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INTRODUCCION

El siguiente trabajo investigado por un grupo de estudiantes del curso

Geopolítica tiene como objetivo, la identificación de un grupo humano en especial,

donde daremos a conocer toda su estructura de conformación en sus diferentes aspectos

sociales , además se socializara su ubicación geográfica, costumbres y todo lo

relacionados con alguna de sus características más importante en su historia, también

conoceremos un análisis de impacto para mostrar sus fortalezas, vulnerabilidad y

desigualdades que han padecido en la historia como pueblos amerindios de Colombia,

donde dejara como importancia el manejo de un conocimiento en la identificación de un

ambiente territorial de cualquier índole posible, nuestra intención es que nuestros

lectores logren un aprendizaje significativo en explorar nuevos conocimientos en temas

relacionados con la geopolítica.


PUEBLO INDÍGENA KOGUIS

UBICACIÓN GEOGRÁFICA LÍMITES Y FRONTERAS

El pueblo Kággabba está ubicado en las laderas templadas del norte, oriente y

occidente de la Sierra Nevada de Santa Marta. Están concentrados principalmente en la

región vertiente norte sobre el mar Caribe, la cual presenta mayor precipitación pluvial

en los afluentes de los ríos don Diego, Palomino, y Ancho. La lengua nativa se

denomina Kogui y perteneciente a la familia lingüística Chibcha. Este pueblo tiene una

arraigada identidad cultural y su Ley de Origen2 rige su cotidianidad, su existencia, sus

problemáticas comunitarias y así mismo, orienta sanciones espirituales y sociales.

Los Kogui se encuentran en la zona occidental, en los valles de los ríos Ancho,

San Miguel, Ranchería y Palomino en la Guajira; de los ríos Buritaca, Palomino y Don

Diego en Magdalena y también poseen algunas tierras en el río Tucurinca al occidente y

al suroccidente en los valles del río Guatapurí, en los municipios de Aracataca

(Magdalena) y el Copey (Cesar) (Trillos, 1989). Los territorios serranos Kággabba son

boscosos y tienen diferentes ecosistemas con diversos climas (cálidos, templados y

fríos). La Sierra Nevada tiene un alto valor cultural para el pueblo Kággabba y para el

resto de los pueblos serranos, por ser el espacio sagrado de todas sus actividades

tradicionales. El pueblo Kággabba ha estado estrechamente relacionado con el complejo

natural serrano, el cual ha condicionado sus formas socio-organizativas, representadas

en un complejo sistema urbanístico. Dentro de la visión Kággaba, la territorialidad está

demarcada por los sitios sagrados (ver tabla 3), los cuales se encuentran en diversos

puntos de la Sierra Nevada y están conectados por medio de la línea negra. En estos
espacios se realizan pagamentos, se hacen consultas o se recolectan materiales de uso

ritual. Igualmente, la línea negra es la concepción cultural y espiritual que se tiene del

territorio y a la vez, constituye una frontera que los separa de los “hermanitos menores”.

Actualmente, las tierras serranas se caracterizan por los enclaves fluviales con

amplias áreas de uso agrícola y ganadero. La agricultura y la cría de animales son

actividades que además de proveer alimentos para los Kággabba, están estrechamente

ligadas a profundas creencias, en las que los animales personifican sus dioses y son la

fuente de origen de los individuos, las montañas y los lagos. Dentro de la visión que los

Kággabba tienen del territorio, existe una tipología social o sagrada, que clasifica los

lugares de la siguiente forma.

ASPECTOS DEMOGRÁFICOS.

El Censo (DANE 2005) reportó 9.173 personas auto-reconocidas como

pertenecientes al pueblo Kággabba (Kogui), de las cuales el 52,39% son hombres (4.806

personas) y el 47,61% son mujeres (4.367 personas). Los departamentos donde se

concentra el pueblo Kággabba son La Guajira (con una participación del 44,14% y una

población de 4.049 habitantes), Cesar (37,15% y 3.408 habitantes) y Magdalena

(17,06% y 1.565 personas). Estos tres departamentos concentran el 98,35% de este

pueblo. La población Kággabba que habita en zonas urbanas corresponde al 7,33% (672

personas), cifra inferior al promedio nacional de población indígena urbana que es del

21,43% (298.499 personas). Los Kággabba representan el 0,66% de la población

indígena de Colombia. (Ver Mapa y Tabla 1). De acuerdo con el Censo (DANE, 2005)

el porcentaje de población Kággabba que no sabe leer ni escribir es del 81,66% (6.154

personas), del cual la mayoría son hombres: 52,66% (3.241 personas). Es importante

aclarar que se pueden encontrar ciertas incongruencias al momento de analizar las


estadísticas, ya que del 8,43% (635 personas), de la población Kogui, que reportan tener

algún tipo de estudio, la minoría, el 43,15% (274 personas), son mujeres.

Comercio del pueblo indígena koguis de la sierra nevada de Santa Martha:

Base económica de la sierra nevada: Cultivos principales.

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional Cafetera (1997), el “cinturón

cafetero” de la Sierra Nevada comprende un área de 170.000 hectáreas, con más de

cinco mil fincas y 4.800 productores. De esa franja cafetera, el 15% estaba cultivada en

café (27.000 hectáreas), mientras a nivel nacional correspondía al 24%.

Así mismo, en la Sierra Nevada el 50% de la zona cafetera estaba en las

categorías de "Monte” y “Bosques" (84.200 hectáreas), mientras en Colombia esta cifra

se reducía a 34%. Una explicación parcial a tal fenómeno puede estar en la abrupta

geografía de la Sierra Nevada de Santa Marta, así como en el carácter de Parque

Nacional y resguardos indígenas, que impide emprender la agricultura en sus partes más

escarpadas y la construcción de vías de penetración. El área en pastos era de 44.500

hectáreas (asociado a la ganadería extensiva), los cultivos de caña, cacao y plátano

sumaban cinco mil hectáreas, mientras los cultivos asociados, temporales y otros

pasaban de siete mil.

En el 2001 los cultivos que ocupaban la mayor área sembrada en la Sierra

Nevada y su zona de influencia eran el café (25.831 hectáreas), palma africana (25.301),

maíz tradicional (12.222) y banano de exportación (10.000). En términos de producción,

la más elevada era la de banano con 343.286 toneladas, seguida por la palma africana

(82.000), yuca (42.000), plátano (28.000), arroz riego (27.000) y café (18.000).
El total de área sembrada en cultivos transitorios y permanentes ascendió a

100.000 hectáreas, la producción a 575.000 toneladas, y se generaron 53.000

empleos.55 Sin duda, la actividad económica más importante dentro de la Sierra Nevada

de Santa Marta es la producción de café, lo que motiva dedicarle una sección especial.

Economía cafetera: Área cultivada y producción.

El café es sin duda la actividad económica más importante de la Sierra Nevada

de Santa Marta. De acuerdo con datos de 1995, la economía cafetera del macizo se

desarrollaba en 27.000 hectáreas y de ella vivían más de 5.000 familias.

El final de la bonanza de la producción y exportación de marihuana de mediados

de los años ochenta, dio paso a la recuperación de los cultivos de café en la

Sierra Nevada durante la década de 1990. De acuerdo a los datos de la Encuesta

Nacional Cafetera, los tres departamentos del “Magdalena Grande” (Cesar, La

Guajira y Magdalena) incrementaron el número de hectáreas sembradas en un 15% con

respecto al año 1980, mientras a nivel de todo el país el área en cafetales se redujo en

cerca del 13%.

Este incremento en las áreas sembradas se dio en un momento de crisis cafetera

internacional, ya que 1989 marcó el final del Pacto Internacional del Café y por tanto

una caída de los precios del grano.

La Encuesta Nacional Cafetera (1993-1995) se aplicó en 564 municipios,

pertenecientes a 16 departamentos, en el que se estudiaron 3.600.000 hectáreas

ubicadas en zona cafetera, y en la que vivían cerca de dos millones de personas.

Con respecto al Censo Cafetero anterior (1980), el Cesar aumentó su área

sembrada en más de 6.500 hectáreas (42%), el Magdalena en 1.800 (12%), mientras La


Guajira continuó su descenso, con una reducción de 1.850 hectáreas (- 30%). Se debe

destacar que, dentro de los principales municipios cafeteros de Colombia por superficie,

Ciénaga (Magdalena) y Valledupar (incluido Pueblo Bello, Cesar) se ubicaron en el

quinto y noveno lugar respectivamente.

De acuerdo con las Cuentas Departamentales del DANE, la participación del

valor agregado del café producido en los departamentos de Cesar, La Guajira y

Magdalena en el período 1990-2002, ha fluctuado entre 1.1% y 3.4% del total

nacional. Se debe destacar que esta participación incluye la producción cafetera

de la Sierra Nevada de Santa Marta y Serranía del Perijá.

La participación regional tuvo una tendencia a la baja entre 1990 y 1997, al

pasar de 3.4% a 1.1%. A partir de 1998 se inició un continuo proceso de recuperación,

hasta llegar de nuevo a 3.4% de participación en el valor agregado del café en 2002.
 Productividad del pueblo indígena koguis de la sierra nevada de Santa Martha

De acuerdo con las Cuentas Departamentales del DANE, la participación del

valor agregado del café producido en los departamentos de Cesar, La Guajira y

Magdalena en el período 1990-2002, ha fluctuado entre 1.1% y 3.4% del total

nacional. Se debe destacar que esta participación incluye la producción cafetera de la

Sierra Nevada de Santa Marta y Serranía del Perijá. La participación regional tuvo una

tendencia a la baja entre 1990 y 1997, al pasar de 3.4% a 1.1%. A partir de 1998 se

inició un continuo proceso de recuperación, hasta llegar de nuevo a 3.4% de

participación en el valor agregado del café en 2002.

En el 2002 la actividad cafetera de Cesar, La Guajira y Magdalena presentó un

valor cercano a $106.000 millones de pesos corrientes ($46.000 millones de

pesos constantes de 1994), lo que representó el 3.4% del valor agregado cafetero

nacional y el 1.3% del PIB de los tres departamentos. De este monto, el departamento

del Magdalena participó con el 62%, Cesar con el 31% y La Guajira con el 7%.

Pero no siempre la participación departamental ha sido la misma: en los trece

años de estudio (1990-2002) el Cesar tuvo mayor participación durante nueve años, y el

Magdalena en cuatro. Se debe destacar que desde el año 2000 la participación de éste

último departamento en el valor agregado cafetero ha sido superior al de Cesar y La

Guajira.

En el 2004, el departamento del Cesar tenía cultivado un área de 24.000

hectáreas, de las cuales el 66% estaba en variedad típica, seguido de caturra (23%) y

variedad Colombia (11%). Del total departamental, en la Sierra Nevada se cultivaban


cerca de 10.400 hectáreas y se producían 5.554 toneladas de café, lo que representaba

44% y 42% respectivamente.

De los tres departamentos, La Guajira es el que menos actividad cafetera

presenta. En efecto, en 2004 tenía 4.713 hectáreas cultivadas y su producción ascendió a

2.560 toneladas de café pergamino. De este total, el 46% de los cultivos y el 48% de la

caficultura departamental se concentraba en la Sierra Nevada. A nivel municipal, los que

presentaban mayor producción cafetera eran Urumita (Serranía de Perijá) y Barrancas.

La información del departamento del Magdalena no fue suministrada para el año

2004, por lo que hubo necesidad de trabajar con los datos de la Encuesta Nacional

Cafetera de 1997. De acuerdo con los datos de la “Encuesta”, el departamento contaba

en la década del noventa con cerca de 16.000 hectáreas sembradas y produjo 11.190

toneladas de café pergamino, en los que Ciénaga y Santa Marta fueron los municipios

con mayores áreas sembradas. Se calcula que para el año 2004, la caficultora de los tres

departamentos generó cerca de 2.500.000 jornales.

La producción cafetera del departamento de Magdalena está ubicada

íntegramente en la Sierra Nevada, mientras la de Cesar y La Guajira se comparte con la

Serranía de Perijá. Sólo en la Sierra Nevada los tres departamentos cultivan cerca de

29.000 hectáreas y producen 18.000 toneladas de café pergamino, en el que el

departamento del Magdalena participa con el 56% y 62% respectivamente

Factores medioambientales del pueblo indígena koguis de la sierra nevada

de Santa Martha:

A unos cuantos kilómetros del Mar Caribe, entre escarpes y filos pronunciados

que forman una pirámide casi perfecta, se levantan los glaciares de la Sierra Nevada de

Santa Marta, el macizo litoral más alto del mundo. Estas montañas glaciadas, las más

septentrionales del territorio colombiano y de Suramérica, están separadas de la gran


cordillera de los Andes y son el corazón mismo del territorio de cuatro pueblos

indígenas: Los Koguis, los Arhuaco, los Wiwa y los Kankuamos.

Alianzas con otros pueblos

Los koguis están emparentados con la cultura Taironas, que floreció en la época

de la conquista española, y han vivido aislados por generaciones. De hecho parte de los

koguis actuales procederían de taironas propiamente dichos que se refugiaron con los

koguis.

La mitología narra que son hermanos mayores de la humanidad viviendo en el

corazón del mundo la Sierra Nevada de Santa Marta. Los extranjeros, especialmente los

que provienen de occidente, son llamados hermanos menores Su leyenda sugiere que

estos hermanos menores fueron desterrados del centro del mundo largo tiempo atrás. En

respuesta a las infracciones que han cometido en la tierra natal, los hermanos menores

deberán recorrer el camino de regreso y cosechar lo que han sembrado en forma de

autodestrucción.

En los poblados de casas circulares, donde viven solamente algunas familias con

determinada jerarquía, hay un templo femenino y un templo masculino. Las familias

también se reúnen en los poblados para realizar trabajos colectivos, celebrar fiestas o

discutir en asambleas los temas de interés común. En la noche, los hombres celebran

reuniones, hacen confesiones y reciben consejos y correcciones de los Mamo, dentro de

los templos, mientras las mujeres permanecen en los bohíos.

Como parte importante de su territorio, los indígenas que habitan la Sierra

Nevada de Santa Marta se refieren a la zona glaciar como Chundua o C’undua, la zona

de los picos nevados y las lagunas (Mora Villate, 1981). Según Vilanesa (1952), los
picos más altos de la Sierra son llamados por los arhuacos como C’unduákë. Por último,

el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (1995) recuerda que la toponimia de los picos

más importantes de la Sierra Nevada de Santa Marta, aceptada en los actuales atlas del

territorio colombiano, se asigna para homenajear a personajes tradicionales de la

historia colombiana. La publicación en mención relaciona los nombres comúnmente

aceptados con su posible nominación original:

Principales cumbres:

Alineados de oriente a occidente, la Sierra Nevada de Santa Marta cuenta con

varios de los picos más altos de Colombia, bellas formaciones de roca parcialmente

cubiertos de hielo. La lista siguiente establece un inventario de los mismos:

Área glaciar actual:

A partir de información satelital Rapideye de 2010, se estima que los glaciares

de la Sierra Nevada de Santa Marta tienen un área total de 7.4 Km 2, que representan el

16% de los glaciares colombianos y para el 2016 se encontró una cobertura de 6.71 Km 2

por medio del análisis de imágenes Sentinel y SPOT.

Características glaciológicas generales:

Tal como se presenta en la Sierra Nevada del Cocuy o Güicán, la localización de

los glaciares responde más a las condiciones de elevación de las montañas que a

factores climáticos. Los glaciares de la Sierra Nevada de Santa Marta bajan hasta los

4900 o 5100 metros, y tienden a ubicarse preferencialmente sobre el flanco sur en donde

la pendiente favorece la acumulación de nieve y la formación de hielo, pese a que las

precipitaciones sean más escasas que en el costado norte. Siguiendo el mismo patrón del
resto de masas de hielo en Colombia, la evolución reciente de los glaciares de la Sierra

Nevada de Santa Marta (desde 1850) ha estado marcada por el retroceso y la formación

de lagunas y amplios sistemas de morrenas.

En ese contexto la condición estructural de la Sierra ha permitido la dispersión

de las masas glaciares y la pérdida de hielo no solo en los límites inferiores sino sobre

las cornisas. La dispersión espacial de los glaciares de la Sierra Nevada de Santa Marta

es uno de los factores que ayuda a la reducción de dichas masas de hielo.

Ríos y quebradas provenientes de los glaciares:

La Sierra Nevada de Santa Marta es una estrella hidrográfica donde nacen ríos

hacia las vertientes norte, occidental y suroriental. Los cauces principales se dirigen al

mar Caribe. Hacia el norte corre el río Palomino, con otros cauces de menor caudal que

drenan directamente al mar Caribe. Otras subcuencas como las del Maranchucua,

Pasiamanchucua y Neiva-Viscungue recogen numerosos ríos primarios y quebradas de

segundo y tercer orden primordialmente, para luego confluir en el Río Aracataca, el cual

drena a la ciénaga Grande de Santa Marta. Hacia la vertiente suroriental el río Guatapurí

recoge los drenajes provenientes del río Dunachuí y Curiba.

Abastecimiento hídrico relacionado con drenajes superficiales de fusión

No se conocen registros de acueductos rurales en la zona alta de la Sierra. Las

captaciones que realizan las familias indígenas que habitan en la alta montaña

seguramente se relacionan con drenajes menores que nacen en el páramo o en la selva

alto andina, esto se deduce al observar la disposición de los caseríos respecto a los

drenajes que bajan del glaciar. Estos últimos transcurren por los niveles más bajos de los

valles glaciares, mientras que los asentamientos indígenas se ubican sobre depósitos
morrénicos y cuchillas, en un nivel superior al de las quebradas y riachuelos originados

en el deshielo.

La información disponible permite establecer que la mayor parte de los centros

poblados relacionados con la Sierra Nevada de Santa Marta, utilizan fuentes menores

que nacen en las partes bajas de la montaña, o drenajes mayores que nacen en las áreas

de páramo no relacionados superficialmente con el agua de fusión glaciar. Sin embargo,

el acueducto de Aracataca y el de Valledupar toman aguas del río Aracataca y del

Guatapurí, respectivamente.Los índices de vulnerabilidad hídrica (IVH) son favorables

para el sistema de abastecimiento de Aracataca-El Retén. Sin embargo, Valledupar tiene

índices medio y alto en condiciones climáticas medias y secas, respectivamente. Este

hecho permite llamar la atención sobre la necesidad de generar estudios

hidroglaciológicos en dicha cuenca, con el fin de considerar el posible impacto del

deshielo sobre el sistema de abastecimiento de la capital del Cesar.

Análisis del contexto y propuestas sobre su situación.


Desigualdad vulnerabilidad fortalezas
Esta comunidad a Estos pueblos La comunidad koguis es rico por
sufrido incendios de susindígenas sufrieron mucho enque ocupan un espacio superior a
casas que han tenido queun tiempo con la presencia600.000 hectáreas, que corresponden en
desplazarse de sus territoriosde los grupos armados lassu gran mayoría a espacios en las partes
a llegar en tierras y ciudadesmujeres fueros despojadas dealtas del macizo monta- ñoso, área que
a pasar trabajos tanto niñossus compañeros las niñases menor al reconocido como territorio
como adultos. fueron violadas en financestral denominado Línea Negra y
Por otra parte sufrensufrieron que a un tienenque se constituye en espacio integral y
negligencias médicas más ensecuelas de esos dañostradicional de los pueblos indígenas de
los niños por vivir en zonascausados ellos establecer unla Sierra Nevada de Santa Marta y
retiradas. dominio territorial y unreconocido por la resolución 0837 de
control social basado en las1995. En la actualidad,
contribuciones económicas
obligatorias a finqueros,
hacendados y campesinos
colonos, el secuestro, el
homicidio selectivo y el
sometimiento de los pueblos
indígenas de la Sierra
Nevada por medio de
diversas estrategias de
intimidación.
Por lo anterior, el caso de la
Sierra sigue siendo un ejemplo
especialmente significativo ya que
aproximadamente 18.000 aborígenes de
tres departamentos (Guajira, Cesar,
Magdalena) se expresan en tres lenguas
indígenas en un gran contexto de habla
española como lo es el de la Costa
Atlántica. De este número de indígenas,
unos 5.700 son monolingües (en su
respectiva lengua materna: kogui, unos
2.500; ika, cerca de 2.000; damana
alrededor de 1.200) y más o menos
13.500 bilingües. Estas son sumas muy
expresivas, si se tiene en cuenta que el
número total de los habitantes de la
Sierra (considerando solo el
microsistema que conforma la
pirámide) no debe alcanzar los 40.000
individuos. De hecho, la Sierra se
destaca como uno de los conjuntos
multilingües de Colombia de base
cultural bastante heterogénea en un área
geográ- fica muy restringida.

FOTOGRAFIA.
CONCLUSION.
El anterior análisis investigado deja como importancia la exploración de un

nuevo conocimiento, en la identificación de un grupo humano que fue investigado en

todo sus aspectos sociales, donde se conoció la existencia de un pueblo étnico que ha

padecido muchas dificultades para conservarse como cultura, y donde ha tenido que

asociarse con otros grupos para poder sobrevivir, la intención de nuestro trabajo es que

haya quedado un conocimiento acerca de saber identificar algún tipo de temas sociales

como lo es la geopolítica que permitió identificar nuevas experiencias de aprendizaje.


BIBLIOGRAFÍA

https://www.todacolombia.com/etnias-de-colombia/grupos-indigenas/kogui.html

Eslava. Lorena Aja (noviembre de 2010) agua, territorio y poder. Tomado de:

https://www.todacolombia.com/etnias-de-colombia/grupos-
indigenas/kogui.htmhttps://www.todacolombia.com/etnias-de-colombia/grupos-
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IDEAM (2014) Ecosistemas. Sierra Nevada de Santa Marta. Colombia. Tomado


de: https://www.todacolombia.com/etnias-de-colombia/grupos-indigenas/kogui.html

V. de la Hoz Joaquín (julio 2005) Sierra Nevada de Santa Marta, “economía de


sus recursos naturales”. Tomado de: https://www.todacolombia.com/etnias-de-
colombia/grupos-indigenas/kogui.html
Link del video:

IDEAM (27 mar. 2017) Programa de monitoreo Glaciares Tropicales Andinos -


Sierra Nevada de Santa Marta. Colombia. Tomado de:
https://www.todacolombia.com/etnias-de-colombia/grupos-
indigenas/kogui.htmlReichel-Dolmatoff, Gerardo (1950–1): Los kogi: una tribu de la
Sierra Nevada de Santa Marta, 2 vols. Bogotá: Editorial Iqueima (nueva edición 1985,
Bogotá: Procultura).

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