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LA SEGURIDAD CIUDADANA

“AÑO DEL BUEN SERVICIO AL CIUDADANO”

ALUMNO : EBER HUANCA CABRERA.


CARRERA : DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS.
CURSO : METODOLOGIA DE ESTUDIO UNIVERSITA.
DOCENTE : MARIA DEL ROSARIO TONGO CARHUAJULCA.
CICLO :I
TURNO : MAÑANA.
AÑO : 2017.

1
DEDICATORIA
Este trabajo lo dedico a mis padres por estar siempre demostrando
su amor hacia mi persona y por su apoyo incondicional en el
trascurso de mis estudios.

También lo dedico a mis compañeros por apoyarme en el desarrollo


de los temas que son planteados como fundamento de la carrera a
la que aspiramos, es a ellos que pretendo culturizar mediante este
análisis para así crear una conciencia ciudadana conjunta de
prevención contra la delincuencia.

De igual modo lo dedico a Dios Por formar parte de mi existir diario


y por darme la salud y la vida para desenvolverme con normalidad
dentro de la realidad.

2
AGRADECIMIENTO

En primer lugar agradezco a mis padres por contribuir con mi


formación académica y por el apoyo económico que me brindan
para poder cumplir mis sueños. También agradezco a mis docente
del área de Metodología del Estudio Universitario por plasmar en mi
los conocimientos necesarios que me servirán como muna
introducción a la vida universitaria que me espera. De igual modo a
mis compañeros por compartir diariamente con mi persona sus
experiencia vividas y que constituyen la bases para enfrentarse a la
realidad de hoy

3
ÍNDICE
PRESENTACIÓN……………………………………………………………...………5

CAPITULO I
LA SEGURIDA CIUDADANA FRENTE A LA
VIOLENCIA

1.1. DEFINICIÓN……………………………………………………………………6
1.2. SEGURIDA PÚBLICA…………………………………………………………8
1.3. LOS MUNICIPIOS Y LA SEGURIDAD PÚBLICA………………………10
1.4. CARACTERÍSTICAS DE LA SEGURIDAD CIUDADANA…………….12

CAPTITULO II
LA SOCIEDAD FOMENTANDO DIVERSAS
FORMAS DE SEGURIDAD CIUDADANA

2.1. LAS RESPUESTA PRIVADA A LA INSEGURIDAD SOCIAL……………..14

2.2. ROL DE LA PNP EN EL MANTENIMIENTO DEL ORDEN INTERNO……15

2.2.1. DESARROLLO NACIONAL………………….………………………15

2.2.2. MISIÓN DE LA POLICIA NACIONAL DEL PERU…………….......17

2.3. SERENAZGO……………………………………………………………………18

2.3.1 ANTECEDENTES DEL SERENAZGO…………………………….....18

2.3.2. ORDENANZA DEL SERENAZGO METROPOLITANO DE LIMA...20

CONCLUSIONES…………………………………………………………………….21
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………….22

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INRODUCCIÓN

El crecimiento de la violencia y la inseguridad ciudadana es un


fenómeno social de gran trascendencia que está a afectando la vida de las
personas a nivel mundial. No obstante los niveles en que se expresa este
fenómeno no son homogéneos. Esto ha generado un extenso debate alrededor
de este complejo tema, que busca dictaminar las causas y posibles
consecuencias de las múltiples violencias que aquejan nuestras sociedades.
De igual manera, se ha considerado necesaria la construcción de redes
sociales e institución les que aporten y refresquen conocimientos desde
distintos lugares, perspectivas y enfoques para un mejor entendimiento de la
naturaleza del fenómeno, fomentándose así, el término de la seguridad
ciudadana.

Mediante el presenta trabajo busco contextualizar y comprender de


manera clara el significado de la violencia social e identificar sus raíces de las
que proviene, además mi objetivo principal es ayudar a los lectores que se
hagan acreedores de este trabajo a construir una ideología que facilite
desenvolverse dentro de una sociedad tranquila, basada en los principios de
paz y armonía donde todos podamos desarrollarnos de manera libre y sin
temor a ser intimidados por actos que atentan contra nuestra integridad física y
psicológica.

Me parece adecuado realizar un análisis sobre el tema mencionado


porque este constituye uno de los principales problemas que aqueja a nuestra
saciedad y que se ha manifestado de diversas maneras y en todos los
contextos sociales. Además porque es necesario tener bases cognoscitivas
para llevarlas a la práctica y hacer frente a los conflictos que se suscitan dentro
de nuestro recorrido diario en las instancias en las que nos desarrollemos;
además, enfocar a la violencia de manera detallada ayudará a prepararse para
combatirla de manera pacífica, utilizando técnicas adecuadas y asertivas que
permitan construir una verdadera seguridad ciudadana.

En el primer capítulo abordo a la seguridad ciudadana como un bien


común, pero sobre todo como un derecho fundamental de los ciudadanos que
permite desconverse a estos mismos dentro de un ambiente óptimo que les
facilite una realización total en cuanto a su concepción como sujeto de deberes
y derechos, además se aborda a los entes encargados de administrar este bien
común indicando a las municipalidades como su órgano principal. En el
segundo capítulo se desarrolla la forma como la ciudadanos ese organiza para
hacer frente a la violencia establecida de manera general en la sociedad, es así
como esta establece diversas medidas que le permiten luchar contra la
corrupción, es así como surge el mecenazgo para contrarrestar a la
delincuencia de menor grado cuya difusión le corresponde a las
municipalidades de cada país, en tal sentido se lucha de manera efectiva
contra la delincuencia comenzando por las raíces de esta que corresponden a
los inicios de los cuales los cuales emergen los grandes actos delictivos.

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CAPITULO I
LA SEGURIDA CIUDADANA FRENTE A LA
VILENCIA
1.1. DEFINICIÓN:

El concepto de seguridad ciudadana ha surgido en América en el contexto


democrático de las políticas que han implementado la mayoría de los
países para contrarrestar a los extremos caso de violencia que se suscitan
como actos cotidianos. Así, los regímenes dictatoriales y autoritarios que
reinaron hasta la década de los años ochenta, pese a que el término ha
sido aceptado en los países latinoamericanos, existe todavía mala
comprensión difusa respecto al mismo y sus modelos de aplicación varían
de país a país; su importancia e inclusión en las agendas públicas de
muchos países se debe a la presencia de un fenómeno común: el aumento
del delito, el crimen organizado y otras manifestaciones de violencia (Feira,
2006). Así, el debate de la seguridad ciudadana ha pasado por los
profundos y largos periodos que marcaron los gobiernos dictatoriales y que
muchos de ellos pues en sí se enfocaron a hacer cumplir los reglamentos
ley emitidos por sus gobiernos defectos, haciendo uso de prácticas
violentas en incluso vulnerando y violando los derechos de la población.

Las definiciones de la seguridad ciudadana son múltiples; sin embargo,


como se constata en la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
la seguridad es un derecho de todas las personas. Así, existe una relación
explícita entre los derechos humanos y la seguridad ciudadana, puesto que
se entiende que un Estado de Derecho debe promover los derechos
humanos de todos sus ciudadanos, por lo que no debe optar ni apoyar
iniciativas de represión, y debe favorecer, en su lugar, iniciativas que
propendan al desarrollo humano (Gómez,2006). En tal sentido seguridad
ciudadana puede ser concebida como un derecho fundamental que debe
garantizar el estado a todos y cada uno de su ciudadanos, además debe
propiciar políticas que defiendan sus derechos y velen por la tranquilidad
social del país, buscando en todo momento dar solución a la problemática
ocasionada por la violencia y la falta de medidas para controlarla.

El concepto entonces, relativamente innovador, abarca una variedad de


nuevas temáticas relacionadas con todo fenómeno que pueda afectar el
bienestar y el desarrollo, e involucra la participación democrática de la

6
ciudadanía. Así, la seguridad ciudadana trae consigo nuevos desafíos,
reúne a diversos sectores sociales, que anteriormente serán considerados
ajenos a esta tarea y obliga a repensar formas distintas de aproximar la
seguridad: desde reformas en las instituciones policiales y las fuerzas
armadas hasta propuestas de desarrollo, modelos económicos,
participación comunitaria y gobernanza local; Además, posiblemente, una
particularidad de la seguridad ciudadana es su principal circunscripción a la
ciudad, siendo éste el espacio que, frente al crecimiento económico y
polarizado que experimenta la urbe y a la conglomeración de comunidades
e identidades distintas que allí se reúnen, se convierte en un escenario de
desigualdad, con deficiencias de servicios básicos, precariedad y conflictos
sociales (Paulsen 2005). En consecuencia, el tema de la concepción de
seguridad ciudadana obliga a abordar diversos sectores sociales para
poder concebirla como tal, puesto que se la considera como un actor
involucrado dentro de casi la mayoría de ámbitos que sustentan a un país y
al conjunto que personas que lo conforman.

Por lo tanto, la seguridad ciudadana surge como una derecho fundamental


de los ciudadanos, pero sobre todo se manifiesta como una necesidad que
aflige a la población que ha sido víctima en muchos caso de actos
inmorales e inhumanos que atentan contra su integridad física y que ponen
en juego sus demás derechos, creando así, un contexto inhospitalario y
capaz de generar la destrucción par la organización debida de un país.
También podemos decir que la seguridad ciudadana surge como una
manifestación frente a la excesiva violencia que se cometía en los
gobiernos dictatoriales de épocas antiguas de nuestra historia, donde se
vulneraban los derechos de los ciudadanos y se implantaban políticas a la
fuerza, con actitudes que ponían en riesgo la propia vida de las personas.
Entonces podemos definir a la seguridad ciudadana como un derecho
fundamental e inalienable de los ciudadanos, pero a la vez como una
necesidad urgente de los mismos, puesto que la mayoría de personas está
carente de las libertades en su totalidad para hacer prevalecer sus
derechos debido a que la violencia, que es mal social, atemoriza y crea
pánico en la población, manifestando su poder para crear secuelas muy
profundas dentro de la personalidad de las personas que en muchos casos
pierden el control de la situación en la que se encuentran y se convierten
en agentes inconscientes de estas prácticas inmorales. También es
necesario recalcar que una persona que no le es garantizad su seguridad
ciudadana se encuentra en el abandono, debido a que no existe un lugar a
donde acudir para sentirse protegido y estar bajo la seguridad de que sus
derechos y libertades fundamentales no le serán arrebatos, ni que su
tranquilidad que constituye la base para su desarrollo y libre

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desenvolviendo dentro de la sociedad, le será arrebatada por las actitudes
negativas de unos cuantos individuos.

1.2. SEGURIDA PÚBLICA:

La seguridad pública generalmente se ve amenazada por la violencia y la


inseguridad, intensificados, por el crimen organizado, tráfico de drogas,
contrabando de armas y corrupción que pasaron a ser parte de la
cotidianidad de los centros urbanos, principalmente en las áreas de los
servicios esenciales para la convivencia ordenada, pacífica y tranquila
entre individuos y colectividades. Así, crecieron las demandas sociales por
seguridad y las inversiones gubernamentales en políticas de seguridad
pública aumentaron considerablemente, así como en la policía nacional, en
guardias municipales, que son, organizaciones responsables por la
seguridad pública local (Feira, 2006). En tal sentido, la falta de seguridad
pública generada por la inconciencia de ciertos individuos que actúa
irracionalmente, ocasiona también las bajas económicas de un país, puesto
que las inversiones en este aspecto tienden a ser mayores y por lo tanto se
pierde la oportunidad de invertir en otros aspectos que van a ser
fomentadores de nuestro desarrollo.

Existen deficiencias en la formulación e implementación de las políticas y


leyes que pretenden fomentar la seguridad pública, sin embargo aún hay
deficiencias en la forma como las organizaciones responsables por la
seguridad pública prestan su servicio. Feira (2006) afirma:

Existen también problemas estructurales que aquejan a la sociedad,


entre ellos la exclusión y marginalización económica, social y cultural de
amplios segmentos de la población, sin minimizar la importancia de
estos factores, es importante llamar la atención sobre un problema
teórico-conceptual que dificulta, en la práctica, la reducción del crimen y
de la violencia que afectan contra la seguridad en los centros urbanos,
de igual modo, las políticas e inversiones en el área de seguridad
pública no producen los resultados esperados, en parte, debido al
hecho de que los responsables de estas políticas e inversiones
comprenden poco o nada, y dan poca o ninguna importancia a la razón
de ser de las políticas e inversiones en seguridad pública (p. 43).

En tal sentido la falta de seguridad pública radica especialmente en la


inmadurez de las autoridades designadas a contrarrestar este mal, pero de
manera más profunda, depende de la falta de conciencia por parte de
quienes la práctica, puesto que se ha pretendido concientizar a la población

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de distintas maneras para que no cometan excesos recurriendo a la
violencia, pero estos intentos no han significado nada porque no se le
presta debida atención por parte de la ciudadanía.
Es así, como a partir de una serie de actos mediante los cuales se atenta
contra la seguridad de toda la población, podemos contextualizarla y
definirla como tal. Neto (1997) afirma.

La Seguridad pública es un concepto ambiguo, utilizado con significados


Diferentes y a veces conflictivos, la seguridad pública puede significar
una condición o situación de hecho, de convivencia ordenada, pacífica y
tranquila, en una determinada comunidad o sociedad; en este sentido,
seguridad pública es la finalidad u objetivo de un conjunto de acciones
realizadas por un conjunto de individuos, grupos u organizaciones, que
pueden ser agentes públicos, privados o comunitarios; en sociedades
modernas más complejas y con organizaciones estatales diferenciadas y
especializadas el concepto de seguridad pública pasó a significar una de
las funciones del Estado, específicamente, el concepto pasó a indicar el
conjunto de acciones dirigidas a asegurar la convivencia ordenada,
pacífica y tranquila de los individuos, grupos y organizaciones de la
sociedad, realizadas por agentes públicos especializados con mayor o
menor grado de profesionalización.

En este sentido, el concepto de seguridad pública pasó a ser, de manera


creciente, utilizado en contraposición al concepto de seguridad privada, en
la medida que el primero se refiere a la seguridad provista por agentes
públicos y, el segundo, a la seguridad provista por agentes privados.

Por consiguiente, en los regímenes democráticos, el concepto de seguridad


pública tiende a hacer referencia principalmente a la garantía de los
derechos de la ciudadanía, particularmente a la vida, a la libertad y a la
igualdad de todos ante la ley, elementos fundamentales del Estado de
Derecho. En regímenes autoritarios, al contrario, el concepto de seguridad
pública tiende a hacer referencia principalmente a la garantía de la ley y del
orden público al interior del Estado, siendo muchas veces asociado al
concepto de seguridad interna, por oposición a la seguridad externa
mostrándose así las dos caras de la seguridad nacional. Sin embargo
podemos concluir que la seguridad nacional está enfocada en velar por la
protección de los derechos fundamentales de los individuos y promover un
ambiente óptimo para desarrollarse dentro de un sistema gubernamental
que facilite la convivencia armónica y sancione de acuerdo a principios
justos a aquellos sujetos que pretendan alterar la paz social y que

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distorsionen el entorno en que convivimos e interactuamos diariamente.
Por ello abordar a la seguridad pública significa tener en cuenta en cuenta
todos los factores del Estado debido a que de cada uno de ellos depende
que se busque mediadas estratégicas para combatir a la violencia social y
con ello construir una verdadera conciencia ciudadana basada en el la
solidaridad.
1.3. LOS MUNICIPIOS Y LA SEGURIDAD PÚBLICA:

Frente a esta confusión conceptual y ambigüedad e constitucional,


Grupos y organizaciones comprometidos con la consolidación y
perfeccionamiento de la democracia, con el objetivo de promover reformas
en el sistema y en las políticas de seguridad pública, comenzaron a utilizar
el concepto de seguridad ciudadana. Es así, que los municipios constituyen
gubernamentales, expresadas como una forma de descentralizar el poder y
como sustituciones que brindan al concepto de seguridad pública, una
verdadera realización práctica en cada uno de los ámbitos en los que se
desarrollan (Bonilla, 2007). En tal sentido, al referirse a la seguridad de
ciudadanos y ciudadanas en áreas urbanas de masas más pequeñas, se
está tratando de una lucha intensiva y generalizada contra la violencia,
cuyas estrategias se implantan también gracias a la descentralización del
poder en unidades gubernamentales más pequeñas, pero que también
contribuyen al desarrollo equilibrado y conjunto de un país.

Paralelamente, en este siglo nos enfrentamos a una escalada creciente del


discurso sobre seguridad, relacionado principalmente a problemas como la
violencia urbana, la delincuencia organizada y el terrorismo internacional.
Moncayo (2003) afirma:

Este clima puede conllevar una excesiva seguritización de los enfoques


académicos, discursos y políticas sociales, que pueden tener como
corolario una búsqueda paranoica de la seguridad y la generación de
procesos de represión, marginación y exclusión social como producto
de estas prácticas; de allí que, más que nunca sea necesario generar
un campo de reflexión frente a un problema que es innegable, y que
necesita ser tomado en cuenta y analizado profundamente por la
academia y los hacedores de políticas, que tienen el compromiso
ineludible de atender las continuas demandas ciudadanas; siendo los
municipios locales los principales entes llamados a combatir la pequeña
delincuencia desde sus raíces, para así evitar el crecimiento de
organizaciones criminales que generan en un futuro secuelas graves en
la población y pérdidas abundantes para el país (p. 28).

En tal sentido los municipios deben encargarse de combatir de uno o de


otro modo la pequeña delincuencia suscitada en su jurisdicción para

10
romper las raíces sobre las que se fundan las más grandes y crueles
bandas de delincuentes que se manifiestan en diversos sectores sociales.

El término Seguridad Ciudadana en los últimos años ha concitado el interés


y la preocupación de estudiosos e instituciones para dilucidar su
naturaleza, ámbito de acción e inclusive establecer a quien compete o de
quien es responsabilidad. Feria (2006) afirma:

La Seguridad Ciudadana consiste en el derecho de la población de


transitar pacífica y libremente por las vías y espacios públicos sin tener
que enfrentar ninguna amenaza que ponga en peligro su integridad
física y psicológica como consecuencia de la agresión de terceros, o,
indirectamente, a causa del comportamiento irresponsable de otros; la
Seguridad Ciudadana abarca también el derecho a gozar pacífica y
libremente en la privacidad del domicilio personal (p. 27).

En tal sentido, esta se debe garantizar también por los gobiernos locales de
cada jurisdicción, puesto que al ser un derecho es importante que se tenga
en cuenta que debe ser para todos sin distinción alguna.

Por lo tanto, concluyo que la Seguridad Ciudadana es un asunto de todos:


ciudadanos (individualmente), instituciones especializadas (Policía
Nacional, Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja, Defensa Civil, etc.); las
Organizaciones Sociales (Iglesia Católica, iglesias de otros credos, Scout,
Leones, Rotarios, entre otras); Organizaciones Vecinales (Juntas de
Vecinos, Clubes de Madres, Grupos de Vaso de Leche, Clubes Deportivos,
etc.), donde los gobiernos locales resultan siendo no sólo los responsables
constitucionales sino sobre todo los coordinadores de un esfuerzo
mancomunado de participación vecinal por el bienestar común, más aún si
admitimos que la inseguridad ciudadana no sólo es un asunto de la
delincuencia sino la resultante de una suma de factores de diversa
etiología, la mayoría de ellos de género social. Es por ello que al
constituirse esta aspecto como una tarea de todos corresponde al estado
adoptar políticas que fomenten la participación ciudadana y que intenten
crear la conciencia de los ciudadanos para aunar fuerzas y luchar de
manera generalizada y organizad sobre este mal que dificulta la libertad
plena de las personas al momento de realizar sus actividades normales
que es la delincuencia tanto en menor grado como en grados
extremadamente graves.

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1.4. CARACTERÍSTICAS DE LA SEGURIDAD CIUDADANA:

La seguridad ciudadana presenta como característica principal dentro de su


estructura la prevención acompañada de la participación libre de todos los
ciudadanos. Cabanellas (2012) afirma:

La seguridad ciudadana se caracteriza por ser preventiva porque su


finalidad es precaver, proteger, amparar de todo riesgo a las personas,
a la comunidad, y a la propiedad pública y privada; es decir que
producida la infracción o efectivizado el riesgo o el daño, la situación
pasa a ser competencia de otras instituciones, llámese a la policía
Nacional, como el Ministerio Publico o Poder Judicial; además, su
esencia Involucra la participación vecinal, es decir demanda la
colaboración estrecha del ciudadano en las acciones de protección,
prevención y/o amparo en la forma y condición que la situación lo
permite (p.54).

Es decir, para que la seguridad ciudadana se funde sobre bases solida es


necesario que la población participe activamente de ella colaborando desde
cada una de sus instancias para combatir la delincuencia.

Por otro lado este sistema debe tener consistencia y por ello se requiere
que se desarrolle de manera ordenada y bien planificada. Rodríguez
(2008) afirma.

La seguridad ciudadana es una actividad mancomunada y coordinada


porque corresponde a la autoridad municipal y con quien todas las
demás instituciones que protegen la vida, salud, y la integridad física y
mental de las personas y su patrimonio, están obligadas a cooperar;
asimismo demanda la concurrencia de los esfuerzos de todos los
organismos y/o elementos que en una u otra forma tengan que ver con
esa finalidad en aras de alcanzar el fin supremo que es la persona
humana (p. 139).

En consecuencia, la seguridad ciudadana es una acción que se desarrolla


bajo parámetros de legitimidad y orden debido para favorecer el desarrollo
de las instituciones que lo enfocan.

También cabe destacar que este aspecto se caracteriza por ser un


sistema que se organiza internamente con respecto al marco legal y
jurídico de cada país, por lo que también fomenta la integralidad. Kempis
(2010) plantea.

12
Es así, que es un proceso el sistémico porque las normas, planes y
acciones corresponde adoptarlas a organismos que van desde el nivel
Estado hasta el nivel local en los ámbitos provincial y distrital; además
es integral porque enfrenta todos los riesgos, daños o peligros que
atenten o puedan atentar contra la persona, la comunidad y la
propiedad pública y privada, por lo que debe aunar los esfuerzos de
todos aquellos organismos e instituciones que en alguna forma tenga
como responsabilidad conjurar cualquier de estos riesgos llámese el
Ministerio de Salud, IPSS, INDECI, Compañía de Bomberos, PNP,
FF.AA, entre otros (p. 20).

Por ello se concibe a la seguridad ciudadana como un orden jurídicamente


protegido orientado a velar por la tranquilidad dentro de la jurisdicción de
un determinado Estado.

Por lo tanto, el Servicio de Seguridad Ciudadana se conceptúa a partir de


sus características como el conjunto de medidas de planeamiento,
conducción, ejecución y supervisión de las actividades encaminadas a
proteger y defender la vida, la salud, y la integridad física y mental de las
personas, así como el patrimonio público y privado. Estas acciones las
prescribe el estado y las patrocina la municipalidad con participación activa
del vecindario y la intervención de las autoridades encargadas de la
conservación del orden público y la Paz Social. Son figuras jurídicas
contempladas en la Constitución Política del Perú (CPP) y que fomentan el
Orden Interno, Orden Público y fluyen de la filosofía y hechos sociales. Por
consiguiente, la Seguridad Ciudadana, el Orden Público y Orden Interno
tienen vigencia en el ámbito interno y se encuentra a cargo de la PNP y
contribuyen a la vigencia del Estado de Derecho.

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CAPTITULO II
LA SOCIEDAD FOMENTANDO DIVERSAS FORMAS
DE SEGURIDAD CIUDADANA

2.1. LAS RESPUESTA PRIVADA A LA INSEGURIDAD SOCIAL:

El incremento de la seguridad privada y de la justicia popular es una


consecuencia inmediata de la pérdida de confianza de la ciudadanía en el
sistema de justicia penal. Cabanellas (2006) afirma:

La seguridad ciudadana adopta dos formas fundamentales; por un lado,


los sectores sociales más adinerados compran su seguridad, mientras
que los pobres asumen el vigilantismo ya que no pueden permitirse el
lujo de contratar a personal privado de seguridad, es así como la
seguridad privada es un negocio bastante rentable a nivel mundial, un
régimen policial privado no puede ser entendido sino como un
complemento a la débil seguridad pública: La empresa privada busca,
sobre todo, proteger los intereses de su cliente, mientras que, al menos
teóricamente, la policía defiende los derechos de los ciudadanos (p. 21).

Es decir que el problema del déficit de seguridad ciudadana que brinda el


estado a la población, obliga a las personas a buscar otras medidas que se
enfocan en capitales privados con el fin de contrarrestar a este mal social.

Las compañías privadas se preocupan fundamentalmente por evitar


pérdidas económicas, más que en determinar quiénes son los autores del
delito. Así, la forma discreta en que el personal privado de seguridad actúa
responde a los intereses de su empleador y no al concepto de interés
público (Frondizi, 2009). Es así que quienes cometen algún delito sólo
serán llevados ante el sistema de justicia si ello es conveniente a los
intereses del cliente.

Es frecuente escuchar expresiones alarmadas acerca de que estas


compañías privadas se están convirtiendo en mini-ejércitos y que ello
supone una amenaza política considerable. Kempis (2010) afirma:

Esto es un asunto del todo claro ya que estas empresas privadas de


seguridad no entrenan ni despliegan a sus agentes de la misma manera
que las agencias de seguridad estatales, ni tienen el orden jerárquico ni
la estructura de mando, tampoco los recursos y equipos que se
requieren, muchos empleados de estas empresas privadas de
seguridad son antiguos miembros de las FFAA o de la policía y, en

14
algunos países, han estado comprometidos en acciones
contrainsurgentes o en campañas de limpieza social (p. 227).

En tal sentido las compañías o privadas que intentar frenar a la


delincuencia de manera particular a los interés quien lo solicita, solo se
enfoca en un individualismo, más no en una noción clara de un bien
común.

Por lo tanto, la compañía privada de seguridad ciudadana distorsiona el


verdadero sentido de esta, en el sentido de la manifiesta no como un
derecho, sino como una exigencia frente a la cual actúa egoístamente y sin
análisis las causas que generan sus acciones. En el Perú, aparecen
nuevas formas de operar la seguridad que desdibujan las fronteras entre la
seguridad estatal, la local y la privada. El desempeño de la policía es
altamente deficiente, las autoridades municipales contratan a policías fuera
de sus horas de servicio para que trabajen en los serenazgos. La
estructura de turnos policiales, facilita que sus horas libres las dediquen a
este tipo de servicio. Los serenazgos, según informes recibidos, son
bastante exitosos y se han extendido a más de una docena de distritos de
Lima; aunque ello no ha dejado de producir tensiones entre las autoridades
de los gobiernos locales y las del gobierno central. Mientras que las
empresas y los sectores más adinerados de la sociedad compran su propia
seguridad, los sectores menos favorecidos confrontan el problema del
delito de forma más directa. Da la impresión que se incrementa en muchos
países, dados los débiles mecanismos del sistema de justicia penal, el
linchamiento de delincuentes encontrados en plena comisión del delito o de
sospechosos de haber cometido actos delictivos, Las acciones de la
vigilancia contra los delincuentes son una respuesta a la ineficacia del
Estado, combinada con una impregnación de la cultura de la violencia. El
vigilantismo constituye una respuesta que es evidentemente alentada por la
incapacidad del Estado para actuar. Si el Estado no puede aprehender a
los que cometen delitos o impedir la acción delincuencial que justamente se
produce como consecuencia el incremento del vigilantismo, tampoco tiene
la capacidad de disuadir a los vigilantes.

2.2. ROL DE LA PNP EN EL MANTENIMIENTO DEL ORDEN INTERNO:

2.2.1. DESARROLLO NACIONAL:

La Policía Nacional del Perú, surge como un ente regulador de la


seguridad ciudadana. Así, La PNP es el principal responsable de
mantener, garantizar y restablecer el Orden Interno en condiciones
normales de pleno derecho (Constitución Política del Perú-

15
actualización 2016). Para ello desarrolla estrategias orientadas a la
prevención e investigación.

Por otro lado, debe enfocarse a combatirla de manera asertiva y sin


violar los derechos humanos. Así, Las funciones de prevención,
investigación y seguridad, así como otras de la PNP están
orientadas al mantenimiento del Orden Interno, Orden Público y
Seguridad Ciudadana: Seguridad Nacional; pero en base al respeto
legislativo (Vargas, 2014). En tal sentido la PNP tiene que velar en
todo momento por el respeto de las libertades fundamentales de
cada individuo.

Además, cabe destacar que esta se rige en base a reglamentos


debidamente estipulados dentro del código civil de nuestro país. En
tal sentido, La PNP cuenta con un estatuto nacional estableció
dentro del marco constitucional que rige la actividad de esta entidad
estatal y que dirige a la organización de la seguridad ciudadana en
base a normas jurídicamente respaldadas por el Estado (Sánchez,
2015). Por consiguiente, las acciones que realiza la PNP se
encuentran respaldadas por la ley máxima de nuestro país que es la
Constitución Política.

En conclusión, la PNP constituye el principal promotor del desarrollo


nacional en el sentido de que es el ente que regula la paz social y
que se encarga de garantizar que el ambiente sea óptimo para que
toda la persona, empresas y cualquier entidad económica puedan
estar respaldadas y sea defendida frente a cualquier maltrato
provocado por la delincuencia. En consecuencia podemos afirmar
que sin la acción de la PNP el orden social de nuestro país se
quebraría por completo y no se diera lugar a ningún tipo de
desarrollo, debido a que esta constituye la base para el crecimiento
tanto económico como social y cultura de un país. Por lo tanto la
PNP se consolida como la principal generadora del orden y como
promotor directo del desarrollo puesto que si un país presenta una
buen ambiente social, es probable que cualquier empresa
transnacional pueda invertir y genera con ello ganancias
considerables para nuestro país, por lo tanto, es necesario que este
ente cumpla de manera adecuada con sus función para así
contrarrestar a ese daño que ha causado la delincuencia desde
muchos años atrás.

16
2.2.2. MISIÓN DE LA POLICIA NACIONAL DEL PERU

La principal función de la PNP se resume en velar por el orden social


del país. Vargas (2014) afirma:

La Constitución Política del Perú asigna la misión de la Policía


Nacional en su Artículo 166, determinando que: La Policía
Nacional tiene por finalidad fundamental garantizar, mantener y
restablecer el Orden Interno. Presta protección y ayuda a las
personas y a la comunidad. Garantiza el cumplimiento de las
leyes y la seguridad del patrimonio público y del privado.
Previene, investiga y combate la delincuencia. Vigila y controla
las fronteras (p. 152).

Así cada una de las acciones que realiza la PNP se encuentra


fundada en la Constitución Política de nuestro país, donde se
designan que la función que empuja a su actividad a este ente del
Estado, es la de regular la paz interna del país.

Por otro, diverso es precarista en el ámbito legislativo y


gubernamental han puesto de manifiesto que las funciones de la
PNP también se encuentran reguladas najo criterios ministeriales.
Giuliani (2009), afirma:

El Ministerio del Interior dentro del proceso de modernización de


la institución ha definido la misión de la PNP como garantizar la
seguridad y tranquilidad pública en todo el territorio peruano a
través de la prestación eficiente y eficaz de los servicios
policiales, permitiendo a las personas alcanzar su pleno
desarrollo; Así, las funciones más importantes lo constituyen las
siguientes: Mantener la seguridad y tranquilidad públicas para
permitir el libre ejercicio de los derechos fundamentales de la
persona consagrados en la Constitución Política del Perú;
prevenir, combatir, investigar y denunciar los delitos y faltas
previstos en el Código Penal y leyes especiales, perseguibles de
oficio, así como aplicar las sanciones que señale el Código
Administrativo de Contravenciones de Policía; brindar protección
al niño, al adolescente, al anciano y a la mujer que se
encuentran en situación de riesgo de su libertad e integridad
personal, previniendo las infracciones penales y colaborando en
la ejecución de las medidas socio-educativas correspondientes.
Vigilar y controlar las fronteras, así como velar por el

17
cumplimiento de las disposiciones legales sobre control
migratorio de nacionales y extranjeros; brindar seguridad al
Presidente de la República en ejercicio o electo, a los Jefes de
Estado en visita oficial, a los Presidentes de los Poderes
Públicos y de los organismos constitucionalmente autónomos, a
los Congresistas de la República, Ministros de Estado, así como
a diplomáticos, dignatarios y otras personalidades que determine
el reglamento de la presente Ley (pp. 23-28).

En consecuencia, todas las funciones del estado se resumen en una


solo que podemos definirla como la principal fuente de tranquilidad y
de paz dentro de nuestro país, esta función es encargarse del orden
interno de nuestro país, velando principalmente por salvaguardar el
orden público bajo estrictos reglamentos constitucionales, los que
permiten a su vez que tenga un respaldo claro por parte del Estado y
que se vea fortalecida para aplicar estrategia dentro del proceso de
cumplimiento de su función. Por lo tanto, en ambos lineamientos no
se capta el interés público de asignar una función vinculante con la
persona y la comunidad, pues los principales actos de policía lo
conforman la protección de la persona y el servicio a la comunidad.

2.3. SERENAZGO:

2.3.1 ANTECEDENTES DEL SERENAZGO:

En la década del 1990 y específicamente a partir del año 1991, en


distrito de San Isidro se organizó y puso en funcionamiento el
servicio de Serenazgo y patrocinado por el Dr. Carlos Neuhaus,
Alcalde del mencionado distrito, con el propósito de combatir la
prostitución, el Homosexualismo y la drogadicción. Bonilla (2007)
afirma:

El serenazgo surge apoyar a la Policía Nacional en su función


de prevención, orientando su esfuerzo a dar tranquilidad y
bienestar al vecino de san Isidro, apuntando desde sus inicios a
un bien común y público que busca beneficiar a todos los
ciudadanos sin distinción alguna (p. 22).

Es así como el surgimiento de esta organización tan importante en la


actualidad para combatir la delincuencia menor surge en uno de los
distritos de nuestra capital frente a una necesidad urgente para
poner medidas que salvaguarden a los ciudadanos de la violencia y
los actos degradas de esta.

18
Posteriormente se vio la iniciativa de este grupo que empezó a
manifestar señas de excelentes resultados y se creó conveniente
plantearla ante la legislación jurídica. Cabanellas (2012) da a
conocer:

Ante tal problemática los legisladores en el año 1993


consideraron de vital importancia consignar en la Carta Magna,
dispositivos específicos Sobre la Defensa Nacional, el Orden
Interno y la Seguridad Ciudadana, entonces se creó conveniente
crear nuevas instituciones que se desempeñen como un apoyo
para la PNP y contribuyan de manera directa a la prevención de
la delincuencia.
Es decir, debido a la gran necesidad de seguridad frente a la cual se
crea una solución inmediata que contrarrestara a la gran
manifestación de la violencia que se venía gestando el contexto
urbano de nuestro país

Posteriormente se implementa el Servicio de Serenazgo en la Provincia de


Lima, que establece las disposiciones normativas que constituye un órgano
de línea de la Dirección Municipal de Seguridad Ciudadana Así, su misión
es realizar operaciones de patrullaje motorizado y a pie, en el cercado de
Lima, con la finalidad de prevenir la comisión de delitos y faltas en apoyo
de la PNP, contribuyendo de esta manera al mantenimiento de la
Seguridad Ciudadana (Cabanellas 2012). En tal sentido, el serenazgo
posee también un fundamento jurídico que garantiza el buen cumplimiento
de sus funciones en el interior del país y que gracias a ello se ha convertido
en un ente de principal prevención dentro de las diversas jurisdicciones
municipales del Perú.

En conclusión, el serenazgo es una respuesta a las grandes vulneraciones


de los derechos promovidos por la delincuencia y que, frente a la
incapacidad de la PNP, surge como una alternativa que permite colaborar
de manera directa y eficaz contra la delincuencia menor que constituye el
punto de partida para que posteriormente se realizan actos delictivos a
gran escala cuya estructura muy bien planifica y organizada es difícil de
derrocarla , por lo tanto estas organizaciones delictivas nacen de la
delincuencia menor y es una solución oportuna crear una institución que se
encargue de controlar y sancionar este tipo de actos.

19
2.3.2. ORDENANZA DEL SERENAZGO METROPOLITANO DE LIMA

Esta ordenanza consta de seis artículos y tres disposiciones finales


que regulan la actividad de esta institución que se implanta en la
actualidad en los municipios distritales y provinciales de casi todo el
Perú. Así, los tres primeros artículos abordan el control de la
violencia urbana y la prevención de delitos y faltas; además de
coordinar con la Policía Nacional y con la Sociedad Civil organizada,
desarrollando en forma oportuna, eficiente y efectiva, un sistema de
información y acciones conjuntas y coordinadas (Bonilla, 2007). Es
decir dentro de este parámetro se encuentran los objetivos a los que
apunta la construcción de este órgano de lucha contra la
delincuencia social.

Por otro lado en lo que corresponde a los tres últimos capítulos


aborda las funciones que esta institución está llamado a cumplir.
Así, las principales funciones establecidas son: planificar, organizar,
dirigir, supervisar y evaluar el Serenazgo, promover la participación
vecinal en asuntos de seguridad y coordinar el servicio y acciones
conjuntas con los responsables del Serenazgo de los distritos de
vecinos a cualquier jurisdicción (Bonilla, 2007). Es decir, la
estructura principal de las funciones del serenazgo radica en la
colaboración conjunta con los ciudadanos para salvaguardar la paz
dentro de las instancias urbanas de cada distrito.

Finalmente las tres disposiciones finales con las que cuenta esta
ordenanza hacen mención a las circunstancias contextuales sobre
las que surge y sobre las que debe actuar. Así, la presente
Ordenanza Metropolitana deroga todas las disposiciones que se le
opongan, mediante el Decreto de Alcaldía aprobara el Reglamento
de la Presente Ordenanza donde, La Municipalidad Metropolitana de
Lima y las Municipalidades Distritales implementaran la presente
ordenanza. Es estas circunstancias gubernamentales que surge la
regularización inicial de esta institución.

En tal sentido podemos decir que la ordenanza municipal de Lima en


la que se derogaba el permiso para el funcionamiento de esta
institución de manera legal, constituye el punto de partida para la
fundación descentralizada de u ente que permita contribuir de
manera directa con la prevención de la delincuencia y así genera
alcances más prácticos par que la PNP pueda actuar. En tal sentido
el serenazgo constituye el ente más cercano a la realidad y que se
enfrenta a ella a partir de una serie de medidas asertivas y bien
fundamentadas.

20
CONCLUSIONES

Al finalizar este análisis sobre el tema planteado concluyo que, se debe tener
en cuenta que la Seguridad Ciudadana, es el conjunto de medidas y
previsiones que adopta el Estado, a través de sus instituciones y de la
comunidad organizada, dentro del marco de la ley y los derechos humanos,
con la finalidad que las personas puedan desarrollar sus actividades libres de
riesgos y amenazas que genera la criminalidad y delincuencia. Por lo tanto la
Seguridad Ciudadana no es una situación o condición, ni tampoco un campo de
acción exclusivo o de competencia de alguna Institución, la seguridad
ciudadana es la participación conjunta de diferentes organismos estatales,
comunales y de la Policía Nacional, para poder desarrollar labores policiales,
en favor de las comunidades con el fin de alcanzar la paz y tranquilidad
necesarios para que las personas puedan desarrollar sus actividades.

Por otro lado concluyo que, efectivamente no se han estado llevando a cabo
las diversas acciones de Seguridad Ciudadana, por parte de la Comisaría del
sector y de autoridad edil, los cuales obraban en forma separada, pese a tener
ambos conocimiento de lo estipulado en la Ley de Seguridad Ciudadana,
facilitando de esta manera el crecimiento de la delincuencia en cada una de
sus jurisdicciones. Por lo tanto a partir de coordinaciones conjuntas, se debe
consolidar las juntas vecinales del distrito, que en todas las unidades móviles
del serenazgo, se les asignara un permiso para actuar inmediatamente frente a
los actos que se manifiestan para posteriormente pasar de escala en escala
bajo los requisitos de orden jurídico que permitan conducir a los actores de
estos actos degradantes de la moral humana a cumplir una sanción implantada
por el poder judicial. Fr ente a ello concluyo finalmente que, la seguridad
ciudadana es un llamado a diario a realizar un análisis de la realidad, teniendo
claramente delimitadas las zonas críticas de mayor incidencia delictiva en la
jurisdicción así como una clasificación de los mayores riesgos ciudadanos,
convirtiéndose dicha acción en una fortaleza a ser utilizada al máximo, para así
enfrentarse a prevenirla con acciones auténticamente legales.

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BIBLIOGRAFÍA
 Rachel, N. (2008). La sociedad civil y la evolución del debate sobre el
orden público. Lima: Biblioteca nacional de Perú.

 Tudela, P. (2010). Diálogos sobre convivencia ciudadana. Lima: Fondo


Cultural peruano.

 Brann, J. (1999). Asociaciones con las comunidades. Estados Unidos:


Departamento de Justicia de Estados Unidos.

 Constitución Política del Perú Art. 166, 165(5) y 197.

 Ley 27972 Orgánica de las Municipalidades Art.85

 Ley 27238 Ley Orgánica de la Policía Nacional Art.70.

 Ley 27933 Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana.

 Neto, M. (1995). Seguridad en la sociedad. Lima: Alianza editorial.

 Monet, F. (1993). La sociedad y la delincuencia. Recuperado de


http://www.laseguridadciudadana/laseguridadciudadana2.shtml#ixzz4kO
Cmo3dv.

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