You are on page 1of 9

r

¿ES LA PROTECCIÓN DE BIENES JURÍDICOS


UNA FINALIDAD DEL DERECHO PENAL?*
Claus ROXIN **

I. La cuestión de las cualidades materiales que debe reunir una


conducta para ser sometida a pena estatal siempre será un problema
fundamental, no sólo para el legislador, sino también para la ciencia
jurídico-penal. Hay muchas razones para entender que el legislador
actual, aunque goza de legitimidad democrática, no puede incriminar
algo sólo por que no le guste. Conductas tales como la de criticar dura-
mente al gobierno, profesar convicciones extrañas o comportarse en
privado de forma divergente a lo prescrito por las normas sociales no
serán del agrado de aquella autoridad que aprecie una ciudadanía obe-
diente, conforme y fácil de dirigir. La historia, incluyendo el presente,
muestra numerosos ejemplos de sistemas de justicia criminal que pre-
tenden reprimir tales conductas. Sin embargo, conforme al estándar

* Traducción del original «Rechtsgüterschutz ais Aufgabe des Strafrechts?» realizada por
Iñigo Ortiz de Urbina Gimeno.
*' Este texto reproduce el contenido de una conferencia que di en Perú y Colombia en octu-
bre y noviembre de 2004. Tal viaje fue el motivo por el que no pude participar personalmente en
el simposio celebrado con ocasión del 60 cumpleaños de Bernd SCHÜNEMANN. Quería cuando
menos participar en la recopilación de textos en honor de quien hace tiempo fue mi asistente y
discípulo y hoy en día es un amigo y colega al que me siento estrechamente unido tanto personal
como científicamente. He escogido esta conferencia porque tiene que ver con los esfuerzos de
SCHÜNEMANN por reanimar la teoría del bien jurídico como instrumento de crítica de la legislación,
al tiempo que refleja nuestro trabajo sobre las cuestiones fundamentales de la dogmática, que en
muchos aspectos apunta en el mismo sentido. Debido a graves circunstancias personales me he
visto obligado a abandonar el plan inicial de presentar a los lectores alemanes una versión algo
distinta del texto, de modo que he mantenido el estilo «internacional» de conferencia del escrito
original. Espero que el homenajeado amablemente considere mi contribución, también en este
formato, como un modesto homenaje de su antiguo «jefe».
444 CLAUS ROXIN ¿ES LA PROTECCIÓN DE BIENES JURÍDICOS UNA FINALIDAD...
445

alcanzado por nuestra civilización occidental (marco al que se circuns- ción de la prohibición, el Proyecto gubernamental de Código Penal de
criben mis consideraciones), la penalización de una conducta tiene que 1962 había descrito la homosexualidad como «un comportamiento
poseer una legitimación distinta de la que le otorga la mera voluntad del especialmente censurable desde el punto de vista ético y considerado
legislador. deshonroso por la opinión general» 3 .
II. Tras la Segunda Guerra Mundial, la ciencia jurídico-penal ale-
Cuando se niega la decisiva influencia del concepto de bien jurídico
mana intentó establecer una delimitación del poder de intervención en las discusiones de entonces, se pasa por alto además que el modelo
penal con ayuda de la teoría del bien jurídico. La idea fundamental era seguido por el legislador fue el Proyecto alternativo «Delitos sexuales»,
que el Derecho penal sólo podía proteger bienes jurídicos concretos, y aparecido en 1968 y que se apoyaba en la teoría del bien jurídico. Y,
no creencias políticas o morales, doctrinas religiosas, ideologías sobre finalmente, al negar la victoria de la teoría del bien jurídico en este
el mundo o meros sentimientos '. En esta línea, el §2, párrafo 1.° del ámbito se deja de considerar que en atención a la inexistencia de lesión
por mí codirigido Proyecto Alternativo de 1966, que pretendía oponer de un bien jurídico no se punen conductas que son consideradas inmo-
una alternativa político-criminal moderna al Proyecto gubernamental de rales incluso con los parámetros contemporáneos, como ocurre en los
entonces, programáticamente establecía: «Las penas y las medidas tie- casos ya mencionados del adulterio o de la zoofilia.
nen como finalidad la protección de bienes jurídicos y la reintegración
del autor en la comunidad jurídica». IV. Tras las reformas reseñadas, durante largo tiempo el concepto
de bien jurídico no fue tratado de forma importante, hasta que en estos
El legislador alemán no adoptó este principio programático, pero en últimos años la discusión ha sido vivamente reencendida. La premisa
cualquier caso en los años que siguieron procedió, bajo la influencia de según la cual el fin de toda amenaza penal debe ser la prevención de
la teoría de la protección de bienes jurídicos, a reformar por completo lesiones de bienes jurídicos ha ido siendo objeto de cada vez más
el Derecho penal sexual. El Título en cuestión en nuestro Código Penal numerosas críticas. Aquí me ceñiré a tres representativos autores que
desde entonces no se denomina «Delitos y faltas contra la moralidad», entienden que la restricción del Derecho penal a las lesiones de bienes
sino «Infracciones penales contra la libertad sexual». En tanto no es un jurídicos es imposible o incorrecta.
bien jurídico, la «moralidad» [Sittlichkeit] no se protege jurídico-penal-
4
mente, de modo que, consecuentemente, quedaron exentos de pena entiende que el concepto de bien jurídico como entidad pre-
HIRSCH
comportamientos entonces considerados inmorales, como la homose- existente a la labor del legislador «no existe». «El concepto de bien
xualidad entre adultos, el adulterio, la zoofilia y otros ilícitos morales. jurídico no ofrece un enfoque apto para la limitación inmanente del
Derecho penal». STRATENWERTH5 remite a las múltiples y diversas defini-
III. La reforma del Derecho penal sexual concluida en 1973 supu- ciones de bien jurídico existentes en la literatura y de ahí concluye que
so el punto álgido del reconocimiento de la teoría del bien jurídico en «conseguir una completa definición material del bien jurídico» se pare-
Alemania. Pero incluso esto es discutido por algunos de los críticos de ce a lograr «la cuadratura del círculo»; o sea: es imposible. Yendo más
esta teoría 2 , que afirman que la punición de la homosexualidad entre allá, defiende la opinión de que la razón por la que se crea un tipo no es
adultos no se eliminó porque no lesionara los bienes jurídicos de nadie, la protección de bienes jurídicos, sino lo indeseable de la conducta.
sino porque las ideas habían cambiado y la conducta en cuestión ya no Debería «reconocerse que lo decisivo a la hora de querer mantener una
se consideraba inmoral. De hecho, es cierto que hoy en día la homose- norma o, en sentido contrario, de no querer en absoluto que se dé una
xualidad es vista en Alemania como una forma de orientación sexual conducta, es la posición de la sociedad reconocida por el Parlamento» 6 .
éticamente neutra. Pero ello ha sido en gran parte efecto y no causa de Finalmente, JAKOBS 7 entiende desde un principio que la finalidad del
la despenalización de tal conducta; unos pocos años antes de la elimina- Derecho penal no es la protección de bienes jurídicos, sino la confirma-
1
Los libros más importantes sobre la teoría del bien jurídico, muy distintos entre sí tanto 3
Begründung des Regierungsentwurfs [«Justificación del Proyecto Gubernamental»], 1962,
desde el punto de vista material como por su tendencia, son: JÁOER, Strafgesetzgebung und p. 376.
Rechtsgüterschutz bei den Sittlichkeitsdelikten, 1957; SINA, Die Dogmengeschichte des Begriffs 4
HIRSCH, FS Spinellis, 2001, pp. 425 ss., 436, 445.
"Rechtsgut", 1962; AMELUNG, Rechtsgüterschutz und Schutz der Gesellschaft, 1972; MARX, Zur 5
STRATENWERTH, FS Lenckner, 1998, pp. 377 ss., 378 y 388.
Definition des Begriffs "Rechtsgut", 1972; HASSEMER, Theorie und Soziologie des Verbrechens- 6
STRATENWERTH, en HEFENDEHL/VON HIRSCH/WOHLERS (nota 1), pp. 299 ss.
Ansatz zu einer praxisorientierten Rechtsgutslehre, 1973; HEFENDEHL, Kollektive Rechtsgiiter im 7
Strafrecht, 2002; HEFENDEHL/VON HIRSCH/WOHLERS (eds.), Die Rechtsgutstheorie, 2003. Me limito aquí a su último y más detallado tratamiento del tema: «Was schützt das Stra-
2
frecht: Rechtsgiiter oder Normgeltung?». en FS Saito, 2003, pp. 17 ss. El artículo apareció pre-
STRATENWERTH, FS Lenckner, 1998, pp. 377 ss. (p. 389); HIRSCH, FS Spinellis, 2001, viamente en castellano en Revista Peruana de Doctrina y Jurisprudencia Penal, núm. 1, 2000,
pp.425ss.(p.432). pp. 154 ss.
446 CLAUS ROXIN
¿ES LA PROTECCIÓN DE BIENES JURÍDICOS UNA FINALIDAD...
447

ción de la vigencia de la norma. El hecho delictivo sería una desautori-


No obstante, es fácil legitimarla acudiendo al pensamiento jurídico-
zación de la norma por parte del autor, y la pena significaría «que la
racionalista de la Ilustración, base de la forma democrática de Estado 12 .
pretensión del autor no es válida y la norma continúa en vigor y sin
Según la concepción ideal del contrato social, los ciudadanos, detenta-
cambios» 8. Desde este punto de vista, resulta superfluo tratar con
mayor profundidad el concepto de bien jurídico. dores del poder estatal, ceden al legislador sólo aquellas facultades
penales que son necesarias para alcanzar una convivencia libre y pacífi-
Sin embargo, la idea de protección de bienes jurídicos como instru- ca, y sólo en la medida en que este fin no se pueda conseguir por
mento de limitación de la intervención jurídico-penal también ha medios más suaves. Para esta concepción, lo ideal es que el poder de
encontrado comprometidos defensores. HASSEMER, protagonista desde intervención estatal y la libertad de los ciudadanos se lleven a un equili-
hace más de treinta años del por él llamado concepto «crítico» [system- brio que le garantice al individuo tanta protección como sea necesaria,
kritisch] de bien jurídico 9 y en la actualidad vicepresidente del Tribunal pero también tanta libertad individual como sea posible. Estas metas de
Constitucional alemán, ha afirmado recientemente que «la prohibición nuestra tradición liberal-ilustrada de ningún modo han quedado obsole-
bajo amenaza de pena de una conducta que no pueda vincularse con un tas, sino que continuamente tienen que ser protegidas frente a tenden-
bien jurídico constituiría terror estatal [...] la limitación de la esfera de cias limitadoras de la libertad de los más diversos orígenes.
libertad no tendría ningún elemento legitimador del que pudiera extra-
erse su sentido» 10. SCHÜNEMANN " vincula la renuncia al potencial crítico De todo esto se desprende: en un Estado democrático de Derecho, que
del principio de protección de bienes jurídicos con la regresión del es el modelo de Estado que tomo por base, las normas penales sólo pue-
Derecho penal «a un nivel pre-ilustrado». No sólo «hay que mantener la den perseguir la finalidad de asegurar a los ciudadanos una coexistencia
centralidad del concepto de bien jurídico para la dogmática jurídico- libre y pacífica garantizando al tiempo el respeto de todos los derechos
penal», sino que «el auténtico desarrollo de la teoría del bien jurídico humanos. Así pues, y en la medida en que esto no pueda conseguirse de
está porvenir». forma más grata, el Estado debe garantizar penalmente no sólo las condi-
ciones individuales necesarias para tal coexistencia (como la protección de
V. Así pues, hoy nos encontramos de nuevo en una apasionada la vida y la integridad física, de la libertad de actuación, de la propiedad,
discusión de principios, en el marco de la cual me sitúo con los defen- etc.), sino también las instituciones estatales que sean imprescindibles a tal
sores del concepto de bien jurídico. Antes de dedicar mi atención a sus fin (una Administración de justicia que funcione, unos sistemas fiscales y
detractores, quisiera presentar mi propia postura, con la concisión exi- monetarios intactos, una Administración sin corrupción, etc.).
gida por este escrito. Acerca de qué sea un bien jurídico hay tantas y tan
distintas opiniones que sólo se puede discutir con sentido sobre este Llamo «bienes jurídicos» a todos los objetos que son legítimamente
tema si previamente se aclara qué es lo que uno mismo entiende por protegibles por las normas bajo estas condiciones. Estos no son, como
bien jurídico y de dónde infiere la limitación del Derecho penal a la muchas veces se supone, sustratos de sentido de naturaleza ideal (si lo
protección de bienes jurídicos. fueran no podrían ser lesionados), sino entidades reales l3 : la vida, la inte-
gridad física o el poder de disposición sobre valores materiales (la propie-
Mi punto de partida es que los límites de las facultades de interven- dad). Los bienes jurídicos no tienen por qué tener realidad material. La
ción penal deben extraerse de la función social del Derecho penal. disponibilidad sobre las cosas que garantiza la propiedad o la libertad de
Lógicamente, todo lo que vaya más allá de ésta no puede ser objeto del actuación que protege la prohibición de las coacciones no son objetos
Derecho penal. El Derecho penal tiene como finalidad procurar a los físicos, pero sin embargo son parte de la realidad empírica. También son
ciudadanos una existencia pacífica, libre y socialmente segura, en la bienes jurídicos los derechos humanos y los derechos fundamentales,
medida en que tales objetivos no puedan conseguirse mediante otras como el libre desarrollo de la personalidad, la libertad de conciencia o la
medidas socio-políticas menos intrusivas en la esfera de libertad de los libertad de culto. Su privación conlleva perjuicios muy reales de la vida
ciudadanos. Entiendo que esta descripción de fines se corresponde con en sociedad. Del mismo modo, tampoco son objetos físicos las institucio-
la auto-comprensión actual de todas las democracias parlamentarias, de nes estatales, como la Administración de justicia o el sistema monetario u
modo que no precisa una divagante justificación teórica. otros bienes jurídicos de la comunidad, pero sí son realidades necesarias
8
La última cita procede del artículo «Bürgerstrafrecht und Feindstrafrecht», en GS Hung, 12
Vid. el apretado resumen de SCHÜNEMANN, en HEFENDEHL/VON HIRSCH/WOHLERS (nota 1),
2003, p. 42.
9 pp. 133 ss., 141, 143; ulteriormente, vid. HASSEMER, en HEFENDEHL/VON HIRSCH/WOHLERS (nota 1),
HASSEMER, en su escrito de habilitación, citado en la nota 1. pp. 57 ss. (58). Este último autor habla de «un Derecho penal y una fundamentación del mismo
10
HASSEMER, en HEFENDEHL/VON HIRSCH/WOHLERS (nota 1), pp. 57 ss. (p. 64). guiados ante todo por la filosofía política de la Ilustración».
11
SCHÜNEMANN, en ibid., pp. 133 ss., 145, 154. 13
Lo ve adecuadamente HEFENDEHL (nota 1), pp. 28 ss.
448 CLAUS ROXIN ¿ES LA PROTECCIÓN DE BIENES JURÍDICOS UNA FINALIDAD... 449

para la vida, cuya lesión puede perjudicar de forma duradera la capacidad cual por bien jurídico no hay que entender otra cosa que la finalidad de
de prestación de la sociedad y la vida de los ciudadanos. la ley,- la ratio legis. Este concepto de bien jurídico ha de rechazarse,
porque no dice nada que vaya más allá del por lo demás reconocido
Con apoyo en estas reflexiones se pueden definir los bienes jurídi- principio de interpretación teleológica.
cos como realidades o fines que son necesarios para una vida social
libre y segura que garantice los derechos humanos y fundamentales del VI. ¿Cuáles son las concretas prestaciones que puede ofrecer tal
individuo, o para el funcionamiento del sistema estatal erigido para la concepto liberal, personal y crítico con la legislación? ¿Qué límites
consecución de tal fin. La distinción entre realidades y fines apunta a impone al legislador? Éste es un tema muy amplio que realmente sólo
que los bienes jurídicos no necesariamente le vienen dados al legisla- puede tratarse en un libro, ya que uno debería revisar numerosos pre-
dor, como ocurre por ejemplo con la vida humana, sino que también ceptos penales, tanto alemanes como extranjeros, y analizarlos minu-
puede ocurrir que sean creados por él, como sucede por ejemplo en el ciosamente para comprobar su compatibilidad con las exigencias del
caso de los impuestos. principio de protección de bienes jurídicos aquí propuesto. Como ello
no puede hacerse en este marco, me conformaré con apuntar las ideas
La definición propuesta designa un concepto «personal» de bien jurí- directrices.
dico como el que hace más de treinta años desarrollaron por vez primera
14 En primer lugar, resulta claro que son ilegítimas aquellas normas
RUDOLPHI, MARX y HASSEMER , de forma similar y conforme con el con-
cepto propuesto por el Proyecto alternativo. Tal concepto de bien jurídico penales que vienen exclusivamente motivadas por la ideología o aten-
no puede limitarse a bienes jurídicos individuales, sino que incluye bie- tan contra los derechos humanos y fundamentales. La punibilidad de las
nes jurídicos de la comunidad l5. Éstos, sin embargo, sólo son legítimos manifestaciones contrarias al régimen, por ejemplo, atentaría contra la
cuando en última instancia sirven al ciudadano individual. Este es con libertad ideológica, la punibilidad del matrimonio de personas de dife-
seguridad el caso de los tradicionales bienes jurídicos universales, que rente raza atentaría contra el principio de igualdad. Ambos principios se
son comúnmente aceptados. Es fácil ver que una Administración de justi- incluyen en la Constitución alemana y son así mismo internacionalmen-
cia ordenada y una moneda intacta son necesarias para el libre desarrollo te reconocidos, de modo que vinculan al legislador.
del sujeto en la sociedad. Incluso la obligación de pagar impuestos, a En segundo lugar, la mera delimitación de la finalidad de la ley no
menudo aborrecida por los ciudadanos, no tiene como objetivo el enri- constituye todavía un bien jurídico. Sin entrar en los detalles, tomaré
quecimiento del Estado, sino la utilidad del individuo, a la que se refieren dos ejemplos del Derecho alemán. Éste pune la adquisición de peque-
las prestaciones estatales sufragadas con los impuestos. El concepto per- ñas cantidades de hachís para consumo propio 18 y el tráfico de órganos
sonal de bien jurídico que se ha descrito es la adecuada forma de expre- con fines de trasplante l9. Cuando se afirma, como a menudo se hace
sión del Estado liberal de Derecho del que parte mi argumentación. entre nosotros, que en el primer caso se protege el bien jurídico «socie-
En la medida en que persigue mostrar al legislador los límites de la dad sin drogas» y en el segundo la «preservación de las donaciones de
punición legítima, el concepto de bien jurídico que se defiende es ade- órganos de consideraciones comerciales», resulta claro que esto no es
más un concepto crítico con la legislación 16. De este modo se diferen- suficiente para legitimar el precepto 20 . La razón está en que con ello
cia del llamado «concepto metodológico» de bien jurídico 17, según el sólo se indica lo que quería el legislador. Lo importante es, sin embar-
go, si se ve perjudicada la coexistencia libre y pacífica de las personas,
14 y esto es algo que ha de negarse cuando los excesos puedan evitarse
RUDOLPHI, FS Honig, 1970, p. 151; MARX y HASSEMER en los libros citados en la nota 1.
Muy bien actualmente, HEFENDEHL (nota 1), quien efectúa «una materialización del bien jurídico a mediante controles estatales.
través de la Constitución» (pp. 42 ss.). Según ésta, «no hay bienes jurídicos de la comunidad sin
referencia individual» (p. 60). A esta idea, como a la que aquí se defiende, subyace «la concep- En tercer lugar, la mera ilicitud moral no basta para justificar una
ción liberal del Estado perfilada por la Ley Fundamental, que configura y maneja la forma y la disposición penal. En tanto no lesione la libertad y la seguridad de
actividad del Estado desde la dignidad de las personas» (pp. 61-62). nadie, no lesiona un bien jurídico. Al inicio del artículo ya he puesto
15
De forma abarcadora sobre los bienes jurídicos colectivos, HEFENDEHL (nota 1); ANASTASO- ejemplos al respecto.
POULOU, Deliktstypen zum Schutz kollektiver Rechtsgüter, 2005.
16
En la monografía citada en la nota 1 y en su última ponencia sobre el tema (nota 10),
18
HASSEMER habla de un concepto de bien jurídico «crítico con el sistema» [systemkriüsch]. La §29 de la Betaubungsmittelgesetz [Ley de Estupefacientes].
caracterización de éste como «crítico con la legislación» [gesetzgebungskritisch] me parece más " §§ 17 y 18 de la Transplantionsgesetz [Ley de Trasplantes].
20
adecuada, toda vez que la crítica se mueve dentro del marco del sistema constitucional vigente. Al respecto, HEFENDEHL (nota 1), p. 52: «La punición de la mera inmoralidad contradiría
17
Creado por HONIG, Die Einwilligung des Verletzten, 1919, p. 30; GRÜNHUT, FS Frank, los principios básicos de la constitución, en su encarnación en los principios democrático y de
vol. 1,1930, pp. l s s . ( p . 8). Estado de Derecho».
450 CLAUS ROXIN ¿ES LA PROTECCIÓN DE BIENES JURÍDICOS UNA FINALIDAD... 451

En cuarto lugar, la lesión de la propia dignidad no supone la lesión en situaciones de déficit de autonomía del implicado (minoría de edad,
de un bien jurídico. Últimamente, el legislador alemán se remite gusto- anomalías psíquicas o personas que no alcanzan a comprender los ries-
samente a esta justificación de la incriminación. Así, por ejemplo, toda gos para sí mismas). En consecuencia, y tal y como ocurre en Alemania
modificación artificial de la información hereditaria de un gameto en contraposición con numerosos otros países, la participación en el
humano es punible 21 , porque supuestamente lesiona la dignidad huma- suicidio debería ser impune en los casos en los que la persona dispuesta
na. Sin embargo, sólo existe lesión de un bien jurídico cuando de tal a morir ha tomado su decisión en un estado de plena responsabilidad,
modo se manipule el acerbo genético del recién nacido, porque se esta- una cuestión que resulta importante en el debate actual sobre la eutana-
rán disminuyendo sus posibilidades de desarrollo no susceptibles de ser sia. En los casos en los que se producen accidentes en el transcurso de
planificadas. Si la intervención tiene lugar para evitar graves enferme- deportes peligrosos, los organizadores y promotores deberían resultar
dades hereditarias, sin embargo, el niño no se ve perjudicado, sino que exentos de toda consecuencia jurídico-penal en tanto el deportista fuera
se mejoran sus oportunidades de supervivencia y desarrollo. Eso no es consciente de los riesgos. La ya mencionada adquisición de pequeñas
una lesión de bienes jurídicos. cantidades de drogas blandas para autoconsumo también se ubica en
En quinto lugar, la protección de ciertos sentimientos sólo puede este contexto, y lo mismo vale en lo que respecta al alcohol y al tabaco.
considerarse protección de bienes jurídicos cuando se trate de senti- En séptimo lugar, las leyes penales simbólicas 26 no sirven a la pro-
mientos de inseguridad. La amenaza con pena de la discriminación de tección de bienes jurídicos. Entiendo por «tipos penales simbólicos»
parte de la población (la incitación al odio, la violencia o el desprecio) aquellas leyes que no son necesarias para la protección de una convi-
que realiza el legislador alemán 22 está justificada. También puede justi- vencia pacífica sino que persiguen fines extrapenales, como la tranqui-
ficarse la punibilidad de la conducta exhibicionista vigente en lidad del electorado o la presentación de una buena imagen del Estado.
Alemania 23 , en tanto ésta tenga lugar en condiciones que provoquen el Como ejemplo de lo anterior pondré sólo un precepto del Código Penal
miedo a asaltos sexuales en las mujeres a quienes se dirige. alemán 27 , que sanciona penalmente la negación o minimización de los
El Derecho penal no puede pretender una protección más amplia de delitos de genocidio cometidos durante el nacionalsocialismo. La nega-
los sentimientos. El ser humano actual vive en una sociedad multicultu- ción total o parcial de hechos históricos que no supone una aprobación
ral entre cuyas condiciones de existencia se encuentra la tolerancia de del delito no perjudica la vida en común de las personas vivas, sobre
conductas que contradicen las propias representaciones valorativas. Por todo porque estos hechos se han probado y su realidad histórica es
eso, el Derecho penal alemán va demasiado lejos ya cuando penaliza la generalmente reconocida. El auténtico sentido del precepto es mostrar
provocación de escándalo público mediante la realización de una con- que hoy en día Alemania es un Estado purificado que no silencia u
ducta sexual 24 , o hacer llegar a otro una publicación pornográfica sin oculta los delitos de la época de Hitler. Tal finalidad es digna de enco-
que éste lo haya pedido 25 . Uno tiene que ver muchas otras cosas que no mio. Sin embargo, su persecución no sirve a la protección de bienes
le gustan, y precisamente en los casos expuestos puede solucionar el jurídicos, y por este motivo es ilegítimo usar el Derecho penal para su
problema por sí mismo, dejando de mirar o tirando la publicación. La obtención.
seguridad y la libertad de la convivencia en ningún caso se ven afecta-
das, y por eso la punición es una reacción excesiva. El ámbito de las En octavo lugar, tampoco los tabúes son bienes jurídicos, de modo
molestias periféricas debería en todo caso ser objeto del Derecho de que no deberían protegerse por medio del Derecho penal. Me limitaré a
policía. poner el ejemplo más provocador, el del incesto. Éste es sancionado
penalmente por el Derecho alemán2íi y por el de otros muchos países, a
En sexto lugar, ni la autolesión consciente ni su posibilitación o pesar de que no resulta evidente cuál es el daño que se produce cuando
favorecimiento pueden legitimar la amenaza de pena. La protección de por ejemplo un hermano y una hermana mayores de edad deciden de
bienes jurídicos tiene como objetivo la protección de los otros, y no la mutuo acuerdo mantener relaciones sexuales. La justificación usual-
protección frente a uno mismo. El paternalismo estatal, en la medida en mente aducida de que se trata de evitar el nacimiento de niños con taras
que deba articularse a través del Derecho penal, sólo puede justificarse genéticas no se sostiene. Por un lado, porque por lo general tales rela-
21
§5 de la Embryonenschutzgesetz [Ley de protección del embrión |. 26
Monografía: Voss, Symbolische Gesetzgebung, 1989; artículos: HASSKMER, FS Roxin,
22
§ 130,párrafos 1 °y 2°StGB. 2001, pp. 1001 ss.; HAFFKE, FS Roxin, 2001, pp. 955 ss.; además, vid. HEFENDEHL (nota 1),
* §183 StGB. pp. 179 ss.
24
§ 183a StGB. 27
§130, apartado 3.°, StGB.
25
§ 184, párrafo 1 °, núm. 6 StGB. 28
§173 StGB.
452 CLAUS ROXIN ¿ES LA PROTECCIÓN DE BIENES JURÍDICOS UNA FINALIDAD... 453

ciones no producen descendencia; en segundo lugar, porque en caso de a ser nulo la trataré aquí sólo con unas breves referencias a la situación
que la hubiera es muy improbable que efectivamente tuviera taras y, en en Alemania, ya que se trata de un tema constitucional que puede deci-
tercer lugar, porque en el resto de los casos el Estado, por respeto a la dirse de forma distinta en uno u otro país.
esfera íntima, no intenta evitar por medios penales el nacimiento de
niños con taras. El precepto protege un tabú que procede de los inicios VIII. Por lo que respecta al Derecho alemán, hasta la fecha nues-
de la socialización de los seres humanos y que hoy en día es general- tro Tribunal Constitucional no ha elevado la aptitud del precepto para la
mente respetado con independencia de la intervención del Derecho protección de bienes jurídicos a la categoría de condición de su validez.
penal. Como ya se observó en tiempos de la Ilustración 29 , no existen Ello ha encontrado además amplio acuerdo en las monografías al res-
razones suficientes para su protección penal. pecto 32, a pesar de que, tal y como se explicó al principio, la restricción
del Derecho penal a la protección de bienes jurídicos puede inferirse
En noveno lugar, tampoco han de ser reconocidos como bienes jurí- plenamente de las bases filosófico-políticas de la democracia parlamen-
dicos aquellos objetos de abstracción inaprensible. El legislador ale- taria. Este desdén por la potencia crítica del principio de protección de
mán, por ejemplo, pune ciertas formas de conducta cuando son «ade- bienes jurídicos 33 ha contribuido determinantemente a su desatención
cuadas» para «perturbar la paz pública» 30. Con lo anterior no se por la literatura doctrinal y el legislador alemán.
describe un bien jurídico suficientemente concreto. La exigida «adecua-
ción» precisa un juicio de valor insuficientemente fundado empírica- Sin embargo, existen puntos de contacto que permiten la recepción
mente. Para conseguir una solución racional susceptible de ser funda- constitucional de la idea de protección de bienes jurídicos. El Tribunal
mentada de modo convincente ha de renunciarse a estos vagos evalúa la admisibilidad de las intervenciones penales conforme al prin-
conceptos generales y constatarse si tales preceptos pretenden prevenir cipio de proporcionalidad, una de cuyas manifestaciones es la denomi-
nada «prohibición de exceso» [Übermassverbot]. Se podría afirmar sin
una auténtica amenaza para la seguridad o sólo persiguen la protección
más que un precepto penal que no protege bien jurídico alguno es nulo
de tabúes o sentimientos.
por constituir una intromisión excesiva en la libertad de los
VIL Podría alargar mi lista y multiplicar los ejemplos, pero ciudadanos 34 . Por supuesto, a la hora de enjuiciar si un precepto penal
entiendo que la apretada exposición anterior ya muestra que el con- se puede considerar un instrumento útil para la protección de bienes
cepto de bien jurídico que defiendo aporta haremos para la limitación jurídicos habrá de concederse un margen de apreciación al legislador.
de la punibilidad que resultan plenamente aplicables. Por supuesto Pero cuando no pueda encontrarse una fundamentación seriamente
que se podrá discutir una u otra de mis asunciones 31 . Pero lo que es defendible, la consecuencia tendrá que ser la nulidad de semejante nor-
innegable es que el merecimiento de pena en todos los casos mencio- ma penal «desproporcionada». El futuro mostrará en qué medida logra-
nados es desde hace tiempo percibido como algo problemático, y rán imponerse las anteriores reflexiones.
todas las argumentaciones relevantes a la hora de tomar la decisión
IX. El principio de protección de bienes jurídicos no puede ser
dependen explícita o implícitamente del principio de protección de
considerado el único criterio para la legitimación de los tipos penales.
bienes jurídicos.
En la doctrina jurídico-penal alemana se discute intensamente sobre la
En mi opinión este principio, tal y como lo he delineado, cumple justificación democrática de la tendencia de nuestro legislador a adelan-
sobre todo una función de directriz político-criminal del legislador, tar la intervención penal a estadios previos a la lesión del bien jurídico.
como arsenal de instrucciones para la elaboración de un Derecho penal Así por ejemplo, la conducción bajo los efectos del alcohol se pune
propio del Estado de Derecho democrático liberal. La ulterior cuestión incluso cuando no ha ocurrido nada 3 \ y la punición por estafa consu-
de si un precepto que no cumple con tales criterios puede incluso llegar mada de seguro tiene lugar ya cuando uno hace desaparecer su propie-
dad para luego declararla como robada ante el seguro 36 .
29
HOMMEL, Des Herrn Marquis von Beccaria unsterbliches Werk von Verbrechen und Stra-
fen, Hommelische Vorrede, 1778; reimpresión. Berlín, 1966, p. 15: «Casarse con la propia herma- 12
LAGODNY, Strafrecht vor den Schranken der Grundrechte, 1996; APPEL, Verfassung und
na es un pecado para los cristianos, pero no un ilícito civil. Sólo puede considerarse delito o ilícito Strafe, 1998; STÁCHELIN, Strafgesetzgebung im Verfassungsstaat, 1998.
aquello mediante lo cual injurio a alguien. Éste es el único objeto de las leyes penales civiles». " ScHüNEMANN,en HEFENDEHL/VON HIRSCH/WOHLERS (nota I),pp. I33ss.(p. 145).
30 34
Así por ejemplo, en el ya mencionado § 130 y en el § 166 StGB [«Desprecio a las creen- En este sentido, STÁCHELIN (nota 32), pp. 163-165; HASSEMER, en HEFENDEHL/VON
cias, a las entidades religiosas y a las asociaciones ideológicas»] Con mayor profundidad sobre HIRSCH/WOHLERS (nota 1), pp. 57 ss. (p. 64). De manera profusa sobre la proporcionalidad como
los delitos de protección de la paz, HEFENDEHL (nota 1), pp. 284 ss. un «límite constitucional negativo», HBFHNDBHL (nota 1), pp. 83 ss.
31 35
Esta apertura a la discusión racional es vista con razón por MIR PUIO, GA, 2003, §316 StGB.
pp. 863 ss. (p. 866) precisamente como una ventaja del concepto de bien jurídico. 36
§265 StGB.
454 CLAUS ROXIN ¿ES LA PROTECCIÓN DE BIENES JURÍDICOS UNA FINALIDAD... 455

En tales casos, muy numerosos en la legislación más reciente, el Además, HIRSCH piensa que del concepto de bien jurídico «tan sólo"
principio de protección de bienes jurídicos sólo es útil en forma modifi- se desprendería qué es jurídicamente relevante y qué no, y esto no es un
cada. Sin duda, los preceptos que he puesto como ejemplo sirven a la problema específico del Derecho penal». Sin embargo, sin duda es un
protección de bienes jurídicos; el primero de ellos a la de la integridad problema penal determinar si hay que derogar o introducir una prohibi-
física, la vida y los valores patrimoniales en el tráfico rodado, el segun- ción penal en los casos en los que no hay lesión de un bien jurídico, y
do, a la del patrimonio de las empresas de seguros. El problema de ello no cambia por el hecho de que de tal circunstancia también se des-
estos preceptos es que la conducta incriminada aún se sitúa muy lejos prenda la cuestión de la legitimidad de la intervención para otras ramas
de la auténtica lesión de bienes jurídicos. Del concepto de protección de del ordenamiento. En mi opinión, el hecho de que no exista una lesión
bienes jurídicos sólo se sigue que en los supuestos de antelación consi- de bienes jurídicos tampoco impide terminantemente que los estándares
derable de la punibilidad se precisa una justificación especial de por culturales comúnmente admitidos de ciertos países puedan ser protegi-
qué ésta es necesaria para la protección efectiva de un bien jurídico. dos mediante el Derecho administrativo. El que los norte-europeos
tomen el sol completamente desnudos en las playas del sur de Europa o
Tal justificación puede ofrecerse en el primer caso (ya que un con- anden en bañador por las zonas residenciales no puede ser objeto del
ductor ebrio no está en condiciones de controlar suficientemente su Derecho penal. Pero la población autóctona tampoco tiene por qué
conducta, de modo que en cualquier momento puede pasar algo), pero aguantarse cuando ello atente contra su concepción del decoro. La
no en el segundo (porque a quien oculta su propiedad todavía le es regulación por medio del Derecho administrativo (por ejemplo, la deli-
posible decidir si procede a engañar a su asegurador o no). Las múlti- mitación de las zonas nudistas y la prohibición de ir en bañador por las
ples precisiones necesarias en el ámbito de los delitos de peligro abs- zonas residenciales o en los locales de la ciudad) debería permitirse y
tracto y la punición de los actos preparatorios precisan un análisis espe- poder imponerse mediante sanciones no penales.
cífico que aquí no puede hacerse 37 .
A fin de cuentas, HIRSCH40 recurre al principio constitucional de pro-
X. Para terminar, quiero decir algo sobre los críticos del concepto porcionalidad para imponerle límites al legislador. Lo vincula sobre todo
de bien jurídico, para lo que me centraré en las últimas contribuciones de con el principio de subsidiariedad, pero añade que la «legitimidad de la
los tres autores mencionados al inicio (HIRSCH, STRATENWERTH, JAKOBS). incriminación sólo deja de existir en aquellos ámbitos de conducta que no
1) HIRSCH 38 no niega que sea posible inferir el concepto de bien ofrecen motivo alguno para su omisión». Si se interpreta esta peculiar
jurídico personal del contrato social, pero entiende que éste no vincula formulación en el sentido de que no existe «motivo» para la «omisión»
al legislador. Según él, «ningún interés de la colectividad lleva escrito de la conducta cuando su prohibición no protege bienes jurídicos, la con-
que por su naturaleza pueda o no pretender protección penal». En el cepción de HIRSCH y la mía son perfectamente compatibles.
caso de los bienes jurídicos individuales «tampoco está indicada la pro- 2) STRATENWERTH 41 no rechaza completamente el concepto de bien
tección total, por ejemplo contra el uso transitorio de la propiedad aje- jurídico, aunque piensa que encontrar una definición aceptable de éste
na». Sin embargo, la existencia de la lesión de un bien jurídico, como es una tarea «irrealizable»42. Por el contrario, entiendo que la descrip-
ocurre en el hurto de uso, sólo dice que la penalización de la conducta ción ofrecida en esta conferencia ofrece una base sobre la cual poder
es posible, no que sea obligatoria. Junto al principio de protección de trabajar, aun cuando pueda necesitar ser mejorada.
bienes jurídicos y con igual rango está el principio de subsidiariedad,
conforme al que sólo puede amenazarse con una pena cuando no baste Además de ello, STRATENWERTH entiende que hay que proteger penal-
con medidas más suaves de carácter civil o administrativo, o con otras mente «tabúes culturales» 43 y «algunas normas de conducta elementa-
medidas de política social. Como siempre he mantenido 39 , el Derecho les» 44, aun cuando su infracción no suponga lesión de bien jurídico
penal protege los bienes jurídicos de forma secundaria. Pero ello no res- alguno. De otra manera no podría explicarse la punición de las conduc-
ta significado al concepto de bien jurídico, como quizás hayan logrado tas sexuales en público o un tipo penal tan dudoso como el incesto entre
mostrar mis reflexiones. adultos 45 . Es cierto que los anteriores tipos chocan con el principio de
40
37
Las más importantes de entre las últimas monografías son: HERZOG, Gesellschaftliche HIRSCH, FS Spinellis, 2001, pp. 425 ss. (p. 434).
41
Unsicherheit und strafrechtliche Daseinsvorsorge. Studien zur Vorverlegung des Strafrechtss- STRATENWERTH, FS Lenckner, 1998, pp. 377 ss.
42
chutzes in den Gefahrdungsbereich, 1991; ZIESCHANG, Die Gefahrdungsdelikte, 1998; WOHLERS, Ibid. (p. 388).
43
Deliktstypen des Praventionsstrafrechts, 2000, HEFENDEHL (nota 1). Ibid. (p. 389).
44
38
HIRSCH, FS Spinellis, 2001, pp. 425 ss. (pp. 430-431). Ibid. (p. 390).
45
39 a
ROXIN, Strafrecht, AT, vol. 1, 3. ed., 1997, §2, núm. 1 ss. Ibid. (pp. 389 y 390).
456 CLAUS ROXIN
¿ES LA PROTECCIÓN DE BIENES JURÍDICOS UNA FINALIDAD... 457

protección de bienes jurídicos, pero queda por explicar cómo de su


existencia puede inferirse su legitimidad (siendo así que el propio STRA- pena de Hegel (la pena como «negación de la negación del Derecho»)
TENWERTH duda de la legitimidad del segundo tipo en cuestión).
salta a la vista . Sin embargo, no comparto este enfoque. En mi opinión,
el sistema social no debe ser conservado en su propio beneficio53, sino en
En su última contribución sobre el tema 46 , STRATENWERTH ha radicali- beneficio de las personas que viven en tal sociedad. Y aunque ello no fue-
zado su posición, admitiendo la suficiencia de consenso social en torno ra así, el Estado no se podría conservar mediante imputaciones de senti-
a «no querer algo» como base de la tipificación penal. De este modo, se do, sino por la eficacia real de sus medidas de dirección de conductas,
renuncia por completo al potencial crítico del principio de protección entre las que se encuentran la amenaza y la ejecución de la pena.
de bienes jurídicos. Pueden existir buenas razones para que los grupos
sociales con influencia parlamentaria «no quieran algo», como por Aun prescindiendo de estas objeciones, la norma no puede preten-
ejemplo el fumar y el beber lesivos de la salud, la lectura de libros por- der únicamente la obediencia por parte de los ciudadanos, sino que
nográficos o el libertinaje sexual. En un Estado libre, sin embargo, de lo siempre tiene que dirigirse a la obtención de una acción o una omisión,
anterior no se sigue que exista una razón suficiente para punir. esto es, a la producción de un determinado estado de cosas. En un Esta-
do de Derecho democrático del tipo que he asumido como modelo, este
Hay un punto importante en el cual coincido en conjunto con STRA- estado de cosas sólo puede consistir en la convivencia pacífica, libre y
TENWERTH. Éste quiere incluir entre las finalidades del Derecho penal la respetuosa de los derechos humanos de los distintos miembros de la
protección de los animales 47 y de las condiciones para la existencia de sociedad. Frente a lo anterior, JAKOBS evita a propósito efectuar cual-
las generaciones futuras48. Yo también pienso que el maltrato de anima- quier afirmación sobre la legitimidad o la ilegitimidad del contenido de
les o la extinción de especies puede penarse, igual que por ejemplo la las normas, ya que considera que este tipo de afirmaciones no son cien-
destrucción del clima que perjudique de forma duradera la vida de las tíficas. Entiende que uno puede «optar políticamente por normas que
generaciones futuras. Ello parecería contradecir la idea de protección de protejan la vida libre de las personas» 54 y conseguir así «el mismo pun-
bienes jurídicos, porque lo que se haga a los animales o a las generacio- to de partida crítico del que se vanagloria la teoría de protección de bie-
nes futuras no tiene por qué perjudicar a las personas actualmente nes jurídicos. Pero no se trata de un punto de partida científico, sino
vivas. Pero uno no tiene que renunciar al principio de protección de político. Sobre ello no hay nada más que decir».
bienes jurídicos, como pretende STRATENWERTH, sino que sólo tiene que
ampliarlo, extendiendo el contrato social del círculo de las personas Me parece que la utilización de un concepto restringido de ciencia
vivientes a otras criaturas de la creación [Mitgeschópfe] y a las genera- pone en este caso a los juristas a merced del capricho y la arbitrariedad del
ciones futuras49. En Alemania ello ha sido aclarado por la Constitución, legislador. Es sin duda cierto que la política criminal como tal todavía no
que en un precepto introducido en una reforma reciente establece: 50 es una ciencia. Sin embargo, el desarrollo de límites sustantivos a la legis-
«En cumplimiento de su responsabilidad para con las generaciones lación penal desde los principios político-criminales del orden constitucio-
futuras, el Estado protegerá la fauna y los recursos naturales». Entiendo nal democrático-liberal es desde luego una tarea de los juristas, tanto da
que la evolución internacional sigue esta misma dirección. que se lleve a cabo por la doctrina o por la jurisdicción constitucional.
JAKOBS discute sobre todo que pueda vincularse con la lesión de bie-
3) Para JAKOBS, finalmente, el Derecho penal no tiene como fin la
protección de bienes jurídicos, sino impedir la pérdida de vigencia de la nes jurídicos la categoría por mí introducida de los delitos de infracción
norma51. «Desde esta perspectiva, la ejecución de la pena supone siempre de un deber 55 , entre los que se cuentan principalmente aquellos cometi-
el cumplimiento de su fin. Se confirma la constitución de la sociedad»52. dos en el ejercicio de la función pública. Según él, por ejemplo, la pre-
Se trata de una teoría de la sociedad cuyo parecido con la teoría de la varicación judicial 56 sólo se entiende correctamente como infracción de
un deber, y no como lesión de bienes jurídicos 57 . Sin embargo, no estoy
46
STRATENWERTH, en HEFENDEHL/VON HIRSCH/WOHLERS (nota 1), pp. 299 ss.
53
47
STRATENWERTH, FS Lenckner, 1998, pp. 377 ss. (p. 386). En sentido parecido, vid. la crítica de MIR PUIG, GA, 2003, pp. 863 ss. (p. 866): «En lugar
48
STRATENWERTH, en la conferencia «Zukunftssicherung mit den Mitteln des Strafrecths», de ser un instrumento que debe legitimarse conforme al fin que persigue, la norma pasa a ser un
ZStW 105 (1993), pp. 679 ss. fin en sí misma».
54
49
De acuerdo (al menos para la protección del futuro), SCHÜNEMANN, en SCHÜNEMANN/MÜ- JAKOBS, FS Saito, 2003, pp. 17 ss. (p. 31).
55
LLER/PHILIPPS (eds.), Das Menschenbild im weltweiten Wandel der Grundrechte, 2002, pp. 3 ss. ROXIN, Tdterschaft und Tatherrschaft, 7.a ed., 2000, pp. 352 ss; edición española, 1998,
50
Art. 20a de la Ley Fundamental. pp. 383 ss. AI respecto, vid., con mayor profundidad, SÁNCHEZ VERA, Pflichtdelikt und
51
FS Saito, 2003, pp. 17 ss. y las citas ya mencionadas supra, apdo. IV. Beteiligung, 1999.
56
52
Ibid. (p. 34). §339StGB.
57
JAKOBS, FS Saito, 2003, pp. 17 ss.(p. 21).
458 CLAUS ROXIN

de acuerdo. La Administración de Justicia, cuya condición de bien jurí-


dico es indiscutible58, se ve perjudicada en grado sumo cuando un juez
dicta conscientemente una decisión incorrecta. La infracción de un
deber típico especial, por el contrario, sólo es un elemento de la autoría;
a los inductores y a los cooperadores, aunque no sean jueces, se les
pena por el mismo artículo, sin que importe que sea en menor medida.
Ello no sería posible si la lesión del bien jurídico no trajera consigo la
punibilidad.
Además, y de nuevo según JAKOBS, el concepto de bien jurídico
«carece de contenido liberal genuino» 5<J. Así, la punibilidad de la
homosexualidad en una «comunidad caracterizada por la jerarquía mas-
culina», como ocurría en el ejército prusiano, protegía bienes jurídicos,
ya que las relaciones sexuales «ajenas a la jerarquía establecida» habrí-
an tenido efectos negativos para ésta 60 . Del mismo modo, en momentos DE LARGO ALIENTO: EL CONCEPTO
históricos anteriores el incesto lesionaba el bien jurídico de la «clara DE BIEN JURÍDICO
estructuración familiar»61.
Resulta indiferente que estas atrevidas tesis puedan demostrar que O qué ha sucedido desde la aparición del volumen
tales preceptos protegieron bienes jurídicos en el pasado lejano. Los colectivo sobre la teoría del bien jurídico*
bienes jurídicos no tienen una eterna validez iusnaturalista, sino que se
ven afectados por los cambios en la estructura constitucional y las rela- Roland HEFENDEHL
ciones sociales. Hoy en día, en cualquier caso, ya no son bienes jurídi-
cos, como concede JAKOBS cuando dice que «estos bienes han sido aban-
donados» 62. El Derecho penal contemporáneo de la democracia
parlamentaria es el único trasfondo de mi noción de bien jurídico. En la I. EL DESAFÍO DE UNAS JORNADAS
medida en que recomienda la renuncia a preceptos «abandonados», SOBRE LA TEORÍA DEL BIEN JURÍDICO
JAKOBS se aproxima a fin de cuentas a la postura aquí defendida. Sólo
falta reconocer, además, que, como he intentado mostrar, algunas dispo- Dependiendo de cómo se mire, puede entenderse que la organiza-
siciones penales no cumplen de antemano función legítima alguna. ción en 2002 en Moritzburg de unas jornadas sobre la teoría del bien
jurídico constituía un desafío. El conjunto de sus participantes presenta-
XI. Con lo anterior acabo. He tratado un gran tema que no puede
ba (naturalmente) una especial afinidad —en parte crítica— con el tema
agotarse en una conferencia. Les agradezco su atención.
del encuentro, por lo que poco podía decepcionarles el tema. Y así, jun-
to a comprometidas ponencias, hubo vivas y en parte controvertidas
discusiones, que, dado su contenido complementador de las ponencias,
encontraron reflejo en el volumen colectivo'. Cuál sería la resonancia
en el ámbito de lo especialistas (interesados) era en todo caso algo
incierto. El concepto de bien jurídico ha sido interpretado demasiado a
menudo como una legitimación aparente, como vacío de contenido o
como irrelevante para la «correcta interpretación» del Derecho penal.
También ROXIN en el resumen sobre ese tema en su tratado percibe un

58
Vid. supra, apdo. V. * Traducción del original «Mit langem Atem: Der Begriff des Rechtguts — oder was seit
5« JAKOBS, FS Saito, 2003, pp. 17 ss. (p. 27). dem Erscheinen des Sammelbandes iiber die Rechtgutstheorie geschah —» realizada por Gonzalo
Medina Schulz.
«o lbid. (p. 26). 1
«' lbid. (p. 27). Informes sobre las discusiones, en: HEFENDEHL/VON HIRSCH/WOHLERS (eds.), Die Rechts-
62
lbid. (p. 27). gutstheorie, 2003, pp. 291 ss., [pp. 417 ss. del presente volumen].

You might also like