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Prólogo
Sin duda es un honor prologar una obra del Dr. fng. Leonhardt y especialmente ésta
que tiene tanta Importancia en los más recientes progresos en la Técn ica de las Construc·
clones de Hormigón Armado y PretensadQ.
En efecto, en los albores de esta técnica las bases racionales con sustento experlmen·
tal fueron establecidas por el lamoso Ingeniero E. M6rsch en numerosos trabajos y en su cono-
cida obra en seis tomos, cuya traducción a nuestro idioma ha tenido amplfa difusión (Teorla y
practica del hormigón armado).
La obra de Morsch data de la década del 30 y desde entonces se ha progresado mucho
en la teorla y tm las aplfcac/ones del hormigón armado. Varios nombres pueden asociarse a es·
tos progresos, tales como Sal/ger, Dischinger, Pucher, etcétera, pero, sin duda, la Influencia ...
más notable es la de Leonhardt, que ha realizado profundos estudios teóricos. además de nu·
merosas experiencias en la Universidad de Stuttgart.
Conv1ene tener presente que los reglamentos en uso en la época de Mórsch, tales como
la DIN 1045 en su edición de 1932, que fue adaptada en nuestro Reglamento Técnico de la
Ciudad de Buenos Aires de 1935, constltulan prácticamente un " manual" en el que unas pocas
reglas prácticas permltlan proyectar todos los el ementos constitutivos de una estructura de
hormigón (en aquella época solamente en bases. columnas, vigas y losas). Eran tan s imples las
reglas que aun un Ingeniero sin conocimientos profundos de la Técn ico de las Construcciones,
ni del Análisis Estructural, podla realizar un proyecto sin dificultad.
De aquellos reglamentos-manual se ha pasado ahora a lo que podrlamos llamar los
reglamentos-tratado. En estos últimos, por ejemplo la Norma DIN 1045 de 1978, además de
reglas constructivas y de proyecto, se plantean una serie de problemas cuya resolución queda
a cargo de quien realiza el proyecto en cada caso particular.
El proyectista en nuestros dlas debe ser, para poder actuar con éxito. un profundo cono-
cedor de la Mecánica de las Estructuras.
La Influencia de Leonhardt en la Norma DIN 1045 delallo 1978 es, sin duda, lmportant/sl·
ma y se ha ejercido a través de la Comisión Alemana para el Horm igón Armado y también del
Comité Euro-Internacional del Hormigón.
En nuestro pals acaban de ser aprobados, en el ámbi to nacional, los Reglamentos CIR·
SOC (Centro de Investigación de los Reglamentos Nacionales de Seguridad para las Obras Cl·
viles) que en lo concerniente al Cálculo de los Elementos de Horm1gón Armado y Pretensado
son fundamentalmente una adaptación de la norma alemana citada en último término.
La Importancia de la obra de Leonhardt, que a partlf de ahora estará al alcance de los
estudiosos Ingenieros de habla hispana, as/ como de quienes tengan un Interés profesional en
el horm1gón armado, resulta de que él mismo no solo ha Influido en las nuevas normas. sino
que además es un critico de algunos aspectos de ellas, con los que no esta de acuerdo Sus de-
sacuerdos en la gran mayor/a de l os casos tienen también sustento experimental y los resulta·
dos de sus experiencias están cuidadosamente expuestos en este magistral tratado.
Considero que es ta obra es Indispensable para cualquier Ingeniero que deba tratar en
alguna forma los temas del hormigón armado y pretensado, puesto que en ella encontrarán no
solo el porqué de muchas disposiciones reglamentarias que ahora. por lo que se dijo, son co-
munes a la Norma DIN y a los Reglamentos CIRSOC, sino también la descripción de su funda-
mento experimental y además su critica muy correctamente sustentada.
La versión en nuestro Idioma fue realizada por el lngemero Curt R. Lesser, egresado en
1936 de la Univers idad de Buenos Aires con Dip loma de Honor, habiendo tenido durante su ex-
tensa carrera profesronal un Intimo contacto con las estructuras de hormigón. En esta Impor-
tante y dificil tarea contó con la desinteresada colaboración y gula de/Ingeniero Enrique D. A.
Fliess ( t 1984), Profesor Emérito de la Universidad de Buenos Aires, cuya versacrón en los te-
mas relacionados con el hormigón armado quedó evidenciada a lo largo de una serie de traba-
jos de la especialidad bien conocidos en nuestro medio y en el extranjero.
En los tiempos que vivimos, la vida útil de los textos y los tratados es, en general, muy
breve. Puedo afirmar que en este caso la regla general no se cumplirá pues los experimentos y
la profundidad de la teorla son ta les que perdurarán por muchos a" os. Es por ello que esta obra
servirá para la formación de alumnos, futuros Ingenieros, que luego la seguirán consultando a
lo largo de su vida profesional.
Esto justifica p lenamente el esfuerzo realizado por ellng. Flfess, el lng. Les ser y la Edl·
torlal "El Ateneo" .
VIl
para los diferente s tipos de solicitación en el dimensionamiento correspondiente y para las
directivas constructivas.
En cuanto a la elección del grado de pretensado adecuado, pudieron darse indica-
ciones simples y prácticas. Las diferentes posibilidades de efectuar anclajes y empalmes de
aceros para pretensado de alta resistencia fueron descritas detalladamente porque, en
cierto modo, son técn1camente Interesantes y también su conocimiento puede ser ütll tuera
del hormigón pretensado. Para el procedimiento de tesado, la lnformacaón pudo reducirse a
unas pocas Indicaciones. Los procesos del pretensado fueron descntos en la medida en
que los deben conocer los ingenieros en la práctica.
En el tratamiento de los cálculos de verificación necesarios, el auto• se limitó esen-
cial mente a todo aquello que se aparta de las verificaciones en el caso de las estructuras de
hormigón armado no pretensado. El desarrollo de los esfuerzos caracterlsllcos debidos al
pretensado fue tratado especialmente con todo detalle en casos de estructuras hlperestá·
tlcas, porque de ellos resultan Importantes conocimientos para el trazado de los ele mentos
tensores. Para las Influencias de la contracción y de la fluoncia lenta, en el Cap. 17 solo se
indicaron las fórmula s de utilización acostumbradas. Las bases teóricas para ello fueron
tratadas detalladamente en el Cap. 23 por el Profesor Dr. lng. habll. D. Sohsde. porque
sobre este tema existe en la práctica, frecuentemente. falta de claridad . Los valores de
contracción y lluencla lenta y los correspondientes factores de Influencia fueron Incluidos
nuevamente en dicho Cap. 23 porque en la nueva DIN 4227 (1 979) difieren de la Informa-
ción dada en el Tomo 1 de esta obra (0].
los conocimientos más recientes sobre la armadura mlnlma y la limitación del ancho
de las fisuras se repiten aqul en forma muy escueta. pese a haber sido tratados en detalle en
el Tomo IV. Para la armadura mlnama solo se muestra un dimensionamiento sencillo para
la práctica.
En este tomo. el capitulo sobre Detalles Constructivos ha sido redactado brevemen-
te, porque en el Tomo VI de la obra, Puentes mono/ftlcos. ya se dice todo lo necesario sobre
el trazado de elementos tensores. Las observaciones sobre la ejecución y la supervisión de
los traba¡os en obra merecen la consideración de todos aquellos que están familiarizados
con la dirección de obras.
Como último capitulo (Cap. 24) se agregó una colaboración del Profesor Dr. lng,
René Wslther. de Lausana. sobre verificaciones limites con la Teorfa de la Plasticidad
(método de las cargas portantes). quien. en nuestro Instituto de Stuttgart, la enseM durante
muchos años como docente, en el marco de la cátedra de hormigón pretensado. En Suiza
y en algunos otros paises estos métodos de las cargas portantes ya se han difundido
ampliamente. Es de ec:rerar que, también entre nosotros, en el futuro suceda lo mismo y, en
consecuencia, se les preste más atención en los estudios.
Este tomo fue escrito conscientemente para quien quiera profundizar los estudios de
las construcciones monolltlcas y para el ingeniero en la práctica y comunica muchos cono-
cimientos que tuvieron su origen en la experiencia.
El autor espera que este penúltimo tomo haya contribuido, una vez más, al desarrollo
y al empleo del procedimiento constructivo con hormigón pretensado y servido a todos los
ingenieros que a él se dedacan
12
llldice
3. ANTECEDENTES HISTORiCOS, 10
4. MATERIALES Y ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS, 13
4.1. Hormigón, 13
4.2. Aceros para pretensado, 15
4.2.1 . Exigencias que deben cumplir tos aceros para pretensado, 15
4.2.2. Ensayos exigidos para tos aceros para pretansado, 15
4.2.3. Tipos de acero para prelensado, 16
4.2.3, 1. Barras de acero de dureza natural, 16
4.2.3.2. Alambres de acero para pretensado, 17
4.2.4. Corrosión de los aceros para pretensado, 20
4.2 5. Fluencla lenta y relaJamiento de los aceros para pretensado, 21
4.2.6. Influencia de temperat uras altas y bajas sobre los aceros para prelensado, 24
4.2.7. lnlluencla de le presión trasversal sobre la resistencia de tos aceros para pretensados. 26
4.2.8. Tensiones de llexlón en elementos tensores, 27
4.2.9. Resistencia a la fatiga de los aceros para pretensado. 28
4.3. Vainas, 30
4.4 Mortero de Inyección, 32
5. ADHERENCIA, 33
5 1 Resistencia a la adherencia, 33
5.2. Tensiones de adherencia, 39
10. ANCLAJES Y EMPALMES DE LOS ACEROS PARA PRETENSADO Y DE LOS ELEMENTOS TENSORES,
17
10.1 Anclaje por adherencia, 17
10.1.1 Tensiones en alambres Individuales nervurados, 17
10.1.2 Anclaje de manojos de alambres, 80
10.1 3. Anclajes en abanico. 81
10.2. Anclajes en alambres tensores lisos directamente en el hormigón, mediante curvatura y lrlcclón,
82
10.3 Anclajes en lazo, 84
10.4 Anclajes en roscas y tuercas. 86
10.5. Anclajes con cunas. 88
10.6 Anclaje con manguitos traillados y manguitos de presión, 93
10 7 Anclajes mediante cabecitas recalcadas, 94
10 8 Empalmes y acoplamientos de elementos tensores, 95
10.8.1 Manguitos roscados y manguitos de presión, 95
10.8 .2 Empalme mediante unión en cuna, 97
10.8.3. Empalmes a rosca, 98
10 8 4 Sobre te resistencia a la la liga de los anclajes y acoplamientos, 99
10.9. Disposición de los anclajes de los elementos tensores, 100
10.9.1. Anclajes lljos, 100
10.9.2. Anclajes activos, 100
24. VEAIFICACION DEL ESTADO LIMITE DE LA CAPACIDAD PORTANTE CON EL METODO DE LASCAR·
GAS, 258
24.1. Observación previa, 258
24.2. Suposlolones e hipótesis, 258
24.2.1. Generalidades, 258
24.2.2. Fundamentos teóricos del método de las cargas portantes, 259
24.2 3, Capacidad de rotación, 261
24.2 4. Deformaciones y limitación de fisuras, 263
24.2 5 Esfuerzos caracterlstlcos por coacción, 263
24.3 Aplicación del método de las cargas portantes a estructuras de hormigón pretensado, 263
24.3 1 Estructuras formadas por barras (estructuras lineales), 263
24.3.2 Comparación de la verificación de seguridad como hasta ahora y según ol método de la
carga portante, 266
24 .3.3 Estructuras de super11cle (placas), 267
Blbllografla , 289
Notación especial en
las construcciones pretensadas
Para la notación, por regla general, es válida la norma DI N 1080, edición de junio
de 1976, en la que, lamentablemente, no ha sido incorporada en forma completa la notación
elaborada por el CEB. Para tener una representación clara, se necesitan signos adicionales:
Sublndlces:
Designando la causa: V pretensado
S +k = contracción y fluencla lenta
Desi gnando el lugar. z acero para pretensado o elemento tensor
Designando el instante: o mstante t = O, es decir, antes de s y k
CIO instante t = ~. es decir, después de s y k
Indicas superiores:
(o) referido al banco de tesado
o correspondiente al sistema isostátlco fundamental
Esfuerzos:
V esfuerzo de pretensado, esfuerzo de anclaje actuando
sobre el hormigón; negativo cuando es de compresión
v<o> = esfuerzo de pretensado en el banco de tesado
Zv esfuerzo de pretensado, como esfuerzo de tracción en
el acero para pretensado
U, U esfuerzo de desvlo en un elemento tensor
r, A esfuerzos de rozamiento sobre el elemento tensor
o esfuerzo de compresión (sjempre negativo)
z esfuerzo de tracción (siempre positivo)
Zs +k pérdida de tensión debida a contracción y fluencla
lenta (como es una disminución del esfuerzo
caracterfstico Zv en el acero para pretensado
es negativa)
Mo momento de descompresión que, en la zona
de tracción precompri mlda, provoca que en el borde
la tensión resulte ub - O
XIII ,;d
~·
momento de fi suración que, en el cordón de tracción,
origina la primera fisura
M', a· esfuerzos caracterfsticos debidos a deformación
Impedida en el sistema hlr>erestátlco = esfuerzos
caracterfsticos de coacción
M2 momento caracterfstico referido al eje barlcéntrico de
la armadura de acero para pretensado - Db · z =
M - N·e
Deformaciones:
fll variación de longitud originada por tensiones
E(~) deformación especlflca del acero para pretensado en
el banco de pretensado
Tensiones: cr(o) tensión en el banco de pretensado
CTb, V tensión en el hormigón debida al pretensado
CTz, V tensión en el acero para pretensado debida
a la tensión previa
CTs, V as tensión en el acero para hormigón, debida
al pretensado
Angulas: ()( ángulo de desvlo previsto en el elemento tensor
{3 ondulación = ángulo de desvlo Involuntario
del elemento tensor, por unidad de longitud
'Y = ~ (a + f3l 2 ) = suma de los ángulos de desvlo
del elemento tensor sobre toda su longitud l z
Coeficientes:
Mo
K grado de pretensado ~__..;;;-
M g -+ p
XIV
1
Bibliografía y reglamentos
Freyssinet, E.: Une Révolution daos 1' art de b&tir. Les constructions
prl!contraintes.
Travaux 25 (1941). Nov., S. 335 - 359
1.3. Reglamentos
SIA 162 Schwe izer Norm rnr die Berechnung und Ausführung von
Bauwerken aus Beton, Stahlbeton und Spnnnbeton
•
2
Ideas fundamentales y conceptos
3
pretensado solo. sin tensiones en el hormigón,
considerar el peso propio de la viga en f/2, debidas a
~--- =t='~IJ
t-- - - f ~., acero para
pretensado
viga pretensada cargada V
,
Mg• p V• M
peso propio g
sobrecarga p pretensado total
·~ + I =
pretonsado limitado
~ ·~+I
mayor carga
.[b adm.
Flg. 2. 1. Mediante el esfuerzo de pretensado V se generan tensiones rrb, 11 que, el ser superpuestas
a las tensiones u b. 0 . p originadas por los momentos de las cargas M0 . 11, anulan o reducen mucho
las tensiones de tracciOn en al hormigón.
4
esfuerzos: V • Mv • MQ
total limitado
deformaciones Estado 1 Estado 11
tensiones
1
~ G5 (compresión) ñ G5 (tracción)
Fig. 2.2. Desarrollo de las deformaciones y tensiones en la viga pretensada al aumentar las cargas
hasta alcanzar la carga portante con el correspondíente Mu. El esfuerzo de pretensado V permanece
constante
donde CTb, v es la tensión en la fibra del hormigón al nivel del elemento tensor (Fig. 2.3).
Al pretensar contra el hormigón endurecido, se origina asl una variación de longitud por
tensiones 11 ( z t .1 f b·
Debido a la contracción y la fluencia lenta (S + K) del hormigón se produce, después
del pretensado, un acortamiento posterior en función del tiempo. de las libras de hormigón
a lo largo de los elementos tensores. De esta forma se pierde una parte de la deformación
previa del acero pretensado. Por este motivo se originan pérdidas de esfuerzos de tesado
debidas a la contracción y la fluencla lenta. Estas pérdidas son tanto mayores cuanto mayor
sea la deformación del l'lormigón - Eb, vo debida a la precompreslón y cuanto más reducida
haya sido la deformación del acero para pretensado Ez, vo• en el Instante 1 .. O al aplicar
la tensión previa.
El acortamiento del hormigón por contracción y fluencla lenta fácilmente puede llegar
a ser del 0,4 al 1,O 0 /oo, lo que equivale a una tensión en el acero de 80 a 200 N/mm2.
Por ello se deduce que deben adoptarse tensiones elevadas en el acero y, en correspon-
dencia, aceros de alta res1stencia, si se quiere alcanzar un efecto suficientemente duradero
de la tensión previa. En los aceros para pretensado de alta resistencia, usuales actualmente,
las pérdidas de los esfuerzos de tesado debidas a S + K significan, por lo menos, entre 5
y 20 o/o, por lo que deben ser tenidas en cuenta.
De acuerdo con esto, cuando se realícen verificaciones de tensiones, debemos dis-
tinguir entre el Instante t 0 en que se aplica la tensión previa y el Instante t:xo al finalizar los
acortamientos por contracción y fluencia lenta.
Mientras que para t 0 se onglnan en el cordón de tracción las tensiones de compresión
mayores y en el cordón de compresión las tensiones de compresión menores y, eventual-
mente, hasta tensiones de tracción, aparecen en el instante t'>l; en el cordón de compresión
las mayores tensiones de compresión y en el cordón de tracción las tensiones de compresión
5
r antes del :.:.~ sin tensión
1
¡~ tL
1,
L fb ,
1 1 1
1 1 después del pretensado, l
1 : esfuerzo Z en la barra 1
: 1 1 tensiOn del acero
lLCalargamlento
1 de le barra
1
1 Gzv D
l 6f2 = - - 'Z
1 Ez
1 1
1 1 tensión en el hormigón
l esfuerzos V en el hormigón 1 G bv = V Ab
~3 •• §~ ~
jJ._ acortamiento del hormigón
Gbv r
Mb=E¡;- b
Flg. 2.3 Modificación de la longitud del acero para pretensado y del hormigón, debido a la tensión
previa, puesta de manifiesto en la libra de horm1gón, con pretensado axll,
menores, o bien las tensiones de tracción mayores. Por ello Identificamos las tensiones
Iniciales con el sublndlce vo y las tensiones que quedan, con el sublndlce vao.
6
vuelven a cerrarse completamente siempre que las tensiones en el acero se mantengan
por debajo del limite 0,01 %.
---------------- ,
---------------- ...1-- viga
1
zlol
V
Flg. 2.4.
1
Esta distinción sólo llene cierto sentido en Alemania (N. del T.).
7
casos. durante el tiempo que transcurre entre el pretensado y la efectividad de la adherencia
posterior. Se puede prescindir de esta adherencia cuando la armadura de acero para hormi-
gón se dlmensrona con amplitud para asegurar la capacidad portante y la capacidad de
servicio En este caso el acero para pretensado debe ser protegido contra la corrosión dentro
de la vaina. los elementos tensores sin adherencia facilitan su reemplazo en caso necesano.
2.3.3. Tipos de ancla/e de los elemenros tensores (types of anchorlng the tendons)
Anclaje de los extremos por adherencia con el hormigón: anclaje por adherencia.
Anclaje de los extremos mediante cuerpos de anclaje, en general chapas de acero, a
los cuales se f1jan los tensores medlan1e tuercas. cutlas. cabezas recalcadas o medios
Similares.
Anclaje de los extremos mediante lazos, ganchos o formas similares, embutidos en el
hormigón.
8
2.3.6. Conceptos dependientes de la deformación
Pretensado que mantiene/a forma: se elige la posición de los elementos tensores en
forma tal que el eje de la estructura no flexione bajo el peso propio + pretensado.
Pretensado libre de coacción o concordante es el que resulta en estructuras apoya-
das en forma estéticamente indeterminada, cuando la tensión previa, por si sola. no origina
cambios en Jas reacciones de vinculo.
2.3. 7. Esfuerzos exteriores ejercidos por los elementos tensores sobre el hormigón
Esfuerzo de pretensado V, en general, es el esfuerzo de tracción Z del elemento
tensor, provocado por gatos hidráulicos de tesado, que se transmite al hormigón, a través de
los anclajes, como esfuerzo de compresión V (prestresslng force) .
Hay que distinguir aqul entre el esfuerzo de tesado Inicial (lnltial) V0 para el Instante
t = O, al pretensor, y el esfuerzo de tesado v~ remanente (permanent, final) después de
haber deducido las pérdidas de esfuerzos de tesado, debidas a S + K del hormigón y,
eventualmente, por relajamiento del acero, para el instante t = oo.
Esfuerzos de desvlo u y U, que el elemento tensor transmite al hormigón en cada
cambio de dirección (Fig. 2.5) (forces due to changa of dlrectlon) .
9
3
Antecedentes históricos
En el capitulo 20 del libro Spannbeton IDr die Praxis (Hormigón pretensado para
la práctica) de F. Leonhardt figura una descripción detallada de la historia del hormigón
pretensado hasta aproximadamente 1954, con Indicación de las fuentes L1J. El estado actual
de adelanto del hormigón pretensado se basa en las Ideas, los trabaJos y la experiencia de
muchos Ingenieros y clenllflcos, desarrollados en los últimos 90 al'los.
La Idea del pretensado es antiqulsima. sólo basta recordar los zunchos de los toneles
y las llantas metálicas de fas ruedas de madera. la primera propuesta de pretensar el
hormigón fue hecha en 1886 por P. H. Jackson de San Francisco. En 1888 W. OOrung, de
Berlln, solicitó una patente referida al pretensado en banco de tesado. En 1906 M. Ko9nen,
de Berlfn, realizó los primeros ensayos con una armadura , colocada y hormigonada con
tens1ones previas. Hubo presentaciones y ensayos ulteriores que no tuvieron éxito, porque el
pretensado se perdla y no se conoclan todavfa los efectos de la contracción y de la fluencia
lenta. En 1919 K. Wettsteln, de Bohem1a, fabricó tablas delgadas de hormigón, llamadas
Weltsteln-Bretter (Tablas-Weltstein), usando cuerdas para plano fuertemonte tesadas. Fue
el primero en utilizar acero de alta resistencia con tensiones elevadas sin darse cuenta de
que éstas constituyen las premisas determinantes para el éxito del hormigón pretensado.
Probablemente, R. H. 0111, de Alexandra, Nebraska, USA. en 1923, haya sido el primero en
darse cuenta de que deblan emplearse alambres de alta resistencia con tensiones elevadas.
Sin embargo las premisas requeridas para asegurar el éxito del hormigón pretensado
recién fueron fundamentadas en forma lnobjetable por el francés Euglme Freysslnet quien,
en 1928. hizo patentar a su nombre el pretensado con tensiones en el acero de más de
400 N/mm2. El mérito principal de Freysslnet es el de haber Investigado la esencia de la
fluencla lenta y de la contracción del hormigón, extrayendo de la misma fas conclusiones
correctas para el hormigón pretensado. Freysslnet también construyó las primeras estruc-
turas de horm1gón pretensado. En 1941 proyectó el puente en pórtico de dos articulaciones,
sumamente audaz y muy rebajado. sobre el rfo Marne cerca de lucancy que, sin embargo,
reclá./1 pudo ser terminado después de fa guerra. luego se construyeron otros cinco puentes
de iguales caracterfstlcas. sobre ef mismo rfo.
Después se sucedieron rápidamente nuevos Inventos y contribuciones, especial-
mente por parte de Ingenieros alemanes, como los de F. Olschlnger, de Berlfn, quien patentó
a su nombre elementos tensores similares a los de las vigas atirantadas, situados fuera de la
sección de hormigón. En 1938 se construyeron los primeros puentes de hormigón preten-
sado alemanes, para los cruces sobre las autopistas. Se desarrollaron fos primeros proce-
10
dlmlentos de pretensado. Al pnncipio se utilizó el procedimiento de Freysslnet con haces de
alambres de 5 mm, para el cual la firma Wayss & Freytag A.G. habla adquirido la licencia
alemana, y el procedimiento de Dyckerhoff y Widmann (Dywldag) con barras 0 25 de acero
St 600/900. Después siguieron los procedimientos leoba de Leonhardt y Baur, con an-
clajes especiales, de haces de alambres o con los asl llamados elementos tensores con-
centrados, para grandes esfuerzos de tesado.
Entre 1940 y 1942, Gustave Magnel, de Bélgica, desarrolló un procedimiento propio,
con el que construyó ( 1948) el primer puente con vigas continuas sobre el Mosa, cerca de
3clayn, de 2 x 62 m de luz (hormigón pretensado sin adherencia) G. Magneltambién escri-
tió el prl mer libro sobre hormigón pretensado ( 1948).
También debe mencionarse el procedimiento desarrollado por E. Hoyer, Hamburgo,
llamt.do "hormigón con cuerdas de acero" (vigas fabricadas en banco de pretensado con
cuerd~s delgadas para piano de 0 0,5 hasta 2 mm, resistencia 1600 hasta 2800 N/mm2).
Sin emDargo, se comprobó que, aun para alambres tan finos, la adherencia sola es Insufi-
ciente y falla con el tiempo.
A partir de aproximadamente 1949 se precipitó el desarrollo del hormigón pretensado
en muchas aplicaciones para la construcción de puentes y edificios. La competencia entre los
Ingenieros y entre las empresas constructoras condujo a numerosos procedimientos nuevos
para el pretensado. Son de destacar los procedimientos, todavla en uso, de los Ingenieros
suizos Blrkenmaler, Brandestlnl , Ro~ y Vogt, quienes han desarrollado el procedimiento
BBAV con cabecitas de anclaje recalcadas. Los procedimientos Dywldag y Leoba siguen en
desarrollo. Los nuevos tipos de acero para pretensado favorecen la evolución. La l']layorla de
las grandes empresas constructoras alemanas tienen procedimientos propios que, sin em-
bargo, vuelven a desaparecer en parte, después del vencimiento do las patentes, abriendo el
camino a procedimientos más ventajosos desde los puntos de vista técnico y económ1co.
En t 949 y 1950 F. Leonhardt y W. Baur construyeron las primeras grandes vigas
continuas de verlos tramos, alemanas, con elementos tensores constituidos por cables con-
centrados (puente sobre el canal del rlo Neckar en " Obere Badstrasse" en Heilbronn, con
una luz principal de 96 m, y el primer puente ferroviario sobre el canal del rfo Neckar en
Hellbronn (losa hueca de planta oblicua, de cinco tramos). En 1950, U Ftnsterwalder cons-
truyó el primer puente con vigas pretensadas (puente sobre el rro Lahn en Baldwinsteln),
construidas con avance en voladizo, procedimiento que se extendió rápidamente a todo el
mundo, consllluyendo un record alemán en el caso del puente sobre el rlo Rln en Bendorf, y en
Japón un record mundial. con 240 m de luz para el puente Hamana. En Alemania Occidental
comenzaron a desaparecer en primer lugar los elementos tensores constituidos por trenzas,
preferidos en el procedimiento de Leonhardt y Baur, porque las trenzas resultaron ser de-
masiado caras. En el resto del mundo, sin embargo. se Impusieron las trenzas, de modo que
alll estos elementos tensores tuvieron una rápida difusión, como por ejemplo, el procedi-
miento suizo VSL. También el grupo Freyssinet utiliza actualmente, en vasta escala, las
trenzas.
Habrla que mencionar, además, un gran número de Tngenleros que han aportado
numerosas contribuciones, ante todo al sucesor de Freysslnet en Franela, Yves Guyon, cuyo
libro Béton Précontralnt, aparecido en 1951, ha contribuido esencialmente a la difusión del
hormigón pretensado: además está el italiano R. Morandl y en Londres. P. W. Abeles pro-
veniente de la escuela vienesa (Empergar). En Alemania se ha destacado H. Rüsch, de
Munlch, especialmente por sus meritorios trabajos de investigación y como presidente de la
Comisión de TrabaJo " Hormigón Pretensado", la que presidió desde 1943 y que, en 1953,
publicó la DIN 4227.
En 1950 se realizaron las primeras jornadas Internacionales del hormigón pretensado,
en Parls. donde se fundó la Fédératlon lnternationale de la Précontrainte - FIP-, que
celebra un congreso cada cuatro años.
En 1954, F leonhardt publicó el primer libro extenso Spannbeton fDr die Praxis
(Hormigón pretensado para la práctica) que fue traducido a varios Idiomas, primeramente al
ruso, y del que también existe una versión en Inglés con el titulo de Prestressed Concrete,
Deslgn and Constructlon.
En los al"'os posteriores a 1956 el desarrollo se caracterizó prlnctpalmente por el
aumento de la capacidad de los elementos tensores hasta aproximadamente 1500 kN y por
la racionalización de los procedimientos constructivos, espectalmente en la construcción de
puentes. La Investigación y la experiencia pusieron de manifiesto que el pretensado parcial
es en muchos casos preferible, en cuanto a la capacidad de servtcio, con respecto al
pretensado total
12
4
Materiales y elementos constructivos
4.1. Hormigón
En el Tomo 1 de esta obra se han mencionado los aspectos más importantes del
hormigón como material de construcción. Para el hormigón pretensado deberfan utilizarse.
en general, hormigones de alta res•stencia de las calidades B 25 hasta B 55 (en el caso de
pretensado en banco, por lo menos B 35), para que los acortamientos por contracción y
fluencia lenta, que originan pérdidas del esfuerzo de pretensado, queden limitados a valores
reducidos. En las estructuras de hormigón pretensado, adamas, puede aprovecharse la alta
resistencia a compresión de estas calidades de hormigón, mejor que en las estructuras de
hormigón armado. las altas calidades de hormigón proporci onan también una mayor res1s-.
tencía a la corrosión El agua de amasado, en lo posible, no debe contener cloruros (conte-
nido Cl < 600 mg/lltro). Los adilivos requieren un permiso espec1al para el hormi gón
pretensado.
Las calidades de hormigón liviano LB 25 hasta LB 45 también se prestan para la eje-
cución de estructuras pretensadas. Sin embargo, se debe prestar atención a las disposicio-
nes constructivas porque, particularmente, las resistencias a tracción por hendedura del
hormigón liviano son menores que las del hormigón normal. Las lisuras de ese origen atra-
viesan fácilmente, de un extremo al otro, los agregados livianos. El efecto de hendedura debe
ser contrarrestado por medio de una armadura trasversal constituida por barras de pequeño
diámetro (ver Tomo 11, Cap. 7).
La contracción y la 1/uencla lenta del hormigón juegan, en el hormigón pretensado,
un papel importante debido a las pérdidas en los esfuerzos de pretensado; en lo que respecta
a las bases del cálculo, ver [O], Tomo l. Sec. 2.9.3.7.
En cuanto a las consecuencias de la contracción y de la lluencla lenta, cabe todavla
comprobar una diferencia entre el hormigón armado y el hormigón pretensado. Considere-
mos en primer lugar la contracción (para la que se adopta el sublndice S, de Schwlnden =
contracción, apartándose de la norma, para diferenciarlo del s que Indica al acero para
hormigón armado).
En el hormigón armado el acortamiento Esf resulta Impedido por la armadura; el
hormigón efectúa con ello un trabajo, produciendo, debido a la adherencia, una compresión
en el acero y, en consecuencia, tracción en el hormigón, la que puede provocar fisuras de
contracción. Debido a la armadura, el acortamiento se reduce en el valor 6 Esf (Fig. 4. 1)
13
n~ts
Por consiguiente, 6 ES depende de ~ts = As/Ab y n = E5 /Eb. siendo fl ES = ES·
1 + n~ts
En el hormigón pretensado, inversamente. el acero para pretensado es el que efectúa
un traba¡o mientras cede al horm1gón una parte de la energla almacenada en el tesado previo
durante el acortamiento ES, favoreciendo con ello el acortamiento por contracción. Con esto
no se afecta a la adherencia. Debido a la pérdida del esfuerzo de pretensado V S· provocada
por la contracción, disminuyen la tensión de compresión ub. YO produclda por el esfuerzo V 0
de pretensado inicial y el correspondiente acortamiento Eb. Yo del hormigón en fl Eb· el
que, después de transformar V s para 'P = o conduce a una expresión similar a la anterior,
es decir fl Eb = n~tz ES, si se desprecia la fluencla lenta (1/1 ... O). Con ello,
1 + n/o'z
en realidad, generalmente se tendrá /o'z << lo's· Sin embargo, el hormigón permaneceré
comprimido y el acero traccionado mientras actúe el pretensado. Lo mismo es válido para
el efecto de fluencla lenta.
CONCLUSIONES.
Hormigón armado
----f-t
- *
1" f Ab
1.....------;,.s--As~
. .
lls =
r--s-in__ A_s----------,1
t Jtst1
.. nlls tsr
~u Es(= 1• n lls
,,-,-.-11-.-2-.-.-~-~-:-:-:e-,s-~-;-~-:-:-;1:
" ... acem, "acclóo eo el ho•mlgoo
tensiones
reducidas
C1b y C72 Vs "llz
ÓEb"' AbEb = 1·nlls ts. cuando '{J • o
14
sus valores totales. Sólo se admite una reducción, cuando la zona considerada lleva una
fuerte armadura de acero para hormigón.
1. Resistencias elevadas. para mantener reducidas las pérdidas del esfuerzo de pretensado
debidas a contracción y fluenc•a lenta del hormigón o por relajamiento del acero. El limite
de alargamiento 0,01 % (limite elástico) debe ser alto para que el relajamiento del acero
tesado sea pequer'lo (ver Sec. 4.2.6). El limite 0.2 % también debe ser alto, para que el
acero pueda comportarse elásticamente en caso de ellcesos de carga y que sea posible
aprovecharlo al máximo para la carga portante requerida.
2 . Buena tenacidad, para que los aceros para pretensado no sufran una rotura frágil por
defectos mecánicos (entalladuras) , por deformación en lrlo junto a los anclajes, o por
otras causas.
3. Sensibilidad reducida a la corrosión, especialmente a la corrosión por tensión.
4. Tolerancias pequer'las de las caracterlsticas de la sección, para facilitar el control del
pretensado obtenido; teniendo en cuenta que se miden los alargamientos de los elemen·
tos tensores, los que se comparan con los valores calculados previamente sobre la base
de las caracterlstlcas de las secciones transversales.
5. Grandes longitudes de fabricación para evitar empalmes y pérdidas de material en los
casos de elementos pretensados de gran longitud.
6. Para el pretensado en banco y para los anclajes por adherencia deben darse las condl·
clones para la obtención de una elevada resistencia de adherenc•a.
15
12,2 mm de diámetro inclusive). Ensayo de plegado según la DIN 50 11 1 (para
alambres > 12,2 mm de diámetro y para barras).
2 3. Propiedades a largo plazo
la resistencia oscilante a la fatiga se determina para dos tensiones superiores
correspondientes al 55 'Yo de la resistencia a tracción y al 90 'Yo del limite de escurri-
miento, de acuerdo con el procedimiento de Wohler. la relajación se determina, para
las tres tensiones Iniciales del 60, 70 y 80 'Yo de la resistencia a tracción, a tempe-
ratura ambiente Interior. El comportamiento a la corrosión se determina empleando
diferentes disolventes de prueba.
2.4. Comportamiento a la adherencia
En tanto que los aceros para pretensado hayan sido previstos también para su
empleo en bancos de tesado, o bien para anclaje extremo. sea éste por adherencia.
o por fijación y rozamiento. se determina. además. su comportamiento a la adheren-
cia.
Ensayos :
El flujo de la producción es controlado en profundidad por un procedimiento que com-
prende una supervisión propia y otra externa. Para esta última, el Instituto para la Técnica
de la Construcción ha seleccionado laboratorios especiales. Una vez concedida la aproba-
ción, el fabricante debe firmar, con uno de los laboratorios seleccionado, un contrato de
supervisión de su producción. El comienzo de la producción está supeditado a la aceptación
del contrato por el Instituto citado.
Garantla:
El cumplimiento de tos valores garantidos segun el certificado de aprobación, es
supervisado sobre la base de ensayos de control mediante métodos estadlstlcos aplicados
a la producción total Es determinante el percentll del 5 o/o del total de cada tipo de ensayo
realizado.
Para determinadas propiedades deben cumplirse los siguientes valores mlnlmos· el
alargamiento de rotura 6 1 o (longitud de medición = 1 O veces el diámetro) debe ser por lo
menos del 4 al 6 o/o, y la deformacron uniforme (deformación regular fuera de la zona de
estrlccion) por lo menos del 2 o/o. la disminución de la resistencia a la tracción debida a un
únrco doblado y desdoblado no debe sobrepasar el 5 o/o. Los alambres y las trenzas enro-
llados sobre anillos o carretes para su transporte, deberfan quedar rectos después de haber
sido desenrollados. Esto presupone que los diámetros de los anillos o carretes se eligen en
forma tal que las tensiones de borde por flexión, debidas a la curvatura, no sobrepasen el
limite de elasticidad.
La elevada resistencia exigida para los aceros de dureza natural se obtiene mediante
aleacrones con manganeso. silicio y vanadio, con un contenido srmultáneo de carbono
relativamente elevado. Asf resulta que el acero tipo SI 835/1030 contiene aproximadamente
O. 7 o/o c. 1,5 o/o Mn y o,7 o/o Si, mientras que el St 1080/ 1230, con los mismos porcentaJes
anteriores contiene, además, 0,3 o/o de vanadio. Ambos tipos de acero presentan textura
perlltica y se fabrican en barras con superficie lisa o con nervaduras hellcoldafes. laminadas
en caliente. Después del laminado en caliente estas barras de acero además se estiran y se
revienen a aproximadamente 300° c. para elevar el limite de escurrimiento y el limite de
elasticidad con respecto a los que correspondlan al estado luego del laminado. los dlémetros
más usuales varlan entre 26 y 36 mm.
16
4.2.3.2. Alambres de acero para pretensado
Los alambres de acero para pretensado se producen según dos métodos distintos
de fabricación · la beneficiación de alambres aleados {heat treated steel) y el trefilado en frfo
de alambres no aleados, laminados en caliente (cold drawn wlres)
En la beneficiación se lleva un alambre ligeramente aleado con aproximadamente
0,5 o/o e, 1,6 % Si, 0,6 % Mn y 0,4 % Cr, laminado en caliente, a las condiciones deseadas,
mediante un tratamiento térmico de vañas etapas. Para ello los alambres se llevan, en pro-
ceso continuo, a la temperatura de temple (aprox. 900° C) y, después de enfriados brusca-
mente en un baflo de aceite, se revienen en un baño de plomo (aprox 450° C) para obtener,
con una buena tenacidad, limites de escurrimiento mlnimos de hasta 1420 N/mm 2 y resis-
tencias mlnlmas a la tracción de hasta 1570 N/mm 2. Las temperaturas de tratamiento deben
adaptarse, en cad a caso, a la aleación existente. Durante el proceso de benetlciac•ón se
producen considerables transformaciones en la textura Interna, la que, en el estado final,
presenta un grano muy fino (Fig. 4.2).
Con un proceso de trefllación múltiple que reduce la sección de un alambre laminado
con aprox. 0,8 % C, 0,2 % SI y O, 7 % Mn, en casi un 90 %, se puede obtener para los
alambres trefila dos en lrto , las cualidades de resistencia deseadas. Para el proceso de
trefilado es necesario que el ala mbre a trefilar posea una estructura sorbftlca especial,por
calentamiento a 900·1000° C, enfriado en baño de plomo o salino de 450·560° Coque la
disminución de sección del alambre durante el trefilado y enfriamiento se efectúe en forma tal
de obtener una estructura Interna que corresponda al proceso citado.
Por el trefilado resulta para los alambres un limite de elasticidad demasiado reducido.
razón por la cual se reviene el alambre trefilado a unos 400° C. con el objeto de elevar los
limites de elasticidad y de escurrimiento hasta los valores deseados En comparación con la
beneficiación de los alambres, queda un relajamiento mayor. Este relajamiento puede ser
mejorado mediante una estabilización adicional. Para ello el proceso de revenido se efectúa
bajo tensión de tracción.
En el caso de alambres trefilados con superficie perfilada (/ndented wlres) al proceso
de trefilado se agrega el de perfilado superficial. durante el cual el alambre pasa a través de
rodillos adecuados que le transmiten una elevada compresion transversal En la fabricación
de trenzas, alambres lisos trefilados de 4 a 5 mm de diámetro se retuercen en las as! llama-
das máquinas tranzadoras formando trenzas helicoidales de siete hilos con un paso deter-
17
......
())
U milo Limite de f'tasisJencl~
Alarg¡¡¡- Módulo
Acero para Caracteristlcas de la sección Diámetro, resp., sección de escurrí- ala miento de de
pretensado elastlclcJad miento tracción rotura elasticidad ·
JI o
01 ~o. 2 fJz 6
10 Es
2 2 2 2
Tipo Calidad Forma mm res p. mm N / mm N/mm N/mm : o/o N/mm
redondo, líso 26 - 32 - 36
St 835/1030 735 835 1030 7
redondo con
Laminado en
caliente
nervadura helicoidaJ 26,5 - 32 - 36
le!!tlrado, revenido
St 1080/1230
redondo, liso 26 - 32 - 36
9 50 1080 1230
redondo con
nervadura hellcoidal 26, 5 - 32 - 36
redondo con
benell ciado St 1325/1470 nervadura hellcoi dal 16 1 175 1325 1470 1
beneficiado St 1420 / 1_570 redondo, nervurado 6,2 - 7, 2 - 8,0-10-12- 14 1 220 1420 1570 6
1
4, 5 X 10 , 0 Q 40 !
plano, nervurado
5,4 x ll , O Q 50 1
7, 9 X 15, 5 .Q 11 4
trefilado en lrfo 1st 1375 1 1570 redondo, Uso 8- 9 - 10 - 12,2 1130 1375 1570 2. o5 · uf
1
Tabla 4.1. lista de los aceros para pretensado más importantes aprobados en Aleman1a.
minado (1 O a 14 veces el diámetro de un alambre). Las uniones soldadas de cada alambre
se disponen desplazadas, de modo que es posible obtener grandes longitudes sin que la
resistencia resulte mayormente afectada. En general las trenzas se someten nuevamente
a un revenido (stress relleved) , con el objeto de alcanzar el elevado limite de escurrimiento
requerido.
En las trenzas, la carga de rotura es inferior a la suma de las cargas de rotura de cada
alambre, por lo que la resistencia a la tracción debe referirse a la trenza terminada.
Al tesar las trenzas se produce en primer lugar un alargamiento anelástico, denomi-
nado estiramiento o acomodamiento de la trenza. por lo cual la medición de las deformacio-
nes no debe efectuarse a partir de un estado libre de tensiones. sino de un punto inicial con
una tensión de aproximadamente 0,2 uvo·
Los aceros para pretensado más importantes admitidos en Alemania se han tncluido
en la Tabla 4.1. La nómina completa de los aceros para pretensado admitidos está registrada
en el Instituto para la Técnica de la Construcción, Berlln.
En la Fig. 4.3 se han representado los diagramas tensión-deformación de los distintos
aceros para pretensado, comparados con el acero para hormigón 8 St 420/500.
La deformación en frro reduce sensiblemente los limites de escurrimiento y de elasti-
cidad de todos los aceros para pretensado. En la Fig. 4.4 se muestra. a titulo de eJemplo, la
Influencia de una deformación en frfo por doblado y desdoblado, sobre el diagrama tensión-
deformación de un acero beneficiado.
1800
V
/ -
....... vSt 1570/1770
1600
11.00
-- ""
r--..
v-st 11.1011670
vSt 11.20 /15 O
v-st 1080/1230
'
~
1200 /
N
E v-st ¿35/1030
~
~ 1000
[.....--
eQ) /
e 800
•O
·¡¡;
eQ) ¡...- B St 1.20/500 RK
600 /
f-
V r--.. t\.
1.00
200
L0 : 10 • d0
1 1
2 l. 6 8 10 12 11. 16
Deformación especifica E en 'Yo
Flg 4.3 01agramas tenslón·delormación de los tipos usuales de acero para pretenaado, comparados
con el correspondiente al acero para hormigón 8 SI 420/500
19
1-1'---"~--l-+1-7"-l l no solicitado
l previamente
~doblado y
e: 1 desdoblado
Cl)
e:
.. 'O
¡¡;
e:
:'l
20
Ftg. 4.4. Modificación del diagrama tensión-
4 e ,o deformación de un acero beneficiado SI 1430/
2 6 12
1570 luego de la deformación en frlo (doblado
Deformación en °/oo y desdoblado).
20
El tiempo total entre la ejecución de los elementos tensores y la Inyección del mortero
de cemento debe hmitarse al máximo. Los periodos de tiempo admisibles bajo circunstancias
favorables figuran en la DIN 4227. SI dichos periodos de tiempo se sobrepasan o si existen
condiciones desfavorables, deberán adoptarse medidas adecuadas que aseguren que los
aceros para pretensado se mantienen secos dentro de las valhas.
En la estructura terminada no existe ningún peligro de corrosión (contra la opinión
de algunos lnveshgadores). cuando la Inyección del mortero de cemento se etectua cuida·
dosamente de acuerdo con las normas y si se observan las reglas Indicadas en el Cap. 8
13J.--+-1- Tensrón en
t21--+--t- %de {!J,
ni
(j
11 11
e: revenido
Q)
- revenido
g
....
g_.,
oe: 'O
g ":" 7
E ~
o 10 6
~e
QCI
21
... 9 1
'o 1
Tensión Temperatura
1 de
·' ensayo
... 8 f-
en °C
... 0,52 ~
/ /
;
e:
7 2081" L,
~ 6 / 205-
•
~ 5
/L
/ /
¿
CD
t.
- - sin revenido
V/ V
o
~ 3 - revenido // V /.87
Flg. 4.5 b Influencia de la
·' -;/'
e
:g 2
/ temperatura sobre la deforma·
clón por lluencla lenta con una
-~ ...- ~
111 /
--
61) 1t.S
...o
E
......~ tOO
100 tensión u • 0,52 fJz para St
~ .l...-. 1240/ 1670, en función del
~
o tiempo de carga (segün A.
0001
~ 0,1 0.5 1 S 10 f 1 50 100 PIOtzenreuter, Elsen und stahl.
Duración de la carga en horas 20 3920 1960, pág. 1321).
tenslón·lnlclal u 0 temperatura
en % de f3z de ensayo
b
111
.,.
't)
e
111
o
2
t.
0::::::: ..........
......... -
......... .......
......
~
o. ~ llz-
"""
0,7 t
--... - J:).>oc ti-
.... ~ / 2poC
-,...
~ 6 ... ""i
-¡; o.8~~ ......: ....
1
~ 8 .... .... t.boc H
~ 10 'J.
111
'"";:....
't) 12
¡;¡¡. ~~ Flg. 4.5 c. Relajación de un
o 10 20 50100 mo 10<XX) '00000 alambre revenido en función
Duración de 1a 1ensIón en hor as / de la tensión lnlclal y de la
10 100 años temperatura.
Las deformaciones del acero para pretensado dependientes del tiempo, anteriormente
se determinaban casi exclusivamente mediante ensayos de lluencia lenta, porque dichos
ensayos son menos costosos que los de relajamiento. Luego se determinaba la relajación
por cálculo partiendo de los valores de lluencla lenta obtenidos. Confo resultado de los
ensayos de fluencla lenta con distintas tensiones y periodos de tiempo se definió el " limite
técnico de fluencla lenta'' como la tensión para la cual el acero para pretensado, en el
periodo de tiempo comprendido entre los 6 minutos posteriores a la aplicación de la carga
hasta la milésima hora, experimenta una deformación diferida del 3 o/o de la que corresponde
a la deformación que se alcanza por la carga continuada. Cuando se trata de tensiones que
alcanzan el limite técnico de fluencia lenta, en general no se tienen en cuenta las pérdidas de
tensión del acero para pretensado, en función del tiempo.
Hoy dla es corriente determinar la relajación de los aceros para pretensado mediante
ensayos directos. A este respecto los certificados de aprobación de los aceros para preten·
sado Incluyen directamente los valores de cálculo de la relajación para distintas tensiones
lnic1ales y periodos de !lempo.
La Flg. 4.5 a muestra las deformaciones por fluencia lenta de un acero para preten-
sado para distintas tensiones y la Fig. 4.5 b enseña la influencia de la temperatura en el caso
de tensiones reducidas. La Fig. 4.5 e corresponde a las curvas de relajamiento de un alambre
SIGMA beneficiado para distintas tensiones iniciales y temperaturas. obtenidas de ensayos
de hasta 10.000 h de duración, extrapoladas hasta 100 al\os.
22
Los ensayos de fluencia lenta y de relajación se efectúan, en general, solamente hasta
1000 h. aunque las deformaciones dependientes del tiempo o. respectivamente, las pérdidas
de tensión, no hayan finalizado. Para tensiones más elevadas y duraciones mayores, tanto
los alargamientos como las pérdidas de tensión, utilizando para los tiempos una escala loga·
rltmica, aparecen representados el'l forma aproximadamente lineal, respondiendo a la
relación
(k , k = constantes)
1 2
De ahl que resulte posible extrapolar los resultados para periodos de tiempo largos.
En la Fig. 4.6 se han representado las pérdidas de tensión luego de transcurridas
tipo de acero
ID
'O
* 20 - SI 1470/1670
,~ f-trelllado
(rolajaclón normal)
,.~
S I 157011770
L - , V trenza
/ /... s t 1o8o/1230
./ ~L estirado y revenido
/ L 1' L ~SI 1'3 75 / 1570
V / V/ k trefilad o y revenido
~/
/ 'i , (relajaclón muy reducida)
/ V " S t 14 20 / 1570
....~
¡........
....~ t/ V [/ beneflclado
_.,
Fig. 4.6. Relajación da .....
los aceros usuales para
pretensado luego de 50 60 10 80 G %11 1
1000 horas Tensión Inicial en % de fjz
Tabla 4.11. Valores de célculo de las pérdidas de tensión ~u,, 1 en % de la tensión Inicial de los aceros
para pretensado usuales según los certificados de aprobación,
23
1000 h, para distintas tensiones Iniciales, de los aceros usuales para pretensado. En la
Tabla 4.11 figuran los valores esenciales de cálculo de la relajación de los principales tipos de
acero contenidos en los certificados de aprobación. De ambas representaciones (Fig. 4.6
y Tabla 4 .11) surge la existencia de diferencias considerables de la relajaetón en función del
tipo de acero. Segun la OIN 4227, Parte 1, edición de diciembre de 1979, deben tenerse en
cuenta dichos valores de la relajación para el cálculo de las estructuras.
4. 2.6. Influencia de temperaturas altas y bajas sobre los aceros para pretensado
Los aceros de dureza natural y los deformados en lrfo se comportan en forma
muy diferente durante y luego del calentamiento. En la Flg. 4. 7 se ha representado la relación
entre el limite de escurnmlento durante o después del ensayo y el limite de escurrimiento
al entregar el material, en función de la temperatura del ensayo.
El conocimiento de las propiedades de los aceros para pretensado sometidos a tem-
peraturas elevadas, no solamente tiene importancia en la protección contra incendios sino
también, por ejemplo, en la técnica de la construcción de usinas termonucleares. Lo expre-
sado también es válido para estructuras destinadas al almacenamiento y transporte de gases
licuados, en lo que respecta a bajas temperaturas.
En el caso de temperaturas elevadas, la resistencia a la tracción, según el tipo de
acero, se mantiene sin modificación hasta unos 250° C; sin embargo, las pérdidas de tensión
en fun ción del tiempo (relajación) aumentan considerablemente.
SI las temperaturas elevadas actúan sólo temporariamente, la Influencia sobre las
propiedades, en general, es de poca Importancia hasta aproximadamente 3ooo C. Por ejem-
plo en el caso de un lncend1o, en que el acero para pretensado haya estado sometido a
temperaturas elevadas en lorma transitoria, es pos1ble estimar, mediante las Figs. 4. 7 y 4 8 a,
las propiedades existentes en aquél, luego del enfriamiento. De dichas figuras es posible
deducir, entre otras cosas, que las variac1ones del limite de escurnmlento y de la resistencia
a la tracción dependen, en medida considerable. del tipo de acero y que son mlnlmas para
barras de acero de dureza natural
Flg. 4 7 Limite 0,2 % del acero (/Jo 2 ) para temperatura elevada (2 1/2 a 3 112 h de calentamiento y 1 de
incandescencia) y luego dol enlriam1ento a partir de la temperatura alta on cada caso refendos al
valor original a - 20° e (condlclon de sumlmstro)
( 1) acero en barras St 600/ 900, 0 26 mm, de dureza natural y laminado en caliente.
(2) alambre de acero para pretensado beneficiado SI 1450/ 1650, 0 5.2 mm
(3) alambro de acero para pretensado, trefilado y revenido, aprox St t 500/1700, 0 5,0 mm.
24
temperatura de Incandescencia en °C
Flg. 4.8 a. Influencia de 1 h de Incandescencia con distintas temperaturas, sobre el limite de escu-
rrimien to y la resistencia a la tracción de aceros para pretensado aceptados, luego de enfriados.
l temperatura de ;;;;;yo en oc
rr·t-t·-· -1¡6 ---.
-·-· ·- -78 1
";.---.-· , _ ·20
o
Cii e
r 1
> limite de escurrimiento '()
LOO
l. O
0o~~2--~
, --~6~~8--~1~
0-
-200 -100 O 100 200 300 l.OO
temperatura de ensayo alargamlento en %
en °C
Ftg. 4.8 b. Modificación de las propiedades Flg. 4.8 c. Influencia de las baJas tempera-
mecánicas de un alambre beneficiado para turas sobre los diagramas tensión-deforma-
temperaturas comprendidas entre - 200 y ción de un alambre benellclado.
-i 4QQO e,
25
obtenidos con alambres trefilados, no disminuye. Estos aceros también se han comportado
en forma satisfactoria en la práctlca para la construcción de tanques y depósitos similares.
Deben evitarse las cargas de Impacto, las cargas puntuales elevadas y las dobladuras
en ángulo agudo [20].
En lo que respecta al comportamiento de los aceros para pretensado en estructuras
pretensadas de hormigón bajo la acción del fuego, se recomienda el trabajo de la FIP-CEB-
Report on methods and assessments of the tire resistance of conctete structura1 members,
1978 (Informe sobre métodos y valuación de la resistencia al fuego de partes estructurales
de hormigón, 1978).
4. 2. 7. Influencia de/a presión trasversal sobre la resistencia de los aceros para pretensado
(lnfluence of lateral pressure on the tenslle strength of prestressfng steel)
Toda presión trasversal de importancia reduce la resistencia a la tracción de una
barra.
Resultados experimentales: La presión trasversal ejercida en forma de tenazas, por
cuchillas endurecidas de bordes redondeados, sobre alambre beneficiado de 0 5,2 mm,
St 1600, condujo a las siguientes reducciones de resistencia (Fig. 4.9) :
Presión trasversal en kN
Disposición según o 1 2 3 4 5 6
Reducción de la resistencia en %
Flg. 4.9 a) (recta) 2, 4 2 , 4 5,9 8, 9 10 7 13,7
Frg. 4.9 b) (desvro de 60) 2, 4 5,4 7, 7 9, 5 13, 7 16, 1 19 , 1
26
deberla sobrepasar aproxi madamente 300 N por mm de longitud de alambre. En trenzas la
presión transversal deberé mantenerse por debajo de 120 N/mm. Los cantos de las super-
fieles de apoyo deben redondearse. Las superficies de apoyo deben ser de un acero más
blando que el de los alambres tensores.
Fig. 4. 10. Eliminación de las tensiones de flexión, por deformación pi..Uca al aumentar el esfuerzo
axll en una 'barra curvada. Prácticamente. la resistencia a la tracción no dlamlnuye por causa de las
tensiones de llelllón.
27
En ala mbres de 5 mm de St 1500, doblados sobre un mandril fijo de r = 4 d mediante
una palanca de doblado deslízable, la reducción de la carga de rotura, en el caso de acero
trefilado en frfo, resultó ser del orden del 6 al 8 o/o y, para acero beneficiado, del 1 al 2 % ( 1 ],
Sec. 2.1.6.
En tranzas y cables las tensiones de flexión se compensan con pequeños desliza·
mientas longitudinales de los alambres, los que en parte están ubicados en el lado trae·
cionado, y en parte, a una distancia de medio paso, en el lado compnm1do. De acuerdo con
el estado actual de las experiencias, en las trenzas de 7 alambres para lazos de anclaje, los
radios de curvatura mayores que unos 50 d son innocuos (d a diámetro exterior de la trenza
o cable), siempre que la trenza esté " blandamente" extendida en el hormigón.
ronslon
z
E
E
..... 0,9
r
# s oteollva
e:
Q)
....
o
c:
zona de rnterés para
~10C<l
pretensado ::J
111
>.
·¡:
o u u p, oj, rr1 • v
Q)
~
tracción ( •)
111 1
numero de ciclos N "211108
Q)
e:
o -l..- __j
u;
e: 500 1000 1500
~
tensión media en Nlmm•'
Flg 4 11 Otagroma de lallga segun Smlth Fig 4 11 b Otagrama parcial dfl lc1 resistencia
para la zona de tensiones oscilantes, y pulsantes a la fatiga segun Smtth do aceros para pretensa
de tracción do con superficies diferentes
28
{o dinámicas) de la resistencia a la fatiga determinadas en la forma Indicada, para un deter-
minado acero, obtenemos el denominado diagrama de fatiga de Smlth, del cual en el caso
mostrado sólo aparecen las zonas correspondientes a cargas pulsantes de tracción y parte
de las oscilantes.
Mientras que en las estructuras de hormigón armado. en casos aislados, la resisten-
cia a la fatiga para cargas oscilantes puede tener Importancia, para el análisis de las estruc-
turas pretensadas como consecuencia de la tensión previa únicamente interesa la reQJón de
las cargas pulsantes de tracción ubicada por encima de la tensión Inferior u u originada por el
pretensado. Al aumentar la tensión inferior, disminuye un poco la amplitud tolerable de esa
pulsación. La máxima tensión superior resulta restringida por el limite de escurrimiento.
Para los aceros para pretensado se ha generalizado la costu mbre de determinar la
amplitud de la oscilación de la resistencia a la fatiga para dos horizontes, uno, inferior,
correspondiente a la tensión nominal del pretensado y el otro, supenor. al 90 'Yo del llm1te de
escurrimiento. Entre estos dos valores limite el desarrollo del diagrama de Smlth, con buena
aproximación, es lineal. La Fig. 4 . 11 b reproduce los diagramas de Smlth correspondientes
a dloha zona, de algunos tipos esenciales de aceros para pretensado. De la figura, entre
otras cosas, resulta que prácticamente la resistencia a la fatiga por tensión pulsante de
tracción queda determinada casi exclusivamente por la superficie de los aceros y no por sus
resistencias.
Las amplitudes de oscilación de la resistencia a la fatiga, determinadas en los ensayos
de aprobación efectuados en aceros para pretensado, para las condiciones de ensayo Indi-
cadas, figuran como pautas en los certificados de empleo. Como valores garantizados para
los aceros para pretensado usuales, pueden considerarse los valores aproximados que
aparecen en la tabla siguiente.
')
alambre
Usos 240 N/ m m "
barra de acero
alambre - nervura do
2
alambre - perfilado 200 N/mm
trenzas
alambre roscado 2
190 N/ mm
barra roscada
Ao
Z
=n (o
b. VO
adm-ob
1 8
+k)
29
en cuenta una pérdida de tensión por contracción y fluencia lenta de 4 N/ mm 2, con n ,.. 6
se obtiene
2
ll a máx
z
= 6 (18-4) = 84 N/ mm .
Esto quiere decir que para pretensado total existe, por lo menos, una seguridad doble
contra la rotura por fatiga del acero para pretensado. Este valor es muy superior al de la
seguridad a la fatiga de las estructuras de acero o de estructuras normales de hormigón
armado.
En el Cap. 7 se mostraré que también en el caso de pretensado parcial, para grados
de pretensado ~< > 0,3, el aumento en las tensiones del acero para pretensado, aun en el
caso de sobrecarga móvil total, se mantiene por debajo de Ji Uz = 150 N/ mm2. la resisten-
cia a la fatiga del acero para pretensado es suficiente, también para pretensado parcial,
cuando el grado de pretensado adoptado es mayor que K = 0,3.
La influencia de presiones trasversales o similares. en zonas de anclaJe o de empal-
me, sobre la resistencia a la fatiga del acero para pretensado, se trataré juntamente con los
anclajes. Este problema debe ser considerado cuidadosamente en las zonas de acople
de elementos tensores.
4.3. Vainas
Para el pretensado con adherencia posterior, los aceros para pretensado deben co-
locarse de forma que puedan deslizar, dentro de tubos (ducts) denominados vainas. Actual·
mente se las fabrica, en general, utilizando flejes de chapa de acero laminado en frlo, de 0,2
a 0,35 mm de espesor. Su superficie es corrugada, en forma hellcoidal (Fig. 4.12) para que.
en las uniones, puedan colocarse manguitos roscados.
Las ondas trasversales confieren rigidez a la vaina y mejoran la adherencia del hor-
migón y del mortero de Inyección, debido a las ondulaciones. Permiten, además, curvaturas
por flexión con radios relativamente reducidos, de modo tal que los elementos tensores de
gran longitud pueden ser arrollados sobre carretes para su trasporte (Fig. 4.13).
30
Flg. 4. 13. Elemento tensor longitudinal, con
su vaina, arrollado para su transporte.
31
4.4. Mortero de Inyección
El mortero de Inyección sirve para establecer la adherencia posterior del acero para
pretensado con el hormigón, y como protección contra la corroslon. Es un componente de
Importancia en todas las estructuras pretensadas con adherencia posterior Luego de mu-
chos a"os de mvesllgaciones y ensayos se originaron las Directivas para la Inyección de
mortero de cemento en las vainas de pretensado, última edición de 1979 como Parte 5 de la
DIN 4227.
32
5
Adherencia
33
FA está representada por la superficie rayada comprendida entre la circunferencia
envolvente y los alambres, d es el diámetro de dicha circunferencia y v el paso de la hélice de
los alambres exteriores. gen,ralmente igual a 12 0 de la trenza.
La longitud necesaria de anclaje, requerida por el esfuerzo de pretensado Inicial,
figura en los respectivos certificados de aprobación de los aceros para pretensado.
Para pretensado oon adherencia posterior la resistencia por adherencia de los ele-
mentos tensores depende en cada caso de las propiedades del mortero de Inyección. En el
caso de aceros lisos para pretensado, por ejemplo, varios alambres lisos, es determinante la
resistencia por adhesión. que puede llegar a ser muy reducida (puede descender hasta
0,5 N/m m2).
En el caso de barras o alambres nervurados y también en trenzas se origina, tanto en
el acero para pretensado como en las vainas corrugadas. adherencia por corte. Pero esta
adherencia por corte del mortero de cemento endurecido, que no posee granos gruesos. ni
siquiera granos de arena. es Inferior a la correspondiente al hormigón normal. En 1960
R. Walther Investigó en el Instituto Otto-Graf de Stuttgart, la Influencia del contenido de finos
en hormigones normales, sobre la resistencia por adherencia [3] v determinó que ésta dls-
minula considerablemente al aumentar el contenido de finos. Esto es fácil de explicar,
porque en el hormigón la resistencia al corte de los pequeños dientes de hormigón depende
considerablemente de la trabazón de los agregados. En el mortero de Inyección sólo existen
materiales finos.
Por ello es necesario reconocer que /a resistencia por adherencia de los elementos
tensores Inyectados puede resultar mucho menor que la de los aceros nervurados horml-
gonados.
Ensayos efectuados por Leonhardt con elementos tensores Inyectados, constituidos
por barras lisas de 0 26 mm y St 600/900, pese a la elevada resistencia del mortero utilizado,
del orden de Pmo = 40 N/ mm 2 y a pesar de que la Inyección se efectuó en posición vertical
(¡posición favorable!) condujeron a los resultados siguientes:
2
para ubicación centrada de la barra ~,. 0,9 N/mm
1
para ubicación asimétrica de la barra ~ ,. O, 5 N/mm 2
1
34
mortero ----1~""""..~~
vaina - -f7'?"n''il
1(0
120
100
80
70
Flg. 5.3. Diagramas esluorzo-despiRzamlento. valores pro mediados do numerosos ensayos (segun
Trost y otros)
a) para tos elomen1os tensores Q) a @ segun Tabla 5 .1;
bl par3 elementos tensores formados por trenzas con Va adm 2630 kN según @ do Tabla 5 l.
36
barras lisas las fisuras no mostraron inclinación alguna, por cuanto no se produjo adherencia
por corte.
La posición del elemento tensor, centrado en la vaina o adyacente a su costado, no
tuvo ninguna influencia esencial sobre la resistencia por adherencia, solamente para las
trenzas, la posición lateral condujo a una disminución.
Un grado de llenado elevado Az : Avaina es más favorable que uno reducido. es decir,
una capa delgada de mortero entre el elemento tensor y la vaina aumenta la adherencia por
corte, porque las bielas comprimidas son menos inclinadas.
La Fig. 5.5 muestra. además. el comportamiento a la adherencia en función de la
tensión de adherencia T 1 referida a f3mo• calculada con el " perlmetro activo U¡z" , que se
indica en la Sec. 5.2. Los grandes elementos tensores con esfuerzos admisibles de hasta
V 0 = 2630 kN condujeron a valores semejantes de la tensión de adherencia.
La calidad del hormigón usado en los ensayos, B 25, era conscientemente baja; sin
embargo, la adherencia falló, en todos los casos, en el mortero de Inyección, pese a su mayor
resistencia, del orden de los 50 N/mm2.
Trost recomienda distinguir entre la tensión de adherencia que corresponde a un
desplazamiento ll = 0, 1 mm para verificar la limitación de fisuras, y un valor limite de la
resistencia a la adherencia para ll = 0,5 mm. Para la adherencia por adhesión y fricción ,
dichos valores dependen de ~. para adherencia por corte, de {3 mo·
Dado que las condiciones de ensayo en la zona de inyección del mortero fueron más
favorables que las que es posible alcanzar en la práctica, donde el endurecimiento del
mortero no se produce bajo presiones tan elevadas y permanentes, pueden, naturalmente,
presentarse en la práctica valores mucho mas bajos. Esto es válido sobre todo para los
grandes elementos tensores con vainas de hasta 130 mm de diámetro, utilizados actual-
mente con frecuencia. En los grandes elementos tensores la relación entre su sección y su
perfmetro y con ella la del esfuerzo de adherencia que puede absorberse. con respecto al
esfuerzo en el elemento tensor, es más desfavorable que en los elementos pequeños.
_ l _t_
/Jmo lt N/mm2
0.28 11.,0
~
0.21. 12.0
/~
/
o. 20 10.0 1 -· /
0 ,16 B.O 1 /
--- --·-" ----
®
.,., .....,.. ...... .
/ ¡.....··-··
Q)
........ - :..=
¡....--- ·- (b)- ·
't l
0.12 6.0 1 f'/""........
,
-·-·
....., .
V/3m o
0.56 0.08 l. ,O 71
0.28 00 1. 2.0
7'.
1
......... ............... . ··-·-··· .............. (i)
o o
Ir- @
37
Para las condiciones usuales en la práctica, puede calcularse con los siguientes
val ores de la adherencia, en el caso de f1mo = 30 N/ mm 2•
Limite Inferior de los valores de las tensiones de adherencia para IJmo • 30 N/mm2
barras y manojos
de alambres. lisos o l, o 1, o 0,2
al ambres planos 0 , 02 a
nervurados y trenzas 0 , 025
2, o 2,7 0,4
Tabla 5.11.
Ellas figuran en la columna de la derecha de la Tabla 5.11 y coinciden con los resulta-
dos de los ensayos de Trost.
Las tensiones de adherencia, en parte relativamente bajas, Influyen en la carga por·
tanta que puede alcanzarse (carga limite o carga de rotura) y en la contribución de los
~
fJ rno para t:. :: O.1 mm
0.25
o
D
0.20
1
0.15 _,.
•
•
~
.,. •
W'
0 10
D
a. r•
0.05
• 1· Flg. 5.6. Tensiones de adherencia
o
t 1"" relativas T 1 para 11 - o, 1 mm según
los ensayos de Trost, en función de
la superficie nervurada relativa 1R•
calculadas para el " perlmetro activo
o 0,02 0.06 0.08 IR de adherencia u11 " según Sec. 5.2.
38
elementos tensores a la limitación de fisuras en las vigas de hormigón pretensado. Este tema
será tratado en los Caps. 6 y 19 .
PERIMETRO ACTIVO
Mientras que para aceros para hormigón y para pretensado hormlgonados directa·
mente la tensión de adherencia -r 1 se calcula con el perfmetro real u .. wd = "" · 1,13 VA;.
en el caso de elementos tensores Inyectados constituidos por haces de alambres o trenzas
se adopta un valor mayor [Cuaderno 310]
uiz=n · 1, 6VAz
39
6
Comportamiento resistente de las vigas
de hormigón pretensado
INFLUENCIA DE LA ADHERENCIA
40
p p
+----~
1.0
~~~~~=~0,15
70/70mm A,ll t 1
/
V0 : 2300kN ( ?3.::> t'~
L Flg. 6.1. VIgas de ensayo Kornwesthelm ( Re p. Fed. de Alemania) para el pn mer puente lerrov•arlo
de hormigón pretensado, construido en 1950.
La Fig. 6.2 muestra la gran diferencia entre las configuraciones de fisuras al alcan-
zarse la carga limite En la viga A. con adherencia. aparecieron entre las cargas 16 risuras
con una separación media de 370 mm En la B. sin adherencra, se origmaron sólo unas
pocas fisuras. con una separación del orden de 1.2 a 1,6 veces la altura de la vrga
Las fisuras de la vrga 8 , ni bien se formaron, se abrreron ampliamente y se bifurcaron
en la zona supenor La armadura de acero para hormlgon ubicada en el cordón traccionado.
constituida por 5 barras de 0 t O mm, no estuvo en condiciones de evitar la abertura Inme-
diata de las fisuras, por cuanto dicha armadura, debido al Incremento brusco de tensión al
formarse las fisuras, ya estaba solicitada por encima del llmlte de escurrimiento.
~
t_ para P 760 kN
60m {
v1 ~ 11 J
viga B s1n adherencia
J ~f 1r r r rr ¡J
~ 6.0 ~
r
1
r por¡¡ P • 650 I< N
..,....
r 1
l
1
1
1- L l J 1
~
Flg. 6 2 Configuración de fisuras de las v1gas en la zona comprendtdn entre las cargas, al alcanzarse
la carga limitO
41
La elástica de deformación -dependiente de la carga- (Fig. 6.3) muestra la sensible
diferencia en el comportamiento resistente. que se origina en el Estado 11.
La viga A, con adherencia, se curvó menos y alcanzó una carga de rotura de 900 kN,
mientras que la B, sin adherencia, ya para 600 kN falló en la zona comprimida. De ahl que la
falta de adherencia condujo a una reducción de la capacidad de carga del orden del 30 %. En
la viga A, sin embargo, la carga de rotura recién se alcanzó para una flecha extremadamente
grande, la que, para adherencia total hubiera sido menor.
Debido a la deficiente adherencia por adhesión, las frsuras se abren más que para
adherencia total, el eje neutro se desplaza, en correspondencia, hacia arriba, las deforma-
crones del hormigón en la zona comprimida por flexión crecen més rápidamente, mientras
que los alargamientos del acero pretensado en la zona tracclonada quedan rezagados. El
correspondiente diagrama de deformaciones (Fig. 6.4) muestra un acodamiento nltldo a nivel
del eje neutro. Las tensiones en el acero para pretensado se rezagan y éste, generalmente,
no puede ser aprovechado totalmente, por cuanto la zona comprimida por flexión falla antes.
Las vigas de ensayo aqul analizadas, debido a la elevada calidad del hormigón, B 65,
poselan una Inusual capacidad portante de la ancha zona comprimida, lo que explica las
grandes flechas alcanzadas antes de la rotura.
Además, es Interesante el hecho de que, aun para el doble de la carga de flsuraclón y
pese a la muy débil armadura de acero para hormigón, luego de la descarga las fi suras se
cerraron totalmente y también prácticamente no se produjo ninguna deformación permanen-
te. Esto muestra que las vigas de hormigón pretensado, que por cargas extraordinarias
resulten solicitadas una vez por encima de la carga de servicio, se recuperan siempre que la
abertura de las fisuras se haya mantenido reducida.
Los Ferrocarriles Federales realizaron en ese entonces ( 1950), simultáneamente,
más ensayos con otros elementos tensores; asl por ejemplo la viga experimental C. con
kN
900
1 1 1 ,.--
; ====t
1
l rotura
800 a<::::::::::i L ! a los
• 900kN
t 1
1
'
1
700 .
------------
600 viga A, con~
...-
~;,;alos
600kN
500
~
1.00
A V "'"" viga B, sfn adherencia
300
j 7f!
i l'1
100
f ¡ ;descarga
o
11 25 50 75 100 125 150 175 200 225 2SO mm
flechas f en f/2
42
d= t,Om
diagramas de f en l/2
L ~~
para P .. 500 kN
longitud de medida 500 mm
Fig. RA. Diagrama de deformaciones a lo alto de la viga en l/2. para aproximadamente 1,<4 veces la
carg . de servicio.
eje neutro
o
Flg. 6.5. Sección de la v1ga
!2
o= 30cm
experimental C. el resto Igual
a la de Ag. 6. 1. pretensada
con 16 0 26 mm. SI 600/900.
elementos tensores sistema
Dywldag. .¡_ 40 -J..pretensado: 16 0 26 mm. St 600/900
¡
;p P máx. • 580 kN
6.0 m 1P
_
43
....
F1g. 6 7 D1agrama de defor-
alargamientos acortamientos mac•ones de la v1ga experi-
mental C, para aproximada-
variaciones de longitud en OJoo mente 0,8 de la carga limite.
t-1.6 m -f-
VIga 1 VIga 111
1r r J l
VIga 111
La repartición del esfuerzo de pretensado requerido entre muchos elementos tensores más
peque"os mejora en consecuencia el comportamiento resistente, porque las tensiones de
adherencta se reparten sobre el perlmetro disponible de las superficies en que se desarrolla
la adherencia y con ello resultan menores. Este efecto aparece solamente cuando una zona
tracc1onada puede cubrirse en forma relativamente compacta mediante olementos tensores.
44
H. Trost realizó en 1975 en Aqulsgrán ensayos con vigas más pequel'\as. pretensadas
con un único elemento tensor de 0 26 mm, St 600/900 y con una armadura adicional de
sólo 2 0 6, correspondiente a la armadura mlnima prevtsta en aquel momento por la
DIN 4227 (Fig. 6.8): ver también [22], vigas 1 y 111.
En la viga 111, al originarse la primera fisura de flexion, se observó de inmediato un
ancho de hsura de 0 ,8 mm. De las deformaciones medidas en el acero y de este ancho
de fisura, pudo calcularse que la adherencia por corte del elemento tensor. al originarse la
fisura, ya se habla destruido sobre una longitud de aproximadamente 1,O m y que la muy
débil armadura mlnima, al producirse la primera fisura ya estaba solicitada por encima del
limite de escurrimiento. Las configuraciones de fisuración (Fig. 6 .9) confirman, por la gran
separación de las fisuras y su bifurcación superior, la deficiencia de la adherencia y la gran
debilidad de la " armadura mfnima".
Según esto, la deficiente calidad de adherencia de los elementos tensores Inyectados,
aun para las pequeñas unidades, conduce a un comportamiento a la flsuración inservible y,
naturalmente también, a una reducción de la capacldad portante. En 1974, A. Brenneisen
realizó en Lleja una serie numerosa de ensayos con vigas de secclón en I (ver Flg. 6 .1 0),
di mensionadas para la mis ma capacidad portante. La viga 1 posefa un único elemento
tensor, constituido por 20 0 7 mm St 1400/ 1600, mientras que la viga 5 estaba armada
solamente con barras de acero para hormigón . constituida por 2 0 22 ~ 4 0 25 mm
SI 420/500. Las vigas 2 a 4 tenlan elementos tensores de 17 0 7, 14 0 7 y 11 0 7 y una
armadura de acero para hormigón complementaria de 6 0 8, 6 0 12 y 6 0 16 mm.
l La Fig. 6 .11 muestra los valores medidos de los máximos anchos de las fisuras,
promedios de 6 vigas. en parte cargadas estáticamente y en parte dinámicamente, en fun-
ción de los momentos flexores. También aqul es posible observar claramente que el elemen-
to tensor por si solo, pese a la adherencia, no se encuentra en condiciones de limttar el ancho
de las fisuras, y que más bien es necesario disponer de una considerable cantidad de
armadura de acero para hormigon para alcanzar dicho objetivo y con ello un comportamiento
resistente sufictentemente tenaz de la viga de hormigón pretensado. La viga 2, con 6 0 8
en el cordon tracclonado, tenia una cuantla de armadura. referida a la zona de tracción del
hormigón, de ll bZ • 1,2 %. Al nivel de carga correspondtente a la carga admisible de servi-
cio. la viga 2, con un grado de pretensado de más o menos 0 ,7, mostró los mrnlmos anchos
de fisuras.
1
r 2 .0
1
1
j
~ 5.0
vigas 2- 4
45
M (kNml
220
vigas Az As
o 20~7
ü
-~
111 2 171>7 6 ~ 8
"'
Gl
"1:1 ) 14~7 6 "12
ni
...
Ql
al
l. 11~7 6~ 16
u
S l. cns
. 2. 22
Flg. 6 . 11 . Anchos de lisuras mhlmos para M crecientes para dlslintos grados de tensrón previa.
expresada por 1-'zll-'e· valores medios de 6 vigas luego de actuar cargas estáticas y dinámicas (Ensayos
d~ Brenne1sen).
Conclusiones
46
~z +---------------------------------~~~-7------~.-
de rotura por
agotamiento de resis-
tencia del acero
carga de rotura por agotamiento
de resistencia del hormigón
¡¡
>111
o. N
e o
,...co.
'()
'üj
e
~ c:i el acero para hormigón fluye
o - Psz - - - -------- - --==-
-- --
10
ni
"'111
:e
'ii
E
111
q;
- P. ------------ ...... -
...
"'o>
o
Q,
1.75(G•PI Carga O ~G · P
carga port. nec. •
carga rot. de célculo
Flg. 6 . 12. Diagrama de tensiones en el acero para pretensado y en el acero para hormigón, en
vigas con pretenaado total, para Incrementos de carga hasta alcanzar las cargas limite y de rotura
debidas a flexlon.
trz. vo· Por contracción y fluencla lenta del hormigón esa tensión se reduce del valor u 8 + k·
Al pretensar, la estructura generalmente se eleva sobre su apoyo (encofrado o banco de
tesado), de modo que ya al aplicar la tensión previa, actúa el peso propio y no origina en el
elemento tensor tensión adicional alguna. Esta elevación (curvatura negativa o contraflecha)
depende, por cierto, del grado de pretensado y, en especial, de la recuperación elástica del
encofrado.
SI la estructura pretensada se carga, las tensiones en el acero del cordón tracclonado
aumentan en forma completamente insignificante, en un valor A trz • n · ub. En esta expre·
slón, Ub es la tensión de flexión en el hormigón al nivel del elemento tensor, que reduce
la tensión de compresión en el hormigón, originada por la tensión previa en el cordón
traccionado. Generalmente su valor queda comprendido entre 2 y 15 N/ mm 2. En conse-
cuencia, el aumento de la tensión en el acero puede llegar a ser del orden de 6 x 15 =
90 Nl mm 2, es decir, sensiblemente menor que la tensión de 240 Nl mm2 habitual en el acero
para hormigón bajo carga de servicio.
En los casos de pretensado total y limitado, el aumento de la tensión en el acero del
elemento tensor se mantiene reducido hasta alcanzarse la totalidad de la carga de servicio
(G + P) El posterior aumento de carga conduce a que se sobrepase la resistencia a la
tracción del hormigón y al producirse la primera fisura el esfuerzo de tracción en el hormigón
del cordón debe transferirse instantáneamente al acero del cordón tracoionado. La tensión
47
.....
en el acero aumenta bruscamente, tanto más, cuanto mayor sea la resistencia a la tracción
por flexión del hormigón y cuanto más débil sea la armadura de acero para hormigón. Un
posterior aumento de carga origina, entonces, un crecim•ento rápido de las tensiones en el
acero, con lo cual la inclinación del diagrama Q-u depende de la cuantra de la armadura
del cordón traccionado (#Lz + #Ls· acero para pretensado + acero para hormigón) y de la
calidad de la adherencia. Cuanto menor sea la calidad de la adherencia tanto más se sustrae
el acero para pretensado de absorber el incremento de tensión, es decir que el diagrama de
tensiones seré más aplanado. Esta disminución de tensiones hace que las secciones ya
no se mantengan planas, es decir que el diagrama de deformaciones deJa de ser lineal (ver
Fig. 6.4). La calidad de la adherencia puede mejorarse mediante la cuantla y la distribución
de la armadura de acero para hormigón que se coloque. La colaboración de esta armadura
Impide entonces una elevación demasiado rápida del eje neutro. La rotura puede producirse
por falla de la zona comprimida por flexión, antes de que el acero pretensado alcance la
res1stencla a la rotura.
En la Flg. 6. 12 se ha representado también la correspondiente variación de las
tensiones u 5 en el acero para hormigón. El pretensado origina en este caso, en primer
término, tensiones de compresión. El acero para hormigón se mantiene comprimido hasta
que. en las correspondientes fibras de hormigón, se produzca tracción. Cuando el hormigón
se fisura, el salto de tensión es aproximadamente igual al valor 6 cTz El posterior aumento de
u·s ocurre sin embargo con una pendiente algo mayor, deb1do a la mejor adherencia. Cuando
se ha colocado suficiente acero para hormigón, es posible aprovechar ambos tipos de acero
hasta el limite de escurrimiento, suponiendo que el valor limite del esfuerzo de compresión en
la 2ona comprimida por flexión sea mayor que el valor lfmlte del esfuerzo en el cordón
traccionado A 2 /3z. 0.2 + As /3ss·
Observación Importante
En las estructuras de hormigón pretensado. en el caso de llexlon. las tensiones en el
acero de los elementos tensores no varían proporcionalmente a las cargas. Por ello, la
tensión admisible del acero al ser pretensado rr 2 vo no da ninguna •dea respecto de la
seguridad; antes bien, en el caso de tlexíon puede' contarse conscientemente con un valor
mayor que el correspondiente a elementos tensores de acero. para los cuales, para la carga
de servicio vale rradm - Pss . cuando se adopta un coeficiente de seguridad glo-
1,7
bal de 1 , 75. Las tensiones admisibles en el acero para pretensado son sensiblemente su-
perfores a dicho valor. En cuanto a la seguridad de las estructuras pretensadas con respecto
a la falla del acero, es determinante, única y exclusivamente, que la carga llmlte, al alcan-
zarse rrz = 130,2· sea por lo menos Igual a la carga de servicio empleada para el cálculo,
multiplicada por el coeficiente de seguridad global. Simultáneamente, la armadura de acero
para hormigón puede estar aprovechada con u 5 = f3s .
La variación no lineal de las tensiones rrz en el acero conduce a ventajas en el
cálculo, cuando el concepto de seguridad se utiliza sobre la base de factores parciales. de
acuerdo con las prescripciones modelo del CEB-FIP de 1978, en las cuales para la carga
portante necesana, se cons1dera un factor de mayoraclón de cargas de sólo -y 1 - 1 ,4 a
1,5 y. para el limite de la capacidad portante, el valor /3o.2 de la resistencia de cálculo del
material (acero) se adopta con un coeficiente de mlnorac1on de tensiones de sólo 1,15.
48
capac1dad portante limite y de la seguridad a la rotura según la DIN 4227. Puede prescln-
dirse de la verificación de tensiones para la carga de servicio, en la forma ex1gida por la DIN
4227, cuando se respetan los limites admisibles de deformación y de llm•taclón de fisuras.
DIAGRAMA MOMENTOS-CURVATURA
Para apreciar el comportamiento portante de las vigas de hormigón pretensado, fl.
nalmente, resulta instructivo analizar los diagramas momentos-curvatura (Fig. 6. 13 a).
Al pretensar, se origina en primer término una curvatura negativa, que hace que se
haga presente el efecto del peso propio, de modo que se superponen los momentos negati-
vos Mv con los positivos M 9. En el caso de pretensado total, queda como remanente un mo-
mento Mv + g negativo y, en consecuencia, una contraflecha. Al actuar la sobrecarga P
la contraflecha se translorma en una flechª con curvatura positiva, el diagrama M ·~~: es
empinado y lineal, porque la rigidez a la flexión K~ en el Estado 1 es elevada y constante.
La transición al Estado 11 debida a la fisuraclón está ubicada en el hormigón pretensado
por encima de la correspondiente al hormigón armado, por el efecto del esfuerzo normal de la
tensión previa y no es brusca sino gradual. El desarrollo posterior depende de la rigidez al
alargamiento del cordón tracclonado. Es menos Inclinado que en el caso de una viga de
hormigón armado sin pretensar, en cuyo cordón tracclonado existe sensiblemente más
armadura que en una viga pretensada, en la cual una parte del cordón tracclonado está
rotura
rotura
--lLG', • Po,?
momento limite V
protonaado carga
IOIBI
Mv·o·P- r-- de llsuraclón V
carga do llsuraolón SI
Mp
..
-~ /'
t'M.h
curvatura relativa
~has
curvatura posi1iva
t/
unlcamonto M..
-M curvatura negaliva
49
cargas
pretensado - -
total
Flg. 6. 13 b. La diferencia de comportamiento en lo que respecta a la curvatura por fle xión entre el hor-
migón pretensado y el hormigón armado, resulta más evidente cuando se repre sentan los diagramas
cargas-curvatura.
constituida por el acero para pretensado, de alta resistencia. La rigidez al alargamiento del
cordón tracclonado en las vigas de hormigón pretensado resulta, además, Influida por la cali-
dad de la adherencia.
Lo que acontece con la curvatura resulta más claro cuando ésta se representa en
función de las cargas y no de los momentos (Fig. 6.13 b). En este caso la diferencia entre
ef hormigón pretensado y el hormigón armado resulta muy clara. Mientras que la curvatura
para la carga de servicio se reduce considerablemente por el pretensado, las vigas de hormi-
gón pretensado muestran, para la capacidad portante Jrmlte, aproximadamente la misma cur-
vatura y con ello casi la misma flecha que las vigas de hormigón armado. La viga de hor-
migón pretensado, sin embargo, tiene la ventaja de que, luego de sufrir una sobrecarga y
pese a flsurarse, vuelve a comportarse como en el Estado 1, siempre que el acero pretensado
no haya sido solicitado por encima del lfmlte de elasticidad.
50
..
.... .
#
correspondientes a la analogfa clásica del reliculado. Unicamente en las zonas de cargas
concentradas o sobre apoyos intermedios de vigas continuas, también en las vigas de hor-
migón pretensado aparecen configuraciones de fisuras en abanico. de modo que resultan
cnevitables las fisuras a 45° y con ello bielas ideales inclinadas a 45° (Flg 6. 14). Por esta
razón algunos Ingenieros llegaron a la conclusión de que las vigas de hormigón pretensado,
desde el punto de vista del cone no mostraban un componamlento más favorable que las de
hormigón armado.
Ensayos de cone realizados en Stuttgart, Zurlch, Oelft, Gotemburgo y en otros lu-
gares indicaron, sin embargo, en forma clara que el pretensado reduce cada vez más los
esfuerzos de tracción en el alma de la viga, a medida que aumenta el grado de pretensado.
de modo que se necesita una menor armadura de corte en las vigas pretensadas que en
las vigas de hormigón armado.
Como demostración, comentaremos brevemente los ensayos de Stuttgart [5] y de
Zurích f61. Tres vigas I según Flg. 6 .15 fueron ensayadas, con la misma armadura e Iguales
dos elementos tensores constituidos por 12 alambres de 0 12,2 mm de St 1250/1400 cada
uno. Los elementos tensores fueron tesados con esfuerzos distintos, del 100 °/a, 50 % y
1 O % del esfuerzo admisible de pretensado. La Fig. 6.16 muestra la configuración de fisuras
para la carga limite. Las fisuras en torma de abanico debajo de la carga concentrada son casi
Iguales: sin embargo, tuera de la zona en abanico, las fisuras, para 100 % V se desarrollan
sensiblemente más aplanadas; en las zonas cercanas a los apoyos aparecieron lisuras de
corte que no parten de las de flexión, sino que se forman sólo en el alma y son de corta
extensión.
La armadura de corte estaba constituida por estribos a una distancia de 140 mm.
calculados, en la mitad Izquierda de la viga con 0 16 mm para la cobenura total del cone
y en la mitad derecha con 0 12 mm para una cobertura 17 • 52 % del corte.
Las tensiones medidas en los estribos mostraron claramente la fuerte Influencia del
grado de pretensado (Fig. 6. 17). Para solo un 1 O % de tens1ón previa, los estribos dimen-
sionados para 17 • 0,52 alcanzaron el limite de escurrimiento. El dtagrama de las tens1ones
,. m
ux,u • 0,25 Ow 1~ lmmlJ
Zona
Zonas de 0 - b Q •
lntroduoolón \ m Introducción
6¡, 11 • O, IL flw 1~ lmm11
Flg. 6. 14. Oonflguraclón de fisuras de corte en una VIga de hormigón preaensado con una carga
concentrada, poco antes de alcanzarse la carga llmile Zonificación de los tipos do lisuras.
:n: ~~
~
•¡ •
estr bosf'v ,, .. 6.50
estribos•11
'1!.' J'l .r) , l1''- '
~;
7.00 lOS
Fig 6 1S VIga ensoyada al corte en Stuttgart para determinar le Influencia del grado do pretensado
51
100%
LJOt - - - -
medidas en los estnbos tiene mayor pendiente que el correspondiente al reticulado clásico,
lo cual, en este caso, es una consecuencia de la menor ngidez al alargamiento del cordón
tracclonado, constituido por acero de alta resistencia, el que no seria admisible de nlngun
modo para el caso de no e><lstir tensión previa. Su cuantla de armadura Mz a 0,39 %
queda muy por debajo de la necesaria cuando no existe tensión previa, que es IJ.s • 0,94 %.
los ensayos de Zurich de B. Thürllmann mostraron también la considerable Influencia
del grado de pretensado sobre los esfuerzos de tracción en el alma (Fig. 6 .18) En este caso
se ensayaron vigas con grados de pretensado comprendidos entre O % y 100 % , en los
cuales, en el cordón lracclonado. se combinaron las armaduras para hormigón y para preten-
sado, de modo tal de oblener la m1sma capacidad portante del esfuerzo de tracclon Z al
alcanzarse el limite de escummlenlo. Es decir. que en este caso la rigidez al alargamle.lto
del cordón tracctonado vanaba en función del grado de pretensado También se hizo vanar
aqur la cuantla de armadura de corte entre 1-'s = 0 ,9 % para pretensado • O hasta
J.Ls = 0 ,38 % para pretensado total (correspondiente a un grado de cobertura al corte de
l7 = 0,6) El diagrama de los esfuerzos de tracción en los esrribos en luncton del esfuerzo
de corte O (Ftg 6 .18) muestra en forma clara que aquéllos disminuyen considerablemente
al aumentar el grado de pretensado,y a pesar de la fuerte reducción de la cobertura al corte
para un elevado grado de pretensado las tensiones en los estribos permanecen, hasta
alcanzar la carga de rotura, muy por debajo del limite de escurnmlento.
--
52
Este efecto favorable del pretensado sobre los esfuerzos de tracción en el alma se
explica por el hecho de que las bielas ideales comprimidas en la zona de momentos flexores
reducidos son poco Inclinadas y que en la zona de los grandes momentos flexores, por
ejemplo en los apoyos Intermedios de las vigas continuas, una parte del esfuerzo de corte
creciente con el esfuerzo de pretensado, se mantiene ubicada en la zona comprimida pQr
flex1ón y de esta forma el esfuerzo de corte en el alma, pese a que en dicha zona la
1nclinac1on de las bielas comprimidas es de 45°, queda ubicado muy por deba¡o de los
valores de la analogla clásica del reticulado .
..
E -
~ ~~~~~~~~~--~--~ Viga Ao A, A2 Al A,
z grado .de pretel)
""e: sado (%] o 25 so 75 100
Q)
~tOO 1--1--J.---1-
11Ls ["lo 1 0,86 0,64 o,u 0,22 OP2
N 11Lz 1"lo 1 o o.os 0,08 o." 0.20
<ll
o
.J:J
~ :J]O 1---t-
lllls• z \ ['lo ) 0,86 0,69 0,51 0,36 0,22
GJ
<ll
P.s arm. de corte 0,90 0,75 0,62 0,46 0,38
,g
a 45°
HL L. HQ2
E 2 l%o ( 3 2 1 %o l
1 1
2 <t> 16
53
P at,8MN
1! aliN/mm'
prefensado. 100'1.
200
LOO Flg. 6.20. En la zona a, las tensiones en los es-
IY, eo en Ntmm1 tribos son visiblemente menores que en la zona
·tensión en los estribos en la mitad b ; corresponde a la viga de Flg. 6 1S, pretensada
de la altura del alma (valores medios) con 100% V.
cerca de la carga de rotura
La parte del esfuerzo de corte absorbida en la zona comprimida por flexión origina una
Inclinación pequef\a del esfuerzo de compresión resultante en el cordón. por lo que se acerca
más al borde de la viga que en el caso de flexión pura y, con ello, aumentan también las
tensiones de flexión en el borde.
Esto vale también para las secclones compuestas muy perfiladas en las zonas de las
alas comprimidas muy cercanas al alma. Una confirmación de lo anterior también resulta del
desarrollo del diagrama de deformaciones (Fig. 6. 19), el cual, para M + Q , a nivel del e¡e
neutro muestra un codo aún más pronunciado que en el caso de fleiCión pura Este desarrollo
acodado del diagrama de E aparece también en las vigas de hormigón armado con buena
adherencia de los elementos traccíonados. y tiene su origen, principalmente, en el esfuerzo
de corte.
Al dimensionar la armadura de corte. puede por ello tomarse en cuenta la Influencia
fayorable del pretensado, que disminuye los esfuerzos de tracción en el alma, como ocurre
en el proyecto de norma del CEB-FIP para el método estándar, pero que, lamentablemente.
no se contempla en la DIN 4227, edición de 1979.
Los ensayos también mostraron que en vigas pretensadas de sección compuesta
(perfiles I o vigas-cajón) puede diferenciarse una zona de fisuras de corte a en la que las
fisuras de corte no arrancan de las de flexión, sino que comienzan en el alma (Flg. 6.14). En
dicha zona existe una reducción adicional de los esfuerzos de tracolón, porque tanto el
cordón comprimido. como el de tracción con compresión previa. gracias a sus grandes
rigideces en el Estado 1 absorben sin fisurarse una gran parte del esfuerzo de corte. Los
resultados de mediciones correspondientes a tensiones en los estribos para JJ.s constante,
representados en la Flg. 6.20. muestran cuánto menores son allf los esfuerzos de tracción
en el alma.
En dicha zona a puede, por ello, reducirse aün más la armadura de corte. La zona a
comtenza donde la tensión de tracción uu en el hormigón, calculada para el Estado 1 en el
borde inferior y debida a la carga limite necesaria, alcanza el valor u u • 0,25 {3~1 3 [N/mm2].
El autor, en sus casi treinta años de práctica con vigas de hormigón pretensado
-también con v1gas de grandes luces para puentes- no ha observado nunca, para cargas
de servicio, fisuras de corte en las almas que fueran visibles a simple vista, ni siquiera cuan-
do las tenstones principales de tracción para la totalidad del esfuerzo de corte, calculadas en
54
la forma usual para el Estado 1, sobrepasaban considerablemente los valores de u¡ adm.
de la DIN 4227. Los resultados de ensayos aclaran esta observación y muestran, además,
que cuando aparecen fisuras, las mismas deben permanecer capilares, porque las tensiones
en los estribos, para la carga de servicio, se mantienen muy reducidas, también para pro-
tensado parcial (Fíg. 6.18). Un pretensado de las almas con elementos tensores especiales
(denominados también agujas de corte), en general no es necesario por la razón expuesta,
pudiendo, además, llegar a ser perjudicial en las zonas de anclaJe por cuanto por pertur-
bactones localizadas, afectan el flujo de las tensiones. Los elementos tensores del alma sin
embargo ltenen sentido cuando existen cargas aplicadas en el cordón inferior. En lo que
respecta a los esfuerzos lnollnados de compresión en las almas, las tensiones de compre-
sión que originan, naturalmente resultan aumentadas por el pretensado longitudinal. Los
ensayos Indicaron que los esfuerzos en las bielas Ideales comprimidas pueden determinarse
en forma satisfactoria mediante la analogla del reticulado, para lo cual, en las zonas de
grandes momentos flexores, se asigna al alma únicamente la parte del esfuerzo de corte que
queda luego de deducir la que corresponde a la zona de compresión por llexión.
La capacidad portante del alma para compresión Inclinada. resulta Influida por los
elementos tensores ubicados en ella. Sin embargo, para lograr una rotura por compresión, en
los ensayos fue necesario adoptar almas eJClremadamente delgadas. por cuanto el colapso
de las bielas recién se produce cuando prácticamente se ha alcanzado la resistencia pris-
mática a la compresión. Por elfo, en general, en las vigas de hormigón pretensado, las
tensiones de compresión en las bielas Ideales comprimidas no son determinantes para el
dimensionado.
~ 1
!~
elementos tensores ~
o , o '
11 b zonas n b
Frg. 6.21 Influencia de la Inclina·
clón del elemento tensor sobre la In·
cllnaclón posible de la resullante de
comprestón y sobre el limite entre
las zonas a y b segl)n Flg. 6. 14
55
500
coo
lOO 20~ementoo
~8 kJ ~~nsores
•lO·
200
100
Flg. 6,22. En el caso de una armadura débil en el
borde del cordón, los esfuerzos en los estribos de la
viga con elementos tensores Inclinados son mayores
900
que cuando éstos son rectos.
'P estribo
soo
1-:JJ
56
en que los elementos tensores están alejados de los bordes del cordón que pueden recibrr
esfuerzos de tracción , es necesario colocar una armadura de acero para hormigón, la que
tambrén debe drmensionarse sobre la base del esfuerzo de corte existente (ver Sec 18.2)
Finalmente se obtiene un efecto más favorable, sr una parte de los elementos tensores
se conllnüa en el borde del cordón traccionado en forma recta, en cuyo caso, en vrgas
continuas. los elementos tensores de ambos cordones, en las zonas de los puntos de
momento nulo. deben superponerse en una longitud calculada con holgura..
Los ensayos de Stuttgart tambrén mostraron que las tensiones en el acero preten-
sado, en los elementos tensores Inclinados. al aumentar la carga hasta alcanzar la rotura,
sólo crecfan poco. Por lo tanto, aun para la carga llrmte, sólo puede considerarse, del elemento
tensor, la componente vertical calculada para el esfuerzo de pretensado V0 , como parte del
esfuerzo de corte. Por ello V 0 debe incluir aproximadamente el aumento del esfuerzo de
tracción al Incrementarse la carga más allá de V,..
MT(kNm)
120 • comíenzodel
escurrimiento _i.
de la n.
100 armadura
80
60
LO
57
sección transversal corte tong ttudlnat
e:
J~L
•O
'lñ f /2
2
Cll
'O
as
Cl
:V
u
Fig. 6.25. Fisuras que se cruzan en la losa Inferior de una viga-caJón de hormigón pretensado, soli-
ci tada primero a flexión y luego a flexión con torslon. (Ensayos de Stuttgart, Cuaderno 202.)
Las barras de hormlgon pretensado solicitadas a tracción pura solo llenen sentido
si es necesario mantener muy reducida su deformación, o respectivamente su venación de
longllud. Al dimensionar estas barras tracCionadas debe, sin embargo, tenerse presente,
que al sobrepasarse la resistencia a la tracción del hormigón, se fisura la totalidad de la
sección (hsura de separación) y que, entonces, el esfuerzo de tracción solo puede ser ab-
sorbido por la armadura El diagrama cargas-tens•ones de una barra tracclonada, pretensada
58
con acero para pretensado exclusivamente, tiene un desarrollo esencialmente distinto al
correspondiente a una viga flexionada {Fig. 6.26). Al alcanzarse la carga de fisuración se
pretensado
r carga ilmlte
demasiado reducida
-- pretensado
- carga de posible con
fisuraclón Az·,'rQ·
e
0,2
/
,/
//
¿
~l Vo
utilizable carga total
de serVICIO
G"b :0
Flg. 6.26. En barrea tracclonadas de hormigón pretensado, Az para pretensado total (V..., nec.
F • p) no debe dlmenaionarse con a- 2 , vo adm, porque entonces no se alcanza la carga limite necesaria.
9
1,75 F 0 • p
El cálculo correcto es Az • o bien = (Az ~ As).
Po,2
59
Estado 1 carga de hsuraclón
~
1.01 - - - - - , - -------------~......, hormigón pretensado
08 -~LOIO
Az = 121.0 mm 7
0,6 SI 1400/ 1600
0.4 hormigón /
armado
0,2 8 ~26
B SI 4201 500 - - - - -- - ---\,....._, ...lZ--
0,14 l!s : 2.6%
J.-o,LO ~A s= 1.200 mm 2 1 0.05
•' _ s t _ l!z =0.78%
1
Cuando dicho alargamiento llene efectos nocivos sobre el resto de la estructura por-
tante, entonces es necesario, para el caso de carga limite, reducir la deformación agregando
una armadura de acero para hormigón. En todos los casos es conveniente armar las barras
traccionadas pretensadas con una armadura de acero para hormigón adicional y colocar
estribos eh cantidad suficiente, de modo de atenuar el pasaje del Estado 1 al Estado 11 y
para que la adherencia de ·los elementos tensores no resulte sobresollcltada enseguida.
60
7
Elección del grado de pretensado
B. ThOr/lmann, de Suiza, Introdujo otra definición, que a veces resulta útil. Elige la
relación entre la sección de acero pretensado que existe en el cordón tracclonado por flexión
y la suma del acero pretensado + acero para hormigón. multiplicadas cada una de ellas
por la correspondiente resistencia. De ahl resulta
AZ ~ Z , 0, 2
grado de pretensado X=
A 13 +A ~
z z , 0, 2 s a, S
Este grado de pretensado X puede utilizarse también para barras tracclonadas. De-
pende de las resistencias de los tipos de acero empleados y, para vigas flexionadas, mforma,
Indirectamente, hasta qué grado de carga se evitan tensiones de tracción en el hormigon.
Ninguna de estas delimciones del grado de pretensado es utilizable en el caso de
pretensado moderado en estructuras masivas. En estos casos se acostumbra Indicar el
grado de pretensado, tomando como escala la tensión media de compresión en el hormigón,
originada por la tensión previa.
61
7.2. Comentarlos sobre el grado de pretensado
Es un error creer que el pretensado total conduce a mejores estructuras que el pre·
tensado limitado o el parcial; puede ocurrir lo contrario. Si por ejemplo. la relac1ón entre la
sobrecarga p y el peso prop1o g es grande, es necesario. en el caso de una viga-placa,
para pretensado total. adoptar en el cordón ttacc1onado precompnm1do una tenslon de com·
pres1ón muy elevada en el horm1gon {F1g 7.1).
Las normas permiten alll tensiones de compresión Inusual mente elevadas, porque las
mismas se reducen al actuar la sobrecarga. La consecuencia de dichas elevadas tensiones
de compres1on en el cordón tracc1onado es una deflexión negativa de considerable valor.
que en el transcurso del tiempo aumenta como consecuencia de la retracción y la lluencla
lenta.
..,.........._ elementos
tensores
a-e --
---:s\------ --\ 15. tr Gbadm
linea elástica p. ej. 19 N /mm2 para Bl.S •
Flg. 7 1 Sección en al tramo Para grandes p g, la tenslon de compresión aben el cordón trae·
clonado, para pretensado total, puede elegirse de un valor muy elevado y onglna fuertes dellexlones
negativas, sobre todo por lluencl a lenta.
en la lisura
Fig. 7.2 Un elevado grado de pretensado puede, en el caso de peso propio parcial 4g, conduCir a
Usuras en la zona comprimida', que se abren por la lluencla lenta y posteriormente, al actuar la carga,
ya no se cierran més totalmente Consecuencía: altura utll d disminuida
62
l
Repelidas veces la capacidad de uso de estructuras totalmente prelensadas ha sido
afectada fuertemente por ello. Existe también el peligro que para g + V0 aparezca tracción
en el cordón comprimido. sobre todo cuando al pretensar. todavla el peso propio g no actúa
en su totalidad (p. ej .• cuando falta la carpeta del pavimento); en ese caso aparecen
fisuras en la parte superior y las flechas negativas aumentan considerablemente (Fíg. 7 .2).
En v1gas continuas, para pretensado total, no pueden aprovecharse los máximos
brazos elásticos geométricamente posibles de los elementos tensores En la zona de los
momentos en los apoyos. se requ1eren elementos tensores adicionales. que a menudo son
diffciles de colocar y requieren anclajes molestos. Estos elementos tensores adicionales
pueden no ser necesarios en el caso de pretensado parcial.
El pretensado total conduce también a colocar muy poca armadura de acero para
hormigón, lo que es permitido por las normas, en detrimento de las estructuras. Cuando en
ese caso se producen fisuras por causa de esfuerzos de coacción debidos, por ejemplo, a
diferencias de temperatura o asentamientos desiguales de los apoyos, entonces aquéllas
alcanzan anchos Inadmisibles, porque la insuficiente resistencia a la adherencia de los
grandes elementos tensores no alcanza para asegurar anchos y separaciones reducidos de
las fisuras.
Los conocimientos adquiridos a través de dai'los en estructuras de hormigón pre-
tensado y ensayos realizados en los últimos veinte anos. ponen de manifiesto sin lugar a
dudas que. en las estructuras corrientes para la construcción de edificios y puentes, e/
pretensado limitado o el pretensado parcial conducen a un comportamiento más favorable
de las estructuras que el pretensado total. En ello se presupone que el pretensado más
débil se compensa con una armadura de acero para hormigón mayor, que debe dimensionar-
se de acuerdo con las reglas requeridas para limitar las lisuras. Las deformaciones por
fluencia lenta resultan menores; para las deformaciones debfdas a la carga de servicio, el
Estado 1 se mantiene por más tiempo. y cuando aparecen fisuras. éstas permanecen capi-
lares y disminuyen poco la rigidez, porque la tens1ón previa mantiene muy reducido el salto
de tensiones en el acero para hormigón y, con ello, se conserva la colaboración del hormigón
a la tracción entre las fisuras producidas. En conjunto. la estructura es més tenaz y resisten-
te Por ello, en cuanto a la capacidad de uso. a menudo el pretensado parcial resulta más
favorable que el pretensado total. Lo mismo vale también para la seguridad de la capacidad
portante, porque la armadura adicional de acero para hormigón. al pasar a la carga lfmite,
compensa la poca adherencia de los elementos tensores Inyectados y, con ello. ayuda a que
también el acero pretensado se aproveche con toda su resistencia.
El pretensado total solo es necesario cuando sea Imprescindible evitar las fisuras de
separación. por ejemplo, en barras traccionadas o en paredes de depósitos para liquidas.
Teniendo en cuenta que, aun en dichas estructuras, pueden originarse solicitaciones por
coacción, hasta es recomendable elegir para ellas un grado de pretensado K > 1,0 y, a
pesar de ello, agregar una armadura de acero para hormigón, para limitar la fisuración por
causa de solloilaclones extraordinarias.
63
N 11)
"( "(
cv ...cv
111
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N
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de acero para hormigón
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...11101
0 ~--~---------+----+---~--·
o 0,2 0,1. 0.6 0.8 1.0
grado de pretensado 1<
F
Fig. 7.4. Grado de seguridad ., • -=-
F---=u~d=--' en función del grado do pretensado.
0 P a m
pretensado se adoptó uv~ adm • 1030 N/mm 2 (calidad del acero 13-z., o.2 = 1500, u vo adm
= 0,75 f3z. 0,2), y para el acero para hormigón fJs, s = 460 N/mm 2.
La sección necesaria de acero del cordón tracclonado se ha representado en la
Fig. 7.3 en función del grado de pretensado. La cantidad mlnlma resulta para K • 0 ,6.
Teniendo en cuenta los mayores costos del acero para pretensado, el costo mlnimo queda
ubicado más o menos para 1< ... 0.5.
La condición ub ... O para carga de servicio total conduce a que deba colocarse una
cantidad mayor de armadura pretensada que la necesaria para asegurar la capac1dad por·
tanta, por Jo que para K > 0 ,6 existe un excedente de seguridad (Flg. 7.4). Este exceso
resulta aún mayor, para el valor Innecesariamente reducido de u vo adm - 0 ,55 fJ z. u fijado
por la DIN 4227, que el de la norma suiza.
Es especialmente importante tener presente que, para el estado de servicio, el aumen·
to de las tensiones en el acero al aplicar la sobrecarga, queda fuertemente reducido por el
64
N/mm2
grado de pretensado K
Flg. 7.5. Tensiones u 1 en el acero y aumento A u7. de la tensión en ol acero para pretensado, para
carga de servicio total, en funci ón del grado de pretensado.
Nlmm2
00 p 9
250 Ejemplo·
¡ para K = 0,3 y
200 p : g = 0,67 resulta
ll cr 5 , p ... 138 N/m m 2
Q. 150
vi
~
<J 100
50 1
• 1
0
o (solog) 1
o 0.2 0,4 0.6 0.8 1.0 /(
grado de pretensado /(
Flg. 7.6. Máximo aumento de tensión en el acero para hormigón A u •• P debido a la totalidad de la
sobrecarga para distintos p . g, en función del grado de pretensado.
1
pretensado, hasta descender éste hasta solo 1< = 0,4, quedando muy por debajo de la ampli·
tud de oscilación correspondiente a la resistencia a la fatiga (Fig. 7.5).
El aumento de la tensión en el acero para hormigón, debido únicamente a la carga útil,
es decir, flcrs, p por encima de la tensión crs, g + v• depende, naturalmente, también de la
relación p : g. Los cambios de tensiones posibles debidos a la carga útil (Fig. 7.6), para
pretensado parcial y grados de pretensado de hasta aproximadamente /( < 0,6 y debido a la
menor sección del cordón traccionado, son mayores que para vigas sin pretensar pero, a
pesar de ello son tan reducidos que hasta aproximadamente p < 0,67 g, las máximas
oscilaciones de tensiones posibles se mantienen con suficiente seguridad por debajo de la
resistencia a la fatiga.
7.3. 2. Influencia del grado de pretensado sobre el ancho de las fisuras y las flechas
A. Walther, del E.T. H. de Lausana [ 1O] realizó ensayos en losas de dos tramos con
distintos grados de pretensado ). (ver Sec. 7. 1) y distintas hipótesis con respecto a los mo·
65
mantos flexores. es decir, con una redistribución planificada de momentos (ver [O]. Tomo IV,
Sec. 8.5) Las hipótesis relativas a los momentos llexores aparecen en la Flg. 7.7; en las
losas A se supuso el momento en el apoyo igual a 0,7 Mel· El grado de pretensado >..varió
entre 0,9. 0,6 y 0,3, para lo cual, en el caso de >.. = 0,9, se utilizaron tres elementos tensores
constitutdos, cada uno de ellos, por una trenza de 0 12 mm de St 1680/ 1910 con V 0 =
124 kN, y para A = 0,3 se utllízó un solo elemento tensor. La armadura de acero para
hormigón se dimensionó de forma tal que Az + As en cada caso correspondiera al valor del
momento limite previsto {Fig. 7.8).
Serie A Serie B
M con redistribución MI
et
planificada para EJ constante
:a:
l ! ·¡ l 1 ! l l l :a:
apoyo
MA Mst ~ 1 MB F = tramo
F · F l'l
Flg 7.7. Ensayos de R. Walther, distribución de momentos para el dimensionamiento, serie A con
redistribución de momentos M planlllcada. Diagramas de momentos.
centro
~10 ~ 10
A3
66
Los correspondientes valores medidos de las cargas de rotura resultaron ubicados
casi a un mismo nivel y eran, sin excepción, aproximadamente un 30 % mayores que las
cargas portantes limite calculadas sobre la base de la deformación limite t méx (ver Ta-
bla 7 .1). Las resistencias del hormigón variaron entre f3w 28 = 32,6 y 49,4 N/ mm 2
Corresponde observar especialmente. en los resultados de los ensayos. que el com-
portamiento a la flsuraclón hasta llegar a la totalidad de la carga de servlc1o admisible resulta
• Influido en forma muy favorable, ya para el muy reducido grado de pretensado de ~ '"' 0 ,3
y que, en ese caso. los máximos anchos de las fisuras resultaron ser sólo la mitad que para el
caso de no existir pretensado (Fig. 7.9, Vigas A4. 84). Para el grado de pretensado >. 0,6, =
las fisuras. para la totalidad de la carga de servicio, fueron de un ancho máximo de •
0 ,05 mm. apenas verificable. El dimensionado con una redistribución de momentos planifi-
cada condujo. en lo que respecta a la suma de los anchos de lisuras. a un resultado más
favorable que el dimensionado para M al·
De lo anterior puede deducirse que aun grados reducidos de pretensado entre
>.. = 0,3 y >.. = 0,6 son suficientes para que los anchos de fisura en el estado de carga de
servicio y también para el caso de cargas repetidas, se mantengan dentro dellfmlle Innocuo
de w máx < 0,2 mm, aun cuando la sobrecarga p, en oomparaolón oon el peso propio g
resulte muy elevada: en el caso aqul considerado: IP : g = 91
El mismo resultado favorable se observa en las deflexlones (Fig. 7.10). Ya es sufi-
ciente el grado de pretensado )... = 0,3 para reducir la flecha máxima en el tramo en aprox.
40 'Yo. Para A - 0.6 las flechas para carga total de servicio solo son Insignificantemente
mayores que en el caso de pretensado total. La redistribución de momentos prevista no
produjo prácticamente diferencia alguna en las flechas.
En este caso puede declrse también que grados reducidos de pretensado entre
~ = 0,3 y 0,6 son suficientes para disminuir considerablemente las fle chas hasta llegar a la
carga total de servicio, con respecto a las correspondientes a vigas sin pretensar.
La carga portante limite necesaria puede asegurarse mdependlentemente del grado
de pretensado.
Resultados Igualmente favorables fueron obtenidos por B. ThOrltmann y R. Walther
en otros ensayos [ 11 , 12].
Carga
Losa Cobertura Grado de Carga de rotura
pretensado limite
de momentos Pu Pu
). P llm cal e. medida Pu, mod
apoyo Ira m o kN kN kN Pum
1
l
A1 0.9 11.0 163 186 1,33
1-
A2 0.6 \39 161. 178 1,28
1-- 0,7 1 1,18
A3 0.3 137 176 181. 1 JI.
1--
Al. - 137 \80 182 1,33
81. - - 13 17 18 1,3&
Tabla 7 1 ResultadOs de tu aat1es ele ensayos de A. Walther según Flg, 7 8 Incluyendo laa cargas
de rotura medidas
67
Wmox (mml
05~------~-------,-----
o
E
'i< O.L
'(U
E
C/) sobre el apoyo
...
t'O
::1
C/)
t.=
Cl)
'O
o 0.2
s:;
o serie A
e:
t'O
serie B
0.1 - - - -_-_-_-
t---------;L-,~--::--""---;-'-,H--1-~~
p
o 0.2 O.l. 106
1 • O.S 1.0 Pu. cale.
TJ
Wmox (m mi
o.s
o O.L ~ 2í&Z·Z·ZkJ o
·e:; , BJ
E ~ ·:;:
·;e Wmoa
(D ,
'(U
1/l 1 AL
E en el tramo Cl)
., Bl.
1/l 'O AJ
!!! O.J
::1
1/l 82
IC
Q)
'O
0,2
o
s:; serie A
o
e: serie B
t'O
0,1 ------ A1
p
o 0.2 O,t. : 0.6 0,8 1.0 Pu. cale.
1
T.8
Flg. 7.9. Méxl mos anchos de fisuras sobre el apoyo Intermedio y en el tramo, al aumentar el grado de
carga, para las losas de Flg. 7.8 y Tabla 7.1. luego de 10 repeUclones de carga, sometidas a carga total
de servtclo.
68
lmml
Al.~
1.5 8 1.
H~tUU
_ _ .....'j[
4' -:~tf-
1
cu 1.0
.s=
u
Cl)
:;::
Serie A
Serie B
------
0.5 / Af IED]
/'
Las exigencias relahvas a la capacidad de servicio son determinantes para una ade·
cuada eleccion del grado de pretensado. En estructuras de edificios puede exigirse. por
ejemplo, entrepisos de gran luz, que sean y se mantengan rigurosamente planos baJO la
accion del peso propio o del peso propio más las sobrecargas permanentes. es decir,
que las flechas posteriores debidas a contracción y fluencia lenta resulten lo més pequer"'as
posibles.
En ese caso, el grado de pretensado se elige de forma tal que el ontreplso, para el
mencionado estado de carga, no muestre ninguna flecha significativa. Para ello bastan, en
general, grados de pretensado comprendidos entre 0,4 y 0,6.
[ En puentes y en muchas otras estructuras, las sobrecargas móviles totales a tener
en cuenta para la capacidad portante, prácticamente no se presen\an nunca. Las sobre·
cargas móviles que ocurren a menudo Importan generalmente del 20 al 40 % del valor de la
sobrecarga móvil total. Por ello, y en lo que respecta a la capacidad de servicio, es suficiente
evitar que dicha proporción de la sobrecarga móvil orlg!:'~l.l2ne.§..Q§ tracción _EPr flexión
eA..Bl hormigón para lo cual se establecen coñdiclones reJJ¡t\Y§l~ al ancho_¡u:l,ffiislble de fisuras
para el CaSO de SObreC!!9.!.!!'0VJi lotaf. ancfiO'que puede logra-;;e COn seguridad, medi,!.!lle
la correspondiente ar5tiíhuc16n de la armadura ad1ci<S'rnlt1:te 1'fC'eró' para ño'rmlgón.
También para puentes ferroviarios y puentes carreteros Intensamente transitados,
donde tanto las solicitaciones dinámicas como la resistencia a la fatiga juegan su papel, es
suficiente, generalmente, un pretensado parcial sin ninguna venfioación expresa a la fahga.
En consecuencia se recomienda, como regla general, elegir el grado de pretensado
de forma tal que para cargas muy frecuentes o de muy larga duración, no aparezcan en el
borde de la viga, o lo hagan en una medtda muy reducida, tensiones de tracción por flexión
En casos especiales, pueden ser determinantes del grado de pretensado los limites
de las deformaciones admisibles correspondientes a las cargas de serv1cio
69
En elementos traccionados. también en flexión con tracción axil, puede resultar
necesario o conveniente adoptar un grado de pretensado 1< > 1,0, cuando las fisuras de
separación pueden afectar la capacidad de serviciO (ver final de Sec. 7 .2).
En las estructuras estáticamente indeterminadas. las tensiones propias o de coacción,
especialmente por diferencias de temperatura c1 T. pueden resultar determmantes para esta-
blecer las zonas donde debe dimensionarse la armadura para la llmltacion del ancho de
las fisuras.
70
8
Durabilidad de las estructuras
de hormigón pretensado en relación
a la corrosión
8.1. Experiencias
71
8.2. Grado de pretensado y peligro de corrosión
72
5 y 10 mm. El recubrimiento de hormtgón de la armadura pretensada debe, básicamente, ser
entre 10 y 20 mm mayor que los valores mlnimos presentas para los aceros para hormigón
Para elementos tensores ubicados dentro de vainas, el recubrimtento de hormigón deberla
ser, por lo menos, igual al diámetro de la vaina. y preferiblemente algo mayor. De acuerdo
con ello los elementos tensores deben, básicamente, quedar ubicados dentro de la red de
la armadura de acero para hormigón. Con ello se asegura que fisuras eventuales, que
pueden llegar hasta el elemento tensor, en correspondencia con el mismo, tengan menor
ancho que el estimado como admisible en la superficie del hormigón.
La inyección de las vainas debe realizarse no solamente con un cuidado especial, sino
que debe controlarse y registrarse en forma confiable. Si la inyecctón de una vaina no se
efectúa en forma satisfactoria (por ejemplo, por obstrucción) deben adoptarse de lnmedlado
las medidas adecuadas para eliminar el defecto.
73
9
Resistencia a la fatiga y resistencia
a las condiciones de servicio de las
estructuras de hormigón pretensado
Supongamos conocer la resistencia a la fatiga del acero y del hormigon para oscila-
ciones uniformes de tensión, luego de dos millones de ciclos de carga, por ejemplo bajo la
forma de diagramas de Smith. En estructuras de hormigón pretensado el peligro de fatiga
sólo aparece cuando millones de ciclos de carga conducen, en un punto cualquiera de la
estructura, a oscilaciones de tensión que corresponden a la resistencia a la fatiga de uno de
los materiales en conslderaclon. Como regla. se adopta un factor de seguridad de 1,2 a
1,3 para la amplitud de oscilación de las tensiones en la estrtJctura con respecto a la amplitud
de oscilación correspondiente a la fatiga del material aisladamente, porque en la estructura
existen Influencias perturbadoras. Como tales, aparecen en el acero presiones transversales.
fricción y variaciones localizadas de tensiones. En el hormigón, tanto la heterogeneidad de
la textura cuanto los elementos tensores o las barras de armadura, pueden alterar el flujo
uniforme de tensiones.
Como resistencia a la fatiga de la estructura (mejor dicho, como capacidad portante
a la fatiga) entenderemos aqui la carga limite superior, que al_aumentar la carga por sobre
el peso propio será soportada dos millones de veces, sin que las tensiones en los materiales
sobrepasen las amplitudes de oscilación a la fatiga de los mls mo~t. disminuidas por el factor
de reducción mencionado (Fig. 9.1).
La resistencia a /as condiciones de servicio se rallare a secuencias irregulares de
cargas, denominadas " trenes de carga", donde puede existir un número reducido de cargas,
que sobrepasen la capacidad portante a la fatiga (Fig. 9.2).
La carga portante limite a la fatiga debe confrontarse con las cargas efectivas de
servicio que pueden repetirse dos millones de veces o más. En casi todas las estructuras
estas cargas determinantes de la fatiga quedan muy por debajo de la carga total de servicio
= peso propio + sobrecarga móvil total. Aun para puentes ferroviarios, la sobrecarga móvil
total a tener en cuenta en el cálculo. prácticamente no se alcanza nunca durante la vida útil
del puente. Los Ferrocarriles Federales Alemanes parten actualmente, en lo que se refiere a
consideraciones sobre fatiga, de la resistenCia de servicio y para verificación prescriben
" trenes de carga". En las Leccíones sobre construcciones metllllcas de K-H. Aolk, editadas
por Wllhelm Ernst & Sohn, Berlln, 1977, pág. 77, se describe una verificación de este tipo.
Por ello, para las estructuras de hormigón pretensado existen, en lo que respecta
a la resistencia a la fatiga, condiciones particularmente tavor11bles que hacen que las alter-
nancias de tenstones, especialmente en el acero, se mantengan relativamente reducidas
74
carga, tensión
2 u 8 deb1da a .iP
también llu • amplitud
de oscilación
carga
permanente Gg •v
Fig. 9. 1. Las oscilaciones perlódl·
cas le la amplllud do carga y, en
conseuuoncia. de las tensiones, sir- Tiempo y número de ciclos de carga
ven de base para establecer la re-
sistencia a la latlga. hasta n = 2 x 106
carga G + llP
tensión u
siempre que la estructura permanezca en el Estado 1: obsérvese a este respecto la Flg. 6. 12,
Mientras no aparezcan fisuras, también las tensiones de adherencia entre el acero preten-
sado y el acero para hormigón y el hormigón se mantienen tan reducidas que tampoco
en lo que respecta a la adherencia se presentan fenómenos de fatiga. Por ello, la resistencia
a la fatiga de tales estructuras queda, en el caso de pretensado total. garantizada hasta
llegar a la totalidad de la sobrecarga móvil.
Eso mismo vale para la resistencia de servicio. cuando, para casos excepcionales de
carga, se sobrepasa sólo un poco la sobrecarga móvil total. Pero si, a pesar de ello, es
necesario considerar casos extraordinarios de carga. que puedan originar fisuras en el
cordón tracclonado de la estructura de hormigón pretensado, entonces, la estructura de
hormigón pretensado solo se comporta en forma inobjetable cuando se respetan las normas
descritas en el Cap. 19, relativas a armadura minlma, es decir. para limitación del ancho de
fisuras, mediante el agregado de una armadura de acero para hormlgon.
Anteriormente se suponla que para el caso de solicitaciones dinámicas deblan adop-
tarse estructuras totalmente pretensadas. El desarrollo posterior, sin embargo. aclaró que
también para pretensado limitado, gracias al efecto favorable del esfuerzo axll, las alternan-
cias de tensiones en el acero para pretensado y en el acero para hormigón se manllenen tan
bajas que. también en este caso, generalmente no existe ningún peligro de latlga hasta
alcanzar la totalidad de la carga de servicto (ver Fig. 7.5). También aqul es necesano. cierta-
mente, suponer que para pretensado posterior con elementos tensores Inyectados existan
las armaduras minimas establecidas en el Cap. 19. que son necesarias para no afectar la
adherencia de los elementos tensores.
75
Ensayos con cargas oscilantes se realizaron en gran numero. especialmente en los
comienzos del hormigón pretensado. Una parte de estos ensayos se describen en [1], Cap.
14 Pudo demostrarse que los aceros para pretensado de dlshntos tipos, con resistenctas
del orden de St 1400/ 1600 N/mm 2• soportaban amplitudes de oscilación 2 cr A de por lo
menos 280 hasta unos 320 N/mm 2 por encima de la tenston lnfenor debida al pretensado.
supuesta del orden de los 800 N/mm 2. Esta amplitud de oscilación es mayor que la corres-
pondiente al acero para hormigón BSt 420/ 500, usual que esté en el orden aproximadamente
de unos 180 N/ mm 2 cuando está hormlgonado En las sollcttactonos por fatiga resulta por
ello, en general. que la armadura de acero para hormlgon peligra más que el acero para
pretensado, a no ser que se ongmen tenstones en la zona de empalmes o juntas de acopla-
mtento del acero para pretensado, donde. segun sea el tipo de empalme (ver Cap. 11 ), sólo
pueden ser soportadas amplitudes de oscilación relativamente reducidas.
Comprobación
Tanto los ensayos como también la determinación de tensiones por cálculo Indican
que las estructuras de hormigón pretensado correctamente calculadas y, en especial, res-
petando las reglas relativas a las armaduras mlnlmas según Cap. 19 poseen muy elevadas
•• resistencias a la fatiga y a las condiciones de servicio, que son más favorables que las de
cualquier otro tipo de estructuras corrientes en la construcción. Esta comprobación es válida,
no sólo para pretensado total. sino también para pretensado parcial hasta grados de pre-
tensado muy ba¡os, para los cuales la alternancia de tensiones en el acero para las cargas
que se presentan con fre cuencia se mantiene por debalo de u 5 = 120 N/ mm 2. o respec-
tivamente 6-uz = 150 N/mm2.
Para las resistencias en las condiciones de servicio algunos casos especiales de
carga se mantienen sin consecuencias desfavorables, en tanto que las tensiones en el acero
para pretensado y én el acero para hormigón queden por debajo del limite de elasticidad
f3o.o 1, de modo que las fisuras que eventualmente aparezcan se cierren luego de la des-
carga. por efecto del esfuerzo de pretensado total Dado que dichas tens1ones en el acero.
normalmente se presentan reclen para 1.3 a 1,4 veces la carga de servicio, las vigas de
hormlgon pretensado son relativamente Insensibles a dichas sobrecargas poco comunes.
76
10
Anclajes y empalmes de los aceros
para pretensado y de los elementos
tensores
77
El esfuerzo de pretensado se expande en la sección de hormigón y requiere una
determinada longitud de penetración hasta alcanzar una distribución lineal de las tensiones
CTb, v en el hormigón. Para determinar dicha longitud de penetración se supone que el bari-
centro de las fuerzas a trasferir queda ubicado aproximadamente en el tercio extenor de la
longitud de trasferencia t 0. La DIN 4227 establece asl para dicha longitud la siguiente
fórmula:
~~~~$mm$~~~~mmD~ Zv
-- alambre para pretensado,
nervurado
trasversal radial
compresión trasversal
t-~
~L~J.,. 1 media
tensión de adherencia
en el acero para pretensado
.J.. - f u---i = longitud de trasferencia
segú~·.~~·p:~lllllll!#,~;;:lllllllllllllllllll
,
tensión en el acero
~«:11111111111111~;~;:~
tensión en el horm1gón
cerca del eje de
s. la barra
+---
1e • longitud de penetración - 1/3 1 o ¡. h
F•g 10. 1 Distribución de tensiones, longitud de trasferencia y longitud de' penetración en un anclaje
por adherencia de un alambre nervurado pretensado. en el caso de pretensado en banco de tesado.
78
En general, los anclajes por adherencia de las vigas fabricadas en los bancos de
tesado están ubicados cerca del cordón Inferior. de modo tal que la regla de la OIN antes
indicada para (e no es del todo exacta. En este caso es más correcto adoptar como longitud
de penetración el valor desarrollado por J . Plahn y K. KrOII
l. 2
te • h ( 1 + o. 15 ( hu ) ) (ver [O], Tomo 11. Sec. 3.3.8)
De acuerdo con la Flg. 10.2, en este caso, además de los esfuerzos de hendedura
por tracción, deben también considerarse alrededor de la zona de anclaje del acero para
pretensado. esfuerzos de borde de tracción ZRy,Y otros arriba y en dirección longitudinal
ZRx·
La intensidad de los esfuerzos de hendedura por tracción se obtiene en forma lógica
mediante lo Indicado en [0), Tomo 11. Sec. 3.3; como valor grosero aproximado, en su lugar
puede adoptarse siempre
tracción
79
r-----~~~~~~~zu~z¿~__.
L-----~~~~~~~~~~~~~r=== Zv
Fig. 10 4 El " efeclo Hoyer" en el ex-
lremo de un alambre, anclado por ad-
herencia
Observación histórica:
Los Inventores del pretensado en bancos de tesado (Wettsteln y Hoyer) utilizaron
primeramente alambres lisos muy delgados, de sólo 1 a 2 mm de diámetro y, con ello, por
• cierto, alcanzaban resultados limitados en el tiempo. Hoyer explicó el electo de anclaje por
la circunstancia de que el alambre, en su extremo, al disminuir la tensión se expandfa
lateralmente, con lo que el extremo ensanchado se acuflaba en el hormigón (electo Hoyer),
(Ftg 104)
Al hormigón pretensado fabricado por este procedimiento se lo denominaba " Stahl-
saitenbeton'' {hormigón con cuerdas finas de acero). Sin embargo, pudo observarse que,
transcurrido un tiempo determmado, a veces luego de transcurridos sólo dos a tres años,
este anclaJe por adherencia, basado exclusivamente en le adhesión no se mantenla y los
alambres deslizaban cada vez más, de modo que se perdla la tensión prevta. En Suecia se
continuó utilizando por mucho tiempo alambres lisos para pretensado en bancos de tesado,
baflados previamente en ácido para hacer rugosa su superficie. Sin embargo, un anclaje
satisfactorio por adherencia sólo puede obtenerse mediante adherencia mecánica por corte.
80
hélice 0 1o. 8 vueltas St 240/370
CORTE A-A
ventilación, retirar la manguera
luego de endurecido el hormigón rellenar tos espacios
con masilla
A
manguera de goma
con masilla 50 mm
-~ por ejemplo 300 ,~ "' cara externa del hormigón
Flg. 10.5. AnclaJe de los manoJos de alambres por adherencia dentro de la hélice quo envuelve la
zona de anclaJe: la hélloe absorbe también los esfu erzos de desvlo al comienzo del abanico.
VISTA
zona de
anclaje trompeta ensanche canal de tesado
1· ·¡· rr
cable
chapa perforada
82
Flg, 10.8. La esptral Jogaritmlca ongma una presíon de
desvlo constante, siempre que se prescinda de la adhe·
slón.
r 0 • ra dio al comienzo de la curvatura,
¡¿ • coeficiente de fricción del acero sobre el hormigón:
'(Jx • ángulo de curvatura entre O y x. z
r :.1,6 ti r a 6 ti r=4 tl
,"'e
fl)
o
.
~
...
..,
\D
t')
,l
,"'e
fl)
o
Fig 10.9. Ondulado sufl· a)
clente para el anclaje de
alambres tensores en hor·
mlgón (por lo menos B 30),
zunchado.
83
Flg. 10. 1O. Anclaje de 8 alambros do (¿) 8 mm de extremos ondulados, con uno hélice (zuncho)
vaina
.........
lll
N
pieza anular de 20 mm
de largo 0 15 mm mln. 180mm - 10 125
Flg. 10.11. AnclaJe de 12 olambres traillados de 0 5,2 St 1800, con ganchos simples, en hormigón
zunchado. Para olambres laminados y beneficiados puede eliminarse el poqueflo gancho extremo.
Los alambres o trenzas de acero para pretensado pueden ser también anclados
medrante un lazo {loop) (Fig. 10.12} El lazo puede estar hormlgonado, o envolviendo blo·
ques prefabricados de hormigón El radto de curvatura del lazo, en el comienzo del anclaJe
depende, como en Sec. 10 2. de la prestón de desvfo admisible de los alambres contra el
hormigón. Estos anclajes en lazo fueron eX1ensamente utilizados en el procedtmlento Baur·
Leonhardt para elementos tensores concentrados con esfuerzos de tesado de hasta 50 MN
(ver [ 1], Sec 3 1 2)
Los anclajes en lazo también pueden ser ejecutados con pequer'\os radios de curva-
tura, cuando, por ejemplo, el hormigón está protegido mediante una chapa metálica.
84
la Flg. 10.13 muestra un anclaje de este tipo de un elemento tensor constituido por
una trenza, procedimiento VSL.
Para los elementos tensores sistema leoba, repetidamente utilizados en los comien-
zos del hormigón pretensado, se utilizaron 12 alambres 0 5,2 mm u 8 alambres 0 8 mm,
con lazos de sólo 45 mm de diámet.ro interior enganchados en una p1eza de anclaJe forjada
que permite tracclonar el elemento tensor (Fig. 1 0 . 14). la pequeña pieza de anclaJe apoya
~~----- ¡
1
1
1- -
1
1
lazos para tesar canal para tesar lazo en
hormigonados torno de un bloque
tensor prefabricado
ANCLAJE FIJO ANCLAJE TESABLE
Fig. 1O. 12. Anclaje en tazo entre 2 canales de tesado, hormlgonado o colocado alrededor de un
bloque tensor prefabricado. Los alambres se abren en abanico hacta la parto curva.
Flg 10 14 Ancln¡o on lazos de pequeno rad1o de curvalura enganchados en lorno o una p1eza de
ancla¡e tortada (anllguo procadlmtenlo Leoba).
85
sobre mortero inyectado endurecido, capaz de absorber la elevada presión, ya después
de un dfa de endurecimiento, gracias a un fuerte zunchado. Como consecuencia del pe-
queño radio de curvatura se pierde en el anclaje del 2 al 7 % de la resistencia a la rotura
en el caso de una única carga continua, en cambio para carga oscilante el lazo se comporta
favorablemente. El conocimiento de este tipo de anclaje puede ser de interés en casos
especiales.
El anclaje mediante roscas y tuercas (anchorage wlth threads and nuts) se utiliza
en el caso de barras redondas ; sin embargo, para aceros de alta resistencia la rosca normal
torneada conduce a una reducción demasiado elevada de la carga de rotura. Esto se evita
mediante el laminado en frlo de la rosca, porque en este caso se origina un endurecimiento
del acero en la zona de la rosca y una menor pérdida de sección en la sección del núcleo
(Fig. 10.16 a).
El laminado en trio de las roscas también es posible para alambres o barras. benefl·
ciados o trefilados y revenidos, con resistencias de hasta aprox. St 1600 y hasta un mlnlmo
de 0 5 mm.
Tampoco son apropiadas las tuercas normales porque, debido a su forma usual,
los primeros filetes de la rosca ubicados detrás de la placa de anclaje resultan sobresollcita-
dos ( Fig. 10.15 a). Para mejorar la resistencia a la fatiga, en un principio se desarrolló una
tuerca de anclaje con un cuello debajo del apoyo de la tuerca, que descarga los primeros
filetes de la rosca (Fig. 10. 15 b). Después siguieron como meJoras posteriores tuercas en
cuña en las cuales un cuello cónico encaja en la placa de anclaje que posee cuatro ranuras
para que la tuerca, debido al apoyo en cuna. compnma la rosca en dirección radial (Fig.
1O 15 e). Entre las roscas de la barra y de la tuerca debe existir muy poco juego, para que los
filetes de la rosca resulten solicitados en toda su altura. Por ello es necesario observar
tolerancias rigurosas En el nuevo procedimiento leoba con barras, esos espacios se ralle-
a) b) e)
1LO 11LO t--130/130
-~""'
tuerca de anclaje SI 50.11
ranura para '~'
tuerca
inyección \
\. J
1
cónica con
. ¡ -~ 60,
r
e
o 26 51600/900 '
e
h
Ftg 1O 15. Ancta¡e de barras tensoras de 0 26 con tuercas de ancla¡ e de distinto tipo, con roscas
L laminadas, para barras 0 26 mm, St 835/1030.
(\ a) tuerca normal M 27 sobre placa de acero, Insuficiente.
b) tuerca de anclaje con cuello debajo del apoyo de la tuerca
h.: e) tuerca con~ca sobre campana de anclaje de chapa de acero
(tipos b) y e) desarrollados por Dywidag).
84
86
. . ..
······•h...- ............ ,., ..
Flg t O. 16. Campana de anclaje Dyw•dag para barra tensora con tuerca cónica
a) rosca laminada en frlo sobre barras redondas lisas.
b) nervaduras laminadas en relieve, en forma de rosca .. barra " Gowl"
o
anclaje en disco
lb 26
80 .,
hélice ., t30
S rtJ 2 St 370
b placa de anclaje
~ 26
120 / 130
nan con una resina sintética de elevada dureza, lo que eleva aun mlls la res1stencia a la
fatiga
Postenormente Oyw1dag, en colaboración con talleres metalurglcos. desarrolló las
aslllamadas barras roscadas " Gewi' (Rg. 1 0.16 b),las cuales poseen nervaduras laminadas
continuas en forma de rosca y que alcanzan resistencias St 108011230 por trefilado y
87
revenido. Para las roscas relativamente bastas las tuercas cónicas ranuradas deben ser más
largas que en el caso de roscas laminadas. Para barras 0 16 mm también e)usten roscas
la minadas para calidades S1135011500.
Para anclates fijos es suficiente una tuerca reforzada en forma de disco biconvexo
ubicada dentro de un fuerte zuncho que permite dimensionar el dlémetro del disco para una
presion p ,. 2 f3 w debida a V 0 (Fig. 10. 17 arriba). Dywidag prefiere para anclajes fijos placas
de anclaje rectangulares atornilladas directamente a la barra y cuyas dimensiones se deter-
minan partiendo de las presiones admisibles normales para áreas con carga parcial, de modo
que es posible prescindir del zuncho y bastan algunos estnbos y barras rectas transversales
como armadura de penetrac1ón (Fig. 10.17 abaJo).
Advertencia
Todos los anclajes a rosca son sensibles a solicitaciones adicionales a la flexión.
Por ello se debe tener la precaución de que las barras en las zonas roscadas resulten
solicitadas con exactitud según su eje. Las placas de anclaJe deben fijarse en forma ade·
cuada, de modo que queden exactamente perpendiculares al eje de la barra y, al tesar,
el gato tensor debe disponerse con su eje exactamente coincidente con el eJe de la barra.
88
CUÑ A DE ENCLAVADO
CUÑA DESLIZANTE
enclavamiento
de la cuña
KN2
-- --{2~ . P
2 K
g~nl
Flg. 10.18. Forma de actuar de los anclajes a cuila. A la Izquierda cuila deslizante, a la derecha cuila de enclavatlo. ~ P= reacción deapo·
yo en el gato tensor, P = presión al enclavar, K= =
esfuerzo de apretadura, J<inl en el estado flnal, KN componente normal de K perpendicu·
lar a la superlicle de deslizamiento. R= esfuerzo de lficclón, p= ángulo de Inclinación del esfuerzo de apretadura respecto a la normal. al
d.esllzar= ángulo de fricción. luego del endentado p lnles menor que el ángulo de fricción. Al producirse el endentado, puede resultar p
CD
máx. = 45°. El cociente P máx. mide la seguridad al desll1.amlento. Los esfuerzos se han representado fuera de escala, p. eJ., A Pes sen·
co p (n)
1
slblemente menor que V
endentado. El desplazamiento de la cuña (llamado Schlupl = deslizamiento) depende de la
Inclinación de la cuna y de la profundidad del endentado. Deb1do al deslizamiento se reduce
el esfuerzo tensor. El " deslizamiento" es, en general, de varios mlllmetros (hasta 10 mm).
Para elementos tensores cortos. con correlativos desplazamientos por tesado, el " desliza-
miento" juega un rol que, en vtsta de la pérdida del esfuerzo tensor, debe ser tenido en
cuenta.
2 CUNA DE ENCLAVADO
90
ESTADO DURANTE EL MONTAJE
encofrado
11)
co 12 cul'las anulares
Flg. 10.20. Cuft as anulares dlspuesras muy poco espac•adas enrre si, para un elemenlo tensor VSL
de 12 trenzas de 7 0 4.
r
misma aparece representada en 1 ]. Fig. 3.57; sin embargo. casi no es utilizada en la
actualidad.
Las cuflss planas de sección rectangular de acero " blando" son apropiadas para
91
cuila. encaJada
corte a través
del manojo de alambres
16 alambres
nervurados N40,
nervaduras duras.
cuila 'blanda
F1g. 10.22. Cuñas planas de acero blando anclan alambres tensores nervurados duros (procedl·
miento Ed. ZOblin).
Estado de montaje
anclaje
separador
Tesado
placa de anclaje
tuerca do
anclaJe
.,
-?
corte de
separaclon
alambres tensores dispuestos en an111o
Flg. 10 23. Antes de tesar, el manguito cónico de anclaje as colocado a presión sobre el perno con1oo,
apretando los alambres tensores narvurados (¡so anclan hasta 60 Sigma Oval 40 en 2 capas!). (Proce-
dimiento PZ.)
92
f1jar alambres planos nervurados dispuestos en capas. a cuerpos de anclaje especiales para
este objeto. Las nervaduras de los alambres tensores se enclavan en la cuña. El ancla¡e
del procedimiento de Ed. ZOblin ancla 16 alambres Neptun N 40 colocados en 4 capas
dispuestas en el Interior de la vaina (Fig. 1 0.22).
Las trenzas, los cables de hasta 19 alambres o los alambres redondos pueden anclarse
mediante un manguito trefilado (tru/ock) de acuerdo con Fig. 1 0.24. Sobre el extremo de la
trenza se estira en frlo un caño a través de una boquilla de menor diámetro y con ello se lo
comprime transversalmente sobre la trenza. El manguito llene en su extremo una rosca y se
anillo de trefilado
ANTES DEL TREFILADO
A alambres
manojo de alambres
A n• corte A-A
Fig. 10.25 MangUito traillado para un manojo de alambres dispuestos en torno de un nucleo clllndrlco
que posee nervios trasversales endurecidos en la zona del manguito
93
lo ancla, al igual que las barras tensoras, mediante una tuerca, para lo cual es suficiente que
ésta sea normal, porque en este caso el diámetro de la rosca es relativamente grande.
Los manguitos de anclaje también pueden colocarse comprimiéndolos hidráulica-
mente. En este caso para el endentado, se coloca entre el manguito y el elemento tensor
espiras de alambre triangular endurecido (Procedimiento VSL).
La Flg. 10.25 muestra cómo se ejecuta un manguito trefilado para anclar 32 alambres
redondos
94
Flg. 10.29. Ancla¡e BBRV para
163 alambres de 0 7 mm, V 0
adm .. 6000 kN.
Interior para la barra tensora y una rosca exterior para la tuerca de apoyo (Fig. 10.28). Los
mayores elementos tensores con anclaje BBRV están constitUidos por 163 alambres de
0 7 mm con un esfuerzo de tracción llmile de 10 MN (Fig 10 29). La p1eza de ancla¡e
posee únicamente una rosca exterior para el tesado y se fija med1ante arandelas contra la
placa de anclaje. En el caso de trenzas, la cabecita de anclaje recalcada se refuerza.
aaemás, mediante una cuna anular constituida por tres partes (Fig. 10.30)
95
Flg. 10.31 . Manguito roscado
para el empalme de barras ten-
soras, en este cas:> con una val·
na para cubrir el manguito.
vaina
núcleo de acoplamiento M 62
reducida que la correspondiente a los anclajes de los extremos mediante tueroas en cuna.
Las uniones roscadas constituyen, por ello, puntos débiles en los elementos tensores.
Es Importante que las barras tensoras se atornillen en el manguito en la longitud
necesaria. Generalmente existe en el centro un agujero desde el cual es posible controlar
la posición de los extremos de las barras. Lamentablemente. ocurrió varias veces que las
barras tensoras no se atornillaron lo suficiente. y al tesar se soltaron. desprendiéndose en
forma explosiva.
La vaina debe ensancharse en la zona del manguito de unión. La longitud del ensan-
che resulta del alargamiento en correspondencia con el manguito; se recomienda. por razo-
nes de segurtdad, una prolongación mayor que la necesaria.
En lugar de manguitos roscados es posible también utilizar manguitos a presión.
los cuales, sin embargo, no se utilizan corrientemente en empalmes de aceros para preten-
sado.
96
Los mangu1tos roscados también son utilizados para anclajes por acoplamiento. La
Fig. 10.32 a, muestra un ejemplo, donde un manguito tubular es utilizado para unir elementos
de anclaje BBRV.
En elementos de anclaJe anulares que poseen una rosca lntenor para tesar, es natu-
ral utilizar para el acoplamiento un núcleo roscado -preferiblemente con dos mitades de
roscas de sentido contrano- que se atornilla en la pteza de anclaje (Fig. 10 32 b).
sección
Flg 10.33. Empalme norteamericano constituido por cul'las y resortes on el Interior do un manguito
esbelto.
de resorte
Flg 10.34 Ancl o¡ e por ouflos con resorte para acoplar al anclaJe loa elementos tensores
97
10.8.3. Empalmes a rosca
En distintos procedimientos de tesado se fabrican anclajes de acoplamiento simple-
mente uniendo los elementos de anclaje de acero con pernos de alta resisteneta. Como
ejemplo, en la Fig. 10.35 se muestra el acoplamiento de elementos tensores leoba AK 120.
los pernos de alta resistencia pueden dimensionarse con un exceso de seguridad.
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98
1 0.8.4 . Sobre la resistencia a fa fatiga de los anclajes y acoplamientos
Las resistencias a la fatiga de los anclaJeS de los elementos tensores y de los aco-
plamientos son, casl sin excepción, más reducidas que la del acero para pretensado. Las
causas de ello son los efectos de entalladura en las roscas y endentados, la corrosión por
lncción en cunas, manguitos trefilados y anclajes en lazo, o la flexlon y enderezado de los
aceros para pretensar que se originan en la zona de desvlo al tesar. Para la aprobación de
los procedimientos de pretensado, los anclajes y acoplamientos deben ensayarse a la fatiga
por carga oscilante a pesar de que las estructuras de hormigón pretensado generalmente no
experimentan casi ninguna oscilación de tensiones en los lugares de anclaje. Para ello, la
amplitud de oscilación cr 0 - a-u = a-2A por encima de la tensión Inferior a-u ... Uzv adm
soportada por un anclaje en el estado no Inyectado, para 2 x 1o6 variaciones de carga,
debe ser por lo menos de 80 N/ mm 2. Este severo ensayo a la fatiga permite, sin embargo,
detectar lugares débiles también para solicitación estática y ha conducido con ello a estable-
cer que los anclajes de los elementos tensores resultaron ser muy confiables.
En el resumen siguiente se indican algunos resultados de ensayos sobre amplitudes
de oscilación en anclajes.
99
barras, pese a que aquéllos estaban ubicados en la zona de los puntos de momento nulo de
la viga continua. Las causas esenciales fueron esfuerzos de coacción no previstos. Las
roturas no se hubieran producido si entonces ya se hubiera conocido la cantidad de arma-
dura de acero para hormigón que es necesario disponer en las juntas, para evitar en forma
segura la abertura de las juntas en los acoplamientos. para cargas extraordinarias
100
delgada capa de mortero, de modo que, en principio, sólo es necesario fijar en el enco-
frado la vaina o un ensanche en forma de trompeta en los casos en que. por ejemplo, los
alambres tensores se mtroducen dentro de la vaina luego del hormlgonado. Para elementos
tensores de mayor tamal'\o, en general se fija al extremo de la vaina una placa de madera
perfectamente plana. que se atornilla al encofrado y que se qu1ta al desencofrar (b). En
general los elementos tensores llegan al extremo de la viga en capas de distinta Inclinación.
La superficie extrema de la viga, en este caso, debe encofrarse en forma poligonal, porque
las placas de anclaje deben ser rigurosamente perpendiculares al eje del respectivo elemen-
to tensor (Ag. 10.37 e).
Es común, sin embargo, que las placas no presenten una superficie plana perpendi-
cular al elemento tensor sino que ellas sean inclinadas o curvas por razones de economla
de acero. Estas placas de anclaje se fijan al encofrado y se hormlgonan en seguida (por
ejemplo. campanas de anclaje Oywldag).
Generalmente. luego de efectuado el tesado, los aceros para pretensado sobresalen
por fuera de la placa de anclaje, aun cuando después de aplicada la tensión se corten las
longitudes que ya no son necesarias para su fijación al gato tensor.
Estos extremos del acero tensor y las placas de anclaje, luego de aplicada la tensión
deben, naturalmente, protegerse contra la corrosión, lo que normalmente se efectúa me-
diante un recubrimiento de hormigón, que debe tener suficiente espesor (por ejemplo,
2: 100 mm) y estar bien armado. El recubrimiento de hormigón deberla ser anclado, en la
a e
Fig 10.37. Placas de anclaje para anclajes activos, aplicadas exteriormente en tos extremos de ta
viga.
101
dirección del tesado, al extremo de la viga, en forma resistente a la tracclon, de modo que
debrdo a los movimientos de contracción por fraguado de las placas de anclaje no se separe
de ellas. Antes de hormigonar dicho recubrimiento debe escarlficarse el hormlgon viejo
alrededor de las placas de anclaje y humedecerse por lo menos durante un dla, de modo que
el hormigón del recubrimiento adhiera perfectamente al hormigón vrejo.
El montaje de Jos anclajes en las superfrcaes de los elementos estructurales se adopta,
generalmente, cuando es necesario ubicar muchos ancla¡es de los elementos tensores yux-
tapuestos sobre la cara extrema de la estructura. las separaciones mlnlmas de las placas de
anclaje hguran en los certificados de aprobación del sistema de pretensado elegido. También
en este caso es válido el criterio de que luego de una longatud de trasferencia adecuada,
por ejemplo en el extremo de un zuncho de anclaje, las tensiones de compresión del hormi-
gón, supuestas repartidas, no debieran ser mayores que 0,35 fJw o 0,5 fJR en la dirección
de los esfuerzos tensores.
Antes de hormigonar
-.tmanguilo de vaina ~20.7 m~
oncorrado
de mm
tubo 150 centrado
lb 20mm
t ~
3 tornillos para
-1 - -l
Antes de tesar
gato tensor
,f . -
Luego de la Inyección
Flg. 10.38 Anclaje activo embutido para un elemento tensor pequeno con V 0 • 100 k N. Alambres
o trenzas Individuales.
102
Anclajes embutidos
SI los elementos tensores tienen una separación mayor, en este caso es preferible
embutir los anclajes, colocando entre la placa de anclaje y el encofrado piezas especiales
que pueden ser de espuma rfglda, material sintético, chapas de acero o de madera. El tamaño,
de estas piezas especiales debe dlmenslonarse de modo tal que el gato de tesado pueda
ser ubicado con juego suficiente en el correspondiente nicho o cavidad que ellas forman.
Las Figs. 10.38 y 10.39 muestran distintos eJemplos.
La profundidad del nicho debe dimensionarse de forma tal que todas las partes de
acero luego del tesado tengan el recubrimiento de hormigón prescrito como protección con-
Ira la corrosión, cuando el nicho, luego del tesado. se rellene con hormigón. También en este
caso el tapón de hormigón deberla fijarse al cuerpo de anclaje en forma resistente a la
tracción mediante piezas de acero adecuadas.
Los anclajes activos Intermedios presentan siempre inconvenientes cuando el destino
de la estructura e~lge que el anclaje no deba sobresalir de la cara exterior plana de dicha
ANTES DE HORMIGONAR
~------~200 ------------~
zuncho
de 5 espiras
010mm
de acero
4 alambres 0 12.2 mm J.
LUEGO DE LA INYECCION
campana de Inyección
liJada a la pieza
de anclaje
rellenar con
103
a) Abertura pasante
para el gato
-- ---- , 1
estructura. En este caso es necesano disponer nichos de tesado. que en losas delgadas es
preferible que abarquen todo su espesor (Fig. 10.40 a). En losas gruesas o en el alma de las
vigas, el elemento tensor, para su anclaje, debe en lo posible ourvarse tan fuertemente que
el gato, al tesar, no resulte afectado por el nicho {Fig. 10.40 b). Cuando se establecen las
dimensiones de tales nichos deben conocerse: el tamano del elemento tensor, el procedl·
miento de tesado y las dimensiones del correspondiente gato, para poder establecer los
requisitos de alargamiento del elemento tensor, debidos al tesado previsto.
El lhconvenlente que existe es que en estos nichos para tesar debe Interrumpirse
la armadura normal, se altera el flujo de esfuerzos en el hormigón, y se originan esfuerzos
de desvlo, que normalmente exigen una armadura adicional. Luego del tesado es necesario
rellenar los nichos con hormigón, para cuya seguridad debe preverse una armadura de
vinculación. Las superficies de los nichos deben ser escarificadas. Es dudoso que las juntas
entre el hormigón viejo y el tapón de hormigón resulten estancas. Debido a estos lncon·
venlentes en lo posible deberfan evitarse tales nichos.
En las vtgas-cajón es posible sobresalir de la losa o del alma con el anclaje, dispo-
niendo resaltos para tesar (Flg. 10.40 e).
104
--- --~~--~------------------~------~
11
Procedimientos de pretensado y
su elección
105
alambres, porque las barras tensoras gruesas se mantienen firmes sin soportes adicio-
nales.
5. La elección del tamaño del elemento tensor, calculado sobre la base del esfuerzo tensor
admisible, en el caso de pretensado de losas. deberla efectuarse de modo tal que la
separactón entre los elementos tensores no resulte demasiado grande. El tamaño del
elemento tensor depende también del diámetro de la vaina, que nunca deberla ser mayor
que 1/ 4 del espesor de la losa o del alma. Cuando se crucen elementos tensores (en
losas sin vigas), la suma de los espesores de ambas capas de elementos tensores no
deberla sobrepasar 1/ 4 h.
6. Otra limitación para la elección del tamaño del elemento tensor resulta del hecho de
que debe evitarse que en una viga exista un único elemento tensor. para que el colapso
de éste no conduzca en seguida a la rotura de la viga. Sin embargo puede adoptarse un
único elemento tensor por viga. cuando la armadura de acero para hormigón sea suficien-
te para evitar la rotura; en general, sin embargo, deberlan adoptarse de dos a tres
Fl elementos tensores por viga para, con ello, repartir mejor la Introducción del esfuerzo
tensor en los extremos de la viga.
Otros puntos de vista para la elección de los elementos tensores y de los procedl·
mlentos de pretensado resultan. especialmente en el extranjero. de las diferentes posibili-
dades de suministro de los aceros para pretensado, de las vainas, de los elementos de
anclaje, etc., asl como también de las condiciones para el trasporte y la puesta en obra.
Las aprobaciones de los procedimientos de pretensado Incluyen exigencias que
deben ser tenidas en cuenta tanto en el proyecto constructivo de las estructuras de hormigón
pretensado, como en la ejecución en obra.
La Tabla 11 .1 muestra una selección de los procedimientos de pretensado actual-
mente más utilizados en la República Federal de Alemania. Los procedimientos de Freyssl·
net, Oywldag. BBRV y VSL se han difundido ampliamente también en otros paises.
106
11 Anclaje Vaina
Esfuerzo Ooellclento OndulaciO Deshta ·
Compo· ller Tipo Separación
Procodlmoento liCero para pretenndo Ion sor do fricción mlanto Observaciones
slclón Seo 13. 1 (para B 45) ancho seporacf6n
adm ¡J Ledo de lado Clt en cada
rasado anclaje Borde EJe e&tremo
lobre lobte
mm ltN o¡m c:m cm mm mm mm
12 - 7
camp•n•
nywtdac 1~15 SI 885/10110 uwado 105 O. H 0,5 8 12 campana2 , segun 26
1 11 26,& y Jt2 0,3 rosca 9 32 blllfU roscada.
con c•mpana 16 OIN
St 835/10~0 teventdo 455 0,50 0.3 11 21 38
1 - 32
577 0.2
o placa pla.c a 1, O 18. 553
1 - 111 14,5 25 42
Tabla 11 1.
12
Formas y dispositivos para pretensar
12.1.1 . Generalidades
Los elementos tensores deben ser pretensados hasta alcanzar una elevada tenslon
en el acero. Para ello. aun para secciones de acero reductdas. se requieren grandes es-
fuerzos que es posible obtener de la mejor y más simple manera mediante gatos hidráulicos.
ya que extsten bombas de alta presión que pueden elevar la presíon de un fluido a SO N/mm2
y aún más. Es tmportante tener una idea de la magnitud de tales presiones. SO N/ mm2
significan, sencillamente. la presión correspondiente a una columna de agua de 5.000 metros
de altura. El ingeniero especializado en hormigón pretensado debe tambtén saber cómo
actúan los gatos hidráulicos
Los gatos hidráulicos (hydraullc facks) consisten en un cilindro a (cyllnder) y un pistón
mactzo o anular b (plston) El reducido espacio entre el pistón y el cilindro se sella mediante
una empaquetadura o (seallng), que generalmente está constituida por una goma especial
y que posee un labio, que cuando no existe presión se comprime mecánicamente contra la
pared del cilindro (Fig. 12. 1).
Para alcanzar el esfuerzo en el gato, se Inyecta en la base del cilindro un fluido pre-
surizado mediante una bomba de alta presión (hlgh pressure pump). Como fluido se utilizan
ya sea agua con aceite (emulsión) o un aceite liviano.
la presión hidráulica p que actúa sobre la superficie AK del pistón origina el esfuerzo
de pretensado
108
Corte A-A Corte A-A
Ag. 12.1. Corte esquemático a través de un galo hidráulico simple, con pistones macizo y anular.
a cilindro 1 válvula de seguridad
b pistón g alargamiento posible de alcanzar el pretensado =
e empaquetadura = carrera adm
d espacio para al lluldo de presión h abertura para la barra tensora
e conexión para tubería de ella presión
Precauciones
la falta de estanqueidad en los conductos de alta presión puedo conductr a lesiones
peligrosas .as mangueras deben encontrarse en buen estado y los conductos ft¡o s deben
cubrirse Todos los equipos de alta presión constituyen elementos sensibles que deben
mantenerse extremadamente limpios para que puedan funcionar con seguridad.
109
Fig. 12 2 Prensa en operación, Mangueras
de alta presión vinculan la bomba con el gato.
(Prensa Leoba para AK 120 y cuftas encla·
vadas.)
110
trinquete y
t--- - manivela para
apretar la tuerca
tensora ~
tubo tensor
Flg. 12 4 Gato con pistón anular, barra tensora en agu¡ero centrado (Prensa Leoba para 500 kN.
de solo 31 kg de peso)
acuñar, mediante el cual se encajan las cuñas luego de haber tesado los alambres (Fig.
12.2).
En el caso de las prensas para manojos, de Freysslnet (Fig. 12.6) los alambres ten-
sores o las trenzas se abren alrededor del elemento de anclaje de modo c¡ue, para ser
tesados, puedan asegurarse mediante cuñas en ranuras ubicadas en el borde cónico del
cilindro del gato. También en este tipo de prensa existe además, en el pistón del gato tensor,
otro pequeflo pistón con una cabeza que. después del tesado, presiona e mtroduce la cuña
mterna de anclaje de Freyssinet entre los alambres ya tesados.
En lugar de gatos anulares pueden utilizarse también gatos gemelos en los cuales
la barra tensora pasa entre ambos gatos y es accionada por los gatos mediante un cabezal
trasversal (Fig. 12.5).
111
MONTAJE
TESADO
AFLOJAMIENTO
Ftg 12.6 Gato para manojos, de Freysslnet , formas de actuar durante el tesado '1 el acuñado.
112
Flg. 12 7 Gato alrnple para 5000 kN, oon pistón capaz de experimentar pequel'loa giros (¡el pistón
como arllculaol6nl), 240 mm de carrera.
LSO ~
3 resortes de retroceso
longllud de gula anrllo de bronce.
para una carrera lm:3~~ de gula
máxima
de 140 mm
o
11'1
11'1
- - t.JQ!Jl ~ _.__._
1
1
bronce 1
o mpaquetadura
de goma
Fig. 12.8 Gato con anillo de retenc1on a¡ustable para 5000 kN y 250 mm de carrera, con articulación
esférica supenor
113
corte
costura Circular
soldada vista eupenor
12.2.1. Grandes elementos estructurales pueden ser pretensados unos contra otros me·
d1ante gatos hidráulicos ub1cados en una junta tensora . siempre que los cables tensores se
anclen en los correspondientes elementos estructurales. Como ejemplo mencionamos (Ag.
12.1 0) el procedimiento de bloques tensores de Baur-Leonhardt, en el cual los cables ten·
seres se anclan en forma de lazo o de abanico en grandes bloques de hormlgon. los llama·
dos bloques tensores Los gatos hidráulicos se colocan en nichos especiales. En la ¡unta
de tesado debe existir una suficiente superficie libre. de modo de poder fijar el alargamiento
114
Plantas
anclaje
anclaje en abanico
enlazo
nichos para
-
tensores en los cuales se han
los gatos
anclado grandes cables ten-
sores. (Procedimiento Baur-
Leonhardl.) cables ~ cables
antes de tesar
tensores
Fig. 12.11. Protensado mediante 4 a rosca
desplazamiento de los cables, an-
clado en sus extremos, en dirección
trasversal al ele del cable.
•--=-:-::=-=-=-=-~==~~.J
=-:~;?="="-
-:~~-:;'"-'=
:.
115
forma adecuada. Ejemplo: pretensado de la fundación anular de la torre de trasmisión con
antena dirigida ubicada sobre el monte Frauenkopf en Stuttgart (J. Schlaich: "Der neue
Richlfunkturm a uf de m Frauenkopf in Stuttgart", Beton und Stshlbetonbau , 4/ 1971 ).
caño de
hormigón
pretensado
¿li
~ J _peso para aplicar
la tensión G = ~
Fig. 12. 13. Zunchado de cal\os de
hormigón pretensado. El alambre se
tesa mediante un peso (segun ZO·
bhn)
accionamiento
bobina de
alambre
~-
accionamiento
rh
cr peso
tensor
Flg. 12. 14. Esquema de una máquina devanadora soviética para el pretensado de vigas en bancos
de tesado.
116
13
Elementos tensores en vainas,
fricción y montaje
117
Elevación
Planta
-- ¡
~oslclón teórica
r : IJ. u
v0
...._
' J"'~/.,~
/.. .....-v,
~~~ U = 21 ( v0 .v1) are Cl
Fig. 13 2 Esfuerzos de desvfo para curvatura constante y en lugares de quiebre de tramos rectos.
Los esfuerzos do fricción se muestran tal como actoan sobre el acero para pretensado.
118
20 >u
119
,.---,
carga
:l 0,60
e
-o
ü
u o.so ~
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Ql
O.LO
\:~·'' ~ R: l.m
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Q)
...::.... ............. .... R • 8m
e
Ql 0.30 R •21.m
·u
1:
Ql
o
u
0,20
o 20 1.0 60 80 100
deslizamiento 6 f (mm)
Flg 13.6. Reducción del coehdente de fricción ¡.t en función del deslizamiento 6 (. para distintos
radios de curvatura para manojos de 16 alambres aplanados nervurados, A1 • 40 mm 2 (según SchOII
[15]).
120
0.60
:i.
e
-o 0.50
a
:E
Cl)
0.40
"'O pa ra A ~ 24
Cl)
0.30 p. máx ... 0,31
e
Ag. 13.7. Aeducclon del coeli·
Cl)
:§ ~ -...... ····· para A= 4
clente de fricción p. en función del ~ 0.20 p. máx... 0,26
deslizamiento A l, en un ele· o
u
mento tensor de 6 alambres re- o
dondos, 0 12,2 mm, beneficia· 20 l.O 60 80 100 120
dos. deslizamiento A f (mm)
~~
~
::1. ::1.
e e
•O '()
ü 'ü
u u
.E :E
Ql Cl)
"'O "O
Cl)
eQ)
Q)
e
Q)
:º~ :Q
~
o o
u u
121
;-.- - - - tapa de la caja - 5 mm - - -
chapa de deslizamiento de acero 0,2 mm
- - - teflón - - - - --
c hapa de desliza miento de acero 0,2 mm
chapa de distrib. de presiones - 4 mm
Fl g. 13.9. Trazado poligonal de grandes elementos tensores con chapas do deslizamiento en las
zonas cortas de desvlo, para disminuir la fricción.
hardt para grandes puentes ([1], Sec. 7.5). Los cables colocados en canales rectangulares
de chapa se disponen, en este caso, en forma poligonal (Fig. 13.9) .
Entre largos tramos rectos se disponen zonas de desvlo cortas y curvadas. En dichas
zonas se asegura la correcta ubicación de los alambres o trenzas dentro de una caja de
chapa, angosta y robusta. En las superficies curvas de deslizamiento se colocan dos delgadas
chapas de deslizamiento de superficie muy lisa y una capa delgada Intermedia de teflón.
Una chapa más gruesa, ubicada bajo las chapas de deslizamiento, se encarga de la distri-
bución de los esfu erzos de desvlo de cada uno de los alambres. El coeficiente de fricción
puede ser reducido a valores comprendidos entre p. = 0,03 y 0,05. El ángulo de ondula-
ctón f3 alcanza, para una colocac•ón cuidadosa de las cajas de chapa, valores entre 0,01 y
0,02 grados por metro.
Mediante estas disposiciones ya ha sido posible pretensar con éxito puentes de vigas
continuas de nueve tramos con una adicional curvatura en planta de 160°, con bloques
tensores en ambos extremos del puente, utilizando un cable continuo en cada alma. Esta
disposición es conveniente. especialmente cuando los grandes cables, en vigas-ca¡ón, se
ubican apoyados contra el alma (ver [O], Tomo VI. Cap. 14, Flg. 17)
Para reducir la fricción es posible aplicar al acero, durante el tesado, vibraciones
122
longltudlns/es . Sin embargo, esas vibraciones se amortiguan por fricción de modo que
actúan únicamente sobre una longitud limitada la que, entre otras cosas, depende de
~ (a + {U) . En el certificado de aprobación del procedimiento de pretensado Oywldag el
valor normal ll correspondiente a barras roscadas, cuando se utilicen vibraciones longitudi-
nales. puede reducirse a
a + {U
IL red. = IL < IL
60°
Esta ecuación se utiliza para calcular las pérdidas de esfuerzos en los elementos
tensores debidas a la fricción. En lugar del ángulo a se Introduce la suma de:
ax ángulo de desvfo entre el lugar de aplicación de la tensión previa y el punto x consl·
dorado:
y
f3, en grados por metro. a lo largo de la longitud
{U x · ángulos de la ondulación Involuntaria
de elemento tensor hasta el punto x. en metros.
El esfuerzo de pretensado. que en la prácttca se expresa como el esfuerzo de ancla-
je V que actúa sobre el hormigón, vale V0 en el lugar de aplicación del esfuerzo tensor y
disminuye luego hasta el punto x, donde alcanza el valor:
- •• (o. +a:~ t ) - uy
V =V e,.. x"'x=Ve ( 13. 1)
X o o
Si los elementos tensores son también de planta curva, en ese caso los ángulos av
(componente vertical) y ah (componente en planta, horizontal) deben sumarse vectorial-
mente, obteniéndose con ello
df r.dc
7
/
Zo
" Zo - dR
dR : ~d U
u:~
r
123
lugar de aplicación ~
de la tensión previa .......... __ a11
v;-.. ------
lugar de aplicación
de la tensión previa
En este caso la suma de los ángulos debe expresarse en medida do arco, es decir,
con ;O (a + {3t) = y, donde 'Y se utiliza como abreviatura. La función e - JJ.'Y aparece
1
hoy en dla en la mayorla de las calculadoras cientlficas de bolsillo y, para una estimación
rápida, se la ha reproducido en el diagrama de Fig. 13.12.
El valor del coeficiente de fricción J.4 se adopta como valor medio constante sobre
toda la longitud del elemento tensor, a pesar de que el mismo varia en función del alarga-
miento debido a la tensión previa. Los esfuerzos de apretadura que aparecen en los manojos
de alambres (ver Sec. 13.1) se tienen en cuenta mediante un aumento del coeficiente de
fricción del certificado de aprobación. La pérdida del esfuerzo tensor debida a la fricción
resulta, en consecuencia:
La pérdida del esfuerzo tensor como consecuencia del deslizamiento de las cuñas en
los anclajes o debidas al efecto de trasferencia del esfuerzo del gato al anclaje, se desarro-
llará en la Sec. 14.4.
0.1 0,2 OJ 0,, 0.5 0,6 0,7 0.8 09 1~ 1L y Flg. 13.12. Función e wr.
124
l
13.5. Variación del esfuerzo tensor debido a la fricción
1
lado do tesado
elemento ten sor
recto o parabólico
~k-
-.._'. , _: ....: !_-;._:;::.~
1,¿a~-;::-=-·=ft:'=====~-
--J'-.... anclaje lijo
=-----i
V 1
>Of
<1 .L .
1 .l V0 nocesaflO
- V0 ( 1 e ,.,.)
1
, 1 donde y • rr + P · 2t
y -- ~ -
o ... ángulo do
1 desvlo, entre
O V 0,6 l
1
o 0.5
F1g 13.13. Vanaci On del esfuerzo tensor en vigas de un solo tramo, para una sobretenslón temporana
de .l V0 , necesaria para alea nzar Va ad m. en ~ .
125
1~
, '
~
~ -- 1 '2
2 ~~"
=¿;ontos
1
1 tensores
1 t
lado de tesado
tesado desde
1 la izquierda,
V
~ tesado desde la
~~~~~;;~a--t-alé~~~~~~ V
( 0 adm.derecha
rsJ b?f¡
V 1
1
extremo de
1
l V nec. -
tesado solamente
2do afloJamiento
desde la Izquierda
12 0 8 mm
) hélice
de alambre
vaina
ondulación
-
q
127
Pero hasta ahora no se ha establecido nada para mantener la separación promedio libre de
3 mm todo alrededor de la barra, lo que seria posible mediante una hélice de alambre (paso
aproximadamente igual a dos veces el diámetro). De ahl que las vainas q1•eden en contacto,
en los apoyos con la parte Inferior de la barra, y entre los tramos, dehldo a su deformabllldad,
lo hagan con la parte superior. Gracias a la ondulación usual de las vainas el mortero de
inyección recubre casi la totalidad de la superficie de la barra.
Los manojos de alambres //sos, en un principio, se construlan disponiendo los alam·
bres en capas con separadores (Fig. 13.18) o ubicándolos alrededor de un alambre Interior,
en forma de hélice (Fig. 13. 19) . Posteriormente esta forma de montaje cayé en desuso
por cuanto los separadores no estaban previstos en las prescripciones y, en consecuencia,
debido a la competencia resultaba muy cara con respecto a otros procedimientos. Las
hélices Interiores para gula de tos manojos de 12 0 5 mm ó 12 0 8 mm, ho resultaron
satisfactorias, por cuanto en las zonas de desvfo resultaban comprim•das por los esfuerzos
respectivos, de modo que en dichos lugares se perdla el ordenamiento de los alambres.
En el procedimiento BBAV, sin embargo, se continúan utilizando, en elementos ten·
sores con más de 16 alambres, hélices interiores de alambre con el objeto de obtener una
disposición anular ordenada, donde la espiral interna en las zonas de desvlo reduce el paso
y es tan fuerte como para resistir los esfuerzos de desvlo en grandes elementos tensores con
grandes radios de curvatura. BBAV elige en estos casos vainas relativamente grandes de
modo de alcanzar un grado de llenado de sólo 37 al 40 % (sección del acero para pretensar
dividida por la sección de la vaina) (Fig. 13.20).
Para alambres de gran diámetro - 0 12 a 16 mm- el número de alambres, aun
para grandes esfuerzos en los elementos tensores, es reducido. Entonces se prescinde de
separadores y se colocan tos alambres yuxtapuestos y muy juntos (Fig. 13.21. Elemento
tensor Leoba AK 124 ). En este caso se adopta generalmente de 4 a 5 mm como separación
media entre el manojo de alambres y la vaina.
Naturalmente es necesario tener en cuen1a que los alambres lisos, especialmente
en la zona de desvlo, se amontonan en la parte Interna de la curvatura (Fig. 13 .22), y en
consecuencia el mortero de Inyección encuentra dificultad para penetrar entre los alambres
A pesar de ello alll no existe ningún peligro de corrosión porque el revestimiento exterior
con mortero de cemento y la vaina conslituyen una protección suficiente, y en los espacios
intermedios se mantiene una atmósfera básica.
En los manoJos de alambres nervurados, desde hace mucho tiempo, se ha prescln·
dido de un ordenamiento especial porque, gracias a la existencia de nervaduras, se manila·
na
A z : ILOO mm2
128
Planta
anclaje en abanico
de acero colado ........
Fig. 13.23. Trenzas en vainas chatas para protensar losas sin vigas.
nen sie mpre entre los alambres espacios intermedios, de modo que el mortero de Inyección
puede penetrar por todas partes.
También en el caso de trenzas existen espacios Intermedios cuya longitud es siempre
la mitad del paso de la trenza y que en el centro llenen un ancho Igual al diámetro del
alambre, de modo que aun para trenzas dispuestas muy )untas existe, a distancias regulares.
una sección suficiente para escurrimiento del mortero de inyección. Por esta razón las
trenzas pueden colocarse muy )untas. formando grandes mano¡fls.
Al pretensar estructuras de losas relatívamente delgadas es Importante que los ele-
mentos tensores sean. en lo posible, achatados. BBAV ha desarrollado a estos efectos
ele mentos tensores para trenzas en los cuales las mtsmas, de 12 o 15 mm de dlámet1 o están
ubicadas en vainas de sólo 19 mm de altura (Fig. 13.23). iamblén los correspondientes
anclajes son aplanados y tienen una altura de sólo 75 mm.
Para cables muy grandes se han utilizado a menudo alambres o trenzas dispuestos
en muchas capas superpuestas, con sus correspondientes separadores. ub1cadas en ca-
nal9s rectangulares de chapa. Sobre el tema nos remitimos a la blbllografla correspondiente:
[1], Sec. 7.5.
129
14
El pretensado, cálculo
del alargamiento, realización de
la adherencia posterior
Los alambres o las trenzas para pretensado se anclan llrmemente en uno de los
bloques de anclaje del banco de pretensado y se tesan hasta llegar al esfuerzo tensor
prevtsto, desde atrás del otro bloque. En general los bancos de pretensado son largos, de
modo que los alargamientos también lo serán. Los alambres tesados deben fijarse, en la
posición prevista a lo largo del banco de pretensado, mediante separadores y elementos
de fijación dispuestos en forma tal que no puedan desplazarse al hormlgonar.
Después de un endurecimiento suficiente del hormigón, se aflojan los alambres si-
tuados Inmediatamente delante de los bloques de anclaje, por calentamiento lento u otro
medio adecuado, para evitar la transferencia brusca del esfuerzo tensor al hormigón de tos
elementos constructivos. La resistencia mlnima del hormigón para la transferencia del es-
fuerzo tensor se Indica en la Tabla 14.1, columna (3).
130
1978, Sec. 7.4.4. En ese caso, especialmente en invierno, deberá comprobarse si en la
estructura se pudieran haber producido temperaturas menores que la de los cubos del
ensayo de endurecimiento.
los aparatos tensores deben estar en perfectas condiciones: las prensas para tesar y
los manómetros deben ser examinados y calibrados oficialmente. la validez del certificado
de aptitud no puede ser mayor que medio año. Las piezas de anclaje deben limpiarse y
las superficies de apoyo de las cuñas deben ser lisas y, sl ello ha stdo previsto, engrasarse.
Calidad del hormigón oxlgtda en el para pretensado parcial para pretensado hasta
cerUIIcado de aprobación del proce· hasta 0,5 V 0 • (V 0 ~ 6 V) adm
dlmlento de pretensado IJw f N/mm 2 ] . fJw I N/ mm 2}.
( 1) (2) (3 )
B 25 12 24
B 35 16 32
B 45 20 40
B 55 24 48
Tabla 14.1. Valores mfnl mos necesarios de la resistencia a la compresión del hormigón fJw, al realizar
el pretensado - según el procedimiento de tesado- de acuerdo con ta OIN 4227, edición 1979.
131
unilormemente posible sobre toda la sección. Se comienza con elementos tensores anclados
en la zona central de la sección trasversal.
Cuando se tesa en forma longitudinal y trasversal, en general se debe comenzar por
tesar los elementos tensores trasversales a la dirección princlpal, por eJemplo, elementos
tensores del tablero de puentes. Cuando en vigas trasversales. losas huecas o VIgas-cajón,
hay elementos tensores trasversales tanto arriba como abajo, deberén tesarse alternativa-
mente y en forma sucesiva, los elementos tensores superiores e lnfenores. Se puede co-
menzar con el pretensado longitudinal cuando 30 a 50 % del pretensado trasversal ha sido
aplicado, repartido sobre la longitud de la estructura.
Los elementos tensores que no se extienden de un extremo al olfo de la estructura
con anclajes intermedios, recién pueden tesarse cuando la zona del anclaje Intermedio ya
se encuentra comprimida debido al esfuerzo tensor de elementos tensores continuos. De
esto uno puede apartarse, colocando una suficiente armadura de acero para hormigón que
asegure que la estructura quede Ubre de las fisuras inadmisibles que pudieran producirse
en la zona de anclaje Intermedia.
132
Sistema Empresa constructora Planilla NO 1
de pretensado
Planilla de tesado
Obra Tipo AK
Valores previsto!!
. .. .. ® Valores medidos
.. . ... - o@ ·@
".. -
1 1 1 1
1
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20
Reapecro a{!) npoAK ro, so cm> ¡SliP !51 Tfpo AK 124:354 cm> ISKP 1451
Superficie nera·del ptslOII F n
_¿ Sobrerenslón aarrusiDie ha.s~a bar Tipo AK ~ 1 128 em> ¡SI<!' SOJ npo AK 183,354 em> (SKJ> 250)
(.,) --------
(.,)
SST-2.~,$ 17•1"91 t
1
1
v2 •""- :
1 valores
Y medidos
v, --- V
........-:! !,
,
;•-t prolongación hasta V
1 1
=o Fig. 14 1 Determinaci ón del punto cero
(origen) para el alargamiento. Cuando se ehge
V, - O, 1 V 0 y V 3 V 0 , se tiene con una apro-
l. 6t 62
punto cero determinado para A t
63 M
ximación suficiente:
1
~ fvo • """0,9 (63 41)
alargamiento 6 t -
sobre la vaina, debido al tesado. Por ello el alargamiento recién se mide a partir de un grado
de tesado que, adecuadamente, se eligió igual a 11 1O del esfuerzo tensor total ( Flg. 14.1).
Por este motivo se ajusta el gato en 1/1 o del esfuerzo tensor previsto y se mide a partir de
este valor el alargamiento hasta el esfuerzo total de tesado V 0 , o bien respectivamente, al
valor aumentado (V 0 + 6 V) para compensar los esfuerzos de fricción, de acuerdo con la
planilla de tesado.
De la planilla de tesado debe surgir claramente si, al calcular el desplazamiento
previsto, han sido considerados el deslizamiento de las cul"'as, que depende del procedi·
miento del pretensado, o la deformación de los anclajes al trasferlrse el esfuerzo tensor a los
dispositivos que los constituyen. Si éste no es el caso, debe sobretesarse con un valor
equivalente.
Cuando, al pretensar, debido a los momentos negativos Mv y a los esfuerzos de
desvlo de los elementos tensores, se manifiesta, parcial o totalmente, el peso propio de la
viga, se origina un esfuerzo de tracción adicional, en especial en la zona central de la luz
que provoca un alargamiento adicional del acero para pretensado y, en consecuencia, un
aumento del alargamiento por tesado. Este aspecto, en general , se menosprecia.
En el caso de varios elementos tensores Individuales en una pieza estructural , las
longitudes de alargamiento deben ser diferentes. El primer elemento tensor debe ser alar·
gado en un valor Igual al acortamiento elástico total por compresión Ebv · ( b • más allá del
alargamiento Ezv · 1 2 del acero, mientras que, para el último elemento tensor, solamente
hay que agregar ~ · Ebv f b al alargamiento del acero, dado que el acortamiento del
hormigón ya fue alcanzado en gran medida al tesar los elementos tensores anteriores. Para
los elementos tensores Intermedios los alargamientos por tesado deben escalonarse ade·
cuadamente.
134
SI el alargamiento por tesado resulta demasiado reducido , ello puede deberse a
las causas siguientes:
1) Fricción aumentada. por ejemplo por herrumbre o Impedimento del deslizamiento, por
haberse filtrado mortero de cemento en la vaina. Ambas situaciones pueden corregirse
aflojando y tesando nuevamente varias veces al elemento tensor SI hubiera manguitos
en el elemento tensor un acodamíento del daagrama M·V (Fig. 14 1) Indica que falta
libertad de movimiento del manguito dentro de la vaina ensanchada. De ninguna manera
la tens1ón sobrepasara 0,90 130 .2 o fJo.o1
2) Tolerancia en más de la seccion del acero. o respecto del modulo de elashcldad. Espe-
cialmente. cuando se trata de alambres laminados beneficiados se permiten tolerancias
en mas de la secc1ón de acero. de hasta 8 % las que. como es natural, reducen esen·
clalmente el alargamiento obtenido para el esfuerzo de tesado previsto. Por ello deberla
controlarse la sección al recibir el acero, para que estas tolerancias puedan tomarse en
cuenta en el cálculo del alargamiento de tesado.
At = e z t z. + eb t
b
= At
z.
+ 6 t
b
(14. 1)
135
aflojamiento
>• extren-o
de anclaje
tesado liJo
Flg. 14.2. Areas dol esfuerzo de tesado y de aflojamiento para la determinación de las longltudos de
tesado y de aflojamiento.
!2 llvo · t Avo
J. - ( 14. 3)
l1 A YO - A E
z z
Un desffzamlento de cu,a o deformaciones de partes de los anpajes en dirección de
V 0 , al transferir V 0 del gato al hormigón (efecto de transferencia), repercute en forma similar
a la del aflojamiento, con la diferencia de que en este caso solamente sé conoce ~f 1 ra nsl
y se buscan 11 V1ransl. y l'il v• es decir, dos incógnitas. La mejor forma de resolver el proble·
ma es la de proceder por tanteos suponiendo un valor para l.). v y variándolo hasta cumplir
con la ecuación
2 A E
z '.G
AV
transt.
= AL transl. l.
( 14.. 4)
Av
136
exténsa superficie de alambres y vainas para que el frente de avance del mortero de
cemento no se seque, obstruyendo el flujo.
La temperatura en los elementos tensores no debe ser menor que + 5° C en lugar
alguno. Después de perrodos prolongados de heladas, en lo posible, deberán enjuagarse
con agua caliente en toda su longitud, las vainas y elementos tensores.
El mortero de inyección se introduce lentamente y en la medida da lo posible con baja
presión (de 2 a 3 bar) por medio de bombas probadas, desde un extremo de ancla¡e y a
través de acoplamientos estancos. La inyección debe ser, necesariamente, lenta para que el
mortero espeso tenga tiempo de llenar los intersticios estrechos de los huecos más grandes,
cosa que no sucede cuando fluye rápidamente a través de los mismos. Deben evitarse
presiones elevadas, porque provocan fracturas en el hormigón. Se debe tener siempre
presente que ya una sobrepresión de 5 bar en una vaina de 80 mm de diámetro produce
un esfuerzo de fractura de 40 kN/m. En repetidas ocasiones se han desprendido trozos de
hormigón debido a dichas presiones.
Si en la bomba se desarrolla una presión elevada, debe suspenderse inmediatamente
la Inyección porque entonces, presumiblemente, se ha producido un taponamiento. Lo mejor
es la remoción, Inmediata, por enjuague, del mortero ya inyectado y la eliminación de las
causas que han provocado la obstrucción.
La mejor forma de eliminar el aire que queda dentro de las vainas consiste en Inyectar
el mortero desde el lugar más bajo del elemento tensor hacia una ventllaclon ubicada más
arriba .
En el caso de grandes elementos tensores se recomienda disponer en las vainas
acoplamientos para Inyectar en los puntos lnfenores y ventilaciones en los superiores. Los
acoplamientos Inferiores sirven al mismo tiempo para el drenaje del agua empleada para el
agua para enjuague.
Después que el mortero llega a las ventilaciones superiores o al otro extremo del
elemento tensor, se debe seguir Inyectando hasta que el mortero. al salir. esté libre de
burbujas y tenga consistencia normal.
Después de terminada la inyeccsón, los acoplamientos respectivos deben obturarse
en forma tal que el mortero, de ninguna manera, pueda refluir
Una muy detallada descripción de la técnica de Inyección y de las expenenclas de los
últimos 30 años ha sido dada a conocer por G. Benz en [ 17). Alll también se encuentran
Indicaciones sobre la Inyección de morteros de resinas sintéticas, las cuales se emplean
ocasionalmente en el invierno, para que los elementos tensores no queden expuestos a la
corrosión. en el estado previo a la Inyección.
137
15
Enumeración de las verificaciones
necesarias
138
compresión excesiva y la zona comprimida por una posible tracción. El remedio consiste
en un pretensado escalonado.
3. Pérdidas de tensiones por fricción as/ como por contJacc/on y fluencla lenta
del hormigón
4 . CSiculo de las longitudes de los elementos ten sores individuales para su registro
en el protocolo de pretensado
139
7. Acortamientos de las estructuras
El acortamiento de estructuras pretensadas debe ser determinado, tanto para el lns·
tanta t = O como también para t = at, es decir, después de la contracción y de la fluencla
lenta, debiendo Incluirse también las máxtmas variaciones de temperatura. Los efectos de
estos acortamluntos sobre los apoyos, columnas. juntas de dilatación, transiciones de carri·
les de tráfico, etc., deben ser examinados.
El sistema estático debe ser supuesto, en lo posible, fiel a la realidad y debe mante·
nerse igual para todos los casos de cargas. No deben menospreciarse grados de ampo·
tramiento perceptibles , dado que, además, el pretensado origina momentos de empotra·
miento cuya transmisión debe continuarse.
Los momentos de Inercia variables deben ser considerados, en el hormigón preten·
sado, mas que lo que es usual en estructuras de hormigón armado, porque Influyen nota·
blemcnte sobre las magnitudes hiperestáticas.
En los valores que caracterizan la sección no debe menospreciarse ninguna parte
de la sección: esto vale ante todo para el ancho colaborante de la losa de vigas-placa o de
vigas-cajon. También debe considerarse invariable los niveles de las partes de la secclon.
En estructuras de hormigón pretensado, los espacios vados en la sección trans\'ersal
causados por las vainas pueden influir esencialmente en las tensiones debidas a V 0 + g
antes de la realización de la adherencia, ante todo en cordones tracclonados pretensados.
Por ello, en las verificaciones correspondientes de las tensiones, deberán emplearse las
áreas de las secciones trasversales netas, después de deducir las partes vaclas dejadas
por las vainas. Inversamente, después de la realización de la adherencia pueden Influir
favorablemente sobre la colaboración de la armadura de acero para hormigón con los aceros
para pretensado con adherencia. en forma tal que, para ouantlas elevadas de armadura, as
re munerativo calcular. en este caso. con las secciones tras versales Idea/es Ab .¡. (n - 1)
(A 2 + A 5 ). debiendo tomarse para los valores de n = E2 /Eb, aproximadamente n • 5 a 8.
Distingui mos entonces:
Ab = área trasversal del hormigón, sin descontar vainas y áreas de las armad uras.
An = área neta del hormigón Ab - Avainas·
A¡ área ideal = Ab 1 (n 1) (Az + A 5 ).
También para elementos tensores con vainas amplias, para A¡ se calcula sólo el valor
(n - 1) Az; se supone que el mortero de Inyección endurecido es equiparable al hormigón.
A estas secciones corresponden:
140
16
Esfuerzos caracteñsticos en la sección y
tensiones debidos al pretensado e indicaciones
para el trazado de los elementos tensores
R2
~~~
lugar ~u,
polfgono de fuerzas en equilibrio
Flg. 16.1 a. Erectos de las fuerzas de pretensado, de desvro y de fricción sobre el hormigón.
eje de gravedad
e_
Flg. 16.1 b. Esluer-
¡+x
+y
zos en la sección y
su notación en el
punto de anclaje
141
negativo. SI se considera la fuerza de tracción V originada en el acero para pretensado se
emplea. para evitar confusiones, la notacíón Zv (positiva).
Para el cálculo de los esfuerzos característicos en la v1ga, se descompone conve-
nientemente el efecto del esfuerzo de anclaje V en el sentido de los esfuerzos caracterlsticos
N, O, V (F1g. 16. 1 b):
Vx = V · cos Componente longitudinal, actuando según el eJe de la v1ga.
1/J •
Vy == V sen Componente vertical, en sentido de un esfuerzo de corte.
lfJ ""'
Mv = Yz V · cos lfJ = Momento flexor referido al eje de gravedad de la viga.
Aprovechamos la aproximación con are c:r (Fig. 16.2), en vista de que. en la mayorfa
de los casos, se trata de ángulos pequeños y que. además. tamblen se utilizan unidades
en radianes para la determmación de los esfuerzos por rriccion
En caso de curvatura Clfcular con rad1o r, el correspondiente esfuerzo de desvro
radial tiene el valor
r ~
2
u lk:os~
2
U son a
142
Esta aproximación se emplea casi siempre para elementos tensores de forma para-
bólica, Fig. 16 3. Para ello escnbimos
8fZ
u .. U:. --::--V.:.. con Z en L/2. ( 16. 3)
y t2 V
Flg . 1 6. 3. La aproximación
usual desprecia las componen-
tes horizontales de los esfuerzos
de desvlo para elementos tenso·
res de forma parabólica en es-
tructuras esbeltas y la variabili·
dad de Zv• en tanto que se lntro·
duce Z como constante en (12.
Con ello la reduccion del esfuerzo tensor debida a la fricción entre el extremo de
tesado y el dispositivo de anclaje es tenida en cuenta por el hecho de que se utiliza el valor
de Zv existente en 112, siempre que la diferencia no exceda del 1O 0 o de V 0 .
143
N
V
= v. cos cp V
X
M
V "' yz ·V· coscp = yz .vX ( 16. 4)
Qv
: V • sen cp V
y
N V
V
M ·V (16. 4a)
V yz
Q ::
sen cp • V
V
Las Flgs. 16.5 hasta 16.6 muestran los diagramas de los esfuerzos oaracterlstlcos en
vigas simplemente apoyadas con algunos tlpos especiales de trazado de los elementos
tensores (¡se desprecia la frioclónl) .
En una estructura de barras se originan momentos llexores trasversales Mz, v cuando
el centro de gravedad de los esfuerzos en el acero pretensado no está situado sobre una
vertical que pasa por el centro de gravedad de la sección
Se originan esfuerzos caracterfsticos de torsión cuando el esfuerzo de desvlo resul·
tante no pasa por el centro de corte de la sección.
En las zonas de Introducción de los esfuerzos de tesado en una longitud t e - h, los
esfuerzos de pretensado y también los esfuerzos caracterlsticos, aún no se distribuyen
uniformemente sobre toda la altura de la sección y por ello, en esa zona, no es aplicable la
teorla de la flexión.
144
i eje de gravedad .- •·,-/ .·
vi A
·- --~-t-··=-::=... ._. ___ ~ Ts B
Nv: V j llllllllllllllllllllllllllllllllllllllllliffilllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllt
Mv J)lllllllllllllllllllmllllllllllllllllllllll:ffi:llllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllt V·vz
Fig. 16.5. Viga simplemente
apoyada, elemento lensor 0 : O - - - - - - - - -""""'
recto. v
.
Flg 16 6. Viga simple·
mente apoyado, elemento
tensor de lorme parabóll·
ca.
V -fFu V
N, Jmmmmm~mlruii i :Y,:IIIIIIIlmmmlmoommrnm¡
1 1
1 1
1 1
Mv ~11m:m~::r.~:t~l l 'lll~
1
1 1
1
V sen IP¡ 1
Ov Jmm
llllrmm
llllllnnrn;,
;mrmmiiiii ®Jli!Dr'" . :
Fig 16.7 \liga simple·
mente apoyada, elemento :::::::111111111111111111*]11111111111111111&
tensor poligonal. Vy =-\i sen 19 2
145
Nv
Wlllllllllll~lllllllt::~:mllllllmWn-i
1 1
1
+
1 1
1~
~
~~1~+-..! fXYv
·
+ 1 1
1 1
Vy
t ~ :
Flg 16.8. VIga simplemente
apoyada, elemento tensor de for·
me parabólica anclado en puntos
zona de lntroduccion Intermedios.
M +M M
V V g ___E
o "'
o i\
n
wno wio
( 16. 5)
M +M M
C1 :. ::!.._+ V g + ___..1L
u A
n
wJlU W lu
V \M +M +M )
0 e .......2._~ V g p ( 16. 6)
o,u A W
-0 o,u
Para obtener los valores máximos se debe verificar. en cada caso, si el estado de
cargas más desfavorable es determinante antes o después de la contracción y de la fluencla
lenta.
Tensiones principales debidas al esfuerzo de corte O o de torsión MT:
El cálculo de las tensiones principales a-1 (tracción principal) y u u (compresión princi-
pal). en realidad, no es necesario en el estado de carga de servicio, porque en las estructuras
de hormigón armado casi no existe el peligro de fisuración bajo (g + p), porque el dimensio-
namiento basado en las cargas limites, juntamente con las reglas para la limitación de
fisuras, también aseguran la capacidad de servicio.
Pero la DIN 4227 todavla exige verificaciones de u¡ bajo la carga de servicio. Para ello
deben considerarse. Indefectiblemente, las tensiones normales ux, V<JC y, para el pretensado
del alma, uy, V<JC• porque reducen considerablemente las tensiones principales de tracción
o las superan totalmente. Sin embargo debe cuidarse de que u 1 no sobrepase los valores
admisibles.
Las tensiones principales se deducen de la Fig. 16. 1 O.
2
o +o
X y+ + ,.2
2 ( 16. 7)
o +o .,/ o -o 2
O ll " X 2 y - re X 2 y ) + T2
tg cp ::
,. ,.
l o -o
l y
f-- -
; GD·-~
-
Gt
147
La dirección de la tensión principal de compresión respecto del eje x es -b = 90° - V'·
Cuando las almas no han sido pretensadas, puede ponerse uy • O. Con ello
., = J ~Sb y ux. resultan variables a lo alto de la sección. En general no es suficiente cal-
cular las CTI a nivel del barlcentro de la sección.
E
Z, V
= E(o)
Z, V
+ E
bz, V
(16 . 8)
o = o(o) + n • a ( 16. 9)
Z,V Z, V bz, V
1 a( o) -a
- -n· o (16.10)
z,v z,v bz , v
en el Cap. 18, para la determinación de las tensiones del acero en el banco de tesado
(capacidad portante limite).
La tensión ITbz. v del hormigón al nivel del acero para pretensado puede expresarse
mediante el esfuerzo sobre el elemento tensor v(o) que, al comenzar el proceso de trasfe-
rencia, actúa sobre la sección Ideal A¡ = An + n Az, o bien por el esfuerzo de pretensado
V 0 existente en la sección neta una vez terminado el proceso de trasferencia (ver Flg. 16. 11 ).
La demostración de lo dicho puede confirmarse Imaginando un elemento prismático.
sometido a compresión axll, cortado de la viga a la altura del elemento tensor. Se tendrá
- V V v <o)
__ o_n--2_ ,..
Az An --¡:- con
z
148
y, con ello, para Ubz. v
v v<o)
o - o -
bz,v- A- A:-
D le
ylol
o
bz, v
2
= V( o ) ( . + Yiz
J.
+)=< V
o A
1
y
+ ~)
J
2
1
( ..!_
( 16. 11)
o n
En esta expresión Ynz y J 0 corresponden a la sección neta An, e Ylz y J¡ corresponden
a la sección Ideal A¡ • An + nA 2 • Para abreviar, escribiremos
A A
J.Jn • A
7.
y ~
A,
.. ~n
l+n ~
n 1 n
- v<o) -V
o (o) '& y o o
-A--
Z,V A Z,V
?. z
y las expresiones para la tensión en el hormigón según Ec. ( 16. 11 ), la Ec. (16.9) proporciona
las siguientes relaciones entre el esfuerzo en el banco de tesado y(o) y el esfuerzo de
pretensado efectivo V 0 :
-V (o)
o .. - V + v<o) (_!.
Az A
z " A
i
V
o
= V(o) [ 1- o·~. - nAzy~z J
1 Ji
(16. 12)
149
respectivamente
2
-V
o _ vCo) y
-¡¡:- = A
+nV
o
( -
A
-+~
J
)
1
z z n n
V = v<o> 1
2 (16.13)
o
nA y
1+ 0 · ¡.1 + z nz
n J
n
RESULTADO.
Tensiones de borde por pretenssdo en banco de tesado
M(o)+ M +M V M M +M
v <o> g o V g p
~=
o
o :r l\- V
wio
¡;--
n
w--
no w,o
( 16.14)
M(o)+ M +M V M M +M
v< o) g g
V P: ~+ ~ + ~
o " --+ A W
u Al wiu n JIU wiu
150
tensiones
diagramas E
supuestos
As
Zz • Zs
M32 = Ez 6Ez
Es G's =Es Es
Entonces será
(o) o
e (o) = ~ = _1_ ( Z +~ E A )
z E E veo Eb z z
z z
De ~(~) + .lltz resulta CTz y de l1E 5 , se obtiene u 8 • para lo cual para Mo se adopta
u 5 = O. Con ello se tendrá
Z7* S A o
Z Z
+ A o
S S
Db
Como el valor de z·· puede estimarse fácilmente con el valor conocido Zvoo y un
pequeflo valor adicional para .l1Z debido a Mq - Mo. se puede obtener también, de Inme-
diato, una buena apro)(imaclón para la ublcación del eje neutro en base a z "" z~•.
de modo que serán suficientes dos o tres Iteraciones.
151
i:
a }-=-- -. -__::- -
A.
-¡ -.-.
i~mento
eje neutro
~-=-t-=t Yz
tensor e
f f --------~
¡mll llllllllllllllllllllm:llllllimllllllllllllllllll
Ov t Jlllllllllllllllllllllll:~lllllllllllllllllllllllllllllll
Flg. 16.13. Se muestra el origen de reacciones de apoyo hlperestétloas • esfuerzos de coacción.
para la viga de dos tramos, simétrica, con elemento tensor recto (este tipo de trazado no sirve
en la práctica).
y se separa de su apoyo Intermedio (Fig. 16.13). Para mantener la viga sobre sus apoyos,
en el apoyo central deberé actuar una reacción de apoyo negativa Bv en forma de anclaje,
cuyo valor sea el necesario para anular la flexión (contraflecha) va. negativa. En corres·
pondencla se originan reacciones de apoyo positivas en A y C.
Por consiguiente, un pretensado que produce momentos flexores en la estructura,
para condiciones de sustentación hiperestátlcas, en general, modlllca todas las reacciones
de apoyo, originando reacciones de apoyo hiperestétlcas debidas a pretensado, que lla·
maremos Av. Bv. Cv ...
Designaremos en el sistema básico apoyado isostétlcsmente , en este caso la viga AC
de la Fig. 16.13, los momentos debidos al pretensado por M$; ellos son
152
M
V
= M 0V +M'
V
Q = Qo + Q'
V V V
A =+A'
V V
Por ejemplo, para la viga de dos tramos se elige. como sistema básico lsostétlco,
dos vigas simplemente apoyadas. La Incógnita es el momento en el apoyo, M'gy que debe
determinarse en forma tal que las rotaciones (ángulos de lss tangentes a la elsstlcs en sus
extremos). originadas por V en el apoyo B de las vigas Individuales se anulen, restableciendo
el paralelismo y la coincidencia de las caras frontales en B (Flg. 16.14).
Como las superficies de los diagramas de momentos M ~ y los M'v debidos a M'a., 1
153
Flg. 16.1 4. Mediante un corte en 8 , dos vigas simplemente apoyadas forman un sistema bAsico 1808·
tático.
16.3.3. Conocimientos básicos relativos a vigas de dos tramos con elemento tensor
parabólico
16.3 3. 1. Célculo con el esfuerzo caracterlstlco M como Incógnita
El esfuerzo de tesado actua, en el extremo de la viga, en el eje de gravedad. Para
simplificar, se supone J - const. y Vx =V= const. La flecha f del elemento tensor parabólico
o poligonal se considera positiva cuando el esfuerzo de desvlo está dirigido hacia arriba .
154
Para simplificar aún más la determinación de los esfuerzos caracterlslicos por pre-
tensado concentraremos los esfuerzos de desvfo dirigidos hacia abajo en la corta zona de
redondeo del elemento tensor sobre el apoyo B. en una única fuerza que actúa en el eje del
apoyo B, en forma tal que no se produzcan M ni a (Fig. 16.15) El error comeUdo queda,
para las longitudes usuales de redondeado, por debajo del 1 °A..
Imaginamos asilas parábolas cuadráticas del elemento tensor prolongadas hasta el
eje del apoyo contral. donde alcanzan la ordenada e (negativa). Las flechas 11 y 12 Introdu-
cidas en el cálculo son válidas para estas parábolas prolongadas, por lo cual deben medirse
desde la cuerda que pasa por e. Pero, para la determinación de los valores caracteristlcos de
la sección y de los componentes de los esfuerzos caracterlsticos lsostátlcos. deberá consi-
derarse el elemento tensor, en la zona curvada, con su excentricidad real Yz·
Para la determinación de los M'v· calculamos en ambas vigas simplemente apoyadas
AB y BC (sistema básico lsostático) los ángulos de rotación de las tangentes extremas a la
elástica. -r, en el corte B debidos al esfuerzo de pretensado V y al M' v • 1. En la viga
continua, la elástica debe ser continua en B. en decir, que el momento do coacción M' ev. el
cual actúa en sentido opuesto en ambas caras del corte, debe ser de magnitud tal que se
cumpla con la condición de continuidad. Esto ocurre cuando l:"Te • o.
Los ángulos de rotación de las tangentes extremas 'T~ se determinan según el teo-
rema de Mohr como las reacciones de apoyo en B de las vigas simplemente apoyadas AB
Mo
y BC cargadas con las áreas de los diagramas E; . Los momentos Me son los mo-
mentos ocasionados en el sistema básico por V, y para Vx - V resultan simplemente
o
M =V. y .
V Z
t ~de gravedad
¡. do la viga
r1 - - - --..,¡-- - 'z - - ~
Ag. 16 15. VIga de dos tramos con elemento tensor de forma parabólica. Hipótesis para el c61culo
r:.
simplificado V ángulos de rotación de las tangentes extremas
155
a)~tl-)f:~Sltr
A B 1~q J - Bc~er C
f, --l ...
1 t2 - -
d) M'., •
l!l!!ll'll!l!illllllllllllillllllllllE: Incógnita
Flg. 16. 16. Diagramas de momentos para la determinación de los ángulos de las tangentes extremas
para la viga de Flg. 16. 15.
V. t
2
EJ TB der. • =- -(e+ r~ .
3
EJ .,· B der. =
·o
I:T=T
B Izq.
+T
0
B der.
+L.t::S izq. +TBr der. =O
156
,_--
1
~V (16. 20)
IM1Bv = - V (f+e) 1
•
Como para los momentos definitivos Mv. debidos al pretensado, es válido
M = M 0 +M1
V V V
Con M'ev también se fija el resto del diagrama de momentos. En el corte situado a
la distancia x del apoyo A se tendrá:
X
M (x) =V • y (x) + -¡;- . M'B (16.23)
V Z l V
Flg. 16 17 Momentos
Mv definitivos debidos
al pretenaado.
157
CONCLUSION
En vigas continuas con elementos tensores de forma parabólica, los momentos de
pretensado Mv definitivos, fuera de la zona de redondeado, son Independientes de la ex·
centricidad e del elemento tensor sobre los apoyos Intermedios y solamente son influidos
por la magnitud f de la flecha. En la zona de redondeado los momentos Mv dependen, en
cambio, de los valores f y 6e. Esta demostración también puede efectuarse para estructuras
hiperestáticas.
Tamb1én puede demostrarse que los elementos tensores con otras forma s pueden
desplazarse a voluntad en cuanto a su nivel, entre sus puntos extremos, situados a nivel
del eje de gravedad, siempre que, en correspondencia con la flecha f de la parábola y la 6e
de la curva de redondeado, los ángulos de desvío, y con ello las fuerzas de desvro, se man-
tengan invariables. Es decir que, por lo ta nto~ los Mv y Ov sólo dependen de la magnitud
de los esfuerzos de des v/o entre los apoyos •xtremos. En cambio, se modifican los esfuer-
zos de coacción M' v y las reacciones de apoyo, pero tamb"n varia la capacidad portante
lfmlte (Flg. 16. 18).
A B e
Flg. 16. 18. Estos diferentes nivelo& de los elementos tensores producen momttntos M, Iguales, pero
distintos esfuerzos de coacción y capacidades portantes limites.
De la Ec. 16.20 se puede deducir la condición para la oual M' v • O (pretenaado libre
de coacción), o sea cuando
Esta condición sólo puede cumplirse para pequet\as flechas de las parábolas del
elemento tenaor, lo cual, en general es perjud1clal para el electo deseado con el pretensado.
De ello se deduce que el pretensado libre de coacción no vale la pena, porque, para obtener
una capacidad portantelfml te elevada, siempre se tratará de colocar el elemento lo más bajo
posible en el tramo y tan alto como se pueda sobre el apoyo Intermedio.
Una vez determinados los momentos de coacción M' v• también pueden obtenerse
los esfuerzoa de corte hlperestéticos.
158
Para la viga de dos tramos de la Fig. 16.15 se tendrá
M' M'
Q' • A' = Bv Q' = _ e' = Bv
Av v .1.1 Cv V - ~
M' M'
Q' • Bv Bv
B lzq.v -~.- a·B der.v= -~
( 16. 24)
1
Q (x)
V
= Q 0V (x) + Q' (x)
V
M'
B
= O+Q'v, B
V,
QvB
, = J,
Para el caso particular, Flg. 16.19, con f 1 ... f2 se obtiene, fuera de la zona de
redondeado :
3!
QvA =V-¡- ·
Por lo tanto tos av definitivos, fuera de la zona de redondeado en B, lo mismo que los
Mv. son Independientes de e. Pero las reacciones de apoyo deflnillvas Av. Bv . . debido
159
.......... - ·- ..
"'-··- ··_,....
---------.~~------ t --------~
2S
~
• __ VI f·~ l B~ = - 2 ~= 2VIf·~l
Av- e r r
Fig. 16.19. Momentos, esfuerzo de corte y reacciones de apoyo de una viga de dos tramos slmétrl·
cos, debidos a pretensado con elemento ten sor en forma de parábola.
a que Ae • O: ae= O,son Iguales a las reacciones de apoyo por coacción, hlperestátlcas,
¡y por ello dependen de el
Ahora examinaremos las mismas vigas mediante el procedl mi~nto basado sobre fas
fuerzas de desv/o y las lineas de Influencia. Como fuerzas de desvlo u. sólo se considerarán,
con suficiente aproximación, sus componentes verticales. Para elementos tensores de forma
parabólica, será válido, para la tuerza de desvlo uniforme u:
- 8 IV
u =- --
r .t 2
Por consiguiente será válido, en la zona de redondeado del apoyo B (ver Fig. 16.20 a)
8! V
u = a
a (2 a)2
160
- 1
Á
Uf ---¡2
_•8 V f
. . .,. . . .,. . , ,. . . , ,. . . , . . .,,.-,.-,..-.-,
T"""fT"""
1
f ., . -
u _ •8f0 V
a- (2a)2
A B
f. f-a - - ---t a
+8f V
!' t t t t f t f f f ' ' ' '! u1 -=-
f -2-
~ r
Pé!_ra el caso particular de la viga de dos tramos, simétrica (l' 1 - t2. f1 a f2) , puede
obtenerse Inmediatamente la expresión de los momentos Mv debidos a las cargas Indicadas
en la Flg. 16.20.
(16.22a)
M
V
=- V (C+ óe)
Para obtener con este procedimiento el momento de pretensado por coacción M' v·
debe plantearse
0
M'Bv = M__
- -Bv - M Bv
161
¡-tu¡
1 81V
on1~n:r.~~II I Q
.•
-t
U.y
fu ,H u21-l
~--~:~J~--~~~~
lC 1
ual·l t t
1
1
linea de lnrtuencla para M. 1
Flg 16.21 . Determi nación de los Mv utilizando las lineas de Influencia de las componentes ver11calel
de las fuerzas de desvro.
Además, la Fig. 16.21 muestra la aplicación de las fuerzas de desvlo a una linea de
influencia correspondiente a un punto situado a la distancia x del apoyo A, en el caso de un
elemento tensor cuyo trazado no es parabólico. En el tramo derecho se muestra cómo se
aplican las fuerzas de desvlo sobre un elemento tensor que solo es curvo en una longitud f p.
16.3.3.3. El esfuerzo tensor se aplica en al extremo de fa viga, fuera del eje de gravedad
(elemento tensor parabólico)
Cuando el elemento tensor actúa con una excentricidad eA (Fig. 16.22) sobre el apoyo
extremo A, se adiciona a los momentos ya considerados en la Sec. 1 6 .3 .3 .1, el triángulo de
momentos con
0
M = V · e ... V· e
Av x A A
que es negativo cuando eA es positivo, es decir. medido del e)e de gravedad hacia abajo.
Este tru1ngulo de M ~ (Fig. 16.22 d) produce una rotación adicional de la tangente
extrema
V . e · L
A 1 6To " o
6 Bder.
162
esfuerzo de corte a.,, sin momentos en los
a extremos, para f 1 = t2; f 1 = f2
(corresp. a e)
b
h
~
e
~
a., debido, solamente, ar momento en el extremo,
para e 1 "" (2; ,1 ... f2
~
1
(corresp. a f) - 1
~ll!ii!illlll~iil!~illlilli!ll!lilllllw 1 ·V·T"A>
1 -,v .r ' 1
e
a., totales, para t1 ... f"2, 1 1
y r1 = t2 ~ ¡
f k
i
Mv
..... Fig. 16.22. Para la determinación de Mv y av en el caso de aplicación del esfuerzo tensor an forma unilateral y excéntrica; elementos tensores de forma
~ parabólica.
~J
Los ángulos de rotación de las tangentes extremas debidos al momento t::. M'ev adi-
cional originado son, como antes
En consecuencia,
3 ·e
A · t1
t::.M'
Bv
= -V (16.27)
(16.28)
eA eA. t 1
Se tendrá t::. QAB = -V·-¡;- -V. 2t1 (ll+l2)
1
3L +2t
1 2
-V· e ·
A 2tl(tl+t2)
M' t
Bv 1
t::.QBC = -~ V· e
A 2 12 ( tl + t 2)
Los esfuerzos de corte definitivos se determinan sumando a estos t::. O los ya conoci-
dos Ov de la Sec. 16.3.3.1 (Fig. 16.22 h), con lo que se obtienen los valores Indicados en la
Fig. 16.22 k.
En base al caso de Flg. 16.22 pueden obtenerse inmediatamente los valores de los
momentos en los extremos, de ambos lados. Para t 1 = f2 y f1 = f2, pero con eA ec. +
164
Fig. 16.23. Para la determinación de los momentos en el caso de elementos tensores parabólicos
anclados excéntricamente en ambos lados. Se han dibujado los momentos adicionales originados.
para Iguales f, por la excentricidad (l 1 • t 2 ; 11 :a 12 ; eA:#: ec).
los diferentes diagramas correspondientes a los momentos en tos extremos están repre·
sentados en la Fig. 16.23 a, y la suma de ambos, en la Fig. 16.23 b. El momento positivo en
el apoyo debido al tensado previo sigue aumentando, siempre que la flecha r de las parábo·
las no se modifique.
Los elementos tensores rectos en el tramo y desviados sobre el apoyo central son
poco eficientes e Inadecuados como se mostrará aquf en el ejemplo de la Flg. 16.24.
La superficie del diagrama de momentos Me
será triangular;
0
M
Bv = V· eB.
Con r = o. a ella se enfrenta una superficie de igual 11rea M' v de sentido opuesto
1
M
V
=- V· e
B'
Asf. una viga de este tipo está pretensada en forma centrada, pese a que los elemen·
tos tensores tengan un recorrido excéntrico. Los momentos son nulos: sin embargo, se
originan reacciones de apoyo.
165
1= o 1 :o
Ov =O
li 2S h
li A Q
~ t 2·V·es
V· e e
11:y · - -
, - B'y=• - -
f y•
'
C' -- V·es
(
Ag. 16.24. Elementoa tensores rectos, dispuestos sin excentricidad en loe extremos de la viga no
dan origen a momentos de pretensado M•• ni a esfuerzos de corte 0 11, pero el a M'"' O'" y reacciones
de apoyo.
166
válidas para las vigas apoyadas lsostátlcamente porque en ellas faltan los esfuerzos de
coacción M' v y O' v que dan origen a la compensación de los esfuerzos caracter1stlcos.
Es sabido que alturas de vigas variables, y con ello, momentos de Inercia variables ,
ejercen una influencia considerable sobre la distribución de los momentos en estructuras
hiperestátlcas por lo cual, para pretensado, no deben menospreciarse. Cuando M~ • V · Yz.,
el valor de Yz debe considerarse como la distancia entre el eje del elemento tensor y el eje de
gravedad curvado o discontinuo. Es conveniente referir el eje del elemento tensor al 8/8
de gravedad de la sección, supuesto rect/1/neo.
Si, en realidad. se llene una curva continua para el elemento tensor, entonces el eje
del elemento tensor asl trazado presentará igualmente puntos de acodamlento donde los
tiene el eje de gravedad. Estos puntos de acodamiento se asimilan a " fuerzas de desvlo"
ideales y los momentos originados por las mismas deben superponerse a los correspon·
dientes al eje de gravedad recto (ver [ 19)). Es conveniente ejecutar los correspondientes
puntos de acodamlento en el elemento tensor como 1ales, para que en ellos, las fuerzas de
desvlo del elemento tensor contrarresten la fuerza de trasferencia de la resultante de com-
presión en el hormigón.
El efecto de una variación de altura de la viga se comentaré en base al ejemplo
siguiente.
Supongamos que la viga continua de dos tramos, con cartelas rectas de la Flg. 16.25
haya sido pretensada mediante un elemento tensor, cuyo efecto serta equivalente al de uno
de forma parabólica. Según ello, el eje del elemento tensor, referido al eje de gravedad,
supuesto rectlllneo (Fig. 16.25 b), está constituido por parábolas con flechas r En el elemenlo
tensor real se tendrá, entonces. en el comienzo de la cartela, un acodamlento que corres-
ponde al plegado del eje baricéntrico.
La flecha de la parábola en !t es r = le:l + em, valor que supera en Ae/2
la flecha de una viga sin cartelas. dado que, debido a las cartelas en el apoyo B, el eje
de gravedad se desplaza A e hacia abajo.
Para seguir con el cálculo se supondri una longitud de la cartela de ). • l - 0,3 t y
con de = 3vs ·
d • 1,71 d, una relación entre los momentos de Inercia
Jtramo
n = "' o, 2
JB
o
t~~}~:~--·$.=-~]-
A
1
m "!·
ue e m C
0,3f-.¡ ~ .f/2--l
t , ~
b
1
1
~··-
1
~
..r, ·=<::::
,..L.
.....-·· ~~.....
ea(~-~-·- ··1
:f?lf
1
1
/ em parábolas "m
Eje del elemento tensor referido al eje baricéntrico rectillneo
Fig. 16.25. la v1ga de doe tramos con cartelas muestra at comienzo de las mismas un acodamlento
del eje del elemento tonsor, cuando se quiere que el elemento tensor actúe como si fuera parabólico
167
Las rotaciones de las tangentes extremas para la determinación de los momentos
hiperestátlcos en los apoyos M' Bv pueden obtenerse nuevamente como reacciones de apoyo
del sistema fundamental isostático (cortado en B) cargado con las áreas de los diagramas
M . M'
EJ , o bten EJ .
Para el caso de cartelas rectas o parabólicas, pueden obtenerse los ángulos de ro-
tación en los extremos, de tablas como, por ejemplo, las de Guldan: Rahmentragwerke und
DurchlauftriJger (Estructuras aporticadas y vigas continuas), Sprlnger, Viena, 1959, o Hirs-
chfeld : Baustatlk (Estáttca de las construcciones), Springer, Berlln, 1959, etcétera.
Dado que el eje del elemento tensor, referido al eje baricéntrico, rectillneo, de la viga
es una parábola con flecha 1, el pretensado en el sistema fundamental produce aproxima-
damente el mismo efecto que la carga uniforme negativa u •
a vf . f . Además, ac·
2
túa en el corte de separación B, el momento V · es en el extremo.
Como aqul, debido a la slmetrla de los ángulos de las tangentes extremas, debe ser
'TB • O, la ecuación de condición para el empotramiento hlperestátlco en B se expresa, con
las designaciones de la Flg. 16.26, simplemente como sigue
1
+ eB • V •a + M 1Bv • a " + u · cp
11
= 1' B lzq"' O •
.,__ _ _ ·f _ _ _ _.,..
Flg. 16 26 Designación de los ángulos de rotación de las tangentes extremas para el célculo de la
viga de Flg 16 25.
168
Los valores IP" y a" se obtienen de las tablas (por ejemplo, Tabla 32 a de Hfrschfeld)
para >. = 0,3 y n = 0,2, son
J,
a"= -
E·-
J O• 2066 .
r
M' -8·V·f0,0351_ V
Bv O, 2066 eB
MBv =- 1, 36 IV .
Para J = const. a lo largo de la luz de la viga, serfa Mav = - VI' , en la cual. debido
a r = f - ~ 6 ea. la flecha es menor.
MB g con cartela
1,36
MB g sin cartela
A causa del aprovechamiento total de las posibles flechas, debido a las cartelas, en
general, con el pretensado se obtienen momentos positivos en los apoyos demasiado gran-
des y momentos negativos en los tramos. demasiado reducidos, comparados con los corres-
pondientes momentos debidos a (g + p).
CONCLUSION
169
16.3.5. La viga empotrada como base de métodos de compensación de momentos
Se supone un extremo perfectamente empotrado (Impedido de girar y desplazarse)
y el otro Impedido de girar, pero apoyado con movimiento longitudinal (Fig. 16.27). Para el
hormigón pretensado, el desplazamiento longitudinal debe estar asegurado debido al acor-
tamiento del hormigón producido por V.
Los esfuerzos caracterfsticos de algunos casos especiales que proporcionan una
valiosa Información, serán mencionados aquf, sin las respectivas deducciones. Para otros
ejemplos, ver [ 1), Sec. 11 .44.
Para hacer una exposición más concisa, también aqul consideraremos únicamente
elementos tensores de forme parabólica. sin redondeo en Jos puntos de anclaje. En el caso
de elementos tensores redondeados, los esfuerzos característicos hlperestétlcos M' V y a· V
prácticamente no varfan (ver Sec. 16.3.3.2), mientras que para las partes lsostáucas de los
esfuerzos caracterfstlcos, asl como para los esfuerzos caracterlstlcos definitivos Mv y Ov, en
la zona de redondeo deben aplicarse las fuerzas de desvfo, tal como se Indicó ejempllfloa-
damente en la Sec. 16.3.3.1.
(16,29)
M~v - V • (~ C+ ~)
(16.30)
M - M o +M, =V · e -V ( -r+e
2 ) .. - -
2 fV
Dv Bv Bv l3 3 B 3
(16.31)
t• conclusión
Los momentos M v de las vigas pretensedas y empotradas perfectamente en ambos
extremos, son Independientes de las excentricidades del elemento tensor en los extremos
de la viga y sólo dependen del valor de /a flecha f de la parábola, o bien, de/os esfuerzos de
desvfo
170
V
OA(-)t' ..._,,
- -...,... - -
......... ~·
~.·-
f - -~~
~Jr-tV a
...--.-.·,..,.,..
-
o (.)
fuera de escala
Flg. 16.27. VIga doblemente empotrada con diferentes excentricidades en tos puntos de anclaje y
elemento tensor de forma parabólica.
2 1 conclusión
SI el elemento tensor se hace recto, es decir f • O, no se producen momentos de
pretensado M v. aunque estd Inclinado (e A 4= es), sino solamente los momentos de empo-
tramiento de coacción M'v. dependientes de eA- o bien de e 8 (Fig. 16.28).
Entonces, estas vigas están pretensadas en forma centrada y no muestran curvatura
alguna (pretensado fiel a la forma) . Ciertamente sólo se obtiene un pretensado libre de
coacción cuando también eA -= ea = O.
171
(16. 32)
M
Bv = - I· V ( 16. 33)
1
M
0,5t, v
= + -rv
2
Para un elemento tensor recto con r = o. también en este caso se anulan todos los
M 11• quedando solamente el momento de empotramiento hiperestátlco en B
M Bv
I V
= - eB · ·
La Rg. 16.30 muestra el caso de un elemento tensor acodado formado por dos tramos
rectos en una viga empotrada en un solo lado.
M11 • O
M~ • Ve
M11 : O
Flg. 16.28. Los elementos tensores reclilfneos, para vigas perfectamente empotradas en ambos ex-
tremos, Independientemente de su ubicación, siempre dan M11 • O. Sin embargo, el afecto sobre M' •
en el empotramiento es diferente según el caso.
172
1
1
1
1
1~ - ' l MHv -f. V
' para "" r
F1g. 16.29. VIga empotrada en un solo lado. con elemento tensor de lorma parabólica y d1lerentes
excentricidades en los extremos de la viga.
_.. ~
--··
- .....--~--
..
Fig. 16.30. VIga empotrada en un solo lado con un elemento tensor acodado, de dos tramos reciOS.
Con el método de las rotaciones de las tangentes extremas, se obUene para el mo-
mento de empolramlento hlperestátlco
( 16 . 34 )
173
para el momento final en la viga, en el punto de empotramiento
y en el punto de dobladura (x .. t · l)
Para ~ = 21 será M
Bv = - -34 rv: Ml./2,v -
- 5
+ 8 rv.
CONCLUSION
A Igualdad de fle chas 1, el elemento tensor poligonal produce Mav menores y Mo.s t. v
mayores, que el de forma parabólica. Esta comprobación también es cierta para las vigas
continuas y las vigas perfectamente empotradas en ambos extremos y puede ser utilizada
para Influir sobre la distribución de los Mv en tales estructuras.
( 16 , 37)
Este valor del momento se reparte en función de las rigideces K de las barras que
concurren al nudo. mediante los coeficientes de repartición v • l:~ • en las fracclo·
nes de momentos v · ~M ' 2 , las cuales son trasferidas a los nudos vecinos afectados con los
correspondrentes coeficientes de trasmisión.
La ecuación para aM' 2 v arriba mencionada corresponde a ~Mv en el nudo 2 según Ec.
174
en la barra
A g. 16.3 1. Vtga de tres tramos con elementos tensores parabólicos y con tos correspondientes mo-
mentos de rotación en los nudos.
( 16.30), porque las e)(centrlcldades e2 de ambas paré bolas, en el nudo 2, son Iguales.
En el caso de elementos tensores, continuos en los apoyos. se pueden considerar
directamente los Mv como momentos de rotación en los nudos.
Pero si e2 Izq. del elemento tensor en el tramo 1 no fuera igual al e 2 der. del elemento
tensor en el tramo 2. no se eliminarla e on la Ec. (16.37).
Este caso se presenta en pórticos pretensados donde, además, en los nudos B y C
(Fig. 16.32), no sólo la excentricidad sino también la magnitud de la fuerza de pretensado, en
ambas direcciones (dintel A y pilar St), en general, son diferentes.
La diferencia de momentos debida al pretensado, aplicado al nudo B. supuesto Im-
pedido de girar, seré entonces:
(16.38)
175
-~ ----.-, -- ~~·
.. --1:.- .. --
e 1=
1f
j
ejes de elementos tensores
--------- j=
.j
\i
Fig. 16.32. Pórtico pretensado con elementos tensores del dintel y del pilar que se cruzan en los
nudos.
Como la suma de todos los momentos que actúan en el nudo B debe ser igual a cero.
se obtiene, teniendo en cuenta la convención de signos ( + = en el sentido de las agujas del
reloj).
o bien
2 _,
- V R • eB, R + VSl. eB,St - 3 VR' f+ O+AM_sv = O·
De ello se deduce el momento de giro del nudo como anteriormente en Ec. (16.38)
Dado que solamente las partes hiperestátlcas M'v se compensan con un empotra-
miento rlgldo. se obtiene finalmente un diagrama de momentos M' v que debe superponerse
con los momentos lsostátlcos M$.
176
17
Detenninación de los esfuerzos
de pretensado
COMPAESION
3. 1 u u (en el borde Inferior) para Mg mln. o para M 6g (peso propio activo debido al pre·
tensado).
3.2 u 0 (en el borde superior) para M(g + p) máx. y V=; la carga limite es decisiva.
l z
Efe de gravedad de los elementos tensores A 1
Fig. 17.1. Al elegir y,. debe renerse presente el lugar que ocuparán los elementos tensores
177
TRACCION
3.4 uu :s ubz adm para pretensado limitado, según las OIN, debido a Mg + P y V 00•
3.6 u 0 = O o por excepción < u 0 z adm, para M 9 mln. o bren para Mg o M 69 y V 0 (sin
tracción en el cordón comprimido}.
V* nec. = - w (17 . 1)
ce u
- +y
Ab z.
arri ba o
abaJo u
-?'~)
s u ,.o adm.
V
o
'l, v 0
+ a z, g+p ~ o z adm y con V = d:l
\U
0
A
z
nec. =a_.,._adm-
;,-l___;V ;o. .o1;,___ (17 . 3)
z z, g+ p
179
2
.- V
_2.._(t+n•l-l +
A
z
D
nA
J
z n )
n
y
V
o
-A ---__;;;.----::~- ~ u<~) adm.
: .
z nA y.
2 (17. 4 )
z lZ
1-n·l-l . - Jt .
1
V . y + M'
V Z V
-+
A - w
b
• • t -
M " V· y + V· y = V (y +y ) = V· y
v z z ·z z z
y· z puede, entonces, considerarse como la medida de un desplazamiento del eje de grave·
dad, correspondiente a la Influencia del momento de coacción. Con la ordenada Vz • Yz + y' z
del elemento tensor (en lugar de Yz) referida al eje de gravedad desplazado de - y' z· también
pueden usarse las Ecs. ( 17. 1) y ( 17 .2) para la determinación de V ~ nec.• para secciones
transversales de estructuras hiperestáticas:
V co nec. = ( 17. 5)
wu -
- +y
~ z
180
17.3. Tensión admisible en el acero para pretenaado, al pretenaar,= CTz, vo adm
De acuerdo con lo que hemos explicado al comentar la Flg. 6.12, la tensión admisible
por flexión en el acero para pretensado, con cargas de servicio, podr1a ser sustancialmente
mayor que Po.2/v = Po.2/l , 75, dado que las tensiones en el acero de vigas pretensadas
no varfan linealmente con las cargas. Sin embargo, el " cuánto más" fue Internacionalmente
motivo de continuas controversias, a través de los últimos treinta aflos.
En Franela se permitfa cr2 • vo = 0,8 fJz, sin considerar 13o,1 ,. • de manera que debe
perderse una parte de la tensión generada por relajación del acero para pretensado. En
Alemania Federal sólo se permltra crz. vo = o. 75 130,2 % o bien 0,55 fJz , quedando, con ello,
sumamente baja. lamentablemente estos valores reducidos siguen conservándose en la
DIN 4227, 1979.
En el CEB se llegó a un compromiso con
donde debe ser fJo,ot 2: 0,85 13o,2 para asegurar la resistencia a la fluencia lenta. Estos
valores también proporcionan una seguridad suficiente contra la rotura durante el preten-
sado.
las prescripciones permiten exceder. durante corto !lempo, los valores arriba cttados
en un pequeno porcentaje para el pretensado en banco, para superar esfuerzos de lricctón
y en casos para los cuales no es de esperar más adelante, durante la utilización de las
estructuras, aumento alguno de la tensión a 2 •
17.4.2. Fórmulas pr,ctlcas para determinar las pérdidas 9fl el esfuerzo de pretensado
La pérdida de pretensado es el resultado de los acortamientos en función del tiempo,
de las fibras de hormigón que rodean el elemento tensor y, por lo tanto, en el caso de vigas
sometidas a flexión, se producen a la distancia Yz del eje de la viga. Son determinantes
los acortamientos en el estado permanente, es decir, en general, en el estado de las tensio·
nes debtdas al peso propio y a eventuales partes permanentes de las sobrecargas, o sea.
a consecuencia de g + wo · p, simplificado aqur con la notación g. Estos acortamientos Eb·
disminuyen los alargamientos en el acero Ez y con ello, las tensiones cr 2 , con lo cual se
reduce el esfuerzo de tracción Zz en el elemento tensor en el valor Z 8 ~ k de la pérdida que
181
experimenta el esfuerzo tensor. La fuerza de pretensado V que actua sobre el hormigón,
se reduce en
V s+ k--
- Z s+ k'
SI, en el cálculo de la pérdtda del esfuerzo de pretensado, partimos del estado Inicia./
V0 en el Instante t = O y referimos las tensiones en la estructura a V 0 , entonces, con la
aproximación usual de que un valor medio entre V0 y (V0 - Vs + k), actúa en forma perma·
nante, la pérdida V s + k puede calcularse con suficiente aproxtmaclón, según la expresión
e E +nq¡( o +o)
v s _ z = _v s z b,vo
b,g ( 17. 6)
s +k s+k o nob (l +p<P)-o
,vo z,vo
Todas las magnitudes deben tomarse con su signo : compresión, negativa, tracción,
positiva. Además serán
• 'PI = 'Po (kt, tw - kt, aw) + 0 ,4 · kv, tw - aw = valor de la fluencla lenta hasta
el instante t . . ver Sec. 23. 1.
n e:
E
en el instante t = o.
p = coeficiente de relajación, según Trost.
p • O, 7 para carga permanente Invariable.
p • 0,8 cuando se producen tensiones debidas a deformaciones de rápido trans-
curso, Impuestas por coacciones, por ejemplo, asentamientos de apoyos.
SI partimos del estado final V(10 en el instante t = oo el cual, en general, se calcula prl·
mero, se obtiene, utilizando la misma hipótesis de aproximación, un valor absoluto práctica-
mente igual al de la Ec. 17.6 para la pérdida V 5 + k· pero de signo opuesto.
e: E + n q¡(o +O )
- V =+ z : -V S z b.g b,VCJ:) (1 7 . 7)
s+k s+ k CJ:)oOb {1-pq¡) -o
,VCJ:) z ,va:J
V O = Va:J +V S + k
182
Obtenemos una cómoda ayuda para el dimensionamiento, si en la Ec. (17.7) despre·
ciamos el primer m1embro del denominador, el cual es pequeño comparado con CTz, VfiO•
especialmente cuando PIP está cerca de 1 . La variación u 2 de la tensión en el acero para
pretensado deb1do a contracción y fluencia lenta puede expresarse por
a =o +a 1
y que debe ser s o adm.
z,vo z, va:> z, s+ k z, vo
El segundo sumando será negativo. dado que t 5 y CTb. vz. deben tomarse negativos
y tr z adm y trb, 9 + p• poaítlvos.
Se advierte nuevamente que n ub, 9 + p puede ser despreciado.
17.4.3. Influencia de las armaduras de acero para hormigón sobre las pérdidas
del esfuerzo de pretensado
Para pretensado parcial, la cantidad de A5 en el cordón tracclonado puede ser
considerable, entonces la armadura dificulta los acortamientos del hormigón, debidos a
la contracción y a la fluencla lenta y se reduca la pérdida en el pretensado. En el caso de
vigas hlperestátlcas, en algunas zonas, tanto en al cordón superior, como lamblén en el
Inferior, pueden existir armaduras de acero para pretensado Az y de acero para hormigón
A 5 Cuando los momentos de Inercia de estas secciones de armaduras, referidas a su centro
de gravedad. son grandes en relaclón con el momento de Inercia J de la viga (por ejemplo,
J 5 ~ z > 0,05 Jrr) , las variaciones de las tensiones debidas a la contracción y a la fluencia
lenta. quedan Influidas, en forma perceptible.
En [ 1 ], Sec. 12.2, se Indican procedimientos para tomar en cuenta estas Influencias.
183
en el cordón tracclonado. Sin embargo, la sección que corresponde a M máx. llega a ser
determinante para obtener el valor de V 5 + k• dado que alll aparecerán las primeras fisuras
debidas al aumento de cargas y porque esta sección será decisiva para el momento de des-
compresión M o y también para la capacidad portante limite. Si en secciones próximas entre
si el valor de V 5 + k aumenta, la pequeña diferencia de tensiones es fácilmente absorbida
por la adherencia.
Para el caso de vigas hiperestáticas, las V s + k se determinarán, por de pronto,
también para los cortes de los MF máx. (en el tramo) y Ms1 máx. (en los apoyos), determi-
nantes para el dimensionado. Las V 5 + k tendrán valores diferentes.
En el entorno de los puntos de momento nulo, en general, sólo se necesitan las
verificaciones de limitación de fisuras para las que Mo o, respectivamente, el momento de
fisuración MR, deben tomarse en consideración. Cuando alll se superponen los elementos
tensores en los cordones superior e inferior, deberán calcularse las V s 1. k para ambos
cordones, cuyos valores serán diferentes, para obtener correctamente los M o y M A para los
cordones superior e inferior.
En general, se puede decir que, para el cálculo de las V s 1• k no se deberla pretender
o exigir una gran exactitud, porque los valores causantes de Es y V'• de todos modos,
presentan una gran dispersión. En muchos casos es suficiente estimar las V 8 + k sobre la
base de la experiencia y efectuar el dimensionamiento de la armadura de pretensado con
esos valores estimados, máxime que las pérdidas del esfuerzo de pretensado no Intervienen
en el cálculo propiamente dicho de la capacidad portante limite.
184
18
Dimensionamiento para la capacidad
portante
M !!<\I ( M +M ) (18.1)
u g p
M = Z · z o bien D · z, ( 18. 2)
u u u
para lo cual debe ser Z - D.
185
deformaciones esfuerzos en los cordones
€ 11
,.
Hm. = 3,5 °/oo el acero f&lla
Gb
el hormigón falla
0 b = ~R
Fig. 18. 1. Capacidad ponante Hmite para lle>.lól'l, d1agramas de e, esfuerzos on los cordones y hrazos
de palanca segun el llpo de rotura.
186
G N/mm2 511600/1800
1
1 trefilado, reven IdO
1800
1600
:1600y
~0.2 , ,
1
600
1.00
--/ ~~~
r3s
acero para hormtgon 600
511.20/500
1.00 1
1
acero para hormigón
200 1 1 -- SI 21.0/370
200 1 1
v~s
oV oV V
E E
máx. • 5 °/oo
lo)
·/
Ezvoo ::=2,goAio
E'q
_J
/
Ezvoo'l:;.l.,7o-'o _J
Ec¡ méx. • 5 OJoo
1---tz.u 1 - - tz,u-
Flg. 18.2. La deformaci ón anllc•pnda E'!~) y la delormaciór> debida a la carga tqu dan por resultado
las tensiones en Jos aceros para la carga limite.
Si el hormigón del cordón compnmido falla antes quo el acero, entonces es Eq < 5 °/oo
y las tensiones en el acero correspondientes a Ez = E<~! v + Eq deben tomarse del diagrama
u-E (¡para el acero para pretensado en el certificado de aprobación!). Con ello será
z U .. A o
Z z ,u
+A o
S S,U
debido a M
U
nec. ( 18. 6)
parábola cuadrállca
blllneal
187
Para Du el pretensado sólo se manifiesta en que el eje neutro queda un poco més
abajo que para el hormigón armado, y en que con el esfuerzo de p1 etensado resul ta, por
razones de equilibrio, con Zu = 0 0 , un esfuerzo en el cordón comprimido mayor que para
cargas solamente.
la determinación del momento limite absorbible Mu
ha sido presentada detalladamente y según distintos procedimientos en [O]. Tomo 1, Sec. 7.3.
Para cortes trasversales de hormigón pretensado, el brazo de palanca z debe referirse,
conceptualmente, a la poelción de la resultante Zu de los esfuerzos en el elemento tensor y
en la armadura.
Para cdlculos aproximados, en especial en secciones trasversales en T o l el brazo
de palanca puede ser estimado fácilmente. lo que permite calcular con Mu =
Zu · z.
M exist.
U
~ v (M g + p + M'V )
se obtendrá una seguridad demasiado grande. cuando M' v llene el mismo signo que Mg + P•
y una seguridad demasiado reducida. cuando M' v llene signo contrario.
Por ello, los momentos de coacción deben ser tratados de otra manera que los
momentos debidos a las cargas. Esto se debe también al comportamiento de la estructura en
la transición hacia la carga lfmite o la carga de rotura. Nuestras consideraciones sobre la
seguridad, por cierto, parten del supuesto de que las cargas se aumentan de (g + p) a
v (g + p) pero el esfuerzo de pretensado se mantiene invariable. Por el aumento de las
cargas. sin embargo, se Incrementan las tensiones en el acero de los elementos tensores,
especialmente en el Estado 11, que es lo que se adopta para determinar M u exist. la cuestión
que surge ahora es que si con el aumento de los esfuerzos de tracción en el elemento
tensor, también lo hacen los momentos de coacción debidos al pretensado, es dec1r, que
los M' v aumentan, o si se modifican en otra forma.
Curiosamente esta cuestión no ha sfdo aclarada satisfactoriamente hasta el presente.
los momentos de coacción se originan por impedimento de la libre curvatura por
flexión debido a las condiciones de apoyo de la viga, es decir. que dependen de la rigidez a
Ka
la flexión Ka ... E J y, por cierto. grectas al pretensado, en primer lugar, de en el Estado l.
188
Al pasar a la carga limite, sin embargo, también en vigas pretensadas totalmente, se produ-
cen fisuras. es decir, que pasan al Estado 11 y por ello, la rigidez a la flexión se reduce consi-
derablemente en la zona flsurada hasta K~'· porque los cordones traccionados de acero
para pretensado con EAz son menos rfgidos que para hormlgon armado con EAs > EA 1
(ver Flg. 6. 13). Esto tiene que conducir a una modificación, en general una dísm~nución de los
M' v. aun cuando aumentan los esfuerzos de tracción Z 1 en los cordones.
En parte, los M' v provienen de los esfuerzos de desvio de los elementos tensores, los
cuales, ante un incremento de los esfuerzos, también tienen que Incrementarse. Este aumen-
to de los esfuerzos de desvfo queda escasamente ínflu1do por el pasaje al Estado 11, pero aun
asf, la rigidez a la flexión. que disminuye en zonas parciales, modifica la coacción
Si se considera que, al pasar a la carga lfmite el Estado 11. al pri ncipio. sólo aparece en
zonas parciales de la longitud de la viga y que. por ello, la trayectoria de los momentos se
modifica considerablemente, queda en claro que. en realidad. no es correcto verificar la
capacidad portante de vigas hipereslátlcas por la determinación de los momentos limites en
cortes Individuales y para un trazado de momentos predeterminado con EJ constante, tal
como se establece en DIN 4227. Es verdad que, con ello. se está del lado seguro. Sin
embargo, ser/a más correcto aplicar el método de las cargas portantes teniendo en cuenta
la redistribución de momentos originada aproximadamente según [O], Tomo IV, Sec. 8.5 ,
o la teorfa de la plasticidad según B. Thurllmann, que está esbozada en esle Tomo V,
Cap. 24, por R. Walther.
IM u ~ v(M g +M p )+v'M'voo ( 18 . 7)
En opinión del autor, deberla variar v' según causas y signos del momento por coac-
ción M' v · Cuando el efecto de M' v es favorable (signo contrario al de Mg ., p) deberla tomarse
v' :o 0,8 hasta 0,9, el valor mayor cuando M' v proviene principalmente de esfuerzos de
desvfo. Si el efecto de M' 11 es desfavorable (signos Iguales) deberla tomarse v' = 1,0.
Para momentos por coacción debidos a otras causas, como variaciones de tempera-
tura 6 T o asientos desiguales de los apoyos, como regla puede tomarse v' ... O cuando la
estructura da prueba de suficiente tenacidad en los puntos más solicitados, es decir, tiene
suficiente capacidad de rotación (ver Sec. 24.2.3 y [O], Tomo IV, Sec. 8.4, asr como Tomo VI .
Flg. 11 .5).
Para momentos en los apoyos de vigas continuas todavla debe observarse que el
diagrama de deformaciones no permanece recto cuando M y a simultáneamente son gran-
des y la zona de compresión por flexión es angosta como en el caso de vigas-placa (ver
Fig. 6 .19). Esto tiene como consecuencia que la altura de la zona compnmida por tracción
xs es esencialmente menor (hasta 0,6) que el x 8 calculado solamente para llexlón. Con ello.
en realidad, Dbu resulta ser menor que el valor de cálculo usual y en consecuencia se debe
proceder con cautela.
Lamentablemente no existen. hasta ahora, procedimientos sencillos para determinar
correctamente el valor de xg. Remitimos al lector a la tesis doctoral de W. lippoth, Stuttgart,
1972: Theoretische Untersuchung des Spannungs und Verlormungszustands von Stahl-
betontrligern /m Bfegeschubrlssbereich (" Investigación teórica del estado ~ tensiones y
189
deformaciones de vigas de hormigón armado en la zona de fisuras por corte debido a
flex1ón").
.
18.3. Flexión sin adherencia
a zu (18 . 8 )
v : 1 , O hasta 1 , 2
q
190
.,
( 18. 9a)
Q
U
nec. = 1, 75 (Q g + Q p ) + v q Q Va:;,
Fig. 6.21 ). La DIN 4227 da los limites en forma de valores de los r 0 ,..
ab~ (z •
brazo de palanca para Mu méx.), que sólo estén v veces sobre los valores r 011 de la
DIN 1045. Esto, sin duda. es demasiado cauteloso.
Tal vez serfa más correcto partir de la tensión de tracción por flexión en la zona con
peligro de lisuras por resbalamiento, cercana a los apoyos. con x .., 3 h. Sí alllla tensión ub
debida a 1. 75 (g + p) y V.... se mantíene Igual a
2/3 2)
obZu < O, 2fiW [ N /mm
Calidad del 2
hormigón B 25 B 35 B 45 B 55 N / mtn
2
0 < 1, 7 2, 1 2,5 2,9 N/mm
bZu
2
0
Iu < 1, o 1, 2 1, 4 1, 6 N/mm
Tabla 18.1.
191
2. cuando, para carga uniforme, la esbeltez es l/h < 8.
3. cuando la esbeltez es f/h > 16 y JLL < 1 % } grado de pretensado
o la esbeltez es t/h > 24 y JLL < 2 % K > 0,4
(Los valores Intermedios deben interpolarse
linealmente.)
Los ILL supuestos han sido estimados, con cautela, sobre la base de ensayos de losas
de hormigón armado sin pretensado y todavfa necesitan conlirmaclon experimental.
tF t r-bl
6 zs _jboL
..2... ~3
bo ~ Z lz • s 1
~ a. =:l) - 38°
a.,mo ~z
o.
~
Db
~~6 ~
Ftg, 18 4
192
- Z lz •sl
Modelo de rellculado ampliado para vigas de un solo tramo.
Oa~,.
.. da z
-h
cordón traccíonado, fisuras - --t
En las zonas adyacentes a los puntos de momentos nulos en las vigas continuas, se
tendrá , tanto en el cordón superior, como también en el cordón Interior del retloulado, tracción
para la carga lfmlte (¡los desplazamientos del diagrama debidos al efecto de retlculado se
superponen!). En consecuencia, en aquellas zonas no puede originarse parte alguna de 0 11
en el cordón comprimido. En cambio, se presentan allllncllnaclones tJ de las bielas compri-
midas menores que las de la zona normal, con lo cual, alll también los esfuerzos de tracción
en el alma resultan menores que en el reticulado clásiCO ((O], Tomo 1, Sec. 8.3.2.2).
Finalmente queda cerca de los apoyos de libre rotación en los extremos una zona a
libre de fisuras por flexión. Para almas delgadas (gran b/b 0 ) a pesar de todo, aparecen
fisuras por resbalamiento en las almás. Una gran parte de O queda, sin embargo, en los
cordones, más rlgldos al resbalamiento, por cuyo mohvo sólo podrán absorberse esfuerzos
de tracción muy pequei'los en el alma (ver Flgs. 6.14 y 6 20).
Debido a las barras que se cruzan en el alma. a la rigidez a la flexión de los cordones
y a la unión rfg1da a la llexlón entre las diagonales comprimidas y los cordones, los relicu-
lados son de múltiple Indeterminación estática interna. Si se quisieran calcular los rellculados
para determinar los esfuerzos de tracción en el alma buscados, ante todo, deberfan tenerse
en cuenta los valores, muy diferentes entre si, de las rigideces de las barras. En las tesis
doctorales leidas en Stuttgart, Rajagopalan (1973) y Uppoth (1973) se han realizado cálculos
similares aplicando el principio de la energla mfnima de deformación, con resultados útiles,
coincidentes con los obtenidos en ensayos. Para la práctica tales cálculos son demasiado
trabajosos y también son escasamente viables para programas EDV de computación, debido
a la Inseguridad de los numerosos datos de entrada.
Por este motivo aqul se utilizará la metodologla desarrollada en [O), Tomo 1, Sec.
8.5.3, ampliada para el pretensado. Este camino fue Introducido como "método patrón" en
las Recomendaciones CEB/FIP de 1978.
QD = T oD · bo · z (lB . lOa)
193
Se obtiene un segundo valor de reducción a partir del grado de pretensado, con los
efectos representados en las Figs. 6.16 y 6.18. Lo llamaremos O ov De acuerdo con la
propuesta de A. Losberg, de Gotemburgo, que fue elegida para el CEB. este Oov puede ser
planteado en forma muy sencilla:
Q = 11.u • Q ( 18 . lOb)
Dv D
Q a Q - Q -Q = Q -(l+X. )Q (18.11)
afma u D Dv u u D
Qu según Ec.(18.9a.)
Qalma
Tou, alma:: (18 .12)
b ~
o
Tou, alma
lls nec. =- ~S
(18 . 13)
ABil
para estribos verticales f-1 S ,. b • es
0
z
5U
E A
Z
(oZ, VO + 420 [ N /mm 2 )) ~ A Z ~ Z, 02
194
El valor de reducción ToO· obtenido de ensayos resultó ser de 0,035 f3w hasta
0,05 fJw.por lo tanto, dependiente de la resistencia a la compresión del hormigón, lo que
era de esperar porque las condiciones de rigidez de las barras del ret1culado Influyen sobre
el valor de la reducción. Este valor, cuando el cordón traccionado es muy fuerte (#-'L grande),
es mayor que el de un cordón traccionado más débil. Al pnncipio se recomendó ToO =
0,03 fJw (ver [O], Tomo 1, ed. 1985, Sec. 8.5.3.2., Ec. (8.43)). En las deliberaciones de las
comisiones de OIN y CEB se resolvió poner ToO en func1ón de (3.j¡13 para disminuir relativa-
mente la reducción para valores elevados de la calidad del horm1gón. Los valores de reduc·
ción del CEB corresponden, aproximadamente, a
1 0 11 A2/3 2
T : (N / mm )
oD ' "w
Con esta expresión se obtienen los valores de la Tabla 18.11. linea 1; en la linea 2 se
han anotado los valores algo menores de 11-r de la OIN 4227. 1979.
La reducción total ao a
+ Ov también se podrfa determinar mediante la carga R• a
que produce las fi suraA debidas al resbalamiento (Fig. 18.6). Supongamos que el momento
MR de fisuraoión por flexión, que en la sección considerada conduce a la fisura por resba-
2
Calidad del hormigón B 25 B 35 B 45 B 55 N/mm
2
T
00
(recomendado) 1, o 1, 2 1, 4 1, 6 N/ mm
2
6 -r (DIN 4227 ) 0 , 85 1 , 08 1, 20 1, 32 N/ n •m
Bu
400
1 !
ir l
1
8 ./
'xa--.....-....:_-~4 ~
~/
1
1
~/
,!!1
o
~/
Cl) ~/
.,¡ ~
ij; 1 0,70
b 300
IJ)
.&
·e
¡¡;
al
~ 200
e
al
e:
-o
'iD
e
~ 100
195
!amiento, y a la que pertenece QR, tuviese la magnitud que, en el Estado 1, generase una
tensión de borde de tracción por flexión Ubz = O, 1 {3./¡13 (¡por debajo del percentil 5 % de
f3bzl). Como en el hormigón pretensado las direcciones de las tensiones en los estribos no
son paralelas a las lineas del reticulado clásico, sino que son más empinadas, adoptaremos,
con prudencia, solamente 0,7 QR para el valor de reducción total Oo + Oov· Este planteo,
sin embargo, requiere un paso adicional en el cálculo, para determinar a OR. pero se traduce
en valores de reducción mayores que los de la fórmula de Losberg prudentemente elegida.
Comentarlo sobre la DIN 4227: En la Sec. 12.4.2 de dicha norma se deduce la caber·
tura reducida al resbalamiento con la fórmula 12
tg ~ =1- 6 T/r
ou
con T
ou
de Q total.
u
Dimensionado en fa zona a
La zona a (Fig. 6.14) sólo se presenta para grados elevados de pretensado. Las
fisuras por resbalamiento aparecen alll recién para escalones de carga muy grandes y per·
manecen pequeñas porque los cordones no fisurados dificultan la apertura de las fisuras.
Por eso alll se justifica, para la determinación de los esfuerzos de tracción en el alma, partir
de las u¡ (tensiones principales de tracción al nivel del eje de gravedad) de la sección hamo·
geneizada (Estado 1). Los ensayos mostraron que
olu - O, 7 T oD
)J :: (18. 14)
s ¡:¡
5
determina la seguridad necesaria par~ tracción en el alma. En general , en esto son deter·
minantes las reglas para la armadura rnlnima.
z:M
z
z:M+Q
z 2
En el retlculado con estribos verticales y diagonales comprimidas con una Inclinación
íJ con respecto al eje x (Fig. 18.7)
Z "' M + Q · cotg íJ
z 2
196
Por consiguiente, el esfuerzo de tracción en una sección transversal del cordón será
tanto mayor cuanto menor sea la inclinación de la biela comprimida En la sección de
Mu máx., que es determinante para el dimensionado del cordón tracclonado para Zu, sin
embargo, es Q = O (momento máximo en el tramo). En correspondencia con el momento
en los apoyos de vigas continuas, no existen diagonales comprimidas poco inclinadas y
las bielas en forma de abanico no ocasionan esfuerzos en el cordón, que superen a Mulz.
El efecto de reliculado, por lo tanto, no influye sobre el valor de dimensionado
Zu máx. = Mu máx./z, pero si, probablemente, sobre la variación de los esfuerzos en el
cordón tracclonado, es decir, sobre el posible escalonamiento de tos elementos tensores o
de la armadura del cordón. Este efecto se tiene en consideración con la medida v del
desplazamiento (decalaJe). que Indica en qué medida debe correrse el diagrama M/ z en la
dirección de x, para cubrir estos esfuerzos en el cordón tracclonado.
Dado que en las vigas pretensadas, las diagonales comprimidas son menos Inclina-
das que 45°, aqulla medida del desplazamiento debe elegirse con un valor mayor que para el
hormigón armado. A ello se agrega que el brazo de palanca z disminuye debido a la Inclina-
ción del cordón compri mido hacia el apoyo extremo lo que también aumenta el esfuerzo
en el cordón traoolonado, En los momentos de apoyo, en cambio, z resulta mayor que el valor
p
-Ml
Jf
z = ~ • cotg ~
(retlculado de malla)
197
calculado para flexión simple (xs menor y fuerte excentricidad del esfuerzo Du, levemente
Inclinado, en el cordón comprimido). la variación de z depende de la forma de la sección
transversal, y entre otras de la relación b/b 0 •
Estas consecuencias del efecto de los reticulados pueden tenerse en cuenta, glo·
balmente, por una medida de desplazamiento, que depende del grado de cobertura "1 al
resbalamiento
'T - (l+x.u),. D
ou o
T'f= (aqul -r proviene de Q )
'T ou u
ou
1
f
¿@'¿;1%~~~~'\;s-.
cordón--1 ¡--cordón f
1
1 tracclonado' tracclonado 1
1 ... ~ !,
esfuerzos en el cordón Í 1
tracdonado diagrama del esfuerzo da tracción
med1da del desplazamiento v
o'
La tensión de compresión o os, u= sb u ~ O, 6 liwN (18.18)
w
donde ~0 es la suma de los 0 de las vainas o de las barras de acero para hormigón mayores
que 25 mm, mientras que los elementos tensores aún no estén inyectados (estados construc-
tivos). Después de endurecido el mortero de inyección es suficiente tomar una reducción
de aproximadamente 0,5 ~0. Cuando las barras de la armadura de resbalamiento están
muy cerca entre si (distancia entre estribos < 100 mm) deberla considerarse en el cálculo
solamente el espesor libre del hormigón entre estribos, bk, dado que en ensayos realizados
el recubrimiento de hormigón. con armadura densa, estallaba prematuramente.
199
En la DIN 4227, eros adm ha sido considerado con un valor muy reducido porque no
se exige el descuento de la vaina en elementos tensores inyectados. Con ello se perjudican
las estructuras en las que, conscientemente, se evita el uso de grandes elementos tensores
en las almas.
18.5. Torsión
Para momentos torsores, la capacidad portante está garantizada, cuando el momento
torsor limite es
Para los Mr debidos al pretensado vale lo mismo que para los esfuerzos de corte
Ovcc: y, en correspondencia, vr y v' deben elegirse como para el caso de los esfuerzos de
corte. En el caso de estructuras de barras rectas (por ejemplo, en vigas-cajón) en general
se efectúa el pretensado en forma tal que no se originen momentos Mrv ni M'rv· En el
caso de vigas de planta curva, generalmente se prefiere colocar los elementos tensores en
forma tal que se originen Mrv que actúen en sentido contrario a los Mrg (ver [O), Tomo VI,
Sec. 14.6) .
La capacidad portante a la torsión existente Mru para secciones transversales llenas
y huecas se calcula con la ayuda de modelos de reticulados espaciales tubulares, como el
que fue desarrollado en [0], Tomo 1, Sec. 9.3.2. Para el dimensionado de los elementos
traccionados sirve el valor de cálculo de la tensión de resbalamiento por torsión (Fig. 18.10).
Mru exist.
'r
Tu
= 2 Fm · tT
( 18. 19)
TTu
1-lT, Bü nec. = IJ :: ( 18. 20)
T,L ~8
~' A''
Detalle '' A"
d -----~
Flg, 18. 1O. Cafón hueco sustituto para tors1ón de secciones trasversales rectangulares, Ver otros
casos en Flgs. 9.20 a 9.23. en Tomo 1 de [O].
200
-
Entonces para estribos verticales
Para estribos a 45° sólo se necesita una armadura longitudinal para el montaJe,
Los elementos tonsores trasversales al eje de la viga y los elementos tensores en
almas o losas da cordón del caJón hueco. que sirven para absorber las solicitaciones de
resbalamiento y de torsión, pueden ser estimados mediante un esfuerzo de tracción Az'
(uz , vo + 420) :s; Atflz, 02• cuando están anclados fuera de la linea media de la pared del
cajón.
En este caso no es posible adoptar un valor de reducción r 0 o como para los esfuerzos
de corte, porque para torsión pura no se generan cordones comprimidos. Los elementos
tensores longitudinales que, en general, existen en vigas de hormigón pretensado pueden
ser tenidos en cuenta en el cálculo, con el esfuerzo longitudinal Az /Jz, 02 en el estado limite
existente, Independientemente de su ubicación en la sección. Sin embargo, cuando además
de la torsión Mr también se debe absorber flexión M 8 , los elementos tensores Az, a que
se encuentran an el cordón tracclonado por flexión y las armaduras longitudinales As, a
sólo pueden determinarse con la tensión f3o.2 - ua. en la que as debe calcularse con el
momento flexor que aparece al ubicar las cargas que generan Mr máx (¡para la capacidad
portante limite hay que mulllpllcar, en cada caso. M por ••!). Lo mismo es válido para los
estribos, que tienen que absorber. tanto la torsión como también los esfuerzos de corte
producidos por flexión.
201
19
Dimensionado para la capacidad
de servicio
202
19.2. Limitación del ancho de las fisuras
19.2.1. Ex/ganetas
Las exigencias referentes a tos anchos admisibles de las hsuras. Wm o bien wgo.
deberán fijarse en relación con la forma de utilización y de la duración prevista para la
estructura. La ausencia de fisuras sólo se exige para tanques para llquldos o gases siendo,
en este caso, suficiente evitar fisuras de separación, en tanto que las fisuras por flexion no
afectan la estanqueidad de los tanques. En todas las demás estructuras, las fisuras, aun en
estado permamente, son innocuas cuando se limitan a w adm. Aun cuando los ensayos por
ejemplo de Schiessl [14) y Rostásy [21] mostraron que ancl'los probables de hasta wgo ,.
0,3 mm no aumentan la posibilidad de corrosión, sm embargo, en ambientes corrosivos,
se limitará el ancho de las fisuras a un valor menor. por ejemplo, wm = O, 1 mm, admitiéndose
los valores mayores 0 ,2 a 0,3 mm solamente cuando el medio ambiente sea poco agresivo.
Las fisuras que llegan a ser visibles a simple vista deberlan evitarse en todas partes de la
construcción. Cuando estas partes pueden ser observadas, a menudo, desde 1 ó 2 m de
distancia, es adecuado tomar wm adm = o. 1 mm ; cuando la distancia es mayor, basta con
wm adm = 0,2 mm.
1. Con un grado de pretensado tal que sea M9 + ~~P = M o. donde 1/ip corresponde a la parte
de la sobrecarga que aparece con frecuencia. Como armadura de acero para hormigón.
en general, es suficiente la armadura mfnima.
2. Con un grado de pretensado para el cual se elige Mo Mg o aun con Mo • 0,8 Mg.
En este caso debe elegirse la armadura en forma tal que se aseguren la capacidad
portante y w adm para la carga de serv1c1o total.
3. Con un grado de pretensado aun menor o. incluso, sin pretensado La limitación de la
abertura de las fisuras corresponde entonces totalmente a la armadura de acero para
hormlgon. en cuyo caso. con los conocimientos actuales. hasta puede mantenerse
w adm "" 0,1 mm.
Deberla dejarse al Ingeniero la decisión de elegir los medios con los cuales piensa
cumplir las condiciones exigidas por w adm. Esta libertad de elegir los medios le está dada
en las Recomendaciones del CEB-FIP, de 1978. Para el propietario de la obra es Indiferente
cómo se cumplan las exigencias. lo Importante es que se cumplan.
En general, la forma 2 propuesta conduce a la mejor solur.lón, tanto económica como
constructiva. la que también resulta ser la de comportamiento más favorable rrenta a solici-
taciones excepcionales.
Para el dimensionado de las armaduras para limitar la abertura de les fisuras, se han
dado las bases en [0), Tomo IV. A continuación se darán las reglas slmpl/llosdss para la
aplicación practica, tal como hablan sido propuestas por el autor para la DIN 4227, 1978.
Sólo se necesitan armaduras mlnlmas para limitar la abertura de las hsuras donde,
de las combrnaclones de cargas prescritas (cargas de servic•o. sin coeficiente de seguridad),
aparecen tensiones an el hormigón prácticamente nulas desde el punto do vista del cálculo
o muy pequeñas, por lo quA no harta falta una armadura para la capacidad portante pero
donde también sea Imaginable una flsuración por causa de tensiones propias y de coacción
debidas a gradientes de temperatura o de contracción extremos, por cedfmfentos de apoyos.
o causas similares
203
18 exigencia
Por la primera exigencia la armadura mlnima deberla ser dimensionada en forma tal
que, al producirse la fisura, debido al salto brusco de la tensión en el acero, no sea solicitada
por encima del limite de escurrimiento. Con ello se tiene, para tracción centrada y libre
extensibilidad
O, 24 p 2 / 3
w 2 (19,1 )
#Ls mrn. ( N / mm )
~o. 2
es decir valores de #Ls =
0,55 % para 8 35 y St 420
y de #Ls "" 0,75% para 8 55 y St 420
y con ello cuantfas de armadura bastante elevadas.
Como la tracción simple y la libre extensibilidad sólo se dan para barras traccionadas
simples, en general tenemos una extensibilidad entorpecida (por ejemplo, por tracción obli·
cua en almas), o flexión simple, o flexión con esfuerzo normal (como compresión) debida al
pretensado. La variación brusca de tensiones en el acero, por ello, disminuye esencialmente
(ver (0), Tomo IV, Flg. 2.8) siendo que, naturalmente, la brusca disminución de tensiones
también depende de ¡.¡..
Como regla de aproximación grosera puede adoptarse. en el caso da flexión
~bZ
J.l min: O 4 - - ( 19.2)
s ' ~o 2.
Para flexión con compresión longitudinal. según sea la relación h~ , es sufí·
ciente tomar un valor menor, hasta cero. cuando la posible profundidad de las fisuras se
mantiene igual a
tR = (h- x) < 2500 w adm. ( 19.3)
(esta fórmula fue deductda de la Ec. (2.25) de [O], Tomo IV. Sec. 2 11 . para la que, slmul·
táneamente. debe ser (h x) =IR < 0,25 h).
En la Ec. 19.2, IJ.s debe referirse a las áreas de la superficie de hormigón:
para tracción: Ab e bh hasta h s 0,4 m:
2
para flexión: Aez = b · (h - XJ) hasta h s 0,8 m.
3
Cuando las dimensiones de h son mayores que los valores-limite arriba mencionados,
el valor de ¡.¡. 8 debe referirse a la zona efectiva Abw según la Flg. 19.1 (corresponde a
Flg . 2.13 del Tomo IV o a las Recomendaciones del CE8·FIP, que lamentablemente no están
contenidas en DIN 4227) ; por ello, a menudo también se habla de IJ.sw· Detrás de esta zona
efectiva, en la parte contigua Interna del hormigón, es posible la formaci ón de fisuras de
convergencia que, en general, no son perjudiciales. Los elementos tensores con adherencia
posterior no deberfan tenerse en cuenta en estas armaduras mlnimas.
2 • exigencia
En segundo lugar, la armadura mfnima deberá dlmenslonarse y distribUirse ' en forma
tal que limite el ancho de les fisuras a los vaJores de w adm exigidos.
El #Ls necesario para un ancho de fisuras w admisible, para tracción simple y con
extenslbilldad libre, depende del diámetro de barra elegido 0, es fácil de obtener del día·
grama de Falkner (Fig. 19.2), válido para hormigón 8 25. Para calidades de hormigón
204
alma de una viga
a)
n.
Gu
-1
l :. !l
~L.H~
Gbz
b) flexión
zonas de borde
losas
flexión
almas
tracción excéntrica-M
almas ~
losas
Flg. 19.1. Zona activa Abw de la armadura para veriffcaclones de 1tm11aclón de anchoa de lisuras.
205
mayores deben multiplicarse los J.Ls por la relacíon de las resistencias a la tracción de los
hormigones correspondientes. (En la Fig. 19.2 están indicados coeficientes para las calida-
des 8 35, 8 45 y 8 55.) Las JJ.s nuevamente deberán ser refertdas a Abw según Flg 19.1.
Para flexión Simple y flexión compuesta. la cuantla JJ.s de la Fig. 19.2 debe ser redu-
cida, como aprox1mación, mediante
b - ~
~ = h ( 19. 4)
(ver también Fig. 19.3), donde x 11 es la altura de la zona comprimida por llexlón en el Esta-
do 11 , para repartición lineal de las tens1ones en el hormigón para un área A5 , por el momento
supuesta, y para el momento de fisuración MR necesario para producar la pnmera fisura
(calculado con <TbZ • 0,24 fj~/3 f N/mm2]). Para ello hay que aplicar el efecto de pretensado
mediante V ~· También se puede estimar xu ~ verificarla groseramente con el correspon-
diente diagrama de E.
Cuando existen elementos tensores con adherencia posterior en la zona del cordón
28 .---- - -- -- 1 /
--.-
1--- - -- 1- -- 1-
7 ) f- - v/ 1/
~
eE 21. -- 1-
V 1 V // /
6) l V i ~·
~V
"'"'.._
(O
20
<:>":Y
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"&!:~~-
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'O
8
1/
17
/ V ..,""'
-- / l/..}' i/ .......... ....... V V _
/
....... /
.... ......
l.
V/ l ...
o 0.2 0,1. T1 '1 0,6
1 0.8 1.0 1,2 1.1. 1.6
1 c uanlla de armadura P.zw en %
Mz mln. = 1
.j rolorlda, a Abw
1
Umltos para St 500/550 1 1 St 1.20/500 IN /mm2l
GeR (para B 2!>) 500 1.20 300 200 \50
TI T.2 13bz 200 IN/mm21
tensión en ol acero ~R " - - , .
""1! ~'Z ~z[ •¡. 1
f .
dw=u•7f>
k4 =
área
1,5 , rotonda a F bw
de referencia para ~Az
d d w-= 20 a 30cm para carga F bz • bd
para coacción Fb., • bdw, cuando
dw < 4d
F1g 19 2 Cuanlla de armadura necesaria para reducir los anchos de las fisures a wm y w10 y diáme-
tro de barra co1rospondlente para solicitación por tracción centrada debida a coacciOn o carga, para
B 25, hasta aproximadamente 1.2 ''•R• recubrimiento de hormigón 15 a 30 mm, acero para hormigón
nervurado SI 420/500 o 500/550 Para w 90 • w m se adoptó 1,5.
B 35 B 45 B 55
Para oahdades de hormigón mayores. el factor será:
1,2G 1.50 1. 70
206
grado de pretensado
elevado bajo
Por el momento estos valores son estimados, por lo que deben verificarse mediante
nuevas investigaciones.
También en este caso IJ.t deberá referirse a la zona activa Abw· designándose enton-
ces como JJ.zw·
tipo de
w adm. en mm O, 1 0,2 0,4
solicitación 90
IJ
sw
%> 1' 4. 0,9 0,6
tracción
dlstoncla entre barras mm lOO 150 200
mm
estribos verticales e
S
resbalamiento 2 50 100 200
para T hasta 2 N /mm
y resbalamiento o
2
con torsión para 'T
0
hasta 3 N / mm - 75 100
207
19.2.3. Umltaclón del ancho de las fisuras, cuando es necesaria armadura para
la capacidad portante
En todos los casos en que la capacidad portante limite necesari a requiere una ar-
madura, deberá verificarse que, con el p. 5 , o bien P.sw• y el diámetro 0 elegido de las barras
se cumplen los w adm. Con ello, los elementos tensores con adherencia postenor, ubicados
en la zona considerada, Abw• solo pueden aplicarse con e-veces la sección transversal Az,
para lo cual es válido, según Cap. 5, Tabla 5.11, y según la DIN 4227:
208
~
-
20
Defonnaciones y redistribución
de esfuerzos caracteñsticos
20.1 . Deformaciones
209
en fibras comprimidas del hormigón, porque acompañan las deformaciones sin ofrecer re-
sistencia y sin solicitación por adherencia; los acortamientos se manifiestan alll en el acero
pretensado como pérdidas del esfuerzo de tesado.
El trazado del elemento tensor tiene una considerable Influencia sobre las deforma-
ciones. Asl se tendrá, por ejemplo que, para la viga simplemente apoyada, la flecha hacia
arriba debida al pretensado de un elemento tensor r~cto ubicado abajo en el cordón traccio-
nado será apro,dmadamente un 20 o/o mayor que para un elemento tensor de forma para-
bólica
Para mayores detalles ver [1], Cap. 12.
210
M del voladizo en
\ apoyo
durante
la obra Vlremo
\ Mv erarno
1
M después de la nuencla lenta M01 para EJ • const.
Fig. 20.1. Los momentos de los voladizos, tal como se producen en el libre avance, se reducen
después de establecerse la oonlinuldad, por redistribución debida a los electos de la lluencta lenta. Se
reproduce casi la distribución de momentos de la viga continua, para lo cual contribuye el pretensado
necesario en el tramo.
Esta reduccrón también es válida para esfuerzos caracterlstlcos producidos por contrac-
ción. Con ello se supone que para curso lento del cambio de sistema el lapso es apro-
ximadamente Igual al tiempo que dura la fluencia lenta. Naturalmente, las diferencias en el
lranscurso del !lempo pueden dar origen a valores lntermedros
5. Las redístrlbuclones de esfuerzos conducen a que puentes de vtgas construidos como
voladizos de libre avance, que posteriormente se unen rfgldamente en el centro del tramo.
con el transcurso del hempo adopten un diagrama de momentos casi Igual al que se
tendrla si se construyera como viga continua sobre un andamiaje (Fig. 20.1). En ello se
ha supuesto que los momentos en el tramo que se originan son absorbidos en el Estado 1
y que, entonces, el EJ no se modifica. En consecuencia debe prepararse y ejecutarse
un pretensado suficiente en el tramo, con lo cual una parle de la redistribución de mo-
mentos ya se habrá realizado anticipadamente.
211
21
Detalles constructivos
El saber construir resulta, para una estructura, más importante que la exactitud exage-
rada del cálculo. Esta tarea exige el conocimiento de los procesos durante la ejecución de
obra y, además, una buena capacidad imaginativa espacial
El saber construir comienza con la representación mental de los elementos cons-
tructivos, la cual se plasma en croquis y termina con planos de ejecución, que deben con-
tener todas las dimensiones. medidas. tipos y calidad de los materiales, etcétera.
Las reglas desarrolladas para el hormigón armado, referentes a dimensiones mini-
mas. recubrimiento de hormigón de las armaduras. directivas sobre el trazado de las arma-
duras. etc.• naturalmente también son válidas para estructuras de hormigón pretensado.
Más allá de esto, debe tenerse en cuenta que:
Por principio, los elementos tensores deberán ser colocados dentro de una red de
barras de armadura, por lo menos dentro de las armaduras trasversales, las cuales son
necesarias en todas las partes de las vigas que sean comprimidas con más de aproxima-
damente 0,06 f3w· La distancia libre entre elementos tensores alojados en vainas y su recu-
brimiento de hormigón no deberlan ser menores que las medidas que se Indican en la
Fig. 21 1. Reglas para las distancias mlnlmas entre los elementos tensores en vainas.
212
1.2 ~ 0.8~ :!: I.Omm
para elementos
tensores rectos
2~
para ~< 35mm
Fig. 21 . 1. Los haces formados por elementos tensores sólo son justificables donde los ele-
mentos tensores son rectos y no producen esfuerzos de desvlo. Sin embargo, deberlan colo-
carse a lo sumo dos elementos en contacto, superpuestos (Fig. 21 .2) Los elementos
tensores colocados muy juntos, uno al lado del otro, interfieren el flujo de las diagonales
co mpnmidas de resbalamiento, por lo que a lo sumo pueden considerarse admisibles para
elementos tensores pequeños con vainas de 0 < 35 mm, si con ello puede adoptarse el
recubrimiento del hormigón con un valor mayor (Flg. 21 .3) .
Cuando se acumulan los elementos tensores deben disponerse espacios libres para
el hormigonado, de por lo menos 120 mm de ancho. a distancias de aproximadamente
0,8 a 1 ,O m para que el hormigón pueda ser introducido a través de conductos vertedores
y compactado con vibradores de Inmersión.
El apoyo planific ado de los elementos tensores con "listones" de hormigón (hasta
- 100 m m de altura) o con estribos verticales a los cuales se les han soldado o atornillado
en forma regulable barras transversales, debe ser dibujado detalladamente. Para las distan·
cias entre estas piezas de apoyo son válidas las medidas Indicadas en el certificado de
aprobación del procedimiento de pretensado. A los efectos de su alineación, los elementos
tensores deben permanecer accesibles y también en sentido trasversal deben Inmovilizarse
adecuadamente.
Los anclaJes deben ubicarse a una distancia suficiente del lugar en el que la tensión
de co mpresión producida por el pretensado se necesita para la capacidad portante. Esto
quiere decir que, al proyectar los ámbitos de anclaje deberán tenerse en cuenta las zonas
de introducción de esfuerzos, con las armaduras alll necesarias. Esto es válido, especial-
mente para :
213
2. Anclajes intermedios.
3. Empalmes por superposición de elementos tensores.
4. Nudos esquinaros de pórticos, en los cuales, en realidad, los anclajes tendrlan que estar
fuera de la esquina. Para pórttcos de cajón hueco, que, por ejemplo para grandes esfuer-
zos de torsión, se pretensan trasversalmente, esto puede lograrse como se tndlca en la
Rg. 21.4.
Para las distancias entre si de los anclajes deberán observarse estrictamente los
valores mlnimos según el correspondiente certificado de aprobación.
En cuanto al trazado del elemento tensor en [O), Tomo VI, Cap. 4, se comentan
aspectos esenciales relativos a puentes de hormigón pretensado. Para estructuras espe-
ciales se encuentran numerosos ejemplos en [1], Cap. 16, y en [23).
Para la inyección bajo presión de los espacios vaclos en las vainas, con mortero para
myección, deben fi¡arse, para cada elemento tensor, los lugares de inyección y de ventilación.
Cuando los elementos son largos y curvados, puede ser conveniente disponer también entre
los puntos de anclaje cuplas de Inyección, en lo posible en los puntos más bajos y ventila·
ciones con tubos verticales en los puntos méis altos.
214
22
Observaciones para la ejecución
y la supervisión de la obra
En el hormigón pretensado se emplean aceros con una resistencia muy elevada que
son sensibles a la corrosión o a la entalladura, etc. Estos aceros son solicitados por tensiones
muy elevadas, comparadas con su resistencia. También el hormigón queda allamente ten-
sado, especialmente en las zonas de ancla¡e de los elementos tensores, pero también en
tos cordones tracctonados precomprimTdos. Por ello deben tenerse en cuenta, con el máximo
cuidado, para la construcción de estructuras del hormigon protonsado. las reglas reconoci-
das, como ante todo, las formuladas en prescripciones DIN Esto no solo concterne a la
vigilancia de la calidad de los matenales, sino también a la severa supervisión de los enco-
frados y andamiajes en cuanto a la exactitud de las medtdas, y de tos elementos tensores y
las armaduras en lo referente a dimensiones, distancias, recubrimientos de hormlgon, ubica-
CIÓn en altura y dirección.
Dado que la ubicación en altura de los elementos tensores en la sección trasversal
de la viga ejerce una influencia considerable sobre los momentos por pretensado, debe
mantenerse la ubicación teórica con tolerancias reducidas. El grado de exactitud necesario
depende de la altura del núcleo central de la sección. La desviación no deberla ser mayor
que :t: ~O • 20 mm. lo que, ciertamente, es dificil de obtener para poquei'ias alturas,
1
como, por ejemplo, en las losas. Las placas de anclaje, sobre las cuales se colocan prensas
(gatos) para el tesado, deben Instalarse con la máxima exactitud e Inamovilidad, perpen·
dlcularmente al elemento tensor.
Debe prestarse una atención especial a la influencia del tiempo, de las temperati.Jres
del aire y del hormigón fresco, del desarrollo de temperaturas de hidratación del hormigón,
del enfriamiento durante el endurecimiento del hormigón, el cual eventualmente, deberá
protegerse del frfo con cub1ertas aislantes. SI en las dos a cuatro primeras noches se produ-
cen tensiones propias por t:. T debida al frlo nocturno, pueden producirse fisuras Importantes,
porque el hormigón joven todavra no ha desarrollado una suficiente resistencia por adheren-
cia, como para que la armadura sea eficiente para la limitación del ancho de las fisuras.
También una Intensa radiación solar y vientos secos pueden ocas1onar hsuras Impor-
tantes cuando el hormlgon no está protegido.
La Influencia de la temperatura sobre el proceso de endureclmtento d"lbe ser obser-
vada, especialmente también en vista de los plazos de tesado
La temperatura varia la longitud de las barras de pretensado en los elementos ten-
sores. En dlas calurosos, sin vientos, las partes de acero expuestas al sol pueden calentarse
215
antes del tesado
g compnme un.formomente
la superficie de apoyo
~llllllll!lllllll!lllllllllllllll~llllllllll!ll!lilil ~
redistri bución de g-u durante
g-u el tesado
'11111111111
v, ~
·· -----··~
;3 v,
sw~:z~
~
- _, separación
. _ . . . _,..,.. -· ~ .___ después del losado
reacciones de apoyo
Ag. 22 1 RediStribución de cargas al tesar una viga sobre una superficie de apoyo rlgida.
a más de 70° C. Durante la noche vuelven a enfriarse. Esto debe ser tenido en cuenta para
elementos tensores largos, fijados en los extremos med1ante tuercas a las piezas de anclaje,
las que. a su vez. astan litadas a encofrados rlgídos. Las tuercas deben de¡ar juego para este
tll T• caso contrario. los elementos tensores curvados, durante la noche se elevan sobre sus
soportes o b1en los elementos tensores instalados frlos pandean lateralmente en dlas cálidos.
Ya hemos dicho más atrás que los trabajos de pretensado y de Inyección baJO presión
deben ser vigilados rigurosamente y que los protocolos correspondientes deben redactarse
a conciencia.
Para la ejecución sobre andamiajes o sobre estructuras en voladizo siempre debe
observarse que estos tipos de apoyo no deben dificultar el acortamiento del hormigón por
disminución de la temperatura o por tensiones de compresión debidas al pretensado. Los
encofrados de madera sólo afectan el acortamiento por compresión en pequer'la medida.
Los andamiajes se deforman bajo el peso del hormigón fresco y deben ser peraltados
adecuadamente o bien reajustados durante el hormigonado.
La cuestión de que sea necesario un peralte o un " anllperalte" para la compensación
de la delormación de la viga de hormigón pretensado endurecido, originada por el preten-
sado y la carga permanente -especialmente en vista de las futura s deformaciones en
func1ón del tiempo, debidas a S 1- K-, depende de las condiciones de uso.
Si las tensiones de compresión crg + v0 de una viga en el cordón tracclonado pre-
tensado son mayores que en el cordón comprimido, en el pretensado la viga se eleva sobre
su superficie de apoyo, si ésta es rigida. El peso propio, que al principio estaba repartido
sobre toda la superficie de apoyo, se levanta de su sustentación y se dirige libremente a los
apoyos extremos, que son cargados en correspondencia (Fig. 22.1 ). Por ello, antes del
pretensado, los apoyos ya deben estar en condiciones de actuar.
Cuando la superficie de apoyo es un andamiaje o una viga armada que se ha de-
formado debido al peso del hormigón fresco. esta viga retrocederé elásticamente durante el
pretensado, reduciendo su curvatura, y con ello. empujando contra la viga de hormigón
pretensado, de abajo hacia arriba debido a sus fuerzas elásticas (Fig. 22.2). El peso propio.
216
viga hormigonada
g flexiona la v1ga de apoyo
Iza. el
g- ( g-uy )
t la viga de acero actúa descargando
a::::::: # l l : t :: con sus fuerzas elásticas (Iza. el)
fza. el
tracción arriba
~
efecto en
.t12
Gx.llg •Vo compresión demasi ado elevada, abaJo
217
23
Fundamentos para las influencias
de la contracción y la fluencia lenta
por el Dr. lng. habll. D. SCHADE
La deformación del hormigón Eb (t), en función del tiempo, bajo tensión constante
CTb se compone de tres partes (Fig. 23.1).
(23. 2)
la deformaclon por fluencla lenta con el coeficiente de deformación de lluencia lenta referido
a la deformación elástica
Cuando se carga un hormigón muy fresco, con una edad de dos a cinco dlas, deberla
218
o 1 tensión CTb constante en el lapso a 0 < t < a 1
~¡._._.....,.....--..~--·
8 0 (carga) a 1 (descarga)
1
E~f 'L---~----------~-~-b~----------~
.-----------.~
-
Eb
• 1
- ... -
o
----=-=~::-
- -- -
__J.-.--~-:: f_-_-_-=~-~
, / '" Ef lluencla irreversible
l --
E (t:oo)
V
l
E f (1 : oo)
~'" ·E (t • oo)
Eb"'OO· k -
,. 1
_
f
t .rEv- deformación elésllca retardada
~-- e:---r- 1
; ,." Ef
,- flu encta
- valor limite
<---- --(-1·¡ Irreversible Eb= E~· Ekll:ooi •Es:>O
- ---- ___ej~ -1---- f ---
- e:5 contracclon
Flg. 23.1 . Diagrama do las deformaciones por lluencia lenta y por contracción en ol transcurso de
tiempo t.
agregarse una parte Irreversible para tener en cuenta deformaciones Iniciales perceptibles
[25 y 26], que no están contenidas en la DIN 4227.
El coeficiente de lluencla 'Pt depende de muchos factores, que han sido tratados en
[O], Tomo 1, Sec. 2.9.
En la fórmula (23.3) significan para 'P t=
219
a = edad activa del hormigón al aplicar la tensión ub o al principio de la carga (a veces
llamada edad de la carga, con lo cual puede haber malentendidos).
Para cementos Z 25 o Z 35 L y una temperatura del hormigón de 20° C es t = tiempo
real o edad real. Las bajas temperaturas retardan el endurecimiento y con ello se
reduce la edad real del hormigón; temperaturas más altas que 20° C aceleran el
endurecimiento y aumentan t, por ejemplo. en t ¡ dlas:
_ \ T; + 1oo e ( 23 . 5)
t - L 30° e t¡
=
siendo T1 temperatura media del hormigón durante el dla i, en °C.
t1= cantidad de dlas a temperatura media.
Para la determinación de a se debe proceder conforme al sentido común.
dw = espesor activo del cuerpo
2 A
dw = k e l -- ( 23. 6)
u
con ket = coeficiente para la humedad ambiente según columna 5 de la Tabla 23.1.
A = área de la sección trasversal de la pieza de hormigón.
u = perlmetro de las caras externas de la pieza de hormigón, expuestas a la
desecación. P"a ra vigas-cajón se debe adicionar la mitad del perlmetro de la
superficie interna.
-------_-'-
~
1,8S
1 1 1,70
-~",~ ~
1
·-
\S - l SS
- O~~v- 1.L. O
1- 7/ ~ ~- ~ - 1.2S
/ 7 / \.y ~ , ,12
1.0 / / / / fO~/ / - o
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V/// V·- 1- /
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1:::
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~
1---
.....__ ~
,_ o
¡¡¡
>
~
t
o rH 1 1-4 1-f--+-+ ..._~ 1 11-1
4
Z 2S ZJSL Z45L
lO lOO 1000 l0 dlas
.... . -...' 1-+ H-1+1 --+---4-~ 1-+4--+-• 1 1
1000
11 !
10
4
Z 35F Z4SF
10 100
- - -+--.-.- .._t+t l------+-+-+-+-+-tt---+--+-.._.......,.o#-- •- ·- - - Z SS
lO 100 1000
Fíg. 23.2. Coellclente k 1 para el desarrollo de la fluencia lenta, expresando el tiempo como edad t
del hormigón según Ec. (23.5) para diferentes tipos de cemento, representado para distintos espesores
acllvos dw según Ec. (23.6).
220
kv = coeficiente para la deformación elástica retardada, que depende de la duración t - a
expresada en la edad activa del hormigón según (23.5) (ver Fig. 23.3). SI el proceso
de fluencia lenta dura más de tres meses, puede ponerse, simplificando, kv (t _ a) =
1.
Las Influencias sobre el valor de la contracción ES, t (23.4) pueden obtenerse con
los parámetros sigUientes:
ESo valor fundamental de la contracción, según Tabla 23.1, columna 4 .
ks coeficiente según Fig. 23.4 para el trascurso en el tiempo de la contracción para
diferentes valores dw. dependientes de t (¡la influencta del tipo de cemento no está
clara!).
edad activa del hormigón en el instante considerado.
a edad activa en el Instante a partir del cual actúa la contracción. En general, no
coincidirá con la edad activa, a, del hormigón (23.3) al aplicar la tensión.
En el cálculo de los efectos de la contracción, su diagrama puede considerarse apro·
xlmadamente afln con el de la fluencia lenta.
SI se repre sentan gráficamente los valores del desarrollo. en función del tiempo, de
kv
----
1.0
/
V
1-
/
0.5 __..,.. 7
o
-, :::::.-.-===-
1 1.20
~
l~c;c.~ 1.05
o
-/~~~~
1- /
/
/
/
/
/
/
'};~/
7
\.~
/
---......---
/
../
/
0.90
~:..,~~
o"' V /
Q) 111
"Cñi
/ / 'brv/ /
/ / ./ / Y~ / Cll
Q)-=
............-~~ - o
--- -
._........
/ V ./ ./ .2:;
~
_........ __..- ............. ~2
~~
o ,
~ ~_.., ~-T
tO 100 1000 10' dlas
edad activa del hormigón t en dlas
Fig. 23.4. Coeficiente ks del desarrollo de la contracción. en función del tiempo, dependiente de la
edad activa t del hormigón según Ec. (23.5) para diferentes espesores activos dw según Ec. (23 6).
221
Valores-gura
1 2 3 4 5
Humedad Coeficiente Medida Coeficiente
Ubicación relativa fundamental fundamental k.,según
de la pieza media, de lluencia de contracción Ec (23.6)
constructiva en% lenta Es, o
aproxi m. 'Pio
en general,
70 2,0 - 32. 10- 5 1, 5
3 al aire libre
en aire seco, por
4 ejemplo, en
ambientes Interiores 50 2,7 - 46. l0- 5 11 o
secos
O'b
E"f = '"""Eb 'Pio (kr, a 1 - kr, a0 l
Como para la verificación de la capacidad portante llmlle y para los calculos de las
pérdidas del esfuerzo de pretensado, necesarios para ello, solo se emplean los valores
finales del coeficiente de lluencla lenta <Paa y de la medlda E"S:r:• éstos se dan en la DIN 4227
como se Indica a continuación.
Tabla 23.11. Coeficiente de flue~cia lenta final y medida de la contracción final, en
222
Valores-guía
espesor del cuerpo
curva ubicación del elemento coeficientes
constructivo A de lluencia lenta final cpco
medidas de la contracción final e: seo
dm = 2 -
w
(A = área de la sección trasversal del hormigón; u = perímetro del elemento constructivo expuesto a la atmósfera. )
Los valores de la Tabla 23.11 son válidos para la zona de consistencia K2. Para las zonas de consistencia K1 o bien K3,
tos valores deben reducirs e o, respectivamente, aumentarse en un 25 %. Cuando se utilizan plastificantes puede apli·
cars e la consistencia del estado inicial.
La Tabla 23.11 es válida para un hormigón que endurece a temperatura normal y que se emplea con c~mentos de las
clas es de resistencia Z 35 F y Z 45 F. El efecto sobre la fluencla lenta de cementos de endurecimiento lento (Z 25.
Z 35 L, Z 45 L), o bien con endurecimiento muy rápido (Z 55), puede ser considerado duplicando o. respectivamente,
reduciendo a 2/3 los entornos de validez de la edad del hormigón al comenzar la carga.
1\) Tabla 23.11. Coeficiente de fluencia lenta final y medida de la contracción línal en !unción de la edad actrva del hormigón y el espesor medio del elemento
~ construetivo.
kr.t- kr.o
ks.t-ks.o
Igual pendtente
para el Instante t
}
Flg, 23.5. Desarrollo en función del tiempo de la parte de escurrimiento Irreversible de la deforma-
ción por fluencla lenta y de la deformación por contracción para edades a diferentes del hormigón,
al principio de la carga o de la con tracción.
kv, (1-ol
función de la edad activa del hormtgón para el princ1plo de la carga, o bien el principio de la
contracción, para diferentes espesores medios dw (la DIN 4227 no Indica si estos coeficien-
tes son valores promediOS o valores de percentiles superiores. Se recomienda considerarlos
como estos úlllmos).
23.2.1. Notación
Para distinguir las deformaciones y coeficientes, dependientes del tiempo medido de
la edad activa del hormigón, se utilizan los sublndlces t y a de la Sec. 23.1. Las deforma-
ciones y los coeficientes son función del tiempo. Por ello, en lo sucesivo, y apartándose de
la DIN 1080, el tiempo, siendo variable Independiente no se agrega como sublndlce a la
variable. sino entre paréntesis a continuación de ella. El tiempo medido en la edad activa del
hormigón aparece con dos significados: para el momento analizado o Instante de observa-
ción se utiliza la variable 1 y para el Instante variable de la carga se utiliza la variable -r.
Cuando se aplica una tensión constante a una edad fija del hormigón. ésta no se designa
por la letra a, sino por la variable.,. provista de un subfndice. por eJemplo, "'o• T 1.
224
En la zona de las tensiones de servicio, mientras sea ub < 0,4 hasta 0,6 fJR (25] y
[26], para condtciones del medio ambiente constantes, se puede suponer. con buena apro-
ximación. una relación lineal tensión-deformación, aun para tensiones y deformaciones del
hormigón en función del tiempo, cuando se evita una significativa Inversión de las deforma-
ciones [28]. La ley lineal permite superponer deformaciones por fluencla lenta provenientes
de diferentes tensiones parciales.
Supongamos una tensión en el hormigón. variable, u (t) (Fig. 23.7). En la edad activa
del hormigón T 0 , en primer lugar se aplica, por un lapso corto, la tensión <T0 • La constante
variación de las tensiones la consideramos como una consecuencia de estados de cargas
con escalones de tensión dTu ... au(-r) dT en la edad activa variable T del hormigón.
ar
Las variaciones de las tensiones producen. en el instante de observación t. las deformacto·
nes
1
dEb (t) = dTu Eb (1 + IP(t, .,))·
Una aplicación de (23. 7) con (23.3) y (23.4) a estructuras de hormigón resulta muy
comphcada cuando se busca la tensión variable u (T) en el hormigón. dentro del stgno
Integral, por lo cual se hace necesario recurrir a trasformaciones de (23. 7) y procedimientos
numéricos. Según sean. la tarea, el tipo de estructura. las exigencias de exactitud y los
medios auxiliares, han sido desarrollados procedimientos muy diferentes para la aplicación
de (23. 7) Aqul se tratarán dos procedimientos aproximados, para los cuales no es necesario
aplicar un programa EDV de computación.
Trost [29] y Zerna [30) consiguen, con la ayuda de una aproximaci ón, expresar la
fórmula integral (23.7) mediante una ecuación algebraica con el valor caracterlstlco de rela-
jación. Para ello utilizaron el coeficiente de fluencia lenta que figuraba en la norma de
entonces. Bazant [31] da una fórmula cerrada para el coeficiente oaracterfstlco de relajación
(aglng coefflclent, coeficiente de envejecimiento) que puede ser utilizado para coeficientes
de fluencta lenta predeterminados cualesquiera. Valores numéricos para el coeficiente ca-
racterfstlco de relajación, de acuerdo con las nuevas prescripciones. figuran en l26, 32. 33].
M. Blrkenmaler [34] da una buena vlsion de conjunto de los diversos procedimientos.
225
En esta obra seguiremos la propuesta de Baiant. Para esto se puede Intercalar el
procedimiento, que se remonta a ROsch. con la tensión media que genera la lluencia lenta
en el desarrollo de la propuesta citada. El procedimiento de ROsch ya habla sido utilizado
durante mucho tiempo cuando fue reconocido en forma general el planteo de Oischinger
sobre las consecuencias de la fluencia lenta y de la contracctón
Nuestra meta es la de deshacernos de la incómoda Integral de (23.7) El pri mer
termino en el paréntesis de la Integral es susceptible de ser sacado fuera de la Integral y, para
el segundo término. Introducimos el valor característico de relajactón. puesto en forma
adimensional·
t
(1 (t. -ro) =
L
ro
--=---- - - -- - < 1 (23 . 8)
[u (t) - u (r 0 )] V' (t, r 0 )
uo
Eb (t) • Eb [1 + tp (t. r 0 )) + (1 + p (! , To} tp (1, To)) + ES (t) (23. 9)
o (t) + a
a( 'T) = 2 o (23. 10)
calculado entre el valor inicial cr 0 y la tensión u (t) en el Instante de observación (" tensión
media que genera la fluencia lenta"), después de una integración por partes, en la que se
Introduce el cambio de variable de la derivada parcial dentro del signo integral en (23.8), de
u a "'' independientemente de la expresión de V' se obtiene
p = .!.2 .
Esta aproximación es permitida por la DIN 4227, cuando la tensión final no difiere más
del 30 % de la tensión Inicial.
Bazant [31 J, en (23.8), con el planteo
226
donde A (t, T 0 ) es la !unción normalizada de relajación. relacionada con el coeficiente de
lluencia lenta 'P (t. -r 0 ), por medio de la ecuación integral
t
1 = (1 + '(J (t,
r
To)] + l +..
aA (t, To)
a'T
[1
+ tp (t, T)] dT (23 . 13)
o
Se puede mostrar que (23.9) con (23.12) describe exactamente los casos de carga
de lluencta lenta, relajación y relajación por contracción, siempre que la contracción trans-
curra en forma atrn con la lluencla lenta. De este modo podra facilitarse una estimación del
error ocasionado por la aplicación de (23.11 ).
Con (23. 12) y (23. 13}, en realidad, sólo se ha transferido la solución de la ecuaclon
integral (23. 7) a la solución de la ecuación integraJ (23. 13), pero la solución A (t. -r} de la
ecuación integral (23. 13) ya no presenta problemas y para un coeficiente de lluencla lenta
determinado se necesita un solo cálculo. La valoración numérica [33) muestra que se puede
utilizar p - 0,8 con buena aproximación, mientras que la edad activa del hormtgón esté
dentro del lapso de observación t ~ 180 a 200 dlas. Para un instante de observación más
temprano se tendrá 0,5 :S p ~ 0,8.
Otros pará metros no llenen mucha influencia sobre p. En general no se necesita una
exactitud elevada, porque p siempre aparece multiplicado por .,, y 'P tampoco se puede
predecir muy exactamente. Además, la experi encia muestra que la Influencia numérica de las
variaciones de p en los cálculos estáticos. a menudo no es grande.
Trost [32] determina p 0,8 para solicitaciones por coacción y propone p O,7 para
la determinación de la redistribución de tensiones debidas a cargas permanentes y preten-
sado. En esto, él calcula p para el coeficiente de fluencla lenta de la DIN 4227 con la ecuación
diferencial de Dlschlnger, ampliada. Zerna (35] muestra que p - 0,8 es válido tambtén para
algunos plantees sobre la fluencia lenta que se apartan de la DIN 4227. El CEB/FIP llene
la Intención de publicar un manual con tablas de vaJores para p .
Eb (t) • 170
/e [ 1 + ~(t. r 0 }] = rrore [ 1 + ;p (t} - ;p (,- 0 )) (23. 15)
227
Si t - 'T :;;; 180 dlas se recomienda [37] tomar, en lugar de (23. 14), el valor kv corres-
pondiente a (t - 1') del diagrama (Fig. 23.3), y utilizar en (23. 15), en Jugar de 0,4 y 1,4, los
valores numéricos 0,4 kv (t - T) y 1 + 0,4 kv (t - r), respectivamente. Si introducimos (23.15)
en (23. 7), después de la Integración por partes y de la diferenciación, desaparece la integral
y queda una ecuac1ón diferencial.
d e-
dt '() <t> - '()_ d;p <t>
<T >> = _d_t_
es independiente del instante de la carga r, como único término dependiente del tiempo,
el Incremento del coeficiente de fluenci a lenta d'ip (t) = 'Pto dkt (t)/1 ,4 , es aplicado en la mis·
ma forma para todas las partes de las tensiones debidas a diferentes casos de carga, en
diferentes Instantes de aplicación de las cargas.
Esta condición favorable para la utilización es una consecuencia del planteo de la
parte irreversible de fluencia lenta como diferencia 'Pfo (k¡ (t) - kt (T)). Las curvas para
228
distintos .,. se obtienen por el desplazamiento vertical de una misma curva. Por este motivo
todas las curvas para diferentes Instantes T , correspondientes a un instante t arbitrario tienen
la misma pendiente {Fig. 23. 5).
siempre sea cumplida. En Eb, k + s incluimos todos los términos de (23.9) que dependen
del tiempo
1P + PIP
Eb, k + S = (ub, g 1- O'b, v) E; + O'b, k + S _ _E_b_.;._., ES (23 . 18)
es válida, en forma tal que nos permite resolver (23.20) con (23.2 1), despeJando uz. k -r S·
229
Para p • 1/2 se obtiene la fórmula de Rüsch [26] y [37], utilizada con frecuencia.
Para tensiones elevadas en el acero para pretensado, éste también muestra un
comportamiento de las deformaciones dependtentes del tiempo. Bajo una deformación gran-
de, mantenida constante, la tensión en el acero se reduce (rela)acion). Para tener en cuenta
esta rela¡aCJón, en (23. 19) se debe agregar en el miembro derecho un término Ez. relaJ , el
cual aparece, entonces, con stgno negativo en el numerador de
Para una relajación pequeña del acero. se toma Ez, relaJ. para la tensión Inicial u 2 , vo
del certificado de aprobación del acero para pretensado. Para una relajación mayor del
acero para pretensado, se estima u 2 , k + s y se determina Ez, reta). para u 2 , rela). • u 2 , vo -
0,3 u 2 , k 1 S· lncorpon\ndola en (23.23) [25], [26] y [39]. A continuación se efectuará la
comparación entre el valor esti mado para u 2 , k + s y el valor calculado y, si fuera necesario,
se haré una Iteración.
La deducción de la fórmula (23.22) hace posible aplicarla a dos (o más) elementos
tensores (Fig. 23.9). Se conocen los datos de las tensiones en el hormigón:
por cargas permanentes al nivel de los elementos tensores 1 y 2, ubl Y U'b2;
debidas al elemento tensor 1, al nivel de los elementos tensores 1 y 2, Ub1, "1 Y Ub2, "1 :
debidas al elemento tensor 2, al nivel de los elementos tensores 1 y 2, ub 1, v2 Y Ub2, v2:
y las tensiones de pretensado en el acero, Uz 1, "1• CTz2, v2·
Las vanaciones buscadas de las tensiones en el acero resultan de las dos condiciones
de compatibilidad que establecen que en ambos elementos tensores debe mantenerse la
adherenci a.
fbJ, k + S = Ezj, k ... S 1= 1 y 2 (23 , 24)
CTz l , k ¡. S Uz2. k ~ S
Ub1, k + S, V1 .. CTb 1, Vl • O"b1 , k + s. v2 = CTb1, v2
Uz1 , VI Uz2, v2
CTz1 , k + S(1 • n
CTb1, v i
O'z1, VI
(1 + p¡p))- CTz2. k .. S. n CTbt , v2
O'z2, v2
( 1 + p¡p) =
230
Fig. 23.9. Dos tensores de acero para
pretensado.
E
1 iiO'b, k
a;p
+ S + ..,!_
E
(O'b g
•
+ O'b V
·
+ O'b, k .¡ s) + ESco
~oo -- 1
Ez
iluz, k + S
a;p
n ub, v
donde, para abreviar, a - - - - - - ' - -- -.
OO'b, V - O'z, V
~ (te - 0,4))
e 1 t 0,4 a
{23 . 27)
231
kr
eláStiCO, el
ae111
(23. 28)
811 = 1 +
6kf
para el cual hemos subdividido los estados de carga en: carga permanente (sublndice g),
pretensado (sublndrce v), coacción (sublndice r). y contracción (subfndice S). Las 8¡k se
calculan como es usual en la Estática de las Construcciones. En el cálculo de 8 11 concurren
dos partes que proceden de las deformaciones elásticas (8 ~ del arco de hormigón, sus- n
ceptible de fluir lentamente, y ca y,
1) del tensor traccionado, elástico, respectivamente.
La compatibilidad deberá cumplirse en cada uno de los instantes posteriores de ob-
servación t.
Subdividiremos
810 (t} + z (t) B11 (t) =o
en partes Individuales según (23.9).
(23.29)
'To~
- a a.p (t. 'T 0 )
Zg (t) =- Zg (To) [1 + Zg (To) Cg (23 . 30)
a + api(J (t. •
232
Los casos de carga de pretensado y coacción son mecánicamente equivalentes y por
• ello poseen la misma dependencia del tiempo. En el caso de carga de contracción, no
referimos el resultado a Zs ('To) sino a
~s (t. as)
zg1 (t) = Zs ('To) - - - - -
€S ('To, as)
1
z5 (t) = zg1 (t) - 1 -+ - - --
apr.p (t, r 0 )
z~ 1 (t) · c 5. (23 . 3 2)
(23. 33)
Y a de acuerdo con (23.33). Las magnitudes Iniciales para el cálculo de la fluencla lenta son
z
los resultados del cálculo elástico 9 (T 0 ), Zv (To) y Zr (r 0 ) . Sin embargo, antes de poder
233
calcular las variaciones continuas de (23.34) debemos agregar las deformaciones elásticas
difendas del hormigón para Zg (T 0 ), Zv (T 0 ), Zr (To) a las deformaciones elásticas Inmediatas.
z9 (T 0 ) = -
81o. 9 · 1 ,4
akr . 1,4 + sel
Zg (T 0 )
1,4
+ 0,4 a
11 11
610, + 810. r
V
Zv (To) + Zr (To) = (Zv (T 0 ) + Zr (T 0 ))
1 + 0 ,4 a
sU . 1,4 + ael
11
- a 1 1
será: e = - Zg (1 + 0,4 a) a ¡. (Zv (To) .._ Zr (To)) 1 1 0,4 a Z ste - -
1 ,4 a
Zg (t) ,.. Zg (T )
0
G.~ - (1
l
+
- 0
0,4 a) a
• e - ," !"O.~ ~,•) )· Zg (T )
0
Cg (23. 35)
~· (Te~ e,
- a C<e 0,4)
e
1 .._ 0,4 a
Zv (t) + Zr (t) = (Zv (T 0) + Zr (To)) ------~~-- - (T0 ) + z,
1 + 0,4 a
(23 .3 6)
a CIP - 0,4))
1 1' 0 ,4 a
1
Zs (t) • Zsco -1.4 - ( - e (23.3'1)
a
Zsoc :: -
(B~f + ~>T,'> ¡¡, (co)
=
- z~ 1 (t)
~ (t)
( e - t l'~'o~ ~ 41\
Z S (t) = z~1 (t) \;,.__a;;_,.(.p---0-.4..,...)-~ G (23 . 37)
234
Las funciones c 9, e, y Cs ya no pueden manejarse tan sencillamente como en
(23.30) a (23.32) Para ello en los manuales [25], [26] y [37) están representadas en forma
de gráficos en función de IP con a como parámetro.
Zr (t) = Zr ('1" 0 ) (1 -
1 + p<p
'(J ) (23. 38)
y, en el ejemplo numérico, <p = 2,0 y p = 0,8, una reducción del esfuerzo de coacción a
Zr (co) = Zr {T 0 ) • 0,231
y, segun (23.36)
- Y' - 0, 4
1, 4
1 (23 . 39)
Zr (t) = Zr ('1" 0 ) - - e
1.4
Zr (co) = Zr (T 0 ) • 0,228
- ., 0 ,4
1 e 1 .4
Z S (co) "" Z ~1 (co) _.:.__-___;;;._ _ __ (23. 41)
"' - 0,4
235
en el etemplo numérico 'P = 2,0
Pg actúa
en S
- p O¡.l -P
g g
N
sg (l+n !J.) 1 + ll ¡.l
a. = =
236
La variación del esfuerzo en el acero es
a
Ns, g ---=-
a 1
a<P
+ ap¡p
+ Ns,
S -r aptp
- (-
+ n~ 1 + ap¡p (23.42)
1 a atp - u
<Tz, k + S (t) = uz. g +
a 1 ap!p zv + ap¡p
(23. 114)
Tenemos que expresar Uzg y Uzv por las tensiones en el elemento de hormi gón
próximo al elemento tensor. Como la carga permanente actúa sobre la sección de hormigón
a través de la adherencia con el elemento tensor es válido:
o = no (23. 45)
zg bg
La eouaolón
n(l-a.)
o
zv
= a.
0
bv (23 . 46)
(23.47)
1P VJ Eb ES (1 - a)
CTz k + S (t) • nubg (1 a) + nubv ( 1 - a) +n
' 1 + apiP 1 + ap¡p 1 + ap¡p
237
se tendrá, después de algunas transformaciones
Demostración de (23.46)
ZV l 1 - X A 2 u 2 v con
O' b, V • - ~ + >..
Eb Ab
1 Y~z ).
+ _.........:..=....-
ub, v =- z~ ( Eb A¡ Eb JI
Introducimos la simplificación
1 Y~z
a "' nAz f Eb A¡ + ), con lo que ub. v • ~ u0 (23. 50)
Eb J ¡ n z, V '
o - - o. o
b, V - O ( 1 - O.) ZV
238
SI se aplica (23.48), se tendrá
Y~z
+
nAz " Eb Ab Eb Jb
a= = (23 . 51)
1 + nAz >.
1 ( 1 Y~z
Ez Az
+ Eb Ab
+
Eb Jb
)
~s
- ------------------------------
(t)
Az { 1 + Y~z + 1 )
Eb Ab Eb Jb Ez Az
= nEb (1 - a) ES (t)
X = __9,.___
¿2_
16
239
Ag. 23. 13. Sistema simplemente In·
determinado estética y geométrica·
mente, coeficiente de giro eléslico del
resorte e = 3 Eb J/{ , viga ., • 2,0,
p .. 0,8.
• _ t (1 + PV'> + t _ 3,6 t
8 11
- 3 Eb J e - 3 Eb J (23 . 53)
1 t2 (2
a·,o .a -
3
<- g -
8
+ g ->
16 (23 . 54)
X •
k
g t2
48 Eb J
.•
irl ( (1 + PV')
3 Eb J
+-
e
1) -~,_;....,.--
g
28,8
(2
(23 . 55)
11/ -
(2 t2
para la viga: X • xE - 9- g16
16
3 Eb J g (2
para el resorte: X 1/1 = - - en la dirección negativa de 11/.
f 16
240
Para el cálculo de la lluencia lenta necesitamos la modificación del momento de
empotramiento rfgido, que se origina por la nuencia lenta bajo las condiciones existentes en
el sistema perfectamente empotrado. Se determina mediante un cálculo htperestálico en la
barra aislada, que tomamos del e1empto de (23.53 hasta 23.55). donde suprimimos las partes
correspondientes al resorte.
:~, t + ~ ~. ~ - 16 9(/'+··~)
( (: ":
-~
28,8
(23. 57)
que actúa en la dirección negativa de 1/1 sobre el resorte. Para la viga. se obtiene de
E 3 EbJ
xk = x-
le
+
(l+pcp) J
•
k
241
1
~-· -8-
• 1 ~
~X"'
, of 2
X = (23.58)
k 1 + pcp
Aqul y en la Fig. 23 15 hemos Individualizado los momentos, con Indicas: abaJo para el
caso de carga y arriba para el tramo. Además se indican los coeficientes de fluencla lenta y
los coeficientes de relajación
242
g, f2
1uú 11111 ~lllllllllllll [
tramo 1 m tramo 2
,., ~
.llE'"'! g, ( ,2
~Mili
g1 t1,1:1g
'
243
dx dx
con aJP = [MJP M<p
Eb J
sJ~> JMJP Mq> Ea J
dx
sJ1> = xk /MJ1 l MJ1>
EJ
que es una fórmula algo complicada, que interpretaremos coh la siguiente simplificación:
(23. 60)
1 + ptp 1 + PI/'
M m (t) • M mo + Xo 1 : PI/'
(23. 61)
Bg20 MJ1l
sJP + sa>
(2) M (2) Bg20 M 12)
Mg2 = g20 - aJp + sa> 1
se resuelven los últimos dos miembros de (23.61 ), de modo que sobre la base de
244
correspondiente a la rotación reciproca "congelada" al hormigonar los bordes de la unión,
resulta el momento X 0 .
En los dos ejemplos precedentes aparecen los mayores momentos flexores en el
tramo, durante la ejecución de la obra. Debido a la fluencia lenta se genera entonces, en el
estado final, un momento en el apoyo aproximadamente igual al del sistema continuo. En
consecuencia deben preverse para las solicitaciones en la etapa de obra un pretensado
adicional en el tramo y para las solicitaciones del estado final, pretensado sobre el apoyo,
lo cual es antieconómico. Por ello es más razonable elegfr el procedimiento constructivo en
forma tal que se produzcan redistribuciones por fluencia lenta lo más pequeñas posibles y
que el lugar de las grandes solicitaciones no varfe esencialmente entre el estado de obra y
el estado flnal. Esto puede conseguirse pretensando en tiempo oportuno sobre el apoyo,
con lo cual el momento de apoyo debido a g se genera total o parcialmente.
Una propuesta para una viga continua construida por sectores con la junta de trabajo
en el tramo, ha sido descrita en (40], propuesta que se quiere aclarar aqul para el caso
sencillo de una viga de dos tramos con un estado de carga g. La junta de trabajo en el tramo
derecho de la viga continua (Fig. 23. 16) deberá fijarse en forma tal que no se produzcan
redistribuciones por fluencia lenta: la distancia x hasta la junta de trabajo debe determinarse
de modo que la tangente a la elástica, en la junta de trabajo, pase por el apoyo C.
La tangente en el extremo de la elástica (después de haber desencofrado el primer
sector constructivo} apunta hacia el apoyo C, cuando y solamente cuando, la reacción de
apoyo C de la viga AC, supuesta sin peso, que está cargada con g desde A hasta B'.
desaparece. Cuando C = O, desaparecen también Mg y la curvatura del sector B' C de la viga.
carga
1a etapa de construcción
lfnea elástica
X 1 ; í t '1 carga
28 etapa de construcción
® ® ©
f )(~
L~t C=1
Flg. 23.16. Lugar de la junta de trabajo sin redistribuciones por lluencia lenta.
245
Por este motivo, la distribución de momentos en la zona del primer sector constructivo es
independiente de la existencia del sector de viga s·c supuesto Ingrávido. Por ello también se
puede imaginar que , durante la primera etapa constructiva el sector de viga B' C está pre-
sente aunque , en realidad, todavia no existe. Si después todavla se hormigona el resto del
tramo 2 (estado de carga g 2 , Fig. 23.16), cuando se prescinde de las diferentes propiedades
de la fluencia lenta debidas a las diferentes edades del hormigón en los sectores de obra 1
y 2. y de la fluencia lenta durante la primera parte de la construcción, se trata como dos
estados de carga, g 1 y g2. en un sistema hiperestático homogéneo con condiciones de borde
constantes, en el cual, sometido a cargas permanentes según Sec. 23.4.3. 1, Cg ... O y no se
producen redistribuciones por fluencia lenta.
Se determina la longitud del voladizo x. en la forma más simple. a partir de la condi-
ción que, debido a M 91 , en el sistema de la primera etapa de la construcción, con el sector
B'C de viga no solicitado, desaparece el desplazamiento en C.
Mgl M qx
e EJ
= O (23. 62)
'1 3 2
~ -4~ -4~ +1=0
que tiene una ralz nula para ~ = 0,426. Este largo de voladizo es demasiado grande desde
el punto de vista práctico-constructivo. Se puede elegir el largo de voladizo que corresponde
al punto de momento nulo para Mg y aceptando en ese caso redis tribuciones de fluencia
lenta o bien momentos de pretensado en la junta.
Para varios tramos y casos de carga deben resolverse numéricamente las condi-
ciones correspondientes a (23.62).
23.6. Sec cio nes co mpuestas con secci ones de ac ero, rlgldas a la deformació n
y a l a flexi ón
23.6.1. Diferentes secciones compuestas
Para el prisma de hormigón armado, con compresión centrada tratado en la Sec.
23.4.3.2, solamente entran en el cálculo las rigideces a la deformación del hormigón y del
acero. La pérdida en el esfuerzo de pretensado tratada en la Sec. 23 .3 es válida para una
sección de hormigón rlgida a la deformaci6n longitudinal y la flexión. El acero para pretensado
posee sólo rigidez a la deformación longitudinal. Sl , ahora, los elementos tensores o la
armadura están repartidos sobre la sección trasversal en forma tal que no puedan ser
reunidos en pocos haces, como se previó en la Se c. 23.3.1, los elementos tensores se consi-
deran como reunidos para formar una sección trasversal de acero para pretensado, que
tiene un área Az y un momento de Inercia J 2 (Fig. 23.17).
También en una sección trasversal compuesta de una viga de perfil de acero con
placa de hormigón, las secciones parciales tienen tanto área como momento de Inercia. Si
se fabrica una viga-placa con un alma prefabricada y una losa de hormigón "In sltu", nue-
vamente se tiene una sección trasversal compues1a de dos secciones trasversales rfgldas a
la flexión, con diferentes propiedades de fluencia lenta debida a las distintas edades del
hormigón.
K. Sattler da un coeficiente de limitación que indica la magnitud del momento de
inercia propio J 2 de la armadura a partir de la cual su influencia adquiere Importancia práctica
[41]. [1], Sec. 12.2.
246
Az "'D AzJ
Mb
'11.-;:= Ab
Jb T p~
Yb
1 ~~-j.u
Mg 1&1
-'st
Jsl
>--::.~.
Mst
Fig. 23. 18 Coordenadas, deformaciones y esfuerzos caracterfstlcos de una sección trasversal com·
puesta. d
247
una fuerte armadura como la de un perfil de acero laminado, no debe descuidarse la rigidez
del acero en la estructura de barras hiperestática En este caso los esfuerzos caracterlstlcos
de la sección ideal total deben repartirse sobre las diferentes partes, hormigón y acero,
o bien en las secciones trasversales parciales de la armadura.
Las secciones trasversales de la viga compuesta, de acuerdo con la hipótesis usual,
permanecen planas, es decir
u st • u + Yst • '
N ,. E A € Nb = EbAb €b
at at st st '
(23.64)
M st • E st J st x. • Mb EbJb"'
N +N =N
st b g (23. 65)
Mal+ Mb + yistNst + yibNb ::.
)1. =
E A y, +E A y N
st st 1st b b lb g
(23.66)
El A y +E A y M
st st 1st b-o ib g
EstAstYist + EbAbyib = O
De aqur se obtiene, con Ylst = TJst - TJsi• Ylb = TJb - TJsl , la distancia del centro de
gravedad elástico
E A 11 +E A n.
st st st b b 1> (23.66
1
11si = )
248
al borde superior. Las ecuaciones elásticas resultantes
& = N /E A. (23. 66 11 )
g e 1'
de la sección trasversal conjunta tíenen la misma forma que la de una barra con sección
trasversal homogénea, de manera que los esfuerzos caracterlsticos y las deformaciones
pueden calcularse como para estructuras de barras con secciones trasversales homogé-
neas. Cuando conocemos los esfuerzos caracterfsticos Ng y M9• del cálculo de la estructura
de barras mediante {23.66"), entonces obtenemos. en (23.63) y (23.64), los esfuerzos ca-
racterlsticos de las secciones parciales, llamados valores de distribución
EstAst E A y
st st ist
Nst = E A.
N
g +
M
g
e l E e Ji
E J
M
st
.. st st
M
g
E e Ji
(23. 67)
EbAb Eb~yib
Nb = E A.
N
g
+ M
g
e 1 E e Ji
EbJb
Mb
:: M
E e Ji g
a ,. E t
st, k+S st st, k+S
(23. 68)
a - Eb & - a ....!L.. - ES Eb
b,k+S- 1 +pq¡ b,k+S b 1 +pq¡ l+Pq¡
Integramos con respecto a las secciones trasversales parciales. asl como multiplicamos
por Yb e Yst e Integramos con respecto a las secciones trasversales parciales y aplicamos
(23.63) para las modificaciones Ek + s Y Kk + s
M-q¡-
xk+S - b 1 +pq¡
249
En Nb y Mb están comprendidos los esfuerzos caracterlsticos que generan la fluencia
lenta, que se pueden componer de Nbg• Mbg y Nbv• Mbv·
Las magnitudes de redistribución (23.69} forman, en una estructura de barras lsos·
tática un estado de tensiones propias en una sección trasversal particular.
(23 . 7 ·'
De (23.70), con (23.69}, obtenemos dos ecuaciones según el método de las deforma·
ciones para las Incógnitas Ek + s Y Kk + S·
= (23.71)
E A EbA y.b
E A + b b E A + b l N __!f._ + _€...;;;S_(_t)_E....:b::..A...;b=-
st st 1 + pcp st atYiat 1 +pcp b 1 +pcp 1 +pcp
E A y
E A + b b ib
st styisl 1 + pcp
En el lado izquierdo, Eb de (23.66) ha sido reemplazado por Eb/(1 + ptp), con lo cual
ambos términos de las diagonales secundarias ya no desaparecen y se hace más compli-
cada su eliminación, porque la matriz está colmada. En el lado derecho figuran los esfuerzos
caracterfstlcos de la placa de hormigón manten1da rlgldamente, con el módulo de elasticidad
E/(1 + PIP), debido a Improntas de deformaciones
( 23. 69' )
250
=
E A + Eb~
st st 1 +pcp
(23 . 72)
E J
E J +E A a +~
2
st st st st 1 + p cp
De (23. 72) y (23.69) es posible obtener las magnitudes de las redistribuciones, des-
pués de un corto cálculo, con las abréviaturas n = E 51 /Eb y
A A a2
O z [l+n~ (l+pcp)(l+-}- )+
Ab b
nJ A
+__!!_ (1 + pcp) ( 1 + n_!l. (1 + pcp)))
Jb Ab
Jst
(1 + n - - (1 + p~p)) + ~pn
Jb
+ Y' (1 + n -Ast
- (1 + p¡p))
Ab
Mb 1
De esto se obtiene, para una armadura excéntrica, de una sola capa (subfndice s),
sin rigidez a la flexión, J 5 • O, a =
Ybs• una ecuación análoga a (23.22)
251
nes de las incógnitas hiperestáticas de la estructura. Como la matriz de elasticidad (23.71)
ya no es una matriz diagonal, es necesario hacer consideraciones especiales, por lo que
remitimos al lector a la literatura que ya ha sido mencionada.
+ • EJ,..
1
1
N • EAu = EAe , M = EJ
Para deducir de ellas las ecuaciones de elasticidad para la sección trasversal con·
centrada en dos puntos, tenemos que reemplazar las condiciones de las secciones tras-
versales planas E y K, por las deformaciones E 1 y E 2 en el centro de gravedad de las respec-
tivas áreas de la sección trasversal de dos puntos.
ul • t u - e
1
derivando: E:¡
::
t - el,.. (23.75)
u2 • u+ e2 t = & + e2
~ )1.
o bien
e 1 8 2 + &2 e 1
E: =
! . )1.::
&2-E:l
f . r. el+ e2
M=-Ne.¡· Ne
1 1 2 2
o bien Ne +M
N 1
= _....=.....,,...--- (23. 76)
2 f
S
....,~- --.-
1
A,J
y ..L _
Fig. 23. 19. Sección trasversal homogénea como sección trasversal concentrada en dos puntos.
252
La matriz de las ecuaciones de elasticidad para la sección trasversal concentrada
en dos puntos.
(23 .77)
con 12 = J 1A
permite ser llevada a forma de matriz diagonal, si los términos diagonales secundarios se
anulan
(23, 78)
SI, por ejemplo, una distancia e 2 de una superficie de la sección trasversal de dos
puntos está predeterminada o ha sido elegida, la distancia de la otra superficie e 1, se deduce
según (23. 78). Con el teorema de altura también podemos determinar e 1 gráficamente
( Flg. 23.19). A partir del centro de gravedad de la sección trasversal y en su plano, llevamos
e2 y, perpendicularmente a dicho plano, el radio de giro l.
El semlcfrculo con centro en M obtenido mediante la perpendicular en el punto medio
de la recta que une los extremos de e 2 e i, corta nuevamente a la sección trasversal a la
distancia e 1 del centro de gravedad.
De (23. 77) se tendrá, con (23. 78) ,,
1·
en forma tal que las áreas sustitutas A1 y A 2 , a la distancia f, reemplazan a la viga con
valores A y J de la sección trasversal. Cuando N y M están dados, N 1 y N2 se calculan con
(23.76) y E1 y e2, con (23.79). Debido a (23.75), *'l y tr 2 determinan el plano de la sección
trasversal de la viga en posición deformada, de modo que se puede obtener, con (23.75),
o en la relación lineal entre Et y *'2· las deformaciones E y ;e de la viga (Fig. 23. 19). Una
multiplloaclón de la distribución de las deformaciones a lo largo de la altura de la sección
trasversal por el módulo de elasticidad E, suministra la repartición de las tensiones sobre
la sección trasversal, de modo que se obtiene el diagrama de tensiones por la unión rectl-
lfnea de las ordenadas :
j = l, 2 (23. 80)
253
23.6. 4.2. Sección trasversal compuesta como sección trasversal
concentrada en dos puntos
En una sección trasversal compuesta las secciones trasversales parciales deben
trasformarse en sendas secciones trasversales concentradas, cada una en dos puntos,
con las propiedades de (23. 79) y (23.80) que surgen de (23.78). Para cada parte de la
sección trasversal existe, en cada caso, una ecuación (23.78} para ambas distancias, medi-
das desde el centro de gravedad, de las superficies sustitutas de las correspondientes
secciones trasversales, es decir, en total, dos ecuaciones.
2
e e = (23. 81)
1 st 2 st i st '
Con la condición de que las superficies sustitutas de las secciones trasversales con-
centradas en dos puntos, para el hormigón y el acero se encuentran en el mismo lugar de
la sección trasversal
(23.82)
y por ello tienen las mismas deformaciones, se tendrán cuatro ecuaciones para cuatro
incógnitas e 1 st• e2 51, e 1 b y e2 b que pueden resolverse gráficamente sobre la base del
teorema de la altura, como se muestra en Fig. 23.20, que generaliza la construcclon de la
Fig. 23.19. La perpendicular en el punto medio de la recta que une los extremos de los radios
de giro 181 e lb aplicados en 5 8 ¡ y Sb, perpendicularmente al plano de la sección trasversal,
corta al plano de dicha seccion en el cen1ro M del semicfrculo. Las Intersecciones del semi-
circulo con el plano de la sección trasversal Indican los lugares de aplicación de las áreas
sustitutas para ambas secciones trasversales concentradas en dos puntos. Estos lugares
se denominan, por mot1vos que se explicarán más adelante, " fibras de lluencla".
La resolución de (23.82}, (23.81) conduce a una ecuación cuadrática para la distancia
para una fibra de fluencla, por ejemplo
.2 2 i2 .2 2 2 2
e
1
st - a_ __.::_
- __::..:.....___, o ± i2 +/ st - a - t, ) (23' 8 3)
2 et - 2 a st ·\ 2 a
A e A e
st 2 s t A .., sl 1at
N .. E A E ' A
j st st J st j 1st r 2 st r
j • 1, 2
Ab e 1b
' A2b " l
N. , j = 1, 2 (23,84)
), g
254
se obtienen los EJ por el método de las deformaciones
N.
= ], g :: 1, 2 (23. 85)
&. E A +E A
l st st b b
como para el caso de dos prismas de hormigón con carga centrada y áreas de acero y de
hormigón A¡ 81 y A¡ b (Sec. 23.4.3.2). Si se multiplican los EJ por E81 o por Eb se obtienen
las tensiones en el acero, resp. el hormigón, en las fibras de lluencla y, por relación lineal de
las u¡ st o bien u¡ b• la distribución de tensiones en las secciones trasversales parciales
(Fig. 23.20).
Las magnitudes de redistribución también pueden determinarse con la misma facilidad
como para el prisma de hormigón con carga centrada. De (23.68)
N j st, k+ S + N j b, k+ S : O (23.87)
obtenemos el sistema de ecuaciones para las EJ, k • s en el cual solamente aparecen tér-
minos diagonales principales
E A
(E A + b jb ) j • L, 2, (23. 88)
st jsl 1 ·t-p c;~ &j,k+S
libra do lluencla
Q) (j) superposición
G1st.k •S f TG,b:G),sl
n ~ ...¡rl¡-Glb k+S
,-T •
\
To
\
\
Flg 23.20. Sección compuesta como sección trasversal concentrada en dos puntos.
255
en forma tal que pueden obtenerse fórmulas sencillas para las magnitudes de redistribución
E A
N ., _ __;S:.:l;,_l.._·;;:st;-~-
1
j st, k+S E A.b
E A + b J (23.89)
st j st 1 + pcp
Njb,k+S = - Njst,k+S
(23. 90)
E A e E A
st j st + S b ib )
N
jst,k+S
• X
j,k+S E A.b ( N jb _lL_
1 +pcp 1 + pcp
( E st A j st + b J )
1 + p en
X Alsl
1---~---·
/
--+>'&S'{M\1
A1b 1=====~- v,
Ast
Jst
256
En lugar de las dos fuerzas X¡ en las fibras de fluencla, pueden elegirse como in-
cógnitas hlperestáticas el esfuerzo Y 1 y el momento Y 2 en la junta entre la placa de hormi-
gón y el perfil de acero [50] (Fig. 23.21).
De esta manera se utilizan, con los Y¡. combinaciones lineales de los X¡ como incóg-
nitas y como sistema de ecuaciones de acuerdo con el método de las fuerzas, combinacio-
nes lineales de las dos ecuaciones (23.90). El sistema de ecuaciones, en forma similar al
(23. 72). en general es una matriz colmada, de modo que no entraremos a considerarlo.
e
S
a
y
IS'
S
l
te
ta
'TI,
1E
Je
tn·
e~
9f!
Jél!
257
24
Veñficación del estado límite de
la capacidad portante con el método
de las cargas
por el Dr. lng. R. WALTHER
Todas fas normas relativas al hormigón pretensado exigen, además de las verifica-
clones de tensiones, las comprobaciones de la capacidad portante o seguridad a la rotura,
las cuales, para la flexión, hasta ahora fueron planteadas en la forma siguiente (ver Sec.
18.2, Ec. 18.7):
1 1
M > \1 M + \1 M
U g+ p V
24.2.1. Generalidades
En el caso más general , deberían efectuarse estas verificaciones de los estados
limites para la acción simultánea de todos los esfuerzos caracterlstlcos de fas secciones que
aparecen en la estructura. Pero esto exigirla un conocimiento exacto de todas fas Interac-
CIOnes determinantes de momentos flexores, esfuerzos normales, esfuerzos de corte y
momentos torsores, asf como su Influencia sobre las redistribuciones de los esfuerzos ca-
racterlstlcos. Estos conocimientos actualmente apenas existen como planteos Incompletos.
258
Por este motivo se procura tratar los diferentes tipos o grupos de solicitaciones en
forma separada, para la verifícaclón de los es1ados limites, cosa que, por otra parte, ya era
el caso para el dimensionamiento tradicional.
Para la mayorla de los casos prácticos, esta forma simplificada de considerar el pro· t
blema es absolutamente defendible cuando, por ejemplo, se arman al corte vigas rectas,
continuas. en forma tal que pueda desarrollarse para la carga portante el mecanismo de
flexión que, en general, es determinante.
Sin embargo, a largo plazo será necesario impulsar la tnvestlgación hacia una teorla t·
de la plasticidad generalizada, para poder determinar en forma inobjetable, en casos com· S
phcados, el verdadero estado limite de la capacidad portante. Como ejemplo de esta nece· ),
sldad mencionaremos las vigas continuas fuertemente curvadas: en este caso, toda forma· n
ción de una rótula plástica por flexión conduce, obllgadamente, a una redlstribuctón const·
derable de la solicitación por torsión y viceversa. le
Pero, en lo que sigue, nos conformamos esencialmente con estructuras solicitadas IS
con preferencia a flexión, suponiendo que otras causas de falla, tales como resbalamiento la
debido a esfuerzos de corte o torsión, pandeo, vuelco, etc., no lleguen a ser criticas gracias y
a un dimensionamiento satisfactorio (en general, bastante holgado). :!S
lSi
24. 2.2. Fundamentos teóricos del método de las cargas portantes (método de rotura) an
rle
Las proposiciones fundamentales del método de las cargas portantes que se exponen
1a
a continuación, fueron deducidas de la mecánica del continuo l53J, 154) y [55] y posl·
billtan probar sl, para una carga dada, está agotada la capacidad portante de un sólido
m,
continuo, supuesto como rlgldo-plástlco. rte
Ejemplo:
a) p p
~¡· ¡ ·~
Mp • Capacidad portante limite de la
t~IIIIIIIIIIDU1Jv)p}
.. sección trasversal correspondlenlo. arg1
259
Para el mismo ejemplo pueden suponerse tantos estados de tensiones admisibles,·
es decir, en este caso tantas distribuciones de momentos, como se desee, por ejemplo
b)
- Mp~
i i
Mp
B: P - -
3o
M M
Mp =( P-_e. P·a-_e_
3a)a = 3
M M
p =~ _e. = 1 33 __E_ c: p
3 a ' a u
EJe mplo:
e) p p
~~o-.&-!-o-1-t-o t
mecanismo
~ • rótulas plásticas
260
Determinación de P. con la ecuación del trabajo, en la cual se desprecia el trabajo
de deformación fuera de las rótulas:
Trabajo de los esfuerzos Internos:
A =M · w+ M 2w 3M · w
1 p p p
M
A =A-+ P=3 ~
i a a
d) p p
!1
1·
S
Las objeciones que todavra existen en muchas partes contra la utilización de la teorla
de la plasticidad para el hormigón armado y el hormigón pretensado se basan, ante todo.
en dos argumentos que deben tomarse con seriedad: por un lado se pone en duda que el
material de construcción hormigón, a menudo considerado como rfgldo. pueda deformarse
lo suficiente en forma plástica, es decir, que la capacidad de rotación de las secciones
trasversales sea la necesaria para garantizar, sin fallas localizadas prematuras. las redls·
tribuclones de esfuerzos supuestas teóricamente. Por otra parte, muchos otros consideran IdO
que es .nadmislble emplear métodos de cálculo que no permiten obtener ninguna Informa-
261
ción sobre las deformaciones que son de esperar. Por ello, a continuación volveremos
brevemente sobre estos dos puntos.
Amplias investigaciones teóricas y experimentales han mostrado que se ha llegado a
una compensac1ón total de momentos según la teorfa de la plasticidad, aun en casos extre-
mos, cuando la capacidad de rotación plástica Bpl ideal de una sección trasversal es aproxi-
madamente tres a cuatro veces mayor que 88 ¡
T
p
J__ 1
h
e •. --4-
teel ~ ept ~ +-~ _j
Otra posibilidad de excluir una prematura falla de la zona comprimida del hormigón
cons1ste en limitar la altura de la zona comprimida (o bien, la ublcac1ón del eje neutro x).
262
Según la DIN 1045 el alargamiento de rotura del hormigón, para flexlon, está fijado
en €b = 3,5 °/oo. Esta condición quiere decir, en consecuencia, que IEsl > IE~I = 3,5 °/oo,
o sea que, entonces. la armadura de acero para hormigón ha sobrepasado el Umite de
fluencla. Esta condición geométrica, independiente de las cualidades del material, es muy
sencilla y adecuada. Sin embargo, sólo es válida para flexión pura, pero no para flexión con
esfuerzo normal.
Como se desprende de estas consideraciones. está garantizada una suficiente capa-
cidad de rotación en la mayorla de los casos que ocurren en la práctica; una cua.ntla de
armadura iJ.I > 2 %, no se elegirá, nl siquiera simplemente por razones construcllvas.
¡
24 .2.4. Deformaciones y limitación de fisuras n
e
Para la verificación de la capacidad portante aqul tratada, evidentemente, no juega a
ningún rol el hecho de que la teorla de la plasticidad no ofrece ningu na indicación sobre
deformaciones y fisuras, porque para estas últimas se realiza un dimensionado primario a 1,
base de veriflcaciones de tensiones. las cuales, ya que se está en la zona elástica, también e
permiten efectuar un cálculo de las deformaciones la teorfa de la elasticidad es el medio
adecuado pera considerar el estado de servicio, en cambio lo es la teorla de la plasticidad :JI
para la determinación de la capacidad portante. ,_
Sin embargo, si se eligiera la teorla de la plasticidad como criterio primario del di- IS
mensionado, la Inseguridad sobre las deformaciones y fisuras que son de esperar en el
estado de servicto, constituye un serio problema que, sin embargo, puede atenuarse deci-
sivamente y hasta allanarse, cumpliendo reglas constructivas comprobadas Sin embargo.
en general, es lndtspensable efectuar verificaciones espectales de los estados de servicio.
263
~~11 "11 1111 ~: ~· 1111 1111 "" J 1111 ¡¡ 1111 ~~~11111: :¡ 11" ¡
1 1111 11:~·~ ~·""ji~
A e e o
E E
o
$ ID
o o
lO.Om
13,10 MNm (tramos AB y BC) M!' • 9,85 MNm
METOOO ESTATICO
La curva funi cular (diagrama M0 ) de los esfuerzos es, debido a la carga uniforme
Pu · t 2
supuesta, una parábola de segundo grado, con una flecha Igual a . donde
8
Pu. como magnitud buscada, por el momento es desconocida. Para esa curva funicular se
debe buscar una linea de cierre en forma tal que en ninguna parte se sobrepase el momento
plástico que es posible absorber (momento limite). Para esto, debe observarse que el mo-
mento plástico que es posible absorber, Mp, varfa con la ubicación del elemento tensor. Por
iteración se encuentra la posición de linea de cierre más favorable, Indicada en el diagrama,
para la cual el momento plástico determinante en el tramo, M~, en el punto de contacto con la
parábola de M 0 , es prácticamente Igual a M~ máx., cosa que en general ocurre.
264
X
tt
1 Mp
1
~
8
0.98ri
8
~0,45 f-+
En consecuencia se obtiene la condición de equl1ibrio, determinada gráfica o anailti-
camente, Igual a
p "2
O 98 _u_ _ = ~ + O 45 JV!St = 1 , 34 MF
1 8 p 1 p p
a. 1,34·~ 8. 1, 34 . 1:\10
• p O, 318 MN/ m
Pu O, 98 • .t 2 o, 98 . 441
es decir, una seguridad
Pu = 0,318 __
\1 = q o, 16 l , 99
A B
t F
Mp o:t~0.75 Mp
t- ~ -~t<--2"'-W -+ ;
4. 2 , 75. 13 , 10
Pu • 441 O, 326 MN /m
265
Seguridad en corresp ondencia con el estado limite de la capacidad portante:
" = Pu = O, 326 = 2 04
q o. 16 •
Pu resulta un poco grande (respecto al lfmne supenor de la carga portante real) dado que la
rótula plastlca no fue ubicada exactamente en el lugar critico y M~ en el lugar de la rótula
plástJca es un poco menor que M ~ máx. (ver el trazado del elemento tensor).
o bien
M ~ "M + l , 3 M' (Propuesta AOsch/Kupfer o SIA-Oirectlvas 3 4)
U g+p V
se partla consctente o inconscientemente de la hipótesis que dice que los momentos por
coacción M' v actúan favorablemente en los cortes criticos (en general cortes sobre las
columnas Intermedias). cosa que en secciones trasversales de vigas T o en cajón, también
es el caso
SI estas fórmulas se aplican, sin embargo. a un puente en artesa (con tablero Inferior)
ellas conducen a resultados absolutamente no confiables, como lo muestra el ejemplo:
corte longitudinal
P=9 • PJ = 0,375 MN / m p:g •p2:0,3'7 MN /m
lll!llllllll111ll111lll11411
F·~~-~ t~r-,--4~·~¡ ~m
A B C O
_L 23 m "~ 30m ~ 23 m 1,
tramo~
1
'f tramo <D tramo CD
sección trasversal
*
centro del tramo sobro el apoyo
1
1,85
en el tramo~ 200.,.
~ 150 ,.
~ 6.00m
V : 19. 00 MN
266
momentos debidos a la carga de servicio Mg. P-
SI
M =- 25,70MNm
267
Por este motivo, en la mayorfa de los casos, se ha abandonado, en silencio, la
verlfícación de la seguridad a la rotura de placas exigida hasta ahora.
Pero. también en este caso. la teorfa de la plasticidad permite hacer una afirmación
acertada sobre tos estados limites de la capacidad portante. lanto mediante el método
estático, como también el método clnemállco, que en este caso, en general, se llama teorla
de las lineas de rotura [O) y [56] a [58] .
La diferencia entre placas armadas con acero para hormigón y placas pretensadas.
solamente resulta del hecho de tener en cuenta, para estas últimas. la mayor resistencia
del acero para pretensado. Esto puede ser tenido en cuenta, por ejemplo, medlanle una
cuantfa de armadura Ideal
en tanto que se empleen elementos tensores con una calidad elevada de adherencia. En
caso contrario, el incremento de ll CTz más allá de CTz. V• deberla disminuirse en función de
la calidad de la adherencia. Sin embargo el valor de ll CTz para la aplicación de la teorfa
de la plasticidad todavla deberla ser comprobado experimentalmente.
268
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