Comisión Episcopal de Liturgia del Perú
Donación: S/. 0.30
Palabra de Dios DOMINGO VI DE PASCUA
06 de mayo de 2018 - Ciclo B
E
l Papa Francisco en su visita al Perú nos
repetía una y otra vez el vivir en Unidad y
Esperanza. Nuestra Esperanza es vivir unidos
a Jesús, y que un día estaremos con nuestro Señor
en el reino de los cielos y es Él quien nos une,
sólo con Él y en Él se puede derribar el muro de
nuestra soberbia, egoísmo, e indiferencia que nos
alejan del Amor de Dios. “Padre santo, guárdalos
en tu nombre” ( Jn 17, 11b) La oración de petición
de Jesús es primero para guardarnos y que esa
guardianía sea protegida por su mismo Padre que
vela siempre por sus hijos, en la liturgia se muestra
claramente esta unión con el Padre, toda nuestra
vida va dirigida a Él. “… a los que me has dado,…”
( Jn 17, 11b). Somos de Cristo, Él es modelo de
verdadero hombre, Él es el camino a seguir, Él
MONICIÓN GENERAL (de pie)
Hoy Jesús nos invita a vivir plenamente
el mandamiento del amor. Él quiere que
permanezcamos siempre unidos y hacernos
uno con Él. Con un corazón dispuesto a
celebrar dignamente este divino encuentro,
demos inicio a nuestra eucaristía.
N° 23
es la vida donde todo se hace nuevo y brota en
nuestro interior la llama del amor verdadero, “…
para que sean uno, como nosotros.” ( Jn 17, 11b)
la unidad con Cristo se da desde el crisol del fuego
del Espíritu Santo es Él que nos hace humildes,
doma el espíritu indómito, donde entendemos
cada palabra que nos enseñó el Maestro.
«Está claro que Dios no hace distinciones; acepta
al que lo teme y practica la justicia, sea de la
nación que sea». (Hch 10, 34) En esta Pascua no
nos olvidemos que nuestro Señor vino por todos
y es nuestro deber de corazones flechados por
Jesús (Cf. 1Jn 4, 16) de continuar nuestra vocación
misionera de anunciar al mundo entero que somos
llamados a participar de la vida divina. Señor
infunde en nosotros el verdadero temor de Dios
siendo hombres y mujeres que practiquemos la
justicia y vivamos la misericordia.
Pedimos a Dios que reavive nuestros corazones
con la experiencia del resucitado, Él es nuestra
Alegría, nuestra Esperanza y nuestra Vida.
Expresemos con fervor sincero el deseo de
nuestra alma de resucitar con Cristo. Rendimos
honor a nuestro Señor que nos libra de las
tinieblas del pecado para vivir en su eterna Luz.
Que nuestras obras manifiesten la alegría de
encontrarnos con Cristo vivo y presente en la
Eucaristía y en nuestros hermanos. Amén. (Cf.
Oración Colecta Domingo VI de Pascua)
Pbro. Fernando Urbina Guzmán - Párroco
Parroquia San Daniel Comboni de
Cristo Redentor de SJM.
Diócesis de Lurín
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, concédenos continuar
celebrando con fervor sincero estos días de
alegría en honor del Señor resucitado, para
que manifestemos siempre en las obras lo
que repasamos en el recuerdo. Por nuestro
Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA (sentados)
Como una especie de “nuevo pentecostés”
se nos describe la conversión del pagano
Cornelio. La salvación que Dios nos ofrece en
Cristo no conoce fronteras.
 
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
10, 25-26. 34-35. 44-48
Cuando iba a entrar Pedro en casa del
centurión Cornelio, salió éste a su encuentro
y se echó a sus pies a modo de homenaje,
pero Pedro lo alzó, diciendo:
—«Levántate, que soy un hombre como tú».
Pedro tomó la palabra y dijo:
—«Está claro que Dios no hace distinciones;
acepta al que lo teme y practica la justicia, sea
de la nación que sea».
Todavía estaba hablando Pedro, cuando
descendió el Espíritu Santo sobre todos los que
escuchaban sus palabras.
Al oírlos hablar en lenguas extrañas y proclamar
la grandeza de Dios, los creyentes circuncisos,
que habían venido con Pedro, se sorprendieron
de que el don del Espíritu Santo se derramara
también sobre los paganos.
Pedro añadió:
—«¿Se puede negar el agua del bautismo a
los que han recibido el Espíritu Santo igual
que nosotros?».
Y mandó bautizarlos en el nombre de Jesucristo.
Le rogaron que se quedara unos días con ellos.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL Sal 97
R. El Señor revela a las naciones su salvación.
Canten al Señor un cántico nuevo, porque
ha hecho maravillas; su diestra le ha dado la
victoria, su santo brazo. R.
El Señor da a conocer su victoria, revela
a las naciones su justicia: se acordó de su
misericordia y su fidelidad a favor de la casa
de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado la
victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor,
tierra entera; griten, vitoreen, toquen. R.
SEGUNDA LECTURA
San Juan nos lleva a lo que podríamos llamar
el corazón del mensaje de todo el nuevo
testamento. En su Hijo, Dios ha tomado la
iniciativa de acercarse a todos los hombres y
ofrecerles gratuitamente una nueva vida.
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan
4, 7-10
Queridos hermanos:
Amémonos unos a otros, porque el amor
procede de Dios, y todo el que ama ha nacido
de Dios y conoce a Dios.
Quien no ama no ha conocido a Dios, porque
Dios es amor.
En esto se manifestó el amor que Dios nos
tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo
único, para que vivamos por medio de Él.
En esto consiste el amor: no en que nosotros
hayamos amado a Dios, sino en que Él nos
amó y nos envió a su Hijo como víctima de
propiciación por nuestros pecados.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
MONICIÓN ANTES DEL ALELUYA
Jesús invita a sus discípulos a permanecer
en su amor, comunicándolo a los demás a
ejemplo suyo.
VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO (de pie)
Aleluya Jn 14,23
El que me ama guardará mi palabra
–dice el Señor–, y mi Padre lo amará,
y vendremos a él.
 Lectura del santo Evangelio según san Juan
15,9-17
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Como el Padre me ha amado, así los he
amado yo; permanezcan en mi amor.
Si guardan mis mandamientos, permanecerán
en mi amor; lo mismo que yo he guardado los
mandamientos de mi Padre y permanezco en
su amor.
Les he hablado de esto para que mi alegría esté
en ustedes, y su alegría llegue a plenitud.
Éste es mi mandamiento: que se amen unos a
otros como yo los he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la
vida por sus amigos.
Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo
les mando.
Ya no los llamo siervos, porque el siervo no
sabe lo que hace su señor: a ustedes los llamo
amigos, porque les he dado a conocer, todo lo
que he oído a mi Padre.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo
quien los he elegido y los he destinado para
que vayan y den fruto, y su fruto dure.
De modo que lo que pidan al Padre en mi
nombre él se lo concederá.
Esto les mando: que se amen unos a otros».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE (de pie)
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible
y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de
todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no
creado, de la misma naturaleza del Padre, por
quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo
(todos se inclinan), y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de
Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó
al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida, que procede del Padre y
del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria; y que habló por los
profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un solo
bautismo para el perdón de los pecados. Espero
la resurrección de los muertos y la vida del
mundo futuro. Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Hermanos, confesando nuestra fe en Cristo
resucitado, elevemos a Dios nuestras súplicas
para el bien de la Iglesia y del mundo.
1.- Para que la Iglesia, fiel a la predicación
apostólica, anuncie hoy a todos los hombres
y mujeres que Cristo resucitado nos ha abierto
el camino de la vida verdadera.
Roguemos al Señor.
2.- Para que la luz de Cristo resucitado
ilumine la vida de los pueblos y los haga
avanzar por los caminos que los tienen que
llevar a convivir en paz.
Roguemos al Señor.
3.- Para que los enfermos y los que sufren
hallen, en el amor que brota de nuestra fe, la
ayuda con que Dios les hace llegar consuelo.
Roguemos al Señor.
4.- Para que el alimento de la Eucaristía fortalezca
nuestra comunión con Cristo y nos anime a dar
un claro testimonio de vida cristiana.
Roguemos al Señor.
Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, escucha
las súplicas de tus fieles y haz que la paz de Cristo
resucitado renueve su vida y los llene de la alegría
verdadera. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.
Suban hasta ti, Señor, nuestras súplicas con la
ofrenda del sacrificio, para que, purificados por tu
bondad, nos preparemos para el sacramento de tu
inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cf. Jn 14, 15-16
Si me aman, guardarán mis mandamientos –dice
el Señor–. Yo le pediré al Padre que les dé otro
Paráclito, que esté siempre con ustedes. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN (de pie)
Dios Todopoderoso y eterno, que en la
resurrección de Jesucristo nos has renovado
para la vida eterna, multiplica en nosotros
los frutos del Misterio pascual e infunde en
nuestros corazones la fortaleza del alimento
de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
LA BIBLIA DE CADA DÍA
7 LUNES DE LA VI SEMANA
Hch 16, 11-15; Sal 149; Jn 15, 26–16,4a
8 MARTES DE LA VI SEMANA
Hch 16,22-34; Sal 137; Jn 16,5-11
9 MIÉRCOLES DE LA VI SEMANA
Hch 17, 15.22-18,1; Sal 148; Jn 16,12-15
10 JUEVES DE LA VI SEMANA
Hch 18, 1-8; Sal 97; Jn 16, 16-20
11 VIERNES DE LA VI SEMANA
Hch 18,9-18; Sal 46; Jn 16,20-23a
12 SÁBADO DE LA VI SEMANA
Hch 18,23-28; Sal 46; Jn 16,23b-28
Se puede celebrar la memoria de san Nereo
y san Aquiles mártires (rojo) o tambien de san
Pancracio, mártir (rojo).
13 DOMINGO:
LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR (S)
Hch 1,1-11; Sal 46; Ef 1,17-23
(O bien: Ef 4,1-13); Mc 16,15-20
 LA IGLESIA NOS ENSEÑA
ORACIONES DEL CRISTIANO
1. LA SEÑAL DE LA CRUZ
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.
2. SIGNACIÓN (Hacerse la cruz en la frente, la
boca y el pecho)
Por la señal de la santa Cruz, de nuestros
enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
3. PADRE NUESTO
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
4. AVEMARÍA
Dios te salve María
llena eres de gracia
el Señor es contigo;
bendita tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora
de nuestra muerte. Amén
5. GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo. Como era en el principio, ahora
y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
6. LA SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
COMISIÓN EPISCOPAL DE LITURGIA DEL PERÚ
Jr. Estados Unidos 838 Jesús María - Lima Teléfonos: 463-1808 / 463-1010 anexos 266 y 269
E-mail: liturgia@iglesiacatolica.org.pe - www.comisiondeliturgiadelperu.com
Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva,
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este
valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
7. ORACIÓN AL ÁNGEL DE LA GUARDA
Ángel de mi guarda dulce compañía
no me desampares ni de noche ni de día.
No me dejes sólo que me perdería.
8. ORACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA
Jesús, José y María, os doy mi corazón
y el alma mía.
Jesús, José y María, asistidme en mi
última agonía.
Jesús, José y María, en ustedes descanse
en paz el alma mía.
9. ORACÍON DE UN NIÑO
Jesusito de mi vida, eres niño como yo, por eso
te quiero tanto y te doy mi corazón.
Hazme bueno, obediente e inteligente, y jamás
permitas que me separe de ti.
Santa María, Madre mía, ayúdame a ser amigo
de Jesús. Amén
Pbro. Dr. Carlos Rosell De Almeida
Rector de la Universidad Católica San José - Lima
En la próxima hoja dominical:
LA ORACIÓN