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Fiabilidad de la prueba de aptitud física para personas mayores con deterioro cognitivo

comunitario

Abstracto

Antecedentes y objetivo

En las personas mayores con deterioro cognitivo, se requieren medidas confiables y válidas para
evaluar la aptitud física y para medir el cambio, por ejemplo, como resultado de una intervención
de ejercicio. El propósito de nuestro estudio fue determinar la fiabilidad relativa y absoluta de la
prueba-reprueba de la prueba de aptitud física (Senior Fitness Test, SFT) en personas mayores con
deterioro cognitivo.

Métodos

Se realizó un estudio de fiabilidad test-retest para la prueba de aptitud física para personas
mayores con deterioro cognitivo. Los participantes fueron evaluados en dos puntos de tiempo con
un intervalo de tiempo de 24 horas a 1 semana entre las pruebas. El Coeficiente de correlación
intraclase modelo 3.1 (ICC, 3.1) con intervalos de confianza (IC) del 95% se utilizó como una
medida de fiabilidad relativa. El error estándar de medición y el cambio detectable mínimo (MDC)
se usaron para medir la fiabilidad absoluta.

Resultados

El ICC reflejó una confiabilidad muy alta (0.93-0.98) en todos los artículos SFT, lo que indica que no
hubo un error sistemático en las mediciones. Se calcularon los valores de MDC en el 90% CI:
prueba de posición de silla = 2.0 repeticiones, prueba de brazo = 2.3 repeticiones, silla sentada y
prueba de alcance = 6.0 cm, prueba de cero de espalda = 4.6 cm, prueba de 2.45 m up-and-go =
1.4 segundos y prueba de caminata de 6 minutos = 37.1 metros.

Discusión

La batería SFT mostró una fiabilidad test-retest alta a muy alta y, por lo tanto, puede ser adecuada
para detectar cambios en la condición física y evaluar la aptitud física en personas mayores con
deterioro cognitivo, tanto en investigación como con fines clínicos. Copyright © 2014 John Wiley &
Sons, Ltd.

ntroducción

Se estima que la prevalencia mundial de personas con demencia casi se duplica cada 20 años,
alcanzando 40.8 millones en 2020 y 90.3 millones en 2040 (Prince et al., 2013). Se informa que la
prevalencia de deterioro cognitivo leve (DCL) es del 20% (Lopez et al., 2003), con una tasa de
conversión anual estimada de MCI a la demencia del 10-15% (Busse et al., 2006). En consecuencia,
aumentará el número de pacientes con DCL y demencia, y los fisioterapeutas pueden estar
tratando a un número cada vez mayor de personas con deterioro cognitivo leve y demencia (Ries
et al., 2009). MCI describe el posible estado de transición entre el envejecimiento normal y la
demencia (Decarli, 2003). En este estudio, el término deterioro cognitivo se utiliza como un
término genérico para MCI y demencia. Los estudios han demostrado una fuerte asociación entre
el deterioro cognitivo y diferentes aspectos de la aptitud física (Stuck et al., 1999; Auyeung et al.,
2008; Hsu et al., 2012; Muir et al., 2012). Aunque el deterioro cognitivo no se puede curar en la
actualidad, la disminución de la actividad física puede reducirse mediante intervenciones de
actividad física (Blankevoort et al., 2010) y el ejercicio puede retrasar la aparición del deterioro
cognitivo (Ahlskog et al., 2011).

Las pruebas estandarizadas de aptitud física se han utilizado para identificar y evaluar a las
personas mayores con riesgo de discapacidad física y también para mejorar la capacidad de
evaluar la efectividad de las intervenciones en entornos clínicos y de investigación (Guralnik et al.,
1994; DiBrezzo et al., 2005). ) La identificación de pruebas de rendimiento físico apropiadas y
útiles para personas con deterioro cognitivo es importante porque estudios recientes han
mostrado efectos positivos de intervenciones de actividad física en actividades de la vida diaria, la
forma física y el funcionamiento en personas mayores con deterioro cognitivo (Heyn et al., 2004;
Littbrand et al., 2009; Ahlskog et al., 2011; Hauer et al., 2012). En consecuencia, se requieren
medidas confiables y válidas para evaluar la aptitud física y medir el cambio, por ejemplo, como
resultado de una intervención de ejercicio, en personas mayores con deterioro cognitivo
(Blankevoort et al., 2013).

Nuestra comprensión actual de las propiedades psicométricas de pruebas clínicas específicas para
la aptitud física y la función en la población de personas mayores con deterioro cognitivo es
limitada. Existen pocos estudios metodológicos que evalúen la confiabilidad de las herramientas
clínicas para las personas con deterioro cognitivo (Blankevoort et al., 2013). La mayoría de los
estudios de mediciones de la aptitud física en personas mayores se han realizado con personas sin
deterioro cognitivo (Hauer et al., 2012). Los ejemplos de pruebas de rendimiento físico que se han
estudiado para la fiabilidad con individuos con deterioro cognitivo incluyen la prueba
cronometrada up-and-go (TUG) y la velocidad de la marcha (Ries et al., 2009; Suttanon et al.,
2011; Blankevoort et al. , 2013) y la prueba de caminata de 6 minutos (Ries et al., 2009).

El Senior Fitness Test (SFT) es una evaluación estandarizada y segura ampliamente utilizada para
brindar información sobre la condición física en personas mayores (Rikli y Jones, 2001; DiBrezzo et
al., 2005; Toraman y Yildirim, 2010). La aptitud física es un concepto multidimensional, y el SFT se
diseñó para evaluar los parámetros físicos subyacentes asociados con la movilidad funcional, como
la fuerza muscular, la resistencia cardiorrespiratoria, la flexibilidad, el equilibrio y la agilidad /
movilidad (Rikli y Jones, 1999). Los puntajes de los ítems de SFT crean un perfil de estos
componentes principales de la aptitud física asociados con el funcionamiento independiente (Rikli
y Jones, 2001). No pudimos encontrar ningún estudio que documentara la confiabilidad de toda la
batería SFT en personas mayores con deterioro cognitivo. El propósito de nuestro estudio fue
determinar la fiabilidad relativa y absoluta test-retest de la SFT en personas mayores con deterioro
cognitivo.

Métodos

Participantes y procedimiento

Las personas elegibles para participar en este estudio fueron participantes en 'El registro de
pacientes para la evaluación de la demencia en Noruega', que incluyó pacientes de 15 clínicas de
memoria en Noruega. Se remitieron para un examen inicial con respecto al deterioro cognitivo y
se evaluaron de acuerdo con un protocolo de examen estándar (Braekhus et al., 2011; Hesseberg
et al., 2013). La clasificación CIE-10 se utiliza para diagnosticar la demencia y los criterios para el
diagnóstico de MCI Winblad (Winblad et al., 2004) .Participants en este estudio fueron reclutados
de dos de estas clínicas de memoria y había aceptado participar en un estudio en curso sobre
'física función en personas mayores con deterioro cognitivo "donde los criterios de inclusión
fueron mayores de 65 años, vivienda comunitaria y deterioro cognitivo (deterioro cognitivo leve o
demencia) diagnosticados por médicos en las clínicas de memoria. Los primeros 40 participantes
que aceptaron participar en este estudio fueron incluidos. Treinta y tres personas negaron la
participación (17 con MCI y 15 con demencia). Los participantes se probaron con SFT en dos
puntos de tiempo con un intervalo de tiempo entre pruebas de 24 horas a 1 semana. El intervalo
de tiempo entre la prueba y la prueba se debió a la logística, tanto según los participantes como el
evaluador. El tiempo medio entre la prueba y la nueva prueba fue de 109 horas (4.5 días) con un
lapso de tiempo de 24-166 horas (1-6.9 días). A los participantes se les preguntó entre la prueba y
la nueva prueba, si habían estado enfermos o habían experimentado algún evento que pudiera
afectar los resultados. Ninguno de los participantes informó tal experiencia. Además de la
instrucción estandarizada de acuerdo con el protocolo de la SFT (Ries et al., 2009), se utilizó el
cuing para completar la tarea (Ries et al., 2009). Como ejemplo, se les dijo a los participantes que
se sentaran si no se sentaban en la prueba de 2.45 m de ida y vuelta. Todas las pruebas se
realizaron entre las 9:30 a.m. y las 3:00 p.m. La prueba y la nueva prueba no se realizaron
exactamente al mismo tiempo, sino en un lapso de 0 a 5 horas, con una diferencia promedio de
1.5 horas. Las pruebas se llevaron a cabo en una sala con espacio e iluminación adecuados para
garantizar un rendimiento óptimo. La prueba y la nueva prueba fueron medidas por el mismo
evaluador. El probador no verificó los resultados de la primera prueba antes de realizar la nueva
prueba.

Prueba de aptitud física

Los procedimientos de prueba siguieron el protocolo estándar de SFT (Rikli y Jones, 2001) con tres
excepciones: la sección de calentamiento fue más corta, es decir, a algunos minutos de la sala
donde se realizó la prueba; los participantes fueron evaluados individualmente y no en grupos; y la
prueba de caminata de 6 minutos se realizó de acuerdo con las directrices de la American Thoracic
Society, con un recorrido a pie en un pasillo recto de 30 my los puntos de cambio marcados con
conos (American Thoracic Society, 2002). Las evaluaciones SFT se realizaron en el orden
presentado: prueba de posición del sillón para la fuerza muscular del cuerpo inferior (número
dentro de los 30 segundos), prueba de flexión del brazo para la fuerza muscular del cuerpo
superior (número dentro de 30 segundos) distancia entre los dedos de los pies y del dedo del pie),
prueba de raspado de espalda para flexibilidad de la parte superior del cuerpo (distancia entre los
dos terceros dedos), prueba ascendente de 2.45 m para potencia, velocidad, agilidad y equilibrio
dinámico (tiempo para subir, caminar 2,45 my regrese a la silla) y una prueba de caminata de 6
minutos para medir la resistencia cardiovascular (distancia recorrida en 6 minutos). La duración de
la prueba de SFT se estimó en 30 minutos. Descripciones más detalladas se presentan en el
manual (Rikli y Jones, 2001). SFT proporciona estándares normativos basados en un grupo de
referencia de más de 7,000 hombres y mujeres entre las edades de 60 y 94 años de una población
estadounidense (Rikli y Jones, 2001). puntuación Normativa se define como la media del 50% de
los valores en cada grupo de edad, es decir, las puntuaciones entre los percentiles 25 y 75,
mientras que las puntuaciones por debajo del percentil 25 se consideran a continuación
normativo, y aquellos por encima del percentil 75 se consideran por encima de normativa. Se
informa que la confiabilidad test-retest del SFT es entre alta y muy alta en una población mayor
normal (Coeficiente de correlación intraclase [CCI] = 0.81-0.98) (Rikli y Jones, 2001).

nálisis estadístico

Las características de la muestra se presentaron con medias y desviaciones estándar (DE) para
variables continuas y porcentajes para variables categóricas. Las diferencias estadísticas entre los
dos grupos, MCI y demencia, incluidas en el término "deterioro cognitivo", se calcularon mediante
pruebas t de muestras independientes para variables continuas y pruebas de Chi-cuadrado para
variables categóricas. El modelo ICC 3.1 (ICC, 3.1) con intervalos de confianza (IC) del 95% se utilizó
como una medida de fiabilidad relativa. Los valores ICC oscilan entre 0 y 1, donde 1 corresponde a
una concordancia perfecta y ningún error de medición (Weir, 2005). En este estudio, utilizamos los
siguientes puntos de corte: ICC> 0.90 indica una confiabilidad muy alta, 0.80-0.89 alta
confiabilidad, 0.70-0.79 confiabilidad adecuada, 0.60-0.69 confiabilidad marginal y <0.60 baja
confiabilidad (Strauss et al., 2006) ) El error estándar de medición (SEM) y el cambio mínimo
detectable (MDC) se utilizaron como medidas de fiabilidad absoluta. El MDC se basa en el SEM y se
define como la cantidad más pequeña de cambio en el puntaje que no se debe a la variación en la
medición o al error de medición (Haley y Fragala-Pinkham, 2006). El SEM y el MDC se presentan en
las mismas unidades utilizadas en los diferentes puntajes de las pruebas, lo que facilita la
interpretación de los resultados. Los valores más pequeños reflejan que se necesita una menor
cantidad de cambios para tener la seguridad de que el resultado refleja un cambio verdadero y no
se debe a un error de medición. SEM se calculó usando la siguiente fórmula: SEM = SD √ (1-ICC).
SD se determina a partir del ANOVA como SD = √ (SStotal / n-1) (SStotal = suma total de
cuadrados) (Weir, 2005). El MDC se puede calcular mediante el uso de diferentes IC, como 90% IC
o 95% CI (Haley y Fragala-Pinkham, 2006). Los puntajes de MDC en este estudio se basaron tanto
en el IC del 95% (z = 1.96) como en el IC del 90% (z = 1.65) usando las siguientes fórmulas: MDC95
= SEM × 1.96 × √2 y MDC90 = SEM × 1.65 × √2 ( Ries et al., 2009; Blankevoort et al., 2013). El nivel
de significancia se estableció en 0.05, y todas las pruebas fueron de dos lados. El análisis
estadístico se realizó en spss 20.0 para Windows (IBM Corporation, Armonk, NY, EE. UU.). Un
análisis de potencia calculado para este estudio basado en el ítem "prueba de posición de silla"
con una diferencia de medias de dos repeticiones en prueba y nueva prueba y una SD de 3 en
ambas pruebas indicaron que se requeriría un tamaño de muestra mínimo de 36 participantes al
80% potencia y α = 0.05.

Etica

El estudio fue aprobado por el Comité Regional de Ética en Investigación Médica en el sudeste de
Noruega. Los participantes recibieron información oral y escrita sobre el estudio y firmaron un
consentimiento informado por escrito antes de participar. Un médico de la clínica de memoria
evaluó si los participantes podían dar su consentimiento antes de que se incluyeran en el estudio.

Resultados

Cuarenta personas mayores que vivían en la comunidad (21 hombres y 19 mujeres) con
diagnóstico de deterioro cognitivo (32 con MCI y ocho con demencia) participaron en este estudio.
Las características de la muestra se presentan en la Tabla 1, la muestra completa y los
participantes con el diagnóstico de DCL y los participantes con demencia. No hubo diferencias
estadísticamente significativas entre los participantes diagnosticados con DCL en comparación con
los participantes diagnosticados con demencia con respecto a las características con la excepción
de la puntuación en el Mini Examen del Estado Mental (MMSE) (p = 0,001). La Tabla 2 presenta el
desempeño de los participantes en los ítems SFT en comparación con los puntajes normativos de
7.000 personas mayores sanas de una población de EE. UU. La Tabla 3 muestra los resultados de la
prueba y la nueva prueba y de ICC, SEM y MDC. El ICC refleja una confiabilidad muy alta (0,93-
0,98) para todos los artículos SFT, lo que indica que no hay un error sistemático en las mediciones.
El SEM muestra las diferencias test-retest en valores absolutos, relacionados con la misma unidad
que la medida de interés. Los valores MDC muestran los límites de cambio que un participante
debe alcanzar antes de que podamos decir que el cambio es un cambio clínico más allá del error
de medición. En la Tabla 3, se presentan el MDC95 y el MDC90, que reflejan una certeza del 95% y
del 90%.a p <0.05 se consideró estadísticamente significativo.

MCI = deterioro cognitivo leve; SD = desviación estándar; MMSE-NR = Versión revisada noruega
del Mini examen del estado mental.

Discusión

La confiabilidad relativa test-retest de la SFT en personas mayores con deterioro cognitivo es muy
alta en todos los ítems de la prueba (ICC ≥ 0.93). Los valores de confiabilidad absoluta (valores
MDC) se corresponden bien con los hallazgos de estudios previos con respecto a la confiabilidad
test-retest en personas mayores con deterioro cognitivo (Ries et al., 2009, Blankevoort et al.,
2013).
Fiabilidad relativa

Los valores muy altos de ICC en este estudio se corresponden bien con los resultados informados
para las personas mayores de 60-94 años que viven en la comunidad sin deterioro cognitivo
(valores ICC de 0,80-0,98) (Rikli y Jones, 2001). El ICC ha sido criticado porque la relación de la
variabilidad entre sujetos y los valores de ICC significa que el ICC puede ser grande si los sujetos
difieren considerablemente unos de otros (Weir, 2005). En este estudio, existe una gran
variabilidad entre sujetos, por ejemplo, un mínimo de 0 y un máximo de 17 repeticiones en la
prueba del banco de silla. Además, el ICC se comporta como un índice relativo de confiabilidad y,
en esencia, el ICC normaliza el error de medición relativo a la heterogeneidad de los sujetos (Weir,
2005). Ries et al. (2009) informaron una fiabilidad test-retest muy alta en la prueba de caminata
de 6 minutos y el TUG (ICC> 0,90) en personas con enfermedad de Alzheimer. Aunque los
participantes en el estudio de Ries et al. (2009) tuvieron puntajes más bajos en el MMSE (media de
13 puntos) que los participantes en el estudio actual (promedio de 24 puntos), los resultados en
los dos estudios corresponden bien y pueden indicar que las pruebas son confiables para personas
mayores con diferentes grados de deterioro cognitivo. El uso de cuing para facilitar el rendimiento
óptimo en este estudio puede haber influido en el hallazgo de una fiabilidad test-retest muy alta, y
el uso de cuing está respaldado por Ries et al. (2009), quienes concluyeron en su estudio que el
uso de cuing podría haber contribuido a la consistencia del rendimiento de los participantes en los
ensayos.

Confiabilidad absoluta

El MDC se basa en el SEM y, por lo tanto, está estrechamente relacionado con él. Tanto el 90% IC
como el 95% CI del MDC se informaron en estudios (Ries et al., 2009; Blankevoort et al., 2013), con
el MDC95 y el MDC90 reflejando una certeza del 95% y 90%, respectivamente, que un el cambio
en la medición no sería el resultado del error de medición. Ries et al. (2009) informaron puntajes
MDC90 para la prueba de caminata de 6 minutos y TUG en personas con enfermedad de
Alzheimer. El resultado del MDC90 en la prueba de caminata de 6 minutos se correspondió con los
resultados de nuestro estudio, con valores de 33.5 y 37.1 m, respectivamente (Ries et al., 2009). Se
debe lograr un cambio en la distancia de caminata de más de 37.1 m para asegurarse de que el
cambio no se deba a un error de medición. Para el TUG, se informa que el valor de MDC90 es 4.1
segundos (Ries et al., 2009) y el valor MDC95 5.9 segundos (Blankevoort et al., 2013). Estos valores
no se pueden comparar directamente con los resultados de 1,4 segundos (MDC90) y 1,7 segundos
(MDC95) en nuestro estudio porque la distancia de caminata en estas pruebas fue diferente (TUG
= 3 my SFT = 2,45 m). Los valores en nuestro estudio son más pequeños, pero pueden ser lo
suficientemente sensibles como para detectar cambios clínicamente relevantes en la población
evaluada. Se informa que el valor de MDC95 para una versión modificada de la prueba de la
posición de la silla es 3.5 repeticiones (Blankevoort et al., 2013); mientras que en nuestro estudio,
fue de 2.4 repeticiones. El menor valor de MDC informado en nuestro estudio puede deberse a los
diferentes niveles de deterioro cognitivo en las poblaciones estudiadas porque podríamos
anticipar que el nivel de deterioro cognitivo influiría en los resultados (Ries et al., 2009).
Blankevoort y col. (2013) informaron una puntuación media de MMSE de 19,2, mientras que la
puntuación media de MMSE en nuestro estudio fue de 24,3. Sin embargo, los hallazgos en
estudios anteriores no son consistentes en mostrar una mayor variabilidad del rendimiento en
personas con un mayor nivel de deterioro cognitivo (Ries et al., 2009). Los diferentes resultados en
el estudio de Blankevoort et al. (2013) y nuestro estudio también podría deberse a otros factores
como la modificación de la prueba en el estudio de Blankevoort et al. (2013) y el uso de cuing en
nuestro estudio, que se apoya en el estudio de Ries et al. (2009). Por lo que sabemos, los valores
de MDC para las otras pruebas en el SFT no se informan en otras partes para las personas mayores
con deterioro cognitivo. Para superar el MDC90 en la silla sentarse y alcanzar la prueba, se requirió
una mejora de 6.0 cm, y hay muchas posibles fuentes de error y variaciones en el rendimiento,
incluida la posición sentada en la silla, el ángulo de la rodilla y las articulaciones del tobillo y la
posición de las manos y los brazos. El manual proporciona descripciones detalladas de cómo
realizar la silla sentada y llegar a la prueba (Rikli y Jones, 2001), pero pequeñas diferencias en cada
una de las posibles fuentes de error pueden causar mayores diferencias en el resultado. Desde la
perspectiva del evaluador, los participantes parecían tener más dificultades para tomar las
instrucciones y realizar este elemento de prueba en particular correctamente. Los pacientes con
deterioro cognitivo pueden tener dificultades visuales y espaciales y problemas para coordinar
varios segmentos del cuerpo y pueden encontrar dificultades para diferenciar entre izquierda y
derecha, todos los cuales pueden presentar desafíos en la silla sentada y la prueba de alcance
(Ravdin y Katzen, 2013) . El estudio también sugiere que si el cambio en la prueba de caminata de
6 minutos es mayor a 37.1 m en una persona con deterioro cognitivo, uno puede estar seguro en
un 90% de que esto representa un cambio 'verdadero'. Por lo tanto, los cambios en los resultados
más pequeños que los valores de MDC informados deben usarse con precaución en este grupo de
participantes. Los valores de MDC90 para la prueba de curvatura del brazo y la prueba de raspado
posterior fueron más pequeños, 2,3 repeticiones y 4,6 cm, respectivamente, y parecen ser más
sensibles al cambio en este grupo de participantes.

Limitaciones del estudio

Los participantes en este estudio fueron diagnosticados con deterioro cognitivo (DCL o demencia),
y su deterioro cognitivo fue leve de acuerdo con los puntajes del MMSE (media = 24.3; SD = 4.0).
Por lo tanto, nuestros resultados no pueden generalizarse a pacientes con deterioro cognitivo más
severo. Con respecto a la generalización, la muestra de personas mayores con deterioro cognitivo
en este estudio tendió a tener un peor desempeño que la población normativa de personas
mayores descrita en el manual. La mayoría de los participantes obtuvieron puntajes normativos o
por debajo de ellos, mientras que solo unos pocos lograron puntuaciones normativas superiores.
Esto se corresponde bien con la investigación anterior sobre la relación entre las funciones físicas y
cognitivas (Auyeung et al., 2008). Nuestras modificaciones al protocolo SFT pueden haber tenido
un impacto en la generalización de los resultados. Podría cuestionarse si el breve intervalo de 24
horas entre la prueba y la nueva prueba podría haber afectado los resultados de que los sujetos
empeoraron debido al cansancio relacionado con la recuperación breve o incluso el dolor
muscular. Sin embargo, solo tres de los participantes realizaron una nueva prueba menos de 48
horas después de la primera prueba, y los resultados de estos tres participantes no se destacaron
sistemáticamente de los demás participantes. Otra limitación es que no podemos estar seguros de
que los participantes recuerden alguna enfermedad o evento entre las dos pruebas cuando se les
preguntó al respecto, pero pudieron llegar al hospital para realizar las pruebas y, por lo tanto, los
eventos más graves deberían eliminarse. Aunque el tamaño de la muestra puede parecer
pequeño, el análisis de poder reveló que con un tamaño de muestra de 36, podemos detectar una
diferencia de dos o más repeticiones en la prueba de soporte de silla, que consideramos
clínicamente relevante.

Implicaciones para la práctica de fisioterapia

La fortaleza de este estudio es que se miden la fiabilidad test-retest tanto relativa como absoluta.
La confiabilidad absoluta se presenta en las mismas unidades que los puntajes de las pruebas y se
puede usar fácilmente en la práctica de fisioterapia. Este estudio indica que el SFT es una prueba
confiable en personas mayores con deterioro cognitivo para su uso en investigación y con fines
clínicos para evaluar la condición física. Los estudios informan que las personas mayores que
experimentan deterioro cognitivo se benefician de los regímenes de entrenamiento (Heyn et al.,
2004; Rolland et al., 2007; Littbrand et al., 2009; Ahlskog et al., 2011; Hauer et al., 2012). Nuestro
estudio muestra que los pacientes con deterioro cognitivo pueden tomar instrucciones, lo que
hace posibles las evaluaciones confiables. Los resultados de las pruebas se pueden usar para crear
programas de entrenamiento, y los valores MDC se pueden usar para monitorear cambios a lo
largo del tiempo, para asegurarse de que los resultados de las pruebas muestren un cambio real y
no solo se deba a errores de medición o variabilidad en el rendimiento.

Conclusión

La batería SFT muestra una fiabilidad test-retest alta a muy alta y, por lo tanto, puede ser
adecuada para evaluar y detectar cambios en la aptitud física en personas mayores con deterioro
cognitivo, tanto en investigación como con fines clínicos.

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