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Titulo: Tiempo e Historicidad desde Nietzsche: problemas de la filosofía contemporánea.

Las interpretaciones divergentes de Heidegger y Gadamer.


Autor: Diego Giani Vico
Institución de pertenencia: U.B.A.

La filosofía contemporánea, no tiene como preocupación el horizonte temporal sólo por


llevarlo inscripto en su adjetivación, sino antes bien porque las problemáticas de la
temporalidad y en ella la de la historicidad han tenido un desarrollo incipiente desde una
confrontación con la filosofía (y la concepción de la temporalidad) hegeliana. Esta
problemática cuyo comienzo podemos visualizar en la obra de Nietzsche, Segunda
intempestiva: sobre la utilidad y los perjuicios de los estudios históricos para la vida
(1874), tiene una profunda influencia en el pensamiento contemporáneo ya que remite el
problema de la temporalidad no a la fundamentación metafísica del tiempo y de la
Historia sino a la los efectos sobre la existencia humana. El problema de la temporalidad
en Nietzsche continua su desarrollo en Así habló Zarathustra bajo la égida del tópico del
Eterno retorno, e incluso puede hallarse en sus escritos póstumos. Ahora bien esta
remisión del problema de la temporalidad a la existencia humana en la cual acontece
(Geschichte), es la preocupación por la historicidad como modo de ser ontológico del
existente humano, e incluso de la Historia (Historie) misma, lo cual se manifiesta notable
en Heidegger (en Ser y tiempo, y en su Nietzsche) y en su discípulo Gadamer (en Verdad
y Método). En este contexto general el presente trabajo pretende abordar la problemática
de la temporalidad en la filosofía contemporánea desde la historicidad inherente del
existente humano a partir del cruce entre las interpretaciones de Nietzsche como
momento de la historia de la filosofía en las obras de Heidegger y Gadamer.
Para Heidegger, Nietzsche y en particular su segunda intempestiva muestran el punto en
el cual la facticidad e historicidad del Da-sein son la condición de posibilidad de
cualquier historiografía ya que “La triplicidad de la historiografía tiene su
base en la historicidad del Da-sein. La historicidad del Da-sein hace
comprender también hasta qué punto el modo propio de la
historiografía debe ser la unidad concreta y fáctica de estas tres
posibilidades.(historiografía anticuaria, monumental y crítica)”1. Lo que
Gadamer llamó alguna vez el indumento trascendental de Ser y Tiempo. Posteriormente
los trabajos del segundo Heidegger muestran que Nietzsche representa un momento
clave dentro de la historia de la filosofía, es el último pensador metafísico y a la vez el
primer gran crítico de la metafísica, metafísica que es entendida como historia del ser,
cuya destrucción el propio Heidegger reservará para sí.
Gadamer por su parte, nunca fascinado por Nietzsche , en Verdad y Método continua esta
iniciativa heideggeriana, pero llevándola más allá del proyecto de aquel, de tal modo que
existe una radicalización en concebir, más allá de las restricciones ontológicas del
concepto de verdad, la historicidad de la comprensión (que en Heidegger es una pre-
estructura del Da-sein2) y en particular del pensamiento histórico, ya que “un
pensamiento verdaderamente histórico tiene que ser capaz al mismo tiempo de pensar su
propia historicidad”3. Esa no fascinación por Nietzsche se hallan en primer lugar en

1
M. Heidegger, Ser y Tiempo (I), §76, Vs. Eds.
2
Ibíd., I , §32
3
H. G. Gadamer, Verdad y Método (II). vs. Eds.
ciertas críticas al propio Nietzsche, y en segundo lugar al intransitable camino de la
interpretación heideggeriana de Nietzsche. La segunda intempestiva tiene para Gadamer
algunas cuestiones relevantes como la precaución contra los horizontes cerrados
propuestos por el historicismo, pero las críticas son sumamente agudas, baste para ello
reparar en la siguiente afirmación: hay “un único horizonte que rodea cuanto contiene en
sí misma la conciencia histórica… …No es una buena descripción de la conciencia
histórica la que habla Nietzsche de los muchos horizontes cambiantes a los que ella
enseña a desplazarse. El que aparta la mirada de sí mismo se priva justamente del
horizonte histórico, y la idea de Nietzsche de las desventajas de la ciencia histórica para
la vida no concierne en realidad a la conciencia histórica como tal, sino a la
autoenajenación de que es victima cuando entiende la metodología de la moderna ciencia
de la historia como su propia esencia”4. Esa fusión de horizontes propuesta por Gadamer
se da por la historicidad hermenéutica mediante la cual todo pasado no se auto-enajena en
un pasado puro, ni en horizontes inconmensurables, sino que se recupera en el horizonte
comprensivo del presente.

4
Ibíd. II

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