You are on page 1of 15

Junio

23
Lección

25

 Obreros evangélicos, pág. 129


1
Llegado, pues, Festo a la provincia, subió de
1 Cesarea a Jerusalén tres días después. Y los
principales sacerdotes y los más
influyentes de los judíos se presentaron
ante él contra Pablo, y le rogaron, pidiendo
contra él, como gracia, que le hiciese traer a
Jerusalén; preparando ellos una celada
para matarle en el camino. Pero Festo
respondió que Pablo estaba custodiado en
Cesarea, adonde él mismo partiría en breve.
Los que de vosotros puedan, dijo,
desciendan conmigo, y si hay algún crimen
en este hombre, acúsenle.
Esto no era lo que los judíos querían. No
habían olvidado su fracaso anterior en
Cesarea. En contraste con la calma y los
poderosos argumentos del apóstol, su
propio espíritu maligno y sus acusaciones
sin fundamento aparecerían en sus peores
aspectos. De nuevo insistieron en que
Pablo fuese traído a Jerusalén para ser
juzgado, pero Festo se mantuvo firme en su
propósito de concederle a Pablo un juicio
justo en Cesarea. Dios en su providencia
dirigió la decisión de Festo, para que la vida
del apóstol fuese prolongada.
Hechos 25:1-5; Los hechos de los apóstoles, pág. 342
2
Pablo dijo: Ante el tribunal de César
2 estoy, donde debo ser juzgado. A los
judíos no les he hecho ningún agravio,
como tú sabes muy bien. Porque si algún
agravio, o cosa alguna digna de muerte
he hecho, no rehúso morir; pero si nada
hay de las cosas de que éstos me
acusan, nadie puede entregarme a ellos.
LA DEFENSA DE PABLO ANTE FESTO Y OTROS

A César apelo. Entonces Festo, habiendo


hablado con el consejo, respondió: A
César has apelado; a César irás.
Una vez más, a causa del odio nacido del
fanatismo y de la justicia propia, un
siervo de Dios fue inducido a buscar
protección entre los paganos… Entre
muchos de los profesos seguidores de
Cristo existe el mismo orgullo,
formalismo y egoísmo, el mismo espíritu
opresor, que reinaba en tan grande
medida en el corazón de los judíos... En
la gran crisis por la cual tendrán que
pasar pronto, los fieles siervos de Dios
encontrarán la misma dureza de
corazón, la misma cruel determinación y
el mismo odio implacable.

Hechos 25:10-12; Conflicto y valor, pág. 354


3
El rey Agripa y Berenice vinieron a Cesarea para saludar a
3 Festo. Estuvieron allí muchos días, Festo expuso al rey la
causa de Pablo, diciendo: Un hombre ha sido dejado preso
por Félix,… Pero yo, hallando que ninguna cosa digna de
muerte ha hecho, y como él mismo apeló a Augusto, he
determinado enviarle a él. Como no tengo cosa cierta que
escribir a mi señor, le he traído ante vosotros, y
mayormente ante ti, oh rey Agripa, para que después de
LA DEFENSA DE PABLO ANTE FESTO Y OTROS

examinarle, tenga yo qué escribir. Porque me parece fuera


de razón enviar un preso, y no informar de los cargos que
haya en su contra.
Pablo, maniatado todavía, estaba ante la compañía
reunida. ¡Qué contraste se presentaba allí! Agripa y
Berenice poseían poder y jerarquía, y eran favorecidos por
el mundo. Pero estaban desprovistos de los rasgos de
carácter que Dios estima. Eran transgresores de su ley,
corrompidos de corazón y vida. Su conducta era aborrecida
por el Cielo.
El anciano preso, encadenado a los soldados que le servían
de guardia. Este hombre aparentemente sin amigos ni
riquezas ni elevada posición, y mantenido preso a causa de
su fe en el Hijo de Dios, todo el cielo estaba interesado. Los
ángeles eran sus asistentes.
Festo se dio cuenta de que la cuestión en disputa se refería
enteramente a las doctrinas judías, y que, aun en el caso de
poder probarlas, no había en las acusaciones contra Pablo,
nada que lo hiciera digno de muerte ni aun de prisión.
Hechos 25:13, 14, 25-27; Los hechos de los apóstoles, págs. 347, 343
4
Agripa dijo a Pablo: Se te permite hablar por ti mismo. Pablo,
extendiendo la mano, comenzó así su defensa:… Y ahora, por la
4 esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres soy
llamado a juicio;… Yo ciertamente había creído mi deber hacer
muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret;… Por lo
cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a la visión celestial,… Por
causa de esto los judíos, prendiéndome en el templo,
intentaron matarme. Pero habiendo obtenido auxilio de Dios,
persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y
a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas
LA DEFENSA DE PABLO ANTE FESTO Y OTROS

y Moisés dijeron que habían de suceder.


Pablo relató la historia de su conversión desde su empecinado
descreimiento hasta que aceptó la fe en Jesús de Nazaret
como el Redentor del mundo. Describió la visión celestial que
al principio le había llenado de indescriptible terror, pero que
después resultó ser una fuente del mayor consuelo: una
revelación de la gloria divina, en medio de la cual estaba
entronizado Aquel a quien él había despreciado y aborrecido,
cuyos seguidores estaba tratando de destruir. Desde aquella
hora Pablo había sido un nuevo hombre, un sincero y ferviente
creyente en Jesús, gracias a la misericordia transformadora.
Con claridad y poder Pablo repasó ante Agripa los principales
acontecimientos relacionados con la vida de Cristo en la tierra.
Testificó que el Mesías de las profecías ya había aparecido en
la persona de Jesús de Nazaret. Mostró cómo las Escrituras del
Antiguo Testamento habían declarado que el Mesías debía
aparecer como un hombre entre los hombres; y cómo en la
vida de Jesús se habían cumplido todas las especificaciones
dadas por Moisés y los profetas. A fin de redimir un mundo
perdido, el divino Hijo de Dios había sufrido la cruz,
menospreciando la vergüenza, y había ascendido a los cielos
triunfante de la muerte y el sepulcro.

Hechos 26:1, 6, 9, 19, 21, 22; Los hechos de los apóstoles, pág. 348
5
Diciendo él estas cosas en su
5 defensa, Festo a gran voz dijo:
Estás loco, Pablo; las muchas
letras te vuelven loco. Mas él dijo:
No estoy loco, excelentísimo
Festo, sino que hablo palabras de
verdad y de cordura. Pues el rey
sabe estas cosas, delante de quien
LA DEFENSA DE PABLO ANTE FESTO Y OTROS

también hablo con toda


confianza. Porque no pienso que
ignora nada de esto; pues no se
ha hecho esto en algún rincón.
¿Crees, oh rey Agripa, a los
profetas? Yo sé que crees.
Todos habían escuchado
extasiados el relato que hiciera
Pablo de las cosas maravillosas
que había experimentado. El
apóstol se estaba espaciando en
su tema favorito. Ninguno de los
que le oían podía dudar de su
sinceridad. Pero en medio de su
persuasiva elocuencia fue
interrumpido por Festo, que
gritó: ‘Estás loco, Pablo: las
muchas letras te vuelven loco.
Hechos 26:24-27; Los hechos de los apóstoles, pág. 349
6
Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser
6 cristiano. Y Pablo dijo: ¡Quisiera Dios que por
poco o por mucho, no solamente tú, sino
también todos los que hoy me oyen, fueseis
hechos tales cual yo soy, excepto estas cadenas.
Profundamente afectado, Agripa perdió por un
momento de vista todo lo que le rodeaba y la
dignidad de su posición. Consciente sólo de las
LA CONVICCIÓN DEL REY HERODES AGRIPA

verdades que había oído, viendo al humilde


preso de pie ante él como embajador de Dios,
contestó involuntariamente: ‘Por poco me
persuades a ser Cristiano.
Reyes y gobernantes fueron encantados por su
raciocinio, y mientras que con celo y el poder del
Espíritu Santo predicaba a Jesús y relataba los
acontecimientos interesantes de su experiencia,
se apoderaba de ellos la convicción de que Jesús
era el Hijo de Dios. Mientras algunos se llenaban
de asombro al escuchar a Pablo, uno exclamó: ‘Por
poco me persuades a ser cristiano’. Sin embargo,
la mayoría de los que le oyeron, pensaron que en
algún tiempo futuro considerarían lo que habían
oído. Satanás se valió de la demora y, por el
hecho de que descuidaron la oportunidad
cuando su corazón fue enternecido, la perdieron
para siempre. Sus corazones se endurecieron.
Hechos 26:28, 29; Los hechos de los apóstoles, pág. 349, Primeros escritos, pág. 207
7
Cuando había dicho estas cosas, se levantó el rey,
7 y el gobernador, y Berenice, y los que se habían
sentado con ellos; y cuando se retiraron aparte,
hablaban entre sí, diciendo: Ninguna cosa digna
ni de muerte ni de prisión ha hecho este
hombre. Y Agripa dijo a Festo: Podía este
hombre ser puesto en libertad, si no hubiera
apelado a César.
LA CONVICCIÓN DEL REY HERODES AGRIPA

Aunque Agripa era judío, no sentía el celo


fanático ni el prejuicio de los fariseos. ‘Podía este
hombre ser suelto –dijo a Festo– si no hubiera
apelado a César’. Pero como el caso había sido
remitido al tribunal superior, estaba fuera de la
jurisdicción de Festo o de Agripa.
Sin embargo, dos años más tarde, el resultado de
los procesos de aquel día salvaron la vida tan
preciosa para la causa de Dios. Festo, al descubrir
que su propio juicio sobre el caso, basado en la
justicia romana, era defendido desde un punto de
vista judío por el protector del templo, envió una
carta al emperador, diciendo que ninguna
acusación legal podía encontrarse en contra del
prisionero. Y Nerón, cruel e inescrupuloso como
era, no se atrevió a ejecutar a quien Lisias, Félix,
Festo y Agripa declararon inocente, y a quien
incluso el Sanedrín no pudo condenar.
Hechos 26:30-32; Los hechos de los apóstoles, pág. 350, Sketches from the Life of Paul, pág. 260

You might also like