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GESTIÓN EMPRENDIMIENTOS

GESTION

El concepto de gestión hace referencia a la acción y a la consecuencia de administrar


o gestionar algo. Al respecto, hay que decir que gestionar es llevar a cabo diligencias
que hacen posible la realización de una operación comercial o de un anhelo
cualquiera. Administrar, por otra parte, abarca las ideas de gobernar, disponer
dirigir, ordenar u organizar una determinada cosa o situación.

La noción de gestión, por lo tanto, se extiende hacia el conjunto de trámites que se


llevan a cabo para resolver un asunto o concretar un proyecto. La gestión es también la
dirección o administración de una compañía o de un negocio.

Partiendo de dichas acepciones podríamos utilizar como frase que dejara patente las
mismas, la siguiente: Pedro ha sido ascendido dentro de su empresa como
reconocimiento a la magnífica gestión que ha realizado al frente del área en el que se
encontraba trabajando.

Importante es subrayar que la gestión, que tiene como objetivo primordial el conseguir
aumentar los resultados óptimos de una industria o compañía, depende
fundamentalmente de cuatro pilares básicos gracias a los cuales puede conseguir que se
cumplan las metas marcadas.

En este sentido, el primero de los citados puntales es lo que se reconoce como


estrategia. Es decir, el conjunto de líneas y de trazados de los pasos que se deben llevar
a cabo, teniendo en cuenta factores como el mercado o el consumidor, para consolidar
las acciones y hacerlas efectivas.

El segundo pilar básico es la cultura o lo que es lo mismo el grupo de acciones para


promover los valores de la empresa en cuestión, para fortalecer la misma, para
recompensar los logros alcanzados y para poder realizar las decisiones adecuadas. A
todo ello, se une el tercer eje de la gestión: la estructura. Bajo este concepto lo que se
esconde son las actuaciones para promover la cooperación, para diseñar las formas para
compartir el conocimiento y para situar al frente de las iniciativas a las personas mejores
cualificadas.

El cuarto y último pilar es el de la ejecución que consiste en tomar las decisiones


adecuadas y oportunas, fomentar la mejora de la productividad y satisfacer las
necesidades de los consumidores.

Es importante resaltar que existen distintos tipos de gestión. La gestión social, por
ejemplo, consiste en la construcción de diferentes espacios para promover y hacer
posible la interacción entre distintos actores de una sociedad.

La gestión de proyectos, por su parte, es la disciplina que se encarga de organizar y de


administrar los recursos de manera tal que se pueda concretar todo el trabajo requerido
por un proyecto dentro del tiempo y del presupuesto disponible.
Otro tipo de gestión es la gestión del conocimiento (proveniente del inglés knowledge
management). Se trata de un concepto aplicado en las organizaciones, que se refiere a la
transferencia del conocimiento y de la experiencia existente entre sus miembros. De esta
manera, ese acervo de conocimiento puede ser utilizado como un recurso disponible
para todos los integrantes de una misma organización.

Por último, cabe destacar que la gestión ambiental abarca el grupo de tareas enfocadas
al control del sistema ambiental en base al desarrollo sostenible. La gestión ambiental
es una táctica por medio de la cual se establecen acciones de perfil antrópico que
influyen sobre el ambiente a fin de conseguir una calidad de vida óptima

EMPRENDIMIENTO

Se trata del efecto de emprender, un verbo que hace referencia a llevar adelante una
obra o un negocio. El emprendimiento suele ser un proyecto que se desarrolla con
esfuerzo y haciendo frente a diversas dificultades, con la resolución de llegar a un
determinado punto.

El uso más habitual del concepto aparece en el ámbito de la economía y los negocios.
En este caso, un emprendimiento es una iniciativa de un individuo que asume un riesgo
económico o que invierte recursos con el objetivo de aprovechar una oportunidad que
brinda el mercado.

El sujeto que inicia un negocio o que crea una pequeña empresa por su propia iniciativa
se conoce como emprendedor. En épocas de crisis, los emprendimientos suelen
representar una salida (o, al menos, una posibilidad de crecimiento) para las personas
que se encuentran en situación de desempleo.

Los expertos sostienen que los emprendedores deben contar con ciertas capacidades
para tener éxito: flexibilidad, dinamismo, creatividad, empuje, etc. Se trata de valores
necesarios ya que los emprendimientos se enfrentan a todo tipo de dificultades y quien
los impulsa debe estar en condiciones de adaptarse a una realidad cambiante. Cabe
mencionar que el trabajo en equipo suele ser el mejor camino a la hora de impulsar un
proyecto, ya que potencia las virtudes de cada integrante.

Todo emprendimiento nace de una idea que, por diversas razones, despierta en una o
más personas el interés suficiente como para embarcarse en un arduo e incierto viaje
que tiene como objetivo hacer realidad dicha idea. En la actualidad, gracias a las
posibilidades que brinda la tecnología, no siempre es necesario contar con dinero para
emprender un negocio; pero ciertos elementos, tales como la voluntad, la perseverancia
y la determinación, siguen siendo indispensables.

Uno de los errores más comunes por parte de los emprendedores primerizos es
pretender obtener ganancias durante los primeros dos o tres meses. Dependiendo del
rubro, y asumiendo que se realizan todos los esfuerzos necesarios en todos los aspectos
posibles, los resultados positivos comienzan a verse pasados los seis meses, aunque
muchas veces es necesario un año de actividad ininterrumpida.
Es por esto que un buen emprendimiento solo existe si lo encaran personas decididas a
enfrentar la adversidad y a seguir luchando sin excepción, tanto contra los reveses de la
economía como la falta de lealtad de la competencia.

Una de las claves del éxito en la vida, dentro y fuera de los negocios, es entender y
aceptar que el planeta es de todos o, dependiendo de la perspectiva, que no es de nadie.
La creación de una empresa no siempre es una experiencia grata; muchas veces, no se
recibe una recompensa acorde con el esfuerzo depositado, y es importante saber que
esto puede ocurrir, especialmente cuando alguien con más recursos se interpone entre
nosotros y nuestros sueños.

Los emprendimientos más destacados suelen tener en común un alto grado de


creatividad, de innovación, muestran ideas que no habían sido explotadas antes o las
usan en un campo diferente al que se acostumbra. Por lo general, vale más la
originalidad que el dinero, el ingenio que los estudios de marketing, así como también
ser oportuno que precabido. Una buena idea, trabajada durante años, pulida, que llega al
mercado demasiado tarde puede pasar desapercibida; por otro lado, un producto
mediocre en el momento justo puede convertirse en un éxito rotundo.

Más allá de los negocios, un emprendimiento es una acción o campaña que requiere
de mucho esfuerzo. Por ejemplo: “El equipo fracasó en su emprendimiento por tierras
africanas pero la gente supo reconocer su entrega y sacrificio”, “El emprendimiento
llegó a buen puerto y la organización junto varias toneladas de alimentos no
perecederos”

2.- ESPIRITU EMPRENDEDOR

Es aquella persona que se atreve a llevar a cabo su idea empresarial teniendo un espíritu
especial que debe cultivar y fortalecer debido a lo difícil que resulta esta experiencia.

La función específica de los emprendedores es la capacidad para tomar los factores de la


producción -tierra, trabajo y capital- y usarlos para producir bienes o servicios nuevos.
El emprendedor percibe oportunidades que otros ejecutivos de empresas no ven o no les
interesan.

Algunos emprendedores usan información, al alcance de todos, para producir algo


nuevo.

"Básicamente, el emprendedor detecta una necesidad y, después, reúne la mano de obra,


los materiales y el capital que se necesita para satisfacer esa necesidad." En esencia, un
emprendedor crea una organización como medio para ofrecer algo nuevo a los clientes,
empleados u otros grupos de interés

GENERACIÓN DE IDEAS PARA NUEVAS INICIATIVAS DE NEGOCIO

Las ideas de negocio derivan generalmente de una o varias fuentes. Lo importante es


que, como emprendedor, sigas un método para examinar adecuadamente todas las
fuentes posibles. De este modo, darás con la idea de negocios adecuada para
encaminarte al éxito empresarial. Aquí te presentamos siete fuentes principales que, a
su vez, derivan de dos guías básicas, que tienen que ver con la capacidad para crear
ideas y para reevaluar aquellas que otros ya han propuesto.

1. Formación académica. Es natural que una persona que ha realizado estudios


determinados en una especialidad quiera ejercer su profesión. Así, un abogado desea
colocar un despacho de abogados y un dentista su consultorio.

2. Experiencia profesional y laboral. El conocimiento y la información de un


determinado sector, así como contar con habilidades técnicas y operativas basadas en la
experiencia, puede ayudar a definir oportunidades de negocios. El cocinero que ha
trabajado durante años en un restaurante, abre el suyo propio; la estilista que ha
trabajado en varias peluquerías, decide poner su salón de belleza, etc.

3. Cambios sociales del entorno. En nuestra sociedad donde los requerimientos y


necesidades de la población son un cambio constante, la generación de ideas
innovadoras permite la supervivencia y el origen de nuevas organizaciones. Por
ejemplo, ante la incorporación de la mujer al mercado laboral, se han desarrollado
empresas que cuidan niños; asimismo al encontrarse tanto el padre y madre de familia
trabajando, se han implementado casas al cuidado de las personas de tercera edad.

4. Diversidad de formas de entretenimiento. La demanda de actividades de ocio,


culturales y artísticas de buena calidad, ha generado una variedad de negocios,
enfocándose en un segmento específico. Por ejemplo, empresas dedicadas a la
enseñanza de técnicas de navegación, agencias y centros de turismo rural, hospedajes en
casas rurales, talleres de artesanía, salas de exposiciones de arte, shows a fiestas
infantiles, etc.

5. Desarrollo de nuevas tecnologías. Internet ha estimulado a la creación de diversas


formas de hacer negocio. Empresas que emplean la red como medio de trabajo, el
comercio electrónico, los mercados virtuales, publicidad online, etc.

6. Especialización mediante la tercerización. En la actualidad, las empresas deciden


enfocarse en lo que mejor saben hacer, por lo que ofrecen servicios especializados a
otras para cubrir áreas específicas. Empresas de producción de bienes finales
(alimentos, vestimenta, etc.), negocios que brindan seguridad, limpieza, logística,
informática, etc.

7. Publicaciones especializadas. Puedes utilizar revistas, publicaciones especializadas,


secciones de negocios en los periódicos y sobre todo Internet para encontrar ideas de
negocios.
7 pasos para generar ideas de negocio
por Alfonso Prim

A veces nos surgen ideas de negocio innovadoras sin quererlo y otras, por más que nos
estrujamos la cabeza, no conseguimos hacer brotar ni una sola. Por nuestra experiencia
sabemos que generar ideas de la nada es complicado, así que vamos a dedicar este post
a ofrecer un proceso que nos puede ayudar a descubrir fuentes para generar ideas
innovadoras para construir negocios rentables.

Por supuesto, la creatividad es una herramienta fundamental, y técnicas para generar


ideas existen muchísimas, así que no vamos a tratar técnicas de creatividad, si no otro
tipo de procesos, que basados en creatividad activarán nuestra mente como si fuera una
fuente para generar ideas innovadoras para desarrollar negocios.

Si nos ponemos a pensar en frío, es difícil que surjan, así que para poder empezar por
algo, proponemos estos 7 pasos con dinámicas para generar ideas:

Índice de contenidos

1.- Identificar un segmento de cliente atractivo relacionado con nuestras ideas de


negocio innovadoras

2.- Encontrar qué problemas tiene nuestro segmento de cliente

3.- Generar gran cantidad de problemas con Gamestorming

4.- Lienzo de Propuesta de Valor y Early Adopter

5.- Proponer soluciones a los problemas detectados

6.- Identificar beneficios y seleccionar la solución más apropiada

7.- Salir a la calle y hablar con los clientes (get out of the building)

1.- Identificar un segmento de cliente atractivo relacionado con nuestras ideas de


negocio innovadoras

Pensar en un segmento de cliente objetivo, un cliente con quien nos apetezca trabajar,
conocer, y empanizar. A veces ocurre que pensamos en clientes cuyo perfil dista tanto
de nuestros gustos, aficiones, comportamientos o ideales, que nos resulta muy
complicado identificarnos con ellos. Por tanto, el primer paso es encontrar un segmento
de cliente que nos resulte atractivo y concretarlo al máximo, para poder tener claro
quién es ese cliente y empatizar con él.

Pensando en el cliente objetivo es como se generan las ideas de negocio con más
probabilidades de éxito.
Ejemplo: Parejas de entre 30 y 40 años, con hijos pequeños de entre 3 y 10 años, que
trabajan y no tienen tiempo para hacer deporte. Es un segmento de clientes lo
suficientemente específico como para poder trabajar con él.

2.- Encontrar qué problemas tiene nuestro segmento de cliente

En esta fase lo que queremos es encontrar problemas de nuestro segmento de clientes,


que son el punto de partida de muchas metodologías, como por ejemplo, lean startup. Es
el momento de empezar a generar ideas innovadoras. Pero el primer paso para saber
“cómo se generan las ideas de negocio“, pasa por no centrarnos en soluciones, lo que
buscamos en esta fase son problemas. Qué problemas creemos que tiene nuestro
segmento de cliente y para ello, emplearemos algunas técnicas, como por ejemplo la
técnica del gamestorming.

3.- Generar gran cantidad de problemas con Gamestorming

La técnica del Gamestorming tratada en profundidad en un post anterior, nos ayuda a


generar ideas innovadoras siguiendo el mismo proceso creativo que sigue nuestro
cerebro. Además las técnicas de Gamestorming nos permiten poner en práctica juegos
para generación de ideas.

Aquí os mostramos las fases para generarlas.

• En la primera fase, partiendo de un reto creativo, vamos generando ideas en un


proceso divergente. Es la fase de calentamiento de nuestro cerebro, como si se tratara de
un deportista que debe realizar una competición. Para el calentamiento, se proponen
algunos juegos creativos.

• En la segunda fase, lo que se hace es explorar, generar más ideas, cuantas más
mejor, ordenarlas, clasificarlas, establecer relaciones,…

• En la tercera fase, lo que hacemos es un proceso convergente, para seleccionar


las ideas y quedarnos finalmente con las mejores.

En cada una de las fases se emplean diferentes técnicas de creatividad, que nos permite
abrirnos a un pensamiento divergente, de generación de idea de negocio, un proceso de
exploración y finalmente el filtrado de las mismas. Las técnicas para cada una de las
fases se pueden ver en el siguiente enlace.

4.- Lienzo de Propuesta de Valor y Early Adopter

Con el lienzo de propuesta de valor y Early Adopter, lo que hacemos es empatizar con
los clientes, conocer qué comportamientos tienen, qué objetivos desean cumplir, qué
acciones realizan y qué problemas les provocan esas acciones.

Generalmente, los problemas son los que hemos generado en la fase anterior, pero a
veces se generan nuevos, simplemente por el hecho de poner nombre y apellidos a los
clientes objetivo. Es un proceso que merece la pena realizar. (Puedes descargar el lienzo
de Propuesta de valor y Early Adopter en nuestra página de recursos)
El lienzo de propuesta de valor, se centra en dos casillas fundamentales del lienzo de
modelo de negocios de Osterwalder. Las casillas de clientes y propuesta de valor. Al
comienzo de cualquier idea, son las partes fundamentales del modelo de negocio,
porque sin clientes o sin propuesta de valor, no hay negocio.

(Puedes descargar el lienzo de modelo de negocio en pdf en nuestra página de recursos


para emprendedores )

5.- Proponer soluciones a los problemas detectados

Una vez tenemos clientes objetivo y problemas que resolver, lo que hacemos es
encontrar soluciones que satisfagan a esos clientes. El proceso de generación de
soluciones (que derivarán en ideas innovadoras para empresas) se puede basar de nuevo
en la técnica del Gamestorming, y por supuesto la herramienta estrella en todo proceso
de creatividad son los Postits.

No olvidemos que las soluciones ideadas estarán basadas en problemas que nosotros
hemos pensado que existen, pero eso no quiere decir que existan de verdad. Para
comprobarlo deberemos pasar la punto 7.

6.- Identificar beneficios y seleccionar la solución más apropiada

Identificar beneficios es importante para realizar una selección de todas las ideas que
hemos tenido para solucionar los problemas. Elegiremos la solución o soluciones que
más beneficios aporten o que resuelvan los problemas más acuciantes de nuestros
clientes. El proceso de selección es mejor realizarlo con los miembros del equipo,
porque es mejor tener diferentes perspectivas para elegir la mejor opción.

7.- Salir a la calle y hablar con los clientes (get out of the building)

Salir a hablar con los clientes es el paso fundamental para comprobar si todo lo que
nosotros hemos ideado se cumple en realidad. La mayoría de los procesos fracasan
porque los emprendedores con una buena idea de negocio se quedan sin realizar este
paso, sin comprobar si sus ideas se fundamentan en necesidades reales. Es necesario
comprobar las hipótesis de partida, antes de lanzarnos a construir un prototipo, invertir
tiempo, dinero e ilusión en un proyecto que quizá no merezca la pena.

Por lo tanto, como solemos aconsejar, el estudio de mercado debes hacerlo tú mismo.
Tú eres quien debe hablar con los clientes. Tú eres quien debe hacer la entrevista de
problema.

Y por supuesto como último paso es fundamental saber cómo presentar una idea de
negocio, como paso clave para conseguir financiación, inversores y sobre todo clientes.
¿Por qué generar ideas innovadoras de negocios?
Por:

Beatriz Elena Ángel Álvarez *

Resumen

En este artículo se resalta la capacidad que debe tener el administrador para generar
nuevas propuestas de negocio, haciendo un recorrido por el tema del emprendimiento, la
dinámica actual del mundo organizacional y algunos aspectos a tener en cuenta para la
generación de ideas de negocio. Se ve cómo la interacción de estos aspectos puede ser la
base para empresas más sólidas y perdurables en el tiempo.

Introducción

La administración es por excelencia la disciplina social que realiza el seguimiento y


control a la organización; sin embargo, quienes estudian las técnicas administrativas
deben estar en capacidad no sólo de hacer el seguimiento y gestión de las empresas
existentes, sino también de llegar a crear nuevas empresas o nuevas formas de negocio a
partir de las ya existentes, ya que los administradores son capaces de ver de forma
holística la interacción entre los recursos de los cuales dispone la empresa, sin perder de
vista los detalles que se requieren en el uso de cada uno de ellos, los requerimientos e
impacto en cada área y las consecuencias sociales de las decisiones.

En la empresa son muchos los factores que inciden en su ambiente interno y externo y
sus relaciones, las cuales favorecen o no el desarrollo competitivo del negocio y su
capacidad de respuesta frente a sus clientes. En términos de competitividad, es
importante reconocer diferentes aspectos como: el socio-cultural, el tributario y el
político-económico, que influyen y condicionan el ambiente externo. Pero el
administrador en su quehacer, debe considerar además los factores internos como el
recurso humano, la tecnología y la capacidad de emprendimiento, en la permanente
búsqueda de satisfacer las necesidades del mercado, y las exigencias que demandan las
nuevas tendencias administrativas, basadas en el conocimiento y en el desarrollo de
habilidades de emprendimiento.

Como consecuencia de esta combinación de elementos, las empresas han tenido que
analizarse internamente y revisar en qué medida se relacionan los aspectos
organizativos internos con la situación externa, y cómo esto incide en el desempeño de
sus actividades, buscando formas de competir para dar respuesta a las necesidades del
medio.
Sin embargo, para que el administrador hoy pueda integrar estos diferentes elementos,
pero además realice propuestas competitivas a través de la generación de nuevas ideas
de negocio, es necesario que conozca a fondo los componentes necesarios para la
elaboración de un proyecto empresarial y con base en estos, realizar nuevas
investigaciones que sirvan para el mejoramiento continuo de las empresas y sus
gestiones.

Estas investigaciones deben responder además al cumplimiento de las expectativas del


mercado, que cada vez se hacen más exigentes, y a los agentes reguladores de las
políticas económicas empresariales a nivel nacional e internacional, en un mercado
ampliado como consecuencia de la globalización.

Este artículo busca ser referencia, a partir de los conocimientos previos, sobre la forma
como se desarrollan las ideas y por qué son importantes, como una necesidad de
fortalecer el emprendimiento en el recurso humano para asegurar la competitividad ante
los cambios permanentes del entorno, ya que las empresas hoy no necesitan
profesionales para cubrir vacantes, sino para generar propuestas, conocimiento y
riqueza, que brinden soluciones a los problemas existentes, a través de la
generación permanente de nuevas propuestas.

La función del emprendedor en el éxito de los proyectos

La inquietud en el tema de emprendimiento surge al analizar el alto porcentaje de


proyectos empresariales que nacen en nuestro país, y que no logran alcanzar su
desarrollo y éxito esperado, teniendo en cuenta además las solicitudes del mercado en
términos de ofertas diferentes a las ya existentes. En la actualidad existen múltiples
factores inherentes a la problemática social y económica del mundo y más aun, por las
tendencias globalizadoras que rigen la economía mundial, que exigen cada vez más a
los administradores y líderes de las empresas un desempeño superior en el tema de
emprendimiento, a través del desarrollo de habilidades creativas, que les permitan
convertirse en propuestas innovadoras.

Existen quizá muchas oportunidades para crear nuevas empresas o inclusive nuevas
formas de negocio, pero muy pocas son las que logran consolidarse como empresas
maduras, que cobijen las características indispensables de competitividad y
productividad que hoy el medio exige, con una óptima estructura, tanto en su
proyección como en su desarrollo, para incursionar en el mercado externo. Y es que no
se puede pensar hoy en crear una pequeña o mediana empresa con la visual de llegar tan
sólo a un alcance de competitividad local, ya que la realidad que se nos presenta es
indiscutiblemente exigente y determinante, que obliga a enfrentar mercados
internacionales a través de estrategias propias para dicho contexto.

Esta situación se convierte en una problemática para todos los emprendedores y


visionarios del país, que aunque en muchas circunstancias cuentan con capital y un
proyecto, no bastan sólo con ello para asegurarse el éxito, pues se requiere además
prever la dinámica en términos de competitividad, con el fin de generar valor agregado
a las alternativas de solución para la problemática que las empresas nacientes
presentan..
Por lo tanto, es aquí donde surge la importancia que tiene el emprendedor, ya que es él
quien a partir de la concepción de una idea, es capaz de materializarla hasta convertirla
en una empresa o en mejores propuestas para las ya existentes, combinando los
elementos creativos con los técnicos en busca del éxito. Como lo dice Andy Freire en su
libro “Pasión por Emprender” (FREYRE, 2005,7), donde plantea el hecho de que el
emprendedor conforma la columna principal para el éxito de cualquier proyecto.

La dinámica actual del mundo organizacional

Para Álvaro Rojas (ROJAS, 2008) el mundo contemporáneo y las dinámicas actuales en
los diversos contextos organizacionales, exigen la formación interdisciplinaria de
profesionales capaces de establecer una visión holística de las realidades sociales. Por lo
tanto, es necesario aportar al medio empresarial habilidades para aprovechar las
alternativas que brinda el entorno, que aunque interpretadas por algunos como
problemas, constituyen una opción para los administradores de hoy, que enfrentan
factores de tipo socioeconómico, cultural, ideológico y político que inciden en el
desarrollo organizacional y que, por lo tanto, hacen parte de los desafíos actuales en la
construcción de modelos de desarrollo sostenibles y sustentables.

En cuanto al perfil que el administrador hoy debe poseer para ser competitivo, se
encuentran las habilidades como emprendedor, pero además como lo cita Álvaro Rojas
(ROJAS,2008) “la capacidad crítica y propositiva, el pensamiento estratégico, que le
permita afrontar los cambios sociales, laborales y culturales; comprender y mejorar los
procesos y modos de la organización tanto en su interior como en su medio externo;
capacidad de entender el entorno organizacional, hacia la identificación de las
necesidades y estrategias pertinentes, en pro de la armonización de las relaciones
organizacionales con actores internos y del entorno”.

Debido a esta serie de relaciones, y con el fin de combatir la problemática que vivimos
en nuestro país de carencia de actitudes de emprendimiento donde actualmente el
cambio del entorno es más acelerado que el cambio dentro de las empresas, es necesario
repensar la forma de actuar en nuestras organizaciones con el fin de generar ideas y
propuestas que las dinamicen y que enriquezcan de forma permanente la innovación a
través del recurso humano.

Cómo generar ideas de negocio

La pregunta que surge a continuación es: ¿cómo generar ideas creativas y rentables de
negocio?; al respecto James Collins y Jerry Porras (COLLINS y PORRAS, 1995)
describen cómo las ideas provienen de la capacidad de soñar, de ver lo que otros ni
siquiera notan y esta capacidad solamente la tienen las personas. Las ideas surgen todo
el tiempo de una manera tan natural que ni siquiera se percibe. Donde todo ser humano
tiene muchas ideas sobre muchas actividades, algunas no conducen a nada; otras en
cambio pueden llevarse a una realidad, a un invento o a ser millonario.

Existen muchos caminos para lograr una idea de negocio. Para esto debe seguirse el
proceso de manera consciente, dejando fluir la creatividad y generando muchas
alternativas. Dicen Collins y Porras (COLLINS y PORRAS, 1995) “nada más peligroso
que una idea, cuando es la única que se tiene”.
Para encontrar nuevas ideas de negocio se pueden utilizar diferentes estrategias, entre
ellas podemos destacar el ejercicio de identificar los problemas, las necesidades y/o los
deseos para el hallazgo de nuevas ideas. Mirémoslos con más detenimiento:

Encontrar ideas a través de los problemas, se da por situaciones que se enfrentan y se


viven diariamente. Por ejemplo, el problema de la inseguridad genera una serie de
oportunidades de negocios como rejas de seguridad, alarmas, compañías de vigilancia.
Otro ejemplo muy claro es la falta de tiempo y de personal para el trabajo doméstico.
Este problema genera oportunidades claras como son la producción de alimentos
congelados, comidas preparadas, restaurantes que prestan sus servicios a domicilio,
servicios temporales, productos desechables(1).

La segunda forma, es a través de las necesidades que nacen por los cambios propios de
la sociedad, ya que todos los días las personas enfrentan nuevas necesidades, unas más
importantes que otras, y que se convierten en nuevas oportunidades para los
empresarios.

La diferencia entre las necesidades y los problemas, es que las necesidades insatisfechas
se convierten en problemas. Collins y Porras (COLLINS y PORRAS, 1995) consideran
que existen 2 tipos de necesidades: las vitales, como los alimentos, la salud, la
educación, el transporte, la comunicación, el hogar; y las no vitales, que se vuelven muy
apreciadas por el ser humano, pues brindan comodidad y satisfacción, como un
software, el teléfono celular, el aire acondicionado, las calculadoras, entre otros.

Las ideas de negocio surgen entonces de las necesidades que no están atendidas o de
aquellas cuyos productos o servicios existentes no las atienden de la mejor manera.

Y la tercera forma de generar ideas de negocio, es a través de los deseos que


corresponden a aquellas cosas que aunque la gente puede necesitar, al mismo tiempo
puede vivir sin ellas; y a diferencia de las necesidades o los problemas, el deseo puede
implicar algún tipo de sacrificio al momento de obtenerse. Por ejemplo, vestirse es
considerado una necesidad, pero se convierte en un deseo cuando lo determina el uso de
una marca o con una moda específica. Transportarse es también una necesidad, pero
tener un medio de transporte propio como un carro, un avión particular, un bote, se
convierten en un deseo.

También es importante entender las diferencias culturales, sociales y religiosas al


momento de definir la diferencia entre los problemas, las necesidades y los deseos de un
grupo específico de personas, ya que algunas ideas pueden parecer originales o
atractivas en un contexto, mas no llegar a serlo en otro; por lo tanto, es necesario saber
tomar cada idea y complementarla con una potente dosis de imaginación y creatividad.

Para llegar a generar ideas, es necesario aprender a identificar comportamientos, modas,


necesidades y descontentos que se están volviendo comunes, mirar los detalles
pequeños, analizar lo obvio, analizar ideas que fueron ensayadas y no funcionaron,
combinar ideas, conseguir información que es desconocida por la mayoría, hablar con
muchas personas, preguntar mucho, leer revistas, periódicos y revistas dedicadas a
negocios, y analizar nuevas formas de hacer las mismas cosas.
Identificar entonces la oportunidad de negocio a partir de los deseos puede ser más
difícil, pues estas oportunidades son menos obvias y requieren más esfuerzo del
empresario. No basta con reconocer las ideas: es importante llegar a definir cómo éstas
sean, además de creativas, rentables y cómo sacar el máximo provecho a una idea de
negocio.

“Pensar” o “Reflexionar” las ideas, incluye salir sin temor de los límites de lo ya
conocido, romper con lo preestablecido, con lo que existe, con lo que “debe ser así”.
Las limitaciones las decide cada persona, se encuentran escondidas en la mente; la
creatividad, el desafío a lo convencional es lo que permite que hoy se hayan cambiado
carros tirados por caballos, por diversidad de sistemas de transporte más rápidos y
cómodos.

Collins y Porras (COLLINS y PORRAS, 1995) opinan: “La primera persona que debe
creer en la iniciativa es quien la genera. Una fuerte autoestima con mucho trabajo y un
poco de terquedad, son receta suficiente para comenzar el escarpado camino de los
emprendedores”.

Por su parte, Gustavo Escobar y Juan Diego Isaza (ESCOBAR e ISAZA, 1998)
consideran que: “son muchas las personas que tienen una idea de negocio. Se han
escuchado historias de personas a las que se les ocurre una idea, pero por diversas
razones se la pasan postergándola hasta que llega el día que esa misma idea se ilumina
en la mente de otra persona que la lleva a ejecución”.

Se hace indispensable también la capacidad de acción para llevar una idea a la práctica,
ya que requiere arriesgarse a hacer realidad un proyecto. Sin embargo es necesario
reconocer que el primer paso, el de la identificación de la idea, es el más importante,
pues a ese le siguen los demás. La experiencia señala que todos y cada uno de los
empresarios hoy exitosos, tuvieron en común la capacidad de actuar y empezar a hacer
real ese sueño de hacer empresa y no se dieron por vencidos ante la primera derrota.

Sin embargo, no basta sólo con generar las ideas y con medir que éstas sean creativas y
rentables; éstas deben someterse al análisis de la idea, en donde se busca identificar los
elementos básicos para la transformación de la misma en la oportunidad de una
actividad empresarial. Esta fase se debe realizar antes del plan de negocios, con el
objetivo de saber si la idea desarrollada es capaz de soportar el análisis previo del
equipo de trabajo y de los conocedores del tema.

Toda idea de empresa debe evaluarse, para lo cual es necesario tener la mayor
información posible, no sólo para establecer si merece la realización de un plan de
negocios, sino también para saber si vale la pena mantenerla en el listado de ideas, en
donde se revisa la existencia o no de elementos básicos pero fundamentales del futuro
negocio. En cualquier caso, cada emprendedor debe estar convencido de las bondades
de la idea, sin caer en excesivos optimismos, después de analizar sus componentes
básicos, los cuales se puede decir que son los mismos del plan de negocios, pero sin
medir elementos cuantitativos. Estos componentes básicos, son:
El producto o servicio: ¿Qué es? ¿Qué se hace?

El mercado: ¿Para quién se hace? y ¿Cómo se vende?

El proceso productivo: ¿Cómo se hace? y ¿Cuánto costaría hacerlo?

El equipo humano: ¿Quiénes ponen el proyecto en marcha?

La financiación: ¿Cómo se adquieren los medios o recursos necesarios?

Es difícil conseguir, al inicio de la generación de la idea empresarial, el equilibrio y las


respuestas precisas a todas las preguntas, pero se trata de tener elementos de análisis que
permitan evitar el cierre empresarial en el corto plazo.

Al terminar la investigación debe continuar el proceso de identificación de una


oportunidad, la cual implica más que suerte, dedicación y trabajo. Las grandes
empresas, no son la consecuencia de un golpe de suerte o de una idea que surge en un
momento de lucidez. Las grandes empresas nacen de la experiencia y la capacidad de
observación de quienes quieren llevarlas a cabo.

Y es que las ideas abundan, pero una condición indispensable para hacerlas realidad y
sacarlas adelante, es el grupo de personas que ejecutan la idea.

Por lo tanto, para pasar de una idea a la oportunidad de negocio es importante contar
con un equipo de trabajo, o de lo contrario buscar amigos o socios que acompañen el
proyecto, buscar apoyo de instituciones especializadas, buscar patrocinio, dinero de
personas o empresas que quieran y puedan invertir.

Es importante que los emprendedores, es decir, quienes tienen en mente la idea con
potencial de empresa, definan desde el punto de vista personal cuáles son sus metas, a
dónde quieren llegar, qué tanto pueden arriesgar y sobre todo cuál es la actitud frente a
la decisión de ser empresarios.

Sin embargo es necesario cerrar este artículo recordando algunos conceptos que deben
establecerse al momento de crear un negocio. Éstos son: las ideas de negocio, el modelo
de negocio, el proyecto y la evaluación de proyectos, como un proceso para la creación
de empresas.

Ideas de Negocio: Las ideas se generan a partir de la capacidad creativa que poseen
todas las personas. Esa generación de ideas tiene múltiples fines pero no necesariamente
su objetivo es la creación de una nueva empresa.

La idea de negocio surge en el momento que el emprendedor o el equipo emprendedor


orienta sus capacidades creativas e investigativas al descubrimiento de las nuevas
oportunidades latentes en los mercados.

Modelo de Negocio: El Dr. Darío Montoya Mejía explica que el Modelo de Negocio
hace referencia a las tareas y actividades en las que se debe concentrar la empresa, y
aquellas que se deberán realizar a través de la red integrada de trabajo, ya sean
proveedores, clientes o socios comerciales. En este sentido, el Modelo de Negocios es la
forma inteligente, organizada y sistemática de cómo la empresa articula sus recursos
productivos para el logro del objetivo empresarial y con ello la generación y
maximización del valor.

Proyecto: Sergio Hernández (Hernández, 2002) define un proyecto como un conjunto


estructurado y coherente de actividades orientadas, ya sea, a alcanzar uno o varios
objetivos organizacionales, a crear un nuevo producto o servicio, o a identificar una
solución inteligente al planteamiento de un problema.

Para llevar a cabo el proyecto es necesario integrar un equipo de personas idóneas y


contar con unos recursos económicos adecuadamente presupuestados. Además, la
realización del proyecto deberá estar sujeta a un cronograma de trabajo con una
duración en tiempo establecida.

En el desarrollo de un proyecto se pueden identificar varias etapas que van desde el


surgimiento de la idea hasta la ejecución de ésta, así: planeación, desarrollo y
evaluación del proyecto.

La evaluación del proyecto: De acuerdo con Collins y Porras (COLLINS y PORRAS,


1995), no existe una forma única de evaluar los proyectos de inversión, éstos dependen
en gran medida del enfoque que adopten los evaluadores y de los criterios propios de
evaluación que además estén permeados por las políticas y prioridades
gubernamentales.

Existen diferentes criterios de evaluación, sobre todo en el aspecto social, con respecto a
los cuales los gobernantes influyen de manera directa al fijar prioridades y políticas que
se establecen como regla con la que definitivamente hay que contar. Aquí cobra validez
la importancia de crear premisas basadas en criterios precisos universalmente aceptados.

Aunque la evaluación es la parte fundamental del estudio porque de ella depende la


decisión última sobre el proyecto, depende en gran medida del criterio adoptado de
acuerdo con el objetivo general del proyecto. En los tiempos actuales de crisis, por
ejemplo, el objetivo principal puede ser que una empresa sobreviva. Por tanto, la
realidad social, económica, política, cultural de la entidad hacia donde se piense invertir,
marcará los criterios que deben seguirse para realizar la evaluación adecuada.

Los criterios y la evaluación son en definitiva la parte fundamental de toda evaluación


de proyectos.

Conclusión

El reto de los administradores de hoy no está sólo en desarrollar planes de negocios bien
estructurados en donde se tengan en cuenta todos los elementos técnicos que el plan en
sí mismo exige, buscando generar valores agregados a los clientes, donde además se
piense en un mercado objetivo internacional. El éxito está en partir de ideas de negocio
creativas, para lo cual es necesario desarrollar nuevas estructuras mentales, nuevas
formas de pensamiento que se salgan de las limitantes y convencionalismos,
permitiendo ir más allá de lo ya existente y superando los temores de explorar en
escenarios desconocidos.
Como lo cita John Adair en su libro El arte del pensamiento creativo, (1992,106-107)
“criticamos o evaluamos nuestras propias ideas –o cuasi ideas- demasiado pronto. La
crítica, especialmente de clase negativa puede ser como una blanca y fría escarcha en
primavera: mata las semillas y hojas en retoño. Si damos descanso a nuestro guardia
autocrítico y dejamos que las ideas lleguen saltando, nos habremos convertido en
pensadores más productivos. No hay que confundir la evaluación con fluidez de ideas”.

Dejemos entonces que el pensamiento creativo sea parte integral de la estructura del
administrador y que esto posibilite el desarrollo de empresas perdurables y
competitivas.

Notas:

(1) COLLINS, James C. Porras, Jerry I. Empresas que perduran. Editorial Norma.
Bogotá Colombia. 1995.

Bibliografía

FREIRE, Andy. (2005). Pasión por Emprender. Norma. Bogotá.

ROJAS GUZMAN, Álvaro (2008); Información General, Especialización en


Comunicación Organizacional, Universidad Autónoma de Occidente; http://bach.uao.
edu.co; Febrero de 2008.

COLLINS, James C. Porras, Jerry I. (1995). Empresas que perduran. Norma. Bogotá.

ESCOBAR, Gustavo A. Isaza Juan Diego (1998); Factores que influyen en la Iniciación
y Terminación de una Empresa. Universidad ICESI. Santiago de Cali.

HERNÁNDEZ y Rodríguez,S
ergio.(2002).Administración:Pensamiento,Procedimiento, Estrategia y Vanguardia.
McGraw-HiII. México,.

MONTOYA, Darío (2008); Plan de negocios ganador; http://institutocrear.galeon.com/

productos1768479.html; noviembre de 2008.

ADAIR, John. (1992) El arte del pensamiento creativo. Serie empresarial LEGIS.

RACHMAN, J. David, Mescon, H., Michael, Boveé L., Courtland, Thill V., Jhon,
(1996). Introducción a los negocios. McGraw-HiII. México.

Lideres para Gobernar


Emprendimiento en el Ecuador

Oportunidades, realidades y desafíos

NORMATIVA

El pasado 11 de octubre, la AEI (Alianza para el Emprendimiento y la Innovación)


entregó a las autoridades de Gobierno, la propuesta para la elaboración de la Ley
Orgánica de Emprendimiento e Innovación. El objetivo es que sean analizadas al
interior del Gobierno y puedan entregar la normativa a la Asamblea Nacional para su
aprobación.

Camilo Pinzón, presidente de la AEI, señaló que esta propuesta promueve el


crecimiento económico a través de cuatro puntos: las reformas al marco legal y la
reducción de la tramitología, el fomento a emprendedores, el acceso a financiamiento y
el apoyo a la innovación.

Aquí hacemos un acercamiento a las principales motivaciones y desafíos de esta


propuesta, que nace en AEI, una red de más de 80 actores públicos, privados y de la
academia que comparten una visión y una estrategia para potenciar al Ecuador como
uno de los países más emprendedores e innovadores de la región.

A pesar de que Ecuador figura como el país segundo país más emprendedor del mundo,
el impacto que generan los negocios ecuatorianos en cuanto a creación de empleo es
bajo, tanto así que el 72.8% de los emprendimientos son unipersonales y con bajas
expectativas de crecimiento y de generación de empleo.

Adicional al bajo impacto de los emprendimientos en la generación de empleo, también


se observa un estancamiento en la internacionalización de los negocios, donde el 92%
de la actividad emprendedora no tiene clientes internacionales, cifra muy por encima de
países como Colombia y Chile quienes muestran tasas de 67 y 52% respectivamente.

Ante este escenario, entre los objetivos de la política económica del Estado está
incentivar la producción nacional, la productividad y competitividad sistémica, la
acumulación de conocimiento científico y tecnológico, la inserción estratégica en la
economía mundial y las actividades productivas complementarias en la integración
regional.

La Constitución del Ecuador reconoce diversas formas de organización de la producción


en la economía, entre otras las comunitarias, cooperativas, empresariales públicas o
privadas, asociativas, familiares, domésticas, autónomas y mixtas, en tal virtud alentará
la producción que satisfaga la demanda interna y garantice una activa participación del
Ecuador en el contexto internacional.

Para ello, es necesario fomentar el emprendimiento y la innovación a nivel nacional


como base del desarrollo productivo del Ecuador, con la participación activa de los
actores Públicos y Privados que forman parte del ecosistema del emprendimiento, a fin
de que puedan discutir, trabajar y crear espacios que ayuden a mejorar el clima de
negocios de los emprendedores del país, identificando las problemáticas existentes y
poder construir estrategias para superarlas buscando soluciones y alternativas.
El emprendimiento no puede limitarse a la creación de nuevas empresas o negocios que
oferten productos ya existentes en el mercado, es necesario que el país cuente con
Innovación, articulando enlaces entre los organismos públicos, academia y el sector
privado en procesos de investigación básica y aplicada, construyendo una cultura de
innovación desde los niveles educativos con mayores inversiones en investigación,
protección intelectual, transferencia de tecnología hacia las pequeñas, micro y medianas
empresas, contando con incentivos para la canalización de recursos económicos e
intelectuales enfocados a enfrentar los desafíos de la demanda actual y del futuro con
visión global.

Para lograrlo será necesario también contar con una verdadera Cultura de Talento
Humano fomentando el desarrollo de vocaciones, capacidades y actitudes
emprendedoras a través del sistema educativo, a fin de que el emprendimiento no solo
se vea impulsado por la necesidad sino también por motivaciones relacionadas a la
oportunidad y al desarrollo personal, disminuyendo la alta aversión al riesgo que existe
en nuestro país e incrementando emprendimientos de oportunidad por sobre los de
subsistencia, promoviendo el talento emprendedor e innovador de los ciudadanos así
como una cultura que valore el rol del emprendedor innovador en la sociedad, con
mecanismos que impulsen la generación de ideas.

Es así como se torna necesario la creación de Políticas y de un Marco Normativo ágil,


eficiente y equitativo que elimine los excesivos trámites que entorpecen la creación y
cierre de empresas, obtención de permisos de funcionamiento y obtención de registros,
pago de tributos, generando confianza a los emprendedores e innovadores y
garantizando el acceso a la información pertinente, confiable y oportuna.

El objetivo de la propuesta de Ley de Emprendimiento es crear las bases para que el


Ecuador sea un país que impulse el surgimiento y desarrollo de emprendedores y de
empresas innovadoras con potencial exportador, que contribuyan a la transformación de
la matriz productiva y al fortalecimiento de la base competitiva nacional, al trabajo
participativo y aprendizaje continuo de todos los actores del ecosistema de
emprendimiento e innovación a nivel nacional, para fomentar el despliegue de talento
innovador y la generación de empleo productivo, manteniendo una articulación de
recursos de instituciones públicas, privadas y académicas coordinadas para que de
manera proactiva generen incentivos y eliminen barreras para el fomento del
emprendimiento e innovación

Lo importante es lograr la construcción de una lógica nacional con una focalización


territorial de tal manera que pueda particularizarse de acuerdo con las características de
cada región y en todos los niveles seccionales, de tal manera que pueda aprovecharse el
potencial territorial y las características endógenas de cada región.

Existen políticas públicas destinadas a incentivar el conocimiento y la investigación,


otras que buscan mejorar la productividad y finalmente aquellas enfocadas en colocar
Recordó que el presidente Lenín Moreno anunciará decisiones en base a las
recomendaciones que le presentó el CCPT. “El Presidente, junto a su equipo económico
y productivo, tiene una gran oportunidad de encausar al país por la senda de la
prosperidad económica y social y esperemos que no la pierdan”, agregó.
Pinzón explicó que los insumos para la propuesta de ley abarca distintos ejes temáticos
que tienen que ser abordados a fin de poder crear un “ecosistema de emprendimiento”
en Ecuador. Hace hincapié en cuatro temas principalmente: 1) Construir un marco legal
idóneo con tramitología ágil, 2) Fomentar las actividades de emprendimiento, 3) Idear
formas de acceso a financiamiento, 4) Estimular la innovación.

“Cuando se inicia un emprendimiento la probabilidad de fracaso es muy alta porque


así funciona emprendimiento, se requiere de aprender de esos fracasos. Por esto no
puede ser que se satanice a la persona que fracasó y no se le deje acceder a más
financiamientos. Los emprendedores son héroes que pueden cambiar la sociedad y no
podemos castigar a esos héroes”, señaló el presidente de la AEI.

La propuesta de ley fue recibida por Eva García en representación de todo el Ejecutivo.
“El sector público tiene una gran responsabilidad para incentivar el emprendimiento con
las distintas políticas que diseña el Estado (…). Hay varios desafíos que atender, como
mejorar el clima de negocios, fomentar el sistema emprendedor del país y estimular el
crecimiento. Queremos un país de 16 millones de emprendedores”, indicó la
ministra.nuestros productos en el mercado internacional; pero es necesario una
articulación más profunda para concatenar estas iniciativas, buscando convertir a
nuestro país en un semillero de emprendimientos tanto de pequeñas, medianas y grandes
empresas. Paralelamente la creación de pequeñas, medianas y grandes empresas se
convertirá en fuente de empleo para ciudadanos y ciudadanas y de igual forma en fuente
de bienes y servicios para abastecer tanto la demanda nacional como internacional.

El impulso al emprendimiento permitirá consolidar el paso de un patrón de


especialización primario importador y extractivista a uno que privilegie la producción
diversificada y con mayor valor agregado, así como la capacidad para ofrecer servicios
basados en la economía del conocimiento y la biodiversidad, basándonos en las
capacidades y los conocimientos de la población. Por lo cual es fundamental el impulso
legislativo para fomentar una cultura de emprendimiento.

Partiendo de la transformación de la matriz productiva para lograr la sociedad del Buen


Vivir, convirtiéndose en un objetivo transversal como país, este proyecto de ley busca
consolidar las diferentes iniciativas públicas y privadas en un sistema nacional de
impulso al emprendimiento, que se encuentre concatenado por una entidad rectora que
supervise cada una de las etapas del emprendimiento, yendo más allá de un apoyo
económico, sino ofreciendo un acompañamiento constante al emprendedor hasta lograr
emprendimientos consolidados.

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