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¡Pon un mapa de empatía en tu

programación!
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Crear el mapa de empatía de tu aula

¿Sabes lo que es un mapa de empatía?, ¿sabes cómo utilizarlo para que se


convierta en un recurso atractivo para tu programación?, puede que lo del
mapa de empatía sea nuevo para ti, o que lo hayas visto alguna vez aplicado a
otros ámbitos, ya que es una herramienta que proviene del marketing, pero
recientemente la he visto aplicada en educación y enseguida he pensado que
podría ser un recurso interesante para la programaciones de las oposiciones.

Te cuento

Qué es un mapa de empatía

Como te decía es una herramienta de Design Thinking que proviene del


mundo del marketing, está diseñada para conocer a fondo el grupo de
personas a quien nos dirigimos, originalmente a los clientes de una empresa.
Pero también tiene usos en el ámbito educativo, ya que se puede
aplicar para conocer y entender mejor a nuestro alumnado, tanto grupal como
individualmente.

Es decir podemos aplicarla a una clase para conocer sus características como
grupo, o a un alumno en concreto para analizar con profundidad aspectos
particulares que necesitemos para personalizar el proceso de enseñanza-
aprendizaje.

Veamos a continuación cómo se aplica y qué información podemos obtener en


cada caso así como para qué puede sernos útiles.

Crea el mapa de empatía de tu aula

Es posible conocer mejor nuestro grupo aplicando esta herramienta,


obtendremos información más completa de la que podemos percibir “a simple
vista”, eso nos permitirá realizar agrupamientos más eficaces con diversos
fines, ya que conoceremos mejor cuáles son las necesidades, aspiraciones y
frustraciones de nuestros alumnos.

De esta manera podremos ofrecerles una atención más adecuada a sus


necesidades.

Utilizaremos un croquis de cuatro secciones con la fotografía de la clase en el


centro y dos apartados en la parte inferior, como el que ves en el
encabezamiento.

Siguiendo las indicaciones podemos recoger información relativa a:

¿Qué piensan y sienten?

Para conocer la respuesta a esta primera pregunta reflexionaremos sobre:

 qué es lo que importa a mis alumnos


 qué cosas les preocupan
 cuáles son sus verdaderas inquietudes y aspiraciones.

De esta manera tendremos una información muy valiosa para saber cómo
motivar a nuestros alumnos, cómo hacer que nuestras propuestas sean
atractivas, despierten su interés.

También podremos identificar cuáles son sus miedos para tratar de


eliminarlos, cuando más seguro y estimulante sea el clima que seamos capaces
de crear en el aula más posibilidades de conseguir aprendizajes significativos.

¿Qué ven?

Nos fijaremos en su entorno, sus amigos, quiénes son las personas clave, a qué
problemas se exponen.

Como sabemos para que los aprendizajes sean significativos para los
alumnos es indispensable relacionarlos con sus experiencias, idealmente
deberíamos ser capaces de presentar nuestras propuestas relacionándolas con
situaciones problemas que los alumnos deben aprender a resolver, para ello
necesitamos conocer qué situaciones les preocupan, en qué se fijan, qué les
importa.

¿Qué dicen o hacen?

Observaremos su comportamiento, su actitud, las personas con las que


se relacionan, el modo en que lo hacen, intentar deducir lo que piensan que no
siempre es lo mismo que lo que hacen.

Del análisis del comportamiento de nuestros alumnos podremos obtener


informaciones muy valiosas para valorar si las propuestas que hacemos son
adecuadas, si están al alcance de sus posibilidades, si les suponen un reto, un
estímulo para aprender.

¿Qué escuchan?
Prestaremos atención en lo que se dice en su entorno, en los mensajes que
reciben de los diferentes grupos sociales con los que se relacionan, de los
amigos y de los familiares; en los canales de comunicación que utilizan, qué y
quiénes les influyen.

Obviamente los mensajes de la familia y los de la escuela deben ser


coherentes para que exista la cooperación necesaria entre ambos.
Pero también tenemos que conocer qué otros mensajes pueden estar
recibiendo del entorno, especialmente de los medios de comunicación, de esa
manera podremos enseñarles a ser críticos con ellos, analizarlos e
interpretarlos correctamente.
¿Qué les frustra?

Lógicamente necesitamos donde están las barreras, las dificultades que


tienen que superar, los obstáculos que pueden encontrar.

De esta manera podremos diseñar una intervención orientada a superarlas, o


poner a su alcance los instrumentos y estrategias que van a necesitar para
lograr los objetivos propuestos.

¿Qué les motiva?

Como hemos comentado en otras ocasiones hemos aprendido de la


neurodidáctica que sin emoción no hay aprendizaje, así que conocer
lo que motiva a los alumnos, lo que despierta su interés, lo que significa el
éxito para ellos, nos dará la llave para iniciar el proceso de aprendizaje de
nuestros alumnos.

Algunos autores completan el mapa clásico para su uso en el ámbito educativo


añadiendo nuevos elementos, si quieres más información puedes consultar
este artículo sobre la actualización del mapa de empatía.

El mapa de empatía de un alumno


También podemos aplicar el mapa de empatía para conocer más a fondo las
características de un alumno concreto y de esta manera poder adaptar nuestras
propuestas educativas a sus necesidades específicas.

Es una estrategia especialmente útil cuando tengamos algún alumno con


necesidades específicas de cualquier tipo, conocerle bien, saber cuáles
son necesidades, motivaciones, la información que recibe de su entorno, qué
cosas le preocupan, etc. nos ayudará a comprenderle mejor y por tanto a ser
más eficaces cuando busquemos cómo dar respuesta a sus necesidades.

En el caso de alumnos con comportamientos disruptivos en el


aula, que con frecuencia encontramos en la práctica docente, y que en
ocasiones nos desbordan y nos cuesta saber cómo abordar, los conocimientos
que podemos adquirir con esta herramienta nos puede ayudar a trazar una
estrategia útil para ayudarle a controlar sus impulsos.

Como ejemplo de esta utilidad podemos ver este interesante mapa de empatía
elaborado para conocer mejor a un alumno con TDAH elaborado por Marcelo
Pizarro.
Cómo lo podemos utilizar en las oposiciones

Como ves es una herramienta útil para aplicar en la tutoría, para determinar
el clima del aula e identificar problemas que existan en las relaciones entre los
alumnos o entre el grupo y nosotros, y también hemos visto sus posibilidades
para conocer con más profundidad las necesidades y características de
alumnos concretos.

Por tanto podríamos mencionarla en el apartado de metodología, o en su caso


en el de atención a la diversidad.

Realizar un mapa de empatía (real o hipotético) de un aula, o de uno


de los alumnos que hayamos incluido con necesidades especiales o específicas
de apoyo educativo, e incluirlo en un anexo nos dará la ocasión de
explicar su funcionamiento y utilidad al tribunal en el momento de la defensa,
y disponer de un anexo novedoso e interesante.

Si estás inscrito en la lista de novedades del blog habrás recibido un enlace


con una plantilla editable para realizar el mapa de tu aula o de un alumno
concreto, podrás imprimirla una vez cumplimentada a tu gusto.

Porque, como ya comentamos en otro post, hay que tratar de incluir anexos
que atraigan la atención del tribunal y no aquellos que se limitan a copiar y
pegar elementos curriculares o teorías pedagógicas.

Ten en cuenta que los anexos tienen utilidad principalmente cuando sirven
para ejemplificar propuestas que demuestren al tribunal nuestras
características docentes.

¿Qué te ha parecido el mapa de empatía?, ¿conocías la herramienta?, ¿te


parece interesante para tu programación o para utilizar en el aula?, anímate y
danos tu opinión en los comentarios.

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