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PLANEAMIENTO ESTRATEGICO

PLAN Y ESTRATEGIA
Origen y significado actual de los conceptos:

El término “plan” proviene del latín y significa “espacio que ocupa la base de un edificio”, y más
tarde se entendió como “diseño de un edificio”, o, más precisamente, “distribución del espacio
que ocupa la base de un edificio”. Lo que podría equivaler a “esquema básico de diseño de
cimientos y base de un edificio”. Siglos después, su sentido se amplió hasta significar la
“representación gráfica de cualquier lugar” (1600).

El plan significaba entonces la prefiguración y el diseño de una planta edilicia, lo que hoy
conocemos por “plano”. Era el resultado esperado y deseado de una obra por construirse. Más
tarde (1737) el plan es definido como “escrito en que se apuntan las grandes líneas de una cosa”.

El término “estrategia” en su raíz etimológica, designa originalmente el nombre del “puesto”


del titular del ejército, el lugar de mayor jerarquía. Con el correr del tiempo, el alcance del
concepto se extendió hasta incorporar a su significado atributos de tipo psicológico y
conocimientos y habilidades que se supone deben formar parte de la personalidad del jefe de
un ejército: visión general, carácter, temple, destreza y pericia en el manejo o conducción de los
hombres.

En tiempos de Pericles (450 a.C.), el término pasó a denotar las habilidades de conducción
(liderazgo, gestión, capacidad o poder) y, en la época de Alejandro Magno (330 a.C.), connotó
también la ingeniosidad, habilidad y destreza para el mando y pericia en la aplicación de la
fuerza, la capacidad perceptual para anticiparse a los movimientos del enemigo y el manejo del
gobierno de la administración y de la guerra en su conjunto.

Hoy los conceptos de plan y de estrategia han sido incorporados al lenguaje habitual de las
administraciones pública y privada, de la investigación y de la docencia, de la gerencia
empresaria, de la política y, en general, de aquellas actividades humanas que requieran de una
especial precisión y balanceo de factores a la hora de determinar fines y de organizar medios
para alcanzarlos.

El plan:

Diversos autores coinciden en definir al plan como una toma anticipada de decisiones destinada
a reducir la incertidumbre y las sorpresas, y a guiar a la acción hacia una situación deseada,
mediante una instrumentación reflexiva de medios.

Se denomina plan a la toma anticipada de decisiones que permite prever, organizar, coordinar
y controlar situaciones, acciones y resultados. Haciendo un recorrido por definiciones de
diversos autores, nos encontramos con atributos comunes que nos acercan en mayor medida a
la idea de plan. Estas características son: la reflexión previa y concomitante con la acción; la
selección y ponderación racional de objetivos y medios que permiten reducir el azar; acciones y
decisiones presentes referidas a resultados futuros; previsión, promoción y estructuración de
acciones tendientes a arribar a las metas deseadas; apuesta; intención de modificar
voluntariamente los acontecimientos y adaptabilidad a los cambios del contexto.
La estrategia:

La estrategia es un estilo y un método de pensamiento acerca de la acción. Tiene un carácter


dialéctico que podemos describir de la siguiente manera:

Organiza la reflexión y análisis de situaciones desde la perspectiva de la correlación de fuerzas


de los actores.

Considera a las relaciones entre actores sociales en sus vínculos de colaboración, neutralidad,
enfrentamiento u oposición de fuerzas.

Reconoce a la realidad como un conjunto complejo de intenciones, voluntades y actos diversos


que producen una pluralidad de interpretaciones y comprensiones (que explican su significado
desde diversas posiciones y prácticas sociales).

La estrategia se define como un estilo y un método de pensamiento referido a la acción, de


carácter consciente, adaptativo y condicional. Este tipo de razonamiento se caracteriza por la
reflexión y ponderación de las fuerzas puestas en juego en un escenario determinado, el cálculo
y la previsión (por medio de hipótesis) del comportamiento del “otro” frente al propio, la
selección de los medios idóneos y la combinación sincronizada y convergente de los dispositivos
que permitan alcanzar los resultados esperados.

1. ENFOQUES DEL PLANEAMIENTO:

Existe una vieja polémica, que aún mantiene sus efectos en las concepciones acerca de
la ciencia y la sociedad de la que participan filósofos y científicos: ¿Es posible conocer
las leyes que rigen el desenvolvimiento del mundo? y si así es, ¿es posible prever en
todas sus manifestaciones el futuro?

De este enfrentamiento de perspectivas tienen notoriedad las posiciones sostenidas por


Einstein y Heissemberg – para mencionar dos hombres de ciencia paradigmáticos -
quienes afirmaban, el primero que existe una ley universal que rige los destinos del
mundo, a pesar de no contarse con el modelo teórico que lo demuestre y, en oposición
a lo anterior, el segundo sostenía que la realidad es compleja y por lo tanto no es posible
reducirla a un orden determinístico.

Este trabajo asume la concepción no determinística. En el sistema social no existe un


orden determinístico pues este sistema se encuentra dominado por la incertidumbre, el
desconcierto y las sorpresas. Estas condiciones surgen de la combinación, por lo general
impredecible, de los múltiples actores y factores que se articulan en el juego social. La
teoría social que tienda a comprenderlo y a explicarlo deberá, en consecuencia, hacerlo
en correspondencia con estas características. La acción social es abierta y creativa y se
desarrolla en una realidad incierta y dominada por un cierto desorden, por otra parte,
irreductible a explicaciones unilaterales.

En sentido contrario, en una concepción de “juego abierto” el hombre puede crear su


futuro, aunque sujeto a las restricciones que impongan a su acción creadora, las
circunstancias de tiempo y lugar. En este marco el hombre es libre en cuanto ser social;
con una autonomía que le permite actuar y modificar las circunstancias y con los límites
y las resistencias que la sociedad opone a su autonomía.

Lo anterior es una condición necesaria para que adquiera relevancia la construcción de


un plan: esfuerzo vano sería construirlo y ejecutarlo - para adaptar la realidad a los
deseos (determinación de objetivos) y los deseos a la realidad (factibilidad del plan) - si
el sistema social fuese determinístico y, por tanto, impermeable a todo intento de
modificación intencional de su realidad.

2. PLANEAMIENTO TRADICIONAL Y ESTRATEGICO:


PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO:

Definimos como Planeamiento Estratégico al proceso mediante el cual una organización define
su visión de mediano y largo plazo y las estrategias para alcanzarlas a partir del análisis de las
fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas. El Planeamiento Estratégico viene a ser el
punto de partida del proceso de Planificación de una organización. Es donde se identifican las
orientaciones fundamentales que guiarán el funcionamiento de una institución.

ETAPAS DE ELABORACIÓN DE UN PLAN ESTRATEGICO:

1. Análisis Estratégico

a. Análisis Interno
Durante esta etapa se evalúa la situación actual de la organización para identificar
las fortalezas o aspectos positivos que contribuyen a su gestión, y las debilidades o
aspectos negativos que perjudiquen su adecuado desempeño.

El primer paso del análisis interno es identificar la siguiente jerarquía de metas:

Visión.
Misión.
Objetivos.
Estrategias.

Asimismo, es necesario valorar aspectos tales como los recursos humanos,


tecnológicos, económicos, la infraestructura, la cultura organizacional, etc.

b. Análisis Externo

El entorno comprende los factores externos que de una u otra forma condicionan el
comportamiento de la organización e influyen sobre el desarrollo de sus actividades.
Es importante vigilar y examinar el entorno, así como analizar a los competidores.
Esta información nos ayudará a determinar las oportunidades y amenazas del
entorno.

2. La Formulación Estratégica

Se desarrolla en los siguientes niveles:

a. Estrategias corporativas
Que se aplican a la cartera de negocios con la que cuenta la empresa.

b. Estrategia competitiva
Dirigida a desarrollar una ventaja competitiva, que se base en mantener un liderazgo
en calidad y en precios en un segmento de mercado o abarcando un sector de
actividad concreto con un alcance amplio.

c. Estrategias operativas
Dirigidas a analizar el desempeño de cada una de las funciones tales como
marketing, producción, recursos humanos, investigación y desarrollo, con relación
a las ejecutadas por la competencia.

LA IMPLANTACIÓN ESTRATÉGICA:

Esta etapa consiste en la implantación del plan elaborado y control de su realización. La etapa
de implementación debe poner en acción la estrategia diseñada en la fase anterior. La última
fase del proceso de elaboración e implementación del plan estratégico es el control estratégico
que tiene como finalidad asegurar el cumplimiento del plan estratégico y comprobar que se
están alcanzando los objetivos previstos en el mismo. El proceso de control implica medir los
resultados de las acciones emprendidas, diagnosticar el grado de cumplimiento de los objetivos
previstos y de ser correspondiente, aplicar las medidas correctivas.
CICLO DE PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO PARA LA MEJORA CONTINUA:

Las fases del Ciclo de Planeamiento Estratégico para la mejora continua son:

Fase 1: El conocimiento integral de la realidad


Se busca comprender cómo viven las personas en sus territorios, sus medios de vida y su nivel
de bienestar, mediante la caracterización y el diagnóstico de variables que definen la situación
actual. Se describe el territorio, los recursos disponibles (físicos, ambientales, económicos,
sociales, culturales), sus interrelaciones y las condiciones de vida de su población. Mediante el
diagnóstico, se relevan los problemas, las necesidades y prioridades de la población; las brechas
de infraestructura y de acceso a servicios públicos de calidad que deben ser cerradas para
mejorar su calidad de vida; y las intervenciones de actores que operan en el territorio (sector
público, privado y sociedad civil). Mediante este análisis, se obtiene una imagen del territorio
actual que reconoce y valora la diversidad de las realidades locales.

Fase 2: El futuro deseado


Se identifican las aspiraciones de las personas, se realiza el análisis de futuro y se define la
imagen del territorio deseado. El análisis de futuro identifica tendencias, oportunidades, riesgos,
escenarios contextuales, escenarios disruptivos y alertas tempranas que podrían afectar, en
forma positiva o negativa, la provisión de servicios y el bienestar de las personas. La imagen del
territorio deseado representa una situación más favorable que la actual, factible de ser
alcanzada en un periodo dado mediante la acción coordinada del Estado. Se construye de forma
concertada, a partir del conocimiento integral de la realidad y el análisis de futuro.

Fase 3: Políticas y planes coordinados


Se definen las políticas públicas, de forma articulada entre sectores y niveles de gobierno,
orientadas a alcanzar la imagen del territorio deseado, a través de objetivos prioritarios y
lineamientos. Las políticas se reflejan en planes con objetivos, indicadores y metas (claras,
alcanzables y acordes con las políticas de Estado, políticas nacionales, sectoriales y
multisectoriales) y en acciones de orden estratégico priorizadas. Al actualizar los planes, se
incluyen acciones de prevención de riesgo de desastres y evaluaciones de simulacros de eventos
que podrían causar pérdidas en el bienestar de las personas (contingencias) y afectar el logro
del futuro deseado.

Fase 4: El seguimiento y la evaluación de políticas y planes para la mejora continua


Se recoge y analiza información de los indicadores definidos en los planes para verificar el avance
hacia el logro de la imagen del territorio deseado, así como el uso de los recursos asignados con
ese fin. Además, se analizan los cambios ocurridos en la vida de las personas (esperados o no
esperados) y se generan informes periódicos que permiten identificar alternativas para mejorar
políticas y planes, con respecto a su diseño o implementación, para el logro de los objetivos
planteados. De esta manera, los informes de seguimiento y evaluación retroalimentan el ciclo
de planeamiento estratégico para la mejora continua que está orientado a resultados favorables
para el bienestar de las personas.

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