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ISSN: 0121-5167
revistaepoliticos@gmail.com
Instituto de Estudios Políticos
Colombia
Resumen
A pesar de que aún el concepto de clientelismo político es difuso, es una
herramienta conceptual y metodológica útil para el análisis sobre política local.
Tradicionalmente, la Ciencia Política ha producido trabajos basados en perspectivas
teóricas y empíricas que han ayudado a comprender el fenómeno como un
mecanismo de intermediación que se desarrolla a través de “redes clientelares”,
en las que se generan dinámicas y estrategias de trabajo para establecer relaciones
con el entorno o con la ciudadanía en general. En estas relaciones se visualiza su
mecanismo principal: el intercambio de recursos. La claridad sobre dichos aspectos
facilita entender la forma como se ha ejercido la política en Colombia y la lógica
que hoy predomina en su sistema político respecto a la competencia por el poder
en escenarios locales. El estudio se realiza mediante la metodología cualitativa y
su estrategia de revisión documental, lo que permite realizar una comparación 888 ]
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conceptual permanente.
Palabras clave
Clientelismo; Redes Clientelares; Política Local; Intermediación Política;
Representación Política.
Fecha de recepción: agosto de 2015 • Fecha de aprobación: octubre de 2015
Cómo citar este artículo
Zapata Osorno, Eucaris. (2016). Clientelismo político. Un concepto difuso
pero útil para el análisis de la política local. Estudios Políticos, 49, pp. 167-185.
DOI: 10.17533/udea.espo.n49a09
*
El artículo se deriva de la tesis de grado con mención meritoria de 2014 para optar al título de
magíster en Ciencia Política, El clientelismo político como mecanismo de intermediación para
conseguir el poder y permanecer en él. El caso de Rionegro, Antioquia, 2000-2011.
**
Socióloga. Magíster en Ciencia Política. Grupo Estudios Políticos, Instituto de Estudios Políticos,
Universidad de Antioquia UdeA. Calle 70 No. 52-21, Medellín, Colombia. Correo electrónico:
eucazapata@hotmail.com
Abstract
This article shows that even though the concept of political clientelism
is diffuse, it is a good conceptual and methodological tool for the analysis of
local politics. In the tradition, Political Science have produced some works from
theoretical and empirical looks, that have helped to understand the phenomenon, as
a mechanism of intermediation that develops through “clientelism networks”, where
in its inside, there are generated dynamic and work strategies to build relationships
with the environment or citizens in general. In these relationships is where it is
displayed its main mechanism: the sharing of resources. Clarity on these issues
facilitates understanding the way how politics is practiced in Colombia and the
logic that prevails today in the political system, over the competition for the power
in local scenarios. To reach these conclusions, the study was based on qualitative
methodology, with the document review strategy, which allowed making a permanent
conceptual comparison.
Keywords
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[ 168 Clientelism; Patronage Networks; Local Politics; Political Intermediation;
Political Representation.
Introducción
1. Un concepto difuso
Sobre el concepto de clientelismo existen diferentes interpretaciones:
“se ha tornado multifacético en su dimensión analítica, dadas las diversas
limita al momento electoral, son relaciones que perduran. Las lealtades hacen
referencia a la transferencia permanente de recursos públicos, están asociadas
a un patrón y a un cliente, y a una sensación subjetiva de interdependencia
también en épocas no electorales. La asimetría alude a la calidad de la
transferencia, a la importancia que tiene para cada una de las partes, lo que
aporta la otra y al carácter de los compromisos adquiridos.
Estos atributos coinciden con los presentados por Rocío Rubio (2003),
quien los complementa con la instrumentalidad y la procedencia de los
recursos. A la lealtad se le adicionan los acuerdos verbales y el carácter
informal y voluntario de una relación que es personal, basada en la confianza
mutua; hace alusión a las amistades instrumentales,1 cuyos principios
operadores son la expectativa de futuro, la memoria de intercambios y la
reciprocidad que produce lealtades, que al contrastarlos amplían el atributo
del sistema de interacciones. La asimetría adquiere un significado más amplio,
al describirse no solo como una relación patrón-cliente, donde la dominación
del jefe político sobre la red es relativa y no absoluta, sino que advierte
sobre la procedencia de los recursos y los tipos de intercambio. De este
modo, “reciprocidad, dependencia mutua, carácter personal, informalidad,
voluntad limitada y confianza […]” (Schröter, 2010, pp. 148, 152) giran en
torno a la lealtad y a la asimetría de la anterior definición. En este sentido, 888 ]
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Andrés Dávila (1999) advierte que en el intercambio se genera un mecanismo
no institucional de lealtades asimétricas, al cambiar bienes y servicios por
apoyo electoral, y agrega que como relación política se establece entre
individuos, pero adquiere importancia política en la medida en que implica
un intercambio entre sectores o grupos sociales.
1
A la función instrumental también se alude al privatizar la vida pública y tratar a los bienes públicos
como elementos divisibles y excluyentes (Graziano, 1980, citado en Corzo, 2002).
2
También se le llama agente, gestor, palanca, patrón intermediario (Weber-Pazmiño, 1991, p. 35,
citado en Schröter, 2010). Para Javier Auyero (2001), los mediadores tienen denominaciones según
el país: padrino político o cacique (México); cabo eleitoral (Brasil); referente o puntero peronista
(Argentina); entre otros. En Chile, la noción más cercana es operador político.
3
Estudios recientes han revelado el rol de los mediadores políticos y de las redes clientelares en la
vida local (Barozet, 2003; Durston, 2005; Espinoza, 2006).
4
Colombia. Senado de la República. Ley 130. (23 de marzo de 1994). Título I, Artículo 2.° y Título
II, Artículo 3.°.
5
En las décadas de 1980 y 1990 el Partido Justicialista (PJ) desmanteló los mecanismos tradicionales
de participación sindical en el peronismo y las redes clientelistas reemplazaron a los sindicatos como
vínculo primario del partido con la clase obrera y los sectores populares. En general, los cambios se
dieron en la medida en que los políticos que ocupaban cargos públicos recurrieron al patronazgo para
desafiar la posición privilegiada de los sindicalistas en el partido. Cuando en 1987 dichos políticos
lograron controlar el partido, los débiles mecanismos institucionales de participación sindical
desaparecieron, facilitando la consolidación del clientelismo y la fuerte reducción de la influencia
sindical en los años noventa (Levitsky, 2004).
6
Schröter introduce conceptos ausentes en otros autores como el clientelismo ilusorio y el clientelismo
forzado. La autora advierte que aunque el concepto de clientelismo fue cambiando, resulta problemático
hablar de clientelismo tradicional y moderno, pues el tradicional no ha desaparecido y puede coexistir
con formas modernas.
7
Estas brigadas se hacen generalmente en época de campaña y consisten en entrega o distribución de
regalos, alimentos o prestación de servicios a una comunidad. Son estrategias electorales distributivas
o intercambios clientelares de corta duración, en los cuales los políticos distribuyen presentes a
cambio de participación en actos de campaña.
8
Schröter (2010) clasifica según subtipos que podrían afectar las características básicas de la definición
mínima —ya que podría desmejorarla como herramienta conceptual— reducidas al intercambio:
clientelismo laboral, clientelismo concesional, clientelismo electoral, clientelismo de partido y
Una forma de atar haciendo que la gente se sienta obligada […]. Así, el
intercambio de obsequios, concebido como paradigma de la economía
de los bienes simbólicos, se opone al toma y daca de la economía
económica, en tanto que se basa, no en un sujeto calculador, sino en
un agente predispuesto a entrar, sin intención ni cálculo, en el juego
del intercambio (pp. 162-167).
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Bourdieu (2000) también hace referencia al capital social como una
forma de poder que se constituye en una red duradera de relaciones, cuyo
fundamento es el intercambio permanente de dones o bienes materiales
y simbólicos. Para el autor el intercambio de dones es un caso ejemplar
para descifrar la dimensión simbólica de la dominación. Por su parte,
Phillippe Chanial (2008) propone una mirada sociológica y se acerca más
a preocupaciones intelectuales centradas en la cuestión del intercambio en
política, o incluso a una visión del clientelismo restringido a un intercambio
de bienes por votos en medios sociales donde la participación política es
bastante reciente: campesinos y pobres en general.
clientelismo burocrático. Susana Corzo (2002, p. 17) coincide con Schröter en estas clasificaciones
que se reducen al intercambio.
9
Para Rubio (2003), el análisis de redes es, en general, una herramienta para analizar las trasformaciones
de las estructuras sociales, los sistemas culturales, la participación en procesos colectivos y además,
facilita entender el clientelismo como red política.
10
La vivienda y las obras de infraestructura hacen parte del clientelismo relacional, llamadas obrismo
o cemento y territorio.
Conclusiones
Esta revisión permite entender el clientelismo político como un
mecanismo de intermediación que se desarrolla a través de redes clientelares.
Hablar de clientelismo y de red de intermediación obliga a referirse a su
estructura, a su conformación, a sus dinámicas y estrategias de trabajo
internas y con su entorno, en cuyas relaciones se visualiza su mecanismo
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[ 182 principal, el intercambio de recursos. Esto facilita entender la forma como
se ha ejercido la política en Colombia y la lógica que hoy predomina en
el sistema político colombiano, respecto a la competencia por el poder en
escenarios electorales locales.
Hoy las prácticas políticas han cambiado, se vinculan más con cierta
lógica clientelar que se desarrolla a través de redes de intermediación que
permanecen, se expanden y, en general, son funcionales para conseguir el
poder político. El clientelismo continuará siendo un fenómeno cambiante
de acuerdo con las condiciones de la sociedad, del sistema político, y
se irá configurando como elemento que está ahí, siempre presente. Las
transformaciones del clientelismo político son, en parte, consecuencia de
la utilización de las relaciones de clientela en el marco de la política, un
mecanismo de intermediación para conseguir el poder y permanecer en él.
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