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Pollack & Lundberg: Embla mitt i kosmos

000
Majken Pollack y Sara Lundberg
Embla en el centro del cosmos

001
La mamá lee otro libro pero, aún así, Embla no logra quedarse dormida. El cuerpo se niega
totalmente. Al parecer, nadie ve a Embla. Como si sólo fuera un puntico en el cosmos. ¿Y si
no existe otra persona como ella existe?, ¿y si Embla está demasiado sola?

004
Es de noche y Embla se va a acostar.
—Por favor, uno más, pide Embla
La mamá le lee otro libro.

006
Hay silencio en la habitación de Embla. Silencio y calma. Pero, aún así, Embla no logra
quedarse dormida. El cuerpo se niega totalmente.

007
—¡Mamá!

008
La mamá llega.
—Y si estoy demasiado sola, dice Embla.

009
—No estás sola, yo estoy en casa, dice la mamá.
—Tú no entiendes, afirma Embla. ¿Te acuerdas cuando fuimos en autobús?
—Sí..., responde la mamá.

010
—Yo estaba muy sola en el autobús. Nadie se fijó en mí.
—Bo y Vera estaban ahí, yo iba también. Y tal vez quince personas más.

011
—Tú no escuchas, dice Embla.
—Pero no estabas sola, dice la mamá. Ya es hora de...
—Tengo sed.

012
—De todos modos, nosotras estamos juntas, grita la mamá desde la cocina.

013
—Yo no hablo de estar juntas, contesta Embla.

014
—Embla, ve y acuéstate de nuevo, dice la mamá.
—¿Sabes?, a veces en el parque infantil puedo estar...

015
—Embla...
—¡Pero yo puedo estar en el centro y nadie me ve! Como si sólo fuera un puntico en el
cosmos.

016
—Sí..., empieza la mamá. Hay muchos niños en el parque, ¿verdad?, y...
—Tú no escuchas, dice Embla.
—No se trata de amigos, responde Embla. Tengo ganas de orinar.

017
—¿Puedo dormir en tu cama?, pregunta Embla.
—Sí, por supuesto que puedes, contesta la mamá.

018
—Buenas noches, dice la mamá y cierra la puerta con cuidado.
019
—Todo queda en silencio. Muy en silencio.

020
—¡¡Mamá...!!

022
—Embla, ¡¿Qué pasa?!
—¡Soy invisible! ¡Tu cama es como el cosmos entero!
—Pero..., empieza la mamá.

023
—¡Tú no escuchas!
—Por favor, querida Embla...

024
—Y si no existe otra persona como yo existo. Y si soy la única que está mirando hacia
afuera.

025
—¿Qué estás queriendo decir en realidad?
—¡No quiero estar sola!
—Hm..., dice la mamá y piensa un momento. A ver, mírame a los ojos.

027
—¿Sabes una cosa?, continúa la mamá, cuando estabas en mi vientre, nosotras dos éramos
como una y siempre estábamos juntas. Cuando naciste, se puede decir que ambas nos
quedamos solas. Aunque, al mismo tiempo, también estamos unidas.
—¿Cómo?, pregunta Embla.

028
—Sí, te convertiste en una persona única que puede elegir cuando quiere estar sola o
acompañada. Querida Embla, ¿te sigues sintiendo sola ahora?
—Estoy muy cansada, tan cansada que te veo aunque tenga los ojos cerrados...
029
—Buenas noches, dice Embla.
—Buenas noches mi corazón, buenas noches mi tesoro, qué duermas bien, susurra la mamá.
—Nos vemos en los sueños, masculla Embla y se duerme.

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