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Documento # 79-03

INFORME
SOBRE LOS CAMPAMENTOS DE
SAN JAVIER DEL VALLE GRANDE
AL MINISTERIO DE LA JUVENTUD
JULIO 23, 1979

TEMAS NUCLEARES: PROMOCIÓN SOCIAL, PEDAGOGÍA - PROCESOS


EDUCATIVOS, EDUCACIÓN AMBIENTAL - FORESTAL, EDUCACIÓN Y
TURISMO, CAMPAMENTOS, RECURSOS, REALIZACIONES - HISTORIA,
PLANIFICACIÓN - PROYECTOS

Introducción
Un criterio que está en el nacimiento mismo de Fe y Alegría es la incorporación de las enseñan-
zas profundas y variadísimas de la naturaleza a nuestra específica pedagogía.
Sólo la pobreza extrema en que hemos crecido y la falta de cooperación de quienes tienen un
deber más evidente de ayudar a la niñez y a la juventud venezolana, han ido demorando nues-
tros programas de campamentos y de educación en la naturaleza.
Sin embargo, hace ocho años empezamos a desarrollar un programa que hoy día ha logrado
sólidas bases con cuatro campamentos situados en La Mata municipio de El Hatillo en el Estado
Miranda, San Javier del Valle Grande en el Estado Mérida, Ciudad de los Muchachos en Guare-
nas y Campo Mata en el Estado Anzoátegui.
Fe y Alegría dispone en estos cuatro campamentos de unas quinientas camas. En el curso 78-79
ha recibido en ellos quince mil acampados. Sin embargo, nuestros planes se dirigen a aumentar
considerablemente estos números y la calidad de los servicios educativos de nuestros campa-
mentos.
En primer término, es posible duplicar y triplicar la capacidad del cupo de las actuales instalacio-
nes. También es posible abrir nuevos campamentos, que sirvan para atender muchachos y mu-
chachas de varias ciudades, para los cuales es grande la distancia hasta los actuales
emplazamientos.
La población escolar de Fe y Alegría, que sobrepasa los cincuenta mil alumnos en Venezuela,
necesita que ampliemos las disponibilidades actuales, para que el campismo se incorpore a su
curriculum de manera habitual. Como, además, nuestros campamentos han estado abiertos des-
de el comienzo a todos los planteles escolares que han solicitado nuestra cooperación, es toda-
vía más urgente seguir desarrollando un activo programa de crecimiento.
Lógicamente que una mera maximización de los actuales recursos de que disponemos, permitirá
que más niños y jóvenes disfruten de este pulmón educativo. Con una ayuda proporcionada, Fe y
Alegría duplicaría sin más instalaciones, ya en el próximo curso, el número de acampados, lle-
gando fácilmente a los treinta mil participantes.
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Como un ejemplo de lo que para nosotros es fácil hacer, si contamos con una cooperación efi-
ciente del Ministerio de la Juventud, se exponen, en este informe, las condiciones en que se en-
cuentra el campamento de San Javier del Valle Grande de Mérida.
De los cuatro campamentos de Fe y Alegría es el que reúne mejores ventajas para una especie
de plan piloto. La extensión y la belleza de la finca en que está situado lo colocan en una posición
eminente, para desarrollar en él actividades campistas de una gran variedad. En especial todo lo
referente a montaña media y a alta montaña.
Desde el mismo momento en que se adquirió la finca de San Javier estaba en nuestro propósito
convertirla en un avanzado experimento de técnicas campistas, que fueran la base para un pro-
fundo entrenamiento espiritual. El encuentro del hombre y de la naturaleza ha sido durante siglos
una de las grandes herencias culturales que estamos en el deber de renovar. El urbanismo ac-
tual, con sus ácidos factores de deshumanización, nos desafía a buscar soluciones positivas que
contrabalanceen sus perniciosos efectos.
San Javier es como gran palabra de la naturaleza, un acendrado don del cielo. Nuestro deber es
secundar esa palabra.

1. Campamento actual
1.1. Características
El actual campamento tiene dos dormitorios, dos salones de uso múltiple y una cocina.
Dormitorios. Son dos construcciones sencillas equipadas con camas de litera. En el
más pequeño hay capacidad para 48 literas. En el más grande para 100 o algo mas.
Ambos tienen sus respectivos servicios higiénicos y duchas.
Salones de uso múltiple. A cada dormitorio le corresponde un amplio salón de uso
múltiple que sirve de comedor y de ámbito social. Cada salón de uso múltiple está dota-
do de una chimenea alimentada con leña, que templa el clima frío y es el centro de las
actividades de alegría comunitaria.
Cocina. La única cocina puede dar servicio a los dos comedores. Está ayudada por su
despensa e instalaciones de conservación de alimentos.
Campos deportivos. Adjuntas al campamento hay dos canchas encementadas. A poca
distancia hay dos campos de fútbol, reglamentario uno e infantil el otro.
Encuadramiento excursionístico. Lo mejor del campamento es su situación en una
finca de centenares de hectáreas frente a la Sierra Nevada y dominada por el Pico Bolí-
var. Hay multitud de excursiones factibles según sea la capacidad de los acampados y
de sus animadores.
Capacidad del campamento. Entre ambos dormitorios, su capacidad es para ciento
cincuenta acampados.
Calidad de su dotación. Tanto en camas, como en mesas, como en sillas, bancos y
otros muebles es bastante rústica y necesita varias mejoras. En cuanto a colchones, al-
mohadas, cobijas y sábanas... todo este material necesita una constante renovación,
que a veces se retrasa por falta de recursos.
Calidad de la alimentación. Es un empeño constante de la dirección del campamento,
que la alimentación sea abundante, sana y sabrosa. Recibimos una sincera expresión
de agrado en este punto de parte de los numerosos acampados.
Número de acampados. En el curso 1976 - 1977 hubo en San Javier, dos mil trescien-
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tos noventa y siete acampados, principalmente de colegios de Fe y Alegría. Ese curso,


del 1 de octubre 76 al 30 de septiembre de 1977, los acampados promediaron 4,8 días
por personas. Aunque primordialmente nuestra intención era proporcionar días de mon-
taña a los niños y jóvenes marginados que educa Fe y Alegría, se recibieron participan-
tes de otros centros educativos. En el curso 1977 - 1978 los acampados llegaron a dos
mil seiscientos veinte. Aumentó el número de participantes de Los Andes y de Maracai-
bo y disminuyó el número de provenientes de Caracas. Su promedio de estancia se
aproximó a casi cinco días por persona. En el curso 1978 - 1979, para esta fecha ya han
pasado los acampados a tres mil doscientos. Esperamos que para el 30 de septiembre
próximo habrán sobrepasado los tres mil seiscientos.
Contenidos educativos del campamento. El encuentro con la montaña les habla a los
muchachos, les da bienestar, agradables sorpresas y los inclina evidentemente a la con-
vivencia y al espíritu de equipo. El cambio es sorprendentemente positivo. Los conteni-
dos formales pedagógicos, humanísticos, patrióticos y religiosos son muy variados,
según sea el equipo humano que anima el campamento. Hay mucha diferencia de unos
a otros en la utilización del ambiente y de los maravillosos cuadros e influencias que
aquí ofrece tan rica naturaleza como la de San Javier.
Costos del campamento. Hay variaciones según la clase de acampados, pero actual-
mente a pesar de los costos crecientes de la alimentación y de los servicios del perso-
nal, situamos los costos reales en veinte bolívares por día y por persona.
Costos de transporte. No tenemos recursos para el transporte. Cada grupo que solicita
el campamento debe resolver este punto como mejor pueda. Éste es un punto capital
para que vengan al campamento muchachos de zonas distantes, como Caracas, Mara-
caibo, Valencia, Barquisimeto. La venida de muchachos de tierras cálidas es muy positi-
va para ellos, por el clima y el paisaje andino. Es un gran cambio estimulante. Pero
también estamos obligados con los estados vecinos y muy especialmente con el Estado
Mérida. Como es lógico, con las distancias menores se aminora también el problema del
transporte.
Necesidades del campamento. Son muchas: un gimnasio compacto, mejora de los
campos deportivos, reposición de literas (50), cien juegos de colchón, almohadas, sába-
nas y cobijas, ciento cincuenta sillas metálicas, diez mesas grandes, peladora de papas,
cortadora, cafetera eléctrica, moledora de carne, tres bebederos enfriadores, una nevera
de tres cuerpos, tres cocinas de gas para camping, juego completo de ollas para ellas,
dos lavadoras, tres filtros, un calentador de gas de veinte litros, material de camping pa-
ra cuarenta muchachos: como tiendas de campaña, morrales, cantimploras, sacos de
dormir, lámparas, juego de platos y cubiertos, cuchillos de monte.
1.2. Peticiones al Ministerio de la Juventud
Petición principal. Que en el curso 79 - 80 nos subvencione la venida a San Javier de
cinco mil muchachos de Fe y Alegría, en campamentos de diez días a 200 bolívares por
muchacho. Es decir, con veinte bolívares diarios por muchacho, Fe y Alegría se com-
promete a transportar acampados de todo el país. El transporte será un arreglo entre el
campamento de San Javier y los colegios de Fe y Alegría. Serán todos muchachos mar-
ginados.
Segunda petición. Que el Ministerio de la Juventud nos ofrezca un profesor o monitor
de campismo, un profesor o monitor de alta montaña y un animador musical y teatral.
Estos auxiliares serían ofrecidos por el Ministerio de la Juventud y seleccionados bajo
experiencia directa, por la dirección del campamento de San Javier.
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1.3. Esquema de un campamento de diez días


Ante las preguntas que me formuló el Ministro y las de sus acompañantes Carlota Ten-
reiro y Julio Lescarbura, detallo un poco este punto.
Seis días ordinarios. Levantarse, trote matinal, saludo a la naturaleza, oración, des-
ayuno, arreglo de dormitorios, contorno y breve ayuda en la cocina, trabajo por equipos,
reunión formativa - finalidades del campamento, entrenamiento de campo, almuerzo en
el campamento o en la montaña, descanso, entrenamiento de campo, preparación de la
velada nocturna, comida, receso, ensayos de la velada por equipos, y velada o fuego de
campamento
Cuatro días de excursión formativa. Excursión a la cabaña del páramo, excursión a la
cabaña media del bosque, excursión a la Culata, Paseo al Pico Espejo (teleférico).
Momentos especiales. El director del campamento y los monitores deben realizar cor-
tos momentos de reflexión e información sobre el paisaje, las formaciones geológicas, la
riqueza botánica y faunística. Además momentos de elevación juvenil, poética, social,
patriótica y religiosa.
Trabajo de los monitores. Técnicas de campismo: el esfuerzo, la fatiga, el descanso.
Nociones para la salud en el campo. Técnicas para hacer fuego, para encontrar agua,
para la higiene de las aguas, para hacer un cobijo con los recursos naturales a mano,
para hacer pan, para un asado, para hacer camas, sillas, bancos, mesas, cocinas, para
hacer picas, senderos y señalización, para pequeños puentes, torres de vigía y observa-
ción, ranchos secos en los árboles, cocinas sin peligro de incendios forestales, fosas
higiénicas, tratamiento elemental de las aguas, curas de emergencia, construcción de un
refugio estable... y otros muchos. Las condiciones naturales de San Javier son extraor-
dinarias para este tipo de entrenamiento por tener aproximadamente 800 hectáreas de
bosque y miles de hectáreas de páramos.
La velada nocturna. Así como las técnicas campistas van a darle carácter al campa-
mento, no menos contribuirá a ello todo lo referente a la preparación de la velada noc-
turna o fuego de campamento. Este tipo de preparación debe de contener la máxima
expresión comunitaria de regocijo, de alegría y de superación en la palabra, en la can-
ción, en la danza y en la dramatización. Debe constituir la oportunidad mayor para que
los muchachos se encuentren a sí mismos personal y colectivamente. El espíritu de so-
lidaridad humana que inspira la naturaleza debe de tener su ápice en el fuego de cam-
pamento o velada nocturna. Para ello es necesario tener un extenso cancionero común,
un repertorio de consignas o gritos de saludo, de bienvenida, de aplauso suave, de
aplauso entusiasta, de desaprobación, de guachafita... y otros. Hay que saber descubrir
las cualidades musicales, cómicas o escénicas de cada grupo. Preparar narraciones es-
pontáneas de los muchachos sobre los sucesos del campamento. Enseñar a contar
cuentos, chistes, sucedidos... Realizar lecturas interesantes, lecturas dramatizadas, jue-
gos de salón, danzas folklóricas o rituales.
Breves charlas. Sobre: El hombre, cumbre de la montaña ecológica; El hombre, interlo-
cutor y alumno de la naturaleza; El hombre, hijo y al mismo tiempo pedagogo de la natu-
raleza; Coherencia ecológica; El hombre, heredero de la naturaleza; El hombre, hijo de
Dios Creador.

2. Campamentos futuros
Únicamente la estrechez de recursos económicos ha frenado la ampliación del actual campamen-
to y la construcción de otros campamentos, abrigos para la lluvia, caminos y otras facilidades y
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servicios, para que San Javier llegue a ser un gran centro nacional de encuentro entre la natura-
leza y nuestras juventudes.
Ampliación del actual campamento. Una ampliación de cien camas más sería necesaria, pues
tenemos que renunciar a muchas solicitudes por falta física de espacio. Esta ampliación requiere
un dormitorio, un salón de uso múltiple y los correspondientes servicios higiénicos. Lógicamente,
también necesita cincuenta literas más de dos camas y la ropa de cama consiguiente, como col-
chones, almohadas, cobijas, fundas y sábanas. La misma cocina actual podría servir esta nueva
ampliación, equipándola con más recursos mecánicos y de conservación de alimentos.
Dotaciones convenientes. Si se hace la ampliación que aquí se señala, sería muy conveniente
dotarla de un gimnasio cubierto de construcción sencilla, que pudiera convertirse también en un
ámbito social para todo el campamento. En los días de lluvia, frecuentes en Los Andes, el gimna-
sio cubierto desempeñaría un gran papel para diversas actividades atléticas.
Campamento Puerta del Bosque. Hay un bello emplazamiento a la misma entrada del bosque
natural que tiene ya algunas explanadas, agua potable, contorno muy variado para paseos cortos
y largos y gran panorama. Este sería un lugar muy apropiado para un campamento de unas cin-
cuenta camas. Posteriormente pudiera ser ampliado de forma muy pintoresca. Su ubicación es
aproximadamente como a un kilómetro y medio del campamento actual, que sería como el cam-
pamento central.
Campamento de la Herradura. Es otro emplazamiento a no más de cuatrocientos metros del
anterior, de características parecidas. Por la disposición topográfica podría realizarse en forma de
unas cinco cabañas para diez muchachos cada una. Sería en esta forma un estilo muy apropiado
para entrenamiento de patrullas o decurias de muchachos de catorce a dieciocho años. Podría
combinar sus actividades con el descrito en el aparte anterior, pues formaría con él un conjunto
de cien acampados.
Campamento del Trigo. Ya este campamento tiene una cabaña de paredes de piedra y techo de
zinc. Está casi a las orillas de la quebrada del Trigo. Es sumamente agreste el contorno. Sería
mucho más rústico y montaraz que los anteriores. Tendría treinta literas, que no se han construi-
do todavía. Su acceso es difícil, pues sólo lo comunica un sendero muy accidentado. Es paraje
muy adecuado para entrenar un grupo selecto, si tiene un entrenador o monitor de mucho espíritu
y grandes recursos de actividad para los muchachos. Falta toda su dotación. Es imprescindible
mejorarle el sendero de kilómetro y medio.
Campamento en La Raya del Páramo. Este emplazamiento no está situado todavía con preci-
sión, pero es complementario del anterior. Debería ser del tamaño del campamento del Trigo. Su
comunicación tendría que ser una continuación del sendero descrito antes. Comunicaría con el
anterior un circuito que tendría el siguiente jalón en la Cabaña de los Curas.
Cabaña de los Curas. Esta cabaña que se construyó hace veintiocho años está casi arruinada.
Habría que repararla sustancialmente. Es, su destrucción, fruto de un excursionismo incontrolado
y salvaje. Toda su dotación ha sido saqueada, el rancho vecino quemado. El punto es muy bueno
como emplazamiento para cerrar un circuito de baja y media montaña y como puerta de los pá-
ramos. Podría ser, en un primer trabajo, reparada, en su tamaño primitivo, y ampliada con una
construcción anexa. Aquí habría que situar un guardabosque que exigiera credenciales y permi-
sos a los que suben al páramo por la carretera de Monterrey, que luego se continúa con un sen-
dero peatonal.
Otros muchos emplazamientos. Hablando solamente del bosque de San Javier, éste tiene
otros muchos emplazamientos, unos ya explorados y otros todavía por explorar, que permitirían
campamentos y cabañas, para que ejercieran el campismo o montañismo millares de jóvenes.
Pero todo este conjunto tiene que estar regulado por una sólida concepción de gran parque de-
portivo, con unidad de propósitos y de mando.
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Diez abrigos para la lluvia. Para facilitar las excursiones por el bosque y el estudio de sus ca-
racterísticas geológicas, botánicas y faunísticas, sería de gran utilidad construir unos diez techos
sencillos sobre horcones. Bastarían como abrigos para la lluvia. Serían muy apropiados para
almuerzos y meriendas, dotándolos de una mesa y bancos rústicos. Serían también un abrigo de
suelo seco para excursionistas y trabajadores, pues en las temporadas de lluvias no se encuentra
en el bosque un sólo lugar que no esté sumamente húmedo. Sería complementario dotarlos con
un fogón, bien protegido con contorno de piedra y cemento para no causar incendios. El uso de
los fogones quedaría prohibido totalmente en las temporadas de extremo verano.

3. Potencialidad campista del bosque


Seré muy breve y esquemático en las tres partes que faltan. Estos tres últimos puntos los podré
desarrollar posteriormente con más amplitud Pero en ellos está el gran destino educativo de San
Javier.
La transformación de unas ochocientas hectáreas de bosque, parte cultivado (150 hectáreas)
parte virgen de selva nublada, sería la gran realización. Este bosque, con poco esfuerzo, se pue-
de convertir en un inmenso parque de juventudes, dedicado totalmente a la comunicación y al
contacto experimental y amoroso con la naturaleza. Sería un santuario de las aguas, de la flora,
de la fauna y de la más alta, poética y encumbrada humanidad. Para eso lo único que hace falta
son unos toques de inteligencia como:
• Un espinazo vial. Un camino que una el bosque, sus parajes más bellos, la parte baja habi-
tada y la parte superior que sería la entrada al Páramo de Monsalve, de los Barros, del Ara-
do, de los Conejos... Un espinazo vial que integrara el campamento central, los campamentos
secundarios descritos en el número 2, y los páramos, en una escalera climática, paisajística y
ecológica.
• Costillaje vial. La vía o camino de penetración fundamental tendría caminos de lado y lado,
como costillas que articularan los lugares más bellos de todo el bosque.
• Red de senderos peatonales. Por cuidado de conservación, el camino espinazo y el costilla-
je vial articulado con él estarían complementados con muchos senderos peatonales, bien se-
ñalizados, pues son infinitos los lugares atractivos. Los senderos permitirían gozar todo el
bosque, su misterio, sus voces y llamadas, sus árboles, sus plantas, sus barrancos, sus ma-
nantiales.
• Balcones panorámicos. En muchos sitios del bosque hay lugares en los que con poco tra-
bajo se pueden lograr algunas pequeñas explanadas, frente a la sierra nevada o a otros ex-
traordinarios paisajes. Estos puntos, con algunos asientos rústicos y un sencillo techo, serían
verdaderos balcones para la paz y para la contemplación grandiosa.
• Parcelas testigos. A lo largo del camino principal de penetración y de los caminos secunda-
rios, se pueden escalonar parcelas testigos para observar la conducta de especies arbóreas,
plantas de adorno y pastos. Este camino sería todo un laboratorio botánico pensado para re-
solver los problemas de cultivos forestales de muy diversa índole, del cual se podrían extraer
experiencias para el mejoramiento del parque de San Javier y para lugares de condiciones
parecidas de nuestras zonas montañosas. La experimentación de especies que pudieran re-
poblar los páramos sería de consecuencias muy beneficiosas. Este camino, con sus parcelas
testigo, sería una demostración escolar de primera fuerza para nuestros acampados y excur-
sionistas.
• Cabañas para guardabosques. Unos cuantos guardabosques pensados no sólo en el senti-
do de vigilancia policial, sino de protección activa y cuidado de las parcelas testigos, comple-
tarían un trabajo permanente de cuidado del bosque. Necesitarían sus cabañas, pues
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deberían vivir junto a la zona que estuvieran encargados de desarrollar y proteger. La fauna
salvaje, consistente en venados, cachicamos, lapas, monos y volatería, quedaría así protegi-
da de nuestros vecinos que incursionan por el bosque de San Javier.
• Propuesta al Ministerio del Ambiente. Ante el Ministro Arnoldo Gabaldón presenté un pro-
yecto para la “Educación del Bosque”, que no alcanzó a tener respuesta efectiva. El mismo
proyecto se ha presentado al MARNR de la actual Administración. Es posible que el Ministe-
rio de la Juventud fuera capaz de activarlo. Sería la transformación de una montaña salvaje
en un gran parque civilizado.

4. Los páramos o la universidad de la hombría


• La razón de ser de nuestros páramos. San Javier ha adquirido derechos que le permiten
desarrollar amplísimos proyectos de alta montaña en el páramo de Monsalve, en los Barros,
en el Alto Arado y hacia las montañas de la tierra caliente que miran hacia el Lago de Mara-
caibo. La razón de estas adquisiciones fue crear en esa naturaleza bravía un ambiente de
compenetración de la juventud con las maravillas ásperas y poderosas de las tierras altas.
Los páramos, todavía menospreciados, pueden convertirse en una eficiente escuela de hom-
bría y de superación juvenil.
• Refugio de la Laguna de la Cuesta. Esta laguna es un óvalo hermoso encuadrado en un
marco extraordinario para un refugio de prácticas de alta montaña. La laguna podría conver-
tirse en un gran reservorio de pesca y un lugar para algunos deportes acuáticos, limitados por
la frialdad de las aguas. Un refugio de piedra adosado a algunos enormes peñascos, que casi
están en la misma orilla, sería un emplazamiento de ensueño. Hay bastantes horas de sol, de
manera que un sistema de calefacción solar sería muy factible y a la larga bastante económi-
co, por liberar de la necesidad del difícil transporte de cualquier clase de combustible. El re-
fugio podría construirse casi totalmente en piedra ya que ésta se encuentra abundantísima y
fraccionada en las inmediaciones.
• Refugio en la Laguna de los Anteojos. Este es un filo de montaña desde el que se divisa el
lago de Maracaibo. El refugio podría estar a cien o doscientos metros bajo el desagüe de la
laguna o quizás algo más inferior todavía. En éste y en los demás refugios del páramo, sería
muy interesante disponer de un sencillo artefacto de calefacción solar.
• Otros refugios. Dada la abundancia de piedra suelta se podrían construir con piedra y barro
otros refugios menores muy necesarios, pues las tempestades del páramo son muy violentas.
Tener una especie de rosario de este tipo de pequeños albergues, aprovechando las conca-
vidades que tienen las grandes rocas, sería muy útil. Los mismos jóvenes que hicieran entre-
namiento en los páramos, podrían ser los constructores de todo un extenso sistema de
refugios muy compactos de tipo cueva o, en algunos sitios más favorecidos, de bahareque.
• Camino de enlace. El camino para que llegaran, al menos hasta ciertos puntos centrales,
jeeps o camiones de doble tracción permitiría transportar un mínimo de materiales de cons-
trucción, para dotar a estos albergues de defensas sólidas contra el agua, el frío, la humedad
y el viento. Naturalmente que también es imprescindible para el transporte de las personas y
para casos de enfermedad o accidente.
• Viviendas permanentes. Como los páramos están totalmente al arbitrio de los visitantes
despreocupados y de costumbres bastantes primitivas, sería imposible cuidar algunas plan-
taciones arbóreas, de pastos o de papas, así como el pescado de las lagunas, sin algún sis-
tema de protección. Creemos que lo mejor sería situar dos familias parameras en puntos
claves, que puedan vigilar cualquier incorrección y que tengan a su cargo el cuidado de los
senderos, de los albergues y de las reparaciones a que dará lugar la fuerte intemperie. Po-

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drían cuidar algún ganado vacuno que se da muy bien en los páramos. Este ganado haría
más fácil el pago de los sueldos correspondientes a estas familias. El cuidado intensivo de
las truchas sería un buen capítulo de alimentación sobre el terreno.
• Estudio y experimentación. Los páramos dan una base inmejorable para una clasificación
de su típica flora, dentro de la cual hay numerosas plantas medicinales, como los dítamos
unos reales y otros míticos. Los microclimas son muy dignos de ser estudiados, porque una
de sus variables es la altura, otra la clase de suelo, otra la humedad, otra la mayor o menor
exposición a los vientos reinantes, otra, sin duda, las zonas que miran al mar y, muy distintas,
las que están cara al interior. Las parcelas testigos también tendrían aquí un lugar muy des-
tacado.
• Entrenamiento. Las simples caminatas por el páramo, que son un recreo continuado para
los ojos, son un esfuerzo no habitual para los pulmones, el corazón y la musculatura. Por lo
tanto, responder gradual y prudentemente a la aclimatación de la altura requiere un saber y
un conjunto práctico de conocimientos. La defensa para superar los rigores del frío y los in-
tensos y rápidos cambios climáticos también debe ser practicada con bases científicas. El
trabajo o la marcha requieren algunas precauciones para los nuevos sobre todo. Las escala-
das tienen escarpas muy propias para realizarse, sólo en el caso de contar con buenos en-
trenadores y un buen material específico. Otras muchas prácticas de alta montaña tienen en
el páramo campo abundante de experimentación.
• Elevación humanística. En estos apuntes del informe he reflejado mi interés por los pára-
mos casi inútiles hoy, bajo un punto de vista inmediato y monetario, pero una gran reserva de
fortaleza, de valor y de energía, para una concepción recreativo-deportivo-humanista de la
juventud. Un gran campo abierto de entrenamiento del valor reposado, tan desprestigiado en
la vida cívica. Una plataforma agreste de pruebas físico espirituales. Un semillero ascético de
virtudes poco frecuentes. Un tesoro más de los muchos que Venezuela no ha explorado para
formar un pueblo fuerte y optimista.

5. “Ayer”
• Pueblo andino. El pueblo andino, que se llamará “Ayer” tiene como finalidad ser la sede y la
demostración de calidad de la Escuela de Artes Aplicadas de San Javier. Será también una
bella expresión del estilo campesino andino, un exponente de su gran sencillez, de su gracia
y de su elegancia. Tiene claramente la voluntad de la conservación de un gusto autóctono,
que está en peligro de decadencia y de afeamiento por razón de la mayor facilidad de algu-
nos materiales modernos de corte muy degradante.
• ¿Por qué Ayer? Se llamará “Ayer” porque va a ser un remanso abundante del arte del pasa-
do universal, con predilección por nuestro estilo tradicional, para que lo hereden los margina-
dos de hoy, nunca más marginados que cuando se trata de una herencia de belleza. Fe y
Alegría sólo educa marginados, por desgracia tan numerosos en esta etapa de riqueza na-
cional. Fe y Alegría quiere realizar un firme y ambicioso programa de arte, que ofrezca a
nuestro pueblo un intermedio entre la universidad y la secundaria, ambas tan deshumaniza-
das y materialistas.
• Ayer, una oferta para campamentos. Estando “Ayer” a unos pasos de los campamentos
actuales y futuros de San Javier, será un muestrario tipo museo de lo realizado por jóvenes
venezolanos, como ejemplo para otros jóvenes. Pero sobre todo, será un incentivo a la ac-
ción y a la vocación artística al examinar, en plena acción, las obras de compañeros de la
misma edad. La Escuela de Artes Aplicadas, que hoy sólo tiene talleres y maestros para el
Arte de la Madera, el Arte del Hierro, el Arte de la Cerámica y el Arte de los Tejidos, está acti-
vamente empeñada en obtener la justa subvención del Ministerio de Educación para ampliar

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nuestra enseñanza a los esmaltes, los mosaicos, el vidrio, la orfebrería, los repujados de cue-
ro y metales, la broncería, la decoración, la pintura y otras muchas artes aplicadas. La con-
vergencia de la Escuela de Artes Aplicadas, con los campamentos en San Javier, podría
ofrecer la buena coyuntura para realizar campamentos de un mes, para iniciación vocacional.
• Ayer, centro de relaciones públicas. En “Ayer” vivirán algunos pocos maestros artistas,
bastantes alumnos, algunas personas consagradas y amigos visitantes que podrán conocer
despacio las dos obras de San Javier para la juventud: los campamentos, con su gran obra
educativa y la Escuela de Artes Aplicadas. Estos amigos visitantes esperamos que con el
tiempo formen una retaguardia de amistad, para impulsar obras generosas en una sintonía
nacional.
• Lanzamiento al futuro. “Ayer” queremos que sea un experimento de cooperación de muchos
lanzado al futuro del arte popular en Venezuela. Hoy está apenas a unos meses de distancia
de su nacimiento. Si el Ministerio de Educación se percata de que es un esfuerzo original que
puede tener consecuencias en una educación para la vida, tendremos un desarrollo propor-
cionado al gran propósito que perseguimos. Si esto no ocurre, nos espera un muy lento des-
envolvimiento, pero no nos arredrará trabajar sin sus ayudas.

VERSIÓN EDITADA Y CLASIFICADA EN JULIO 2006/MBY

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