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NEUROQUIMICA CEREBRAL

“Las moléculas y la conducta”


LUIS FERNANDO SAMPER HINCAPIE*
*Profesor titular. Departamento de Ciencias Básicas. Facultad de Ciencias para la Salud. Universidad
de Caldas.
REVISTA CIENCIAS BASICAS
Los problemas de la conducta y el comportamiento se ven reflejados en las alteraciones
neurológicas y en la producción de las diferentes especies químicas que intervienen en la
regulación de los diferentes procesos neurológicos y mentales. El avance en la investigación
neuroquímica y los constituyentes no sólo bioquímicos, sino los efectos que se observan en el
sistema nervioso, bien sea porque se produzcan, dejen de producir o se haga la estimulación
exógena con los psicofármacos, ha permitido observar una serie de cambios y conductas. Se
considera importante establecer criterios de clasificación y ubicación de cada una de las
sustancias y hacer la integración general y específica de cada uno de los componentes.
ASPECTOS GENERALES
La importancia de las moléculas en la actividad mental, vino a evidenciarse cuando se descubrieron
sustancias químicas que generaban alteraciones notorias y reproducibles en los patrones del
pensamiento, percepción y estado de ánimo. Si una sustancia química puede alterar en forma
específica la mente, es de suponer que la actividad mental normal también puede depender de
ciertas moléculas presentes en el cerebro. Apoyamos tal supuesto siguiendo dos líneas de evidencia:
a. Las alteraciones mentales producidas por sustancias químicas.
b. Las alteraciones bioquímicas en los trastornos mentales.
El funcionamiento cerebral y de todo el sistema nervioso, esta basado en las actividades de las
neuronas, que sintetizan sustancias químicas, para el metabolismo y el funcionamiento integral de
todos los órganos, como también la actividad volítiva e intelectiva que se procesa en todas las células
nerviosas cuando realizan o efectúan procesos mnésicos, tales como el aprendizaje y la memoria.
Pero la neurona no puede trabajar aislada, necesita de un contacto y comunicación con otras células
afines o diferentes en estructura, o de otras regiones ; para ello envía mensajes a través de las
uniones sinápticas, las cuales sirven para integrar y consolidar el proceso de la neurotrasmisión. En
esta actividad participan las moléculas sintetizadas y liberadas en las cuales aparecen comprometidas
más de 100.000 millones de neuronas, que se interconectan en sistemas que producen la percepción
e interpretación del mundo externo y de la vida al interior de cada ser humano. Es importante
conocer como las neuronas llegan a organizarse en vías de comunicación y como las células nerviosas
individuales del encéfalo se comunican con otras mediante la trasmisión sináptica.
Los medios para vincular directamente la dinámica molecular de las células nerviosas individuales con
representaciones de actos perceptivos y motores en el encéfalo; la neuroquímica con su capacidad
de enlazar la biología molecular y los estudios cognitivos, han hecho posible que se empiece a
explorar la biología del potencial humano, que podamos saber “ que nos hace entender lo que
somos”. (19)
Los neurotrasmisores, como moléculas químicas se localizan en el interior de las vesículas
sinápticas, estas varían en tamaño, forma y arreglo de los gránulos, los cuales oscilan entre 40 y
100 nanómetros. En la neuroquímica cerebral aparecen neurotrasmisores de moléculas
pequeñas y grandes. Dentro de los neurotrasmisores los hay excitatorios como la acetil colina e
inhibitorios como el ácido gama amino butírico (GABA), en algunos casos aparecen botones
sinápticos con dos neurotrasmisores diferentes, por lo que reciben el nombre de vesículas
mixtas; igualmente en los receptores que están constituidos por moléculas de proteínas
aparecen receptores excitatorios e inhibitorios. La importancia de estas vesículas donde se
localizan los mediadores químicos, es que cada una de ellas puede contener alrededor de
30.000 moléculas del mediador ; pensemos entonces en la cantidad de moléculas químicas que
se liberan en las distintas funciones mentales y volitivas que diariamente realiza el cerebro y en
general el organismo humano. Los procesos bioquímicos implicados en la trasmisión sináptica,
son de gran importancia para aclarar el significado de trasmisor químico. El concepto se hizo
familiar a partir de 1930, “ luego que Otto Loewi demostrara la liberación de la acetil- colina en
los terminales del nervio vago del corazón de la rana y del trabajo de la trasmisión colinérgica y
adrenérgica de Henry Dole.” (27) Fue este el punto de partida para aclarar el concepto de los
neurotrasmisores como sustancias que intervienen en el impulso nervioso; durante esta época
se ha aclarado y avanzado en el estudio de la neuroquímica , hoy en día aparecen más de 120
sustancias comprometidas en el proceso de la neurotrasmisión. Podemos definir un
neurotrasmisor, como una sustancia que se libera por una neurona en la sinapsis y que afecta
de manera específica a otra célula, ya sea una neurona o un órgano efector. Los criterios
aceptados para la neurotrasmisión son los siguientes :
1. Que se sintetice en la neurona (grumos de Nissll del retículo neuroplásmico).
2. Que este presente en un terminal presináptico y se libere en cantidades suficientes. (9)
3. Cuando se administre exogenamente, como fármaco, en concentracciones razonables
mimetice perfectamente los efectos del trasmisor liberado endogenamente. (10)
4. La existencia de un mecanismo específico para eliminarlo del lugar donde actúe, hendidura
sinaptica. Aquí es importante recordar los fenómenos que ocurren alrededor de la sinapsis a.
Llegada del impulso nervioso a la terminación axónica.
b. Modificación de las vesículas sinápticas que conducen a la liberación del Neurotrasmisor.
c. Captación o fijación del neurotrasmisor en las zonas receptoras de la membrana posináptica.
d. Cambios de permeabilidad de la membrana posináptica para algunos iones. Dentro del
campo de la especialización celular, la diversidad de formas y tamaños de neuronas
es mayor, que cualquier otro tipo de células de nuestro organismo, sin embargo todas ellas
tienen cualidades comunes para reaccionar ante estímulos, trasmitir la excitación resultante e
influir en el funcionamiento de otras neuronas, células musculares y glandulares. Podemos
concluir entonces:
“La neurotrasmisión es un proceso activo molecular y neuronal puntual e irreversible que
ocurre cuando la onda llega al terminal axónico.” (39) En la neurotrasmisión se dan varias
etapas, en las cuales podemos destacar la secuencia lógica.
1. Síntesis que se efectúa en el interior de cada neurona, la cual puede sintetizar uno o varios
neurotrasmisores. (4)
2. Almacenamiento, una vez sintetizado el neurotrasmisor, se almacena total o parcialmente en
las vesículas sinápticas. (4)
3. Liberación, con la llegada de la onda despolarizante se produce la liberación del
neurotrasmisor.
4. Recepción posináptica, existe un receptor posináptico, el cual es específico para cada
neurotrasmisor.
5. Degradación o recaptura, el neurotrasmisor que se libera y realiza un efecto tiene que
desaparecer de la hendidura sináptica o es recaptado por la neurona presináptica la cual lo
recicla nuevamente. (25) Se puede reciclar varias veces una molécula y así el gasto del
neurotrasmisor es menor, el reingreso a la vesícula, la sintesís de nuevo y la catabolización están
interrelacionadas y se regulan por factores diversos. La neurotrasmisión no se distribuye al azar,
sino que se organiza en grupos neuronales que se proyectan hacia regiones cerebrales de alta
especificidad, estas regiones y trayectos correspondientes han sido determinadas con claridad
en la parte central y periférica del sistema nervioso.
Las neuronas secretoras de péptidos difieren biológicamente de las neuronas que utilizan
aminoácidos y monoaminas, más bien en las formas que en la estructura molecular de su
trasmisor, los últimos se almacenan y se recapturan, los péptidos se degradan. Los péptidos
pueden coexistir en la misma neurona, la acetil-colina y el péptido vasoactivo (PVI), pueden
liberarse juntos por una célula y actuar sinergicamente. También hay neuronas que liberan un
excitador, como el glutamato y producen simultáneamente la dinorfina, un inhibidor, siendo
este un proceso de cotrasmisión.
CLASIFICACION DE LOS NEUROTRASMISORES
A modo de ilustración se propone una clasificación de los neurotrasmisores considerando su
composición química, teniendo en cuenta que falta por aclarar la acción concreta de algunos
péptidos y radicales libres. (48)
GRUPOS EJEMPLOS
COLINERGICOS Acetil Colina
ADRENERGICOS Adrenalina – Noradrenalina – Dopamina
- Indolaminas Serotonina – Melatonina – Histamina
AMINOACIDERGICOS Gaba – Taurina – Ergotioneina – Glicina Beta Alanina – Glutamato –
Aspartato
PEPTIDERGICOS Beta Endorfina – Leucina Encefalina Metionina Encefalina –Vasopresina
Neuropeptido Y – Sustancia P – Dinorfina A Somatostatina – Colecistocinina – Neurotensina
Hormona Luteinizante-Gastrina-Enteroglucagón
RADICALES LIBRES Oxido Nítrico (NO) – Monóxido Carbono (CO) Adenosin Trifosfato (ATP) –
Acido Araquidónico
El concepto de trasmisores químicos del impulso nervioso se originó del hecho de que la misma
actividad puede obtenerse en ciertos órganos al estimular un nervio simpático o al inyectar
adrenalina a un animal o a un paciente, fenómeno observado por ” J N .Largley y T R Elliot a
principios del siglo, luego en 1920 se evidenció la mediación de una sustancia química en el
estímulo del nervio vago y se empezó a hablar de la acetil colina.” (8)
Los neurotrasmisores son producidos por las neuronas, en el cuerpo o en sus terminaciones,
almacenados en las vesículas sinápticas y liberados en la hendidura intersináptica como
resultado de la llegada de un potencial de acción a la terminación, luego se fijan a los receptores
específicos de la membrana postsináptica y origina en ellas modificaciones en su estructura
molecular, que a su vez determinan cambios en su funcionamiento. La acción del
neurotrasmisor termina rápidamente, bien sea por su degradación enzimática, por su captación
por las terminaciones presinápticas o por las células gliales vecinas que lo catabolizan o por
difusión intersticial.
Hasta hace pocos años se aceptaba la existencia de un solo neurotrasmisor en cada tipo de
célula nerviosa, sin embargo, en la actualidad es frecuente la observación de varios
neurotrasmisores en una sola terminación nerviosa (adrenalina, acetil colina, noradrenalina,
dopamina, gaba, glicina, glútamico, aspártico, serotonina, histamina, sustancia P, sustancias
peptídicas liberadas por el hipotálamo, péptidos opíaceos los aislados del intestino y cerebro
colecistocinina, gastrina y neuropeptido Y).
Aunque es conocido que la información que trasmiten las neuronas va codificada en forma de
señales eléctricas a lo largo de sus prolongaciones, cuando llega a la terminal axónica, debe
saltar la hendidura sináptica transportada en forma de uno o más mensajeros químicos o
neurotrasmisores que actúan como ligandos para los receptores de la membrana postsináptica,
donde se reedita la información en forma de nuevas señales eléctricas, los mensajeros químicos
pueden actuar como matizadores de la trasmisión que ellos mismos protagonizan, llamándose
en estos casos neuromoduladores. Si a la abundancia de estas sustancias se añade el que
pueden coexistir diversos tipos en una misma célula para una multiplicidad de efectos, podemos
entender la trasmisión sináptica no como una acción interneuronal puntual de neurona a
neurona, sino como la clave de una versátil conducta aplicada al moderno concepto de los
microsistemas neurales. (8) Podemos agrupar los mediadores químicos en neurotrasmisores
propiamente dichos, aminoácidos y péptidos neuroactivos o neuromoduladores, con la
aparición de los últimos el sistema nervioso ha pasado de ser una red conductora a ser un
sistema asociativo de consenso de mucha más categoría y donde tienen cabida sutiles funciones
superiores que no se entenderían sin la posibilidad de una acomodación a las circunstancias. Los
fenómenos presinápticos no responden tampoco a un modelo único, sus variaciones se pueden
referir a la plasticidad de la biosintesís de trasmisores a partir de precursores, a los diversos
modelos de almacenamiento del neurotrasmisor, de liberación o de destino (dilución,
inactivación, recapturación, interacción) o la trasmisión no sináptica, mediante la cual se liberan
neurotrasmisores o sustancias reguladoras del medio por un mecanismo de bombeo
extrasináptico por la superficie del pericarión.
Los fenómenos postsinápticos, a su vez , no son unitarios sino que se refieren fundamentalmente al
modelo proteico de receptor que influye sobre la velocidad de neurotrasmisión, de interacción y de
duración del efecto postsináptico y también a la plasticidad de los efectos consecuentes. Lo que
tratamos de concluir es una llamada a la plasticidad de la trasmisión nerviosa como permanente
fundamento del complicado pero impresionante fenómeno de la acción nerviosa, con el que nos
estamos aproximando a la comprensión de los íntimos procesos de la autoconsciencia humana. Con
el descubrimiento de muchas de las moléculas que llevan y procesan información neuroquímica, se
ha aclarado en gran parte las alteraciones de la mente y del comportamiento, igualmente los cambios
en la percepción, estado de ánimo y patrones de conducta y el pensamiento; se evidencian por el
aumento o disminución de estas moléculas o de los precursores. A partir de los trabajos con la acetil
colina y las catecolaminas, la cantidad ha aumentado y esto ha revolucionado el campo de las
neurociencias. (40) Se han realizado numerosas investigaciones tendientes a encontrar la solución a
los desajustes y alteraciones profundas de la conducta y el comportamiento, ellas han demostrado
que trastornos de carácter neurológico, neurótico, psicótico y neuropsicológico, se deben al aumento
o disminución de estas sustancias involucradas en la trasmisión de los diferentes impulsos. Los
neurotrasmisores no se distribuyen al azar, éstos aparecen organizados de acuerdo a los diferentes
grupos de nervios, vías, fibras, trayectos, núcleos; los cuales se proyectan hacía regiones de alta
especificidad. A medida que se investiga y profundiza en el cerebro y la consciencia humana, sobre su
estructura y funcionamiento, se conocen nuevos elementos de la parte bioquímica y en especial a los
mediadores y la función específica de los trasmisores, el avance es cada día más vertiginoso. (31) La
información concerniente a los neurotrasmisores putativos y sus acciones en sistemas neuronales
específicos, constituye un gran progreso en el campo de las neurociencias. Apenas se está
comenzando a conocer el enorme número de sustancias químicas presentes en el cerebro, pero es
indudable que esta aproximación dará origen a nuevos agentes terapéuticos más eficaces y
específicos capaces de modificar y aliviar muchos de los procesos patológicos de la mente que
influencian la conducta y el comportamiento humano.
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