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MARX VS LOS EMPRESARIOS

Por: Andrés Felipe Bedoya

Es interesante analizar lo que plantea Marx en el prólogo del capital desde un contexto actual. El
mundo ha cambiado mucho y el modo en que se vive. Por eso es importante cuestionar estas
ideas y empezar a gestionar nuevas y más actuales.

Según Marx en el capitalismo la producción está orientada a la acumulación del capital. El


capitalismo está compuesto por: medios de producción, dinero y fuerza de trabajo. Los
trabajadores, entonces, venden su fuerza de trabajo a las empresas y la empresa paga un salario a
sus trabajadores. Ahora, es bien sabido que el salario no se paga conforme a las ganancias que se
generan a la empresa, el salario se paga en relación a lo estipulado por un organismo
internacional o nacional y las empresas son libres de subir o bajar los precios de las mercancías
que ofertan. También puede desarrollar ciertas estratagemas: las empresas desechan producción
que no es consumida para que permanezcan los precios altos. Aunque la producción sea elevada
los precios de las mercancías se mantienen o van en alza. Ahora respecto a esta tendencia se
puede apreciar que con precios más altos y salarios más estancados los trabajadores cada vez
adquieren menos mercancía.

Algunas empresas dejan de ser rentables y despiden a miles de trabajadores. Los patrones siguen
invirtiendo en otros mercados para el beneficio individual y no colectivo. Surgen guerras y
problemas políticos por mercancías y mercados estratégicos. El gobierno (Estado) de cada país
legisla en beneficio de las grandes empresas y sus mercados y las empresas cada vez pasan más
por encima de los derechos de la población siempre y cuando acumulen riquezas. Todo este
proceso, según Marx, es una constante explotación de las clases dominantes que manejan el
capital para con los obreros.

Ahora, hemos visto toda la problemática alrededor de lo que según Marx es la situación del
proletariado. ¿Pero y si revisamos la cuestión desde la otra perspectiva? ¿Qué se hallaría?

Para muchos teóricos los precios bajan a medida que el producto se masifica y los costos de
producción disminuyen y todo obedece al valor comercial. Los trabajadores no tendrían igual
merito que el empresario, porque estos no arriesgan su patrimonio. Ellos prefieren el beneficio
temporal del pago inmediato (Salario) por sobre el beneficio de ganancia futura. Si optaran por la
ganancia futura, estarían dispuestos a perder... y mucho. El empresario puede durar años antes de
ver ganancias pone de su propio patrimonio o se endeuda. El empresario apuesta y no siempre a
lo seguro, Igual está obligado a pagarle al trabajador.

¿Qué le impide al trabajador ser empresario?


Esa es la pregunta del millón. Si así de trivial fuera, que el mero trabajo diera ganancias... los
trabajadores se harían empresarios instantáneamente. Lo que por momentos dice Marx, lo que
se reclama no aplica en un mundo de producción automatizada. Conocimiento, técnica… todos
pueden obtenerlo o llevar a cabo. Pero requiere de un mérito o esfuerzo para obtenerlo.

Ahora, ¿Cómo se organizan? ¿Cómo dividen el trabajo? Ahí está la gracia. Resulta ser que los
trabajadores no tienen la idea de negocio muy clara. No conocen todo el proceso de producción y
de riqueza. Hay muchos eslabones en la cadena.

Podría ser que no sólo el trabajo fuera lo esencial, sino el conocimiento, la técnica, la suma de
esfuerzos. Hay una constante necesidad entre las partes (obreros y jefes), un trabajo en equipo
necesario. Podría ser que la intención no fuera separar o crear una distinción entre ambos
eslabones necesarios en la producción sino dignificar a ambos. Esto propiciaría ciertos cambios.

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