:

Qalma
Tou, alma:: (18 .12)
b ~
o

Para Tou se tomará el brazo de palanca z entre los esfuerzos Zu y Du resultantes en


la zona de momentos limites máximos del tramo de viga considerado. La disminución de z
debida a la Inclinación del cordón comprimido del reticulado según la Fig. 18.4, no se consi-
dera.
Tal como fuera deducido en [O], Tomo 1, Sec. 8 .5.3 .3, se llega con To a la fórmula.
sumamente sencilla en la práctica, para el dimensionado de la armadura al resbalamiento.
válida para Inclinaciones de estribos desde a = 90° hasta 45°:
La cuantla de armadura necesaria en la zona b es, según la Flg. 6.14:

Tou, alma
lls nec. =- ~S
(18 . 13)

con llg = b • e ·!len.a.


o S ,

ABil
para estribos verticales f-1 S ,. b • es
0

y ~S = limite de escurrimiento del acero para los estribos :S 420 N/ mm2.


Los elementos tensores para absorber el resbalamiento en el alma pueden calcu-
larse, de acuerdo con la DIN 4227, con un esfl.lerzo de tracclon de

z
5U
E A
Z
(oZ, VO + 420 [ N /mm 2 )) ~ A Z ~ Z, 02

Hasta la fecha no se ha comprobado experimentalmente que este elevado rendi-


miento se consiga para alturas de viga relativamente grandes. Por ello se recomienda un
menor aumento de tensión por encima de crz, vo·

194
El valor de reducción ToO· obtenido de ensayos resultó ser de 0,035 f3w hasta
0,05 fJw.por lo tanto, dependiente de la resistencia a la compresión del hormigón, lo que
era de esperar porque las condiciones de rigidez de las barras del ret1culado Influyen sobre
el valor de la reducción. Este valor, cuando el cordón traccionado es muy fuerte (#-'L grande),
es mayor que el de un cordón traccionado más débil. Al pnncipio se recomendó ToO =
0,03 fJw (ver [O], Tomo 1, ed. 1985, Sec. 8.5.3.2., Ec. (8.43)). En las deliberaciones de las
comisiones de OIN y CEB se resolvió poner ToO en func1ón de (3.j¡13 para disminuir relativa-
mente la reducción para valores elevados de la calidad del horm1gón. Los valores de reduc·
ción del CEB corresponden, aproximadamente, a

1 0 11 A2/3 2
T : (N / mm )
oD ' "w
Con esta expresión se obtienen los valores de la Tabla 18.11. linea 1; en la linea 2 se
han anotado los valores algo menores de 11-r de la OIN 4227. 1979.
La reducción total ao a
+ Ov también se podrfa determinar mediante la carga R• a
que produce las fi suraA debidas al resbalamiento (Fig. 18.6). Supongamos que el momento
MR de fisuraoión por flexión, que en la sección considerada conduce a la fisura por resba-

2
Calidad del hormigón B 25 B 35 B 45 B 55 N/mm
2
T
00
(recomendado) 1, o 1, 2 1, 4 1, 6 N/ mm
2
6 -r (DIN 4227 ) 0 , 85 1 , 08 1, 20 1, 32 N/ n •m

Tabla 18 11 Valores de reducción r 00

Bu

400
1 !
ir l
1
8 ./
'xa--.....-....:_-~4 ~

~/
1
1

~/
,!!1
o
~/
Cl) ~/
.,¡ ~
ij; 1 0,70
b 300
IJ)

.&
·e
¡¡;
al

~ 200
e
al
e:
-o
'iD
e
~ 100

Fig. 18.6. Diagrama corac·


terfsllco de las tensiones en
los estribos de la viga preten·
sada, comparado con la viga
de hormigón armado, como og.p .......aR 1.75 o 9 .p
base para el dtmenslonado de carga de llsuraclón por
los estribos. resbalamiento

195
!amiento, y a la que pertenece QR, tuviese la magnitud que, en el Estado 1, generase una
tensión de borde de tracción por flexión Ubz = O, 1 {3./¡13 (¡por debajo del percentil 5 % de
f3bzl). Como en el hormigón pretensado las direcciones de las tensiones en los estribos no
son paralelas a las lineas del reticulado clásico, sino que son más empinadas, adoptaremos,
con prudencia, solamente 0,7 QR para el valor de reducción total Oo + Oov· Este planteo,
sin embargo, requiere un paso adicional en el cálculo, para determinar a OR. pero se traduce
en valores de reducción mayores que los de la fórmula de Losberg prudentemente elegida.
Comentarlo sobre la DIN 4227: En la Sec. 12.4.2 de dicha norma se deduce la caber·
tura reducida al resbalamiento con la fórmula 12

tg ~ =1- 6 T/r
ou
con T
ou
de Q total.
u

Con ello la disminución de los esfuerzos en el alma es atribuida totalmente a la


menor Inclinación t'J < 45o, lo cual es evidentemente erróneo y conduce a conceptos tal·
sos y a contradicciones con los resultados de ensayos, especialmente alll donde son ine·
vltables las fisu ras a 45° y donde la reducción se debe exclusivamente al efecto del cordón
comprimido por flexión. Si bien el rodeo, pasando por la tg t'J "ficticia", para el dimensionado
de tos estribos cuando éstos son verticales, a = 90°, conduce al mismo resultado que la
reducción directa, Ou - O o, en el caso de estribos inclinados, por ejemplo a= 45°, con ello
se obtienen valores mayores y, además, erróneos.
Además, la DIN 4227 no considera el efecto favorable del pretensado. Una pronta
rectificación seria de desear.

Dimensionado en fa zona a
La zona a (Fig. 6.14) sólo se presenta para grados elevados de pretensado. Las
fisuras por resbalamiento aparecen alll recién para escalones de carga muy grandes y per·
manecen pequeñas porque los cordones no fisurados dificultan la apertura de las fisuras.
Por eso alll se justifica, para la determinación de los esfuerzos de tracción en el alma, partir
de las u¡ (tensiones principales de tracción al nivel del eje de gravedad) de la sección hamo·
geneizada (Estado 1). Los ensayos mostraron que

olu - O, 7 T oD
)J :: (18. 14)
s ¡:¡
5
determina la seguridad necesaria par~ tracción en el alma. En general , en esto son deter·
minantes las reglas para la armadura rnlnima.

18.4.2. 3. Efectos de los esfuerzos de corte sobre el cordón tracofonado

En la viga homogénea, el esfuerzo en el cordón traccionado es

z:M
z

En el reticulado con estribos verticales y diagonales comprimidas a 45° (Fig. 18.7)

z:M+Q
z 2
En el retlculado con estribos verticales y diagonales comprimidas con una Inclinación
íJ con respecto al eje x (Fig. 18.7)

Z "' M + Q · cotg íJ
z 2

196
Por consiguiente, el esfuerzo de tracción en una sección transversal del cordón será
tanto mayor cuanto menor sea la inclinación de la biela comprimida En la sección de
Mu máx., que es determinante para el dimensionado del cordón tracclonado para Zu, sin
embargo, es Q = O (momento máximo en el tramo). En correspondencia con el momento
en los apoyos de vigas continuas, no existen diagonales comprimidas poco inclinadas y
las bielas en forma de abanico no ocasionan esfuerzos en el cordón, que superen a Mulz.
El efecto de reliculado, por lo tanto, no influye sobre el valor de dimensionado
Zu máx. = Mu máx./z, pero si, probablemente, sobre la variación de los esfuerzos en el
cordón tracclonado, es decir, sobre el posible escalonamiento de tos elementos tensores o
de la armadura del cordón. Este efecto se tiene en consideración con la medida v del
desplazamiento (decalaJe). que Indica en qué medida debe correrse el diagrama M/ z en la
dirección de x, para cubrir estos esfuerzos en el cordón tracclonado.
Dado que en las vigas pretensadas, las diagonales comprimidas son menos Inclina-
das que 45°, aqulla medida del desplazamiento debe elegirse con un valor mayor que para el
hormigón armado. A ello se agrega que el brazo de palanca z disminuye debido a la Inclina-
ción del cordón compri mido hacia el apoyo extremo lo que también aumenta el esfuerzo
en el cordón traoolonado, En los momentos de apoyo, en cambio, z resulta mayor que el valor
p

-Ml

Jf
z = ~ • cotg ~
(retlculado de malla)

Fig. 18 7. CroqUis de retl- M


Z=z-•"1"
a
culados para determinar al
(reticulado de malla)
esfuerzo de tracción en el
cordón.

197
calculado para flexión simple (xs menor y fuerte excentricidad del esfuerzo Du, levemente
Inclinado, en el cordón comprimido). la variación de z depende de la forma de la sección
transversal, y entre otras de la relación b/b 0 •
Estas consecuencias del efecto de los reticulados pueden tenerse en cuenta, glo·
balmente, por una medida de desplazamiento, que depende del grado de cobertura "1 al
resbalamiento

'T - (l+x.u),. D
ou o
T'f= (aqul -r proviene de Q )
'T ou u
ou

Para estribos verticales. la medida del desplazamiento será

V"" (1,2- 0,7 • 11) • h para 11 • l V; 2h


11• 0,3 V"'h

En el caso de vigas continuas se recomienda aplicar 1,5 v en el punto de momento


nulo (Fig. 18.8). no solamente porque allf se presenta la menor Inclinación de las diagonales
comprimidas, sino porque también alll la ubicación del punto M "" o. calculado para EJ
constante y momentos producidos por cargas. al pasar al Estado 11 , o al aparecer momentos
por coacción M 6 T o M 6 s. puede desplazarse considerablemente.

configuración de lisuras para la carga limite


r- j cordón trocclonado

1
f
¿@'¿;1%~~~~'\;s-.
cordón--1 ¡--cordón f
1

1 tracclonado' tracclonado 1
1 ... ~ !,
esfuerzos en el cordón Í 1
tracdonado diagrama del esfuerzo da tracción
med1da del desplazamiento v

Flg. 18.8. Aplicación de


los valores de desplaza-
miento v para cubrir el die-
diagrama dol eeluorzo ,grama de esfuerzos de
do tracción tracción de los cordones
tracclonados de vigas con-
superposición do los zonas tinuas.
do cordón tracclonado

18.4.2.4. Verlflcsclón de las diagonales comprimidas (seguridad contra la rotura de bielas


comprimidas en vigas continuas)

la inclinación de las bielas comprimidas = mcllnaclón de las fisuras por resbala-


miento se ajusta, aproximadamente, a la inclinación de la tensión principal cr 11 en el Estado 1
a la altura del eje de gravedad de la sección trasversal de la viga. En el caso de vigas de
hormigón pretensado es lógico calcular esta inclinación para la carga de servicio total, es
decir. para Mg + p + veo (ver Flg. 16.1 O; en lugar de (90° - ¡p) el ángulo se designa nueva-
mente con ">·
198
Para estribos verticales, el esfuerzo en las bielas comprimidas, referido a la unidad
de longitud. será entonces
Q
o'S z. sen~
(18, 16)

Para estribos inclinados con un ángulo a

O' = Q • -.......,.---=1_ _ _ _ __ (18.17)


S z sen.2 ~ . (cotg {J + cotg a)

El valor de O a considerar es:


a) El O u total en la zona de pequeños momentos (no un O o grande del cordón co mprimido),
b) O u - ~ (O o + Oov) según Ec. 18.1 O en la zona de máximos momentos flexo -
res, por ejemplo, cerca de apoyos intermedios en las vigas
continuas.
En la zona de x = h, ala derecha y a la izquierda de los apoyos Intermedios. Ds debe
calcularse para una Inclinación de 45° y para el 0 0 total.

o'
La tensión de compresión o os, u= sb u ~ O, 6 liwN (18.18)
w

no debe superar el valor de cálculo de la resistencia a compres1ón del hormigón. El espesor


efectivo del alma es:
(Fig. 18.9)

donde ~0 es la suma de los 0 de las vainas o de las barras de acero para hormigón mayores
que 25 mm, mientras que los elementos tensores aún no estén inyectados (estados construc-
tivos). Después de endurecido el mortero de inyección es suficiente tomar una reducción
de aproximadamente 0,5 ~0. Cuando las barras de la armadura de resbalamiento están
muy cerca entre si (distancia entre estribos < 100 mm) deberla considerarse en el cálculo
solamente el espesor libre del hormigón entre estribos, bk, dado que en ensayos realizados
el recubrimiento de hormigón. con armadura densa, estallaba prematuramente.

Fig 18.9. El espesor elect1vo del alma queda reducido por b0


elementos tensores o barras gruesas de armadura.

199
En la DIN 4227, eros adm ha sido considerado con un valor muy reducido porque no
se exige el descuento de la vaina en elementos tensores inyectados. Con ello se perjudican
las estructuras en las que, conscientemente, se evita el uso de grandes elementos tensores
en las almas.

18.5. Torsión
Para momentos torsores, la capacidad portante está garantizada, cuando el momento
torsor limite es

Para los Mr debidos al pretensado vale lo mismo que para los esfuerzos de corte
Ovcc: y, en correspondencia, vr y v' deben elegirse como para el caso de los esfuerzos de
corte. En el caso de estructuras de barras rectas (por ejemplo, en vigas-cajón) en general
se efectúa el pretensado en forma tal que no se originen momentos Mrv ni M'rv· En el
caso de vigas de planta curva, generalmente se prefiere colocar los elementos tensores en
forma tal que se originen Mrv que actúen en sentido contrario a los Mrg (ver [O), Tomo VI,
Sec. 14.6) .
La capacidad portante a la torsión existente Mru para secciones transversales llenas
y huecas se calcula con la ayuda de modelos de reticulados espaciales tubulares, como el
que fue desarrollado en [0], Tomo 1, Sec. 9.3.2. Para el dimensionado de los elementos
traccionados sirve el valor de cálculo de la tensión de resbalamiento por torsión (Fig. 18.10).

Mru exist.
'r
Tu
= 2 Fm · tT
( 18. 19)

La inclinación de las diagonales comprimidas. en general se admite con {) = 45° (asl


indica la DIN 4227), de modo que la cuantla de armadura necesaria para los estribos y
para la armadura longitudinal puede expresarse en forma simple, por

TTu
1-lT, Bü nec. = IJ :: ( 18. 20)
T,L ~8

~' A''
Detalle '' A"

d -----~

Flg, 18. 1O. Cafón hueco sustituto para tors1ón de secciones trasversales rectangulares, Ver otros
casos en Flgs. 9.20 a 9.23. en Tomo 1 de [O].

200
-
Entonces para estribos verticales

A8 de una rama de estribo


l.r . distancia entre estribos

E As, L suma de las áreas de las barras longitudinales ( 18. 21 )


~T. L • l.r ·um = tT · perímetro del eje me.:lio de la pared

para estribos a menos de 450


' A -{2"
_ s . Bü
~ T , Bü - f.r . e 5

Para estribos a 45° sólo se necesita una armadura longitudinal para el montaJe,
Los elementos tonsores trasversales al eje de la viga y los elementos tensores en
almas o losas da cordón del caJón hueco. que sirven para absorber las solicitaciones de
resbalamiento y de torsión, pueden ser estimados mediante un esfuerzo de tracción Az'
(uz , vo + 420) :s; Atflz, 02• cuando están anclados fuera de la linea media de la pared del
cajón.
En este caso no es posible adoptar un valor de reducción r 0 o como para los esfuerzos
de corte, porque para torsión pura no se generan cordones comprimidos. Los elementos
tensores longitudinales que, en general, existen en vigas de hormigón pretensado pueden
ser tenidos en cuenta en el cálculo, con el esfuerzo longitudinal Az /Jz, 02 en el estado limite
existente, Independientemente de su ubicación en la sección. Sin embargo, cuando además
de la torsión Mr también se debe absorber flexión M 8 , los elementos tensores Az, a que
se encuentran an el cordón tracclonado por flexión y las armaduras longitudinales As, a
sólo pueden determinarse con la tensión f3o.2 - ua. en la que as debe calcularse con el
momento flexor que aparece al ubicar las cargas que generan Mr máx (¡para la capacidad
portante limite hay que mulllpllcar, en cada caso. M por ••!). Lo mismo es válido para los
estribos, que tienen que absorber. tanto la torsión como también los esfuerzos de corte
producidos por flexión.

VERIFICACION CON LA TEORIA DE LA PLASTICIDAD


Thürllmann y otros LB] han demostrado que, también para torsión. la armadura tras·
versal puede ser disminuida. En los ensayos aparecen fisuras con Inclinaciones '{} < 45°.
Como la viga, en el Estado 1, todavfa " no sabe" que su armadura trasversal está debilitada,
primeramente se producen fisuras a 45°, a las que luego se superponen fisuras menos
Inclinadas. Como consecuencia de esta menor inclinación de las bielas comprimidas quedan
esfuerzos longitudinales mayores. es decir que. por la reducción de J.t T, eo debe elegirse
un ILT, L mayor.
Estos fenómenos se conocen como procesos de plastillcaclón de las almas en el
Estado 11 y forman la base para el " procedimiento refinado de dimensionado" (refinad me-
thod) p ara estnbos en almas de vigas, de las Recomendaciones del CEB de 1978 La Incli-
nación del éngulo ~ ha sido limitada con tg tJ = 0,6. Aqul se adopta el ángulo ~ y con él
se estructura la base para el dimensionado de las armaduras trasversal y longitudinal. Se
obtienen ventajas. principalmente donde, al ubícar las cargas que producen Mr méx., al
momento llexor correspondiente Me es considerablemente menor que Me máx., en forma
tal que los elementos tracclonados del cordón (Az + As) tienen reservas para esfuerzos
longitudinales por torsión. El procedimiento permite efectuar el dimensionado para torsiOn
con flexión y esfuerzo de corte sobre una base uniforme.

201
19
Dimensionado para la capacidad
de servicio

19.1. Limitación de las deformaciones

La capacidad de servicio puede ser amenguada por deformaciones excesivas de la


estructura. En el hormigón pretensado deberá considerarse especialmente:
1 E/ acortamiento de la estructura debido a los esfuerzos de compresión longitudinales
del pretensado ó.l el + 6.1 5 + k· Debe asegurarse la movilidad necesaria en los apoyos
y las juntas.
2. Las deflexiones de la estructura originadas por los momentos llexores debidos a g + V 0
o bien g + p + V =o;. cada uno de ellos con sus respectivas Influencias por contracción
y fluencla lenta. Aqul también debe prestarse atención a las curvaturas negativas (flechas
hacia arriba, curvatura hacia arriba) como las que se originan para relaciones g/p bajas
y grados da pretensado elevados, especialmente si se tesa demasiado temprano, cuando
la "edad aflolente del hormigón" todavla es reducida. Los limites determinantes de las
curvaturas para la capacidad de servicio a menudo son determinantes para la elección
del grado de pretensado (ver Cap. 7). Sin embargo, aqul tambléh sa puede Influir, me-
diante la elección de la sección transversal, sobre las deformaciones que se originan,
adoptando cordones de hormigón suficientemente grandes para la zona trcicctonada pre-
tensada. En este aspecto las vigas en cajón siempre se comportan esencialmente en
forma més favorable que las vigas-placa.
Para el estado de servicio, las estructuras de hormigón pretensado quedan prác-
ticamente en el Estado 1, aun para el caso de pretensado parcial, resultando sencillo el
célculo de las curvaturas (ver para ello [O], Tomo IV)
3. Las vibraciones en las estructuras de hormigón pretensado quedan, en general, dentro de
limites que no afectan la capacidad de servicio. La amortiguación (decremento logar1tm1co
(} ::: 0,04) es suficientemente grande como para mantener reducidas las amplitudes en
caso de resonancia. Cuando las vigas son muy esbeltas, de luces medianas (30 a 60 m),
deberán evitarse. en lo posible, frecuencias propias entre 0,8 y 1,5 Hertz, cuando la
estructura es utilizada por peatones, porque estas frecuencias, aun para pequenas ampli-
tudes. suelen angusllar a las personas.

202
19.2. Limitación del ancho de las fisuras

19.2.1. Ex/ganetas
Las exigencias referentes a tos anchos admisibles de las hsuras. Wm o bien wgo.
deberán fijarse en relación con la forma de utilización y de la duración prevista para la
estructura. La ausencia de fisuras sólo se exige para tanques para llquldos o gases siendo,
en este caso, suficiente evitar fisuras de separación, en tanto que las fisuras por flexion no
afectan la estanqueidad de los tanques. En todas las demás estructuras, las fisuras, aun en
estado permamente, son innocuas cuando se limitan a w adm. Aun cuando los ensayos por
ejemplo de Schiessl [14) y Rostásy [21] mostraron que ancl'los probables de hasta wgo ,.
0,3 mm no aumentan la posibilidad de corrosión, sm embargo, en ambientes corrosivos,
se limitará el ancho de las fisuras a un valor menor. por ejemplo, wm = O, 1 mm, admitiéndose
los valores mayores 0 ,2 a 0,3 mm solamente cuando el medio ambiente sea poco agresivo.
Las fisuras que llegan a ser visibles a simple vista deberlan evitarse en todas partes de la
construcción. Cuando estas partes pueden ser observadas, a menudo, desde 1 ó 2 m de
distancia, es adecuado tomar wm adm = o. 1 mm ; cuando la distancia es mayor, basta con
wm adm = 0,2 mm.

Estas exigencias pueden cumplirse de diferentes formas:

1. Con un grado de pretensado tal que sea M9 + ~~P = M o. donde 1/ip corresponde a la parte
de la sobrecarga que aparece con frecuencia. Como armadura de acero para hormigón.
en general, es suficiente la armadura mfnima.
2. Con un grado de pretensado para el cual se elige Mo Mg o aun con Mo • 0,8 Mg.
En este caso debe elegirse la armadura en forma tal que se aseguren la capacidad
portante y w adm para la carga de serv1c1o total.
3. Con un grado de pretensado aun menor o. incluso, sin pretensado La limitación de la
abertura de las fisuras corresponde entonces totalmente a la armadura de acero para
hormlgon. en cuyo caso. con los conocimientos actuales. hasta puede mantenerse
w adm "" 0,1 mm.
Deberla dejarse al Ingeniero la decisión de elegir los medios con los cuales piensa
cumplir las condiciones exigidas por w adm. Esta libertad de elegir los medios le está dada
en las Recomendaciones del CEB-FIP, de 1978. Para el propietario de la obra es Indiferente
cómo se cumplan las exigencias. lo Importante es que se cumplan.
En general, la forma 2 propuesta conduce a la mejor solur.lón, tanto económica como
constructiva. la que también resulta ser la de comportamiento más favorable rrenta a solici-
taciones excepcionales.
Para el dimensionado de las armaduras para limitar la abertura de les fisuras, se han
dado las bases en [0), Tomo IV. A continuación se darán las reglas slmpl/llosdss para la
aplicación practica, tal como hablan sido propuestas por el autor para la DIN 4227, 1978.

19.2.2. Armaduras mlnlmos

Sólo se necesitan armaduras mlnlmas para limitar la abertura de las hsuras donde,
de las combrnaclones de cargas prescritas (cargas de servic•o. sin coeficiente de seguridad),
aparecen tensiones an el hormigón prácticamente nulas desde el punto do vista del cálculo
o muy pequeñas, por lo quA no harta falta una armadura para la capacidad portante pero
donde también sea Imaginable una flsuración por causa de tensiones propias y de coacción
debidas a gradientes de temperatura o de contracción extremos, por cedfmfentos de apoyos.
o causas similares

203
18 exigencia
Por la primera exigencia la armadura mlnima deberla ser dimensionada en forma tal
que, al producirse la fisura, debido al salto brusco de la tensión en el acero, no sea solicitada
por encima del limite de escurrimiento. Con ello se tiene, para tracción centrada y libre
extensibilidad
O, 24 p 2 / 3
w 2 (19,1 )
#Ls mrn. ( N / mm )
~o. 2
es decir valores de #Ls =
0,55 % para 8 35 y St 420
y de #Ls "" 0,75% para 8 55 y St 420
y con ello cuantfas de armadura bastante elevadas.
Como la tracción simple y la libre extensibilidad sólo se dan para barras traccionadas
simples, en general tenemos una extensibilidad entorpecida (por ejemplo, por tracción obli·
cua en almas), o flexión simple, o flexión con esfuerzo normal (como compresión) debida al
pretensado. La variación brusca de tensiones en el acero, por ello, disminuye esencialmente
(ver (0), Tomo IV, Flg. 2.8) siendo que, naturalmente, la brusca disminución de tensiones
también depende de ¡.¡..
Como regla de aproximación grosera puede adoptarse. en el caso da flexión

~bZ
J.l min: O 4 - - ( 19.2)
s ' ~o 2.
Para flexión con compresión longitudinal. según sea la relación h~ , es sufí·
ciente tomar un valor menor, hasta cero. cuando la posible profundidad de las fisuras se
mantiene igual a
tR = (h- x) < 2500 w adm. ( 19.3)

(esta fórmula fue deductda de la Ec. (2.25) de [O], Tomo IV. Sec. 2 11 . para la que, slmul·
táneamente. debe ser (h x) =IR < 0,25 h).
En la Ec. 19.2, IJ.s debe referirse a las áreas de la superficie de hormigón:
para tracción: Ab e bh hasta h s 0,4 m:
2
para flexión: Aez = b · (h - XJ) hasta h s 0,8 m.
3
Cuando las dimensiones de h son mayores que los valores-limite arriba mencionados,
el valor de ¡.¡. 8 debe referirse a la zona efectiva Abw según la Flg. 19.1 (corresponde a
Flg . 2.13 del Tomo IV o a las Recomendaciones del CE8·FIP, que lamentablemente no están
contenidas en DIN 4227) ; por ello, a menudo también se habla de IJ.sw· Detrás de esta zona
efectiva, en la parte contigua Interna del hormigón, es posible la formaci ón de fisuras de
convergencia que, en general, no son perjudiciales. Los elementos tensores con adherencia
posterior no deberfan tenerse en cuenta en estas armaduras mlnimas.

2 • exigencia
En segundo lugar, la armadura mfnima deberá dlmenslonarse y distribUirse ' en forma
tal que limite el ancho de les fisuras a los vaJores de w adm exigidos.
El #Ls necesario para un ancho de fisuras w admisible, para tracción simple y con
extenslbilldad libre, depende del diámetro de barra elegido 0, es fácil de obtener del día·
grama de Falkner (Fig. 19.2), válido para hormigón 8 25. Para calidades de hormigón

204
alma de una viga
a)

n.
Gu
-1

l :. !l
~L.H~
Gbz

b) flexión
zonas de borde
losas

flexión
almas

tracción excéntrica-M
almas ~
losas

zonas de borde _,..


en piezas gruesas dw =Cl • 7 1/J
1'-:'-'-"""""''--'-'-''"""'""1 • f

Flg. 19.1. Zona activa Abw de la armadura para veriffcaclones de 1tm11aclón de anchoa de lisuras.

205
mayores deben multiplicarse los J.Ls por la relacíon de las resistencias a la tracción de los
hormigones correspondientes. (En la Fig. 19.2 están indicados coeficientes para las calida-
des 8 35, 8 45 y 8 55.) Las JJ.s nuevamente deberán ser refertdas a Abw según Flg 19.1.
Para flexión Simple y flexión compuesta. la cuantla JJ.s de la Fig. 19.2 debe ser redu-
cida, como aprox1mación, mediante
b - ~
~ = h ( 19. 4)

(ver también Fig. 19.3), donde x 11 es la altura de la zona comprimida por llexlón en el Esta-
do 11 , para repartición lineal de las tens1ones en el hormigón para un área A5 , por el momento
supuesta, y para el momento de fisuración MR necesario para producar la pnmera fisura
(calculado con <TbZ • 0,24 fj~/3 f N/mm2]). Para ello hay que aplicar el efecto de pretensado
mediante V ~· También se puede estimar xu ~ verificarla groseramente con el correspon-
diente diagrama de E.
Cuando existen elementos tensores con adherencia posterior en la zona del cordón

28 .---- - -- -- 1 /
--.-
1--- - -- 1- -- 1-
7 ) f- - v/ 1/
~

eE 21. -- 1-
V 1 V // /
6) l V i ~·
~V
"'"'.._
(O
20

- ~ lL;v~<:)· ~i' '\,~"/


~,

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~ V
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E
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.,~ V -~~ /
'O
8
1/
17
/ V ..,""'
-- / l/..}' i/ .......... ....... V V _
/
....... /
.... ......
l.
V/ l ...
o 0.2 0,1. T1 '1 0,6
1 0.8 1.0 1,2 1.1. 1.6
1 c uanlla de armadura P.zw en %
Mz mln. = 1
.j rolorlda, a Abw
1
Umltos para St 500/550 1 1 St 1.20/500 IN /mm2l
GeR (para B 2!>) 500 1.20 300 200 \50
TI T.2 13bz 200 IN/mm21
tensión en ol acero ~R " - - , .
""1! ~'Z ~z[ •¡. 1
f .
dw=u•7f>
k4 =
área
1,5 , rotonda a F bw
de referencia para ~Az
d d w-= 20 a 30cm para carga F bz • bd
para coacción Fb., • bdw, cuando
dw < 4d

F1g 19 2 Cuanlla de armadura necesaria para reducir los anchos de las fisures a wm y w10 y diáme-
tro de barra co1rospondlente para solicitación por tracción centrada debida a coacciOn o carga, para
B 25, hasta aproximadamente 1.2 ''•R• recubrimiento de hormigón 15 a 30 mm, acero para hormigón
nervurado SI 420/500 o 500/550 Para w 90 • w m se adoptó 1,5.
B 35 B 45 B 55
Para oahdades de hormigón mayores. el factor será:
1,2G 1.50 1. 70

206
grado de pretensado
elevado bajo

x 11 para momento de lisuración M R con


u bz. A • 0,24tJ!13
[N/mm 2 ]

Fig. 19.3. Aclaración sobre el coeficiente ka.

traccionado, en la determinación de x 11 sólo pueden considerarse con kb · Az, debido a su


reducida calidad de adherencia, para lo cual kb se elige con un valor mayor que f, según
Cap. 5 porque, al principio de la flsuraclón la adherencia es poco afectada:

kb = 0,6 para acero para pretensado, liso


kb = 0,75 para trenzas o alambres chatos nervurados
kb = 0,9 para barras Gewi.

Por el momento estos valores son estimados, por lo que deben verificarse mediante
nuevas investigaciones.
También en este caso IJ.t deberá referirse a la zona activa Abw· designándose enton-
ces como JJ.zw·

tipo de
w adm. en mm O, 1 0,2 0,4
solicitación 90

IJ
sw
%> 1' 4. 0,9 0,6
tracción
dlstoncla entre barras mm lOO 150 200

flexión 1-lsw %> 0,8 0,6 0,4

distancie entre barras mm 100 150 250

mm
estribos verticales e
S
resbalamiento 2 50 100 200
para T hasta 2 N /mm
y resbalamiento o
2
con torsión para 'T
0
hasta 3 N / mm - 75 100

estribos de 45° a 60°


2 lOO 160 250
'1' 0 hasta 3 N/mm

Tabla 19.1. Verificación de lisuras, Innecesaria para B s 35

207
19.2.3. Umltaclón del ancho de las fisuras, cuando es necesaria armadura para
la capacidad portante
En todos los casos en que la capacidad portante limite necesari a requiere una ar-
madura, deberá verificarse que, con el p. 5 , o bien P.sw• y el diámetro 0 elegido de las barras
se cumplen los w adm. Con ello, los elementos tensores con adherencia postenor, ubicados
en la zona considerada, Abw• solo pueden aplicarse con e-veces la sección transversal Az,
para lo cual es válido, según Cap. 5, Tabla 5.11, y según la DIN 4227:

f = 0,2 para acero para pretensado, liso


E = 0,4 para trenzas y alambres chatos nervurados
E = 0,6 para barras Gewi.
Las condiciones se cumplen sin necesidad de una verificación especial cuando los
P.sw y las distancias entre barras satisfacen los valores de la Tabla 19.1, para la cual se
adoptó B 35; para calidades de hormigón más elevadas es oportuna la aplicación de Incre-
mentos.

208
~
-

20
Defonnaciones y redistribución
de esfuerzos caracteñsticos

20.1 . Deformaciones

En las estructuras de hormigón pretensado, las influencias. en función del llempo,


de la fluencla lenta y - en menor escala- de la contracción, son tanto más Importantes cuan-
to mayor es el grado de pretensado o cuanto más elevadas son las tensiones de compresión
en el hormigón debidas al pretensado. El cálculo exacto de las deformaciones sometidas
a estas influencias es trabajoso, tanto más porque a menudo deberá tenerse en cuenta
que las armaduras pueden dificultar la deformación por fluencla lenta.
En [ 1] , Cap. 12, se han presentado detalladamente métodos de cálculo en los cuales
todavfa se ha utilizado la ecuación diferencial de Dischínger para la acción de la lluencia
lenta. Las consecuencias de la relajación (H. Trost y otros), sin embargo, pueden tenerse
en cuenta fácilmente con el valor caracterlstlco de relajación p de Trost. Las teorlas corres-
pondientes se desarrollarán en el Cap. 23, donde también se mostrará el utll " método de las
fibras de fluencla" (" Krlechfasern Methode") de A. Busemann.
En primer lugar mencionaremos /o esencls/ para la práctica:
Cuando las deformaciones tienen Importancia para el éxito de la ejecución y el pos·
terior comportamiento de estructuras de hormigón pretensado, deben ser conocidos. en las
condiciones más cercanas posibles a la realidad, los datos de las propiedades de contracción
y de fluencla lenta del hormigón previsto, es decir, e 5 (t) y ¡p (t) en el instante de la previsible
edad activa al comienzo de la carga, el correspondiente módulo de elasticidad Eb, las
temperaturas previsibles teniendo en cuenta el calor de hidratación y eventuales tratamientos
de protección térmica.
Por consiguiente no se deben tomar simplemente los valores de Eb, Es y V' de una
prescripción de las DIN. Además, es necesario pensar si son determinantes los valores-
limite, Inferiores o superiores. o bien los valores medíos. Los valores Es y V' de la DIN 4227
son, en cuanto a pérdidas en el esfuerzo tensor, más bien valores-limite superiores que
valores medios.
Todos los cálculos·EDV, por computador. posibles y teóricamente maduros, para este
tipo de deformaciones no sirven para nada. si los valores flsicos de entrada no son correctos.
Para los valores caracterfstlcos de la sección debe distinguirse claramente si los elementos
tensores todavla actuan sin adherencia o ya actúan con adherencia. Para deformaciones de
fluencla lenta y de contracción quedan sin considerar secciones de acero para pretensado

209
en fibras comprimidas del hormigón, porque acompañan las deformaciones sin ofrecer re-
sistencia y sin solicitación por adherencia; los acortamientos se manifiestan alll en el acero
pretensado como pérdidas del esfuerzo de tesado.
El trazado del elemento tensor tiene una considerable Influencia sobre las deforma-
ciones. Asl se tendrá, por ejemplo que, para la viga simplemente apoyada, la flecha hacia
arriba debida al pretensado de un elemento tensor r~cto ubicado abajo en el cordón traccio-
nado será apro,dmadamente un 20 o/o mayor que para un elemento tensor de forma para-
bólica
Para mayores detalles ver [1], Cap. 12.

20.2. Redist ri bución d e esfuerzos caracterfstlcos

Para estructuras hiperestálicas de hormigón pretensado o secciones trasversales


(vigas-cajón) se debe tener presente que la fluencla lenta del hormigón puede llegar a
producir considerables redistribuciones Internas de tensiones, las que, integradas sobre las
secciones, también pueden ser tratadas como redistribuciones de esfuerzos caracterlsllcos.
Las redistribuciones no sólo conciernen a las tensiones debidas a las cargas, sino también
a las tensiones provocadas por restricciones a la contracción.
Los fundamentos teóricos para el cálculo de talet~ redistribuciones se tratan en el
Cap. 23 de este tomo. En [ 1], Sec. 12.4 y 12.5, se encuentran verificaciones féclles de
entender
Las caracterlstlcas osenclales del comportamiento de las estructuras de hormigón
pretensado son·
1. La fluencla lenta no genera ni modifica ningún esfuerzo caracterfstlco hlperestátlco debido
a cargas o a pretensado mientras no se cambien el sistema estático ni las condiciones
de apoyo y mientras que el esfuerzo de pretensado se mantenga sin variación. La reduc-
ción del esfuerzo de pretensado V s + k (según Sec. 17 4) sólo varia los esfuerzos carac-
terfsllcos por coacción debidos a V. es decir. M'v y O'v· Para ello se supone que para toda
la estructura se utilice el mismo tipo de hormigón con el mismo módulo de elasUC1dad E,
el cual desaparece de los planteas del cálculo.
2. Pero si el sistema estático se modifica o se desplaza un apoyo, entonces varfan por
fluencla lenta los esfuerzos caracterfstlcos debidos al cambio de sistema y, en general,
se reducen. La magnitud de la variación de los esfuerzos caracterlstlcos depende del
tiempo que dura el cambio de sistema. El motivo reside en el hecho de que estos esfuer-
zos caracterrstloos originados por el cambio de sistema dependen de .!!. = módulo
E que, en este caso, no desaparece, de modo que actúan las fk· E
3. Los esfuerzos oaracte(fstlcos, que aparecen por causa de cambios de sistema que tras·
curren con rapidez (en corto tiempo), por ejemplo, por descensos rápidos de apoyo en
vigas continuas. se reducen fuertemente, por ejemplo. un momento M 0 , que en ellnstahte
t • O se genera al descender el apoyo, resultará

Meo = Mo ( 1- l~pc:p ) {20. 1)

con el coeficiente de relajación p = 0,8.


1Para VJ = 2,5 el momento se reduce a 0,16 M 0 1
4. Los esfuerzos caracterfsticos que se producen debido a cambios de sistema. lentos y de
larga duración, por ejemplo, por descensos de apoyos en suelos cohesivos, que duran
de 2 a 3 ar'los, o más, se reducen a
1
M =M ( - - ) (20. 2)
co o 1 +J)q)
con p 0,8. Para VJ ... 2,5 queda M.., = 0,33 M0 •

210
M del voladizo en

\ apoyo
durante
la obra Vlremo

\ Mv erarno

1
M después de la nuencla lenta M01 para EJ • const.

Fig. 20.1. Los momentos de los voladizos, tal como se producen en el libre avance, se reducen
después de establecerse la oonlinuldad, por redistribución debida a los electos de la lluencta lenta. Se
reproduce casi la distribución de momentos de la viga continua, para lo cual contribuye el pretensado
necesario en el tramo.

Esta reduccrón también es válida para esfuerzos caracterlstlcos producidos por contrac-
ción. Con ello se supone que para curso lento del cambio de sistema el lapso es apro-
ximadamente Igual al tiempo que dura la fluencia lenta. Naturalmente, las diferencias en el
lranscurso del !lempo pueden dar origen a valores lntermedros
5. Las redístrlbuclones de esfuerzos conducen a que puentes de vtgas construidos como
voladizos de libre avance, que posteriormente se unen rfgldamente en el centro del tramo.
con el transcurso del hempo adopten un diagrama de momentos casi Igual al que se
tendrla si se construyera como viga continua sobre un andamiaje (Fig. 20.1). En ello se
ha supuesto que los momentos en el tramo que se originan son absorbidos en el Estado 1
y que, entonces, el EJ no se modifica. En consecuencia debe prepararse y ejecutarse
un pretensado suficiente en el tramo, con lo cual una parle de la redistribución de mo-
mentos ya se habrá realizado anticipadamente.

SI durante la redistribución partes de la estructura alcanzan el Estado 11, se producen


redistribuciones adicionales de momentos por modificación de la rigidez a la fl exión de
Ka "" EJI a Ke{l • EJ 11 (ver [O], Tomo IV).
También, cuando vigas simples prefabricadas se unen para formar vigas continuas.
la distribución de momentos "fluye" hacía el estado en que se encontrarla una viga continua
construida sobre un andamiaje, especialmente si, otra vez, por pretensado en los apoyos
Intermedios se cuidara que los momentos negativos en los apoyos fueran absorbidos en el
Estado l.
Para los cálculos de verificación ver Sec. 23.5.3.

211
21
Detalles constructivos

El saber construir resulta, para una estructura, más importante que la exactitud exage-
rada del cálculo. Esta tarea exige el conocimiento de los procesos durante la ejecución de
obra y, además, una buena capacidad imaginativa espacial
El saber construir comienza con la representación mental de los elementos cons-
tructivos, la cual se plasma en croquis y termina con planos de ejecución, que deben con-
tener todas las dimensiones. medidas. tipos y calidad de los materiales, etcétera.
Las reglas desarrolladas para el hormigón armado, referentes a dimensiones mini-
mas. recubrimiento de hormigón de las armaduras. directivas sobre el trazado de las arma-
duras. etc.• naturalmente también son válidas para estructuras de hormigón pretensado.
Más allá de esto, debe tenerse en cuenta que:
Por principio, los elementos tensores deberán ser colocados dentro de una red de
barras de armadura, por lo menos dentro de las armaduras trasversales, las cuales son
necesarias en todas las partes de las vigas que sean comprimidas con más de aproxima-
damente 0,06 f3w· La distancia libre entre elementos tensores alojados en vainas y su recu-
brimiento de hormigón no deberlan ser menores que las medidas que se Indican en la

1.2 0~30mm el 0,8 ~!!:30 m m


r en zonas curvadas

Fig. 21 1. Reglas para las distancias mlnlmas entre los elementos tensores en vainas.

212
1.2 ~ 0.8~ :!: I.Omm

para elementos
tensores rectos

Flg. 21 .2. Los elementos


tensores sólo deberlan colo-
carse en haces verticales
cuando no actúen esfuerzos
de desvlo verticales contra el
elemento tensor adyacente.

2~
para ~< 35mm

Ag. 21 .3. Condiciones para elemen-


tos tensores pequeflos. uno al lado de
otro.

Fig. 21 . 1. Los haces formados por elementos tensores sólo son justificables donde los ele-
mentos tensores son rectos y no producen esfuerzos de desvlo. Sin embargo, deberlan colo-
carse a lo sumo dos elementos en contacto, superpuestos (Fig. 21 .2) Los elementos
tensores colocados muy juntos, uno al lado del otro, interfieren el flujo de las diagonales
co mpnmidas de resbalamiento, por lo que a lo sumo pueden considerarse admisibles para
elementos tensores pequeños con vainas de 0 < 35 mm, si con ello puede adoptarse el
recubrimiento del hormigón con un valor mayor (Flg. 21 .3) .
Cuando se acumulan los elementos tensores deben disponerse espacios libres para
el hormigonado, de por lo menos 120 mm de ancho. a distancias de aproximadamente
0,8 a 1 ,O m para que el hormigón pueda ser introducido a través de conductos vertedores
y compactado con vibradores de Inmersión.
El apoyo planific ado de los elementos tensores con "listones" de hormigón (hasta
- 100 m m de altura) o con estribos verticales a los cuales se les han soldado o atornillado
en forma regulable barras transversales, debe ser dibujado detalladamente. Para las distan·
cias entre estas piezas de apoyo son válidas las medidas Indicadas en el certificado de
aprobación del procedimiento de pretensado. A los efectos de su alineación, los elementos
tensores deben permanecer accesibles y también en sentido trasversal deben Inmovilizarse
adecuadamente.
Los anclaJes deben ubicarse a una distancia suficiente del lugar en el que la tensión
de co mpresión producida por el pretensado se necesita para la capacidad portante. Esto
quiere decir que, al proyectar los ámbitos de anclaje deberán tenerse en cuenta las zonas
de introducción de esfuerzos, con las armaduras alll necesarias. Esto es válido, especial-
mente para :

1. Anclajes en los apoyos extremos de vigas.

213
2. Anclajes intermedios.
3. Empalmes por superposición de elementos tensores.
4. Nudos esquinaros de pórticos, en los cuales, en realidad, los anclajes tendrlan que estar
fuera de la esquina. Para pórttcos de cajón hueco, que, por ejemplo para grandes esfuer-
zos de torsión, se pretensan trasversalmente, esto puede lograrse como se tndlca en la
Rg. 21.4.

Flg. 21 4 En las esquinas de los


pórticos los elementos tensores de-
ben sobresalir lo suficiente como
para que pueda formarse una resul·
tanta eficaz.

Para las distancias entre si de los anclajes deberán observarse estrictamente los
valores mlnimos según el correspondiente certificado de aprobación.
En cuanto al trazado del elemento tensor en [O), Tomo VI, Cap. 4, se comentan
aspectos esenciales relativos a puentes de hormigón pretensado. Para estructuras espe-
ciales se encuentran numerosos ejemplos en [1], Cap. 16, y en [23).
Para la inyección bajo presión de los espacios vaclos en las vainas, con mortero para
myección, deben fi¡arse, para cada elemento tensor, los lugares de inyección y de ventilación.
Cuando los elementos son largos y curvados, puede ser conveniente disponer también entre
los puntos de anclaje cuplas de Inyección, en lo posible en los puntos más bajos y ventila·
ciones con tubos verticales en los puntos méis altos.

214
22
Observaciones para la ejecución
y la supervisión de la obra

En el hormigón pretensado se emplean aceros con una resistencia muy elevada que
son sensibles a la corrosión o a la entalladura, etc. Estos aceros son solicitados por tensiones
muy elevadas, comparadas con su resistencia. También el hormigón queda allamente ten-
sado, especialmente en las zonas de ancla¡e de los elementos tensores, pero también en
tos cordones tracctonados precomprimTdos. Por ello deben tenerse en cuenta, con el máximo
cuidado, para la construcción de estructuras del hormigon protonsado. las reglas reconoci-
das, como ante todo, las formuladas en prescripciones DIN Esto no solo concterne a la
vigilancia de la calidad de los matenales, sino también a la severa supervisión de los enco-
frados y andamiajes en cuanto a la exactitud de las medtdas, y de tos elementos tensores y
las armaduras en lo referente a dimensiones, distancias, recubrimientos de hormlgon, ubica-
CIÓn en altura y dirección.
Dado que la ubicación en altura de los elementos tensores en la sección trasversal
de la viga ejerce una influencia considerable sobre los momentos por pretensado, debe
mantenerse la ubicación teórica con tolerancias reducidas. El grado de exactitud necesario
depende de la altura del núcleo central de la sección. La desviación no deberla ser mayor
que :t: ~O • 20 mm. lo que, ciertamente, es dificil de obtener para poquei'ias alturas,
1
como, por ejemplo, en las losas. Las placas de anclaje, sobre las cuales se colocan prensas
(gatos) para el tesado, deben Instalarse con la máxima exactitud e Inamovilidad, perpen·
dlcularmente al elemento tensor.
Debe prestarse una atención especial a la influencia del tiempo, de las temperati.Jres
del aire y del hormigón fresco, del desarrollo de temperaturas de hidratación del hormigón,
del enfriamiento durante el endurecimiento del hormigón, el cual eventualmente, deberá
protegerse del frfo con cub1ertas aislantes. SI en las dos a cuatro primeras noches se produ-
cen tensiones propias por t:. T debida al frlo nocturno, pueden producirse fisuras Importantes,
porque el hormigón joven todavra no ha desarrollado una suficiente resistencia por adheren-
cia, como para que la armadura sea eficiente para la limitación del ancho de las fisuras.
También una Intensa radiación solar y vientos secos pueden ocas1onar hsuras Impor-
tantes cuando el hormlgon no está protegido.
La Influencia de la temperatura sobre el proceso de endureclmtento d"lbe ser obser-
vada, especialmente también en vista de los plazos de tesado
La temperatura varia la longitud de las barras de pretensado en los elementos ten-
sores. En dlas calurosos, sin vientos, las partes de acero expuestas al sol pueden calentarse

215
antes del tesado

g compnme un.formomente
la superficie de apoyo

~llllllll!lllllll!lllllllllllllll~llllllllll!ll!lilil ~
redistri bución de g-u durante
g-u el tesado
'11111111111

v, ~
·· -----··~
;3 v,
sw~:z~
~

- _, separación
. _ . . . _,..,.. -· ~ .___ después del losado

reacciones de apoyo

Ag. 22 1 RediStribución de cargas al tesar una viga sobre una superficie de apoyo rlgida.

a más de 70° C. Durante la noche vuelven a enfriarse. Esto debe ser tenido en cuenta para
elementos tensores largos, fijados en los extremos med1ante tuercas a las piezas de anclaje,
las que. a su vez. astan litadas a encofrados rlgídos. Las tuercas deben de¡ar juego para este
tll T• caso contrario. los elementos tensores curvados, durante la noche se elevan sobre sus
soportes o b1en los elementos tensores instalados frlos pandean lateralmente en dlas cálidos.
Ya hemos dicho más atrás que los trabajos de pretensado y de Inyección baJO presión
deben ser vigilados rigurosamente y que los protocolos correspondientes deben redactarse
a conciencia.
Para la ejecución sobre andamiajes o sobre estructuras en voladizo siempre debe
observarse que estos tipos de apoyo no deben dificultar el acortamiento del hormigón por
disminución de la temperatura o por tensiones de compresión debidas al pretensado. Los
encofrados de madera sólo afectan el acortamiento por compresión en pequer'la medida.
Los andamiajes se deforman bajo el peso del hormigón fresco y deben ser peraltados
adecuadamente o bien reajustados durante el hormigonado.
La cuestión de que sea necesario un peralte o un " anllperalte" para la compensación
de la delormación de la viga de hormigón pretensado endurecido, originada por el preten-
sado y la carga permanente -especialmente en vista de las futura s deformaciones en
func1ón del tiempo, debidas a S 1- K-, depende de las condiciones de uso.
Si las tensiones de compresión crg + v0 de una viga en el cordón tracclonado pre-
tensado son mayores que en el cordón comprimido, en el pretensado la viga se eleva sobre
su superficie de apoyo, si ésta es rigida. El peso propio, que al principio estaba repartido
sobre toda la superficie de apoyo, se levanta de su sustentación y se dirige libremente a los
apoyos extremos, que son cargados en correspondencia (Fig. 22.1 ). Por ello, antes del
pretensado, los apoyos ya deben estar en condiciones de actuar.
Cuando la superficie de apoyo es un andamiaje o una viga armada que se ha de-
formado debido al peso del hormigón fresco. esta viga retrocederé elásticamente durante el
pretensado, reduciendo su curvatura, y con ello. empujando contra la viga de hormigón
pretensado, de abajo hacia arriba debido a sus fuerzas elásticas (Fig. 22.2). El peso propio.

216
viga hormigonada
g flexiona la v1ga de apoyo

viga de apoyo. relleno para peralte


de acero

fh..,.___ g - Uy A al pretensar actúan esfuerzos


de redistribución Uv dirigidos
+11111111 111111111111 : 111 '' 111111 rrrrn 111 t haci a amba, descargando ta viga

Iza. el
g- ( g-uy )
t la viga de acero actúa descargando
a::::::: # l l : t :: con sus fuerzas elásticas (Iza. el)

sobre la viga sólo actúan g-lza. el

fza. el

tracción arriba

~
efecto en
.t12
Gx.llg •Vo compresión demasi ado elevada, abaJo

Flg. 22.2. Elevación eléslica de una viga de andam1a¡e.

entonces, no llega a manifestarse totalmente, lo cual puede tener como consecuencia la


aparición de tensiones de compresión demasiado elevadas en el hormigón en el cordón
traccionado y hasta tensiones de tracción en el cordón comprimido. Por ello no se puede
aplicar el esfuerzo de pretensado total antes de que la superficie de apoyo haya descendido
lo suficiente como para que el retroceso elástico ya no actúe sobre la viga de hormigón
pretensado.
Aqul también se llama la atención sobre los peligros de accidentes en el manipuleo de
prensas hidráulicas, bombas de alta presión, conductos de alta presión y grandes esfuerzos
de pretensado. Para mayor Información consultar las prescripciones de las cooperativas del
gremio de la construcción.

217
23
Fundamentos para las influencias
de la contracción y la fluencia lenta
por el Dr. lng. habll. D. SCHADE

23.1. Determinación de los valores de la contracción y de la fluencla lenta


de acuerdo con la DIN 4227, Edlc. 1979

La deformación del hormigón Eb (t), en función del tiempo, bajo tensión constante
CTb se compone de tres partes (Fig. 23.1).

Eb (l) = Eel + Ek, 1 + ES, 1 (23. 1)

En es t a expres16 n son Eel = Eb


CTb 1a d ef ormacton
• • efá stfca constante.

(23. 2)

la deformaclon por fluencla lenta con el coeficiente de deformación de lluencia lenta referido
a la deformación elástica

IPI = IPfo (kt. t - kt. a) + 0,4 kv. (1 a) (23.3)


y
ES, 1 = ES, o (ks. 1 - ks, a) ( 23. 4)

la deformación por contracción.


Según (23.2) y (23.3), la deformación por fluencía lenta se compone de una " parte de
fluencia" Irreversible
CTb
Ef, 1 = Eb 'Pfo (kt, t - kf. a)

y otra parte, de elasticidad retardada


CTb
Ev, 1 = Eb . 0,4 kv, (1 - a)

Cuando se carga un hormigón muy fresco, con una edad de dos a cinco dlas, deberla

218
o 1 tensión CTb constante en el lapso a 0 < t < a 1

~¡._._.....,.....--..~--·
8 0 (carga) a 1 (descarga)
1

bl delormaclon elástica Eet

E~f 'L---~----------~-~-b~----------~
.-----------.~
-
Eb
• 1

e 1 deformación por lluencla lenta como


suma de las partes Irreversible y reversible
Ek

- ... -
o
----=-=~::-
- -- -
__J.-.--~-:: f_-_-_-=~-~
, / '" Ef lluencla irreversible
l --
E (t:oo)
V
l
E f (1 : oo)
~'" ·E (t • oo)
Eb"'OO· k -

,. 1

di deformación por contracción

411 deformación tol Ee¡ - deformacion elástica reversible


Eb : E4!¡ • Ek• ts

_
f
t .rEv- deformación elésllca retardada
~-- e:---r- 1
; ,." Ef
,- flu encta
- valor limite
<---- --(-1·¡ Irreversible Eb= E~· Ekll:ooi •Es:>O
- ---- ___ej~ -1---- f ---
- e:5 contracclon

Flg. 23.1 . Diagrama do las deformaciones por lluencia lenta y por contracción en ol transcurso de
tiempo t.

agregarse una parte Irreversible para tener en cuenta deformaciones Iniciales perceptibles
[25 y 26], que no están contenidas en la DIN 4227.
El coeficiente de lluencla 'Pt depende de muchos factores, que han sido tratados en
[O], Tomo 1, Sec. 2.9.
En la fórmula (23.3) significan para 'P t=

'Pfo = coeficiente fundamental de fluencle, según Tabla 23.11. columna 3.


kr ... coeltclente según Ag. 23.2 para el desarrollo de la fluencla en función del tiempo,
para los espesores activos del cuerpo dw o detec.· El hempo se expresa como edad
activa t del hormigón, que es Influida por el tipo de cemento, lo cual es teni do en
cuenta con la ayuda de tres escalas diferentes de la abscisa.
= edad activa del hormigón en el instante de la investigación, a menudo denominado
también Instante de observación.

219
a = edad activa del hormigón al aplicar la tensión ub o al principio de la carga (a veces
llamada edad de la carga, con lo cual puede haber malentendidos).
Para cementos Z 25 o Z 35 L y una temperatura del hormigón de 20° C es t = tiempo
real o edad real. Las bajas temperaturas retardan el endurecimiento y con ello se
reduce la edad real del hormigón; temperaturas más altas que 20° C aceleran el
endurecimiento y aumentan t, por ejemplo. en t ¡ dlas:

_ \ T; + 1oo e ( 23 . 5)
t - L 30° e t¡

=
siendo T1 temperatura media del hormigón durante el dla i, en °C.
t1= cantidad de dlas a temperatura media.
Para la determinación de a se debe proceder conforme al sentido común.
dw = espesor activo del cuerpo
2 A
dw = k e l -- ( 23. 6)
u

con ket = coeficiente para la humedad ambiente según columna 5 de la Tabla 23.1.
A = área de la sección trasversal de la pieza de hormigón.
u = perlmetro de las caras externas de la pieza de hormigón, expuestas a la
desecación. P"a ra vigas-cajón se debe adicionar la mitad del perlmetro de la
superficie interna.

-------_-'-
~

1,8S
1 1 1,70

-~",~ ~
1
·-
\S - l SS

- O~~v- 1.L. O
1- 7/ ~ ~- ~ - 1.2S
/ 7 / \.y ~ , ,12

1.0 / / / / fO~/ / - o
'5
z..,'o~/
/~ V 7 / 7~z
1- - / / o
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V/// V·- 1- /
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,_ o
¡¡¡
>
~
t
o rH 1 1-4 1-f--+-+ ..._~ 1 11-1
4
Z 2S ZJSL Z45L
lO lOO 1000 l0 dlas
.... . -...' 1-+ H-1+1 --+---4-~ 1-+4--+-• 1 1
1000
11 !
10
4
Z 35F Z4SF
10 100
- - -+--.-.- .._t+t l------+-+-+-+-+-tt---+--+-.._.......,.o#-- •- ·- - - Z SS
lO 100 1000

Fíg. 23.2. Coellclente k 1 para el desarrollo de la fluencia lenta, expresando el tiempo como edad t
del hormigón según Ec. (23.5) para diferentes tipos de cemento, representado para distintos espesores
acllvos dw según Ec. (23.6).

220
kv = coeficiente para la deformación elástica retardada, que depende de la duración t - a
expresada en la edad activa del hormigón según (23.5) (ver Fig. 23.3). SI el proceso
de fluencia lenta dura más de tres meses, puede ponerse, simplificando, kv (t _ a) =
1.
Las Influencias sobre el valor de la contracción ES, t (23.4) pueden obtenerse con
los parámetros sigUientes:
ESo valor fundamental de la contracción, según Tabla 23.1, columna 4 .
ks coeficiente según Fig. 23.4 para el trascurso en el tiempo de la contracción para
diferentes valores dw. dependientes de t (¡la influencta del tipo de cemento no está
clara!).
edad activa del hormigón en el instante considerado.
a edad activa en el Instante a partir del cual actúa la contracción. En general, no
coincidirá con la edad activa, a, del hormigón (23.3) al aplicar la tensión.
En el cálculo de los efectos de la contracción, su diagrama puede considerarse apro·
xlmadamente afln con el de la fluencia lenta.
SI se repre sentan gráficamente los valores del desarrollo. en función del tiempo, de

kv

----
1.0

/
V
1-
/
0.5 __..,.. 7

o
-, :::::.-.-===-

H-t-t- H-1 W-44 t-H-o-++1


l t - tol
10 100 1000 10' dlas
dlas después de carga o descarga

Flg. 23.3. Coeficiente kv para la deformación elaslica retardada, dependiente de la duración de la


oarga activa.

1 1.20
~
l~c;c.~ 1.05
o
-/~~~~

1- /
/
/
/
/
/

/
'};~/
7
\.~
/
---......---
/
../
/
0.90

~:..,~~
o"' V /
Q) 111
"Cñi
/ / 'brv/ /
/ / ./ / Y~ / Cll
Q)-=
............-~~ - o

--- -
._........
/ V ./ ./ .2:;
~
_........ __..- ............. ~2
~~
o ,
~ ~_.., ~-T
tO 100 1000 10' dlas
edad activa del hormigón t en dlas

Fig. 23.4. Coeficiente ks del desarrollo de la contracción. en función del tiempo, dependiente de la
edad activa t del hormigón según Ec. (23.5) para diferentes espesores activos dw según Ec. (23 6).

221
Valores-gura
1 2 3 4 5
Humedad Coeficiente Medida Coeficiente
Ubicación relativa fundamental fundamental k.,según
de la pieza media, de lluencia de contracción Ec (23.6)
constructiva en% lenta Es, o
aproxi m. 'Pio

1 en el agua 0,8 + 10. 10- 5 30

2 en aire muy húmedo.


por ejemplo. -5
90 l. 3 - 13. 1o 5,0
mmedlatamente
sobre el agua

en general,
70 2,0 - 32. 10- 5 1, 5
3 al aire libre
en aire seco, por
4 ejemplo, en
ambientes Interiores 50 2,7 - 46. l0- 5 11 o
secos

Para las condiciones de aplicación, ver Tabla 23.11.

Tabla 23.1 Coellctente fundamental de la nuencía y medida fundamental de la contracción, en fun-


ción de la ubicación del elemento constructiVO.

la parte kt, 1, kt, 8 de la lluencia lenta o el desarrollo de la deformación por contracclon


ks, t - ks. a• se obtienen los diagramas para diferentes valores de a, del diagrama indicado
en la DIN 4227, por desplazamientos verticales (Fig. 23.5). Las curvas para diferentes a
tienen. para t fija. la misma pendiente. Las curvas kv (t _ a) de la parte elástica diferida para
diferentes a, son consecuencia de desplazamientos horizontales de la curva kv (t a) de la
DIN (Fig. 23.6).
Las tres partes (23. 1) de la deformación del hormigón están representadas esque má-
tloamente en la Flg. 23.1 para una carga que. a la edad activa a 0 del hormigón origina la
tensión O'b, y una descarga, a la edad activa a 1. En este caso la descarga es tratada como
un caso de carga Independiente a la edad activa a 1 del hormigón , en forma tal que, después
de la descarga. quedan la parte constante de la fluencla lenta

O'b
E"f = '"""Eb 'Pio (kr, a 1 - kr, a0 l

y la parte elástica diferida. función del tiempo


O'b
Ev, t • """Eb 0 ,4 (kv, (t - a0 ) - kv. (t - a1 )

Como para la verificación de la capacidad portante llmlle y para los calculos de las
pérdidas del esfuerzo de pretensado, necesarios para ello, solo se emplean los valores
finales del coeficiente de lluencla lenta <Paa y de la medlda E"S:r:• éstos se dan en la DIN 4227
como se Indica a continuación.
Tabla 23.11. Coeficiente de flue~cia lenta final y medida de la contracción final, en

222
Valores-guía
espesor del cuerpo
curva ubicación del elemento coeficientes
constructivo A de lluencia lenta final cpco
medidas de la contracción final e: seo
dm = 2 -
w

1 húmedo, al aire libre reducido ( ~ lO cm)


(humedad relativa ... 70 'ro) ·40 10. 5
4.0
\ <f-3
3,0
~3
-30 ·10-5
-~~:- -~ - -- 1 -
2 grande ( ~ 80 cm) ........
... ~'-: '--
t
1Poo 2.0 "'1
¡-..... ~b-..
~
1"---
-,r-~: -- -
\"" 1--1--
l
Esoo
-20 ·10-s
':::-.....
2
.......
-
1\l r--
3 reducido ( ~ 10 cm) 1.0 -10 .,o-s
seco, en ambientes
interiores (humedad
relativa - 50 %) o 3 tJ- 20 30 40 50 oo 70 ea oo o 3 "() 20 3) 40 50 00 íU 8000
edad del hormigón 10 a la iniciación edad del hormigón 10 según Sección 8.4
4 grande ( ~ 80 cm) de la DIN 4227, en dfas _
de la carga, en dlas -

(A = área de la sección trasversal del hormigón; u = perímetro del elemento constructivo expuesto a la atmósfera. )
Los valores de la Tabla 23.11 son válidos para la zona de consistencia K2. Para las zonas de consistencia K1 o bien K3,
tos valores deben reducirs e o, respectivamente, aumentarse en un 25 %. Cuando se utilizan plastificantes puede apli·
cars e la consistencia del estado inicial.
La Tabla 23.11 es válida para un hormigón que endurece a temperatura normal y que se emplea con c~mentos de las
clas es de resistencia Z 35 F y Z 45 F. El efecto sobre la fluencla lenta de cementos de endurecimiento lento (Z 25.
Z 35 L, Z 45 L), o bien con endurecimiento muy rápido (Z 55), puede ser considerado duplicando o. respectivamente,
reduciendo a 2/3 los entornos de validez de la edad del hormigón al comenzar la carga.

1\) Tabla 23.11. Coeficiente de fluencia lenta final y medida de la contracción línal en !unción de la edad actrva del hormigón y el espesor medio del elemento
~ construetivo.
kr.t- kr.o
ks.t-ks.o
Igual pendtente
para el Instante t
}

Flg, 23.5. Desarrollo en función del tiempo de la parte de escurrimiento Irreversible de la deforma-
ción por fluencla lenta y de la deformación por contracción para edades a diferentes del hormigón,
al principio de la carga o de la con tracción.

kv, (1-ol

Flg. 23.6. Desarrollo en fun-


ción del tiempo de la deforma-
ción elásttca retardada para
edades a diferentes del hor-
migón al comienzo de la car-
ga.

función de la edad activa del hormtgón para el princ1plo de la carga, o bien el principio de la
contracción, para diferentes espesores medios dw (la DIN 4227 no Indica si estos coeficien-
tes son valores promediOS o valores de percentiles superiores. Se recomienda considerarlos
como estos úlllmos).

23.2. Deformaciones del hormigón bajo tensiones variables en el mismo

23.2.1. Notación
Para distinguir las deformaciones y coeficientes, dependientes del tiempo medido de
la edad activa del hormigón, se utilizan los sublndlces t y a de la Sec. 23.1. Las deforma-
ciones y los coeficientes son función del tiempo. Por ello, en lo sucesivo, y apartándose de
la DIN 1080, el tiempo, siendo variable Independiente no se agrega como sublndlce a la
variable. sino entre paréntesis a continuación de ella. El tiempo medido en la edad activa del
hormigón aparece con dos significados: para el momento analizado o Instante de observa-
ción se utiliza la variable 1 y para el Instante variable de la carga se utiliza la variable -r.
Cuando se aplica una tensión constante a una edad fija del hormigón. ésta no se designa
por la letra a, sino por la variable.,. provista de un subfndice. por eJemplo, "'o• T 1.

23.2. 2. Planteo general


En una seccion trasversal de hormigón pretensado, las deformaciones del hormigón
aumentan con el transcurso del ttempo, bajo tensiones permanentes. En consecuencia varfa
también la magnitud del esfuerzo de pretensado y, con ello, las tensiones en el hormigón
debidas al pretensado. Por lo tanto deben considerarse deformaciones del hormigón debidas
a tensiones en el mismo, que varlan en forma continua en función del tiempo.

224
En la zona de las tensiones de servicio, mientras sea ub < 0,4 hasta 0,6 fJR (25] y
[26], para condtciones del medio ambiente constantes, se puede suponer. con buena apro-
ximación. una relación lineal tensión-deformación, aun para tensiones y deformaciones del
hormigón en función del tiempo, cuando se evita una significativa Inversión de las deforma-
ciones [28]. La ley lineal permite superponer deformaciones por fluencla lenta provenientes
de diferentes tensiones parciales.
Supongamos una tensión en el hormigón. variable, u (t) (Fig. 23.7). En la edad activa
del hormigón T 0 , en primer lugar se aplica, por un lapso corto, la tensión <T0 • La constante
variación de las tensiones la consideramos como una consecuencia de estados de cargas
con escalones de tensión dTu ... au(-r) dT en la edad activa variable T del hormigón.
ar
Las variaciones de las tensiones producen. en el instante de observación t. las deformacto·
nes
1
dEb (t) = dTu Eb (1 + IP(t, .,))·

Las deformaciones de todos los escalones se superponen desde el Instante de la


primera carga -r 0 hasta el lnstahte de observación. ambos medidos en la edad activa del
hormigón.

Eb (t) = -Eu ob (1 + 'P(t, r 0 ) ) + J'


., o
au(;)
, - 1
- · -E
aT b
(1 + 'P(t. T)) d'T + ES (t) ( 23. 7)

Una aplicación de (23. 7) con (23.3) y (23.4) a estructuras de hormigón resulta muy
comphcada cuando se busca la tensión variable u (T) en el hormigón. dentro del stgno
Integral, por lo cual se hace necesario recurrir a trasformaciones de (23. 7) y procedimientos
numéricos. Según sean. la tarea, el tipo de estructura. las exigencias de exactitud y los
medios auxiliares, han sido desarrollados procedimientos muy diferentes para la aplicación
de (23. 7) Aqul se tratarán dos procedimientos aproximados, para los cuales no es necesario
aplicar un programa EDV de computación.

Flg. 23. 7. Escalonamiento do tensiones.

23.2.3. Procedimiento con el valor caracterfstlco de relajación


(coeficientes de envejecimiento) segun Trost, Zerna, Bazant

Trost [29] y Zerna [30) consiguen, con la ayuda de una aproximaci ón, expresar la
fórmula integral (23.7) mediante una ecuación algebraica con el valor caracterlstlco de rela-
jación. Para ello utilizaron el coeficiente de fluencia lenta que figuraba en la norma de
entonces. Bazant [31] da una fórmula cerrada para el coeficiente oaracterfstlco de relajación
(aglng coefflclent, coeficiente de envejecimiento) que puede ser utilizado para coeficientes
de fluencta lenta predeterminados cualesquiera. Valores numéricos para el coeficiente ca-
racterfstlco de relajación, de acuerdo con las nuevas prescripciones. figuran en l26, 32. 33].
M. Blrkenmaler [34] da una buena vlsion de conjunto de los diversos procedimientos.

225
En esta obra seguiremos la propuesta de Baiant. Para esto se puede Intercalar el
procedimiento, que se remonta a ROsch. con la tensión media que genera la lluencia lenta
en el desarrollo de la propuesta citada. El procedimiento de ROsch ya habla sido utilizado
durante mucho tiempo cuando fue reconocido en forma general el planteo de Oischinger
sobre las consecuencias de la fluencia lenta y de la contracctón
Nuestra meta es la de deshacernos de la incómoda Integral de (23.7) El pri mer
termino en el paréntesis de la Integral es susceptible de ser sacado fuera de la Integral y, para
el segundo término. Introducimos el valor característico de relajactón. puesto en forma
adimensional·
t

(1 (t. -ro) =
L
ro
--=---- - - -- - < 1 (23 . 8)
[u (t) - u (r 0 )] V' (t, r 0 )

Con ello, la (23. 7) se transforma en una ecuación algebraica

uo
Eb (t) • Eb [1 + tp (t. r 0 )) + (1 + p (! , To} tp (1, To)) + ES (t) (23. 9)

En (23.9) el valor caracterlstico de relajación p toma en cuenta que la capacidad de


fluencia lenta del hormigón se reduce con su mayor edad. dado que la variación de tensiones
u (t) - u 0 que aparece més tarde, se encuentra con un coeficiente de lluencia lenta dis-
minuido en el factor p. Por eso también se designa a p como coeficiente de envejecimiento.
La adopción del coeficiente de envejecimiento. al princlpto puramente formal. se tras-
forma en fructffera, cuando se reemplaza anticipadamente el desarrollo no conocido de la
integral por un planteo aproximado. Esto es posible porque en el sistema conjunto, no ho·
mogéneo. de hormigón y acero, el hormigón no participa en la absorción de tensiones por
fluencia lenta, y las tensiones en el hormigón tienden a valores finales
Si, para el desarrollo de las tensiones variables u (T) en la Integral, introducimos el
valor medio constante, utilizado primero por Rüsch para otro asunto,

o (t) + a
a( 'T) = 2 o (23. 10)

calculado entre el valor inicial cr 0 y la tensión u (t) en el Instante de observación (" tensión
media que genera la fluencia lenta"), después de una integración por partes, en la que se
Introduce el cambio de variable de la derivada parcial dentro del signo integral en (23.8), de
u a "'' independientemente de la expresión de V' se obtiene
p = .!.2 .

Esta aproximación es permitida por la DIN 4227, cuando la tensión final no difiere más
del 30 % de la tensión Inicial.
Bazant [31 J, en (23.8), con el planteo

O( ' f . T ) = O R (T, T ) (23 . 11)


o o o

logra una fórmula cerrada para el valor característico de la relajación, dependiente de t, r 0


y diferentes parámetros
1 1
p (t. ro) = 1 - A (t, r ) (23. 12)
0 V' (t. r 0 ) '

226
donde A (t, T 0 ) es la !unción normalizada de relajación. relacionada con el coeficiente de
lluencia lenta 'P (t. -r 0 ), por medio de la ecuación integral
t

1 = (1 + '(J (t,
r
To)] + l +..
aA (t, To)
a'T
[1
+ tp (t, T)] dT (23 . 13)
o

Se puede mostrar que (23.9) con (23.12) describe exactamente los casos de carga
de lluencta lenta, relajación y relajación por contracción, siempre que la contracción trans-
curra en forma atrn con la lluencla lenta. De este modo podra facilitarse una estimación del
error ocasionado por la aplicación de (23.11 ).
Con (23. 12) y (23. 13}, en realidad, sólo se ha transferido la solución de la ecuaclon
integral (23. 7) a la solución de la ecuación integraJ (23. 13), pero la solución A (t. -r} de la
ecuación integral (23. 13) ya no presenta problemas y para un coeficiente de lluencla lenta
determinado se necesita un solo cálculo. La valoración numérica [33) muestra que se puede
utilizar p - 0,8 con buena aproximación, mientras que la edad activa del hormtgón esté
dentro del lapso de observación t ~ 180 a 200 dlas. Para un instante de observación más
temprano se tendrá 0,5 :S p ~ 0,8.
Otros pará metros no llenen mucha influencia sobre p. En general no se necesita una
exactitud elevada, porque p siempre aparece multiplicado por .,, y 'P tampoco se puede
predecir muy exactamente. Además, la experi encia muestra que la Influencia numérica de las
variaciones de p en los cálculos estáticos. a menudo no es grande.
Trost [32] determina p 0,8 para solicitaciones por coacción y propone p O,7 para
la determinación de la redistribución de tensiones debidas a cargas permanentes y preten-
sado. En esto, él calcula p para el coeficiente de fluencla lenta de la DIN 4227 con la ecuación
diferencial de Dlschlnger, ampliada. Zerna (35] muestra que p - 0,8 es válido tambtén para
algunos plantees sobre la fluencia lenta que se apartan de la DIN 4227. El CEB/FIP llene
la Intención de publicar un manual con tablas de vaJores para p .

23.2.4. Ecuación de Dlschlnger ampliada, según Rüsch, Jungwlrth. Kupfer


La ecuación Integral (23. 7) con la (23.3} , aun para una forma numérica sencilla de kv'
(t - r), sólo puede trasformarse en una ecuación diferencial de segundo orden dificil de mane·
jar [36]. Con una aproximación para (23.3}. [26] y [37], sin embargo, se logra correlacionar
con la ecuación Integral (23. 7) una ecuación diferencial de la forma que utiliza Dlschlnger
para el planteo del coeficiente de fluenci a lenta. En esta aproximación se supone que la
deformación diferida-elástica que, en comparación con la deformación por lluencla lenta es
relativamente rápida, se produce Inmediatamente.

kv (t - .,.) = 1 para (t - -r) > 180 dfas (23. 14)

La Ec. (23. 1), considerando la (23.14}, resulta

(b (t) = u 0 /e [1 + 'Pio (kf (t} - kt ('r 0 )} + 0,4] + ES (1)


a rr 0 /e ( 1 ¡. '(J (t, r 0 }] + ES (t)

y 'P (t. To) • 0 ,4 + 'Pio (kt (t) - kt (To})

obteniéndose finalmente la expresión

Eb (t) • 170
/e [ 1 + ~(t. r 0 }] = rrore [ 1 + ;p (t} - ;p (,- 0 )) (23. 15)

con ~(t. r0) = {tp (t. ,- 0 ) - 0,4)/ 1,4

227
Si t - 'T :;;; 180 dlas se recomienda [37] tomar, en lugar de (23. 14), el valor kv corres-
pondiente a (t - 1') del diagrama (Fig. 23.3), y utilizar en (23. 15), en Jugar de 0,4 y 1,4, los
valores numéricos 0,4 kv (t - T) y 1 + 0,4 kv (t - r), respectivamente. Si introducimos (23.15)
en (23. 7), después de la Integración por partes y de la diferenciación, desaparece la integral
y queda una ecuac1ón diferencial.

Éb (t) - ~ + cr i') ~ + f.s (t). donde { ) = d dt ) (23. 16)

de la forma de la ecuación diferencial de Dischinger. con E y ~· S1 se supone aproximada-


mente el desarrollo de la contracción como afín al de v;, E (t) • ES oc • v; (t, T 0 )/i¡ (~. r 0 ), es
posible elimmar el Jiempo como parámetro.
1 iJCT 1 ES'X 1
= - · - + - u + - - . . : ; : ___ (23. 16)
E a;; E 'ip (co, T o)

e1 procedimiento de Dlschinger, ampliado, lleva a una ecuación dllerenclal de la


misma forma que la primeramente lndicada por Dischlnger. Como se manifestaron dudas
oon relación al procedimiento de Dlschinger, parece ser necesario formular dos observa-
clones: SI bien el coeficiente de fluencia lenta (23.3). en contra de la primitiva teorla de
Dischlnger, después de la descarga. también contiene deformaciones elásticas retardadas.
la ecuacion diferencial (23. 16), correlacionada con la ecuación Integral (23.7) adquiere, con
la expresión aproximada (23 14), la forma de la ecuación diferencial de Dischinger, porque
en (23 15) se suman a las deformaciones elásticas retardadas, las deformaciones elásticas
que aparecen inmediatamente, dejando solamente en 'ip (t, r) = 'ip (1) -;¡ (T), la deformacion
Irreversible de fluencia lenta en la forma de un coeficiente de lluencla lenta. de Dischinger,
como único término en función del tiempo. A diferencia con la teorla de Dlschinger se
calculan las vanaclones de las tensiones, continuas o discontinuas, que aparecen más tarde,
con el módulo de elasticidad dividido por el factor 1,4.
La ecuación diferencial (23. 16) también puede deducirse Intuitivamente. La variación
de la deformación del hormigón dEb (t) se compone de tres partes Deformac•ones elásticas
y elásticas retardadas que se producen por una modificación du (t)IE de las tensiones. De
la tensión ex•stente en el Instante 1 resulta una deformacion irreversible por fluencla lenta
referida a E, u (t) d'ip (t)/E. A ello se agrega la influencia de la contracción

de modo que, después de "dividir" por dt se obtiene (23.16).


El segundo término del lado derecho con1iene una propiedad esencial de la aproxl·
maclón (23.14). en coincidencia con la teorfa de Dischinger. La tensión u (t) puede haberse
producido por diferentes estados de cargas. en los instantes -r 0 •. -r1 ••• Tn· En (23.3) debe
dlstmgulrse, para el coeficiente de fluencia lenta 'P (t, r) entre Instante de carga e Instante
de observación. Pero como para (23. 14) sólo queda la parte de fluencla lenta, para la cual

d e-
dt '() <t> - '()_ d;p <t>
<T >> = _d_t_

es independiente del instante de la carga r, como único término dependiente del tiempo,
el Incremento del coeficiente de fluenci a lenta d'ip (t) = 'Pto dkt (t)/1 ,4 , es aplicado en la mis·
ma forma para todas las partes de las tensiones debidas a diferentes casos de carga, en
diferentes Instantes de aplicación de las cargas.
Esta condición favorable para la utilización es una consecuencia del planteo de la
parte irreversible de fluencia lenta como diferencia 'Pfo (k¡ (t) - kt (T)). Las curvas para

228
distintos .,. se obtienen por el desplazamiento vertical de una misma curva. Por este motivo
todas las curvas para diferentes Instantes T , correspondientes a un instante t arbitrario tienen
la misma pendiente {Fig. 23. 5).

23.3. Cálculo de la pérdida de tensión en elementos tensores


con adherencia

23.3.1. Procedimiento con el coeficiente c aracterlstlco de relajación


Las cargas permanentes g o bien (g + .¡, 0 p) ocasionan, en un elemento de hormigón
próximo al elemento tensor, una tensión ub, 9 . El pretensado ocasiona en el elemento
tensor la tensión uz, voy en el elemento de hormigón próximo, la tensión ub, vo {Fig. 23.8).
La variación de la tensión en el hormigón ub, k + s debida a fluencia lenta y contrac-
ción - expresada por u (t) - u 0 en {23.9)- y la variación de la tensión en el acero para
pretensado, deben determinarse en forma tal que la adherencia se mantenga permanente-
mente y que la condición de compatibilidad

Ez, k + S = Eb, k + s (23.17)

siempre sea cumplida. En Eb, k + s incluimos todos los términos de (23.9) que dependen
del tiempo
1P + PIP
Eb, k + S = (ub, g 1- O'b, v) E; + O'b, k + S _ _E_b_.;._., ES (23 . 18)

Suponemos que el acero para pretensado es totalmente elástico:


O'z , k + S
Ez , k + S = (23. 19)
Ez

Se obtiene asl, con n = E 2 / Eb,


Uz , k + S = n [(ub, g + O'b, v) IP + <Tb, k + s (1 + PIP) + Eb es] (23,20)

ecuación con dos incógnitas u 2 , k + S· <Tb, k + S · Además, suponemos que la modificación


del pretensado, asr como Igualmente el pretensado mismo, repercuten sobre las tensiones
en el hormigón, es decir que la proporcionalidad

Uz, k t S Uz, v , O'b, V


=-- O'b, k + S = Uz, k ¡. S (23.2L)
ub, k ¡. S <Tz, v

es válida, en forma tal que nos permite resolver (23.20) con (23.2 1), despeJando uz. k -r S·

n [(ub, g + ub, v) IP + Eb es]


Uz , k 1- S - (23. 22)
O'b V
1 - · - [1 +
n -- PIP)
O'z , v

Flg. 23.8. Elemento de hormigón,


próximo al nivel del centro de gravedad
de los elementos tensores.

229
Para p • 1/2 se obtiene la fórmula de Rüsch [26] y [37], utilizada con frecuencia.
Para tensiones elevadas en el acero para pretensado, éste también muestra un
comportamiento de las deformaciones dependtentes del tiempo. Bajo una deformación gran-
de, mantenida constante, la tensión en el acero se reduce (rela)acion). Para tener en cuenta
esta rela¡aCJón, en (23. 19) se debe agregar en el miembro derecho un término Ez. relaJ , el
cual aparece, entonces, con stgno negativo en el numerador de

n [(ub, g • Ub, v) '1' - Ez. Ez, reta¡. + Eb ES) (23 . 23)


Uz , k + S •
- n Ub, 11 [1 + pi(J]
Uz, "

Para una relajación pequeña del acero. se toma Ez, relaJ. para la tensión Inicial u 2 , vo
del certificado de aprobación del acero para pretensado. Para una relajación mayor del
acero para pretensado, se estima u 2 , k + s y se determina Ez, reta). para u 2 , rela). • u 2 , vo -
0,3 u 2 , k 1 S· lncorpon\ndola en (23.23) [25], [26] y [39]. A continuación se efectuará la
comparación entre el valor esti mado para u 2 , k + s y el valor calculado y, si fuera necesario,
se haré una Iteración.
La deducción de la fórmula (23.22) hace posible aplicarla a dos (o más) elementos
tensores (Fig. 23.9). Se conocen los datos de las tensiones en el hormigón:
por cargas permanentes al nivel de los elementos tensores 1 y 2, ubl Y U'b2;
debidas al elemento tensor 1, al nivel de los elementos tensores 1 y 2, Ub1, "1 Y Ub2, "1 :
debidas al elemento tensor 2, al nivel de los elementos tensores 1 y 2, ub 1, v2 Y Ub2, v2:
y las tensiones de pretensado en el acero, Uz 1, "1• CTz2, v2·
Las vanaciones buscadas de las tensiones en el acero resultan de las dos condiciones
de compatibilidad que establecen que en ambos elementos tensores debe mantenerse la
adherenci a.
fbJ, k + S = Ezj, k ... S 1= 1 y 2 (23 , 24)

Determinaremos solamente una de las tensiones en el acero, la otra se obtiene


cambiando los sublndlces 1 y 2.

De (ub 1, g 1· Ubl , v i + Ubl, v2) 1/J + (ub1, k ~ S, v1 + Cfb1, k + S, v2) •


( 1 + PI{J) Uz1, k + S
+ ES =
Eb Eb

y las " proporcionalidades"

CTz l , k ¡. S Uz2. k ~ S
Ub1, k + S, V1 .. CTb 1, Vl • O"b1 , k + s. v2 = CTb1, v2
Uz1 , VI Uz2, v2

se obtiene la primera ecuación resuella para las incógnitas cr 2 1, k +- S Y CTz2, k +S

CTz1 , k + S(1 • n
CTb1, v i
O'z1, VI
(1 + p¡p))- CTz2. k .. S. n CTbt , v2
O'z2, v2
( 1 + p¡p) =

= n [(O'b1 , g + Ub1 , VI t O'"b1, v2) '1' + Eb Es] (23 . 25)

y la segunda por el cambio de los Indicas 1 y 2 En un ejemplo concreto, los coeficientes


están expresados en números y las incógnitas son fáciles de calcular.

230
Fig. 23.9. Dos tensores de acero para
pretensado.

23.3.2. Procedimiento con la ecuación de Dischinger ampliada


En este caso, 'la condición de compatibilidad, debido a la ecuación diferencial (23.16)
adopta la forma diferencial siguiente

dEb (t) = dEz (t) = dEz, k + S (t)


Introducida en (23. 16') se obtiene

E
1 iiO'b, k
a;p
+ S + ..,!_
E
(O'b g

+ O'b V
·
+ O'b, k .¡ s) + ESco
~oo -- 1
Ez
iluz, k + S
a;p

y, con la proporcionalidad (23.21), una ecuación diferencial

acrz, k .._ S + u 1,4 et + (1 + O'b, g + __E_E..;;;S_


oc_) .
a;¡, z. k + S 1 + 0 ,4 a CTz, V O'b, V CTb, V i;oo

1,4 a (23 .26)


.. o,
+ 0,4 Ct

n ub, v
donde, para abreviar, a - - - - - - ' - -- -.
OO'b, V - O'z, V

Para la condición inicial t = T0,


;¡,= o. O'z, k + S = O

~ (te - 0,4))
e 1 t 0,4 a

{23 . 27)

La pérdida en el esfuerzo de pretensado y las fórmulas de uso práctico y de dimen-


sionamiento están Indicadas en la Sec. 17.4.

23.4. Sistema hlpereatátlco de primer grado de hormigón y acero

23.4.1. Procedimiento con el coeficiente de relajación


Consrderemos como eJemplo standard a un sistema hlperestátlco de primer grado
(Fig. 23. 10), en el cual colaboran un elemento conS1ructivo sujeto a fluencia lenta, el arco
de hormigón, y uno puramente elástrco. el tensor de acero. Aqul, la forma de la estructura
sólo se adopta si mbólica mente. porque el resultado puede ser aplicado a diferentes tareas,
por ejemplo, también a la del cálculo de la pérdida del esfuerzo tensor en una viga [26], [37].
la estructura está sometida a cargas permanentes Pg· La estructura experimenta

231
kr

eláStiCO, el

Fig. 23. 1O. EJemplo slandard.

adicionalmente un desplazamiento prefijado de apoyo B1 or· El arco de hormigón se contrae.


Se busca el esfuerzo en el tensor, al que elegimos como incógnita, en el Instante T 0 , cuando
se aplican las cargas y para un instante t posterior, arbitrarlo.
El cálculo elástico hlperestátlco da el esfuerzo en el tensor en el Instante 'To

810, g (To) B10, V Bto. r 810, s (To)


Z (To) = -
B11 B11 a,, a,,
- Zg (To) + Zv (To) + Zr (T o) + Zs (T o)

ae111
(23. 28)

811 = 1 +
6kf

para el cual hemos subdividido los estados de carga en: carga permanente (sublndice g),
pretensado (sublndrce v), coacción (sublndice r). y contracción (subfndice S). Las 8¡k se
calculan como es usual en la Estática de las Construcciones. En el cálculo de 8 11 concurren
dos partes que proceden de las deformaciones elásticas (8 ~ del arco de hormigón, sus- n
ceptible de fluir lentamente, y ca y,
1) del tensor traccionado, elástico, respectivamente.
La compatibilidad deberá cumplirse en cada uno de los instantes posteriores de ob-
servación t.
Subdividiremos
810 (t} + z (t) B11 (t) =o
en partes Individuales según (23.9).

Bto. g (To) (1 + I{J (t, To)) + Bto. V + Bto. r + Bto. S (t) +


+ z (1'o) BH (1 ¡. I{J (t. To)) + (Z (t) - z (To)) /)H (1 1 PIP (t, 'To)} +

(23.29)

y seguimos. tratando separadamente los diferentes casos de carga

'To~
- a a.p (t. 'T 0 )
Zg (t) =- Zg (To) [1 + Zg (To) Cg (23 . 30)
a + api(J (t. •

Zv (t) f- Zr (t) [ Zv (To) + Zr (To)] [ 1 +


a.p (t, To)
api(J
!
(t, 'To) •

= rzv ('To) + Zr (To)] e,. (23. 31)

232
Los casos de carga de pretensado y coacción son mecánicamente equivalentes y por
• ello poseen la misma dependencia del tiempo. En el caso de carga de contracción, no
referimos el resultado a Zs ('To) sino a

~s (t. as)
zg1 (t) = Zs ('To) - - - - -
€S ('To, as)

1
z5 (t) = zg1 (t) - 1 -+ - - --
apr.p (t, r 0 )
z~ 1 (t) · c 5. (23 . 3 2)

En ello hemos introducido la simplificación

(23. 33)

para la relación a de deformabllidad, y resumido la dependencia del tiempo en los factores


C 9 , Cr y Os.
Para elementos constructivos, armados o pretensados, a en general es pequeña,
del orden de magnitud de a = 0,1 . En vigas de acero compuestas, con el procedimiento de
las "fibras de fluencia" de Busemann , pueden ocurrir, eventualmente, valores de a ~ 0,9.
La relación de deformabllldad, a, Indica en qué medida participa el acero en la absorción
de las cargas. Si 1
8T
1 es grande en comparación con sH.
es decir que a es pequeña,
entonces el acero pretensado participa en pequeña medida en la absorción de las cargas.
Las tensiones en el acero para pretensar. debidas a cargas, aumentan poco comparadas con
las tensiones por pretensado. Las cargas deben ser absorbidas por la sección de hormigón.
mucho más rfgida, alll donde se reducen las tensiones de compresión debidas al pretensado.

23.4.2. Procedimiento con /a ecuación de Dischfnger ampliada

Se puede realizar un cálculo similar sobre la base del procedimiento de Dischinger


ampliado, con la diferencia de que la condición de compatlbllidad de las variaciones de las
deformaciones adquiere forma diferencial. Para el hormigón tenemos que considerar todos
los términos de acuerdo con (23. 16).

eSto, 9 d~ + z (t) 1.4 sH dip + S1o, S (co) ~


r.p
+ dZ (t) (1,4 sH + BTb = o
Como para el cálculo elástico de elementos constructivos de hormigón se utiliza el
módulo de elasticidad Eb, y en el cálculo de la fluencia lenta, para la consideración aproxi-
mada de las deformaciones elásticas retardadas se necesita aplicar el módulo de elasticidad
dividido por 1 ,4, se han multiplicado por 1,4 todas las s1k del elemento de hormigón. De la
condición de compatibilidad se obtiene la ecuación diferencial.

dZd;;,( l) 1 Z (t) 1 1,4 a Z (70) 1,4 a - zs~ _ _.1;___ = O


... + 0,4 a - 9 1 + 0,4 a + 0,4 a
(23 . 34)
con z9 (r 0 ) =

Y a de acuerdo con (23.33). Las magnitudes Iniciales para el cálculo de la fluencla lenta son
z
los resultados del cálculo elástico 9 (T 0 ), Zv (To) y Zr (r 0 ) . Sin embargo, antes de poder

233
calcular las variaciones continuas de (23.34) debemos agregar las deformaciones elásticas
difendas del hormigón para Zg (T 0 ), Zv (T 0 ), Zr (To) a las deformaciones elásticas Inmediatas.

z9 (T 0 ) = -
81o. 9 · 1 ,4
akr . 1,4 + sel
Zg (T 0 )
1,4
+ 0,4 a
11 11

610, + 810. r
V
Zv (To) + Zr (To) = (Zv (T 0 ) + Zr (T 0 ))
1 + 0 ,4 a
sU . 1,4 + ael
11

Por ello, la condición inicial para t = To y ¡¡ = O, será,

de modo que la constante e de Integración de la solución


B (cp - 0.4)
1 + 0,4 a
z = e.e a
+ Zs oc
1,4 a

- a 1 1
será: e = - Zg (1 + 0,4 a) a ¡. (Zv (To) .._ Zr (To)) 1 1 0,4 a Z ste - -
1 ,4 a

La soluctón, descompuesta nuevamente según los tres estados de carga, es

Zg (t) ,.. Zg (T )
0
G.~ - (1
l
+
- 0
0,4 a) a
• e - ," !"O.~ ~,•) )· Zg (T )
0
Cg (23. 35)

~· (Te~ e,
- a C<e 0,4)
e
1 .._ 0,4 a
Zv (t) + Zr (t) = (Zv (T 0) + Zr (To)) ------~~-- - (T0 ) + z,
1 + 0,4 a

(23 .3 6)
a CIP - 0,4))
1 1' 0 ,4 a
1
Zs (t) • Zsco -1.4 - ( - e (23.3'1)
a

En (23.37'), en lugar de Zsx introduciremos, ahora, otra magnitud de referencia,


z el (t)
S

Zsoc :: -
(B~f + ~>T,'> ¡¡, (co)
=
- z~ 1 (t)
~ (t)

( e - t l'~'o~ ~ 41\
Z S (t) = z~1 (t) \;,.__a;;_,.(.p---0-.4..,...)-~ G (23 . 37)

234
Las funciones c 9, e, y Cs ya no pueden manejarse tan sencillamente como en
(23.30) a (23.32) Para ello en los manuales [25], [26] y [37) están representadas en forma
de gráficos en función de IP con a como parámetro.

23.4.3. Tres ejemplos para la apltcación de los valores de c 9, e, y Cs


23.4.3. 1. Estructura hlperestátlca homogénea, de hormigón
Consideramos nuevamente nuestro arco de hormigón (Fig. 23.1O), cuyo apoyo dere-
cho estará soportado rlgldamente y no con un tensor elástico. Se llega a este caso particular
mediante un razonamiento limite. Para el apoyo rlgldo será liT11 .a o. a • 1. Z (t) será la
componente horizontal de la reacción de apoyo.
Para cargas permanentes obtenemos, tanto por (23.30) como por (23.35) que para
a = 1. Cg = 1, y Zg (t) • Zg ('1" 0 ). El estado de tensiones debido a cargas permanentes no
se modifica.
En el caso de carga de coacción que aparece en corto tiempo se obtiene, por rela-
jación, una reducción del esfuerzo de coacción, según (23.31), para a = 1.

Zr (t) = Zr ('1" 0 ) (1 -
1 + p<p
'(J ) (23. 38)

y, en el ejemplo numérico, <p = 2,0 y p = 0,8, una reducción del esfuerzo de coacción a

Zr (co) = Zr {T 0 ) • 0,231

y, segun (23.36)
- Y' - 0, 4
1, 4
1 (23 . 39)
Zr (t) = Zr ('1" 0 ) - - e
1.4

con v> = 2,0, una reducción del esfuerzo de coacción a

Zr (co) = Zr (T 0 ) • 0,228

La reducción del esfuerzo de coacción, en el ejemplo puede predecirse con valores


casi Iguales, oon ambas fórmulas.
En el caso de carga de coacción que se produce paulatinamente (relajación con
contracción) la reducción del esfuerzo de coacción se calcula según (23.32) para a = 1

Zs (oo) = z~l (co) ~-­ (23. 40)


"' ptp

en el ejemplo numérico <p • 2,0 y p = 0,8

Zs (ac) = z~l (=) • 0,385


y según (23.37)

- ., 0 ,4
1 e 1 .4
Z S (co) "" Z ~1 (co) _.:.__-___;;;._ _ __ (23. 41)
"' - 0,4

235
en el etemplo numérico 'P = 2,0

Zs (co) = z~l (oc) · 0,426

Aqur la diferencia entre ambos procedimientos es algo mayor, aprox. 1O %. La re·


ducción de una coacción que aparece paulatinamente es menor que la de un desplazamiento
inmediato del apoyo, porque los esfuerzos de coacción también crecen paulatinamente.
quedando disponible un lapso menor para reducirlos nuevamente por relajación.

23.4.3.2. Prisma de hormigón armado, con compresión centrada


Suponemos tener un prisma de hormigón. con armadura blsimétrica. comprimido por
una carga P g (Fig. 23. 11 ). La carga se reparte sobre el acero y el hormigón, de acuerdo con
las respectivas rigideces a la deformación.

Pg actúa
en S

As Fig. 23. 11 . Prisma de hormigón, con armadura blslmétrica.

El cálculo eláslico determina, con


o
S
-P =o A +o A
g b b S S ES

los esfuerzos en el hormigón y en el acero.

- p O¡.l -P
g g
N
sg (l+n !J.) 1 + ll ¡.l

SI, en un lapso breve, el hormigón se acorta en ES (t), se ''despiertan" elásticamente


los esfuerzos siguientes:

Como relación de deformabllidad o (23.33) obtenemos, con


kr ( )-1 el ( )- l
ó ll Elb Ab , 6 ll = E s As

a. = =

236
La variación del esfuerzo en el acero es

Ns. S + k .,. Ns. g (Cg - 1) + N s. S Cs

a
Ns, g ---=-
a 1
a<P
+ ap¡p
+ Ns,
S -r aptp

- (-
+ n~ 1 + ap¡p (23.42)

Para pretensado con adherencia, puede determinarse la pérdida de tensión en el


elemento tensor mediante Cr. tal como se indica en la sección siguiente Allf solamente
deben despreciarse todos los términos que incluyen la excentricidad del elemento tensor
y la rigidez a la flexión de la sección. En el caso de existir armadura de acero para hormigón
y acero para pretensado nos remitimos a lo expuesto en [ 1J.

23. 4.3. 3. Pérdida de tensión en un elemento tensor

Utilizaremos la Ec. (23.22) para el cálculo de la pérdida de tensión en un elemento


tensor, con los valores Cg. Cr y Cs L39].
La fórmula se escribe, muy sencillamente:

uz, k + s (t) = <Tz, g (Cg - 1) + uz. v (Cr - 1) + u~ 1s Cs (23. 43)

Sustituimos C 9 , Cr y Cs según (23.30) a (23.32)

1 a atp - u
<Tz, k + S (t) = uz. g +
a 1 ap!p zv + ap¡p

(23. 114)

Tenemos que expresar Uzg y Uzv por las tensiones en el elemento de hormi gón
próximo al elemento tensor. Como la carga permanente actúa sobre la sección de hormigón
a través de la adherencia con el elemento tensor es válido:

o = no (23. 45)
zg bg
La eouaolón
n(l-a.)
o
zv
= a.
0
bv (23 . 46)

la demostraremos al llnal de esta sección.


u~ 1s se calcula, como mostraremos enseguida, asl:

(23.47)

Si Introducimos (23.45) a (23.47) en (23.44)

1P VJ Eb ES (1 - a)
CTz k + S (t) • nubg (1 a) + nubv ( 1 - a) +n
' 1 + apiP 1 + ap¡p 1 + ap¡p

237
se tendrá, después de algunas transformaciones

n [(ubg + Ubv) cp + Eb ES]


Uz, k +- S (t) = -----="------ ------
1 ..... --:-_a_ _
{1 + pcp)
1 - a
y con (23.46) se llega a (23.22).

Demostración de (23.46)

Calculamos la tensión debida a Zv (Fig. 23. 12) en la libra de hormigón próxima al


elemento tensor, por dos caminos. Supongamos que el pretensado Zv actúe sobre la sec·
clón trasversal de hormigón

Fig. 23.12. Sección trasversal de hormigón y sec-


ción trasversal ideal.

ZV l 1 - X A 2 u 2 v con
O' b, V • - ~ + >..
Eb Ab

o el esfuerzo en el banco de tesado z~. para el cual es válido

E~v = Ezv Eb, zv o, multiplicando por E z• u~v • u 2v - nub, zv ( 23. 49)

actuando sobre la sección trasversal ideal

1 Y~z ).
+ _.........:..=....-
ub, v =- z~ ( Eb A¡ Eb JI

Introducimos la simplificación

1 Y~z
a "' nAz f Eb A¡ + ), con lo que ub. v • ~ u0 (23. 50)
Eb J ¡ n z, V '

de la cual, con (23.49), se obtiene (23.46)

o - - o. o
b, V - O ( 1 - O.) ZV

238
SI se aplica (23.48), se tendrá

Y~z
+
nAz " Eb Ab Eb Jb
a= = (23 . 51)
1 + nAz >.
1 ( 1 Y~z
Ez Az
+ Eb Ab
+
Eb Jb
)

lo que puede Interpretarse fácilmente como relación de deformabilidad {23.33) cuando la


incógmta estática X = 1 actúa a mvel del elemento tensor dlstnbulda entre la sección tras-
versal del hormigon y el elemento tensor. Por consiguiente. existen dos expresiones para la
relación de deformabilidad a. (23.50) referida a la sección trasversal Ideal y (23.5 1) referida
a la sección trasversal hormigón-acero.

Demostración para (23.47)

~s
- ------------------------------
(t)

Az { 1 + Y~z + 1 )
Eb Ab Eb Jb Ez Az

= nEb (1 - a) ES (t)

donde a se utiliza de acuerdo con (23.51).

23 .5. Procedimiento con el módulo de elasticidad eficiente

23.5.1. Método da las fuerzas


La ecuación fundamental del procedimiento con el coeflc1ente de relajación permite
hacer una transformación que. para s1stemas de múltiple indetermmaclon estática. en los
cuales la rigidez de la armadura de desprecia con respecto a la del horm1gón, ha dado
buenos resultados cuando se dispone del cálculo elástico y sólo Interesan las redistribucio-
nes en un lapso determinado.

Ebk • E (1) (23. 52)

con crk = cr (t) - cr 0 ,


donde acá prescindimos de es (t) para simplificar.
El Incremento de la deformación Ek desde el instante de la carga To hasta el instante
de observación t es proporcional a la variación rrk de la tensión con el módulo de elasticidad
eficiente e· = Eb/(1 ¡. pop). La deformación por fluencla lenta debida a la tensión CTo reempla-
za a la carga como impronta de la deformación.
El ejemplo (Fig 23.13) servirá para aclarar el procedimiento de cálculo. El momento
de empotramiento se obtiene, en el cálculo elástico
8 11 = _____, __ + _ 1_ 2 {
3 Eb J e

X = __9,.___
¿2_
16

239
Ag. 23. 13. Sistema simplemente In·
determinado estética y geométrica·
mente, coeficiente de giro eléslico del
resorte e = 3 Eb J/{ , viga ., • 2,0,
p .. 0,8.

La condición de compatibilidad debe cumplirse para todos los Instantes posteriores.


La modificación de la Incógnita hiperestátlca Xk produce deformaciones elásticas y de fluen-
cia lenta, en lo cual estas últimas deben reducirse con el coeficiente de relajación porque
la modificación Xk recién se produce más tarde. Con V' = 2,0 y p = 0,8, para la viga de
hormigón obtenemos

• _ t (1 + PV'> + t _ 3,6 t
8 11
- 3 Eb J e - 3 Eb J (23 . 53)

En el sistema lsostátlco se originan entre To y t, adicionalmente, debido a cargas

1 t2 (2
a·,o .a -
3
<- g -
8
+ g ->
16 (23 . 54)

en forma tal, que obtenemos como modificación del momento de empotramiento

X •
k
g t2
48 Eb J
.•
irl ( (1 + PV')
3 Eb J
+-
e
1) -~,_;....,.--
g
28,8
(2
(23 . 55)

En contraposición al cálculo elástico, para a· 11 se utiliza E" = Eb/( 1 + PV'); a· 1o se


compone de las deformaciones por fluencia lenta en el lugar de la Incógnita, debidas a los
estados de tensión existentes antes de la fluencia lenta.

23.6.2. Método de las deformaciones


Para el cálculo elástico de una estructura de barras, generalmente rlglda a la flexión,
en la mayorla de los casos se dispone de un programa de computador EDV, que trabaja
siguiendo el método de las deformaciones. por lo cual tiene sentido disponer de este pro-
grama para el cálculo de la redistribución de los efectos de la lluencia lenta. Nuevamente
'clararemos la forma de proceder con el ejemplo de Fig. 23.13.
El cálculo elástico suministra con el momento de empotramiento rfgldo xE - ~
8

11/ -

(2 t2
para la viga: X • xE - 9- g16
16
3 Eb J g (2
para el resorte: X 1/1 = - - en la dirección negativa de 11/.
f 16
240
Para el cálculo de la lluencia lenta necesitamos la modificación del momento de
empotramiento rfgido, que se origina por la nuencia lenta bajo las condiciones existentes en
el sistema perfectamente empotrado. Se determina mediante un cálculo htperestálico en la
barra aislada, que tomamos del e1empto de (23.53 hasta 23.55). donde suprimimos las partes
correspondientes al resorte.

6" t1 = (23. 56)

Se obtiene, entonces, de la ecuación

:~, t + ~ ~. ~ - 16 9(/'+··~)
( (: ":

•• = - 169(/: fp~)0 (1 3::~~ + ~ t = 8 · 10,8 Eb J

y con ello, para el resorte. un momento

-~
28,8
(23. 57)

que actúa en la dirección negativa de 1/1 sobre el resorte. Para la viga. se obtiene de

E 3 EbJ
xk = x-
le
+
(l+pcp) J

k

el mismo resultado, en la dirección posttiva de 1/J.


SI el programa de computador EDV no prevé la posibilidad de Improntas de deforma·
cienes equivalentes a cargas. entonces se calculan los momentos de empotramiento rlgldos
X~. barra por barra. y se los aplica como cargas en los nudos del retlculado, en el cual. para
todas las barras que fluyen lentamente, se modifica el módulo de elasticidad a E" .,. Eb/
(1 + PVJ). Como resultado, el programa entrega, como carga en los nudos, los momentos
flexores debidos a estos momentos de empotramiento rlgldo. A estos momentos deben
agregarse nuevamente los momentos en las barras debidos a los momentos de empotra-
miento rlgido, para obtener las modificaciones por fl uencia lenta, dado que las cargas en los
nudos no actúan como cargas externas. sino que se originan en Improntas de deformaciones
de las barras. También es necesario adoptar un procedimiento similar en los casos de carga
por temperatura. cuando el programa no prevé la posibilidad de Improntas de deformaciones
como cargas.

23.5.3. Unión de dos vigas prefabricadas. etapas de obra [27]


Inicialmente consideramos dos vigas de un tramo (Fig. 23.14). Se fabrican simultá·
neamente, separadas y con el mismo hormigón. El peso propio comienza a actuar en el ins·
tanta T 0 • Después se unen las dos vigas. Se origina un momento sobre el apoyo. Lo calcula-
mos separando Idealmente las vigas del sistema fundamental isostátlco e introduciendo el
momento sobre el apoyo. como incógnita.
En el sistema fundamental lsostático se origina, por fluencia lenta, la separación
reciproca de los bordes del corte.

241
1

liHU 11111 ~ : 1U11111 Q_


f t--i

~-· -8-

• 1 ~

~X"'
, of 2

'87~· Fíg. 23.14. Unión do dos vigas de un soto tramo.

La separación debe retrotraerse debido al momento en el apoyo que se origina pau-


latinamente. (¡ Es condición que el momento del apoyo pueda ser absorbido en el Estado 11)

en forma tal que,

X = (23.58)
k 1 + pcp

el momento de apoyo X0 de la v1ga, unida desde el principio (sobre el andamiaje), se genera


en función del tiempo (1 Cr). en la misma forma en que se reduce una coacción Inmediata
(23.38).
Como segundo ejemplo elegimos una viga de dos tramos L39], que se construye en
dos etapas constructivas (Fig. 23.15). En primer término se hormlgona el tramo 1; el peso
propio g 1 actuará en el Instante t 1, a la edad activa .,., 9 del hormigón del tramo 1. Entonces
se hormlgona el tramo 2 contra el anterior y se desencofra en el instante l 2 > t 1 . Con ello, las
edades aotlvas de los tramos 1 y 2 son .,. 1 y .,.2 . Se produce un momento sobre el apoyo,
puramente elástico, que se origina por la carga g2 •

Mmo =- 6g20 (M (2l M(2) dX


ji g20 1 Eb J (23. 59 )

Aqul y en la Fig. 23 15 hemos Individualizado los momentos, con Indicas: abaJo para el
caso de carga y arriba para el tramo. Además se indican los coeficientes de fluencla lenta y
los coeficientes de relajación

1. caso de carga g 1 tramo 1 41'1g (t, .,. , g).


..
f/11g (12, Ttg)
2 caso de ca~ga g2 tramo 1 4111 (t, .,.,), P1 (1, Tt)
3. caso de carga 92 tramo 2 f/12 (1, 'T2), P2 (1, T2)

242
g, f2
1uú 11111 ~lllllllllllll [
tramo 1 m tramo 2

,., ~
.llE'"'! g, ( ,2

~Mili
g1 t1,1:1g

_ru 1111111 ~lU 1111111111111 lt•• l 1


edad activa del hormigón
1 g2 tramo 1: t 1 = t 19 • t2- 11
tramo 2: t2

'

_QH IIIII! tl~l!: 111111111 [


sistema fundamental lsostétlco

Flg. 23. 15. VIga de dos tramos, construida en dos etapas.

Se busca la magnitud del momento en el apoyo en un Instante de observación t >> t2.


Elegimos el momento en el apoyo como incógnita hiperestátlca y calculamos la rota-
ción recfproca de los bordes del corte, separadamente para el tramo 1, &C1) y para el tramo 2,
8(2).

243
dx dx
con aJP = [MJP M<p
Eb J
sJ~> JMJP Mq> Ea J

dx
sJ1> = xk /MJ1 l MJ1>
EJ

s<2l - sJ~l "'2 + s~2) (1 + P2 11'2)

con BJ~> • 1MJ~l M(~) dx


Eb J
s~2> = Xk f MJ2l Ml2)
dx
Eb J

De la ecuación de compatibilidad s< 1> + s<2> o se obtiene la modificación del


momento en el apoyo

sJP <~Ptg - ~1gl + sJ~> '1' 1 + aJ~> '~'2


aJP (1 + P1 11'1) + aa> (1 + P2 11'2)

que es una fórmula algo complicada, que interpretaremos coh la siguiente simplificación:

.Ptg - o • P1 = P2 • 11'1 - 11'2·

Con ello seré

(23. 60)
1 + ptp 1 + PI/'

Es decir, se genera un momento adicional en el apoyo Xk1 según el desarrollo de la


expresión (1 - Cr), llegando a

M m (t) • M mo + Xo 1 : PI/'

donde B1o resulta

(23. 61)

En base a (23.59) , con

Bg20 MJ1l
sJP + sa>
(2) M (2) Bg20 M 12)
Mg2 = g20 - aJp + sa> 1

se resuelven los últimos dos miembros de (23.61 ), de modo que sobre la base de

244
correspondiente a la rotación reciproca "congelada" al hormigonar los bordes de la unión,
resulta el momento X 0 .
En los dos ejemplos precedentes aparecen los mayores momentos flexores en el
tramo, durante la ejecución de la obra. Debido a la fluencia lenta se genera entonces, en el
estado final, un momento en el apoyo aproximadamente igual al del sistema continuo. En
consecuencia deben preverse para las solicitaciones en la etapa de obra un pretensado
adicional en el tramo y para las solicitaciones del estado final, pretensado sobre el apoyo,
lo cual es antieconómico. Por ello es más razonable elegfr el procedimiento constructivo en
forma tal que se produzcan redistribuciones por fluencia lenta lo más pequeñas posibles y
que el lugar de las grandes solicitaciones no varfe esencialmente entre el estado de obra y
el estado flnal. Esto puede conseguirse pretensando en tiempo oportuno sobre el apoyo,
con lo cual el momento de apoyo debido a g se genera total o parcialmente.
Una propuesta para una viga continua construida por sectores con la junta de trabajo
en el tramo, ha sido descrita en (40], propuesta que se quiere aclarar aqul para el caso
sencillo de una viga de dos tramos con un estado de carga g. La junta de trabajo en el tramo
derecho de la viga continua (Fig. 23. 16) deberá fijarse en forma tal que no se produzcan
redistribuciones por fluencia lenta: la distancia x hasta la junta de trabajo debe determinarse
de modo que la tangente a la elástica, en la junta de trabajo, pase por el apoyo C.
La tangente en el extremo de la elástica (después de haber desencofrado el primer
sector constructivo} apunta hacia el apoyo C, cuando y solamente cuando, la reacción de
apoyo C de la viga AC, supuesta sin peso, que está cargada con g desde A hasta B'.
desaparece. Cuando C = O, desaparecen también Mg y la curvatura del sector B' C de la viga.

carga
1a etapa de construcción

lfnea elástica

X 1 ; í t '1 carga
28 etapa de construcción
® ® ©

f )(~

L~t C=1

Flg. 23.16. Lugar de la junta de trabajo sin redistribuciones por lluencia lenta.

245
Por este motivo, la distribución de momentos en la zona del primer sector constructivo es
independiente de la existencia del sector de viga s·c supuesto Ingrávido. Por ello también se
puede imaginar que , durante la primera etapa constructiva el sector de viga B' C está pre-
sente aunque , en realidad, todavia no existe. Si después todavla se hormigona el resto del
tramo 2 (estado de carga g 2 , Fig. 23.16), cuando se prescinde de las diferentes propiedades
de la fluencia lenta debidas a las diferentes edades del hormigón en los sectores de obra 1
y 2. y de la fluencia lenta durante la primera parte de la construcción, se trata como dos
estados de carga, g 1 y g2. en un sistema hiperestático homogéneo con condiciones de borde
constantes, en el cual, sometido a cargas permanentes según Sec. 23.4.3. 1, Cg ... O y no se
producen redistribuciones por fluencia lenta.
Se determina la longitud del voladizo x. en la forma más simple. a partir de la condi-
ción que, debido a M 91 , en el sistema de la primera etapa de la construcción, con el sector
B'C de viga no solicitado, desaparece el desplazamiento en C.

Mgl M qx
e EJ
= O (23. 62)

De esta condición se obtiene un polinomio de cuarto orden en E = xl t'

'1 3 2
~ -4~ -4~ +1=0

que tiene una ralz nula para ~ = 0,426. Este largo de voladizo es demasiado grande desde
el punto de vista práctico-constructivo. Se puede elegir el largo de voladizo que corresponde
al punto de momento nulo para Mg y aceptando en ese caso redis tribuciones de fluencia
lenta o bien momentos de pretensado en la junta.
Para varios tramos y casos de carga deben resolverse numéricamente las condi-
ciones correspondientes a (23.62).

23.6. Sec cio nes co mpuestas con secci ones de ac ero, rlgldas a la deformació n
y a l a flexi ón
23.6.1. Diferentes secciones compuestas
Para el prisma de hormigón armado, con compresión centrada tratado en la Sec.
23.4.3.2, solamente entran en el cálculo las rigideces a la deformación del hormigón y del
acero. La pérdida en el esfuerzo de pretensado tratada en la Sec. 23 .3 es válida para una
sección de hormigón rlgida a la deformaci6n longitudinal y la flexión. El acero para pretensado
posee sólo rigidez a la deformación longitudinal. Sl , ahora, los elementos tensores o la
armadura están repartidos sobre la sección trasversal en forma tal que no puedan ser
reunidos en pocos haces, como se previó en la Se c. 23.3.1, los elementos tensores se consi-
deran como reunidos para formar una sección trasversal de acero para pretensado, que
tiene un área Az y un momento de Inercia J 2 (Fig. 23.17).
También en una sección trasversal compuesta de una viga de perfil de acero con
placa de hormigón, las secciones parciales tienen tanto área como momento de Inercia. Si
se fabrica una viga-placa con un alma prefabricada y una losa de hormigón "In sltu", nue-
vamente se tiene una sección trasversal compues1a de dos secciones trasversales rfgldas a
la flexión, con diferentes propiedades de fluencia lenta debida a las distintas edades del
hormigón.
K. Sattler da un coeficiente de limitación que indica la magnitud del momento de
inercia propio J 2 de la armadura a partir de la cual su influencia adquiere Importancia práctica
[41]. [1], Sec. 12.2.

246
Az "'D AzJ

Jz =LJ 1Y~f A~J 1

lAs) • A21 •Ast J 1


2 2 2
(Jst ¡ • Ystj"AZJ • Yst¡ . A!>J • Yst ' Ast 1
1 1

Flg. 23 17. Secciones trasversales compuestas.


con parte de la sección trasversal de acero rlgida a
flexión.

23.6.2. Valoras Ideales de la sección trasversal, coeficientes da distribución


segun el método de las deformaciones

En el cálculo están dados la ubicación del centro de gravedad, el área y el momento


de tnercia, S 51 , Ast y J 5 t para la secctón trasversal de acero, la que puede componerse de
diferentes partes, tales como armadura para hormigón, perfiles de acero y acero para pre-
tensado (Fig. 23.17), y Sb, Ab y Jb para la sección trasversal de hormigón l34] y [ 41) a [ 46].
En lo que sigue, tratamos simbólicamente la viga compuesta de una placa de hormigón y
un perfil de acero laminado. en la cual las secciones trasversales parciales también están
indicadas separadamente, para que los croquis sean más claros (Fig. 23.18).
En una viga pretensada con adherencia posterior los esfuerzos caracterfstlcos Nb, v
y Mb, 11, para el estado de carga de pretensado. se obtienen en la forma usual. Más adelante
estos esfuerzos, en ocasión del cálculo de los valores de redistribución, deben agregarse a
los esfuerzos oaracterlstlcos debidos a las cargas permanentes generadoras de lluencla
lenta, en la parte de hormigón de la sección trasversal. Para el cálculo de los esfuerzos
caracterlstlcos de casos de carga que ocurren después de la adherencia, en secciones con

Mb
'11.-;:= Ab
Jb T p~
Yb

1 ~~-j.u
Mg 1&1

-'st
Jsl
>--::.~.
Mst

Fig. 23. 18 Coordenadas, deformaciones y esfuerzos caracterfstlcos de una sección trasversal com·
puesta. d

247
una fuerte armadura como la de un perfil de acero laminado, no debe descuidarse la rigidez
del acero en la estructura de barras hiperestática En este caso los esfuerzos caracterlstlcos
de la sección ideal total deben repartirse sobre las diferentes partes, hormigón y acero,
o bien en las secciones trasversales parciales de la armadura.
Las secciones trasversales de la viga compuesta, de acuerdo con la hipótesis usual,
permanecen planas, es decir

u st • u + Yst • '

o bien derivando y con las deformaciones longitudinales e8 t :: '


u st'

y la rotación "'" ~' , ( )' = d ( )/dx

e st = € +Yst"' • (23 . 63}

Las ecuaciones de elasticidad de las secciones trasversales parciales, referidas a los


centros de gravedad 5 81 y Sb son:

N ,. E A € Nb = EbAb €b
at at st st '
(23.64)
M st • E st J st x. • Mb EbJb"'

Introducimos ahora (23.63) y (23.64) en las condiciones de equilibrio:

N +N =N
st b g (23. 65)
Mal+ Mb + yistNst + yibNb ::.

y las ordenamos según E y K,

)1. =
E A y, +E A y N
st st 1st b b lb g
(23.66)
El A y +E A y M
st st 1st b-o ib g

En (23.66) hemos Introducido como abreviaturas el área Ideal A¡ • (E 81 A 81 + Eb Ab)/


Ec y el momento de Inercia Ideal J1 = [Est (Ast Y~st + J 5 t) + Eb (Ab Y~b + Jb)]/Ec refe·
ridos al módulo de elasticidad de comparación Ec. La matriz elástica (23.66) se transforma
en matriz diagonal si medimos y 1 desde el centro de gravedad elástico 81

EstAstYist + EbAbyib = O

De aqur se obtiene, con Ylst = TJst - TJsi• Ylb = TJb - TJsl , la distancia del centro de
gravedad elástico

E A 11 +E A n.
st st st b b 1> (23.66
1
11si = )

248
al borde superior. Las ecuaciones elásticas resultantes
& = N /E A. (23. 66 11 )
g e 1'

de la sección trasversal conjunta tíenen la misma forma que la de una barra con sección
trasversal homogénea, de manera que los esfuerzos caracterlsticos y las deformaciones
pueden calcularse como para estructuras de barras con secciones trasversales homogé-
neas. Cuando conocemos los esfuerzos caracterfsticos Ng y M9• del cálculo de la estructura
de barras mediante {23.66"), entonces obtenemos. en (23.63) y (23.64), los esfuerzos ca-
racterlsticos de las secciones parciales, llamados valores de distribución

EstAst E A y
st st ist
Nst = E A.
N
g +
M
g
e l E e Ji
E J
M
st
.. st st
M
g
E e Ji
(23. 67)
EbAb Eb~yib
Nb = E A.
N
g
+ M
g
e 1 E e Ji

EbJb
Mb
:: M
E e Ji g

23.6.3 . Magnitudes de redistribución debida a fluencla lenta y contracción del hormigón,


para estructuras de barras, lsostátlcas

Para el cálculo de las modificaciones de los esfuerzos caracterfsticos N51, k + s.


Nb, k + S• M 51, k + s y Mb, k + s en función de las modificaciones Ek + s y Kk + S• partimos
de la ley de la elasticidad para el aceró y de (23.52) para el hormigón

a ,. E t
st, k+S st st, k+S
(23. 68)
a - Eb & - a ....!L.. - ES Eb
b,k+S- 1 +pq¡ b,k+S b 1 +pq¡ l+Pq¡

Integramos con respecto a las secciones trasversales parciales. asl como multiplicamos
por Yb e Yst e Integramos con respecto a las secciones trasversales parciales y aplicamos
(23.63) para las modificaciones Ek + s Y Kk + s

Mst, k+S = Est Jst Kk + S (23.69)

M-q¡-
xk+S - b 1 +pq¡

249
En Nb y Mb están comprendidos los esfuerzos caracterlsticos que generan la fluencia
lenta, que se pueden componer de Nbg• Mbg y Nbv• Mbv·
Las magnitudes de redistribución (23.69} forman, en una estructura de barras lsos·
tática un estado de tensiones propias en una sección trasversal particular.

(23 . 7 ·'

De (23.70), con (23.69}, obtenemos dos ecuaciones según el método de las deforma·
ciones para las Incógnitas Ek + s Y Kk + S·

= (23.71)

E A EbA y.b
E A + b b E A + b l N __!f._ + _€...;;;S_(_t)_E....:b::..A...;b=-
st st 1 + pcp st atYiat 1 +pcp b 1 +pcp 1 +pcp

E A y
E A + b b ib
st styisl 1 + pcp

En el lado izquierdo, Eb de (23.66) ha sido reemplazado por Eb/(1 + ptp), con lo cual
ambos términos de las diagonales secundarias ya no desaparecen y se hace más compli-
cada su eliminación, porque la matriz está colmada. En el lado derecho figuran los esfuerzos
caracterfstlcos de la placa de hormigón manten1da rlgldamente, con el módulo de elasticidad
E/(1 + PIP), debido a Improntas de deformaciones

Las modificaciones de las deformaciones pueden determinarse con (23.71) y apli-


carse en (23.69), de manera que suministran las magnitudes de redistribución de las sec-
ciones trasversales parciales, cuando se conocen los datos numéricos de los coe ficientes
y de las cargas de las col umnas de (23.71) para un caso concreto.
Sin embargo, también es posible obtener fórmulas cerradas para las magnitudes de
redistribución [341 y [43] a f 46] . Para simplificar la eliminación, multiplicamos la primera
ecuación (23. 71) por Ylb y la restamos de la segunda, es decir, que referimos la ecuación de
momentos (23 70) al eíe de gravedad Sb del hormigón

M st,k+S + a N st,k+S + Mb , k+S " O

( 23. 69' )

Para conservar la slmettfa de las ecuaciones, multiplicamos la primera columna de


(23. 71) por Ylb y la restamos de la segunda, es decir que, en lugar de tk + S• Introducimos
la modificación de la deformación del hormigón Eb, k t s = Ek + s + Ylb Kk .. s como primera
Incógnita.

250
=

E A + Eb~
st st 1 +pcp
(23 . 72)
E J
E J +E A a +~
2
st st st st 1 + p cp

De (23. 72) y (23.69) es posible obtener las magnitudes de las redistribuciones, des-
pués de un corto cálculo, con las abréviaturas n = E 51 /Eb y

A A a2
O z [l+n~ (l+pcp)(l+-}- )+
Ab b

nJ A
+__!!_ (1 + pcp) ( 1 + n_!l. (1 + pcp)))
Jb Ab

Jst
(1 + n - - (1 + p~p)) + ~pn
Jb

nJst [ A t (23 . 73)


M st, k + S = DJb - (Est A st ES + ~pn A: Nb) ( 1 + PY') a +

+ Y' (1 + n -Ast
- (1 + p¡p))
Ab
Mb 1

De esto se obtiene, para una armadura excéntrica, de una sola capa (subfndice s),
sin rigidez a la flexión, J 5 • O, a =
Ybs• una ecuación análoga a (23.22)

[Es ES + n¡p ( ~: + M bJ:bs )]


N s, k + S = As ------------------------------- (23 . 74)

+ n ~: (1 + A~:•; (1+ p~)


De (23. 7 1) resulta que. con la redistribución de los esfuerzos caracteñstlcos en la
secc1ón trasversal (23. 73), se producen también modificaciones de las deformaciones linea-
les y de curvatura de la barra, las que pueden presentarse en una estructura de barras
isostática. En el caso de una estructura de barras, hiperestétlca, pueden surgir modlflcacio-

251
nes de las incógnitas hiperestáticas de la estructura. Como la matriz de elasticidad (23.71)
ya no es una matriz diagonal, es necesario hacer consideraciones especiales, por lo que
remitimos al lector a la literatura que ya ha sido mencionada.

23.6.4. Mdtodo de las fibras de fluencia de Busemann [ 47]

23.6.4.1. Sección trasversal homogénea, como sección concentrada


en dos puntos
las ecuaciones (23. 73) para las magnitudes de redistribución son mucho más exten-
sas que las {23.67) para los coeficientes de distribución porque (23.66), debido a la elección
del centro de gravedad elástlco como punto de referencia, se trasforma en matriz diagonal.
Como en (23.66') entran los módulos de elasticidad, la transformación en una matriz diagonal
es posible solo una vez para (23.66") y ya no lo es para (23. 71 ).
En el ai'lo 1950 Busemann Indicó otra forma para la ''dlagonallzaclón" de la matriz
de elasticidad, que también se puede extender a las magnitudes de redistribuciones. En lugar
de una sección trasversal de una viga con el área A y el momento de Inercia J adopta una
sección trasversal de dos puntos con áreas A 1 y A 2 , ubicados a una distancia f entre si
(Fig. 23.19).
Para una viga homogénea son válidas las ecuaciones elásticas

+ • EJ,..
1
1
N • EAu = EAe , M = EJ

Para deducir de ellas las ecuaciones de elasticidad para la sección trasversal con·
centrada en dos puntos, tenemos que reemplazar las condiciones de las secciones tras-
versales planas E y K, por las deformaciones E 1 y E 2 en el centro de gravedad de las respec-
tivas áreas de la sección trasversal de dos puntos.

ul • t u - e
1
derivando: E:¡
::
t - el,.. (23.75)
u2 • u+ e2 t = & + e2
~ )1.

o bien
e 1 8 2 + &2 e 1
E: =
! . )1.::
&2-E:l
f . r. el+ e2

N y M serán eliminados. con las condiciones de equilibrio

M=-Ne.¡· Ne
1 1 2 2
o bien Ne +M
N 1
= _....=.....,,...--- (23. 76)
2 f

S
....,~- --.-
1
A,J
y ..L _
Fig. 23. 19. Sección trasversal homogénea como sección trasversal concentrada en dos puntos.

252
La matriz de las ecuaciones de elasticidad para la sección trasversal concentrada
en dos puntos.

(23 .77)

con 12 = J 1A
permite ser llevada a forma de matriz diagonal, si los términos diagonales secundarios se
anulan

(23, 78)

SI, por ejemplo, una distancia e 2 de una superficie de la sección trasversal de dos
puntos está predeterminada o ha sido elegida, la distancia de la otra superficie e 1, se deduce
según (23. 78). Con el teorema de altura también podemos determinar e 1 gráficamente
( Flg. 23.19). A partir del centro de gravedad de la sección trasversal y en su plano, llevamos
e2 y, perpendicularmente a dicho plano, el radio de giro l.
El semlcfrculo con centro en M obtenido mediante la perpendicular en el punto medio
de la recta que une los extremos de e 2 e i, corta nuevamente a la sección trasversal a la
distancia e 1 del centro de gravedad.
De (23. 77) se tendrá, con (23. 78) ,,

en forma tal que las áreas sustitutas A1 y A 2 , a la distancia f, reemplazan a la viga con
valores A y J de la sección trasversal. Cuando N y M están dados, N 1 y N2 se calculan con
(23.76) y E1 y e2, con (23.79). Debido a (23.75), *'l y tr 2 determinan el plano de la sección
trasversal de la viga en posición deformada, de modo que se puede obtener, con (23.75),
o en la relación lineal entre Et y *'2· las deformaciones E y ;e de la viga (Fig. 23. 19). Una
multiplloaclón de la distribución de las deformaciones a lo largo de la altura de la sección
trasversal por el módulo de elasticidad E, suministra la repartición de las tensiones sobre
la sección trasversal, de modo que se obtiene el diagrama de tensiones por la unión rectl-
lfnea de las ordenadas :

j = l, 2 (23. 80)

Ahora es posible la interpretación primitiva de Busemann, de la " dlagonallzaclón"


(23.77) y (23. 79) : La posrclón de las áreas sustitutas de la sección trasversal concentrada
en dos puntos se elige en forma tal que el esfuerzo normal en una superficie sustituta no
origina tensiones en la otra. En esta aclaración se ignora que la reciprocidad de las tensiones
es una consecuencia de la slmetrla de las ecuaciones de elasticidad (23. 77), de acuerdo
con el teorema de Betti-Maxwell.

253
23.6. 4.2. Sección trasversal compuesta como sección trasversal
concentrada en dos puntos
En una sección trasversal compuesta las secciones trasversales parciales deben
trasformarse en sendas secciones trasversales concentradas, cada una en dos puntos,
con las propiedades de (23. 79) y (23.80) que surgen de (23.78). Para cada parte de la
sección trasversal existe, en cada caso, una ecuación (23.78} para ambas distancias, medi-
das desde el centro de gravedad, de las superficies sustitutas de las correspondientes
secciones trasversales, es decir, en total, dos ecuaciones.
2
e e = (23. 81)
1 st 2 st i st '

Con la condición de que las superficies sustitutas de las secciones trasversales con-
centradas en dos puntos, para el hormigón y el acero se encuentran en el mismo lugar de
la sección trasversal
(23.82)

y por ello tienen las mismas deformaciones, se tendrán cuatro ecuaciones para cuatro
incógnitas e 1 st• e2 51, e 1 b y e2 b que pueden resolverse gráficamente sobre la base del
teorema de la altura, como se muestra en Fig. 23.20, que generaliza la construcclon de la
Fig. 23.19. La perpendicular en el punto medio de la recta que une los extremos de los radios
de giro 181 e lb aplicados en 5 8 ¡ y Sb, perpendicularmente al plano de la sección trasversal,
corta al plano de dicha seccion en el cen1ro M del semicfrculo. Las Intersecciones del semi-
circulo con el plano de la sección trasversal Indican los lugares de aplicación de las áreas
sustitutas para ambas secciones trasversales concentradas en dos puntos. Estos lugares
se denominan, por mot1vos que se explicarán más adelante, " fibras de lluencla".
La resolución de (23.82}, (23.81) conduce a una ecuación cuadrática para la distancia
para una fibra de fluencla, por ejemplo

.2 2 i2 .2 2 2 2
e
1
st - a_ __.::_
- __::..:.....___, o ± i2 +/ st - a - t, ) (23' 8 3)
2 et - 2 a st ·\ 2 a

La ubicación de las otras libras de fluencla se determina Igualmente con (23.82),


(23 .8 1).
SI en una estructura de barras, lsostátlca, elástica, se han calculado los esfuerzos
caracterlstlcos Ng y Mg con valores Ideales de la sección trasversal, se obtienen con (23.76)
esfuerzos normales en las fibras de fluencia N¡g que deben ser distribuidas sobre las super-
ficies sustitutas del acero y el hormigón, A¡ st y AJ b• siendo J = 1,2. De las ecuaciones
elásticas (23. 79) para las secciones de hormigón y del acero

A e A e
st 2 s t A .., sl 1at
N .. E A E ' A
j st st J st j 1st r 2 st r
j • 1, 2
Ab e 1b
' A2b " l

y las condiciones de equilibrio

N. , j = 1, 2 (23,84)
), g

254
se obtienen los EJ por el método de las deformaciones
N.
= ], g :: 1, 2 (23. 85)
&. E A +E A
l st st b b

y las magn1tudes de dlstribuc1on

como para el caso de dos prismas de hormigón con carga centrada y áreas de acero y de
hormigón A¡ 81 y A¡ b (Sec. 23.4.3.2). Si se multiplican los EJ por E81 o por Eb se obtienen
las tensiones en el acero, resp. el hormigón, en las fibras de lluencla y, por relación lineal de
las u¡ st o bien u¡ b• la distribución de tensiones en las secciones trasversales parciales
(Fig. 23.20).
Las magnitudes de redistribución también pueden determinarse con la misma facilidad
como para el prisma de hormigón con carga centrada. De (23.68)

Nj st, k+S = E st A j st &J.• k+ S • j = 1, 2 (23.87)

y las condiciones de equilibrio para las modificaciones de los esfuerzos normales

N j st, k+ S + N j b, k+ S : O (23.87)

obtenemos el sistema de ecuaciones para las EJ, k • s en el cual solamente aparecen tér-
minos diagonales principales

E A
(E A + b jb ) j • L, 2, (23. 88)
st jsl 1 ·t-p c;~ &j,k+S

libra do lluencla
Q) (j) superposición
G1st.k •S f TG,b:G),sl
n ~ ...¡rl¡-Glb k+S
,-T •
\
To
\
\

Flg 23.20. Sección compuesta como sección trasversal concentrada en dos puntos.

255
en forma tal que pueden obtenerse fórmulas sencillas para las magnitudes de redistribución

E A
N ., _ __;S:.:l;,_l.._·;;:st;-~-
1
j st, k+S E A.b
E A + b J (23.89)
st j st 1 + pcp

Njb,k+S = - Njst,k+S

Con las modificaciones de los esfuerzos normales calculamos las modificaciones


de las tensiones en las fibras de fluencia y por relación lineal la dlstnbución de las variaciones
de tensiones sobre la sección trasversal (Fig. 23.20).
Dado que pueden calcularse sobre la base de las secciones trasversales concen-
tradas en dos puntos determinadas según (23.8 1) y (23.82), las redistribuciones debidas a
lluenoia lenta Independientemente unas de otras, Busemann ha propuesto el nombre de
"fibras de lluenoia" . Debido a la Independencia de Ej en (23.88) las libras de fluencia también
ofrecen ventajas para estructuras de barras, indeterminadas estática y geométficamente,
con secciones trasversales de hormigón y secciones trasversales compuestas fuertemente
armadas [ 1], [ 48) y [ 49] .

. 23.6.5. Método de /as fuerzas para magnitudes de redistribución


Para el cálculo de magnitudes de redistribución en las fibras de lluencla hemos utili-
zado, según (23.87) hasta {23.89) el método de las deformaciones. Sin embargo, las ecua-
ciones son tan sencillas que también puede utilizarse el método de las fuerzas en la
sección trasversal (Fig. 23.2 1)

.,. " l+ pcp 1


6jll EA + ...
E-A..,:-__ ' t = 1' j = 1, 2
b jb st j st

(23. 90)
E A e E A
st j st + S b ib )
N
jst,k+S
• X
j,k+S E A.b ( N jb _lL_
1 +pcp 1 + pcp
( E st A j st + b J )
1 + p en

X Alsl

1---~---·
/

--+>'&S'{M\1
A1b 1=====~- v,
Ast
Jst

Ftg. 23.21 Incógnitas hlperesll\tloas en la sección trasversal compuesta.

256
En lugar de las dos fuerzas X¡ en las fibras de fluencla, pueden elegirse como in-
cógnitas hlperestáticas el esfuerzo Y 1 y el momento Y 2 en la junta entre la placa de hormi-
gón y el perfil de acero [50] (Fig. 23.21).
De esta manera se utilizan, con los Y¡. combinaciones lineales de los X¡ como incóg-
nitas y como sistema de ecuaciones de acuerdo con el método de las fuerzas, combinacio-
nes lineales de las dos ecuaciones (23.90). El sistema de ecuaciones, en forma similar al
(23. 72). en general es una matriz colmada, de modo que no entraremos a considerarlo.

e
S
a
y
IS'
S
l
te
ta

'TI,
1E

Je
tn·
e~

9f!

Jél!

257
24
Veñficación del estado límite de
la capacidad portante con el método
de las cargas
por el Dr. lng. R. WALTHER

24.1 . Observación previa

Todas fas normas relativas al hormigón pretensado exigen, además de las verifica-
clones de tensiones, las comprobaciones de la capacidad portante o seguridad a la rotura,
las cuales, para la flexión, hasta ahora fueron planteadas en la forma siguiente (ver Sec.
18.2, Ec. 18.7):

1 1
M > \1 M + \1 M
U g+ p V

Este modo de proceder es, fundamentalmente, insatisfactorio, y hasta Incorrecto, dado


que estipula una Influencia de los esfuerzos caracterfsticos de la sección debidos a coacción
que no puede justificarse clentfflcamente porque estos esfuerzos, según fa teorfa de la
elasticidad, sólo en el estado de servicio se presentan con las magnitudes calculadas hasta
ahora.
Por ello se ha Impuesto, con vacilaciones y todavla ni siquiera en todas partes, la con-
clusión de que la verffloaclón deberla efectuarse con ayuda del método de las tuerzas portan·
tes basado sobre la teorla de la plasticidad, donde ya no se consideran las diferentes seccio-
nes trasversales, sino la estructura como un todo. El problema de la influencia de los esfuer-
zos caracteristlcos por coacción, en este caso, es superfluo, dado que - en forma teórica
lnobjetable- es reemplazado por las posibles redistribuciones de los esfuerzos Internos en
el estado limite de la capacidad portante [5 1] y [52].

24.2. Suposiciones e hipótesis

24.2.1. Generalidades
En el caso más general , deberían efectuarse estas verificaciones de los estados
limites para la acción simultánea de todos los esfuerzos caracterlstlcos de fas secciones que
aparecen en la estructura. Pero esto exigirla un conocimiento exacto de todas fas Interac-
CIOnes determinantes de momentos flexores, esfuerzos normales, esfuerzos de corte y
momentos torsores, asf como su Influencia sobre las redistribuciones de los esfuerzos ca-
racterlstlcos. Estos conocimientos actualmente apenas existen como planteos Incompletos.

258
Por este motivo se procura tratar los diferentes tipos o grupos de solicitaciones en
forma separada, para la verifícaclón de los es1ados limites, cosa que, por otra parte, ya era
el caso para el dimensionamiento tradicional.
Para la mayorla de los casos prácticos, esta forma simplificada de considerar el pro· t
blema es absolutamente defendible cuando, por ejemplo, se arman al corte vigas rectas,
continuas. en forma tal que pueda desarrollarse para la carga portante el mecanismo de
flexión que, en general, es determinante.
Sin embargo, a largo plazo será necesario impulsar la tnvestlgación hacia una teorla t·
de la plasticidad generalizada, para poder determinar en forma inobjetable, en casos com· S
phcados, el verdadero estado limite de la capacidad portante. Como ejemplo de esta nece· ),

sldad mencionaremos las vigas continuas fuertemente curvadas: en este caso, toda forma· n
ción de una rótula plástica por flexión conduce, obllgadamente, a una redlstribuctón const·
derable de la solicitación por torsión y viceversa. le
Pero, en lo que sigue, nos conformamos esencialmente con estructuras solicitadas IS
con preferencia a flexión, suponiendo que otras causas de falla, tales como resbalamiento la
debido a esfuerzos de corte o torsión, pandeo, vuelco, etc., no lleguen a ser criticas gracias y
a un dimensionamiento satisfactorio (en general, bastante holgado). :!S
lSi
24. 2.2. Fundamentos teóricos del método de las cargas portantes (método de rotura) an
rle
Las proposiciones fundamentales del método de las cargas portantes que se exponen
1a
a continuación, fueron deducidas de la mecánica del continuo l53J, 154) y [55] y posl·
billtan probar sl, para una carga dada, está agotada la capacidad portante de un sólido
m,
continuo, supuesto como rlgldo-plástlco. rte

PRIMERA TESIS DEL VALOR LIMITE del


:m·
Toda carga P, para la cual puede alcanzarse un estado de tensiones estable, estáti- leS
camente admisible, es menor o Igual que la carga portante Pu, o sea P :s Pu.
Se tiene un estado de tensiones estáticamente admisible cuando los esfuerzos mte·
riores y exteriores están en equilibrio en todas las partes del sistema.
Entonces, la carga P representa un limite inferior (lower bound) del esfuerzo portante,
y el método empleado para su determinación se llama METODO ESTATICO

Ejemplo:
a) p p

~¡· ¡ ·~
Mp • Capacidad portante limite de la

t~IIIIIIIIIIDU1Jv)p}
.. sección trasversal correspondlenlo. arg1

SI bien la distribución de momentos supuesta en el ejemplo a) y el correspondiente


estado de tensiones no se producen en la realidad, por cierto ese estado es estable (se
cumplen las condiciones de equilibrio) y es estáttcamente admisible (M :s Mp y, con ello
u :S Up)· M
M :p,a P=_p_
p a

o sea, representa un limite Inferior sad

259
Para el mismo ejemplo pueden suponerse tantos estados de tensiones admisibles,·
es decir, en este caso tantas distribuciones de momentos, como se desee, por ejemplo

b)

- Mp~
i i
Mp
B: P - -
3o

M M
Mp =( P-_e. P·a-_e_
3a)a = 3

M M
p =~ _e. = 1 33 __E_ c: p
3 a ' a u

De todas las posibles distribuciones de momentos, la hipótesis b) conduce a la carga


portante máxima posible (aprox. un 33 % más elevada que según a)), de modo que, de
acuerdo con las hipótesis de la teorla de la plasticidad, representa la carga portante real.
Todavla cabe advertir que el método de las cargas portantes, limitado según la DIN
1045 al dimensionado de secciones trasversales (antes llamado dimensionado Indepen-
diente de n). para lo cual se parte de la distribución de los esfuerzos caracterlsticos determl·
nados elásticamente, también conduce a un valor limite Inferior del esfuerzo portante real.

SEGUNDA TESIS DEL VALOR LIMITE

Toda carga P. para la cual puede indicarse un estado de movimiento de la estructura


cinemáticamente admisible (estado de deformación), es mayor o Igual que la carga portante
Pu. es decir P ~ Pu.
Se designa estado de movimiento clnemáticamente admisible a un estado de movi·
miento compatible con los vlnculos. que un sistema puede mostrar después de haberse
desarrollado un cierto número de rótulas plásticas.
En consecuencia esta carga representa un /Imite supetlor (upp er bound) de la carga
portante, y el tipo de cálculo correspondiente se denomina METODO DE LOS MECANI S·
MOS o METODO DE LAS ROTULAS PLASTICAS.

EJe mplo:
e) p p

~~o-.&-!-o-1-t-o t
mecanismo

~ • rótulas plásticas

260
Determinación de P. con la ecuación del trabajo, en la cual se desprecia el trabajo
de deformación fuera de las rótulas:
Trabajo de los esfuerzos Internos:

A =M · w+ M 2w 3M · w
1 p p p

Trabajo de los esfuerzos externos:

M
A =A-+ P=3 ~
i a a

Es evidente que el valor es demasiado grande, a pesar de que se adoptó un me·


canlsmo clnemátlcamente admisible, porque se trata de un mecanismo que no se presenta
en la realidad.
El problema principal de este método de los mecanismos, en sr elegante, reside en la
1
acertada elección del mecanismo critico probable; si no se elige el mecanismo crftlco, el
· esfuerzo portaAte puede ser sobreestlmado en forma considerable.
Para el ejemplo que estamos tratando es fácíl constatar que el mecanismo d) condu-
ce al esfuerzo portante más bajo (esfuerzo portante real) que, lógicamente, tiene el mismo
valor que el valor máximo posible según el método estático (ejemplo b)

d) p p
!1

S

Ecuación del trabajo: 4 •w• M "' 3 w · P. a


p
M
con lo cual 1 33 ~
' a
=

En algunos casos que aparecen en la práctica, no es fácil encontrar el mecanismo


critico de primera Intención (por ejemplo, para estructuras pretensadas con trazados com-
plicados de los elementos tensores, en pórticos o losas). Por ello. a menudo habrá que
Investigar varias posibilidades. ga

24.2.3. Capacidad de rotación

Las objeciones que todavra existen en muchas partes contra la utilización de la teorla
de la plasticidad para el hormigón armado y el hormigón pretensado se basan, ante todo.
en dos argumentos que deben tomarse con seriedad: por un lado se pone en duda que el
material de construcción hormigón, a menudo considerado como rfgldo. pueda deformarse
lo suficiente en forma plástica, es decir, que la capacidad de rotación de las secciones
trasversales sea la necesaria para garantizar, sin fallas localizadas prematuras. las redls·
tribuclones de esfuerzos supuestas teóricamente. Por otra parte, muchos otros consideran IdO
que es .nadmislble emplear métodos de cálculo que no permiten obtener ninguna Informa-

261
ción sobre las deformaciones que son de esperar. Por ello, a continuación volveremos
brevemente sobre estos dos puntos.
Amplias investigaciones teóricas y experimentales han mostrado que se ha llegado a
una compensac1ón total de momentos según la teorfa de la plasticidad, aun en casos extre-
mos, cuando la capacidad de rotación plástica Bpl ideal de una sección trasversal es aproxi-
madamente tres a cuatro veces mayor que 88 ¡

T
p

J__ 1
h

e •. --4-
teel ~ ept ~ +-~ _j

Diagrama momentos - rotaciones.

Como surge de la defimc•ón (a la derecha en la figura}, la rotacion es proporcional a


Eá+) y EJ > Como tos diagramas u-E del acero y también del hormigón presentan zonas
plásticas considerables, la cond1c1ón mencionada al príncipio se cumple, en general, a me-
nos que uno de los materiales, acero u hormigón, pueda fallar antes de que el otro esté total-
mente plastificado.
Una falla del acero, sm una plastificacion previa de la zona comprimida del hormigón,
sólo puede producirse para secciones trasversales muy débilmente armadas, es dec~r cuan-
do la capacidad del esfuerzo de tracción es menor que la totalidad de la resistencia a la
tracción de la cur'la de tensiones de tracción del hormigón. Este caso queda excluido por
las reglas de la armadura m/nlma que, naturalmente, también llenen que ser consideradas
al dimensionar siguiendo la leerla de la plasticidad.
El caso, mucho més orftlco, de una falla prematura de la zona comprimida del hormi-
gón, requiere una atención especial y debe ser evitado mediante disposiciones adecuadas
(ver también [0], Tomo IV, Sec. 8,3).
En la mayorla de los casos se lila para ello un limita superior de la armadura , que
puede deducirse fécilmente de condiciones de deformación y de equilibrio. Este limite de-
pende en muy gran medida de la resistencia de los materiales (la resistencia a tracción del
acero para pretensar es hasta cuatro veces mayor que la del acero para hormigón), en forma
tal que es algo dificultoso simplemente recordar valores numéricos para el uso diario.
Sin embargo, en la mayorfa de los casos es suficiente limitar la cuanlla Ideal 141 de
la armadura. según

Otra posibilidad de excluir una prematura falla de la zona comprimida del hormigón
cons1ste en limitar la altura de la zona comprimida (o bien, la ublcac1ón del eje neutro x).

262
Según la DIN 1045 el alargamiento de rotura del hormigón, para flexlon, está fijado
en €b = 3,5 °/oo. Esta condición quiere decir, en consecuencia, que IEsl > IE~I = 3,5 °/oo,
o sea que, entonces. la armadura de acero para hormigón ha sobrepasado el Umite de
fluencla. Esta condición geométrica, independiente de las cualidades del material, es muy
sencilla y adecuada. Sin embargo, sólo es válida para flexión pura, pero no para flexión con
esfuerzo normal.
Como se desprende de estas consideraciones. está garantizada una suficiente capa-
cidad de rotación en la mayorla de los casos que ocurren en la práctica; una cua.ntla de
armadura iJ.I > 2 %, no se elegirá, nl siquiera simplemente por razones construcllvas.
¡
24 .2.4. Deformaciones y limitación de fisuras n
e
Para la verificación de la capacidad portante aqul tratada, evidentemente, no juega a
ningún rol el hecho de que la teorla de la plasticidad no ofrece ningu na indicación sobre
deformaciones y fisuras, porque para estas últimas se realiza un dimensionado primario a 1,
base de veriflcaciones de tensiones. las cuales, ya que se está en la zona elástica, también e
permiten efectuar un cálculo de las deformaciones la teorfa de la elasticidad es el medio
adecuado pera considerar el estado de servicio, en cambio lo es la teorla de la plasticidad :JI
para la determinación de la capacidad portante. ,_
Sin embargo, si se eligiera la teorla de la plasticidad como criterio primario del di- IS
mensionado, la Inseguridad sobre las deformaciones y fisuras que son de esperar en el
estado de servicto, constituye un serio problema que, sin embargo, puede atenuarse deci-
sivamente y hasta allanarse, cumpliendo reglas constructivas comprobadas Sin embargo.
en general, es lndtspensable efectuar verificaciones espectales de los estados de servicio.

24 .2. 5. Esfuerzos caracterlstlcos por coacción


Tal como surge de los fundamentos de la teorla de la plasticidad. los esfuerzos
caracterlstlcos hlperestállcos no llenen influencia sobre la capacidad portante de una es-
truclura. Esto es válido especialmente también para coacción por pretensado. asf como
debida a asentamientos, temperatura, contracción y fluencla lenta.
Sin embargo, esta afirmación general ya no es válida cuando la coacción misma pasa
a ser la causa de la rotura o cuando ya ha comprometido una parte tan Importante de la
capacidad de deformación, y ya no queda la suficiente para la compensación plástica. cosa
gl
que raramente ocurre. Prácllcamente esto sucede solamente en asentamientos muy gran-
des, por ejemplo, hundimientos en zonas montañosas

24.3. Aplicación del método de las cargas portantes a estructura&


de hormigón pretensado

24.3.1. Estructuras formadas por barras (estructuras lineales)


los planteas de valores limites de la Sec. 24 2 pueden aplicarse directamente a es·
tructuras de hormigon pretensado formadas por barras. El ejemplo siguiente llene por objeto
comentar el procedimiento segutdo para determinar el estado limite de la capacidad portante ad!
y de la correspondiente segundad.

263
~~11 "11 1111 ~: ~· 1111 1111 "" J 1111 ¡¡ 1111 ~~~11111: :¡ 11" ¡
1 1111 11:~·~ ~·""ji~
A e e o

trazado de los elementos tensores, esfuerzos de tesado en el centro de los tramos


Voo: 10,70MN Voo= 8.65MN Voo• 7,20MN E

E E
o
$ ID
o o

9,5m 11.5m 10,Sm 7,1m }

sección trasversal y momentos plásticos

en el centro del tramo (F) .,.,._ _,__s.....~.bre el apoyo intermedio (SI)


o

lO.Om
13,10 MNm (tramos AB y BC) M!' • 9,85 MNm

I M~'I -1 0.75 M ~ méx.l

En el ejemplo precedente el tramo AB es critico.

METOOO ESTATICO

La curva funi cular (diagrama M0 ) de los esfuerzos es, debido a la carga uniforme
Pu · t 2
supuesta, una parábola de segundo grado, con una flecha Igual a . donde
8
Pu. como magnitud buscada, por el momento es desconocida. Para esa curva funicular se
debe buscar una linea de cierre en forma tal que en ninguna parte se sobrepase el momento
plástico que es posible absorber (momento limite). Para esto, debe observarse que el mo-
mento plástico que es posible absorber, Mp, varfa con la ubicación del elemento tensor. Por
iteración se encuentra la posición de linea de cierre más favorable, Indicada en el diagrama,
para la cual el momento plástico determinante en el tramo, M~, en el punto de contacto con la
parábola de M 0 , es prácticamente Igual a M~ máx., cosa que en general ocurre.

264
X
tt
1 Mp
1

~
8
0.98ri
8

~0,45 f-+
En consecuencia se obtiene la condición de equl1ibrio, determinada gráfica o anailti-
camente, Igual a
p "2
O 98 _u_ _ = ~ + O 45 JV!St = 1 , 34 MF
1 8 p 1 p p

y, con ello, un estado limite de la capacidad portante

a. 1,34·~ 8. 1, 34 . 1:\10
• p O, 318 MN/ m
Pu O, 98 • .t 2 o, 98 . 441
es decir, una seguridad
Pu = 0,318 __
\1 = q o, 16 l , 99

METODO DE LOS MECANISMOS


Como en la mayorla de las estructuras de hormigón pretensado formadas por barras,
aqul es determinante un mecanismo de vigas y precisamente con rótula plástica en el tramo
AB, con lo que solamente queda sin conocerse la posición exacta de la articulación plástica
en el tramo. Como primera aproximación suponemos que esta articulación se forma en el
centro del tramo

A B
t F
Mp o:t~0.75 Mp

t- ~ -~t<--2"'-W -+ ;

Ecuación del trabajo:


F F F
Al " O, 75 Mp • w +M · 2w = 2, 75 M · w
p p
p . .t 2
A 1 t u
w
a = 2 pu t · w • 2 = 4

4. 2 , 75. 13 , 10
Pu • 441 O, 326 MN /m

265
Seguridad en corresp ondencia con el estado limite de la capacidad portante:

" = Pu = O, 326 = 2 04
q o. 16 •

Pu resulta un poco grande (respecto al lfmne supenor de la carga portante real) dado que la
rótula plastlca no fue ubicada exactamente en el lugar critico y M~ en el lugar de la rótula
plástJca es un poco menor que M ~ máx. (ver el trazado del elemento tensor).

24.3.2. Compara ción de la verificación de la seguridad como hasta ahora y segun


el método de la carga portante
Para las fórmulas utilizadas hasta ahora para la verificación de la seguridad de la
capacidad portante de estructuras hlperesláticas form adas por barras tales co mo por eJem-
plo

MU !!O " M g + p + M'V (DIN 4227)

o bien
M ~ "M + l , 3 M' (Propuesta AOsch/Kupfer o SIA-Oirectlvas 3 4)
U g+p V

se partla consctente o inconscientemente de la hipótesis que dice que los momentos por
coacción M' v actúan favorablemente en los cortes criticos (en general cortes sobre las
columnas Intermedias). cosa que en secciones trasversales de vigas T o en cajón, también
es el caso
SI estas fórmulas se aplican, sin embargo. a un puente en artesa (con tablero Inferior)
ellas conducen a resultados absolutamente no confiables, como lo muestra el ejemplo:

corte longitudinal
P=9 • PJ = 0,375 MN / m p:g •p2:0,3'7 MN /m
lll!llllllll111ll111lll11411

F·~~-~ t~r-,--4~·~¡ ~m
A B C O
_L 23 m "~ 30m ~ 23 m 1,
tramo~
1
'f tramo <D tramo CD

sección trasversal

*
centro del tramo sobro el apoyo

1
1,85

en el tramo~ 200.,.
~ 150 ,.

~ 6.00m
V : 19. 00 MN

266
momentos debidos a la carga de servicio Mg. P-
SI
M =- 25,70MNm

'<tJlllWDY A '<ll1lillliJlll ~ '<ClJl1MillV Mg•P


MF1 " • 1:1,46MNm MF2 "• 17, 11 MNm

momentos por coacción M' v debidos al pretensado


,
-2.10 MNm
1 111 11111111 '111111111111111 t llllillliil 1 e
11111 11 11
M'
A 8 e 0 V S
a
y
lS
Coeficientes de seguridad, calculados según los diferentes plantees:
si
Tramo 1 Tramo 2 :lO
Apoyo B
1e
ta
según M (MNm) + 31,76 - 41, 00 + 31, 00
u
m,
M -M'
u V rte
DIN 1045 v= 2. 13 l. 51 l. 94
<D MJ!:+p
jel
AOsch/ M - 1 3 M
V"'
U ' V
2.15 l. 49 l. 98 m-
Kupler M
g+p leS
®
Método pu
de las v• l. 90 l. 70
p
cargas

Los momentos negativos de coacción actúan favorablemente en los tramos y des-


favorablemente sobre los apoyos. Esto origina seguridades demasiado grandes en los tra-
mos y demasiado reducidas sobre los apoyos. Sin embargo, evidentemente, la sección en
U es más favorable para la absorción de momentos negativos que de momentos positivos,
donde sólo se dispone de una zona comprimida red~clda .
No obstante ello. los plantees G) y ®
dicen exactamente lo contrario. Solamente
la aplicación del método de las cargas portantes (sin considerar los momentos de coacción
debidos al pretensado) proporciona las seguridades correctas, electivas frente al estado
limite de la capacidad portante, ·para todos los sistemas y las secciones trasversales, de las
estructuras. arg•
En consecuencia, parece ser Imprescindible para estas consideraciones sobre la
seguridad el servirse de la teorla de la plasticidad, teóricamente inob)etabte.

24.3.3. Estructuras de superficie (placas)


La Incertidumbre de la llamada hasta ahora veriftcaclón de la seguridad a la rotura
teniendo en cuenta los esfuerzos de coacción se torna especialmente evtdente en las estruc-
turas pretensadas laminares (placas) porque aquí. ya desde la teorfa no es posible distinguir
entre los momentos pnmarios y los de coacción debidos al pretensado. Unicamente pueden
determinarse los estados de tenstón por flexión y por el efecto de placa, los que, stn embargo,
tnsad•
no permiten formar un jUicio directo sobre el estado limite de la capacidad portante.

267
Por este motivo, en la mayorfa de los casos, se ha abandonado, en silencio, la
verlfícación de la seguridad a la rotura de placas exigida hasta ahora.
Pero. también en este caso. la teorfa de la plasticidad permite hacer una afirmación
acertada sobre tos estados limites de la capacidad portante. lanto mediante el método
estático, como también el método clnemállco, que en este caso, en general, se llama teorla
de las lineas de rotura [O) y [56] a [58] .
La diferencia entre placas armadas con acero para hormigón y placas pretensadas.
solamente resulta del hecho de tener en cuenta, para estas últimas. la mayor resistencia
del acero para pretensado. Esto puede ser tenido en cuenta, por ejemplo, medlanle una
cuantfa de armadura Ideal

en tanto que se empleen elementos tensores con una calidad elevada de adherencia. En
caso contrario, el incremento de ll CTz más allá de CTz. V• deberla disminuirse en función de
la calidad de la adherencia. Sin embargo el valor de ll CTz para la aplicación de la teorfa
de la plasticidad todavla deberla ser comprobado experimentalmente.

268
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111
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..•: ~..,qnte en las zonas de cargas
•111én en las vigas de hor-
Berechnung von Betonkonsln.lktionen. lnslltul !Ur Bausb odo que resultan
KonalrukUon ETR Zilrich, Berlcht Nr. G2, Mal HJ76,
1e m ) p esta
Blrkhlluaer Verlat. Basel u. Stuttgarl l (Fig 6 ,1 4 · or
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