Carretero. Aprender y pensar la Historia. Cap 2: memoria, historia e identidad.

Una
reflexión sobre el papel de la enseñanza de la Historia en el desarrollo de la
ciudadanía

El reto al que nos enfrentamos es el de construir una ciudadanía responsable. La

transformación de la ciudadanía nos debe llevar a reflexionar sobre la propia constitución
de la identidad de pertenencia.

Funciónsimbólica y constitución del tiempo y los objetos permanentes

Los signos elaborados por la cultura en el pasado contribuyen a construir un mundo

estable, a regular el flujo temporal, estableciendo diferentes pasados, presentes de
diferente longitud y futuros posibles. Esta misma función simbólica permite dar sentido a
la acción individual y, a través de la comunicación, hace posible la construcción de
sentidos y significados compartidos y con ello la aparición de la historicidad y la memoria.

Memoria e historia

Nuestra identidad depende de nuestra memoria. No podemos concebir nuestro propio yo

sin los recuerdos de nuestras acciones y sin las categorías de nuestra memoria
semántica.

La memoria colectiva, en su forma institucionalizada (la historia) es un elemento

fundamental para la constitución de las entidades colectivas, de los nosotros.

Las prácticas científicas y técnicas vendrían a ser las encargadas de elaborar la memoria
semántica de la cultura. Serian ellas las que acumularían la base de conocimientos sobre
las cosas y los procedimientos de acción sobre estas. El pasado, así, se haría presente a
través del recuerdo de lo que es relevante para la acción en curso.

La historia es concebida como un instrumento para la metacognicion y la toma de

conciencia, para la ganancia de control sobre las acciones individuales y colectivas. En
definitiva, para participar de la construcción del futuro.

Historia como forma de saber

El historiador se encuentra frente a un dilema: el recuerdo, para ser fiel, debe ser lo mas
parecido posible a lo que se recuerda. Sin embargo, todo recuerdo es una acción que se
ejecuta en el presente. El historiador debe explicar e interpretar los hechos desde la
perspectiva del modo de su ocurrencia en el momento en que se produjeron, pero desde
el presente.

No obstante, la ha sigue reglas del método científico para la búsqueda de info empírica
relevante. El producto final de una investigación tiene forma narrativa.

El carácter narrativo de la historia

El contenido de la historia, entonces, no está constituido solamente por eventos sino por
la forma en que esos eventos se presentan y explican.

Existen diversos significados de HISTORIA:

- Historia: como lo acontecido en el pasado

- Historia- historiografía: como ciencia que estudia el hombre en el tiempo
- Historia: como cuento o relato ficción. Narrativo.
- Historia general: como lo acontecido en el pasado y lo que acontecerá en el futuro.
- Historia: como resultado de una Investigación

El texto producido por el historiador, para que sea considerado historiográfico(científico)

debe ser verosímil y tener validez empírica.

Memoria, recuerdo y olvido: entre el polo personal y el polo colectivo

Los recuerdos tienen un contenido y una forma. El lenguaje contribuye a la forma que
toman los resultados de los actos del recuerdo. Cuando éstos son, al mismo tiempo, actos
del habla referidos a experiencias propias del hablante, los denominamos “memorias
individuales”; cuando se refieren al pasado del grupo los llamamos “memorias sociales” y,
si estas cumplen algunos requisitos, pueden ser tomadas como Historia.

La conexión entre memorias autobiográficas y memorias públicas constituye la base para

la construcción de una cultura personal conectada con una cultura pública. La cultura
pública se caracteriza como un conjunto de prácticas sociales y patrones de significado
decantados a través del tpo y encarnados en símbolos. La cultura personal es también un
sistema de símbolos significantes para almacenar y producir significados, proporcionando
modelos para la producción de realidades significativas creadas por la vía de interacción
social. Estos dos tipos de culturas intersectan en la interacción personal, pero también en
las relaciones entre el individuo y los productos, prácticas e instituciones culturales. De
manera que la corriente de la realidad personal vivida sumerge dentro de la cultura
personal donde ésta entra en intersección con la vida pública.

La historia es uno de los componentes centrales de la cultura pública, de la manera de

poner en el lenguaje quienes somos el “nosotros” y el “uno mismo”.

La historia como instrumento para la formación ciudadana

Las asignaturas de Historia ofrecen una carga ideológica de quienes tienen el poder
(segmentación de la realidad, calificaciones, valores que se trasmiten, contenidos del
curriculum, etc.)

La formación ciudadana no debe descansar únicamente en la enseñanza de la historia.

Además, la finalidad de la historia no debe ser la instauración o profundización de la
identidad nacional, sino que debe ser un instrumento fundamental de análisis de la
sociedad y la cultura. Debe formar ciudadanos como consumidores informados,
dotándolos de procedimientos para la valoración de los productos de diversa nza,
construyendo a la formación de una ciudadanía activa y en la construcción de su propia
identidad y de su futuro.

La memoria no es solo condición necesaria para la identidad, sino que también es un

requisito para la preparación del futuro.