You are on page 1of 15

CONSTITUCIÓN Y BLOQUE DE

CONSTITUCIONALIDAD:
Un nuevo sistema de integración material 1. El caso del ordenamiento
Constitucional Colombiano como único en la esfera jurídica.2

Luís M. Hoyos Rojas., Th.B3

Resumen

El Bloque de Constitucionalidad y su función integradora-material debidamente ratificada y


acrecentada por la Corte Constitucional Colombiana, añade hoy una consideración que
exalta el papel de los tribunales constitucionales como fuentes novadoras de los
ordenamientos Jurídicos contemporáneos. Desde esta perspectiva, el carácter vinculante
de la doctrina de la Corte Constitucional en la plasmación del Bloque de
Constitucionalidad y su función integradora, adapta hoy un parámetro que interpretará el
Consenso de Constitucionalidad. Siendo este caso un ejemplo de un fundamento
hermenéutico para el contexto constitucional latinoamericano.

1
**CUM LAUDE. Máxima distinción. Calificación de Excelencia a esta Investigación Jurídica en el IV
Congreso Internacional de Teoría y Derecho Constitucional. Distinción otorgada por la Escuela de Derecho de
la Universidad de Chile. Ana María García, PhD. Santiago, Agosto de 2009.
2
*PONENCIA MERITORIA. Primer Lugar. Calificación de Excelencia. I Congreso Internacional de Teoría y
Derecho Constitucional realizado en la Universidad de Santander (UDES). Dr. Carlos Gaviria Díaz, Jaime
Vidal Perdomo y Horacio Serpa. Bucaramanga, Santander. Octubre 24 de 2008.
3
Theology Bachelor., Th.B. (Teólogo Licenciado). Seminario Abierto Internacional Reina Valera, Houston
Texas, (USA). Estudiante de 9º Semestre del Pregrado en Derecho de la Universidad del Norte, Barranquilla.
Estudiante Distinguido (ED). Lista de la decana 2007, becario Uninorte-Pregrado. Ex Director del
Departamento de Teología y Ciencia Bíblica, Ministerio Internacional El Buen Samaritano. Rosa de Plata y
Sello de Oro otorgada por la comisión Reina-Valera (USA) en Investigación Teológica, 2009. Monitor de las
cátedras de Teoría Constitucional e Inst. Políticas, Teoría y Org. del Estado, Introducción al Derecho,
Interpretación Const. Y Legal, y Teoría del Proceso. Miembro de Clínica Jurídica del Consultorio Jurídico y
Centro de Conciliación de la Universidad del Norte. Miembro del Grupo de Investigación en Derecho y Ciencia
Política (GIDECP) en calidad de Estudiante Investigador, Plataforma ScientiCol de Colciencias para
investigadores. (CvLac, 2009). Estudiante en Formación. Áreas prevalentes: **Constitucionalismo y Filosofía
Jurídico-Política, Teoría General del Derecho y del Proceso, Investigación Jurídica y Sociojuridica, Procesos
Constitucionales y Derecho Familiar y Sucesoral. Correspondencia: Universidad del Norte, Km 5, vía Puerto
Colombia, Barranquilla (Colombia). lmhoyos@uninorte.edu.co. Tel. 3017060738

1
I. INTRODUCCION.

El Derecho Constitucional como un orden autónomo entendido constituye la rama


esencial y principal del Derecho político (RODRIGUEZ RODRIGUEZ, 2003) y de
todo un sistema normativo integracionista. Es un derecho que implica un “todo” en
el marco de la existencia de un Estado Constitucional al establecerse como
fuente-base y pilar que determina la sostenibilidad de un ordenamiento
interconectado (L., 2002), que sigue sus principios rectores de los cuales se
desprenden los puntos de partida de los demás sistemas que constituyen un
amplio orden jurídico.
Bajo esta concepción quiero generar una seria de reflexiones sobre un tema
general del Derecho Constitucional que delimita la autoconstatación y construcción
de un ordenamiento jurídico “Garantista” (DWORKIN, 1992), que establezca
beneficios, obligaciones y responsabilidades frente a circunstancias en las que sin
aparecer formalmente en el articulado del Texto Constitucional, sean utilizadas
como parámetros rígidos, casi pétreos, que encierren la aplicabilidad de las leyes
y disposiciones existencialmente formales de frente a supuestos jurídicos no
previstos por las normas legisladas desde el sistema interno de derecho público.
Desde este análisis este documento fue animado por la comprobación de un
hecho acusado en la academia y señalado en la esfera judicial, lo cual logra
determinar que concepciones y criterios que permiten teóricamente definir el
concepto de -Colombia: Estado Constitucional ó cualquier otro sistema jurídico
comparado- puedan ser reflejados en la realidad normativa, desde una visión
constitucional aspiracional. (GARCIA VILLEGAS, 2003).
Dentro de esta óptica jurídico-política, las omisiones de aquellos Actos Jurídicos
Constitucionales (GARCIA ALVAREZ, 1994) analizados teóricamente y no
reflejados en la realidad, generan un proceso que he denominado
Constitucionalización Nominal y/o Semántica, lo que muchos constitucionalista

2
suelen denominar -consenso constitucional ficticio- (PEREZ ROYO, 2003); al
quedar solo plasmada en una Teoría pura y dogmática una determinada
disposición constitucional que no tiene eficacia en la realidad jurídica.
En concepciones básicas, la figura es el Bloque de constitucionalidad. Sin duda,
siendo una de las más diestras y bellísimas institucionalizaciones materiales de
Derecho, dada por el ejercicio instituyente y poder de la Jurisprudencia
Constitucional Colombiana “Caso Colombiano”, aún no ha captado de manera
suficiente la atención de la doctrina internacional, como lo es caso del Sistema
Constitucional Chileno, -donde no es igualmente aplicable-. Lo que genera menos
praxis constitucional y jurídica que enseñen su concepto e ilustren su operatividad,
de forma que su aplicabilidad moldee al Estado en la figura de un verdadero
Estado Constitucional de Derecho, como lo ha logrado el Sistema Constitucional
Colombiano dentro de concepciones mininas.

II. EL BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD Y SU ESENCIA


IUSNATURALISTA.
Puede pensarse en razón, que el concepto de Bloque de Constitucionalidad
siempre ha existido. Como exigencia lógica es claro pensar que la noción “bloque”
nos remitirá a un concepto que demarca “conjunto y la expresión
“Constitucionalidad” establecerá una armonía y efectividad de ese “agrupamiento”
con alguna disposición que se interpretará o presumirá legal, material y
formalmente válida.
Unido a esto, se podrían tomar las figuras de las diferentes escuelas o
planteamientos del derecho natural al concebirse la existencia de un “conjunto o
agrupamiento” de un derecho conformado por principios, postulados y otros que
materializan la existencia de los Estados y Constituciones de hoy. Tomándose
como una agremiación en “Bloque” de principios rectores de carácter superior
sustentados en postulados teológicos, cosmológicos, racionales, etc; que obligan
al derecho positivo a -Constituir- dentro de sus fundamentos Estatales, a este

3
sistema superior como fundamento de toda su estructura y organización
(RESTREPO PIEDRAHITA, 1998).
Si analizamos la esencia del bloque de Constitucionalidad en un sentido preciso,
es claro que no entra en contradicción con lo que he definido con anterioridad
respecto a una existencia con anterioridad al Derecho Constitucionalizado
(VERGOTTING., 2002). La realidad jurídica y jurisprudencial nos podrá definir que
sólo la concepción de Bloque de Constitucionalidad. Esa es la realidad jurídico-
jurisprudencial, es cierta. Pero, parto del rudimento filosófico en calificarme
creyente de la existencia y esencia del Bloque de Constitucionalidad a partir de la
existencia del Derecho Natural. Al establecerse que el Bloque de
Constitucionalidad es un orden autónomo, situado y coordinado al lado de la
Constitución el cual responde a unos factores reales de legitimidad por principios.
Como una extensión de la Carta Política y con elevación Constitucional,
corresponderá precisar entonces que la configuración iusfilosofica que justifica la
existencia del Bloque de Constitucionalidad dota al Derecho Constitucional de una
base axiológica para que la asunción de derechos-subjetivo-valor, sean las
fuentes formales directas de este sistema.
Así entonces, El Bloque de Constitucionalidad, trae un conjunto de concepciones
que se remiten expresamente al derecho natural y que en ultimas son integradas a
la norma constitucional por vías de derecho (HABERMAS, 1998) pero que,
taxativamente no se encuentran tipificadas en la norma fundamental.
Respecto a esto, el primer concepto del Bloque de Constitucionalidad, se
desprendería según esta visión, del i) Derecho Natural de corte aspiracional.

El Artículo 94 de nuestra constitución al establecer que la enunciación de los


derechos y garantías enmarcadas en la carta política no son suficiente respecto al
concepto de dignidad humana y derechos atribuibles al hombre; nos remite a un
conjunto de disposiciones que se enmarcan desde un “derecho superior” que
determina la validez a las actuaciones de las normas del sector interno.

4
La aplicación de un conjunto de disposiciones que coaccionan el actuar legítimo
estatal en pro de la no vulneración de derechos tutelables al ser humano es la
primera faceta reconocible que demuestran que el Bloque de Constitucionalidad
no es una institución creada a partir de construcciones e interpretaciones
netamente jurisprudenciales.
Podríamos entonces dilucidar que, -ese conjunto de disposiciones- a los cuales
hoy llamamos “tratados, principios de derechos humanos y otros adaptados a la
legislación de forma material, utilizando al bloque como filtro”, tienen una
reglamentación constitucional fáctica que los exteriorizó y lo sacó del anonimato
iusfilosófico. Pues,
¿Cómo es considerable pensar que existen normas -no encontradas- en la norma
constitucional que se adaptan a nuestro ordenamiento jurídico en el mismo rango
de las expresamente encontradas en ella?,
Esta tesis que sostengo en que el bloque era aplicado mucho antes en que
apareciera como institución jurídica mediante adaptación jurisprudencial, es
ampliamente compartida por la Corte Constitucional mediante Sentencia C-
574/92 del Magistrado Ponente: Ciro Angarita Barón. Al considerar que:
“Los valores y principios incluidos en el texto constitucional cumplen la función de
asegurar la permanencia y obligatoriedad del contenido material de la
Constitución. Aquí se refleja la voluntad constituyente de hacer obligatorio el
respeto de principios considerados como universales e inherentes a la persona,
cuya obligatoriedad va más allá de las Contingencias propias del ordenamiento
jurídico nacional”. La referencia a valores y principios constitucionales y
supraconstitucionales, se explica como una pretensión enérgica de los
constituyentes acerca de la validez material de la Constitución que en opinión de
Bachof: «implica un orden de valores que ha sido considerado por la
Constitución como anterior a ella misma (...)».

5
III. EL BLOQUE DE CONSTITUCIONALIDAD Y SU ESENCIA JURIDICO-
JURISPRUDENCIAL. CASO COLOMBIANO I.

El concepto jurídico del Bloque de Constitucionalidad que es ampliamente


desarrollado por la Corte Constitucional en la Sentencia C-225/95, C-578/95, C-
538/97 y C-191/98 Determinan:
“El Bloque de Constitucionalidad se refiere a aquellas normas y principios que, sin
aparecer formalmente en el articulado del texto constitucional, son utilizados como
parámetros del control de constitucionalidad de las leyes, por cuanto ha sido
normativamente integrado a la Constitución, por diversas vías y por mandato de la
propia Constitución….. Esto es normas situadas al mismo nivel de la Constitución.”
Es este el punto de partida en donde la Corte Constitucional ratifica al Bloque de
Constitucionalidad como orden anterior a todas las disposiciones constitucionales
de hoy, es el elemento esencial que genera el consenso de constitucionalidad que
recubre a los Estados Constitucionalizados. Al determinar entonces que es
utilizado como parámetro del control de constitucionalidad de las leyes, esta
determinando la esencia y el peso del Bloque de Constitucionalidad como
institución jurídica, reafirmado con esto la hipótesis establecida respecto a la
fundamentación iusnaturalista.
Sencillamente la Corte da ha comprender que la necesidad de integrar un orden
de valores considerado por la Constitución como anterior a ella misma (Art. 94
CP, Sentencia C-574/92) que establezca los parámetros rígidos a la hora de
generar las interpretaciones de las disposiciones legales y así mismo
constitucionales, normativamente hará que esos principios fundamentales y puros
integren la función de Umbrales Rectores que siendo aplicados por las vías
legales y jurisprudenciales o en su sentido rígido, por mandato de la propia

6
Constitución, establezcan las garantías y la validez en el actuar legitimo del
Estado.
IV. LAS FUNCIONES INTEGRADORAS DEL BLOQUE DE
CONSTITUCIONALIDAD. CRITERIOS DE UNA HERMENEUTICA
CONSTITUCIONAL. CASO COLOMBIANO II.
Puesta así las cosas, el tema del Bloque de Constitucionalidad creado por dos
concepciones las cuales generan I) validez y fundamentación y II) aplicación
práctica y exigibilidad unifican un criterio que plantea coordinación y
complementación entre ambos conceptos cuando al desarrollo de un mismo fin
constitucional.
Desde esta perspectiva los principios y valores que definimos con anterioridad
repercutirán de manera directa al ordenamiento Estatal tomando de esas normas
“supranacionales” para ser adaptadas a un orden interno. En desarrollo de esta
situación, la armonización de estos fines garantistas supranacionales a los cuales
debe someterse el Estado, es que llamada ha operar la Función Integradora del
Bloque de Constitucionalidad como verdadero empleo y aplicabilidad de esta
instauración jurídica. Respecto de esta se puede establecer las siguientes
subfunciones las cuales he denominado A) Función Integracional
Incondicionada y B) Función Integracional Fáctica Eminente.

A) FUNCIÓN INTEGRACIONAL INCONDICIONADA.


Son seis los Artículos de la Constitución Política de Colombia que definen la
adopción de “Principios, Valores, Estándares, Umbrales Fundamentales” o
bien llamados “Normas Supranacionales” de un orden superior basados en el
Derecho Natural o en el desarrollo de estos tiempos, materializadas en Normas de
Derecho Internacional al orden interno:
i) El Articulo 9, el cual reconoce que “Las relaciones exteriores del
Estado se fundamentan en la soberanía nacional, en el respeto por la
autodeterminación de los pueblos y en el reconocimiento de los
principios del Derecho Internacional aceptados por Colombia”;

7
ii) El Articulo 93, según el cual “Los tratados y convenios internacionales
ratificados por el congreso, que reconocen los derechos humanos y que
prohíben su limitación en los estados de excepción, prevalecen en el
orden interno. Los derechos y deberes consagrados en esta Carta, se
interpretarán de conformidad con los tratados internacionales sobre
derechos humanos ratificados por Colombia”
iii) El Articulo 94, que establece que “La enunciación de los derechos y
garantías contenidos en la constitución y en los convenios
internacionales vigentes, no debe entenderse como negación de otros
que siendo inherentes a la persona humana, no figuren expresamente
en ellos.”
iv) El Articulo 214, que al regular los estados de excepción dice en su
numeral 2: “No podrán suspenderse los derechos humanos ni las
libertades fundamentales. En todo caso se respetarán las reglas del
derecho internacional humanitario”.
v) El Articulo 53, que preceptúa: “Los convenios internacionales del
trabajo debidamente ratificados hacen parte de la legislación interna” y
A partir de los mencionados artículos se establece el acercamiento de nuestro
orden en la aplicación de normas supranacionales al orden interno. Es decir,
estos artículos dan aplicación inmediata a ese conjunto de valores y principios en
la condición inexorable de ser integrados y aplicados al ordenamiento jurídico sin
ninguna restricción. La función integradora aquí no presenta oposición directa de
frente a disposiciones que quieran o pretendan resquebrajar lo pétreo de las
exigencias que establecen estas normas Constitucionales. Estas normas
imperativas permiten que el integracionismo Constitucionalista, predicado del
Artículo 9° propiamente manifiesto, establezca la relación del Estado Colombiano
con instituciones jurídicas en sentido estricto, que determinen la validez y eficacia
del ordenamiento de frente a la adopción de sistemas superiores que sirvan de
control Constitucional, Legal y Jurisdiccional de todas las disposiciones jurídicas y
políticas que conforman nuestro ordenamiento jurídico.

8
De esta manera la adopción de un tratado Internacional, de una disposición de
derecho internacional, de normas consuetudinarias de derechos humanos y
cualquier otra disposición que pretenda darle validez a los derechos adquiridos por
los ciudadanos del Estado Colombiano.

Frente a este tipo de función integradora derivada del Constituyente, los efectos y
aplicación del Bloque de Constitucionalidad no serán restringidos ni condicionados
de frente a otras disposiciones. Se trata de una integración absoluta, de una
adaptación de la legislación interna a las condiciones que materialmente
determinan la validez y protección de los derechos en el sentido estricto. -Aquí el
sistema interno en conjunto con el Bloque de Constitucionalidad trabajan en un
grado de coordinación, su aplicación no es condicionada por ninguna otra
disposición, es inmodificable producto de la voluntad que expresamente tipificó el
constituyente y es exigible en relación en que el orden jurídico interno debe estar
validado en la propia norma constitucional y en disposiciones superiores que
complementen su fin y objetivo como Estado Social de Derecho. (Art. 1° CP)

Así entendido y producto de este tipo de función integradora a la cual nada le es


contrario, es que la Corte Constitucional ha establecido Sentencias como la T-
402/92 y C-574/92 que establecieron que los convenios sobre derecho
internacional humanitario los cuales tienen carácter prevalente en la Legislación
Interna. A partir de las mencionadas jurisprudencias la Corte Constitucional
comenzó a interpretar los artículos de los cuales se deriva la Función
Integracional de Exigibilidad Incondicionada en los cuales encontraba el poder
legitimo para establecer que el Bloque de Constitucionalidad en Colombia
presenta una Integración absoluta respecto a su no contradicción con el
ordenamiento.

9
B) FUNCIÓN INTEGRACIONAL FACTICA.
En este segundo estudio respecto a esta función material, la determino como
aquella que es establecida por la Corte Constitucional o un Tribunal Constitucional
en la aplicación de sus Controles de Constitucionalidad manifestadas en sus
Jurisprudencias respecto a temas referente al Bloque de Constitucionalidad y los
Derechos Humanos.
Respecto a esta función, diré que es la operacional y exigiblemente obligatoria por
el peso de la Doctrina Constitucional y la importancia de la Jurisprudencia
Integradora de la Corte. Aquí la función integradora del Bloque de
Constitucionalidad es demarcada en una providencia de rango constitucional que
obliga al orden interno y demás jurisdicciones al mantenimiento del precepto
avalado como constitucional situado a nivel de grada Constitucional, pero
enmarcada en una providencia Constitucional (AROZAMENA, 1979).

Esta función del Bloque de Constitucionalidad, resulta de aplicación lindante a


casos muy puntuales, a escenarios jurídicos particulares y concretos que no se
derivan de la generalidad de las normas anteriormente definidas, sino que es una
función integrante que es delimitada por el Juez Constitucional a instancia de la
Corte Constitucional. (DIEZ PICASO, 1985).
Su aplicación sería prevista de la siguiente manera:
Artículo 93, Constitución Política establece:
“La enunciación de los derechos y garantías contenidos en la constitución y en
los convenios internacionales vigentes, no debe entenderse como negación de
otros que siendo inherentes a la persona humana, no figuren expresamente en
ellos.”
CASO HIPOTÉTICO:
 Presupuestos:
P: Persona Presuntamente Afectada.
Y: Situación Fáctica. “Reclamación de Pensión sin semanas cotizadas.”
Q: Derecho Fundamental a la Vida. (Principio 1)

10
X: Derecho a la Dignidad Humana. (Principio 2)
Z: Derecho al Mínimo vital.
 Ilustración:
P en la situación Y es sujeto de una violación inminente a los principios Q, X y
Z inherentes a P como persona humana. Jurídicamente la situación Y no está
expresamente tipificada y presenta una reglamentación que se opone a los
principios anteriormente establecidos por mandato legal.
FUNCIÓN INTEGRACIONAL INCONDICIONADA.
Por aplicación inmediata del Artículo 93 P puede acceder a principios, valores
y normas rectoras de Derechos Humanos que tutelen y casen su hecho con el
fin de suspender la violación y ordenar a la institución o persona que comete la
violación la previa indemnización y reparación. (Esta es una aplicación muy
General.)
FUNCIÓN INTEGRACIONAL FACTICA.
Corresponde al Juez Constitucional tutelar los Principios violados en
invocación de una norma “supraestatal” por autorización del Artículo 93,
integrada a la legislación interna, que suspenda la violación de los principios
demandados inherentes a la persona Humana. Cualquier Juez Constitucional
se manifestará tutelando el derecho efectivamente. Que para el caso de la
Corte Constitucional, será mediante Providencia. (Sentencias T).
Aquí puntualmente se establecerá la obligatoriedad y exigencia de la norma
“Supraestatal” invocada al caso, para regular de igual forma casos fácticos
eminentes. De esta forma se ve aquí, como el Bloque es un sistema de integración
y de aplicación del Derecho y los Derechos Fundamentales a casos puntuales,
visto de la hermenéutica Constitucional.
Desde este ejemplo, la sentencia tendrá fuerza vinculante (Carácter de Fuente
Formal de Derecho) para el caso de la Corte Constitucional, de la cual partirá una
construcción jurisprudencial que permitirá conocer nuevas concepciones.
Desde esta representación y comprendida la función integrante fáctica del Bloque
de Constitucionalidad, esta integración a dado como origen precedentes como: T-

11
402/92, C-542/92, T-295/93, C-337/93, C-179/94, C-225/95, C-578/95, C-600/95,
C-270/97, C-287/97, C-327/97, T-662/97, C-358/97, C-191/98, C-400/98, T-
568/99, C-1022/99, C-010/00, T-256/00, T-1490/00, C-567/00, T- 1319/01, C-
053/01, T-601/01, C-200/02, C-392-02, T-268/03, T-419/03, T-512/03, T-955/03,
C-034/04 y T-891/04.

V. CONSECUENCIAS DE UNA OMISIÓN HACIA BLOQUE DE


CONSTITUCIONALIDAD EN SU INTEGRACIÓN. CREACION
DOCTRINAL-JURISPRUDENCIAL COLOMBIANA.
Ante la imposibilidad de definir la incógnita planteada y siendo aconsejable
esperar a que el tiempo determinado en la historia constitucional vaya madurando
y moldeando esta figura jurídica, ciertos elementos que he permitido desarrollar e
interpretar de esta figura que mucho a aportado a la construcción de un
ordenamiento jurídico mas pleno y compacto, me permiten detectar una serie de
circunstancias que sucederían si la figura del Bloque es vislumbrada producto de
las omisiones en las que muchas veces suelen caer los Estados y con estos
muchos, quienes solo aplican “Lo que aparece formalmente en el articulado del
Texto Constitucional y Legal” omitiendo los derechos reconocidos de orden
superior.

Como hemos analizado la función de moldear la estructura del Bloque de


Constitucionalidad está a cargo de la Corte Constitucional, guardiana de la
integridad y supremacía de la Constitución, quien ha sido trascendental en la
consolidación del ordenamiento jurídico Colombiano en un plano muy superior. Es
así como la abundante y compleja jurisprudencia respecto al tema de esta
ponencia, ha permitido la consolidación de postulados y principios fundamentales
en afianzamiento de los fines esenciales del Estado Social de Derecho. Pero, en
el caso en que sus pronunciamientos susciten y respecto a esto la aplicación del
Bloque de Constitucionalidad, genere toda clase de polémicas, con opinión en
contra; generando que el desinterés por parte de este, obligue a la Corte

12
Constitucional a la consolidación de abundante jurisprudencia que involucrara
actos en los cuales repercutieran en el cuestionamiento de esta figura,
desplazando esta institución jurídica de toda la estructura del Estado y los
derechos y garantías de los asociados, en su actividad económica, política, social
y religiosa. Respecto a este supuesto considero que seria la zona cero, para el
nacimiento de lo que llamo la Constitucionalidad impura (GARCIA ALVAREZ,
1994).
Si bien en la actualidad se prevé la existencia de una teoría Constitucional que
establece el estudio introductorio a los lineamientos bases del Derecho
Constitucional legitimo, la aparición de una derogación de la figura del Bloque de
Constitucionalidad cambiaría y modificaría la Constitucionalidad de los Estados y
con estos sus Teorías Constitucionales.
Inicialmente se instituiría la existencia de condiciones distintas en materia de
garantías y seguridad jurídica, de respeto de los derechos fundamentales y de las
libertades públicas de acuerdo con sus especiales condiciones permanentes o
coyunturales, lo que estoy advirtiendo es que cada Estado, a la par que tiene
condiciones culturales, en ellas se reflejarían las consecuencias de un tratamiento
institucional y jurídico indiferente a la propia idiosincrasia Constitucional. Teoría
de la destrucción del Consenso de Constitucionalidad Estatal (RESTREPO
PIEDRAHITA, 1998).
Esta teoría de la destrucción del consenso de Constitucionalidad el cual no
soporta la Constitucionalidad del propio Estado y ni se preocuparía por estudiar las
bases de un constitucionalismo seguro que soporte sus nociones en instituciones
superiores determinaría la mayor vergüenza que puede sufrir un Estado, la cual
consistiría en detentar registros de inconstitucionalidades insuperables, que
determinarían las más altas tasas de trasgresión constitucional interna y
globalizada, de prevaricación común, terrorismo, secuestro, extorsión, corrupción,
desplazamiento forzado y violación a los derechos humanos y al Derecho
Internacional Humanitario, sin la mediación de políticas internacionales ni de

13
derecho “supraestatal” adaptables a la legislación interna que demanden
condiciones distintas en materia de seguridad jurídica y garantías.

Es decir, jamás inaplicables para el Estado que omite la aplicabilidad del Bloque,
que para el resto de los integrantes del conglomerado general internacional. Si se
prevé que un verdadero Estado social de derecho, debe tener iguales escenario
de seguridad jurídica, respeto en materia de garantías judiciales y sobre todo
preservación de los derechos fundamentales adquiridos, sólo que en orden a
asegurarlo para el resto de los ciudadanos, pueda concurrir en limitaciones
consagradas desde la Constitución las cuales deben reconocerse también en la
ley y naturalmente ser reconocidas por la Corte Constitucional como parte de esa
seguridad jurídica para garantizar el orden público, la convivencia pacífica y
alcanzar la paz.

Bibliografía
ALEXY, R. (1995). Intepretacion Juridica y Discurso Racional. Teoria del Discurso
y Derechos Humanos. Bogotá D.C.: Universidad Externado de Colombia.
AROZAMENA, J. (1979). Valor de la Jurisprudencia Constitucional. La
Constitucion Española y las Fuentes del Derecho. Madrid.
BOBBIO, N. (1984). Origen y Fundamento Del Poder Politico. Ciudad de Mexico:
Grijalbo.
DIEZ PICASO, L. (1985). Constitucion, Ley y Juez. Derecho Constitucional
Jurisprudencial. Madrid.
DWORKIN, R. (1992). Los Derechos en Serio. El Modelo de las Normas.
Barcelona: Gedisa.
GARCIA ALVAREZ, M. (1994). Constituciones Extranjeras Contemporáneas.
Madrid: Editorial Tecnos.
GARCIA VILLEGAS, M. (2003). Derecho y Sociedad en America Latina: Un
debate sobre los estudios criticos. Bogotá., D.C., Colombia: Ediciones
Derecho y Ciencias Politicas.
GUNTER, T. (2000). Derecho Reflexivo. Bogotá D.C.: Siglo del Hombre.
HABERMAS, J. (1998). Facticidad y Validez. Madrid: Siglo del Hombre.
ILLERAS, M. D. (2005). Convivencia y Cultura Ciudadana: Dos Pilares
Fundamentales del Derecho Policivo. . Barranquilla.: Revista de Derecho
No. 23. Ediciones Uninorte. .
L., D. (2002). Constitución, Poder Judicial y Responsabilidad. Centro de Estudios
Politicos y Constitucionales. Madrid: CEPC, Madrid.

14
PEREZ ROYO, J. (2003). Curso de Derecho Constitucional. . Madrid: Ediciones
Marcial Pons.
RESTREPO PIEDRAHITA, C. (1998). Mundializacion y Derecho Constitucional:
Para un paradigma de la Realidad Constitucional. Temas del Derecho
Publico. Bogotá D.C.: Universidad Externado de Colombia.
RODRIGUEZ RODRIGUEZ, L. (2003). Derecho Administrativo General y
Colombiano. Bogotá D.C, Colombia: Editorial Temis.
ROJAS ARBELAEZ, G. (1985). El Espiritu del Derecho Administrativo. Bogotá
D.C.: Editorial Temis.
VARIOS, A. (1999). Introduccion a una Teoria Constitucional del Control. Bogotá,
D.C. Colombia: Universidad Externado de Colombia.
VERGOTTING., D. (2002). Las transiciones Constitucionales. . Bogotá D.C.:
Universidad Externado de Colombia.
WEBER, M. (2001). Estructura de Poder. Ciudad de Mexico: Ediciones Goyoacán.

Revisión Jurisprudencial. – Corte Constitucional Colombiana.

Sentencia, Corte Constitucional T-402/92. Sentencia, Corte Constitucional C-010/00.


Sentencia, Corte Constitucional C-542/92. Sentencia, Corte Constitucional T-256/00.
Sentencia, Corte Constitucional T-295/93. Sentencia, Corte Constitucional T-1490/00
Sentencia, Corte Constitucional C-337/93. Sentencia, Corte Constitucional C-567/00,
Sentencia, Corte Constitucional C-179/94. Sentencia, Corte Constitucional T-1319/01
Sentencia, Corte Constitucional C-225/95. Sentencia, Corte Constitucional C-053/01
Sentencia, Corte Constitucional C-578/95. Sentencia, Corte Constitucional T-601/01
Sentencia, Corte Constitucional C-600/95. Sentencia, Corte Constitucional C-200/02
Sentencia, Corte Constitucional C-270/97. Sentencia, Corte Constitucional C-392-02
Sentencia, Corte Constitucional C-287/97. Sentencia, Corte Constitucional T-268/03
Sentencia, Corte Constitucional C-327/97. Sentencia, Corte Constitucional, T-419/03
Sentencia, Corte Constitucional T-662/97. Sentencia, Corte Constitucional T-512/03
Sentencia, Corte Constitucional C-358/97. Sentencia, Corte Constitucional T-955/03
Sentencia, Corte Constitucional C-191/98. Sentencia, Corte Constitucional C-034/04
Sentencia, Corte Constitucional. C-400/98. Sentencia, Corte Constitucional T-891/04.
Sentencia, Corte Constitucional T-568/99.
Sentencia, Corte Constitucional C-1022/99.

15

You might also like