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5 RAZONES PARA PERDER LA FE

Se supone que debo alimentar la fe de mis lectores, y no dar ejemplos negativos de cómo se pierde
la fe. Sin embargo, las cosas que algunos acostumbran hacer, son contrarias a las que deberían
hacer para aumentar su fe. Muchos hechos de algunos cristianos, son excusas que están
meticulosamente programadas para no comprometerse con su fe. Lo peor del caso, es que muchos
creen que lo que hacen está bien y que sus hechos son justificados. Tristemente y con el tiempo,
sus hechos se evidencian como lo que son, razones para perder la fe.

Nadie quiere perder algo que aprecia. Al contrario, si algo tiene un valor moral o espiritual al costo
que se ha pagado con perseverancia y esfuerzo, se tendrá que cuidar a como dé lugar. De eso se
trata mi mensaje, de ser motivados para valorar la fe y alcanzar a ver lo que no se puede ver
físicamente. El Apóstol Pablo escribió: “Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo, que entre
tanto que estamos en el cuerpo, peregrinamos ausentes del Señor; (Porque por fe andamos, no por
vista;…)“. -2 Corintios 5:6-7.

La fe de la que hablo es espiritual, es de Dios, puesta en Dios; y es, solamente sostenida por Dios.
Por lo tanto, evita dar razones que justifiquen lo injustificable. Jesús dijo: “Pedid, y se os dará;
buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla;
y al que llama, se abrirá.” -Mateo 7:7-8. —Si Dios da sabiduría a quien se lo pide, también puede
dar suficiente fe a quien se lo solicite en oración (Santiago 1:5).

“No gloriándonos fuera de nuestra medida en trabajos ajenos; mas teniendo esperanza del
crecimiento de vuestra fe, que seremos muy engrandecidos entre vosotros, conforme á nuestra
regla.” -2 Corintios 10:15.

1- RAZONES PARA DECRECER LA FE. Confesar la falta de fe indolentemente, es falta de confianza y


ánimo en sí mismo, y en Dios. Declarar que somos muy incrédulos, es quitarle méritos a Dios en
sus procesos y sus promesas. Algunas razones muy humanas sustituyen la verdad de la fe, para
justificar el lento crecimiento de lo que es el propósito y el compromiso con Dios, y así perder la
fuerza espiritual. Si el propósito de Dios es promover la fe en cada uno de sus discípulos, exponerla
al crecimiento es una prioridad. Dejar la fe de soslayo, tiene un precio muy alto con la debilidad
como consecuencia. El aumento de la fe, es un proceso de ejercicios en lo posible, para ver los
resultados en lo imposible. No temas someterte a las pruebas de fe, ya que el mismo autor y
consumidor de la fe te sostendrá (Hebreos 12:2). La Biblia dice:

LA DUDA ES ENEMIGO DE LA FE. “Y luego Jesús, extendiendo la mano, trabó de Él, y le dice: Oh
hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?.” -Mateo 14:31.

LA ABUNDANCIA INTERIOR INCLUYE LA FE. “Por tanto, como en todo abundáis, en fe, y en
palabra, y en ciencia, y en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, que también
abundéis en esta gracia.” -2 Corintios 8:7.
LA RIQUEZA ESPIRITUAL INICIA CON LA FE. “Hermanos míos amados, oid: ¿No ha elegido Dios los
pobres de este mundo, ricos en fe, y herederos del reino que ha prometido á los que le aman?.”
-Santiago 2:5.

LA CONFIANZA EN DIOS ES PREMIADA. “No perdáis pues vuestra confianza, que tiene grande
remuneración de galardón:..” -Hebreos 10:35.

La fe se presenta como una semilla que al ser sembrada, lleva en sí misma el potencial de
enraizarse y crecer hasta llevar mucho fruto. La fe durante su proceso de vida interior, necesita ser
alimentada para crecer sana y robusta. Por el contrario, si la fe pierde su vigor en aquello que lo
alimenta, tarde o temprano tendrá que debilitarse. La fe mantiene su vida en la palabra de Dios, y
es sustentada por la confesión.

“Empero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme á lo que está escrito: Creí, por lo cual también
hablé: nosotros también creemos, por lo cual también hablamos;…” -2 Corintios 4:13.

2- RAZONES PARA NO LEER LA BIBLIA. Siendo honestos, muchos dicen que no tienen tiempo para
leer la Biblia. Se llega a tal grado en la falta de motivación y disciplina en la lectura bíblica; que hay
más enfoque, mucho esfuerzo, y atención a otras cosas triviales y nocivas. Un discípulo del Señor
se auto ministra motivación y disciplina, para enfocarse en la palabra de Dios. La falta de atención a
la Biblia te hará menguar en la fe y te llevará a perder el enfoque en Dios. Es un error sustituir la
lectura de la Biblia por los mensajes que se escuchan. Leer la Biblia en forma personal, es preparar
propiamente el alimento espiritual diario. Vivir espiritualmente solo por escuchar mensajes, es ser
alimentados directamente por cucharadas a la boca por la mano de otros.

“Nunca se aparte de tu boca este libro de la Ley; más bien, medita en él de día y de noche, para
que guardes y cumplas todo lo que está escrito en él. Así tendrás éxito, y todo te saldrá bien.”
-Josué 1:8 (RVA).

3- RAZONES PARA NO OÍR MENSAJES PASTORALES. Estoy cansado, tengo sueño, me aburre el
predicador; éstas serán las excusas más comunes para desatender la palabra predicada. La falta de
atención y enfoque a la palabra de Dios te traerá cansancio, sueño, aburrimiento, y falta de interés
en recibir consejo y exhortación. Muchos efectos por la falta de interés en escuchar los mensajes,
se convertirán en excusas para seguir sin escuchar. Oír la palabra de Dios tiene su lugar en orden a
ser un discípulo instruido por ministros de Dios. Oír la palabra de Dios aporta valores de
conocimiento a la fe práctica de todo discípulo del Señor Jesús. Las aparentes razones para no oír a
los mensajeros de Dios en las congregaciones, estriba en excusas sin fundamentos. Un discípulo de
Jesucristo sabe escuchar, recibir y guardar la palabra entregada por otros.

“Acuérdate pues de lo que has recibido y has oído, y guárdalo, y arrepiéntete. Y si no velares,
vendré á ti como ladrón, y no sabrás en qué hora vendré á ti.” -Apocalipsis 3:3.

4- RAZONES PARA NO ORAR. Poner una excusa para no orar, diciendo no saber hacerlo, es fatal a
la fe. Una de las razones que se dan para no orar, radica en el tiempo. Otra mayoría de cristianos
aseguran que oran; pero, que no tienen mucha fe para perseverar en oración. Toda práctica de fe
requiere disciplina, característica principal de un discípulo en la fe de Jesucristo. La práctica de
oración es una disciplina cristiana instruida y ejemplificada por Jesús, cuando estuvo junto a sus
discípulos. La oración es una necesidad prioritaria del discipulado cristiano. Vivir sin lectura bíblica
y oración, sería vivir lisiados de ambas capacidades espirituales, para no correr adecuadamente la
carrera cristiana. La fe se debilita sin oración, y pierde su enfoque en el poder de Dios a favor de los
que le buscan. La oración es un proceso de aprendizaje en fe, constancia, paciencia y
perseverancia. Lucha con fuerza para llevar a la práctica la oración personal.

“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, y en la comunión, y en el partimiento del pan, y en


las oraciones.” -Hechos 2:42.

5- RAZONES PARA NO COMPARTIR LA FE. Negarse a testificar y transmitir la fe de forma personal


va en decremento del Evangelio. Algunos no testifican por falta de instrucciones y motivación
personal. Si algunos no testifican por vergüenza, las palabras de Pablo deben ser su motor de
arranque en esta parte importante de su discipulado: “Porque no me avergüenzo del evangelio:
porque es potencia de Dios para salud á todo aquel que cree; al Judío primeramente y también al
Griego.” -Romanos 1:16. La manera más efectiva para llevar el Evangelio fuera de las cuatro
paredes de la iglesia, es a través del testimonio personal. La forma personal de evangelizar y hacer
correr la palabra de Dios a los más cercanos, fue usado desde el principio por la iglesia. Razones de
prohibición a la evangelización, no existen en países de Occidente. Claro que hay limitaciones para
evangelizar en lugares públicos, empresas comerciales, vecindarios privados, y más; pero, hacerlo
de persona a persona, es posible accionando la fe con denuedo (decisión, valor, energía).

“Pues aun habiendo padecido antes, y sido afrentados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en
Dios nuestro para anunciaros el evangelio de Dios con gran combate.” -1 Tesalonicenses 2:2.

CONCLUSIONES. Hay tres cosas importantes en la vida cristiana: “Y ahora permanecen la fe, la
esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.” -1 Corintios 13:13 (RVA). Estos
tres recursos de Dios son valiosos, que se deben cuidar y aumentar en crecimiento, para ganancias
espirituales. La fe, la esperanza, y el amor, están en constante peligro de perder su fuerza,
intensidad, y desarrollo; si no se le da a cada una la importancia que amerita.

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