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Carrera: Profesorado en Historia

Introducción a la economía
Lic. María Sol Vázquez
Alumno: Diego Flores
El Autor

Enrique Barba nació en La Plata en 1909, hijo de inmigrantes españoles, cursó sus estudios en la
Universidad de La Plata recibiéndose de profesor de Historia e Instrucción Cívica en 1932. A poco
tiempo de graduarse recibió una beca del Instituto de Instrucción Pública de la breve República
Española. Se doctoró en 1934 y la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Plata publicó
en 1937 su tesis.

De regreso a su ciudad se integró al plantel docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias


de la Educación. Allí años atrás había sido formado por docentes de la Nueva Escuela Histórica
entre los que se encontraban, además de Ricardo Levene, Rómulo D. Carbia, Emilio Ravignani,
Luis María Torres y Carlos Heras.

Luego de la revolución de 1955 comenzó a consolidar su hegemonía dentro de la Universidad


Nacional de La Plata, llegando a ser decano de la Facultad de Humanidades el 21 de noviembre
de 1958 para el período 58-61 y, reelección mediante, prolongó dicho cargo hasta 1964

Las ideas Históricas de Enrique Barba

Se había formado dentro de la Nueva Escuela Histórica y a ella pertenecía. La influencia del rígido
profesionalismo que ostentaba dicha escuela lo marcó en toda su trayectoria. Se inició con la
historia colonial al enfocar en su tesis sobre Don Pedro de Cevallos un nuevo análisis rastreando
la actuación del primer virrey del Río de la Plata y arrojando nueva luz -para el momento en que
fue escrito- sobre el proceso de creación del virreinato austral.

Dentro del proceso histórico centrado en las luchas por la organización nacional, consideraba
fundamental el análisis de las falsas antinomias con que se habían manejado algunos
historiadores para abordar el estudio del mencionado período (aunque él no logró superarlas
en su totalidad). Se abocó absolutamente al estudio de la figura de Rosas exponiendo, dentro
de un cuadro por demás complejo, las circunstancias del acceso al poder del caudillo como
también el significado de su política y sus motivaciones personales. Es así que el análisis
realizado en «Unitarismo federalismo y rosismo» resulta ser de una vigencia historiográfica que
merece ser mencionada.

El tema vertebral en la historiografía de Enrique Barba resultó ser la época de Rosas. Empezó a
escribir sobre éste en un momento en que el consenso unánimemente negativo que rodeaba a
la figura de Rosas se había quebrado. Para esa época el movimiento revisionista se encontraba
en ascenso y buscaba la consolidación política además de la histórica. Llegaron luego los días en
que el revisionismo mezcló al rosismo con el antiparlamentarismo. El revisionismo rosista,
apelaba en aquel período al «patriotismo» oponiéndose al «liberalismo antipátrida»

En “como llego Rosas al poder” Barba no se guía por obras u opiniones de otros autores (las que
aparecen citadas ocasionalmente). Prefería citar cartas, correspondencia y documentos que
reflejaban, para él, el espíritu de la época y los sentimientos dominantes.

«Como llegó Rosas al poder» es la obra donde, a través de la documentación, el autor pudo
reconstruir el ascenso de Rosas como restaurador de las leyes a la gobernación de Buenos Aires.
Dicha obra otorga dimensión real al dramatismo vivido en aquellos días. Barba logra llevar al
lector a vivir toda la angustia que los protagonistas de entonces sentían por lo cotidiano. La obra
se inicia con los Unitarios y Federales en el Congreso de 1824; analiza el gobierno de Dorrego; la
problemática interna de la paz con el Brasil; la alianza entre Rosas y Lavalle; los tratados firmados
en Dorrego.

La obra

El autor hace énfasis en describir lo hábil, astuto y audaz que era políticamente el caudillo
Juan Manuel de Rosas, nacido el 30 de marzo de 1793 en Buenos Aires, quien comenzó
siendo militar y luego se incursionando en la política en el año 1820, uniéndose al partido
federal compuesto por sus amigos Dorrego y Moreno. Juan Manuel de Rosas logra
hacerse fuerte y logra la admiración de los caudillos del interior cuando se opone al
congreso en 1824, que buscaba imponer a toda la nación el unitarismo. Por esto mismo
el 5 de julio cuando asume Vicente López y Planes a la presidencia de la república y
Manuel Dorrego a la Gobernación de Buenos Aires, éstos nombran a Rosas como
comandante general de las milicias, cuya misión era celebrar y conservar la paz con los
indios.

Justamente cuando hablamos de lo hábil y astuto que era Rosas, tenemos que hacer énfasis
con lo que paso con el Gobernador Dorrego, quien fue fusilado por el General Juan
Lavalle. A pesar de ser amigo y ser del mismo partido político, Rosas abandona a Dorrego
en plena lucha; justificándose “Pude haber reunido la gente toda, pero cansado de sufrir
disparates, quise venirme a saber la voluntad del Gobierno de esta provincia y de la
Convención” (Carta de Juan Manuel de Rosas al Gobernador López, 12 de diciembre de
1828), esto quiere decir que el caudillo cansado de que le mientan y escuchar cosas
incoherentes, decide soltarle la mano a su gobernador, para volver a la provincia a saber
qué decisión iba a tomar la Convención y de qué manera iban a actuar.

Pero en realidad Rosas abandona a Dorrego porque sabía que éste siendo fusilado, se
apoderaría de la jefatura del partido y así estaría más cerca de poder llegar a la
gobernación ya que tenía mucho apoyo de diversos sectores, que lo veían como el futuro
salvador de sus situaciones políticas y de las instituciones provinciales. Rosas además de
aprovecharse de esa situación, aprovecha los errores que cometía el partido unitario para
poder reclutar y movilizar a toda la gama de los descontentos que produjo la revolución
y en especial el fusilamiento del Gobernador.

También se puede observar la inteligencia y los planes que tenía en mente a los cuales
siempre los llevaba a cabo, por ejemplo, cuando él decide y convence a Lavalle de
nombrar como Gobernador a Viamonte, que su gobierno solo seria de ficción ya que
buscaba eliminar obstáculos en el camino que llevaría a Rosas, el hombre más fuerte de
la provincia a la gobernación. Así y todo sabiendo que pisaba fuerte en la provincia,
actuaba siempre con cautela y se cuidaba extremosamente de no irritar al otro bando,
porque comprendía que al menor desacierto sus planes se podrían arruinar.

Audaz, cauteloso e inteligente como era, logro lo que más quería, fue un 6 de diciembre
de 1829 cuando la sala de representantes, justamente 5 días antes de reinstalarla, lo
nombra como Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, donde le otorgaron todas las
facultades extraordinarias que creyera necesarias.

“Su fortuna había sido su fiel aliada, se hizo amigo de gauchos e indios, administró
estancias ajenas y propias. Apoyó a unitarios contra federales cuando tal cosa reportaba
ganancia, y se puso frente a Rivadavia, no por principios doctrinarios, que nada le
importaban, sino porque la política unitaria alteraba sus planes de hegemonía en la
campaña. Rosas no era federal y sin embargo, cayó en sus manos la bandera del partido
de Dorrego.” (Enrique M Barba, “Como llego Rosas al Poder”, pag153)

En conclusión, hago hincapié en Juan Manuel de Rosas y su habilidad, audaz e


inteligencia porque para mí es impresionante como el piensa, actúa, razona y sortea uno
a uno sus problemas y enemigos. Es increíble como utiliza a sus compañeros del mismo
partido para lograr cosas e incluso llegar al Gobierno, como enfrentaba sin miedo, ni
pudor a cualquier persona hasta a el Presidente y me asombra como se propone cada
objetivo, cumpliendo con ellos, como por ejemplo cuando renunció porque no podía
aceptar que el Gobernador licenciara milicias o que las pusiera, y que algunos proyectos
de mejoras para la milicia no fueron aceptados, como en ese momento Rosas era el
hombre más fuerte con el que contaba Dorrego, él mismo le pidió a Juan Manuel que
retire su renuncia y le otorgó el permiso para que tomara decisiones sobre la milicia.

Algo que admiro de él es, cómo aplicó su política en el territorio, que hasta sus enemigos
reconocían que era el hombre del momento y el único que les podía ofrecer soluciones.

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