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“Hermilio Vandizan”

APELLIDOS : Gòmez Bailòn

NOMBRES : Denis

GRADO : 4to

SECCIÒN : “C”

AÑO : 2018

PROFESOR :

TRABAJO : H.G.E

“Año del Diàlogo y Reconcilianciòn Nacional”


Fallo de la Corte de La Haya sobre la
delimitación marítima entre Chile y Perú

El fallo de la Corte de La Haya sobre la delimitación marítima entre Perú y Chile es


una sentencia dictada por la Corte Internacional de Justicia el 27 de enero de 2014,12
mediante la cual se resolvió el caso concerniente a la delimitación marítima entre la
República del Perú y la República de Chile,3 iniciado por la primera el 16 de
enero de 2008,4 y que involucraba un área marítima —y su correspondiente espacio
aéreo— de aproximadamente 67 139,4 km², de los cuales unos 38 000 km² eran
considerados como mar chileno y 28 471,86 km² como alta mar.
Por la sentencia se decidió que el punto de inicio del límite marítimo entre el Perú y Chile
es la intersección del paralelo geográfico que cruza el «Hito n.º 1» con la línea de bajamar,
y que la frontera marítima sigue el paralelo que pasa sobre el Hito n.º 1 hasta un punto
situado 80 millas marinas de distancia, a criterio de la corte dicha decisión se encuentra
sustentada en los acuerdos jurídicamente vinculantes y la práctica bilateral entre ambos
países que prueban la existencia de una delimitación marítima efectuada por las partes.
Después de la milla 80 la corte fija de nuevo un límite que continúa en dirección suroeste
sobre una línea equidistante desde las costas de ambos países hasta su intersección con
el límite de las 200 millas marinas medidas desde las líneas de base de Chile y,
posteriormente, continúa hacia el sur hasta el punto de intersección con el límite de las 200
millas marinas medidas desde las líneas de base de ambos países. La Corte emite su
sentencia sin determinar las coordenadas geográficas precisas, disponiendo que sean las
propias partes las que procedan a determinar tales coordenadas de conformidad con el
fallo, lo cual ocurrió el 25 de marzo de 2014.
En consecuencia, adjudicó al Perú un área marítima total de algo más de 50 000 km² —
equivalente a la superficie terrestre de Costa Rica o Eslovaquia—, que pasó formar parte
de las zonas marítimas peruanas, y que hasta entonces se distribuía en dos sectores de
condición jurídica distinta: el primer sector, con una superficie aproximada de 22 000 km²56
—equivalente a la superficie terrestre de El Salvador—, era considerado por Chile como
parte de su zona económica exclusiva, y por tanto, explotado como mar patrimonial; en
cambio, el segundo sector, de 28 471,86 km²5 —equivalente a la superficie terrestre
de Guinea Ecuatorial—, era considerado por Chile como parte de la alta mar, es decir, un
área oceánica abierta a todos los países. Como contraparte, el fallo ratificó la soberanía y
los derechos soberanos de Chile sobre 16 352 km² de mar que ya poseía y explotaba
desde hacía décadas, siendo esta mayormente el área situada a menor distancia a la
costa y que, por tanto, corresponde a la más rica en recursos pesqueros del total de aguas
en controversia.5
Conforme al Derecho internacional, el fallo es obligatorio para las partes,78 las cuales están
comprometidas a cumplirlo,9 habiendo quedado sometidas a la jurisdicción de la Corte
Internacional de Justicia en virtud del Pacto de Bogotá.
Antecedentes
El 16 de enero de 2008,4 el gobierno de la República del Perú —bajo la presidencia
de Alan García— inició el contencioso, interponiendo una demanda contra la República de
Chile —bajo la presidencia de Michelle Bachelet— ante la Corte Internacional de
Justicia —con sede en La Haya, Países Bajos—, principal organismo judicial de
la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En dicha demanda, el Perú solicitó a la Corte que determinara el trazado de la frontera
entre las zonas marítimas de los dos Estados, de conformidad con el Derecho
internacional, reclamando de esa forma que se le reconociera derechos soberanos sobre
un área marítima que estaba siendo explotada económicamente por Chile —pues
estimaba que la frontera marítima aún no había sido definida, y que los tratados que Chile
invocaba como acuerdos limítrofes eran sólo como acuerdos pesqueros—, y que
concluyera y declarase que el Perú poseía derechos soberanos exclusivos en el área
marítima situada dentro del límite de 200 millas náuticas desde su costa, pero fuera de
la zona económica exclusiva de Chile o de la plataforma continental —que Chile
consideraba como alta mar, por estar a mayor latitud que el paralelo que señalaba como
frontera marítima entre ambos países—.4
Perú consideraba que lo adecuado era trazar el límite marítimo mediante una «línea
equidistante», forma de delimitar las fronteras oceánicas según las directrices contenidas
en el «Manual Sobre los Aspectos Técnicos de la Convención de las Naciones Unidas
sobre el Derecho del Mar», publicado en 1982; allí se indica que el término entre dos
países sería una línea cuyos puntos equidistan, es decir, se sitúan a igual distancia tanto
del punto más próximo de un país como del punto más próximo del otro. Estos puntos de
cada país no necesariamente son puntos costeros, sino que se trata de puntos sobre
las líneas de base rectas, a partir de las cuales se mide la anchura de cada mar territorial.
Estas líneas de base, en el borde costero de tipo adyacente del norte de Chile y sur del
Perú, se encuentran muy próximas a la ribera del mar.
Mediante su memoria y réplica,1011 la República del Perú pidió a la Corte que concluyera y
declarase que: En el Perú, el área indicada en su segunda petición se denominó «triángulo
exterior» o «triángulo externo».
Por su parte, mediante su contramemoria y dúplica,1213 la República de Chile pidió a la
Corte que desestimara las peticiones del Perú en su totalidad, y que concluyera y
declarase que:
La Corte
La sentencia fue dictada por la Corte Internacional de Justicia, principal organismo judicial
de las Naciones Unidas, la cual posee jurisdicción universal, comenzó sus actividades
en 1946 y que tiene sede en el Palacio de la Paz, en la ciudad de La Haya (Países
Bajos)....
Para conocer el caso y pronunciar esta sentencia, la Corte estuvo integrada por 14 jueces
titulares y 2 jueces ad hoc. Los jueces responsables del fallo fueron los siguientes:
Presidente

 Peter Tomka (de Eslovaquia).


Vicepresidente

 Bernardo Sepúlveda Amor (de México).


Jueces

 Hisashi Owada (de Japón);


 Ronny Abraham (de Egipto);
 Kenneth Keith (de Nueva Zelanda);
 Mohamed Bennouna (de Marruecos);
 Leonid Skotnikov (de Rusia);
 Antônio A. Cançado Trindade (de Brasil);
 Abdulqawi Ahmed Yusuf (de Somalia);
 Xue Hanqin (de China).
 Joan Donoghue (de Estados Unidos);
 Giorgio Gaja (de Italia);
 Julia Sebutinde (de Uganda);
 Dalveer Bhandari (de India);
Jueces ad hoc

 Gilbert Guillaume (de Francia, designado por Perú);


 Francisco Orrego Vicuña (de Chile).
Secretario

 Philippe Couvreur.
La sentencia
Comunicación[editar]
El día lunes 27 de enero de 2014, a partir de las 14:00 UTC, el presidente de la
Corte, Peter Tomka, dio lectura a un resumen de la sentencia,2 en una exposición
realizada en el Gran Salón de la Justicia del Palacio de la Paz, frente a las delegaciones
de ambos países litigantes, y que tomó cerca de dos horas.
La lectura del resumen se hizo en inglés, uno de los dos idiomas oficiales de la Corte, y
además se ofreció una traducción simultánea del mismo, no oficial, en español, en
consideración al idioma utilizado en los países litigantes.
Al finalizar la lectura del resumen, se hizo entrega a los agentes de ambos países de una
copia íntegra y oficial de la sentencia. La sentencia, redactada en francés e inglés, y cuyo
texto oficial es aquél en inglés, indica que fue dictada en el Palacio de Justicia, La Haya, a
27 de enero de 2014.1

Decisión
La Corte decidió:

1. Por 15 votos a 1 (Gaja), que el punto de inicio de la frontera marítima es la


intersección del paralelo de latitud que cruza el Hito Nº 1 con la línea de bajamar.
2. Por 15 votos a 1 (Sebutinde), que el segmento inicial de la frontera marítima sigue
el paralelo de latitud que pasa sobre el Hito Nº 1.
3. Por 10 votos a 6 (Tomka, Xue, Gaja, Sebutinde, Bhandari, Orrego Vicuña), que ese
segmento inicial corre sobre hasta un punto (Punto A) situado a la distancia de
80 millas marinas, desde el punto de inicio de la frontera marítima.
4. Por 10 votos a 6 (Tomka, Xue, Gaja, Sebutinde, Bhandari, Orrego Vicuña), que
desde el Punto A la frontera marítima continúa en dirección sudoeste sobre una
línea equidistante desde las costas de Perú y Chile hasta su intersección (Punto
B) con el límite de las 200 millas marinas medidas desde las líneas de base de
Chile. Luego, desde el Punto B, la frontera marítima continúa hacia el sur hasta el
punto de intersección (Punto C) con el límite de las 200 millas marinas medidas
desde las líneas de base de ambos países.
5. Por 15 votos a 1 (Orrego), que por las razones contenidas en el fallo (párrafo 189)
no es necesario resolver la parte final de la segunda petición del Perú (la del
«triángulo exterior»).
La Corte no especificó las coordenadas del punto indicado en la decisión 4, pero le asignó
el nombre de "Punto A". Dicho punto se encuentra a 80 millas marinas de la costa chilena
más próxima en el puerto de Arica, y a 45 millas marinas de la costa peruana más
cercana, esto es, el puerto de Ilo, en el Departamento de Moquegua. Tampoco especificó
las coordenadas de los puntos B y C.
La definición de los llamados puntos A, B y C hizo innecesario que la Corte se pronunciara
sobre la segunda solicitud peruana, por falta de objeto (punto decisorio 5), ya dicha área le
fue otorgada conforme a los puntos anteriores de la decisión (puntos decisorios 3 y 4).
La Corte señaló (párrafo 175) que no está llamada a tomar una posición en cuanto a la
ubicación del Punto Concordia, donde empieza la frontera terrestre entre ambos países, e
hizo presente que podría ser posible que el punto antes mencionado no coincida con el
punto de partida de la frontera marítima, que ella misma definió, sin embargo, observó que
tal situación sería consecuencia de los acuerdos alcanzados entre las partes.
Detalles del fallo[editar]
Algunos detalles de la lectura del fallo efectuada por el presidente de la Corte, Tomka,
fueron:
 Que las pronunciaciones unilaterales del año 1947 no establecen el límite marítimo
lateral entre ambos países.
 Que la Declaración de Santiago de 1952 es un tratado internacional, pero no definió
una frontera marítima lateral correspondiente a las zonas marítimas generales de los
países partes, y que sus disposiciones no van más allá de definir el límite de ciertas
zonas marítimas insulares con aquellas zonas marítimas generadas por las costas
continentales que comprenden dicha zonas marítimas. Sin embargo, indica que dichos
elementos podrían sugerir un desarrollo sobre un entendimiento de naturaleza más
general sobre su frontera marítima, a la luz de acuerdos posteriores.
 Que el Convenio sobre zona especial fronteriza marítima de 1954 reconoce en un
acuerdo internacional vinculante que ya existe una frontera marítima, siguiendo el
paralelo, pero no indica cuándo y de qué manera esa frontera fue acordada, de lo cual
se deduce que sólo refleja un acuerdo tácito al que habían llegado con anterioridad.
 Que la misma tampoco da ninguna indicación de la naturaleza de la frontera marítima
ni su extensión.
 Que ambos países pactaron una frontera marítima para todo propósito y que se
extiende necesariamente, siguiendo el paralelo, por lo menos, a la distancia hasta la
cual la actividad de pequeñas embarcaciones pesqueras era realizada entonces, en
consideración al objetivo específico del Convenio de 1954.
Anexos[editar]
Algunos de los jueces incluyeron, conforme al procedimiento ante la Corte, opiniones
separadas y disidentes, en donde se expresaban de manera particular y más
detalladamente su parecer sobre el fallo de la Corte y sus posiciones respecto a las
cuestiones debatidas, las cuales se incluyeron en anexos.

 El presidente Tomka añadió una declaración sobre el fallo de la Corte:14 en esta


manifiesta su acuerdo con la decisión de la Corte, según la cual, la frontera marítima
entre el Perú y Chile inicia en la intersección entre el paralelo de latitud que pasa por el
Hito Nº 1 y la línea de bajamar, y con que la frontera marítima sigue el paralelo de
latitud; sin embargo, difiere de sus diez colegas en cuanto se decidió que la frontera
acordada termina a una distancia de 80 millas contadas desde su punto de inicio,
manifestando su imposibilidad de apoyar el trazado de la frontera marítima
efectuado de novo desde ese punto hacia adelante.2
 El vicepresidente Sepúlveda-Amor agregó una declaración sobre el fallo de la Corte:15
en esta expresa serias reservas en relación con el razonamiento de la Corte que
sustenta la existencia de un acuerdo táctico sobre la delimitación marítima.2
 El juez Owada añadió una opinión separada al fallo de la Corte:16 en esta señala que,
aceptado las conclusiones contenidas en los párrafos operativos del falo, no le es
posible asociarse completamente con el razonamiento que precede las conclusiones
de la Corte en relación con la delimitación concreta de la frontera marítima entre el
Perú y Chile.2
 El juez Skotnikov agregó una declaración sobre el fallo de la Corte:17 en esta expresa
que ha votado a favor de las conclusiones de la Corte en la cláusula operativa del fallo;
sin embargo, no está acuerdo con el tratamiento que la Corte hizo del asunto relativo a
la extensión de la frontera marítima entre el Perú y Chile; no está convencido con el
argumento de la Corte, según el cual, el estado de aceptación internacional general en
relación con los derechos marítimos de los Estados durante los años 1950 indica que
era poco probable que las Partes hubieran establecido sus fronteras marítimas hasta
una distancia de 200 millas náuticas; tampoco está convencido con el tratamiento que
le otorgó la Corte a varias prácticas, entre ellas, actividades pesqueras y de ejecución,
como determinativas de la extensión de la frontera marítima acordada; y concluye que
dado que el tratamiento otorgado por las Partes a la extensión de la frontera marítima
acordada carece de la claridad que hubiera sido esperada, ha sido posible para él
sumarse al voto favorable mayoritario al tercer párrafo operativo.2
 Los jueces Xue, Gaja, Bhandari y el juez ad hoc Orrego Vicuña añadieron una
opinión disidente conjunta al fallo de la Corte:18 en esta consideran que, del texto
del párrafo IV de la Declaración de 1952 sobre Zona Marítima (la Declaración de
Santiago) implica que el paralelo que paso sobre el punto en que llega al mar la
frontera terrestre representa la frontera lateral entre las Partes como consecuencia
de las zonas marítimas generadas por sus costas continentales; sobre la base de
las reclamaciones marítimas de las Partes según fueron consagradas en la
Declaración de Santiago, esta frontera se extiende hasta 200 millas náuticas;
algunos acuerdos subsiguientes entre las Partes confirman esta interpretación de
la Declaración de Santiago, en particular, el Convenio de 1954 relativo a la Zona
Especial Fronteriza Marítima (el Convenio de 1954), el Protocolo de Santiago de
Adhesión a la Declaración sobre “Zona Marítima” (el Protocolo de 1955) y el acta
de 1968 sobre la instalación de faros entre el Perú y Chile (el acta de 1968).2
 La juez Donoghue agregó una declaración sobre el fallo de la Corte:19 en esta
destaca que los argumentos de ninguna de las Partes resultaron convincentes
para la Corte; observa que las Partes no abordaron la existencia o los términos de
un acuerdo tácito, y no presentaron evidencia enfocada específicamente en la
extensión de esa frontera; que ninguna de las Partes abordó la posibilidad de que
el segmento inicial de la frontera marítima hubiera sido establecida mediante
acuerdo de las Partes, dejando que la parte restante del límite fuera determinado
sobre la base del Derecho internacional consuetudinario; por ende, la Corte
abordó estas cuestiones sin el beneficio de los puntos de vista de las Partes.2
 El juez Gaja añadió una declaración sobre el fallo de la Corte:20 en esta indica que,
tal como fue explicado en la opinión disidente conjunta, la delimitación marítima
entre Chile y el Perú de conformidad con la Declaración de Santiago sigue el
paralelo del punto en que llega al mar la frontera terrestre; aunque por razones
prácticas las Partes posteriormente han utilizado un hito ubicado cerca de ese
punto para los propósitos de identificar su frontera marítima, no existe evidencia de
que ellos alguna vez alcanzaran un acuerdo para adoptar como punto de partida
un punto diferente al referido en la Declaración de Santiago.2
 La juez Sebutinde agregó una opinión disidente al fallo de la Corte:21 en esta
expresa su desacuerdo con las conclusiones de la Corte en relación con los
méritos de la disputa según fueron expuestos en los puntos 2, 3 y 4 del párrafo
operativo del fallo; en particular, está manifiesta su desacuerdo con la conclusión
de la Corte, según la cual, sobre la base del acuerdo tácito entre las Partes, es
posible colegir que una frontera marítima general ya existe entre las Partes a lo
largo del paralelo de latitud que pasa sobre el Hito Nº 1; y considera que la Corte
debió haber determinado la totalidad de la frontera marítima entre las Partes de
novo, aplicando al efecto su bien establecido método de delimitación de tres
pasos, con el propósito de alcanzar un resultado equitativo.2
 El juez ad hoc Guillaume añadió una declaración sobre el fallo de la Corte:22 en
esta señala que está de acuerdo con la decisión de la Corte y comparte el enfoque
que ella ha adoptado y, adicionalmente, explica que también ha aceptado la
solución adoptada por la Corte en relación con el punto de inicio de la frontera
marítima; añade, sin embargo, que esto de ninguna forma prejuzga la ubicación
del punto inicial de la frontera terrestre y cuya determinación no corresponde a la
Corte; las Partes difieren en la ubicación de este punto y él tiende a creer que no
está ubicado en el Hito Nº 1, el cual está localizado tierra adentro, sino en el punto
de intersección entre el Océano Pacífico y un arco con un radio de 10 km que
tiene su centro en el puente sobre el río Lluta.2
 El juez ad hoc Orrego Vicuña emitió una opinión separada sobre el fallo de la
Corte, en parte concurrente y en parte disidente:23 en esta explica aquellos
aspectos del fallo con los cuales concurre y aquellas materias con las que disiente.
Entre las primeras se encuentra, en primer lugar, el punto de inicio de la
delimitación marítima, establecida en el punto en que el paralelo que pasa sobre el
Hito Nº 1 se interseca con la línea de bajamar; igual importancia le agrega al
reconocimiento del paralelo como un criterio para efectuar la delimitación marítima
hasta una cierta extensión; la de reconocer la existencia de una frontera marítima
única, y que el Dominio Marítimo sea aplicado de forma concordante con la
Convención sobre el Derecho del Mar. La disidencia se refiera al establecimiento
del punto final del paralelo utilizado para efectuar la delimitación marítima a una
distancia de 80 millas náuticas, una decisión que no encuentra soporte en el
Derecho aplicable bajo las Declaraciones presidenciales de 1947, la Declaración
de Santiago de 1952 y el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de
1954, o en la práctica abundante tanto de Perú como de Chile; además, el efecto
combinado de la línea equidistante que el falló siguió desde el punto final del
paralelo y el área del "triángulo exterior", cuando se añaden a los derechos
marítimos del Perú, generan como resultado una asignación desproporcional de
áreas marítimas a cada Parte.2
Reacciones al fallo
Declaraciones de los agentes ante la Corte
El agente peruano ante la Corte, Allan Wagner, fue el primero realizar una declaración tras
conocerse el fallo:
«Deseo agradecer al presidente de la Corte de Justicia, a los magistrados, y a todo el personal de
esta prestigiosa institución por la dedicación que han puesto durante estos seis años para solucionar
el conflicto marítimo entre Chile y Perú» [...]
«La apreciación oficial será dada a conocer por el presidente de la República y la canciller en las
próximas horas».24

El agente de Chile ante la Corte, Alberto van Klaveren, luego de que la sentencia fuere
comunicada, señaló que:
[...] «La Corte ha reafirmado la vigencia del paralelo limítrofe que pasa del Hito número 1, como la
frontera marítima de Arica para todo efecto. Eso es suelo, subsuelo y columna de agua» [...]
«La Corte Internacional de Justicia también ha efectuado una modificación del límite de 200 millas,
reduciendo la extensión del paralelo. Lamentamos profundamente esta resolución que, en nuestra
opinión, carece de fundamento».25

Declaraciones oficiales y otras reacciones[editar]


En Chile
El presidente en ejercicio, Sebastián Piñera, manifestó que:
«la Corte Internacional de Justicia de La Haya ha confirmado en lo sustancial los argumentos de la
posición chilena. En efecto, la Corte, por 15 votos a 1, ha reconocido la existencia de un acuerdo de
límite marítimo y que ese límite marítimo es, en parte, un paralelo geográfico. Y, adicionalmente,
también por 15 votos a 1, ha confirmado que ese paralelo pasa por el Hito 1 y no por el punto 266, y
que ese Hito 1 constituye el punto inicial del límite marítimo entre Chile y Perú... En consecuencia, la
confirmación por parte de la Corte de La Haya que la frontera marítima comienza en el paralelo del
Hito 1, ratifica nuestro dominio sobre el triángulo terrestre respectivo».26

Aseguró que el gobierno de Chile acatará el fallo de la Corte de La Haya, y que su


implementación se hará en coordinación con la presidenta electa Michelle Bachelet.6
El Ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno Charme, señaló que "lo que estamos
transfiriendo no es territorio, lo que vamos a entregar son sólo los derechos económicos
sobre eso, hoy día pesca, que significa el 0,1 % de la pesca que hay en esa zona".27
En el Perú
nmediatamente de darse a conocer el resultado del contencioso de límites, el expresidente
peruano Alan García celebró el fallo de la Corte de La Haya y pidió a mantener una
relación binacional armónica.28 Además, escribió un tuit en donde exclamó: «¡Justicia! En
este día de emoción, demos gracias a Dios con un Padre Nuestro por nuestra Patria. ¡Viva
el Perú!»29
El presidente en ejercicio, Ollanta Humala, aseguró que:
«[...] El triángulo exterior es nuestro. Hoy es una fecha histórica, en vísperas de celebrar el
bicentenario de la independencia del Perú. ¡Qué mejor que una instancia internacional reconocida,
como La Haya, que ha reconocido nuestros derechos soberanos, que ha reconocido la justicia de
nuestra causa y que hoy día nos permite modificar para bien el mapa de Perú!»30

Asimismo señaló que la sentencia de la Corte otorgó al Perú alrededor del 70 % de lo que
pretendía con la demanda.30 A su vez, uno de los abogados extranjeros que integraron el
equipo del Perú, el jurista italiano Tullio Treves, consideró que el fallo resultó «muy
favorable» para ese país, el cual según él ganó «al menos el 80 % del proceso».31
Si bien entre los peruanos las voces mayoritarias marcaban optimismo frente al resultado
del fallo, también hubo voces críticas, las que hicieron hincapié en que la Corte concedió la
zona próxima a la costa de Tacna (la más rica en recursos pesqueros) a la soberanía
chilena,32 siendo el área adjudicada al Perú frente a Tacna sólo rica en recursos pesqueros
de altura como el tiburón, perico, pez espada, pota, jurel y caballa.33
Los pescadores artesanales de Tacna. El presidente de su sindicato, David Patiño, señaló
que:
«Los pescadores (artesanales) no pueden costear el traslado hasta la zona que han considerado en
el fallo. Supongo que eso beneficiará a la pesca industrial que tiene las embarcaciones y el equipo
necesario. Solo les digo que el pescador artesanal no ha ganado nada».34

El Primer Ministro César Villanueva señaló al día siguiente del Fallo que "se tiene previsto
enviar buques de investigación a la zona y realizar “lo antes posible” acciones operativas
junto al Ministerio de la Producción y al Instituto del Mar del Perú (Imarpe). Indicó que:
“Podemos tomar posesión desde ahora mismo. Tenemos que trabajar en la investigación,
conocer mucho más esa zona y que los empresarios y pescadores puedan explotar (los
recursos hidrobiológicos)”.35 Esto, un día después que el Presidente chileno Sebastián
Piñera planteara la necesidad de “acuerdos entre las partes” para materializar la resolución
del tribunal internacional.36

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