noviembre de 1876. Cuando tenía un año y medio de edad cayó en una chimenea sufrió lesiones por quemaduras en los brazos y piernas, la más afectada fue su mano izquierda, al punto de perder la mayoría de los dedos. Completo sus estudios primarios y secundarios, gracias a las generosas contribuciones de su profesor y los amigos de este logro recibir una cirugía donde recuro el 70% de la movilidad y funcionalidad de su mano izquierda. Se hizo aprendiz de Dr. Kanae Watanabe el mismo médico que había realizado la cirugía. En 1900, Noguchi se trasladó a Estados Unidos, donde obtuvo un trabajo como asistente de investigación con el Dr. Simon Flexneren la Universidad de Pensilvania y más tarde ingresa en el Instituto Rockefeller de Investigación Médica En 1918, Noguchi viajó extensamente por Centro y Suramérica a la búsqueda de una vacuna contra la fiebre amarilla e investigar la fiebre Oroya, la poliomielitis y el tracoma. En 1928, Noguchi viaja a África para confirmar sus hallazgos. El propósito de este trabajo de campo fue probar la hipótesis de que la fiebre amarilla era causada por una bacteria espiroqueta en lugar de un virus. Mientras trabajaba en Accra, en la Costa de Oro (hoy Ghana) murió de fiebre amarilla el 21 de mayo de 1928. La misión de la Fundación Rockefeller, sin cambios desde 1913, es promover el bienestar de la humanidad en todo el mundo. Para alcanzar estos objetivos, la Fundación Rockefeller trabaja en la intersección de las cuatro áreas de enfoque – salud, revalorizar los ecosistemas, medios de vida seguros y transformar las ciudades – para hacer frente a las causas profundas de los nuevos desafíos y crear un cambio sistémico. El 15 de julio de 1918, auspiciado por la Fundación Rockefeller llegó a Guayaquil para combatir una terrible epidemia de fiebre amarilla que azotaba la ciudad; y nueve días más tarde, luego de constantes estudios realizados durante el día y la noche, experimentando diferentes cultivos en Perros, Cuyes, gatos y monos, en los que reprodujo la enfermedad, por picaduras de mosquitos infectados o inoculaciones directas. y en una joven india voluntaria llamada Asunción Arias -que había ingresado al hospital víctima de dicha enfermedad-, descubrió por fin la incógnita que tan anhelosamente buscaba: Noguchi prepara la vacuna inmunizante, con cultivos muertos de Leptospiras. El ensayo tuvo muchos éxitos en 276 civiles y 504 militares enfermos Poco tiempo después y en reconocimiento a sus valiosos servicios, el Congreso Nacional le otorgó el grado de Coronel de Sanidad del Ejército Ecuatoriano. A mediados de 1927, el Instituto Rockefeller, en su afán por erradicar del mundo la fiebre amarilla, envió su misión de expertos y científicos a combatir una epidemia de dicha enfermedad que azotaba varios lugares de Africa. Por prescripción médica a él le fue prohibido de incluirse en dicha expedición, a pesar de lo cual y por su propio riesgo, viajó a las doradas costas de Accra, capital de Ghana, en el golfo de Guinea, donde instaló su laboratorio e inició de inmediato sus investigaciones. 11 de noviembre Llega el higienista Miguel E. Connor, para lograr la extirpación total de la enfermedad. Él tenía mucha practica hecha en Panamá Filipina, y otra repúblicas centroamericanas. 25 de noviembre Connor da inicio a su trabajo. Diciembre Los brotes fueron 88. 1919 Miguel Connor con la ayuda de la población llegaron a controlar el brote de la epidemia, destruyendo los depósitos de criaderos del mosquito en el primer trimestre. La misión de la Fundación Rockefeller, sin cambios desde 1913, es promover el bienestar de la humanidad en todo el mundo. Para alcanzar estos objetivos, la Fundación Rockefeller trabaja en la intersección de las cuatro áreas de enfoque – salud, revalorizar los ecosistemas, medios de vida seguros y transformar las ciudades – para hacer frente a las causas profundas de los nuevos desafíos y crear un cambio sistémico.