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Eclesiastés 1: 1 –
Algunos consideran a Eclesiastés como el más enigmático de todos los libros de la Biblia.
Es el niño problemático. Sin embargo:
Eclesiastés es un libro fascinante, inspirado por el Espíritu de Dios; es un libro que nos prepara para
recibir el Evangelio de Jesucristo;
también, este libro es de gran ayuda para que los creyentes tengan una correcta perspectiva de la
vida, aquí y ahora.
Eclesiastés examina La Vida del Hombre desde una perspectiva completamente secular (sin tomar
en cuenta la existencia de Dios), para entonces mostrarnos, que desde ese punto de vista, la vida del
hombre es completamente absurda, no tiene ningún sentido.
Esta mañana vamos a introducir este libro, considerando tres (3) cosas:
I– Su Autor
II – Su Tema, y
III– Su Propósito.
I– Su Autor
Pero Salomón no permaneció siendo fiel a Dios, y se apartó; y la vida de Salomón se volvió un total
desastre.
No hay constancia de la reconciliación de Salomón; pero el Libro de Eclesiastés parece ser su
testimonio de arrepentimiento.
Al final de su vida, Salomón quiso compartir las lecciones que aprendió de mala manera, durante su
tiempo de apostasía.
Si sacas a la eternidad, y a Dios de la ecuación, lo que queda es una vida vacía, sin propósito y
sumamente frustrante.
Salomón parece estar sacando balance (aquí), de todas las cosas que él pudo experimentar, cuando
se apartó de Dios; y el resultado fue menos que nada: vanidad de vanidades todo es vanidad.
Los judíos usaban ese tipo de expresiones cuando querían enfatizar una idea: rey de reyes, cantar de
los cantares:
“o sea, no hay una cosa más vana que una vida sin Dios”
¡Ya más vano no se puede ser!
Esa es la vanidad de las vanidades, y lo repite dos (2) veces; y si todavía alguien no entendió la
fuerza de su idea, concluye: todo es vanidad.
Eso sería la existencia humana, si todo lo que tuviéramos fuera esta vida.
13´00
“… qué provecho tiene el hombre...”
¿Cuál es tu ganancia?
¿para qué afanarse tanto, si al final de cuentas todos terminamos con las manos vacías?
¿Un legado?
¿Pero de qué te sirve?
Si contemplamos la vida sin tomar en cuenta lo que trasciende la temporalidad de este mundo, todo
se vuelve fatigoso, frustrante.
Eso es lo que Salomón pasa a probar a partir de los versículos 4-11, usando algunos ejemplos de la
creación y de la experiencia humana.
“generación va y generación viene . . .”
En el fondo el hombre sigue siendo el mismo (un comentario Aristóteles del siglo V a.C, parece ser
muy actual).
La historia está en movimiento, pero nada cambia: lo mismo que vemos en los proceso de la
naturaleza: la naturaleza es sorprendentemente uniforme en su funcionamiento (eso es lo que
permite que hagamos ciencia : porque todos los procesos de la naturaleza se repiten una y otra vez.)
v. 5 – 7
La misma rutina. Y lo mismo sucede con el viento: el mismo circuito que no cambiará con el paso
de los siglos.
La misma cosa una y otra vez.
Y esa monotonía de La Naturaleza es un reflejo de la monotonía de la vida humana.
Lo que nosotros vemos en los procesos naturales es lo mismo que ocurre en la experiencia del
hombre.
El gatopardismo (Un Principio en Ciencias Políticas)
Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie.
Los políticos tienen que estar iniciando constantemente, algo que parezca una transformación
revolucionaria, pero dejando intactas las mismas estructuras de poder.
De manera que: todo cambia, pero nada cambia.
v. 8
“nunca se sacia . . .”
No importa cuantas cosas veas, escuches: nunca te sentirás plenamente satisfecho.
Siempre queremos ver otra cosa, escuchar otra música; lo que ayer me emocionaba hoy me causa
aburrimiento...así como el mar nunca se llena: nuestros sentidos tampoco.
v. 11
“… no hay memoria de lo . . .”
La gente suele sufrir de amnesia histórica.
No hay tal cosa novedosa (y creyendo al mismo tiempo que son originales).
La vida, debajo del sol, es: fatigosa, repetitiva, monótona, hastiante; y cuando el hombre trata por sí
mismo de descubrir el significado y propósito de todo esto, el resultado es una visión fragmentada
de la realidad, que no le hace ningún sentido (como cuando tratamos de armar un rompecabezas, y
hay piezas que faltan): “Vanidad de vanidades… todo es vanidad”.
III– Su Propósito.
Pablo, en Romanos 8:20, nos muestra incidentalmente por qué se escribió el Libro de Eclesiastés.
En el libro de Eclesiastés, Salomón quiere que sintamos el peso de lo absurda que resulta la vida
debajo del sol ( ¿ esa vanidad a la que fue sujeta la creación ?) ;
para, entonces, llevarnos de la mano a poner toda nuestra esperanza únicamente en Dios.
Él quiere destruir todo aquello que pueda ser una esperanza para ti.
27´14:
Vamos a introducir a Dios en Eclesiastés capítulo 1, a ver que pasa:
a