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Actualizado el miércoles, 15 febrero 2006

ÍNDICE:

1 LA ENDOSPORA BACTERIANA Y LA ESPORULACIÓN

1.1 INTRODUCCIÓN A LA ESPORULACIÓN BACTERIANA

1.2 OBSERVACIÓN DE LAS ESPORAS

1.3 ESTRUCTURA Y COMPOSICION QUIMICA DE LA ENDOSPORA

1.3.1 PROTOPLASTO O NÚCLEO

1.3.2 PARED DE LA ESPORA

1.3.3 CORTEZA O CÓRTEX

1.3.4 CUBIERTAS

1.3.5 EXOSPORIO

1.4 DESENCADENAMIENTO DE LA ESPORULACIÓN

1.5 FASES DE LA ESPORULACIÓN

1.6 GENÉTICA MOLECULAR DE LA ESPORULACIÓN

1.7 CUERPOS PARASPORALES

1.8 PROPIEDADES BIOLÓGICAS DE LAS ESPORAS: SU FUNDAMENTO

1.9 GERMINACIÓN DE LA ENDOSPORA

1.9.1 PREACTIVACIÓN

1.9.2 ACTIVACIÓN

1.9.3 INICIACIÓN O GERMINACIÓN EN SENTIDO ESTRICTO

1.9.4 TERMINACIÓN Y CRECIMIENTO ULTERIOR


2 EXOSPORAS

3 DIFERENCIACIONES EN LOS ACTINOMICETOS

4 QUISTES BACTERIANOS

5 DIFERENCIACIONES EN CIANOBACTERIAS

ENLACES

Hasta ahora hemos abordado la estructura y funciones de las diversas partes de la célula
procariota. Para terminar esta sección del programa, en este capítula vamos a tratar de
algunos casos de diferenciación celular en bacterias, es decir, procesos por los que a partir
de células “normales” (vegetativas) se producen formas celulares especializadas. Algunas
de ellas son formas de reposo, capaces de aguantar mucho tiempo en ausencia de nutrientes
(caso de la endospora). Muchas de ellas pueden resistir circunstancias ambientales adversas
(la endospora es, de hecho, la forma bacteriana más resistente a calor, desecación, luz UV,
etc).

1 LA ENDOSPORA BACTERIANA Y
LA ESPORULACIÓN
1.1 INTRODUCCIÓN A LA ESPORULACIÓN
BACTERIANA
Algunas especies de bacterias Gram positivas (principalmente de los géneros
Bacillus, Clostridium, Sporosarcina y Thermoactinomyces), disponen de una notable
estrategia adaptativa cuando se ven sometidas a privación de nutrientes en su medio
ambiente: si los niveles de fuentes de C, N, o P caen por debajo de un umbral, esto
constituye una señal a la célula de que se avecina un largo período de privación de
nutrientes. Entonces, la célula se implica en una serie de complejos cambios genéticos,
metabólicos, estructurales, etc. (proceso de esporulación o esporogénesis), que conducen a
la diferenciación, en el interior de la célula vegetativa original, de una célula durmiente (la
endospora). La célula-madre (o sea, la célula vegetativa original que generó la endospora)
finalmente se autolisa, liberando la espora, que es capaz de permanecer en estado
criptobiótico, durmiente, varios decenios, -incluso siglos. Las esporas son fácilmente
diseminadas por el aire; cuando caen en medios ricos en nutrientes, se desencadena su
germinación, se reinicia la actividad metabólica, de modo que cada espora genera una
nueva célula vegetativa, capaz de divisón binaria, etc.
O sea, la esporulación se puede considerar como un proceso de supervivencia “en
última instancia”, la “última carta” que se juegan ciertas bacterias Gram positivas cuando se
enfrentan a condiciones severas de hambre de nutrientes.

Significado adaptativo: Estas bacterias suelen vivir en medios nutricionalmente pobres


(suelos, hierba seca, etc.). La esporulación es un proceso muy refinado que ha aparecido
evolutivamente en una línea filogenética de bacterias Gram-positivas, y que les permite
sobrevivir largos períodos de carencia nutricional. (Atención: NO son estrictamente formas
de resistencia).

Las endosporas son formas de reposo (y no formas reproductivas), que representan


una etapa del ciclo de vida de ciertas bacterias, y que se caracterizan por una estructura
peculiar, diferenciada respecto de las células vegetativas, por un estado metabólico
prácticamente detenido, y por una elevada resistencia a agentes agresivos ambientales.

La esporulación bacteriana es un sistema modelo donde se pueden estudiar, con


relativa sencillez, determinados problemas biológicos más generales: ¿qué bases
moleculares y genéticas tiene la diferenciación de un tipo de célula a otro tipo distinto?,
¿cómo se regula el proceso en función del tiempo y del espacio?, ¿cómo se “reparten los
papeles” los tipos celulares implicados?, etc. Por esta razón, presenta un enorme interés
para los biólogos, interesados en escudriñar las bases íntimas de este tipo de importantes
cuestiones, tan frecuentes en los organismos superiores.

1.2 OBSERVACIÓN DE LAS ESPORAS


Al microscopio óptico, en fresco (sin teñir), aparecen como cuerpos esféricos,
ovoides e incluso en algunas especies, cilíndricos, muy refringentes, libres, o aún
incluidos en la célula vegetativa (célula madre).

Esporangio = célula madre + espora

El tamaño relativo de la espora, y su situación en el esporangio, son criterios taxonómicos


importantes en las bacterias esporulantes.

Según que el diámetro de la espora sea o no mayor que el de la célula vegetativa:


Esporas deformantes
Esporas no deformantes
Según la localización de la espora dentro del esporangio:
Terminal
Subterminal
Central
Los esporangios deformantes de Clostridium son característicos:
en forma de cerilla o palillo de tambor (plectridios)
en huso (clostridios)
Tinción:

No se tiñen por los colorantes normales. Hay que forzar por calor y/o mordientes
(por ejemplo, tras teñir reforzadamente con fuchsina, resisten decoloración por alcohol-
ClH). Otra tinción muy empleada es la reforzada con verde de malaquita (que es la que el
alumno realiza en nuestras prácticas de laboratorio).

1.3 ESTRUCTURA Y COMPOSICION QUIMICA DE


LA ENDOSPORA
Partes que comprende la endospora:

Protoplasto o núcleo (“core”, en inglés), con la membrana citoplásmica de la espora


(membrana esporal interna).
Pared de la espora (= Germen de la pared de la futura célula vegetativa).
Corteza o córtex, rodeado externamente de la membrana esporal externa.
Cubiertas
Exosporio (no universal: las esporas de algunas especies carecen de él).

Micrografía electrónica que muestra las


partes principales de una endospora

1.3.1 PROTOPLASTO O NÚCLEO

El citoplasma de la espora está muy deshidratado. Sus componentes están


inmovilizados en una matriz de quelatos de iones Ca++ y ácido dipicolínico.
El citoplasma de la espora contiene altas concentraciones de ion Ca++ (1-3% del
peso seco de la espora), y de ácido dipicolínico (DPA) (10% en peso); ambos están
formando un quelato, llamado dipicolinato cálcico (DPC), una sustancia exclusiva de las
esporas bacterianas.

Papel del DPC: Como veremos, es una “reserva de Ca2+”, que durante la
esporulación secuestra este ión, lo que tendrá un papel importante en la deshidratación del
protoplasto; durante la germinación, la liberación del Ca2+ será fundamental en este
proceso.

El protoplasto contiene un cromosoma completo, condensado, y todos los


componentes indispensables para reiniciar el crecimiento vegetativo cuando la espora
germine, pero carece de muchos componentes típicos de la célula vegetativa:

posee una pequeña dotación de ribosomas, junto con componentes estables de la


maquinaria de síntesis de proteínas (ARNt, cofactores, etc.)
ARN polimerasa.
nucleósidos mono- y difosfatados, pero no NTP (no hay ATP)
carece de componentes inestables: no hay ARNm, ni enzimas biosintéticas, ni
aminoácidos ni bases nitrogenadas libres, ni cofactores reducidos (NADH; CoA)
pero en cambio, existe una gran cantidad de una serie de pequeñas proteínas especiales
(llamadas SASP, del inglés “small acid-soluble proteins”). Cuando se produzca la
germinación, estas proteínas serán hidrolizadas rápidamente, y los aminoácidos
resultantes serán empleados en la síntesis de nuevas proteínas necesarias en la
germinación y crecimiento ulterior. Además, las SASPs están acomplejando al ADN
(induciendo en él un cambio conformacional hacia la rara forma A, en vez de la B
habitual), protegiéndolo del daño por luz UV.
la “moneda energética” de la espora es el 3-fosfoglicerato, otra molécula estable del
protoplasto, que será convertido rápidamente a 2-fosfoglicerato, y de él a PEP (fosfo-
enol-pirúvico) al germinar la espora (el PEP es donador de P para generar ATP).

Rodeando al protoplasto está la membrana citoplásmica (membrana interna de la


espora), una bicapa lipídica carente de fluidez, posiblemente como resultado de su
estructura policristalina.

1.3.2 PARED DE LA ESPORA

Situación: inmediatamente por encima de la membrana interna de la espora (ver


micrografía a microscopio electrónico, o el esquema de la ultraestructura).

Composición: a base de un peptidoglucano (PG) similar al de la célula vegetativa, con sus


característicos enlaces entre los tetrapéptidos.

Funciones: al germinar la espora, dará lugar a la pared celular de la nueva célula


vegetativa, confiriéndole, mientras tanto, resistencia osmótica.
Origen: se sintetiza a partir de la prespora, atravesando los precursores la membrana
interior que hemos citado arriba.

1.3.3 CORTEZA O CÓRTEX

(Obsérvese su aspecto a microscopio electrónico: transparente a los electrones,


relativamente gruesa, a base de láminas concéntricas).

Composición: un peptidoglucano (PG) especial, diferente en composición al PG de la


célula vegetativa:

30% del NAM tiene tetrapéptidos normales, pero el grado de entrecruzamiento es muy
bajo (6%).
15% del NAM tiene solo la L-ala inicial, en lugar de tetrapétido.
55% de una modificación del ácido murámico (lactama del ácido murámico), producida
por condensación del -COOH lactilo con el -NH2, para formar la lactama
correspondiente).

Origen: Se sintetiza a partir de la célula madre, con sus intermediarios ensamblados a nivel
de la membrana externa que rodea a la corteza.

Propiedades de la corteza:

1) Tiene un bajo grado de puentes entre tetrapéptidos (sólo un 6%). Ello condiciona:

a) una estructura más laxa, floja y flexible que el peptidoglucano normal, capaz de
expandirse en ausencia de cationes que neutralicen sus grupos negativos (sobre
todo del mDAP y del glutámico de los tetrapéptidos). Esto es la base de su
apariencia de gel.

b) su rápida autolisis, durante la germinación de la espora.

2) la lactama del murámico condiciona una gran resistencia a la lisozima.

La corteza está limitada por la membrana esporal externa, procedente de invaginación de


la membrana citoplásmica de la célula vegetativa madre. Posee una polaridad opuesta a la
de la membrana esporal interna.

1.3.4 CUBIERTAS

Composición y estructura: la composición depende de las especies, pero en general, a


base de una o varias proteínas de tipo queratina, todas muy ricas en cisteína y en
aminoácidos hidrófobos, y que llegan a constituir el 60% en peso seco de la espora. Buena
parte de la cisteína se añade post-traduccionalmente, por modificación de la proteína
inmadura. A microscopio electrónico se puede comprobar el gran grosor (volumen) de las
cubiertas, y su aspecto relativmante denso a los electrones.
Propiedades: son muy insolubles e impermeables, e impiden la entrada de numerosos
agentes químicos, incluyendo sustancias tóxicas. La abundancia de puentes S-S las hace
muy compactas y muy estables químicamente.

1.3.5 EXOSPORIO

En B. cereus es una estructura membranosa transparente, a modo de saco cerrado,


delgado y flojo, envolviendo al resto de la espora de una forma “suelta”, despegado en
principio respecto de las cubiertas (tras la liberación de la espora, al perderse el contenido
acuoso que había entre exosporio y cubiertas, aquel se pega a éstas).

En B. subtilis y B. megaterium, el exosporio está envolviendo a la espora de una


forma más estrecha, estableciendo algunos contactos físicos con la superfie de las cubiertas.

Composición química: mezcla de proteínas, polisacáridos complejos, y lípidos.

Propiedades: muy resistente a enzimas proteolíticas, lo que sugiere (pero no prueba


directamente) que el exosporio puede representar algún papel como barrera de defensa
externa de la espora.

1.4 DESENCADENAMIENTO DE LA
ESPORULACIÓN
Para que se produzca la esporulación, se necesitan dos condiciones previas:

1) los cultivos bacterianos han de estar en buenas condiciones;

2) cuando cesa el crecimiento exponencial, la mayoría de las células entran en


esporulación, aunque el proceso no es sincrónico (hay desfases entre unas células y
otras), de modo que en un lapso de tiempo relativamente breve (5,5-8 horas en Bacillus
subtilis) casi todo el cultivo aparece en forma de esporas, habiendo desaparecido las
células vegetativas. La división celular típica de la fase de crecimiento exponencial y
la esporulación son procesos mutuamente excluyentes.

¿Qué estímulo es el responsable de desencadenar la esporulación? Lo que detiene el


crecimiento de estas bacterias y dispara la esporulación es un estado de inanición, de
carencia de nutrientes. El nutriente limitante que puede desencadenar la esporulación
puede ser: la fuente de carbono, la fuente de nitrógeno o incluso la carencia de fosfatos.

1.5 FASES DE LA ESPORULACIÓN


Vamos a estudiar la esporulación en Bacillus subtilis o en B. megaterium, dos de las
bacterias esporuladas mejor investigadas, y que completan la esporulación al cabo de unas
7-8 horas de su inicio, a 37ºC. Se pueden distinguir siete fases consecutivas (además de la
fase “0” anterior a la esporulación). Cada fase se denota con un número romano, y su
duración en horas se expresa como subíndice de t, p. ej., t2. Como veremos enseguida, cada
fase se distingue por un(os) evento(s) citológico(s) peculiar(es) y por una serie de cambios
bioquímicos propios:

Fase 0 (célula vegetativa):

Al final del periodo de crecimiento exponencial, la célula vegetativa contiene dos


cromosomas.

Fase I (t0-t1):

El material genético (los dos cromosomas) se condensa constituyendo un filamento


axial ancho, que ocupa el centro de la célula, según su eje longitudinal. Cada nucleoide
está unido a uno de los extremos de la célula.
En vez de iniciarse una división celular simétrica (con septo central), se forman dos
espículas de la pared celular cerca de los polos hacia el interior, rodeadas de la
correspondiente invaginación de la membrana citoplásmica. Cada espícula está
señalando una zona donde se está formando el anillo de FtsZ (proteína contráctil de tipo
tubulina: véase el tema 5)
Se sintetizan y se liberan al medio antibióticos y varias exoenzimas. Una serie de
proteasas se encargan del turnover de proteínas intracelulares, cuyos aminoácidos
constituyentes serán empleados para sintetizar nuevas proteínas específicas de la
esporulación.

Fase II (t1-t2):

Se termina por formar un septo transversal acéntrico, cerca de un polo de la célula, por
invaginación de la membrana citoplásmica, y deposición de nuevo peptidoglucano entre
las dos membranas adyacentes.
Cada nucleoide queda segregado en uno de los dos compartimentos que se han
formado:
un cromosoma va al compartimento pequeño (compartimento de la preespora);
la otra copia del cromosoma va al compartimento grande (célula madre).
En esta fase continúa la síntesis de los antibióticos y de las exoenzimas (serina-
proteasas, metalo-proteasas, ribonucleasas, a-amilasa, etc).

Fase III (t2-t3):

Independización del protoplasto de la preespora respecto de la célula madre. Para


ello, lo primero que ocurre es la degradación selectiva del peptidoglucano del septo que
se había depositado en la fase II (esta degradación comienza por el centro, es decir, por
donde se había cerrrado, y sigue hacia la periferia, y en ella intervienen los productos de
varios genes). Entonces, la membrana citoplásmica de la célula madre va creciendo
unidireccionalmente alrededor de la preespora, hasta que ésta queda libre en el
citoplasma del esporangio.
Obsérvese que el citoplasma de la preespora queda rodeado por dos membranas de
polaridad opuesta: la interior tiene la polaridad normal, pero la exterior, derivada del
crecimiento de la membrana de la célula madre, tiene polaridad invertida
A partir de esta fase el turnover (renovación) de proteínas sólo tendrá lugar en la célula
madre, deteniéndose en el compartimento de la preespora.

Fase IV (t3-t4):

Se forma casi por completo la corteza de la espora, por deposición de peptidoglucano


entre las dos membranas. Sin embargo este PG aún no está “maduro” (no tiene todavía
las características que estudiamos en el apartado 1.3.3).
También se deposita el peptidoglucano de la pared celular (que constituye el germen de
la pared celular de la futura célula vegetativa).
Coincidiendo con esto, la preespora adquiere su aspecto refráctil al microscopio óptico
en fresco.
Comienza la síntesis del ácido dipicolínico (DPA), así como la acumulación de Ca2+.
En las bacterias que lo poseen, en esta fase comienza la síntesis del exosporio.

Fase V (t4-t5,5):
Los materiales de las cubiertas (que se habían ido sintetizando durante las fases II y III
en el compartimento de la célula madre), comienzan a depositarse por fuera de la
membrana esporal externa.
Al final de esta fase se adquiere la resistencia al octanol.
Continúa la acumulación de DPA, que sigue secuestrando iones Ca2+ (formación del
quelato de dipicolinato cálcico, DPC).

Fase VI (t5,5-t7):

La preespora madura hasta espora.


Madura la corteza (para generar el característico PG cortical, más laxo, con su bajo
porcentaje de entrecruzamientos -por actuación de endopeptidasas- y la lactama del
NAM).
Maduran las cubiertas.
El citoplasma de la espora se hace más homogéneo y más denso a los electrones.
Por una serie de razones aún no totalmente aclaradas, la espora se hace resistente al
calor y al cloroformo.
Se adquiere resistencia a las radiaciones ultravioleta (UV).
Se adquiere resistencia a la lisozima.

Fase VII (t7-t8):

Liberación de la espora madura por autolisis de la célula madre.


las bacterias que han producido exosporio, cuando la espora sale al exterior, este
exosporio pierde su contenido de citoplasma (procedente de la célula madre), quedando
como un saco vacío y plegado, unido a las cubiertas.
La parte superior de la figura muestra un gráfico de los principales cambios que
acabamos de comentar, expresados en función del tiempo transcurrido desde el inicio de
la esporulación.

1.6 GENÉTICA MOLECULAR DE LA


ESPORULACIÓN
Las células pueden detener el proceso de la esporulación si durante las 4 primeras
fases se les suministra el nutriente que estaba limitando y que fue responsable del
desencadenamiento (efecto de desbloqueo metabólico). Pero a partir de la fase V el aporte
de nutrientes no tiene ya ese efecto inhibidor: el proceso de la esporulación ya es
irreversible, y se dice que la célula está comprometida (= obligada) a esporular.

El proceso de la esporulación es muy ordenado en el tiempo y en el espacio. En


su base genética existe un conjunto de varios operones específicos de la esporulación
(operones spo), sometidos a un finísimo control genético espacial y temporal. El conjunto
de estos operones (que se encuentran en cuatro zonas distintas del cromosoma), se
denomina esporulón, y comprende más de 125 genes. Las principales características de los
operones del esporulón son:
Los operones están inactivos durante el crecimiento vegetativo;
se van activando de modo ordenado y secuencial, para luego ser reprimidos (una vez
han actuado);
están sometidos a interacciones pleiotrópicas unidireccionales;
existe una “comunicación” regulatoria entre el compartimento de la espora y de la célula
madre (interacciones espaciales);
dentro de los mecanismos genéticos implicados en la expresión y regulación de los
distintos operones correspondientes a fases distintas de la esporulación, un papel muy
importante es el jugado por las subunidades sigma (s) alternativas de la ARN-
polimerasa.

1.7 CUERPOS PARASPORALES


Algunas bacterias esporuladas, como Bacillus thuringiensis, B. popiliae y algunas
especies de Clostridium, forman cristales proteicos en el esporangio simultáneamente a la
formación de la endospora: son los llamados cuerpos parasporales.

Cada célula madre exhibe una sola inclusión, que se puede presentar libre en el
citoplasma, o bien englobada en el exosporio de la espora. Los cuerpos parasporales pueden
ser amorfos, pero los más típicos son pseudocristales octaédricos (bipiramidales). Están
compuestos de la agregación regular de subunidades de una glucoproteína de unos 120
kDa, sintetizada durante la fase IV.

La función de estos cuerpos parasporales en la esporulación es desconocida (e


incluso puede que de hecho, no tenga tal tipo de función). Bajo condiciones alcalinas, se
disuelven y la proteína se convierte en una poderosa toxina para larvas de lepidópteros
y otros insectos, cuando las ingieren vía oral (pero no por vía parenteral). Veamos cómo se
produce el proceso de la toxicidad:

1. La oruga come materia vegetal que lleva bacterias esporuladas. El cuerpo parasporal se
libera junto con la espora, cuando la célula madre se autolisa.

2. Los cuerpos parasporales se disuelven en el tracto digestivo de la oruga (que es


alcalino), la proteína sufre proteolisis, lo que la transforma en una toxina.

3. Esta toxina altera la permeabilidad del epitelio intestinal de la oruga, de modo que
los líquidos alcalinos del intestino pasan a la hemolinfa, que incrementa su pH por
encima de 8, lo cual termina provocando la parálisis rápida del insecto, y finalmente
su muerte.

El significado biológico más probable de este fenómeno es que la producción de


cuerpos parasporales sea una variante de la esporulación que evolucionó durante la
adaptación de estas bacterias a sus nichos ecológicos, como una manera de asegurar la
germinación de las endosporas: la oruga ingiere los cristales junto con las esporas. Los
cristales parasporales matan a la oruga, que se pudre. La oruga muerta y en putrefacción
aseguraría un entorno adecuado en nutrientes para que se alimentaran y multiplicaran las
células vegetativas que surgieran de la germinación de esas esporas.

Desde hace tiempo ciertos grupos de agricultores vienen usando inóculos de


bacterias esporuladas de las especies productoras de cuerpos parasporales para rociar sus
plantas y protegerlas de insectos: estamos ante un auténtico insecticida biológico,
biodegradable, selectivo hacia las plagas e inofensivo para los seres superiores.

La moderna Ingeniería Genética ha logrado insertar y expresar genes codificadores


de las toxinas parasporales de Bacillus thuringiensis en plantas de cultivo. Hoy día existen
millones de hectáreas de cultivo de plantas transgénicas "Bt" (sobre todo algodón, maíz, y
patata) que dependen menos de los insecticidas químicos merced a estos genes bacterianos
(aunque ello no ha evitado las críticas de ciertos grupos ecologistas opuestos por sistema a
todo lo que suene a manipulación genética por técnicas de ADN recombinante).

1.8 PROPIEDADES BIOLÓGICAS DE LAS


ESPORAS: SU FUNDAMENTO
Las endosporas son células en estado de dormancia, con una bajísima tasa
metabólica (hipometabolia, la menor que existe en el mundo vivo), y capaces de conservar
su vitalidad durante larguísimos períodos. Son muy resistentes a la acción de diversos
agentes químicos (octanol, cloroformo) y físicos (altas temperaturas, congelación,
desecación, radiaciones).

1) Hipometabolia: Poseen la más baja tasa respiratoria de todos los seres vivos. Por ello
son capaces de sobrevivir en ausencia de nutrientes durante largos períodos de tiempo.

2) Dormancia: Esta propiedad se refiere al hecho de que la espora tiene una gran inercia a
los sustratos exógenos. Como veremos, la espora sólo perderá la dormancia cuando se
haya activado para la germinación.

3) Resistencia al calor: Las esporas de ciertas especies resisten el calor húmedo de


120oC durante 10 min, lo cual condiciona los parámetros para esterilizar materiales (véase
el capítulo 13 titulado “Acción de agentes físicos sobre las bacterias”). Esta elevada
resistencia a las altas temperaturas es un subproducto de los cambios evolutivos que
condujeron a la deshidratación como medio para lograr la hipometabolia y la dormancia.
Por lo tanto, la deshidratación es la clave de las anteriores propiedades. (En cambio, como
dijimos antes, al menos parte de la resistencia al calor seco, es decir, en ausencia de vapor
de agua, se debe a las proteínas SASP, que protegen al ADN de los daños oxidativos de este
tipo de calor).

4) Deshidratación: El muy bajo contenido en agua de la espora (0.3 g de agua/g de peso


seco frente a los 3-4 g de agua/g de peso seco de la célula vegetativa) hace que la espora
sea muy refráctil al microscopio óptico en fresco. Ello condiciona las propiedades 1, 2 y
3. ¿Cuál es el mecanismo de la deshidratación, base a su vez de tantas propiedades
biológicas de las endosporas? El tema es aún objeto de debate. Vamos a exponer
brevemente una hipótesis (1989), según la cual habría 3 etapas en la consecución de la
espora deshidratada y resistente al calor:

a) En las fases III y IV el ácido dipicolínico va entrando al protoplasto de la prespora.


Simultáneamente el Ca2+ entra desde el exterior a la célula madre por transporte
activo, y de ella al protoplasto de la prespora por difusión facilitada. Se forma el
correspondiente quelato de dipicolinato cálcico (DPC). Este es un proceso con
retroalimentación positiva, ya que conforme el Ca2+ queda “secuestrado” en forma
de quelato (lo que significa que no hay de hecho iones Ca2+ libres en el interior de la
prespora), se facilita más la entrada de mayores cantidades de Ca2+. Parte del Ca2+ y
de otros cationes se acomplejan también con macromoléculas del protoplasto. Todo
ello redunda en que la corteza se queda sin cationes; por lo tanto, no hay
posibilidad de neutralizar las cargas negativas del peptidoglucano cortical  las
cargas negativas de la corteza se repelen  se produce la expansión del
peptidoglucano cortical  en su expansión, la corteza se “topa” con las cubiertas
rígidas, por lo que presiona sobre el protoplasto  sale más agua del
protoplasto.

b) Resultado final: termoestabilización (= termorresistencia) del protoplasto. La


gran pérdida de agua hace que los diversos compuestos del protoplasto se
compacten entre sí, lo que facilita sus interacciones con los cationes. El resultado es
la formación de un gel a base de una matriz constituida por complejos
supramoleculares, macromoléculas y pequeñas moléculas densamente
empaquetados, unidos entre sí e inmovilizados. Parece ser que esta es la base
principal de la enorme resistencia al calor húmedo por parte de la endospora.

5) Resistencia a los rayos UV: Parece que depende de varios componentes:

a) absorción de luz UV por las cubiertas;

b) por el DPC;

c) pero cada vez está más claro que las proteínas SASP tienen un papel central en esta
resistencia a los UV. Como ya dijimos, las SAPS de tipo α/β acomplejan al ADN y
favorecen su configuración de tipo A, lo cual a su vez provoca un cambio en su
fotoquímica (ver apartado siguiente);

d) cambio en la fotoquímica del ADN de la espora: se puede explicar parcialmente


por la misma deshidratación del protoplasto, que impide que se formen dímeros
de pirimidina entre pirimidinas adyacentes de una misma cadena del ADN. Como
veremos en el capítulo 13, estos dímeros de pirimidina constituyen el principal tipo
de fotoproductos generados por rayos UV en el ADN de la célula vegetativa, base
de la mayor parte de los efectos deletéreos de estas radiaciones. Por otro lado, las
SASP de tipo α/β que acomplejan el ADN hacen que en la espora la luz UV
provoque otro tipo de alteración, llamada fotoproducto de la espora (que consiste
en 5-timinil-5,6-dihidrotimina) que se produce en menor cantidad. Aunque la
acumulación de fotoproductos de la espora puede ser igual de letal que la de los
dímeros de pirimidina, cuando germina la espora se pone inmediatamente en
marcha un eficiente sistema de reparación específico de ese fotoproducto.

6) resistencia a agentes químicos: La resistencia de la endospora a agentes como


octanol, cloroformo, etc. se debe a la impermeabilidad de las cubiertas, gracias a
su gran grosor y su peculiar composición a base de proteínas ricas en aminoácidos
hidrófobos y con abundantes puentes disulfuro (cistinas). La resistencia a la
lisozima se debe por un lado a la propia impermeabilidad de las cubiertas, y a la
resistencia de la corteza.

1.9 GERMINACIÓN DE LA ENDOSPORA


La germinación es el proceso por el cual una espora se convierte al estado
vegetativo. Es mucho más rápida que la esporulación (dura unos 90 minutos). Podemos
considerar en ella cuatro etapas, según el modelo de Foster y Johnstone (1990):

1. preactivación

2. activación

3. iniciación (o germinación en sentido estricto)

4. crecimiento ulterior (entrada en fase vegetativa)

1.9.1 PREACTIVACIÓN

Antes de que la espora esté en condiciones de germinar se requiere que sus


cubiertas se alteren. En la naturaleza esto ocurre por erosión por envejecimiento
progresivo. Artificialmente, en laboratorio, se puede recurrir a algún procedimiento para
alterar esas cubiertas:

tratando las esporas a altas temperaturas, pero inferiores a su inactivación (100oC durante
unos minutos);
por radiaciones ionizantes;
por pH bajos;
por tratamiento con sustancias que posean grupos -SH libres (p. ej., mercaptoetanol).

1.9.2 ACTIVACIÓN

La activación es una etapa aún reversible, desencadenada por un agente químico


externo (germinante) presente en el medio. Este agente es variable según las especies:

iones inorgánicos (Mn2+, Mg2+);


L-alanina en B. subtilis;
glucosa u otros azúcares;
adenina u otras bases nitrogenadas.
El germinante es detectado por un receptor alostérico a nivel de la membrana
esporal interna. Una vez que dicho receptor se activa, adquiere una capacidad proteolítica
específica que le permite romper una proenzima que hasta ese momento se encontraba
unida covalentemente al peptidoglucano de la corteza. La enzima resultante reconoce la
lactama del NAM y comienza a hidrolizar el peptidoglucano cortical. La consecuencia es
que comienza a entrar agua al protoplasto de la espora, por lo que la espora pierde su
característica refringencia, y se comienza a perder la resistencia al calor.

Durante toda esta etapa el metabolismo está aún latente.

1.9.3 INICIACIÓN O GERMINACIÓN EN SENTIDO ESTRICTO

En esta etapa la germinación se hace ya irreversible, y se rompe definitivamente


el estado de dormancia, si bien el metabolismo es endógeno (no depende todavía de
sustancias externas). Los principales acontecimientos bioquímicos son:

se pierde DPA, lo que supone pérdida de Ca++;


este Ca++ pasa al córtex, donde neutraliza las cargas negativas  se favorece la
rehidratación del protoplasto y su hinchamiento, favorecido por la concomitante
contracción del córtex, mientras continúa y se completa rápidamente la hidrólisis del PG
cortical;
el 3-fosfoglicérico (3-PG) se convierte en 2-PG, y éste en PEP, que a su vez dona su
fosfato de alta energía para producir ATP;
las pequeñas proteínas SASPs se hidrolizan por una proteasa específica que hasta ese
momento estaba inactiva. De este modo los aminoácidos constituyentes de las SASPs se
reutilizan para la síntesis de nuevas proteínas por parte de la pequeña dotación de
ribosomas y demás moléculas accesorias;
La ARN polimerasa comienza a sintetizar ARN (comienza la transcripción de genes
vegetativos).

1.9.4 TERMINACIÓN Y CRECIMIENTO ULTERIOR

Aparece ya el metabolismo exógeno, de modo que la espora puede tomar nutrientes


del exterior y metabolizarlos. Los eventos bioquímicos y estructurales más notorios son:

se sintetiza ADN;
el protoplasto crece aún más;
la pared de la espora sirve como cebador (germen) para la producción de la pared de la
célula vegetativa naciente;
la célula vegetativa sale por rotura de las cubiertas, que puede ser de tipo polar o
ecuatorial. Hay que aclarar que al salir, esta célula vegetativa se tiñe como Gram-
negativa, y sólo adquirirá su típica grampositividad después de la primera división.
Salida de la
nueva célula
vegetativa al
final de la
germinación
. Observa la
rotura de las
cubiertas

2 EXOSPORAS
Determinadas bacterias (Methylosinum, Rhodomicrobium) forman esporas
reproductivas por gemaciones sucesivas al final de sus prostecas. Estas exosporas
poseen una envuelta a base de pared rodeada de una cápsula o cubierta gruesa.

3 DIFERENCIACIONES EN
ACTINOMICETOS
Los actinomicetos constituyen un grupo amplio y complejo de bacterias Gram
positivas con tendencia a un tipo de crecimiento micelial y un estilo de vida similar a los
hongos. Muchos de los taxones de Actinomicetos y bacterias relacionadas poseen células
diferenciadas de tipo reproductivo, genéricamente conocidas como esporas. Estudiaremos
brevemente la diferenciación en dos géneros típicos.

Género Actinoplanes

Las especies de este género producen micelios vegetativos de sustrato


(subterráneos). Algunos de estos micelios generan hifas verticales que sobresalen a la
superficie. El extremo de cada una de estas hifas se diferencia para constituir un saco
llamado esporangio, que se fragmenta en un conjunto de esporas móviles (flageladas)
llamadas zigosporas o esporangiosporas.

Género Streptomyces
Forma un micelio de sustrato ramificado, interrumpido de vez en cuando por
pared transversal (son por lo tanto organismos cenocíticos, es decir, el segmento de micelio
limitado por dos tabiques sucesivos contienen varios cuerpos nucleares). Cuando hay
limitación de nutrientes se comienza a formar un micelio aéreo a partir de ramificaciones
de las hifas subterráneas. En los extremos de algunas de estas hifas aéreas las células se
diferencian en cadenas de esporas. Durante la formación de estos micelios aéreos y de las
esporas la población de micelios subterráneos sufre una lisis masiva.

Propiedades de las esporas de los estreptomicetos:

la pared celular de la espora es más gruesa que la de la célula vegetativa;


no hay cambio cualitativo en el peptidoglucano;
no hay córtex ni cubiertas;
son muy hidrofóbicas: se resisten a ser suspendidas en agua. Esto parece que se debe a
una vaina que rodea a la pared celular, compuesta a base de túbulos auto-ensamblables.
resisten más al calor y a la desecación en comparación a las células vegetativas, pero
menos que las endosporas.
son metabólicamente durmientes (células en reposo).

4 QUISTES BACTERIANOS
Son células que se producen en algunas especies por engrosamiento de la pared
celular de la célula vegetativa, por deposición de nuevos materiales externamente a la
membrana citoplásmica, al mismo tiempo que se acumulan materiales de reserva en el
citoplasma. Poseen metabolismo endógeno, y resisten al calor, a la desecación y a agentes
químicos más que la correspondiente célula vegetativa (pero menos que las endosporas).

Ejemplos:

Quistes de Azotobacter y Bdellovibrio.


Microquistes de Mixobacterias, llamados mixosporas: sus envueltas constan de una
corteza, rodeada de cubiertas (interna y externa). Estas cubiertas se componen de una
glucoproteína muy rica en polisacáridos.

5 DIFERENCIACIONES EN
CIANOBACTERIAS
En las cianobacterias filamentosas (que forman tricomas) se pueden observar dos
tipos principales de células diferenciadas a partir de las vegetativas: heteroquistes y
acinetos.

Heteroquistes (= heterocistes)
Son células de término, sin función reproductiva, especializadas en la fijación de
nitrógeno molecular (N2), de mayor tamaño que las células vegetativas.

La conexión entre células vegetativas y heteroquistes se establece a través de un


estrangulamiento de los polos de éstas. La unión está atravesada por una serie de finos
canales llamados microplasmodesmos, que reducen al mínimo el intercambio de
sustancias entre ambas células.

Por fuera de la pared celular (que es de tipo Gram-negativo), existen tres cubiertas:

una capa laminada interna a base de glucolípidos exclusivos de cianobacterias;


una capa homogénea central a base de polisacáridos;
una capa fibrosa externa, también polisacarídica, pero menos compactada.

Estas tres capas evitan la difusión del O2 al interior del heteroquiste, lo que representa uno
de los mecanismos para la protección de la nitrogenasa (complejo enzimático que reduce
el N2 a NH4+, y que es muy sensible al oxígeno).

Pero el heteroquiste dispone de más “estrategias” para la protección de la nitrogenasa:

aparte de los microplasmodesmos, en las uniones con las células vegetativas adyacentes
se forman sendos “tapones” de cianoficina;
los tilacoides se disponen como un retículo polar y periférico, y carecen de
ficobilisomas, por lo que no pueden realizar la fase II de la fotosíntesis. Por lo tanto,
los heteroquistes no generan oxígeno, ya que sólo realizan la fotofosforilación cíclica.

Acinetos (=aquinetos)

Son formas de reposo que se originan a partir de células vegetativas, por


acumulación de nuevas capas de materiales polisacarídicos por fuera de la pared celular, y
por formación de acúmulos de reserva en el citoplasma.

Resisten más que las células vegetativas los períodos de desecación y de


congelación, pero no al calor.

Cuando las condiciones ambientales mejoran, se producen sucesivas divisiones


transversales en el acineto, que finalmente se convierte en un filamento más corto y menos
grueso que los tricomas, llamado hormogonio.

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