Professional Documents
Culture Documents
Flavia Terigi
Introducción
Índice de contenidos
Unidad
Unidad
Unidad
Unidad
Versión digital de la Unidad
Carpeta de trabajo Unidad
Unidad
Página siguiente
2
Terigi, Flavia
Psicología educacional. - 1a ed. - Bernal : Universidad Virtual de
Quilmes, 2013.
Recurso electrónico.
ISBN 978-987-1856-42-8
ISBN: 978-987-1856-42-8
Íconos
LL
Leer con atención. Son afirmaciones, conceptos o definiciones destacadas
y sustanciales que aportan claves para la comprensión del tema que se
desarrolla.
PP
Para reflexionar. Propone un diálogo con el material a través de preguntas,
planteamiento de problemas, confrontaciones del tema con la realidad,
ejemplos o cuestionamientos que alienten la autorreflexión.
N
Pastilla. Incorpora informaciones breves, complementarias o aclaratorias de
algún término o frase del texto principal. El subrayado indica los términos a
propósito de los cuales se incluye esa información asociada en el margen.
CC
Cita. Se diferencia de la palabra del autor de la Carpeta a través de la inser-
ción de comillas, para indicar claramente que se trata de otra voz que ingre-
sa al texto.
Ejemplo. Se utiliza para ilustrar una definición o una afirmación del texto
principal, con el objetivo de que se puedan fijar mejor los conceptos.
AA
Para ampliar. Extiende la explicación a distintos casos o textos como podrían
ser los periodísticos o de otras fuentes.
KK
Actividades. Son ejercicios, investigaciones, encuestas, elaboración de cua-
dros, gráficos, resolución de guías de estudio, etcétera.
SS
Audio. Fragmentos de discursos, entrevistas, registro oral del profesor expli-
cando algún tema, etcétera.
EE
Audiovisual. Videos, documentales, conferencias, fragmentos de películas,
entrevistas, grabaciones, etcétera.
II
Imagen. Gráficos, esquemas, cuadros, figuras, dibujos, fotografías, etcétera.
WW
Recurso web. Links a sitios o páginas web que resulten una referencia den-
tro del campo disciplinario.
OO
Lectura obligatoria. Textos completos, capítulos de libros, artículos y papers
que se encuentran digitalizados en el aula virtual.
RR
Lectura recomendada. Bibliografía que no se considera obligatoria y a la que
se puede recurrir para ampliar o profundizar algún tema.
4
5
Índice
La autora................................................................................................ 9
Introducción.......................................................................................... 11
Problemática del Campo........................................................................ 12
Objetivos del curso................................................................................ 15
La autora
Flavia Terigi
Es licenciada en Ciencias de la Educación (UBA), magíster en Ciencias Sociales
con orientación en Educación (FLACSO) y profesora para la Enseñanza Primaria.
Se desempeña como investigadora categoría I y profesora titular regular de
la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, donde diri-
ge un proyecto de investigación sobre el aprendizaje en los plurigrados rurales.
Es también investigadora docente regular del Instituto de Desarrollo Humano
de la Universidad Nacional de General Sarmiento, donde es investigadora res-
ponsable del PICT 2010-2212 “La escolarización secundaria de adolescen-
tes y jóvenes: políticas educativas y trayectorias escolares en el Conurbano
bonaerense”. Actualmente es también profesora interina de la Escuela Normal
Superior N° 7 José María Torres, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y
coordinadora académica del proyecto de investigación de UNICEF Argentina
“La educación secundaria en los grandes centros urbanos”.
Ha publicado numerosos libros y artículos científicos y de divulgación sobre
temas de aprendizaje, curriculum y formación docente.
Introducción
Que el estudiante:
Objetivos
Que el estudiante:
Formuladas estas precisiones, debería ser claro que nuestro análisis buscará
describir y caracterizar el aprendizaje humano en situaciones escolares: estu-
diar las condiciones que lo permiten, inhiben o producen, sus efectos sobre la
actividad cognitiva de los sujetos, y las características del dispositivo escolar
como contexto especializado en producir formas determinadas de aprendizaje.
También nos interesará estudiar el tipo de formulaciones disciplinares y prác-
ticas profesionales que se han desarrollado alrededor del aprendizaje escolar,
porque han contribuido a conformar el campo de nuestra disciplina y, aun cuan-
do en muchos casos señalaremos sus problemas, no pueden ser ignoradas
si queremos entender mejor las prácticas escolares. ¿Significa esto que una
psicología educacional no puede ocuparse de aprendizajes extraescolares?
No, pero estamos formulando precisiones que señalan las cuestiones que
LECTURA RECOMENDADA
RR
Pérez Gómez, A. y Almaraz, J. (comps.), (1988), Lecturas de aprendizaje y enseñanza,
Fondo de Cultura Económica, Madrid.
Leahey, T. (1998), Historia de la Psicología. Principales corrientes en el pensamiento psi-
cológico, cuarta edición, Prentice Hall Ibérica, Madrid.
LECTURA OBLIGATORIA
1.
PARA AMPLIAR
CC
[…] en primer lugar, un conjunto decididamente heterogéneo, que comprende
discursos, instituciones, instalaciones arquitectónicas, decisiones reglamenta-
rias, leyes, […] morales, filantrópicas; en resumen: los elementos del dispositi-
vo pertenecen tanto a lo dicho como a lo no dicho. El dispositivo es la red que
puede establecerse entre estos elementos.
En segundo lugar, lo que querría situar en el dispositivo es precisamente la natu-
raleza del vínculo que puede existir entre estos elementos heterogéneos. […]
este discurso puede aparecer bien como programa de una institución, bien por
el contrario como un elemento que permite justificar y ocultar una práctica, darle
acceso a un nuevo campo de racionalidad. […] entre esos elementos, discursi-
vos o no, existe como un juego, de los cambios de posición, de las modificacio-
nes de funciones que pueden, éstas también, ser muy diferentes.
En tercer lugar, por dispositivo entiendo una especie […] de formación que, en
un momento histórico [sirvió para] responder a una urgencia. El dispositivo tiene
pues una posición estratégica dominante. (Foucault, 1991: 128-129).
Características de un dispositivo
CC
Entendemos por «gramática» de la escolarización las reglas y las estructuras
regulares que organizan el trabajo de instrucción. Pensamos, por ejemplo, en
las prácticas organizativas estandarizadas de división del tiempo y el espacio,
de clasificación de los estudiantes y localización en salas de clases, y en la se-
paración del conocimiento en «temas». (Tyack Y Tobin, 1994: 454. Original en in-
glés, traducción propia).
RR
TRILLA, J. (1985), “Capítulo 1”, en: Ensayos sobre la escuela. El espacio social y material
de la escuela, Laertes, Barcelona.
cambian de escala con su desarrollo hacia finales del siglo pasado. Cuando
el problema es educar a toda la población (imperativo sin precedentes en la
historia previa de las sociedades occidentales), las formas tradicionales de
respuesta resultan inadecuadas: existe instrucción sistemática en la situa-
ción en la cual un preceptor inglés educa a los hijos del gentleman, pero se
trata de un dispositivo que no puede extenderse sin más para abarcar en una
situación análoga (cara a cara, un instructor para dos o tres alumnos) a los
hijos de todos. Lo mismo puede decirse del taller artesanal (característico de
la enseñanza de oficios en el medioevo), y de tantos otros dispositivos ins-
truccionales que no han tenido que lidiar con el problema de la disminución
de la ratio docente/alumno.
Esta expresión se utiliza para representar la relación aritmética entre el
número de profesores y el número de alumnos en los sistemas escolares. El
número de profesores es siempre uno. Cabe señalar que, en las iniciativas
orientadas a la escolarización de las poblaciones vulnerabilizadas, un mismo
grupo de estudiantes puede estar a cargo de más de un docente (por ejem-
plo, porque se prevé la figura del profesor tutor); si la administración emplea
la ratio como un indicador de la eficacia del sistema y no la combina con
otros indicadores, como la permanencia o la tasa de egreso, el sistema será
“menos eficiente” que un sistema con una mayor cantidad de alumnos por
docente.
Si la transmisión del saber supone a alguien que posee ese saber y otros
que van a aprenderlo, la escolarización resolverá el punto poniendo a muchos
que “no saben” al comando de unos pocos que “sí saben”. Dicho de otro
modo: la escolarización masiva de la población exige una instancia colecti-
va de trabajo, la organización de las poblaciones según cierta economía de
esfuerzos. La masividad es una condición de la escuela moderna, y en tal sen-
tido, estar en la escuela obliga a quienes asisten a ella en calidad de alum-
nos a aprender a “vivir en una masa” (Jackson, 1991) y a quienes se desem-
peñan en ellos como docentes a controlar grandes grupos. Todos nuestros
intentos por individualizar la enseñanza, por personalizarla, tropiezan una y
otra vez con este rasgo inconmovible de la escuela: en ella se concentran
muchas personas para hacer al mismo tiempo las mismas cosas al comando
de unos pocos. Para completar el análisis, debemos señalar que, sin embar-
go, el carácter masivo de la escuela no exige la enseñanza simultánea sino
que esta, en todo caso, se impuso entre otras formas posibles. En la unidad
6, usted podrá analizar alternativas a la simultaneidad que compitieron con
ella en el proceso de consolidación de la pedagogía moderna. Digamos ahora
que la cuestión se resolvió de un cierto modo, pero este no era necesario.
No obstante lo cual, tiene efectos enormes en el modo en que se produjo en
adelante el proceso pedagógico.
Como los del Monte Sinaí, los mandamientos cognitivos que la escuela
impone implícitamente al niño son diez y pueden resolverse brevemente en
esta especie de “tabla de la ley” escolar:
LECTURA OBLIGATORIA
Rivière, Á. (1983). “¿Por qué fracasan tan poco los niños?”, en:
Rivière llama nuestra atención sobre las particularidades de las exigencias que
la escuela genera para la actividad cognoscitiva de los sujetos. La escuela
propone maneras particulares de funcionamiento cognoscitivo. Tomemos uno
de los muchos ejemplos que ofrece Rivière: la atención a las tareas escolares.
La escuela exige del niño una atención mucho más selectiva que la que este
empleaba en las exploraciones y juegos preescolares: pide un filtrado riguroso
de la información relevante con respecto a los estímulos que no lo son desde
la perspectiva del sistema escolar, aun cuando puedan serlo desde la pers-
pectiva del niño. Esta demanda atencional genera habitualmente un criterio
para diferenciar a aquellos niños que se ajustan al dispositivo escolar y los
que no: como el mismo Rivière señala, un retraso de desarrollo de la aten-
ción selectiva o un déficit más permanente de la misma, determinan un gran
número de situaciones de fracaso escolar en los años de incorporación a la
escuela (Rivière, 1983), mucho antes de que el TDA o TDAH se convirtiera en
la discutible pandemia escolar en que lo han erigido los actuales procedimien-
tos de diagnóstico. “Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad”
(TDA y TDAH; ADD y ADHD en sus siglas en inglés), en la actualidad es el
diagnóstico más extendido en niños de edad escolar, frente a manifestacio-
nes conductuales tipificadas como inatención, impulsividad, e hiperactividad.
Desde la perspectiva de Janin, el TDA/TDAH es ejemplo prototípico del modo
en que una diversidad de funcionamientos quedan agrupados en una sigla
diagnóstico que deriva en tratamiento farmacológico. En el abordaje de este
trastorno se repite el viejo esquema lesión orgánica/cuadro psicopatológico/
tratamiento de la psicología de principios del siglo XX. La respuesta terapéu-
tica es la medicación en tanto el problema se considera, desde el vamos, de
origen orgánico (Janin, 2008), ligado a una falta de balance en la producción
cerebral de ciertos neurotransmisores.
LECTURA RECOMENDADA
RR
Janin, B. “La medicalización de la infancia”. [EN LÍNEA]. En: Cannellotto, A. y
Luchtenberg, E. (coordinadores) Medicalización y sociedad. Lecturas críticas sobre un
fenómeno en expansión. Forum ADD. Buenos Aires. 2008. Disponible en: <http://
www.forumadd.com.ar/Articulos/Medicalizacion_y_sociedad.pdf> [Consulta: 20
diciembre 2012].
2.
CC
[...] el sistema de gratificaciones de la escuela está ligado al éxito en ambos
curricula [se refiere al oficial y al oculto]. Desde luego, muchos de los premios
y castigos que parecen dispensados sobre la base del éxito y del fracaso aca-
démicos en realidad se relacionan más estrechamente con el dominio del cu-
rriculum oculto. ¿A qué se refieren los profesores cuando dicen que un estu-
diante trata de hacer su trabajo? Señalan, esencialmente, que cumple las
expectativas de procedimiento de la institución (Jackson, 1991: 73. Itálicas en
el texto fuente).
LECTURA OBLIGATORIA
3.
CC
[…] la elección de una unidad o de un sistema de unidades de análisis es un
aspecto clave tanto de la aproximación metodológica elegida para llevar a cabo
la investigación, como de la perspectiva teórica en la que ésta se inscribe, y a
cuyo desarrollo y enriquecimiento se quiere contribuir con los resultados que
se buscan (Coll, 1998b: 21).
CC
En el aula tiene lugar una serie complicada de acontecimientos interrelaciona-
dos. Por esta razón, la mayoría de los psicólogos prefiere llevar a cabo sus in-
vestigaciones en el laboratorio, donde se puede fijar o controlar rígidamente la
variación de los sucesos. Esta manera de trabajar incrementa de forma eviden-
te las oportunidades de observar regularidades en los acontecimientos y, por
tanto, potencia las oportunidades de crear nuevos conceptos. […] La enorme
riqueza, tanto en extensión como en variedad, de los acontecimientos de ense-
ñanza y aprendizaje que tienen lugar en el aula, hace difícil observar regularida-
des consistentes y formular, por tanto, conceptos y teorías sobre la enseñanza
y el aprendizaje. Se comprende fácilmente por qué los psicólogos se mantie-
nen lejos del aula como lugar de investigación (novak y gowin, 1988: 31).
Inclusive cuando son realizadas dentro del aula, las investigaciones han
adoptado perspectivas limitadas. El aprendizaje escolar ha sido analizado
clásicamente con un enfoque diádico: la relación maestro/alumno, la díada
docente/discente, son versiones de esta mirada que identifica dos sujetos en
posiciones diferenciadas. Los análisis de las últimas tres décadas han tendido
CC
Análisis del concepto de actividad:
Ya en esta presentación gráfica resalta una cuestión crucial, que es a la vez una
ventaja relativa de esta posible unidad de análisis: la incorporación del instru-
mento mediador, que debe considerarse un componente central de la definición
del proceso de apropiación de saberes. Como hemos señalado a propósito del
efecto descontextualizador y el carácter artificial de las prácticas escolares, en
la actividad escolar juega un rol central la apropiación de instrumentos semióti-
cos específicos, como la escritura y las formas matemáticas de representación.
Interesa notar aquí que en el contexto escolar los instrumentos semióticos
resultan a la vez objetos de apropiación y, luego, instrumentos de apropiación
de otros saberes. Serán las modalidades de apropiación y uso que se propon-
gan las que definirán las características que guarden los procesos de apropia-
ción de conocimientos en la escuela. Importará en este caso discriminar las
características del instrumento semiótico en sí y sus reglas inherentes de uso,
de las prácticas de uso, las reglas pragmáticas que se definen en la propia acti-
vidad escolar. En el primer plano, por ejemplo, estarán las reglas particulares
de construcción que portan la lengua escrita o los lenguajes numéricos, y en el
segundo plano habrán de analizarse los “usos” de tales instrumentos en tareas
específicas. En el primer plano puede hablarse de cuestiones de cohesión y
LECTURA OBLIGATORIA
4.
a. Compare los dos esquemas que presentan los autores cuando anali-
zan tal sistema.
b. Explique cómo se modifican los componentes del sistema de actividad
cuando se propone el rediseño de los procedimientos de atención.
5.
ble del alumnado, aunque sepamos que los niños y niñas de una misma edad
no son idénticos en sus intereses y capacidades y aunque la estadística y la
evidencia cotidiana muestren en “el aula de primero” a alumnos y alumnas en
un rango más extenso de edades que la “edad teórica”. Pero, como sabemos,
el funcionamiento estándar genera importantes dificultades cuando escuelas
y docentes afrontan el desafío de escolarizar a grupos de alumnos/as que
no responden a las expectativas generadas por la definición “por defecto”, o
cuando se instalan modalidades organizativas del trabajo docente que diver-
gen de la clase usual, como las tutorías, los agrupamientos flexibles u otros.
WW co) sobre “El saber pedagógico frente a las tensiones del formato esco-
lar”. De esa conferencia seleccionamos un segmento en el que analiza el
“saber pedagógico por defecto”: Se recortó el video para los fines
de esta Carpeta. La Conferencia
<http://www.youtube.com/watch?v=MvhXMsT0XUM> completa puede verse en:
<http://www.youtube.com/
watch?v=Dh7THjilZ8M>.
Un tránsito regular de los niños y jóvenes por la escolaridad produce en la
escuela occidental una cierta correspondencia edad/año de escolarización,
define una edad teórica para cada etapa de la escolaridad, de tal modo que,
en un sistema como el correspondiente a nuestro país, a los seis años los
chicos están en primer grado/año, a los nueve en cuarto... y, por lo tanto, el
maestro “sabe” que, si tiene cuarto grado/año, puede esperar mayoritaria-
mente chicos de nueve años.
Esto es mucho más que un dato: supone ciertas características de los
alumnos de determinada edad teórica, una cierta homogeneidad de tales
características, y por tanto la posibilidad de acudir a criterios conocidos para
organizar la enseñanza según tales características. En general, los métodos
que ha desarrollado históricamente la didáctica, apoyados en parte por la mira-
da clasificadora de la psicología del desarrollo, suponen homogeneidad y se
CC
La infancia siempre tuvo tantos rostros como sujetos singulares, tantas figuras
como clases sociales. La biología nunca alcanzó a definirla ni apresarla.
Siempre hubo casos de niños solicitados de adultez temprana, o niños que se
rehúsan como Peter Pan a crecer; niños como todos los niños y niños diferen-
tes. A los niños no como los otros niños, se los ha asociado a figuras de la in-
ferioridad y designado incapaces, se los ha nombrado menores, dándole a la
palabra un matiz que los diferencia y los distancia de los niños. Para los “me-
nores” se crearon instituciones dedicadas a vigilar y castigar. Para los niños la
familia y la escuela (Frigerio, 2006: 326. Itálicas en el texto fuente).
6.
Analice y responda:
a. ¿Qué es lo que “se supone” sobre los niños y sus posibilidades de
cálculo antes y después de ingresar a la escuela?
b. ¿Cuáles son los desempeños de los “niños reales” que ponen en cues-
tión esta mirada canónica sobre la infancia?
7.
KK Elaboración de un glosario
Le proponemos una tarea que reaparecerá periódicamente y que con-
siste en ir elaborando un glosario con los principales conceptos emplea-
dos en este curso.
Defina cada término de la lista que le presentamos en aproximadamen-
te cinco renglones. En algunos casos, podrá apelar a una cita textual
tomada de este texto, pero tenga en cuenta que muchas veces desple-
garemos diferentes aspectos de un concepto a lo largo de una unidad
o entre unidades, razón por la cual la definición textual puede no ser
suficientemente abarcadora y se requerirá su elaboración personal. En
ocasiones, podrá ser necesario (y siempre es conveniente) que recurra a
la bibliografía citada.
A continuación, se consignan los términos que le sugerimos para esta
primera parte:
• Transmisión genética.
• Transmisión cultural.
• Aprendizaje escolar.
• Actividad escolar.
• Dispositivo.
• Dispositivo escolar.
• Demandas cognoscitivas de la escuela.
• Oficio de alumno.
• Alumno.
• Infancia.
CC
La psicología de la educación se define así por cierto número de elementos cu-
ya organización final determina sus apuestas. Exige ante todo un marco teóri-
co que recorta el campo de sus problemas, proveyéndole al mismo tiempo sus
mecanismos heurísticos y sus procedimientos de verificación. En segundo lu-
gar, exige un dispositivo institucional que las reformas escolares implementa-
rán a lo largo del siglo XIX, luego a comienzos del siglo XX. En tercer lugar, re-
quiere un cuerpo de especialistas en busca de un estatuto y cuya identidad se
define por el conjunto de las luchas que emprenden contra los poderes institui-
dos que se oponen a su reconocimiento. Por último, estos nuevos especialis-
tas deben disponer de todo un arsenal de técnicas (cuestionario, entrevista,
test mental, etc.) que constituyen, según Brett, ‘la base de la educación y del
gobierno’ (Guillain, 1990:2).
CC
A partir del momento en el que todos los niños van a la escuela, se buscará di-
ferenciar aquéllos que se adaptan a ella y los que no lo logran, y respecto a es-
tos últimos las causas de su inadaptación, los diversos tratamientos realiza-
bles y para cada uno de los tratamientos, la estructura que sería preciso dar al
establecimiento encargado de aplicarlo. (Querrien, 1979: 154).
CC
La escala métrica de la inteligencia de Binet-Simon.
LECTURA OBLIGATORIA
PARA REFLEXIONAR
CC
De este modo, hacia la mitad de la década de los cincuenta, algo más de trein-
ta años después de la fecha con que se suele señalar su nacimiento, el pano-
rama que presenta la psicología de la educación es extraordinariamente com-
plejo y un tanto contradictorio. Por una parte, y como consecuencia del
protagonismo que se le atribuye en la tarea de elaborar una teoría educativa y
de fundamentar una práctica de la enseñanza que responda a criterios científi-
cos, se ve empujada a abordar prácticamente todos los aspectos, dimensio-
nes y factores presentes en los procesos educativos; es decir, se ve impelida
a ampliar considerablemente sus contenidos y su foco de atención mucho más
allá de las tres áreas de trabajo y de investigación –las diferencias individua-
les, los procesos de aprendizaje y el desarrollo infantil– que han configurado
tradicionalmente su núcleo esencial de actuación. Por otra parte, y como con-
secuencia de esta ampliación de los contenidos y de las temáticas que estu-
dia, sus límites se van desdibujando y se hace cada vez más difícil precisar en
qué consiste su especificidad respecto a otras áreas de la psicología y otras
ciencias de la educación. Ningún tema, ninguna problemática relacionada con
la educación y la enseñanza, parecen quedar fuera del campo de estudio de la
psicología de la educación: los procesos de aprendizaje individual y grupal, el
clima del aula, la organización escolar, el currículum, la metodología de la ense-
CC
1. Es prácticamente imposible que una única teoría de aprendizaje pueda pre-
tender ser la apoyatura exclusiva de la teoría y práctica de la enseñanza.
2. Toda teoría que se ocupe de algún campo o forma de aprendizaje que tenga
que ver con el aprendizaje necesario para alcanzar algún objetivo particular de
la enseñanza, o componente de algún objetivo general de la misma, debe ser
tomada en consideración por la práctica y la teoría de la enseñanza.
3. Cuanto más complejos sean los tipos y procesos de aprendizaje que trate una
teoría del aprendizaje tanto mayor es su potencial aplicación en la enseñanza.
4. En la medida que una teoría del aprendizaje se ocupe de estudiar la relación
de dependencia o génesis entre diversos tipos y/o procesos de aprendizaje
(caso de Piaget) tanto mayor serán sus posibilidades aplicativas a la enseñanza.
5. […] cuanto más pertinente sea el aprendizaje del que se ocupa una teoría
concreta respecto del objetivo u objetivos de la enseñanza, tanto mayor será
la utilidad potencial para la enseñanza. (Gimeno Sacristán, 1988: 42. Destacado
en el original).
Cabe aclarar que una determinada cuestión puede estar dirimida de modos
diferentes en cada uno de estos planos. Así, cuando en esta unidad llegamos
a precisar las perspectivas contemporáneas de la psicología educacional, nos
hemos ubicado en el plano de la disciplina: el debate teórico y las investiga-
ciones recientes muestran una clara tendencia a alejarse progresivamente de
planteamientos aplicacionistas, pero esto no significa que en el terreno de las
prácticas estas relaciones estén debidamente redefinidas.
En el plano de las prácticas, se plantea la necesidad de plantear al menos
tres análisis:
1. De los efectos y usos que han producido o de que han sido objeto las ela-
boraciones psicológicas en los contextos educativos, legitimando decisio-
nes y prácticas de diferente naturaleza.
2. De la presencia del discurso psicoeducativo en el modo en que los pro-
pios sujetos incluidos en el dispositivo escolar definen las posiciones y las
situaciones.
3. Sobre el lugar del psicólogo educacional en las instituciones educativas,
analizando sus inserciones y estrategias de trabajo habituales.
LECTURA OBLIGATORIA
8.
9.
Referencias bibliográficas
Referencias web
Janin, B. “La medicalización de la infancia”. [EN LÍNEA]. En: Cannellotto, A.
y Luchtenberg, E. (coordinadores) Medicalización y sociedad. Lecturas
críticas sobre un fenómeno en expansión. Forum ADD. Buenos Aires.
2008. Disponible en: <http://www.forumadd.com.ar/Articulos/
Medicalizacion_y_sociedad.pdf> [Consulta: 20 diciembre 2012].
Entre mujeres. <http://www.entremujeres.com/hogar-y-familia/mascotas/
perros-entienden-palabras-mascotas-veterinaria_0_555544502.html>.
[Consulta: 20 diciembre 2012]. Descripción: noticia sobre la “comprensión”
de palabras por parte de los perros.
Otras referencias
Aula Nesplora, [en línea]. Disponible en: <http://www.aulanesplora.com/
content/aula_video.html>. [Consulta: 20 diciembre 2012].
Youtube. <http://www.youtube.com/watch?v=Dh7THjilZ8M>. [Consulta: 30
diciembre 2012]. Descripción: segmento de la conferencia “El saber peda-
gógico frente a las tensiones del formato escolar”, desarrollada por Flavia
Terigi el 7 de marzo de 2012 en Puebla (México), en el marco del Primer
Encuentro Presencial de la Especialidad en Folecimiento de las Capacida-
des de Gestión de los Directivos de Escuelas Normales en México, orga-
nizada por la Dirección General de Educación Superior de la Secretaría de
educación Pública de México y el Instituto de Planeamiento de la Educa-
ción (IIPE- UNESCO) sede regional Buenos Aires.
Objetivos
Que el estudiante:
CC
Este proyecto surge como un intento de superar lo que Vygotsky consideraba
como situación de crisis de la psicología de su época: la escisión entre, por
una parte, una psicología natural y causal, centrada en el estudio de procesos
psicológicos elementales –esencialmente comunes al hombre y a otras espe-
cies animales– y basada en la utilización de una metodología experimental ho-
mologable a la de otras disciplinas científicas y, por otra parte, una psicología
fenomenológica y hermenéutica, centrada en el estudio de los procesos psico-
lógicos más típica y característicamente humanos, pero al precio de renunciar
a la explicación causal de los fenómenos y al uso de una metodología científi-
ca. De ahí el problema que se plantea Vygotsky: la construcción de una aproxi-
mación conceptual y metodológica capaz de abordar mediante una metodolo-
gía estrictamente científica el estudio de las funciones psicológicas
específicamente humanas, es decir, el estudio de la conciencia (Miras Mestre y
Onrubia Goñi, 1999:29).
CC
Entre las demandas o condiciones de posibilidad del desarrollo del programa
–en la naciente Unión Soviética– se destacan las que definían con urgencia la
necesidad de atender a una población crecientemente diversa, como la que
planteaba la de los niños sin familia que, en conflicto con la ley, vagabundeaban
o se prostituían, sumada a la diversidad de la población que migraba o huía de
sus lugares de origen (Van der Veer, 2007, citado en Baquero, 2012: 65).
CC
Su estilo no era hipotético-deductivo y quizás por ello no es fácil exponer los
fundamentos de su teoría, o porque siempre escribió frenéticamente por falta
de tiempo –comenzó su formación sistemática en psicología a los 27 años y
murió de tuberculosis a los 37 (Bruner, 1998: 20).
CC
Necesitamos concentrarnos, no en el producto del desarrollo, sino en el proce- estudios microgenéticos desde
so mismo mediante el que las formas superiores se constituyen… Plantear mucho antes, en especial en los
una investigación sobre el proceso de desarrollo de un objeto determinado con equipos de investigación de Piaget
en Ginebra y Vigotsky en Rusia
todas sus fases y cambios –desde el nacimiento hasta la muerte– significa
(Flynn, Pine y Lewis, 2007). Los
fundamentalmente descubrir su naturaleza, su esencia, de manera que “es so- estudios microgenéticos se carac-
lamente en movimiento cuando un cuerpo muestra lo que es”. Por ello, el estu- terizan por tomar medidas repe-
dio histórico [en el sentido más amplio de la palabra “historia”] del comporta- tidas sobre los mismos sujetos
durante el proceso de cambio o
miento no es un aspecto auxiliar del estudio teórico, sino que, más bien, forma desarrollo de una función psico-
su auténtica base (Vigotsky, citado en Wertsch, 1988: 35). lógica o de un dominio de interés
para el investigador.
CC
Así, pues, cuando Vygotski califica de “evolutiva” su aproximación, no hay que
confundirla con una teoría del desarrollo del niño. El método evolutivo, según
el parecer de Vygotski, es el método principal de la ciencia psicológica” (Cole y
Scribner, 1988: 25).
LECTURA OBLIGATORIA
CC
La categoría de “interiorización”, aunque nunca fue explicada plenamente por
Vigotski, es el mayor deux ex machina de su sistema. A diferencia del aprendi-
zaje por asociación, la interiorización también implica sistematicidad: una vez
que ocurre, […] “el niño no tiene que reestructurar separadamente todos sus
conceptos anteriores, lo que sería un trabajo de Sísifo. Una vez que una nueva
estructura ha sido incorporada a su pensamiento ésta gradualmente se propa-
ga hacia los viejos conceptos, que se subsumen en las operaciones intelec-
tuales superiores”. Pero dicha subsunción en esas operaciones también de-
pende de interacciones sociales, lo que sugiere que parte de la sistematicidad
del crecimiento reside en la naturaleza sistemática del habla y de la cultura
(Bruner, 1998:21. Destacados en el texto fuente).
CC
• Implica una organización en el plano intrapsicológico de una operación
interpsicológica.
• Implica una reorganización interior de una operación previamente externa.
• Se trata de un proceso evolutivo (implica lapsos extensos y constituye un
proceso de desarrollo).
• Implica una reconstrucción interior, variando la estructura y la función de la
operación interiorizada.
• En la reconstrucción que opera se vale del uso de signos.
• Generalmente implica una abreviación de la operación interiorizada.
• Debe ser entendido como un proceso de creación de un espacio interior.
(Baquero, 2001: 48. Itálicas en el texto fuente).
CC
El punto de inflexión o momento crítico en el comportamiento de los simios es
el uso de herramientas; en el hombre primitivo, el trabajo y el uso de los sig-
nos psicológicos; en el comportamiento del niño, la bifurcación de las líneas
de desarrollo en el desarrollo psicológico-natural y el desarrollo psicológico-cul-
tural (Vigotsky y Luria, citados en Wertsch, 1988:40).
LECTURA OBLIGATORIA
1.
LECTURA OBLIGATORIA
ta; la segunda es una acción mediada, en este caso por el uso de una herra-
mienta; la tercera también es mediada, pero por el uso de signos. Si se quie-
re, las tres persiguen el mismo propósito; pero la naturaleza de la acción es
completamente diferente. Las tres producen transformaciones, pero la acción
mediada por instrumentos transforma el comportamiento del bebé, porque
transforma su conciencia.
PARA REFLEXIONAR
xx 343
x 822
3 4 3
8 x 2 2
6 8 6
6 8 6
2 7 4 4
2 8 1 9 4 6
Así, “los instrumentos psicológicos son los recursos simbólicos –signos, sím-
bolos, textos, fórmulas, medios gráfico-simbólicos– que ayudan al individuo
a dominar sus propias funciones psicológicas “naturales” de percepción,
memoria, atención, etc.” (Kozulin, 2000:15). Las capacidades humanas no
dependen solo del desarrollo biológico; son relativas al desarrollo sociohistó-
rico de instrumentos de mediación.
Que los procesos de desarrollo y constitución subjetiva se producen en el
funcionamiento psicológico intersubjetivo implica que experiencias culturales
diversas pueden producir procesos psicológicos también diversos. La sensibi-
lidad de la TSH a las variaciones culturales es manifiesta: es una teoría gene-
rada para dar cuenta del modo en que la cultura genera formas específicas
de desarrollo humano, y por esta razón alberga desde sus bases iniciales la
posibilidad, más aun la necesidad, de mantener la consideración de la espe-
cificidad cultural del desarrollo.
Tiene interés ahondar en esta idea tomando conocimiento de la inves-
tigación diseñada por Vigotsky y dirigida por Luria entre 1931 y 1932 en
Uzbekistán, un territorio que constituía para quienes vivían en el centro de
Rusia un confín, al que las transformaciones sociales producidas por la expan-
sión de la Revolución llegaban años después de lo que había sucedido en las
áreas centrales. Esta situación constituía para Vigotsky la oportunidad de un
experimento histórico, pues permitía explorar el funcionamiento psicológico
frente a ciertos problemas comparando sujetos que ya habían sido incorpora-
Cualquier trabajo experimental en
psicología define un grupo expe- dos a prácticas específicas de instrucción y sujetos que no lo habían sido. En
rimental y un grupo control. Se términos de Luria, quien condujo el trabajo de campo:
diferencian o bien porque sobre
uno se aplica el tratamiento expe-
rimental y sobre el otro no o bien
CC
porque uno de ellos presenta una El presente libro tiene una historia muy peculiar, nada ordinaria. Todo su mate-
característica que el otro no. En rial fue recopilado en los años 1931-1932, época en que nuestro país afronta-
este caso, el grupo control ha ba un momento decisivo de su historia vinculado con la liquidación del analfa-
participado en situaciones forma-
lizadas de instrucción y el grupo betismo, la implantación de nuevas formas socialistas en la economía y la
experimental no. De todos modos, radical transformación de toda la vida social de la nación.
como señalan Cole y Scribner, Aquellos años fueron propicios para realizar observaciones únicas en su géne-
quienes están impregnados de la
ro sobre la influencia que ejercía la transición en las formas sociales de vida,
psicología experimental tal como
se practica en la mayoría de los la liquidación del analfabetismo, etc. Era el momento idóneo para determinar
laboratorios, pueden rehusarse cómo todos estos factores conducían no sólo a la ampliación del horizonte
a considerar a los estudios de intelectual del hombre, sino también a la modificación total de los procesos
Vigotsky como experimentos (Cole
cognitivos.
y Scribner, 1988).
L. S. Vigotski desarrolló la tesis marxista-leninista de que las principales for-
mas de actividad cognitivas se han formado a lo largo del proceso histórico-
universal (estas son producto del avance sociohistórico). Esta tesis fue utilizada
como base para un gran número de investigaciones realizadas por la psicología
soviética. No obstante, hasta el momento no existían trabajos concretos que
ofreciesen materiales lo suficientemente amplios y variados como para demos-
trar esta doctrina. Es por ello que, aun estando vivo Vigotski y bajo su propia
supervisión, fue organizada esta expedición científica. (Luria, 1987)
2.
CC
De esta forma, el aprendizaje se convierte en el proceso de apropiación de la
cultura por el sujeto, comprendido como proceso de producción y reproducción
del conocimiento bajo condiciones de orientación e interacción social. Cada in-
dividuo hará suya esa cultura, pero lo hará en un proceso activo, aprendiendo
de forma gradual acerca de los objetos, procedimientos, las formas de actuar,
de pensar, del contexto histórico- social en el que se desenvuelve y de cuyo
proceso dependerá su propio desarrollo; es decir, bajo esta concepción el de-
sarrollo en el ser humano va a estar determinado por los procesos de aprendi-
zaje que sean organizados como parte de la enseñanza y educación, con lo
que se crearán nuevas potencialidades para nuevos aprendizajes (Rico Montero,
2003 :2. Itálicas en el texto fuente).
Pilar Rico Montero es una peda-
goga cubana que trabaja en
el Instituto Central de Ciencias
Pedagógicas de Cuba. Por sus En la perspectiva de la TSH, el aprendizaje (incluidos los aprendizajes que
relaciones políticas y culturales se producen en situaciones de enseñanza, pero también los que suceden en
con la URSS, en Cuba se han
producido importantes desarrollos prácticas no especializadas, como la crianza o el juego) resulta un momento
de la Teoría Socio-histórica, parti- necesario e inherente de los procesos de desarrollo culturalmente organiza-
cularmente en el terreno escolar do. Un ejemplo que permitirá entender esta formulación es el desarrollo del
y en el tratamiento de las disca-
lenguaje, tomado de Palacios (1988:13).
pacidades. Consideramos valio-
so que usted tome conocimiento
de producciones del país, visto el
importante desarrollo educativo El desarrollo del lenguaje
que ha alcanzado.
xx Desde la perspectiva social, el lenguaje es un instrumento creado por la
cultura y que preexiste a cada sujeto que se incorpora al grupo social.
Por su participación en situaciones de interacción con los miembros
del grupo e interviniendo los procesos de interiorización descriptos en
la ley de doble formación, el cachorro humano se apropia de este ins-
trumento cultural, el que pasa a formar parte de su propio desarrollo
subjetivo como proceso psicológico superior. Una vez más: aquello que
se encontraba en el plano intersubjetivo se encuentra luego en el plano
intrasubjetivo y caracteriza en parte el nivel de desarrollo psicológico de
un sujeto particular.
En el desarrollo del lenguaje, son fundamentales los soportes o ayudas
que ofrecen las otras personas que participan del contexto de crianza del
sujeto. Jerome Bruner, reconocido psicólogo estadounidense, ha analiza-
do la formación del lenguaje y nos ofrece claras ilustraciones del modo
3.
KK Proponemos que realice una síntesis de la teoría hasta este punto, dando
respuesta a las siguientes cuestiones:
CC
[…] la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad
de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial,
determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto
o en colaboración con otro compañero más capaz (Vigotsky, 1988:133).
LECTURA OBLIGATORIA
1. Lo que hoy se realiza con la asistencia y auxilio de una persona más exper-
ta en el dominio en juego, en el futuro se lo realizará con autonomía, sin
necesidad de tal asistencia.
2. Tal autonomía en el desempeño se obtiene, algo paradójicamente, como
producto de la asistencia y auxilio.
3. El auxilio o asistencia suministrada por el sujeto con mayor dominio debe
reunir una serie de características.
CC
Supongamos que un investigador asigna a una díada niño-adulto la tarea de
construir un objeto (la “copia”) de acuerdo con otro (un “modelo”). En esta tarea
hay varias formas posibles de colocar las piezas para que constituyan un objeto-
copia, pero la única solución correcta requiere que ellas sean ensambladas de
acuerdo con el modelo. Confrontados con tal tarea, los niños pre- escolares con
frecuencia seleccionan una pieza sin consultar el modelo para determinar si la
pieza es necesaria o dónde debería colocarse. Esto no significa que los chicos
estén actuando sin pensar o que la pieza no es representada como parte de una
coherente definición de la situación. Lo que esto generalmente refleja, es el he-
cho de que ellos han definido la tarea de manera diferente de lo que un adulto lo
haría. Específicamente, han definido el marco como uno en el cual tienen que
usar piezas para construir un objeto sin mirar el modelo.
Podría decirse que cada pieza es representada como un “objeto- para- usar-
como- me- convenga”. En contraste el adulto entiende cada pieza en la copia
como teniendo un ítem correspondiente en el modelo. Para el adulto la repre-
sentación es algo así como “un-objeto-para-ser-usado-en-la-copia-a- causa-de-la-
presencia-de-la pieza-correspondiente-en-el-modelo”.
Esta breve consideración del marco de esta tarea ilustra el hecho de que un
mismo objeto puede ser representado o definido de muchas maneras distintas
(Valdéz, 1996:2).
CC
A fin de tratar con esta aparente paradoja, necesitamos reconocer que la inter-
subjetividad puede existir en varios niveles diferentes. En un extremo, puede
consistir solamente en un acuerdo en la ubicación de objetos concretos en el
marco de una comunicación. En el otro extremo, casi completa intersubjetivi-
dad existe cuando dos interlocutores representan objetos y eventos de una
manera idéntica. […] Wertsch cita diversas investigaciones en las que encuen-
tra que los niños participan, en primer término, en la ejecución de una tarea a
un nivel interpsicológico y posteriormente reconocen y dominan el significado
estratégico de sus conductas. […] El proceso supone participar en la interac-
ción gracias a la intersubjetividad primitiva con el tutor (generalmente un adul-
to) y, a continuación, pasar por una o más “redefiniciones” de la situación has-
ta que una definición de la situación, madura, culturalmente adecuada,
proporciona los fundamentos de la autorregulación (Valdéz, 1996:4/5).
PARA AMPLIAR
LECTURA OBLIGATORIA
4.
PARA REFLEXIONAR
Sobre la base de una investigación realizada por Shepardson (1996), se presenta aquí una
aproximación a los procesos que, según la TSH, producen la formación de conceptos
científicos en el marco de las interacciones especialmente diseñadas por los docentes en
clases escolares. En esta investigación, las clases involucran a una maestra y sus alumnos
de primer grado, quienes están trabajando en Ciencias Naturales sobre la metamorfosis
de los insectos. Se trata de un concepto de difícil apropiación por parte de los niños, quie-
nes conciben el desarrollo de manera antropomórfica, como crecimiento que no altera la
forma de los cuerpos sino su tamaño. La metamorfosis, por el contrario, es un proceso
de desarrollo en el que se producen transformaciones en la conformación del organismo;
para los niños es difícil comprender que cuerpos que en principio se presentan tan dife-
rentes (un huevo, una larva u oruga, una crisálida o pupa, y un escarabajo adulto) son en
verdad fases en el desarrollo de un mismo organismo.
Para ayudarlos a realizar una elaboración preliminar de este concepto, la maestra ha
diseñado una secuencia de trabajo en la cual involucró a los niños en grupos pequeños que
hacían observaciones de orugas y gusanos de harina y registraban estas observaciones en
sus diarios. Cada grupo pequeño recibió un recipiente con orugas y otro con gusanos de
harina, y una lupa. Los niños fueron agrupados con los escritorios enfrentados formando
un cuadrado, para fomentar interacciones y la colaboración social.
La siguiente interacción entre la maestra y un alumno ilustra la mirada de Vigotsky
respecto a las interacciones sociales y en especial cómo el habla (palabras) media la acti-
vidad psicológica de los niños, moldeando la forma como los niños conocen los ciclos de
la mariposa y el escarabajo:
CC
Maestra: Entonces, ¿de dónde piensas que vienen los escarabajos?
Steve: [pausa] No sé... Se metieron... ¿Éstos son escarabajos? [Los niños ini-
cialmente pensaron que los “insectos” se habían metido en los envases de los
gusanos de harina.]
Maestra: ¿Notas alguna diferencia en tus gusanos de harina?
Steve: [Los mira] Algunos son gusanos de harina, algunos parecen muertos, y
algunos son escarabajos.
Maestra: ¿Cuántos tienes de cada uno? ¿Puedes contarlos?
Steve: Dos gusanos de harina, cuatro muertos, y cuatro escarabajos.
Maestra: ¿Con cuántos gusanos de harina comenzaste? ¿Qué dice tu diario?
Steve: [Mira en el diario] 10.
Maestra: Entonces, si comenzaste con 10 gusanos de harina, y todavía tienes
10, ¿de dónde vinieron los escarabajos?
Steve: [pausa larga] ¡Oh! Um, de los gusanos de harina. ¡Vinieron de los gusa-
nos de harina!
Maestra: Sí. Bueno. ¿Cómo lo sabes? ¿Qué has observado, viste cómo los gusa-
nos de harina han cambiado?
Steve: ... no pueden venir de los muertos... tienen que ser los que se mueven...
cuando estás muerto estás muerto.
La secuencia del diálogo muestra cómo comienza a cambiar y toma forma la manera
de Steve de ver y hablar acerca de los gusanos de harina, cómo las palabras “escarabajo”
y “pupa” se utilizan en el lenguaje social de la maestra como un medio de describir los
fenómenos, y cómo median la actividad psicológica de Steve. También ilustra cómo la
maestra y Steve, a través de sus interacciones, crearon mutua y activamente un contex-
to discursivo para hablar acerca de los ciclos de vida del escarabajo (Shepardson, 1996).
Un punto que importa analizar es la relación que se produce entre conceptos cotidia-
nos (quieto, muerto, dormido) y conceptos científicos (pupa). En el proceso de aprendiza-
je de conceptos que propone la maestra, no se trata de superponer una nueva denominación
verbal (pupa) a un mismo significado (quieto = muerto), sino de modificar el significado
(quieto = descansando, dormido) para poder presentar una fase del ciclo (la fase de pupa)
y, más aún, para introducir la idea de que ese cuerpo quieto que el niño tiene por delante
es un (futuro) escarabajo.
CC
Nuestra comprensión de la ZDP está dada como:
El espacio de interacción entre los sujetos, que como parte del desarrollo de
una actividad, le permite el maestro operar con lo potencial en el alumno, en
un plano de acciones externas, sociales, de comunicación, que se convierten
en las condiciones mediadoras culturalmente que favorecen el paso a las accio-
nes internas individuales (lo interpsicológico pasa a un nivel intrapsicológico de
desarrollo individual, al decir de Vigotsky) (Rico Montero, 2003: 3. Destacados
en el texto fuente han sido eliminados en la transcripción).
Newman, Griffin y Cole (1991) llevaron a cabo un importante esfuerzo por pro-
fundizar los conceptos de ZDP, intersubjetividad y apropiación de cara a que
puedan ser aplicados al análisis de los fenómenos de enseñanza- aprendizaje
de la escuela. Su definición de la ZDP como espacio de las negociaciones
sociales sobre los significados ofrece una visión dinámica: el niño podrá apro-
vecharse del sistema mental más organizado del profesor (en los términos en
CC
[…] si la actividad educativa tiene éxito, tanto el profesor como el alumno ac-
túan como si los niños estuviesen “en otra parte”. Esa otra “parte” no es sino
donde podrían estar si sus actos son apropiados y si los niños se apropiaran
de las actividades y herramientas de otros que coexisten en la ZDP. En cierto
sentido es paradójico: para que sea necesaria una clase sobre la división, por
ejemplo, hay que suponer que los niños no pueden hacer divisiones; pero, para
que la clase funcione, hay que suponer que ¡cualquier cosa que hagan los ni-
ños puede convertirse en una forma de hacer una división! (Newman, Griffin y
Cole, 1991:81).
CC
En relación con las características que debería reunir el sistema de interacción
a efectos de promover el desarrollo dentro y más allá de la ZDP, el dispositivo
de andamiaje ha concentrado un interés central.
Como se sabe, su formulación original fue efectuada por Wood, Bruner y Ross
en 1976 y, desde ese entonces, ha tenido un uso crecientemente difundido y
con puntos de aplicación similares a los de la categoría de Zona de Desarrollo
Note que la noción de andamiaje Próximo, al punto de, como señalan Griffin y Cole, ser utilizados en ciertas oca-
recupera el concepto de “forma- siones como sinónimos. […]
to”, que ya estudió a propósito del
desarrollo del lenguaje. Se entiende, usualmente, por andamiaje a una situación de interacción entre
un sujeto experto, o más experimentado en un dominio, y otro novato, o menos
experto, en la que el formato de la interacción tiene por objetivo que el sujeto
menos experto se apropie gradualmente del saber experto; el formato debería
contemplar que el novato participe desde el comienzo en una tarea reconocida-
mente compleja, aunque su participación inicial sea sobre aspectos parciales
o locales de la actividad global y aun cuando se requiera del “andamiaje” del
sujeto más experto para poder resolverse.
La idea de andamiaje se refiere, por tanto, a que la actividad se resuelve “cola-
borativamente” teniendo en el inicio un control mayor o casi total de ella el
sujeto experto, pero delegándolo gradualmente sobre el novato. La estructura
de andamiaje alude a un tipo de ayuda que debe tener como requisito su propio
desmontaje progresivo.
Por estas razones se ha señalado que el formato de andamiaje ha de resultar
CC
Para esta autora, los procesos de avance y asistencia en las Zonas de
Desarrollo Próximo que promueven el desarrollo como procesos de participa-
ción guiada comportan cinco características generales:
- Proporcionan un puente entre las habilidades o información familiares para el
niño o aprendiz y las habilidades o informaciones necesarias para resolver los
nuevos problemas que se le plantean; los adultos o compañeros más expertos
ayudan al niño a encontrar conexiones entre lo ya conocido y lo necesario en las
nuevas situaciones, asegurando un punto de partida básico para éstas.
- Ofrecen una estructura para organizar los procesos de resolución de proble-
mas; los adultos o compañeros más expertos estructuran las tareas determi-
nando el problema a resolver, el objetivo, y la manera de hacerlo subdividiéndolo
en objetivos más manejables.
- Implican la transferencia de responsabilidad en la gestión de la resolución de
problemas; el niño-aprendiz toma, en los procesos de participación guiada, un
rol cada vez más importante en la resolución de los problemas, tanto en térmi-
nos “microgenéticos” -en la resolución puntual de tareas y situaciones específi-
ca- como de manera global en el curso general del desarrollo, hasta llegar a la
resolución independiente de las situaciones.
- Suponen la participación activa tanto del niño-aprendiz como del adulto o com-
pañero más experto; la insistencia en la aportación conjunta de adulto y niño y
la gestión compartida del proceso es una característica específica de la noción
de participación guiada.
- Pueden implicar formas de instrucción no sólo explícitas sino también tácitas,
particularmente a través de la organización e interacciones cotidianas entre
niños y adultos; la guía tácita del adulto al niño puede manifestarse a través de
formas de comunicación de información y ofrecimiento de ayuda en el contexto
de situaciones prácticas de actividad diaria -vs. situaciones explícitas de instruc-
ción- y también en aspectos de la relación adulto/niño que no implican interac-
ción directa: estructuración de situaciones para el niño, selección de activida-
des y materiales con los que entrará en contacto, propuesta de modelos, etc.
Estas cinco características, a la vez que retoman muchos de los elementos
presentes en la noción de andamiaje, apuntan algunos rasgos adicionales que
les confieren, a nuestro juicio, un particular interés para la discusión que nos
ocupa. Así por ejemplo, a partir de su insistencia en las formas más distantes
y tácitas de ayuda educativa, la noción de participación guiada permite incorpo-
rar adecuadamente a la explicación de la manera en que la educación genera
o crea desarrollo la influencia de situaciones que no suponen interacción social
directa cara-a-cara como, por ejemplo, los momentos en que el niño interactúa
aisladamente con los objetos, o también mecanismos como el aprendizaje por
observación o el modelado. Igualmente, la importancia que atribuye Rogoff a la
actividad del niño en el proceso permite incorporar a su explicación muchos de
los conocimientos recientes que la psicología del procesamiento de información
o la perspectiva etológica han elaborado respecto a las aportaciones que los
niños realizan, a partir de sus “pre-equipos” básicos, en sus procesos interac-
tivos con los adultos. Por último, la noción de participación guiada supone ape-
lar explícitamente a los procesos de comunicación y de elaboración por parte
del aprendiz de significados -representaciones sobre la realidad- cada vez más
cercanos a los que manejan los adultos o miembros más competentes, y más
cercanos a los proporcionados por la cultura a la que pertenecen (Miras Mestre
y Onrubia Goñi, 1999:45-47).
Debe plantearse un riesgo de las derivaciones vigotskianas, que pasa por una
interpretación excesivamente “instruccional” de los planteos de la teoría. De
tal modo, ciertas interpretaciones estrechas, literales o divorciadas del con-
junto de la teoría psicológica vigotskiana, creyeron ver en la categoría de ZDP
una bandera de redención de la enseñanza tradicional. Como plantea Moll:
CC
Nuestro trabajo también sugiere que para mejorar la crítica de la instrucción y
desarrollar estrategias factibles para el cambio educacional debemos sobrepa-
sar las definiciones y los usos actuales de la zona... Una forma es rechazar la
conceptualización de la zona como la enseñanza o la evaluación de habilida-
des y sub-habilidades discretas, separables. Por ejemplo, un problema en la
aplicación del concepto de la zona al análisis de la instrucción en el aula es
que una definición de la zona que enfatice la transferencia de conocimiento, y
especialmente de habilidades, de aquellos que saben más a aquellos que sa-
ben menos, puede caracterizar a casi cualquier práctica de la enseñanza.
Considérese las tres características siguientes de la zona como se suele
presentar:
1. Establece un nivel de dificultad. Este nivel, que se supone que es el nivel próxi-
mo, debe ser algo desafiante para el estudiante, pero no demasiado difícil.
2. Proporciona desempeño con ayuda. El adulto proporciona práctica guiada al
niño con un claro sentido del objetivo o resultado del desempeño del niño
3. Evalúa el desempeño independiente. El resultado más lógico de una zona de
desarrollo próximo es que el niño se desempeñe de manera independiente.
Es erróneo suponer que cualquier actividad en el aula que contenga estas
tres características representará una zona de desarrollo próximo (Moll,
1993:20-21).
•• que esto no implica que cualquier tipo de enseñanza genera desarrollo sino
solo aquella que resulta eficaz en producir nuevas Zonas de Desarrollo:
•• que, como ha recordado Moll, la alusión de Vigotsky al aprendizaje capaz
de generar desarrollo se refiere privilegiadamente a la adquisición de prác-
ticas culturales complejas (las que constituirían procesos psicológicos de
tipo superior avanzado, como la escritura o las formas científicas de con-
ceptualización) por lo que, en sentido estricto, sería opinable aplicar esa
categoría a la adquisición de habilidades elementales (Moll, 1993).
LECTURA OBLIGATORIA
5.
6.
Referencias bibliográficas
Referencias web
Youtube. <http://www.youtube.com/watch?v=0dn6-vqrFeI>. [Consulta: 25
agosto 2012]. Descripción: video elaborado por de la Facultad de Psicología
de la Universidad de Buenos Aires que muestra otros intercambios entre
adultos y niños y ampliará su comprensión de la noción de “formato”.
Objetivos
Que el estudiante:
CC
[…] mientras que el libro de Vygotsky apareció en 1934, los trabajos míos que
se discuten datan de 1923 y 1924. Al considerar la forma en que podía llevar
adelante tal discusión retrospectiva, he encontrado, sin embargo, una solución
a la vez simple e instructiva (por lo menos para mí), o sea, tratar de ver si las
críticas de Vygotsky resultan justificadas a la luz de mis trabajos posteriores
(Piaget, 1962, en Vigotsky, 1990 :199. El destacado es nuestro).
CC
[…] o bien se concibe el legado piagetiano como un conjunto cerrado de traba-
jos acerca de la génesis del pensamiento lógico, de las grandes categorías de
espacio, tiempo y causalidad, así como de las nociones matemáticas y físicas
elementales; o bien se lo concibe como una teoría general de procesos de ad-
quisición de conocimientos, desarrollada en dichos dominios, pero potencial-
mente apta para dar cuenta de los procesos de construcción de otras nocio-
nes en otros dominios (Ferreiro, 2007: 412).
CC
La biología, la epistemología y la psicología usan diferentes enfoques del cono-
cimiento, cada uno de los cuales es empleado por Piaget. El biólogo pregunta:
¿cómo contribuye el conocimiento a la adaptación del organismo a su ambien-
te y cómo se ha desarrollado a lo largo de la escala filogenética? El epistemó-
logo pregunta: ¿cómo es posible el conocimiento y qué tipos de conocimientos
CC
Por el lado de Piaget, sus interrogantes básicos sobre el desarrollo cognosciti-
vo [...] están vinculados a la problemática epistemológica. Ante todo, la pre- Jean Piaget
gunta central sería: cómo se pasa de un estado de menor conocimiento a otro
de mayor conocimiento. Es decir, si un sujeto en una situación determinada no
puede resolver ciertos problemas y después de un cierto tiempo lo logra, la
cuestión es establecer los mecanismos responsables de tal cambio entre el
“no poder hacer” (que desde el punto de vista del sujeto es otro “poder ha-
cer”) y el “poder hacer” (García y Ferreiro, 1974). Los estudios sobre las trans-
formaciones de los conocimientos, es decir la psicogénesis, como investiga-
ción experimental, contribuyen a dar un sustento empírico a las hipótesis
epistemológicas, las que también se apoyan en los análisis formalizantes y la
reconstrucción de la historia de la ciencia. En otras palabras, es el Piaget epis-
temólogo quien formula las preguntas, y la investigación psicológica es un ins-
trumento para comprender el proceso de transición de los estados de conoci-
miento (Castorina, 1996a: 15).
“[…] los teóricos del conocimiento cuya paciencia es a veces insuperable cuando
se trata de reconstituir una página ignorada de la historia de las ciencias para
encontrar su alcance epistemológico, no imaginan de ordinario que las cuestio-
nes más generales referentes a la formación de las nociones o al análisis de las
operaciones intelectuales pueden a menudo recibir una solución, por así decir,
al alcance de la mano en el terreno de la investigación psicogenética.” (Piaget,
1979: 27/28).
Las limitaciones de “[…] decidí que […] era necesario […] dedicarme a estudiar primero en el niño el
la psicología del nacimiento de la inteligencia el desarrollo de las principales operaciones intelec-
desarrollo con la tuales. Pensaba consagrar cinco años a esos estudios preliminares, y luego volver
que podía contarse a los problemas generales. Pero los preliminares me tuvieron ocupado cuarenta
por entonces años, y hace apenas diez años que he podido abordar la epistemología desde
el enfoque genético que me proponía adoptar.” (Piaget, 1961. El destacado es
nuestro).
•• Que exista una distancia ente ella y una psicología del niño: en todo caso,
la Psicología Genética aporta a una psicología del niño conocimientos
sobre el desarrollo del pensamiento racional (Coll y Gillieron, 1989), pero
no tiene pretensiones de exhaustividad sobre otros muchos aspectos del
desarrollo infantil.
•• Que la problemática del aprendizaje (nótese que no hablamos todavía del
aprendizaje escolar) se plantee en principio en relación con problemas
epistemológicos.
LECTURA OBLIGATORIA
1.
CC
Cuando Piaget busca apoyo para crear su centro de Epistemología Genética
habla, entre otros, con Wheaver, eminente matemático, uno de los iniciadores
de la teoría de la información. Piaget le expone sus ideas: un centro interdisci-
plinario, donde científicos de distintas especialidades converjan en función de
una misma problemática epistemológica, formulada de tal manera que sea pa-
sible de control experimental a través del estudio del modo de formación de
ciertas nociones básicas en el sujeto humano en crecimiento. Wheaver le obje-
ta: ¿Cómo pretende usted encontrar ideas epistemológicamente interesantes,
que interesen, por ejemplo, a la teoría de la relatividad, estudiando a los chi-
cos que no saben nada, y que en todo caso, están educados en las corrientes
de ideas que datan de Newton?
LECTURA OBLIGATORIA
Sobre el constructivismo
CC
Poner en el punto de partida la acción es, por un lado, sustituir las opciones clá-
sicas (primacía del sujeto en el idealismo o del objeto en el empirismo) con un
nuevo enfoque: la primacía es la del vínculo práctico, de la interacción efectiva,
de la acción objetiva. Pero, por otro lado, es adoptar una perspectiva constructi-
vista que dé cuenta de la constitución del sujeto en tanto sujeto cognoscente y
del objeto en tanto objeto de conocimiento (Ferreiro y García, 1978: 16).
Las acciones del sujeto no se suceden por azar, sino que se repiten y se gene-
ralizan por aplicación a nuevos objetos; esto es, en términos piagetianos, las
CC
[…] a medida que los intercambios sujeto/ objeto devienen más complejos y
elaborados, los esquemas, reflejos en el momento del nacimiento y converti-
dos en esquemas de acción durante los primeros meses de la vida del bebé,
se transforman a continuación en esquemas representativos, después en ope-
raciones concretas y finalmente en operaciones formales. Pero esta disconti-
nuidad estructural, que refleja la naturaleza constructiva del pensamiento, re-
cubre de hecho una continuidad funcional, pues el juego de la asimilación y la
acomodación siempre está presente, desde los primeros esquemas reflejos y
esquemas de acción de la inteligencia sensoriomotriz hasta las operaciones
lógico- matemáticas de la inteligencia concreta y formal (Coll, 1998: 23).
Lea los siguientes textos en el orden indicado, lo que será esencial para la
actividad que sigue:
LECTURA OBLIGATORIA
2.
KK Una vez que haya realizado las lecturas previas, iniciamos la elaboración
del glosario de esta unidad. Le proponemos para ello que sistematice los
siguientes conceptos centrales de la Teoría Psicogenética:
• Esquema de acción.
• Acción.
• Invariantes funcionales:
a. asimilación/ acomodación (adaptación);
b. organización.
• Equilibración.
• Niveles de equilibración.
• Sujeto.
• Objeto.
LECTURA OBLIGATORIA
3.
CC
Todos los niños hispanohablantes, alrededor de los 3-4 años, dicen “yo lo po-
ní”, en lugar de “yo lo puse”. Clásicamente, se trata de un “error”, porque el ni-
ño no sabe aún tratar los verbos irregulares. Pero cuando analizamos la natu-
raleza de este error, la explicación no puede detenerse en un “se equivoca”,
porque precisamente los niños “se equivocan” siempre de la misma manera:
tratan a todos los verbos irregulares como si fueran regulares (diciendo “yo na-
cí”, “yo andé”, “está rompido”, etc.). Después de todo, así como comer da co-
mí y correr da corrí, poner “debería” dar poní, andar “debería” dar andé, etcéte-
ra. (Ferreiro y Teberosky, 1979:23).
CC
Lo primero que vale la pena mencionar es que la teoría psicogenética de
aprendizaje no constituye por sí misma un programa o tradición de investiga-
ción. Se trata, más bien, de una teoría con un cierto grado de consolidación, o
en todo caso de un subprograma dentro de un corpus más amplio, cuyo objeti-
vo ha sido dar una explicación del modo en que se constituyen los conocimien-
tos. En mi opinión, se la podría considerar como una teoría especial, dentro de
una “tradición de investigación”, en el marco de la cual se la debe examinar
(Castorina, 1993:12).
4.
<http://www.youtube.com/watch?v=P49FzajXdpY&feature=youtu.be>
[Consulta: 30 de enero de 2012].
Ello no obsta para que Piaget ponga reparos a la utilización directa de sus
investigaciones en el campo educativo:
CC
El problema de la educación me interesa vivamente porque tengo la impresión
de que en él hay una enormidad de cosas para reformar pero pienso que el rol
del psicólogo es antes que nada dar los hechos que puede utilizar el pedagogo
y no ponerse en su lugar para darle consejos. Al pedagogo le toca ver cómo
puede utilizar lo que uno le ofrece (Piaget, en Bringuier, 1977:225).
LECTURA OBLIGATORIA
CC
Dos argumentos esenciales contribuyen a mostrar que la adopción de una
perspectiva epistemológica es constitutiva de la didáctica. En primer lugar, por
ocuparse de la transformación de los conocimientos, la Didáctica asume nece-
sariamente un punto de partida epistemológico. En segundo lugar, para elabo-
rar una «génesis artificial» de un concepto, es necesario establecer cuáles son
las condiciones de producción de ese conocimiento (Lerner, 2001a: 278).
CC
El pasaje de un estado de menor conocimiento a un estado de mayor conoci-
miento -objeto de estudio de la epistemología genética- es también el eje de
las preocupaciones de la investigación didáctica, aunque en este caso el pasa-
je estudiado sea intencionadamente generado y tenga lugar en un contexto ins-
titucional específico, cuya función es la de comunicar saberes culturalmente
producidos (Lerner, 2001a: 278. Itálicas en el texto fuente).
CC
De lo que se trata es de establecer los rasgos propios que pueden adquirir los
mecanismos de equilibración, de toma de conciencia y de abstracción, con re-
lación a los datos que corresponden a las adquisiciones en campos diferentes
de conocimiento y en diversas situaciones didácticas. Se trata de formular hi-
pótesis a verificar y no a imponer sobre los procesos de aprendizaje escolares
(Castorina, 1996b:7).
CC
Estamos frente a un contexto original: los niños en la sala de clase siguen sien-
do los niños de Piaget, pero, además de ser los niños de Piaget, son alumnos, y
como tales están dentro de un contrato didáctico, aprenden un saber a enseñar
que es un producto social cultural, independiente tanto de ellos como de los
maestros. Ellos adquieren conocimientos con la intervención tutorial de los
maestros; los niños no hacen ciencia en sentido estricto en la escuela, pero se
pueden aproximar al saber escolar; los niños, los docentes y el saber a enseñar
son los protagonistas didácticos en una organización institucional (ibídem: 6).
CC
¿Por qué recurrir a la psicogénesis?
Porque, para trabajar en Didáctica –para hacer el análisis didáctico de algún
aspecto específico de la enseñanza usual, pero sobre todo para producir un pro-
yecto de enseñanza–, resulta imprescindible mirar las conceptualizaciones de los
niños desde el saber y mirar el saber desde las conceptualizaciones de los niños.
Este es un «ejercicio» al cual Piaget nos ha acostumbrado. Muchos de noso-
tros –víctimas de la enseñanza tradicional de las ciencias e ignorantes de los
fenómenos naturales- tuvimos, al leerlo, la primera oportunidad de dar sentido
a algunos conocimientos (aprendimos –por ejemplo- por qué flotan los cuerpos
para poder entender las conceptualizaciones infantiles sobre la flotación). Es
precisamente porque Piaget siempre se ocupaba de explicarnos la naturaleza
del saber al cual se referían sus experiencias que resulta tan sorprendente escu-
char o leer (muy a menudo en estos últimos años) que Piaget sólo se ha ocupa-
do de la forma y no del contenido.
La teoría de los campos conceptuales formulada por Verganud es un claro expo-
nente de esta articulación entre saberes y conceptualizaciones de los niños.
Citémoslo: «La psicología cognitiva está confrontada al doble problema de tener
en cuenta los saberes sociales constituidos y, al mismo tiempo, no permane-
cer prisionera de su descripción actual, de tal modo que sea posible analizar
de cerca la formación y el funcionamiento de los conocimientos en los sujetos
individuales» (Vergnaud, 1985).
Por otra parte, al analizar un concepto, puede resultar importante hacer algunas
distinciones que quizá no tengan particular relevancia desde el punto de vista
matemático pero están vinculadas con diferencias significativas que se ponen
en evidencia al estudiar la manera en que los chicos abordan ciertos problemas.
Por ejemplo, aunque desde el punto de vista aritmético todas las sustraccio-
nes en el conjunto de los números naturales se parezcan y puedan ser resuel-
tas utilizando estrategias similares, los niños reaccionan de manera muy dife-
rente ante situaciones en las que se trata de «quitar» y situaciones en las que
se trata de «encontrar la diferencia»: estas últimas revisten mayor complejidad
para ellos, son resueltas en un principio a través de la estrategia del comple-
mento –es decir, sumando a un término lo que le falta para alcanzar al otro- y
son reconocidas como situaciones de sustracción mucho más tarde. (Lerner,
2001a, 284/ 285).
CC
[…] como si fueran opciones excluyentes que se van a desarrollar en un único
orden temporal posible, lo cual puede desvirtuar el sentido del principio en
cuestión: el predominio de la fase inicial exploratoria desdibuja la función de
los conocimientos previos como instrumentos de asimilación de los nuevos
contenidos, es decir, su puesta en juego al momento de aprenderlos (Aisenberg,
2000: 227. El destacado es nuestro).
severa que se han verificado numerosos casos de niños que en su vida coti-
diana desarrollan tareas que requieren un manejo instrumental numérico avan-
zado y complejas operaciones de cálculo (nos estamos refiriendo a niños que
trabajan), y sin embargo fracasan en la escuela en relación con la apropiación
del sistema de notación numérica y del cálculo mismo. Se constata que, entre
los alumnos que no aprenden en el aula, están alumnos que usan las mate-
máticas en la vida diaria, vendiendo en mercados o calculando y repartiendo
ganancias, lo que ha dado pie a la muy sensible expresión “en la vida diez, en
la escuela cero” (Carraher, Carraher y Schliemann, 1991).
CC
[…] ¿qué quiere decir «construcción» cuando la producción intelectual está res-
tringida por ciertas condiciones didácticas? (Castorina, 2010: 52).
CC
Si las preguntas epistemológicas se pueden plantear en cualquier ámbito don-
de se produzcan conocimientos, entonces se pueden plantear para las situa-
ciones didácticas. Hasta las investigaciones psicológicas de las modificacio-
nes de los conocimientos en dicho contexto pueden dar lugar a hipótesis
destinadas a renovar las conjeturas propias del nivel epistemológico. Es decir,
nos parece razonable que ciertas tesis constructivistas se mantengan al exa-
minarla adquisición de conocimientos escolares, pero siendo precisadas y aun
corregidas en aspectos relevantes (Castorina, 2010: 56- 57).
CC
Proponemos llamar esquema de conocimiento a la representación que posee
una persona en un momento determinado de su historia sobre una parcela de la
realidad; un esquema de conocimiento puede ser más o menos rico en informa-
ciones y detalles, poseer un grado de organización y de cogerencia interna varia-
bles y ser más o menos válido, es decir, más o menos adecuado a la realidad;
un esquema de conocimiento comporta esquemas de acción y esquemas repre-
sentativos en el sentido piagetiano; los diferentes elementos que lo constituyen
presentan una organización interna que puede ir desde la simple yuxtaposición
hasta estructuras ordinales y jerárquicas e incluso respetar las leyes de compo-
sición que caracterizan las estructuras operatorias. Señalemos también que los
diferentes esquemas de conocimiento que posee una persona pueden mantener
entre sí relaciones de extensión y de complejidad diversas. Los esquemas de co-
nocimiento no se confunden necesariamente con los esquemas y estructuras de
la teoría genética que pueden, sin embargo, ser elementos esenciales de los
mismos (Coll, 1983a: 194. Itálicas en el texto fuente).
5.
• Aprendizaje.
• Génesis natural.
• Génesis artificial.
• Esquema de conocimiento.
Referencias bibliográficas
Referencias web
Munari, A. “Jean Piaget (1896- 1980”, [en línea]. En: Perspectivas: revista
trimestral de educación comparada, vol. XXIV, nos 1-2, pp. 315- 332.
París. UNESCO/ Oficina Internacional de Educación. 1994. Disponible
en: <http://www.ibe.unesco.org/fileadmin/user_upload/archive/
publications/ThinkersPdf/piagets.PDF> [Consulta: 8 octubre 2012].
Youtube. <http://www.youtube.com/watch?v=AyJzvZiCpgo>. [Consulta: 25
agosto 2012]. Descripción: Piaget hablando como Director del International
Bureau of Education acerca de lo que debería hacer la educación.
Objetivos
Que el estudiante:
CC
el reduccionismo de la psicología […] el término mente se ha asociado con la psicología por lo menos desde
conductista. que William James definió a esta disciplina como «la ciencia de la vida men-
tal». En los últimos 50 años este término ha caído en desuso, pero hay buenas
razones para creer que esto fue un error y que la psicología estudia la mente y,
en particular, que las explicaciones de la conducta deben considerar lo que se
encuentra en ella (Pylyshyn, 2003: 1. Itálica en el texto fuente).
LECTURA OBLIGATORIA
El desafío de Turing
En 1950, Alan Turing, matemático, propuso un desafío que luego se replicó al punto de
convertirse en un problema muy citado, comentado, discutido y probado por otros cien-
tíficos en el marco de los debates sobre la inteligencia artificial.
Turing se propuso crear un modelo de la noción de cálculo a través de un autómata.
El soporte físico del modelo de cálculo es una cinta con un cierto número de símbolos de
entrada, y una cabeza lectora que se desplaza sobre la cinta y, en función de los símbolos
que encuentra, da paso al estado siguiente (Kayser, 2003: 282). En términos prácticos,
tenía muchas limitaciones, porque el diseño físico para hacerla más compleja la llevaría a
ser enorme; pero era la década del cincuenta… los microchips vendrían luego a simplificar
todo.
Con la creación de esta máquina, Turing se propone demostrar la calculabilidad de
numerosas clases de problemas que resuelve la mente humana. ¿Cuál era su hipótesis? Que
todos los procesos cognitivos son analizables en términos algorítmicos, de tal manera que
es posible realizar una descripción y predicción de dichos procesos bajo formas compu-
tacionales, es decir, en términos de programas que incluyan una descripción detallada de
las operaciones que es posible llevar a cabo sucesivamente. La idea es producir los mismos
resultados que la cognición humana por medios artificiales.
Dando un paso más, Turing estableció unos parámetros que permitirían afirmar que
una máquina merece la calificación de “inteligente”. Para cumplirlos, la máquina tiene
que lograr mantener una conversación tal como lo haría un ser humano. Turing denomi-
naba a esto “el juego de la imitación” (Gardner et ál., 2000: 125). Muchos experimenta-
dores retomaron este desafío. En ellos, se dispone un juez situado en una habitación, una
máquina y un ser humano en otras; el juez debe descubrir cuál es el ser humano y cuál es la
máquina; el trabajo de la computadora es convencer a los jueces de que están conversando
con un ser humano. La idea es que “si un computador logra llevar a cabo una actividad
cognitiva tan específicamente humana como es, por ejemplo, hablar con alguien, de tal
forma que no logramos distinguir si es un ser humano o una máquina quien la realiza,
entonces podemos afirmar que dicha máquina piensa” (Carretero, 1997: 148).
El desafío de Turing se prolonga hoy en la neurociencia. Un propósito principal de la
neurociencia es la construcción de un modelo del sistema cognitivo natural, respetando
dos principios fundamentales (Koenig, 2003):
• La plausibilidad biológica: el modelo debe ser compatible con nuestros conocimientos
sobre el funcionamiento del sistema nervioso central.
• La adecuación computacional: las etapas elementales de procesamiento que efectúan
los diferentes subsistemas deben ser compatibles con los resultados de un análisis
computacional (si no, no se las podría poner a prueba mediante una simulación
informática).
CC
[…] la teoría computacional proporcionó una garantía de que la imaginación teó-
rica no excede los límites de la posibilidad física, y las demostraciones experi-
mentales mostraron un caso convincente de que las ideas computacionales po-
dían aplicarse a los seres humanos. Podríamos decir que los psicólogos
empezaron a hablar de fenómenos mentales cuando éstos pudieron ser estu-
diados con métodos objetivos proporcionados por otras disciplinas surgidas
del programa interdisciplinar de la ciencia cognitiva (Estany, 1999: 160. Itálicas
en el texto fuente).
<http://www.youtube.com/watch?v=oM1SAsMqgzg&feature=youtu.be>
CC
Así, si presento la palabra P*IC*LO*ÍA reconocerán sin ninguna dificultad que
la palabra en cuestión es PSICOLOGÍA. […] Una vez que uno aprende la confi-
guración probabilística del entorno, puede ir más allá de la información dada
prediciendo sus probables correlatos (Bruner, 1988: 26/7).
La publicación en español es de
1988, pero el artículo original es
CC
de 1957, por eso tiene valor como Proponemos que cuando se va más allá de la información dada, es porque
producción temprana en psicolo- puede situarse dicha información presente en un sistema más genérico de co-
gía cognitiva.
dificación, y que esencialmente se extrae información adicional del sistema de
codificación bien en función de las probabilidades contingentes aprendidas o
bien de los principios aprendidos para relacionar material (ibídem: 30).
CC
La respuesta a la pregunta «¿qué hay en la mente?» es que, a pesar de que no
tenemos detalles acerca de esto, creemos que el resultado serán las expresio-
nes simbólicas, y que el pensamiento es una forma de operación sobre estos
códigos simbólicos, los cuales es muy probable que sean distintos de cual-
quier cálculo o lenguaje contemporáneo (p. ej., los símbolos deberán ser capa-
ces de codificar procedimientos al igual que hechos), y las operaciones sobre
estos símbolos pueden ser muy diferentes de las de los lenguajes de computa-
dora contemporáneos, con la probabilidad de que sean más ricos y puedan
usar el material que fue desarrollado para otros propósitos, como la percep-
ción (Pylyshyn, 2003: 28).
1.
Consignas de actividad:
Tomando como base la presentación que realiza Pozo, realice las
siguientes propuestas:
a. Defina las ideas que forman parte del cinturón protector del proce-
samiento de la información. Consigne en qué aspectos estas ideas
revisan supuestos del conductismo como programa de investigación.
b. Defina las siguientes ideas centrales (núcleo central) del procesa-
miento de la información como programa de investigación: des-
composición recursiva de los procesos cognitivos, reglas sintácticas,
representaciones.
c. Evalúe la explicación de la mente que ofrece la psicología cognitiva
de acuerdo con los rasgos que, según Searle, debería tomar en cuenta
cualquier explicación satisfactoria de la mente.
d. Explique por qué Pozo considera que el asociacionismo subsiste en
el procesamiento de la información.
e. ¿Por qué sostiene Pozo que el procesamiento de la información no
ofrece una teoría del aprendizaje suficiente? Describa y evalúe el
aporte de Fodor a este respecto.
L
C ¿Cómo es posible que los estados mentales tengan contenido y que los proce-
sos mentales sean sintácticos? (Fodor, en Pozo, 1994: 51. Itálicas en el texto
fuente).
CC
Naturalmente, existen excelentes razones para el descrédito general en que
han caído la enseñanza expositiva y el aprendizaje verbal basado en la recep-
ción. La más evidente de ellas es que, a pesar de las repetidas declaraciones
de carácter político en sentido contrario por parte de las organizaciones educa-
tivas, los contenidos potencialmente significativos aún se suelen seguir pre-
sentando a los alumnos de una manera predominantemente memorista.
(Ausubel, 2002: 88).
Ahora bien, pese a esta crítica, Ausubel considera que la enseñanza expositiva
puede producir otro tipo de aprendizaje, y que deben investigarse las condi-
ciones para ello. Si bien reconoce al descubrimiento como otra vía para el
aprendizaje, estudia de manera específica el aprendizaje por recepción porque
considera que buena parte de la educación escolar se produce por esa vía y
que, por consiguiente, la mejora de la educación requiere estudiar las condicio-
nes para que se produzca aprendizaje significativo por la vía de la recepción.
En el argumento que acabamos de desarrollar, se sostiene una distinción
entre dos tipos de aprendizaje, el memorístico y el significativo, a los que
Ausubel diferencia por el tipo de relaciones que se establecen entre lo que
el aprendiz ya conoce y el nuevo contenido que debe aprender. La clave del
aprendizaje significativo es que el nuevo contenido se relaciona de manera
sustantiva con lo que el aprendiz ya sabe, y que su resultado es un nuevo sig-
nificado; la interacción entre significados potencialmente nuevos e ideas per-
tinentes en la estructura cognoscitiva del aprendiz da lugar a nuevos significa-
dos psicológicos. Hay una difundida expresión de Ausubel que es clarificadora:
CC
[…] si tuviera que reducir toda la psicología educativa a un solo principio, diría
lo siguiente: el factor más importante que influye en el aprendizaje es lo que el
alumno ya sabe. Averígüese esto y enséñese en consecuencia (Ausubel, citado
en Novak y Gowin, 1988: 60).
CC
Por ejemplo, puesto que los miembros particulares que actúan como estímulo y
respuesta en un par dado de adjetivos en el aprendizaje de pares asociados se
relacionan entre sí de una manera totalmente arbitraria, no hay ninguna base po-
sible para relacionar de una manera no arbitraria la tarea de aprendizaje con la es-
tructura cognitiva de nadie, y el estudiante también debe recordar literalmente la
respuesta a cada palabra que actúa como estímulo (Ausubel, 2002: 29).
LECTURA OBLIGATORIA
2.
Novak considera que una de las ventajas de la teoría de Ausubel radica en que
permite integrar muchas observaciones sobre el aprendizaje en un sistema
coherente único; pero observa que esa coherencia es una dificultad para com-
prender la teoría, pues cada una de las partes tiene más sentido cuando se
entiende su relación con las demás (Novak, 1997). Por eso, ahora que se ha
adentrado en los conceptos básicos de la teoría de Ausubel, vamos a analizar
con más detenimiento cuatro cuestiones:
CC
La práctica más típica consiste en apartar materiales homogéneos desde el
punto de vista temático, en capítulos separados, y presentarlos, del principio al
fin, a un nivel de conceptualización indiferenciado, en concordancia con un es-
quema lógico de organización de la materia. Esta práctica, por supuesto, si
bien es sana desde el punto de vista lógico, es psicológicamente incongruente
con el proceso por medio del cual se produce el aprendizaje significativo, es
decir, con el mecanismo de acreción a través de un proceso de diferenciación
progresiva de un campo no diferenciado. Así, en muchos casos, se requiere
que los estudiantes aprendan los detalles de disciplinas nuevas y desconoci-
das antes de haber adquirido un cuerpo de inclusores relevantes adecuados a
un nivel de inclusividad apropiado (Ausubel, 1973: 230).
CC
El alumno debe tener una disposición para relacionar, de modo intencional y no
al pie de la letra, el material nuevo con su estructura cognoscitiva. Así pues, in-
dependientemente de cuánto significado potencial posea (significado lógico y
estructura cognoscitiva adecuada), si la intención del alumno consiste en me-
morizarlo arbitraria y literalmente, tanto el proceso de aprendizaje como los re-
sultados del mismo serán mecánicos y sin significado (Moreira, 1992: 4).
CC
En nuestros estudios de investigación hemos encontrado de forma recurrente
que las prácticas educativas que no hacen que el alumno capte el significado
de la tarea de aprendizaje, no son capaces normalmente de darle confianza a
sus capacidades ni de incrementar su sensación de dominio sobre los aconte-
cimientos. Aunque los programas de ejercitación pueden llevar a las conductas
deseadas, como solucionar problemas de matemáticas o escribir correctamen-
te, los programas educativos deben proporcionar a los alumnos la base nece-
saria para comprender cómo y por qué se relacionan los nuevos conocimientos
con lo que ellos ya saben y transmitirles la seguridad afectiva de que son ca-
paces de utilizar estos nuevos conocimientos en contextos diferentes” (Novak y
1. Aprendizaje subordinado
A. subsunción derivada
En el aprendizaje de orden superior, las ideas establecidas a1, a2 y a3, ser reconoce
como ejemplos mas específicos de la nueva idea A y se acaban enlazando con A. La
idea de orden superior A se define por un nuevo conjunto de atributos característicos
que comprende las ideas subordinadas
3. Aprendizaje combinatorio
CC
El resultado de la interacción que tiene lugar entre el nuevo material que se va
a aprender y la estructura cognoscitiva existente constituye una asimilación de
significados nuevos y antiguos para formar una estructura cognoscitiva más al-
tamente diferenciada (Ausubel y otros, citado en Baquero, 2001a: 30).
Los mapas conceptuales son herramientas para representar relaciones significativas entre
conceptos, en forma de proposiciones. En su forma más simple, un mapa conceptual
constaría de dos conceptos unidos por una palabra de enlace para formar una proposi-
ción. En versiones más elaboradas, permiten clarificar relaciones entre conceptos, inclu-
yendo las relaciones jerárquicas que pueden existir entre ellos.
L
C Un mapa conceptual es un recurso esquemático para representar un conjun-
to de significados conceptuales incluidos en una estructura de proposiciones
(Novak y Gowin, 1988: 33).
Desde su creación, los mapas conceptuales han tenido gran impacto en educación. El
prólogo de Butler Kahle a la obra de Novak y Gowin recoge una ilustrativa experiencia
al respecto:
CC
Hace poco tuve ocasión de impartir un seminario organizado por una comisión
estatal de educación dirigido a profesores de ciencias poco motivados. Estaban
cansados de no ser tenidos en cuenta, de sufrir imposiciones externas de jorna-
das escolares más prolongadas, de la disminución de ayudas al profesor, de
pruebas de aptitud para enseñantes y alumnos y de retribuciones diferenciadas.
Los profesores escucharon amablemente mi resumen de los informes naciona-
les, valoraron sosegadamente textos utilizando fórmulas de facilidad de lectura y
evaluaron pasivamente programas de ordenador para la enseñanza. Pero la at-
mósfera cambió cuando presenté los mapas conceptuales. Solicitaron más infor-
mación sobre cómo aprenden los niños, con entusiasmo y notorio interés, por-
que podían relacionar el material que se les presentaba con los problemas de
aprendizaje que se presentaban en sus aulas (Butler Kahle, 1988:12).
Los mapas conceptuales se apoyan en la importancia que la teoría del aprendizaje signifi-
cativo asigna a las relaciones entre conceptos. Novak y Gowin señalan –en coincidencia
con Ausubel– que, excepto un pequeño número de conceptos que los niños aprenden
tempranamente mediante un proceso de aprendizaje por descubrimiento, la mayor parte
de los significados conceptuales se aprende mediante la composición de proposiciones
adecuadas en las que se incluye el concepto que se va a adquirir. La clarificación de las
relaciones entre conceptos y la creación de redes conceptuales (de las que los mapas son
instrumentos de exteriorización) son propias del aprendizaje significativo.
Novak y Gowin asignan diferentes funciones a los mapas conceptuales, entre las que
nos interesa destacar su utilidad para explorar lo que los alumnos ya saben. Los autores
señalan que Ausubel no proporcionó a los educadores instrumentos simples para ayudarles
a averiguar lo que el alumno ya sabe; los mapas conceptuales serían tales instrumentos. Si
bien pueden utilizarse como el trazado de una ruta de aprendizaje (como los mapas que
presentan las carpetas de determinadas materias de su carrera en el campus virtual), y como
instrumentos para evaluar lo aprendido, los mapas conceptuales son sobre todo instrumen-
tos para observar los matices en el significado que los estudiantes otorgan a los conceptos.
Debido a su uso extendido, sobre todo en la educación secundaria, señalamos dos adver-
tencias. La primera, es que parece más interesante proponer a los estudiantes la elaboración
de estos mapas como parte del proceso de aprendizaje, más que su presentación como
material que debe ser aprendido. La segunda se refiere a su utilización como instrumento
de evaluación: el proceso de elaboración de un mapa conceptual requiere dominio no solo
de los conceptos a aprender, sino de las técnicas de representación de las relaciones concep-
tuales; en consecuencia, un mapa conceptual puede discutirse, corregirse, modificarse, pero
no debería proponerse como instrumento de evaluación si no se han previsto situaciones
que permitan a los estudiantes ensayarlos durante el aprendizaje y utilizarlos para clarificar
las relaciones entre conceptos.
<www.ihmc.us>
WW
En cualquier caso, interesa señalar que cualquier software para elaborar
mapas conceptuales es poco útil si no se tiene una idea precisa de la utilidad
de los mapas o de la red de conceptos que se pretende representar; no es
muy diferente a disponer de un poderoso procesador de textos y no saber
sobre qué o para qué escribir.
Con Ausubel como autor destacado, cerramos el estudio de las formulacio-
nes que hemos considerado “blandas”, no sin antes señalar que las versio-
nes “blandas” sobre el aprendizaje se han difundido considerablemente en
el mundo escolar. Entre otros autores de gran influencia, cabe citar a David
Perkins y su concepto de “escuela inteligente”, “un lugar informado y dinámi-
CC
[…] mecanismos de computación especializados en el tratamiento de determi-
nados dominios de contenido (por ejemplo el color, la forma, las relaciones tri-
dimensionales en el espacio, etc.), y cuya organización física corresponde ínti-
mamente a sus mecanismos funcionales. Tales sistemas serían
«encapsulados»; es decir, su funcionamiento sería, en gran parte, independien-
te del de otros sistemas cognitivos, y darían lugar a representaciones no pene-
trables por estados globales de conocimientos del sistema cognitivo como un
todo. Además, la organización de los módulos estaría especificada de forma in-
nata, y no sería el resultado de una construcción o ensamblaje de mecanismos
de computación más primitivos (Rivière, 1987: 51- 52).
Para su planteo de una mente modular, Fodor se apoya en la tesis formulada por Chomsky
sobre la adquisición del lenguaje, que se expone a continuación.
El punto de partida de la tesis de Chomsky sobre el desarrollo del lenguaje es la cons-
tatación de la ontogénesis temprana del lenguaje.
CC
A Chomsky le impresionaba el carácter sumamente abstracto de la tarea que
enfrenta cada niño al aprender una lengua, la rapidez con que lo hace pese a
la falta de instrucción explícita. Esta complejidad no podría ser adquirida por
imitación y refuerzo, esto era inadmisible. Era preciso adoptar una perspectiva
psicológica totalmente nueva para dar cuenta de esa forma tan rápida y relati-
vamente libre de errores, en que los niños adquieren el lenguaje pese a la «po-
breza» de estímulos circundantes (Colombo, 2000: 23).
CC
El tipo de pruebas que examinamos […] sugiere que cada lengua natural es
una realización simple y sistemática de una forma subyacente e intrincada con
propiedades muy especiales y únicas. […] La estructura de la gramática inter-
nalizada por el que aprende una lengua puede ser, hasta un grado completa-
mente inesperado por ahora, un reflejo del carácter general de su capacidad
Chomsky entiende que el peculiar proceso de adquisición del lenguaje requiere que el
bebé disponga de una dotación previa y específica en el punto de partida del desarrollo
cognitivo; esto es, una dotación innata. El carácter innato, por tanto necesario, de un “dis-
positivo para la adquisición del lenguaje” (o LAD, por sus siglas en inglés) es la hipótesis
propuesta por Chomsky para explicar la ontogénesis temprana del lenguaje (Colombo,
2000). El LAD es un sistema de reglas, formal y abstracto, de carácter innato, que per-
mite poner en marcha el proceso de habilitación del hablante-oyente de una lengua. Por
medio del LAD, el niño filtra datos de entrada (el lenguaje que escucha y que le dirigen)
a través de un sistema emergente de reglas gramaticales. Con él nos ubicamos frente a un
sujeto que, a diferencia del sujeto piagetiano o del organismo conductista, nace con una
fuerte dotación biológica que permite mayores capacidades que las que se le atribuían.
Por otra parte, estas proposiciones logran cumplir en cierta medida la aspiración de las
formulaciones duras de compatibilizar un mayor preformismo en la explicación del origen
de la conducta con la posibilidad de dar cuenta de los aspectos creativos y verdaderamente
nuevos de ella, esto es, preservando la función del aprendizaje.
Chomsky asume una posición fuerte acerca de las formas de organización del sujeto
cognitivo: la posición clásica del racionalismo cartesiano, que consiste en proponer que
el sujeto no es sólo un recipiente vacío en el que se deposita la experiencia, sino que
posee conocimientos anteriores a cualquier experiencia, que le dan sentido y la estructuran
(Rivière, 1987). Ahora bien, que disponga de conocimientos anteriores no implica que
esos conocimientos sean conscientes. En los términos de Chomsky:
CC
[…] la accesibilidad de los contenidos de la mente es en principio una doctrina
bien establecida que aparece en varias formas y en diversas corrientes de
nuestra tradición intelectual. El estudio del lenguaje me parece sugerir que de-
be ser abandonada incluso como punto de partida. No hay razón para suponer
que tenemos accesos privilegiados a los principios de conocimiento involucra-
dos en nuestro conocimiento y uso del lenguaje, que determinan la forma y el
significado de las oraciones o las condiciones para su uso, o que relacionan el
órgano mental del lenguaje a otros sistemas cognoscitivos (Chomsky, 1980, ci-
tado en Rivière, 1987: 67. Itálicas en el texto fuente).
PARA AMPLIAR
Los módulos cumplen una importante función: analizar los inputs estimulares,
esto es, computar representaciones del mundo en un formato que sea acce-
sible a un sistema central de propósitos generales, presentar a ese sistema
central de procesamiento “cosas del mundo” (Fodor, citado en Rivière, 1987:
52). No serían meros traductores sino sistemas psicológicos de realización
de inferencias, encapsulados y de naturaleza modular. Estos sistemas libera-
rían a los sistemas centrales de las restricciones con las que funcionan los
sistemas de análisis de inputs.
Por su parte, los sistemas centrales son sistemas de propósitos generales,
holísticos, con una arquitectura suficientemente indiferenciada como para per-
mitir un alto grado de penetración entre procesos y estructuras de conocimien-
to. A estos sistemas centrales les corresponde el examen de la información
que transmiten los sistemas de entrada, y el de la información contenida en
los sistemas de memoria. Los sistemas centrales solo tienen un acceso limi-
tado a las representaciones que computan. Sus productos específicos son la
actividad intencional y la creación de los sistemas de deseos y creencias. En
el procesamiento central se erige el sistema de creencias humano:
CC
Al derivar hipótesis de arriba abajo sobre cómo es el mundo gracias a la inte-
racción entre los productos que salen de los sistemas de entrada y lo que en-
cuentra ya almacenado en la memoria a largo plazo. Fodor considera que, al
contrario de los sistemas de entrada, el procesamiento central está influido
por lo que el sistema ya conoce y, por consiguiente, es un proceso relativamen-
te no encapsulado, lento, no obligatorio, controlado, a menudo consciente e in-
fluido por metas cognitivas globales (Karmiloff- Smith, 1994: 20).
CC
Lo que aparentemente resulta una dificultad, en realidad es la solución que
Fodor encuentra para conectar la semántica de las representaciones mentales
con la causalidad. Dado que las relaciones causales respetan, de manera fia-
ble, las relaciones entre los contenidos, la sintaxis permite conectar la causali-
dad con la semántica. Así, la causalidad es sensible a la sintaxis, la sintaxis
es sensible a la semántica y por ende, la causalidad es sensible a la semánti-
ca (Skidelsky, 2003: 17).
Al menos por el momento, esta formulación plantea dificultades para dar cuen-
ta de la naturaleza pragmática y adaptativa del conocimiento y de la funciona-
lidad de la conciencia. En términos de Fodor: “[…] no me siento inclinado, en
definitiva, a ponderar cuánto hemos aprendido hasta el momento sobre cómo
funcionan nuestras mentes. El balance final será que la actual situación en la
ciencia cognitiva se halla a años luz de ser satisfactoria (2003:7).
CC
[…] jamás será posible aprender una lógica más fuerte sobre las bases de
una lógica más débil, si lo que entendemos por aprendizaje es la formación y
constatación de hipótesis…Literalmente no existe algo como la noción del
aprendizaje de un sistema conceptual que sea más rico de aquel que ya tene-
mos; nosotros simplemente no tenemos idea de cómo podría ser el pasar de
un pobre sistema conceptual a uno más rico por medio de algo que sea un pro-
ceso de aprendizaje (Fodor, 1975, citado en Hernández Ulloa, 2008: 8).
CC
[…] la redescripción representacional (RR) es una forma de arquitectura men-
tal, presente por doquier en el ser humano y posiblemente exclusiva de nues-
tra especie, que da lugar a un grado de flexibilidad y control cada vez mayor. Mi
tesis es que hay un sentido muy profundo en el cual puede decirse que el pro-
ceso RR transforma progresivamente el cerebro en una mente creativa
(Karmiloff- Smith, 1994: 239).
3.
En distintos capítulos de su obra (el niño como lingüista, como físico, como
matemático, como psicólogo, como grafista), Karmiloff- Smith analiza los resul-
tados de investigación disponibles en distintas tradiciones psicológicas y
formula sus hipótesis acerca de cuáles son los procesos innatos y cómo se
desarrollan los procesos de redescripción representacional en cada dominio.
Ofrecemos a continuación una síntesis de sus hipótesis sobre el dominio
matemático, para que, sin olvidar su especificidad, sirva no obstante como
ejemplo del tipo de análisis que propone en distintos dominios.
PARA AMPLIAR
CC
A diferencia del sujeto fodoriano, el que nos propone Karmiloff- Smith es un su-
jeto que aprende y no sólo por interacción con su entorno sino también por in-
teracción consigo mismo. Se trata de un sujeto mucho más complejo que el
delineado por las “psicologías del o”. No está innatamente prefijado o socio-
culturalmente determinado sino ambas cosas a la vez y, además, se encuentra
en constante flexibilización debido a un control creciente sobre sus propias re-
presentaciones. No posee conocimiento implícito o explícito, su manera de co-
nocer pasa por diversos grados de explicitación y accesibilidad (Tolchinsky,
1996: 199. Itálicas en el original).
4.5. Prospectiva
La perspectiva cognitiva goza en la actualidad de una posición dominante en
el campo de la psicología. En el mundo escolar, según hemos señalado, sus
versiones “blandas” sobre el aprendizaje se han difundido considerablemen-
te. Parte de esta difusión de la perspectiva cognitiva puede deberse a que la
crítica al conductismo ha llegado también al campo educativo. Puede consi-
derarse además que la influencia alcanzada en su momento por la psicología
genética preparó el terreno para la adopción de una mirada sobre el sujeto y
sus procesos psicológicos que reconoce formas de organización (del propio
sujeto, de su conocimiento o de su actividad, Rivière, 1987). Inclusive puede
proponerse que la autoatribución de la denominación “cognitiva” facilita que
bajo este nombre se produzcan combinaciones eclécticas (no siempre rigu-
rosas) entre perspectivas psicológicas que son cognitivas en sentido amplio,
según lo definimos en la apertura de la unidad; algunas obras autodenomina-
das cognitivas referidas a la educación abonan esta afirmación.
4.
a. Seleccione tres de los seis temas que según los autores, testimonian
la importancia de la psicología cognitiva para la educación y el
aprendizaje.
b. Analice si los temas tal como los presentan los autores encuentran
apoyatura y fundamentación en los aportes de la perspectiva cogni-
tiva (en sus dos versiones).
c. Identifique aportes de otras teorías psicológicas que ha estudiado.
PARA REFLEXIONAR
5.
Referencias Bibliográficas
Referencias web
Departamento de Computación de la Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales de la Universidad de Buenos Aires. <http://www.dc.uba.ar/
events/cincuenta/>. [Consulta: 14 agosto 2012]. Descripción: artículos
periodísticos sobre el cincuentenario de la puesta en funcionamiento de
Clementina en 2011.
Directory of Open Access Journals. <http://www.doaj.org>. [Consulta: 14
agosto 2012]. Descripción: reservorios de revistas electrónicas de libre
acceso, en diversos idiomas.
Florida Institute for Human & machine Cognition <http://www.ihmc.us/>.
[Consulta: 1 octubre 2012]. Descripción: sitio donde puede encontrarse
el C-map tools, un software para crear mapas conceptuales.
Hernández Ulloa, A. R. “La equilibración como razonamiento abductivo “,
[en línea]. En: Educatio 5, invierno 2008. Disponible en: <http://www.
educatio.ugto.mx/educatio3_num5.html> [Consulta: 14 agosto 2012].
InfoVis.net. <http://www.infovis.net/imagenes/T1_N141_A4_MapaConcept.
png>. [Consulta: 1 octubre 2012]. Descripción: enlace para consultar un
mapa conceptual disponible en la web, referido a los mapas conceptuales.
Perea, M., Duñabeitia, J. A. & CARREIRAS, M. “Leyendo P4L4BR4S y NÚM3R05”,
[en línea]. En: Ciencia Cognitiva: Revista Electrónica de Divulgación. 2:1,
pp. 31-34. 2008. Disponible en: <http://medina-psicologia.ugr.es/
cienciacognitiva/?p=27> [Consulta: 10 agosto 2012].
Skidelsky, L. “ Realismo intencional, eliminativismo y psicología científica”,
[en línea]. En: Análisis Filosófico. Buenos Aires. Sociedad Argentina de
Análisis Filosófico. Mayo de 2003. Disponible en: <http://www.scielo.org.
ar/scielo.php?pid=S1851-96362003000100002&script=sci_arttext>
[Consulta: 14 agosto 2012].
Youtube <http://www.youtube.com/watch?v=AeoyzqmyWug>. [Consulta: 1
octubre 2012]. Descripción: video en el que Steven Pinker (Universidad
de Harvard) explica cómo el progreso en computación permitió hacer
plausible que una máquina biológica (un “organismo” físico) “piense”.
Objetivos
Que el estudiante:
En esta unidad, se propone una revisión del desarrollo histórico de las inves-
tigaciones sobre las llamadas “nociones alternativas” y una valoración de
sus potenciales contribuciones a los debates psicológicos relevantes en edu-
cación. Como se argumentará, las investigaciones sobre los procesos de
conceptualización de los sujetos y sobre cómo operan estos en el aprendizaje
de contenidos escolares relacionados expresan determinados modelos men-
tales y determinados supuestos acerca del tipo de conocimiento que dichas
concepciones ponen de manifiesto. Desde la perspectiva teórica que sostiene
esta asignatura, los conocimientos espontáneos de los sujetos no deberían
ser tomados solo como datos previos al proceso de aprendizaje en el contexto
escolar, sino como componentes dinámicos de la situación de enseñanza,
susceptibles de ser transformados en el curso de los procesos cognoscitivos
que tienen lugar en tal contexto, en condiciones que tienen que ser investiga-
das de manera sistemática.
CC
El intento de estudiar el desarrollo real del pensamiento infantil durante el pro-
ceso de enseñanza escolar se basaba en las siguientes premisas: los concep-
tos –los significados de las palabras– se desarrollan; los conceptos científicos
también se desarrollan y no se asimilan ya acabados; la generalización de las
conclusiones obtenidas en el estudio de los conceptos cotidianos al campo de
los conceptos científicos carece de legitimidad; el problema en su conjunto de-
be ser estudiado experimentalmente.
El desarrollo de la actividad espontánea y de la no espontánea, se relacionan e
influyen constantemente. Son parte de un proceso único, el de la evolución de la
formación del concepto, que se encuentra afectado por las variaciones externas
y las condiciones internas, pero que es esencialmente unitario, y no un conflicto
de formas de ideación antagónicas, mutuamente excluyentes. La instrucción es
una de las fuentes principales de los conceptos infantiles, y también una fuerza
poderosa en la dirección de su desarrollo; determina el destino de su evolución
mental completa. (1934: 181-182).
LECTURA OBLIGATORIA
Más allá de esta variedad, cabe señalar que cada uno de estos distintos
En tal sentido, son muy distintas las suposiciones sobre la naturaleza epis-
témica de las nociones alternativas y sobre los modelos mentales que sos-
tienen técnicas tan distintas como los cuestionarios (que suelen predominar
en estos estudios)o los interrogatorios clínico-críticos. Mientras que los cues-
tionarios suelen transmitir una visión de las nociones alternativas --y aun de
las nociones que se alinean con el saber convencional– como inventarios,
los interrogatorios clínico-críticos, en cambio, suelen apoyarse en la idea de
que las nociones se articulan en totalidades con cierta consistencia. Así, por
ejemplo, en su estudio acerca de las nociones de los niños sobre el proceso
de aparición y extinción de las especies, Samarapungavan y Wiers (1997)
estaban interesados en captar la coherencia explicativa de las formas que
tienen los sujetos de explicar estos procesos de aparición y extinción. Esta
preocupación, que se apoya en un cierto modo de concebir el funcionamiento
cognoscitivo, llevó a estos investigadores a diseñar entrevistas en las que, de
modo deliberado, incluyen tres tipos de preguntas: las que llaman fácticas,
las preguntas que piden a los sujetos una explicación, y las que les piden que
formulen predicciones. Este modo de diseñar la detección de las nociones les
permitió explorar una misma noción en distintos planos, lo que es solidario
con un cierto modo de entender el funcionamiento cognoscitivo, al que se
supone organizado.
Más allá de la diversidad de instrumentos que pueden ponerse en juego
en las investigaciones, Aisenberg (2000) señala que la cuestión de la detec-
ción pone un énfasis excesivo en la exploración de los conocimientos antes
de la enseñanza, en desmedro del análisis de su función durante la enseñan-
za. Esto es, al aprender los nuevos contenidos:
CC
[…] este desequilibrio está contribuyendo a propiciar –aún [sic] contra la inten-
ción de muchos autores– una contraposición entre el trabajo con los conoci-
mientos previos y la enseñanza de nuevos contenidos, como si fueran opcio-
nes excluyentes que se van a desarrollar en un único orden temporal posible lo
cual puede desvirtuar el sentido del principio en cuestión: el predominio de la
fase inicial exploratoria desdibuja la función de los conocimientos previos co-
mo instrumentos de asimilación de los nuevos contenidos, es decir, su puesta
en juego al momento de aprenderlos. (Aisenberg, 2000: 227).
conjunto son escasos, y que es más frecuente encontrar estudios sobre temas
puntuales que listan las ideas encontradas en los sujetos, sin integrarlas a
la discusión general ni postular un modelo mental. La conexión entre las con-
cepciones inventariadas para diversos dominios puede intuirse más por ads-
cripción a una visión holística de la mente que porque los datos mismos, o
los problemas en torno a los cuales se han generado los datos, la postulen.
Los estudios sobre conceptualizaciones en óptica ofrecen, como tantos otros, un buen
ejemplo de inventarios de conocimientos sobre las ideas de los sujetos y de los problemas
que es necesario afrontar para su integración en una explicación general.
De acuerdo con investigaciones consultadas en su oportunidad, podemos distinguir
algunas ideas centrales respecto de la luz alrededor de las que se puede clasificar las ideas La autora de este trabajo dirigió
de los sujetos: en el 2000 un equipo de inves-
• Los más pequeños identifican la luz con la fuente que la produce (la luz está en la lám- tigación, integrado por Andrea
para) o con sus efectos (la luz está en la zona iluminada). Algunos de ellos la identifi- Costa y Graciela Domenech, sobre
can con la luz eléctrica (Osborne et ál., 1993). nociones alternativas en la óptica
(Proyecto anual 2000 AX 45 de
• Otros (11-12 años) sostienen que la luz es un medio omnipresente sin relación con la Facultad de Ciencias Exactas y
una fuente en particular (La Rosa et ál., 1984). Para los estudiantes que sostienen esta Naturales de la UBA, Programación
visión, la luz del día es un “mar de luz” que permite la visión. La luz está localizada en Científica 1998-2000), equi-
el espacio entre la fuente y el efecto y no se propaga (Guesné, 1978). po autor de un trabajo titulado
• Algunos sujetos mayores (13-14 años) piensan que la luz se mueve siguiendo una tra- “Coherencia y contextualidad en
la construcción de conceptos:
yectoria rectilínea y utilizan esta noción al explicar la formación de sombras (Guesné,
estudio comparado deconcep-
1978). Sin embargo, esta concepción de “viaje” no es muy clara, generalmente aparece tualizaciones en óptica” del cual
acompañada de la necesidad de un “impetus” para mantener el movimiento (Stead y se retoman estos conceptos. Se
Osborne, 1980). En los casos sencillos los sujetos pueden anticipar la posición y for- estudiaron las concepciones de
mas de la sombra pero a veces no son capaces de predecir el efecto de cambiar la posi- expertos y de novatos de dife-
ción relativa entre fuente, objeto y pantalla. rentes niveles de escolarización
en relación con la luz, sus fuen-
• Un poco después –14-15 años– pueden referirse a la formación de imágenes en los tes y efectos.
espejos. Sin embargo, la mayoría de las investigaciones confirman que estos sujetos
piensan que la imagen reside en el espejo o se ubica justo detrás de él (Goldberg y
Mcdermontt, 1986; Ramadas y Driver, 1989).
Conjuntamente con las ideas de los sujetos acerca de la luz, pueden caracterizarse sus
ideas acerca de la visión. Para un amplio rango de edades (hasta 15-16 años) los sujetos
conciben la visión como un proceso en el cual los ojos “envían rayos” hacia los objetos.
En algunos casos, este es un proceso simple y en otros es dual, ya que los objetos devol-
verían rayos con información sobre la imagen (Osborne et ál., 1993). Esta manera de
entender la visión es muy extendida y fue reportada por investigadores de diferentes paí-
ses (Andersson y Karrquist, 1983; Guesné, 1978; Pesa y Cudmani, 1998; Saxena, 1991).
Como en otros casos, las concepciones alternativas que las investigaciones reportan
en el terreno de la óptica no constituyen un cuadro ordenado; el señalamiento de edades
como referencia nada dice acerca del status de conjunto de las nociones reportadas para
un mismo nivel de edad. Aquí reside el eje de nuestro señalamiento: debería establecerse
cuáles son, si las hay, las concepciones sobre diversos aspectos del campo de la óptica
que se presentan en forma solidaria en las respuestas de los sujetos. Para ello, los estudios
deberían ir más allá del inventario de respuestas, y relevar las concepciones de los sujetos
en relación con diversos aspectos del campo de la óptica (esto es, dentro del dominio),
analizando las respuestas en términos de su consistencia.
Cabe añadir que, por ser los procesos lumínicos un conjunto de fenómenos relacionados
con el movimiento ondulatorio (Hewitt, 1999), las respuestas que sobre aquellos provean
los sujetos podrían (al menos desde la perspectiva del saber científico) estar en relación con
las respuestas de los sujetos sobre otros fenómenos ondulatorios, en particular el sonido.
La coherencia o consistencia se podría rastrear en este caso también entre dominios, estable-
ciéndose si para dos conjuntos de fenómenos que guardan similitudes desde la perspectiva
científica las concepciones de un mismo sujeto capturan algo de estas similitudes.
CC
Yendo un poco más allá en la idea de coherencia interna, para ciertos investi-
gadores las nociones de los sujetos acerca de la realidad se articulan en con-
juntos –semejantes a las teorías– que tienen un alto poder explicativo y predic-
tivo. Vosniadou y Brewer se encuentran entre quienes sostienen estas ideas
(Vosniadou y Brewer, 1992). Justamente, la articulación en teorías es lo que
explica la persistencia de las nociones alternativas: “Los estudiantes pueden
mantener representaciones incorrectas desde el punto de vista científico, a
partir de las cuales elaboran toda una serie de predicciones coherentes con el
modelo que poseen. (Limón y Carretero, 1997:20).
Tal es el caso de las ideas relevadas por Vosniadou acerca de los modelos
sobre la Tierra que sostienen los niños, así como también el de las investiga-
ciones de Nussbaum, que documentó una serie de nociones a las que atribuyó
la coherencia interna de una pequeña teoría (las denomina “nociones”), que
niños de ciertos rangos de edad sostienen acerca de la Tierra como cuerpo
cósmico (Nussbaum, 1989).
LECTURA OBLIGATORIA
1.
A pesar de las afirmaciones que hemos realizado sobre la todavía débil articu-
lación de los datos, mirados en conjunto los estudios sobre las concepciones
han ido arrojando algunas constataciones. Por un lado, se han identificado
ciertas ideas persistentes, muchas veces originales (es decir, que son inex-
plicables si solo se tienen en cuenta las características que intersubjetiva-
mente los expertos acuerdan al objeto de conocimiento involucrado, pues
son incorrectas desde el punto de vista científico), basadas en la experiencia
cotidiana y en los datos perceptivos, muy específicas de dominio y con un
grado de estabilidad y coherencia variables (la lista es inabarcable, pero para
consultar sistematizaciones, véase Pfundt y Duit, 1994, Joshua y Dupin, 2005,
o Vosniadou –ed--., 2008).
También se ha encontrado que, a pesar de que varían de acuerdo con el
dominio del que se trate, de la edad o del nivel de pericia que posea el suje-
to, tienen ciertas características comunes:
CC
a. Son específicas de dominio y, con frecuencia, pueden depender de la tarea
utilizada para identificarlas.
b. La mayoría de estas ideas no son fáciles de identificar, porque forman parte
del conocimiento implícito del sujeto.
c. Son construcciones personales, si bien suelen tener una cierta constancia
en diferentes entornos culturales y sociales.
d. Muchas de ellas están guiadas por la percepción y por la experiencia del
alumno en su vida cotidiana.
e. Estas ideas previas de los estudiantes no tienen todas el mismo nivel de
especificidad/generalidad y por tanto, las dificultades de comprensión que
ocasionan no son igual de importantes.
f. Con frecuencia, estas ideas son muy resistentes a la instrucción y conse-
cuentemente, difíciles de modificar. (Castorina y Carretero, 2012: 75-76).
2.
que la pérdida real de agua puede medirse pesando los cuerpos. Parecería
un cambio conceptual exitoso, en dirección a un conocimiento más adecuado
desde el punto de vista científico. Sin embargo, los conceptos así construidos
parecieron tomar vida propia: los estudiantes comenzaron a formar nuevas
misconceptions basadas en su nueva percepción formal del tema: en zonas
húmedas y calurosas, el cuerpo detiene la transpiración hasta que el sudor
se evapora, por eso se pierde menos agua corporal. De acuerdo con ellos, un
mecanismo fisiológico (receptores en la piel) puede sentir si el agua se está
evaporando (Dreyfus et ál., 1990).
Son comparativamente menores en número los trabajos que consiguen infor-
mar cierto éxito de los intentos de influencia sistemática en dirección a su cam-
bio. Una aproximación muy difundida al problema de la persistencia de las ideas
de los sujetos y su posible modificación a través de la enseñanza es la investi-
gación sobre el llamado “cambio conceptual en ciencias”, o teoría del cambio
conceptual (TCC). Sobre la estrategia de la TCC, dicen Castorina y Carretero:
CC
[…] si nuestras representaciones del mundo, al menos las científicas, son tan
resistentes a la transformación, entonces resulta más que pertinente pregun-
tarse por qué no cambian. Y sin duda, una buena manera de intentar respon-
der a esa pregunta ha sido intentar teorizar acerca de cómo se produce dicha
transformación. (2012: 76).
A medida que la TCC fue ganando difusión, se han hecho crecientes señala-
mientos a los distintos supuestos bajo los pasos que se acaba de reseñar. Sin
que todos puedan ser resumidos aquí, es posible retomar al menos algunos
de ellos para mostrar los problemas que tiene el enfoque.
Consideremos la propuesta de generar conflictos por medio de la presen-
tación de datos anómalos. Esta propuesta, convertida en un principio didác-
tico para las pedagogías de la refutación (Giordan y De Vecchi, 1995), des-
cansa en la idea de una única forma de respuesta psicológica a los datos
anómalos, que es el conflicto. Es decir, considera que la presentación de un
Los datos anómalos son aque- dato anómalo (que va en sentido contrario a las predicciones del sujeto) es
llos que contienen evidencia que suficiente para suscitar un conflicto cognitivo y que este es la única respues-
contradice las teorías preinstruc-
ta posible que el sujeto dará frente a la anomalía. En contraposición, Chinn y
cionales de los estudiantes. Por
ejemplo, frente a la respuesta Brewer (1993) han encontrado siete formas distintas de respuestas psicoló-
usual de que los cambios en las gicas a los datos anómalos:
estaciones se producen debido
a la distancia de la Tierra al Sol,
el dato anómalo es que en un
1. Ignorar los datos anómalos.
mismo momento en ciertas zonas 2. Rechazar los datos.
de la Tierra es verano y en otras 3. Excluirlos del dominio de la teoría.
es invierno. La presentación de 4. Poner los datos en suspenso.
datos anómalos ha sido consi-
derada el medio principal de pro- 5. Reinterpretar los datos sosteniendo la teoría inicial.
vocar el cambio conceptual, pese 6. Reinterpretar los datos introduciendo cambios periféricos en la teoría
a lo cual se ha comprobado que inicial.
este no sigue automáticamente
7. Aceptar los datos y cambiar la teoría inicial, posiblemente hacia la teoría
a aquellos.
convencional que se propone.
Como puede advertirse, solo las dos últimas implican cambios en la teoría y
solo la última abre la puerta al tipo de cambio que estudian las TCC (es decir,
solo una de siete respuestas posibles). Las seis primeras son respuestas que
preservan la teoría inicial y solo la última podría dar lugar al llamado cambio
conceptual. El riguroso análisis de Chinn y Brewer pone en cuestión el supues-
to de que el conflicto es la respuesta psicológica que puede esperarse como
efecto de la presentación de datos anómalos; ha mostrado que, ante una
anomalía, son diversas las respuestas cognitivas que pueden desplegarse,
y solo una de ellas es un cambio en la teoría en sentido estricto.
PARA AMPLIAR
El error por Por este argumento, se des- Cuando se informa a las personas
azar cartaba el dato de la simili- de que ciertos datos nuevos que
tud de forma entre las costas se ofrecen para resolver un con-
americana oriental y africana flicto tienen una probabilidad de
occidental. error, las personas los descartan,
evaluándolos como equivocados
y prefieren quedarse con la teoría
previa, aun si ya fue refutada.
PARA REFLEXIONAR
las ideas, una fortaleza distinta de las que tendrían si se las considerara de
manera aislada. Chinn y Brewer (1993) sostienen que esta coherencia interna
es lo que permite que las nociones alternativas estén atrincheradas. Y expli-
can el fracaso de la enseñanza en intentar modificarlas, justamente, porque
se intenta incidir sobre ideas aisladas cuando en realidad cada una de estas
ideas está vinculada con otras que la fortalecen. Vosniadou, por su parte, dis-
tingue entre teorías marco y teorías específicas. El sistema de conocimientos
previos incluye en su modelo teorías marco y teorías específicas, y las prime-
ras son los principios o presupuestos organizadores muy básicos que orientan
los modos de conocer y que implican compromisos de orden epistemológico
y ontológico, en tanto que las teorías específicas dan cuenta de fenómenos
más delimitados y constan de observables para el sujeto y creencias referidas
al dominio (Chinn y Brewer, 1993).
Recuerde que los investigadores estudian estas nociones de los sujetos a
partir de distintos modelos acerca del funcionamiento de la mente. La organi-
zación es el supuesto de modelos como los propuestos por Chinn y Brewer,
Nussbaum, Vosniadou, etcétera.
Para otros modelos, las nociones alternativas están ligadas a situaciones
cotidianas donde aquellas funcionan. Así, para Di Sessa (1988), las nociones
alternativas pueden ser entendidas como una codificación de fenómenos de la
vida cotidiana, los p prims o primitivos fenomenológicos. Como señalan Limón
y Carretero (1997), para Di Sessa, la física intuitiva consistiría en un conjunto
amplio de ideas fragmentarias y aisladas, más que en un número reducido de
pequeñas estructuras integradas o de teorías. Estos primitivos fenomenológi-
cos serían simples abstracciones de experiencias comunes, cuya persistencia
se explica sobre todo porque funcionan. No se requiere mayor explicación de
los fenómenos, en tanto suceden del modo esperado.
En relación con los factores contextuales, señalaremos que los replanteos
de que ha sido objeto el modelo inicial del cambio conceptual han puesto de
relieve la actuación de por lo menos dos factores:
Las situaciones sobre las que se invita a los niños a reflexionar supo-
C
En el aula, en una hora de clases, una nena escribe un papelito a una compa-
ñera y se lo pasa mientras la maestra está explicando. La maestra la descubre
y le dice que le dé el papel. La nena no quiere darle el papelito con lo que escri-
bió. Le dice a la señorita que le promete que lo va a guardar pero la señorita
le vuelve a decir que se lo dé. Entonces la nena se lo entrega y la señorita se
va a un costado del aula, abre el papel y lo lee, en silencio, para ella. (Helman y
Castorina, 2007: 226).
CC
En términos generales, hemos encontrado en las respuestas un reconocimien-
to débil y condicionado de este derecho. Los sujetos logran reconocer el dere-
cho implicado en las situaciones planteadas, pero este se encuentra fuerte-
mente atado al cumplimiento de determinadas condiciones vinculadas con la
normativa escolar y con las imágenes del buen alumno (Helman y Castorina,
2007: 240. Itálicas en el texto fuente).
LECTURA OBLIGATORIA
5.6. En el aula
Las distintas perspectivas explicativas acerca del funcionamiento cognoscitivo
tienen consecuencias importantes tanto para la formulación de interrogantes
como para el diseño de la investigación sobre cómo operan las conceptualiza-
ciones ya elaboradas por los sujetos en el aprendizaje escolar de contenidos
relacionados. Como sostienen Limón y Carretero:
CC
[…] estas diferencias de planteamiento teórico tan notables tienen importan-
tes consecuencias: ¿qué tipo de representaciones son las que tiene que de-
tectar el profesor?, ¿qué técnicas son las más adecuadas para identificar las
ideas de los alumnos? Respecto al cambio o la modificación de estas ideas:
¿qué es lo que hay que cambiar: un concepto concreto, una teoría o simple-
mente una representación poco arraigada en el individuo? Suponiendo que […]
ambas posiciones no sean contradictorias, sino que se pueda admitir la exis-
tencia de ambos tipos de representaciones, ¿presentarían ambos tipos la mis-
ma resistencia al cambio?, ¿de qué dependería que se desarrollara uno u otro
tipo de representación? (1997:33).
3.
• Nociones alternativas.
• Concepciones ingenuas.
• Conocimiento cotidiano.
• Teoría del cambio conceptual.
4.
KK Actividad de síntesis.
Como cierre de la unidad, elabore respuestas fundamentadas a las
siguientes preguntas:
Referencias bibliográficas
Referencias web
Andersson, B. y Karrquist, C. (1983), “How Swedish pupils, aged 12-15 years,
understand light and its properties”, en: European Journal of Science
Education, 5 (4).
Caravita, S. y Halldén, O. (1994), “Re-framing and modeling que processes of
conceptual change “, en: Learning and Instruction, vol. 4 (1), pp. 89-111.
Objetivos
Que el estudiante:
Nótense los diferentes efectos que cada método imprime sobre la actividad
escolar: en tanto el método simultáneo descansa sobre un supuesto de homo-
geneidad de quienes comparten una misma aula, imprime un ritmo parejo y
regular a la tarea de todos, el método mutuo parte del supuesto de la hetero-
geneidad, posibilita la coexistencia de ritmos diferentes al mismo tiempo que
establece unas jerarquías visibles entre los aprendices.
La disputa de los métodos se saldó en favor del método simultáneo, y en
relación con sus características destacamos la homogeneización que está en
la base de la producción subjetiva que tiene lugar en la escuela.
CC
[Los partidarios de la escuela graduada] buscaron mayor eficiencia concentran-
do la labor de un maestro en un grado en que los alumnos podían ser agrupa-
dos por su desempeño académico y podían aprender un currículo uniforme. Un
maestro podía enseñar, entonces, las mismas materias a todos los niños del
aula, del mismo modo y al mismo ritmo. Una escuela así “graduada” pareció
igualitaria a los reformadores, pues entonces suponíase que la escolaridad era
la misma para todos, niños y niñas, ricos y pobres, inmigrantes y nativos. (Tyack
y Cuban, 2001: 175).
otras posibles; como bien lo expresa Trilla (1985), la vida colectiva en las
aulas puede ser concebida de diferentes maneras:
CC
El hecho colectivo que implica la escuela es, sin embargo, una realidad que
puede ser asumida de diferentes maneras. Puede ser asumida simplemente
como un imponderable: ya que no es económicamente posible el modelo indivi-
dualizado de la enseñanza preceptoral, habrá que colectivizar la situación de
aprendizaje. O bien, se puede asumir aprovechando y potenciando las ventajas
que en sí mismo tiene el hecho colectivo. Tal aprovechamiento se ha orienta-
do, a su vez, de múltiples maneras. Por ejemplo, potenciando la emulación y la
competencia, o bien, la cooperación y la ayuda mutua. Los sistemas de clasifi-
cación y jerarquización de los escolares, los castigos con funcionalidad ejem-
plar, la emulación en el régimen jesuítico, los uniformes y distintivos, y, por otro
lado, los sistemas de trabajo en equipo, el autogobierno, las cooperativas frei-
netianas, etc., son métodos, dispositivos y técnicas, que muestran la asunción
consciente del hecho colectivo y las formas peculiares de asumirlo (1985: 22).
1.
CC
En las clases de primaria se asigna frecuentemente a los niños unos trabajos
en los que se espera que concentren sus energías individuales. Durante estos
períodos de trabajo individual se recomienda, cuando no se exige abiertamen-
te, no hablar ni utilizar otras formas de comunicación. Lo que en tales situacio-
nes pretende imponerse es que cada uno realice su propio trabajo y deje en
paz a los demás.
Así, en cierto modo, los alumnos deben comportarse como si estuviesen solos
cuando la realidad es bien distinta. Han de fijar sus ojos en el papel cuando
otros les hacen muecas. En los primeros cursos no es raro encontrar alumnos
sentados frente a frente en torno a una mesa mientras, al mismo tiempo, se
les exige que no se comuniquen entre sí. Estos pequeños tendrán que apren-
der a estar solos en el seno de una masa si pretenden triunfar en sus estudios.
(Jackson, 1991: 56).
CC
esta carpeta objeta el empleo del […] trabajar en equipo no consiste en hacer juntos lo que se podría hacer por
concepto de competencias en separado […] La organización del trabajo en equipo ocasiona problemas de
educación (Terigi, 2012), ello no gestión de la clase, sobre todo el de la alternancia entre los ajustes y las pues-
impide valorizar las conceptuali-
zaciones que desarrollan “en su tas en común en un grupo grande y los momentos de trabajo en subgrupos.
nombre” valiosos referentes en el Esta complejidad cuesta demasiado cara si su único efecto es el de yuxtapo-
mundo de la educación. ner actividades que cada uno podría hacer solo. El desafío didáctico es inven-
tar tareas que impongan una verdadera cooperación. (2004: 54).
[…] Cuando el diálogo en cuestión comienza, los alumnos aún están charlando
entre sí y hay bullicio en el aula. Técnicamente el “período” de clase ha comen-
zado, ya que sonó la campana, pero la “clase”, como actividad social, no ha
empezado aún. El profesor y los alumnos deben trabajar un poco para echar-
la a andar. Deben captar mutuamente su atención, enfocar esa atención hacia
la misma actividad y luego cooperar para producir la secuencia de eventos que
podemos reconocer como una clase. (Lemke, 1997: 17-18).
• El profesor comenzó a hablar con “voz de profesor”, esa voz “un poco
más fuerte y de uso público” tan distinta de la conversación ocasional
con los alumnos cercanos.
• Las palabras usadas por el profesor (“comenzar”, “borrar la pizarra”)
ofrecieron marcas de inicio.
• Los gestos del profesor invitaron a los alumnos a dirigir la atención
hacia el diagrama en la pizarra.
• Cada vez más alumnos aceptaron la invitación, chistaron pidiendo
silencio, miraron al frente.
Fuente: tomado de Delamont, S., La interacción didáctica, p. 138, adaptado a su vez de la obra de
Flanders.
El observador codifica la charla en la clase en una de estas categorías cada tres segundos. Una lección
de cuarenta minutos produce 800 registros.
PARA AMPLIAR
Varias son las razones para analizar los procesos de comunicación en un curso
de psicología educacional; aquí sostendremos dos de ellas:
CC
Describiendo el lenguaje como una forma social de pensamiento, pongo de re-
lieve dos caminos importantes en los que el lenguaje se relaciona con el pen-
samiento. Uno es que el lenguaje es un medio vital por el cual nos representa-
mos a nosotros mismos nuestros propios pensamientos. El psicólogo ruso
Vygotsky describió el lenguaje como una herramienta psicológica, algo que ca-
da uno de nosotros utiliza para darle sentido a la experiencia. El lenguaje es
también nuestra herramienta cultural esencial: la utilizamos para compartir la
experiencia y, por lo tanto, para darle sentido colectiva y conjuntamente. El len-
guaje es un medio para transformar la experiencia en conocimiento y compren-
sión culturales (1997: 14. Destacados en el texto fuente).
C
Como en otras situaciones, tomar la iniciativa en una actividad es una actitud
difícil de realizar para los Wayãpi. Por ejemplo, cuando el maestro hace pregun-
tas generales al grupo de alumnos, comúnmente la reluctancia en responder
es general. Después de un silencio inicial, generalmente son los niños mayores
los que arriesgan alguna respuesta. Las niñas lo hacen si son muy estimuladas
por el maestro, y de forma bastante tímida. Esta lógica discusiva se asemeja al
patrón utilizado en otros contextos wayãpi, cuando, en situaciones de discurso
público, cabe a los hombres más ancianos realizarlos y participar de los diálo-
gos. (Lopes Macedo Tinoco, 2007: 253).
CC
Las lecciones escolares comienzan y terminan, pero los diálogos que suceden
en ellas no necesariamente tienen los mismos comienzos y finales. La gente
retoma tópicos que comenzó a discutir en ocasiones previas, se refiere a even-
tos que ocurrieron mientras tanto, y frecuentemente orienta sus discusiones
hacia actividades y metas futuras. Los diálogos educacionales son especial-
mente dependientes de apelaciones al conocimiento ya adquirido y a metas de
aprendizaje ulteriores (2007: 6, original en inglés, traducción de la autora de
esta carpeta).
Como en otros aspectos del desarrollo del programa de este curso, creemos
necesario señalar el riesgo que supone adoptar los aportes de estas investiga-
ciones desde una perspectiva normativa. Los estudios que recogeremos aquí
no pretenden decir cómo deberían funcionar los intercambios en el aula, sino
cómo lo hacen efectivamente, ya que tienen por objetivo explicar los rasgos de
la vida escolar centrándose en sus aspectos comunicacionales.
2.
CC
Determinadas características de las instituciones docentes hacen de la comu-
nicación un elemento decisivo. En primer lugar, porque el lenguaje hablado es
el medio a través del que se realiza gran parte de la enseñanza, y también a
través del cual los estudiantes muestran al profesor gran parte de lo que han
aprendido [...] a través del currículum real que se produce entre profesor y
alumno, ‘la expresión oral unifica lo cognoscitivo y lo social’. En segundo lugar,
las escuelas son uno de los ambientes humanos más concurridos. Pocos son
los adultos que pasan tantas horas del día en tales condiciones de aglomera-
ción. En este aspecto, las clases se asemejan a los restaurantes y a los auto-
buses, o al metro, sólo que en estos lugares son normales las conversaciones
independientes y simultáneas, mientras que en la escuela, una persona, el
maestro, mantiene el control de todo lo que se habla en el transcurso ‘oficial’
de la clase, un control que no es en absoluto negativo como el que ejerce un
policía de tráfico en evicción de colisiones, sino positivo, tendiente a alcanzar
las metas de la educación (1991: 12-13).
¿Cuáles son las funciones más importantes que adquieren los intercambios
comunicacionales entre docentes y alumnos? Mercer señala tres usos inten-
cionales que hacen los profesores de la conversación en el aula, motivados
por el propósito de guiar la actividad de aprendizaje de sus estudiantes e
intentar construir con ellos una versión conjunta y compartida de conocimiento
educativo:
CC
a) obtener conocimiento relevante de los estudiantes, para que puedan detectar
qué es lo que los estudiantes ya saben y comprenden y para que el conocimiento
sea contemplado tanto como propiedad de los estudiantes como del profesor;
b) responder a lo que dicen los estudiantes, no sólo para que los estudiantes
obtengan feedback en sus intentos sino también para que el profesor pueda
incorporar en el flujo del discurso lo que los estudiantes dicen y pueda reunir las
contribuciones de los estudiantes para construir significados más generalizados;
c) describir las experiencias de clase que comparten con los estudiantes de
manera que la significación educativa de esas experiencias conjuntas sea reve-
lada y se le dé importancia. (Mercer, 1997:36. Destacados en el original).
Proponemos una interpretación
propia de los aportes de las inves-
¿Cuáles son los formatos comunicacionales que permiten estas funciones? tigaciones sobre el discurso del
aula. Aun si no está autorizada
No existe una clasificación completa de los formatos de comunicación escolar, (en el sentido de que no apare-
pero los estudios sobre la interacción en el aula han revelado algunos carac- ce así presentada en los textos
terísticos y siguen arrojando luz sobre los patrones típicos de interacción que de referencia), la distinción entre
eventos y formatos nos parece
permiten a los participantes de la clase compartir una situación. Aquí presen-
útil para analizar los intercambios
taremos algunos de ellos. en sala de clases.
Para empezar, es necesario distinguir entre tipos de formatos comunica-
cionales y tipos de eventos comunicacionales.
Un evento comunicacional será definido aquí como un tipo de situación
comunicativa diferenciable de otras por el número de participantes, la estructu-
ración de la situación, los propósitos de la misma, y las normas que regulan la
participación. Cazden (1991) ofrece distintas descripciones de eventos comu-
nicacionales; el tiempo compartido, por ejemplo, es un tipo de evento comunica-
cional que se caracteriza porque en él intervienen todos los participantes de
LECTURA OBLIGATORIA
3.
CC
Sinclair y Coulthard son lingüistas y se hallan especialmente interesados en el
estudio de los tipos de patrón lingüístico de textos largos recogidos en conver-
saciones espontáneas realizadas entre varios hablantes, que ellos grabaron.
Su trabajo es el único intento llevado a cabo hasta ahora para conseguir un
análisis de la estructura subyacente del diálogo de aula, y creemos que hay en
Téngase en cuenta que “ahora”
es la década del setenta, pues él bastantes puntos de interés para los educadores.
la obra de Sinclair y Coulthard a El modo más fácil de explicar algunas de sus principales ideas es empezar con
la que refiere Stubbs es de 1974. parte de sus datos.
CC
Si el diálogo en clase fue construido, en principio, a partir de tales intercam-
bios, un mensaje general tácito que podría transmitirse por medio de la estruc-
tura tripartita IRE, sería algo así como:
Los conocimientos del aula consisten en puntos de respuestas cortas que pue-
den ser evaluadas individualmente. El conocimiento del aula está, por lo tanto,
esencialmente cerrado, y no abierto. Todas las preguntas tienen respuestas
correctas. El diálogo profesor-alumno es, en la práctica, un monólogo en el que
LECTURA OBLIGATORIA
4.
Para Cazden, una ventaja de una estructura clara y consistente radica en que
permite que los participantes presten más atención al contenido que al pro-
cedimiento; este se automatiza y se lleva adelante sin mayores aclaraciones
o acuerdos, cada vez. De todos modos, esta cualidad desapercibida de la
secuencia IRE no debería hacernos olvidar que en algún momento debió ser
aprendida y que es parte del oficio de alumno vérselas con ella, con sus varia-
ciones, y con la propensión de cada profesor a priorizar su forma típica o una
variación específica. Por eso, Astolfi señala que muchos diálogos escolares
pueden interpretarse mejor si se los analiza como tentativas de los alumnos
(más o menos ingeniosas o exitosas) por resolver lo que les parece un verda-
dero enigma (Astolfi, 2002).
Los análisis sobre las interacciones docente/alumnos han ido mucho más
allá de la determinación de la secuencia IRE. Nos referiremos brevemente a
dos modalidades de intervención docente que, según los análisis de los inter-
cambios discursivos en sala de clases, se suponen implicadas en la promo-
ción de aprendizajes en los sujetos, en la tracción de los aprendizajes hacia
metas escolarmente definidas: el discurso como andamiaje, y el discurso
como reconceptualización.
Se ha definido al discurso en sala de clases como andamiaje, recuperan-
do el concepto que, como hemos visto, constituyó un desarrollo educativo de
la teoría sociohistórica. Recordemos los rasgos básicos del andamiaje: intro-
duce al alumno desde el principio en el meollo de una tarea compleja, es visi-
CC
La segunda columna ofrece ejemplos del modo en que, ante respuestas erró-
neas de los alumnos, los docentes reformulan las preguntas para dar a los
alumnos pistas más precisas de lo que esperan.
El discurso del docente ha sido definido también como reconceptualiza-
ción. Según estos análisis, la E en la secuencia IRE es utilizada muchas veces
no tanto para emitir un veredicto o una apreciación de la respuesta del alumno
sino para “inducir en el aprendiz un nuevo modo de contemplar, categorizar,
reconceptualizar e incluso recontextualizar los fenómenos (referentes) some-
tidos a discusión” (Cazden, 1991: 124).
Retomando la sistematización de Mercer, diremos que, para guiar el apren-
dizaje, el docente recurre a menudo a distintas técnicas en función del obje-
tivo perseguido:
Veamos cómo organiza Mercer (1997: 45) en una tabla algunas técnicas
que utilizan los profesores.
LECTURA OBLIGATORIA
5.
LECTURA RECOMENDADA
RR
La resolución de la actividad anterior se verá enriquecida si lee:
Sadovsky, P. (2005), “Capítulo 2. El espacio social de la clase: condición de posibilidad
para la producción de conocimientos”, en: Enseñar matemática hoy. Miradas, sentidos y
desafíos, Libros del Zorzal, Buenos Aires.
CC
[…] los actos de habla que caracterizan el discurso de los profesores de música,
plástica y educación física conforman un grupo homogéneo a través de los gra-
dos escolares y el sector social, que revela una concepción de enseñanza cen-
trada en una instrucción guiada externamente a partir de la frecuente indagación
y comprobación de las ideas y habilidades de los alumnos, con la posterior califi-
cación de sus productos. (De la Cruz, Scheuer y Huarte, 2006: 193-194).
ideas específicas valiosas como punto de partida para los aprendizajes que
deben proponerles, adoptan versiones de la teoría directa del aprendizaje (De
la Cruz, Scheuer y Huarte, 2006). La llamada teoría directa del aprendizaje
“se centra de modo excluyente en los resultados o productos del aprendizaje,
sin situarlos en relación con un contexto de aprendizaje, ni visualizarlos como
punto de llegada de unos procesos que comprometen la actividad del apren-
diz” (Pozo, Scheuer, Mateos y Pérez Echeverría, 2006: 120).
Para cerrar este apartado, nos colocaremos frente a un punto que es nece-
sario enfatizar: constatar la peculiar estructura de los sucesos comunicativos
en sala de clases echa luz sobre la demanda de competencia comunicativa
que la escuela realiza a los sujetos que participan en la situación.
CC
Aceptamos que la estructura de la lección es para el educador una realidad
psicológica desde el principio. En su forma ortodoxa, existe como un esquema
idealizado en su cabeza, esquema que se realiza más o menos acertadamente
en cada situación particular; pero éste no es el caso de los niños cuya compe-
tencia comunicativa evoluciona más gradualmente. Así como la descripción de
un idioma (su gramática) establece hipótesis sobre lo que debe saber quien lo
habla, de igual modo la descripción de una lección establece hipótesis sobre
lo que los niños deben saber para participar plenamente y ser juzgados como
estudiantes capaces. (Cazden, 1991: 56).
PARA REFLEXIONAR
LECTURA OBLIGATORIA
CC
[…] la historia de la práctica educativa nos muestra que la conversación entre
los estudiantes pocas veces se ha incorporado en el proceso de la educación
en el aula. Tradicionalmente la conversación entre los alumnos de la clase no
se ha promovido y se la ha considerado entorpecedora y subversiva. A pesar
de que las ideas pueden haber cambiado en algún sentido en los últimos
años, muchos profesores todavía desconfían de las conversaciones entre
alumno y alumno. […] Incluso en regímenes menos formales, los profesores
tienen el comprensible trabajo de limitar las conversaciones que no casan con
la tarea que se está realizando. De este modo, si bien la experiencia de la vida
cotidiana apoya el valor del aprendizaje cooperativo, la práctica lo ha rechaza-
do implícitamente. (1997: 99-100).
LECTURA OBLIGATORIA
6.
KK Tras leer el texto de Gilly, resuma las etapas que ha atravesado la inves-
tigación de la psicología social genética, reportando:
a. El período inicial en que las situaciones que los sujetos debían resol-
ver conjuntamente buscaban producir conflictos entre sus perspec-
C
Los niños tenían ante ellos 8 cubos rigurosamente idénticos y una seudobalan-
za hecha con dos platillos. Se les había dicho que todos los cubos tenían en
realidad el mismo peso, pero que se iba a hacer “como si” uno de ellos fuera
más liviano. La tarea consistía entonces en hacer “como si” uno dispusiera de
una verdadera balanza y en “encontrar la solución”, una “manera de hacer”,
que permitiera “con seguridad” encontrar el más liviano. Después de haber
explicado bien la consigna, insistido sobre el carácter ficticio de la situación e
invitado a los sujetos a utilizar cubos y platillos, haciendo “como si”, el experi-
mentador pedía a los sujetos que lo llamaran cuando hubieran encontrado una
manera de hacerlo”. Cabe aclarar que la investigación se llevó a cabo en forma
individual y en díadas. En relación con los resultados, “hay más de un suje-
to sobre tres que propone una mala solución la cual remite claramente a una
mala representación de la tarea. Para estos sujetos, existe verdaderamente un
objeto que pesa menos y ellos buscan descubrirlo sopesando manualmente
los cubos o por otros procedimientos. Aunque el experimentador vuelva a dar
entonces la consigna insistiendo sobre los aspectos del enunciado mal com-
prendido se ha notado que esta mala representación ha persistido en ciertos
casos, hasta en por lo menos cuatro proposiciones sucesivas de soluciones.
En el caso del trabajo en díadas, la cantidad de ellas que muestran una mala
representación de los elementos del problema en sus proposiciones de solu-
ción es tres veces menos importante y la re-enunciación de las consignas por
el experimentador la hace desaparecer más rápido que en el caso de la inves-
tigación individual. (Gilly, Fraisse y Roux, 1991: 85-86).
7.
Fuente: elaboración propia, con base en Tudge y Rogoff, 1995, pp. 112-116.
CC
Forman (1987) señaló ciertas diferencias de tipo teórico respecto a los proce-
sos cognitivos y sociales que sirven de base a la resolución en colaboración
de un problema en las teorías de Piaget y Vygotsky. En la teoría de Piaget el pa-
ralelismo entre los procesos cognitivos y sociales se explica por el hecho de
que ambos se derivan del mismo proceso intrapsicológico central, mientras
que en la teoría de Vygotsky la correspondencia se debe a la derivación de pro-
cesos cognitivos superiores individuales a partir de procesos sociales en co-
mún. Estas diferentes interpretaciones van acompañadas de diferencias en los
mecanismos: la intersubjetividad y la toma de perspectiva. Forman sugirió que
la intersubjetividad (desde la perspectiva vygotskiana) es un proceso que tiene
LECTURA OBLIGATORIA
LECTURA OBLIGATORIA
8.
KK a. Relea las secuencias 6.1., 6.2. y 6.3. que plantea Mercer.
b. Analícelas de modo de responder las cinco preguntas que propone
el autor antes de presentar las secuencias.
c. Defina los tres niveles de análisis de los modelos de conversación.
Organice un cuadro de doble entrada en el que se describan los tres
niveles de análisis en las tres formas de conversación que representan
las situaciones analizadas.
d. Sistematice las condiciones que promueven la conversación explora-
toria entre pares y los beneficios de esta clase de conversación.
desempeñar el papel de ayudante. Por eso afirma que la ayuda mutua: “[…] no
se da siempre espontáneamente. No basta con constituir grupos o hacer que
los alumnos interactúen para ver cómo aparecen las relaciones de ayuda entre
ellos. Parecen indispensables algunas precauciones a este nivel” (2012: 94).
LECTURA OBLIGATORIA
9.
• Evento comunicacional.
• Formato comunicacional.
• Secuencia IRE.
• Conflicto sociocognitivo.
• Regulación cognitiva.
• Regulación social.
• Enseñanza recíproca.
• Conversación exploratoria.
LECTURA RECOMENDADA
R W
<http://aportes.educ.ar/matematica/nucleo-teorico/tradiciones-de-ensenanza/-en-las-
clases/organizacion_de_las_interaccio.php?page=1>
10.
Anexo 1
Registro de clase
Patricia Sadovsky
Organización de la clase
El problema se desarrolla en dos clases y se organiza un dispositivo en cuatro
etapas: 1) los alumnos trabajan individualmente con la consigna de obtener
soluciones, decidir cuántas hay y describir un procedimiento para obtener
todas las soluciones; 2) trabajo en pequeños grupos para optar por un pro-
cedimiento entre los de los integrantes del equipo o, eventualmente formular
uno nuevo, 3) transcripción en el pizarrón, por parte del docente, de los pro-
cedimientos propuestos por cada grupo y análisis en pequeños grupos de los
procedimientos expuestos y 4) debate colectivo sobre los procedimientos.
Los procedimientos dictados fueron los siguientes:
Hay 41 soluciones
20 : 0,5 = 40
20 : 0,10 = 200
200: 40 = 5
200x 0,10
195 x 0,10 + 0,5 x 1
190 x 0,10 + 0,5 x 2
5 x 0,10 + 39 x 0,5
40 x 0,5
(Todo te da 20)
Docente - ¿Y, hay alguna razón por la que preferirías, por ejemplo, el quinto
con relación al de ustedes?
Gastón - No, no prefiero el quinto, el nuestro está mejor. (Muy seguro)
Docente - ¿Por qué?
Gastón - Porque lo pensamos nosotros.
Martín - Pero, creo que está mejor explicado el quinto que el de nosotros, me
parece.
Docente - ¿Por qué te parece que está mejor explicado Martín?
Martín - Claro, por ejemplo, ahí ya sabés que está mal, porque, bueno, es
2000 menos el resultado, pero, si vos leés el nuestro y leés el quinto, me
parece que entendés más el quinto.
Docente - Anoten como escribirían ahora el de ustedes que lo quieren corregir,
anótenlo cómo quedaría.
Puesta en común
Profesora - ¿Qué piensan del primer procedimiento?
Varios - Está bien
Profesora - Martín.
Martín- Nosotros pusimos, que en realidad para que esté bien tenés que
poner límites del números, porque ahí te dice 1, 2 y 3, pero, si vos ponés, por
ejemplo, un 40 te da, te da 20 y ninguna moneda de 10, con 41 te da 20,5
y te pasás de los 20.
Profesora - Entonces, ¿qué tendría que agregar, según ustedes?
Martín - Un número del 1 al 40…
Profesora - Que en lugar donde dice 1, 2, 3, diga hasta...
Martín - Hasta 40.
Profesora - ¿Alguien tiene otra objeción? …¿Ninguno?, ¿a todo el mundo le
sirve del 1 al 40? Con respecto a esto nada más, entonces. Pasamos al 2.
Estefanía.
Estefanía - Yo hice...dice que puede ser del 0 al 200, yo hice el 52 por ejemplo
52, hice 52 x 10 y me dio 520 y 2000 - 520 me dio 1480, 1480 dividido 50
me dio 29,6, y no puedo tener 29,6 monedas de 50.
Sabrina - Sí, que puede.
Profesora - Ahora ellos habían dicho…
A1 - No da con todos los números.
Sabrina - Pero abajo dice que le agrega una moneda de 10.
Profesora - Le agrega una moneda de 10, dice.
Sabrina- no cada dos monedas una de 10
Profesora- ¿A dónde dice eso?
Sabrina- ahí dice 0,2 y le agrego una de diez, 0, 4 son dos de 10
Profesora- ¿A dónde dice eso?
Alejo- no lo dice pero es...
Profesora - Entonces, Estefanía con el procedimiento como está escrito acá,
llega a que tiene un problema que el procedimiento no se lo resuelve. ¿Alguno
encontró una manera de mejorar el procedimiento para que a Estefanía no le
pase lo que le pasó?
Sabrina - Tendrías que aclarar que cada 0,2 monedas de 50, va una de 10.
Profesora – (Escribe en el pizarrón) ¿Entienden lo que puse?
Alumno: - ¿Cómo es la aclaración?
Profesora - Cada 0,2 monedas de 50, o sea que acá me de coma 2, se agrega
una de 10. Y Sebastían - ¿y si da 0,3?
Sabrina -No puede dar 0,3.
Profesora - ¿Por qué?
Juan Alejo - Porque... es una cuenta que nunca puede dar....decime un número
y… no puede dar 0,3, 0,5, 01, 0,7 o 0.9.
Profesora – ¿Por qué? ¿Probaron con todos los números?
Juan Alejo - No, pero hay una manera de comprobarlo.
es lo que dice ahora, como cambió el procedimiento con esto que escribí acá.
Silvina - Además hay que agregar que no es cualquier número del 0 al 200,
porque si te doy 11,5 no se puede, tiene que ser entero.
Profesora - O sea, que cualquier número entero. Bien, otra aclaración, ¿cuán-
tas soluciones tiene este problema?
Varias - Muchas.
Profesora - ¿Cuántas? Muchas cuántas, 2, para algunos es mucho, 2 millones
de pesos es un 2 que es mucho.
Sabrina - 200, 201.
Profesora - 201 soluciones. ¿Están todas de acuerdo que hay 201 soluciones?
Sebastián - No se puede con 200.
Profesora - ¿Por qué no se puede con 200?
Sebastián – Te da 2000 – 2000, y me da 0.
Profesora – Quiere decir que no hay ninguna moneda de 50 y 200 de 10.
Profesora - O sea que acá tendría 201 soluciones ¿y acá (por el primer proce-
dimiento discutido)?
Sabrina, Matías - 40.
Profesora- Seguimos con el tercer procedimiento
Varios, entre ellos Gastón - Está mal.
Alguien (a Gastón)- Loco, pero si lo hiciste vos.
Gastón - Ya se que lo hice yo, pero me di cuenta que está mal.
Protestas de alumnos porque ya lo copiaron
Juan Alejo (de ese mismo grupo) - Nosotros como no lo entendíamos, le cam-
biamos el orden de los números.
Profesora - ¿Qué orden cambiaron?
Juan Alejo - 2000 y a eso le restamos 50 centavos por un número menor que
40, al revés.
Profesora - O sea, que en realidad es 2000 – 50 x un número menor que 40
dividido 10. Esa es la idea que tuvieron.
Gastón - Pero, después hay que seguirlo, el resultado que sea hay que hacer
20 – A x 0,10 dividido 0,50. Todo lo demás está bien, hay que alterar el orden.
Profesora- Matías.
Matías- Esa cuenta que está abajo está demás.
Profesora- ¿Por qué?
Matías- Porque vos cuando multiplicás 50 por un número menor que 40 ahí
ya tenés las monedas de 50.
Gastón- Claro...pero....
Matías- Y ahí ya estás sacando las monedas de 50, ahí abajo.
Profesora- A ver, Gastón, ¿qué tenés para decir?
Gastón - Que ahí estás poniendo una fórmula, no estás dando un ejemplo. Si
es un ejemplo directamente hacés 2000 – 50 x el número.
Profesora - Claro, pero, él lo que está diciendo es esto, para qué hago la
segunda cuenta si la segunda cuenta sé que me va a dar el número de las
monedas de 50 que yo puse al principio.
Gastón – Sí, ya sé, al principio vos lo ponés 2000 – 50 x 37, porque ya lo
tenés...
Profesora- O sea ellos dicen, vos ponés el número menor que 40, 15.
Gastón – Pero ahí sí, porque estás dando un ejemplo de como sacar la can-
tidad de monedas de 50.
Profesora - A ver, Gastón, explicá bien, por qué hay que poner las dos fórmulas.
Gastón- Porque con la fórmula de abajo hacés esa cuenta para sacar cuantas
monedas de 50 centavos tenés que..
Matías - Pero, si vos ya sabés cuantas monedas de 50 hay.
Profesora - Todos entienden lo que están discutiendo Matías y Gastón?
Varias- Si.
Profesora- ¿Todos? Luana pone cara de que no. Bien, ¿los demás están enten-
diendo qué estamos discutiendo? ¿Acá también Pilar? Más o menos, Pilar. A
ver, volvé a decir Matías y volvé a decir Gastón. Guido prestá atención.
Matías - Yo digo que esa cuenta, la de 20 – a x 0 está de más… por todo eso
está de más porque cuando vos hacés 50 centavos por un número menor
que 40, es el mismo número que vos hacés el cálculo ese. El número que
multiplicás por 50 vendría a ser las monedas de 50 centavos.
Profesora - Bien, ahora Gastón.
Gastón - Que cuando hacés una cuenta, que vas a hacer ya tipo en un proble-
ma, ya no la tenés que hacer abajo, porque ya la tenés , como dice Matías,
ya la tenés hecha, hacés 2000 – 50 x 37, suponete. Cuando hacés así, para
mostrar así cómo sacar los números, ahí si la podés dejar.
Profesora - O sea, vos lo que decís, a ver si estamos entendiendo, es que si
estuvieras buscando una solución particular, una solución concreta, no hace
falta, pero si tenés que hacer el procedimiento general sí hace falta. ¿Es eso lo
que estás diciendo? ¿Por qué hace falta cuando es un procedimiento general?
Gastón- Porque si no tenés que decir que agarraste un número al azar.
Docente - ¿Entonces?
Matías - Entonces, tendría que estar lo de abajo arriba.
Gastón - Hacés 50 x 37.
Docente - ¿No estaría bien decir que agarraste un número al azar?
Gastón- Yo hago eso casi siempre, pero, cuando te piden así, que cómo hicis-
te, sería esa la fórmula.
Docente - O sea, que vos estás pensando, con ese análisis, que este proce-
dimiento (por el procedimiento 1) está mal.
Gastón - No . Claro, no estoy diciendo que ahí toman un número al azar.
Profesora - ¿Qué está mal de tomar un número al azar?
Gastón - No sé, en todos los problemas dicen justificá, qué hiciste acá, ba
ba ba.........
Profesora - ¿Y decir que uno tomó un número al azar, no es justificar?
Gastón- Lo sacás de una manera.... (pone cara fea)
Varios discuten si se puede o no al azar...
Alguien- ... Lo tiramos al azar para saber como empezamos el procedimiento
y probar si está bien.
Profesora - Hay una cosa que quiero preguntar,...
Profesora - ¿Cuál?
Sabrina - Yo entiendo que hace la primera cuenta, para mí es para saber cuan-
tas monedas de 50 puede haber en 20 pesos, la segunda cuantas monedas
de 10, la tercera no la entiendo.
Profesora -No la entendés.
Profesora - La gente del grupo, ¿sabe para qué es esa cuenta?
Estefanía (del grupo de Julieta) - Yo muy bien no entendí lo que exlicó Julieta.
Chicas es importante que cuando el grupo está dando una respuesta toda
la gente del grupo sepa por qué pasa, si hubiera estado Julieta, las hubiera
tapado y yo ni me doy cuenta y ustedes no tienen idea por qué bajamos de
acá 5 y subimos 1 de allá. Si analizan algo en grupo no tienen que dejar que
el grupo avance si ustedes no entienden qué se está haciendo. Si uno tiene
un problema así, que tiene que resolver solo, no lo va a poder hacer, aunque
tenga el mismo en la carpeta, copiado de lo que hizo otro ¿Por qué cuando
saco 5 de 10 se agrega 1 de 50?
Anexo 2
Fuente: material de prácticos elaborado por Flavia Terigi para la cátedra de Psicología Genética de la
Universidad de Buenos Aires, con base en Perret-Clermont, Anne Nelly (1983).
Referencias bibliográficas
Referencias web
Terigi, F. “Docencia y saber pedagógico-didáctico”, [EN LÍNEA]. En: El Monitor de
la educación, dossier “Ser docentes hoy”, pp. 35-38, n° 25, 5ª época, junio
de 2010. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la República
Argentina. 2010. Disponible en: <http://www.me.gov.ar/monitor/nro0/
pdf/monitor25.pdf>. [Consulta: 21 de diciembre de 2012].
Terigi, F. “¿Qué debe saber un docente y por qué?”, [EN LÍNEA]. En: Los
saberes docentes. Formación, elaboración en la experiencia e investigación,
Documento básico del VIII Foro Latinoamericano de Educación,
organizado por la Fundación Santillana. Buenos Aires. Santillana. 2012.
Disponible en: <http://www.fundacionsantillana.com/upload/ficheros/
noticias/201205/documento_bsico_2012.pdf>. [Consulta: 21 de
diciembre de 2012].
Saiz I., Parra C. y Sadovsky P. “Organización de las interacciones de los alumnos
entre sí y con el docente”, [en línea]. Disponible en: <http://aportes.
educ.ar/matematica/nucleo-teorico/tradiciones-de-ensenanza/-en-las-
clases/organizacion_de_las_interaccio.php?page=1> [Consulta: 29 de
diciembre de 2012].
Objetivos
Que el estudiante:
Esta unidad, que cierra la asignatura, propone tratar con mayor profundidad
algunas cuestiones ya consideradas –fundamentalmente, pero no exclusiva-
mente, en la unidad 1–, y plantear otras nuevas, todas referidas al cariz nor-
mativo del discurso psicoeducativo y de las prácticas que le son propias. Se
retoman aquí debido a que usted ya ha transitado el programa y cuenta con
herramientas conceptuales que le permitirán comprender con mayor precisión
los asuntos que trataremos.
CC
[…] los discursos basados en la disciplina Psicología y vinculados a nociones par-
ticulares de ciencia han sido más rápidamente aceptados que otros tipos de dis-
curso; la razón científica ha sido el medio principal por el que esos discursos han
sido sancionados; las técnicas empíricas han tenido primacía en la producción de
verdad; se ha concedido un status profesional, científico e intelectual a aquellos
que están encargados de decir lo que cuenta como verdad. (Gore, 1994:10).
CC
Curiosamente, en ciertos aspectos, la propia teorización de los psicólogos so-
bre las aptitudes intelectuales no ha efectuado todavía la ruptura epistemológi-
ca con sus representaciones de sentido común. De este modo, la asocialidad
y la ahistoricidad de los fenómenos psicológicos se prolonga en las tesis natu-
ralistas de las adquisiciones cognoscitivas de niños y alumnos (Castorina,
2007: 49. Itálicas en el texto fuente).
El mismo autor afirma:
Para el naturalismo, el desarrollo cognoscitivo (y el aprendizaje) se explica por
causas internas al aparato mental y se formulan en términos de capacidades o
habilidades, a las que considera resultado de la evolución biológica (ibídem: 56).
LECTURA OBLIGATORIA
1.
CC
[…] el RML es una categoría que encubre la pertenencia de las personas rotu-
ladas a los sectores menos favorecidos de la población.
Algunos trabajos investigaron la correlación entre retardo mental leve y perte-
nencia al sector social de la población, y demostraron que la categoría <retar-
do mental leve>, en la mayoría de los casos, funciona como una doble etique-
tación de los niños:
• por una parte, señala el desempeño escolar insuficiente;
• y por la otra, encubre su pertenencia a sectores sociales más desfavoreci-
dos de la población (LUS, 1997:41. Itálica en el texto fuente).
Lo que estos datos revelan es que las pruebas psicométricas están construi-
das de modo tal que producen un rendimiento diferencial menor en los niños
pertenecientes a sectores desfavorecidos de la población. Cabe destacar que
la medición psicométrica suele realizarse cuando el proceso de incorporación
CC
No debe haber aquí confusiones. El peso de la prueba debe recaer sobre
aquellos que defienden la tesis inverosímil de que el modo en que un niño
contesta a las preguntas ideadas por un examinador de la inteligencia se halla
determinado por un genotipo invisible. El peso no se ve disminuido por las re-
petidas afirmaciones de los examinadores durante los últimos setenta años.
Allí donde los datos son en el mejor de los casos ambiguos y donde se mues-
tra con claridad que el medio ejerce un efecto, el supuesto de que existe una
determinación genética de la variación del CI en cualquier grado resulta injusti-
ficado. La conclusión prudente parece clara: no hay datos suficientes para re-
chazar la hipótesis de que las diferencias en el modo en que la gente respon-
de las preguntas planteadas por los examinadores se hallan determinadas por
sus experiencias vitales palpablemente diferentes. (Kamin, 1983: 242).
CC
Los deterministas buscaron pruebas en caracteres anatómicos creados por la
evolución biológica. Pero trataron de emplear la anatomía para hacer inferen-
cias acerca de unas capacidades y conductas que ellos vinculaban con la ana-
tomía, y que nosotros consideramos de origen cultural. (Gould, 1997:319).
CC
Desde fines del siglo XIX, la medicina pediátrica y la naciente psicología infan-
til procuraron explicar las dificultades y fracasos escolares estructurando todo
un sistema teórico fundado en la siguiente premisa: los orígenes de los pro-
blemas que la escuela se plantea acerca de los niños deben buscarse en las
características de estos últimos (Centre de Recherche de l’Éducation Spécialisée,
Cresas, 1986: 47).
CC
[…] como si pudieran delimitarse las posibilidades de ser educado, --esto es
de aprender y desarrollarse-- de un sujeto sobre la base exclusiva de sus su-
puestos atributos personales. Recíprocamente, las situaciones educativas son
vistas de modo naturalizado o cosificado, como si consistieran realmente en
contextos naturales de aprendizaje […] para esta concepción si un sujeto fra-
casa en sus aprendizajes en el contexto natural para hacerlo, algo ha de estar
alterado en su naturaleza de aprendiz, es decir, en su capacidad de aprender,
en su posibilidad de ser educado, al fin en su educabilidad” (Baquero, 2000:
11. Itálicas en el texto fuente).
Debido a este razonamiento falaz que analiza Baquero, el fracaso escolar ter-
mina caracterizado como resultado de un problema que porta el sujeto a título
individual (su “sobreedad”, su lengua, su comportamiento…), y el fracaso
masivo acaba siendo una suma de fracasos individuales, un efecto agregado
de los déficits, retardos madurativos, retrasos intelectuales, dificultades de
aprendizaje, etc., que portan individualmente los alumnos.
LECTURA OBLIGATORIA
2.
KK Relaciones entre riesgo educativo y condiciones de la escolarización
CC
Para que los niños puedan ir a la escuela y participar exitosamente de las clases
es necesario que estén adecuadamente alimentados y sanos, que vivan en un
medio que no les signifique obstáculos a las prácticas educativas, y que hayan
internalizado un conjunto de representaciones, valores y actitudes que los dis-
pongan favorablemente para el aprendizaje escolar. Dicho conjunto alude a la ca-
pacidad de dialogar, conocer el idioma en que se dictan las clases, tratar con ex-
traños, reconocer la autoridad del maestro, “portarse bien”, respetar normas
institucionales, asumir compromisos, reconocer el valor de las obligaciones, de-
positar la confianza en otros, etc. Por último, se requiere de los alumnos capaci-
dad de adaptación a un entorno múltiple y cambiante y capacidad de individuali-
zación y autonomía. La experiencia escolar, tal como la conocemos hoy en
nuestros países, presupone un niño con un conjunto de predisposiciones desa-
rrolladas previamente en el seno de su familia. (Tedesco y López, 2002: 10).
LECTURA OBLIGATORIA
Cada nivel educativo, por su parte, presenta sus avatares característicos, que
podemos representar del siguiente modo:
3.
Referencias bibliográficas
Referencias web
López, N. y Tedesco, J. C. (2002), Las condiciones de educabilidad de los niños y
adolescentes en América Latina. Documento para discusión-versión preliminar.
[en línea]. Buenos Aires. IIPE-UNESCO. Disponible en: <www.iipe-buenosaires.
org.ar/system/.../educabilidad.PDF> [Consulta: 29 diciembre 2012].
Otras referencias
Youtube. <http://www.youtube.com/watch?v=hMAVtFGpAoA>. [Consulta: 30
diciembre 2012]. Descripción: segmento de la disertación de Flavia Terigi
en el Observatorio de la Violencia Escolar del Ministerio de Educación
de la Nación, el 25 de octubre de 2010, en el que expone la definición
situacional del aprendizaje, la falacia de la abstracción de la situación, y
los análisis pertinentes sobre la sobreedad y el embarazo de las alumnas
adolescentes como situaciones de “riesgo educativo”.