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EL DESARROLLO DE LA CREATIVIDAD SUSTENTADO EN LA ESTRATEGIA DEL

ACOMPAÑAMIENTO IGNACIANO

Por el maestrante Juan Pablo Villarruel Castellanos

Revisado por el Maestro Germán Palacios

Resumen: Este ensayo se propone plantear una aproximación a una intervención


pedagógica enfocada en el pensamiento creativo, aplicado en una institución jesuita. Con
el fin de analizar los beneficios dentro de una educación integral. Para lo anterior se
realizó una investigación documental por medio de la selección, revisión y análisis de
diversos autores sobre la concepción de la formación integral en el pensamiento creativo
como eje del desarrollo del ser humano.

A través, del acompañamiento el estudiante logre identificar, analizar, abordar, examinar y


vivir con intensidad cada una de sus propias etapas creativas y relaciones existentes
entre las esferas de la vida humana. Los avances señalan que el acompañamiento a
procesos creativos logra establecer una vinculación con otras esferas nunca o poco
abordadas en los contextos de aprendizaje, y la formación artística tiene el potencial para
desarrollar la dimensión sensible de la persona para recrear su interacción con el mundo
en busca del bienestar de este grupo de estudiantes en particular.

Palabras clave: ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA, MODELO DE EDUCACIÓN INTEGRAL, EDUCACIÓN


ARTÍSTICA, INNOVACIÓN EDUCATIVA, DESARROLLO DEL CURRICULUM, ACOMPAÑAMIENTO

EL DESARROLLO DE LA CREATIVIDAD SUSTENTADO EN LA ESTRATEGIA DEL


ACOMPAÑAMIENTO IGNACIANO

Nuestra realidad atraviesa un cambio de paradigma educativo, los viejos estilos de educar
ya no son suficientes, necesitamos renovarlos. A nuestro alrededor tenemos evidencias
que gritan la carencia y por lo tanto la necesidad de mejorar nuestra educación y esto
debe iniciar desde la educación básica.

Lejos de educar a nuestros jóvenes sólo en competencias técnicas para favorecer la


economía mundial es necesario un nuevo modelo que ofrezca programas que incluyan las
competencias en lo cognitivo y formativo, en los que se logren procesos de formación
efectivos, abordando las diferentes facetas del ser humano, desde las habilidades y
destrezas motoras, hasta sus sistemas de valores.

La sociedad demanda hoy nuevas y renovadas formas de aprender; una escuela


tradicional centrada en la enseñanza y no en el aprendizaje, tiene sus días contados; una
escuela centrada en contenidos y no en el desarrollo del pensamiento y las emociones,
está viviendo horas extras. En relación a esto, se preguntaba Pierre Faure (1972) ¿Para
qué llenar el cerebro? ¿Por qué no mejor formarlo?
Debemos buscar a través de nuevas propuestas, intervenciones que afecten los
currículums para formar personas más preparadas, con mejores habilidades creativas,
cognitivas, técnicas, morales y espirituales. Es en el currículum oficial donde le dan mayor
importancia a desarrollar todas las potencialidades relacionadas con la mente (cognitiva e
intelectual) sin embargo, el pensamiento divergente y el corazón (el mundo afectivo) es
poco valorado.

Nuestros jóvenes están recibiendo mucha información de las tecnologías de la


información y la comunicación (TIC), de una manera pasiva, dispersa y acrítica que es
poco benéfica a su desarrollo integral, modificando la manera de construir y participar en
el mundo. Ambientes familiares en crisis, los padres separados y jóvenes a la deriva sin
figuras de autoridad a quien seguir; o jóvenes que se encuentran en hogares con
abundancia económica pero limitados afectivamente.

Sus cerebros reciben videojuegos, software y aplicaciones sólo para ser consumidas sin
necesidad alguna de esfuerzos, produciendo un letargo mental, y lo más grave una
generación adormecida. La relación entre innovaciones tecnológicas y adolescentes,
debería ser bien encauzada para beneficio de los estudiantes adolescentes y no como se
están dando actualmente.

La eficacia simbólica de instituciones anteriormente respetadas como la familia, la iglesia,


los valores considerados como prioritarios son ahora despreciados por la mayoría de
nuestros jóvenes, todo esto provocado por la corrupción, las mentiras, los abusos, la
violencia, etc. deformando el ambiente en el que viven.

Sin embargo, aún en el fondo se encuentra latente esa esperanza localizada en estas
nuevas generaciones. Ellos tienen la fuerza, la inteligencia, el tiempo, el entusiasmo
productos de su juventud. La escuela siempre busca ser un espacio de preparación, un
recinto para preparar mejor a estos jóvenes.

El aula debe ser el lugar donde todos aprendemos a relacionarnos, a colaborar, a pensar.
Los maestros a través de su labor construyen los nuevos pequeños o grandes líderes de
nuestro mundo.

Las escuelas de la Compañía de Jesús lo han entendido en su labor alrededor del mundo,
presentando una opción, con una perspectiva antropológica cristiana, la concepción
ignaciana sobre el ser humano ha sido entendida y practicada de una manera dinámica,
sistemática, y existencial, al considerar que el ser humano está…
constituido por un conjunto dinámico de operaciones intencionales y conscientes, estructuradas en
cuatro niveles: el de la experiencia, el de la intelección, el del juicio y el de la decisión
interrelacionados y recurrentes que producen resultados acumulativos y progresivos (González,
2005, p. 3).

Otro rasgo de esta propuesta educativa es que le ofrecen al estudiante un currículum


oficial avalado por las autoridades de cada país, sin embargo, le permean metodologías
diseñadas a partir de las propuestas de Ignacio de Loyola.

Específicamente en el área metropolitana de Guadalajara, se encuentra el Instituto de


Ciencias perteneciente a la Compañía de Jesús. Una escuela con más de cien años de
experiencia entre los tapatíos. Dentro de ella particularmente, en la sección de secundaria
y área de artísticas se ofrece el taller de pintura donde la presente investigación nace y se
desarrolla.

El perfil pedagógico de este Instituto encaja con una perspectiva humanística es decir, un
currículum enfocado en la persona, respetando su propio ritmo así como sus etapas de
crecimiento integral, buscando desarrollar armoniosamente y coherentemente todas y
cada una de las dimensiones del ser humano (ética, espiritual, cognitiva, afectiva,
comunicativa, estética, corporal, socio-política y lúdica).

La dimensión estética compete directamente a mí investigación, dentro de ella se busca


que el estudiante sea capaz de desarrollar y expresar creativamente su sensibilidad para
apreciar y transformar su entorno. No obstante, debemos recordar que la creatividad es
un proceso complejo. Howard Gardner (2001) nos vuelve a recordar lo multifactorial que
se necesita propiciar para que un individuo desarrolle su creatividad:

¿En qué radica la creatividad? La respuesta es que la creatividad no debe considerarse como algo
que sólo es inherente al cerebro, la mente o la personalidad de un individuo por sí solo. Antes bien,
debe pensarse que la creatividad surge de la interacción de tres nodos: el individuo con su propio
perfil de capacidades y valores; los ámbitos para estudiar y dominar algo que existen en una cultura;
y los juicios emitidos por el campo que se considera como competente dentro de una cultura (p. 9).

Además, es importante puntualizar; las investigaciones sobre el desarrollo de la


personalidad han demostrado que el paralelo más aproximado a la estructura de la
personalidad del niño no es la estructura mental de lo lógico, sino la del artista (Read,
Herbert. 1995). Aprovechando esto y ante la necesidad de nuestra realidad de formar
estudiantes creativos, con pensamientos críticos y a la par de tener un nivel moral
suficiente para estar al pendiente de no dañar a un tercero con sus nuevas propuestas, es
que se establece esta propuesta de fomentar la creatividad a través del Acompañamiento
Ignaciano

Se presenta una gran área de oportunidades de fomentar habilidades creativas en un


estudiante a partir de nuestra labor docente, ya que “Las neuronas en el cerebro de un
niño, realizan muchas más conexiones que en el cerebro de los adultos…cuanto más rico
el ambiente mayor será el número de interconexiones que se realizarán” (Sousa, 2014,
p.30).

Es decir, es del todo oportuno realizar esta investigación para propiciar y fomentar la
creatividad en los alumnos de segundo de secundaria del Instituto de Ciencias en los
grupos de artísticas que se encuentran bajo mi atención y responsabilidad, empleando
particularmente el Acompañamiento Ignaciano (llamado dentro de la escuela cura
personalis), como una implementación de una estrategia formativa que permita desarrollar
integralmente al estudiante como un ente en un proceso de progreso individual y social.

Es del todo pertinente aprovechar esta predilección en la personalidad del adolescente


hacia las actividades artísticas teniendo como propósito fundamental el fomentar el
pensamiento divergente, el cual tiene gran correspondencia con la creatividad. Además de
ayudarles a desarrollar su identidad y conocerse a sí mismos siempre en busca del Bien
mayor y de sociedades más justas.

Sin embargo, cuando hablamos de un adolescente muchas veces nos parece ardua esta
labor pues es posible encontrarlos torpes, obesos de sexo, impredecibles, riesgosos,
infantiles o unos monstruos irracionales con los que no se puede razonar, pero todo ello
tiene una “razón” biológica, no deberíamos ser tan duros con nuestros jóvenes.

Sousa (2014) menciona que a partir de estudios basados en resonancias magnéticas de


post-adolescentes revelan que el lóbulo frontal sigue madurando hasta la primera edad
adulta”. Por eso, “la capacidad del lóbulo frontal para controlar los excesos del sistema
emocional no se halla plenamente operativa durante la adolescencia. (Dosenbach, 2010;
Goldberg, 2001).

Los adolescentes procesan información sobre las emociones de manera diferente a la de


los adultos. El descubrimiento del sistema de neuronas espejo (Rizzolatti y Sinigaglia,
2007), muestran la oportunidad que tienen los docentes cercanos a sus estudiantes de
desarrollar habilidades para su provecho. Estas neuronas “ayudan al individuo a
decodificar las intenciones y predecir el comportamiento de los demás. Nos permiten
recrear la experiencia de los demás y comprender las emociones ajenas, así como
empatizar” (Sousa, 2014. p.28).

Ahora pues, Wallace (1926) fue de los primeros en realizar el quiebre con los estudios de
creatividad que suponían el origen divino o místico de la misma. Este autor dispuso al
gremio de académicos enfocados al pensamiento divergente a pensar que la creatividad
puede ser fomentada, promocionada, alentada por personas que conocen precisamente
este proceso creativo. Esto abre la esperanza de sembrar actividades que fomenten la
creatividad y crean en el pensamiento adolescente procesos complejos pero comunes en
ellos.

Hablar del proceso creativo es un reto, pues es muy difícil sistematizarlo, dado que cada
individuo tiene su camino prácticamente personal, aunque habrá ciertas correspondencias
entre unos y otros creativos. El logro de una persona para realizar un producto creativo
depende de muy variables circunstancias, algunas de las cuales se plantean a
continuación.

Las personas creativas se determinan mejor en entornos que conjuguen ciertas


características muy específicas para la realización de su potencial creativo. Son varios los
autores que consideran el ambiente como primordial para la expresión de su creatividad
(Amabile, 1983; Roger, 1976; Torrance, 1976,1979). En relación a la influencia de la
atmosfera dentro de los planteles educativos Torrance y Hansen (1965), investigaron la
influencia del docente para desarrollar creatividad en sus estudiantes, analizando las
preguntas que los profesores planteaban a sus alumnos, clasificándoles a estos
profesores en más o menos creativos.

Se encontró que los docentes creativos aceptan de buena forma las ideas de sus
alumnos y suelen incorporar las mismas en la estructura o secuencia del tema a tratar, así
mismo, utilizan más ejemplos estimulantes para sus estudiantes, tolerando mayor número
de períodos de silencio y de confusión. Mientras que los profesores menos creativos son
más directivos, las atmosferas de clase son más rígidas y sus dinámicas limitan las
posibilidades de respuestas.

La creatividad no se da en los procesos rígidos del inconsciente ni en el super yo, sino


que se da en una zona intermedia que es el subconsciente, en donde lo racional y lo
irracional coinciden.
Para esta investigación ha sido básico buscar estados de confianza entre el docente y el
alumno. Rogers (1996) afirma que la persona que se siente escuchada reacciona de una
manera más positiva: adopta una posición relajada; crece en ella su deseo de seguir
comunicando su mundo interior; disminuye el estado de tensión; logra ver la situación con
ojos nuevos. Y se logra crear un bienestar emocional que facilita la relación.

Además, el mismo Rogers (1996) profundiza en una investigación sobre la libertad y


creatividad en la educación encontrando las virtudes de crear atmosferas auténticamente
humanas, donde no existan las jerarquías de las antiguas escuelas tradicionales, la
relación entre maestro- alumno se vuelve más auténtica y real. Visualizando a los
profesores como facilitadores de aprendizajes y no meros transmisores de información.
“Cuando la docencia es auténtica no hay lugar en ella para el autoritarismo, ni para la
individualización egocéntrica” (p.48).

Impactando directamente sobre la motivación del adolescente, sumando conocimientos


relativos al dominio (expertise) es decir habilidades cognitivas innatas, capacidades
perceptivas, capacidades motoras y procesos relativos a la creatividad (habilidades de
pensamiento) conocimiento implícito o explícito de heurísticos propicios para generar
nuevas ideas.

Amabile (1983) estudió que la motivación surgida desde nuestro interior es la que
influenciará positivamente en la producción creativa de cualquier persona. describe la
creatividad como la confluencia de motivación intrínseca, refiriéndose a las actitudes hacia
la tarea a emprender,

Es decir, para lograr motivar a los alumnos impactando su nivel de creatividad Freire
(1968) analizaba en sus estudios que las relaciones que se crean entre maestros y
estudiantes son de naturaleza fundamentalmente narrativa, discursiva y disertadora.

Las investigaciones muestran que cuando un profesor es auténtico, comprensivo y


afectuoso, los alumnos aprenden más acerca de cuestiones básicas y asimismo exhiben
una mayor creatividad y capacidad para resolver problemas (Rogers, 1996). Entre mayor
es el incremento de la confianza del alumno hacia su maestro, el estudiante se involucra
más en los procesos de aprendizajes activos y cooperativos con sus demás compañeros.

Para lograr esto mencionado, los métodos de Acompañamiento Ignaciano son del todo
oportunos, la experiencia de la Compañía de Jesús desde el año mil quinientos cuarenta
al estar educando jóvenes con su Acompañamiento (cura personalis) específico en cada
etapa de su formación es una de las bases de interés en mi investigación. Muchos
conocimientos y aptitudes aplicadas por los jesuitas serán de ayuda para un
acompañamiento creativo que se profundiza en mi tesis.

Acompañar, entendido desde la perspectiva jesuita es estar con el otro, apoyándolo con
amor en el encuentro consigo mismo, supone una relación de compañía que permita
crecer y compartir recíprocamente, sin que cada uno deje de ser lo que es, una
experiencia de intercambio y mutuo crecimiento. El acompañado deberá sentirse libre,
escuchado y comprendido para aceptarse, confrontarse y superarse. No se trata de una
técnica sino de una actitud y una experiencia que vive del diálogo y del apoyo mutuo.

Sin embargo, el proceso de acompañamiento no es tan fácil, la situación exige estar


atento a la voz interna, que la perciben como la voz de Dios y a la voz del otro. No es fácil
del todo sintonizar ya sea para el acompañante como para el acompañado.

Pueden intervenir muchos factores internos y externos, entre los externos o físicos está el
cansancio corporal, el clima, distracciones físicas y el ambiente. Principalmente los
adolescentes tienden a tener muchas distracciones a la mano que no les facilitan ya sea
relacionarse con otras personas, o escucharse ellos mismos.

A partir de un Acompañamiento tratamos de crear a reflejo de Pierre Faure (1976 p. 27)

…un clima creador, libre, no coercitivo, situar al alumno (a) la posibilidad de desarrollar esta aptitud
creadora cuyo alcance no queda reducido a la capacidad para inventar, sino que su enfoque evoca
algo más profundo, que toca la raíz del ser humano: la autonomía.

Este modelo de relación del Acompañamiento subraya la no directividad por parte del
acompañante. Éste debe tratar de ser imparcial en relación con el otro, desde una postura
en base a la cual el acompañante se abstiene de orientar al otro en una determinada
dirección evitando llevar a la persona a pensar, sentir y actuar según un esquema
determinado.

Por lo tanto, no cabe duda que el acompañamiento se da desde la interacción y el


consentimiento mutuo de dos personas: se ejecuta de una forma estructurada y desde un
esfuerzo cooperativo con el fin de que se produzca un cambio que bien puede ser en
ambos interlocutores. Uno ayuda a otro y ambos salen beneficiados. Ya lo decía Carl Jung
(1875, mencionado por Alzugaray p. 11) “El encuentro entre dos personas es como el
contacto entre dos sustancias químicas: si se produce una reacción, las dos se
transforman”.
Cuando estos encuentros se dan entre seres humanos abiertos que se permiten y
permiten el fluir y la espontaneidad entonces se produce algo maravilloso. Se produce la
sinergia, el enriquecimiento mutuo, se multiplican las posibilidades de cada uno de los
interlocutores. En estas condiciones, el intercambio se vuelve fecundo. La palabra es el
medio, el puente que permite conectarnos mutuamente.

Es un hablar entusiasmado, es cómo estar encantados, es vibrar, resonar con otros, es


recoger las expresiones vertidas y responder inspirados con palabras profundas lo que
permite que surja la luz, el ritmo, el verso, la idea, la ocurrencia, el chiste, la revelación, el
darse cuenta o establecer una visión, el invento, la innovación, la poesía o el canto. Es el
encuentro con otros a través del diálogo fecundo lo que facilita al hombre la creación de
sentido.

Los estudiantes, principalmente los jóvenes adecuadamente formados son nuestra única
esperanza de acercarnos a una sociedad más justa. Es necesario perfilar la educación del
futuro a preparar al alumno para el cambio, no para la estabilidad. Y para afrontar el
cambio, con posibilidades de éxito, debemos conocer y aplicar la creatividad y la
innovación

Bibliografía

 Gardner, Howard (2001). Sexta reimpresión (FCE, Colombia), Editorial fondo de


cultura económica.
 Nieves Pereida de Gómez, María (1984). Educación personalizada, un proyecto
pedagógico en Pierre Faure. Editorial Trillas
 Ramírez y equipo (2004) Hacia la comprensión del acompañamiento. Editorial.
Centro de reflexión y planificación educativa
 Robert J. Sternberg y Todd I. Lumbart (1997). La creatividad en una cultura
conformista. Un desafío de las masas. Editorial Paidós transiciones. Barcelona.
 Sousa, David A. (2014). Neurociencia educativa, mente cerebro y educación.
editorial Narcea. 1-78

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