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A partir de los 2 años los niños (as) van adquiriendo gradual y progresivamente la capacidad de

valerse por sí mismo.

Van adquiriendo nuevas habilidades, como: jugar con amigos, aprender a vestirse, ayudar a bañarse,
manejar los cubiertos, comienza a dibujar, dialogar y hasta puede andar en triciclo.

En este proceso de adquisición de mayor autonomía se requiere apoyo, estímulo y comprensión por
parte de los adultos.

La mayor confianza que el/ella experimenta respecto a sus propias habilidades también lo/a pueden
llevar a conductas más “complicadas” en términos, por ejemplo, de su seguridad personal o de su
relación con los demás.

El niño/niña prueba constantemente su autonomía y con ello descubre el control que también
puede tener con su entorno. Por este motivo, necesita de la comprensión y apoyo de sus padres.

Entre los 2 y los 3 años, la mayoría de los niños y niñas adquieren las habilidades para realizar las
siguientes actividades:

-Caminar solo/a.

-Controlar sus esfínteres.

-Arrastrar juguetes detrás suyo mientras camina.

-Cargar uno o varios juguetes grandes mientras camina.

-Empezar a correr.

-Pararse en la punta de los pies.

-Patear una pelota.

-Trepar muebles sin ayuda.

-Subir y bajar escaleras afirmándose.

-Hacer rayas en un papel.

-Hojear libros.

-Armar torres de cuatro o más bloques.

-Usar una mano de forma más frecuente que la otra (comienzo de la lateralidad).

-Articular frases de 2 a 4 palabras y nombrar figuras.

-Encontrar objetos, aunque estén escondidos entre dos o tres frazadas.

-Distinguir entre formas y colores.

-Empezar a hacer juegos simbólicos, es decir que representan a través de objetos distintas
situaciones.

-Imitar comportamientos, especialmente de personas adultas.


-Lograr mayor conciencia de ser alguien diferente de los demás.

-Disfrutar y buscar la compañía de otros niños/as.

-Demostrar independencia creciente con conductas tales como ayudar a vestirse y lavarse las
manos.

-Mostrar comportamientos desafiantes, aprenden que pueden negarse a las situaciones.

-Manifestar menos ansiedad al separarse momentáneamente de sus padres u otra figura cercana.

¿Sabías que?

En el desarrollo de un niño(a) tanto la genética como el ambiente son importantes. El estilo de


crianza, la estimulación recibida, tener hermanos, la zona geográfica donde se vive y muchos otros
factores impactarán en el desarrollo de un niño(a) y es por esto que cada uno presenta un ritmo
propio de desarrollo individual, mostrando variantes en el desarrollo que son normales de
encontrar. Todas las áreas del desarrollo contribuyen al bienestar infantil a largo plazo.

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