You are on page 1of 25

UNIVERSIDAD PRIVADA

SAN PEDRO
CURSO: ARQUITECTURA PERUANA

TEMA: LOS GUAYACUNDOS

DOCENTE: ARQ. LAURA MOROCHO

ALUMNO: CARLOS JACINTO FIESTAS

RENATO VEGAS SANDOVAL

JUAN PACHECO SALAZAR

FRANCISCO ROMERO JARAMILLO

CICLO: V

FACULTAD DE ARQUITECTURA
Y URBANISMO
INTRODUCCION

Los Guayacundos fueron un conglomerado de grupos étnicos que se


desarrollaron en un mismo territorio.

Se cree que pudieron llegar procedentes de la selva amazónica, con sus


costumbres, creencias y lengua.

Estaban divididos en tres sub-etnias que hablaban lenguas distintas y


eran independientes.

En la sierra piurana, la presencia de los incas está unida a la existencia


de una poco conocida cultura denominada los Guayacundos o
Tenayacuntus.

Mencionada en los escritos comentarios de cronistas como: Cieza de


León, Cabello de Balboa y el inca Garcilaso de la Vega, recién ahora
viene siendo estudiada a profundidad por autores como Espinoza
Soriano, Hocqueghem y Polía.

El trabajo monográfico siguiente a recopilado la mayor información a


beneficio del público para que sea de mayor conocimiento acerca de
esta cultura hacia el oyente.

ATT. EL AUTOR
CRONOGRAMA

01.- ANTECEDENTES

1.1 EL POBLAMIENTO DE LA SIERRA PIURANA.

02.- LOS GUAYACUNDOS DE AYABACA.

SU ORIGEN.

03.- UBICACIÓN GEOGRÁFICA DE LOS GUAYACUNDOS.

3.1 LOCALIZACION.

AREA DE INFLUENCIA
LIMITES DEL TERRITORIO.

04.- EL DESENVOLVIMIENTO CULTURAL DE LOS GUAYACUNDOS.

DIALECTOS
CREENCIAS
TUMBAS DE LOS GUAYACUNDOS AYAHUACAS
TIPOLOGIA DE TUMBAS

4.1. ECONOMICA.
 ACTIVIDADES
o AGRICULTURA
o COMERCIO
 PRODUCTOS
05.-ARQUITECTURA
5.1 LAS RUINAS DE AYPATE.
 SU UBICACIÓN.
 SU DESCUBRIMIENTO. CINCO EXPEDICIONES.
 CAMINO DE ACCESO.
 LA PLAZA CENTRAL.
 EL COMPLEJO A
 EL COMPLEJO B.
 LA PIRÁMIDE.
 EL CERRO GRANADILLO.
 IMPORTANCIA DE LAS RUINAS.
 LOS PETROGLIFOS DE SAMANGA

0.6.- CONQUISTA POR EL INCA Y EXPULSION DE SU LUGAR DE


ORIGEN.

07.- EL SEÑOR DE OLLEROS


ANTECEDENTES
 EL POBLAMIENTO DE LA SIERRA
PIURANA.

El poblamiento de América del Sur se inicio


por mar y tierra.

Los que lo hicieron por tierra, ingresaron por


dos puntos diferentes; unos, por el istmo de
Panamá y otros, procedentes del caribe, tras
tomar estas islas como trampolín, entraban
por Venezuela.

Los que ingresaron por Panamá remontaron el valle del río Magdalena y
luego se abrieron en una especie de abanico. Unos se dirigieron a la costa,
otros siguieron por los valles interandinos hasta el Ecuador y los terceros se
internaron en la selva amazónica.

Los que ingresaron por Venezuela fueron dos pueblos con caracteres
idiomáticos diferentes: los Arawacs y los Tupí-guaraníes.

Los primeros hicieron su avance por la parte occidental de la selva


amazónica, cubriendo lo que hoy son territorios selváticos de Venezuela,
Colombia, Perú y Bolivia.

Los Tupi-guaraníes continuaron por la parte central de la selva de Brasil,


llegando al Paraguay y al norte de Argentina.

La selva peruana fue penetrada por grupos de cazadores nómades que


avanzaban rápidamente tras las presas que huían de su persecución. Los
grupos humanos llegaron por diversas vertientes, y entre ellas, ramas
desprendidas de los Arawacs.
Muchos siglos anteriores a la Era Cristiana, grupos humanos en estado
muy primitivo, ingresaron de la selva, a la sierra piurana y ocuparon
diversos puntos de las actuales provincias de Ayabaca y de
Huancabamba.

Esos hechos pudieron ocurrir en el Período Pre-cerámico, unos 1.300


años A.C, primero en Ayabaca, y después de muchos siglos otros grupos
selvícolas penetraron a Huancabamba.

Los primeros pobladores de Ayabaca eran recolectores y cazadores y


vivían en estado muy primitivo. Para ellos, cruzar el río Macará (Calvas)
y la quebrada de Espíndola no constituyó ningún problema.

Hecha la penetración, las corrientes humanas se abrieron en abanico y


ocuparon todo lo que ahora es la provincia de Ayabaca, y el norte de la
provincia de Morropón. Es posible que en su avance, estos hombres
primitivos, a los cuales no podemos todavía llamar Guayacundos, hayan
chocado con la floreciente cultura Vicús.

Sus pasos se han podido ir siguiendo por la gran cantidad de petroglifos


y de monolitos hoy encontrados.

Uno de los puntos de ingreso fue Samanga, sobre la quebrada de


Espíndola, donde precisamente se han hallado las más importantes
piedras grabadas.
LOS GUAYACUNDOS DE
AYABACA.
 SU ORIGEN.
Cuando se trató de armar la Historia de Piura en cuanto a los
tiempos prehistóricos, se podía notar claramente que faltaba una
pieza importante en ese rompecabezas. La solución vino cuando la
arqueóloga francesa Anne Marie Hocqueghem publicó su libro “Los
Guayacundos de Caxas y la sierra piurana” como fruto de sus
investigaciones.
Sobre el pueblo guayacundo o huayacuntus, ya habían
referencias del cronista Cabello de Balboa, del historiador Juan José
Vega y otros.
El Dr. Mario Polía Meconio, Arqueólogo y Antropólogo Italiano,
trató en Lima en 1994 en una conferencia sobre “El descubrimiento
de una cultura desconocida: los waykuntur-ayawakas”.
En esa conferencia efectuada en el Museo de la Nación de Javier
Prado mostró numerosas diapositivas, sobre la tumba de un curaca
de la nobleza ayahuaca que vivió en el siglo III de nuestra era. La
tumba estaba en el cerro Aypate, lugar donde el Dr. Polía en años
anteriores hizo el descubrimiento científico de las famosas ruinas de
Aypate.
UBICACIÓN GEOGRÁFICA DE
LOS GUAYACUNDOS.
 LOCALIZACION

Al igual que los tallanes, las primitivas tribus que ocuparon el ámbito
geográfico de la actual provincia de Ayabaca y parte de la de Morropón,
todavía no podían ser llamados Guayacundos. Tuvieron que pasar muchos
siglos, para que tales tribus, por propia evolución y por la influencia de las
culturas vecinas ecuatorianas más desarrolladas, alcanzaron un nivel más
elevado y con características propias, lo cual ocurrió más o menos recién
en el año 200 A.C. El grupo étnico formado que ocupaba la actual
provincia de Ayabaca, eran los ayahuacas, que por los años 600 DC.
junto con los de Calúa y Caxas, formaron la Confederación de los
Guayacundos.
Los tallanes arrancan desde 500 a 700 DC y los Vicús entre 500 AC y
900 DC, por lo tanto hubo un período entre 500 DC y 1,100 DC, que
fueron contemporáneos, los tallanes, y los Guayacundos. Si los Vicús
hubieran existido hasta 1.100 DC como creen algunos, entonces las tres
naciones hubieran tenido un tiempo que fueron contemporáneas.
De ese modo por el año 1.400 DC. en la región de la sierra piurana
vivían, contemporáneamente con los tallanes, dos etnias diferentes: los
Guayacundos y los huancapampas. Entre ambas tenían tremendas
diferencias de niveles de desarrollo cultural.
El ámbito geográfico, sobre el cual se desarrollaron los Guayacundos
fue la totalidad de la provincia actual de Ayabaca, el norte de la provincia
de Morropón, el distrito de Tambogrande, parte del distrito de las Lomas, y
el distrito del Carmen de la Frontera, en la provincia de Huancabamba.
Limitaban, por lo tanto, por el norte con las tribus ecuatorianas de los
Malacatos y los Paltos. Por el sur con el territorio de los huancapampas y
los tallanes de Alto Piura, por el Este con los Bracamoros y por el oeste con
los Tallanes.
De acuerdo con el cronista Garcilaso Inca de la Vega y a la
denominación que a esa parte del territorio daban los incas, los
Guayacundos estaban integrados en tres provincias que eran: Caxas,
Ayahuaca y Calúa o Calvas.
 AREAS DE INFL UENCIA
El ámbito geográfico, sobre el cual se desarrollo la cultura de los
Guayacundos fue la totalidad de la Provincia actual de Ayabaca, el
norte de la Provincia de Morropón, el Distrito de Tambogrande, parte
del Distrito de las Lomas y el Distrito de Carmen de la Frontera, en la
provincia de Huancabamba.

 LIMITES DE TERRITORIO
El territorio de los Guayacundos limitaba por el Norte con los Paltas
Ecuador; por el Sur, con los Huancapampas; por el Este, con los
Malacatos (Ecuador) y Bracamoros (Jaén); y por el Oeste con los
Tallanes.
DESENVOLVIMIENTO CULTURAL DE
LOS GUAYACUNDOS

Los primeros grupos humanos que cruzaron el río Macará y la


quebrada de Espíndola, lo hicieron en tiempos muy remotos. Su
paso por diversos lugares fue marcado y dejaron sus huellas en los
petroglifos.
Esos grupos primitivos provenían de la selva amazónica, y
posiblemente en tiempos anteriores a la formación de la nación o
gran tribu de los jíbaro (o jívaro).
Por razones de proximidad y de una naturaleza que en la sierra y
sus valles interandinos presentaban mejores condiciones para la
vida, las corrientes humanas continuaron llegando a lo largo de los
siglos, y esas nuevas gentes, sin duda algunas, que tuvieron niveles
de vida no tan primitivos como los que correspondieron a los
primitivos pobladores de la sierra piurana.
Fueron, por lo tanto, tribus jívaras (o jíbaras) las que en forma
masiva ocuparon en sucesivas oleadas el área geográfica antes
mencionada.
En su avance, los jivaros sólo fueron detenidos por otros pueblos,
que sin duda, en esos tiempos, habían evolucionado más, como lo
eran los vicús y los tallanes. Hay que suponer que esos primeros
encuentros fueron violentos, pero no obstante que los jívaros
pudieron conquistar algún territorio a sus vecinos, fue incuestionable
que no pudieron avanzar más.
Ubicados ya en su área territorial, principiaron a organizar su
vida, estableciendo un comercio de trueque con sus vecinos.
Esos contactos contribuyeron, también, en mucho a un pronto
desenvolvimiento cultural y social de lo que serían los guayacundos.
Aportes muy importantes los recibieron de las tribus vecinas, sus
hermanos de sangre, como los paltos y malacatos del lado
ecuatoriano, lo que igualmente lograron un pronto desarrollo por los
contactos con las antiguas culturas que existían y se desenvolvían
al sur de Ecuador.
En el diccionario enciclopédico hispano americano, al tratar del río
Guayas, se asegura que debe su nombre a que en ese lugar, es
decir en su cuenca, existía un régulo llamado Guayas al momento de
la llegada de los conquistadores.
El cronista inca Garcilaso de la Vega, cuando se refiere a la
conquista de tres grandes provincias belicosas, y muy pertinaces,
por Túpac Yupanqui, dice:
“...pasaron los incas adelante a conquistar otras tres provincias
que también contienen en sí, muchas diversas naciones, empero al
contrario de las pasadas (se refiere el cronista a Huancabamba), que
vivían como gente política, tenia sus pueblos y fortalezas y forma de
gobierno, juntábamos a sus tiempos, para tratar del provecho de
todos. No reconocían Señor, pero de común consentimiento elegían
gobernadores para la paz y capitanes para la guerra, a los cuales
respetaban y obedecían con mucha veneración mientras ejercitaban
los oficios. Llámense estas tres provincias que eran la principales,
Caxas, Ayahuaca y Callua”.
El cronista Cieza de León manifiesta:
“En la provincia de Caxas había grandes aposentos y depósitos
mandados hacer por los Incas, y gobernador con números de
mitimaes, que tenían cuidado al cobrar los tributos. Saliendo de
Caxas se va hasta llegar a la provincia de Huancabamba, donde
están mayores edificios que en Calva”.
Es decir, si bien es cierto que los Guayacundos formaban una sola
etnia, y se podían distinguir dentro de ellas tres grandes provincias,
en cada una de éstas a su vez habían muchas tribus con sus
respectivos curacas, que se gobernaban con bastante autonomía.
Cuando el cronista dice que vivían como gente política, quiere
significar que habían alcanzado un apreciable grado de organización
social y política.
 DIALECTOS
Según los estudios realizados por Annie Marie Hocqueghem "los
dialectos hablados por las tres sub-etnias de los Guayacundos
pertenecen al grupo lingüístico de los jíbaros, al igual que sus vecinos
los Malacatos y los Paltas“.

 CREENCIAS
Los Guayacundos practicaron ritos de brujería con las que pretendieron
dominar al enemigo, la lluvia era considerada como una diosa y que
veneraban al espíritu de sus antepasados en las huacas, ubicadas
cerca de los cementerios o necrópolis de los Guayacundos. Sus rituales
incluían ofrendas de hachitas, cerámica y chicha a los dioses y al
espíritu de sus antepasados para que estos los beneficiaran con agua
para cultivar y para usarla en sus actividades cotidianas.
En los últimos estudios han sido encontrados unos ceramios zoomorfos
que representan serpientes de dos cabezas a las que Polía considera
como una deidad de los Ayahuacas.
Todos estos datos han llevado a los estudiosos a deducir que eran
hombres idólatras y supersticiosos. Como prueba de las
manifestaciones de sus creencias tenemos:
• Altar megalítico del cerro Cuchallín.
• Complejo arqueológico del Cerro de Culucán.
• Centro megalítico del cerro Colloma de Sicchez y centro megalítico
del checo en Chocán.

 TUMBAS DE LOS GUAYACUNDOS AYAHUACAS


Los Guayacundos enterraban a algunos de sus muertos en grandes
urnas de barro en forma de ollas, así como también utilizando tumbas
en fosa.
Los investigadores han encontrado necrópolis de este tipo en
Tamarindo, Amotape, Sullana y en la costa de Paita. También se
encontró este mismo patrón de enterramiento en Virú, en la Huaca la
Cruz, tierra del antiguo Chimú.
En la zona moche se cuenta con grandes tinajones de boca ancha que
sirvieron de sepultura. Algo similar tuvieron los Vicús – Moche y Vicús
– Tamarindo, que muestran evidencias de urnas en forma de vasija de
cuello roto .
En varios de los complejos ecuatorianos se repite este tipo de
sepulturas. Todo esto se deduce que no era propio del pueblo de los
Guayacundos, pero que si tuvieron influencia de las etnias de la
Amazonía y de las culturas ecuatorianas.

 TIPOLOGIA DE TUMBAS
Los enterramientos de los Guayacundos dependían de su nivel social.
Así, existían necrópolis para la clase social alta y otras para la baja. Si
se trataba de la gente del pueblo, se enterraba en San Bartolo de
Olleros, tierras abajo respecto a olleros de Ahuayco, que era la
necrópolis de nobles.

ARQUITECTURA
La vivienda de los Guayacundos fueron hachas de palos y tablas, esto es
explicado por la mayor parte de los autores como herencia de su origen
selvático. Por su adaptación al medio y a su entorno, algunas de estas
cosas estuvieron cubiertas con barro a manera de tabique, y otras con
paja. Estas estuvieron alejadas unas de las otras. Algunos
investigadores se apoyan en esto para afirmar que no existieron
ciudades Ayahuacas, y refuerzan el hecho de que fueron un
conglomerado.

Convivían con los animales que cuidaban dentro de las casas.

En lo que respecta a obras de uso público, los Ayahuascas fueron


grandes constructores de canales y represas de piedra, además de
terrazas, plazas, adoratorios y explanadas de las que aún no se tiene
mucha información, y a veces se desconoce el uso que les dieron los
Guayacundos.

Algunas de sus construcciones fueron: Las pircas de Samanguilla


ubicadas en Samanguilla (Ayabaca).

 LAS RUINAS DE AYPATE

 EL DESCUBRIMIENTO DE LAS RUINAS


La existencia de las ruinas se habían conocido desde hace mucho
tiempo, pero no se había hecho una descripción y menos un estudio
de las mismas. Todo estaba envuelto en la fantasía y en la
transmisión de leyendas y mitos de los campesinos del lugar, que
miraban al cerro con respetuoso temor. Los rebaños de los pequeños
ganaderos pastaban en las faldas del cerro, pero no se atrevían a
escalarlo y menos cuando llovía y la tempestad arreciaba sobre su
cumbre en un concierto de rayos, relámpagos y truenos. En esos
montes, el temor supersticioso aumenta por que el cerro se ponía
bravo, al decir de las gentes.
Ha correspondido al doctor Mario Polía, catedrático del curso de
arqueología de la universidad de Piura, el mérito del descubrimiento
científico de las ruinas de Aypate.
La profesora Ruth Rodrich Sarango, que acompañó a Polía en
varias expediciones que en forma especial visitó la región de
Samanga, hizo un breve relato de las seis expediciones que organizó
el catedrático Polía a Aypate.
La 1ra expedición se realizo en junio de 1971 y sirvió para
descubrir las ruinas y establecer que no se trataba de una simple
leyenda.
Con la seguridad de que las ruinas eran de gran importancia, ya
que cubrían un área de dos kilómetros cuadrados se gestionó la
autorización del Gobierno para continuar la labor de exploración. Con
la colaboración del Instituto Nacional de Cultura, pudo obtenerse la
resolución suprema N° 839 de noviembre de 1971 que autorizaba a
la universidad de Piura a efectuar las investigaciones arqueológicas.

 CINCO EXPEDICIONES MAS


Durante todo el año 1972 se hizo una intensa preparación para la
segunda expedición que al final pudo llevarse a cabo en el mes de
Diciembre. En esta oportunidad se estudio el camino de acceso a la
fortaleza, la gran explanada exterior que sirve como distribuidor a
sus diversas secciones, una escalinata de 42 gradas una pirámide
escalonada. Además se completó un Plano Topográfico.
En 1973 se realizo la tercera expedición que cubrió los meses de
Agosto y Septiembre, explorándose el valle de Samanga, y sus
misteriosos petroglifos que se les supone ser anteriores al periodo
de la dominación incaica, pues el Dr. Polía considera tiene
características chavinoides.
La cuarta expedición permitió descubrir una gran terraza o patio
rodeado de habitaciones, y lugares destinados a los centinelas y
vigilantes.
La quinta expedición sirvió para explorar la parte del camino de
los incas que pasa por Aypate y unía Ayabaca con Huancabamba.
La sexta expedición se realizó entre el 25 de julio y el 18 de
agosto de 1974, y contó con la colaboración de la misión
arqueológica de Italia, recorriendo todo lo anteriormente
descubierto. Los arqueólogos europeos, encontraron que los
constructores de la fortaleza de Aypate, se habían utilizado las
mismas técnicas arqueológicas que usaron los primitivos griegos y
romanos y que las cuevas de tipo funerario existentes en los cerros
que rodean Aypate y que se supone anteriores a la construcción de
la fortaleza tienen las mismas características que las necrópolis del
paleolítico europeo, sobre todo la forma de enterrar a los muertos a
los que se les colocaba bloques de piedra en la cabeza, pecho y
piernas para inmovilizar al difunto y evitar que por las noches salgan
del sepulcro.
 EL CAMINO DE ACCESO
El Dr. Mario Polía ha hecho la descripción completa de la ruina en
un folleto de la colección "Algarrobo" que editó la universidad de
Piura.
También describe el Dr. Polía, el camino de acceso a la fortaleza,
de lo cual se conservan muy bien, varias secciones.
El camino corre entre dos paredes de piedra. Por una de estas
paredes se va a la gran plaza desde la cual es posible llegar a las
diversas secciones o complejos de las ruinas. En la mencionada
pared, hay una abertura que el Dr. Polía cree ha sido originalmente
una puerta.
Llegado al camino a la primera sección de las ruinas, prosigue
hacia la cumbre del conjunto, para luego seguir por la parte alta de
los cerros a lo largo de varios kilómetros, de los cuales el explorador
Polía recorrió 3 Km.
El camino tiene un ancho de 5 metros, y el lado que da al valle, a
cuyos pies hay grandes precipicios, está guarnecido con muros de
piedra. Parte del piso del camino está pavimentado con losas de
piedra. Este camino conduce a un cerro llamado Granadillo.

 LA GRAN PLAZA CENTRAL


El camino conduce a una gran central, de donde es posible llegar
a las diversas secciones. Las ruinas se levantan sobre esta plaza y
sobre una segunda plataforma. Tras de esta plaza se encuentra una
cumbre de 50 metros de altura.
Tanto en la plaza como en la segunda plataforma, hay gran
cantidad de habitaciones y un mirador, desde el cual se domina todo
el valle. Es sin duda alguna el lugar de los vigías.
Las secciones principales, son dos conjuntos habitacionales y
plazas que el Dr. Polía llama complejo A y complejo B, y una
pirámide escalonada.

 EL COMPLEJO A
A la mitad del cerro, hay una especie de meseta, es la Plaza
Central, que puede dar fácil cabida a una gran cantidad de
personas.
Al fondo de esta plaza, pegado a la cumbre y hacia la izquierda,
hay dos plataformas superpuestas. Una escalera a 4 metros de
ancho, permite subir la segunda plataforma. Al fondo de esta
plataforma hay una muralla construida de piedras de tamaños
mediano sin labrar. Se conserva esta pared hasta 3 metros de altura
y tiene un espesor de 1.50 m. La pared tiene una puerta trapezoidal,
lo que delata la arquitectura incaica. Se encuentra enmarcada con
piedra muy bien pulida de granito rosado.
Esta parte permite el ingreso a la fortificación propiamente dicha,
por medio de un pasadizo con habitaciones a cada lado. A la
izquierda hay dos cuartos separados por un corredor. Un cuarto
tiene 20 x 9 metros y el otro 21 x 8 metros.
A la derecha hay un solo cuarto de forma irregular que tiene 19
metros de largo con un ancho de 8.50 por un lado y de 9.50 m por
otro.
La pared del fondo, hoy caída, debió ser parte de la muralla
exterior del fuerte
Los cuartos de la izquierda tienen puertas al lado opuesto del
pasadizo, las que conducen a un corredor que las bordea. Este
corredor parece haber estado limitado o protegido por un murito de
piedra que forma parte de la muralla exterior y permite también ver
el valle en toda su extensión. El murito, a la terminación de los dos
cuartos, conduce a una escalera de 42 gradas que lleva a una plaza
ubicada al lado derecho y a un nivel superior. La plaza tiene 51.50 x
41.50 metros.
A cada lado de esa escalera hay cuartos de grandes dimensiones
algunos de los cuales tienen puertas que dan a la plaza de arriba.
Tanto a la derecha como a la izquierda de la plaza, hay plataformas
a superior nivel. Las paredes en esta parte son de 1.10 metros de
espesor.
A continuación de cada cuarto grande de la derecha, empiezan
dos muros que conducen mas al interior y tiene 12 metros de largo.
El corredor formado conduce a otra plataforma que está a dos
metros de altura. Estos muros y la plataforma llevan a la izquierda
del frente. La plataforma parece ser un parapeto defensivo, para el
caso de que fuerzas atacantes hayan logrado ingresar a la fortaleza.

 EL COMPLEJO B
De la gran plaza central, parte un corredor que conduce al otro
conjunto de ruinas constituido esencialmente por otra plaza de 12 x
34 metros con tres habitaciones a cada lado. Cada habitación está
separada de la contigua por nichos estrechos. Las paredes que miran
a la plaza tienen 0.80 m de espesor y las del lado opuesto, que
están hacia fuera tienen 1.10 metros.
Al fondo de la plaza hay un gran cuadro de 12.20 x 8.90 m cuyas
paredes están constituidas por grandes bloques de granito rosado,
muy bien labradas y colocadas con mucha precisión, y exactitud. La
pared que da a la plaza, de estos cuartos, tiene un espesor de 0.85
m pero sólo está conservada a una altura de 1.50 m. Se comunica a
la plaza por medio de una puerta de forma trapezoidal. Ingresando a
este cuarto, se encuentra a la izquierda un pozo o tina, construido
con bloques de granito rosado muy pulido. Su profundidad es de
0.60m, su largo de 1.30 m y su ancho de 1.20 m. El fondo está
constituido por una sola losa de piedra, con un canal para la salida
del liquido. El pozo está parcialmente cubierto con otra losa. El
liquido al salir al exterior es conducido por medio de un canalito, a
un lugar situado bajo el piso.
Tanto en los cuartos de la derecha como de la izquierda, en su
parte exterior, hay andenes. Estos se prolongan hacia el fondo y
envuelven al cuarto grande de la tina. Detrás de los andenes, hay un
corredor de 1.70m de ancho limitado por una gruesa pared de 1.10
m de espesor que termina en un pequeño cuarto.

 LA PIRAMIDE
Hacia la izquierda de la muralla de la fortaleza y al fondo de la
gran plaza central se encuentra un promontorio formado por una
pirámide de base rectangular de tres plataformas que tiene por el
frente 4.20 mts. de altura y por atrás 6.70 mts. La base no es
regular, pues los lados miden 31.50 mts. de frente y31.70 m los
costados.
Una rampa de 4 metros de ancho y 15 de largo, conduce a la
cumbre de la pirámide del frente. La altura del 1er. Escalón es de
1,63 m y la del 2do. Escalón es de 1.50. La última plataforma
remata en una terraza de 20.70 x 23.70. En el centro hay un pozo
de 0.95 m x 5.75 m. La profundidad es de 0.85 siendo el fondo de
tierra.
 EL CERRO DE GRANADILLO
A 6 Km. de las ruinas de Aypate, está el cerro del Granadillo, que
tiene varias ruinas, tanto en sus faldas como en la cumbre.
El Dr. Polía exploró varias habitaciones construidas con piedras
toscas, dispuesta en largos y anchos andenes. La cumbre del cerro
está formada por un monolito enorme de cuarenta metros de alto, al
cual los habitantes del lugar llaman “piedra del chivo“ por la forma
que tiene. Se considera que también se le usó como mirador. En la
base del monolito se han podido descubrir pequeñas cavernas
naturales con huesos de seres humanos cuya antigüedad no se ha
llegado a establecer.

 IMPORTANCIA DE LAS RUINAS DE AYPATE


En Piura no se ha tomado aún conciencia de la importancia de las
ruinas de Aypate. Sin bien es cierto no pueden ser comparadas con
Macchu Picchu, sin embargo tienen gran similitud con ellas, por estar
levantadas en una elevada montaña.
El Dr. Polía planteó en el II Congreso Interamericano de
Arqueología Andina, la restauración de las ruinas. Pero no obstante
que creó interés en los círculos científicos, no se llego a ningún
resultado práctico por falta de financiación.
En 1977, se creó en Ayabaca el Comité de Desarrollo Turístico
bajo los auspicios de la Dirección Regional del Ministerio de Industria
y Turismo, pero tampoco se ha logrado nada decisivo.
En realidad, no se trata de falta de interés de los diversos
organizaciones, sino de las insuperables dificultades de carácter
económico. Ante todo se necesita una buena carretera a Ayabaca, lo
que ahora en más posible con la vía asfaltada de Sullana a Tina.
Luego es necesario hoteles u hosterías en la mencionada ciudad
serrana, y como es lógico la construcción de una carretera de
Ayabaca a Aypate.
La tarea de restauración de las ruinas es también bastante
grande pero no imposible. Previamente hay que hacer una labor de
limpieza y extirpación de la vegetación que todo lo invade.
Hay todavía mucho por descubrir y estudiar en Aypate. Así
tenemos que en los cerros circundantes, se construyeron andenerías
con fines agrícolas, lo que supone que hubo la necesidad de
alimentar a una numerosa población alojada en la ciudadela.
Un manantial, los proveía de agua, y hasta ahora se observa la
erosión que ha causado el liquido al caer sobre la roca, a la cual ha
desgastado.
Sin lugar a dudas, Aypate es el monumento antiguo más
importante que tiene el departamento de Piura.
En la provincia de Ayabaca, y en el centro de un triangulo
formado por las localidades de Cujaca, Olleros y las ruinas de
Ayabaca la Vieja, se encuentra el cerro de Aypate y en él las ruinas
de una ciudad de piedra, construida por los Incas, después de
conquistar la región.
El cerro en mención se encuentra al sud-este de la capital de la
provincia, ciudad de Ayabaca y la región está regada por una gran
cantidad de ríos y quebradas que van a desembocadura a la margen
derecha del Quiroz, siendo los más importantes los ríos Olleros y
Mangos.
El cerro de Aypate forma parte de un sistema montañoso de la
Cordillera Occidental de los Andes, y domina un ancho valle de 33
Km. de amplitud.
Para llegar de Ayabaca a Aypate era necesario hacer un recorrido
de 9 horas a lomo de mula, que es el animal más seguro para cruzar
montañas, y para pasar el río Mango. El cerro que se levanta a
2.916 metros sobre el nivel del mar está rodeado por una lujuriante
vegetación tropical, muy típica en la que no faltan los helechos.

 LOS PETROGLIFOS DE SAMANGA


Los monolitos son sumamente pesados y en ellos están cinceladas unas
figuras que no se sabe si representan a un animal o personaje zoomorfo
o humanoide. El citado personaje tiene la cabeza grande y redonda con
un solo ojo al centro. En la parte superior de la cabeza sólo tiene cuatro
pelos, no posee cuerpo y de la cabeza parten los brazos doblados hacia
arriba y toda la figura se sienta sobre piernas largas y rectas, con pies
también muy grandes.

Algunos vecinos de Tambogrande, aseguran que en Suyo hay piedras


similares.

En Paccha hay piedras sobre las cuales se han labrado y cincelado


semiesféricas del tamaño y forma de media toronja. También en el sitio
llamado Casanas, comprensión de Malingas, hay esa clase de piedras
con oquedades, que algunos estudiosos aseguran eran destinadas para
usos ceremoniales, vertiendo en ellos líquidos especiales destinados a
los sacrificios o al culto.

A partir de 1983, y por varios años, el párroco de Tambogrande, el


sacerdote inglés Pablo Stomhan, se intereso por los restos arqueológicos
de la región y adquirió 80 ceramios con los cuales inicio el Museo
Parroquial de Tambogrande. En una visita que hicimos al mencionado
religioso, nos mostró un objeto único en su clase. Se trataba de un
vaso pequeño de 10 cms. de alto por 3 cms. de diámetro, labrado con
motivos antiguos como orlas. El material sobre el cual ha sido labrado el
vaso es lo que llama la atención, pues es algo parecido al ónice.

También mostró el párroco una piedra muy lisa del tamaño de un huevo
de pata, en donde se había cincelado un pez. Con unas fotografías nos
hizo conocer los dos monolitos de Guaraguau y las piedras con
oquedades de Paccha.

Las primitivas tribus asentadas en la provincia de Ayabaca y al norte de


la provincia de Morropón, fueron desarrollándose y evolucionando en
forma tal, que cuando el Inca Tupac Yupanqui inició su reducción y
conquista, ya habían logrado un alto grado de evolución cultural, igual y
quizás superior al que por la misma fecha tenían los tallanes.

Al igual que los tallanes, los pobladores de la sierra en la época de las


conquistas incaicas, constituían por sus rasgos raciales y lingüísticos,
por su común origen y por sus usos y costumbres, una nación; pero no
habían formado un Estado unificado bajo una sola autoridad o mando.
Más bien estaban formados por diversos señoríos, que, en cierta forma,
formaban una confederación. Se trataba de la Confederación de los
Guayacundos de la que nos ocupamos más adelante.

ARQUITECTURA
 CONQUISTA POR EL INCA Y EXPULSION DE SU LUGAR DE ORIGEN.

Los mitimaes conocidos también como mitmaq eran grupos de familias


que el Estado inca trasladaba de un lugar a otro con fines militares o
de producción. Este destierro podía durar muchos años e incluso
afectaba a varias generaciones.
Los mitimaes deberían abandonar sus comunidades , soportar largas y
pesadas caminatas de traslado, edificar nuevas viviendas , rehacerse
de sus pertenencias y adecuarse a un suelo y clima diferentes y hasta
hostil.
Los historiadores afirman que durante el gobierno de Tupac Yupanqui
la capital Imperial llego a albergar a 100 mil mitimaes
aproximadamente. Entre ellos se encontraban los siempre rebeldes
huancavilcas ecuatorianos, los huancas , chimu, Guayacundos y otros.

EL SEÑOR DE OLLEROS
Esta podría ser considerada como la necrópolis de los nobles. En una de
estas tumbas se encontró al que los investigadores han llamado Señor
de Olleros.

El curaca o Señor de Olleros, fue enterrado junto a cuatro personajes


más. Estos eran sus servidores y guardianes cercanos, que lo
acompañarían hasta su vida en el más allá. En el caso concreto del
curaca, en una fosa doble enterraron en un lado a tres personajes y en
el otro (separado por una sola pared) al curaca con su acompañante.

Los personajes acompañantes fueron enterrados en posición fetal, sin


ajuar funerario, salvo dos aretes de cobre en forma de anillos. Junto a
ellos colocaron aquellos objetos que les pudiesen ayudar en el servicio
de su señor, como caracoles con boquillas de cobre o estólicas con
manijas de cobre.

Al enterrar a los sirvientes del curaca, se tuvo especial cuidado de


ponerlos en fosa distinta de su Señor, ya que no tenían el mismo nivel
social. También se aseguraron de que, después de la muerte, las almas
de los sirvientes siguieran atendiendo a su Señor. Con este fin,
colocaron encima de la fosa grandes piedras traídas desde la quebrada,
superponiendo a su vez cuatro gruesas capas de arcilla apisonada. De
este modo, los aislaban del mundo exterior y les ayudaban a
permanecer al lado de su Señor.

El acompañante del personaje principal fue un joven enterrado en


cuclillas, con dos aretes de cobre en forma de anillo como ajuar
funerario. Este era el servidor principal, que se enterró en la misma fosa
del curaca y a su lado. Podía disfrutar de bienes de su Señor, así como
servirle directamente en la otra vida.

El Curaca de Olleros por ser el Señor Principal, tiene el privilegio de ser


enterrado acostado con su rico ajuar funerario.

CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA

You might also like