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Revista de temas
contemporáneos sobre lugares, política y
cultura
E-ISSN: 2007-560X
espacialidadesrevista@gmail.com
Universidad Autónoma Metropolitana
Unidad Cuajimalpa
México
ASAKURA, HIROKO
Reorganización y reacomodos afectivos en familias transnacionales: estudio de caso con
migrantes de Santa Cecilia (Oaxaca) en Seattle (Washington)
Espacialidades. Revista de temas contemporáneos sobre lugares, política y cultura, vol.
1, núm. 1, julio-diciembre, 2011, pp. 46-71
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Cuajimalpa
Distrito Federal, México
en Seattle (Washington)1
HIROKO ASAKURA2
RESUMEN
La migración actual, exacerbada por los procesos de globalización y el transnacionalismo, ha influido
no solamente en la composición poblacional y en la organización política, económica y social de pe-
queñas comunidades, sino también en la dinámica de la institución familiar, produciendo familias
transnacionales. Este artículo analiza cómo se han conformado y reorganizado las familias migrantes
originarias de una localidad situada en la Mixteca oaxaqueña a través de la frontera nacional, y cómo
las nuevas prácticas cotidianas introducidas por la migración han tenido impacto en las relaciones
familiares.
Palabras clave: migración, familias transnacionales, relaciones familiares, género, generación.
ABSTRACT
The current migration, exacerbated by the globalization processes and the transnationalism has influ-
enced not only on the population composition and politic, economic and social organization of little
communities but also on the family itself, producing transnational families. This article analyzes how
migrant families from a little town situated on the Mixteca (in Oaxaca) across the national border have
conformed and reorganized, and how the new daily practices introduced by the migration have had an
impact on the family relationships.
Keywords: migration, transnational families, family relationships, gender, generation.
1
Este artículo es parte de la investigación que realicé en la estancia posdoctoral en el Instituto de Investigacio-
nes Sociales durante el período agosto de 2007-octubre de 2008. Agradezco a la Coordinación de Humanida-
des de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por haberme otorgado la beca correspondiente, y
al Instituto de Investigaciones Sociales por haberme facilitado la estancia y la comunicación con otros investi-
gadores, sobre todo con la doctora Marina Ariza, quien me asesoró durante todo el proceso.
2
Investigadora del CIESAS-Programa Noreste. Correo electrónico: asakura@ciesas.edu.mx
lias transnacionales.3 Según la definición de En esa época solamente los hombres econó-
Parreñas (2000) operan mediante la circula- micamente activos emigraban, mientras que
ción regular de bienes, recursos, individuos e sus esposas e hijos se quedaban en el pueblo
información a través de las fronteras. Estas bajo el cuidado de los padres o de los suegros.
familias también se han modificado conforme a Quienes permanecían en el lado sur de la fron-
patrones migratorios. No hay un modelo único tera anhelaban la suerte y el regreso de los
de familia transnacional, pero sí características que se iban: las esposas, se preocupaban por
comunes: diversos vínculos con el lugar de el buen comportamiento de sus maridos y con-
origen, aportaciones de índole política fiaban en que traerían dinero para solventar
(desempeño de cargos en la agencia munici- los gastos inmediatos; los hijos y las hijas re-
pal), económica (envío de remesas o aporta- sentían la ausencia de sus padres; y los pa-
ciones para las obras del pueblo), cultural (par- dres y las madres rezaban por la vida y rece-
ticipación en las fiestas patronales) y, sobre laban acerca de los tratos que recibían sus
todo, afectiva. El sentimiento de arraigo y el hijos varones en un país desconocido para
sentido de pertenencia marcan muy claramen- ellos.
te la inserción en la sociedad receptora y defi- Con las emisiones de la Immigration
nen las relaciones intrafamiliares, de suyo Reform and Control Act (IRCA) y del Special
complejas y contradictorias. Agricultural Workers Program (SAW) algunos
Tales cambios se deben, en buena hombres obtuvieron su residencia legal y lla-
parte, a las políticas migratorias del país re- maron a sus esposas e hijos para reunirse con
ceptor. En Oaxaca, el cruce de la frontera co- ellos; así, comenzaron a arreglar la situación
4
menzó con el Programa Bracero (1942-1964). migratoria de todos los integrantes de la fami-
lia. Sin embargo, hubo quienes nunca hicieron
3
En México las unidades domésticas están forma- el trámite correspondiente, pero mantenían la
das por individuos con lazos de parentesco, es circularidad en su patrón migratorio.
decir, familia (García y Oliveira, 1994- NO EN B.).
El caso de Santa Cecilia, que aquí abordaremos, Este fuerte lazo con el lugar de origen
no es excepcional. Por eso en este estudio se de-
cidió utilizar el término “familia”, en vez de “hogar”, es una característica notable en los migrantes.
el cual acentúa el espacio de convivencia más que Sin importar el patrón de movilidad ni el esta-
los lazos sanguíneos. De hecho, en ningún caso
encontramos residentes ajenos al grupo familiar. tus migratorio, la mayoría de ellos mantiene un
4
A principios del siglo XX los oaxaqueños empeza-
ron a emigrar principalmente a Veracruz y Chiapas. vínculo con la gente y la localidad de origen,
La emigración hacia Estados Unidos comenzó a construyendo un espacio social transnacional
mediados del mismo siglo, pero ya había otros es-
tados ‒Zacatecas, Michoacán, Guanajuato y Jalis- (Glick Schiller, Basch y Blanc-Szanton, 1992.)
co‒ que expulsaban migrantes al país vecino des- en la construcción de ferrocarriles y, posteriormen-
de finales del siglo XIX para cubrir la mano de obra te, en las minas y la agricultura.
madre de alguno de los cónyuges, que residen de Santa Cecilia, y el acompañamiento a sus
en Seattle o en sus suburbios, en el estado de paseos a parques, supermercados, malls, et-
Washington. Se aplicaron cuestionarios estruc- cétera, se observaron constantemente distin-
turados (escritos) a 24 hombres adultos de tos espacios vitales de las familias transnacio-
entre 25 y 60 años y 24 mujeres entre 23 y 57 nales. Todas estas actividades facilitaron una
años establecidos/as en Seattle y sus subur- relación más amistosa y de confianza con los
bios.5 Se estableció contacto con las personas originarios de Santa Cecilia. Por ello fue posi-
originarias de Santa Cecilia a través de la in- ble realizar entrevistas en un ambiente más
formación previamente otorgada por sus fami- informal y relajado.
liares en el lugar de origen. Se obtuvieron da- El trabajo de campo se realizó en cua-
tos demográficos, trayectoria migratoria, tro etapas. En agosto de 2007, se hizo una
estructura familiar, actividades económicas, visita al lugar de origen para reestablecer la
políticas y sociales tanto en Estados Unidos comunicación entre la investigadora y los habi-
como en la comunidad de origen. Con base en tantes de Santa Cecilia.6 En febrero de 2008,
esa información, se eligió a personas adultas se realizó la segunda visita al pueblo para ob-
(quince hombres y catorce mujeres) para en- tener información de migrantes que se encon-
trevistas en profundidad; posteriormente, se traban en Seattle a través de los habitantes
entrevistaron a algunos de sus hijos/as: ocho permanentes y los migrantes retornados para
jóvenes de entre 14 y 24 años (cuatro varones la fiesta de segundo viernes.7 El trabajo de
y cuatro mujeres). Las preguntas fueron abier- campo en el lugar de destino se realizó entre
tas, para que cada informante pudiera contar marzo y mayo de 2008, con una estancia de
su experiencia de manera libre, aunque existía siete semanas en Seattle, Washington. Por
una guía previamente elaborada. A través de último, se visitó Santa Cecilia en agosto del
las visitas dominicales a las casas de los mi- mismo año para completar información. La
grantes ‒con el fin de darles las noticias de presente investigación se basa en la informa-
6
sus familiares y mostrarles fotos de la fiesta En 2001 ya se había realizado el conteo de po-
blación con base en la aplicación de cuestionarios
reciente de segundo viernes‒, de la asistencia estructurados sobre datos sociodemográficos. En
esa ocasión no se aplicó cuestionario alguno ni
a las ceremonias y los convivios de bautizo y entrevistas formales. La recopilación se basó bási-
camente en la observación y conversaciones infor-
de primera comunión organizadas por la gente males con los/as habitantes para intercambiar las
noticias recientes sobre la cotidianidad.
7
Esta fiesta se realiza precisamente el segundo
5
Muchas veces la investigadora llenó el cuestiona- viernes de cuaresma. Es una de las festividades
rio directamente en la computadora portátil debido más importantes de Santa Cecilia, después de la
a la falta de capacidad de lectura y escritura en fiesta de su santa patrona, que se celebra en agos-
español de los/as informantes. to.
ción recabada durante el trabajo de campo zaron a emigrar para reunirse con sus maridos
mencionado y también en la que se obtuvo y padres en distintos lugares de destino migra-
para una investigación anterior entre 2002 y torio. El conteo de la población realizado por la
2005.8 investigadora en 2002 apenas rebasaba 100
El artículo está organizado de la si- personas. Esta cantidad no se ha modificado
guiente manera: en la primera parte se descri- significativamente a lo largo de casi una déca-
ben de una manera general las características da. La migración ha generado no solamente la
de la población analizada. En la segunda se disminución del número absoluto de habitantes
abordan las modificaciones que ha sufrido el sino también un desequilibrio grave en la com-
concepto de “familia” en virtud de los fenóme- posición por sexo y por edad. Por un lado, co-
nos emergentes que traen consigo la migra- mo podemos observar en el cuadro 1, los
ción transnacional y las características de las hombres ocupan únicamente 39% de la pobla-
familias migrantes originarias de Santa Cecilia. ción, mientras que las mujeres representan el
En la tercera parte se analiza cómo las prácti- 61%. En el rango de edad reproductiva esta
cas cotidianas, en el contexto migratorio trans- diferencia se agudiza: 30% de hombres en
nacional, tienen impacto en las relaciones fa- comparación con 70% de mujeres. Por otra
miliares. Finalmente, se apuntan algunos parte, el envejecimiento de la población per-
hallazgos importantes a modo de conclusión. manente es severo; habitantes de 65 años y
más representan el 31%, y si sumamos el ran-
go de entre 50 y 64 resulta más de la mitad de
1. SANTA CECILIA: DESPOBLAMIENTO Y la población (55%).
DESEQUILIBRIO POBLACIONAL
8
Ésta se convirtió en la tesis doctoral en antropolo-
gía, cuyo tema central fue el ejercicio de la sexuali-
dad y la maternidad de las mujeres originarias de
Santa Cecilia en el contexto migratorio transnacio-
nal. Se realizó trabajo de campo en el lugar de ori-
gen y en uno de los lugares de destino, Santa Ma-
ría, California, Estados Unidos (Asakura, 2005).
9
Estos datos fueron obtenidos hace casi 10 años. Sin embargo, en las visitas posteriores ‒la última fue en 2008‒ no se observaron cambios
significativos en el número y en la composición de la población de esta comunidad.
etcétera. En otras palabras, la proliferación de actúan con flexibilidad para configurar su pro-
familias transnacionales es una respuesta a pia unidad. Se basan en las relaciones socia-
los procesos estructurales y culturales del les no restringidas únicamente a lazos de san-
mundo globalizado. La reproducción familiar gre, sino también en otros vínculos que se
trasciende fronteras no sólo mediante la circu- requieren para el mantenimiento del grupo fa-
lación de recursos materiales sino también de miliar. Por último, en el contexto global y
afectos y cuidado. Aquí todo se modifica: los transnacional las actividades de producción y
arreglos organizacionales, los significados y reproducción suelen realizarse en dos locali-
las prioridades de una unidad primaria. dades diferentes (Kearney, 1991). La produc-
Las familias transnacionales poseen ción ‒es decir, la generación de ingresos para
ciertas características distintivas que difieren
de la noción clásica de la familia.10 En primer el mantenimiento de la unidad familiar‒ se rea-
lugar, los integrantes viven en dos o más loca- liza en el lugar de destino migratorio. Una par-
lidades separadas por la frontera, lo que les te se consume en la sociedad receptora y otra
impide compartir el espacio vital. Sin embargo, se envía en forma de remesas o mercancía al
los avances tecnológicos en los medios de lugar de origen, donde se encuentra otra parte
comunicación les han permitido el contacto de la familia, para su reproducción. Sin em-
permanente, casi en tiempo real, sin importar bargo, las remesas no se limitan a la cuestión
la existencia de las líneas fronterizas que los económica, también contienen una dimensión
dividen. Por ejemplo, la difusión de servicios social: “ideas, comportamientos, identidades y
telefónicos por todo el mundo ha facilitado la capital social que fluyen desde las comunida-
comunicación entre familiares que no conviven des de los países receptores a las de los paí-
físicamente.11 En segundo lugar, estas familias ses de envío” (Levitt, 1998: 927). Este concep-
to muestra unidireccionalidad del flujo, pero
10 también puede tomar la dirección opuesta: de
La noción clásica es la familia nuclear “armóni-
ca”, basada en el lazo sanguíneo y la corresiden- las localidades de origen a las receptoras. Es-
cia.
11
Existen estudios que muestran que el acceso a la tas remesas sociales son los valores a los que
comunicación constituye uno de los factores que las familias migrantes otorgan significados vi-
producen jerarquías de poder en las relaciones
sociales. Por ejemplo, Mahler (2001) señala que las tales, como el respeto a la autoridad (el pa-
ventajas que pueden obtenerse de las tecnologías
modernas de comunicación no son neutrales, sino dre).
que están generizadas. Los hombres que migran a
Long Island tienen acceso y aprenden su uso,
mientras que las mujeres que permanecen en el
lugar de origen no tienen el privilegio de disfrutar la
misma infraestructura. La comunicación no fluye de dad se traduce en el mantenimiento y reforzamien-
la misma manera de un lado a otro, y esa dispari- to de la jerarquía en las relaciones de género.
Las familias transnacionales no son migrantes (Ariza, 2002). Sin embargo, estos
estáticas, sino que se configuran y reconfigu- esfuerzos no siempre son vistos de la misma
ran conforme va avanzando el proceso migra- forma por todos los integrantes de la familia.
torio. Esa flexibilidad es lo que las ha manteni- Como señalaremos más adelante, algunas
do como una unidad, a pesar de la distancia prácticas realizadas con la intención de forta-
física que implica la migración de algunos in- lecer el bienestar del grupo pueden crear cier-
tegrantes de la familia. En este caso, la migra- ta distancia entre sus integrantes.
ción internacional no es una separación defini-
tiva, sino que es parte del estilo de vida 2.2. Configuración y reconfiguración de fa-
familiar (Ojeda, 2002). milias transnacionales de Santa Cecilia
Para mantener la integridad a través La centralidad de la familia también puede ob-
de la distancia física cada integrante tiene que servarse en los/as migrantes originarios/as de
poner de su parte para preservar los vínculos Santa Cecilia. Podemos decir que su razón de
familiares en condiciones antes inexistentes. ser se encuentra en esta unidad social prima-
Por ejemplo, la ausencia física del esposo o ria. Si analizamos la historia migratoria de ca-
del padre suele ser compensada por lo mate- da persona, los momentos cruciales en el pro-
rial: remesas, aparatos electrodomésticos, re- ceso migratorio se relacionan con algunos
galos, etcétera. Ahora que las mujeres tam- eventos importantes en el ciclo familiar. Los
bién ingresan en el mercado laboral, se hombres que ya cruzaron la línea de los cin-
enfatiza la calidad del cuidado y su contribu- cuenta años salieron de su pueblo natal a
ción económica al hogar, más que el tiempo edad temprana, con su padre o algún otro pa-
en sí que están con sus hijos/as. riente varón, para salvar a su madre y a sus
Las mujeres casadas también partici- Uno de los elementos que otorgan
paban de la migración interna en los años cohesión a esta unidad primaria es, sin duda,
1970 y 1980, pizcando tomates y chiles en el el espíritu de solidaridad de sus integrantes.
norte de la República, primero junto con sus Sin embargo, la figura de autoridad –
esposos y algunos/as hijos/as, y después con generalmente masculina– a menudo juega un
toda la familia, que se establecía en Ensenada papel importante en la unión familiar. El padre
o Culiacán. Las mujeres jóvenes eran mano de representa el eje estructurante del grupo, a
obra importante en el momento de crisis eco- quien se debe obedecer y respetar. En el pro-
nómica en la familia: “Y te digo, desde que ceso migratorio, la dispersión espacial de sus
venimos en el 95 ‒sí en el 94, 95‒ le tiramos a integrantes dificulta la convivencia directa en-
tre el padre y los/as hijos/as, y la fuerza coerci-
pagar la cuenta un año completo; ese año mi
tiva del jefe de familia parece perder sus efec-
papá terminó de pagar todas las deudas que
tos. Sin embargo, su figura sigue presente en
tenía y ya nos dijo ‘ahora sí, gracias por ayu-
los discursos de los/as migrantes y eso refuer-
darme’”.12
za su valor simbólico.
Muchas familias han enfrentado situa-
[mi padre] no anduvo conmigo
ciones similares a la de María. Entre sus inte- enseñándome nada [...]. Anduve
grantes, el dinero ganado no se gasta para sí con otros del pueblo, pero ya
mayor de edad y me decían:
sino para la familia, ya que el valor del bienes- ‘venimos aquí a trabajar, y tie-
tar familiar es mayor que la satisfacción indivi- nes que echarle ganas, ahorrar
tu dinero y mandarlo a tu papá’.
dual. Estas actitudes proyectan la imagen de Y todo eso. Yo escuchaba los
una unidad colectiva en Estados Unidos, ya consejos de ellos. Ahora gracias
a dios, [...] yo vivo bien con mis
que para los migrantes mexicanos la familia es hijos. Sí, yo a veces cuando
uno de los ejes que estructuran su identidad puedo mando poquito dinero a
mi papá para que coman y así y
(Malkin, 1999); es una forma de diferenciarse así llevamos bien.13
de otros grupos étnicos. Para las familias ori-
ginarias de Santa Cecilia, esta unidad no signi- El padre es una figura de autoridad:
fica solamente algo espiritual sino también un rígida y fría. Algunas personas comentan que
estado concreto: es importante estar todos nunca conocieron “el cariño del padre”. Está
juntos. Si la familia está unida emocional y físi- prohibido contestar al padre, porque “él es la
camente puede superar cualquier dificultad. ley”. Se dice que tal actitud deriva del “respe-
to”, pero en realidad lo que les impide hablar
12 13
Testimonio oral de María, 34 años, indocumenta- Testimonio oral de Jorge, 41 años, residente,
da, establecida desde 1998. establecido desde 1999.
tución para sobrellevar la ausencia. Esta acti- adulto ya mayor, no sabe manejar, depende
tud de desafecto por parte de la prole no pare- de alguien para moverse dentro de la ciudad.
ce corresponder al sentimiento que experimen- Ello provoca una sensación de impotencia a
tan las madres. “Es que creo que ya me una persona que solía ser la autoridad de ho-
acostumbré con mis tías [más] que con mi gar. Si se agrega la incapacidad para comuni-
mamá, por eso le decía que como que no lo carse en inglés, la sensación de debilidad se
hace como mi tía, o como así. Por eso creo incrementa aún más. La pérdida de autoridad
que me molestaba o no sé. No me acuerdo difícilmente puede ser compensada en la so-
muy bien”.16 ciedad receptora, ya que el rol de proveedor,
principal respaldo de esa autoridad, deja de
Es cuando ellas [dos hijas] ser únicamente masculino. Tales sentimientos
estaban allá, porque yo las pueden ser experimentados por los padres
tenía allá cuando me vine. Se
quedaron dos años[…]. Nun- que llegaron a residir en Estados Unidos des-
ca me había separado de pués que sus hijos (tipo cinco) o que llegaron
ellas. Se me hacía una eter-
nidad esos dos años […]. juntos pero nunca aprendieron a manejar un
Decía mi hermana: ‘No te automóvil como sus hijos/as (tipo uno).
preocupes por ellas. Ellas son
todo para nosotros. Tratamos Mientras la movilidad de los hombres
de darles todo. Tú no te preo- en la ciudad está restringida principalmente
cupes, haz de cuenta de que
estás con ellas’. Pero no es lo por no saber manejar un automóvil y descono-
mismo.17 cer el idioma, la de las mujeres está relaciona-
da con diversos factores derivados de los roles
La movilidad de las familias migrantes
asignados socialmente. La incorporación de
no está restringida solamente a través de la
las mujeres en el mercado laboral ha exigido
frontera, sino también dentro de la sociedad
reorganizar las tareas domésticas en el interior
receptora. En una ciudad estadounidense co-
de la familia. Cuando una familia extensa
mo Seattle, la posesión de un vehículo y la
cuenta con la presencia de abuela, la tarea
habilidad para manejarlo son requisitos para
recae en sus hombros. Estas mujeres sienten
realizar prácticamente cualquier actividad coti-
que todavía pueden contribuir a la familia con
diana. Por eso, la falta de esta capacidad ge-
su aportación económica. Sin embargo, la
nera dependencia entre los integrantes de la
ideología de género que considera el cuidado
familia. Cuando un hombre, generalmente un
de la prole como tarea principal o mejor reali-
16
Testimonio oral de Verónica, 14 años, indocu- zada por las mujeres –en el contexto migrato-
mentada, establecida desde 2002.
17
Testimonio oral de Rosa María, 36 años, indo-
rio transnacional por lo menos ha dejado de
cumentada, establecida desde 2000.
ser exclusiva–, les asigna de nuevo esta fun- La sexualidad de las jóvenes no es el
ción. Es muy común observar este arreglo en único blanco de la vigilancia. La de las mujeres
las familias de los tipos cinco y seis. El deseo solas con hijos/as tampoco puede escaparse.
de los hijos/as de que su madre se quede en En realidad sus movimientos son mucho más
la casa y cuide a los nietos/as es generado por fuertemente controlados por la familia, debido
la necesidad práctica de realizar una parte de a que además tienen la responsabilidad de la
las tareas domésticas sin gastos extra, priván- maternidad. De ellas se espera que cumplan el
dola así de la libertad de salir y trabajar, e in- rol de madres y ahora también el de proveedo-
cluso retornar a su lugar de origen. ras. Si se dedican exclusivamente al trabajo
La movilidad de las mujeres jóvenes es remunerado para la manutención de sí mismas
vigilada rigurosamente, por temor al ejercicio y de su prole, no reciben reclamos. Sin em-
de su sexualidad. En la ciudad hay diferentes bargo, si quieren tomar un poco de aire, esa
fuentes de diversión que no se encuentran en sola intención se interpreta como búsqueda de
el sitio de donde vienen. Una de ellas es el aventura sexual. Las mujeres no pueden eva-
salón de baile. Ahí los y las jóvenes pueden dir la vigilancia directa de la autoridad paterna
olvidarse de la monotonía cotidiana y conocer mientras ésta se encuentra en la misma locali-
otras personas de uno y otro sexo. Las muje- dad migratoria (tipos uno y seis). “Si yo te digo
res jóvenes obtienen permiso de sus padres que mi papá fue uno de los señores que siem-
sólo si van acompañadas de algún familiar que pre nos dejó salir. Hasta que tuve a Karen fue
las cuide, es decir, las vigile. cuando él como que pensó que yo todas las
veces que fui a bailes iba a tener sexo. Su
¿Me dan permiso para ir a bai- mente ya cambió cuando yo tuve a Karen,
lar? Ya me dicen: ‘¿Con quién
después ya no podía salir”.19
vas?’ O depende también de
con quién vaya, porque a ve- El control sobre el comportamiento, el
ces voy con mi hermana y dice:
cumplimiento de los roles tradicionales de gé-
‘Oh está bien, vete’. Pero así
que me dejen salir con amigas nero y las nuevas responsabilidades de contri-
o amigos, no. [Mis amigas di- buir a los gastos familiares pueden causar de-
cen:] ‘¡Vamos a bailar!’ ‘Tengo
que pedir permiso’ [contesto]. terioro en las relaciones familiares. La fuerte
‘¿A tu edad tiene que pedir vigilancia ejercida sobre la movilidad femenina
permiso? ¡Eso ya no existe!’
‘No, nosotros allá tenemos a manudo provoca la salida de las mujeres de
otras costumbres’ [respondo].18 la familia de origen. Generalmente la solución
18 19
Testimonio oral de Ema, 23 años, residente, es- Testimonio oral de María, 34 años, indocumenta-
tablecida desde 2004. da, establecida desde 1998.
que encuentran ellas es juntarse con algún que sus protagonistas esperan. Se requiere un
hombre. esfuerzo adicional de ambas partes para co-
En las familias transnacionales de los nocerse, ya que son extraños que comparten
tipos cuatro y cinco la falta de movilidad de la sangre. Por un lado, la inmovilidad de hom-
los/as hijos/as también se vuelve un foco rojo bres mayores los vuelve dependientes y les
en el mantenimiento de buenas relaciones fa- resta la autoridad; por otro, la inmovilidad de
miliares. El concepto de “buen hijo” o “buena las mujeres de distintas edades refuerza las
hija” en el destino migratorio es “no salir para relaciones de género asimétricas, lo que las
no meterse en problemas”. Si quieren hacerlo coloca bajo la vigilancia y control masculinos.
tienen que pedir permiso a sus padres. Ade-
más, no siempre pueden conseguir autoriza- 3.2. Impacto del trabajo en las relaciones
ción para realizar ciertas actividades, como ir a familiares
bailar, visitar a sus amigos/as, etcétera. Esta La incapacidad del Estado mexicano de gene-
sensación de encierro se exacerba al contras- rar suficiente empleo para todos sus ciudada-
tarse con la representación espacial ‒libre‒ del nos ha impulsado la emigración laboral (Esco-
bar, 2007). En este contexto, el trabajo se
lugar de origen, que comparten tanto ellos/as
vuelve el eje central en la vida de las familias
como los padres. Muchos/as jóvenes están
migrantes originarias de Santa Cecilia, gene-
arrepentidos/as de haber viajado al otro lado,
rando varias implicaciones.
aunque no siempre lo expresan directamente
No hay duda de que el aspecto material
delante de sus progenitores. Sin embargo, ese
mejora con la migración y varios –o todos– los
reclamo permanece latente y puede ser utili-
integrantes de la familia a menudo encuentran
zado en cualquier momento para argumentar y
un empleo estable. Adquieren la capacidad de
justificar su comportamiento inadecuado.
solventar gastos cotidianos y acceden a distin-
La movilidad diferenciada para hom-
tos servicios sociales. Su calidad de vida pare-
bres, mujeres, adultos, jóvenes e infantes
ce haber mejorado. Sin embargo, para lograr
puede influir en las relaciones jerárquicas que
una vida digna se requieren varios acomodos
existen dentro de la familia. La movilidad de
en el interior de la unidad familiar: división ge-
los padres y la (in)movilidad de los/as hijos/as
nérica de trabajo, cuidado de la prole y organi-
produce el deterioro de relaciones afectivas. El
zación de la economía.
temor a la desintegración familiar y la sensa-
La división genérica de trabajo se ha
ción de culpa se convierten en un motivo para
transformado parcialmente por la inserción
la reunificación familiar. Sin embargo, este
femenina en el mercado laboral. La gran ma-
proceso resulta mucho más complejo de lo
20
Testimonio oral de Luisa, 36 años, indocumenta-
da, establecida desde 1999.
Le digo [a mi esposo]: ‘Es más puro trabajar, puro trabajar y nunca están con
fácil que yo me quede más con
nosotros. Eso lo que dicen [mis hijos]. A veces
tiempo que tú porque yo soy
mujer y quiero estar más tiem- yo me voy así a ayudar a mi esposo los do-
po con ellos. Que sea yo la que
mingos y los dejo a ellos, y a veces ellos no
se pase más tiempo con ellos’.
Por eso busqué [trabajo] en el quieren que yo vaya a trabajar. Que vaya sólo
día. ‘Pues vamos a ver cómo
mi papá y quédese usted con nosotros (ri-
agarro otro trabajo y te quedas
todo el día con ellos’ [contes- sa)”.23
ta]. Le digo: ‘No se me hace El objetivo de la reunificación familiar
justo que tú estés doblando el
turno y yo nada más’. Siento era precisamente estar todos juntos y dejar la
que la responsabilidad es de doble vida derivada de la separación física de
los dos. Le digo: ‘Mejor hay
que turnarnos uno en la tarde y sus integrantes. Sin embargo, ese objetivo no
uno en el día, es más fácil’. Es se cumple con la simple eliminación de la dis-
como lo que estamos hacien-
do21 tancia física, ya que ahora se está generando
un distanciamiento afectivo por la vida centra-
Doblar el turno de trabajo es relativa- da en el trabajo.
mente común entre migrantes de Santa Ceci- Como puede observarse, en las fami-
lia. El principal objetivo es dar una mejor vida a lias tipos cinco y seis la reorganización del
sus hijos/as. Por eso una de las estrategias cuidado de la prole a veces involucra a la ge-
empleadas es realizar trabajo extra, aprove- neración anterior. El abuelo que nunca había
chando al máximo las condiciones que existen tratado a un infante –ni siquiera a sus pro-
en la sociedad receptora. La ausencia del pa- pios/as hijos/as– aprende a cuidar a sus nie-
dre por asuntos laborales no afecta a la prole tos/as por la necesidad. Debido a las largas
de la misma manera que la de la madre, ya horas de convivencia, se establece una rela-
que la concepción del hombre trabajador y ción muy estrecha entre estas dos generacio-
proveedor está arraigada. Y además, siempre
en los arreglos organizacionales, los significados y
ha sido una figura ausente por su larga trayec- las prioridades de la maternidad, que constituyen
toria migratoria (tipos tres y cuatro). Sin em- las mujeres que trabajan y residen en los lugares
de destino migratorio, mientras sus hijos/as perma-
bargo, la ausencia de la madre en el hogar necen en sus países de origen. Las autoras anali-
zan no sólo los circuitos físicos de la maternidad
afecta significativamente a la prole.22 “Ustedes transnacional, sino también los circuitos de afecto,
cuidado y soporte financiero que trascienden las
fronteras nacionales. Concluyen que estas mujeres
21
Testimonio oral de Concepción, 32 años, resi- han tenido que ajustar los nuevos roles y significa-
dente, establecida desde 1995. dos de la madre dentro de la ideología de género,
22
Hondagneu-Sotelo y Ávila (2003) analizan la para lidiar con el sentimiento de culpa que genera
“maternidad transnacional” ejercida por las migran- la distancia.
23
tes mexicanas y centroamericanas a través de la Testimonio oral de Emilia, 32 años, cuatro hijos,
frontera. Este concepto se refiere a una variación indocumentada, establecida desde 2004.
nes, que a veces deja fuera a la generación de 3.3. Impacto de los idiomas en las relacio-
en medio, lo que provoca una sensación de nes familiares
culpa y de envidia. Entre las familias migrantes originarias de
La incorporación de las mujeres al Santa Cecilia, el manejo del idioma es suma-
mercado laboral genera una compleja reorga- mente complejo. Se escuchan tres idiomas
nización familiar en la realización de tareas paralelamente: mixteco, español e inglés.
domésticas, sobre todo respecto del cuidado Cuando conviven tres generaciones, la con-
de la prole por otros integrantes del grupo; al versación dentro de cada una suele ser en el
mismo tiempo, produce sentimientos encon- mismo idioma: en la primera generación es
trados y el reacomodo de las relaciones de mixteco; en la segunda tanto mixteco como
afecto a veces se vuelve bastante complejo. español; y en la tercera español e inglés. Para
La participación económica de las mu- la primera generación de migrantes, que ya
jeres en el hogar se debe analizar con cautela. tienen más de 50 años de edad, el mixteco es
Parece haber tenido cambios en los roles de la lengua materna. Sus hijos/as también cre-
género, ya que los hombres participan más en cieron con el mixteco y se comunican con sus
las tareas domésticas y las mujeres en el in- padres en este idioma. Sin embargo, la tercera
greso familiar. Sin embargo, estos cambios generación ya no adquirió la capacidad de ha-
pueden ser estrategias empleadas por el gru- blar la lengua de sus abuelos/as y de sus pa-
po familiar para adaptarse a las nuevas nece- dres, aunque algunos/as la entienden. Esta
sidades generadas a partir de las condiciones generación se comunica en español con sus
prevalecientes en la sociedad receptora. Las padres y sus abuelos/as, y en diferentes idio-
familias realizan distintas maniobras con el fin mas entre hermanos/as según en qué etapa
de reorganizar la distribución de las tareas de su vida cruzaron la frontera. Si su socializa-
domésticas y los gastos cotidianos. Sin em- ción primaria fue en Estados Unidos hablan
bargo, mientras se considere la participación inglés entre ellos/as (tipos uno, dos, cinco y
de uno en las tareas del otro como “ayuda” no seis), mientras que si fue en México conservan
puede hablarse de un cambio sustancial. Co- el español como lengua materna (tipos tres y
mo señala Ariza (2002), los cambios en los cuatro). A estos últimos se les dificulta un poco
roles de género que estamos observando son aprender inglés, pero su avance es mucho
parte de una adaptación a las circunstancias, más rápido que el de sus padres.
más que una transformación real. El manejo de diferentes idiomas entre
los integrantes de la familia influye en su di-
námica interna. Los adultos, sobre todo las
mujeres, dependen de su prole para realizar tegrantes de esta unidad primaria. El proceso
ciertas actividades: contestar al teléfono, hacer de aprendizaje no es homogéneo, ya que in-
compras, ir a la clínica de salud o las agen- tervienen distintos factores: la edad en que se
cias, etcétera. A veces, los/as hijos/as aprove- inicia su estudio, la frecuencia, la necesidad de
chan esta situación y se comunican entre sí en entenderlo, etcétera. La prole aprende más
el idioma que no entienden sus padres cuando rápido y mejor; entonces la relación jerárquica
planean algo que no les conviene revelar. entre padres e hijos/as se revierte momentá-
La migración también ha fomentado el neamente, cada vez que los primeros necesi-
matrimonio exogámico, aunque todavía es mi- tan el apoyo de los segundos.
noría entre los/as migrantes de Santa Cecilia.
Cuando hay algún integrante que no habla A MODO DE CONCLUSIÓN
mixteco, el español se vuelve el idioma princi- La migración transnacional ha tenido como
pal en la unidad familiar (tipos cinco y seis). consecuencia la reconfiguración de la organi-
Los/as adultos/as mayores se esfuerzan por zación familiar. Sus integrantes se dispersan
hablar en español para que “no se sienta mal” en distintas localidades en ambos lados de la
su yerno o nuera, y para evitar conflictos inne- frontera, pero mantienen vínculos mediante el
cesarios. La autoridad que ostentaban los intercambio de recursos económicos, sociales,
suegros sobre sus nueras y yernos se desva- políticos y afectivos. De esa manera, constitu-
nece en el contexto de interculturalidad gene- yen un espacio transnacional donde se reali-
rada por la migración. Esto, al mismo tiempo, zan diversas actividades para su reproducción.
dificulta la transmisión de su lengua materna a Son familias transnacionales, que van modifi-
la tercera generación. Sus nietos/as escuchan cando sus modalidades de interacción a lo
cada vez menos la lengua mixteca. De esa largo del tiempo, según las necesidades gene-
manera, para la conservación del idioma origi- radas por las cambiantes condiciones tanto
nal, se requiere una cierta conciencia y volun- macroestructurales como propias de la unidad.
tad por parte de los/as adultos/as con el fin de Para la gente de Santa Cecilia, la fami-
enseñarlo. Sin embargo, la cuestión práctica lia tiene un valor muy especial: viven para y
domina la cotidianidad; saber inglés es mucho por ella. Después de largos períodos de sepa-
más útil en Estados Unidos. Así, la tendencia ración, el objetivo central de las familias trans-
actual es la pérdida paulatina de la lengua ori- nacionales es volver a estar juntos. Se em-
ginal de esta población. plean distintas estrategias con el fin de reunir a
La migración transnacional ha gene- todos los integrantes en un solo lugar, siempre
rado la necesidad de aprender inglés a los in- en el otro lado de la frontera, donde hay traba-
jo y mejores recursos. Esto implica la existen- motivo de la migración y el medio para unir a
cia de distintos estatus migratorios dentro del toda la familia. En la sociedad receptora esta
grupo. actividad se vuelve central, lo que genera di-
A pesar de tener una notoria fuerza versas consecuencias en la vida familiar. La
simbólica en la cultura mixteca, la familia no es inserción femenina en el mercado laboral pro-
una unidad armónica; por lo menos no necesa- duce la reorganización en la división genérica
riamente. Sus integrantes interactúan desde y generacional de trabajo. Por una parte, los
distintas posiciones, definidas por el género y hombres participan en ciertas tareas domésti-
la generación; en el contexto migratorio trans- cas y, por otra, mujeres mayores se insertan
nacional, se agrega un tercer elemento: el es- de nuevo en estas actividades. Además, a ve-
tatus migratorio. La posesión del permiso o los ces se crean lazos de afecto muy fuertes con
papeles traza otra línea, más o menos marca- los nietos/as, lo que produce un sentimiento
da, más o menos fuerte, pero siempre presen- confuso y complejo en los padres.
te. Un simple documento ocasiona una esci- La ideología de género, que asigna la
sión más en la familia. Estas diferencias entre domesticidad a las mujeres, sigue vigente; el
las personas que conforman la unidad familiar trabajo que hacen los hombres se sigue consi-
reflejan, modifican o fortalecen jerarquías y derando una “ayuda”; mientras esa idea no se
posiciones de poder. cuestione, no será posible hablar de transfor-
En el contexto migratorio transnacional, maciones reales. Algo similar ocurre con la
la movilidad es un punto crucial para las fami- participación femenina en actividades remune-
lias. El desplazamiento espacial, tanto a través radas. Su contribución económica no modifica
de la frontera como dentro de las sociedades sustancialmente las relaciones preexistentes
receptora y emisora, está generizado y dife- en la pareja, es vista sólo como una “ayuda” a
renciado por la edad. Los hombres tienen ma- la economía familiar que no se valora de la
yor libertad para moverse, en tanto que las misma manera que el trabajo productivo reali-
mujeres y la prole resienten más restricciones. zado por los hombres y que no tiene como
La (in)movilidad de algunos/as integrantes de consecuencia mayor autonomía, capacidad de
la familia produce encuentros muy complejos y decisión ni mucho menos autoridad de las mu-
reacomodos afectivos en las relaciones. En sí jeres. Hasta que ambas partes consideren y
misma es, con frecuencia, un motivo de reor- realicen las tareas del otro como propias, y les
ganización familiar. otorguen el mismo valor, no podremos esperar
El trabajo es una actividad crucial para verdaderos cambios en relaciones de género.
las familias originarias de Santa Cecilia. Es el
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